ÍNDICE DE CONTENIDOS 2 4 8 12 15 17 19 20 22 26 29 30 33 34 36 38 40 Presentación: “Suyai significa Esperanza” Historia de Suyai: “Comenzando a callejear” La Infancia en Calle en Chile: “Cuando el Estado ya no es garante de protección, sino cómplice de la vulneración” En la Memoria: “Experiencias pasadas de proyectos en Concepción” Deterioro temprano y desigualdad de los procesos socio-educativos en la Infancia La Ruta de la decepción Contextos de alta complejidad y cuidado de los equipos de trabajo: “Un desafío a la vocación” Poster “Paisaje Suyai” La Tribu Suyai Entrevista a Heriberto Zura, Director del Programa Suyai: “Estamos en una constante danza entre las expectativas y la realidad”. Sin Perfil Entrevista: “Ver por dentro” “Cambiar para sobrevivir”: Reflexiones y conclusiones Refugio Suyai: Primeras ideas para un nuevo sueño Suyai y Catim: La evolución de un compromiso por los derechos de la Infancia Proyectos Hermanos: El Área de Integración Social de Catim Agradecimientos y créditos SUYAI REVISTA 1 Presentación SUYAI SIGNIFICA ESPERANZA La revista que tienen en sus manos refleja las miradas y reflexiones que hemos incorporado como equipo, en los casi dos años que llevamos en Suyai. Se trata de un programa ambulatorio de apoyo a 30 niños, niñas y adolescentes en situación de calle, de la provincia de Concepción. Funciona con una oficina y 4 tutores, profesionales del ámbito psicosocial, que se ocupan de las acciones de búsqueda, el acompañamiento y la revinculación social de los participantes. 2 REVISTA SUYAI C uando comenzamos a hacer Suyai, sabíamos que la tarea era larga y dura; que las estrategias y metodologías iban a ser siempre dinámicas, adaptándose a cada personalidad, cada historia de vida. Sabíamos que nuestra propuesta sería insuficiente, que no tendríamos la enorme infraestructura necesaria para la reparación holística de un niño que ha crecido sin hogar y sin amor. Suyai es un “piloto”, eso significa que es un intento, una prueba, cuyo destino es encontrar una fórmula, una manera de trabajar positivamente para la superación de la situación de calle en la infancia y juventud… Uf! La tremenda tarea, un gigante de vulneración y abandono, de explotación y violencia, ejercida en una etapa vital sagrada, responsable de todo el desarrollo humano de esa persona en su existencia. Los niños de Suyai son personas que nacieron en los peores entornos posibles, en extrema pobreza la mayoría, provienen de familias expulsadoras, herederas de una larga y honda estirpe de carencias y prevaricación. Luego, y entre tanto, casi sin excepción, vivir en un hogar proteccional, con sus consecuentes y sabidas vicisitudes. Estos niños son jóvenes adultos, que se saltaron todos los juegos y los mimos, todos los cuidados y la estimulación que necesitamos los seres humanos para armar un patrón de desarrollo. Estos son nuestros niños y niñas, personas sin hogar y sin amor, hombres y mujeres en construcción que no han tenido la libertad de desarrollar sus capacidades y han sido víctimas de tragedias e injusticias. En este mundo, nuestro trabajo como programa de intervención social es de alta complejidad. Los encuentros y conversaciones con los chicos se dan en distintos territorios, en entornos dinámicos y muchas veces tensionados, como plazas y comercios. La resistencia al vínculo, la desconfianza mutua y la costumbre de instrumentalizar las relaciones, hacen que la primera etapa de relación entre los participantes y los tutores sea de muy largo aliento. “Consuelo tiene 16 años, un hijo de seis meses y una madre consumidora problemática y en situación de calle, que la prostituyó desde los 12. Ha pasado por al menos dos instituciones proteccionales; hoy Consuelo duerme alternativamente en viviendas precarias de familiares o amigos, o en la calle. Su hijo se cría con su abuela paterna” Testimonio Suyai En los 18 meses que llevamos funcionando, los resultados de nuestra intervención son pequeños y difíciles de entender: reducción de daño, acercamiento de redes de apoyo, vínculo efectivo. Estamos aún lejos de que nuestros participantes se asuman positivamente y se motiven al cambio con foco en la superación; con todo el esfuerzo heroico de su parte y la voluntad que su situación amerita. Dar un salto enorme a su vida. Una vez que el chico está motivado, “quiere”, es capaz de soñar; entonces debemos estar preparados para ofrecerle alternativas de cambio. Para la etapa de trabajo que viene, tenemos que lograr una acción más integral, que además del trabajo psicosocial basado en el acompañamiento y la revinculación, incorpore variables duras como la habitabilidad y la salud física y mental. Un enfoque bio-psico-social, que incorpore fuertemente la variable diagnóstica y de tratamiento, que se ocupe íntimamente de “la persona”, y que considere un estándar mínimo de infraestructura, como casa, comida y abrigo. Con responsabilidad, queremos hacernos cargo de uno de los problemas más complejos del desarrollo: el abandono y desprecio de los más débiles. Los niños, niñas y adolescentes en situación de calle, la infancia y las juventudes sin hogar y sin amor, son una realidad que se ubica en la costra de nuestras ciudades, en los extramuros de la familia y la sociedad. Suyai trabaja con y para ellos, procurando sus derechos primarios, acompañándolos, queriéndolos. Lea Rodríguez Ch. Directora del Área de Integración Social – Catim SUYAI REVISTA 3 Historia de Suyai EMPEZANDO A CALLEJEAR S uyai es un programa ambulatorio que apoya a niños y jóvenes sin hogar del Concepción Metropolitano. Llegamos actualmente a las comunas de Talcahuano, Hualpén, Concepción, San Pedro de la Paz, Chiguayante y Penco, donde acompañamos en total a 30 personas de entre 6 y 18 años. El proyecto funciona bajo el alero de la Corporación Catim y se financia con fondos públicos y privados. Entre junio de 2012 y noviembre de 2013 gastamos un poco menos de 40 millones de pesos en total. El equipo de trabajo es un director de proyecto, un coordinador de redes, y dos gestores de calle. Nos distingue el carácter de participación voluntaria de los jóvenes, la focalización en los procesos de superación, el entregarles apoyo incondicional con cercanía en el lenguaje, flexibilidad y capacidad de adaptación. Como estrategias buscamos generar un vínculo significativo con cada participante, mediante derivación asistida, la presencia constante y el responder a sus múltiples necesidades. Luego buscamos generar la confianza necesaria que permita trazar un proyecto de vida centrado en sus motivaciones y logros, que incluya alternativas distintas que desarticulen las constantes situaciones multiproblemáticas de cada 4 REVISTA SUYAI Suyai es un programa ambulatorio que apoya a niños y jóvenes sin hogar del Concepción Metropolitano, funciona bajo el alero de la Corporación Catim y se financia con fondos públicos y privados. joven y niño. Con eso nos centramos en el proceso de superación, teniendo en cuenta una mirada ecológica, biosicosocial, con enfoque de derechos. Sabemos que el proceso es complejo, por lo que constantemente estamos desarrollando estrategias que nos permitan hacer más y mejor. Actualmente estamos empeñados en tener un abordaje más clínico que responda al enfoque biosicosocial; además soñamos con poder dar respuesta al problema de techo, seguridad y abrigo, por lo que durante el 2014 esperamos concretar una residencia o un refugio para jóvenes sin hogar, que complemente el trabajo de Suyai, adecuándose a la especialización que requiere. Realizamos un trabajo en red, participando activamente en la red de Juventud de Talcahuano y las redes de infancia de San Pedro y Talcahuano, convocadas por sus respectivas OPDs. Para este año pretendemos integrarnos de forma más activa en el trabajo intersectorial realizado en Concepción. A la vez, buscamos contactarnos con las redes locales de los territorios con los cuales interactúan los jóvenes; así estamos vinculados con la mesa barrial de la población Libertad y con diversos actores locales en el sector de Boca Sur; en el sector la Emergencia, de Hualpén, nos relacionamos con una comunidad cristiana que cuenta con una casa de acogida. Al hacer memoria de lo recorrido hasta la fecha en Suyai, aparecen múltiples recuerdos y experiencias, por lo que hemos extraído aquellos hitos que reflejan de forma significativa esta pequeña historia de un poco más de un año y medio. La primera tarea fue recopilar antecedentes respecto al trabajo que se había realizado anteriormente en la Región en torno a niños en situación de calle, mediante entrevistas a distintos actores y ejecutores de acciones para abordar la problemática; de esa investigación damos cuenta en esta misma revista a través del artículo “En la Memoria: Experiencias pasadas de proyectos en Concepción”. Como herramienta para pesquisar los casos y seleccionar la cobertura, contábamos con el “Catastro Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Calle 2012”. Pero la herramienta era deficiente, al entregar muy poca información respecto a los puntos de calle, edades y características de los niños identificados. Se hacía necesario observar cual era la situación real. Decidimos iniciar el trabajo en Talcahuano debido a que era la comuna en que teníamos mayor información, y en donde se detectó un trabajo articulado y centrado en los niños tanto desde el Municipio, por medio de la OPD, como entre los programas de la Red Sename y los de la Red del Servicio de Salud local. Así se establecieron contactos con los programas, que de alguna u otra forma se contactaban directamente con los niños, niñas y jóvenes en situación de SUYAI REVISTA 5 calle de Talcahuano; estos incluían al PIE Ayen, Centro El Faro y Programa de Calle de Talcahuano, quienes se mostraron como activos colaboradores, entregando abiertamente información y prestando todo el apoyo para establecer un buen vínculo con los posibles participantes. Esta primera etapa del programa piloto concluye con el lanzamiento oficial de Apoyo Suyai, el 12 de septiembre de 2012, ceremonia a la que asistieron autoridades, entes colaboradores y los organismos de la red de apoyo social con quienes se realizaron las primeras coordinaciones. El hito marca el paso desde la etapa de preparación y el inicio de la acción; ya que coincidentemente, el 13 de septiembre, comenzábamos a “callejear” de forma más permanente, iniciando el periodo de inserción en los territorios. La principal estrategia es vincularse mediante quienes ya se encuentran vinculados a los niños y niñas, lo que consideramos como derivación asistida, con el objetivo de recoger experiencias y dar continuidad o complementariedad al trabajo que se venía desarrollando. Esto implicó un gran esfuerzo en la coordinación con los otros programas. Realizamos una revisión de las estrategias implementadas y encontramos que las actividades lúdicas y la periodicidad en los encuentros ayudaban a establecer el vínculo con los posibles participantes. Pese a que de acuerdo a los lineamientos técnicos deberían existir algunos avances en los procesos individuales en un corto periodo de tiempo, en la mayoría de los casos nos encontrábamos en un proceso de vinculación mucho más lento. Nos dimos cuenta que el proceso de vinculación con los participantes era mucho más complejo; en una primera etapa no existe el vínculo real, no hay ni siquiera un reconocimiento del otro, luego un saludo, sin contacto físico; mucho después viene el contacto real y el intercambio de información; el proceso continua con la aceptación de una propuesta de actividades o acciones que hace el equipo al participante; y por último encontramos que también teníamos la propuesta de actividades de los participantes al equipo. Coincidentemente, al completar la cobertura establecimos otro hito, el primer proyecto de vida, el primer 6 REVISTA SUYAI plan de trabajo participativo del programa; ahora dejaríamos de estar explorando estrategias, y nos guiaríamos por ciertos objetivos trazados conjuntamente con los participantes. Significaba un nuevo momento. Luego nos daríamos cuenta que estos caminos trazados en conjunto presentaban una serie de obstáculos que dificultaban el avanzar y en algunos casos desviaban el camino o nos obligaban a retroceder. Una vez avanzados los vínculos, buscamos implementar un hito de participación grupal, como salidas al cine con los niños del programa, tardes deportivas y talleres de fútbol calle, en Boca Sur, en la cancha del Club 21 de Mayo. También tuvimos la primera frustración con el desarrollo de los proyectos de vida, el intento de inscripción en los proyectos de capacitación laboral SENCE; dentro de la primera información obtenida, existía disposición, luego al profundizar se nos da a conocer que existen mayores exigencias, que nuestros participantes no cumplen. Nos dimos cuenta que nuestros chicos sólo accederían a beneficios de este tipo a través de excepciones. Mientras tanto, desarrollábamos el voluntariado y acogimos a alumnos en práctica. Contamos en el primer semestre con una alumna de psicología comunitaria (UdeC), dos alumnos de trabajo social (UBB) y una estudiante de intercambio de España en Trabajo Social (UBB). En el segundo semestre, y en un contexto más complejo, continuaron los alumnos de la UBB y se incorporó una asistente social (IPP) así como una alumna de intercambio de Colombia en el área de psicología comunitaria (UdeC). El aporte de todos ellos ha sido esencial. Para celebrar el primer año de funcionamiento de Suyai, realizamos una actividad familiar con los participantes, voluntarios, alumnos en práctica, profesionales y redes. La jornada se coronó con una declaración de compromiso con los sueños de Suyai y sus participantes. Cerrábamos un primer ciclo, llenos de esperanzas, con proyectos de vidas visualizados o en espera de ejecución. Animados por ver que habíamos avanzado, rescatábamos de este primer acercamiento las estrategias más efectivas, las buenas prácticas, los errores, confiados en que inventaríamos algo más para aquellas situaciones que no tenían solución. De pronto, de forma progresiva, nuestros anhelos comienzan a verse frustrados y en riesgo. El Ministerio de Desarrollo Social dilata el inicio del segundo periodo de Suyai. Todos nuestros esfuerzos se obstaculizan por la falta de seguridad en la continuidad del programa. La esperanza depositada, los caminos trazados comienzan a congelarse. Al cabo de 2 meses trabajando sin financiamiento estatal, teníamos que tomar decisiones. Decidimos continuar pese a la inestabilidad. La Corporación Catim asumió el riesgo de no cerrar el programa y buscar otros financiamientos. Era imposible e inmoral, una nueva trasgresión a sus derechos, abandonar a los chicos después de un año de trabajo. El equipo Suyai enfrentó la crisis con transparencia y sinceridad hacia los jóvenes. Nos vimos obligados a realizar ciertos ajustes, en cuanto a la frecuencia en las visitas, el apoyo prestado, los recursos invertidos por cada participante, priorizando el trabajo con aquellos con quienes contábamos con mayor vínculo y congelando las derivaciones hasta nuevo aviso. Durante 6 meses, el programa transitó por una senda tortuosa con una promesa que nunca llegaba; pero esta ruta nos permitió abrir otras puertas y hacer nuevos amigos. Hoy contamos con el apoyo financiero de Fundación Colunga, que nos dio un respiro y que, junto a otros aportes particulares, nos permitieron continuar. Entre tanto, realizábamos actividades muchas veces con fondos de los propios profesionales del equipo, de voluntarios y amigos. Ajuares para las 4 niñas del programa que estaban embarazadas, fiestas de fin de año, regalos de pascua, etc. La Seremía continuó con el apoyo técnico y solidariamente siguió apoyando nuestros esfuerzos e intentando hacer reaccionar a Santiago respecto a la gravedad del cierre del programa. En diciembre de 2013 nos confirmaron la continuidad del financiamiento estatal por 2 años, concretándose este compromiso el 15 de enero del 2014. Gracias a las alianzas generadas durante la crisis, hoy tenemos más herramientas para hacer un buen trabajo. Continuamos mirando los desafíos que dejó la primera parte, los sueños rotos, los quiebres, las soluciones que no se concretaron, rescatando a la vez las experiencias significativas, los vínculos fortalecidos, las buenas prácticas, los aprendizajes, el compromiso de todos y la seguridad de que contamos con propuestas reales, que pueden ayudar a los procesos de la infancia y las juventudes sin hogar. Equipo Suyai SUYAI REVISTA 7 La infancia en calle en Chile CUANDO EL ESTADO YA NO ES GARANTE DE PROTECCIÓN, SINO CÓMPLICE DE LA VULNERACIÓN H ablar de vulnerabilidad y pobreza pueden conjugar distintos constructos sociales, dependiendo de la mentalidad del observador, pero conjugar las vulnerabilidades naturales de la infancia, las condiciones de pobreza y agregar condiciones de exclusión, riesgo social, abandono y negligencia de los padres, necesariamente nos lleva al concepto de niños en condición de calle. La infancia en calle ha sido denominada por nuestra sociedad de muchas formas a lo largo del tiempo, vagabundos, mendigos, palomillas, canillitas, vándalos, delincuentes, drogadictos, etc. Para abordar el tema de los niños en situación de calle, los países han adscrito a la distinción propuesta por UNICEF, entre niños en la calle y niños de la calle. Se entiende niños en la calle como aquellos que, conservando algún grado de vinculación con su familia, incluso pudiendo llegar a depender de ella, mantienen la autonomía para permanecer gran parte del tiempo en la calle. Por otra parte, los niños de la calle son aquellos que por razones diversas han hecho de la calle su hogar permanente, rompiendo prácticamente todo vínculo con sus familias y con el sistema educativo, dependen en la sobrevivencia de sí mismos y tienen fácil acceso al uso de sustancias adictivas. El hecho de su lejanía de la escuela y la familia, hace que este grupo sea el que se encuentre en una situación de mayor vulnerabilidad en comparación con la anterior.1 Es difícil calcular la cantidad de personas que se encontraba en situación de calle en Chile a principios del siglo XX, debido a su invisibilidad en las incipientes políticas sociales y a la falta de una definición precisa para este grupo, lo que los hacía parte de la población conceptualizada como indigentes, vagos, abandonados o simplemente delincuentes. Al revisar los documentos existentes sobre esta realidad, es destacable señalar que en Chile “al iniciarse 1920, la Prefectura de Santiago fundó un ‘Asilo Policial’ para los niños desvalidos y procedió a ‘recoger’ de las calles, de los suburbios del desamparo urbano, a estos niños vestidos de andrajos a quienes sólo la piedad del sol da abrigo (...). Por lo demás, es harto conocido el caso de muchos individuos que, por indigencia, alojan debajo de los puentes que atraviesan el río Mapocho”.2 Para el año 1933, la Dirección General de Protección de Menores calculaba que “el número de menores que se encuentran en estado de total abandono puede estimarse en la suma de 5.000 en el departamento de Santiago y de 12.500 en el resto de los departamentos de la República; lo que hace un total de 17.500”.3 “Alrededor de 1950, los niños y niñas de la calle erraban por la ciudad de Santiago, concentrándose bajo los puentes, en los espacios públicos de la comuna de Quinta Normal, en los parques del centro o en las cuevas del Cerro Blanco. Realizando trabajos de lustrabotas o suplementeros, de “canillitas”, y en el caso de las niñas, algunas eran víctimas de explotación sexual de forma habitual u ocasional”. La mayoría ha- 1. Servicio Nacional de Menores, 2004. Niños y Niñas de la Calle. Serie Estudios y Seminarios. Santiago. 2. Acuña Montenegro, 1923 “El Problema de la Mendicidad en Chile, en Mideplan, 2005. “Habitando la Calle, Catastro Nacional de Personas en Situación de Calle 2005. Servicio Nacional de Menores, 2004. Niños y Niñas de la Calle. Serie Estudios y Seminarios. Santiago. Acuña Montenegro, 1923 “El Problema de la Mendicidad en Chile, en Mideplan, 2005. “Habitando la Calle, Catastro Nacional de Personas en Situación de Calle 2005. 3. Mahia Saracostti Schwartzman es Directora de la Carrera de Trabajo Social de la Universidad Autonóma de Chile. Documento extraído el 27/12/12 desde http://blog.latercera.com/blog/msaracostti/entry/niños_y_niñas_en_situación 8 REVISTA SUYAI bía empezado su vagar antes de los siete años, y tendían a agruparse en pandillas de “palomillas” que inquietaban siempre a los comercios establecidos…, generando la visión de sobrevivencia en la mendicidad y vagancia.4 Chile tiene un pasado oscuro en materia de infancia en mendicidad, tan así es que las cárceles chilenas, a inicios del siglo XX, albergaron a muchos de estos niños que se encontraban en situación de vagancia y desamparo viviendo de la caridad en las calles, bajo el delito de mendicidad; señalaba el código penal “sin importar su edad, su género o sus condiciones físicas, no desempeñaran oficios ilícitos y viviesen de la caridad pública sin “Mi misión no puede ser solamente consolarlos con hermosas palabras y dejarlos en su miseria, mientras yo como tranquilamente y mientras nada me falta. Su dolor debe hacerme mal”. Alberto Hurtado un hogar fijo, podían ser detenidos en tanto ‘vagos’”. Bajo este escenario llegaron a estar las tres cuartas partes de las cárceles con niños y niñas menores de 18 años bajo el delito de vagancia. Para aquellos niños y niñas que no eran privados de libertad, funcionaron establecimientos públicos y privados, destinados a acoger a la denominada “infancia desvalida”, que englobaba a aquellos calificados como abandonados, vagos, mendigos o delincuentes. Estas instituciones funcionaban bajo diferentes modalidades de internación, de acuerdo a los fines y estrategias de quienes estuviesen a cargo; algunos se situaban más cercanos a la caridad cristiana tradicional, y otros, a las nuevas tendencias de la 4. ibidem SUYAI REVISTA 9 emergente asistencia social de fines del siglo XIX. Destacaron aquellos que, bajo órdenes religiosas, buscaban dar respuesta a las necesidades básicas de los internos a través de asilos y hospicios. Con el propósito de rehabilitación de niños, niñas y adolescentes, el Estado estableció reformatorios, cuyo principal objetivo fue entregar educación y destrezas laborales en un ambiente disciplinador a quienes, fuera por situaciones de abandono, vagancia o delincuencia, a solicitud de los Tribunales de Justicia o de sus propias familias, eran incorporados a estas instituciones.5 La Ley de Menores del año 1928 y la institucionalidad que ésta generó a través de la Dirección General de Protección de Menores, los Tribunales de Menores y establecimientos de atención, se centraron en aquellos niños y niñas denominados “en situación irregular”, englobando a aquellos en situación de abandono y vagancia y a aquellos que hubiesen cometido delitos. Producto de la preocupación de las autoridades respecto a la marcha de las instituciones existentes se conformó, a principios de los años 60, una Comisión Interministerial de Protección de Menores. Ésta manifestó la necesidad de programas de desarrollo social, servicios de auxilio al hogar en crisis, centros de recreación y orientación, y la mantención de los niños en lo posible dentro del seno de la familia. Las iniciativas de reforma emanadas desde esta Comisión desembocarían en la creación del Consejo Nacional de Menores, que se constituyó como la institución coordinadora del sistema de atención a la infancia. Sin embargo, de forma general, las instituciones continuaron internando a los niños y niñas que se encontraban en las calles o que llegaban a sus establecimientos por orden de la justicia, mezclando a aquellos en condición de abandono y vagancia, con otros que cometían faltas o delitos.6 Luego de estos procesos, surgen instituciones públicas y privadas destinadas al trabajo de protección a la infancia vulnerada como Niño y Patria, de Carabineros de Chile, y el Hogar de Cristo, fundado por el jesuita Alberto Hurtado. Con el inicio del Gobierno Militar, las políticas sociales de educación y salud disminuyen y se suma la crisis de 1980, lo que repercute directamente en las familias chilenas, aumentando el nivel de indigencia y demanda hacia institu- 5. Mideplan, 2005; “Habitando la Calle, Catastro Nacional de Personas en Situación de Calle 2005, pág. 8, Ministerio de Desarrollo Social, 2012. Bases Técnicas del Programa Piloto de Apoyo a Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Calle Chile Solidario 6. Ibidem 10 REVISTA SUYAI ciones de caridad como hospederías y otros (En efecto, a mediados de la década de 1970, la población en situación de calle atendida por las hospederías del Hogar de Cristo alcanzaba un promedio de 1.400 hombres, 550 mujeres y 315 niños7). “Los niños y niñas fueron actores importantes de este proceso. En Santiago, cerca de la Estación Mapocho, la Vega Central y el centro, se agrupaban niños, niñas y adolescentes de diversas edades para defenderse y subsistir en la calle. A la experiencia de vivir en la calle se sumaron otras problemáticas, como la explotación sexual y el consumo de estupefacientes, principalmente el neoprén, que provocaba en sus consumidores pérdida de sensación de hambre, alucinaciones y daño neuronal irreversible”.8 Los sistemas de protección para el conjunto de las niñas y niños en “situación irregular” fueron reestructurados, guiados por los principios de subsidiariedad y privatización de las atenciones a través de la entrega de subvención a instituciones externas. Se fomentó así la creación de instituciones no gubernamentales, que se constituyeron en la red de atención del Servicio Nacional de Menores (SENAME). El pago de la subvención según asistencia de los niños fomentó la internación de éstos por largos periodos. Ejemplo de lo anterior, la Fundación Niño y Patria contaba en el año 1980 con 43 centros de atención y una capacidad de atención para 3.035 niños a nivel nacional.9 Para el año 2011 se realiza en Chile el II Catastro de Personas en Situación del Calle, el cual arroja 12.423 personas en esta condición a nivel nacional, de las cuales 742 son niños (6%); 65,2% corresponde a hombres y 34,8% a mujeres. Con relación al grupo etario, un 81% de los encuestados se concentran entre los 12 y 17 años; un 37% lleva menos de 1 año en situación de calle, y un 21% lleva más de 5 años; finalmente, un 86% de los encuestados refiere mantener contacto con su familia. La principal causa es asociada a problemas con la familia, seguida de consumo de drogas y de problemas económicos. Las principales actividades laborales que referidas son: venta ambulante, hurtos, arte en vía pública y/o transporte, trabajos esporádicos, limosna, comercio sexual, carga y descarga (artículos, materiales, otros) y servicio de aseo industrial o en vía pública. En cuanto a escolaridad, un 45% señala asistir a algún establecimiento educacional.10 Bajo este nuevo escenario, las primeras experiencias de trabajo con niños de la calle estuvieron a cargo del Servicio Nacional de Menores, que inició en la década de 1990 acciones en conjunto con el Hogar de Cristo. En la actualidad SENAME administra 10 proyectos específicos en esta temática, que atienden a alrededor de 327 niños, niñas y adolescentes denominados Programas Especializados en Niños de la Calle (PEC) sólo en Santiago. A contar del año 2012, el Ministerio de Desarrollo Social implementa un programa Piloto, al alero del Subsistema Chile Solidario, denominado “Niños Calle” con una cobertura de 200 niños a nivel nacional, con 30 cupos en la región del Bío Bío, ejecutado por la Corporación CATIM quien destaca por un acabado diagnóstico de la situación regional de niños en situación de calle, abordando una metodología piloto que busca en los niños la Emancipación, la Revinculación Familiar o la Inserción en líneas residenciales del SENAME. Si bien esta reseña sólo es un esbozo de la historia y trayectoria de la acción del Estado con la Infancia en Calle, sin duda llama la atención, que se lleven más de 100 años de antecedentes de esta realidad y aún como país la sigamos evidenciando y registrando como un antecedente vergonzoso de nuestra sociedad. Jaime Contreras Administrador Público, Mcs Trabajo Social y Políticas Sociales, y Mcs Política y Gobierno Asesor Técnico del Ministerio de Desarrollo Social 7. Revista Noticias del Hogar de Cristo, octubre de 1975 en Mideplan, 2005; “Habitando la Calle, Catastro Nacional de Personas en Situación de Calle 2005, pág. 32 8. Ernesto Espíndola, “¡Una moneda por favor!”, Revista Mensaje, vol. XXXVI, Nº 363, octubre de 1987, p. 453 en Mideplan, 2005; “Habitando la Calle, Catastro Nacional de Personas en Situación de Calle 2005, pág. 12 9. Mideplan, 2005; “Habitando la Calle, Catastro Nacional de Personas en Situación de Calle 2005, pág. 32 10. Ministerio de Desarrollo Social, 2012. Bases del Programa Piloto de Apoyo a Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Calle Chile Solidario SUYAI REVISTA 11 En la Memoria EXPERIENCIAS PASADAS DE PROYECTOS EN CONCEPCIÓN C uando empezamos a hacer Suyai, recopilamos toda la información posible sobre lo que se había hecho antes en Concepción, en torno al trabajo social con niños y niñas en situación de calle. Es así como nos encontramos con al menos dos experiencias profesionales. La primera realizada en la década de los 80 y de la cual se tiene poca información, ningún documento y sólo referencias vagas obtenidas de personas que participaron del proyecto. Fue una experiencia efímera que no fue tan socializada ni difundida en la comunidad. El segundo esfuerzo surge alrededor de 1999, como consecuencia de un hecho de connotación pública, en la que un niño de 9 años apuñaló a un adulto (en situación de calle). Frente a esta tragedia y a la presencia constante de niños en las afueras de la Catedral de Concepción, la magistrado Gladys Lagos y el entonces obispo auxiliar Tomislav Koljatic, convocaron a distintos organismos públicos y personas claves en el ámbito local, de modo de buscar la manera de proteger a los niños y las niñas que deambulaban por el centro de la ciudad. Crearon así la “Red Intercomunal por los niños de y en la calle”. Se trataba de una mesa de trabajo gestionada en conjunto con la Municipalidad de Concepción, y que fue integrada por el Hogar de Cristo, SENAME, 1ª Comisaría de Concepción, SEREMI de Educación, Servicio de Salud Concepción, y posteriormente, por el entonces CONACE, entre otros organismos públicos. Su objetivo se centró en crear un proyecto que desarrollara un trabajo específico y especializado con los niños que deambulan en el sector céntrico de Concepción. Así, el Hogar de Cristo decide asumir la responsabilidad de ejecutar el proyecto, dando inicio a la Casa 12 REVISTA SUYAI de Acogida, el 18 de agosto del año 2000. Recibe el apoyo financiero de SENAME, lo que permite 20 plazas residenciales para niños varones y 30 plazas ambulatorias mixtas. Los diagnósticos iniciales arrojaron una población de alrededor de 162 niños y niñas en el centro de Concepción. Detectaron también, como problema asociado, el consumo problemático de drogas, en particular solventes, frente a lo que se busca dar respuesta por medio de un espacio comunitario. En el 2001 se presentó un documento con la metodología utilizada en el primer periodo de ejecución de la Casa de Acogida. Por otra parte, la Red buscó sensibilizar a la comunidad y posicionar la problemática social de los niños en y de la calle. Este objetivo se tradujo en la realización de dos seminarios en torno a la temática. Por otra parte el programa se trasladadó a calle O’Higgins, en pleno centro de Concepción, lo cual se pensó estratégicamente para acercarse al circuito de calle que realizaban los niños y niñas. Esta estrategia se transformó en un dilema, ya que con su implementación se creó un nuevo punto de calle y refugio de conductas infractoras de ley, que asumían los niños como forma de sobrevivencia. El 2002 la “Casa de Acogida Alberto Hurtado” se acredita como Comunidad Terapéutica, con el financiamiento del entonces CONACE, convirtiéndose en un centro de tratamiento para adolescentes en situa- “… lo importante fue ver el caso a caso y reparar el vínculo afectivo, el que las familias volvieran a hacerse cargo de sus hijos...” (Valeria Venegas, ex directora de CAAH) ción de calle, con consumo problemático de drogas. Esto permitió aumentar el número de profesionales por participante. También ese año se obtiene la subvención municipal, para costear el arriendo del inmueble del programa, recurso que mantuvo hasta el cierre definitivo. En un comienzo se realizaron intentos por atender simultáneamente a niños y niñas en un modelo más comunitario; sin embargo no obtuvieron los resultados esperados, y optaron temporalmente por la atención especializada a niños y adolescentes varones con perfil de calle. En noviembre de 2002 parte el convenio para la atención de niñas, creándose la “Comunidad Padre Hurtado Niñas” en marzo del 2003, como forma de dar respuesta a esta población que entonces requería y exigía un trabajo diferenciado. Esta se ubicaba en calle Paicaví y su implementación se realiza gracias al aporte del Fondo Social Presidente de La República. En 2005 se crea un circuito de atención a niños y niñas con alta vulnerabilidad del Servicio de Salud Concepción, lo que permite incorporar el recurso profesional de un psiquiatra y una psicopedagoga, que se mantiene hasta diciembre de 2006. En octubre de 2005 ocurre un hito importante, se realiza la ceremonia de egreso exitoso de 11 jóvenes, quienes habían iniciado su proceso desde comienzos de este programa. Esto nos marca una pauta como programa, ya que evidencia el tiempo requerido para el proceso de superación de al menos 4 años. “Cada equipo humano que trabajó en este programa puso su alma y su espíritu en este sueño… se involucraron sus familias, sus amigos… sus redes.” (Gloria Campos, Trabajadora Social, ex profesional de Casa de Acogida Alberto Hurtado CAAH) Entre tanto, Tomislav Colgate se va de la región y asume el arzobispado en la región del Maule, hecho que debilitó el trabajo de la Red, ya que se perdió el articulador de la instancia, y de parte de los entrevistados, se comparte la percepción que con su partida el programa pierde cierto respaldo y comienza un periodo de declive, al desarticularse la Red. SUYAI REVISTA 13 En el 2006 el programa se traslada a calle Ejército. Ese mismo año se realiza un diagnóstico de la población atendida. A fines de ese mismo año se cierra el programa residencial y sólo queda la metodología ambulatoria, cubriendo un perfil de atención con una complejidad de leve a moderada, dando fin al convenio con CONACE, para la atención de niños y niñas con un alto nivel de complejidad. Con esto se reduce el equipo a la mitad. En enero de 2007, el programa ambulatorio se traslada a calle Rengo, donde se propicia el trabajo en terreno en los sectores de referencia de los participantes, por lo que se generaron alianzas estratégicas con la red local, como municipios, juntas de vecinos y clubes deportivos entre otros. El cierre definitivo se produjo el 2008, como consecuencia de un proceso, en el que por una parte, el Hogar de Cristo siente que el Estado y la sociedad se comienzan a hacer cargo de los niños de y en la calle, con lo cual comienza a hacerse a un lado para dedicar sus esfuerzos y energías a otras problemáticas. A eso se sumó la sucesiva formalización de las iniciativas de SENAME por medio de las distintas licitaciones de programas en la línea de alta complejidad, y que concluyó en la licitación de los Programas de Intervención Especializada, PIEs, que se encargarían de apoyar a la infancia y juventud en situación de calle. El Hogar de Cristo cerró así el área ambulatoria y la Red se desarticuló por completo. Heriberto Zura Psicólogo Director de Apoyo Suyai Agradecimientos especiales a Valeria Venegas, Yasna Leiva, Gloria Campos, Iván Albornoz y Víctor Vivallo. “… es súper importante el perfil de la gente que trabaje… con habilidades blandas… ojala con capacitación, que si no se da desde el sistema con auto capacitación…” (Yasna Leiva, Psicóloga, ex profesional CAAH) 14 REVISTA SUYAI DETERIORO TEMPRANO Y DESIGUALDAD DE LOS PROCESOS SOCIO-EDUCATIVOS EN LA INFANCIA D esde la ratificación de la Convención de los Derechos del Niño(a) por parte de Chile, en 1990, el país ha experimentado notables avances en este tema. Legislaciones recientes, como el postnatal de 6 meses, o algo más antiguas, como la ley de filiación de 1998, consagran los derechos de las niñas y niños desde su nacimiento para que nazcan en igualdad de condiciones. En otras áreas de desarrollo relacionadas con la infancia se indica que nuestro país ha logrado notables avances en la disminución de la tasa de mortalidad y desnutrición infantil (menos del 1 %), a niveles similares de países desarrollados (7,8 por mil nacidos vivos). La atención profesional del parto es del 99 %, por lo que prácticamente la totalidad de nuestros niños(as) poseen similares condiciones al momento de nacer. El año 2003 una reforma constitucional establece la enseñanza media obligatoria y gratuita, con la intención de que los niños, niñas y jóvenes tengan un mínimo de 12 años de escolaridad. Actualmente la cifra alcanza un 92,8 % en Educación Básica y un 72,2 % en Educación Media. A pesar de los avances descritos, los indicadores de calidad en los procesos educativos nos muestran una realidad poco alentadora. En el año 2012 los puntajes de los estratos bajos presentaron un incremento en las mediciones del SIMCE, pero aún la brecha entre los establecimientos educacionales más pobres en relación a los particulares pagados continúa siendo desigual. En la prueba de lenguaje en 4º año básico los alumnos(as) del grupo socioeconómico alto obtuvieron 301 puntos contra 246 de aquellos del grupo socioeconómico bajo. La calidad en la educación avanza a ritmo insuficiente y si se proyectan los resultados del SIMCE al ritmo del mejoramiento ac- tual, recién para el año 2023 no habrá niños(as) en 4º año básico con rendimiento insuficiente. La cobertura escolar está virtualmente asegurada, pero el reto es igualarnos con aquellos países que menos desigualdades presentan entre sus escuelas. De los 57 países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), Chile está en el lugar 57 de este índice, lo que impide a los niños, niñas y adolescentes desarrollarse en una cultura de tolerancia y aceptación de la diversidad, pues presenta un sistema educativo altamente segmentado. Las deficiencias de nuestra realidad educacional nos conducen a preguntarnos ¿A qué se debe atribuir que los niños y niñas chilenos, poseyendo el mismo potencial al momento de nacer, presenten estas notables diferencias en sus etapas de formación temprana? Es indudable que en su proceso de aprendizaje existen elementos que obstaculizan optimizar las posibilidades de desarrollo para la mayoría de ellos. SUYAI REVISTA 15 Las investigaciones en el campo del aprendizaje y las neurociencias se han centrado, en este último tiempo, en la edad más temprana de los niños(as), por tratarse de la de más alta vulnerabilidad, ya que en ella se organizan las estructuras funcionales en el cerebro que configuran las condiciones y predisposiciones para el aprendizaje. Organizaciones mundiales que están a cargo de la implementación y aplicación de la Convención de los Derechos del Niño(a) como UNICEF, especifican que “los aprendizajes oportunos y pertinentes son un derecho desde que nacen o quizás desde antes, y que, por tanto, son tan relevantes como su identidad, nacionalidad y la satisfacción de diferentes necesidades básicas”. Nuestro país ha llevado a cabo diferentes estudios de evaluación del desarrollo infantil donde se hace evidente que no sólo es suficiente con detectar la existencia de niños(as) en edades tempranas que presentan riesgo en su desarrollo de aprendizaje, sino que la verdadera tarea por afrontar es cómo se fortalecen los ambientes de aprendizaje, especialmente el familiar. Por lo tanto, es fundamental también cuestionarse las formas de potenciar las capacidades relacionales de las familias, las que pueden ser entendidas como el conjunto de competencias emocionales y lingüísticas que sirven de base para el desarrollo de las funciones intelectuales superiores, para fortalecer los vínculos tempranos de todos los niño(as), con miras a incidir en mejores niveles cognitivos y al desarrollo de sus competencias emocionales. Las investigaciones realizadas tanto a nivel internacional como nacional afirman que las actividades de detección coordinadas por los equipos del área saludeducación con las familias, aseguran una intervención oportuna para el desarrollo esperado en las distintas etapas evolutivas de los niños(as), y además que con esta acción colectiva se refuerza la igualdad de oportunidades en el aprendizaje. Las políticas implementadas por el Estado deben contribuir a que los niños(as) y jóvenes puedan superar las barreras que dificultan su desarrollo y capacidad de aprendizaje. Por ello es necesario planificar procedimientos y acciones de carácter interdisciplinario e intersectorial que coordinen recursos económicos, humanos y comunitarios para detectar distintas condiciones de riesgo en el desarrollo humano respetando su contexto local y cultural. Sin embargo, en Chile sigue persistiendo la inequidad social desde el nacimiento. Algunas cifras dan cuentan de esta situación: 1) Los niños(as) son más pobres que el promedio de pobreza de la población nacional. De acuerdo a la CASEN 2001, un 23,9% de los niños y niñas menores de 6 años es pobre. 2) La pobreza extrema en niños y niñas menores de 3 años es un 64% mayor que la pobreza extrema nacional. 3) El tramo etario de 0 a 17 años es el único que aumentó la tasa de pobreza con respecto a la CASEN 2009. 4) Los niños y niñas de los quintiles más pobres presentan altos niveles de rezago, esto es, no alcanzan el nivel esperado en algunas de las áreas de desarrollo (motora, cognitiva, lenguaje y social), es decir, no alcanzan el nivel esperado según su edad en más de una de las áreas de desarrollo. En Chile, cerca de un 25% de los niños y niñas menores de 5 años presentan rezago en su desarrollo, siendo este mayor en los quintiles de menor ingreso. De acuerdo a las anteriores cifras, se hace necesario que las diferentes reparticiones del Estado, especialmente Ministerio de Salud, Ministerio de Educación, y Ministerio de Desarrollo Social, cuenten con diversas políticas y programas de carácter público para los NNA y sus familias destinados a superar estas desigualdades que el modelo socioeconómico actual ha generado en nuestra sociedad. Leonardo Ojeda Torres Psicólogo y Trabajador Social Director PRM “Refugio de Esperanza Concepción” Referencias Bibliográficas. 1. Consejo de la Infancia (2006) Informe del Consejo Asesor Presidencial para la Reforma de las Políticas de Infancia. Gobierno de Chile www.consejoinfancia.cl 2. Unicef (2009). Índice de Infancia y de la Adolescencia: Una Mirada Comunal y Regional Unicef, Santiago. Bibliolink. 1. http://www.unicef.cl/ 2. http://www.crececontigo.gob.cl/ 3. http://www.simce.cl/ 16 REVISTA SUYAI LA RUTA DE LA DECEPCIÓN Decepción: es un sentimiento de insatisfacción que surge cuando no se cumple las expectativas sobre un deseo o una persona. Chile, ¿un país con memoria?, ¿un país inclusivo o exclusivo?, ¿un país de buenas o malas intenciones? M iles de ojos de chilenos ciegos, ante una inclusividad pagada en cuotas, donde la comida, la música, los afectos son fast collections, así desarrallomos experiencias sin memorias. Pero ahí estamos todos cuando gana la selección chilena: “C-H-I CHI L CON E LE. CHICHICHI LELELE VIVA CHILE”, este Chile que endeuda a su gente, en donde las filas, el orden de llegada, de los interminables papeleos que te piden pa´una beca, las sumatorias de “venga la otra semana, ahí daremos respuesta”, de la voz grabada que te llama cobrando por teléfono, del funcionario público típico que toma desayuno cada mañana y no te atiende. Hay un Chile con sentimientos prestados por todas las firmas internacionales, un Chile como si la mala onda y la voluntad corrompida viniera de un ADN desconocido. ¡Claro! Si la mala leche tiene sabor, un sabor amargo que todos conocemos, un sabor agrio de un chile privatizado, un sabor a gente enajenada que nunca se desnuda en esta geografía larga y delgada, cada vez más sedienta, cada vez más acolorada, una geografía muerta de hambre, y aquí estamos divididos en pobres y ricos. En donde los ricos se creen millonarios y los pobres nos creemos burgueses, comprando ropa de marca, utilizando su buen champú y una buena crema para no evidenciar que cada noche nos rajamos llorando, algunos que no tenemos la plata para pagar el préstamo, otros para pagar la olla. ¡Así está Chile! plagado de políticos bien intencionados, que venden “la pomá” los unos a los otros… ¡puta qué vendidos que estamos! Y aquí nos encontramos, somos miles de vendedores sociales, intentado velar por una oferta con polvos de hornear, con nombres de fantasía, ¡si por engrupíos nos quedamos “C-H-I CHI L CON E LE / CHICHICHI LELELE VIVA CHILE” Somos inteligentes, somos “bien pillos”, nos creemos las buenas intenciones de los discursos políticos, no NOS arriesgaremos a dar SUYAI REVISTA 17 nombres porque nos puede venir a buscar a este Chile lindo, lindo de corazón, entonces… es que no nos queda otra… “es lo que hay”, y ahí comenzamos a ser testigos de las fugas que nos hace tener un estatus más alto; alcohol, pasta base, pito que permite a muchos engrupirse, pertenecer y cuanto verbo aprendimos en la educación pública. No sabemos cuándo comenzó todo esto, este Chile con olor a desconocido… ojalá que aquellos ingenieros, trabajadores del sistema, esos que están detrás del escritorio, dejen de tener esos monólogos inventados con gente imaginaria “lo que pasa es que esa niña es un poco bien callada, habla poco, no habla nada, está siempre bien callada, un silencio ella es”. ¡Estamos aquí! Y queremos acceder a nuestros derechos “hasta pa´eso pagamos” queremos salud, educación, una familia que eduque con cariño, donde la ignorancia no tiene que ver con la expulsión, sino con la ganas de emprender un viaje. En donde nos atiendan y nos miren a los ojos y puedan explicar, no importa que no entendamos, lo importante es que nos hagan sentir cuidadanos, parte de este país... queremos un sonrisa de los desconocidos porque nos da la esperanza que no hemos sido expulsados de la memoria, que estamos vivos y compartimos el mismo aire… quizás todo es mucho más sencillo ¿y si dejamos de inventar nombres y nos dedicamos a conocernos un poco más? ¿y si la historia la construyen sobrevivientes desconocidos con nombres, apellidos y rut que vagan en las calles como bolsas de basura? ¿ y si la revolución está en los afectos y en la dedicación del estar? ¿y si la responsabilidad es de todos y todas? ¿ y si la música es una leve melodía no ruidos de acciones de miles de cosas que se harán y que esperamos atentos a ver “si nos toca”? No más al desarrollo de una nación que no entiende que sus ciudadanos son parte de ello y que nos sentimos postergados cada vez más en esta máquina de golosinas que sólo infla esta flaca cordillera y no alimenta esta tierra de maravillosa fauna de colores. Juanita Paz Saavedra G. Trabajadora Social Profesional de Suyai 18 REVISTA SUYAI Contextos de alta complejidad y cuidado de los equipos de trabajo UN DESAFÍO A LA VOCACIÓN T trabajadores, de modo de poder tomar la distancia necesaria para poder poner en perspectiva los diversos fenómenos abordados, ser efectivo y proteger la esfera emocional personal y grupal. A Herbert Freudenberger (psicoanalista), se le atribuye el término de burnout (1974) para aplicarlo al tema del agotamiento profesional entre las personas que trabajan en contextos de alta complejidad, se refirió a cómo el carisma y el compromiso social van siendo reemplazados en estos trabajadores por agotamiento, la fatiga y otros malestares psicosomáticos. Definía este desgaste como “un estado de fatiga o frustración que aparece como resultado de la devoción a una causa, a un estilo de vida o a una relación que no produce las recompensas esperadas”. El preocuparse por los aspectos emocionales implicados en nuestra labor, según Barudy (neuropsiquiatra) es el mejor “antídoto contra el desgaste profesional”, entendiendo que para prevenirlo se debe actuar a nivel institucional e individual, considerando la prevención y abordaje de este fenómeno. Se requiere de una formación y un temple que permita no desalentarse fácilmente ante las adversidades y la frustración, pero esto no es suficiente, se requiere necesariamente de estrategias de autocuidado. Esta acción debe funcionar a dos niveles, uno de responsabilidad institucional, que proteja a su recurso humano y otro a nivel de individual, donde los trabajadores aprendan a “autocuidarse”. rabajar en contextos de alta complejidad, supone un riesgo para el equipo, exponiendo a trabajadores al desgaste profesional individual y colectivo, afectando el nivel de satisfacción personal y grupal, y por consecuencia el clima laboral y el rendimiento, traducido esto a la calidad y eficiencia del servicio prestado. Esto aparece como un elemento central de nuestro quehacer, el poder tolerar la frustración que supone el obtener frecuentemente resultados no esperados. Los equipos conviven con historias asociadas a la exclusión social, vulneración de derechos, marginalidad y pobreza, delito, consumo de drogas y trastornos de salud mental no tratados. Muchas veces las soluciones no dependen exclusivamente de la pericia del equipo para una eventual resolución positiva. En el caso de Suyai, los participantes del proyecto han estado expuestos en su historia vital a múltiples dificultades y la mayoría ha sufrido fracasos vinculares tempranos con sus referentes más significativos; los mismos que se suponía debían darles contención, cariño y cuidado, les pueden haber provocado un profundo daño. La capacidad para confiar en otro está insondablemente dañada, y siendo así, para conseguir resultados positivos, la intervención se debe lograr una “rehabilitación vincular”, que permita después de un trabajo sistemático, interdisciplinario, constante y de relativa estabilidad en el tiempo, una confianza mínima con los monitores y trabajadores sociales de los distintos proyectos. Al movilizarse en estos contextos y temáticas se debe promover y proteger la implicación emocional de los En esta área de trabajo confluyen trabajadores formados en distintas disciplinas y con diversas historias vitales y laborales, que intentan construir un convivir nutritivo, con un constante intercambio de conocimiento y experiencias. Esto permite enriquecer la labor de los miembros del equipo, abriendo un espacio para el trabajo colectivo y complementario, convirtiéndose esto en un factor protector central para los trabajadores, además de beneficiar directamente a los usuarios y prestaciones de los programas. El desafío para las instituciones que trabajan en escenarios tan adversos es claro: proteger la salud mental de sus equipos. Existe el deber de diseñar e implementar acciones concretas que permitan generar un ambiente de trabajo favorable, elegir y fortalecer los liderazgos inclusivos, donde se privilegie la comunicación horizontal, se promueva la participación de todos los miembros y se facilite la conversación; no desconociéndose la responsabilidad que concierne a los equipos como sistema de mantener un clima saludable, basado en el conocimiento mutuo, la confianza y la visión de un objetivo común. Néstor Retamal Psicólogo Director del PRM “Refugio Esperanza Tomé” SUYAI REVISTA 19 20 REVISTA SUYAI SUYAI REVISTA 21 Les propusimos a algunos participantes de Suyai que nos contestaran una entrevista loca para una revista que estábamos preparando. Lo planteamos como un juego y entramos en una dinámica de preguntas y respuestas a la manera de un Cuestionario de Proust. Les preguntamos por sus experiencias y sus proyectos, por sus fantasías y sus fantasmas. Nos contaron de sus ideas, lo que les gusta hacer, de sus talentos, sus sueños. Fue una experiencia distendida que nos dio una oportunidad de conocernos más y fortalecer nuestro vínculo. Aquí: Kevin, Nicolás, Jazmín, Jocelyn, Valeska y Cherry, todos de la Tribu Suyai, nos hablan de volar, de ser invisibles, de viajar a Puerto Rico, de aprender a leer y escribir, de dejar de consumir y de legalizar la marihuana. Es un pincelazo de deseos y miedos, sobre la tela del Suyai. Veamos sus respuestas a cada una de nuestras preguntas. 22 REVISTA SUYAI Si encuentras una lámpara mágica con un genio dentro, ¿cuáles serían tus 3 deseos? Kevin, 16 años - Tener mi hija a mi lado. - Tener mis cosas y mi señora. - Que nunca me falte la pega. Nicolás, 17 años - Viajar a Puerto Rico. - Viajar a Cancún. - Visitar a mi papá en Talca. Jazmín, 17 años - Irme para mi casa. - Dejar de consumir. - Estar con mi familia en el campo. Jocelyn, 17 años - Terminar de estudiar. - Sacar una carrera. - Estar con mi hijo. Si fueras presidente ¿qué harías? Kevin, 16 años - Haría de todo, pondría un hogar para niños, y beneficios para los que están en la cárcel. Nicolás, 17 años - Legalizar la marihuana. Jazmín, 17 años - Sacaría a todos los de la calle, les haría casa. Ayudaría a los pobres. Ayudaría a los hogares. Valeska, 16 años - Tener una casa para mí, mi hijo y el Lucho. Con agua, luz y baño. - Tener 18 luego. - Que mis papás se lleven bien. Jocelyn, 17 años - No sé. Ayudar a las personas de bajo recursos. Cherry, 15 años - Tener un notebook. - Tener mi casa propia. - Tener un buen trabajo. Cherry, 15 años - Ser justo con las mujeres trabajadoras y darle un sueldo más digno. Valeska, 16 años - Le daría casa a toda la gente que está en la calle. LA TRIBU SUYAI De acuerdo a lo que sabes, cuéntanos ¿cómo es un joven del gran Concepción? ¿Qué esperas de este nuevo año? Kevin, 16 años - Que sea un año bueno Si fueras un súper héroe, ¿cuál sería tu súper poder? Kevin, 16 años - Volar Nicolás, 17 años - Volar Jazmín, 17 años - Escalar rejas Jocelyn, 17 años - Ser invisible. Siempre soñé con ser invisible. Valeska, 16 años - Ayudar a los enfermitos Cherry, 15 años - Volar Kevin, 16 años - No son igual que yo, son no sé, están ahí cuando tení, y cuando no tení no están Nicolás, 17 años - Que sea más bueno, estudioso, aprender a leer y a escribir. Nicolás, 17 años - Son buenas personas. Quitado de boche. Jazmín, 17 años - Irme de mi hogar. Cumplir 18. Jazmín, 17 años - No sé. Como estudiosos. Espiantes. Jocelyn, 17 años - Que sea mejor que todos los otros años. Jocelyn, 17 años - Son distintos. Carreteros. Buenos para tomar, lesear, reírse. Valeska, 16 años - Que sea una vida mejor que la del año pasado, no tanto problema para Chile y que mi familia esté bien igual. Valeska, 16 años - Son tranquilo, le gusta andar como por la vida y portarse mal Cherry, 15 años - Buena onda, directo, simpático y shoro Cherry, 15 años - Que llegue más plata a mi familia, compartir con la gente que quiero y sacar mis estudios. SUYAI REVISTA 23 LA TRIBU SUYAI ¿Cuál es tu talento y qué es lo que más te gusta hacer? ¿A dónde te gustaría viajar y por qué? ¿Qué es lo que más valoras de un amigo? Kevin, 16 años - Trabajar Nicolás, 17 años - Trabajar. Hacer espejos y mosaicos, dibujos Jazmín, 17 años - Hacer poesía. Jugar monópolis Jocelyn, 17 años - Todavía no descubro mi talento. Me gusta salir. Quiero salir con mi hijo, cuando este más grande. Valeska, 16 años - Mi talento es hacer artesanía y lo que más me gusta hacer es estar con mi hijo Cherry López, 15 años - Bailar, dibujar y comer 24 REVISTA SUYAI Kevin, 16 años - No sé, porque no me ha salido un amigo. Nicolás, 17 años - Buena amistad. Hablar cosas transparentes. No pelear. Jazmín, 17 años - La confianza. El respeto Jocelyn, 17 años - No sé. La lealtad, siempre estar ahí, en las peores y en las buenas. Valeska, 16 años - Que me quiera y que me comprenda Cherry, 15 años - La sinceridad. Kevin, 16 años - Argentina o Estados Unidos, Las Vegas, y no sé por qué. Nicolás, 17 años - Viajaría a Puerto Rico por la música y a Cancún para bañarme en esas playas. Jazmín, 17 años - A Puerto Varas. Me gustaría conocer para allá. Jocelyn, 17 años - Brasil. Las playas me encantan, como hablan. Por la gente, por todo. Valeska, 16 años - A África para ayudar a los niñitos. Cherry, 15 años - Brasil para conocer a los morenos, el idioma y las playas, y aprender a bailar zamba. Si tienes una máquina del tiempo y viajas 5 años al futuro, ¿cómo te verías? Kevin, 16 años - Bien, teniendo mis cosas, teniendo a mi hija. Nicolás, 17 años - Otra persona. No hacer las mismas cosas que hago ahora. Jazmín, 17 años - Con hijos. Joven, bonita y trabajadora. Jocelyn, 17 años - Con una profesión. Estar con mi hijo, feliz con mi hijo; con mi mamá. Valeska, 16 años - Iría al liceo. Con una casa, mi hijo andaría en el Jardín y con la gente que yo quiero vivir. Cherry, 15 años - Alrededor de puros robots y autos voladores. Como una robot, sería bacán. ¿Qué es Suyai para ti? Kevin, 16 años - Un apoyo Nicolás, 17 años - Una cuestión que me pone feliz y que me ayuda Nos quieres dejar algún mensaje Kevin, 16 años - No Nicolás, 17 años - Un saludo a toda la población, a toda la gente de Villa los Presidentes (Chiguayante). Jazmín, 17 años - Un apoyo tremendo. Porque les cuento mis cosas y hay cariño. Jazmín, 17 años - Les doy gracias, por toda la ayuda y el apoyo. Jocelyn, 17 años - Un apoyo Jocelyn, 17 años - Gracias. Me han ayudado harto. Valeska, 16 años - Es un programa que me ha dado mucho apoyo, como que me entienden en todo y me gusta el programa porque yo he ido a programas, pero ninguno como el Suyai hay demasiado apoyo, las actividades son muy buenas y yo creo que ni mi familia había hecho por mí. Cherry, 15 años - Un programa de apoyo en el estudio, me ayudan a reflexionar las cosas, me ayudan a pensar y la paso bien con todos. Valeska, 16 años - Los quiero mucho a todos y que ojalá siempre estemos juntos con Suyai, aunque sea más grande igual estemos con Suyai, son muy buenos y todos hacen un buen trabajo y que no se separe ninguno. Cherry, 15 años - Ojalá, que el alcalde o el presidente lo ayude más para poder salir adelante y tener más ayuda en el proyecto, porque más adelante se pueden ver diferente, tener ayuda de todos y nosotros salir adelante. SUYAI REVISTA 25 Entrevista a Heriberto Zura, Director del Programa Suyai ESTAMOS EN UNA CONSTANTE DANZA ENTRE LAS EXPECTATIVAS Y LA REALIDAD” ¿ Cómo surge la idea de trabajar en el área de infancia vulnerada? Mi primera experiencia fue trabajando en un Centro Infanto Juvenil (CIJ) y ahí fui conociendo el tema. Antes había realizado trabajos relacionados con niños pero distante a la posibilidad de desarrollarme profesionalmente en el área infancia. Luego vino la experiencia de trabajo en el PIB Umbral Concepción; me di cuenta que podía ser un aporte y comienza a nacer el interés de trabajar en este tema. De repente, surge la oportunidad desde la Corporación Catim de desenvolverme en su nueva área de Integración Social. Aparece la oferta concreta de este proyecto, que era trabajar con niños muy vulnerados, entonces asumí la tarea con un nuevo rol, que era tomar la coordinación del equipo y ver cómo ejecutar este nuevo proyecto que era completamente nuevo para mí. Ya que yo venía de la lógica de Sename y ésta era una propuesta del Ministerio de Desarrollo Social, con otro enfoque. ¿Cómo ha sido la evolución de Suyai? Ha sido bien flexible, ya que dentro de la complejidad hemos tratado de mantener estabilidad en el proceso. Nuestro primer territorio de trabajo fue Talcahuano y ahí fuimos desarrollando la propuesta metodológica propia para trabajar. Entre tanto tuvimos que adaptarnos a los lineamientos que propuso el Ministerio de Desarrollo Social a nivel nacional en el piloto, los cuales nos dimos cuenta que no estaban acorde a la realidad local. En eso ponemos énfasis porque el proyecto tiene una mirada distinta desde la región, la cual se ha visto reforzada con la colaboración y el trabajo conjunto con la SEREMI de Desarrollo Social. En paralelo debimos completar la cobertura comprometida 26 REVISTA SUYAI y cubrir de la mejor forma el territorio, Talcahuano, Hualpén, Concepción, San Pedro de la Paz y Chiguayante, buscando integrarnos en las redes locales y en las comunidades más cercanas a los participantes, con la complejidad de cada territorio. Cuando ya estábamos fijados en una buena dirección, tuvimos algunos meses sin financiamiento y sin saber si el proyecto continuaba, esto nos obligó a adaptarnos nuevamente, lo que hizo muy difícil la continuidad de las estrategias desarrolladas con los participantes, pero gracias a los aportes de privados y al coraje del equipo, hemos podido tener continuidad en el proceso. En este año han pasado muchas cosas, cambios en el equipo, crear nuevas técnicas, adaptarse a las del Ministerio y buscar los mejores resultados, y algo que nos quedó como aprendizaje y que nos recordaba nuestra psicóloga en práctica Geraldine, es que estamos en una constante danza en la cual uno tiene ciertas expectativas, pero la realidad nos muestra otra cosa. ¿Por qué incorporar el concepto de “sin hogar”? Según el Ministerio de Desarrollo Social, para que un niño sea considerado en situación calle, debe pasar 4 noches en calle, pero en el transcurso del programa descubrimos que otros pasaban noches en casas de amigos, familiares, casas de consumo (abandonadas o con microtraficantes/ narcotraficantes) o arriendan alguna pieza. Creemos que son chicos sin hogar, porque en el fondo no tienen un lugar fijo o que les haga sentir pertenencia, un lugar propio, donde los acojan ya que muchos de ellos no cuentan con alguien. Entonces la situación de ellos, los mundos, el sistema, la comunidad donde se mueven es súper variable, tienen cambios súper drásticos, la estabilidad les cuesta, porque el contexto donde se desarrollan es inestable, la comunidad es inestable, las redes de apoyo son inestables. Todo esto hace que el tema del hogar, para nosotros, sea crucial porque en el fondo creemos que les dará la firmeza que necesitan para desarrollarse con más oportunidades. También reconocemos que puede que no sea el mejor concepto, ya que parte negativamente “sin”, por lo que el desafío es buscar un concepto que a la vez sea reconocido por ellos y que no sea desde lo negativo, un concepto que hable de la esperanza, que es lo que significa este programa. Heriberto tiene 36 años y ha dedicado su vida profesional al trabajo de trato directo con niños y adolescentes gravemente vulnerados en sus derechos. Es psicólogo de profesión y clown de oficio. En agosto de 2012 aceptó el desafío de liderar la intervención del proyecto Suyai y en esta entrevista nos cuenta sus experiencias y del proceso que ha vivido desde entonces. SUYAI REVISTA 27 Según el informe mundial “Un futuro sin trabajo infantil”, en el globo existen 246 millones de niños y adolescentes, de 5 a 17 años que están incorporados al trabajo. ¿Qué opinión tiene sobre el trabajo infantil? vean que están cubriendo sus necesidades y que valoren el tema de que pueden potenciarse y llegar más lejos. Parcialmente de acuerdo, ya que con la experiencia académica que tienen no pueden optar a otras formas de trabajo que no sean pesados como de carga o en otros donde no tienen las posibilidades de desarrollarse, ahí hay un tema ya que debemos buscar una experiencia laboral que les permita obtener recursos para subsistir y que al mismo tiempo les permita irse formando en el área educacional en paralelo, es lo que hay que ir desarrollando para el bien de estos jóvenes. Nosotros proponemos el trabajo, porque nos ayuda en el proceso de superación, obvio que no en las peores formas de trabajos infantiles, pero en trabajos dignos y de acuerdo a la etapa de desarrollo y sus capacidades, pero a veces ellos encuentran esos trabajos porque son las oportunidades reales que están a su alcance, y debemos apoyarlos. El trabajo lo enmarcamos dentro de la estrategia de reducción de daño, ayudándoles a ser más sistemáticos y generando hábitos que no aprendieron con anterioridad. Es un punto de partida y para que no se mantengan en su contexto y es ahí donde los motivamos a hacer una reflexión de la situación en que están… “podrías estudiar y tener un mejor trabajo”. Tenemos chiquillos que han terminado octavo básico y siguen pensando en seguir desarrollándose. Tenemos chiquillos que tienen un proyecto de vida y quieren salir adelante, tenemos un niño que está viviendo con una comunidad terapéutica y ya no consume. Pueden ser pocos logros, pero creo que se deben principalmente a la inestabilidad que ha estado el proyecto, faltan más resultados pero tenemos todas las ganas y energías de ir en busca de ellos. ¿Qué hay de las posibilidades en educación para estos niños? El sistema educacional no está preparado para ellos, hay esfuerzos de integración pero no al 100%. Hay una sinergia que los ha llevado a calle, familia que no se hacen responsables y no procuran construirles un hogar, sus necesidades deben satisfacerlas ellos mismos en trabajos que no les ayudan a desarrollarse y el sistema educacional no se adecua a su realidad. Hay que reconocer que existen estrategias como los programas de reescolarización, pero yo creo que lamentablemente son los jóvenes los que deben ver la necesidad de estudiar, ahí nuestra finalidad es que ellos sueñen en grande y eleven sus metas. En conclusión, nos serviría que los jóvenes sueñen para que puedan proyectarse a largo plazo y de ahí pensar en algún sistema que se adecue a su realidad, es decir un sistema en donde ellos estudien y trabajen y así 28 REVISTA SUYAI ¿Cuáles han sido los resultados de este año en el proyecto Suyai? ¿Cuáles son tus expectativas y las del programa? En cuanto al programa, que el Ministerio reconozca que es un trabajo de alta complejidad, sabemos que para el Ministerio de Desarrollo Social esto es nuevo, porque tienen otra forma de trabajar y que el concepto de alta complejidad tiene que ver más con Sename, pero en la práctica nosotros hacemos un fuerte trabajo de intervención con los jóvenes, no es tan solo un programa de apoyo ni de acercamiento de las redes. Creemos que es necesario que inyecten más recursos, no para aumentar la cantidad de casos, las coberturas; si no lo que se invierte por cada joven, eso debe cambiar, y no sólo para nosotros sino para todos los que trabajan en la red. Por otra parte buscamos que se reconozca la realidad local, el territorio social, étnico, cultural, etc. y esperamos lograr la superación de los y las participantes, en la que todos tengan un proyecto de vida y puedan seguir soñando. En lo personal, tengo la esperanza de lograr buenos resultados permanentes con todos los chicos que están en el programa. Pero si lo logramos con cinco, que estén bien, pero completamente bien y que sientan que puedan optar a distintas posibilidades de desarrollo y que no vean encasillado su futuro, que vean alternativas y que el futuro está en sus manos. Puede que quizá sea un número pequeño: digo cinco, porque conozco su mundo, conozco su realidad y son situaciones muy complejas, y creo que es un número significativo para la exigencia, que es que se sientan integrados y en igualdad de oportunidades. SIN PERFIL ¿ Quiénes son los niños de Suyai? Un perfil… lo mío aquí, no es determinar quién, o cuál, o cómo; lo que describiré son algunos “por qué” de la situación de las y los jóvenes con que trabajamos a diario. Es difícil crear un corpus resiliente a partir de las diversas vulneraciones que tienen los participantes de Suyai. Ellos son exiliados de sus hogares y cuando no, privados de afectos y cuidados esenciales para las edades que atraviesan. Las características del ambiente social que los rodea, de a poco van formando sus costumbres de sobre y supervivencia en la calle. Parten su historia como los chiquillos que recorren hasta tarde su barrio, cometiendo alguna que otra “travesura” al más estilo Dickens, que a la larga se convierte en disgusto para los vecinos. Los padres, si los hay, hacen vista gorda de las situaciones. Los chicos y chicas responden a esto probando los límites de sus cuidadores hasta que los sobrepasan; es cuando aparece el consumo, o las “faltas”. De aquí en adelante para las entidades civiles desaparece el niño o la niña, la persona detrás, ya no están, no es un ser humano con problemas, que de a poco va siendo parte de la “borra” social. Comienzan las vagancias en el sistema de protección, los PIB, los PRM, los PIE y todos los “senames”. quienes replican este sentimiento de haber sido recluidos, abandonados. Las y los “niñitos y niñitas de hogar”, que se presuponen ya maleados, opinión que debemos a los bullados paladines de la verdad de los medios de difusión pública. Los rechazos de todos los sistemas proteccionales; es difícil para ellas y ellos, y en una edad como la adolescencia donde todo es más interiorizado e intenso. El hecho de pasar por un privación de la libertad, aunque sea momentánea es violenta, y lleva a adquirir una identidad de “delincuente”, un calabozo aunque sea durante tres horas es agresivo, humillante y por qué no decirlo, limítrofe. Es ahí donde comienza la difícil decisión, ya estoy aquí, solo o sola. Tal vez alguien llegue a sacarme de acá, tal vez salga, y sólo encuentre allá afuera el sol, los autos y algunas personas fuera de fiscalía. Pese a todo esto, si hay que realizar una caracterización para este artículo podemos decir que aún son niños y niñas, que están a tiempo de sanar su afectividad y mejorar sus relaciones; hay capacidades instaladas que levantan los ánimos hacia la dignidad, generando lazos positivos entre sus similares, buscando esa pequeña luz que los lleve a dignificarse, a “sacar el octavo”, el permiso pa’ trabajar o aprender un oficio, y abrirse camino en la selva que, para ellos y ellas significa vivir. Por otra parte, una sensación similar ocurre con aquellos jóvenes que tras otras voluntades, han sido ingresados a la red de protección desde pequeños, Pilar Cortés Trabajadora Social Monitora de Calle de Apoyo Suyai. Antes de esto, ya llamaron la atención, ya pidieron atención, otros/as aprendieron a reemplazar el sentirse lleno del alma, con satisfacer necesidades mediatas, cosas y más cosas. También realizaron el reemplazo afectivo con algún/a “tío” o “tía” del sistema o de la iglesia, que supo entablar una conversa con ellos. O, quien depositó la confianza en una sonrisa cómplice con esperanza. SUYAI REVISTA 29 Entrevista VER POR DENTRO E n octubre de 2012, cuando empezábamos a hacer Suyai, hicimos esta entrevista. Mario tenía 22 años y llevaba 10 en calle. En ese momento estaba en medio de un proceso de superación, completaba los cuatro meses viviendo en la Residencia Roberto Paz y los dos años asistiendo a un programa terapéutico. Aunque hoy Mario está de vuelta en la calle, ha reducido su consumo y a veces está mejor. Aquí, desde la profundidad de su experiencia, en una entrevista que él quiso que publicáramos, conversa con Heriberto, de Suyai, y nos da claves para el trabajo que estábamos iniciando. Heriberto: Estoy tratando de rescatar la experiencia de personas que anduvieron cuando niños en las calles. Quiero que me cuentes lo que tú viviste, cuando eras chico y estabas en la calle… Mario: ¿Cómo de problemas y todo eso? H: No, sólo lo que sientes que te ha ayudado a seguir adelante y qué cosas pasaron que no te ayudaron… M: Lo que me perjudicó fue de porfiado no más, no hacerle caso a mi mami. Me gustó la calle y en vez de hacer amistad, hice malas amistades. Empecé a meterme en la droga, en el alcohol, empecé a robar y todo eso. Al final mi problema más grave fue meterme en el alcohol y no poder controlar la droga. H: ¿Eso a qué edad te pasó? M: Eso como desde los 12 años y hasta como los 21. Tomaba, tomaba y ya no lo podía controlar. Ya no daba el día y de qué hacer. Si no matarme o si no seguir en el hoyo en que estaba metido. De primera empecé con una cervecita y el vino. Antes de la calle ya conocía eso y después ahí con mala junta empecé a conocer la marihuana, la pasta base y todas las drogas. Y ahí empecé a consumir. 30 REVISTA SUYAI H: ¿Y cómo tan chico te conseguías todo? M: Es que uno va con una cierta persona, como siempre la primera vez, le dan un dato y uno después conoce ese dato y va solo. Al final ya no valía nada, trabajaba todo el día para puro mantener mi consumo. No era capaz de comprarme un par de pantalones, ni calcetines, nada. Siempre he trabajado en el comercio, pero trabajaba más que nada para el consumo, no trabajaba pa mí. No me compraba ni un pan, trabajaba pa’l que me vendía la pasta, pa’ todos los traficantes la hacía. H: ¿Hay algo más que te haya perjudicado, además del consumo, cuando eras chico? H: Había alguien que te apoyaba cuando estabas en la calle? M: O sea sí, problemas familiares, no tener un cariño ni de mamá ni papá. Uno se mete, empieza a buscar y el alcohol, a uno lo borra, pa’ perder ese sentimiento que tiene uno. Pa’ eso, pa’ no recordar uno se mete en la cuestión no más. M: Mi monitora me hablaba… “ya estai curao Mario, hasta cuando, cuando te voy a ver aunque sea un día sano y bueno”. Yo le decía… “buu, no sé, la veo difícil…”. Como estaba acostumbrado era como mi rutina, todos los días tomar y no parar de lunes a lunes. Al final, de a poquito, cuando empecé en la PTA, consumía pero empecé de a poquito a bajar; me tomaba unos 12 litros al día, empecé a bajar como de dos altiro, me tomaba como 10. Después de a poco y al final ni en la semana consumía, los puros fines de semana no más. Estuve como tres años metido en la pasta pero de un día pa’ otro preferí cambiarla por el consumo de alcohol. Porque el alcohol es más barato y como que me satisfacía más. La pasta era cara; de repente me fumaba unos 5 papelillos y no tenía plata, tenía que estar robando. Meterme en cualquier condoro y al final vi eso, y en vez de estar haciendo daño, robando, preferí mil veces estar por lo menos curado, machetiaba pero no le hacía daño a nadie. H: Ya. Y por otro lado, ¿qué es lo que tú crees que te ha ayudado a ir saliendo? M: Yo creo que cuando estaba en el Hogar de Cristo me dieron la oportunidad y la insistí como tres años. Estuve como tres años para entrar al Centro Ambulatorio en la PTA, Paréntesis que ahora se llama. Estuve como tres años insistiendo ahí y acumulando a ver si podían… no sé una rehabilitación quería yo. Cuando me dicen que no había cupo, ya no me daban ni ganas de ir. Al final, de un día para otro, cuando fui con consumo, dije no voy más a esta lesera. Y de repente me dieron la noticia como a los 5 meses después que había cupo y yo ya había postulado. Estaba adentro y ahí como que me alegré y todo, y empecé de a poco a dejar el consumo y empecé a cambiar. H: ¿Sientes que en algún momento alguien o algo te hizo darte cuenta de que lo querías dejar? M: Yo me vi como en un espejo, como cuando estaba en la PTA un día sano y bueno, me veía como cuando estaba en consumo, en la calle, todo cochino. Eso como que se reflejó en mí el pasado y ahí pensé hasta cuando voy a estar así. Ahí me sentí apoyado porque estaba mi monitora y las tías de la PTA. H: Y antes de las monitoras, ¿te sentiste apoyado por alguien? H: ¿Y cómo se te ocurrió pedir esa ayuda? M: No, no me sentía apoyado por nadie. M: Es que igual, uno en el consumo, yo ya no daba más. Me veía que estaba todo cochino, no me importaba nada, estaba curado. No valía nada, era como un perro, donde caía la noche me quedaba dormido no más. Fue por las mías que yo quise buscar un cambio en mí. Nadie me ha ayudado en nada. O sea mi monitora me hizo los contactos, fue un apoyo y en darme la oportunidad de cambiar. H: Y ahora, ¿cómo estás? ¿Te sientes apoyado? M: Yo sí, creo que las tías me apoyan, mi monitor de ahora está feliz, cómo estoy trabajando, cómo he surgido, cómo estoy aquí; seguir luchando para más adelante tener mi pieza, mi pareja, mi mujer y no estar en lo que hacía antes. Tengo mi objetivo: no seguir en lo de antes, porque si ya lo viví, ¿pa’ qué? Pa’ qué SUYAI REVISTA 31 era verdad y de adentro van a querer cambiar. Porque la mayoría que no hacen caso teniendo la oportunidad afuera, cambian mil veces adentro. H: Quiero que me des un consejo, que me digas ¿cómo me acerco a un niño en la calle, cómo llego a ellos? estar en la droga. O sea en la droga, no puedo decir que la dejé un 100%, porque todavía igual consumo, pero por lo menos ya la controlo, no como antes que ella me controlaba a mí. H: Tú ya conoces el proyecto Suyai, ¿cómo crees que nosotros podríamos apoyar a los chicos que están en la calle hoy? M: Encuentro que deberían darse cuenta de la vida que están viviendo, y que vean su futuro cómo piensan que ellos van a estar si siguen en lo mismo. Que vean su futuro, porque uno estando en la calle ve, yo he visto al viejito, al “Codenao”, que tuvo una buena vida, que tuvo su momentito, trabajador, y ahora llegó a viejo y está botado en la calle y machetea. Uno se ve, si tiene la oportunidad y es joven puede cambiar. Por qué no hacerlo antes y no llegar a viejo. Si realmente quieren cambiar, van a ver por su futuro que lo que uno les habla es correcto. Ahora, si no quieren cambiar ya es voluntad de ellos; cuando empiecen a caer presos, cuando ya no tengan libertad, cuando estén entre rejas ahí van a ver que 32 REVISTA SUYAI M: Darles un apoyo, un cariño y el apoyo que nunca tuvieron. Hacerle un cariño y como que se les abre el corazón y así uno va llegando a su corazón para que entiendan lo que uno les está conversando. Pa’ la gente en la calle, lo que más necesita uno es eso. No como otra gente, que a uno lo ve y lo empieza a perjudicar, en vez de darle un apoyo los tratan mal, así como: ándate cochino, ya estai robando y todo.. H: Ya, ¿pero si andai robando y estai cochino? M: No, pero es que si uno anda cochino, está bien porque uno se lo buscó, pero hay mucha gente que lo perjudica a uno; como ellos tuvieron un buen hogar, nunca han vivido lo que uno ha vivido. Que uno está cochino, eso es lo de menos, porque yo cuando estaba en el centro y estaba todo cochino y hediondo y había gente evangélica que a pesar de que yo no lo quería aceptar, donde estaba muy hediondo, como que yo me apartaba. Y llega un pastor y me da un abrazo, no le importaba nada. Lo que importaba era darme un cariño. A eso me refiero. El cachó, no me vio por fuera, me vio por dentro, lo que yo necesitaba. “Cambiar para Sobrevivir” REFLEXIONES Y CONCLUSIONES U no de los grandes temas de reflexión para Suyai ha sido la Motivación al Cambio; cómo lograr encender el fuego de la voluntad en nuestros chicos, y visualizar un interés, un objetivo, una proyección al futuro. La consigna de los niños en la calle es sobrevivir, llevar el día, llegar a la noche, hacer las monedas, evadir el hambre y la soledad. Sus planes están llenos de amenazas y debilidades. La permanente incertidumbre de dónde voy a “parar” mañana, se convierte en un modo de vida, y al hacerse nómades van ahondando su desarraigo. Todo se reduce al aquí y al ahora, a “salvarse”. No hay tiempo en su vorágine de vida para detenerse y plantearse. Participar en Suyai, vincularse con otros, “espejarse”, ver su situación, evaluar su propio bienestar, y concluir que es necesario cambiar. Eso sería la ruta ideal para la superación, sin embargo no es tan fácil. Al crear los métodos y estrategias para hacer Suyai, hemos desarrollado la idea de que primero es necesario crear y fortalecer los vínculos afectivos. Luego vienen las confianzas (en otros y en sí mismos) y finalmente el desarrollo de la motivación: querer firmemente cambiar. Sólo entonces podemos empezar a hacer planes para la superación. Al mismo tiempo, el daño que ya está hecho debe ser reparado con mucha delicadeza, proveyendo monitores y terapeutas comprometidos y altamente especializados. El deterioro temprano causado por la falta de cuidados en la infancia, tienen todo tipo de consecuencias físicas y psicológicas, y éstas deben ser atendidas con urgencia. Las potencialidades y las discapacidades deben ser detectadas y diagnosticadas, para que los chicos puedan compensarse, sanar un poco y seguir adelante. Mientras nos afanamos en todo eso, nos damos cuenta que es vital un ambiente que apoye el cambio, que le dé oportunidad de realización a sus sueños. Un lugar concreto donde pueda proyectar sus planes mientras toma una taza de té. Un lugar al que poder llegar, donde exista techo y abrigo, comida y agua, seguridad y resguardo, lo mínimo de lo mínimo. Suponiendo que contáramos con los profesionales especializados, con la casa y toda la infraestructura que queramos para Suyai; aún nos enfrentaríamos con enormes dificultades para que ocurra el cambio necesario. Hay que ser un héroe, un ser humano con una férrea voluntad y esperanza infranqueable, para salir de dónde les estamos pidiendo que salgan. La enorme mochila de su historia, las experiencias violentas, el deterioro que ya tienen, conspiran contra sus deseos de salir adelante. “Veo los demonios”, me dijo en una ocasión un chico, mientras sangraban sus brazos con cortes de tiptop. “No siento nada”, explicaba una niña cuando hablaba de su trabajo en prostitución. … Motivación al cambio, nuevas experiencias significativas, vínculos afectivos, redes disponibles, son lo que creemos que es necesario para estar mejor. Por ahora, lo más urgente es cambiar para sobrevivir. Lea Rodríguez SUYAI REVISTA 33 Proyecto Refugio Suyai PRIMERAS IDEAS PARA UN NUEVO SUEÑO R efugio Suyai quiere ser un albergue para menores adultos de entre 14 y 18 años, que viven en situación de calle y participan del programa ambulatorio para niños, niñas y adolescentes: Apoyo Suyai. El dispositivo residencial tiene por objeto suplir sus necesidades básicas de techo, abrigo, resguardo y alimentación, hasta que cumplan la mayoría de edad. Todos los avances son difíciles de realizar y son complementarios en su aporte al mejoramiento de la calidad de vida de nuestros participantes; pero a la base de cualquier progreso, nos dimos cuenta de que teníamos que trabajar en asegurar las necesidades básicas para su sobrevivencia, como techo, abrigo y seguridad: un lugar donde dormir tranquilo, descansar sin la amenaza de permanente riesgo y vulneración. En la práctica de Suyai, muchas veces nos vimos forzados a buscar alternativas de habitabilidad para algunos de los participantes, improvisando albergues para una noche o arrendando piezas. Un espacio donde dormir, que fuera seguro y que reuniera un mínimo de dignidad y respeto a sus derechos. Lo primero que hicimos fue acudir a la oferta disponible y -siguiendo la voluntariedad intrínseca del programa-, consultamos y exploramos estas alternativas 34 REVISTA SUYAI con nuestros participantes. Allí nos dimos cuenta que ya habían pasado más de una vez por dispositivos residenciales y tenían la percepción de que no respondían a sus necesidades. Tomando en cuenta todo lo anterior, creemos que es estratégico crear un nuevo referente, una oferta especializada a esta realidad de la infancia y juventud sin hogar; en particular para aquellos de entre 14 y 18 años, que por características propias de su edad, tienden a no respetar reglas, buscar su propia identidad; con esto, su adherencia a los dispositivos existentes se ve conflictuada por los significados que asignan al sistema proteccional residencial. En el caso de los niños en situación de calle, sin duda se da con mayor frecuencia esta falta de adherencia, y son muchas veces ellos mismos quienes perjudican más las posibilidades de otros niños con necesidades de protección. Al interior del sistema actual son víctimas y victimarios. Visualizamos un espacio en el cual los jóvenes puedan llegar a dormir, que funcione entre las 18:00 y las 10:00 horas. Que cuente con piezas individuales y un espacio para dejar las pertenecías personales. Contaría con un comedor, un espacio para esparcimiento y recreación y una sala de contención individual. La idea es que vayan adhiriendo progresivamente y haciéndose residentes permanentes en la medida que sus procesos personales de superación avancen y estén dispuestos a seguir reglas. Sería un espacio en el cual los jóvenes sientan esa seguridad mínima, que le permita desarrollar otras acciones en post de su camino de superación, como nivelar estudios, capacitarse, generar ingresos y prepararse para la vida independiente. Estamos conscientes de que el peligro de un espacio así, es que algunos puedan tomarlo como un punto de calle más, sólo como una alternativa instrumental. Por eso la coordinación y el trabajo en red con otros programas e instituciones, serán fundamentales para seguir avanzando en los procesos individuales de superación. El objetivo general del proyecto que estamos soñando es: Dar alojamiento temporal a menores adultos; con acceso a servicios básicos y a un ambiente que permita el desarrollo de planes de intervención biopsicosocial, facilitando de esta manera la superación de la condición de calle. Lo central será el brindar un espacio acogedor, que evoque lo que entrega una familia, pero que no los ponga en una situación irreal de confort y bienestar que los inmovilice. Un espacio con criterio de realidad, en donde si bien contemos con normas que den estabilidad, exista la suficiente flexibilidad para que mantengan su adherencia y avancen en su desarrollo progresivamente, como personas libres y sujetos de derecho. Buscamos generar un albergue protegido, que sirva como plataforma mínima para trabajar con ellos sus alternativas de superación y mejoramiento de la calidad de vida. La casa se plantea como complementaria a los programas de intervención biopsicosocial ofrecidos por la red pública y privada de protección social; no pretende ser un programa integral, en el sentido que debe ser una red más, un nuevo recurso, en la paleta de oportunidades, relaciones y vínculos que los niños deben desarrollar para salir de la calle de manera sustentable. Nuestro trabajo actual con niños y jóvenes en situación de calle, nos exige la incorporación de un dispositivo como Refugio Suyai. No es transable la Casa, si queremos dar una oportunidad real a nuestros niños: reparar el intenso daño, detener el deterioro físico y mental progresivo, encontrar sus potencialidades para crear una oportunidad de futuro mejor. (Una versión más formal y extendida de este proyecto fue presentado por Corporación CATIM a SENAME en marzo de 2014.) SUYAI REVISTA 35 Suyai y Catim LA EVOLUCIÓN DE UN COMPROMISO POR LOS DERECHOS DE LA INFANCIA C ATIM es la primera institución social en la Región del Bío Bío que aborda profesionalmente la temática de infancia vulnerada. En 1990 Chile suscribió y firmó la Convención Internacional de los Derechos del Niño, lo que marcó la diferencia entre el discurso y la acción, sellando el compromiso por parte de los países adherentes, a desarrollar iniciativas concretas en función de la protección de derechos de la infancia. Esto a través de diversos organismos públicos y privados, iniciándose así un proceso de adecuación en la legislación a la luz de la doctrina de la protección integral, en la cual se considera al niño como sujeto pleno de derechos. A partir de lo anterior, en nuestra región se llevan a cabo acciones orientadas a este propósito por lo que se crea una Comisión Intersectorial en la que participaron las Secretarías de Justicia, Salud y Educación, Colegio de Profesores, Servicio Nacional de Menores y de la Mujer, Arzobispado, profesionales independientes, entre otros. Esta comisión se propone dos metas: Crear una Corporación de Derecho Privado sin fines de lucro, destinada a planificar, programar y ejecutar todo tipo de acciones a favor de la infancia en la región y por consiguiente la creación de un centro de atención integral, que permitiera brindar tratamiento a niños y adolescentes y sus familias. De esta manera nace la CORPORACION PARA LA ATENCION INTEGRAL DEL MALTRATO AL MENOR, CATIM, un 08 de noviembre del año 1993, como respuesta al esfuerzo y compromiso de diversos actores sensibilizados con el dolor apremiante de la infancia, que se visibilizaba en la región. En 1995 se licita el primer Proyecto de nuestra corporación, “Abrazo de Niños”, un centro de diagnóstico, 36 REVISTA SUYAI orientación y tratamiento para niños y jóvenes víctimas del maltrato. Con ello comienza también nuestra relación de más de veinte años de colaboración con el Servicio Nacional de Menores. El buen trabajo realizado por el equipo ejecutor de Catim, abrió las puertas a nuevos desafíos, en tanto se hace patente la necesidad de especialización del abordaje en esta materia, produciéndose un cambio en la mirada que se tradujo en modificaciones de los lineamientos programáticos de SENAME, respecto a la complejidad de la intervención en maltrato infanto– adolescente. En respuesta a esto, en 1998 se crea “Refugio de Esperanza” como el primer Centro Especializado en Intervención del Maltrato Infantil Grave en la región. La experiencia acumulada en esos primeros años, la excelencia en términos profesionales de los trabajadores, permitió que entre los años 2006 y 2010, incorporáramos seis nuevos proyectos licitados por SENAME, de distintos niveles de especialización en materias asociadas a vulneración de derechos: un Centro de Diagnóstico Ambulatorio “DAM Andalicán”, dos proyectos de intervención breve, “PIB Umbral Concepción” y “PIB Umbral San Pedro de la Paz”, que atienden situaciones de mediana complejidad y tres Programas de Reparación en Maltrato Grave y Abuso Sexual Infantil, “Refugio de Esperanza Concepción”, “Refugio de Esperanza Tomé” y PRM “Semilla de Roble”, todos éstos en la Provincia de Concepción. Más recientemente, en el año 2012, Catim se adjudica en la Provincia de Arauco, el PRM “Refugio de Esperanza Curanilahue” y en el año 2013, el PRM “Refugio de Esperanza Angol”, ampliando su cobertura a la Región de la Araucanía. A fines del mismo año, continuando con la expansión de la corporación en su área reparatoria, se logra la adjudicación de “Refugio de Esperanza Chiguayante”, liderando de esta forma la línea especializada en la temática de maltrato grave y abuso sexual a nivel regional. Todo esto ha sido posible en gran medida, gracias a los aportes de las personas que han pasado a lo largo de estos años por la institución y que han contribuido al trabajo por la infancia. El capital humano de Catim, que en la actualidad lo conforman más de cien trabajadores, se caracteriza por esfuerzo constante, cercanía y compromiso con la labor. Durante estos años nos consolidamos en la región, logrando resultados positivos en relación al impacto de nuestras intervenciones en los distintos niveles de complejidad que atendemos, lo que nos posiciona como referente institucional en la materia. Un nuevo hito de Catim se produce el año 2012, cuando la corporación responde al llamado del Ministerio de Desarrollo Social y se abre hacia una nueva línea de acción institucional, cuyo propósito es desarrollar programas dirigidos a Personas en Situación de Calle, lo que produce un cambio organizacional con la apertura de dos grandes áreas de trabajo: Integración Social, que alberga los programas de calle, y Buen Trato, dedicada a la prevención y reparación del maltrato grave y abuso sexual en la infancia. En el área de Integración Social, tenemos actualmente tres proyectos: La Residencia Roberto Paz, que es una casa de permanencia en la que viven hasta dos años personas adultas que han pasado por la vida en calle y quieren rehacer sus vínculos vitales. El Centro Adelante, que es una casa abierta para todas las personas, que ofrece servicios básicos y orientación social en horario diurno; y el Proyecto Suyai, que se relaciona estrechamente al desarrollo del trabajo proteccional que ha realizado históricamente Catim, como institución garante de derechos, hacia la infancia más postergada y dañada de la sociedad. Hoy nos enfrentamos a nuevos desafíos; debemos, por una parte, lograr traducir nuestra experiencia en la actualización y perfeccionamiento de los procedi- mientos, estrategias y métodos, con el objetivo de mejorar constantemente y generar conocimientos de nuestra práctica, considerando como sello de identidad: la calidez, cercanía y compromiso que asumimos hacia nuestros participantes y sus familias. Al mismo tiempo, tenemos que apuntar a un desafío aún mayor, como es la efectiva restitución de derechos para niños y niñas sin hogar. La realidad nos muestra a diario que estos niños marginados socialmente, se ven privados de la protección de los derechos humanos más básicos; y es en este sentido, que tenemos el deber de adoptar todas las medidas necesarias para que su existencia se desarrolle en condiciones dignas, y que nuestra intervención, mirada desde un enfoque biopsicosocial, permita reparar el dolor invisible de estos niños y niñas que han nacido y crecido en medio de profundas vulneraciones. Sandra Castro Directora del Área de Buen Trato Francisco Rodríguez Director Ejecutivo Corporación Catim SUYAI REVISTA 37 Proyectos Hermanos EL ÁREA DE INTEGRACIÓN SOCIAL DE CATIM T odos los proyectos de la Corporación Catim son hermanos de Suyai. Sin el apoyo y compañerismo constante de todos, no podríamos haber soñado como lo hemos hecho. Prueba de eso es que en esta revista escriben autores de todas las áreas de nuestra Corporación, y que muchos profesionales de otros proyectos también dedican tiempo a trabajar con nosotros de manera voluntaria. Los proyectos del área de Intervención Social de Catim: Casa Roberto Paz, Centro Adelante y Voluntariado Catim son los más cercanos al funcionamiento cotidiano de Suyai. Ellos quisieron participar en esta revista y dejarnos también sus reflexiones y aprendizajes. Una Casa de Superación La Situación de Calle no es sólo una situación de pobreza material, sino por sobre todo un problema de exclusión social. Quienes viven en ella se encuentran expuestos a un deterioro acelerado que impacta tanto a los individuos como a sus comunidades. Existen diversos espacios que, como la 38 REVISTA SUYAI Casa Roberto Paz, que se esfuerzan por promover la superación de estas personas, pero sin la ayuda de sus respectivas comunidades, estos esfuerzos son inútiles. La Casa Roberto Paz funciona 24/7 y se define como un espacio que favorece un proceso de cambio, en donde las personas son invitadas a través del acompañamiento y la experiencia comunitaria a redefinir las descripciones de sí mismo y su historia, así como sus formas de relación con la sociedad, el trabajo y la vida en comunidad. Para lograr esto, la Residencia busca ser un hogar estable que permita a las personas poder salir de la preocupación del día a día, para entrar en un proceso personal de cambio, proyectándose a futuro para acceder a una vida mejor, a la conformación de una familia o una comunidad permanente y sustentable. Por la Residencia han pasado muchas personas que fueron niños de y en calle, algunos que pasaron por hogares proteccionales, cárceles y caletas, y hoy continúan tratando de salir adelante. Es muy importante que trabajemos con los niños que viven estos ambientes, para así prevenir que se conviertan en adultos en situación de calle. La invitación es a crear políticas de Estado con los enfoques locales de todas las organizaciones que nos comprometimos con esta temática. No ser meros ejecutores del Estado si no colaboradores, que con nuestra experiencia empírica aportemos desde la realidad que vivimos día a día, mejorando en lo técnico y en la ejecución los proyectos. Jorge Bustos Director de la Residencia Roberto Paz La primera acogida, el primer paso para una vida mejor El trabajo del voluntariado en Apoyo Suyai La situación de calle es la consecuencia de la falta de redes familiares y espacios afectivos necesarios, que las personas requieren para resolver los problemas que los afectan. En la adolescencia este tipo de problemáticas se presentan más a menudo, mientras más vulnerable es el entorno del niño más posibilidades hay de que pueda llegar a dormir en calle. Desde mayo de 2013, comenzó mi aventura de trabajar con voluntarios en la Corporación Catim, si bien mis competencias tienen que ver con el área de las comunicaciones, nunca había trabajado en convocar y guiar a voluntarios en una tarea tan difícil y de muchísima entrega personal. El Centro de Día Adelante es una casa que entrega servicios básicos a las personas en situación de calle de todas las edades. Se trata de un espacio donde encuentran la primera acogida para comenzar el proceso de superación que quieran emprender. Las redes que ofrece el Centro están enfocadas en dar orientaciones para redirigir su vida dentro del entorno social; considerando a las madres o familias con niños en situación de calle, procuramos que encuentren alternativas para entregarles mejores oportunidades a sus hijos. En nuestro funcionamiento cotidiano, hemos tenido casos de familias completas y muchas madres con sus hijos. En ese contexto, ellos son nuestra primera prioridad. Hemos trabajado con el Programa Apoyo Suyai para orientar nuestro trabajo hacia la protección de los niños y niñas que llegan al Centro, en post trabajar con la madre o padre en su superación o bien buscar estrategias junto a Suyai, para ubicarlos en alguna red de protección. En el caso de la llegada de adolescentes al centro, de inmediato se les deriva a Apoyo Suyai, quienes logran generar confianza y adherencia con ellos. El trabajo con voluntarios, específicamente con el programa Apoyo Suyai, es complejo, puesto que los participantes son niños que han sido vulnerados gravemente y los voluntarios que se enfrentan a esta realidad tienen que tener “cuero de chancho”, ya que es mucho más fuerte para personas que no se han relacionado antes con el tema, ver a un adolescente o niños en situación de calle que a un adulto. En forma inevitable nos preguntamos… ¿Dónde están sus padres? ¿Dónde está la familia? ¿Por qué no tiene un hogar? Son situaciones muy difíciles de llevar, pero al mismo tiempo esas historias de desamparo, hace que los voluntarios se comprometan mucho más. El equipo de Suyai es fundamental, admiramos mucho la labor que realizan y desde el voluntariado reiteramos nuestro compromiso. Siempre habrá voluntarios que estén interesados en trabajar en esta área y sé que seremos un aporte y siempre estaremos dispuestos para prestar cualquier tipo de ayuda. Todos en sus distintos roles, ¡ponemos fuerza! Roxana Besnier Directora de Alianzas y Voluntariado CATIM Queremos felicitar al Equipo Suyai por su gran trabajo e incansable esfuerzo de sacar este proyecto adelante y por ser una luz en la vida de los niños, niñas y adolescentes en situación de calle. Valentina Cornejo Délano Directora del Centro Adelante SUYAI REVISTA 39 AGRADECIMIENTOS Y CRÉDITOS Escriben en este número: Heriberto Zura, Juanita Paz, Pilar Cortés, Jaime Contreras, Sandra Castro, Francisco Rodríguez, Jorge Bustos, Roxana Besnier, Valentina Cornejo, Leonardo Ojeda, Néstor Retamal, Paul Iturría, Lea Rodríguez y la tribu Suyai. Edición General: Equipo Suyai Ilustraciones: Wuatanaz wuatanaz.blogspot.com Diseño y Diagramación: Periodistas Asociados Agradecimientos especiales a nuestros voluntarios: Luciano Orellana, Paula Carrasco, Francisca Arias Francisco Rojas, José Castro, Macarena Nahuelcura, Comunidad Lacrimosa Concepción y Lokas Juanas Danza Contemporánea. Esta publicación no hubiera sido posible sin el apoyo de: Automotriz Cordillera y Salazar Israel. 40 REVISTA SUYAI