ORACION PARA PEDIR POR LAS VOCACIONES DE LAS HIJAS DEL PATROCINIO DE MARIA ¿QUÉ ES LA VOCACIONAL? PASTORAL La respuesta es muy sencilla, al alcance de cualquier mente y cualquier corazón que sea joven y que esté abierto y en diálogo con la vida. Sólo de dos cosas fundamentales se trata. Todo lo demás viene por añadidura. Y esas dos cosas fundamentales son: 1. Pastoral Vocacional trata de hacernos caer en la cuenta de que todos nosotros estamos llamados en la vida a algo esencial: ser felices y hacer felices a las personas que nos rodean. 2. Y, en segundo lugar, ver cómo podemos cada uno de nosotros encontrar ese camino de felicidad, y cómo seguirlo lo más adecuadamente posible, puesto que nos interesa muchísimo. Todo lo demás viene por añadidura, ya lo decíamos antes. En otras palabras, en Pastoral Vocacional tratamos de ver cuál es nuestro camino en la vida, partiendo de dos preguntas claves: ¿Qué quiere Dios de mí? ¿Cómo puedo yo servir mejor a los demás? Y al respondernos a estas dos cuestiones veremos diversas posibilidades, todas ellas caminos de Dios y caminos de servicio y entrega a los hermanos. Por lo pronto nos diremos: ¿Mi camino es la vida laical, como madre o padre de familia, como mujer u hombre trabajando por un mundo justo, solidario, en paz... según Dios quiere? ¿Mi camino es la vida consagrada, como sacerdote, religiosa,... viviendo desde el Señor en el servicio a la Iglesia y a este , Corazón divino de Jesús, que un día dijiste: “Rueguen al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”, te suplico vuelvas tus ojos misericordiosos a tu amada congregación, predilección de tu Madre. Envía a ella numerosas jóvenes escogidas para trabajar en la santificación propia, la educación y formación cristiana de la juventud y evangelización de los pobres y la niñez. Haz que tu voz resuene en el corazón de tantas jóvenes generosas al decidir su vida y llámalas a ser Santas Religiosas Hijas del Patrocinio de tu Madre. Guarda a aquellas que has llamado, a fin de que correspondan fielmente a su vocación. Que sean una sola contigo, que lleven fruto a las almas y su fruto sea duradero. María Reina y Madre de nuestra amada congregación, presenta a Jesús nuestras súplicas, haz valer tu amor de madre y tu poder de Reina. AMÉN. Señor, Dios mío, no sé adónde voy. No veo el camino que voy a recorrer. No puedo saber con seguridad dónde terminará. Tampoco me conozco a mí misma, y el hecho de que piense que estoy siguiendo tu voluntad no significa que de verdad lo esté haciendo. Pero creo que el deseo de agradarte, de hecho te agrada. Y espero tener ese deseo en todo lo que hago. Espero no hacer nunca nada que se aparte de ese deseo y sé que, si lo La familia y el burro Tocaron a mi puerta. Y sentí ganas de abrir. Al principio no sabía de qué se trataba... pero un calor entró en mí junto con una paz infinita me decía que ya era hora de abrir mi corazón a esa persona, la cual estaba esperando ser atendida. ¡Y dije sí! Mucho no entendí ni todavía entiendo, pero ahí estabas, mi Señor. Esperando que mi alma respondiera a tu llamado. Y me diste la gracia de responderte y entregarme para emprender juntos este camino al cual hoy me convocas. Desde ese momento fue reconocer que caminaba ante Aquel que reconozco del todo. De eso se trata cuando Jesús toca a la puerta de cada uno, abrir nuestro corazón hacia Él totalmente dispuestos a entregarnos por completo. Hay mucho de renuncia en esta entrega y cuesta muchas veces. Pero este camino ¡VALE la PENA! El seguirlo a Jesús me dio la felicidad que siempre esperé, que siempre buscó mi corazón. Y no importa lo que tenga que dejar o renunciar, el amor de ÉL está por delante de todo. Y sé que Él siempre está de mi mano, aún sabiendo que vendrán tiempos de prueba, de soledad en mi oración. Con su amor todo tiene un sentido, un mirar diferente que me hará seguir adelante sin mirar hacia atrás. Había una vez un matrimonio con un hijo de doce años y un burro. Decidieron viajar, trabajar y conocer el mundo. Así, se fueron los tres con su burro. Al pasar por el primer pueblo, la gente comentaba: “Mira ese chico mal educado; él arriba del burro y los pobres padres, ya grandes, llevándolo de las riendas” Entonces, la mujer le dijo a su esposo: No permitamos que la gente hable mal del niño. El esposo lo bajó y se subió él. Al llegar al segundo pueblo, la gente murmuraba: “Mira qué sinvergüenza ese tipo; deja que la criatura y la pobre mujer tiren del burro, mientras él va muy cómodo encima” Entonces, tomaron la decisión de subirla a ella al burro, mientras padre e hijo tiraban de las riendas. Al pasar por el tercer pueblo, la gente comentaba: “Pobre hombre. Después de trabajar todo el día, debe llevar a la mujer sobre el burro! y pobre hijo ¡qué le espera con esa madre!” Se pusieron de acuerdo y decidieron subir los tres al burro p ara comenzar nuevamente su peregrinaje. Al llegar al pueblo siguiente, escucharon que los pobladores decían: “Son unas bestias, más bestias que el burro que los lleva, van a partirle la columna!” Por último, decidieron bajarse los tres y caminar junto al burro. Pero al pasar por el pueblo siguiente no podían creer lo que las voces decían sonrientes: “Mira a esos tres idiotas: caminan, cuando tienen un burro que podría llevarlos” Conclusión... Siempre te criticarán, hablarán mal de ti y será difícil que encuentres alguien a quien le conformen tus actitudes. CUENTO: ACTITUDES Dice una antigua leyenda que, cuando Dios estaba creando el mundo, se le acercaron cuatro ángeles, y uno de ellos le preguntó: “Qué estás haciendo?”; el segundo le preguntó: “¿Por qué lo haces?”; el tercero: “¿Puedo ayudarte?”; y el cuarto: “¿Cuánto vale todo esto?” El primero era un científico, el segundo un filósofo, el tercero un altruista, el cuarto un agente inmobiliario. Un quinto ángel se dedicaba a observar y a aplaudir con entusiasmo. Era un místico. Antohny de Mello. “La oración de la rana. 2” Nunca digas, no sé, no valgo, no puedo, no tengo fuerzas, no entiendo, esas cosas son para los que saben. Para hacer Iglesia y Pueblo, todos valemos, sabemos y podemos. Si tienes cinco dones… Se valiente y humilde para descubrir y reconocer tu don; si Dios te dio corazón que tu boca no falte en la hora de la fraternidad. Si te dio alegría, que tu alegría no falte en la fiesta de los pobres. pon cinco; si tienes uno pon uno. Entonces ¡Vive como creas! ¡Haz lo que te dicte el corazón! ¡Anímate! Juntos hacemos Iglesia. .