Muerte de la madre Volvió a Dublín en 1903 para asistir a su madre, enferma terminal de cáncer. Antes de morir, ésta le rogó que no renegara de su religión y que se hiciera cargo de su padre, al que las desgracias económicas habían llevado al alcoholismo. La muerte de su madre le sumió en un desasosiego que le llevó a la búsqueda de amistades en los bajos fondos dublineses. Esta mala experiencia, de la que supo salir, le sirvió de gran bagaje y motivo de reflexión acerca de los errores como puerta de entrada al arte. Fueron días difíciles en los que probó numerosos oficios, escribió novelas y trató de subsistir, en parte gracias a los préstamos de los amigos. Este hecho es una constante en parte de su obra.