LA ZOOLOGÍA EN LA BIBLIOTECA DEL MUSEO MARTORELL DE BARCELONA, DESDE SU INICIO EN 1882 HASTA 1915. Treball De Recerca presentado por J. JOAQUIN VARELA-RESTREPO Alumno de Master en Historia de la Ciencia, Cultura y Sociedad Centre d’Estudis en Historia de la Ciencia – CEHIC Universitat Autònoma de Barcelona Tutor ALFONS ZARZOSO ORELLANA Museu d’Història de la Medicina de Catalunya – MHMC 2008 RESUMEN El Museo Martorell se inauguró en 1882 gracias a la donación del patrimonio científico y cultural hecha por Francesc Martorell y Peña y al interés que puso en la idea el Ayuntamiento Constitucional de Barcelona. Este museo, ecléctico en sus orígenes, pronto se desmarcó de la tradición generalista de los gabinetes, para adquirir un carácter marcadamente científico, con una llamativa tendencia hacia el estudio de la malacología. Paralelamente a las colecciones, en la Biblioteca del Museo también se lleva a cabo un proceso de especialización en temas de historia natural y principalmente en malacología. Este trabajo reconstruye y explica parte de la historia de esa biblioteca. ABSTRACT The Museo Martorell was opened in 1882 with the patrimonial donation made by Francesc Martorell y Peña and the attention gived at the idea by the Ayuntamiento Constitucional de Barcelona. This museum, eclectic in its origins, early abandoned the generalistic tradition of Cabinets to get his own scientific character, with a strongly tendence for the study of malacology. At the same time, in the library of the museum also occurred one process of specialization in natural history and mainly in malacology. This work rebuilds and explains part of the history of that library. KEY WORDS: Museo, Gabinete, Naturalista, Historia Natural, Zoología, Malacología, Biblioteca, Catalanismo, Evolución. Museum, Cabinet, Naturalist, Natural History, Zoology, Malacology, Library, Catalanism, Evolution. 1. INTRODUCCIÓN El 25 de septiembre de 1882 se inauguró en la ciudad de Barcelona el Museo Martorell gracias al patrimonio que Francesc Martorell y Peña [1822-1878] legó a la ciudad. 1 Francesc Martorell trabajó como Corredor Real de Cambios, título otorgado por la corona a los comerciantes de la época y paralelamente desarrolló una actividad académica en diversas áreas del saber, entre ellas se destacaba su gran interés por las ciencias, reflejado su colección de piezas relativas a la historia natural. La colección Martorell, que pasaría conocerse como donativo Martorell, era una colección de tipo ecléctico y se encontraba compuesta por una gran variedad de objetos que se encontraban ya al momento de su muerte debidamente listados. Conforman dicho donativo la colección malacológica (conchas), la colección paleontológica (fósiles), La colección numismática (monedas) y su biblioteca personal entre otras piezas de valor artístico y/o arqueológico. Las tendencias literarias y científicas cambiaron a lo largo de la vida de Francesc Martorell. El inventario de la biblioteca de Martorell permite conocer la amplitud de sus intereses literarios y científicos así como los cambios que mostraron éstos intereses en relación a su propia vida. Encontramos pues obras de historia, arqueología, geología, geografía, arquitectura, numismática, medicina, historia natural, zoología y particularmente de malacología. En el Museo Martorell confluyen por primera vez en Barcelona una iniciativa privada, como se manifiesta en el Testamento de Francesc Martorell y una pública por parte del Ayuntamiento Constitucional de Barcelona, para la creación y puesta en marcha del primer espacio destinado a la exposición permanente de las ciencias naturales en la ciudad. A partir de 1882, con la inauguración del Museo, la Biblioteca que fuera de Francesc Martorell se transformó en la “Biblioteca auxiliar del Museo” y gracias a la intervención de los diferentes directores del Museo, como fueron su hermano Manuel Martorell y Artur Bofill i Poch [1844-1929], y a los donativos recibidos y adquisiciones hechas por parte del Museo y del Ayuntamiento de Barcelona, la biblioteca continuó creciendo en lo que a volúmenes se refiere. Paralelamente, también mostró un aumento en cuanto a su especialización, evidente en lo que a obras de historia natural se refiere, entendiendo por Historia Natural el estudio de la paleontología, la botánica, la zoología 1 Según consta en la copia notarial del testamento que data de 1883 y del que el Museo de Ciencias de Barcelona guarda copia en su archivo histórico. y las ciencias de la tierra. Durante este período, que podríamos llamar como “etapa de transición” 2 es cuando más evidente se hace que la biblioteca presenta un marcado interés por la malacología. El presente trabajo se desarrolló gracias a los datos obtenidos del Archivo Histórico del Museo Martorell, ordenados y conservados por el Museo de Ciencias de Barcelona. El objetivo consiste en reconstruir la historia de la biblioteca auxiliar del museo, adentrarse en la historia del funcionamiento dicha institución y discutir acerca de los medios de divulgación y el establecimiento de escuelas de pensamiento en la Barcelona decimonónica. 2. EL MUSEO MARTORELL Y BARCELONA En cuanto a su creación y evolución, el Museo Martorell presenta coincidencias con el modelo seguido por otros museos, como el Muséum National d’Historie Naturelle de París, que se constituyó con las colecciones del Jardín de Plantas del Rey, El British Museum en Londres se erigió en gran parte con la donación del gabinete del médico y botánico Hans Sloane [1660-1753], y posteriormente ocurrió lo mismo para el Natural History Museum, construido con el donativo de la familia Rothschild. En España, el Museo de Ciencias Naturales de Madrid surgió de la donación de la colección mineralógica y la biblioteca del naturalista español nacido en Guayaquil, Pedro F. Dávila [1711-1786]. Todos estos museos surgen de la cesión de una colección privada de tipo ecléctico para transformarse posteriormente en colecciones públicas de tipo específico. A diferencia de los casos anteriores, que tratan museos de historia natural en capitales europeas, Barcelona era una ciudad periférica con una marcada tendencia industrial dentro de la España de la restauración borbónica. Tal característica hace que el caso de Barcelona se asemeje más a los casos de ciencia colonial que a los casos de los grandes centros del poder y el conocimiento. En las colonias españolas, el conocimiento científico jugó un papel crucial y a través de los años se ha hecho una lectura heroicista, machista y agresiva del papel de dicho conocimiento en la expansión del imperio, relacionando su evolución con las antiguas tradiciones de poder europeas, establecidas desde la edad media. (Cañizares-Ezguerra, 2005). 2 Haciendo referencia a la transición entre el nivel privado y el público, entre la colección ecléctica y la colección científica. El Imperio español usó desde 1500 hasta 1800 la ciencia como instrumento de representación Ibérica en las Colonias, así la ciencia y sus prácticas fueron otra herramienta más de los españoles para demarcar sus territorios y ostentar el poder que les otorgaba el conocimiento sobre los pueblos colonizados (Pimentel, 2000). Las antiguas colonias de la América hispánica, cuando tuvieron su independencia, ofrecieron ejemplos prácticos del uso de este tipo de ideas bajo las cuales habían vivido, construyendo museos de ciencia o de historia natural que mostraran su identidad nacional a los ciudadanos en las capitales de los nuevos países libres. En Buenos Aires se creó el museo en 1812; en Río de Janeiro en 1818, en Santiago de Chile en 1822, en Bogotá en 1823, en México en 1825, en Lima en 1826 y en Montevideo en 1837. Los nuevos países empiezan una competición para demostrar quienes son los que mejor preservan, exhiben e investigan su propio patrimonio natural, generándose de esta manera identidad nacional a través del uso de la información científica. De manera similar y un poco tardía con respecto a los casos iberoamericanos, Barcelona aprovechó la oportunidad de construir un museo especializado en ciencia que serviría para fomentar y sustentar las posturas catalanistas de la época, las cuales ayudarían a la consolidación de la idea de Barcelona entendida como una metrópolis desligada de la capital del Estado y de Catalunya entendida como un territorio autónomo e independiente dentro España. Era la primera vez que Barcelona disponía de una colección científica abierta a todos los públicos, y las ciencias naturales se presentaban no solo como una acumulación de piezas y conocimientos locales y globales sinó también para respaldar los proyectos de creación de una identidad nacional cada vez más desligada de la España Monárquica y erigida bajo ideas políticas de corte federalista. Los museos de historia natural juegan un papel en el proceso de invención de los nacionalismos, llegándose a generar rivalidad y competencia entre los museos, no solo en la configuración de las exposiciones y la presentación de sus piezas a un nivel artístico o estético, sino también en el proceso de identificar y describir sistemáticamente los ejemplares hasta el nivel de especies (Lopes & Podgorny, 2000). La construcción de espacios museísticos a finales del siglo XIX estaba regida por parámetros estilísticos concretos, en donde predominaban las formas de corte neoclásico y los grandes volúmenes, semejando templos destinados la dignidad y la permanencia, construidos no solo para maravillar y asombrar sinó para generar una sensación de pequeñez humana frente a lo inmenso y sublime de la naturaleza. La conformación de los Museos de Ciencias Naturales de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX seguía unos patrones determinados que se repiten y se pueden apreciar, por ejemplo, en los museos coloniales en las ciudades de Melbourne (Australia), Christchurch (Nueva Zelanda), Montreal (Canadá), Buenos Aires y La Plata (Argentina y Canadá), siendo todos los anteriores casos los de museos construidos en la periferia de los imperios inglés, francés o español y presentan convergencias no tan solo en la arquitectura de estos espacios, llamados Cathedrals of Science, sinó también en la manera en la que fueron regidos por parte de administradores y conservadores, en los problemas a corto o largo plazo, en su trabajo educativo y en sus visitantes (SheetsPyenson, 1987). La construcción del Museo Martorell fue aprobada el 17 de diciembre de 1878. Fueron el arquitecto modernista Antoni Rovira y Trías [1816-1889] junto al maestro Josep Fontserè y Mestres [1829-1897] quienes se encargaron de construir este primer “espacio de ciencia” de carácter público en el Parque de la Ciutadella de Barcelona, bajo planos que había diseñado previamente J. Fontserè. Posteriormente fueron emplazadas en la fachada del edificio dos esculturas hechas por Eduard B. Alentorn [1855-1920] entre 1882 y 1887 y que fueron el detalle final del proyecto del Museo. Las esculturas corresponden a Jaume Salvador, botánico catalán heredero de una tradición familiar de naturalistas y a Félix de Azara, zoólogo y uno de los primeros naturalistas encargado de viajar a las colonias americanas. Los tres artistas (A. Rovira, J. Fontserè y E. Alentorn) fueron los encargados de darle a la ciudad de su primera “catedral de Ciencia” (ver figura 1). El Archivo Histórico de Urbanismo, Arquitectura y Diseño del Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña cuenta con información acerca del proyecto (Copia del Plano general), así como una ficha confeccionada por Josep Sánchez Ferré en 1979 que adscribe el edificio del Museo Martorell dentro del inventario de protección del patrimonio cultural europeo (IPCE). 3 Sobre el plano original del museo (figura 2) hemos añadido colores para diferenciar mejor los espacios. En la planta baja se encontraba un amplio vestíbulo y un cuarto destinado al vigilante del museo. A cada costado encontramos una sala de exposición. A partir de unas escalas dispuestas en el fondo del vestíbulo se podía 3 Arxiu Històric d’Urbanisme, Arquitectura i Disseny del Col·legi Oficial d’Arquitectes de Catalunya (AHCOAC, en adelante), Fons Exposició Universal de 1888, Barcelona, C 319 / 7. 7.1 Planta E 1: 100. Còpia. H 101F / 4 / 770 : Planta E 1:100. Tinta sobre paper tela 32 x 120 cm. acceder al segundo nivel del cuerpo central del edificio, en donde estaba el despacho del Director y a la Biblioteca auxiliar del Museo. La sala de exposición del lado izquierdo, orientada hacia el mar, exponía las colecciones mineralógica, botánica y paleontológica mientras que la del lado derecho, orientada hacia la montaña, era donde se exhibía la colección zoológica. No está claro el lugar que ocupaban las piezas arqueológicas y etnográficas, que se repartían entre la sala de la izquierda y el segundo piso del edificio. Fig. 1. Fachada del Museo Martorell en la actualidad. Foto de JJVR. Fig. 2. Plano del Museo Martorell según consta en el Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Catalunya. Algunos trabajos recientes estudian la historia del Museo Martorell, como son los realizados por Alicia Masriera para conmemorar el centenario del Museo en 1978 y otro en 2000 para revisar la aportación del museo a la geología catalana; también el trabajo de Julio Gómez-Alba de 1990 donde narra la historia del museo desde su fundación hasta el surgimiento de la Junta de Ciencias en 1905 4 . Sin embargo, faltan estudios precisos de la historia del Museo que pongan en contexto su trabajo en el campo y en los laboratorios, la historia y el origen de las colecciones y de las donaciones y, en general, la manera de trabajar y hacer ciencia de quienes formaron parte de este proyecto museológico en sus primeros años. En un trabajo anterior hemos señalado la necesidad de continuar con el análisis del ingreso de libros a la Biblioteca auxiliar del Museo Martorell, ya que éste aportará datos acerca del tipo de material bibliográfico así como de las redes de comunicación y distribución para este tipo de documentación con carácter científico en Barcelona a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. 5 3. LA ZOOLOGÍA EN LA BIBLIOTECA AUXILIAR DEL MUSEO MARTORELL Como ya se mencionó, las colecciones de Francesc Martorell fueron donadas a la ciudad para que con ellas se construyera y preservase un museo en territorios de la ciudad. En el momento de la inauguración estas colecciones aún permanecían en inventario y solo pasarían a formar parte del Museo una vez que se finalizara su inventario, registrado en la notaría en 1883. Según Pickstone (2000), el grado de especialización alcanzado por las ciencias naturales en la transición entre los siglos XIX y XX está relacionado con la transformación de los gabinetes en museos, dado que también cambió la actitud del coleccionista, que se desligó del coleccionismo meramente descriptivo y ornamental arraigado en razones estéticas para tratar de buscar aproximaciones analíticas y pragmáticas que le ayudaran a comprender su materia de estudio. A continuación se exponen razones por las cuales el Museo Martorell encaja en dicho modelo decimonónico. 4 En estas investigaciones los autores concentraron su atención en su área de estudio, puesto que ambos trabajaron como conservadores de la colección geológica en el Museo de Ciencias de Barcelona. 5 Varela-Restrepo, J. Joaquin. (2008) 3.1. EL DONATIVO DE FRANCESC MARTORELL Y PEÑA En el inventario con la descripción de todos los libros y demás publicaciones del donativo de Francisco Martorell y Peña se halla que la biblioteca estaba compuesta por 342 títulos y organizada según las materias de las que tratan dichos libros. 6 (). Dichas materias se listan a continuación: Arqueología (84 obras), Agricultura (2 obras), Astronomía (2 obras), Arquitectura (7 obras), Bellas Artes (8 obras), Comercio (4 obras), Geografía (4 obras), Geología (11 obras), Historia (36 obras), Historia Natural (71 obras), Legislación (8 obras), Literatura (47 obras), Medicina (9 obras), Numismática (29 obras), Paleontología (4 obras), Religión (3 obras) y Viajes (13 obras). MASTOZOOLOGÍA ICTIOLOGÍA ENTOMOLOGÍA ZOOLOGÍA GENERAL MALACOLOGÍA 0 10 20 30 40 50 60 Grafico 1. Libros de Historia Natural en la Biblioteca de Francesc Martorell y Peña divididos según las materias propias de la zoología. La historia natural sobresale en la colección bibliográfica de Martorell y, en este apartado, tal y como muestra el gráfico 1, destaca de manera especial de la malacología, representada por 52 ejemplares (un 15,2% del total de la colección). También se puede observar que las generalidades zoológicas superan ampliamente las obras presentes en los temas mastozoológico, ictiológico y entomológico, mostrándose un bajo interés por los vertebrados superiores dada la ausencia de libros ornitológicos o herpetológicos, y a la presencia de solo una obra acerca de mamíferos. Cabe señalar que el 53,8% de las obras malacológicas está escrito en francés seguido por el 17,3% en inglés. Por otra parte, hallamos títulos y autores representativos de la ciencia en el siglo XIX en la biblioteca de la colección Martorell, en donde sobresalen el Manuel de geologie elementaire, ou changements ancienes de la terre et de ses habitants tels qu’ils sont representes par les monuments geologiques de Lyell [1797-1875] editado en París 6 Véase la copia del acta notarial del 30 de noviembre de 1883 ante Jaime Burguerol, Notario público del Colegio del Territorio de la Audiencia de Barcelona, Archivo histórico Museo de Ciencias de Barcelona. en 1856, y la Histoire naturelle des animaux sans vertebres, de Lamarck [1744-1829], editado en París en 1835. También aparecen autores como Alcide d’Orbigny [1802-1857], médico y malacólogo francés que viajó América enviado por el Museo de Historia Natural de París; Jules Rene Bourguignat [1829-1892], fundador de una nueva escuela malacológica francesa basada en los postulados neo-Lamarckianos y que también realizó estudios de tipo arqueológico. El autor más frecuente entre las obras de malacología de Francesc Martorell es el médico y malacólogo Joaquín GonzálezHidalgo Rodríguez [1839-1923], catedrático de malacología en la Universidad de Madrid, miembro fundador de la Real Sociedad Española de Historia Natural en 1871. Otras obras que destacan en esta biblioteca son las de divulgación científica. Entre éstas, destaca La pluralité des mondes habites, escrito por el astrónomo y espiritista Camille Flamarion [1842-1925] y editado en París en 1873, y La terre avant le deluge escrito por el médico y fisiólogo Louis Figuier [1819-1894] editado en Paris en 1864. Las obras de este tipo, generalmente dirigidas a la juventud, gozaron de gran aceptación entre el público de su época, ya que al igual que ocurrió con los gabinetes en el siglo XVII, su objetivo era entretener y sorprender, todo a partir de una estructura narrativa de tipo científico-literario, que a la vez que se valía de las ideas científicas de la actualidad, también hacía uso de los mitos originados en el imaginario colectivo, altamente influenciado por los bestiarios, las fantasías bíblicas, las crónicas de viajes y exploración y la tradición popular literaria. 7 La mayoría de libros de la Biblioteca Martorell fueron editados en la segunda mitad del siglo XIX y en diversos lugares del mundo, de lo cual se puede inferir que era una biblioteca con carácter actual y cosmopolita en la que primaban las obras recientes. Al analizar los idiomas que la componían encontramos que la mayor parte de las obras están escritas en castellano (aproximadamente un 55,4% del total), seguidas por el francés (32,7 % aprox.), el italiano (6,7% aprox.) y el inglés (3,2% aprox.), aunque se encuentran en menor proporción obras escritas en catalán, alemán, portugués y latín. 7 Nieto-Galan (2006) Fig. 3. Francesc Martorell y Peña A partir del análisis de las fechas de edición de los libros, podríamos organizarlas en tres grandes grupos, de lo cual se desprende que los intereses literarios/científicos de Francesc Martorell fueron cambiando a lo largo de su vida. Se encuentra, en un principio, un notable interés por las obras de historia, arqueología, geología y geografía. En estas materias casi la totalidad de las obras está editada cerca de la década de 1840. Sucede a este interés el que comprende la arquitectura, la numismática y la medicina con obras editadas alrededor de 1850. Finalmente se advierte un marcado interés por la historia natural, la zoología y en particular la malacología, con obras editadas alrededor de la década de 1860. 3.2. EL DONATIVO DE MANUEL MARTORELL Y PEÑA En sus inicios, el museo continuó la línea ecléctica de la colección heredada de Francesc Martorell. Desde el inicio, en los libros de ingresos del museo se registraron objetos de diversa índole: piezas arqueológicas y etnográficas, relativas a la historia más reciente de la ciudad, como placas con el nombre de calles, arte religioso o carruajes antiguos. Estas piezas provenían de donaciones, adquisiciones o traslados de material por parte del Ayuntamiento a este museo de la ciudad. Incluso se encuentran registros del ingreso de cinco cráneos de orates que evidencian la práctica de la frenología en la ciudad. 8 8 Estos cráneos, que ingresaron en 1884 por donación de Juan Sanllehy, estaban acompañados del nombre del paciente al cual pertenecían. (Archivo histórico del Museo de Ciencias de Barcelona) El primer director del Museo Martorell fue Manuel Martorell y Peña, hermano menor de Francesc y dirigió el museo desde 1882 hasta 1890, año en que murió. Regidor en el Ayuntamiento de Barcelona, Manuel también era presidente de la Comisión de Monumentos del Concejo Provincial de Agricultura, Industria y Comercio. Su principal obra, publicada en 1876 es el Catálogo metódico y Razonado de los Coleópteros observados en Cataluña, obra que escribe junto a Miguel Cuní y Martorell y que en su momento recibió elogios a nivel internacional. 9 Manuel Martorell donó al museo entre los años 1882 y 1887 un total de 590 libros. El 92,3% de dichas obras escrito en francés, con un 6,1% de obras en latín y solo un 1,5% en castellano. La gran mayoría de estos libros se dedica a la economía, la política y las diferentes ramas del derecho (canónico, civil, militar). Las donaciones de Manuel Martorell continuaron la línea ecléctica de la biblioteca, y entre ellas solo se encuentran siete obras relacionadas con la historia natural. Al comparar los dos donativos bibliográficos de los hermanos Martorell, podemos advertir en Manuel un interés menos marcado que el de su hermano por el tema de la historia natural. Pero Manuel coleccionó y estudió insectos de manera sistemática 10 y es el autor de 6 obras de la donación (el 0,8%). Cuatro de sus obras dedican atención a los insectos (Dos obras de generalidades entomológicas y dos monografías específicas de coleópteros) Las otras dos obras, aunque guardan relación con la historia natural, presentan una tendencia enfocada al aprovechamiento de la crianza de animales domésticos, en este caso el conejo y otra acerca de las variedades de la vid en Cataluña. En la Tabla 1 se han plasmado las materias y el número de ejemplares de este donativo, y a su lado el porcentaje que corresponde a cada materia. MATERIA Economía y Política Derecho Religión Historia Entomología Literatura Mastozoología Magia Enciclopedia Botánica 9 CANTIDAD DE OBRAS 545 25 5 5 4 2 1 1 1 1 PORCENTAJE EN EL DONATIVO (%) 92,3 4,2 0,8 0,8 0,7 0,3 0,2 0,2 0,2 0,2 La Ilustración Española y Americana, Nº. XXXVIII. 13 de Octubre de 1877. Ejemplares que ingresaron en 1901 a la colección de referencia del Museo Martorell por donación de su esposa Teresa Poch. (Archivo histórico del Museo de Ciencias de Barcelona) 10 TOTAL 590 99,9 Tabla 1. Relación de las obras donadas a la Biblioteca Martorell por Manuel Martorell. En la revisión de los libros de registro del museo, encontramos frecuentemente a Manuel Martorell como donante y/o colector de múltiples piezas geológicas, paleontológicas, zoológicas y botánicas. Muchas de estas piezas, las desplazó paulatinamente desde su colección personal hacia la colección del Museo Martorell mientras tuvo a su cargo la dirección. 11 3.3. EL MUSEO MARTORELL Y ARTUR BOFILL. Completando la plantilla del Museo Martorell en su inauguración se encontraban Enric Grau i d’Arnau, en calidad de conservador de las colecciones, y Eusebio Palomera como conserje durante el día y vigilante nocturno. También estuvieron con ellos Magí Soler i Benaprés como secretario honorífico y Francesc Darder, conocido taxidermista de la ciudad quien trabajó para el Museo en encargos concretos durante estos primeros años. 12 Enric Grau cesó, por motivos de salud sus labores de conservador en diciembre de 1887, y Manuel Martorell propuso para sustituirle en el cargo vacante a Artur Bofill i Poch, aduciendo que era una persona “peritísima” (Gómez-Alba, 1990). Bofill era un gran aficionado a los viajes, a la ópera y a la ciencia. Fue miembro fundador de la Associació Catalana d’Excursions Científiques y desde 1883 era miembro de la Sección de Naturales de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. No hay mayor evidencia de su trabajo como abogado pero sí de sus viajes por Cataluña y el extranjero colectando muestras y escribiendo crónicas etnográficas y de viaje. 13 Artur Bofill cursó sus estudios de segunda enseñanza en el Colegio de San Luis (1860-1862) y en el Colegio del Señor Rodríguez (1862-1864), y recibió el título de 11 Gómez Alba, 1990. Francesc Darder tenía una tienda de ciencias naturales que abastecía de animales disecados, modelos anatómicos, etc. a las escuelas e institutos. Era un hombre polifacético, y sus intereses abarcaban muchos campos, pero siempre en relación con la historia natural. Francesc Darder fue el primer director del Parque Zoológico de Barcelona, pero también se interesaba por la cría de animales domésticos y por la piscicultura. A su labor como taxidermista Darder sumaba su trabajo como editor de revistas de historia natural e, incluso, pintó algún cuadro con dibujos de fauna. http://www.banyolescultura.net/mdhnesp.htm 13 En el Museo se conservan algunas de sus libretas de apuntes, facturas de sus gastos de viaje así como diversas fotografías y muestras traídas en sus viajes por Europa y África (Archivo histórico del Museo de Ciencias de Barcelona) 12 Bachiller en Artes en 1865 y el de Bachiller en Derecho Civil y Canónico en 1870, ambos títulos otorgados por la Universidad de Barcelona. 14 Fig. 4. Artur Bofill i Poch. Archivo Museo Martorell, carpeta 74,1 Su labor al frente del Museo Martorell fue notable. Se encargó de ubicar importantes colecciones naturales y de anexarlas a la colecciones del museo, ya fuera en calidad de donaciones, como fue el caso de la colección de rocas salinas de Cardona de la Duquesa de Medinaceli o bien por adquisiciones como la colección numismática y etnográfica de Santiago Ángel Saura o la famosa Colección de Pere Antiga i Sunyer, principalmente compuesta por piezas zoológicas aunque también comprendía algunas rocas y fósiles 15 . La adquisición de estas colecciones fue financiada durante la etapa inicial por el Ayuntamiento de Barcelona y a partir de 1906 la Junta de Ciencias se encargó de solventar estos gastos. Bofill logró establecer una red de comunicación con los principales museos, institutos e investigadores para realizar intercambios de material y estar al tanto del trabajo en otros lugares del mundo. Bofill i Poch es sin duda el mayor responsable de la especialización temática de la biblioteca del Museo Martorell. A partir de 1893 abandonó su cargo como conservador para asumir la dirección del museo hasta 1920. Mostró gran interés por el estudio de las ciencias naturales, la geología, la paleontología, y sobre todo por la 14 Expediente Académico de Artur Bofill i Poch - Archivo histórico Universitat de Barcelona. Dicha colección fue adquirida en 1888 y costó al Museo 7.930 pesetas, que pagó el Ayuntamiento. (Gómez-Alba, 1990) 15 malacología, prestando especial atención al caso catalán. Bofill ocupó el cargo de secretario perpetuo de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. 16 Trabajó junto a otros científicos y naturalistas locales, como Jaume Almera-Comas [1845-1919], Norbert Font i Sagué 17 , Juan Bautista Aguilar-Amat [1882-1936] o Lluís Marià Vidal i Carreras [1842-1922] 18 . Almera recibió su título de bachiller en artes en 1867 y en ciencias en 1869 por la Universidad de Barcelona, luego se licenció en la sección de Físicas y en la sección de Naturales en 1871 en la misma Universidad de Barcelona y posteriormente realizó en la Universidad de Madrid los estudios que le hicieron recibir el título de Doctor en la sección de Naturales en 1874. 19 La actividad científica de Almera abarcó la botánica, el dibujo y la física, y su aportación al estudio de la geología y paleontología catalana va ligada al trabajo como director del Museo de Geognosia y Paleontología del Seminario Conciliar de Barcelona, labor que desempeñó desde 1874 hasta su muerte. 20 Entre los años 1879 y 1892, Artur Bofill i Poch publicó trabajos de diversa índole científica tanto por separado como en autoría conjunta con Jaume Almera en la revista anual Crónica Científica, dirigida por Rafael Roig-Torres [1855-1931]. 21 En 1879, Bofill publicó en esta revista Catálogo de los moluscos testáceos terrestres del llano de Barcelona, en 1880 Plantas insectívoras en Cataluña, en 1884 Moluscos del valle de Ribas, en 1887 Contribuciones a la fauna malacológica de Cataluña y Catálogo de los moluscos testáceos terrestres del llano de Barcelona, en 1890 Moluscos marinos de Llansá y en 1891 Fauna malacológica de Cataluña y Presencia en Cataluña de tres cisnes del norte de Europa 22 . Bofill era un científico activo con interés por divulgar sus hallazgos. En los libros de registro del Museo Martorell está registrado, como donativo de Artur Bofill y sin incluir los detalles de las publicaciones, el ingreso de otras 16 monografías o separatas escritas por Bofill aparte de las publicadas por Crónica Científica. Estos trabajos reflejan las excursiones e investigaciones que realizaba en busca de novedades 16 Nieto-Galán, A.; Roca-Rosell, A (2000) Geólogo, espeleólogo y naturalista. Introductor de la espeleología en Catalunya y responsable de la colocación de la escultura del mamut en el Parque de la Ciutadella de Barcelona en 1907 como parte de un proyecto inconcluso para reproducir la fauna extinta de la localidad. 18 Gómez-Alba (1992) 19 Expediente Académico de Jaume Almera - Archivo histórico Universitat de Barcelona 20 Valls Juliá, Juan (1982) – Aragonés, Enric (2004) 21 Rafael Roig Torres fue un ingeniero, agente publicitario y enólogo. Administró la Companyia General d'Electricitat de Barcelona y dirigió y editó entre los años 1878 y 1892 la revista anual “Crónica Científica” 22 Crónica científica. Vols. 2 (1879), 3 (1880), 7 (1884), 10 (1887), 13 (1890) y 14 (1891). 17 malacológicas y en ocasiones estableciendo relaciones entre la malacología y paleontología o la geología 23 . Almera y Bofill estaban en la vanguardia de las ciencias naturales en Barcelona y dirigían los dos museos científicos más importantes de Catalunya a finales del siglo XIX. En geología llevaron a cabo la parte inicial del proyecto del Mapa Geológico de la Provincia de Barcelona 24 (1885-1915), realizando entretanto diversas investigaciones y publicaciones en torno a la paleontología, la botánica y los moluscos de Cataluña. Fig. 5.Jaume Almera Comas. Archivo Museo Martorell, carpeta 107,1 Como equipo, Bofill y Almera publicaron juntos en Crónica Científica, entre 1887 y 1892, siete trabajos que se listan a continuación: Descubrimiento de grandes mamíferos en Cataluña, Una hora en el laboratorio zoológico de Banyuls-sur-Mer, Datos geológicos sobre los pirineos orientales, Descubrimientos paleontológicos en Cataluña, Descubrimiento del Jurásico en la costa de Garraf, Pasado y presente de las costas de Garraf y Moluscos pliocenos de Cataluña 25 . Fuera de la anterior publicación también escribieron, entre 1890 y 1901, cuatro trabajos en co-autoría: Mollusca fossilia stratuum tertiorum supernorum Cataluniae, Fauna salobre tortoniense de Villanueva y Geltrú, Moluscos fósiles de los terrenos terciarios superiores de Cataluña: Estrómbidos y Moluscos fósiles de los terrenos terciarios superiores de Cataluña: Murícidos 26 . 23 Archivo histórico del Museo de Ciencias de Barcelona. Carpetas 10,1 y 16,2. Aragonés, Enric (2006) 25 Crónica científica. Vols. 10 (1887), 11 (1888), 12 (1889), 14 (1891) y 15 (1892). 26 Archivo histórico del Museo de Ciencias de Barcelona. Carpetas 10,1 y 16,2. 24 Hasta 1915 Bofill había publicado 27 trabajos científicos en solitario y 11 más en compañía con Almera. En total 38 documentos, de los cuales el 92% trata la malacología (principalmente catalana) y sus relaciones con la paleontología o la geología. Entre los años de 1890 y 1915, Artur Bofill donó a la Biblioteca del Museo Martorell 72 libros, casi todos ellos de ciencias naturales. Malacología, entomología y paleontología son las materias dominantes en esta donación y representan el 28,2%, el 19,4% y el 15,27% tal como se aprecia en el gráfico 3. La lengua predominante en estos libros es el castellano, un 61,1% del total. A éste le siguen el francés (20,8%) y el catalán (15,1%). Bofill es autor (o coautor junto a Almera) en 30 trabajos de este donativo, lo cual representa el 41,7% de esta donación y es evidencia del trabajo ingente de estos dos autores por la divulgación del trabajo científico catalán, principalmente el malacológico. Actualmente, Artur Bofill es considerado junto con el malacólogo alemán Fritz Haas (ver figura 6), como uno de los creadores de la escuela malacológica catalana. Haas era un exiliado de la primera guerra mundial en Francia, de donde tuvo que huir cruzando el Pirineo, y fue bien recibido en el equipo de trabajo del Museo Martorell. Trabajó con Bofill y Aguilar-Amat durante cinco años consecutivos haciendo la revisión de las descripciones malacológicas correspondientes a las especies de moluscos terrestres y de agua dulce de Cataluña (Nos, 1991) Fig. 6. Fritz Haas Archivo del Museo Martorell, carpeta 107,1 MASTOZOOLOGÍA H. NATURAL GRA. ANTROPOLOGÍA ICTIOLOGÍA NECROLÓGICO ORNITOLOGÍA EXP. Y VIAJES BOTÁNICA GEOLOGÍA PALEONTOLOGÍA ENTOMOLOGÍA MALACOLOGÍA 0 5 10 15 20 25 Grafico 3. Libros donados por Artur Bofill i Poch divididos según las materias que tratan. Bofill mantuvo correspondencia, entre otros, con el personal científico del British Museum (Londres, Inglaterra), el Museo de Gottemburgo (Suecia), el Museo Paulista (Sao Paulo, Brasil), el Museo de Praga (Imperio Austro-Húngaro) y el Museo Nacional de México (México). Intercambió cartas y material bibliográfico con la Bibliotecas pública de Buffalo, y las Bibliotecas públicas Newberry y John Crerar de Chicago (EEUU), la Biblioteca Universitaria de Christianía (Oslo-Noruega), y las Bibliotecas Nacionales de Paris (Francia) y Roma (Italia). Mantuvo comunicación con miembros de las Academias de Ciencias de Copenhague (Dinamarca) y Lisboa (Portugal) así como con la American Philosophical Society de Philadelphia (EEUU). Los orígenes y destinos de su correspondencia son tan diversos: Oran (Argelia), Bogotá (Colombia), Madras (India), Honolulu (EEUU), Kyoto (Japón) y Wanganui (Nueva Zelanda), lo cual demuestra que Bofill se encargó de dar a conocer la actividad del Museo Martorell no solo en el continente europeo sinó allende los mares, aprovechando muchas ocasiones para proponer intercambios de material malacológico con sus corresponsales. 27 27 Archivo histórico del Museo de Ciencias de Barcelona. Correspondencia de A. Bofill. Carpetas 107,1; 107,2; 108,1; 108,2; 109,1 y 109,2. 3.4. INVENTARIOS DE LA BIBLIOTECA DEL MUSEO MARTORELL Para el año de 1890 la Biblioteca auxiliar del Museo contaba con 1.077 ejemplares, según el inventario que se inició el 7 de agosto y se terminó el 18 de noviembre del mismo año (véase Tabla 2). 28 MATERIA NÚMERO DE EJEMPLARES Antropología y ProtoHistoria 98 Arqueología y Numismática 140 Astronomía 6 Bellas Artes 42 Física y Química 19 Geografía y Viajes 174 Historia Natural y Agricultura 314 Historia 91 Literatura 25 Matemáticas 2 Meteorología y Física del Globo 9 Obras didácticas de Literatura 38 Varias (Enciclopedia, Medicina, Religión, Jurisprudencia) 119 1.077 TOTAL Tabla 2. Inventario de la Biblioteca auxiliar del Museo Martorell efectuado entre los meses de agosto y noviembre de 1890. Los ingresos de material en la biblioteca fueron anotados puntualmente en los diferentes libros de registro del museo, encontrándose en algunos casos la información por duplicado o triplicado. Por una parte estaba el registro de donaciones y los inventarios de la Biblioteca efectuados por el museo, y por otra parte el registro de la correspondencia entre la Dirección del Museo y el Ayuntamiento Constitucional, la Junta de Ciencias 29 , las solicitudes de adquisición de material bibliográfico por parte de los miembros de la Junta de Ciencias y las facturas de compra a algunos libreros de la ciudad. En el inventario preliminar que realizamos teniendo en cuenta la información recopilada del archivo, se estableció que para el año 1901 habían ingresado 1.173 ejemplares a la Biblioteca auxiliar. 30 De éstos, 275 obras, el 23,44% del total, trataba de Zoología, y la mayoría de ellos de malacología, mientras que una minoría hace referencia a la mastozoología, la entomología y la ornitología. En la Tabla 3 también vemos como durante los años de 1886, 1892, 1895, 1898 y 1900 no ingresó ningún ejemplar en la biblioteca. O al menos no constan ingresos en los libros de registro. 28 Archivo histórico del Museo de Ciencias de Barcelona. Carpeta 11,1. La Junta fue creada por el ayuntamiento el 22 de marzo de 1906. Tuvo a su cargo el Museo de Ciencias Naturales, el Zoológico, la rotulación de plantas y todo cuanto se relaciona con el carácter científico de las plantaciones de los jardines de Barcelona. 30 Varela-Restrepo (2008) 29 Igualmente para el período comprendido entre 1902 y 1905, en donde no se tiene constancia de ningún ingreso. En el inventario de la Biblioteca auxiliar del Museo Martorell desde 1882 hasta 1915 (ver tabla 3), vemos que la colección bibliográfica contaba con 1.536 obras, y que de éstas 484 eran referentes a la zoología, esto es el 31,51% del total de la biblioteca dedicado específicamente al estudio de los animales. De estos libros, 146 son de malacología, que conforman el 9,5% de la colección total y son el 30,16% de la parte zoológica de dicha biblioteca. CANTIDAD TOTAL DE LIBROS OBRAS DE ZOOLOGÍA 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 1915 9 341 63 105 4 71 60 105 46 3 550 17 17 1 3 1 11 7 3 2 2 TOTAL AÑOS 1 4 3 2 2 9 6 2 71 12 38 13 32 106 22 48 20 36 3 20 6 12 64 8 28 10 1.536 484 Tabla 3. Elaboración propia a partir del ingreso de ejemplares por año, haciendo referencia al total y a obras de tipo zoológico en la Biblioteca auxiliar del Museo Martorel (Varela-Restrepo, 2008). En la tabla 4 se ha organizado a los donantes particulares de la Biblioteca Martorell, responsables de la presencia de 1.026 ejemplares. Estos 25 donantes han sido organizados según la fecha de su primera donación. Las donaciones particulares representan el 31,12% del total de la biblioteca, y la gran mayoría de éstos donativos pertenece a la materia zoológica. DONANTE CANTIDAD DE OBRAS PERÍODO DE LA DONACIÓN Martorell i Peña, Manuel Zuzarte, Cayetano 342 1 1878 1882 Martorell y Peña, Manuel Brunet i Bellet, José Hidalgo, J.G. Roig Torres, Rafael Masferrer, Mariano Castellá, Ramón 590 3 3 2 2 1 1882-1889 1885-1891 1888 1889 1889 1889 MATERIAS Arqueología, Malacología, Literatura, Historia, Numismática. Arte Economía, Política, Derecho, Religión, Entomología, Literatura, etc Arqueología - Historia - Lúdica Malacología Botánica - Zootecnia Botánica –Medicina Religión Malacología, Entomología, Paleontología, Geología, Botánica... Herpetología Derecho Geología Entomología Geología – Zoología Taxidermia Carcinología Entomología – Agricultura Malacología - Botánica – Geología Malacología Geología Mastozoología – Malacología Geología Ornitología – Mastozoología Botánica – Entomología Entomología Bofill i Poch, Artur 72 1890-1915 López Seoane, Víctor 1 1891 de Casademunt, Madero 1 1893 Vidal i Careta, Francisco 1 1894 Ferrer, Eugenio 1 1907 Font i Sague, Norbert 5 1908-1909 Soler i Pujol, Luis 1 1908 Faura, Mariano 1 1909 Bofill i Pichot, Jose María 2 1909 Llenas, Manuel 3 1910 de Samá, Antonio 1 1910 Tomás, Lorenzo 1 1910 Aguilar-Amat, J.B. 1 1911-1915 Heriksen, M.G. 1 1911 Tarre, Emilio 6 1913-1915 Janet, Charles 3 1913-1914 de Sagarra, Ignasi 5 1915 Tabla 4. Donantes particulares en la Biblioteca Martorell desde 1882 hasta 1815 comprendiendo la cantidad de obras donadas,e l período de la donación y las materias sobre las de que tratan dichas obras. En cuanto a las donaciones institucionales, cabe señalar que entre los años 1883 y 1885 el Ayuntamiento constitucional de Barcelona es responsable de la adquisición de 175 libros para la Biblioteca, pero no consta el valor que se invierte en dicho material, que representa el 11,39% del total de la biblioteca. Con la entrada del siglo XX el museo inició procesos de suscripción a diferentes boletines entomológicos y malacológicos editados en Alemania y Francia principalmente y que formaban parte de grandes proyectos para publicar por fascículos enciclopedias zoológicas. Desde 1907 y hasta 1914 la Junta de Ciencias es responsable de 122 adquisiciones, algunas de ellas realizadas por intermedio de los libreros Álvaro Verdaguer o Francisco Puig Alfonso. Una buena parte de estos ingresos consisten en fascículos de obras seriadas que se publicaban en Alemania, como Opuscula Ichneumologica, de Schmiedeknecht, el Coleopterum catalogus de W. Junk 31 o el Lepidopterum catalogus de E. Strand. Las adquisiciones de la Junta representan el 7,94% del total de la biblioteca en el período de estudio. No hay constancia documental de todo el dinero invertido por la Junta en la biblioteca, pero hay algunas facturas, cartas con presupuestos y órdenes de compra de buena parte de las adquisiciones que se le atribuyen (ver tabla 5). PESETAS FRANCOS MARCOS LIRAS 347,25 121,50 406,30 100 Tabla 5. Cantidades invertidas por la Junta de Ciencias entre 1907 y 1914 en la adquisición de material bibliográfico para la Biblioteca Auxiliar del Museo Martorell El Museo Martorell recibió desde diferentes instituciones, en su gran mayoría museos iberoamericanos, publicaciones que fueron casi siempre de tipo serial, como Boletines, Anales, Reportes, etc. que evidencian la existencia de canales comunicativos para la divulgación de los resultados de las investigaciones científicas llevadas a cabo en la propia ciudad de Barcelona o en la periferia. De esta manera, el museo Martorell tiene registrados al menos otros 25 donantes de tipo institucional que son los responsables del ingreso de 100 obras entre los años 1893 y 1915 (ver tabla 6). Estas donaciones corresponden al 6,51% del total de la biblioteca. DONANTE Museo de Buenos Aires Museo de Montevideo Oficina de depósito, reparto y canje Internacional de publicaciones – Uruguay Museo Nacional de México Institución Catalana de Historia Natural Instituto Geológico de México Editores Sucesores de Juan Gili (Barcelona) Decanato del Cuerpo Médico de Barcelona Museo de El Salvador Museo Nacional de los Estados Unidos Biblioteca John Crerar de Chicago, Illinois, EEUU. Sociedad de Fomento a la Sericultura Española Musee Oceanographique du Monaco Tipografía Nacional de Guatemala 31 CANTIDAD DE OBRAS PERÍODO 5 2 1 1893-1907 1901 1901 8 1 12 1 1 2 5 9 5 1 3 1906-1914 1907 1907-1913 1907 1907 1907-1911 1907-1915 1907-1915 1909 1909 1909 El Museo establece contacto con W. Junk para adquirir los fascículos atrasados de la colección Coleopterum catalogus y continuar adquiriendo los demás. Archivo histórico Museo de Ciencias de Barcelona. Museo de Arqueología, Historia y Etnografía de México 7 1911-1914 Museo Nacional de Chile 1 1911 Instituto Smithsonian 3 1911-1913 Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América 9 1911-1915 Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona 7 1912-1915 Sociedad protectora de los Animales y las Plantas de Cataluña 6 1912 Aquario Vasco da Gama 5 1912 Museo de Ciencias Naturales de Madrid 1 1913 Museo Nacional de Historia Natural de Buenos Aires 2 1914 Museos Nacionales de Venezuela 1 1915 Junta para la Ampliación de Estudios de Madrid 2 1915 Tabla 6. Donantes Institucionales en la Biblioteca Martorell desde 1882 hasta 1815 comprendiendo la cantidad de obras donadas y el período de la donación Aproximadamente el 7% de la biblioteca, conformado por 113 volúmenes, no tiene un origen claro, debido a que hubo donativos anónimos o a que el museo compraba libros con presupuestos propios sin pasar por el conducto regular de formular solicitudes y recibir aprobaciones bien fuera del Ayuntamiento de Barcelona o de la Junta de Ciencias (Figura 5). 7% 7% 8% 11% 67% Origen desconocido Donantes particulares Junta de Ciencias Donantes Institucionales Ayuntamiento Gráfico 4. Libros de la Biblioteca del Museo Martorell presentados según su origen, en porcentajes. 4. LAS CIENCIAS NATURALES EN LA RENAIXENÇA La renaixença fue un movimiento cultural catalán surgido desde la burguesía durante el primer tercio del siglo XIX con el objetivo de generar un renacer para el catalán como lengua literaria y científica luego de que ésta hubiese vivido un período de decadencia respecto al castellano. Se asemejaba al romanticismo europeo y en su estilo predominan los sentimientos, el espíritu patriótico y el estudio de la historia. Junto con la renaixença, surge el modernismo, que aprovecha el espíritu renovador de esta actividad literaria y cultural para llevar a cabo demostraciones artísticas y arquitectónicas de la cultura moderna y nacionalista que se empezaba a vivir en Catalunya. Posterior a la renaixença, y como consecuencia de esta, surgió un movimiento generalizado nacionalista, que agrupó las letras, las artes, las ciencias y la política. El catalanismo, que se ramificó a su vez creando diferentes líneas para una misma corriente: Catalanismo cultural, catalanismo científico, catalanismo político. Es así como surgieron diversas asociaciones profesionales no sólo catalanas sino también catalanistas. Un ejemplo de agrupaciones de este tipo es la Acadèmia i laboratori de Ciències Mediques, iniciada en 1878 con el propósito de usar el catalán como lengua científica moderna en la práctica y en las publicaciones. 32 Las ciencias naturales en este período empiezan a ser estudiadas con fruición, y es cuando comienzan a aparecer trabajos de historia de la ciencia en Catalunya 33 , investigadores en las diferentes ramas de la ciencia natural 34 e instituciones, como el Museo Martorell, encargadas de preservar dicho material científico y llevar a cabo una rigurosa investigación científica a partir del mismo. 4.1. VALENTÍ ALMIRALL Y LO CATALANISME En el primer congreso Catalanista, realizado en Barcelona entre octubre y noviembre de 1880 y bajo la coordinación de Valentí Almirall [1841 - 1904], se concretan y plantean muchas de las demandas que los catalanistas pretendían presentar ante la monarquía, restaurada en 1875. Almirall contaba con un pasado como activista catalanista, ya que en 1879 había fundado el Diari Català, primer diario en lengua catalana. La obra en donde se postula el discurso catalanista dejando sentadas sus bases y además recoge buena parte del espíritu ideológico de la época fue escrita por Almirall en 1889 y llevaba por título Lo Catalanisme. Las fuentes doctrinales de Almirall eran variadas: Montesquieu y su trias política, o separación de los poderes; Alexander Hamilton, creador del Partido Federalista de los Estados Unidos y coautor de la constitución de dicho país; además de 32 Pardo-Tomás, J.; Martínez-Vidal, A.; Perdiguero, E. (2006) Norbert Font i Sague escribió en 1908 una historia de la ciencia en Cataluña entre los siglos IX y XVIII, 34 Hacer un listado de los autores más relevantes de las ciencias naturales en Catalunya no es objetivo de este trabajo, sin embargo para el período estudiado podemos considerar como los autores más relevantes al oceanógrafo y biólogo Odón de Buen, a los Botánico Pius Font Quer y Josep Quatrecases, al divulgador zoológico Emili Tarré, al entomólogo Ignasi de Sagarra y Castellarnau, al geólogo Lluís Mariano Vidal, etc. 33 diversos autores de la corriente liberal decimonónica, como lo fueron Benjamin Constant, Alexis de Tocqueville, John Stuart Mill, Lord Acton y Herbert Spencer, cuya influencia en el trabajo de Almirall es manifiesta. La tesis de éste en la que habla de la evolución de una unidad simple hacia una variedad compleja es el reflejo de las transformaciones de lo homogéneo en heterogéneo. Las influencias lamarckianas están presentes tanto en la obra de Spencer como en la del mismo Almirall, y algunas citas extraídas de Lo Catalanisme son evidencias de la fuerte tendencia al pensamiento evolucionista relacionado con el catalanismo: “Cada agrupación de hombres tiene su personalidad propia, que por herencia se transmite de generación en generación, y que las circunstancias de lugar y tiempo que las rodean tienen en ellas influencias incontrastables”; en donde defiende el derecho de los catalanes a ser diferentes, a hablar en su idioma tradicional y se justifica en sus propias circunstancias. Haciendo uso de los postulados evolucionistas lamarckianos que imperaban en el siglo XIX y a la vez de la nueva teoría evolutiva de Charles Darwin, Almirall escribe en su obra Lo Catalanisme: “La mejora no es hija sino de la lucha, lo que no encuentre oposición para vender no llega a desarrollarse, En el instante en que se acabase la lucha cesaría la vida”; en donde reivindica el derecho de manifestarse y demandar mejoras y cambios en el sistema social y político como vehículo que conduce hacia un mejor estado de bienestar para los pueblos. Consciente de las semejanzas entre el ritmo de la evolución y el de la propia historia, Almirall dice que “Un pueblo no puede permanecer estacionado: no puede cambiar tampoco su modo de ser en un momento dado. La revolución es tan ilógica y contraproducente como el estacionamiento o la reacción. La evolución es la ley que debe regular la marcha de la humanidad”, y de esta manera deja plasmado el interés que no solo él, sino la sociedad entera empezaba a prestar al debate evolucionista 35 4.2. LAS IDEAS EVOLUCIONISTAS EN BARCELONA En 1859, 23 años antes de la fundación del Museo Martorell en Barcelona, el naturalista y fisiólogo inglés Charles Darwin [1809-1882] escribió On the Origin of Species by means of Natural Selection or the preservation of favoured races in the struggle for life (El Origen de las especies por medio de la selección natural o la 35 Trías Vejarano, Juan J. (1975) conservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida). Esta publicación marcó un antes y un después en el pensamiento evolucionista, que comenzaba a abandonar posturas filosóficas antropocentristas para explicar, con argumentos y pruebas de tipo científico, la evolución de las especies a partir de procesos como la selección natural en la lucha por la supervivencia, dejando de lado cualquier consideración teológica o creacionista. En 1868 comenzó la difusión de las ideas de Darwin en España y este proceso se inicia en Barcelona. Se inicia el debate evolucionista en España nueve años después de la publicación de Darwin. Los republicanos, los librepensadores de izquierdas e incluso los anarquistas son quienes más valoran las aportaciones de Darwin para explicar la evolución y se valen de tales aportaciones para postular a su vez teorías sociales y políticas con las cuales explicaban la lucha contra el medio y por la existencia desde un punto de vista antropológico. En contraposición a éstos, otro sector de la población, conformado por políticos de la derecha, catedráticos universitarios, o apologistas católicos muestran su desaprobación frente las ideas de Darwin y se mantienen en posiciones mucho más lamarckianas ya que éstas no entran en conflicto con el orden establecido. También hubo quienes prefirieron mantenerse al margen de dicho debate asumiendo posiciones de corte conciliador entre el Génesis bíblico y la teoría de la evolución de Darwin. Así, surgió un antidarwinismo moderado que se evidencia en posiciones como la de Josep Joaquim Landerer i Climent [1841-1922], que aceptó la posibilidad de transformación de las especies “dentro de ciertos límites”, y dichos límites eran los que planteaba la fe cristiana, por supuesto. 36 Landerer era autodidacta, desde su juventud se sintió apasionado por el estudio de la astronomía y la geología, y mantuvo contacto con grandes científicos del continente europeo. Inspiró a una generación de hombres de ciencia en Catalunya, y es considerado mentor de Jaume Almera en el campo geológico y junto a él escribió su obra Principios de Geología y Paleontología. También se le señala como mentor del médico Jaume Ferran y el químico Innocent Paulí i Galcerán en los experimentos de física que éstos realizaron en Tortosa al margen de la academia universitaria española y siguiendo métodos de las publicaciones científicas internacionales. 37 36 37 Camós, A; Català, J.; Glick, T.F. (en prensa) Tió i Sauleda, Salvador. (2007)Ferran i Paulí: La Instantaneidad en Fotografía. Una prueba de las posturas intransigentes adoptadas desde los círculos intelectuales y académicos de Barcelona y a favor de la iglesia, es el discurso ofrecido por el catedrático de literatura Joaquim Rubio i Ors en la inauguración del curso académico 1860-1861 donde postula como gran principio de su cátedra la necesidad de ser “católicos antes que filósofos”. Esta opinión, surgida desde una parte de la clase burguesa y la opinión del clero coincidían plenamente: deseaban una ciencia “en completa conformidad y armonía con la divina revelación”, como le manifestó a Almera el rector del seminario en la circular enviada con motivo de la fundación de su Museo Geológico. 38 4.3. RELIGIÓN Y CIENCIA NATURAL EN EL MUSEO MARTORELL Las evidencias señalan que el Museo Martorell permaneció al margen de la polémica evolucionista, o al menos se ve reflejada ninguna posición a este respecto en el trabajo de Artur Bofill así como en ninguno de los libros que ingresaron a la biblioteca hasta 1915. Bofill era creyente y mantenía excelentes relaciones con la iglesia, prueba de ello son sus investigaciones con Almera y Font i Sagué, ambos sacerdotes o su correspondencia científica y personal con abates y demás miembros de congregaciones religiosas en el extranjero para intercambiar especímenes y bibliografía y para solicitar información biogeográfica. 39 Es difícil de encontrar una explicación precisa de las razones por las cuales el Museo Martorell no participó en el debate darwinista, como lo hicieron las Universidad de Barcelona o el Museo del Seminario. Y más complicado aun es descifrar por qué en 1915 aun no se registraba el ingreso de ningún ejemplar de El Origen de las Especies en la Biblioteca auxiliar, una biblioteca en donde abundaban los libros acerca de las edades geológicas y de especies fósiles y extintas y que contaba con obras de gran actualidad científica. Hay autores que se aventuran a proponer a Almera y a Bofill como introductores de la técnica paleontológica evolucionista 40 , en contraposición de los tradicionales científicos católicos madrileños, pero la concepción de la evolución para Bofill y Almera no iba más allá de una evolución lamarckiana en la que las especies inferiores habían evolucionado hacia formas de vida superiores pero siempre dejando al 38 Camós, A. (Comunicación personal) Correspondencia de A. Bofill. Archivo histórico del Museo Ciencias de Barcelona. Carpetas 107,1; 107,2; 108,1; 108,2; 109,1 y 109,2. 40 Sala-Catalá, José. (1988) 39 hombre aparte de todo debate, pues éste había sido creado a imagen y semejanza de dios. Aparentemente el ingreso de material darwinista al Museo Martorell inicia en 1935, con una obra que no plantea grandes cuestionamientos, ya que no ofrece mayores postulados evolucionistas y se trata más vale de un libro de exploración y viajes. Se trataba de “Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo en el navío de S.M. Beagle” 41 traducido al español por Juan Mateos. Las demás obras de Charles Darwin presentes en la Biblioteca del Museo de Ciencias de Barcelona, como el Origen del Hombre o el famoso Origen de las Especies tienen como fecha de edición 1972 o años posteriores. Revisando el listado de los libros ingresados entre 1882 y 1915 al Museo Martorell encontramos obras en las que ciencias naturales y religión van de la mano, como La cosmogonía de Moisés comparada con los hechos geológicos de Marcel des Serres, La terre avant le Deluge, de Louis Figuier o El diluvi biblich segons la geologia de Norbert Font i Sague. En estas obras, la mención de hechos no probados científicamente, como el diluvio universal, dejan claramente establecido el tipo de ciencia que ofrecían sus autores. Una en la que se acomodaran conjuntamente las ideas teológicas irrefutables provenientes de la Biblia con pruebas científicas que novedosas que validaban las sagradas escrituras añadiéndoles un valor científico. 5. CONCLUSIONES La ruptura de paradigmas en la ciencia del siglo XIX trae consigo cambios que se experimentan en diferentes niveles de la actividad científica. El coleccionismo ecléctico de tendencias universalistas y enciclopedistas tiende a convertirse en un coleccionismo reduccionista pero pragmático, ya que se adquiere conciencia de la importancia económica de las aplicaciones y beneficios a los que se puede aspirar haciendo uso de la ciencia. En el Museo Martorell encontramos un ejemplo claro de este cambio de paradigmas. La idea del museo tiene su origen en una colección privada que se convierte en pública y se pone a disposición de la ciudad entera. El ayuntamiento pone a disposición un terreno en el cual se construye un espacio de ciencia en el que se preservarán piezas y materiales y se estudiará y dará a conocer información científica. 41 «Journal of researches into the Natural History and Geology of the countries visited during the voyage round the world of H.M.S. "Beagle"» El espacio, creado siguiendo el mismo modelo de otros museos en diferentes lugares del mundo, se convierte en el lugar de interacción de estos intereses privados y públicos, se convierte en la primera “catedral de ciencias” de Barcelona. Este proyecto cuenta con el apoyo de diferentes sectores de la sociedad, y vemos como actores principales durante los primeros años al Estado, la clase burguesa y al clero. Posteriormente, y a medida que el Estado pierde ingerencia, empiezan a aparecer nuevos actores en el proceso de cambio paradigmático, con una amplia variedad de motivaciones, intereses científicos y orígenes étnicos o sociales. Al reconstruir los primeros años de la colección bibliográfica del Museo Martorell vemos como esta biblioteca pasó de la generalidad alrededor de diferentes temas a la especialización en biblioteca de ciencias en la que la malacología, la paleontología y la geología eran los temas centrales. La mayoría de libros de la Biblioteca del Museo Martorell llegaron gracias a las donaciones particulares e institucionales que se fueron recibiendo desde el segundo año de funcionamiento y hasta 1915 de manera más o menos continua, presentándose tres grandes donantes particulares en esta fase inicial de su historia: Francesc Martorell y Peña, Manuel Martorell y Peña y Artur Bofill i Poch. En lo que a los hermanos Martorell respecta, sus donaciones fueron del tipo ecléctico y universalista, mientras que el donativo de Bofill es casi científico en su totalidad. Artur Bofill es sin duda el autor más repetido entre los libros de la Biblioteca del Museo Martorell hasta 1915. Puede que algunas colecciones de obras de otros autores como la Historia Natural de Buffon lo aventajaran en número de ejemplares, pero hizo un gran trabajo como científico y divulgador de sus propias investigaciones personales. Prueba de ello son las 30 entradas de escritos suyos en la biblioteca. La mezcla de intereses científicos que encontramos en el trabajo de Bofill nos lleva a pensar que además de ser uno de los introductores de la malacología en Catalunya, campo en el que ganó su prestigio a un nivel que podríamos decir mundial, también fue una especie de arqueo-ecólogo o paleo-ecólogo, dado que al estar interesado en entender y describir fauna extinta también trabajó en el proceso de composición ideal de sus respectivos medios. Es de remarcar que durante el período en que Bofill llevó la dirección del Museo Martorell, se encargó de darlo a conocer a nivel mundial a través del intercambio de material científico, recibiendo a su vez donaciones de material con el quehacer de la ciencia en otros lugares de producción y divulgación del conocimiento, construyendo relaciones de intercambio con diferentes museos, principalmente iberoamericanos. La presencia permanente de Bofill en el Museo Martorell desde 1893 y hasta 1920, y su dedicación frente a la colección malacológica del museo, hicieron que esta colección fuera una de las más importantes colecciones de referencia de la costa mediterránea. Su trabajo conjunto con otros coleccionistas y otros autores de la malacología llevan a la construcción de la escuela malacológica lo convierten en el padre de la disciplina en tierras catalanas. El Museo Martorell trató de permanecer imparcial frente al debate evolutivo. Personas como Artur Bofill o Jaume Almera podían representar a una clase social favorecida o a la iglesia, y ya eran conocidas las posturas de estos dos grupos sociales frente a este tema. Al parecer, prefirieron concentrarse en sus investigaciones, que no se verían afectadas de ninguna manera por el resultado del debate dejando que fueran otros los que tomaran adoptaran posiciones favorables o adversas en tal controversia. 6. BIBLIOGRAFÍA Aragonès, Enric. La biblioteca del Museu d’Història Natural del Seminari de Barcelona. Noticies de Natura. 2004; 7. Aragonès, Enric. Marià Faura i Sans i el Servei del Mapa Geològic de Catalunya. Treballs del Museo de Geología de Barcelona. 2006; 81-264 Camós, Agustí, Català, Jesús; Glick, Thomas F. Cap. 6. La recepció de l’Evolucionisme. In: Vernet, Joan; Parés, Ramon (Eds) La Ciencia en la Història dels Paisos Catalans. Vol. III. Universitat de Valencia (en prensa). Camós, Agustí. Darwin a Catalunya: De la intransigència catòlica a l’anís del mono. (en prensa) Cañizares-Ezguerra, Jorge. Iberian Colonial Science. Isis. 2005; 96: 64–70. Gómez-Alba, Julio. El Museo de Geología de Barcelona: Desde su Fundación a la Junta de Ciencias Naturales (1872 – 1905). Treballs del Museu de Geologia de Barcelona. 1990; 1: 7-34. Gómez-Alba, Julio. Selecció d’Obres: Biografía. Lluis Marià Vidal. Proyecto Vidal ’92. Barcelona: Museu de Geologia, Ajuntament de Barcelona, 1992. Lopes, Maria Margaret; Podgorny, Irina. The Shaping of Latin American Museums of Natural History, 1850 – 1990, Osiris. 2000; 15: 108 – 118. Masriera, Alícia. El Museo de Geología (Museo Martorell) Un Siglo de Historia 1878 – 1978. Barcelona, Ajuntament de Barcelona, Museo de Geología. Delegación de Cultura – Servicio de Publicaciones. 1978. Masriera, Alícia. El Museu Martorell, 125 Anys d’un Museu Històric i la Seva Aportació a la Geologia Catalana. Actes de la VII Trobada d’Història de la Ciència i de la Tècnica. 2003: 569 – 577. Nieto-Galan, Agustí; Roca-Rosell, Antoni (Coords.) La Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona als segles XVIII i XIX: Història, ciencia i societat. Barcelona: Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona; Institut d’Estudis Catalans. 2000. Nieto-Galán, Agustí. Libros para todos: La ciencia popular en el siglo XIX. Quark. 2006; 37-38:46-52. Nos, Rosario. Fritz Haas y Arthur Bofill i Poch: Creadores de la escuela catalana de malacología. El Dr. Fritz Haas y los Malacólogos Catalanes. In: Treballs del Museu de Zoologia – Fauna Malacológica Terrestre y de Agua Dulce. Dr. F. Haas. Facsimil de l’edició de l’any 1929. 1991; No. 5: x-xii. Pardo-Tomás, Josep; Martínez-Vidal, Àlvar; Perdiguero, Enrique. Per la Ciència i per la Pàtria: medical catalanism (1898-1936). Sixth Social Science History European Conference, Amsterdam, March 2006. Pickstone, John V. Ways of Knowing. Manchester University Press. 2000. Pimentel, Juan. The Iberian Vision: Science and Empire in the Framework or a Universal Monarchy, 1500-1800. Osiris. 2000; 15: 17-30. Sala-Català, José. Ciencia Biológica y polémica en la España de la Restauración. In: Sanchez-Ron, Jose Manuel (Ed.) Ciencia y Sociedad en España: De la Ilustración a la Guerra civil. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. 1988. p. 157-177. Sheets-Pyenson, Susan. Cathedrals of Science: The Development of Colonial Natural History Museums During the Late Nineteenth Century, History of Science. 1987; 25: 369. Tió i Sauleda, Salvador. Ferran i Paulí: La Instantaneidad en Fotografía. Quaderns de Tècnica i Cultura. 2007. Trías Vejarano, Juan J. «Lo Catalanisme»: Liberalismo, positivismo, evolucionismo; «Self-Government» y «Federal Liberty». Las soluciones institucionales y la táctica: La apreruta al compromiso. In: “Almirall y los orígenes del catalanismo. Siglo XXI Editores. 1975. p. 360-384. Valls Juliá, Juan. Dr. Dn. Jaume Almera Comas, Padre de la geología catalana. Tesis doctoral dirigida por Lluís Solé i Sabarís. Departament de Geologia. Universitat de Barcelona. 1982. Varela-Restrepo, J. Joaquin. La Biblioteca del Museo Martorell y los orígenes del coleccionismo zoológico en Barcelona. Actes d’Història de la Ciència i de la Tècnica, 1-1. 2008 (en prensa) 7. FUENTES PRIMARIAS Bofill i Poch, Artur. Catálogo de los Moluscos testáceos terrestres del llano de Barcelona. Crónica Científica. 1879; 2: 16, 27, 52, 79, 105, 134, 151, 475. Bofill i Poch, Artur. Plantas insectívoras de Cataluña. Crónica Científica. 1880; 3: 13. Bofill i Poch, Artur. Moluscos del valle de Ribas, Crónica Científica. 1884; 7: 244, 260, 285. Bofill i Poch, Artur. Contribuciones a la Fauna Malacológica de Cataluña, Crónica Científica. 1887; 10: 99, 124. Bofill i Poch, Artur. Catálogo de los moluscos testáceos terrestres del llano de Barcelona”. Crónica Científica. 1887; 10: 248. Bofill i Poch, Artur; Almera-Comas, Jaume. Descubrimiento de grandes mamíferos en Cataluña. Crónica Científica. 1887; 10: 1. Bofill i Poch, Artur; Almera-Comas, Jaume. Una hora en el laboratorio zoológico de Banyuls-sur-Mer. Crónica Científica. 1887; 10: 220. Bofill i Poch, Artur; Almera-Comas, Jaume. Datos geológicos sobre los Pirineos orientales. Crónica Científica. 1888; 11: 241. Bofill i Poch, Artur; Almera-Comas, Jaume. Descubrimientos paleontológicos en Cataluña. Crónica Científica. 1889; 12: 1. Bofill i Poch, Artur; Almera-Comas, Jaume. Descubrimiento del Jurásico en la costa de Garraf”. Crónica Científica. 1889; 12: 417. Bofill i Poch, Artur. Moluscos marinos de Llansá. Crónica Científica. 1890; 13: 196, 241, 265. Bofill i Poch, Artur. Fauna malacológica de Cataluña. Crónica Científica. 1891; 14: 49. Bofill i Poch, Artur. Presencia en Cataluña de tres cisnes del norte de Europa. Crónica Científica. 1891; 14: 65. Bofill i Poch, Artur; Almera-Comas, Jaume. Pasado y presente de las costas de Garraf. Crónica Científica. 1891; 14: 161. Bofill i Poch, Artur; Almera-Comas, Jaume. “Moluscos fósiles pliocenos de Cataluña. Crónica Científica. 1892; 15: Obra aparte. Coleópteros de Cataluña. La Ilustración Española y Americana. 13 de Octubre de 1877 (XXXVIII): 246 Font i Sagué, Norbert. Historia Natural. In: Historia de les ciencies naturals a Catalunya. Del sigle IX al sigle XVIII. Facsímil de l’edició del any 1908. Altafulla editores; 1978. p. 177-252. 8. ARCHIVOS Archivo Histórico del Museo Martorell Archivo Histórico de la Universidad de Barcelona Archivo Histórico del Colegio de Arquitectos de Catalunya 9. ÍNDICE 0. RESUMEN 1 1. INTRODUCCIÓN 2 2. EL MUSEO MARTORELL Y BARCELONA 3 3. LA ZOOLOGÍA EN LA BIBLIOTECA AUXILIAR DEL MUSEO MARTORELL 7 3.1. EL DONATIVO DE FRANCESC MARTORELL Y PEÑA 3.2. EL DONATIVO DE MANUEL MARTORELL Y PEÑA 8 10 3.3. EL MUSEO MARTORELL Y ARTUR BOFILL 12 3.4. INVENTARIOS DE LA BIBLIOTECA DEL MUSEO MARTORELL 18 4. LAS CIENCIAS NATURALES EN LA RENAIXENÇA 22 4.1. VALENTÍ ALMIRALL Y LO CATALANISME 23 4.2. LAS IDEAS EVOLUCIONISTAS EN BARCELONA 24 4.3. RELIGION Y CIENCIA NATURAL EN EL MUSEO MARTORELL 26 5. CONCLUSIONES 27 6. BIBLIOGRAFÍA 30 7. FUENTES PRIMARIAS 31 8. ARCHIVOS 32 9. INDICE 32 10. AGRADECIMIENTOS 33 10. AGRADECIMIENTOS Sandra Valentín Monte - Museu de Ciències Naturals de Barcelona Alfons Zarzoso - Museu d’Història de la Medicina Sebastian Calzada -Museu Geològic del Seminari de Barcelona Xavier Roque - Servei d’Arxius de Ciència – CEHIC – UAB José Pardo Tomás – Consejo Superior de Investigaciones Científicas