Alimentación de Bovinos en Corrales de Engorda Autor: Equipo Editorial INTAGRI La ganadería bovina en América Latina representa una de las principales actividades del sector agropecuario, por la contribución que realiza a la oferta de productos cárnicos. Debido a los patrones culturales de consumo de los diferentes productos cárnicos, la carne de bovino es el eje ordenador de la demanda y de los precios de las demás carnes. Un sistema de producción bovina se caracteriza por el propósito que persigue, es decir si busca la producción de leche, carne, pie de cría, becerros de engorda para el mercado nacional o extranjero, o producción de doble propósito. Este propósito hace que el ganadero se incline por un tipo especial de ganado, el cual le vaya a ser más productivo para sus metas. El engorde en corrales se ha convertido en una alternativa más de producción de carne con diversos objetivos. En algunos casos es convertir granos a carne si económicamente la conversión es rentable, y en otros, interesa desde el punto de vista de un sistema de producción liberar potreros, incrementar la carga animal del campo, asegurar la terminación y la salida o la edad a faena. Proceso digestivo de bovinos de engorda El grano es el componente mayoritario en las dietas de corral de engorda, comúnmente excede el 65% del total del alimento y define la oferta de energía metabolizable y las características físicas del alimento. El tipo de grano y el procesado o la presentación definen el grado de aprovechamiento. La fermentación ruminal es el proceso fundamental para generar la energía necesaria para el crecimiento y engorde. En ese sitio se fermenta entre un 60 a un 80% de la fracción digestible del grano y más del 90% de la proporción del almidón expuesto. El grano es fermentado por la flora ruminal, esta obtiene del mismo la energía y nutrientes para su proliferación. La masa microbiana fluye permanentemente desde el rumen hacia el estómago verdadero donde es digerida (digestión ácida). Por ser rica en proteína microbiana su mayor aporte a la nutrición del animal es en la forma de aminoácidos y péptidos, los que son absorbidos en el intestino. La proteína que aporta esa masa microbiana es generalmente de mayor valor biológico que la proteína ingerida. La síntesis de proteína microbiana a partir de fuentes de nitrógeno no proteico es uno de los elementos centrales de la alimentación a corral de bajo costo, donde la proteína bruta de la dieta es de calidad nutritiva muy inferior a la que llega al intestino del bovino. Figura 1. Microorganismos ruminales adheridos a la pared celular de una planta. La masa bacteriana es también proveedora de lípidos esenciales que el animal no puede sintetizar. La fermentación ruminal normal ocurre en ausencia de oxígeno. En un medio carente de oxígeno, el proceso degradativo libera energía pero no termina en la formación de agua como producto final, sino en la generación de ácidos grasos volátiles. Estos metabolitos son considerados residuales de la fermentación proveen energía al animal, siendo los más importantes el acético, el propiónico y el butírico. También se generan otros ácidos de metabolismo intermedio entre los que debe citarse el ácido láctico. De los ácidos grasos principales citados, el acético es el principal precursor de la síntesis hepática de lípidos, componentes de los triglicéridos, y el propiónico es el principal precursor para la generación de glucosa. El ácido láctico es más fuerte que los otros y de remoción lenta del medio ruminal, su acumulación incrementa rápidamente la acidez del rumen, torna la absorción de ácidos más lenta y puede generar acidosis, parálisis o coma muscular. El intestino delgado es otro sitio de utilización del almidón. Esa digestión complementaria que puede ocurrir a nivel de tracto digestivo inferior hace que la digestibilidad del almidón sea de 92 al 99%.El tipo de almidón y el procesado del grano tienen una influencia directa sobre la tasa y sitio de digestión. Los granos de trigo y cebada poseen un almidón de mayor degradabilidad ruminal que el sorgo y el maíz. Estos últimos tienen una estructura proteica entre gránulos que impide la rápida exposición al licor ruminal y retarda el ataque microbiano. Una fracción de almidón que escapa a la fermentación ruminal y que alcanza el intestino delgado donde puede ser digerida enzimáticamente y absorbida Figura 2. La degradabilidad de la fibra depende del pH del directamente como monómeros o rumen. dímeros de glucosa. El escape de almidón hacia el intestino delgado puede incluso mejorar la eficiencia de utilización de la dieta por su digestión directa, afectar el sitio de digestión del nitrógeno, y mejorar la eficiencia de conversión de la materia seca. Este mecanismo, sin embargo, es limitado porque la capacidad intestinal para remover almidón de la ingesta es inferior a la de los monogástricos. El procesado de los granos mejora la digestibilidad de la materia seca del grano y por lo tanto del almidón, incrementa la tasa de pasaje de la ingesta a lo largo del tracto digestivo, y mejora el aprovechamiento, en particular de granos pequeños o duros. Las formas de procesado son diversas y tienen resultados diferentes según se trate de granos secos o húmedos. La forma de alimentación Entre los aspectos básicos a tener en cuenta, el primero de todos es el nivel de consumo ya que está directamente relacionado con el crecimiento y el aumento de peso. En animales jóvenes el consumo será equivalente al 2.8 a 3 % del peso vivo o superior. En las categorías de animales más grandes (novillos de 350 kg para arriba) el consumo diario puede variar entre el 2.6 al 2.8 % del peso vivo. Es importante considerar que el acostumbramiento merece especial atención. En ese período el rumen del animal deberá acostumbrarse progresivamente a fermentar altas cantidades de almidón sin que se provoquen trastornos digestivos. Durante los primeros 15 a 20 días ocurre el proceso de acostumbramiento de los animales a la dieta de alta concentración energética. Debería comenzarse con una dieta mayoritaria en forraje, para en el término de 15 a 20 días estar en la dieta de alto grano. La velocidad de este proceso depende de la rutina y la adaptación de los animales. Una estrategia simple es comenzar con una dieta con 30 % de grano durante 4 días, luego pasar a 40 % de grano durante 4 días, luego a 50 % de grano durante 4 días, luego a 60 % de grano durante 4 días y finalmente instalarse en la dieta final. Aunque muchos productores ofrecen la ración en una sola porción, lo ideal es alimentar en forma intermitente, para evitar grandes volúmenes en el comedero que pueden resultar en sobreconsumo por parte algunos animales o en la separación de las fracciones componentes del alimento por selección o por migración de las partículas más finas hacia el fondo del comedero. En la práctica se recomienda ofrecer el alimento al menos dos veces por día, dividiendo en 2 partes la oferta diaria, de esta manera el consumo será más homogéneo, la separación de componentes de la dieta menor, habrá menor incidencia de acidosis subclínica y menor desperdicio. Se sugiere planear el comedero con un frente de 30 cm por animal, de manera que los animales solo tengan acceso por un lado. La rutina de alimentación es muy importante. Es recomendable que los animales no se alteren o molesten con manejo innecesario. Todo pesaje o vacunación debe ser planeado tratando de evitar ayunos prolongados que puedan exponer a sobre consumos y empachos posteriores. Figura 4. Se sugiere planear el comedero con un frente de 30 cm por animal, de manera que los animales solo tengan acceso por un solo lado. En dietas de bovinos en corral, el grano es el componente mayoritario, este excede el 65 % del total de la dieta. El oferente proteico participa en el mínimo necesario para aportar la proteína que la dieta requiere. En el cálculo debe tenerse en cuenta el contenido de proteína de cada insumo, incluido el del grano, que aunque proporcionalmente bajo (8 a 9 %), es importante por la fracción mayoritaria que el grano ocupa de toda la dieta. El ambiente ruminal que se crea cuando el animal ingiere una alta cantidad de almidón y la fermentabilidad de la fibra es muy pobre o nula. Por ello, el heno o forraje no necesita ser de alta calidad, ya que será muy poco digerido y sólo cumplirá un rol mecánico, de estímulo de la rumia y la motilidad ruminal. No será un oferente de energía metabolizable importante. Para los alimentos proteicos, es conveniente tener información de laboratorio de la proteína bruta contenida en los insumos que pensamos usar, ya que la cantidad de proteína pude variar de un ingrediente a otro, o incluso de un lote al otro. También se usan concentrados comerciales que por su alto contenido de proteína bruta, permiten reducir la cantidad de grano a un valor mínimo, además, algunos contienen el complejo vitamínico y mineral incorporado, incluyendo ionóforos (monensina) que operan como moduladores de la fermentación y del consumo. La participación de la urea en las dietas de bovinos de engorda, permite una reducción importante del uso de concentrados, pero en ningún caso debe superar el 1 %. Niveles de 1 a 1.2 % de urea respecto al total de la dieta, son considerados el límite superior de inclusión de urea en dietas de engorda sin riesgo de intoxicación amoniacal. En el suplemento mineral, debe asegurarse la presencia de sal común, calcio, fósforo y magnesio, sumamente necesarios para animales jóvenes en crecimiento. Dada las dificultades de mezclar cantidades pequeñas, se sugiere utilizar mezclas minerales que contengan sal y macro minerales (Ca, P, Mg) premezclados con los micro minerales y la monensina u otro ionóforo. Estas observaciones son muy importantes en los casos en que se plantee no utilizar ningún tipo de fibra o forraje en el alimento. Costos de alimentación La composición del alimento a utilizar es el componente central de la definición del costo. Las dietas pueden variar según su grado de complejidad yendo de las más simples que sólo son ingredientes sin procesar y mezclados por el mismo productor, hasta aquellas en las que el productor procesa los ingredientes e incluso compone su propio núcleo vitamínico y mineral. Muchos productores prefieren las mezclas simples donde se mezcla el grano con un concentrado proteico que a su vez aporta algo de fibra (concentrados comerciales, o subproductos de la industria aceitera) y con un núcleo vitamínico y mineral que provee los macro y microminerales, a los que se suma una fuente de fibra en rollo o heno (forraje ofrecido entero, desmenuzado o molido). A veces se agrega urea para reducir la necesidad de harinas proteicas. La rentabilidad del negocio depende de la eficiencia de conversión y fundamentalmente la relación de precios entre el precio de compra del ternero y el precio de venta del animal finalizado. La eficiencia de conversión está muy ligada a la categoría animal. Los animales jóvenes tienen eficiencias mayores que los animales más grandes. En el novillo el negocio es menos atractivo y muy sensible al precio del novillo al ingreso. En esta categoría la eficiencia de conversión rondará entre el 7 y el 8 a 1 (se requiere de 7 a 8 kg de alimento por kilo de peso producido), cuando en terneros o vaquillonas las eficiencias de conversión pueden estar en el 5 o 6 a 1. Siendo el grano el insumo principal, debería realizarse la evaluación a costo de producción y costo de oportunidad de los insumos. Generalmente se realiza primero con base en el costo del grano en el mercado y se compara la factibilidad del negocio sobre este. Para cerciorarse de la eficiencia del sistema de producción hay que medir el resultado de la inversión contra el costo del kilogramo de carne producido, que se determina cuantificando los indicadores de producción, a saber: ganancia de peso, consumo de alimento, relación alimento distribuido/consumido, conversión, calidad de producto terminado. Capacítate y aprende como determinar el costo de cada ración en el Curso de Formulación de Alimentos para Bovinos de Engorda. Cita correcta de este artículo INTAGRI. 2020. Alimentación de Bovinos en Corrales de Engorda. Ganadería. Serie Ganadería, Núm. 39. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 5 p. Fuentes Consultadas Rubio, L. M. S.; Braña, V. D.; Méndez, M. R. D.; Delgado, S. E.; 2013. Sistemas de Producción y Calidad de carne Bovina. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Universidad Nacional Autónoma de México, Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Fisiología y Mejoramiento Animal, INIFAP. Da Silva, L. A. 2008. Engorde de bovinos en feedlot: en búsqueda de alternativas para aumentar rentabilidad. Producir XXI, Bs. As., 16(196):36-43. Pordomingo, A. J. 2004. ENGORDE A CORRAL. Curso de Posgrado Actualización en Invernada, INTA Fac. Ciencias Veterinarias UNLPam.