La experiencia educativa en EPJA en Guayaquil, Ecuador, desde la mirada del Buen Vivir Introducción La Educación para Jóvenes y Adultos (EPJA) se presenta como una clave alternativa para la inclusión educativa en Guayaquil, Ecuador, al ofrecer a personas con rezago escolar la oportunidad de retomar sus estudios. Este modelo educativo se desarrolla en un contexto complejo, donde los estudiantes, en su mayoría pertenecientes a la clase media baja, enfrentan múltiples desafíos económicos y sociales. Marcar la EPJA desde la filosofía del Buen Vivir implica no solo atender las necesidades académicas de los estudiantes, sino también promover un aprendizaje integral que valore la equidad, el respeto por la diversidad cultural y el cuidado del entorno. Este ensayo analiza cómo la EPJA en la ciudad de Guayaquil sector Ciudadela La Floresta 2 U.E. LEONIDAS ORTEGA MOREIRA sección Nocturna puede articularse con los valores del Buen Vivir, destacando su importancia en la transformación social y proponiendo estrategias para mejorar su implementación. Desarrollo Realidad de la EPJA en Guayaquil La población estudiantil de la EPJA en Guayaquil está conformada mayoritariamente por mujeres (70%), mientras que los hombres representan el 30%. Este grupo incluye jóvenes de 15 años en adelante para Básica Superior y adultos mayores de 18 años para Bachillerato. Las razones que llevaron a estos estudiantes a abandonar la educación son diversas, entre ellas problemas económicos, familiares, embarazos tempranos y la necesidad de trabajar. En este contexto, los estudiantes de EPJA buscan mejorar sus condiciones de vida, ya sea para acceder a mejores oportunidades laborales o para continuar con estudios superiores. Sin embargo, su realidad está marcada por la precariedad: la mayoría trabaja en empleos informales como comerciantes o carpinteros, y combina esta actividad con sus estudios nocturnos en condiciones de infraestructura educativa muchas veces inadecuadas. El Buen Vivir como marco educativo transformador El Buen Vivir, una filosofía enraizada en la cosmovisión andina, prioriza el bienestar colectivo, el respeto por la naturaleza y la justicia social. En la EPJA, esta perspectiva se traduce en una educación que no solo busca enseñar contenidos académicos, sino también fomentar valores como la solidaridad, la sostenibilidad y la inclusión. Desde esta óptica, la EPJA tiene el potencial de convertirse en un espacio donde los estudiantes no solo adquieran conocimientos, sino también herramientas para transformar su realidad. Esto requiere un enfoque integral que valore sus experiencias, fomente su empoderamiento y promueva su participación activa en la sociedad. BIOL. TONY BAQUE QUIMI Desafíos y oportunidades Aunque la EPJA en Guayaquil tiene un impacto significativo, enfrenta desafíos estructurales. La falta de recursos adecuados, el estigma social hacia los estudiantes y la limitación de un currículo orientado principalmente al cumplimiento de metas básicas son obstáculos que dificultan su potencial transformador. Sin embargo, desde la mirada del Buen Vivir, estos desafíos pueden transformarse en oportunidades. Por ejemplo, integrar proyectos interdisciplinarios como huertos escolares o programas de reciclaje podría enseñar a los estudiantes habilidades prácticas mientras promueve valores de sostenibilidad. Asimismo, incluir formación en emprendimiento fortalecería la autonomía económica de los estudiantes, alineándose con sus necesidades reales. Propuestas de acción Para que la EPJA en Guayaquil cumpla con los principios del Buen Vivir, es necesario: 1. Fortalecer la infraestructura educativa: Garantizar espacios adecuados para el aprendizaje y materiales pedagógicos adaptados a la realidad de los estudiantes. 2. Capacitar a los docentes: Ofrecer formación en enfoques pedagógicos inclusivos y sostenibles que fomenten la participación activa de los estudiantes. 3. Vincular la educación con la comunidad: Promover alianzas con organizaciones locales para desarrollar proyectos que fortalezcan el sentido de pertenencia y el empoderamiento colectivo. Conclusión La EPJA en Guayaquil sector la Floresta 2 U.E. LEONIDAS ORTEGA MOREIRA es más que una segunda oportunidad; es un espacio de transformación individual y social. Desde la mirada del Buen Vivir, esta modalidad educativa tiene el potencial de construir una sociedad más justa y equitativa, donde la educación se convierte en una herramienta para el bienestar colectivo. Aunque enfrenta desafíos significativos, la implementación de estrategias innovadoras y pertinentes puede potenciar su impacto, contribuyendo al desarrollo integral de los estudiantes y al fortalecimiento de sus comunidades. La EPJA no solo responde a una deuda social, sino que también se alinea con la visión de un país donde la educación es un derecho fundamental y un pilar para el Buen Vivir. BIOL. TONY BAQUE QUIMI