Palabras de apertura 8 de septiembre 2014 Saludos de paz a cada una de vosotras, mis hermanas. Este día 8 de septiembre 2014 finalmente ha llegado, el inicio del 18º Capítulo General en la vida del Instituto de las Franciscanas Misioneras de María, bajo el tema: “Como Francisco, contemplar la Encarnación de Jesús y responder al grito del pobre y del planeta”. Vosotras, miembros del Capítulo, ya habéis estado reunidas durante 3 días en los Grupos Continentales, y se puede pensar que ¡ya habéis comenzado el Capítulo! Sólo que a partir de ahora ¡el grupo será mucho más grande! En cuanto a las hermanas que han venido al servicio, sé que muchas de vosotras habéis comenzado a prepararlo hace varias semanas, y las hermanas de la comunidad desde ¡hace varios meses! La mayoría de vosotras ha viajado grandes distancias, y hecho muchos esfuerzos por arreglar las cosas en vuestra ausencia para estar aquí, finalmente, a vuestra llegada, ¡os habréis encontrado perdidas en esta casa tan grande, tan diferente de cuando pasasteis por Roma la última vez! Esperamos que para ahora ya tendréis todo lo necesario, pero por favor, no dudéis en preguntar, esta es vuestra casa como Franciscanas Misioneras de María, la casa donde se venera la tumba de la Beata María de la Pasión. A cada una de vosotras, en nombre del Consejo General, ¡os doy una calurosa bienvenida! Welcome, Bienvenue. Estamos muy contentas de que hayáis podido hacer el viaje a pesar de los retrasos de visados, cancelación de vuelos y equipajes perdidos. Es la primera vez que desde 1920 se celebra el Capítulo General aquí en Via Giusti, en lugar de hacerlo en Grottaferrata. Como ya lo sabéis, estas decisiones deben tomarse con antelación y con el futuro del edificio de Grottaferrata todavía abierto a varias posibilidades, no era posible garantizar si podríamos utilizar totalmente los locales para el Capítulo. Así pues, estar aquí todas juntas cerca del centro de Roma es una experiencia nueva para todas nosotras. ¡Disfrutemos de ella! Hoy 8 de septiembre, la Iglesia celebra la fiesta de la Natividad de María la Madre de Dios, fiesta que no sólo celebra su nacimiento – porque nadie sabe cuándo fue en realidad – sino su vocación personal como madre de Jesús. La Beata María de la Pasión vio que la vocación misionera de las Franciscanas Misioneras de María era ‘dar a luz a Jesús’ en nuestro mundo. Por lo que en realidad es una ‘armonía divina’ como ella decía, que hoy en esta fiesta, en compañía e implorando la intercesión de nuestra hermana en la fe, María de Nazaret, iniciemos nuestro serio discernimiento y nuestras deliberaciones acerca de la vida y misión del Instituto para el mundo de hoy, un mundo tan necesitado del Reino del amor de Dios. Quisiera también decir sencillamente, que este año se cumplen los 150 años - pero en un mes diferente en mayo de 1864 - en que María de la Pasión entró en la Sociedad de María Reparadora. Todas sabemos que esto fue el comienzo de una cadena de acontecimientos notables que marcaron su vida, y por consecuencia ha marcado también nuestras vidas, así como la de miles de FMM que nos han precedido. Si echamos una mirada retrospectiva a la historia también vemos que hay varias armonías divinas asociadas a esta Fiesta del 8 de septiembre. Fue el 8 de septiembre de 1859, que las Hermanas de María Reparadora aceptaron la fundación de Madurai en la India, inicio de otra cadena de acontecimientos notables. Esta misma fiesta en 1874, quince años después, marcó la fundación de la comunidad de Ootacamund y todas sabemos la importancia que esta fundación llegó a tener en el Instituto. También en las primeras vísperas del 8 de septiembre, 8 años después en 1882, María de la Pasión, invitada por Propaganda Fide, ofreció nuestras Constituciones a Su Santidad el Papa León XIII y recibió su Bendición para todas las Franciscanas Misioneras de María. Vemos cómo María, la Madre de Dios caminaba con María de la Pasión. La vida de estas dos grandes mujeres de la historia se entrelazan, dos mujeres llenas de fe, de integridad centradas en el proyecto de amor de Dios en su vida, a pesar de todo el sufrimiento que encontraron en su camino. Lo mismo sucede en cada una de vosotras, con vuestra particularidad y talentos recibidos del Espíritu, que os ha guiado a este lugar en este momento, para que juntas y en toda nuestra diversidad y riqueza, podamos con el corazón abierto y la mente en oración, discernir los caminos del Espíritu de Dios entre nosotras. Nos encontramos dentro de una cadena de acontecimientos que marcaron unos momentos cruciales, tanto en la historia de la salvación como en el despliegue de la trayectoria de nuestra Fundadora, y sabemos una vez más que el Espíritu del Amor de Dios está en todas las cosas, como líder y guía. No tenemos que temer, se nos mostrará el camino a seguir. Comenzamos nuestro Capítulo en esta Fiesta y vamos a terminar el 20 de octubre, el 12º aniversario de la Beatificación de María de la Pasión. Es como si dos grandes mujeres, María, la Madre de Dios y la Beata María de la Pasión se volvieran en ‘sujeta-libros’ de nuestro Capítulo. Podemos confiar en que nos mantendrán unidas, estarán con nosotras en todos los encuentros, nos ayudarán a dar a luz a Jesús en nuestras pasiones y decisiones a tomar y nos mantendrán centradas en la guía del Espíritu, a través de nuestros días de confusión y de falta de claridad. Estamos en buenas manos, por así decirlo, en las manos de estas dos mujeres fuertes, apasionadas e inflamadas por el amor de Dios, y estamos apoyadas por la oración de miles de hermanas nuestras por todo el mundo. Reunidas aquí en Capítulo, venimos como hermanas unidas en nuestro único llamado y único carisma, fuertemente comprometidas con la familia de nuestro Instituto y su misión para el mundo hoy; venimos como mujeres de fe, apasionadas por el Dios de nuestra vida, caminando juntas y deseando el Santo Misterio de Dios en todas las cosas, inspiradas también por nuestros otros dos grandes compañeros, Francisco y Clara. Durante las próximas seis semanas, mientras escuchamos, dialogamos y discernimos vamos a relajarnos y disfrutar de todos nuestros encuentros, para que, como los discípulos de Emaús, también nosotras, podamos sentir nuestro corazón ardiente por todo lo que hemos experimentado. ¡Que el Señor os bendiga a cada una de vosotras! Declaro solemnemente abierto este 18º Capítulo General del Instituto de las Franciscanas Misioneras de María. Suzanne Phillips fmm Superiora General