Centro, método y poesía en "Claros del bosque", de María Zambrano Author(s): Grisel Pujalá Source: Revista Hispánica Moderna , Jun., 1992, Año 45, No. 1 (Jun., 1992), pp. 72-83 Published by: University of Pennsylvania Press Stable URL: https://www.jstor.org/stable/30203318 JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected]. Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at https://about.jstor.org/terms University of Pennsylvania Press is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Revista Hispánica Moderna This content downloaded from 46.25.62.169 on Mon, 14 Nov 2022 07:56:56 UTC All use subject to https://about.jstor.org/terms CENTRO, METODO Y POESIA EN CLAROS DEL BOSQUE, DE MARIA ZAMBRANO ToDo conocimiento descansa en un acto de comprensi6n previo y en el no menos importante acto de desentrafiar el sentido que dicha aspiraci6n cognoscitiva ileva implicita, ya sea por la via discursiva o por la via po6tica. No obstan- te, el desarrollo del pensamiento racional en Occidente desde la 6poca plat6- nica hasta el siglo xIx ha afirmado a ultranza el divorcio constante entre filosofia y poesia, descartando de esta tiltima toda posibilidad de cognici6n. La dicotomia no se daba entre los fil6sofos pre-socriticos, que integraron en si esa rara combinaci6n de reflexi6n filos6fica caracterizada por la persistente buisqueda de la verdad y el adentramiento en la misteriosa y enigmaitica realidad que constituye el quehacer po6tico. Esta antigua unicidad comienza a deteriorarse paulatinamente y alcanza un punto culminante en la Grecia clisica tardia, al expulsar Plat6n a los poetas de su "Repuiblica" y calificarlos de creadores de imaigenes, reflexiones y sombras. Plat6n afirma que el poeta usa la imagen para estimular la fantasia en vez de iniciar al hombre en la bfisqueda de la verdad, dominio, a su juicio, de la filosofia. La fantasia creada por el poeta mueve, influencia y ficilmente estimula las pasiones de la masa a trav6s de la imagineria persuasiva. Dentro de su teorfa epistemol6gica, esta actividad pertenece, no al mundo inteligible del conocimiento, sino al mais efimero mundo visible de la opini6n y la conjetura. Sin embargo, la verdadera causa de la escisi6n entre pensar filos6fico y sentimiento po6tico tiene sus rafces en el "odium theologicum", desavenencias substanciales entre fil6sofos y poetas en materias de teologifa y religi6n. James Adams, investigador de las antiguas religiones griegas, nos aclara este punto en su libro The Religious Teachers of Greece: ...The most potent cause of strife was the antagonism between poetry and philosophy on the subject of the attribute of the Godhead and his relation with mankind... (4) Fue la conexi6n, desde sus comienzos, una desavenencia entre el papel que desempefia lo sacro en el acaecer humano; asunto que se convertiri en t6pico significativo para fil6sofos como Martin Heidegger, y en tema preponderante de la obra de Maria Zambrano. Poesia y filosofia cohabitan univocamente en la mente y en el coraz6n del hombre a fin de dar sentido a su experiencia vital; ambas operan desde el reino de la conciencia; una, desde la lucidez que tantos siglos de racionalismo le otorga, y la otra, se instala en lo que Jung llam6 "conciencia eclipsada" o umbral del inconsciente, e invita desde alli a la aprehensi6n del misterio y el suefio inherentes en el Ser. La unificaci6n de esta profunda dicotomia ha sido ensayada de forma individual a trav6s de los tiempos y por diferentes autores. Se trata de recuperar una forma de conocimiento que se apodere no s61o de la This content downloaded from 46.25.62.169 on Mon, 14 Nov 2022 07:56:56 UTC All use subject to https://about.jstor.org/terms CENTRO, METODO Y POESiA EN CLAROS DEL BOSQUE 73 raz6n, sino que incluya la vida como experiencia integral. En nuestra 6poca, tal es el m6todo propuesto por Maria Zambrano a trav6s de su obra literaria y muy en particular Claros del bosque: reconciliar la filosoffa con antiguas formas de saber relegadas a la subconsciencia individual y colectiva por carecer de lucidez cartesiana, maneras de conocer mais cercanas a la forma en que la poesfia interpreta y recoge la vida. Segun Zambrano el problema que enfrent6 el hombre moderno, y que tiene su crisis final en el mundo postmoderno de nuestro siglo, es el haber cor- tado del aimbito racional los lazos de uni6n con todos aquellos elementos animicos e inconscientes que pudiesen ofrecerle un caricter sacro a la existencia, lo cual devino en inhabilidad para descender a los abismos psiquicos de su origen e integrarlos a la totalidad de la vida, no como adversarios de la raz6n sino en concordancia con la misma. De esta tarea se ha encargado desde siempre el poeta, y su intuici6n le ha llevado en ocasiones multiples a enunciarlo est6ticamente. Ya lo sefialaba Holderlin en su poema "Mnemosyne": ... The heavenly powers Cannot do all things. It is the mortals Who reach sooner into the abyss. So the turn is With these... (IV, 225) Heidegger, estudioso de Holderlin y fuente filos6fica de Zambrano, al referirse a esta negaci6n y olvido de los hilos de continuidad entre lo sacro, lo humano y lo divino, sefiala: ...Not only have the gods and the god fled, but the divine radiance has become extinguished in the world's history. (Poetry, 91) Mais adelante afirma que la labor del poeta es restablecer este vinculo sagrado entre el hombre y los dioses: ... To be a poet is... to attend, singing, to the trace of the fugitive gods. This is why the poet in the time of the world's night utters the holy. (94) Zambrano nos plantea la doble perspectiva de un m6todo: la sacralidad, vivencia irreflexiva y alianza trascendente del poeta, debe elevarse a categoria cognoscitiva y asumir su lugar al lado de la raz6n para asi adquirir lo que jungianamente ha dado en Ilamarse "proceso de individuaci6n". La fusi6n no descarta al ser hist6rico sino que lo une a los substratos psiquicos mis antiguos del sentir humano: el estro creador, el inima, el suefio, la sombra, en sifntesis: lo irracional. Jesis Moreno Sanz, extgeta de Zambrano, sefiala en su articulo "El m~todo en Maria Zambrano y la tradici6n filos6fica y agn6stica en Occidente" que: Una psique inmensamente vieja forma base de nuestra mente y en sus "arquetipos colectivos" inconscientes hallamos un puente, el vinculo entre el mundo racional de la consciencia y el mundo del puro instinto. (98) This content downloaded from 46.25.62.169 on Mon, 14 Nov 2022 07:56:56 UTC All use subject to https://about.jstor.org/terms 74 GRISEL PUJALA RHM, XLV (1992) El abandono milenario de esta energia psiquica como consecuencia "la vida dominada por la pura a una vida 'artificial' y 'alienada' " (98), es decir, la raleza. A partir de la generaci6n del 98, dentro del pensamiento espafiol del siglo xx no han faltado fil6sofos que sefialen esta supremacia del metodo racionalista por encima del mito y la poesia, y los perniciosos efectos que el mismo dej6 en la modernidad. Eduardo Subirats, en su articulo "Intermedio sobre filosofia y poesia de Maria Zambrano", sefiala esta crisis de fe en la raz6n que sirve de clima espiritual para los pensadores del 98: Unamuno cuestiona lo que llama la insubstancialidad, la falta de caricter, la ausencia de identidad, de profundidad en lo hist6rico, en lo mitol6gico, en lo po6tico, inherente al espiritu cartesiano... En consonancia con esta critica, la obra de Unamuno busca en sus mejores momentos una alternativa en lo poetico. (94) M is adelante sefiala Subirats la preocupaci6n de Ortega por el mismo tema y la manera privativa en que este trata de acercar la raz6n a la vida: Ortega, lo mismo que Ganivet o Unamuno, describe en el horizonte de su an.lisis filos6fico los elementos de aquella escisi6n entre lo hist6rico y la modernidad que caracteriza la cultura contemporinea. Su alternativa de una sintesis, la raz6n vital, es afin a la posici6n unamuniana abocada a lo religioso, el paisaje o lo portico. (95) Zambrano se hace heredera de este dilema ontol6gico contemporineo y ofrece de su propia cosecha el metodo de la raz6n poetica que Unamuno dio por imposible: la integraci6n del Ser escindido entre fe y raz6n. Zambrano, a diferencia de Ortega, quien centra su filosoffia en el ser como existencia y circunstancia hist6rica y social, va mis alli de su maestro cuando afirma mediante su raz6n po tica que existen otros horizontes esenciales para el hombre que se dispone no a buscarlos, sino a encontrarlos, para el que indaga mais alli del mero existir, para el que va al encuentro de la totalidad del Ser: porque en la plenitud... no existen las circunstancias. Se borran las circunstancias en la mzis leve, p ilida presencia de la plenitud. (82) Claros del bosque es, entre sus libros, el que mejor expresa su filosofar. Esta obra subraya varios temas que resultan inseparables de su raz6n po~tica, como es el concepto de centro, y a la par de iste, el m~todo discontinuo, nuevo plan de vida que acoge, al igual que la "Vita nuova" de Dante, aspiraciones po~ticas, pero que a la vez tambidn admite la inclusi6n de las consideraciones ontol6gicas de Zambrano y el alcance del quehacer portico en lo que ella considera la total aprehensi6n del Ser, la existencia y la vida. This content downloaded from 46.25.62.169 on Mon, 14 Nov 2022 07:56:56 UTC All use subject to https://about.jstor.org/terms CENTRO, METODO Y POESiA EN CLAROS DEL BOSQUE 75 1. EL CENTRO El concepto de centro es materia recurrente tanto en filosoffa como en la tradici6n iniciitica de Occidente, cuyas raices se remontan a la antigua escuela pitag6rica. El centro, espacio psicol6gico y vital, mis que ideal es elemento indispensable para la formaci6n y el desarrollo del ser interno del hombre, adiestramiento que consiste en amplificar el nivel introspectivo de manera tal que la aten- ci6n se desplace de la realidad objetiva y circunstancial a la mis sutil y profunda realidad de la conciencia de si. Entre las antiguas filosoffas que ponderaron la idea de centro esti el estoicismo, escuela que dej6 huella en la formaci6n del caraicter espafiol a travys del pensamiento senequista. Los estoicos apreciaban el recogimiento y la fuer- za que generaba un nficleo interior, lugar seguro e imprescindible para la prictica del desapego de las circunstancias tan inseparable de este sistema. Marco Aurelio, uno de sus mejores exponentes, seiiala en sus Soliloquios: "Busca en tu interior. Dentro de ti estL la fuente de bien, que puede manar de continuo si profundizas siempre" (VII.59). Ya desde las primeras paiginas, Zambrano deja entrever por el titulo del libro que 6ste girarai en torno a esa noci6n bisica y en virtud de la cual se desa- rrolla la obra: "El claro del bosque -indica- es un centro... es otro reino que un alma habita y guarda" (11). Zambrano retoma y profundiza en ese espacio vacio interior, y desde e1 actia para iniciar el comienzo de una mudanza en que la vida se de en toda su plenitud y autenticidad: ...todo organismo vivo persigue poseer un vacio, un hueco dentro de si, verdadero espacio vital... Un ser viviente que resulta tanto mis "ser" cuanto mais amplio y cualificado sea el vacio... Un ser viviente que dirige desde adentro su propia vida a imagen real de la vida. (64) La importancia de un eje rector con antecedentes misticos en Miguel de Molinos y Kempis prevalece en nuestros dias en algunas escuelas psicol6gicas, como la analitica de Jung y su noci6n de "mandala" o punto convergente del 'Yo Superior", en el Cuarto Camino de Gurdjieff y su "conciencia testigo", y en la mis reciente escuela de Psicologia Transpersonal promulgada por Ken Wilber y Stanislav Grof. Todos los metodos de auto-conocimiento y exploraci6n de aireas remotas del ser hacen hincapid en la creaci6n de un mecanismo cognoscitivo superior al ego (sustentador de las funciones de la mente racional), que actdie como centro rector de toda la actividad de la conciencia humana. Claros del bosque se inscribe en esta noci6n y es expli funciones desempefiadas por dicho centro y la relaci6n d lidad del hombre. Se trata de iniciar un proceso de hond repercuta en todos los imbitos de la vida: El movimiento mais intimo no puede ser otro que el de c esto aun cuando se entienda el vivir como una exigencia de formaci6n. This content downloaded from 46.25.62.169 on Mon, 14 Nov 2022 07:56:56 UTC All use subject to https://about.jstor.org/terms 76 GRISEL PUJALA RHM, XLV (1992) La virtud del centro es atraer, recoger en torno t perso. (59) Pero los antecedentes ontol6gicos del centro en Zambrano van atn mis lejos. Existen en su libro ecos del concepto triadico del Ser propuesto por los neoplat6nicos. De acuerdo con esta tradici6n, el Ser comprende tres momentos: el "Ser en si", o Ser como causa; el "Ser sale de si", donde la causa deviene en manifestaci6n; y, finalmente, el "Ser regresa a sif", es decir, el efecto retorna a la causa (lo cual implica un desplazamiento interior o toma de conciencia por parte del individuo). El Ser primordial, causa eficiente y final de todas las cosas, genera un impulso creador y sale de su propio aislamiento que es "el Ser en sif" para desdoblarse en causante y efecto; este (iltimo, sin embargo, tiende a unificarse con la causa primera, que es al un tiempo su Ser originario y su meta, de forma que la totalidad del Ser se inscribe en un movimiento circular, "punto privilegiado" al decir de Maria Zambrano, que, una vez activo, se encarga de todo el proceso de transformaci6n inherente al hombre que despierta a la vida: ...el centro del ser humano actfia durante la primera etapa de la escala ascendente de la persona, de un modo que responde al sentir originario... el centro es, ante todo, inm6vil, dotado de poder de atracci6n, ordenador... La etapa siguiente comienza en virtud de una transformaci6n que ha tenido que darse ya sintiendo la necesidad y la capacidad del centro de moverse, de transmigrar a un punto nuevo. Es la etapa de la quietud. El centro no esti inm6vil sino quieto... Se ha cumplido una transformaci6n decisiva, se inicia una "Vita nuova". (59) Al referirse a la meta final de toda ansia cognoscitiva, la autora vuelve de nuevo sobre el tema para sefialar que, en los caminos iniciiticos donde el hombre emprende la exploraci6n de si, la meta consiste en descubrir la sabiduria contenida en el "punto absoluto", proceso que se realiza a medida que el ser individual regresa a las fuentes originarias. "En la via del conocimiento -dice-, segun se abre la conversi6n del punto de referencia en punto absoluto, 6ste se hace visible" e insiste en que el "punto absoluto es recinto en el que no siempre se ha entrado por sentirlo vedado, extraiio y hasta irreal. Es el punto abierto en el circulo..." (125). El conocimiento que encierra, debido a su indole superior, no est' abierto al escrutinio de formas convencionales de razonamiento, es una forma de saber dificil de lograr ya que depende de la capacidad transformadora del centro interior en relaci6n a la conciencia: penetrar en 61... seria ciego error... Seria su allanamiento. Lo que se presenta circularmente cerrado, es imagen que porta el mandato que debe ser recorrido ese cerco. Pues que el cerco se transforma en crircel si se logra entrar en 61 por la violencia del entendimiento que tantas veces en Occidente se ha ejercido. (125) A. La metafora del coraz6n Desentrafiar "la metifora del coraz6n" conduce a una aproximaci6n mis honda a la proposici6n de un centro. This content downloaded from 46.25.62.169 on Mon, 14 Nov 2022 07:56:56 UTC All use subject to https://about.jstor.org/terms CENTRO, METODO Y POESIA EN CLAROS DEL BOSQUE 77 El simbolo del coraz6n no se limita aquf simplemente a ejemplificar una metaifora en virtud de ser conocido recipiente del sentir humano, connotaci6n que le caracteriza como simbolo t6pico en no pocas literaturas. Hay un sigilo iniciitico en dicho planteamiento. Proclo, fil6sofo neoplat6nico, en su libro On the Theology of Plato, ofrece una serie de ventajosas ex- plicaciones sobre el concepto de los centros como verdaderos generadores de energia en el cuerpo humano, centros que aparecen relacionados en Claros del bosque con la funci6n del coraz6n. Segfin Proclo, el cuerpo fisico tiene tres centros de energia importantes. El segundo de estos centros, productor de energia mental, esti situado en el cerebro, y rige las actividades racionales del hombre. El primer centro, llamado "la fuente" y situado en el coraz6n, genera una energia que se emplea en el incremento de la conciencia espiritual del hombre, y es ademnis fuente de la vida. Con el centro racional opera el hombre intelectual y con el centro del coraz6n funciona el iniciado y desde alli esparce la luz suficiente para controlar las actividades del cuerpo fisico y la actividad racional del cerebro. En Claros del bosque aparecen una multiplicidad de centros, cuyas funciones estin ligadas a la del coraz6n: Aparecen estos soles, como centros luminosos, mais o menos lucientes en el sentir y en todos los actos del conocimiento que al sentir siguen y obedecen, y su irradiar esti ligado con la funci6n del coraz6n, y con su poder vivificante. Todo centro vital vivifica. Y de ahi que el coraz6n ya desde la "fysis" sea el centro entre todos. (69) Eco tal vez del iluminismo, el lugar del coraz6n es centro de revelaciones hacia el que confluye toda la actividad del espiritu humano. Para Zambrano esta revelaci6n no se verifica por la via racional, ya que de este quehacer s61o se obtienen la nada y el vacio, condiciones humanas resultantes de la excesiva indagaci6n en el conocimiento ya sea empirico o abstracto (epistema o matesis). El centro del coraz6n apunta hacia otros caminos de conocimiento como la "pathesis" o experiencia sentida, la "pistis", honda experiencia de la fe, los llamados "estados xenofrenicos" como el suefio, la visi6n y la revelaci6n, y la "gnosis", conocimiento que no se ensefia pues no tiene explicaci6n intelectual posible sino percepci6n intuitiva y s61o puede ser "remembered, recognized or known" (Walker, Gnosticism, 100). El filosofar de Zambrano nos guia a la conclusi6n de que el hombre aspirante a la excelencia vital y a la transcendencia del espiritu debe situarse en el centro superior del coraz6n y desde alli iniciar un nuevo proyecto de vida. La insistencia en el conocimiento aprehendido s61o desde la raz6n discursiva no presenta soluciones eficaces a la condici6n humana. La alternativa de Zambrano radica en desarrollar formas "oblicuas", no lineales, de conocimien- to, donde nada se busque ni se pregunte (reminiscencias del quietismo). Zambrano apunta hacia la supremacia de la revelaci6n por encima del raciocinio y parece indicar que donde existe revelaci6n, el conocimiento, tal y como lo entendemos con la raz6n, es prescindible: "todo es revelaci6n, todo lo seria This content downloaded from 46.25.62.169 on Mon, 14 Nov 2022 07:56:56 UTC All use subject to https://about.jstor.org/terms 78 GRISEL PUJALA RHM, XLV (1992) de ser acogido en estado naciente" (51) y esta, la r por el hombre que despierta a la libertad del ser intenci6n, sin otra finalidad que la fidelidad al (51). La vida tiene dos alternativas: el camino de l del ser, "despertar naciendo o despertar existiend 2. EL MtTODO El centro y su proyecto de vida nueva, como cualquier otro designio, Ileva parejo la aplicaci6n de un m6todo que, una vez puesto en practica, no queda circunscrito a ciertas ireas del pensamiento en detrimento de otras, como es el caso de la filosofia moderna, sino que es capaz de adecuar todos los aimbitos vitales y que abarque todas las zonas de la vida. La 16gica -nos dice- no ocupa todo nuestro tiempo reflexivo. Hay vastas aireas del pensamiento entretenidas por el ensuefio, la imaginaci6n, y constituyen espacios abiertos que quedan libres, al margen de la raz6n, y que necesitan y reclaman un metodo que los valore y los contenga. Se adscriben a dicho proyecto contornos de la vida tan significativos como la intuici6n, la percepci6n, la revelaci6n, la belleza, el sentimiento. Es notable sefialar que es este uiltimo el que en realidad otorga valor a toda apreciaci6n no s61o est6tica no objetiva y racional; las cosas interesan porque hay alguien que las ama y crecen en importancia en la medida en que alguien las necesita. El metodo de la autora incluye a la vez el sentimiento, la contemplaci6n est6tica y el quehacer portico, componentes vitales que, a su juicio, dan sentido y valor a la existencia. George Santayana sefiala en su libro The Sense of Beauty la propiedad valorativa del sentimiento al declarar que: Values spring from the immediate and inexplicable reaction of vital impulses, and from the irrational part of our nature, the rational part is by its essence relative; it leads us from data to conclusion or from part to wholes. (14) El impulso vital es elemento esencial en el sistema ideal de Zambrano. El "m6todo discontinuo" debe ser como la conciencia y ademis ilevar la alegria implicita en la totalidad vital del hombre que ha encontrado "el medio adecuado de expresi6n de su hasta entonces precaria vida", un m6todo que surja de un "instante intermitente" de la conciencia. SegAn expresaJestis Sanz, la trayectoria del m todo se efectda medianite un ascenso en la luz o "anabasis", estado de completo desasimiento y olvido de si, herencia probable de los misticos espafioles y muy en especial de San Juan de la Cnruz. A lo anterior debe afiadfrsele la travesia inversa o "catabasis", descenso abismitico a los origenes del ser, "no hay infierno -dice Zambrano- que no sea la entrafia de algfin cielo" (140). El viaje al origen representa un adentramiento en el inconsciente mis profundo, personal y colectivo, acto de recuperaci6n del conocimiento o "gnosis" del origen, desterrado por la filosoffa a causa de sus fuentes miticas, las cuales son inalcanzables mediante un simple acto intelectivo. This content downloaded from 46.25.62.169 on Mon, 14 Nov 2022 07:56:56 UTC All use subject to https://about.jstor.org/terms CENTRO, METODO Y POESIA EN CLAROS DEL BOSQUE 79 Tan significativo resulta que estos niveles de la psique sean tomados en consideraci6n al evaluar la totalidad del ser, que la psicologia contempornnea los estudia desde una nueva perspectiva. David Feinstein, analista cuidadoso de la mitologia como paradigma psicol6gico, compila y presenta una serie de observaciones de autoridades en el tema, y explica la importancia que los mitos desempeiian en el desarrollo del saber humano, auin en el mais distante campo de la ciencia, "...incorporating non-linear knowledge into scientific frameworks is an essential task for the human science and will require new ways of organizing our thinking" (200). Joseph Campbell, continua Feinstein, sefial6 en una ocasi6n que el mito "is the revelation to waking conciousness of the power of its own sustaining sour- ces". La mitologia, resume Feinstein en su estudio, "embodies the nearest approach of absolute truth, that can be stated in words" (201). Zambrano examina precisamente la posibilidad de incorporar la mente mitica a la total manifestaci6n de la conciencia. Al referirse a los "inferos", "catabasis", lugar de purificaci6n, donde el despertar del suefio psicol6gico es ineluctable, Zambrano recurre al lenguaje "oblicuo" y simb61ico del mito, cuya forma expresiva mis natural es, sin lugar a dudas, el lenguaje po6tico. El subconsciente guarda claves simb61licas cuyo desciframiento, tanto individual como colectivo, depende de la imagen como espacio de representaci6n. Las referencias mitol6gicas de Claros del bosque coinciden siempre con la alusi6n a procesos interiores, sondeos en las ireas profundas del subconsciente. Asf, por ejemplo, el mito de Dionysos, el "dios oscuro", y la experiencia dionisiaca aparecen como centro del cuestionamiento de la energia de vida, raiz del 6xtasis o puro gozo de la existencia, a veces transformado en delirio. Robert Johnson, en un estudio sobre el tema, recurre a Dionysos como arquetipo de la vida en su m~is alta plenitud: to worship Dionysius is to worship the lifeforce. We need to reconnect with the capacity for ecstasy that lies dormant within us... Dionysian ecstasy is found in the world of poets and artists and dreamers... (12) Zambrano aboga por la unificaci6n de todas las ireas de la vida de manera que la totalidad de la conciencia pueda participar del gozo vital y de la aprehensi6n de la belleza, para ello emplea este arquetipo como mito e imagen de ficil asimilaci6n. El m6todo de Zambrano apunta a la fusi6n con un sentir primigenio y fundamental del hombre que restaure lo religioso (en su acepci6n de religar), y observa que la adquisici6n del pensamiento reflexivo, que durante tanto tiempo intent6 razonar el origen, es posterior al sentimiento, y surge como recurso expresivo del sentir. Pensar es, parafraseando a la autora, como rafz y como acto, expresar lo que se siente. El restablecimiento de los vinculos se debe Ilevar a cabo mediante la evoca- ci6n y el uso apropiado del lenguaje po6tico, lenguaje que mejor expresa la imagen mitica; de forma que cada nivel de la mente queda debidamente tratado seguin los recursos propios de su discernimiento y al mismo tiempo los niveles deben coincidir en un punto que relacione ser, vida y existencia, elementos todos esenciales, pero que, seguin la autora, no operan al unisono. This content downloaded from 46.25.62.169 on Mon, 14 Nov 2022 07:56:56 UTC All use subject to https://about.jstor.org/terms 80 GRISEL PUJALA RHM, XLV (1992) B. Sery existencia En Claros del bosque hay una notable diferen iltima viene dada con el nacimiento, pero al s cual equivale a una "reiteraci6n del nacer", "amor-existente", al ser supremo. Despertar n sin ninguna otra intenci6n o contenido pos mientos, sin imigenes, es decir: el vacio total tales para los quietistas, en especial Miguel de autora. Zambrano reflexiona sobre el vacio y la nada, pero les imprime un diferente a los t6rminos. El genio de Maria Zambrano consiste, entre cosas, en haber mantenido un sutil equilibrio entre pensamiento y se to, y en haber superado sabiamente la epoca que le toc6 vivir. Perten nol6gicamente al desarrollo y plenitud del existencialismo: no obstante pierde de vista la esencia como antecedente, y en su escritura la n vacio, tan manidos por la filosoffa existencialista, recobran una antigu si6n. No obstante, se instala en la corriente existencialista al represen una profunda inmersi6n en la vida que de sentido y plenitud al homb vida no para ser pensada sino para ser vivida de manera uinica e intran La actualidad del hombre le interesa, pero a diferencia de los existen no pierde de vista pasado y futuro, dos dimensiones temporales a las existencialismo restaba importancia. Zambrano establece una diferencia sustancial entre el ser superior y sonalidad, cuyo centro es el "yo" social y su devenir la existencia. El qu -dice- no se abre a la visi6n, va hacia la realidad, existir es "ser fijado meta o como obsticulo que se interpone" (23). Existencia es "prete ser"; y el hombre acaba por confundirse al pretender que el "yo" se er y medida de todo, referencia especifica a la categoria ontol6gica del s acto y comportamiento que es patrimonio existencialista. Para Zambr s61o dos alternativas: ser o existir, he ahi las posibilidades humanas. El ser permanece escondido, y para descubrirlo se hace necesario e pertar de conciencia del que tanto hablan la mistica y la tradici6n inic ser, segun Zambrano, es pre-existente, precede a la existencia, arriesg maci6n para sus tiempos: "El ser se revela al Ilamado de la luz, y esta priori' en el hombre pero que para manifestarse tiene primero que ser da". El hombre es criatura de la luz pero su suefio psicol6gico le impi consciente de todas las potencialidades del ser. La uni6n entre la luz y dice Zambrano, recibe el nombre de revelaci6n, el ser se alimenta de anda "sin la existencia a cuestas". En el estado unitivo nace la concien rior, no de un acto del pensamiento, sino de la consumaci6n de la "tra El hombre asi transformado no anda a la deriva sin sentido ni pro sino que busca o mis bien intuye el sitio de donde "brota la fuente de (de nuevo San Juan). Y no por eso queda exento de la humana condici avatares, sino que est~i mejor preparado para afrontar la "noche o alma", y gozar de instantes de plenitud en el olvido de si mismo. Ser es para Zambrano pulsaci6n, soplo, respiro, presencia que no se rioriza. Es ademis vida, trasunto del ser, corriente interior que nos a This content downloaded from 46.25.62.169 on Mon, 14 Nov 2022 07:56:56 UTC All use subject to https://about.jstor.org/terms CENTRO, METODO Y POESIA EN CLAROS DEL BOSQUE 81 "todo lo viviente aquf de algin modo se arrastra, o es arrastrado por la vida" (107). Ser y vida se unen cuando el hombre se sitida en el centro superior del coraz6n, y si la uni6n no se efectia, el ser cesa de estar vivo, aunque esto no implica la muerte, pues: "para morir hay que estar vivo y para el trainsito vivien- te" (57). Por otro lado, la vida sin el ser es puro impulso disperso sin sentido o direcci6n, y el ser, escondido y solitario, nunca Ilega a exponerse del todo. Le toca pues al coraz6n hacer que la vida recobre su sentir primario, "rio de la vida". 3. LA POESIA Es en virtud de esta conciencia en que vida y ser coinciden como aparece la palabra en una privilegiada funci6n de "dialectica po6tica". El discurso zam- braniano se efecttia mediante un planteamiento dialictico, que se desplaza entre aquellos polos que hacen de la vida, segin Nietzsche, una obra de arte en virtud de un conflicto mutuo: lo apolineo y lo dionisfaco. Aparece la refle- xi6n mediante elementos antit6ticos, presentados, en muchas ocasiones, en "anticipaci6n", figura dial6ctica de pensamiento mediante la cual Zambrano adelanta razonamientos que se resuelven en una integraci6n vital. Asi aparecen: ser/existencia; despertar existiendo/despertar naciendo; m6todo discursi- vo/m6todo po6tico; buisqueda/entrega; lucha/abandono; dormir/despertar; descenso/ascenso; ceguera/luz; infierno/cielo; Atenea/Medusa. Lo apolineo se inscribe en la categoria filos6fica que es formalidad, biusqueda del conocimiento, historia, lucidez, medida, control, descenso, lucha, mientras que lo dionisfaco se inscribe en la categoria po6tica que es hallazgo, entrega, abandono, desmesura, lo consustancial del rapto y el 6xtasis de la fuerza de vida. Ambas categorias: conocimiento filos6fico y extasis portico devienen en una sintesis vital de articulaci6n con lo sacro. Pero si su estructura es dialkctica su via de exploraci6n es poetica. Par Zambrano la palabra po6tica es acto de fe, mediaci6n cuyo sentido es el desc brimiento de lo experimental del ser. Consecuentemente, convoca la palabra no pronunciada, la palabra original y motivo de toda esencia, palabra que no implica comunicaci6n sino comuni6n con el ser, divina vibraci6n, muisica de origen, palabra perdida que equivale al nombre de Dios. Su palabra apunta hacia la exploraci6n de otras realidades que son causa y fin de la existencia, se ha unido -nos dice- en el ser la palabra que estudian lo Vigias del Verbo. Para Zambrano la palabra, mais que vehiculo de expresi6n, vivencia directa del ser del hombre que, segin Heidegger, "se funda en habla". Ahondando ain m~s en los origenes sacros de la palabra, Charles Vachot explica que un estudio profundo del lenguaje puede legar a convertirse en via de exploraci6n espiritual. Sefiala Vachot ademis, que la palabra recorre cuatro estadios ascensionales comenzando por la palabra comuin, articulada y sonora, para luego pasar a la palabra intermedia que es vibraci6n sutil aunque ain sonora; a continuaci6n viene la palabra inteligible pero no expresada y, final- mente, la palabra que es tendencia hacia la Idea, "cuya sustancia no es otra This content downloaded from 46.25.62.169 on Mon, 14 Nov 2022 07:56:56 UTC All use subject to https://about.jstor.org/terms 82 GRISEL PUJAIA RHM, XLV (1992) que el Principio del Verbo" (33). En los uiltim ser energia creadora, fuerza de vida, punto humano y lo divino. El filosofar poetico de Zambrano se remont palabra: "la palabra perdida, late en la respira to del amor divino-humano" (30). Vista desde convierte en revelaci6n, poesia, metaffisica, t cer literario de Maria Zambrano. Son -nos sefiala- otras formas de conoci- miento que se poseyeron alguna vez "po6ticamente, lituirgicamente, metafisi mente". La palabra poetica va prefiada de belleza y de mitos, espejo de u experiencia profunda del misterio de la vida y vinculo de lo humano y lo div no. De ahi que toda su obra literaria sea un constante acercamiento a e fuentes, no por la via conceptual, sino por la palabra "ontoftinica". Octavio P afirma que "la poesfa es la manifestaci6n verbal, la encamaci6n en palabras de la mitologia, de ahi que la funci6n mitica sea casi indistinguible de la fu ci6n po6tica". (n.p) La raz6n poetica ofrece pues una trayectoria que se desplaza de lo mais ap riencial, pasa por el concepto para luego alcanzar los lugares mais profundo del sentir humano y, desde alli, recuperar el conocimiento del origen, el q como sefialamos anteriormente, no se adquiere por vias discursivas y reflexiv sino por la visi6n, que restituye lo sacro al quehacer humano como paso inte medio hacia lo divino. El lenguaje po6tico, portador de simbolos y evocaciones del misterio de la vida, sirve a Zambrano para llevar a cabo ese recorrido, en apariencia fragmentado, del filosofar portico, pero que guarda la estructura interior de todo lo que tiene un centro sustentador. La poesia no pregunta sino intuye las fuentes del misterio del origen, de donde fluye todo ser. La poesia sirve al artista de vinculo esencial con lo perpetuo, raiz de toda fuerza creativa, artistica, genera- dora de belleza, "Lo permanente lo instauran los poetas", H61derlin dixit. (Heidegger, 106) Claros del bosque, es un excelente ejemplo del logro sustancial del metodo de la raz6n poetica. Tanto por su filosoffia como por su sentido est6tico la obra demuestra una genuina preocupaci6n con el despertar del ser a la realizaci6n de la belleza y de la mistica, apelando esta filtima a su etimologia primera, de aquello que ha quedado oculto o escondido. La raz6n poetica es dialkctica de la palabra: la palabra conceptual, la apoderada de la historia, la responsable de la escisi6n entre el ser y la vida, y la palabra po6tica sincera, reveladora y vinculo estrecho entre ser y vida, entre lo sacro y lo profano. La finalidad de la raz6n poetica es la btisqueda de una rehumanizaci6n de las cogitaciones filos6ficas de manera que incluyan indistintamente sensaci6n, sentimiento, intuici6n y pensamiento, logro eficaz del centro superior del hombre y que el status epistemol6gico del racionalismo moderno desdefi6 por irracional y en cierta forma silenci6. La linea matriz del pensamiento de Zambrano se inscribe en un esfuerzo de integraci6n de lo racional y lo po6tico, fruto de una labor solidaria entre sensibilidad e inteligencia para asi reconciliar, parafraseando a la autora, la rebeli6n de la vida contra la soberbia de la raz6n. GRISEL PUJALA MIAMI UNIVERSIIY This content downloaded from 46.25.62.169 on Mon, 14 Nov 2022 07:56:56 UTC All use subject to https://about.jstor.org/terms CENTRO, METODO Y POESIA EN CLAROS DEL BOSQUE 83 BIBLIOGRAFIA Adams, James. The Religious Teachers of Greece. Edinburgh: T & T. Clark, 1909. Ciocchini, Hector. "Claros del bosque, una filosoffia de la noche del ser", Cuadernos Hispanoamericanos 413, Nov. (1984): 177-82. Feinstein, David. "Personal Mythology as a Paradigm for a Holistic Public Psychology", American Journal of Ortho-Psychiatry 49.2 (1979): 198-124. Hall, Manly. An Encyclopedic Outline of Symbolical Philosophy. Los Angeles: The Philosoph- ical Research Society, 1975. Heidegger, Martin. Poetry language and thought. New York: Harper & Row, 1971. Johnson, Robert. Ecstasy, Understanding the Psychology of Joy. San Francisco: Harper & Row, 1987. Marco Aurelio. Soliloquios. M6xico: Editorial Porrfia, 1980. Moreno Sanz, Jesus. 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