SÁB SESIÓN DEL SÁBADO POR LA MAÑANA CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193 Élder Gary E. Stevenson Presidenta Bonnie H. Cordon ¿Qué pueden hacer las personas y las familias para que la enseñanza y la celebración de la Resurrección de Jesucristo — la historia de la Pascua — se haga con el mismo grado de equilibrio, plenitud y de tradición religiosa que las de Su nacimiento — la historia de la Navidad? Además de los versículos sobre la Pascua del Antiguo Testamento, los Santos de los Últimos Días tienen “quizás, los pasajes más magníficos de la Pascua de Resurrección de todo la cristiandad” — el relato del Libro de Mormón sobre la visita del Cristo resucitado al nuevo mundo. “En realidad, el Libro de Mormón comparte el relato más grandioso de la Pascua de Resurrección jamás contado. Ruego que no sea el relato más grandioso de la Pascua de Resurrección que nunca se contó. Los invito a mirar el Libro de Mormón desde una nueva perspectiva y a considerar el profundo testimonio que ofrece de la realidad del Cristo resucitado, así como de la riqueza y profundidad de la doctrina de Cristo. . … “El Libro de Mormón es otro testigo de Jesucristo porque, a lo largo de sus sagradas páginas, un profeta tras otro testifica no solo de que Cristo vendría, sino que Él vino realmente. … “Su visita como Salvador resucitado, presentado por Dios el Padre, es el mensaje de la Pascua de Resurrección más glorioso y triunfante, y ayudará a los miembros de nuestra propia familia a obtener un testimonio personal de Jesucristo como nuestro Salvador y Redentor, quien rompió las ligaduras de la muerte”. Cuando al padre de la presidenta Cordon le diagnosticaron ELA o la enfermedad de Lou Gehrig en 2011, le dijo algo que le quedó grabado: “Bonnie, nunca dejes pasar la oportunidad de testificar de Cristo”. Este consejo le transmitió la importancia de acercarse al Salvador de manera real y personal. Cuando Cristo visitó a los nefitas, Su invitación no fue a que permanecieran a distancia, sino a que se acercasen a Él. “Aunque no disfrutemos de la misma proximidad física que aquellos que caminaron con Cristo durante Su ministerio, ¡a través del Espíritu Santo podemos experimentar Su poder cada día! ¡Tanto como necesitemos!”. La cercanía personal a Cristo aumenta por medio de la adoración frecuente en el templo, el arrepentimiento diario, el estudio de las Escrituras, la asistencia a la Iglesia y a Seminario, al meditar en nuestra bendición patriarcal, al recibir dignamente las ordenanzas y al honrar los convenios sagrados y testificar de Él. El adversario puede hacer que resulte difícil escuchar la voz del Señor. “Nuestro mundo, nuestros desafíos, nuestras circunstancias no serán más apacibles, pero podemos y debemos sentir hambre y sed por las cosas de Cristo para “escucharlo” con claridad. Debemos crear hábitos de discipulado y un testimonio que se centre en nuestra dependencia diaria del Salvador. … Busquen a Cristo en todas partes —¡les prometo que Él está allí!” Élder Carl B. Cook Élder Gerrit W. Gong No permitan que el desánimo los abrume cuando se enfrenten a decepciones, experiencias dolorosas, carencias personales u otros desafíos. “El Dios del cielo y de la tierra nos ayudará a superar el desaliento y cualquier obstáculo que encontremos si lo buscamos a Él, seguimos los susurros del Espíritu Santo y simplemente seguimos adelante, con fe”. Cuando las personas se sienten débiles o incapaces, el Señor puede aumentar su fe, su fortaleza y su capacidad. Mientras presidía su primera conferencia de estaca como Setenta de Área, el élder Cook estuvo acompañado por el presidente Boyd K. Packer, el entonces presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles. En la sesión de liderazgo, el élder Cook se sorprendió cuando después de hablar durante 15 minutos, el presidente Packer lo invitó a hablar de nuevo. Pidió al Señor ser bendecido con otro pensamiento para compartir. Cuando el presidente Packer le invitó a hablar por tercera vez, “estaba agotado”, dijo. Aunque quería salir huyendo, él supo “que era el momento de ejercer más la fe”. Milagrosamente pudo dar otro mensaje. “La reunión para adultos siguió el mismo modelo”, y él habló tres veces más. Mirando hacia el pasado, está agradecido por no haberse rendido ni resistido. “A pesar de mi debilidad, aprendí que puedo servir, que puedo contribuir cuando el Señor está a mi lado, si simplemente sigo adelante, con fe”. La ministración inspirada bendice a las familias y a las personas, y también fortalece a los barrios y a las ramas. Los Santos de los Últimos Días podrían pensar que su barrio o rama es como un ecosistema espiritual donde el Señor de la viña y Sus siervos hacen producir preciosos frutos al unir las fortalezas y debilidades de todos los árboles. “Juntos, bendicen corazones y hogares, barrios y ramas, mediante la ministración inspirada y constante”. La ministración bendice a las generaciones. “En muchos lugares, podemos tender una mano a los demás, comprender cuál es su situación actual y cultivar relaciones cuando visitamos a los miembros en sus casas con regularidad. Las invitaciones inspiradas cambian vidas. Cuando las invitaciones nos ayudan a hacer y a guardar convenios sagrados, nos acercamos más al Señor y a los demás”. En algunos lugares de la Iglesia hay una brecha en la ministración. Hay más personas que dicen que están ministrando que las que dicen que están siendo ministradas. El Salvador Jesucristo es el perfecto ejemplo de cómo ministrar. “Dondequiera que estemos en esta época de Pascua de Resurrección, tendamos la mano y preocupémonos por otros como lo haría nuestro Salvador, en particular por quienes tenemos el privilegio de ministrar por amor y asignación. Al hacerlo, ruego que nos acerquemos más a Jesucristo y los unos a los otros, llegando a ser más semejantes a Él y siendo los seguidores de Jesucristo que Él quiere que cada uno seamos”. del Cuórum de los Doce Apóstoles Presidenta general de las Mujeres Jóvenes del Cuórum de los Doce Apóstoles de la Presidencia de los Setenta 1 SÁB SESIÓN DEL SÁBADO POR L A MAÑANA CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193 Élder Quentin L. Cook Élder Allen D. Haynie Presidente Henry B. Erying El Padre Celestial desea que Sus hijos se reúnan a salvo en su hogar. Su plan se basa en la rectitud, el guardar Sus mandamientos, recibir ordenanzas y honrar los convenios El presidente Russell M. Nelson ha puesto un repetido énfasis en el recogimiento de Israel — un concepto que se ha expandido enormemente a través de la restauración de la Iglesia de Jesucristo y el Libro de Mormón. “Quienes aceptan el evangelio de Jesucristo, independientemente de su linaje, se convierten en parte del Israel congregado. Con dicho recogimiento y los numerosos templos construidos y anunciados, estamos en una posición inigualable de recoger a Israel a ambos lados del velo como nunca antes en el plan del Padre”. Los miembros y los misioneros en todo el mundo están incrementando los esfuerzos para reunir al Israel disperso, y el crecimiento continúa en todas partes. “Sin embargo, nuestro compromiso de amar, compartir e invitar puede aumentar en gran manera”. “Mi ruego específico hoy es que cada niño, niña, jovencito, jovencita, familia y cuórum, Sociedad de Socorro y clase evalúe cómo aceptamos individual y colectivamente el impresionante consejo de ayudar a recoger a Israel que nos han dado el Señor y nuestro amado profeta. … “El Señor espera que quienes han recibido Su evangelio se esfuercen, de manera urgente, por ser un faro de luz ejemplar que ayude a los demás a venir a Dios”. El saber por revelación que existe un profeta viviente en la tierra lo cambia todo. “Un profeta es alguien a quien Dios personalmente ha preparado, llamado, corregido, inspirado, reprendido, santificado y sostenido. Es por eso que nunca corremos riesgos espirituales cuando seguimos los consejos proféticos”. Las condiciones actuales en el mundo pueden causar pánico, pero “como hijos del convenio de Dios, no es necesario que andemos en busca de esto o aquello para saber cómo afrontar estos tiempos difíciles. No tenemos por qué temer. …La clave es seguir al profeta viviente”. Con el sagrado encargo de preparar a la nueva generación en medio del apogeo de la influencia del adversario “no podemos ser una fuente de confusión en cuanto a la importancia de seguir los consejos proféticos”. “Nuestras aparentemente pequeñas desviaciones, incumplimientos silenciosos o críticas susurradas en respuesta a los consejos proféticos pueden resultar en que solo caminemos peligrosamente cerca de la orilla de la senda de los convenios”. Estas pequeñas desviaciones, cuando se agravan bajo la influencia del adversario, pueden hacer que la nueva generación abandone por completo la senda del convenio. Este es un precio generacional demasiado alto. Sin embargo, aquellos que fallan en sus esfuerzos por seguir al profeta se pueden arrepentir y comenzar otra vez a seguir el consejo del presidente Russell M. Nelson. “Estábamos ansiosos por venir a la tierra en este tiempo, con la confianza de que no se nos dejaría tropezar cuando afrontáramos los vapores cada vez más oscuros y más confusos del adversario”. En una época de turbulencia espiritual en el mundo, existe el “milagro de hallar paz personal, cualesquiera que sean nuestras circunstancias”. En Juan 14:15-27 el Salvador explicó cómo Sus discípulos y los demás podrían sentir paz cuando Él ya no estuviera en la tierra junto a ellos. El Salvador enseñó cinco principios en esos versículos. La paz viene después de vivir Sus mandamientos obedientemente. El Espíritu Santo puede morar en las personas; el amor a uno mismo y por los demás surge a medida que guardamos los convenios. Cumplir los mandamientos de Dios requiere un amor especial hacia Dios. El don de la paz en esta tierra y en la eternidad se obtiene a través de la fe en Jesucristo y el arrepentimiento. “Hay motivos para el optimismo: la luz de Cristo se concede a cada recién nacido. Con ese don universal se recibe el sentido de lo que es correcto, el deseo de amar y de ser amado”. Los padres tienen la responsabilidad de educar a sus niños y darles el ejemplo que les muestre cómo edificar su propia fe en el Salvador. Hacer esto ayudará a preparar el camino para la Segunda Venida. “La nueva generación se convertirá en la cuidadora de la generación siguiente. … el reino del Señor sobre la tierra estará listo para recibirlo con aclamaciones de hosanna. Habrá paz en la tierra”. del Cuórum de los Doce Apóstoles Setenta Autoridad General Élder Jeffrey R. Holland del Cuórum de los Doce Apóstoles fue excusado de la conferencia general debido a COVID-19. de la Primera Presidencia Nota del editor: Ésta es una traducción preliminar realizada por Church News. La transcripción oficial se publicará en una fecha posterior en ChurchofJesusChrist.org 2 SÁB SESIÓN DEL SÁBADO POR L A TARDE CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193 Élder Dale G. Renlund Élder Peter Meurs Dos veces al año, cuando el sol, la luna y la tierra se alinean, una oleada de la marea envía poderosas olas río arriba del Amazonas, en contra de su flujo natural. En Brasil, el fenómeno se conoce como “pororoca”. “A diferencia del Amazonas, nosotros podemos escoger si cedemos ante los poderes del cielo o si seguimos la corriente”. Ir contra la corriente puede ser difícil. Pero cuando nos sometemos al “al influjo del Santo Espíritu” (Mosíah 3:19) y ponemos de lado las tendencias egoístas del hombre o la mujer natural, podemos recibir el poder transformador del Salvador en nuestra vida; el poder para hacer cosas difíciles. “Conforme anden la senda de los convenios, del bautismo al templo y a lo largo de la vida, les prometo que tendrán el poder de ir contra la mundana corriente natural: el poder de aprender, el poder de arrepentirse y ser santificados, y el poder de hallar esperanza, consuelo, e incluso gozo al afrontar los desafíos de la vida. Les prometo a ustedes y sus familias protección contra la influencia del adversario, en especial cuando hacen del templo un lugar fundamental en su vida”. Al venir a Cristo y conectarnos con Él y con el Padre Celestial a través de los convenios, sucede algo aparentemente antinatural. “Son transformados y perfeccionados en Jesucristo. Se convierten en hijos del convenio de Dios y herederos en Su reino”. En 1990, mientras conducía a su casa en Australia, el élder Meurs se durmió momentáneamente y provocó un accidente automovilístico frontal. Su esposa resultó gravemente herida y su hijo pequeño no respondía hasta que recibió una bendición del sacerdocio mientras la ambulancia estaba en camino. Con tres de los cinco miembros de su familia hospitalizados, le rogó al Padre Celestial que su familia y los heridos del otro vehículo se recuperaran. Todos se sanaron con el tiempo. Pero enfrentó profundos sentimientos de culpa y remordimiento, reviviendo los horribles eventos. “Luché durante años para perdonarme a mí mismo y encontrar paz. Entonces, mientras ayudaba a otros a arrepentirse y los ayudaba a sentir la compasión, la misericordia y el amor del Salvador, me di cuenta de que Él podía sanarme a mí”. El poder sanador y redentor del Salvador se extiende a los errores accidentales, las malas decisiones, los desafíos y las pruebas de todo tipo, así como a nuestros pecados. “Al volverme hacia Él, mis sentimientos de culpa y remordimiento fueron sustituidos gradualmente por paz y descanso. … “Ya sea que lleven la carga de un pecado no resuelto, sufran una ofensa cometida contra ustedes hace mucho tiempo o luchen por perdonarse a sí mismos por un error accidental, tienen acceso al poder sanador y redentor del Salvador Jesucristo”. Élder Randall K. Bennett Élder Craig C. Christensen Una bendición patriarcal puede ayudar a superar los desafíos de la vida, ya que ayuda a una persona a comprender su identidad y perspectiva divinas. “Saber quién era yo en realidad me ayudó a comprender y a tener el deseo de hacer lo que Dios esperaba de mí”. Esto lo condujo a estudiar los convenios, incluyendo las bendiciones prometidas en el convenio de Dios con Abraham. “Me brindó una perspectiva eterna que me inspiró a guardar mis convenios más plenamente”. También hallamos fortaleza espiritual cuando estudiamos nuestra bendición patriarcal. “Estudié mi bendición patriarcal a menudo, a veces a diario, lo cual me permitió sentir el consuelo y la influencia orientadora del Espíritu Santo, quien me ayudó a disminuir mi ansiedad conforme seguía Sus impresiones”. Esto condujo a un mayor deseo de “invitar activamente la luz, la verdad y el Espíritu Santo” mediante el estudio de las Escrituras y la oración diaria. “Ese enfoque me ayudó a experimentar gozo, a pesar de mis circunstancias personales”. Estudiar su bendición patriarcal también lo ayudó a tener “el deseo de actuar mejor y ser mejor”, resistir las tentaciones y tener el valor de arrepentirse. “Apreciar mi bendición patriarcal cuando era joven me ha bendecido con valor cuando me sentía desalentado, con consuelo cuando tenía temor, con paz cuando me sentía ansioso, con esperanza cuando me sentía desesperanzado y con gozo cuando más lo necesitaba”. El gozo es más profundo y edificante que cualquier placer o comodidad que el mundo pueda ofrecer. Fuimos creados para tener gozo, pero no es barato ni se nos da casualmente; más bien, el gozo se compró con la preciosa sangre de Jesucristo. “Si realmente entendiéramos el valor del gozo verdadero y divino, no dudaríamos en sacrificar cualquier posesión mundana ni en hacer los cambios necesarios para recibirla”. La idea del arrepentimiento como camino hacia el gozo puede parecer contradictoria, ya que el arrepentimiento a veces puede ser un proceso incómodo o doloroso. Pero el gozo sigue al proceso de arrepentimiento. “El arrepentimiento produce gozo porque prepara nuestro corazón para recibir la influencia del Espíritu Santo. Llenarse de gozo significa llenarse del Espíritu Santo. Nuestro gozo aumenta a medida que trabajamos a diario para traer el Espíritu a nuestra vida”. También hay un gran gozo en ayudar a otros a arrepentirse. “Ayudar a los demás a arrepentirse es una expresión natural de nuestra gratitud hacia el Salvador; y es una fuente de gran gozo”. El Salvador siente gozo cada vez que una persona se arrepiente. del Cuórum de los Doce Apóstoles Setenta Autoridad General Setenta Autoridad General Setenta Autoridad General 3 SÁB SESIÓN DEL SÁBADO POR L A TARDE CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193 Élder Evan A. Schmutz Élder Benjamin De Hoyos Élder Dieter F. Uchtdorf La necesidad de confiar en la doctrina de Jesucristo es un tema que el presidente Russell M. Nelson enseñó a los presidentes de misión y se aplica a todos. “Si hemos de aceptar la invitación del presidente Nelson de tener la doctrina de Cristo arraigada en la médula de nuestros huesos, debemos hacerlo por medio del estudio, oración, fe y arrepentimiento continuo. Debemos invitar al Espíritu Santo a grabar la doctrina de Cristo ‘en tablas de carne de [nuestro] corazón’ (2 Corintios 3:3) permanentemente como fue grabada por Nefi sobre las planchas de oro”. Confiar en la doctrina de Cristo significa vivir de acuerdo con cada una de Sus palabras, acercarnos al Padre Celestial todos los días en oración, dejar de lado las cosas superficiales del mundo para centrarnos en el Redentor del mundo, seguir al Salvador y hacer convenio con Él y perseverar hasta el fin sin importar los desafíos de la vida. “En el plan perfecto de Dios, el sufrimiento con fe en Cristo está ligado a llegar a ser perfecto en Cristo”. Edificando “sobre el fundamento de una relación de convenio con Cristo, estamos confiando en la doctrina de Cristo y, al acercarnos a Él, tenemos Su promesa de vida eterna”. Los primeros Santos de los Últimos Días trabajaron y se sacrificaron durante tres años para construir el Templo de Kirtland, Ohio. Desde que el profeta José Smith lo dedicó, el espíritu de Elías ha inspirado a personas de todo el mundo a buscar a sus antepasados. El Señor alienta a todos los Santos de los Últimos Días a preservar su historia familiar, a aprender de sus antepasados y hacer los arreglos necesarios para que reciban las ordenanzas del Evangelio en los templos. Llevar a cabo esta obra es una parte central del plan del Padre Celestial para unir a las familias por esta vida y para la eternidad. Aquellos que no se sienten capaces de hacer esta obra no están solos. La Iglesia ha puesto a disposición todas las herramientas necesarias en los Centros de FamilySearch y las ha diseñado para que sean fáciles de usar. Realizar la obra del templo y de historia familiar hará que el Espíritu “inunde nuestros corazones”, “despierte nuestras facultades” y “nos guíe en la búsqueda de los nombres de nuestros antepasados”. “Recordemos que la historia familiar va más allá de solo buscar nombres, fechas y lugares; es unir las familias y sentir el gozo que viene de extenderles las ordenanzas del Evangelio”. “Mi mensaje a todos los padres es este: El Señor los ama; Él está con ustedes; está a su lado. Él es su fortaleza para que guíen a sus hijos a tomar decisiones correctas”. “Acepten este privilegio y responsabilidad con valor y alegría. No traten de delegar esta fuente de bendiciones celestiales a nadie más”. Ayuden a los niños a desarrollar la fe en Jesucristo y a amar Su evangelio y Su Iglesia. “El Salvador les ayudará a ustedes, los guiará y los alentará. Busquen Su ayuda. … Así como Jesucristo es la fortaleza de la juventud, Jesucristo también es la fortaleza de los padres”. El amor de un padre es una de las fuerzas más poderosas del universo. Úsenla para crear un ambiente rico para enseñar la verdad y edificar la fe. Puede que una conversación o un buen ejemplo no provoquen un cambio, pero la constancia de cosas pequeñas y simples, una gota a la vez, nutre a un niño mucho mejor que una inundación ocasional. Dios está deseoso de derramar Su Espíritu para guiar a los padres. “Los invito a aceptar el ofrecimiento de Dios de guiar a su familia mediante la revelación personal”. Tranquilos. A todos los padres les preocupa no ser lo suficientemente buenos, pero Jesucristo es la fuente divina de ayuda. “¿Significa que ustedes y su familia serán perfectos? No, pero mejorarán”. Setenta Autoridad General Setenta Autoridad General 4 del Cuórum de los Doce Apóstoles SÁB SESIÓN DEL SÁBADO POR L A NOCHE CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193 Élder Mark A. Bragg Hermano Milton Camargo Cuando el amigo de la familia y entrenador legendario John Wooden escuchó que el élder Bragg se había unido a la Iglesia, le dijo que usara su fe para tener serenidad: “Sé un buen hombre en medio de una tormenta”. “El aplomo espiritual nos bendice para permanecer calmados y centrados en lo que tiene más importancia, especialmente cuando estamos bajo presión”. El Salvador es el máximo ejemplo de serenidad. En el Huerto de Getsemaní, sabía quién era y fue fiel a su misión divina. Sabía que había un gran plan de felicidad. Y sabía que por medio de Su expiación, todos los que hagan y guarden convenios sagrados serán salvos. Conocer nuestra identidad divina. “Saber quiénes somos y ser fieles a esa identidad divina son elementos fundamentales para desarrollar aplomo semejante al de Cristo”. Saber que hay un plan divino. “Al considerar los desafíos desde la perspectiva de un plan eterno, la presión se convierte en el privilegio de amar, servir, enseñar y bendecir”. Conocer el poder habilitador de Jesucristo y Su expiación. “El poder habilitador de Cristo, hecho posible por medio de Su sacrificio expiatorio, nos da la fortaleza para perseverar y prevalecer”. El Salvador ejemplificó la serenidad durante la tormenta en el Mar de Galilea y calmó los mares (Marcos 4:35-41). “Él es el gran hombre en medio de una tormenta”. Jesucristo es la solución incluso para los problemas más difíciles. Con demasiada frecuencia, las personas se centran tanto en sus propios problemas que pierden el enfoque en la solución — el Salvador Jesucristo. “Nuestros convenios nos ayudan a centrar nuestra atención, nuestros pensamientos y nuestras acciones en Cristo”. Adherirse a los convenios invita al cambio. “Guardar los convenios nos lleva a procurar todo aquello que propicie la influencia del Espíritu y a rechazar cualquier cosa que la aleje”. La oración sacramental incluye las palabras “recordarle siempre”. Por lo tanto, renovar los convenios durante la Santa Cena cada domingo nos invita a volver a centrarnos en Jesucristo. “La palabra siempre es muy significativa; extiende la influencia del Salvador a todos los ámbitos de nuestra vida”. Centrarse en Jesucristo también debe ocurrir en el hogar, al hacer que las palabras de Cristo en las Escrituras sean parte de la vida diaria. Los relatos y los principios permanecerán con los niños como amigos de confianza. “Con el tiempo, la constancia de ustedes en deleitarse en la palabra de Dios ayudará a sus hijos a acercarse cada vez más al Salvador”. “El Señor Jesucristo vive hoy en día. Él puede tener una presencia activa y diaria en nuestra vida. Él es la solución a nuestros problemas, pero debemos levantar los ojos y elevar la mirada para verlo a Él”. Élder K. Brett Nattress Élder Juan A. Uceda Un joven llamado Danny se involucró con las drogas y recorrió un camino de adicción — “su luz se había atenuado”. Pero un día, en la reunión sacramental, su hermano menor compartió su testimonio antes de su misión. “Durante la reunión, Danny sintió algo que no había sentido en mucho tiempo: el amor del Señor. Por fin tenía esperanza”. Danny preguntó, “¿De verdad puedo ser perdonado?” Al leer en Alma 36, aprendió que “la promesa del perdón completo y perfecto se hace a todos — en y a través de la expiación infinita de Jesucristo”. Danny cambió su vida y ocurrió otro milagro cuando sirvió una misión honorable. Pero cuando regresó, preguntó, “¿cree que de verdad he sido perdonado?”. “Dije, ‘¡Danny! ¿Te has mirado en el espejo? ¿Has visto tus ojos? Están llenos de luz y resplandeces con el Espíritu del Señor. ¡Por supuesto que has sido perdonado!’” Danny siguió adelante con fe, se casó en el templo, volvió a la escuela y sigue sirviendo al Señor. “Danny no estaba perdido, y nosotros tampoco lo estamos para el Señor. Él está a la puerta para elevarnos, fortalecernos y perdonarnos”. El Señor Jesucristo dijo en Juan 10:11: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas”. En agosto de 1994, el entonces élder Russell M. Nelson dijo: “nosotros somos en realidad pastores bajo Su dirección. Es nuestro el privilegio de ser portadores de Su amor y de añadir nuestro propio amor a los amigos y a los vecinos”. El papel de un pastor de Cristo es ministrar al uno, como Él lo hizo. Por ejemplo, Lucas 15 presenta tres historias: la parábola de la oveja perdida, la parábola de la moneda perdida y la parábola del hijo pródigo. Pero Lucas se refiere a estas parábolas en singular, no en plural. “Al parecer, el Señor está enseñando una lección única con tres relatos; relatos que presentan números diferentes: cien ovejas, diez monedas y dos hijos. Sin embargo, el número fundamental de cada uno de estos relatos es el número uno”. Aunque podemos ser pastores para muchos, debemos “siempre, siempre [seguir] ministrándoles, cuidándolos y amándolos uno por uno, individualmente”. Los Santos de los Últimos Días pueden ministrar al uno mediante la ayuda del Buen Pastor: “Testifico que con la ayuda de nuestro Salvador, podemos amar a Sus preciadas ovejas y ministrarles como Él lo haría”. Setenta Autoridad General de la presidencia general de la Escuela Dominical Setenta Autoridad General Setenta Autoridad General 5 DOM SESIÓN DEL DOMINGO POR L A MAÑANA CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193 Élder D. Todd Christofferson Presidenta Camille N. Johnson Al final de la Última Cena, Jesucristo ofreció una sagrada oración de intercesión, “Padre santo, a los que me has dado [a mis apóstoles], guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros” (Juan 17:11). Luego lo amplió para incluir a todos los creyentes. “Donde Dios prevalece en todos los corazones y mentes, se describe a las personas como ‘uno, hijos de Cristo y herederos del reino de Dios’” (4 Nefi 1:17). Pablo ofrece una clave de cómo se puede lograr la unidad en un mundo conflictivo: “Pues todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. … porque todos vosotros sois uno en Cristo” (Gálatas 3:27–28). Es un esfuerzo que comienza individualmente. “Llegar a ser uno en Cristo ocurre en forma individual: cada uno de nosotros comienza por sí mismo”. “Revest[irse]” “de Cristo” ciertamente incluye hacer de Su “primero y grande mandamiento” nuestro primer y mayor compromiso” de amar a Dios. “La unidad con nuestros hermanos y hermanas en el cuerpo de Cristo aumenta conforme obedecemos el segundo mandamiento … de amar a los demás como a nosotros mismos”. La unidad es más que simplemente consentir en que cada uno haga lo que quiera o actúe del modo en que le plazca — es tener una causa común. “La unidad no requiere uniformidad, pero sí requiere armonía”. Cuando Jesucristo sanó al hombre con parálisis, le dio alivio tanto físico como espiritual. Y los amigos del hombre encontraron la fuente de alivio en Jesucristo. “Testifico que Jesucristo es [nuestro] socorro. Por medio de la expiación de Jesucristo, podemos recibir socorro en las cargas y consecuencias del pecado, y recibir auxilio en nuestras debilidades”. Aquellos que se asocian con el Salvador para ayudar a brindar alivio temporal y espiritual a los necesitados también pueden encontrar alivio en Él. Cada persona lleva una mochila metafórica, con cargas que son como piedras: Piedras que están ahí debido a nuestros pecados; Piedras en nuestra mochila derivadas de las malas decisiones, la mala conducta y la falta de bondad de los demás; Piedras de las afecciones, el dolor, las enfermedades crónicas, la pena, la desilusión, la soledad y los efectos de los desastres naturales. Pero estas cargas terrenales no tienen por qué sentirse pesadas. “Jesucristo puede aligerar nuestro peso. Jesucristo puede aliviar nuestras cargas. Jesucristo brinda una manera de socorrernos del peso del pecado. Jesucristo es nuestro socorro”. El arrepentimiento alivia el peso de las piedras del pecado. La expiación de Jesucristo hace posible que recibamos fortaleza para perdonar y descargar el peso que llevamos debido al maltrato de los demás. Asociarse con Jesucristo permite que las personas brinden Su ayuda a todos los hijos de Dios. “El socorro que Él nos ofrece es eterno”. Élder Ulisses Soares Élder Kazuhiko Yamashita Jesucristo demostró perfectamente los atributos de la caridad y el perdón en los acontecimientos que condujeron a esta muerte. Como seguidores de Jesucristo, los Santos de los Últimos Días son Su pueblo peculiar, llamados a proclamar Sus virtudes y promover la paz disponible a través de Su sacrificio expiatorio. “Esta paz es un don prometido a todos los que vuelvan su corazón al Salvador y vivan con rectitud; tal paz nos brinda la fortaleza para disfrutar de la vida terrenal y nos permite soportar las dolorosas pruebas de nuestro trayecto”. Hoy en día hay algunos que se involucran en ataques negativos y disputas acaloradas que acaban en desilusión, corazones rotos y hostilidad. “Como el pueblo adquirido del Señor, llamados para promover la paz, no podemos darnos el lujo de permitir que estas artimañas del maligno tengan lugar en nuestros corazones. No podemos llevar dentro de nosotros una carga tan corrosiva que destruya sentimientos, relaciones e incluso vidas. El Evangelio representa las buenas nuevas de gran gozo”. Los Santos de los Últimos Días deben considerar formas en que podemos edificar, apoyar, comprender y perdonar, así como buscar lo mejor en los demás. “Les prometo que, a medida que procuremos y desarrollemos estos atributos, seremos cada vez más amables y más sensibles a las necesidades de nuestros semejantes y experimentaremos gozo, paz y crecimiento espiritual”. Las bendiciones patriarcales no son solo para quienes se preparan para servir en una misión. “Los miembros bautizados que son dignos pueden recibir sus bendiciones patriarcales cuando sea el tiempo apropiado para ellos”. No hay edad máxima. “El calendario espiritual de cada persona es diferente”. Una bendición patriarcal contiene el consejo personal del Señor y declara el linaje de uno en la casa de Israel. Es un mensaje del Padre Celestial y probablemente incluirá promesas y consejos inspirados. “En la bendición patriarcal no está planificada toda su vida ni se hallarán las respuestas a todas sus preguntas. … Las bendiciones patriarcales son eternas y, si viven de forma digna, las promesas que no se cumplan en esta vida, se cumplirán en la siguiente”. La preparación para una bendición patriarcal ayudará a incrementar la fe en el Padre Celestial y en Jesucristo. “Mis queridos obispos, padres, presidentes del cuórum de élderes y de la Sociedad de Socorro; líderes misionales, hermanos y hermanas ministrantes, por favor alienten a los hombres jóvenes y las mujeres jóvenes, a miembros adultos y miembros nuevos, que aún no han recibido sus bendiciones patriarcales, a buscar la guía del Señor y ayúdenlos a prepararse para ello”. Una bendición patriarcal tendrá un significado diferente en diferentes tiempos. “No es que las palabras cambien, pero las vemos de una forma diferente”. del Cuórum de los Doce Apóstoles Presidenta general de la Sociedad de Socorro Setenta Autoridad General del Cuórum de los Doce Apóstoles 6 DOM SESIÓN DEL DOMINGO POR L A MAÑANA CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193 Élder Neil L. Andersen Élder Kevin R. Duncan Presidente Russell M. Nelson Si bien la mente de Alma estaba “atribulada por el recuerdo de [sus] muchos pecados”, recordó que en su juventud le enseñaron acerca de la expiación de Jesucristo por los pecados del mundo (Alma 36:17). La mente de Alma “se concentró en este pensamiento” y clamó en su corazón: “¡Oh Jesús, Hijo de Dios ten misericordia de mí!” (Alma 36:18). Actuando con fe y por el poder y la gracia de Dios, Alma fue rescatado de la desesperación y lleno de esperanza. “Mi ruego en esta época de Pascua de Resurrección es que de forma consciente demos forma, fortalezcamos y sujetemos este pensamiento centrado en Jesucristo en los rincones de nuestra alma, permitiendo que nos fluya a la mente con anhelo, que nos guíe en lo que pensamos y hacemos; y que nos traiga el dulce gozo del amor del Salvador”. Llenar la mente con Su poder significa que siempre lo tenemos presente en el pensamiento. Al enfocar la atención en Él, todo se ve a través del amor por Él y las distracciones menos importantes se desvanecen. “A medida que ustedes continuamente, con esmero, se concentran en pensar en Jesucristo, confían en Él y guardan Sus mandamientos, les prometo no solo guía celestial, sino poder celestial: un poder que trae fortaleza a sus convenios, paz en sus dificultades y gozo en sus bendiciones”. Los templos brindan gozo a quienes participan en las ordenanzas y hacen convenios en ellos. Los dones del templo incluyen la autoridad del sacerdocio, las familias selladas para siempre y la vida eterna. Estas bendiciones son posibles mediante la expiación de Jesucristo. Debido a que los templos suelen ser una segunda naturaleza para los miembros de la Iglesia, puede ser fácil dar por sentadas estas bendiciones. A veces es útil considerar los templos a través de los ojos de alguien que no esté familiarizado con ellos. “Lo que para nosotros podría convertirse en algo común o rutinario, en ocasiones es percibido en su esplendor y majestuosidad por aquellos que lo escuchan o sienten por primera vez”. El poder del adversario se ve amenazado por los templos, y por eso hace todo lo posible para detener la obra del templo. “Al dedicarse cada uno de los templos, el poder de Jesucristo para salvar se expande por todo el mundo para contrarrestar los esfuerzos del adversario y para redimirnos cuando venimos a Él. A medida que aumenta el número de templos y de personas que guardan los convenios, el adversario se debilita”. Las personas pueden tener poder sobre el adversario al hacer y guardar los convenios del templo. En este Domingo de Ramos, alabado sea Dios y su bondad. “¿Qué oímos en el evangelio que hemos recibido? ¡Una voz de alegría!”. “Me preocupa sobremanera que tantas personas parezcan creer que es completamente aceptable condenar, calumniar y denigrar a cualquiera que no esté de acuerdo con ellas”. Los discípulos de Jesucristo deben ser ejemplos de cómo interactuar con los demás, especialmente cuando se enfrentan a diferencias de opinión. “Una de las maneras más sencillas de reconocer a un verdadero seguidor de Jesucristo es fijarse en qué medida trata a los demás con compasión”. La expiación del Salvador hizo posible vencer el mal, incluso la contención. “Hoy pido que interactuemos con los demás de una manera más elevada y santa. Por favor, escuchen con atención: “… Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza” que podamos decir de otra persona —ya sea directamente o a sus espaldas—, esa debe ser nuestra norma de comunicación”. Tanto la contención como la pacificación son una elección. “Ustedes tienen su albedrío para elegir la contención o la reconciliación”. Elijan ser pacificadores. La caridad, o el amor puro de Cristo, es el antídoto contra la contención. “Los invito a examinar su discipulado en el contexto de la manera en que tratan a los demás. Los bendigo para que hagan los ajustes que sean necesarios a fin de que su comportamiento resulte ennoblecedor, respetuoso y representativo de un verdadero seguidor de Jesucristo”. del Cuórum de los Doce Apóstoles Setenta Autoridad General 7 Presidente de la Iglesia DOM SESIÓN DEL DOMINGO POR L A TARDE CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193 Presidente Dallin H. Oaks Presidente M. Russell Ballard Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días creen en Cristo, lo adoran y siguen Sus enseñanzas en las Escrituras. La mayoría de las Escrituras que informan sobre los ministerios terrenales de Jesús son descripciones de lo que Él hizo. “Mi mensaje de hoy consiste en una selección de las palabras de nuestro Salvador, lo que Él dijo”, incluyendo lo siguiente: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5:9). “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:44). “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí; que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga” (Mateo 11:28-30). “Este es mi mandamiento, que os améis unos a otros, como yo os he amado” (Juan 15:12) “He aquí, he venido al mundo para traer redención al mundo, para salvar al mundo del pecado” (3 Nefi 9:21). “Afirmo la verdad de estas enseñanzas”. Escrita en la lápida de su esposa Bárbara hay una lección que ella quería que sus hijos recordaran: “Lo que más importa es lo que dura más”. Primero, lo más importante incluye una relación con el Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo. “Esta relación es lo más importante ahora y en la eternidad”. Segundo, las relaciones familiares se encuentran entre las cosas que más importan. Estas incluyen la familia, los amigos y las familias del barrio, que son esenciales para la salud física y emocional y también pueden ofrecer amor, felicidad y un sentido de pertenencia. “Cuidar de estas relaciones importantes es una elección. La elección de formar parte de una familia requiere compromiso, amor, paciencia, comunicación y perdón”. Otra cosa que más importa es seguir los susurros del Espíritu. “Testifico que seguir las impresiones del Espíritu es una de las cosas más importantes en todas nuestras relaciones”. Finalmente, “testifico que convertirse al Señor, dar testimonio de Él y servirle también son algunas de las cosas que más importan”. Dar testimonio de Jesucristo con más frecuencia. “Compartan el testimonio de lo que saben y creen y de lo que sienten, no solo de lo que están agradecidos”. Testifiquen de las cosas que más importan y que más duran. Élder Ronald A. Rasband Élder Vern P. Stanfill Hace casi 2000 años, una multitud de creyentes se pararon a las puertas de Jerusalén, sosteniendo palmas y gritando “¡Hosanna!” a Jesús de Nazaret. Este primer Domingo de Ramos “marcó el comienzo de la última semana del ministerio terrenal de Jesucristo”. Esta semana tan importante en la historia humana culminaría con Su crucifixión y Resurrección, haciendo posible que todos vivan con el Padre Celestial por la eternidad. “La entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén y los acontecimientos de la semana que siguió ejemplifican la doctrina que podemos aplicar en nuestras vidas hoy”. Las lecciones son “aceptar la profecía y las enseñanzas proféticas, actuar según las impresiones del Espíritu Santo, convertirse en un verdadero discípulo y buscar el poder sanador de la expiación de nuestro Señor”. La parábola de las 10 vírgenes enseña que los miembros de la Iglesia tienen lámparas que representan la luz del evangelio de Jesucristo. “Nosotros, al igual que las diez vírgenes, tenemos lámparas; pero ¿tenemos aceite? … “Si algunos están buscando llenar lo que algunos llaman ‘una lista de deseos’, es ésta: llenen su lista con aceite en forma del agua viva de Jesucristo, que es una representación de su vida y enseñanzas”. Esta lista de deseos lo llevará de regreso al Padre Celestial. Hay una tentación en el mundo e incluso en la cultura de la Iglesia de obsesionarse con el perfeccionismo. “Recuerden que el perfeccionismo no es lo mismo que ser perfeccionados en Cristo”. Este último es el proceso, guiado por el Espíritu Santo, de llegar a ser más como el Salvador. “Al aceptar la invitación del Salvador de venir a Él, pronto nos damos cuenta de que lo mejor de nosotros es lo suficientemente bueno y que la gracia de un amoroso Salvador hará la diferencia en formas que no podemos imaginar”. Nunca subestimen el poder del Salvador. “Una simple palabra de bondad, una breve pero sincera visita ministrante, una lección de la Primaria enseñada con amor pueden, con la ayuda del Salvador, brindar consuelo, ablandar corazones y cambiar vidas eternas”. La autocomparación no es lo mismo que la emulación. Si bien lo primero rara vez es productivo y puede ser espiritualmente destructivo, “emular a los que respetamos y que demuestran atributos similares a los de Cristo puede ser instructivo, edificante y puede ayudarnos a convertirnos en mejores discípulos de Jesucristo”. El Salvador utilizará nuestros esfuerzos sinceros, aunque aparentemente insignificantes, para llevar a cabo Su obra. “Si simplemente hacemos lo mejor que podamos y confiamos en Él para compensar la diferencia, podemos convertirnos en parte de los milagros que nos rodean”. de la Primera Presidencia Presidente en Funciones, Cuórum de los Doce Apóstoles Setenta Autoridad General del Cuórum de los Doce Apóstoles 8 DOM SESIÓN DEL DOMINGO POR L A TARDE CONFERENCIA GENERAL ANUAL N° 193 Élder W. Mark Bassett Élder Ahmad S. Corbitt Jesucristo no resucitó a Lázaro de entre los muertos hasta el cuarto día. Antes del milagro, María y Marta pueden haber pensado que Él llegó demasiado tarde. Del mismo modo, las personas a veces sienten que el Salvador responde demasiado tarde a sus oraciones pidiendo la intervención divina. Sin embargo, “mi testimonio es que a medida que avanzamos con fe en Jesucristo, el cuarto día siempre llegará. Él siempre vendrá en nuestra ayuda o para reavivar nuestras esperanzas”. Los individuos también tienen un papel que desempeñar en su propia intervención divina. Al resucitar a Lázaro de entre los muertos, Jesús podría haber movido la lápida y haberlo desatado él mismo. En cambio, dio instrucciones a otros para que movieran la lápida y dijo a Lázaro que saliera. “Mi impresión es que el Salvador espera que hagamos todo lo que podamos hacer, y Él hará lo que solo Él puede hacer”. Los discípulos hacen todo lo que pueden hacer al hacer y guardar convenios, escuchar a los profetas, arrepentirse y obedecer los mandamientos. “Si bien el Señor espera que ‘hagamos todo lo que esté a nuestro alcance’, recuerden que Él proporcionará la ayuda necesaria en todas estas cosas mientras confiemos en Él”. Jesucristo tuvo que sufrir, morir y resucitar para redimir a todos de la muerte física y dar vida eterna a todos los que lo siguieran. Los pasos que uno debe dar para seguirlo a Él y recibir la vida eterna se denominan la doctrina de Cristo: fe en Cristo y Su expiación, arrepentimiento, bautismo, recibir el don del Espíritu Santo y perseverar hasta el fin. Los profetas y apóstoles han enseñado recientemente cómo la doctrina de Cristo puede bendecir a todos los hijos de Dios, incluso a los jóvenes. “Enséñele a su amado hijo por qué todos necesitamos desesperadamente a Jesucristo y cómo aplicar Su sabia doctrina es lo que lo fortalecerá y sanará. Dirijámoslos hacia Jesús, que es su verdadero abogado ante el Padre”. Al proclamar la doctrina de Cristo, el Profeta del Señor hoy está haciendo lo mismo que hizo Moisés al sostener una serpiente de bronce, “para sanar a las naciones” (2 Nefi 25:20). Cualesquiera que sean las mordeduras, el veneno o las dificultades en este desierto terrenal, “no seamos como aquellos que en la antigüedad y en el presente, podrían haber sido sanados, pero, lamentablemente, ‘no miraron... porque no creyeron que los sanaría’” (Alma 33:19-21). Élder David A. Bednar Presidente Russell M. Nelson Jesucristo extiende a todos la misma invitación que le hizo al profeta Enoc: “Y tú permanecerás en mí, y yo en tí; por tanto, anda conmigo” (Moisés 6:34). “La palabra ‘permanecer’ denota permanecer fijo o estable y perseverar sin flaquear”. Permanecer en Cristo es permanecer firme y constante en la devoción al Redentor y a Sus santos propósitos, tomar sobre sí Su yugo por medio de convenios y ordenanzas, fortalecer el vínculo del convenio con el Padre y el Hijo, deleitarse en las palabras de Cristo, prepararse para participar de la Santa Cena y servir a los hijos de Dios. En el Libro de Mormón, Alma comparó la palabra con una semilla que debe plantarse y nutrirse, “la palabra” es la vida, la misión y el sacrificio expiatorio de Jesucristo (véase Alma 33:22-23). “Mis amados hermanos y hermanas, ¿está la Palabra en nosotros? ¿Están escritas las verdades del evangelio del Salvador en las tablas de carne de nuestros corazones?”. Andar en y con el Salvador es obedecer los mandamientos de Dios y recordar y honrar los convenios que nos conectan con el Padre y el Hijo. “Si permanecemos en Él, Él permanecerá en nosotros. Y al caminar en Él y con Él, seremos bendecidos para producir mucho fruto”. El Domingo de Pascua de Resurrección es la observancia religiosa más importante para los seguidores de Jesucristo. “Gracias a Jesucristo, podemos arrepentirnos y ser perdonados de nuestros pecados. Gracias a Él, cada uno de nosotros resucitará”. El Libro de Mormón registra, en 3 Nefi 9, que el Salvador invita a los nefitas a volverse a Él, a arrepentirse y a convertirse para que Él pudiera sanarlos. “Jesucristo les extiende esa misma invitación hoy. ¡Les ruego que vengan a Él para que Él pueda sanarlos a ustedes! Él los sanará del pecado, conforme se arrepientan; los sanará de la tristeza y del miedo; los sanará de las heridas de este mundo”. “Sean cuales sean las preguntas o los problemas que tengan, la respuesta siempre se halla en la vida y las enseñanzas de Jesucristo. Aprendan más sobre Su expiación, Su amor, Su misericordia, Su doctrina y Su evangelio restaurado de sanación, progreso e inclusión. ¡Acudan a Él! ¡Síganlo!”. “Jesucristo es la razón por la que edificamos templos; cada uno de ellos es Su santa casa. El hacer convenios y recibir las ordenanzas esenciales en el templo, así como el procurar acercarse más a Él allí, les bendecirá la vida de maneras como ningún otro tipo de adoración puede hacerlo”. Setenta Autoridad General Setenta Autoridad General Presidente de la Iglesia del Cuórum de los Doce Apóstoles 9