167 RESEÑAS EL MOVIMIENTO DE LA ENFERMERA PRACTICANTE ¿tlACIA ADONDE SE DIRIGE?’ Hace 13 años, en la Universidad de Colorado se comenzó un proyecto de adiestramiento, único en su género (1). El propósito del proyecto era determinar si podía adiestrarse a las enfermeras para ampliar su campo de acción y así poder proporcionar a los niños mejores y más extensos cuidados de salud. De esta manera nació el papel de la enfermera practicante. A medida que se establecía su papel, su meta cambió en el proceso; en la actualidad, su propósito principal consiste en proporcionar la atención primaria de salud. La enfermera practicante familiar, que tiene aptitudes y conocimientos variados, provee esos cuidados básicos de salud a los miembros de la familia de ambos sexos y de todas las edades. La enfermera practicante desempeña también funciones especializadas, tales como la enfermera practicante especializada en gerontología, la enfermera practicante especializada en pediatría, etc. Se calcula que actualmente hay en Estados Unidos de América alrededor de 12,000 enfermeras practicantes (2), las cuales trabajan en una gran variedad de medios, al mismo tiempo que amplían constantemente su campo de prácticas y fijan nuevas metas y propósitos. El desempeño de su papel ha dado lugar a una investigación acerca de la aceptación que ha tenido. Se ha publicado un informe sobre un interesante estudio que se ha llevado a cabo en 1976 para mostrar las diferencias que se vieron en las actitudes de los médicos y las enfermeras respecto al papel de las enfermeras practicantes (3). Con frecuencia, el establecimiento de un ’ Traducido de: Ingeborg G. Mauksch. The Nurse Practitioner Movement-Where Does It Go from Here? Ameritan Joumal of Public Hdh, Vd. 68, No. ll, 1978. Págs. 10741075. La Dra. Mauksch es Profesora y Especialista en Clínica en Enfermería Familiar y Miembro de la Asociación de Enfermeras de Estados Unidos. Dirección: Vanderbilt University School of Nursing, Nashville, TN 37240 EUA. cambio social se presenta asociado no solo a un propósito más extenso sino también a una finalidad modificada. Así ha sucedido con la enfermera practicante. Loretta Ford afirma que “en un principio, el proyecto de la enfermera practicante se originó como un experimento para ensayar un aspecto del papel de especialista clínico para aquellas personas graduadas y con una preparación de posgrado dentro de la enfermería de salud de la comunidad” (Z). Por su parte, la autora considera que actualmente, la enfermera practicante ejemplifica un nuevo papel que requiere nuevas habilidades, nuevas interpretaciones y, en especial, nuevas actitudes. Estas últimas son las que, particularmente, me hacen rechazar su descripción como un papel “ampliado” y el por qué yo lo considero como nuevo. Este nuevo papel complementa al del médico; el médico y la enfermera practicante constituyen la pareja que se ocupa de proporcionar los cuidados básicos de salud y enfermedad de la atención primaria. Existen, hasta ahora, bastantes resultados de investigaciones para convencerme de que: . La enfermera practicante ha demostrado que desempeña un papel que le es muy necesario a la sociedad. l La enfermera practicante, adiestrada de manera adecuada, puede atender quizá entre el 75 y el 80% de todas las necesidades de atención primaria de salud que se presenten en cualquier medio. . La enfermera practicante ha demostrado ser una coordinadora eficiente de las necesidades de atención de salud, ya sean individuales o familiares, al mismo tiempo que es una eficaz defensora del consumidor. 0 Los pacientes y los clientes, una vez que han tenido contacto con la enfermera practicante, confían en ella y, por los cuidados que puede proporcionar, la consideran igual o la prefieren a otras personas que proporcionan atención de salud. 168 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA . La atención de salud durante una enfermedad que puede brindar la enfermera practicante tiene un costo equitativo y, a veces, tiene incluso un costo preferible. . La enfermera practicante constituye una valiosa contribución para la atención de la salud y el cuidado de las personas enfermas ya que extiende los servicios que en otros tiempos no eran accesibles a los consumidores. De hecho, un estudio mostró que el 57% de los empleadores de enfermeras practicantes informaron que la extensión de servicios a más personas era la contribución más significativa del trabajo de las enfermeras practicantes;2 otro 40% consideró que el mejoramiento en la calidad de la atención proporcionada era el efecto más significativo (4). Es notable la rapidez con la que el público apreció el papel de la enfermera desempeñado por la enfermera practicante. Por otro lado, la profesión de enfermera ha tenido una etapa más artificiosa (5). En un principio, no solo rechazó este papel, sino que también fracasó en reconocer el extraordinario mensaje transmitido por el movimiento de enfermeras practicantes, sobre todo el retorno de las enfermeras a la cabecera del paciente. Esto significa, en forma más clara, que las enfermeras abandonarán su trabajo de escritorio, de contestar el teléfono y de llenar las hojas de informes y, volverán a asumir el propósito esencial de la enfermera: satisfacer las necesidades de enfermería que tiene el público . Hoy, el punto crítico ha pasado. Hay muchos indicios de que la profesión de enfermería está obligada al papel de la enfermera practicante y, lo que es aún más significativo, a la inclusión de las nuevas actitudes de ese papel en la preparación de todas las enfermeras (6). Actualmente, las estudiantes de enfermería están adquiriendo la conciencia social de que tienen que aceptar el riesgo, lograr la autonomía * Comunicación personal a la autora. PANAMERICANA Agosto 1980 basada en la competencia, actuar como defensores de los pacientes y aceptar la responsabilidad de su superación y el continuo aprendizaje. Me parece que la sociedad consigue una doble ganancia como resultado del avance de la enfermera practicante: en primer lugar, los servicios de atención primaria proporcionados y, luego, el cambio de orientación que está experimentando toda la enfermería para satisfacer las necesidades que la sociedad tiene de ella. Sin embargo, el empleo de las enfermeras practicantes se enfrenta con problemas ya que la contratación depende, por lo general, de empleadores que nada tienen que ver con la profesión. Por ejemplo, Judith Sullivan y sus colegas informan acerca de las barreras corrientes que se oponen a dichos empleos, tal como las perciben las enfermeras practicantes y sus empleadores (7). He aquí el interrogante del futuro. <Cuál será la suerte del movimiento de las enfermeras practicantes? <Qué impedimentos y facilidades influirán en el éxito de su papel? Básicamente, considero que su papel complementa al del médico. Mientras que este se ocupa del cuidado de la enfermedad, la enfermera practicante se ocupa de mantener la salud del paciente, de la educación de salud, de la educación de su propio cuidado, de la consecución de niveles más altos de salud y del logro de una muerte más digna y más tranquila. Se puede apreciar claramente una superposición de funciones entre el médico y la enfermera practicante en el campo de la evaluación física y en el tratamiento de enfermedades sencillas y comunes. De esta manera, podría suponerse que la contribución de las enfermeras practicantes en este área de duplicación aliviaría la necesidad de un aumento importante en el número de médicos que proporcionan atención primaria. Aunque un informe reciente del Instituto de Medicina de EUA no confirma tales esperanzas (8), se debe 169 RESEÑAS continuar esperando que la profesión médica se ocupe nuevamente de su compromiso principal que es el de proporcionar atención secundaria y especializada de acuerdo con las necesidades de la población. De lo contrario, puede aguardarnos un futuro en el que será muy difícil o completamente imposible, conseguir la atención secundaria y especializada. Desafortunadamente, la medicina organizada actúa sin apreciar la contribución de la enfermería a la atención primaria de salud. Hay ocasiones en que, de hecho, se da por sentada una posición conflictiva. No se puede evitar el sentir que esto surge de la amenaza que parecen experimentar los médicos al observar el desempeño competente de funciones por parte de las enfermeras practicantes. El resultado de invocar las restricciones legales, que parece aumentar constantemente en todo el país, es un hecho establecido. Muchas sociedades de medicina de los estados, como por ejemplo la de Texas, en 1977, se opusieron abiertamente a las revisiones de las leyes sobre la práctica de la enfermería que la actualizarían. En Tennessee, la Sociedad de Medicina no apoyó el intento de la Asociación de Enfermeras de legalizar la práctica de que las enfermeras practicantes prescriban, supervisadas por los médicos, medicamentos registrados. En Nueva Jersey, el Consejo Médico de Examinadores acusó a dos enfermeras practicantes de practicar la medicina, a pesar de la insistencia del Consejo del Estado de Enferme- ría que afirma que estas enfermeras practicantes son, de hecho, enfermeras prácticas (9). Existen muchas otras ocasiones en las que se pone de manifiesto, en forma deplorable, el hecho de que la medicina no solo no apoya a las enfermeras en su esfuerzo por proporcionar atención de calidad donde se necesita, sino que en realidad se opone a ellas. CRepresentan estos obstáculos para la actuación de las enfermeras practicantes el interés de la población? Ciertamente no. Con seguridad existe mucho trabajo para mantener ocupados tanto a los médicos como a las enfermeras practicantes. Parece ser también que la sociedad alcanzó su mayoría de edad en lo que se refiere a su interpretación del significado de la atención de la salud y de la enfermedad; exige lo mejor no solo en términos de calidad y de la más amplia gama de servicios, sino que también insiste en que dichos servicios sean proporcionados por personas libres, responsables y sin cargas represivas que actúan en contra de los intereses del consumidor. Espero que en el futuro se eliminen los impedimentos que estorban la práctica de las enfermeras practicantes para que, en colaboración con sus colegas médicos, puedan proporcionar los servicios de atención primaria de salud que la sociedad necesita. Queda por ver si se cumplirá o no esta posibilidad, la gente tiene esta decisión en sus manos. REFERENCIAS (1) (2) (3) Ford, L. C. (Editorial). Reaffirmation of the nurse practitioner movement. The AmeGzn Nurse. 15 de junio, 1978. Pág. 4. Asociación Americana de Enfermeras, Departamento de Estadística, 1978. Burkett, G. L. A comparative study of physicians’ and nurses’ conceptions of the role of the nurse practitioner. Am J Public Health 68:1090-1096, 1978. (4) (5) (6) Sullivan, J. A., C. Z. Dachelet, H. A. Sultz y M. Henry. The rural nurse practitioner: A chaIlenge and response. Am J Public Heallh 68:972-976, 1978. Rogers, M. Nursing is coming of age through the nurse practitioner movement-A con position. Am J Nurs 75( lo), octubre de 1975. National League for Nursing. Proceedings of the Council of Academic and Higher Degrees, 1974. 170 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA Agosto 1980 .-__...1” (7) (8) Sullivan, J. A., C. Z. Dachelet, H. A. Sultz et al. Overcoming barriers to the employment and utilization of the nurse practitioner. Am J Public Health 68:1097-1103, 1978. Estados Unidos de América. Academia Nacio- ADIESTRAMIENTO SOBRE (9) nal de Ciencias. Instituto de Medicina. Report of a Study. A Manpower Policy for Prima? Care. Washington, D.C., mayo de 1978. News: Nurse practitioners fight to restrict their pmctice. Am Nurs 78(8):1285. DE PERSONAL EN INVESTIGACIONES EDUCACION PARA LA SALUD1 Este trabajo se propone examinar tres aspectos relacionados con las investigaciones en educación para la salud: las necesidades actuales, la capacidad de los especialistas en ed?lcación para la salud, así como en ciencias biomédicas y del comportamiento, para evaluar y llevar a cabo las investigaciones que requieren dichas necesidades, y las posibilidades de mejorar el nivel de adiestramiento en investigaciones sobre educa&n para la salud. Introducción El fundamento histórico de esta evaluación de la necesidad de adiestrar investigadores en educación para la salud parte de dos observaciones de Harry S. Mustard en su libro Government in Public Health; publicado en 1945 (1): “Está creándose una nueva profesión conocida como educadores de salud. Con demasiada frecuencia estos trabajadores de salud no tropiezan con los límites que impone la formación científica y no poseen bases sólidas en los hechos relacionados con la enfermedad y la salud. Sin embargo, están dotados de un entusiasmo estimulante y, en diversos grados, de la aptitud para captar el interés del público”. Aunque dicho autor no hizo una descripción muy halagadora de la nueva profesión de educadores de salud, en cambio reconoció las dificultades que en- ’ Versión condensada de: Manpower Training for Research in Health Education. Documento HED/TF/78/6 de la OMS, documento de trabajo del Grupo Especial de Trabajo en Investigaciones sobre Educación para la Salud orientada hacia la Familia, Ginebra, 1978. Trabajo parcialmente financiado mediante la subvención T32 HL 07180-03 del Instituto Nacional de Salud, Departamento de Salud, Educación y Bienestar, EUA. Por Lawrence W. Creen, Profesor, Escuela de Salud Pública, Universidad Johns Hopkins. traña un enfoque científico de la educación para la salud, de la cual dijo que “ . . . es una empresa que produce resultados lentos y estos resultados son difíciles de medir”. Esta verdad de entonces lo es aún más en la actualidad. Ahora cabe preguntarse si los educadores de salud tienen hoy más derecho a la capacitación científica del que Mustard les atribuyó en 1945. Necesidad de investigacioni%s en educación para la salud En 1968 se realizó una encuesta (2) a nivel internacional entre las instituciones de adiestramiento y los ministerios de salud para determinar el estado de los proyectos de investigación; los resultados del estudio, que fue presentado a la Organización Mundial de la Salud, pueden resumirse como sigue: 1) Educadores de salud capacitados en Estados Unidos de América, llevaban a cabo virtualmente todas las investigaciones y la mayoría de los proyectos normales de investigación en educación para la salud que se realizaban en ese país. Los proyectos de Europa y Oceanía eran ejecutados por personal europeo; por otra