Aquel día, acabando los años setenta, llegó mi hermano Fernando de un viaje que hizo a Inglaterra, y mi hermano Pepe y yo fuimos corriendo a verle. La verdad, nos llevamos una grata sorpresa cuando nos entregó unos regalitos que nos trajo y que nos dejaron totalmente sorprendidos al abrir unas cajas pequeñas que venían cargadas de jugadores de fútbol de tan pequeño tamaño y aún mayor fue nuestra sorpresa cuando sacó el campo de fútbol, balones y las porterías, nos dijo: se llama Subbuteo. Recuerdo perfectamente los equipos que empezó a sacar que eran: Cristal Palace, West Brombich, Coventry, Celtic de Glasgow y R.Madrid, que aún conservo. La pequeña liga comenzó en breve y estuvimos jugando en la alfombra hasta altas horas de la noche, comiendo unas chuches inglesas, bocadillitos de regaliz, cuyo olor asocio a aquellos días. Los días siguientes triunfábamos en el cole y cuando le enseñábamos la colección a nuestros compañeros estos alucinaban. Entrabamos en los años 80 y antes del mundial 82 de España, comenzó a ponerse de moda el Subbuteo y los Reyes nos traían algún equipo, o en nuestro cumpleaños, o nuestro santo, o ahorrábamos los dos para comprarnos algunos, así nos hicimos con el R.C. Recreativo de Huelva, de nuestra tierra, el F.C.Barcelona, el Atlético de Madrid, y nos sorprendió la marca Colacao que promocionaba este juego en sus botes y conseguimos bastantes jugadores de repuesto para nuestros equipos, la selección española, algunos de Argentina y algún que otro campo pequeño y balones. Gran promoción aquella, que permitió que otros amigos se aficionaran y montásemos una pequeña liga. En aquellos tiempos no había pegamentos como los de ahora y algunos se rompían al disparar fuerte, o al chocar con la pared, o cuando, los fines de semana o fiestas, dejábamos el campo con los jugadores para seguir por la mañana y nuestra madre entraba a oscuras a subir la persiana y nos encontrábamos algunos jugadores pisados y comenzábamos su reparación. Con el mundial 82 vino de regalo el equipo de Brasil, que con Zico, Eder, Falcao, Sócrates, Valdir Péres, y compañía, a ver quién no lo tenía. Posteriormente fuimos incorporando equipos como Arsenal, Panathinaikos, P.S.G., Kaiserlauten, B. Leverkusen, Juventus, Bayern M. , Steaua, Rapid de Viena, Manchester, Mónaco o Mílan, gradas, vallas y público, con lo que nos adentramos en los 90. A partir de ahí las cosas se complicaban, nos hicimos mayores , para algunos esta afición era de críos, para mi no, pasamos por momentos difíciles y encontré en esta afición una forma de evadir algunos problemas que nos merodeaban durante el día y la noche, creando una liga que duró varios años y junto con otras cosas me permitía distraerme, soñar, disfrutar, en aquellos malos momentos. Además, como jugador de fútbol que he sido, a nivel local, me apasionaba el Subbuteo, las cosas como son. No vayan ustedes a pensar que una liga cualquiera, casi 20 equipos, clasificación para Copa de Europa, y UEFA, Supercopas, Trofeos de varias ciudades, para los que tuve la suerte de encontrar dos colecciones de trofeos a pequeña escala que sacaron dos periódicos deportivos en los 90 y que aún esperamos que vuelvan a sacar, junto con aquellos regalos de accesorios y jugadores del Colacao. Tuvimos que irnos a otra casa en el 98, con todo el dolor de nuestro corazón, y mi equipaje más importante eran mis instrumentos y mi colección de equipos de Subbuteo, además, eran años en los que ya no había dónde encontrar equipos, salvo una tienda que localicé en otra ciudad y en la que compré lo poco que les quedaba: Sacadores de banda, de córner, balones, y varios equipos, incluso repetidos, que después los pintaría yo. Junto a mi novia, que me ha regalado unos pocos de equipos, y otro de mis hermanos, nos propusimos volver a aquella casa y lo conseguimos, ahora , con mis tres hijos, dos nenas y un nene, todos socios de Subbuteo, tengo el honor de poner en la alfombra el campo de Subbuteo y sacar las últimas adquisiciones de los mundiales, Holanda, Inglaterra, Alemania, y jugar las dos nenas y el pequeñín, grandes aficionados a los que les he guardado esta gran colección de compañeros de viaje y de fatigas en silencio, pero que me han ayudado tanto. Las navidades pasadas les preparé un tablero con uno de los campos Subbuteo Dream Team y le coloqué aquella vieja valla de los años 80 y lo pasamos genial, y en él, he convencido a alguno que pensaba que era un simple juego de niños, informándole de las ligas que existen, campeonatos, aficionados, páginas web, material, etc… y le expliqué lo que mi hermano Fernando nos contó cuando vino de Inglaterra, que nos dijo: “En la zona dónde he estado, que no hay tan buen tiempo como en España, las familias terminan de comer los fines de semana, cogen sus equipos de Subbuteo y se van a otras casas, bares, o locales, a jugar sus partidos o sus campeonatos y se toman unas cervezas, pasando un buen rato.” La verdad es que es una gran idea, gran deporte y gran compañero. Juan Manuel Ortiz Blanco.