“La jardinera”. “Canción de lo que tengo”. Autora: Violeta Parra Autora: Elsa Isabel Bornemann. Para olvidarme de ti Voy a cultivar la tierra En ella, espero encontrar Remedio para mi pena Tengo para darte mi oso de peluche, un copo de nieve Aquí, plantaré el rosal De las espinas más gruesas Tendré lista la corona Para cuando, en mí, te mueras Para mi tristeza, violeta azul Clavelina roja pa' mi pasión Y para saber si me corresponde Deshojo un blanco manzanillón Si me quiere mucho, poquito o nada Tranquilo queda mi corazón Creciendo irán, poco a poco Los alegres pensamientos Cuando ya estén florecidos Irán lejos tus recuerdos dentro de un estuche, catorce boletos de esos “capicúa” y un collar de gotas nuevas de garúa … Tengo para darte besos de juguete, dos vueltas de manzana en monopatín, De la flor de la amapola Seré su mejor amiga La pondré bajo la almohada Para dormirme tranquila Para mi tristeza, violeta azul Clavelina roja pa' mi pasión Y para saber si me corresponde Deshojo un blanco manzanillón Si me quiere mucho, poquito o nada Tranquilo queda mi corazón Cogollo de toronjil Cuando me aumenten las penas Las flores de mi jardín Han de ser mis enfermeras mi risa enjaulada, madejas de espuma, la mejor platea para ver la luna… Tengo para darte mi mantel, mi mesa, alguna latita llena de tristeza…, hilos de arco iris Y si acaso yo me ausento Antes que tú te arrepientas Heredarás estas flores Ven a curarte con ellas. que a veces consigo y todos mis ratos… si tú eres mi amigo/a. “La orquesta más rara del mundo”. “Llora la regadera”. Autora: Elsa Isabel Bornemann. Autora: Elsa Isabel Bornemann. La orquesta más rara del mundo ¡Oh! ¡Llora la regadera! Guitarras para los gatos, No quiere ser jardinera… Kilos de lágrimas tira erkes para las vaquitas, hacia la tierra que mira, cascabeles para patos y las plantas enojadas y para ovejas, cajitas... con sus chinelas mojadas Quenas para los caballos, le gritan: —¡No llores más y vete a dormir en paz! charangos para zorritos Se traga quince secantes y bombos para los gallos, pero aún no es bastante. las gallinas, los pollitos... Llora tanto, pobrecita, Un loco lindo inventó que ahoga a una margarita. todos estos instrumentos En su nariz amarilla el agua brilla que brilla… y una orquesta organizó: ¡la más rara del momento! ¡Tocando por los senderos va la animalesca orquesta de animales musiqueros! ¡No se pierden ni una fiesta! y en vez de una margarita parece una mar… chiquita. “La mejor Luna”. Autora: Liliana Bodoc. Pedro es amigo de Juan. Juan es amigo de Melina. Melina es amiga de la luna. Por eso, cuando la luna empieza a perder su redondez, los ojos alargados de Melina hierven de lágrimas, su tazón de leche se pone viejo en un rincón, y no hay caricias que la alegren. Días después, cuando la luna desaparece por completo, Melina sube a los techos y allí se queda, esperando que la luna regrese al cielo como aparecen los barcos en el horizonte. Pedro salió a recibirlo con una mano verde y otra amarilla. Juan y Pedro hablaron durante largo rato y, al fin, se pusieron de acuerdo. Iban a colgar el enorme cuadro en el balcón del séptimo piso para que, desde los techos de enfrente, Melina creyera que la luna estaba siempre en el cielo. Eso sí, tendrían que colgarlo al inicio de la noche y descolgarlo al amanecer. Pedro es un pintor muy viejo. Juan es un niño muy niño. La luna del cuadro no es tan redonda ni tan grande. Y Melina, la gata, no es tan sonsa como para creer que una luna pintada es la luna verdadera. Apenas vio el cuadro colgado en el balcón de enfrente, Melina supo que esa no era la verdadera luna del verdadero cielo. Melina es la gata de Juan. Juan es amigo de Pedro. Pedro es el dueño de la luna. También supo que ese mar, aunque era muy lindo, no tenía peces. Entonces, la gata inclinó la cabeza para pensar qué debía hacer. La luna de Pedro no es tan grande ni tan redonda, tiene color de agua con azúcar y sonríe sin boca. Y es así porque Pedro la pintó a su gusto en un enorme cuadro nocturno, mitad mar, mitad cielo. Pedro, el pintor de cuadros, pasa noches enteras en su balcón. Y desde allí puede ver la tristeza de Melina cuando no hay luna. Gata manchada de negro que anda sola por los techos. ¿Les dije que Melina es la gata de Juan? ¿Les dije que Juan se pone triste con la tristeza de Melina? ¿Qué debo hacer?, pensó Melina para un lado. Juan se pone muy triste cuando Melina se pierde en el extraño mundo de los techos, esperando el regreso de la luna. Y siempre está buscando la manera de ayudar a su amiga. Por eso, apenas vio el nuevo cuadro que Pedro había pintado, Juan tuvo una idea. Y aunque se trataba de una luna ni tan grande ni tan redonda, color de agua con azúcar, podía alcanzar para convencer a Melina de que un pedacito de mar y una luna quieta se habían mudado al departamento de enfrente. Juan cruzó la calle, subió siete pisos en ascensor y llamó a la puerta de su amigo. ¿Qué debo hacer?, pensó Melina para el otro. "La luna está lejos y Juan está cerca. Juan es capaz de reconocerme entre mil gatas manchadas de negro. Para la luna, en cambio, yo debo ser una gata parecida a todas en un techo parecido a todos. Y aunque la luna del pintor Pedro no es tan grande ni tan redonda es la luna que me dio el amor" Melina es amiga del Juan. Juan es amigo de Pedro. Pedro es amigo de los colores. Juan creyó que un cuadro podía reemplazar al verdadero cielo. Porque para eso están los niños, para soñar sin miedo. Melina dejó de andar triste en las noches sin luna, porque para eso tenía la luna del amor. Y Pedro sigue pintando cielos muy grandes, porque para eso están los colores: para acercar lo que está lejos. “El hombre imaginario”. “Notas de viaje”. Autor: Nicanor Parra. Autor: Nicanor Parra. El hombre imaginario Yo me mantuve alejado de mi puesto durante años. vive en una mansión imaginaria Me dediqué a viajar, a cambiar impresiones con mis rodeada de árboles imaginarios interlocutores, a la orilla de un río imaginario Me dediqué a dormir; De los muros que son imaginarios Pero las escenas vividas en épocas anteriores se hacían penden antiguos cuadros imaginarios presentes en mi memoria. irreparables grietas imaginarias Durante el baile yo pensaba en cosas absurdas: que representan hechos imaginarios Pensaba en unas lechugas vistas el día anterior ocurridos en mundos imaginarios Al pasar delante de la cocina, en lugares y tiempos imaginarios Pensaba un sinnúmero de cosas fantásticas relacionadas Todas las tardes, tardes imaginarias con mi familia; sube las escaleras imaginarias Entretanto el barco ya había entrado al río y se asoma al balcón imaginario Se abría paso a través de un banco de medusas. Aquellas escenas fotográficas a mirar el paisaje imaginario que consiste en un valle imaginario circundado de cerros imaginarios Sombras imaginarias vienen por el camino imaginario entonando canciones imaginarias a la muerte del sol imaginario Y en las noches de luna imaginaria sueña con la mujer imaginaria que le brindó su amor imaginario vuelve a sentir ese mismo dolor ese mismo placer imaginario y vuelve a palpitar el corazón del hombre imaginario. afectaban mi espíritu, Me obligaban a encerrarme en mi camarote; Comía a la fuerza, me rebelaba contra mí mismo, Constituía un peligro permanente a bordo Puesto que en cualquier momento podía salir con un contrasentido. “La llave que nadie ha perdido” Autor: Elicura Chihuailaf “Así transcurren mis Sueños, mis Visiones” Autor: Elicura Chihuailaf La poesía no sirve para nada Las palabras son como el sonido me dicen del Kultrun Y en el bosque los árboles me están diciendo mis Antepasados se acarician pues se sujetan en el misterio con sus raíces azules de la sabiduría y agitan sus ramas el aire Por eso con tu lenguaje florido saludando con pájaros conversarás con los amigos el Rastro del Avestruz e irás a parlamentar con los winka La poesía es el hondo susurro de los asesinados Montado sobre un arcoiris viajo el rumor de hojas en el otoño por el mundo la tristeza por el muchacho los cuatro dueños del viento que conserva la lengua me acompañan pero ha perdido el alma Tal vez en las nubes deba combatir La poesía, la poesía contra nuestros enemigos, es un gesto, un sueño, el paisaje voy pensando tus ojos y mis ojos muchacha tal vez un día con sangre pintaré oídos corazón, la misma música los caminos de mi Pueblo. Y no digo más, porque nadie encontrará la llave que nadie ha perdido Y poesía es el canto de mis Antepasados el día de invierno que arde y apaga esta melancolía tan personal. “El reino del revés” Me dijeron que en el reino del revés Autora: María Elena Walsh Hay un perro pekinés Me dijeron que en el Reino del Revés Que se cae para arriba y una vez Nada el pájaro y vuela el pez No pudo bajar después Que los gatos no hacen miau y dicen yes Porque estudian mucho inglés Vamos a ver cómo es El Reino del Revés Vamos a ver cómo es Vamos a ver cómo es El Reino del Revés El Reino del Revés Vamos a ver cómo es El Reino del Revés Me dijeron que en el reino del revés Un señor llamado Andrés Me dijeron que en el reino del revés Tiene 1.530 chimpancés Nadie baila con los pies Que si miras no los ves Que un ladrón es vigilante y otro es juez Y que dos y dos son tres Vamos a ver cómo es El Reino del Revés Vamos a ver cómo es Vamos a ver como es El Reino del Revés El Reino del Revés Vamos a ver cómo es El Reino del Revés Me dijeron que en el reino del revés Una araña y un ciempiés Me dijeron que en el reino del revés Van montados al palacio del Marqués Cabe un oso en una nuez En caballos de ajedrez Que usan barbas y bigotes los bebés Y que un año dura un mes Vamos a ver como es El Reino del Revés Vamos a ver cómo es Vamos a ver cómo es El Reino del Revés El Reino del Revés. Vamos a ver cómo es El Reino del Revés “En una cajita de fósforos” piolín, carreteles, trapitos, Autora: María Elena Walsh hilachas, cascotes y bichos. En una cajita de fósforos se pueden guardar muchas cosas. Un rayo de sol, por ejemplo (pero hay que encerrarlo muy rápido, si no, se lo come la sombra) Un poco de copo de nieve, quizá una moneda de luna, botones del traje del viento, y mucho, muchísimo más. Les voy a contar un secreto. En una cajita de fósforos yo tengo guardada un lagrima, y nadie, por suerte la ve. Es claro que ya no me sirve Es cierto que está muy gastada. Lo sé, pero que voy a hacer tirarla me da mucha lastima Tal vez las personas mayores no entiendan jamás de tesoros Basura, dirán, cachivaches no se porque juntan todo esto No importa, que ustedes y yo igual seguiremos guardando palitos, pelusas, botones, tachuelas, virutas de lápiz, carozos, tapitas, papeles, En una cajita de fósforos se pueden guardar muchas cosas. Las cosas no tienen mamá. “Como la cigarra” igual que sobreviviente Autora: María Elena Walsh que vuelve de la guerra Tantas veces me mataron tantas veces me morí Tantas veces te mataron sin embargo estoy aquí tantas resucitarás Resucitando cuántas noches pasarás desesperando Gracias doy a la desgracia Y a la mano con puñal Y a la hora del naufragio porque me mató tan mal y la de la oscuridad Y seguí cantando alguien te rescatará para ir cantando Cantando al sol como la cigarra Cantando al sol después de un año como la cigarra bajo la tierra después de un año igual que sobreviviente bajo la tierra que vuelve de la guerra igual que sobreviviente que vuelve de la guerra. Tantas veces me borraron tantas desaparecí a mi propio entierro fui sola y llorando Hice un nudo del pañuelo pero me olvidé después que no era la única vez y seguí cantando Cantando al sol como la cigarra después de un año bajo la tierra “El diablo en el paraíso” Ocho por tres veintisiete Autora: Violeta Parra. Divide un matemático. El hombre se come el pasto El burro los caramelos De asiento tienen el piano La nieta manda al abuelo Tocan música en la silla Y la sota al rey de bastos Caín es la maravilla L'agua la llevo en canasto Para el abel de su hermano Me duermo debajo el catre Caminar es con las manos Todo lo endulzo con natre Los santos son pendencieros Bailo en la tumba del muerto Bendicen a los rateros Mentira todo lo cierto Se acuesta el perro en la cuna Gritaba desnudo un sastre. Debajo de blanca luna La guagua muerde al rondero. Los pajes son coronados Los reyes friegan el piso Aquí termina el ejemplo El diablo en el paraíso Fue por el mundo al revés Y presos van los soldados Y con la venia de usted Se perdonan los pecados Al teatro lo llaman templo Fusilamiento de jueces Muy plácido te contemplo En seco nadan los peces Dice el bandido a su presa Será un acabo de mundo Es más hereje el que reza Cuando en los mares profundos Los viejos van a la escuela Las arboledas florecen. Los niños a la rayuela Ya nadie tiene cabeza. Los justos andan con grillos Y libres van los perversos Noventa cobres un peso Seiscientos gramos un kilo Los futres andan pililos Los gordos son raquíticos Brincaba un paralítico Sobre un filudo machete “Fútbol” “Mereces un amor”. Autora: Blanca Varela Autora: Frida Kahlo Juega con la tierra Mereces un amor que te quiera despeinada, incluso con las razones que te levantan de prisa y con todo y los demonios que no te dejan dormir. Mereces un amor que te haga sentir segura, que pueda comerse al mundo si camina de tu mano, que sienta que tus abrazos van perfectos con su piel. Mereces un amor que quiera bailar contigo, que visite el paraíso cada vez que ve tus ojos y que no se aburra nunca de leer tus expresiones. como con una pelota báilala estréllala reviéntala no es sino eso la tierra Mereces un amor que te escuche cuando cantas, que te apoye en tus ridículos, tú en el jardín que respete que eres libre, que te acompañe en tu vuelo, que no le asuste caer. mi guardavalla mi espantapájaros Mereces un amor que se lleve las mentiras, que te traiga la ilusión, el café y la poesía. mi atila mi niño la tierra entre tus pies gira como nunca prodigiosamente bella. “Fuegos”. “EN TORNO AL CAMPO DE FUTBOL” Autor: Eduardo Galeano. Autora: Maricarmen Velasco Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y hay gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende. Las garzas tiñen de blanco los laureles El crepúsculo gorjea sobre sus ramas Los gritos se escuchan gozosos Gotas de sudor salpican el suelo Animales encapuchados se paran frente al terrerío. Observan cada movimiento listos para atrapar a sus presas Avanzan a zancadas levantan a siete casi adolescentes El candado de la noche se abre la tormenta con estruendo de cerro desgaja familias “Oda a la cebolla”. sobre los hemisferios del tomate. Autor: Pablo Neruda Pero al alcance Cebolla, de las manos del pueblo, luminosa redoma, regada con aceite, pétalo a pétalo espolvoreada se formó tu hermosura, con un poco de sal, escamas de cristal te acrecentaron matas el hambre y en el secreto de la tierra oscura del jornalero en el duro camino. se redondeó tu vientre de rocío. Hada madrina Bajo la tierra envuelta fue el milagro en delicado y cuando apareció papel, sales del suelo, tu torpe tallo verde, eterna, intacta, pura y nacieron como semilla de astro, tus hojas como espadas en el huerto, y al cortarte clara como un planeta, el cuchillo en la cocina y destinada a relucir, sube la única lágrima constelación constante. sin pena. Nos hiciste llorar sin afligirnos. Generosa deshaces tu globo de frescura en la consumación ferviente de la olla, y el jirón de cristal al calor encendido del aceite se transforma en rizada pluma de oro. Yo cuanto existe celebré, cebolla, pero para mí eres más hermosa que un ave de plumas cegadoras, eres para mis ojos globo celeste, copa de platino, baile inmóvil de anémona nevada También recordaré cómo fecunda tu influencia el amor de la ensalada, y parece que el cielo contribuye dándole fina forma de granizo a celebrar tu claridad picada y vive la fragancia de la tierra en tu naturaleza cristalina. “Los que no danzan” Autora: Gabriela Mistral. “Todo es ronda” Autora: Gabriela Mistral. Los astros son ronda de niños, Una niña que es inválida jugando la tierra a espiar… dijo: «¿Cómo danzo yo?» Los trigos son talles de niñas Le dijimos que pusiera jugando a ondular…, a ondular… a danzar su corazón… Los ríos son rondas de niños Luego dijo la quebrada: jugando a encontrarse en el mar… «¿Cómo cantaría yo?» Las olas son rondas de niñas, Le dijimos que pusiera jugando la Tierra a abrazar… a cantar su corazón… Dijo el pobre cardo muerto: ?«¿Cómo danzaría yo?» “La palabra que sana” Autora: Alejandra Pizarnik Le dijimos: ?«Pon al viento a volar tu corazón…» Dijo Dios desde la altura: «¿Cómo bajo del azul?» Le dijimos que bajara a danzarnos en la luz. Todo el valle está danzando en un corro bajo el sol, y al que no entra se le hace tierra, tierra el corazón. Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en que se forma el silencio. Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar, ni tampoco el mundo. Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa. “Hay ovejas y ovejas” Autora: Rosabetty Muñoz “LA BIBLIOTECA ESCOLAR” Autora: Carmen Gil Las que comen de cualquier pastizal y duermen con una sonrisa de satisfacción en los potreros. Nos encanta visitar la biblioteca escolar: tiene libros a montones ¡y magia por los rincones! Las que caminan ciegamente por los caminos acostumbrados. Las que beben despreocupadas Pasean por todos lados personajes encantados y hay en sus estanterías hechizos y brujerías. en los arroyos. Las que no trepan por pendientes peligrosas. Esas van a dar lana abundante en las esquilas y serán sabrosas invitadas en las fiestas de fin de año. Hay también las que tuercen las patas buscando campos de margaritas y se quedan horas y horas contemplando los barrancos. Esas balan toda la gran noche de su vida encogidas de miedo. Y hay, por fin, las malas ovejas descarriadas. Para ellas y por ellas Vive encima de la mesa Filomena, la princesa, que, hartita de ceremonia, se ha ido a explorar la Amazonia. Cerca del ordenador, el pirata Nicanor encuentra un libro precioso. ¿Hay tesoro más valioso? En la pata de una silla la bruja de pacotilla convierte en sapo a un maestro y encanta a diestro y siniestro. Brinca y salta el hada Hilaria junto a la bibliotecaria; pero como es pequeñita, no puede con la varita. Un dragón hecho y derecho baja volando del techo y hace una pizza, feliz, con llamas de su nariz. son las escondidas raíces y los mejores y más deliciosos pastos. En la biblio hay diversión, aventura y emoción; y, lectores y lectoras, ¡pasan volando las horas! Acrósticos: “Casamiento de negros” Violeta Parra. Frondoso el pasto que me recibe Última vez que jugué Tenía tanta tanta risa porque Barrieron mis pies y caí con estilo Otra vez caería jugando con Locura y mis amistades favoritas. Mi mirada ha sido convertida. Auténticas son las sombras Que pintan mis párpados Ultrajan cualquier llanto, Incluye a mis personas favoritas Las que quieren una nueva mirada Los que no saben pintarse Ahí voy y comparto el arte Rosa, morado, verde o azulado. Se ha formao' un casamiento Todo cubierto de negro Negros novios y padrinos Negros cuñados y suegros Y el cura que lo casó Era de los mismos negros Cuando empezaron la fiesta Pusieron un mantel negro Luego llegaron al postre Se sirvieron higos secos Y se fueron a acostar Debajo de un cielo negro Y allí están las dos cabezas De la negra con el negro Y amanecieron con frío Tuvieron que prender fuego Carbón trajo la negrita Carbón que también es negro Algo le duele a la negra Vino el médico del pueblo Recetó emplasto de barro Pero del barro más negro Que le dieran a la negra Zumo de maqui del cerro Ya se murió la negrita Que pena pa'l pobre negro La puso dentro' un cajón Cajón pintao' de negro No prendieron ni una vela Ay! Que velorio tan negro Caligramas: