Publicado Columna Diario : El 2 de marzo del 2011 : Globalización con Equidad : La Primera Lo que no dicen los Wikileaks Enrique Fernández-Maldonado Mujica – PLADES El año 2007 el gobierno de Alan García se comprometió ante su par norteamericano a respetar y promover un conjunto de estándares sociales y medioambientales como condición para la aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC). Uno de los temas más sensibles fue el laboral. Sindicatos y organizaciones de ambos países presionaron a sus respectivos gobiernos para que incluyeran un conjunto de estándares que permitieran combatir el dumping social en el comercio bilateral. Resultado de esta presión fue la inclusión de un capítulo laboral específico (el Nº 17), y luego las famosas “adendas” que García apuró en aprobar para complacer al Congreso norteamericano. ¿Y qué implicaban estas adendas? Que los Estados firmantes se comprometían a garantizar un conjunto de derechos fundamentales en el trabajo, para lo cual adoptaron una serie de mecanismos –de cooperación técnica bilateral para el intercambio de consultas, y el establecimiento de paneles arbitrales o la aplicación de sanciones monetarias – para la solución de controversias o conflictos de interés. Cabe precisar que parte importante de los compromisos asumidos con el TLC reafirman la razón de ser de todo Estado de derecho: velar porque las leyes se cumplan. En el caso del capítulo laboral, LA PRIMERA exigencia venía por el lado de compatibilizar las normas internas con el derecho internacional (derechos fundamentales de la OIT). La segunda: que la acción –u omisión– de los Estados no afectara el cumplimiento de estos estándares básicos, ni que fueran utilizados como elementos de competitividad para atraer la inversión extranjera. Este espacio resulta insuficiente para abordar las implicancias laborales de este acuerdo comercial (sugiero revisar: A un año del TLC. Elementos para una evaluación del trabajo decente. www.redge.org.pe). Sin embargo, la denuncia de prácticas antisindicales y condiciones de empleo precario en actividades vinculadas a la exportación (confecciones, agroindustria) llaman la atención sobre los niveles de avance concreto alcanzados al amparo del capítulo laboral. Fuentes del MTPE me refieren que a la fecha no se ha presentado denuncias o solicitado la solución de controversias relacionadas con la dimensión laboral del TLC. Es plausible preguntarse si el gobierno está cumpliendo con informar, correcta y oportunamente, acerca de los mecanismos disponibles para realizar consultas o exigir reparaciones en caso se incumpla de manera parcial o total estos tratados internacionales, como parece estar sucediendo en algunos sectores. Hay que señalar que, salvo un ligero incremento el 2008 (apenas culminada la negociación del TLC), el número de inspecciones de trabajo, multas y trabajadores afectados, se ha mantenido estable, cuando no ha descendido. ¿Se puede mejorar la calidad del empleo sin fiscalización? Apuesto que no. http://www.diariolaprimeraperu.com/online/columnistas/lo-que-no-dicen-loswikileaks_80937.html