Relato de Subbuteo Mª Victoria Granados Navarro Murcia (España) Mi Historia Este relato no es de una jugadora, ni de una coleccionista, ni de una simple espectadora, es de una persona que ha crecido con el subbuteo, que es parte de ella. Dicen que los niños nacen con un pan debajo del brazo pero en mi caso no fue con un trozo de pan, sino una caja de subbuteo. Sinceramente, podría enumerar miles de momentos en los que el futbol de mesa ha estado presente en mi vida pero entonces os tendría que relatar mi vida entera y considero que se puede hacer muy extenso. Por ello, voy a intentar ser breve y concisa pero transmitiros algo diferente, voy a intentar transmitiros que es para mí el subbuteo Desde que tengo uso de razón, el futbol de mesa ha formado parte de mi vida, incluso podría decir que antes de saber hablar ya sabía colocar los dedos para jugar. El primer deporte que conocí fue el subbuteo y el primer juego al que jugué fue al subbuteo. Mi infancia ha estado rodeada de campos, jugadores, porterías, libros de reglamentos. He crecido al lado de gente apasionada por este deporte, de gente que hacía lo que sea por ir a entrenar, por viajar a jugar campeonatos, que vivía este deporte de verdad. He perdido la cuenta de a todos los campeonatos y entrenamientos a los que he asistidos, he perdido la cuenta de todos los jugadores, equipos y porterías que he visto en mi vida. Siempre he estado rodeada de gente joven, dinámica a los que mi padre entrenaba y sigue entrenando, chicos que se han convertido en campeones nacionales, europeos e incluso campeones del mundo. No puedo decir que haya vivido esos momentos en primera persona pero si puedo decir que he vivido su preparación, su camino hasta la gloria del subbuteo. Esos chicos forman parte de mi vida, y casi de mi familia. mi padre los ha acogido en mi casa, se ha hecho cargo de ellos en muchas ocasiones y todo eso por una sola razón: el subbuteo. En bastantes ocasiones me han preguntado porque mi padre viajaba tanto o porque habían tantas copas en mi casa y siempre he dicho que era por el subbuteo. La gente me miraba perpleja, como si les hablara en chino o me decían: ¡Ah, las chapas!. En todas estas ocasiones he tenido que explicar que era el subbuteo y cada vez que lo he hecho me he sentido orgullosa de hacerlo, porque aunque yo no juegue o participe, forma parte de mi. Si he de enumerar algún momento especial en el que subbuteo estuviera presente diría sin duda el instante en el que me enteré que mi padre era campeón del mundo. Ver como una persona puede llegar tan lejos con un hobbie, es realmente maravilloso, ver como su esfuerzo ha dado su fruto. He podido comprobar como una actividad, un juego, se va convirtiendo en una pasión, en un sueño en el que se fijan metas, no para ser mejor que nadie sino para ser mejor uno mismo. Quizás esto es una de las grandes enseñanzas que he adquirido del futbol de mesa, el progreso que sigue una persona para alcanzar un sueño. Escribiendo estas palabras me emociono y se preguntarán por qué. Porque estoy orgullosa de que subbuteo forme parte de mi vida, forme parte de mi. Y desde aquí doy las gracias a todos los apasionados de este deporte, las gracias por luchar porque todo esto se mantenga vivo.