El Cerrado Biodiversidad del suelo en las sabanas de Colombia 6

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6. Praderas, sabanas y matorrales tropicales y subtropicales
Izquierda: Sabanas neotropicales en los Llanos Orientales (Orinoquia, Colombia). La Orinoquia es una región geográfica de Colombia determinada por la cuenca del río Orinoco,
donde hay una intensa actividad ganadera. (DA) Derecha: Distribución del bioma praderas, sabanas y matorral tropical y subtropical en LAC. (WWF/JRC)
Las sabanas son llanuras ubicadas en climas tropicales y
subtropicales en las cuales se desarrolla una cobertura de
plantas herbáceas (gramíneas perennes) formando un estrato
continuo, junto con un dosel superior, discontinuo, de arbustos
y/o árboles. Se encuentran en zonas de transición entre selvas
y semidesiertos. Presentan características de bosque y pastizal.
Los grupos de suelos dominantes en las praderas, sabanas y
matorrales tropicales son Ferralsols, Plinthosols, Lixisols, Acrisols
y Arenosols, mientras en las áreas subtropicales hay Phaeozems,
Luvisols, Vertisols, Planosols, Solonetz.
Las sabanas tropicales, también llamadas cerrados en Brasil, son
grandes planicies dominadas por una vegetación herbácea sobre
la cual crecen diversas especies arbóreas, con una cobertura
variable: algunas zonas pueden estar prácticamente desarboladas
mientras que otras presentan una elevada proporción de árboles,
asemejándose a un bosque ralo. Las palmeras -sobre todo
la caranday (Copernicia alba)- son típicas de los pastizales
cercanos a los ríos Paraná y Paraguay. A nivel mundial es el
bioma de mayor extensión en la zona intertropical de África, Asia,
Australia y América. En LAC, el área cubierta por este tipo de
paisaje es de unos 4.000.000 km2, lo que supone el 19,3% de
la superficie latinoamericana, distribuyéndose principalmente en
la zona central y oriental de Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia,
Venezuela y Colombia.
Desde el punto de vista geológico y geomorfológico se
corresponden principalmente con sedimentos aluviales del
Pleistoceno, los cuales tienen su origen en la erosión de los Andes
y de los escudos precámbricos de Brasil y Venezuela.
Su topografía se compone en general de grandes planicies. Éstas
pueden ser desde altiplanicies planas o ligeramente onduladas,
bien drenadas, estables y antiguas, como las de Brasil y Llanos
Orientales de Colombia y Venezuela, hasta planicies más
depresionales. Existen también sabanas más jóvenes, como las
de los llanos occidentales y centrales de Venezuela y los de l
Casanare y Arauca en Colombia. Sus alturas varían entre los
100 y los 600 msnm. El clima predominante es el de los trópicos
bajos, con temperaturas elevadas y constantes y precipitaciones
anuales entre 600 y 2000 mm, pero en general con un ciclo de
lluvia de 5 a 7 meses y un fuerte periodo de sequía.
Los suelos, geomorfológicamente relativamente estables,
han estado sujetos durante miles de años a periodos de
sobresaturación o lavado durante la época de lluvias a fuertes
sequías el resto del año. Se caracterizan por ser suelos muy
lavados, ácidos, pobres en nutrientes y ricos en hierro y aluminio
como son los Acrisols, Ferralsols y los Plinthosols. Allí, predominan
géneros de gramíneas como Trachypogon y Axonopus,
leguminosas del género Stylosantes y árboles resistentes a la
sequía y al fuego como los de los géneros Curatella y Byrsonima.
Por otra parte, en las sabanas más jóvenes sujetas a variados
grados de inundación, los suelos (Stagnosols, Gleysols o Vertisols)
son menos pobres en bases pero están sometidos a procesos de
inundación. Allí, predominan gramíneas de los géneros Paspalum
y Leersia, mientras que los árboles aparecen únicamente en las
zonas mejor drenadas del paisaje.
Biodiversidad del suelo en las
sabanas de Colombia
La macrofauna del suelo de las sabanas colombianas es muy rica en
taxones. Las termitas (orden Isoptera) son el grupo más abundante
(47%), seguidas de las lombrices de tierra (Oligochaeta, 31%).
También podemos encontrar hormigas y avispas (Hymenoptera),
escarabajos (Coleoptera), arañas (Arachnida), milpiés (Myriapoda),
gusanos (Nematoda), moscas o mosquitos (Diptera). La intensificación
de la agricultura y sus prácticas asociadas como la eliminación de la
vegetación nativa, mecanización y uso de pesticidas, pueden conllevar
cambios que lleven a una importante reducción de la biodiversidad de
estas comunidades de organismos del suelo, las cuales suelen ser muy
sensibles a variaciones climáticas estacionales y a las intervenciones
humanas. Los cambios en las comunidades de invertebrados pueden
acarrear alteraciones de las funciones del suelo, y por ende, en la
provisión de servicios del ecosistema.
El Cerrado
La sabana tropical más grande de América del Sur, conocida como el
Cerrado, se ubica en la zona central de Brasil y en parte de Bolivia y
Paraguay. El Cerrado es la sabana con mayor biodiversidad del mundo.
Se encuentra rodeada por otros biomas: el Amazonas al norte, el Chaco
y el Pantanal al oeste, la Caatinga al noreste y la selva del Atlántico
al este y sur. El relieve del Cerrado consta de plateas cristalinas o
sedimentarias y una red de depresiones periféricas con diferentes tipos
de bosque distribuidos en forma de mosaico. El clima es tropical con
una estación seca y otra lluviosa. Los suelos del Cerrado pueden tener
hasta 25 m o más de profundidad y se encuentran entre los suelos más
antiguos y los menos fértiles del mundo.
El Cerrado se caracteriza por una enorme biodiversidad de plantas y
animales pero esta riqueza está siendo amenazada por la expansión
agresiva de los monocultivos, pastos para ganadería y quemas para
producir carbón vegetal. Alrededor del 67% del Cerrado ha sido ya
modificado respecto a su estado natural, y sólo un 1% se encuentra
bajo protección. En los últimos 50 años, el Cerrado ha sufrido la mayor
transformación de su historia debido a la construcción de la nueva
capital de Brasil, Brasilia. La red de transporte se construyó abriendo
la región a un gran proceso de desarrollo, convirtiéndola en la nueva
frontera agrícola.
Los principales cultivos que se desarrollan a gran escala son: plantaciones
de soja, maíz y arroz. Para el establecimiento de estos cultivos, miles de
kilómetros cuadrados del Cerrado fueron eliminados sin ningún tipo de
estudio ambiental previo. Las actividades agrarias continúan siendo una
amenaza para la biodiversidad del Cerrado. En varios estados existen
conflictos agrarios y nuevas olas de colonización, lo que hace muy difícil
la conservación de lo que queda de la flora y fauna originales.
Izquierda: Paisaje de sabana en Monagas, Venezuela y su correspondiente perfil del suelo. (JC)
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Atlas de suelos de América Latina y el Caribe | Suelos y grandes paisajes
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