OBSERVACIONES A LA PROPUESTA DE REZONIFICACIÓN DEL DISTRITO DE CHACLACAYO FORMULADA DESDE LA MUNICIPALIDAD METROPOLITANA DE LIMA ASOCIACIÓN TIERRA VIVA CHACLACAYO, FEBRERO DEL 2006 1 ÍNDICE INTRODUCCIÓN 4 ANTECEDENTES 5 Capítulo N° 1 GESTIÓN TERRITORIAL DEL DISTRITO DE CHACLACAYO 1.1 Sobre el espacio natural. 9 1.2 Sobre las edificaciones en laderas y valles. 11 1.3 Sobre el espacio abierto inerte. 12 1.4 Sobre las áreas verdes. 12 Capítulo N° 2 SUMINISTRO DE AGUA POTABLE 2.1 Sobre la administración. 14 2.2 Sobre los requerimientos de agua, sus fuentes y rendimientos. 15 2 CAPÍTULO N° 3 VIALIDAD Y TRANSPORTE PÚBLICO 3.1 Ejes principales de interconexión. 16 3.2 Características principales de las calles del distrito. 16 3.3 Transporte público. 17 Capítulo N° 4 CONTAMINACIÓN AMBIENTAL 4.1 Contaminación del aire y contaminación sonora. 18 4.2 Contaminación del agua. 18 ALGUNAS CONCLUSIONES 20 ANEXOS Anexo A: Parques en el casco urbano de Chaclacayo. Anexo B: Pozos acuíferos en Chaclacayo. 3 INTRODUCCIÓN Mediante el presente documento, Tierra Viva, asociación civil sin fines de lucro dedicada a promover el desarrollo sostenible y la preservación del medio ambiente en el cono este de Lima, presenta sus objeciones a la propuesta de rezonificación del distrito de Chaclacayo, en particular, y de la ciudad de Lima en general, formulada desde la Municipalidad Metropolitana de Lima. Como estas páginas argumentan en detalle, la rezonificación propuesta no sólo violenta la historia y sentido de Chaclacayo, sino además resulta antitécnica e inviable pues ignora las severas limitaciones geográficas, ambientales y de servicios en la zona. Todo esto implica además un grave retroceso para la gestión urbana de la ciudad en su conjunto, cuyas consecuencias afectarán a la metrópolis entera en su ya complicada comunicación con el interior del país a través de la congestionada Carretera Central. Es de igual manera preocupante la situación de insalubridad y riesgo en que este proyecto coloca a poblaciones enteras, afectando no sólo su calidad de vida sino además sus condiciones de supervivencia y de vida misma: de aplicarse esta rezonificación, serán probablemente decenas de miles los que verán amenazados sus bienes personales y sus propias existencias ante la inevitable ocurrencia de sismos, huaycos, aluviones y crecidas del río. Una situación que podría alcanzar en sus consecuencias legales a quienes la propicien mediante políticas irresponsables. Los errores profundos de esta propuesta de rezonificación parecen derivar de la ausencia de un plan coherente de desarrollo urbano, con los necesarios estudios técnicos de vialidad, salubridad, sostenibilidad, medio ambiente, servicios, etc. Sirva este documento también como un llamado para que de inmediato se subsane esta carencia tan decisiva. 4 ANTECEDENTES Mediante Ordenanza Nº 620, de fecha 01 de abril de 2004, la Municipalidad de Lima Metropolitana reglamenta el proceso de aprobación del Plan Metropolitano de Acondicionamiento Territorial y Desarrollo Urbano de Lima, de planes urbanos distritales y de actualización de la zonificación de los usos del suelo de Lima Metropolitana. En sus considerandos, la norma hace referencia al Plan de Desarrollo Metropolitano de Lima y Callao, 1990 – 2010, precisando su vigencia a la fecha. Así mismo, indica textualmente lo siguiente: Que en el período de 1990 – 2002 (se autoexcluye la actual gestión municipal), el Plan de Desarrollo Metropolitano de Lima y Callao, 1990 – 2010 se ha desvirtuado, “con modificaciones a los planos de zonificación oficiales, aumentado los casos de ocupaciones, habilitaciones y construcciones informales, se está perdiendo la visión integral de desarrollo de la ciudad metropolitana en cuanto a ocupación de suelo; todo lo cual tiene una negativa incidencia en la formación de los valores inmobiliarios y en el ornato, orden y funcionalidad de Lima”. “Que entre los años 1990 y 2003, se han concluido y aprobado diversos Estudios Complementarios y planes específicos de desarrollo para la ciudad de Lima”. “Que luego de más de doce años de aplicación del Plan de Desarrollo Metropolitano de Lima y Callao y sus estudios complementarios y dada la especial 5 actividad social, económica y física que ahora presenta Lima, con su desordenada ampliación territorial, crisis ambiental, déficit de infraestructura y de servicios y la drástica modificación de las tendencias de usos de la tierra urbana, es necesario y urgente revisar y actualizar esos planteamientos, a fin de mejorar la conducción del desarrollo de la ciudad en los próximos años”. Pese a los considerandos arriba transcritos, la Ordenanza Nº 620 absurdamente reitera la vigencia de un Plan Metropolitano que ella misma reconoce no se ha cumplido y resulta incoherente con la realidad actual. Sobre esa dudosa base se ha propuesto una rezonificación que implica “regular el proceso de evaluación, actualización y aprobación del Plan Metropolitano de Acondicionamiento Territorial y Desarrollo Urbano en la provincia de Lima y sus Planes Urbanos Distritales, fundamentándose en los principios rectores de densificar e intensificar el uso del suelo, preservar y mejorar el medio ambiente, promover la iniciativa privada en la ejecución de los programas y proyectos de inversión.” La propuesta municipal corre el riesgo de mimetizarse así con intereses particulares de empresas contratistas que, con una visión de mercantilismo cortoplacista, son incapaces de reflexionar de forma integral sobre el desarrollo de la ciudad. Lo lógico y coherente es que si, como se plantea, el “Plan de Desarrollo Metropolitano de Lima y Callao, 1990 – 2010”, no funcionó y no responde a la realidad actual, se efectúe entonces un verdadero plan integral en el que coherentemente se establezcan políticas, estrategias, programas y proyectos de desarrollo urbano y social. Éstos deben mínimamente establecer los programas 6 metropolitanos de obras de infraestructura básica de transporte y servicios, fijando prioridades y programando las acciones pertinentes para la protección tanto del medio ambiente como de los valores de orden histórico, monumental y paisajístico. Ello implica, por ejemplo, elaborar el plan vial y de transporte de la ciudad, al igual que el plan de recuperación ambiental y de servicios básicos: la red integral de saneamiento, las plantas de abastecimiento de agua y de tratamiento de efluentes, los centros de acopio y de aprovisionamiento a nivel provincial y distrital, la protección de los últimos reductos agrícolas, el incremento de las áreas verdes. También el equipamiento de educación, salud, seguridad y recreación, así como la renovación y revaloración de habilitaciones urbanas, entre otros. Nada de lo arriba observado se ha planteado, declinando la administración municipal al ejercicio de sus funciones, dando como única respuesta la de densificar e intensificar el uso del suelo, sin establecer las pautas que soporten el crecimiento que esto implicaría para la ciudad. Es por ello que Tierra Viva plantea su discrepancia con la citada ordenanza y el plan de rezonificación urbana proyectado para toda la ciudad por la Municipalidad Metropolitana de Lima. Además de los defectos ya señalados, ese plan ignora la importancia actual que para los temas de crecimiento urbano y económico tiene la discusión inevitable del desarrollo sostenible. Ante la depredación alarmante de los recursos naturales y el notorio deterioro del planeta, resulta anacrónica y peligrosa una propuesta que, sin ofrecer soluciones a los problemas estructurales de la ciudad, buscando su 7 desarrollo coherente e integral, plantea como alternativa única una densificación antitéctina que implicará una caotización aún mayor. En particular, hemos analizado las carencias y limitaciones de la infraestructura y demás condiciones existentes en Chaclacayo, y sobre esa base rechazamos también la propuesta presentada por la Municipalidad Metropolitana de Lima para nuestro distrito. Las siguientes páginas resumen la argumentación técnica que justifica esta posición. 8 CAPÍTULO N°1 GESTIÓN TERRITORIAL DEL DISTRITO DE CHACLACAYO 1.1 Sobre el espacio natural (el origen del espacio abierto, la naturaleza misma). Chaclacayo, por su ubicación geográfica, dispone de un paisaje particular y único dentro de los distritos que conforman la ciudad de Lima. Hacia el norte limita con el margen izquierdo del río Rímac, hacia el sur con formaciones montañosas. Ambas fronteras definen el paisaje y el carácter del distrito. La ribera del río Rímac debió así cumplir una función social indispensable para el desarrollo equilibrado del poblador como individuo y de la sociedad en su conjunto, ya que constituye el lugar de recreación por excelencia. En cambio se ha convertido a la mayor parte de esa ribera en zona urbana de alta densidad, donde se han establecido asentamientos humanos sin infraestructura adecuada. De esta forma se ha privatizado el paisaje y el bien público, alterándose por ende su uso y sus funciones, y violentando además la milenaria tradición histórica y cultural que en el antiguo Perú supo entender y respetar la importancia ecológica de la preservación de los cauces y los valles. Sea ya por ignorancia o por politiquería –o por una combinación de ambas– la falta del ejercicio de la autoridad hizo que el espacio abierto se considere siempre un baldío abandonado, sobrante, perdido o sin uso, sin darle la importancia adecuada. El río está llamado a ser el pulmón de la ciudad, a través 9 de la vegetación, cumpliendo con la función de purificar el aire y facilitando la recarga del manto acuífero. Serviría así de eslabón entre el campo y el hombre de la ciudad. En las últimas décadas, sin embargo, el río se ha convertido en una cloaca donde los poblados instalados en una cota inferior al del casco urbano de Chaclacayo no cuentan con sistema de alcantarillado, vertiendo sus desagües al mismo cauce. Lo más grave de ello es el que se haya políticamente auspiciado el establecimiento de poblados importantes en zonas de alto riesgo. Prueba de ello son los problemas generados cada año por la crecida del río, con el gran costo de pérdidas humanas y materiales que eso implica, además de las inversiones enormes pero siempre insuficientes que se generan intentando prevenir y/o subsanar las consecuencias de una desastrosa e irresponsable estrategia de urbanización. Esto puede adquirir incluso visos delincuenciales, al promoverse situaciones de evidente riesgo para la propiedad y la vida humana en momentos en que el calentamiento global y la tropicalización del clima en un corto plazo determinarán graves transformaciones en el caudal de los ríos, con frecuentes recurrencias del Fenómeno del Niño y los aún más devastadores Mega-Niños. Al respecto debe llamarnos a la reflexión la secuencia impresionante de catástrofes que en poco más de un año han devastado el archipiélago de Indonesia y el Caribe, sumergiendo incluso a la histórica ciudad de Nueva Orleans en los Estados Unidos. Es por todo esto que consideramos de vital importancia que la zonificación de las zonas ribereñas no propicie en ellas una presencia demográfica aún mayor a la existente, buscando en cambio generar áreas de 10 reserva ecológica que sirvan como patrimonio recreacional de todos los vecinos y además como protección natural a los inevitables desastres meteorológicos por venir. 1.2 Sobre las edificaciones en laderas y valles. Tanto el casco urbano histórico del distrito como sus nuevos asentamientos humanos se encuentran en zona de valle y de ladera, entre quebradas, por lo que se debe considerar estas características particulares en la definición del uso del suelo. De hecho, esta situación geográfica suele tornarse peligrosa por el constante riesgo tanto de huaycos como de sismos, desprendimientos de rocas y de tierra. Si bien las urbanizaciones consolidadas han por lo general previsto esos peligros, manteniendo libres las zonas de desfogue aluvional, éste no siempre ha sido el caso en las urbanizaciones informales que se verían acrecentadas por la actual propuesta de rezonificación, con los perjuicios evidentes para el distrito y para los pobladores mismos. El problema alcanza incluso al casco urbano histórico, donde –salvo excepciones como las de las áreas de Cusipata y Los Cóndores– se está consignando como zonas de densidad media a los terrenos ubicados al borde de los cerros. Esto no sólo atenta contra la seguridad y la vida de quienes allí residan, sino además contra la historia del distrito y su reserva ambiental: en efecto, en el casco urbano de Chaclacayo las formaciones montañosas han sido por lo general mínimamente urbanizadas, predominando allí edificaciones de baja densidad y poca altura, con abundantes áreas verdes privadas, las mismas que no alteran su 11 entorno y compensan en algo el grave déficit de áreas verdes públicas en nuestro distrito (ver acápite 1.4). Esta situación debe mantenerse como tal, cumpliendo de esta forma una función ambiental y paisajística. 1.3 Sobre el espacio abierto inerte (calles, plazas y otras áreas similares sin presencia de áreas verdes). En su casi totalidad, el casco urbano histórico de Chaclacayo cuenta con calles angostas, provistas de pistas estrechas cuyo ancho promedio no supera los seis (6) metros y veredas que apenas alcanzan el promedio de un (1) metro. Por ello el tránsito vehicular no permite el rápido desplazamiento y menos el estacionamiento. Lo estrecho de las aceras obliga a la población a emplear la pista para usos peatonales. Plantear una densificación y construcción en altura sobre esta reducida red vial es un sinsentido que tugurizará irremediablemente al distrito y empantanará el tráfico. (Véase el capítulo Nº 3 de este documento). 1.4 Sobre las áreas verdes (parques, jardines, bermas centrales). A pesar de su anterior reputación de “distrito ecológico”, el casco urbano histórico de Chaclacayo cuenta con apenas once (11) parques, cuyas áreas sumadas alcanzan tan sólo veintiséis mil quinientos cincuenta y seis metros cuadrados (26,556 m2). Más grave aún es que el proceso de urbanización caótica generada en la periferia no previó espacios suficientes de áreas verdes articuladas 12 de uso público, dejando a los parques existentes en el casco urbano como los principales de uso a nivel distrital. Es así cómo, para una población distrital actualmente estimada de cuarenta y tres mil (43,000) habitantes, contamos con un promedio de áreas verdes per cápita de poco más de medio metro cuadrado por habitante (0.61 m2/ habitante). Esta relación no sólo es marcadamente inferior a la del conjunto de la ciudad, sino además se encuentra exageradamente alejada de los estándares internacionales dados por la Organización Mundial de la Salud, que recomiendan un mínimo de dieciséis metros cuadrados por habitante (16 m2 / habitante) –es decir, alrededor de veintiseis veces más de lo hoy existente en Chaclacayo. Estas agobiantes estadísticas solían verse compensadas por el número y extensión de jardines privados que, sin embargo, en los últimos años han sido severamente reducidos por edificaciones irregularmente construidas gracias a la complicidad o negligencia de las autoridades municipales. La actual propuesta de rezonificación legitimaría y acentuaría este proceso, convirtiendo a Chaclacayo en una de las zonas ecológicamente más pobres y maltratadas de la metrópolis. (Para mayor detalle sobre las áreas verdes en el distrito de Chaclacayo, véase el anexo A de este documento). 13 CAPÍTULO N° 2 AGUA POTABLE Y DESAGUE 2.1 Sobre el servicio de agua potable y desagüe. El sistema de agua potable en el distrito de Chaclacayo es obsoleto, insalubre e insuficiente. Es el mismo municipio distrital que tiene a su cargo la administración del servicio. Incluso en el casco urbano histórico del distrito el servicio es severamente racionado, interrumpiéndose la distribución del agua durante por lo menos seis horas cada día, dependiendo de las zonas, con las molestias que ello implica y el consiguiente deterioro constante de la infraestructura. A la fecha, las redes de agua potable y desagüe tienen una antigüedad de más de cincuenta años, sin haber sufrido renovaciones importantes. Esto da como resultado una constante contaminación del agua y una impresionante pérdida de cincuenta por ciento del líquido que circula por las tuberías, según la información proporcionada por la propia municipalidad de Chaclacayo. Todo ello ha significado que Chaclacayo no cuenta ya con el recurso hídrico necesario para su población actual, y mucho menos para el crecimiento demográfico que implicaría la propuesta de rezonificación de la Municipalidad Metropolitana de Lima, como se demuestra en el siguiente acápite. Así mismo la 14 administración municipal no ha ejecutado ninguna mejora ni ampliación del servicio en los cincuenta años de adminitración. 2.2 Sobre los requerimientos de agua, sus fuentes y rendimientos. A pesar de encontrarse a la ribera de un río, Chaclacayo sólo utiliza agua del subsuelo, sin posibilidades de emplear para consumo humano el agua superficial pues la baja calidad de la misma obligaría a costosas plantas de tratamiento. La fuente principal del recurso hídrico lo constituye así el acuífero, sin dejar de usar el agua proveniente del canal de regadío. Se dispone de cinco pozos con una producción promedio de cuatro mil seiscientos siete metros cúbicos (4,607 m3) diarios. Para una población estimada de cuarenta y tres mil (43,000) habitantes, se tiene por lo tanto una oferta de la décima parte de un metro cúbico (0.10 m3) –es decir cien (100) litros– por habitante por día. Esto equivale a menos de la mitad del promedio necesario de dotación diaria de doscientos cincuenta (250) litros por habitante por día, según los estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como imprescindibles para la vida humana, por los beneficios que reportan a nuestro bienestar físico y emocional. Subsanar ese déficit mediante otras fuentes como canales de regadío o el propio río agravaría muy seriamente las condiciones de salubridad pública. El mismo efecto tendría la densificación buscada mediante la rezonificación irresponsablemente propuesta por la Municipalidad Metropolitana de Lima, 15 sin considerar la existencia de los recursos indispensables para una urbanización sostenible. (Para mayor detalle sobre la producción de agua en el distrito de Chaclacayo, véase el anexo B de este documento). 16 CAPÍTULO N°3 VIALIDAD Y TRANSPORTE PÚBLICO 3.1 Ejes principales de interconexión. La totalidad del distrito de Chaclacayo se encuentra articulada por un solo eje vial, que es el de la Carretera Central. Ésta funciona como su única vía de conexión tanto interna como metropolitana, pues no existen otras avenidas que recorran el distrito o lo vinculen con el resto de la ciudad. 3.2 Características principales de las calles del distrito. Como ya se ha señalado en el acápite 1.3 de este documento, las calles de Chaclacayo son por lo general angostas, provistas de pistas reducidas cuyo ancho promedio no supera los seis metros (6 mts.) y veredas que apenas alcanzan un promedio de un metro (1 mt.). Por ello el tránsito vehicular no permite el rápido desplazamiento y menos el estacionamiento. Lo estrecho de las aceras obliga a la población a emplear la pista para usos peatonales. Propiciar la construcción en altura bajo estas condiciones es un despropósito inexplicable. 17 3.3 Transporte público. Lamentablemente, como en otras partes del país, el medio principal de transporte público dentro de Chaclacayo lo constituyen las mototaxis, vehículos que representan un peligro total y que transitan impunemente tanto en el eje de la Carretera Central como en las calles internas del distrito, sin ningún control policial ni municipal, con el riesgo y la polución que conllevan. Esos vehículos inapropiados agravan la ya de por sí preocupante congestión del tráfico que fluye hacia el resto de la ciudad y la sierra central. Al no existir líneas de ómnibus con capacidad y frecuencia suficientes para la demanda cada vez mayor de transporte de pasajeros, se generaliza el uso de combis –muchas de ellas sin autorización legal– que por su número y pésimos hábitos de manejo provocan atascos con frecuencia impresionantes. La Carretera Central ha dejado de ser así una vía rápida –o siquiera fluida. El incremento importante de población en torno a ella postulado por la rezonificación propuesta desde la Municipalidad Metropolitana de Lima implicaría, por lo tanto, el estrangulamiento permanente del principal viaducto del país. Las consecuencias de todo ello sería gravísimas no sólo para el distrito de Chaclacayo sino para la entera ciudad de Lima, que vería severamente limitado su acceso a zonas vitales como la sierra de Lima y Junín, al igual que el ingreso a la selva por Chanchamayo. 18 CAPÍTULO N°4 CONTAMINACIÓN AMBIENTAL 4.1 Contaminación del aire y cotaminación sonora. Chaclacayo soporta el intenso tránsito de camiones de carga que transitan por el distrito con mercadería que proviene de la selva y de la sierra, así como de ómnibuses de transporte interprovincial. El calamitoso estado de ese parque automotor es de amplio conocimiento público. El distrito se encuentra así ya gravemente perjudicado por el alto nivel de ruido y de emanaciones tóxicas provocado por el paso de estos vehículos. La densificación e intensificación de usos planteada por la rezonificación propuesta llevaría estas condiciones a límites inaceptables. 4.2 Contaminación del agua Chaclacayo, como ya se indicó, a pesar de estar al pie del río se ve imposibilitado de aprovechar este recurso por la alta contaminación del mismo y la ausencia de un programa de recuperación del mismo. La solución buscada mediante el uso de pozos es insuficiente por el rendimiento deficitario de los mismos y por la calidad cada vez más pobre del agua así obtenida, producto de la creciente contaminación en el río y en el valle. Los escasos recursos disponibles por la municipalidad impiden resolver esta grave situación, que 19 desembocaría en un colapso total del servicio de agua y en una grave situación de salubridad pública si se concreta la rezonificación propuesta. 20 ALGUNAS CONCLUSIONES Tierra Viva considera que la implementación del proyecto de rezonificación de Lima metropolitana agravará el actual estado caótico de la ciudad, por no responder a una visión integral que defina y resuelva los graves problemas tanto ecológicos como de servicios y gestión urbana. La densificación propuesta es una alternativa arbitraria y sin justificación técnica, cuyos resultados serán contraproducentes –además de contradecir la preocupación por el medio ambiente demostrada por la Municipalidad Metropolitana en otros aspectos de su gestión. Cualquier propuesta seria de zonificación debe asumir la prioritaria preocupación actual por el desarrollo sostenible y la conservación del medio ambiente, así como reconocer el valor de los espacios abiertos como parte de una política para que éstos realmente formen parte del bienestar y el bagaje cultural de quienes habitamos la ciudad. La ubicación geográfica del distrito de Chaclacayo, con características particulares por su naturaleza y configuración, requiere de una normativa que respete patrones poblacionales de densidad baja. Chaclacayo no cuenta con infraestructura ni recursos ni servicios para soportar una densificación poblacional como la planteada por el plan metropolitano. Las deficiencias en el suministro de recursos básicos como 21 agua y transporte ubican a nuestro distrito a la zaga de otras áreas de Lima y muy por debajo de los estándares internacionalmente establecidos. Insistir con la propuesta de rezonificación implicará un empobrecimiento radical del distrito y de sus habitantes, generando además situaciones de alto riesgo que afectan tanto a los temas de salubridad pública y conservación del medio ambiente como de defensa civil. Esta situación puede poner en delicada situación legal a los responsables de propiciar situaciones en que se pone en riesgo la seguridad de bienes y de vidas humanas. 22