Textos de combinatoria y misterio He recogido tres textos acerca de combinatoria y misterio: los tres forman parte del libro Rayuela, de Cortázar. Me ha parecido interesante buscar en un mismo autor y en una misma obra las dos formas de pensamiento, aparentemente antagónicas, precisamente para ver cómo pueden “combinarse” la opción más formal con la más abstracta. De hecho, Rayuela parece que es una alternancia constante entre las dos formas de pensamiento. 1. Misterio: “[los cafés] …son el territorio neutral para los apátridas del alma, el centro inmóvil de la rueda desde donde uno puede alcanzarse a sí mismo en plena carrera, verse entrar y salir como un maníaco, envuelto en mujeres o en pagarés o tesis epistemológicas, y mientras revuelve el café en la tacita que va de boca en boca por el filo de los días, puede intentar la revisión y el balance, igualmente alejado del yo que entró hace una hora en el café y del yo que saldrá dentro de otra hora”. Este primer texto usa elementos de misterio en su escritura. Incita a una lectura subjetiva, en la que hay que desarrollar el contenido interno del texto a partir de la propia conciencia del observador/lector. Con el uso de un lenguaje más cercano a lo metafórico, apunta más allá de lo estrictamente literal, y abre el campo a la propia interpretación por parte del lector. Por otro lado, en mi opinión el texto, que habla acerca de la visión personal del narrador sobre los cafés, se escribe a partir la experiencia propia y de su sensación interna. Es decir, estaría imbuida de visión perceptiva y por tanto ambigua en su forma literaria. 2. Combinatoria: “Cuando Traveler abriera la puerta pasarían varias cosas y podrían pasar muchas otras. Las primeras eran mecánica y fatales, dentro de la estúpida obediencia del efecto a la causa, de la silla al piolín, del picaporte a la mano, de la mano a la voluntad, de la voluntad a … y por ahí se pasaba a las otras cosas que podrían ocurrir o no según que el golpe de la silla en el suelo, la rotura en cinco o seis pedazos del cenicero Martini, y la caída del cajón del ropero, repercutieran de una manera o de otra en Traveler y hasta en el mismo Oliveira porque ahora, mientras encendía otro cigarrillo con el pucho del anterior y tiraba el pucho de manera que cayese en la novena casilla, y lo veía caer en la octava y saltar a la séptima, pucho de mierda, ahora era tal vez el momento de preguntarse qué iba a hacer cuando se abriera la puerta y medio dormitorio se fuera al quinto carajo y se oyera la sorda exclamación de Traveler, si era una exclamación y si era sorda”. En cambio, este texto contiene más elementos de combinatoria, ya que utiliza fragmentos de la realidad aisladas entre sí, pero que parecen estar concatenadas unas con otras en una relación de causaefecto. Los elementos que conforman el texto lo hacen en base a una lógica y a un pensamiento más o menos formal. Son pedacitos de realidad combinados entre sí formando el sentido de un texto y de la acción llevada a cabo por los personajes. En cierta manera, es un acercamiento al detalle de los objetos descritos y una matematización de su comportamiento en la escena narrada. 3. ¿Combinatoria y/o misterio? “Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias”. Este tercer texto, aunque en un principio lo identifiqué como combinatoria, una lectura más detenida me ha abierto más interrogantes que al principio. Lo tomé por combinatoria porque las palabras están inventadas por el propio autor y su fonética final y su situación hacen pensar a lo largo del texto en el acto sexual. Así que era aparentemente un ejercicio de combinar elementos del propio lenguaje para crear. Por el contrario, se puede considerar como exponente del misterio más absoluto, por cuanto el autor no toma los elementos de la realidad, sino que se inventa incluso las palabras para crear una abstracción onomatopéyica. Moisés Dolz.