Nº 7 - abril 2010 Educar: ¿padres o escuela? De todos es sabido que la familia juega un papel fundamental en el desarrollo afectivo y social del niño. Es en el seno familiar donde el menor establece sus primeros vínculos afectivos, entrena habilidades de relación, inicia la comunicación y el descubrimiento del mundo que le rodea y se prepara para participar activamente dentro de la sociedad. EL CARÁCTER DE FAMILIARIDAD Una buena interacción entre el colegio y la familia ofrece sin duda al niño/a una imagen de acercamiento y relación entre las personas que se ocupan de su cuidado, otorgando así al ámbito familiar, de un carácter de familiaridad y singularidad. Cada relación familia-educadores es única y La familia actúa pues como un primer original, basada en las características del elemento de socialización y funciona a modo niño/a y en sus circunstancias, capacidades, de “llave” hacia otros ámbitos entorno y vivencias con los que el niño se va a particulares, por eso es encontrar. individualizada y ha de estar RELACIÓN necesariamente asentada Son los padres los que deciden sobre los pilares de la FAMILIA-ESCUELA: en qué momento se incorpora confianza y el conocimiento base para el desarrollo su hijo a la escolarización mutuo. integral del alumno infantil, son ellos los que libremente deciden qué tipo de El proyecto educativo del centro resulta el más adecuado colegio tiene siempre como para sus hijos y son por tanto referencia el desarrollo los que hacen posible los primeros contactos armónico de la personalidad del niño y la niña, sociales del niño con personas ajenas a su la incorporación de valores y habilidades de ámbito familiar. relación, la adquisición de conocimientos y destrezas, así como el cuidado del bienestar UN SENTIDO DE psicosocial del alumno/a. Buscar un ambiente CORRESPONSABILIDAD de confianza, relajado y feliz, es fundamental Desde el momento que un niño se incorpora a para cumplir estos objetivos. De ahí la un centro educativo, se adquiere un importancia de que las actitudes positivas “compromiso mutuo” entre padres y estén presentes en las relaciones entre los educadores. Los padres deciden depositar la miembros que intervienen día a día en la confianza en las personas encargadas de la educación de los niños/as. educación de su hijo y se hacen de este modo, corresponsables de la formación integral del CONFIAR NO ES DELEGAR niño o la niña. Los educadores actúan a modo Hemos dicho que la confianza recíproca es una de prolongación del entorno familiar, de las claves para una buena relación familiagarantizando un conjunto de experiencias que escuela. apoyen y complementen, no que sustituyan, las que el niño recibe en su familia. 1 Sin embrago, algunas familias confunden la confianza con la delegación de unas responsabilidades que, como padres, les competen. Así, todos en alguna ocasión hemos oído frases como: le mando a comedor a ver si aprende a comer de todo, ya le enseñan a rezar en el colegio o para eso vas al colegio, para que te enseñen educación. Esto, que a alguno le puede parecer exagerado resulta real en el día a día de los centros educativos. Craso error: la labor de los padres no puede ser sustituida en modo alguno por los colegios. La presencia familiar, el abrazo, el diálogo diario en familia, el consejo ante las dificultades y el apoyo escolar, no han de ser delegados en personas ajenas al entorno familiar. ¿Qué hacer entonces? Como los conflictos forman parte del mundo de la relación y como educar implica también ejercer la disciplina y la autoridad, resulta más adecuado que, ante cualquier duda acerca del proceder de un profesor/a respecto a nuestro hijo/a, acudamos directamente a hablar con el educador, pidiendo las aclaraciones que fueran pertinentes y buscando juntos estrategias de mejora si fuera preciso. Asimismo, evitaremos cualquier comentario negativo acerca del profesor/a delante del niño. Ya dijimos que el colegio ha de ser una prolongación del sistema de confianza creado en el seno familiar. De ahí que las opiniones o preferencias personales deban formar parte de nuestra intimidad. Lamentablemente, la realidad nos dice que hay niños que ocupan hasta diez horas diarias en centros educativos y actividades externas (más que las jornadas laborales de muchos adultos), lo que merma la calidad y la eficacia de la labor educativa, generando niños que crecen con padres y madres “sustitutivos”. El precio a pagar muchas veces resulta caro. Esto vale también para algunos profesores que, a veces cuestionan en público alguno de los comportamientos de los padres: es que tu madre te deja hacer lo que quieras, pero aquí no te vale. Ejercer la labor educativa responsablemente resulta fundamental si queremos formar seres humanos íntegros, libres y felices. TRABAJAR UNIDOS, SIN DESAUTORIZARNOS MUTUAMENTE. Otro de los problemas que, con relativa frecuencia surge en la complicada relación entre familias y centros es el de la desautorización mutua. En ocasiones, los padres cuestionan sin más algunas de las decisiones tomadas por los profesores en su labor educativa, sin conocer muchas veces la situación que dio lugar a tal medida: no entiendo por qué te ha suspendido con lo bien que te lo sabías, yo creo que te tiene manía. EL CONTACTO NECESARIO El tutor/a de nuestro hijo/a es quizá la persona que más tiempo pasa con el/ella y por lo tanto, es capaz de detectar si el progreso que lleva en todos los ámbitos es el adecuado o, si por el contrario, necesita una intervención más precisa e incluso profesional (logopédica, psicológica, motriz…). De ahí que el contacto con él /ella sea de suma importancia. En este sentido, no hemos de esperar a que el alumno/a tenga un problema o se acerquen las notas para solicitar una entrevista personal. Los tutores/as agradecen el esfuerzo e interés de los padres en este sentido, valorando estos encuentros como positivos. Consideren que, dar la razón a los hijos, refuerza su seguridad y los lazos de unión entre padres e hijos; nada más lejos de la realidad. Si un alumno percibe que con frecuencia sus padres cuestionan decisiones tomadas por su profesor/a, estaremos sembrando el caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de conductas de manipulación. Una reunión al trimestre y siempre que exista un cambio que pueda alterar la dinámica de funcionamiento del niño/a en el colegio (separaciones matrimoniales, pérdidas 2 afectivas, nacimiento de un conviene que sea advertida al estará de este modo al tanto cambio de comportamiento que consecuencia de estos hechos. hermano…), tutor/a, que de cualquier suceda como CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES FINALES Aprovechemos el cauce de experiencias que centros y familias tenemos, para enriquecernos mutuamente y no para construir un muro de división. Está en juego la felicidad y el desarrollo de nuestros hijos. Ellos nos lo agradecerán. Como siempre se ha dicho los niños no vienen al mundo con un libro de instrucciones y la tarea educativa se hace más sencilla cuando se comparte con personas expertas. ESTILO EDUCATIVO DE D. BOSCO Los padres y las madres, primeros responsables de la educación de sus hijos Propuesta Educativa de Escuelas Salesianas, 2008 Complemento de la educación en familia: nuestros centros reconocen a las familias, especialmente a los padres y las madres, como principales responsables de la educación de sus hijos. Consideramos, por tanto, la tarea escolar en complementariedad con la educación familiar, que juega un papel esencial en los valores y actitudes que los hijos interiorizan en los primeros años de su crecimiento. Al inscribir a los hijos e hijas en el Centro, los padres reconocen y aceptan el Carácter Propio, el Proyecto Educativo y el cumplimiento de las normas del mismo. La acción educativa familiar: De hecho, la familia está llamada a: o asegurar la estabilidad y la seguridad emocional, física y formativa de los hijos; o promover lazos afectivos en las relaciones interpersonales; o ayudar al desarrollo de la identidad personal, presentándose los padres como modelos concretos de hombre o mujer; favoreciendo de esta forma la identificación sexual de los hijos; o estimular el aprendizaje y ejercicio de los valores personales y sociales; ser la primera escuela de orientación vocacional-profesional. Relación Escuela-Familia Esto exige una relación entre familia y escuela a través del intercambio y la cooperación entre padres, madres y educadores en la que: o los educadores tengan ocasión de ampliar el conocimiento del alumno y aumentar así sus posibilidades de ayuda y orientación; o los padres y madres reciban la oportuna información sobre el progreso o las dificultades de los hijos en el trabajo escolar, dando a los educadores el apoyo que necesitan en su tarea formativa; la acción educativa escolar sea una ayuda y un estímulo en el trabajo formativo de la familia. Ambiente de Escuelas - Equipo de Orientadores de la Inspectoría Santa Teresa – Hijas de Mª Auxiliadora – Salesianas Madrid 3