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ESTUDIOS HUMANÍSTICOS: LITERATURA Y EDUCACIÓN

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Coordinadores:
Ma. de Lourdes Ortiz Sánchez
Salvador Vera Ponce
Estudios humanísticos:
literatura y educación
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COLECCIÓN ENSAYO
Estudios humanísticos:
literatura y educación.
(Varios Autores)
Coordinadores:
© Ma. de Lourdes Ortiz Sánchez
© Salvador Vera Ponce
Imagen de portada:
La reproducción prohibida (Magritte, 1937)
Editado por:
© Krzyszto Dyosz Daddho
Trujillo – Perú
Primera edición digital, diciembre 2021
Tiraje: 1000 ejemplares
Hecho el Depósito Legal
en la Biblioteca Nacional del Perú Nº: 2021-14540
ISBN: 978-612-00-7270-7
Nota Académica:
Este libro ha sido dictaminado bajo la modalidad de pares ciegos
Dictaminadores:
Dr. Antonio Gonzáles Barroso
Lic. Nicanor Chiroque Samamé
Mto. Raymundo Gómez Zárate
Nota importante:
El contenido de los ensayos que conforman este libro
son de absoluta responsabilidad de sus autores.
Puede reproducirse total o parcial esta obra, siempre y cuando
se cite la fuente, de la manera que corresponde.
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ÍNDICE
Presentación………………………………………………………………………………... 5
Prólogo……………………………………………………………………………………... 6
La poética de Rodolfo Hinostroza
Camilo Fernández Cozman……………………………………………...……..................... 9
La violencia masculina en La mujer sentada, de Sergio Magaña
Ma. de Lourdes Ortiz Sánchez y Salvador Vera Ponce….…………….……...…............... 18
Propiedad de la tierra y pobreza en La feria, de Juan José Arreola
Salvador Vera Ponce y Ma. De Lourdes Ortiz Sánchez…..………………………...…….. 30
El sujeto histórico en La corte de los ilusos de Rosa Beltrán
Micaela Morales López……………………………………………………………...…….. 38
¿Qué es el jaramago? Comprensiones de un soneto de Gabriela Mistral
Alberto Ortiz………............................................................................................................. 46
Un recorrido por la obra de Agustín Cadena
Elvira Hernández Carballido………………………………………………...…………….. 54
Escritores peruanos en México
Armando Arteaga……………………………………………………………...…............... 62
Augusto Roa Bastos: Semblanza Literaria
María Nidia Decoud Benveniste……………………………………………………...….... 83
La creación literaria en las aulas de primaria:
un enfoque a fortalecer el gusto por la lectura y la escritura
María Magdalena López Espinosa………………………………………………...……... 100
Luis Sepúlveda un ciudadano del mundo: el escritor universal
Martha Elena Estrada Soto...……………………………………………...…………....… 109
Acerca de los autores…………………………………………………………………….. 117
Acerca del prologuista...…………………………………………………………………. 138
Acerca del editor…………………………………………………………………………. 141
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PRESENTACIÓN
Las relaciones entre literatura y educación no son nuevas, desde hace mucho bajo el
puente de las letras y la enseñanza son numerosos los escritores y educadores que han
enfocado sus conocimientos y reflexiones a desarrollar estos importantes temas
relacionándolos entre sí, desde los aspectos más amplios y diversos. Por ello no sólo existe
una sociología literaria sino también una pedagogía de la misma, a través de lo cual se
busca acercar al lector a la Obra y al mismo tiempo darle las herramientas pertinentes para
mejorar su conocimiento y nutrirlo de ella, teniendo en cuenta que los libros son un hecho
literario y social en donde resulta evidente que el escritor se expresa en palabras para decir
algo a alguien, cuyos problemas que plantea son múltiples y esenciales, teniendo en cuenta
la medida en que la sociedad influye en la obra literaria y al mismo tiempo cómo y hasta qué
grado influye la literatura en las condiciones sociales. Por lo consiguiente los poetas y
narradores escriben para ser leídos, analizados e interpretados, y, qué mejor para ello, que
los ensayistas desde su propia óptica y conocimientos, acercándose y acercándonos con
solvencia académica y de investigación a cada autor para entenderlos.
Tal así, estimado lector, a continuación, leerás las páginas de Reflexiones
Humanísticas: Literatura y Educación, coordinado por la Dra. Ma. de Lourdes Ortiz
Sánchez y el Dr. Salvador Vera Ponce, ambos destacados docentes e investigadores de la
Universidad Autónoma de Zacatecas. Por lo que encontrarás aquí, la voz y la palabra de
connotados escritores actuales de diferentes países que precisamente reflexionan en sus
ensayos sobre la Literatura Latinoamericana a través de los Autores y sus Obras
Principales, propiciando de este modo el análisis y la crítica interdisciplinaria en torno a
las aportaciones y el conocimiento de los escritores de diferentes épocas y nacionalidades,
con el fin de darnos a conocer y discutir sus trabajos de investigación en el marco de sus
respectivos contextos. Razón por la cual, creo, constituyen un valioso aporte.
Asimismo, cabe decir, que este libro que tengo el placer de editar, está prologado
por el importante académico y escritor español Juan Francisco Santana Domínguez, natural
de Gran Canaria, el mismo que con soltura ha dilucidado los aportes de cada uno de los 10
trabajos ensayísticos aquí compilados.
Sin más, buen provecho.
Krzyszto Dyosz Daddho
ESCRITOR - EDITOR
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PRÓLOGO
El ensayo literario surgió en la segunda mitad del siglo XVI con el escritor y filósofo
renacentista francés Michel Eyquem de Montaigne, con su obra “Ensayos”. Han pasado
muchos años desde entonces pero el ensayo literario, corto o largo, ha dado auténticas obras
maestras a lo largo de los siglos, basten como ejemplos: “La verdad de las mentiras” de
Vargas Llosa, el último que he releído; “El tema de nuestro tiempo” de José Ortega y Gasset
o “Tratado sobre la tolerancia” de mi admirado Voltaire. Por tanto, debo confesar que cuando
la noche del 14 de enero de 2021 Krzyszto Dyosz Daddho, Presidente Ejecutivo-Fundador
del Parlamento Mundial de Escritores (W.P.W.), me preguntó si podría escribir un prólogo
para un libro que iba a editar, este que tienes en tus manos, no lo dudé ni tan siquiera un
instante, pues su título era “Estudios humanísticos: literatura y educación” y además estaba
compuesto por diez ensayos. Tenía el ofrecimiento todos los atractivos pues me fascinan la
literatura, la educación y la investigación, siendo ello la razón que dedicara mi vida a tales
menesteres, a pesar de que, cuando era un adolescente, mis profesores me recomendaran que
me dedicara a estudiar ciencias puras, pero yo prefería aquello que me hiciera feliz y mis
intereses eran otros, no cambiando mi pensamiento pasados los años, aun cuando mi mamá
me decía que por qué no había estudiado medicina pues me hubiera dado un mayor bienestar
económico pero mi respuesta siempre fue que si lo hubiese hecho no habría sido todo lo feliz
que he sido, pero además de mis intereses, en esta ocasión y volviendo al presente libro, me
llamó muchísimo la atención la calidad de los escritores que intervienen en él con sus
magníficos ensayos, incluyendo a los coordinadores del trabajo: Armando Arteaga, María
Nidia Decoud Benveniste, Martha Elena Estrada Soto, Camilo Fernández Cozman, Elvira
Hernández Carballido, María Magdalena López Espinosa, Micaela Morales López, Alberto
Ortiz, María de Lourdes Ortiz Sánchez, Salvador Vera Ponce,
Como dijera el escritor portugués José Cardoso Pires: “La literatura no puede ser el adorno
del poder, sino el remordimiento de las imperfecciones de una sociedad; el factor de
corrección de la situación económica y social”.
Lo vemos en diferentes ensayos de este libro, como, por ejemplo, en el referente a Rodolfo
Hinostroza en el que Camilo Fernández Cozman hace referencia a la historia oficial como
farsa y de ahí la importancia de la tradición o como escribía Hinostroza: “… la pureza de la
poesía contra la barbarie del poder.” De una u otra forma, tanto los ensayistas como, en
general, los temas y autores que se trabajan están relacionados con la mejora social y el
servicio a los demás, ahondando en las bondades, pero también criticando aquello que es
nocivo para lograr esos objetivos: los malos gobernantes, la violencia que solo conduce al
caos o la deshumanizada pobreza.
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Me llamó muchísimo la atención, en el citado primer ensayo, cuando escribe su autor:
“Escribir, para el poeta, es sinónimo de hacer el amor sobre el papel, de ver unicornios en las
paredes y así recobrar el lado mágico del sujeto” y es que así lo siento y a la entrada de mi
casa está, en un cuadro, ese unicornio, aunque no es el único, y la magia que conlleva el
tenerle como elemento inspirador.
El ensayo de corte biográfico lo vemos en seis trabajos, abordando figuras como la del ya
mencionado poeta peruano Rodolfo Hinostroza, el escritor mexicano Agustín Cadena, el
novelista paraguayo Augusto Roa Bastos, el comprometido escritor y cineasta chileno Luis
Sepúlveda Calfucura; el dedicado a los poetas peruanos exiliados en México: César Moro,
Juan Luis Velázquez Guerrero y Augusto Lunel o el grotesco y nefasto gobierno de Agustín
I, Emperador de México, haciéndonos conocer el lado más humano del personaje,
fundamentalmente desde el punto de vista femenino.
Vamos a sufrir, nunca mejor dicho la barbaridad de la irracional violencia masculina,
reflejada, de manera muy cruda e impactante, tanto que la imagen se nos instala en nuestra
mente, en “La mujer sentada” de Sergio Magaña, haciéndonos ver, como decía Isaac Asimov:
“La violencia es el último refugio del incompetente”; la propiedad de la tierra y la
desigualdad social, con la descarnada pobreza, fomentada por las clases altas con el
beneplácito, en muchas ocasiones, de la religiosidad, viéndolo en “La feria” de Juan José
Arreola; o la exaltación de lo a simple vista “insignificante” mostrándolo como gran
protagonista, haciéndonos ver la importancia de aquello en que la mayoría no se percata,
como un jaramago, al que Gabriela Mistral dedica su inmenso poema; y el tema de la
importancia del fomento del gusto por la lectura y la escritura en las aulas de primaria, un
proyecto muy interesante que debería formar parte del currículo educativo de todos los
centros de educación primaria y de secundaria en todos los países. Todos ellos unidos por un
eje común cual es el de la literatura y la educación a través del ensayo literario, consistente
en unir literatura e investigación y su resultado ponerlo al servicio de los demás, aportando
así conocimientos y por ende el sano orgullo del gozo de la mejora de la seguridad en uno
mismo, para lograr una sociedad más competente y seres humanos que tengan sus propios
criterios, alejándose así de la manipulación presente en política, medios de comunicación y
por aquellos que creen que el poder está en el dominio sobre el otro cuando en realidad el
verdadero poder, el realmente efectivo, es el que se gana con los buenos ejemplos y con el
respeto a los demás.
Debemos tener siempre en cuenta lo que decía el matemático e ingeniero español, nacido en
Barcelona en el año 1900: “Educar es cultivar a un tiempo el conocimiento de lo verdadero,
la voluntad de lo bueno y la sensibilidad de lo bello”, algo que en “Estudios humanísticos:
literatura y educación” se tiene muy presente; educación conocimiento y el compromiso con
lo que creemos puede aportar, no solo lo que es justo y necesario, es decir lo bueno del existir,
sino el bien que nos aporta la belleza, en este caso literaria.
Quería elegir algún párrafo o frase de todos y cada uno de los diez ensayos que van a
comenzar a leer, introduciendo insignificantes modificaciones para hacerlo extensivo a otros
entornos y circunstancias, y este es el resultado: “Escribir, para el poeta, es sinónimo de hacer
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el amor sobre el papel, de ver unicornios en las paredes y así recobrar el lado mágico del
sujeto”; “La violencia de género surge para mantener a la mujer en la dependencia y
subordinación frente a los hombres y así ejercerlo no solo con ellas sino también con otros
varones”, “La importancia de la fiesta religiosa en el pueblo, desde siempre, mientras que
cuando este se dedica a celebrarla la élite política impone modelos extranjeros de progreso y
desarrollo con la consiguiente marginación del campesino.”; “Su Alteza serenísima, su
Majestad, El Dragón de Hierro, el Generalísimo, en esta obra, es solo un hombre,
consiguiendo así desmitificar y humanizar la imagen del Monarca”; “La poesía está hecha
para crear y recrear los imposibles, siendo el humilde jaramago el protagonista y no el amor,
el beso o el suspiro. La voz última trasciende del lirismo personal a la colectividad para
constituirse en la voz de la tribu.”; “La intención es que los lectores intervengan de forma
activa, a partir de su colaboración cognitiva que hace que se desencadenen reacciones
diversas respecto a: la vida cotidiana, sucesos históricos y la conciencia sobre las
enfermedades del cuerpo y del alma.”; “Posiblemente buscaba el intento de una poesía
militante, atenta, que asumiera posiciones políticas, pero el surrealismo ya estaba repartido
por el mundo en un compromiso de postura estética…”; “Sus obras marcan un hondo
contenido social, que se caracterizan por el retrato de la realidad de su pueblo, a través de la
recuperación de la historia de su país, la reivindicación de su carácter de nación bilingüe y la
reflexión sobre el poder en todas las manifestaciones…”; “La lectura y la escritura son el
engranaje esencial en el desarrollo académico, lo que permite que los estudiantes se adentren
en el mundo de los libros. Los alumnos, al adquirir habilidades, se apropian del conocimiento,
logran el uso y el manejo del lenguaje, por tanto, son competentes al crear su
individualidad.”; “Un ejemplo de quehacer literario y de hombre de su tiempo que ha tomado
la pluma para hacerse presente en el mundo, para decir cómo es este y así evidenciar las
injusticias.”
Literatura y educación, sin ninguna duda, son los grandes baluartes para conseguir una
sociedad más justa y solidaria, y para ilustrarlo nada mejor que unas palabras de Jorge Luis
Borges: “No sé si la instrucción puede salvarnos, pero no sé de nada mejor.”
Juan Francisco Santana Domínguez
Gran Canaria, 22 de enero de 2022
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La poética de Rodolfo Hinostroza
Por Camilo Fernández Cozman [Perú]
(Universidad de Lima/ Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
[email protected]
La primera vez que me aproximé a la poesía de Rodolfo Hinostroza (Lima, 1941) me
cautivó el empleo de una profunda simbología llena de elementos que remitían a la
naturaleza; pero que a la vez constituía una crítica demoledora a la modernidad instrumental,
asociada al autoritarismo como práctica que excluye y margina la dimensión lúdica y creativa
del ser humano. Leí “Imitación de Propercio” y me sorprendió el manejo de las referencias
culturales y la apología que el poeta realizaba de la libertad creativa, no sujetos a prototipos
preestablecidos. Me parecía que Hinostroza esculpía un poema sobre el conocimiento y
revelaba una visión del mundo donde el saber debiera estar ligado, según él, a valores morales
o conceptos estéticos.
Abordaré la poética de Hinostroza basándome en una lectura crítica de Consejero del
lobo (1965) y, sobre todo, de Contra Natura (1971) para detenerme luego en “Imitación de
Propercio”. Pero creo que no se puede comprender cabalmente esta escritura poética al
margen del contexto cultural de los años sesenta en el Perú. Todo poema es una ficción que
dialoga con la cultura y remite no tanto a la vida del autor, sino al contexto del saber de la
época en la que fue elaborado por su hacedor.
La poesía de los años sesenta significó una apertura respecto de la tradición anterior,
pues bebió creativamente de la tradición poética de lengua inglesa o de cuño hispano. Poetas
como Ezra Pound, T.S. Eliot y Antonio Machado fueron muy leídos en la época. Javier
Heraud fue un lector ávido de los autores antes mencionados. Marco Martos se sumergió en
los escritores españoles de la Edad de Oro; Cisneros se solazó con los escritos de Robert
Lowell; Hinostroza se acercó a las propuestas de Charles Olson; Luis Hernández escribió un
poema sobre Pound, “su amigo inconfesable”.
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A ello hay que agregar el surgimiento de la poesía conversacional en Hispanoamérica
merced a la obra de Ernesto Cardenal, Enrique Lihn y José Emilio Pacheco, quienes se
alejaron de los modelos poéticos neosimbolistas y surrealistas para aproximarse a una estética
donde se articulaban un tono narrativo, la cita cultural, la orquestación de voces y un espíritu,
con frecuencia, irreverente.
El simbolismo francés, representado por Stéphane Mallarmé, se sustentaba en el
empleo de metáforas sinestésicas y en la idea del poema como sugerencia a través de un
laborioso trabajo con el ritmo y la eufonía: “La música antes que todo”, había dicho Paul
Verlaine. El surrealismo, por su parte, buscaba aproximarse a la imaginación onírica a partir
de la noción de escritura automática y de la vigilia como fenómeno de interferencia. Tanto el
simbolismo como el surrealismo procuraban eliminar la narratividad y alejar, en muchos
casos, a la poesía de la oralidad, utilizando innumerables imágenes. Un poema de Mallarmé
o de Breton no cuenta una historia, sino que sugiere una atmósfera a través de una cadena de
metáforas, de metonimias o sinécdoques.
En el Perú, el neosimbolismo (una reformulación creativa de las propuestas de
Mallarmé en la Francia decimonónica) se manifestó en algunos libros de los poetas de los
años cincuenta, por ejemplo, en Reinos, de Jorge Eduardo Eielson o en La torre de los
alucinados, de Alejandro Romualdo. Los ecos del surrealismo francés se dejaron sentir en la
lírica de Javier Sologuren o de Francisco Bendezú.
Los poetas de los años sesenta quisieron cuestionar el legado neosimbolista y
surrealista formulando un poema conversacional, donde el planteamiento político y el manejo
formal no entraran en disputa. Es decir, Antonio Cisneros, Rodolfo Hinostroza, Luis
Hernández, Javier Heraud y Marco Martos solían realizar una crítica de los sistemas de poder,
pero no caían en una lírica panfletaria ni descuidaban el trabajo formal con el significante.
A ello hay que agregar el discurso de las ciencias sociales que alcanzó un gran auge
a principios de los años sesenta. Surgió la sociología como especialidad universitaria en 1961
en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos:
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La influencia del marxismo era muy poderosa en la época. A veces, se asimilaron
acríticamente ciertas categorías y se llegó a esencializar conceptos como “burguesía”,
“clase social”, entre otros. De ese modo, este pseudomarxismo terminó siendo una
variante curiosa del positivismo. En algunas ocasiones, el influjo marxista fue
beneficioso para el enfoque sociológico y este hecho se puede percibir sobre todo en
los trabajos pioneros de Aníbal Quijano y de Julio Cotler (Fernández, 2009, p. 68).
La revolución cubana en 1959 posibilitó el surgimiento de una sociedad socialista,
distinta del modelo basado en el modelo de producción capitalista. Ello entusiasmó a ciertos
escritores de los años sesenta como Javier Heraud que vieron en dicho modelo emergente de
sociedad el nacimiento de otra alternativa en el contexto de la Guerra Fría.
Además, la eclosión de movimientos contraculturales como el hippismo, el pacifismo
y el del mayo del 68 fueron factores detonantes que influyeron, de una u otra manera, en la
obra de los poetas de los años sesenta. Son los sectores marginales los que forjan las
subculturas que “constituyen intentos de registrar un cambio de ambiente o una nueva
diferenciación del organismo social” (Britto, 1991, p. 17). En efecto, la subcultura establece
una pugna irreconciliable con los sectores dominantes, entonces aparece la contracultura,
palabra tomada del término inglés contraculture.
Hay cuatro características de la poesía de los años sesenta (Fernández, 2009). La
primera es la conciencia estructural del poema. Hinostroza afirma sin ambages:
Para mí la estructura consiste en el equilibrio entre las partes y el todo; una
organización de la economía interna de un poema; un ajuste de las partes con respecto
a la totalidad (aquí no puedo menos que recordar al maestro Don Luis de Góngora)
(Bareiro, 1972, p. 26).
El término “estructura” tiene el sentido de equilibrio. Se percibe una ligazón entre el
todo y las partes. La expresión “organización de la economía interna de un poema” subraya
la idea de que un texto poético se sustenta en el uso de pocas y precisas palabras.
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La segunda es el papel de la síntesis. Los poetas de los años sesenta hacían una poesía
de alto contenido político sin descuidar el perfeccionamiento formal del verso. Se tejía una
síntesis entre el pulido artístico del poema y el mensaje de crítica social que brotará en este
último. Además, estos poetas anhelaban una síntesis entre una perspectiva universal y otra
local, una individual y otra colectiva.
La tercera es la tendencia narrativa y conversacional. Estos escritores solían ser
narrativos y no se apoyaban en el empleo de metáforas aisladas que estén al margen de la
estructura del texto. Influidos por la lírica de lengua inglesa, los poetas de los años sesenta
empleaban un tono coloquial y una oralidad que les permitían ampliar el vocabulario del
texto. Estos poemas son conversaciones, charlas entre un hablante que anhela dar testimonio
a un oyente que percibe el latido de cierta anécdota en el racimo de versos.
La cuarta es la cita cultural. Influidos por Pound y Eliot, los poetas de los años sesenta
intentaban reconstruir los pedazos, los fragmentos de la historia. Se trataba de reconquistar
la tradición y para ellos estos escritores empleaan la técnica del simultaneísmo. Una anécdota,
una situación o un sentimiento evocaban de inmediato una cita textual en la memoria del
autor. Se produce, así, una yuxtaposición de imágenes que establecía un conjunto de
relaciones intertextuales. Hinostroza incorporaba fragmentos de textos de Vallejo y Whitman
en “Esbozo de un retrato de Herman Braun”, y de Pound, Kierkegaard y Saint-Jonh Perse en
“Para llegar a Nazca”.
La de Hinostroza es una poesía acerca del conocimiento. Las relaciones
intersubjetivas entre los sujetos permiten al locutor referirse al conocimiento, haciendo
alusión a qué tipo de saber se impone y cuál otro queda marginado. La de Hinostroza es una
escritura sobre la experiencia del poder. La palabra "poder" no sólo se configura en un campo
semántico recurrente, sino que ella adquiere otras dimensiones. El poder se apoya en un
determinado régimen de saber. Ello quiere decir que el poder, en primer lugar, hace que el
saber circule y funcione con características específicas. Asimismo, privilegia la transmisión
de un determinado tipo de saber y margina otras expresiones. Y, en segundo término, se
apoya en el eje de la comunicación: "Comunicar siempre es, sin lugar a dudas, una
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determinada manera de actuar sobre el otro o sobre los otros" (Foucault, 1989, p. 25). En
Consejero del lobo y Contra Natura, no hay conocimiento al margen de la experiencia que
se sitúa en la intrincada red de las relaciones de poder.
El discurso manifiesta en Contra Natura dos tipos de experiencias a partir de los
planteamientos de Walter Benjamin. Una experiencia repetible y masificada, donde el sujeto
pierde su individualidad, su capacidad crítica. Aquí interesa más la copia que el original. La
singularidad de la experiencia del individuo se pierde en la multiplicidad de experiencias
repetibles y mecanizadas en el ámbito de la modernidad, época de la reproductibilidad
técnica. Estas experiencias automatizadas conducen al absurdo de la vida cotidiana, a la
repetición mecánica de los gestos, a la cosificación del ser humano en el mundo moderno.
La reproducción técnica entra, pues, en correlación con la reproducción de masas. Pero hay
también un segundo tipo. Es decir, la experiencia irrepetible, única que vincula al individuo
con la historia, y que cumple una función ritual: el del momento de la escritura como hecho
irrepetible, por ejemplo. La escritura, así, actualizó la tradición que le dio auténtico sentido
a su existencia. Se trata de una experiencia pasajera que no admite copia ni reproducción. La
experiencia repetible lleva al absurdo de la vida; en cambio, la irrepetible es soñadora y no
se deja avasallar por la oscura marea de la resignación.
En Contra Natura, vemos un personaje (en “Imitación de Propercio”) que ejemplifica
la experiencia del primer tipo: César. Él quiere dirigir los actos de interpretación de los sujetos.
Anhela controlar el saber, pero también el deseo de los hablantes. Se halla inmerso en las aguas
del poder. Para él, todo conocimiento debe ser útil y, por lo tanto, personifica el saber utilitario.
La persona que preserva su actitud crítica y su individualidad puede ser peligrosa:
Oh César, oh demiurgo,
tú que vives inmerso en el Poder, deja
que yo viva inmerso en la palabra.
Cantaré tu poder? Haré mi SMO?
Proyectaré slides sobre la nuca de mis contemporáneos?
Pero viene tu adjunto
sosteniendo que debo incorporarme al movimiento
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si no, seré abolido por el movimiento.
No pasaré a la Historia, a tu
Historia, Oh César. 80 batallones
quemarán mis poemas, alegando que eran inútiles y
brutos.
No hay arreglo con la Historia Oficial. (Hinostroza, 2009, p. 111)
En opinión de César, lo importante es la experiencia masificada y no tanto la individual.
Las expresiones "movimiento", "80 batallones" configuran el campo semántico de la
masificación y además sustentan la historia oficial. ¿Pero en qué consiste esta última? En efecto,
ella es vista de manera determinista. La historia oficial no es sino una farsa. Se sustenta en el
dogma incuestionable del carácter divino de César. Asimismo, sólo admite al arte que expresa
la instrumentalización político-partidario del discurso. César es concebido como un demiurgo
por sus seguidores. En el fondo, oculta su lado perecedero y evita insertarse en la tradición.
César quiere estar fuera de la tradición. La tradición es algo vivo; por el contrario, el demiurgo
vive en la eternidad. Los batallones califican a los poemas de inútiles y brutos. De esa manera,
aquellos se creen dueños del saber. Evitan que se transmita la concepción del saber que tiene el
hablante Éste preserva su experiencia irrepetible, su actitud crítica. Escribir, en opinión del
locutor, es un acto ritual. Sumergirse en el lenguaje significa que cada ser humano entre en
comunión con la regeneración acuática de la tradición. La verdadera historia --no la oficial-- es
concebida como algo móvil y cambiante. No admite presupuestos ideológicos incuestionables.
El yo no huye del tiempo ni se refugia en ningún tipo de visión ahistórica. Por el contrario,
sustenta la idea de que la auténtica temporalidad implique necesariamente una libre
comunicación entre los sujetos. Estar ubicado en el tiempo es, según Hinostroza, tener la
posibilidad de hablar con los otros, de procrear con las palabras. A la dictadura de César, el
locutor responde con el erotismo y con la libertad del vagabundo.
La experiencia erótica no admite copia ni reproducción, según Hinostroza. Se opone a
la masificación típica de la experiencia automatizada. Azucena, pues, es el personaje del poema
que se asocia sólidamente con ese lado irrepetible del sujeto. Ella no busca un neorromántico
retorno al pasado:
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No hay arreglo con la historia Oficial.
Pero mis poemas serán leídos por infinitos grupos de
clochards
sous le Petit Pont
y me conducirán a los muslos de Azucena
pues su temporalidad será excesiva
cosa comunicante. (Hinostroza, 2009, p. 111)
Tanto Azucena como el hablante intentan conservar lo que Walter Benjamin llama el
aura. En efecto, Benjamin (1989) afirma que:
incluso en la reproducción mejor acabada falta algo: el aquí y el ahora de la obra de arte,
su existencia irrepetible en el lugar que se encuentra. En dicha existencia singular, y en
ninguna otra cosa, se realizó la historia a la que ha estado sometida en el curso de su
perduración (p. 20).
César es un personaje que ha perdido su aquí y su ahora. Los batallones, dirigidos por
él, asumen la posición de una divinidad omnipotente. Así, el discurso del poder convierte al
sujeto en una reproducción. César se complace en exhibir su poder ante los otros. Ha perdido la
relación ritual con su cuerpo. En cambio, Azucena y el locutor mantienen su aura, el aquí y el
ahora que vinculan al sujeto con la tradición y la historia, y que la sociedad moderna tiende a
mutilar. El cuerpo del hablante y el de Azucena revelan un contenido ritual.
Leamos los siguientes versos, donde se observa la concepción que el locutor tiene de la
historia:
La Historia es la incesante búsqueda de un domo cristalino
que hay que mirar como jamás nadie ha mirado
y tus ojos son de esta tierra, Oh César
el poder corrompió a la Idea
pero la Idea queda
arbotante y tensión sobre un espacio de aire.
(Hinostroza, 2009, p. 113).
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La expresión "que hay que mirar como jamás nadie ha mirado" pone de relieve que el
sujeto mira de una manera irrepetible. El sujeto expresa su lado no automatizado en la mirada.
El yo ocupa la posición de ese sujeto y, de ese modo, desacraliza la imagen de César. Los ojos
de este último revelan un instante pasajero, sustentado en la cotidianidad de la experiencia. El
locutor resalta la historicidad de la figura de César. ¿Cuál es la explicación de tal actitud?
En efecto, César configura una pseudoconcreción, vale decir, una falsa concreción en el
mundo de la apariencia, donde la praxis fetichizada de los individuos asume un aspecto natural
y oculta su lado histórico. Todo se vuelve utilitario. La racionalidad utilitarista establece sus
dominios. El pensamiento dialéctico, por el contrario, destruye la pseudoconcreción, pues quiere
observar la estructura del mundo de la realidad como producto de la praxis histórica del hombre.
Karel Kosík afirma que el individuo:
maneja el teléfono, el automóvil, el interruptor eléctrico, como algo ordinario e
indiscutible. Sólo una avería le revela que él existe en un mundo de aparatos que
funcionan, y que forman parte de un sistema internamente vinculado cuyas partes se
condicionan entre sí. La avería demuestra que el aparato o mecanismo no es una cosa
singular, sino una pluralidad, que el auricular carece de valor sin el micrófono, y lo
mismo el micrófono sin el cable, o el cable sin la corriente eléctrica, ésta sin la central
eléctrica y la central sin el carbón (materia prima) y las máquinas (...)
El ocuparse como trabajo abstracto crea en su aspecto fenoménico un mundo
utilitario también abstracto, en el que todo se vuelve aparato utilitario. En este mundo,
las cosas no poseen significado independiente ni existencia objetiva, sino que adquieren
una significación sólo con respecto a su propia manejabilidad (Kosík, 1979, pp. 87-88).
Para César, las cosas y los individuos sólo adquieren un sentido utilitario. En cambio, el
locutor y Azucena disuelven las creaciones fetichizadas del mundo cosificado. De esa manera,
destruyen la pseudoconcreción, formulando la idea de que la "Historia es la incesante búsqueda
de un domo cristalino". La visión lúdica es una apertura al diálogo en el poema; en cambio, la
perspectiva utilitaria formula al monólogo como fundamento del conocimiento. Escribir, para
el poeta, es sinónimo de hacer el amor sobre el papel, de ver unicornios en las paredes y así
recobrar el lado mágico del sujeto.
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Pero la reflexión sobre el utilitarismo nos lleva a plantear el siguiente problema: ¿cuál
es la visión del mundo tecnológico que expresa el poeta en Contra Natura? Tal vez más de un
lector se desconcierte por el uso de signos matemáticos a lo largo del poemario. Consideramos
que, para enfrentarse al discurso del poder, Hinostroza busca valores morales y estéticos en
dichos signos matemáticos, de ahí que las fórmulas matemáticas se asocien con la inmaculada
belleza y que la circunferencia, por ejemplo, se encuentre fuertemente vinculada al amor y a la
armonía. Según el poeta, la matemática es también poesía. En Contra Natura, pues, aparece la
lucha entre la pureza de la poesía y la barbarie del poder. También se manifiesta la predilección
por lo misterioso y concretamente por la astrología para interpretar la crisis del mundo moderno.
A la dictadura del robot, el locutor opone la sensación estética como una especie de purificación
espiritual para construir el reino de la libertad, el cual deberá incluir la realización sexual del ser
humano. Todos estos elementos se dan en la historia, comparten el diálogo de la historia. No en
vano Hinostroza dirá que
Un Yo compacto, un Yo
visible, si no revierte sobre la propia Historia
es un poder desperdiciado, una pura metáfora hedonista.
(Hinostroza, 2009, p. 105)
BIBLIOGRAFÍA
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17
La violencia masculina en La mujer sentada, de Sergio Magaña
Por Ma. de Lourdes Ortiz Sánchez y Salvador Vera Ponce [México]
(Universidad Autónoma de Zacatecas)
[email protected]
I.
Introducción
La literatura surge en las civilizaciones como una respuesta del hombre ante los
problemas de la vida y de lo humano; el arte literario refleja su ser, hacer y pensar, en el
acontecer cotidiano y en la interacción con los otros. Los grandes temas del arte escrito son
el amor, la vida y la muerte. La violencia es un hecho de la cultura que se vincula con los
tópicos que se han explorado en la tradición literaria occidental e hispanoamericana desde
siglos atrás. No pocas obras insertas en el canon literario tratan la violencia en relación con
los temas enunciados. Existe un vínculo estrecho entre amor, vida, violencia y muerte.
El poeta y dramaturgo español Lope de Vega creó una obra que refleja la violencia
de manera cruda: Fuente Ovejuna. Texto en el que se observa una denuncia social, al tratar
los abusos que padecen los villanos y la actitud prepotente del comendador, así como la
violación de las doncellas. Al final el pueblo se une y decide aplicar la justicia por mano
propia al linchar al funcionario. En La muerte tiene permiso, del escritor mexicano Edmundo
Valadés, se expone una situación semejante de extrema violencia. Desde que inicia el relato,
los campesinos refieren de manera minuciosa las arbitrariedades que han sufrido por parte
del presidente municipal, quien no vela por sus intereses y sólo busca perjudicarlos, lo cual
representa un ejemplo de abuso de autoridad, violenta tanto a hombres como a mujeres.
Cuando los lugareños se entrevistan con las autoridades piden permiso para hacerse justicia
y asesinarlo, cuando lo obtienen revelan que el burócrata tiene ya varios días difunto.
18
La violencia tiene distintos rostros que se manifiestan en la literatura a través de
emociones, palabras, ideas o mediante el uso de la fuerza física. En Crónica de una muerte
anunciada desde el título se alude a los tópicos referidos, sin duda la muerte es una condición
de la vida que nadie puede eludir. Desde que inicia la obra se describe un día de importancia
para los habitantes de un pequeño pueblo del Caribe: la muerte de Santiago Nasar y la llegada
del Obispo. En la literatura mexicana hay textos en los que la violencia es un tema principal,
como ejemplos, Cartucho, de Nellie Campobello; Los de abajo, Mala Yerba, de Mariano
Azuela; Los recuerdos del porvenir, de Elena Garro; Tomóchic, de Heriberto Fías; Gringo
viejo, de Carlos Fuentes; Arráncame la vida, de Ángeles Mastreta; La ciudad y los perros,
de Vargas Llosa; El túnel, de Ernesto Sábato; entre otros.
La violencia es un eje que atraviesa la vida de prácticamente todos los humanos, se
desarrolla en las esferas de lo privado y de lo público. Jorge Corsi afirma que la familia es
un ámbito propicio para que surja la violencia. Una de las características de la vida social es
la confrontación entre los individuos. La violencia remite al uso de la fuerza para someter o
dañar a otro y esto se vincula con el poder. De tal suerte “[…] la violencia siempre es una
forma de ejercicio del poder mediante el empleo de la fuerza […]” (Corsi, 2008: 23). Se
reviste de múltiples formas en lo psicológico, emocional, verbal, físico, político, económico,
etc. En las relaciones interpersonales en las que prima la violencia, también se entiende como
abuso de poder; existen casos en los que el poder se utiliza para perjudicar o violentar a los
otros.
La violencia va más allá de ser una conducta individual, ya que al menos involucra a
dos sujetos: el que la ejerce y quien la padece, incluso, puede haber un tercer elemento que
es testigo y no puede o no quiere impedirla. La violencia es un fenómeno complejo, que
comprende múltiples factores o causas, pues: “[…] supone un abuso de poder por parte de
un sujeto sobre otro, siempre más débil o, cuando menos, indefenso. El fenómeno de la
violencia conlleva una asimetría, una descompensación entre las características personales
de los sujetos que intervienen en la situación” (Pareja, 2002: 26).
19
En el presente ensayo se analizará el cuento La mujer sentada, de Sergio Magaña1,
por retratar la violencia de manera cruda ante la cuestión de “lavar la mancha con sangre”.
En el relato se percibe el referente ideológico-cultural del machismo, que lleva a actuar a los
personajes de manera arbitraria: Lucio se asume como dueño de su hija y junto con su
compadre deciden tomar venganza y castigar no sólo a Marciano Reyes, sino a la mujer que
ofreció su virginidad como un acto de rebeldía. Se discutirán las ideas de Corsi, Pareja
Fernández, Fortes Ruiz, Paz y Lagarde para reflexionar sobre la violencia que sufre el
personaje Ana Juárez como un escarmiento por la falta cometida, así como el contexto sociocultural machista que prima en México y que tolera las agresiones hacia las mujeres.
II.
Mujer, violencia y patriarcado
La violencia hacia las mujeres se inserta en un modelo patriarcal que la favorece y se
desarrolla en los planos doméstico y social, y puede desembocar en la muerte. Se piensa que
la familia representa el espacio ideal de realización afectiva, comprensión y seguridad, no
obstante, las investigaciones han mostrado que es en el núcleo familiar donde surgen los
conflictos y traumas que determinan al individuo en el entorno social. No pocas personas son
vulneradas dentro de la familia, en ese sentido, a causa de las limitaciones humanas no
siempre constituye un espacio de pleno desarrollo, de seguridad, donde se cultiva el amor
hacia cada uno de los miembros. La violencia hacia las mujeres y los niños es parte de una
realidad compleja.
La violencia de género surge por dos motivos, según Remedios Fortes Ruiz: para
mantener a la mujer en la dependencia y en la subordinación frente a los hombres y para
conservar el dominio y ejercerlo no sólo con las féminas sino con otros varones. La autora
reflexiona sobre el origen del problema y considera que “[…] es una violencia estructurada
que forma parte del sistema patriarcal, todavía vigente” (2002: 117). Lo interesante es que
ya no se oculta y cada vez se ventilan más casos de mujeres agredidas; no se trata de una
situación aislada e individual, sino un asunto social y político que deben atender todos los
1
Se publicó por primera vez en la revista El cuento, que dirigía Edmundo Valadés, en 1947.
20
involucrados, de manera directa o indirecta. Se vive por lo general en una sociedad
jerarquizada, desigual, sexista, en la que priman las relaciones de dominación.
En la cultura patriarcal las mujeres se definen por su sexualidad, su vida transcurre en
la desigualdad, en la dependencia vital, pues se les educa para que siempre requieran de los
hombres: el marido, los hijos, el padre, los hermanos, los amigos, etc. Gran parte de su vida
se dedican a servir a los otros, si no lo hacen son mujeres fallidas en lo individual y en lo
social porque no cumplieron con su deber ser esposas y madres. En México existen dos
concepciones míticas sobre la mujer, según Lagarde y de los Ríos: “[…] la buena madre, la
Virgen, y una antagonista, la mala, traidora y violada, la Malinche”. (2015: 257). Ambos
enfoques tienen como raíz el mismo mito, de tal suerte: “Las dos Marías se funden en el
arquetipo de la mujer mexicana” (2015: 257). La primera es la madre protectora, quien vela
por los desamparados, la Guadalupana; la otra es la mujer violada por el español, la chingada,
la Malinche. La mujer mexicana es apreciada social y culturalmente desde las cualidades de
las dos Marías.
Las relaciones entre hombres y mujeres son diversas, pero por lo común predomina
la agresión, ya de manera ocasional o constante. Es así que “La violencia a las mujeres es un
supuesto de la relación genérica patriarcal previa a las relaciones que establecen los
particulares” (Lagarde y de los Ríos, 2015: 259). Se reviste de engaño, infidelidad, abandono,
imposición, rechazo, sojuzgamiento económico, etc. Puede ser corporal, afectiva, emocional,
intelectual, psicológica y verbal; concretarse en gritos, golpes, maltratos, humillaciones,
secuestro, tortura, ultraje sexual y muerte. La violación se define como la reafirmación de la
supremacía masculina con el fin de ejercer el derecho de poseer y usar a la mujer como objeto
de placer y de destruirla, si fuera el caso. La violación conlleva un “[…] daño erótico en su
integridad como persona” (2015: 260). El agresor busca demostrar su poder y fuerza, los
utiliza para atemorizar y humillar a la víctima.
21
En la literatura se encuentran referencias de la cultura patriarcal que ejerce violencia
y poder sobre el género femenino. Al respecto, aclara Fortes Ruiz: “[…] la literatura no es
un simple reflejo de la realidad […] en los textos literarios podemos ver los conflictos y los
ideales que importan en una sociedad” (2002: 119). El honor es un tema sobre el que se han
construido numerosas obras narrativas o dramáticas y por lo regular las mujeres son las
víctimas de este código que las somete, las atemoriza y las condena. En la literatura se
muestra hasta qué extremos se puede practicar la crueldad cuando la mujer transgrede su
dignidad. Se denuncia el desprecio que los hombres pueden sentir por las mujeres que
consideran deshonestas y no aprecian sus sentimientos, ni su indefensión física. Las mujeres,
incluso, pueden ser privadas de la vida o abandonadas por un asunto de honor. En la literatura
hay algunos ejemplos: El médico de su honra, La mujer sentada, entre otras. En la literatura
mexicana se capta una carga cultural e ideológica sobre la castidad, el honor y las virtudes
femeninas.
III.
El poder y la violencia en La mujer sentada
El contexto social, cultural e ideológico en el cuento de Sergio Magaña2 es determinante
para comprender (nunca justificar) por qué los personajes actúan de determinada manera o
qué los impulsa a tomar ciertas decisiones. Desde el principio del relato ocurre un suceso que
sorprende y conmociona a los personajes. El espacio ficcional es determinante en el actuar,
hacer y pensar de los personajes; en La mujer sentada los acontecimientos ocurren en una
población pequeña, las descripciones corresponden al ambiente rural, las imágenes de los
festejos del calendario cristiano, la forma de vestir de la gente, las calles, el caserío, la forma
de hablar, la naturaleza, etc. En el universo de ficción se expresan dos sucesos de importancia
2
Nació en 1924, en Tepalcatepec, Michoacán, y murió en la ciudad de México el año de 1990. El teatro es el
género que más cultivó y por el cual es reconocido como escritor, sin embargo, también es autor de una novela
y varios cuentos, si bien han sido poco estudiados, en su momento, los críticos reconocieron el aporte de La
mujer sentada. Estudió la Maestría en Letras Inglesas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Fue
profesor en la Escuela de Arte Dramático del INBA y director de la Escuela de Bellas Artes en Oaxaca. Su
trayectoria como escritor fue reconocida al recibir distinciones como el Premio del Concurso de Novela de El
Nacional, Revista Mexicana de Cultura, en 1954, por El molino de aire. Premio de la UCCT a mejor obra del
año, en 1980, por Santísima. Premio Nacional de Literatura Juan Ruiz de Alarcón, en 1988, por su trayectoria
como dramaturgo. Premio Manuel Eduardo Gorostiza por Los motivos del lobo. Premio de la APT al mejor
autor,
en
1989,
por Los
enemigos.
Consultado
el
3
de
abril
2021
en:
https://literatura.inba.gob.mx/michoacan/4503-magana-sergio.html
22
para los lugareños y de los que esperaban participar: la fiesta del santo patrono y la boda de
Ana Juárez con Andrés Cuesca. Todo constructo narrativo ficcional traza una intriga al inicio
y uno o más conflictos entre los personajes que marcarán la pauta para el desarrollo de la
trama.
La intriga se plantea cuando de repente todos corren al milpar; se quedan atónitos
observando, en silencio, sin saber qué pasó. Los personajes se asombran y el narrador
extradiegético no brinda más información, sólo dice: “Bajaban en silencio, con cuidado,
evitando las espinas de los guamúchiles y no hablándose para nada, puesta sólo la vista en el
milpar de abajo donde estaría Ana Juárez” (Magaña, 1992: 229). Sin embargo, en el cuadro
de aquello que les atrae tanto la atención, a tal punto que dejan sus actividades, no hay la
suficiente información para que los lectores construyan una imagen de acuerdo a lo visto por
los lugareños; quienes la observan:
[…]sentada entre su vestido de gasa, la cabeza un poco de lado y las manos morenitas
cruzadas una sobre la otra con mucho reposo, las pestañas bajas y sonriendo apenas
la boca chica como en los retratos de óvalo […] Nadie podía dejar de verla. Todos,
al contrario, querían. Cambiándose el turno, aguantando la respiración para no hacer
ruido (Magaña, 1992: 229).
Hasta aquí permanece la intriga, se desconoce qué hace exactamente la mujer, por
qué el asombro de los habitantes del pueblo, qué los dejó enmudecidos, si ese día la joven
contraería nupcias por qué está sola en ese lugar.
El conflicto en el cuento de Magaña se relaciona con una cuestión monetaria, con el
abuso ejercido por el poder patriarcal y el machismo. El narrador refiere los acontecimientos
en una población pequeña, una ranchería rodeada de cerros, donde las mujeres viven en la
sumisión, la obediencia y el sometimiento; parece que las decisiones de los hombres en las
familias resultan inapelables. Lucio Juárez dispone casar a su hija, de apenas dieciséis años,
23
con su compadre Andrés Cuesca, de quien se enfatiza que es un hombre viejo y acaudalado.
La decisión obedece a los beneficios que el padre de Ana obtendrá con el enlace matrimonial;
sin consultar a su hija si está de acuerdo decide entregarla con quien también es su padrino.
Lucio ve en su hija una “valiosa mercancía” intercambiable, para él no es alguien sino algo,
es un hermoso objeto que pone a la venta al mejor comprador y en este caso es el viejo
Cuesca.
El personaje femenino que participa en el conflicto decide rebelarse, no con
argumentos bien estructurados, tampoco se menciona que sostuviera una acalorada discusión
con el padre, sino que previo a la boda sale sola de casa, se interna por las veredas de la
ranchería y ahí encuentra al joven Marciano Reyes. En el cuento no se dice que ambos
hubieran sostenido una relación de noviazgo o cualquier otro trato cercano, se infiere que
eran sólo conocidos. En el relato hay indicios que llevan a pensar que salió decidida a entregar
su virginidad a cualquiera para evitar el matrimonio con Andrés Cuesca. En una población
como la descrita en el universo literario, una mujer que no conserva el himen intacto no puede
ser aceptada como esposa. Los detalles del encuentro son sutiles, apenas para captar que:
“Ana no pudo hablarle, sólo pegarse al tronco y encoger el cuerpo. Él se inclinó despacio y
ella sujetó la enagua, resistiendo, aunque no mucho porque Marciano Reyes le estaba
hurgando algo abajo del corpiño con su mano grande, exprimiéndole lo más que podía”
(Magaña, 1992: 234).
Una vez consumado el acto, Ana regresa a casa y cuenta lo sucedido a su padre y
padrino, para frustrar el matrimonio. Su actitud, aunque temerosa, es decidida; con la mirada
baja, pero de manera firme rechaza los regalos de su prometido y confiesa que no puede
casarse porque ya se entregó a Marciano y él es quien debe juntarse con ella. Dice: “Mi
padrino no ha de querer llevarme mañana. Ya Marciano Reyes me subió con él al chirimoyo,
y después me bañaron” (Magaña, 1992: 236). La reacción de los hombres es la esperable,
recurren a la violencia para vengar la afrenta. Con cinismo Cuesca afirma que ya no puede
haber negocios entre ellos y elimina el trato de permitir que su agua pase por las tierras de su
compadre. Lucio busca una alternativa para conciliar y obtener los beneficios acordados. Se
24
arman de machetes y salen dispuestos a hacer justicia por su mano, aquí se utiliza el recurso
de la elipsis para sugerir que asesinaron a Marciano.
Transcurridas varias horas regresan por la joven mujer y con violencia la obligan a
seguirlos a un lugar alejado y solitario. Desde que salen los tres de casa, Ana intuye que algo
malo le pasará, a pesar de estar presente su padre no se siente protegida. Con actitud decidida
Andrés Cuesca saca punta a una rama y la entierra con fuerza. Con violencia la obligan a
sentarse en la estaca como castigo por su rebeldía, por el rechazo al padrino, por burlarse de
ambos, por truncar sus planes de negocios, por vivir una experiencia erótica fuera del
matrimonio, por desobedecer el mandato del padre la hacen merecedora de un escarmiento
brutal: “Entonces la encajaron. Andrés Cuesca se le apoyó en los hombros y la fue bajando
despacio, oyendo como se iba rajando por dentro, oyendo también sus gritos, porque al
principio ella gritó mucho; después no. Se fue apaciguando, quedando al fin quieta y apoyada
en la tierra, no entera sino en cuchillas” (Magaña, 1992: 239).
El relato presenta circularidad por la manera en que inicia y como se concluye. Si al
principio se capta ese elemento de indeterminación, de intriga sobre el personaje femenino
observado en silencio por los habitantes del pueblo, al final se revela que la joven mujer está
muerta, con la miraba baja y el cigarrillo del viejo Cuesca en los labios. Expuesta su falta y
su cuerpo en el espacio público, abandonado por el padre, en clara actitud de indiferencia y
rechazo por truncar sus planes. Como un objeto que ya no sirve y que lo fue a tirar. Se trata
de la cosificación de la mujer. El cuento de Sergio Magaña refleja la brutalidad masculina
frente a la indefensión femenina. El uso de la fuerza, el abuso de poder y la violencia para
castigar a la hija desobediente. Tanto el padre como el padrino no ven en ella a una persona
humana, con sentimientos, que hace uso de la razón, merecedora de consideración, de aprecio
y de respeto, sino a un objeto con el que se puede mercadear y destruir si es necesario.
En el hacer y en el decir de los personajes masculinos principales se capta la ideología
machista que decide, impone, cosifica y castiga a la mujer transgresora. El padre considera
25
que la hija le pertenece, puede entregarla a quien le convenga, mercadearla. La juventud y la
belleza de Ana Juárez le dan el valor suficiente para que un hombre rico ofrezca becerras y
agua a cambio de ella. El título del cuento hace clara evidencia al sacrificio de la joven, a su
pérdida de la castidad, al castigo por entregar su cuerpo a otro y no al hombre que su padre
eligió, a su cuerpo penetrado por Marciano y después por la estaca que le parte el cuerpo. El
final queda abierto, con múltiples posibilidades de interpretación, se desconoce qué pasó
después, si los agresores fueron castigados o si se consideró como acto legítimo en aras de
lavar la sangre arrojada tras la penetración con la misma sangre que arrojó el cuerpo cuando
fue perpetrado con la estaca.
La mujer sentada, sin duda, ofrece una muestra de la crueldad ejercida contra una
mujer. Según la postura del “macho mexicano”, todo acto de desobediencia femenina deberá
castigarse, porque –en tanto ser superior— tiene la autoridad para escarmentarla, por lo que
cuando utiliza la fuerza, sólo demuestra su poder y virilidad a la transgresora. Atrás de la
mentalidad del macho, hay todo un constructo socio-cultural, saberes, instituciones y
discursos que de alguna manera respaldan sus actos. Ser macho es también ser violento y
superior a cualquier mujer. Por ello “Su relación con la mujer es la de dueño y protector
acompañado de una superioridad no sentimental y alejada […] Un macho muestra su
masculinidad diferenciándose de la mujer sentimental y afectiva por su frialdad […] El
desapego emocional es parte de la ‘superioridad’ del macho sobre la mujer” (Giraldo, 1972:
297). Lo anterior se muestra en el cuento de Sergio Magaña, ya que el padre nunca se porta
comprensivo con la hija, no evita que el prometido incurra en feminicidio. Sacar a la hija de
la casa y ayudarlo a consumar el crimen indica que para él Ana es sólo un objeto y no tiene
un vínculo afectivo. Lucio, en tanto dueño de su hija, no debe permitirle ni la libertad de
decidir, ni actuar y en vista que se entregó a Marciano es merecedora de un castigo ejemplar
que aplica junto con Andrés Cuesca.
En el universo ficcional se evidencia un trato frío, distante e indiferente de Lucio
hacia su hija, nunca da muestras de ternura y de amor hacia ella, por el contrario, en los
diálogos y en las acciones evidencia trato rudo y hostil. Como ente inserto en una sociedad
26
patriarcal que le confiere poder y autoridad sobre los miembros de la familia, en especial las
mujeres, su conducta es la esperable en el ámbito rural mexicano. El machismo sostiene a la
mujer en la sumisión, la dependencia física, económica, emocional y le impone soportar los
castigos físicos. La sociedad modela a las mujeres como seres pasivos en lo sexual e
intelectual, mientras que sublima la libertad corpórea y erótica de los hombres.
Paz distingue entre la chingada, la mujer abierta, que es pasiva y soporta, quien se
opone al chingón, el macho, que es activo, agresivo y cerrado. De tal suerte: “La chingada,
la hembra, la pasividad pura, inerme ante el exterior. La relación entre ambos es violenta,
determinada por el poder cínico del primero y la impotencia de la otra” (Paz, 2000: 85). En
La mujer sentada se capta lo que Paz afirma, el padre de Ana Juárez impone su voluntad,
actúa de manera arbitraria, es quien le da la vida y ayuda para que Andrés Cuesca se la quite
al hacer uso de una violencia descarnada. Su actitud es la de un tirano que se siente poseedor
de la vida de su hija, se muestra impasible ante sus gritos de dolor, representa al macho
mexicano, cuya característica es el uso de la fuerza, capaz de aniquilar, herir, como si se
tratara de un extraño. Ana Juárez es la mujer doblemente abierta, la chingada por Marciano,
por el padre y por el prometido rencoroso; la mujer que suplica por su vida, grita, pide ayuda
al padre al ver sus intenciones, pero este responde: “Hijita, hijita, tú verás si esta es justicia”
(Magaña, 1992: 239).
Las acciones y visión del mundo de los personajes Lucio y Andrés Cuesca se
relacionan con las reflexiones de Paz sobre el machismo en México, de tal suerte: “[…] el
atributo esencial del ‘macho’, la fuerza, se manifiesta casi siempre como capacidad de herir,
rajar, aniquilar, humillar. Nada más natural, por tanto, que su indiferencia frente a la prole
que engendra” (Paz, 2000: 90). En La mujer sentada el personaje femenino es literalmente
“rajado” y su cadáver es expuesto a la humillación pública, para que los habitantes del pueblo
se enteren de su deshonra.
27
IV.
Conclusión
La literatura en tanto expresión de la cultura, refleja la idiosincracia de la sociedad, su
forma de ser y hacer, su visión de cómo deben ser y actuar las personas. En la mujer sentada
de Magaña se evidencia la ideología masculina de superioridad frente a la inferioridad e
indefensión femenina. Ana Juárez es víctima del machismo, es la mujer sacrificada que no
puede ni debe elegir al hombre con quién casarse, o si quiere o no estar en un matrimonio.
Lucio acude a la violencia emocional, física y psicológica para demostrar su poder sobre la
hija; el conflicto del relato se centra en la lucha silenciosa y decidida de Ana para esquivar
la decisión de su padre de unirla con un hombre viejo. La respuesta ante la rebeldía es el
castigo, la violencia se ejerce en su contra de manera brutal, sin considerar su derecho a
decidir sobre su vida y su cuerpo. En el cuento se expone que en el espacio rural mexicano
las mujeres viven en la sumisión, el temor, el sometimiento y en la dependencia respecto al
jefe de familia –el padre o el marido— sin la posibilidad de ser escuchadas, sin poder ejercer
su derecho a una vida de pleno desarrollo y libre de violencia.
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29
Propiedad de la tierra y pobreza en La feria, de Juan José Arreola
Por Salvador Vera Ponce y Ma. de Lourdes Ortiz Sánchez [México]
(Universidad Autónoma de Zacatecas)
empatí[email protected]
Introducción
El pueblo mexicano siempre ha centrado su vida en la fiesta religiosa y en la tierra
que le da identidad, y de la que obtiene mediante el trabajo su alimento; sin embargo, lo hace
muy apegado a los ciclos naturales, logrando, por una parte, sólo una fe superficial y, por
otra, una creciente pauperización. Mientras se dedica a celebrar sus fiestas religiosas, una
determinada élite política se esfuerza para imponer en el país modelos extranjeros de
progreso y desarrollo, con la consiguiente marginación campesina. La propiedad de la tierra
es determinante en cuanto a la conformación social y las condiciones de vida, por ejemplo,
en la época porfiriana dio lugar a la distinción entre hacendados y campesinos, pero a partir
de un modelo de producción que redundó en riqueza para los primeros y en pobreza para los
segundos.
El problema de la propiedad de la tierra se presentó ya en el siglo XVI novohispano,
aunque con características propias a causa de la conquista y las encomiendas de indios.
Mientras las tierras comunales indígenas empezaron a ser convertidas en latifundios por la
Corona española, al premiar con ellas a los capitanes de Nuño de Guzmán, también se dio un
cambio en relación a las fiestas religiosas de los mexicas, que como fruto del trabajo de los
evangelizadores pronto fueron sustituidas por fiestas de carácter cristiano como, por ejemplo,
las morismas, las cuales “Están relacionadas litúrgicamente con el culto de la Santa Cruz, del
Apóstol Santiago y también del santo patrono de cada pueblo” (Ricard, 1947: 343). Pero con
30
esta afirmación se alude a la relación de las morismas con el año litúrgico en general. El culto
a San José en cuanto santo patrono, se realizó de alguna manera en la parroquia franciscana
de San José de los Naturales, pues desde la época de la primera evangelización la vida
cristiana parroquial se centra en la fiesta patronal.
La propiedad de la tierra concentrada en pocas manos, una religiosidad de la
costumbre sin incidencia social, y la pobreza que de ello deriva, se remontan a la época
novohispana y están presentes en toda la historia de México; además, se reflejan en novelas
como La parcela, Nieves y Fuertes y débiles, de José López Portillo y Rojas; Tierra, de
Gregorio López; en cuentos incluidos en El llano en llamas, de Juan Rulfo, como “Es que
somos muy pobres”, “Talpa”, “Anacleto Morones”, “Nos han dado la tierra”, etcétera; pero
también en la novela La feria, de Juan José Arreola. El objetivo en este trabajo es demostrar
que en dicha obra el problema ancestral de la propiedad de la tierra, unido a una religiosidad
superficial del pueblo mexicano, dan como resultado la marginación y la pobreza, para
contribuir al análisis social, político y religioso de la novela mexicana de los siglos XIX y
XX, a la luz de la obra de Paulette Dieterlen (2013). La metodología consiste en la lectura y
anotación de La feria, elaboración de fichas bibliográficas, comparación de textos y
reflexión.
El origen de la pobreza
Juan José Arreola comienza su novela refiriéndose a la acción de un misionero
novohispano, pero también al problema de la propiedad de la tierra, pues uno de sus
personajes que sin duda es un indígena, asegura: “Antes la tierra era de nosotros los naturales.
Ahora es de las gentes de razón. La cosa viene de lejos” (Arreola, 1987: 7). Al decir “de
lejos” se remonta al siglo XVI novohispano, para mostrar que a pesar de la religión cristiana,
en la que se predica la justicia, los naturales fueron despojados de sus tierras. Y no se podía
31
impedir esa injusticia, pues las instituciones como el Tribunal del Santo Oficio de la
Inquisición eran contrarias a ellos, y trabajaban para el beneficio de la Corona española.3
De hecho, que los indios son propietarios legítimos de sus tierras fue aclarado desde
el siglo XVI, pues Fray Alonso de la Veracruz expone una de sus cinco dudas, la cual es
sobre si “[…] quien tiene el dominio justo de un pueblo por donación regia, puede a su
arbitrio ocupar sus tierras […]” (2007: 24). Tal parece que el soberano es capaz de hacerlo
por la autoridad que tiene, pero inmediatamente se reconoce que “[…] nadie puede ocupar
lícitamente lo ajeno contra la voluntad del dueño” (2007: 24). En la primera de sus
conclusiones dice que un encomendero no puede adueñarse de las tierras por mandato del
rey, pues éste no puede donar aquello que no le pertenece; además, si los indios pagan tributo
al rey lo hacen en cuanto súbditos y, por lo tanto, porque conservan la propiedad de sus
tierras. Está claro que en esto hay una gran contradicción, pues, por una parte, se podría
afirmar que a partir de la Conquista los vencidos tuvieron la oportunidad de ser libres y
súbditos de la Corona española, con todos los derechos y obligaciones; sin embargo, se podría
demostrar que más bien fueron sometidos a servidumbre desde las encomiendas, con el
pretexto de que serían cristianizados por los encomenderos.
Existen hechos históricos aún en el siglo decimonónico, como lo que sucedió a
Lugardo Onofre, un indio que gobernaba en Zacoalco, y que encabezó un movimiento
campesino jalisciense. Los campesinos de la Barca reclamaban las tierras que supuestamente
habían vendido a los terratenientes, pues en realidad nunca se las pagaron. El gobernador
indígena solamente cumplía su papel de líder pacífico, en cuanto intermediario de los
campesinos y las fuerzas del gobierno, pero fue fusilado sin más (Reina, 1998: 143-144).
3
En cuanto a los misioneros, todos fungían como súbditos en total obediencia al rey. Arreola muestra que los
despojados de sus tierras no sólo tienen memoria histórica sino papeles, títulos legítimos de propiedad, pero
aunque siguen con su lucha para recobrar lo que de suyo les pertenece jamás son escuchados.
32
Una vez más se vio que el Estado castiga con la muerte a todo aquel que pide justicia, con el
pretexto que atenta contra el orden y puede ocasionar un gran mal a toda la nación.4
Un personaje importante en la trama es el nuevo agricultor, quien denuncia la
facilidad con que los amigos de los representantes de la autoridad virreinal se apropiaban de
tierras, pero no para trabajarlas sino con el fin de venderlas y amasar fortuna. Con dicho
proceder los beneficiados eran los ricos latifundistas, que compraban las tierras a precios
irrisorios. Un fenómeno semejante sucedió también en el caso de las Leyes de reforma, las
cuales atentaban contra la Iglesia pero también contra la propiedad indígena; además, “Entre
otras cosas, las leyes no sirvieron para lograr la transformación que iniciaron, muchos predios
pasaron a manos de denunciantes que buscaban la renta, en lugar de que la tierra fuera
obtenida por los arrendatarios” (Schmidt, 2010: 59). En realidad, las tierras que eran de
algunos miembros del clero, o de algunas congregaciones religiosas, fueron subastadas a muy
bajo precio y, de esa manera, pasaron a manos de los grandes latifundistas, por lo tanto,
dichos bienes temporales no pudieron ser empleados para aminorar la pobreza de los
campesinos.
En situación semejante de desigualdad social a causa del despojo de la tierra, los
habitantes de Zapotlán no pueden pronunciar la palabra “abundancia”, y si alguien lo intenta,
no falta el que contesta “Abundancia, ¡madre! Somos un pueblo de muertos de hambre”
(Arreola, 1987: 13). Sin embargo, las tierras no se pudieron recobrar ni durante el porfiriato
ni en el periodo posrevolucionario, pues el programa político de Porfirio Díaz respondía a
una centralización del poder, de modo que se gobernaba para los simpatizantes políticos y no
para las masas populares. En la posrevolución, el Grupo Sonora desarrolló un audaz y
ambicioso proyecto a partir del asesinato de Álvaro Obregón, que consistía en dominar al
pueblo mexicano mediante la centralización del poder en un partido político, lo cual, en la
práctica dio lugar a un presidencialismo. Si en la segunda mitad del siglo XIX la desigualdad
4
El Estado ha castigado con la muerte aún en la modernidad y hasta nuestros días, como una medida
maquiavélica contra aquellos que por exigir justicia son vistos como un cáncer social.
33
social se fortaleció con la dictadura de Díaz, durante el siglo XX la alentó una dictadura de
partido.
El problema de la propiedad de la tierra está directamente relacionado con la fiesta en
honor de San José, pues para celebrarla se necesita la cooperación de todos; además, es
urgente que todas las familias tengan lo necesario para una vida honesta. El personaje Odilón
dice a Félix Mejía Garay que; con seguridad, no tiene motivos para andar en el asunto de la
propiedad de la tierra de la comunidad. Pero éste asegura “Yo le dije que sí tenía, porque me
hace falta un pedazo de tierra para mantener a mi familia” (Arreola, 1987: 154). Si la pobreza
es un problema real, entonces, se hace problemático encontrar el sentido de la fiesta religiosa
que a menudo significa despilfarro, por ejemplo, en lo que respecta a la pólvora. En cuanto
a esto, uno de los personajes dice: “-Si en mi mano estuviera, yo les aconsejaría a todos los
visitantes que ya no vengan a la feria del año que viene. Estamos en la más completa
decadencia, y no es porque yo ya me sienta viejo y cansado” (Arreola, 1987: 185).
Finalmente, habrá que hacer el interrogante sobre el provecho espiritual de la comunidad, ya
que si es proporcional a la inversión económica debe ser grande.
Tierra, pobreza y fiesta patronal
Arreola eligió la feria de San José para escribir su novela porque es el patrono de
Zapotlán (Ciudad Guzmán), y tal vez porque la historia de su devoción viene paralela al
problema de la propiedad de la tierra, o sea, desde el siglo XVI novohispano. Además, según
E. Galindo, S. S. I., la figura de San José es rica en el sentido espiritual, y todo cristiano
puede encontrar en él lo que necesita, por ejemplo, “[…] los que padecen el cautiverio del
dolor, una fuerza para sufrir con paciencia; los padres de familia […] un derrotero que seguir,
los huérfanos acudirán a él como su amoroso padre, las vírgenes, como a su fiel custodio y
los desamparados, como a su consuelo” (1940: IV). Pues bien, los campesinos despojados de
sus tierras en la historia de México viven en el desamparo y la marginación, por eso, se
esfuerzan y cooperan para la fiesta en honor de su santo patrono San José.
34
En La feria, de Juan José Arreola, se refleja una crítica de la cultura de Zapotlán en
general, no sólo de la vida religiosa, y se manifiesta que el problema de la propiedad de la
tierra ha sido determinante para la vida del pueblo. Se recuerda al fraile (fray Juan de Padilla)
que hizo el primer anuncio del Evangelio, o sea el kerigma, en las tierras de Zapotlán, como
un hombre virtuoso. Pero enseguida se busca el contraste entre aquel religioso y los
sacerdotes más recientes de la comunidad, los cuales como el pueblo llevan una vida cristiana
de apariencia, como se muestra en la confesión de un niño: “-Me acuso Padre de que el otro
día adiviné una adivinanza. -Dímela. -‘Tenderete el petatete, alzarete el camisón…’ -¿Qué
más? -es muy fea… es la lavativa… -¿Quién te la enseñó? -Chole. Mi prima” (Arreola, 1987:
16).
En esta confesión el confesor se distingue por su baja calidad moral y, por lo tanto,
por su incapacidad para celebrar el sacramento de la penitencia correctamente. Pero la idea
es que, a pesar de la pobreza espiritual de los sacerdotes, Dios concedió a la comunidad una
imagen de San José, que por la forma misteriosa en que apareció a fines del siglo XVIII,
significa la cercanía del Creador y el gran amor que tiene para todos. Por eso, el pueblo de
Zapotlán reconoce al esposo de la Santísima Virgen María como su santo patrono (Arreola,
1987: 18). En esa forma todos se comprometen a venerar la imagen de san José y a hacerle
su fiesta.
En la multiplicidad de voces sobresale la del personaje Jesucristo, quien habla de su
padre adoptivo de este modo: “Había un hombre llamado José, oriundo de Belén, esa villa
judía que es la ciudad del rey David” (Arreola, 1987: 19). La relación de San José con David
remite a la imagen misteriosa del santo, en torno a la cual, E. Galindo, S. S. I., afirma “[…]
la floración milagrosa de la vara seca que brotó pétalos frescos y delicados para pregonar sin
voces, que aquel modesto artesano era el único digno de unir sus destinos con la
inmarchitable Flor de Jesé” (Galindo, 1940: IV). Este milagro significa que la bendición de
Dios sobre David y su descendencia, en 2 Sam 7, 12, se hace realidad por medio de este
carpintero de Nazareth, que transmite a Jesús el descender por derecho de la estirpe de David,
35
lo que ilumina, además, sobre la historicidad del divino Redentor, por eso, como padre
adoptivo del niño le pone el nombre. La estirpe de San José es muy antigua y se remonta a
Abraham, y a eso debe su nobleza (Un misionero josefino, 1940: 13-14). Pero Arreola, al
tratar de San José como de un noble manifiesta una proyección de la comunidad de Zapotlán,
la cual cuenta con una historia que hunde sus raíces en la era prehispánica. Todo esto significa
que los campesinos despojados de sus tierras, de alguna manera descienden de grandes
hombres, entre los cuales se hallan reyes, legisladores, sabios, etcétera. Por lo tanto, no
merecen vivir en condiciones de pobreza y de miseria.
En La feria, de Arreola, los campesinos se debaten en la pobreza y no dejan de sufrir,
porque son tan pobres en el aspecto económico como en el moral. La pobreza económica
lleva a la pobreza moral y viceversa. Estos son los dos aspectos de la pobreza que desarrolla
Paulette Dieterlen, distingue la pobreza moderada y la pobreza extrema. Esta última es la que
sufren aquellos que carecen de una alimentación suficiente (2013: 28). Pues bien, los
campesinos de esta novela son de los que padecen la pobreza extrema porque a menudo sus
familias no tienen alimento. Además, su pobreza es de carácter ético porque carecen de
seguridad en sí mismos y de autoestima. Tal vez por eso, para ellos es una satisfacción que
su santo patrono haya sido incluido en el calendario de la Iglesia, que desde 1919 se diga en
la celebración eucarística el prefacio especial de san José, que Pio IX lo haya declarado
patrono de la Iglesia universal, y Pio XII haya declarado el 1° de mayo como fiesta universal
de San José Obrero, etcétera. Los campesinos a pesar de su religión padecen cada vez más y
se sienten desamparados, pues tal parece que “Solamente los ricos tienen buena suerte, sólo
de ellos se acuerda la Divina Providencia” (Arreola, 1987: 53).
Conclusión
En la novela La feria, de Juan José Arreola, se aborda desde el enfoque literario el
problema ancestral de la propiedad de la tierra y, por lo tanto, de la formación de los
latifundios a costa de las tierras comunales y su permanencia a través de los siglos. Se
manifiesta que la pobreza del pueblo mexicano tiene una pluralidad de causas, entre ellas una
36
mala administración pública, pero también una religiosidad superficial que no influye en la
solución de los problemas sociales. La problemática que aborda Arreola es muy recurrente
en la historia y en la literatura de México. Pero el presente trabajo es una contribución para
el análisis social, político y religioso, sobre todo en las novelas de los siglos XIX y XX, en
los cuales se aborda el problema de la pobreza.
BIBLIOGRAFÍA
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de las Hermanas Josefinas de México, México, “Imprenta Aldina”, pp. I-IV.
MISIONERO JOSEFINO UN (1940). Vida popular del castísimo patriarca San José, a la santa memoria del Siervo
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la guerra justa, Ediciones especiales, 44, edición crítica, traducción y notas Roberto Heredia Correa, con la
colaboración de Olga Valdés García, México, Universidad Nacional Autónoma de México.
37
El sujeto histórico en La corte de los ilusos, de Rosa Beltrán
Por Micaela Morales López [México]
(Universidad Autónoma de Tlaxcala)
[email protected]
Para Eduardo Morales (†)
Porque forma parte de mi historia.
Introducción
A unos meses de la celebración del bicentenario de la consumación de la
Independencia de México resulta interesante abordar desde la perspectiva literaria y estética
a quien fuera la principal figura de dicho acontecimiento, me refiero a Agustín Cosme
Damián de Iturbide y Arámburo, mejor conocido como Agustín I, Emperador de México. El
objetivo del trabajo es mostrar cómo a partir de la ironía se desarticula el sujeto histórico.
Desde época temprana y contemporánea a Agustín de Iturbide empezó su
historiografía. Al parecer la construcción del personaje histórico inicia en Filadelfia, con la
publicación del libro de Vicente Rocafuerte, Bosquejo ligerísimo de la Revolución de
México. Desde el grito de Iguala hasta la proclamación imperial de Iturbide (1822). En la
obra se pondera la imagen de Hidalgo como un héroe, casi un mártir de la independencia;
mientras que la figura de Iturbide es agraviada, “Se declaró acérrimo enemigo de la causa de
la América, [Iturbide] calculó que en las filas españolas sería más fácil adquirir empleos,
obtener mandos y satisfacer su pueril ambición, que seguir el noble grito de Libertad,
ayudando a Hidalgo y a los verdaderos patriotas” (1822: 9).
Otro texto de la época que describe la personalidad de Iturbide es el monólogo escrito
por José Joaquín Fernández de Lizardi, El Unipersonal de don Agustín de Iturbide,
emperador que fue de México (1823). La obra escrita en versos endecasílabos (503), presenta
38
las reflexiones del exemperador ante la pérdida del trono, el monólogo expresa las torpezas
de Iturbide, su falta de experiencia y el amor por su patria:
Mas ya el momento
llega de mi partida, ya las cajas
tocan la Generala. A Dios, mi patria, 495
a Dios; y si supiste tus derechos
de Agustín reclamar, no se te olvide
este heroico valor, este denuedo,
y a costa de tu sangre conservarlos
jura ante Dios, que yo diré a la Europa 500
con la sacra elocuencia del silencio:
—Temblad, reyes tiranos, que ya el hombre
dijo: "Quiero ser libre," y ha de serlo. (1823)
Tanto el libro de Rocafuerte como el monólogo de Lizardi cimentan el inicio de la
historiografía de Agustín de Iturbide, dos versiones opuestas muestran al sujeto histórico en
su carácter de antihéroe y como a un héroe trágico, víctima de sus pasiones. Estas dos visiones
han permeado en toda la producción memorialista del que fuera Primer Emperador de México
a lo largo de casi dos siglos.
Una mirada más fresca sobre la biografía de Agustín de Iturbide la ofrece la escritora
mexicana Rosa Beltrán (1960), con su novela histórica La corte de los ilusos, publicada en
1995, la cual obtuvo el Premio Internacional de Novela Planeta/Joaquín Mortiz, en su IV
edición. Dicha obra, “Da cuenta de los diez meses que dura el imperio de Iturbide, pero a
partir de su vida secreta y privada” (Ortiz, 1995: 36). Se diseñó sobre la base de la
documentación e incluyó “las versiones tanto de sus detractores como de sus simpatizantes,
además de la versión histórica que todos aprendemos; convirtiendo aquello en un collage que
daba como resultado una serie de malos entendidos, de diálogos de sordos y a fin de cuentas
una farsa histórica” (Ortiz, 1995: 36). En el libro de Beltrán permea el humor, la ironía y la
ternura que desbordan algunos de los personajes. Por ello, se hace necesario analizar la
confección de la novela a partir de su recurso más evidente: la ironía para observar cómo se
construye el sujeto histórico.
El sujeto histórico en el discurso literario
Con la publicación de Jiconténcal, de autor anónimo, en 1826, se inicia la novela
histórica en Hispanoamérica. Bajo el impacto del romanticismo y después del realismo y el
39
costumbrismo el siglo XIX se nutrió de una variedad de novelas que consideraron como
punto central personajes y acontecimientos históricos. Este periodo se caracteriza por la
difusión de los héroes nacionales.
La novela histórica tradicional con sus tintes de idealismo y exotismo nace con el
problema de su representatividad para mostrar su historicidad. Georg Lukács en su estudio
La novela histórica (1966) observó que “Los autores modernos se apropian de la
historiografía y de la filosofía de historia de su tiempo no solo los hechos, sino ante todo la
teoría de la libre y arbitraria interpretabilidad de esos hechos, la teoría de la incognoscibilidad
del curso histórico en sí” (1966: 302). De acuerdo con McHale, existen zonas oscuras de la
historia que aprovecha la ficción a través de tres estrategias: 1) no contradecir la historia
oficial, 2) evitar anacronismos culturales, es decir tratar de ser fieles a la época y 3) hacer el
mundo ficticio compatible con el mundo real (1987: 87-88) Por ello, el escritor tiene que
indagar y nutrirse de las fuentes históricas para generar en el lector la idea de conocer el
pasado.
En el siglo XX se dan algunos cambios interesantes en la manera de presentar las
novelas históricas, en especial por las reflexiones sobre la escritura de la Historia como
explica Roger Chartier: “[…] permitieron el desarrollo de una reflexión sobre la historia
entendida como una escritura siempre construida a partir de figuras retóricas y de estructuras
narrativas que también son de las de la ficción”. (2007:22) A lo anterior se suma la postura
de Michel De Certeau, para quien todo texto está atravesado por el lenguaje. En su libro La
invención de lo cotidiano, recupera a los actores olvidados, pero que forman parte sustantiva
de la historia: “A las muchedumbres les quedaría solamente la libertad de rumiar la ración de
simulacros que el sistema distribuye a cada uno. Ésa es precisamente la idea contra la cual
me levanto: semejante representación de los consumidores resulta del todo inadmisible”
(1996:178). En la novela de Rosa Beltrán se manifiestan varios de los rasgos enunciados por
De Certeau, al considerar a los actores no historiables como las mujeres, quienes dan vida a
la biografía de Iturbide desde su lugar ignorado, como la cocina, la casa, el convento y en su
práctica cotidiana.
40
Por otro lado, la novela se centra en la vida del emperador desde su coronación hasta
su abdicación, con documentos propios de la historiografía. Situada en un presente la
narración de la obra describe los preparativos de la ceremonia de coronación, diversas
reuniones de naturaleza social y política como: el nacimiento del hijo menor del monarca, así
como una reunión con fray Servando Teresa de Mier dan cuenta de las costumbres de una
monarquía con múltiples paradojas, entre ellas, reinventar comportamientos donde la farsa
mueve a la risa y al ridículo. Muchos sucesos son comentados desde la intimidad del hogar
y otros son de carácter público. En la novela no se observa una distorsión de la vida de
Iturbide, lo que es claro y contundente es la exageración, el trabajo con el lenguaje para crear
situaciones hilarantes, vergonzosas a manera de una farsa, donde la ironía juega un papel
fundamental. Otro aspecto que abunda en la novela es la intertextualidad que se presenta
como paratextos en los títulos de los diferentes apartados o bien fragmentos que
complementan el panorama de las costumbres, comportamiento de la sociedad de la época y
sobre todo operan como elemento contextual para comprender la ironía plasmada.
La corte de los ilusos y el andamiaje irónico
Si bien la ironía en el campo de la retórica es considera como un tropo que se asocia
a la simulación, la ilusión, la permutación o lo contrario de una conducta. En la práctica la
ironía implica cierta parcialidad dado que su utilización en un discurso se completa con el
convencimiento del público o del lector que conoce la otra parte de dicho vocabulario; el
éxito de la ironía se asegura con la interpretación del sentido. Como la ironía exhibe
especialmente el malentendido, la señal del contexto se hace necesaria para cerrar el ciclo de
dicho sentido. Si bien la ironía surge de la retórica como un fenómeno específicamente
verbal, su marco es mucho más amplio, pues designa también, una actitud mental, en la que
la crítica, el escepticismo y la comicidad desempeñan un papel importante. Asimismo, Booth
plantea la ironía como un “ejercicio agresivamente intelectual” (1989: 78) que requiere de
lectores con experiencia para decodificar el significado; por ello, no se puede reducir a una
simple figura y alcanza a reconocer en los textos irónicos clásicos cuatro particularidades:
intencionalidad, encubrimiento, estabilidad y finitud.
41
En efecto, Beltrán en La corte de los ilusos muestra diversas contradicciones de los
personajes que se manifiestan a nivel verbal y a nivel situacional. La novela en su carácter
polifónico presenta varias perspectivas desde las cuales se observa la vida de Agustín de
Iturbide, la biografía del emperador está confeccionada a través de las relaciones con otros
personajes, especialmente mujeres: la madre, la costurera, la hermana, la esposa, la prima y
la amante. Un conjunto de microhistorias da cuenta del sujeto histórico, con lo que se
desacraliza la figura del emperador y se le sitúa en un nivel de persona común y corriente. A
pesar de los diversos motes con los que el personaje es nombrado en la novela tales como:
Su Alteza serenínisma, su Majestad, El Dragón de Hierro, Generalísismo, en la obra es solo
un hombre.
Con un tono de ironía, de humor y sobre todo el conocimiento del pueblo a través de
sus dichos, refranes o sentencias; Beltrán apertura el primer capítulo titulado: “El amor
propio es más hábil que el hombre más hábil del mundo”. El apartado registra la historia de
Madame Henriette, se trata de una modista francesa venida a menos y que sale huyendo de
Francia. Con un tono insolente la mujer expresa “Madame, Monsieur no tengo ninguna
preferencia por quedarme aquí” (1995: 9), lo que le valió ser contratada. La modista vio
crecer a los cinco hijos de la familia Iturbide Arámburo y también morir a dos varones, por
lo que Agustín se convirtió en el hijo predilecto de la madre y la modista, quien elaboraba
una variedad de trajes “[…] como si en vez del hijo de un comerciante criollo y una rubita
vallesolitana estuviera vistiendo al niño Jesús en el pesebre” (1995:10). Señales inequívocas,
según doña Josefa, de que el niño estaba predestinado.
El personaje de la modista será fundamental porque es ella quien confecciona el traje
del monarca para la ceremonia de coronación, que en principio sería una túnica azteca, pero
más adelante elabora un atuendo estilo Napoleón, a la altura del Generalísimo, que para la
modista seguía siendo un simple garçon, a quien no tiene temor de ridiculizar: “Madame
Henriette repetía que había visto a Agustín desde que era un petit garçon que se meaba en
los calzones, las cosas por su nombre, y por eso no podía sino tomar en broma la idea de que
ahora tuviera que llamarlo ‘Su Alteza Imperial’” (1995: 15).
42
La novela abunda en ejemplos donde la ironía se presenta a partir de las situaciones
y circunstancias narradas, así al concluir la ceremonia de coronación el obispo Cabañas
observó que Iturbide tenía algo ladeada la corona, como ya había impuesto la corona, se
acercó con el pretexto de dar la última bendición y dijo: “―Qué no se le caiga la corona,
Señor Emperador. ―Descuide Señor Obispo ―respondió el Dragón, creyendo que Cabañas
lo decía con mala leche―. Yo cuidaré que no se me caiga” (1995: 55). Como se observa el
juego del lenguaje crea el equívoco, pues el Obispo se refiere al objeto; mientras que Iturbide
interpreta al objeto por lo que representa. La ironía verbal ha recibido mayor atención en su
estudio y expresa la existencia de una contradicción entre lo que se dice y lo que debe ser
entendido. La ironía verbal no solo se centra en el enunciado mismo que alberga la paradoja,
sino en la preposición, aparentemente, literal y lo aludido por ésta.
En la novela después de la ceremonia de coronación, El Emperador decide regresar
al palacio por otro camino. Recorre las calles montado en su caballo, mientras su séquito,
entre ellas la Emperatriz, tuvo que caminar por el fango y las calles llenas de inmundicias,
con suma molestia la mujer exclama “¿Y esta es la Ciudad de los Palacios?” (1995: 56). El
primer capricho del Generalísismo: pasar por la casa de la Güera Rodríguez, de quien todos
sabían era amante, solo para elogiar a la mujer con un galardón más, tal y como lo hiciera en
su entrada triunfal con el ejército Trigarante, casi le cuesta un accidente a su esposa: “La
Emperatriz dio un traspié y poco faltó para que perdiera un zapato. Algunos entre la multitud
no pudieron reprimir una carcajada. Un lépero gritó que el Imperio apenas comenzaba y la
Emperatriz ya estaba dando malos pasos” (1995: 56).
La ironía situacional se presenta cuando un hecho o una circunstancia propician un
estado paradójico, respecto de la naturaleza del suceso inesperado. Como es bien sabido el
Imperio de Iturbide estuvo inmerso en problemas políticos y económicos, en especial porque
recibió un Imperio en la ruina. Los soldados estaban casi muriéndose de hambre por lo que
un grupo del ejército decidió asaltar el Parián: “Después de enterarse de lo ocurrido, Iturbide
dio la orden de custodiar el Parián con el mismo cuerpo de soldados que lo iba a robar porque,
como dijo, para custodiar el Imperio era que les pagaba a los soldados. Así que los militares
43
se vieron en el dilema de ser protagonistas del asalto y vigilantes de sí mismos a la vez (1995:
35).
La novela desmitifica la imagen del monarca al despojarlo de su envestidura sagrada
y posicionarlo como un simple mortal con algunas virtudes y muchos defectos. La obra se
cierra con la presencia de la modista, en la confección del hábito de San Francisco que sería
la mortaja de Iturbide y ni en esa situación de pena y dolor el narrador se aleja de la ironía.
Así, al señalar los esfuerzos que hace la modista, pues el cuerpo del exmonarca presenta
sobrepeso, a lo que la mujer expresa: “-L’ambition, Auguste –dijo la modista sentenciosaL’ambition y el foi gras, ya lo ves rompen el saco” (1995: 257). El juego de palabras del
francés y el español llevan a observar la ironía, pues en la traducción se refiere a la ambición
y a la fe audaz, pero como el narrador previo establece el sobrepeso del muerto y sin una
traducción, se expresaría como: la ambición y la fea grasa, lo cual evidentemente lleva a la
risa, en un momento de pena.
Conclusiones
Para Lauro Zavala es evidente el empleo cada vez más frecuente de la ironía en la
narrativa moderna, obedece a que “[…] la ironía como una estrategia que permite expresar
las paradojas de la condición humana y los límites de nuestra percepción de la realidad, ello
exige la presencia de un lector capaz de reconocer las distintas estrategias de
autocuestionamiento que este mismo discurso pone en juego” (1992: 60). En efecto, La corte
de los ilusos apela al lector para desentrañar las contradicciones del discurso histórico oficial
y observar las paradojas que subyacen en la biografía del personaje histórico. Para ello, la
autora se vale de la ironía para mostrar la parte humana de Iturbide, el cual tuvo errores
históricos que le costaron la vida. En el aspecto íntimo y privado de la vida familiar se
muestra al hombre lidiando con las conspiraciones de las mujeres, el carácter apaciguado,
tranquilo y gentil de padre, esposo, primo, hermano y amante contrasta con su apodo de
Dragón de Hierro. En el ámbito público Iturbide expondrá su contraparte de rudo militar. El
tono de la novela rebela a un exmonarca que tuvo todo el poder de un Imperio y lo perdió
por sus acciones, su ambición e inexperiencia, pero sobre todo por el amor a su familia y a la
44
patria. Lo cual resulta una ironía ya que no se reconoce su lugar en la historia como
consumador de la Independencia de México, en la misma medida que a Hidalgo y a otros
próceres de la patria. La obra también señala que la historia no se hace con un solo hombre,
al tiempo que revela la intención de la autora: exponer el discurso fragmentado de la historia,
en especial el discurso oficial.
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ZAVALA, Lauro (1992). “Para nombrar las formas de la ironía”, en Discurso, Otoño, pp. 59-83.
45
¿Qué es el jaramago? Comprensiones de un soneto de Gabriela Mistral
Por Alberto Ortiz [México]
(Universidad Autónoma de Zacatecas)
[email protected]
Introducción
La obra literaria de la mujer, maestra y autora universal, chilena de nacimiento,
Gabriela Mistral, representa –merced a lustros de análisis y crítica especializada– una de las
más y mejor estructuradas manifestaciones literarias para la renovación lingüística del léxico
lírico. Voz autorizada del coro variopinto que, a falta de una percepción transversal, se
denomina la Vanguardia; significó, durante la primera mitad del siglo XX, la concreción de
anhelos estilísticos inusitados cuyos alcances se percibieron geniales apenas esbozados los
primeros trazos. Sin embargo, la veta creativa de la escritora no ha sido agotada del todo
desde el trabajo crítico, aún hay muchos aspectos por definir y explicar; por ejemplo, aquellos
concernientes a los procesos de comprensión e interpretación que operan en lectores
específicos. Resulta necesaria, además una relectura o puesta al día de su obra, con la
finalidad de recordar su propuesta estética y tono poético inusual, ya que para algunos
investigadores e historiadores de la literatura su poesía parece, en ocasiones, injustamente
velada: “Desde entonces, parece que una tenue pero firme capa de olvido ha caído sobre la
escritora.” (Caballé, 1993: 232)
El presente trabajo intenta una guía interpretativa aplicada a uno de los mejores
sonetos de la literatura contemporánea en español: “El jaramago” o “Yo elegí entre los otros,
soberbios y gloriosos”5 uno de los Sonetos de la muerte de la poeta (1970):
5
En algunas antologías de la obra poética de Gabriela Mistral, los editores y antologadores han actualizado la
ortografía del soneto. Aquí se cita la versión que conserva la forma tradicional en pos de respetar la búsqueda
del movimiento vanguardista de experimentar con el lenguaje.
46
Yo elejí entre los otros, soberbios i gloriosos,
este destino, aqueste oficio de ternura,
un poco Temerario, acaso tenebroso.
de ser un jaramago sobre su sepultura.
Los hombres pasan, pasan, esprimiendo en la boca
una canción alegre i siempre renovada
que ahora es lasciva, y mañana la loca,
i más tarde la mística. Yo elejí esta invariada.
Canción con la que arrullo un muerto que fue ajeno
en toda realidad, i en todo ensueño, mío;
que gustó de otra boca, descansó en otro seno.
Pero que en esta hora definitiva i larga.
Sólo el del labio humilde, del jaramago
que le hace el dormir dulce sobre la tierra amarga
En realidad, el soneto no tiene nombre, pero se identifica así. Se publicó en el
volumen Selva lírica de 1917. Forma parte de la denominación extendida de sus poemas, al
menos una docena, (Los sonetos de la muerte) a partir del grupo original de tres: “Del nicho
helado en que los hombres te pusieron”, “Este largo cansancio se hará mayor un día” y
“Malas manos tomaron tu vida desde el día”; que ganó el premio de los Juegos Florales de
Santiago en 1914 y que se publicaron en el poemario Desolación de 1922.
Es importante señalar que Mistral tituló Sonetos de la muerte, en primera instancia a
un grupo de tres poemas con que ganó el premio de los Juegos Florales de Santiago,
otorgado por la Sociedad Chilena de Escritores el 22 de diciembre de 1914; sin
embargo, entre sus papeles personales se han encontrado numerosos textos bajo el
mismo nombre y otros que, aunque no lo llevan, se pueden agrupar dentro de ese ciclo
(Ramírez, 2001: 552-553)
El presente trabajo propone cooperar a la reinvención inteligente y solidaria que según
Marcelo Pellegrini está activándose alrededor de la escritora, (Pellegrini, 2007: 31-32); para
el caso, mediante una modesta aplicación de patrones interpretativos desde la Hermenéutica
moderna y las teorías de la interpretación.6
6
Para este efecto se ha utilizado el planteamiento colectivo que se diseñó en el libro coordinado por quien
esto escribe: Hermenéutica literaria.
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Desarrollo
A propósito de la renovación temática y léxica que acontece en la poesía del siglo
XX, los sonetos en cuestión constituyen referentes ineludibles. El tópico tradicional reunido
en el concepto «muerte» pasa de un sentido teológico al campo semántico de la percepción
cognitiva aliada al desamparo, el desequilibrio, la ausencia, la rotura; de la anécdota dolorosa
al dolor íntimo. El escenario donde opera la fatalidad no es menos importante, revela un
panorama de conflictos y diatribas. En medio de él se encuentra el hombre de cara al destino,
ante cierto e incierto dios,7 frente a la circunstancia indescifrable de la mortalidad
cuestionada. La muerte para Mistral persiste en el dolor, casi como regodeo porque deriva de
la afirmación vital y utópica de la pasión amorosa, de la cual proviene, depende, y en la cual
se explica. “El amor parece ir acompañado de algo misterioso, que se conoce exactamente
pero sólo se puede explicar de un modo insuficiente.” (Süskind, 2006: 6) El espacio y el
tiempo transitan como pate del grito y la maldición poética ante la atrocidad del mundo
cotidiano, que es pérdida y lamento dentro de la terrible convicción del yo doliente, en
especial cuando el enfoque histórico revela datos biográficos o al menos constancia
ontológica de la poeta en los sonetos (Ver: Massone, 1981: 5-81).
En ese sentido la muerte pasa de un “estará ahí” a un decir constante, un habla, en el
sentido heideggeriano; es decir, transita y comunica gracias a la doble presencia que hace
constar su contingencia: el cuerpo yerto del amado, la tumba, los despojos que patentizan el
no ser más, y la verbalización del acontecer de la finitud humana que llamamos morir.
Este marco general está compuesto por cada poema “de la muerte” en los que la autora
exploró y diseñó su perspectiva de la finitud, para, en un juego de retroactividad –que
individualiza y homogeniza hasta la construcción de una línea discursiva con base justo en
el tópico de la muerte–, conjuntar la renovada percepción de la angustia existencial
contemporánea que enfatiza el pulso de la pérdida de un “otro” amado por medio de la
identidad sensorial personal, cuyo “darse cuenta” del dolor traduce el universo de ultratumba
en frases reveladoras del binomio inteligencia-sensación.
7
El cariz religioso de su obra ha sido analizado por Juan Manuel Martínez Fernández.
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Todo texto posibilita, por medio de la lectura inicial, diversas puertas o accesos
lingüísticos para el recorrido comprensivo, una de ellas, lógica por intuición, se abre al
preguntarse ¿qué es un jaramago? Efectivamente, como cualquier sistema básico de lectura
de comprensión lo anuncia, lo primero que un lector debe investigar, cuando lee el soneto y
no reconoce el sustantivo, es qué significa la palabra «jaramago». La respuesta, previa lectura
y regreso al texto lírico para constatación, se entiende, asombra. Alguien decide ser un
jaramago, una planta silvestre que suele crecer entre las paredes derruidas, los escombros. 8
Y lo más importante, quiere serlo sobre una tumba.
El anhelo del ser en la poesía, especialmente el de convertirse en “otra entidad” siendo
sí mismo, de suyo se reconoce como una fórmula poética. Tal vez la metamorfosis sea el
tópico central para un acercamiento analítico a los poemas que utilizan estos fenómenos de
transición, desarrollo o franco cambio ontológico. Por supuesto que el referente mitológico
y poético clásico es la obra de Ovidio Las metamorfosis,9 donde los mundos contiguos de la
realidad maravillosa y de la generación del mundo parten siempre del cambio trágico,
pasional o incluso, caprichoso del poder divino y del funcionamiento normal del cosmos. La
naturaleza en actividad se muestra como una extensión de las posibilidades de coexistencia
mágica humana y divina.
Frente al ansia transmutativa del poeta, se encuentra el peso de la imposibilidad. La
realidad le pesa al creador como motor y excusa para la fuga. El poema logra cambiar al ser
impersonal que lo contiene y lo enuncia, la maravilla de la nueva existencia lírica aparece en
el poema gracias a sí mismo. La poesía está hecha para crear y recrear los imposibles.
Tal modificación del yo hacia una simbiosis con el otro puede interpretarse también
como una alteración de la conciencia que media entre el amor y la muerte, es decir la voz
poética discurre entre lo imposible, camino al desprendimiento. Amar hasta en la muerte es
síntoma de cierto grado de locura. Ahora bien, la transición y/o situacionalidad amorosa, en
este caso, la del jaramago-mujer, sólo se comprende desde la diferencia genérica.
8
No se usan definiciones tomadas textualmente de diccionarios, sino arbitrariamente una de las acepciones
conocidas. Las definiciones son más técnicas y aclaran la filiación taxonómica del término.
9
Hay edición de dos tomos en CONACULTA, dentro de la colección “Cien del mundo”.
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La locura no tiene en Mistral el carácter negativo de lo psicopatológico, sino todo lo
contrario: es una virtud, un signo de superioridad espiritual de la mujer. […] Inspirada
por el amor, que es fuerza generadora a la vez que la causa del sufrimiento, la mujer
existe en un plano diferente al de las normas de la razón, el de la locura. Es locura su
actitud porque niega el sistema; es una forma de alienación, de pérdida del propio ser
en virtud del otro. Paradójicamente, para Mistral la formulación del yo, ese objetivo
feminista, se produce en el desprendimiento del mismo, en la entrega (Daydí-Tolson,
1992: 186)
El soneto habla de un jaramago, tal vez, no se trata de una referencia común en la
historia de la literatura, los poetas quieren ser suspiro, beso, mano, rosa, sol, piel, hortelano,
pero ¿jaramago? la novedad del referente debe justificarse a la perfección por el motivo o las
circunstancias que la voz poética plantea, y lo hace, el actante principal señala a una planta
que crece comúnmente entre las ruinas. Jaramago es un referente poético ideal, pero nadie
antes lo había utilizado, menos de esta manera, por elección mutante.
De las prerrogativas humanas el libre arbitrio es, sin duda, la más polémica y
entrañable. Elegir es al hombre como el movimiento al cosmos. En este caso la discusión
electiva no tiene elementos teológicos. Alguien elije, un oficio, humilde, tierno, “acaso
tenebroso” y definitivamente “temerario”. Probablemente una “ella” escoge, teniendo otras
posibilidades, a conciencia, de entre las opciones que la vida y la muerte dan, ser un jaramago
posado sobre la sepultura del amado para acompañarlo eternamente.
La aplicación de la voluntad dota al decir poético de fuerza natural, en tanto se trata
de la suprema afirmación del querer ser, y personal puesto que se acepta –y se determina
también, aquí está el juego–, el destino con conocimiento de causa. Incluso a sabiendas de la
percepción ajena, ya que algunos pueden considerar “tenebroso” el oficio. Ella reconoce que
hay oficios dotados de grandeza, pero elige el humilde, el adecuado para su propósito:
acompañar en la tumba.
Y ya está, a través de la enunciación la magia ocurre, por medio de la palabra
ontológica, el logos, disposición del sujeto que enuncia y elige su identidad, el cambio opera;
ella ahora se encuentra, se identifica jaramago. Pero, y esto es muy importante, la
50
transmutación ocurre porque ella quiere. Lo ha decidido en uso de su libertad y en
reconocimiento a su identidad nueva, capacitada por el propio decir que se vuelve una
realidad; y debe recordarse que la estética y la teoría literaria de la época pretendieron hacer
del poeta un demiurgo.
Su nuevo ser reitera, confirma y revela el propósito de la elección, un propósito “de
ternura”, inalterable ante los demás, quienes varían. Dicha constancia, una especie de
persistencia divino-amorosa, confirma la maravilla del nuevo ser enunciante, ya no pertenece
al mundo, en cuyo seno, lo único inalterable es el cambio, ella permanece, transforma su
contingencia y su azar en una ley universal, instala el amor en la muerte consciente. El soplo
de divinidad de la poesía la convierte en aquello inalterable en la hora “definitiva y larga”.
La voz enunciante ha modificado su sustancia a conciencia, para estar y ser por
siempre, cambia una vez para no cambiar nunca más. Otros van por la vida, ella los ve,
interpretando papeles diferentes cada vez, porque, se insiste, la vida es un transcurrir en el
cambio. De esa manera el jaramago besando la sepultura reta al funcionamiento del cosmos,
en él todo se mueve, se modifica, a veces locamente; en cambio, el jaramago persiste en la
quietud, desempeña su “oficio” tierno y tenebroso sobre el cementerio, la voz poética
confirma que ella eligió la canción invariable, es decir, la permanencia, la eternidad.
Canta para alguien, acompaña a alguien, a la ruina, al abandono, a la vida derruida, a
la muerte, arrulla a un muerto. No a cualquiera, sino a uno ajeno, a uno que no le perteneció
en vida, que nunca tuvo conocimiento de ella, cuyos desvelos y abrazos pertenecieron a otra,
dejándole únicamente el sueño de poseerlo. Esta peculiaridad marca un nuevo rumbo de
interpretación, obliga a repensar las verdades encontradas, el decir poético ha dado un giro y
el exégeta debe girar con él: el texto no sólo sugiere la transmutación por amor, la identidad
que ha cambiado, no sólo permanece para acompañar a alguien que ama, sino que, además,
ese amado ido, ese cadáver que da constancia de la realidad de la muerte en este contexto,
jamás le perteneció en la otra historia sugerida por el soneto, la de la existencia previa, la
vida anterior al jaramago. El sujeto no besó sus labios, no fue amante de la mujer que sacrifica
su carnalidad y su finitud en busca de acompañar para siempre a aquel que no conoció e
51
incluso que no sabe ahora, ya perdido en la muerte, de su amor incondicional, increíble, ella
ama y cuida a un muerto ajeno.
Pero gracias a su decisión el personaje dueño de la voz poética triunfa, la vida y la
pertenencia fueron cortas, breves, despreciables; ahora, en el ámbito de las leyes inalterables,
en la eternidad, sólo gusta de su labio y de su canción arrulladora. El sacrificio de amor no
concluye con la metamorfosis del jaramago, sino que se eterniza en el “dormir dulce” que
ella le ocasiona en la sempiterna hora de la muerte.
Así, el texto responde a la dura cuestión ¿cómo triunfar en la muerte?, ilustra los
alcances de la voluntad amatoria, teje sobre una tradición poética en la cual las variables se
suceden en contraposición y en concordancia con su decir poético. En especial sobrecoge la
percepción alrededor del más allá y el amor, como si develara una capa de la nostalgia en el
futuro. En medio de la atmósfera fúnebre, entre lápidas y ruinas humanas, la voz poética
triunfa, la amante ignorada avasalla al final, en el único estadio que cuenta, el definitivo. Y,
sin embargo, la nostalgia prevalece, ese amor avasallante ahora sólo puede manifestarse a
través de la ternura, lo dice claramente, eligió un oficio tierno.
Simultáneamente, este cuidado o velación, la humilde guardia, establece la situación
de que alguien necesite estar acompañado, y sugiere también el mundo de sombras, soledad
y aislamiento, profundos e irreparables, que el muerto enfrenta, casi como una maldición. El
consuelo del amado muerto y silente ante la pertenencia a lo tenebroso proviene de la única
fuente disponible, el amor humano que se vuelve eterno gracias a la decisión de una amante
desconocida pero determinada, tal amor va más allá de su propio ser, lo transforma y lo
eterniza. El resultado es un bien total, un consuelo, una dulzura, mediante las cuales es
posible, en la inconsciencia de la muerte, dormir tranquila y sempiternamente en medio del
mundo veleidoso e ingrato, gracias a la compañía de la amada generosa.
La prerrogativa del dar tiene un receptor afortunado, cuya única virtud, es la
existencia previa, que se potencia en la inexistencia mortuoria, precisamente gracias a la
compañía de aquella presencia tierna y decidida. En este sentido, quien gana el lauro erótico
52
en reposo, es la mujer transformada, ya no mediante el premio o el castigo de dioses
caprichosos, sino gracias a su propia iniciativa.
Conclusiones
La decisión de amar, a plena conciencia, gana espacio en la elocución poética. Desde
el soneto de Mistral, el yo poético puede reinterpretarse, ¿quién habla en el texto lírico, para
qué y desde dónde lo hace? Después de comprender el soneto, la vía crítica de la literatura
puede comparar, analizar, explicar su diseño intimista y universalizado para fortalecer el
adecuado uso del yo enunciativo en la poesía. Pues, está claro que, en este caso, la voz íntima
trasciende del lirismo personal a la colectividad, para constituirse como la “voz de la tribu”,
el liderazgo del poeta en su sentido más antropológico y más estético.
La relación biunívoca amor/muerte tiene, en el soneto de Gabriela Mistral, un quid
diferente, una noción estética que rebasa su laberíntica y novedosa enunciación fraseológica,
para marcar un hito estético en la historia de la poesía gracias a los contenidos del discurso,
y, si acaso ha sido bien interpretado, dejar también huella en las conciencias de los lectores.
BIBLIOGRAFÍA
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Madrid. Editorial Complutense, pp. 231-245.
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AIH Actas XI, Madrid. Asociación Internacional de Hispanistas, Centro Virtual Cervantes, pp. 181-187.
Recuperado de: https://cvc.cervantes.es/literatura/aih/pdf/11/aih_11_2_022.pdf
MARTÍNEZ FERNÁNDEZ, Juan Manuel (1998). Tres caminos y nueve voces en la poesía religiosa
hispanoamericana contemporánea (tesis doctoral). Madrid. Universidad Complutense de Madrid.
MASSONE, Juan Antonio (1981). “El sostenido dolor de ‘Los Sonetos de la Muerte’, en Revista Musical
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https://revistamusicalchilena.uchile.cl/index.php/RMCH/article/view/626/528
MISTRAL, Gabriela (1970). Poesías completas, Madrid, Aguilar.
ORTIZ, Alberto (2011). Hermenéutica literaria. Prolegómenos hacia la propuesta exegética como método de
interpretación de textos literarios, México, UAZ/U. de G.
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PELLEGRINI, Marcelo (2007). “Gabriela Mistral entre el quicio y el umbral”, en Acta Literaria, No. 35, II Sem.
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SAKOTO, Tamura (1998). “’Los sonetos de la muerte’ de Gabriela Mistral”, Madrid, Gredos.
SÜSKIND, Patrick (2006). Sobre el amor y la muerte. Barcelona. Seix Barral.
53
Un recorrido por la obra de Agustín Cadena
Por Elvira Hernández Carballido [México]
(Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo)
[email protected]
Introducción
En el presente ensayo se tiene como objetivo exponer un recorrido de la obra literaria
de Agustín Cadena, escritor mexicano nacido en el estado de Hidalgo, que brinde detalles
significativos de las obras que ha escrito a lo largo de su trayectoria y su estilo, distinga los
géneros literarios que domina y destaque su perfil creativo. Se parte de una semblanza del
autor elegido, la importancia que tiene en su vida la literatura y una cronología de su obra. A
continuación, se identifican aspectos que caracterizan tres obras que fueron elegidas por
alguna representación significativa: Su primera novela, uno de sus textos destinados al
público infantil y un cuento que aborda el panorama en torno a la pandemia de 2020. Para
ello, se examinan documentos que recuperaban rasgos biográficos de Cadena y sobre la
misma obra del escritor. Para la descripción de los textos elegidos, se consulta la propuesta
teórica de los siguientes autores: Lauro Zavala (2013), Helena Beristaín (2001) y Francisca
Robles (2020). A la luz de sus perspectivas, los relatos de Cadena se pueden percibir desde
dos planos:
-
El del autor que se expresa de manera refractiva en el mismo relato y a través de él.
-
El del narrador en su horizonte discursivo y expresivo.
Escribir nos salva
Agustín Cadena nació en Ixmiquilpan, Hidalgo, 1963 y ha cultivado tanto la poesía,
la novela, el cuento y el ensayo. Estudió la Universidad Nacional Autónoma de México tanto
la licenciatura como la maestría, actualmente es profesor en la Universidad de Debrecen,
Hungría. En algunas entrevistas y relatos propios ha compartido que en su proceso creativo
tiende a “[…] ser maniático y gruñón, necesito soledad en primer lugar. Que no vengan a
molestarme con que la casa se está incendiando porque contestaré de mal modo” (Cadena,
54
2014). Describe que empieza a escribir cuando tiene resuelta la historia en la mente de
principio a fin. Aunque siempre hace cambios y después pasa todo a la computadora donde
corrige, añade, corta y desarrolla, pero, confía que también es cuando más de cerca rondan
“las arpías de la duda, el desaliento, el error” (Cadena, 2014). Asegura que trabaja en varias
cosas y varios géneros al mismo tiempo, para poco después compartir con sus lectores.
Siempre con la misma certeza, confía:
Escribimos para dialogar con nosotros mismos y porque no todo está dicho todavía. Hay
tantas historias que valdría la pena compartir, historias maravillosas, tristísimas, admirables,
horripilantes, inspiradoras, deprimentes, asquerosas, locas… eso es la vida. Y la vida es
fascinante en todos sus colores: cuando es blanca y cuando es negra, cuando es color de rosa,
roja, azul, dorada, gris… Escribir nos salva de olvidar eso (Cadena, 2017: 1)
Así, ha escrito ya un número muy significativo de libros que la crítica ha evaluado
desde su subjetividad-objetividad de buena fe:
Agustín Cadena tiene algo que muy pocos escritores tienen: la devoción por la palabra escrita.
No vive más que para y por la literatura. Agustín Cadena: un escritor por encima de los
convencionalismos editoriales. A él no va a haber nadie que le diga tienes que utilizar estos
elementos o estos otros para tu próxima novela. Agustín Cadena anda por ahí: violentando la
belleza, ultrajando la estulticia. Gracias por su pensamiento. Gracias por su poesía. Gracias
por su corazón henchido (Ruvalcaba, 1996: 3)
En el siguiente cuadro puede conocerse su producción literaria, la cual ha sido
dividida en cinco puntos representativos:
55
Figura 1. Obras publicadas por Agustín Cadena. Creación propia.
Sin duda, tiene una producción rica y variada, la que también ha sido merecedora de
premios y reconocimientos tanto nacionales como internacionales. Por ello, para la
realización de este trabajo y por cuestiones de espacio se ha decidido elegir solamente tres
representaciones de su literatura: su primera novela, uno de sus textos destinado para público
infantil y uno de sus cuentos dados a conocer en 2020.
Job según Cadena
En las obras narrativas de Agustín Cadena laten diferentes temáticas, en sus novelas
hay aventuras juveniles e infantiles, ha presentado textos que pueden considerarse dentro de
la literatura erótica, otros en la gótica, suspenso y fantasía, históricos y realistas, así como
aquellos donde está latente el tema de ciudades aisladas, crisis, muerte y terror pandémico.
Por ejemplo, la novela La lepra de San Job (1994). La historia se centra en un hombre que
se obsesiona con una mujer a la que sigue y asocia con la ciudad de Londres, en un momento
muy difícil para la salud de la humanidad. El libro lleva como subtítulo: Novela histórica
donde el amor y la ciencia se cortejan en los bajos fondos londinenses.
El ambiente es tétrico y desesperanzador, en cada página late una pérdida de la
esperanza, la infelicidad latente, la condena al olvido, la soledad y la cercanía constante de
la muerte, son algunos aspectos que caracterizan a esta novela.
Desde la calle sólo se veía luz a ratos en las ventanas de los enfermos, de las costureras con
trabajo pendiente, de aquellos que despertaban a mitad de un sueño porque sentían en el aire
de la noche la inminencia del desastre. Así que no había nadie para defender la plaza: las
calles de la ciudad nocturna eran invadidas por criaturas que de repente brotaban de la nada,
de los baldíos, de las cloacas gorgoteantes, de las capillas en ruinas, de ese algodón turbio y
ríspido en que se convertía el aire por las noches y que, una vez más, iba a asfixiar a la ciudad
hasta que cantaran los gallos, al amanecer, liberando al mundo de los seres de la noche.
(Cadena, 1994, p.11)
Sus personajes siempre oscilan entre la amenaza de una enfermedad, pero también
con la solidaridad con el propio ser humano. La ausencia de heroísmos y sacrificios hace que
se palpe la fragilidad de una sociedad. Además, la enfermedad y la salud ponen a los seres
humanos en un constante duelo a muerte. Por una parte, desde la ciencia médica se procura
56
garantizar la calidad de vida; pero por otra, la naturaleza ocasiona la complicación de la vida
cotidiana de las personas.
Profético o visionario, Agustín Cadena elige un título provocador. Al decir Job, se
piensa en la Biblia y en ese hombre recto, temeroso y respetuoso de Dios, que enfrentó
infinidad de calamidades con dignidad y una gran fe. El mismo personaje bíblico que al
rechazar al demonio, este ser maligno decidió castigarlo con grandes pérdidas y duros
sufrimientos.
Esta primera novela marca la pauta de la fascinación de Cadena, como autor, hacia
los temas de caos y muerte; enfermedades; contagios y aislamientos. En efecto, dicha
perspectiva la retomará en otras de sus creaciones. De igual manera, como narrador elige la
tercera persona para guiarnos por los recovecos de un escenario desesperanzador, siempre
permite tener referentes de los personajes aludidos. Al observar y testificar los
acontecimientos, propicia al lector una aproximación a la historia para que pueda ver,
escuchar y tratar de entender los hechos, tal como si hubiera estado presente cuando
sucedieron.
En esta primera novela el escritor muestra y hace sentir la incertidumbre y la agonía,
una atmósfera incómoda y angustiosa, pero al mismo tiempo salpicada por el humor y la
ironía de algunos personajes o por la provocación y la seducción de otros. Pese a todo,
también existe el deseo de salvación y la mirada lectora queda agradecida.
Trampas de tipos duros y sentimentales
El padre de la novela policiaca Raymound Chandler, en una entrevista exclamó:
“Nosotros, los tipos duros, somos irremediablemente sentimentales” (Escur, 2017); y
después de haber leído la micronovela titulada Trampas (2020) de Agustín Cadena, puede
estarse de acuerdo con esa frase.
El protagonista de historia es Cuco Samsa, quien debe ayudar a una madre grillo cuyo
esposo ha desaparecido. Ese personaje central trabaja de manera áspera para encontrar al
57
culpable, para interrogar a los sospechosos y hasta para cerrar el caso, hay en su alma un
sentimiento bondadoso que le da personalidad, fuerza y astucia. El escenario donde se
moverá pertenece de desagüe, hay coladeras, malos olores y basura. Es una sociedad
clandestina, marginada y estigmatizada. Los espacios son sucios y polvorientos, oscuros y
laberínticos. Quizá por eso, sus habitantes son seres peludos, con alas o antenas, tres pares
de patas y hasta más. Entes que pueden volar o picar, arrastrarse o enrollarse. No tienen
huesos, sus cuerpos están formados por membranas y capas, así como por una larga cadena
ventral de nervios. Es difícil resistir sus miradas porque sus ojos pueden ser compuestos o
simples, sus comisuras nerviosas les permiten responder sorpresivamente pronto ante
cualquier tipo de estímulo. Sí, nuestro protagonista es un bicho. La editora que lo presenta
resume con acierto la historia:
El detective Cuco Samsa conoce mejor que nadie el lado más clandestino y oscuro de la
ciudad, creció en sus alcantarillas, donde las antenitas que sobresalen de su sombrero le
ayudaron a estar siempre alerta, ahí aprendió que hay cosas peores que el exterminador y los
disparos de su insecticida mortal. Un nuevo y enigmático caso ha llegado a su despacho. Uno
que involucra el blues melancólico del desaparecido grillo krekel, a la seductora Marlene,
viuda negra con un aún más negro secreto de un aguijón venenoso y a otras alimañas de peor
calaña. Los espíritus de Kafka y de Raymond Chandler se dan cita en esta micro novela, donde
Cadena logra sacarle provecho a su talento. (Romo, 2018, 37)
El narrador a la historia, que es ilustrada por León Cuevas, muestra un escenario
oscuro y sucio. Retrata con originalidad el mundo del subsuelo habitado por grillos que
pueden dejar de cantar porque fueron secuestrados, de bichos que se reúnen en torno a un
minúsculo charco de agua sucia, donde la muerte se esconde en la más bello entramada y
donde se vale advertir que la vida está llena de trampas. Entre más bichos, más aventuras y
más misterio, todos parecen culpables y al mismo tiempo todos tienen un aire de inocentes.
Debido a la temática y a la estructura del texto, el lector puede sentir una rara
metamorfosis, y es que los rasgos que se le asignan a cada personaje-insecto poseen un
comportamiento que entre más avanza la historia más proximidad tienen con lo humano. Tal
vez, “[…] en un inicio, reine la negación para disimular las identificaciones, para no
encontrarse de inmediato con en ese espejo que hay en cada página, pero muy en el fondo se
termina reconociendo que hay algo de cucaracha, de hormiga, de alacrán y de bicho en
nuestra personalidad” (Hernández Carballido, 2018, 2)
58
Agustín Cadena logra con su estilo hacer ameno el texto, que es más profundo de lo
que parece y es más provocador de lo que su extensión promete. El autor hidalguense sigue
fiel a su vocación literaria y por eso puede construir una narración donde es sencillo dar voz
a los insectos, interesarse en la historia y simpatizar con ellos al mismo tiempo que se
reflexiona sobre valores como la amistad y la lealtad.
Escribir en tiempos de Covid19
El cuento “Lluvia” fue publicado en el blog personal de Agustín Cadena, el 7 de abril
del 2020, y después fue integrado a la antología No somos islas en ese mismo año. Cadena
narra el trayecto de un joven que, pese al anuncio de permanecer en casa por la cuarentena,
decide tomar un autobús para regresar a su pueblo. En el trayecto, nos describirá a los
pasajeros que lo acompañan en el viaje, el cual poco a poco se irá complicando, y donde el
miedo, el egoísmo, la solidaridad y la muerte estarán avanzando con ellos en cada kilómetro.
Los diversos personajes adquieren voz a través de diálogos breves que remiten a escenas
entre pasajeros del camión, el narrador, una muchacha bonita, el chofer del camión y unos
soldados, entre otros.
El mosaico de personajes crea la ilusión polifónica del relato, una alternancia de
historias superpuestas y subordinadas que confirma la postura de Lauro Zavala ante los
relatos posmodernos, en el sentido que pueden ser incluso un simulacro de cuento.
La Covid-19 es un color de la bandera que aparece al principio de “La Lluvia”, en voz del
narrador-protagonista, pero lo hace con una alusión (bubones inflamados):
Desde mi ventana se veía la bandera toda escurrida, húmeda por la lluvia, en el patio
de la primaria de la unidad habitacional. El verde, supongo, representaba la carne
echada a perder de los miles de muertos; el rojo, los bubones inflamados. ¿Y el
blanco? ¿Qué decían los maestros que representaba el blanco? Tal vez ese cielo
lechoso de septiembre (Cadena, 2020: 131).
Si bien, el contexto histórico del relato es referido por la información narrativa, es el
lector quien colabora con sus propios conocimientos y su visión de mundo sobre los hechos
relatado. El autor aporta alusiones y referencias, pero es el lector quien hace las inferencias
necesarias para dotar de sentido a la historia que recibe. El autor decide que el protagonista
59
será el narrador de la historia y esa voz en primera persona llena con su imaginación aquellos
espacios en blanco del texto. Sin duda, este cuento es absolutamente referencial a los tiempos
del Covid-19 y que alude a circunstancias inmediatas de la vida cotidiana:
Entre alusiones y referencias, el significado literal no se basta a sí mismo, sino
evocando un sentido figurado por el lector en su función de interlocutor del relato, quien
debe dar rienda suelta a su agudeza y entrar en el juego narrativo, advirtiendo que detrás de
cada escena plasmada acecha otra, así el autor en su figura de narrador, invita al lector a
detonar incluso sus propios referentes y evocaciones respecto a situaciones comunes, a
imaginar e imaginarse con él, acompañándolo en su recorrido escuchando su relato y sus
reflexiones.
De esta manera, en “La lluvia” se distinguen al menos dos relatos
complementarios: 1) Una evocación escénica del pasado del autor-narrador; 2) El recuerdo
de un personaje de su pueblo. Esta decisión del autor permite percibir el ambiente de
incredulidad y desolación que vive su personaje-narrador en una sociedad que enfrenta por
primera vez una pandemia. La mirada del escritor puede conmovernos e indignarnos, palpar
el lado humano de cada personaje y aproximarnos a un final que causa miedo e
incertidumbre.
Conclusiones
La obra de Agustín Cadena detona la imaginación del lector a partir del uso de
múltiples posibilidades narrativas, aquí revisamos algunas que adquieren sentido a partir de
la colaboración cognitiva del lector que desencadenan reacciones diversas respecto a: vida
cotidiana, sucesos históricos y por supuesto, conciencia sobre las enfermedades del cuerpo y
del alma. El recorrido lleva irremediablemente a asumirnos como lectores activos,
colaborativos con las historias y referentes contenidos en los textos. Lo cual se agradece ya
que son textos abiertos que, como afirma Umberto Eco (2000), explotan todas las
posibilidades de actualización y cooperación textual, como una actividad promovida por el
texto y por muchas que sean las interpretaciones posibles, unas repercutan sobre otras de
modo tal que no se excluyen, sino que se refuerzan recíprocamente.
La apertura textual, característica primordial de los cuentos revisados, es un efecto
provocado por una iniciativa externa al texto, por el modo de usarlo al leerlo, y aceptar que
60
es el texto quien nos usa a nosotros y se comporta como un desafío a las estructuras
tradicionales y a nuestra capacidad para descifrarlo. Agustín Cadena entonces no solo
construye su texto, sino también a su lector a través de la selección de los grados de dificultad
lingüística, de la riqueza de las referencias y mediante la inserción en el texto de claves,
remisiones y posibilidades de lecturas complementarias y cruzadas.
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de julio de 2020.
61
Escritores peruanos en México
Por Armando Arteaga Núñez [Perú]
(Instituto de la Tecnología Andina Amazónica-ITECA)
[email protected]
Para entender lo que significó un encuentro entre nuestras dos culturas, por un lado
tan parecidas, y por otro lado aparentemente tan distantes, diré que fue cuando México
producía su Revolución. El llamado de atención fue la dictadura de Porfirio Díaz.
En ese año 1922 se publicaron ni más ni menos que el “Ulises” de James Joyce, “La
tierra baldía” de T. S. Eliot y “Trilce” de César Vallejo. Libros que ayudaron a transformar
la literatura moderna. En la revista Variedades del año 1924, José Carlos Mariátegui publica
durante varios años una serie de artículos periodísticos que después van a reunirse en su libro
“Temas de Nuestra América” (1959): “México y la Revolución”, “La Reacción en Mexico”,
“La Guerra Civil en Mexico”, “Obregón y la Revolución Mexicana”, “La Lucha Eleccionaria
en Mexico”, “Portales Gil contra la Confederación Regional Obrera Mexicana”, “Orígenes y
Perspectivas de la Insurrección Mexicana”, entre otros. También dedicó atención a “Los de
abajo, de Mariano Azuela”, y en “El artista y la época” (1959) tenemos “Itinerario de Diego
Rivera”.
México era en 1923 la avanzada del pensamiento y la acción revolucionaria del Nuevo
Mundo, a decir de Luis Alberto Sánchez, eran tiempos influyentes de José Vasconcelos, de
espacios culturales para las conspiraciones políticas. En México vivían muchos desterrados
peruanos. Uno de ellos fue Víctor Raúl Haya de la Torre, quien funda la Alianza Popular
Revolucionaria Americana (APRA); el lema vasconceliano “por mi raza hablará el espíritu”,
sin duda influyó en el indoamericanismo aprista.
En 1931 Sergei Eisenstein, el cineasta ruso, buscando libertad en su estancia en
Guanajato, huyendo del poder soviético estalinista, filma los episodios de “Viva México”.
En 1936 el poeta y actor francés Antonin Artaud visitó México, y aunque no tuvo ningún
62
impacto con el mundo teatral mexicano, confesó su encuentro con el peyote y los
tarahumaras: “Vine a la tierra de México a buscar las bases de una cultura mágica que puede
surgir todavía de las fuerzas del suelo indio”.
En 1937, Lev Davídovich Bronstein, conocido como León Trostski, encontró en
México hospitalidad y solidaridad. Lamentablemente hasta allí llegó también la mano
homicida de sus adversarios políticos para liquidarlo físicamente. En 1938 llegó André
Bretón, el padre del surrealismo, quien con Diego Rivera visitó la Universidad Autónoma de
México, y animó el desarrollo de varias exposiciones. Malcolm Lowry pasó también por
Mexico dejándonos “Bajo el volcán” como producto de una dura experiencia.
En 1927, tras ser acusada por el gobierno peruano de planear un complot, la poeta
Magda Portal fue desterrada a México. Más tarde, también, la dictadura de Odria deportó a
México a los llamados “poetas sociales”: Manuel Scorza, Gustavo Valcárcel y Juan Gonzalo
Rose.
Otro poeta peruano, José Rosas Ribeyro (de la generación del 70), también sufrió
deportación hacia México, en tiempos de la dictadura del general Velasco. Rosas Ribeyro se
relacionó con el grupo poético mexicano “Infrarrealismo”, entre cuyos miembros destacan
Roberto Bolaño, Mario Santiago Papasquiaro, José Vicente Anaya, Rubén Medina, Ramón
Méndez Estrada y Darío Galicia.
Soy testigo además de la relación epistolar entre Juan Ramírez Ruiz, poeta fundador
del grupo poético peruano Hora Zero con Mario Santiago, poeta mexicano, a quien Roberto
Bolaño en su novela “Detectives Salvajes” describe con el alter ego de “Ulises Lima”.
Nosotros por acá, a Juan Ramírez Ruiz, lo llamábamos también amicalmente “Juan Perú”.
Voy a describir las relaciones de cuatro escritores peruanos cuyo eclecticismo no les
impidió participar en la prédica vasconcelista. Salvo Vallejo, indirectamente el debate sobre
el surrealismo peruano tuvo lazos fuertes con “Los contemporáneos” mexicanos a través de
revistas como “Letras de México”, “Taller”, “El Hijo Pródigo”, “Cuadernos Americanos” y
63
“Plural”. Estaban unidos, de alguna maner, a la experiencia mexicana, junto a poetas como
Carlos Pellicer, Salvador Novo, José Gorostiza, Xavier Villaurrutia, Bernardo Ortiz de
Montellano, Jaime Torres Bodet, Jorge Cuesta, Gilberto Owen, y la labor crítica de Octavio
Paz.
1. Vallejo y el surrealismo
La relación entre el poeta peruano César Vallejo y el surrealismo francés no es fácil
de cualificar. Otros más cercanos intérpretes del problema de la relación entre Vallejo y el
surrealismo, como el español Juan Larrea, han naufragado al tratar de entender en este
interesante libro “Vallejo y El Surrealismo” esta espinosa relación.
Larrea estaba interesado en poner claridad a las cosas vivas del escenario en que se
desarrollaron los acontecimientos de la experiencia literaria entre protagonistas históricos
como fueron Vallejo y Bretón. Para nuestro caso, tenemos interés en el rescate de la
percepción más exacta de las cosas muertas, ya sucedidas, y lo que hemos encontrado es una
disparatada oscuridad.
Claro, Larrea al publicar “Vallejo y El Surrealismo” estaba interesado -desde un sesgo
político e histórico- en “sobre el destino” y “sobre el debate” del prestigio literario de Vallejo,
de Bretón y sus seguidores surrealistas. Como todos sabemos, Vallejo siempre mantuvo hasta
el final su solitaria, y a veces extrema posición marxista, muy respetable por lo demás, e
innecesaria en esta polémica desempolvada para tiempos postmodernos, que a pesar de no
ser tan distante, se percibe muy lejana. Donde caen los pedazos de malas intenciones de un
muro mal construido, se dejan mostrar las intimidades siempre en ruinas del edificio viejo de
la retórica, sin fundamentos fuertes, para ambos contendores. Larrea ha terminado como un
fisgón del fiemo literario.
El transcurrir del tiempo se ha encargado y se encargará, en lo que faltara todavía por
deslindar, de lo inexacto en esta polémica. Para volver abrirnos el plato de la verdad de la
gran milanesa literaria que fue en algún momento el menú a la carta del surrealismo.
64
No estoy interesado en nada de esto. Como arqueólogo busco entre las ruinas
miserias. Como entomólogo busco cada insecto muerto para analizarlo en el laboratorio de
la cultura actual, para estudiar los textos literarios que han sobrevivido a toda esta
experiencia, que por cierto es uno de los capítulos más entretenidos, por nuestra admiración,
tanto por Vallejo, como también por Bretón y todos los poetas surrealistas. No solo los
franceses, sino también los poetas latinoamericanos que participaron directa o indirectamente
de esta fiesta. Muy a nuestro pesar, muchas veces, llena de “cadáveres exquisitos”, para el
olvido literario.
Lo más sublime de Vallejo sobre Bretón es el poema “Un hombre pasa con un pan al
hombro” de sus “Poemas Humanos”, donde me parece, Vallejo hace un buen ajuste de
cuentas con el surrealismo. Por ostentar una posición más bien política, y muy alturada, pero
de gran admiración también por el líder y fundador del surrealismo. Hay que leer con
detenimiento el poema para entender que la posición de Vallejo es lícita, certera, libre:
Un hombre pasa con un pan al hombro
¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?
Otro se sienta, rascase, extrae un piojo de su axila, mátalo
¿Con qué valor hablar del psicoanálisis?
Otro ha entrado a mi pecho con un palo en la mano
¿Hablar luego de Sócrates al médico?
Un cojo pasa dando el brazo a un niño
¿Voy, después, a leer a André Bretón?
Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?
65
Otro busca en el fango huesos, cáscaras
¿Cómo escribir, después, del infinito?
Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza
¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?
Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿Hablar, después, de cuarta dimensión?
Un banquero falsea su balance
¿Con qué cara llorar en el teatro?
Un paria duerme con el pie a la espalda
¿Hablar, después, a nadie de Picasso?
Alguien va en un entierro sollozando
¿Cómo luego ingresar a la Academia?
Alguien limpia un fusil en su cocina
¿Con qué valor hablar del más allá?
Alguien pasa contando con sus dedos
¿Cómo hablar del no-yo sin dar un grito?
No podemos dejar pasar por alto tampoco el artículo periodístico de Vallejo escrito
en París, en febrero de 1930, y publicado en Amauta Nro. 30 en Lima, en 1930, titulado
“Autopsia del Superrealismo” [cf. Anexo]. Para los que tienen una visión congelada de las
cosas, bien puede uno aceptar, que se le pasó la mano a Vallejo, por usar cierta mofa inútil
para defender su posición ortodoxa desde la izquierda. Es de una despiadada actitud crítica
contra el surrealismo y la debacle de los surrealistas. Sus ataques al “Segundo Manifiesto”
de Bretón evidencian un alejamiento y desinterés por los preceptos bretonianos; y aunque
66
nunca fue devoto de Bretón, hasta ese momento siempre tuvo una reverencia por el autor de
“Los Vasos Comunicantes”.
Hasta ahí Vallejo citaba siempre los poemas de Bretón, y había escrito sendos
artículos periodísticos y literarios sobre Tristán Tzara; por ejemplo, su “París renuncia a ser
centro del mundo”, escrito en junio de 1926 y publicado en Mundial Nro. 320, en edición
especial del 28 de julio de 1926. Vallejo, es cierto, nunca bajó la guardia en su actitud de
crítica a cualquier acontecimiento especial y distinguido de su época.
Escribió mucho, sobre otros poetas surrealistas, a algunos los veía hasta en la sopa.
Después, según se fueron desarrollando los acontecimientos, tuvo una actitud de crítica muy
áspera y honesta, desde su comprensiva militancia comunista y su disidencia política. Su
dureza, en algunas ocasiones torpe, no le permitió ver otras grandezas del surrealismo. Su
ácida crítica desde su posición radical de poeta, no es como la actitud de Mariátegui que es
más ideólogo. Veamos pues la increíble “Autopsia del Superrealismo” de César Vallejo.
En "Autopsia del Superrealismo" César Vallejo era preciso y transparente en cada
uno de sus conceptos, aunque no estemos de acuerdo totalmente con él. Posiblemente
buscaba el intento de una poesía militante, atenta, que asuma posiciones políticas, pero el
surrealismo ya estaba repartido por el mundo en un compromiso de postura estética que
favoreció el fomento de otra militancia de confesionalidad casi religiosa como fue la
militancia del poeta César Moro en el surrealismo.
El poema del mismo nombre “La vida escandalosa de César Moro”, expresa cierto
perfil personal de Moro, un alter ego del poeta, cierta visión aterradora sobre el destino de la
humanidad. Libros como “La Tortuga Ecuestre” (César Moro, Lima, 1957, Ediciones
Tigrodine), “César Moro” (André Coyné, Lima, 1956, Imprenta Torres Aguirre S.A), y la
revista literaria “El Hijo Pródigo”, V. XII. Nro.38., México D.F., son fundamentales, para
entender su influyente obra adscrita al ámbito del surrealismo francés, latinoamericano,
mexicano y peruano.
67
2. La vida escandalosa de Cesar Moro
El lado nocturno y sonámbulo de la vida que expresa la poesía de César Moro, en
gran parte está referido con furor y extravagancia, en su único libro de poesía publicado en
castellano: "La Tortuga Ecuestre", en donde el surrealismo es irredente. En los otros libros:
"Le Château de Grisou", "Lettre d'Amour", "Trafalgar Square", "Amour á Mort", escritos en
francés, los poemas son deslumbrantes y ortodoxos. Aún tengo desconfianza de las "pocas"
traducciones existentes -del francés al castellano-, si bien Moro no fue un poeta fácil para la
transformación idiomática, o la literalidad.
"Los Anteojos de Azufre", -textos en prosa y en castellano-, reunidos y presentados
por André Coyné, merecen un tratamiento aparte, y es un libro casi desaparecido e inhallable,
por lo que vamos a denotar solo su aspecto elucidario y activista de los postulados del
"Manifesté surréaliste" de Bretón. Por esta vez eludiremos el conflicto de entenderlo y dar
testimonio de su rescatada vigencia, de la superlativa actualidad que muestra.
Para abordar la presencia de Moro y situarlo en el contexto de la poesía peruana, es
suficiente con aquellos poemas que escribió en su lengua materna, castellano, aunque resulta
contradictorio que sea un poeta de contraste en la "Antología de la Poesía Mundial" de
Miguel Brasco (Argentina, 1953), o que no aparezca -casi- en las antologías parlantes de la
poesía francesa contemporánea, pero sí, en las "sacras" del movimiento surrealista al lado de
"periféricos" como Aime Cesare, Jean-Pierre Duprey, Michel Leiris, o Rene Daumal. En el
buen "uso de la palabra" era un raro para la ortodoxia expresiva de la militancia del sueño, la
alucinación, y la magia.
Y cada vez más cerca de nosotros, con los errores avisados que persisten, pero con
voz propia, aparece respetado en la "Antología de la Poesía Surrrealista" de Aldo Peregrine
(Buenos Aires, 1961), o en "La poésie surréaliste" de Jean Louis Bédouin (Paris, 1964), o en
"Anthology of Contemporary Latin-American Poetry" de Dudley Fitts (New York, 1942).
68
El reconocimiento a Moro surge espontáneo al lado de Enrique Molina (pionner del
movimiento surrealista sudamericano), o en la polémica con Vicente Huidobro, sumo
pontífice del creacionismo. "El Obispo Embotellado", bello y sublime panfleto literario,
ofrece los instantes supremos para el respectivo reconocimiento de la importancia del poeta
Moro, consolidando -absolutamente- su trabajo poético con "los contemporáneos"
mexicanos, al lado de Xavier Villaurrutia, José Gorostiza y Bernardo Ortiz de Montellano,
cuando publican sus colaboraciones en la revista literaria "El Hijo Pródigo".
Moro está también al lado de los poetas peruanos surrealistas como Emilio Adolfo
Westphalen, en el momento crucial de la "lucha con el ángel", sumando impulso a la fragante
presencia local y agitativa del enigmático Rodolfo Milla, o haciendo "nubes" a la
desobediencia civil del exclusivista Augusto Lunel (recordar su volcánico Manifiesto:
"Estamos en contra de todas las leyes, empezando por la ley de la gravedad").
Es paradojal que Moro, aún en el contexto surrealista mundial aparezca elegantemente- marginal, salvo cuando organiza la Exposición Surrealista en México con el
aval de André Bretón y Benjamín Peret. En el centro de la efímera gloria, alterna con
Trotsky, Frida Kahlo y Agustín Lazo. En México aparece como un intelectual multíparo que
está en su mejor momento, y digamos que su prestigio está -comprensiblemente- ubicado en
el espacio latinoamericano.
El surrealismo expresó el más grande intento por renovar la poesía contemporánea,
donde la poesía es inseparable de las ideas de amor y libertad. Poesía, amor y libertad, son
los vértices del triángulo que proyectaba la expansión del yo-activista surrealista. Moro
asumió la vida en esta plenitud y al mismo tiempo quiso transformar la realidad, hacerla más
hermosa. Abrió siempre la celda de su propio lenguaje, lo exteriorizó para profetizarlo.
Aunque llamó a Lima como "la horrible" no hay casi vestigios de reproche a la "prejuiciada"
ciudad de sus amores, que le tocó vivir y padecer en años de agonía literaria.
Poeta y pintor, sobresalió en ambas facetas con destreza. El profesor de francés
afeminado del Colegio Leoncio Prado que "imaginábamos" por el aporte novelístico de
69
Mario Vargas Llosa en "La ciudad y los perros", nunca desluce al artista. Tuvo gran coraje
para enfrentarse a las perogrulladas y a los diretes de aquel marasmo cultural limeño. Supo
abrirse paso a fuego limpio. Me parece que tampoco corresponde hablar del "marica" que
pregonaba en cada conferencia a que lo invitaban, su más cercano amigo André Coyné.
Importa un bledo las anécdotas del profesor "marica" y amigo de marineros.
Me parece de mal gusto que se ocupen tanto del uranismo de Moro, no aporta mucho
esta actitud, salvo la de lograr escandalizar a algunos tontos. Esto no quita ni aumenta nada
a la valoración de su obra poética y pictórica. César Quíspez Asín no tiene necesariamente
que ser el César Moro idealista, que habla de una realidad enferma. Tampoco renegó del
pasado, aunque tuvo ciertas veleidades anti-indigenistas, que más tarde en su experiencia
mexicana esfumó y trastocó por un temperamento más universal. Desconfiaba del futuro y
del trabajo alienante, y más en concreto, admitió su admiración y aproximación por la
"cultura viva" de Pachacámac.
César Moro sufría y amaba, reclama Coyné, y tiene razón. Al traducir Moro el poema
"Parpadeo" de Benjamín Peret (rev. "El Hijo Pródigo Nro. 38, México, 1946) empieza así:
“Vuelos de loros atraviesan mi cabeza cuando te veo de perfil”. En "La Tortuga Ecuestre"
este poema "Parpadeo" fue publicado por Coyné equivocándose en la autoría de Moro:
“Enjambres de papagayos atraviesan mi cabeza cuando te veo de perfil”. Son cosas
parecidas, pero diferentes. Lo que explica que el trabajo poético de traducción tiene riesgos.
Ni Moro se salva. Al mejor cazador se le escapa la paloma.
Terminaré este sencillo homenaje al poeta César Moro, al cumplirse ya más de 100
años de su nacimiento, citando la parte final del poema "César Moro" del poeta Emilio Adolfo
Westphalen, en su libro "La imagen deleznable...": Aparte un hombre de metal llora de cara
a una pared, visible únicamente al estallar cada lágrima. Volviendo también al poema
"Westphalen" del poeta César Moro, cito: Un portón cerrado sobre un campo baldío /
Refugio del amor clandestino / Una igualdad de piedra que se cierra bajo / La gota de agua
que sobre de la tierra. Por último, creo que Moro fue un hijo pródigo de la era de la
imaginación al poder, muy distante, en una ciudad llena de espanto. El dilema del poeta es
70
su propio tiempo, el horror de su tiempo. Un tiempo grotesco y bruto. El tiempo de una
absurda prostitución universal.
3. El “Perfil de frente” del poeta Juan Luis Velásquez Guerrero.
Nadie puede dejar de desconocer que en Piura -como decía Enrique López Albujartodo lleva el sello del sol, y que en Ayabaca -como decía el profesor José Ignacio Páucar
Pozo- una neblina casi londinense nos levanta en las mañanas. En esa Ayabaca lejana, brava
y romancesca, había nacido el poeta y pintor Juan Luis Velásquez Guerrero (n. 1903m.1970), de quién describiremos sus avatares de viajero y su testimonio errante por el mundo.
Fue allí en Ayabaca que vi por primera vez un ejemplar del libro “Perfil de frente”
(Poesía, 1924) guardado por un familiar cercano del legendario Elio Portocarrero, líder
campesino y protagonista de la insurrección del Cerro Negro en 1965. Este familiar de
Portocarrero me prestó el conducente ejemplar que abriera para mí las páginas del paisaje
poético de Velásquez. Recuerdo haber copiado a mano en un cuaderno: “Piura”, “Meridiana
Ecuatorial”, “Nocturno”, “Charlie Chaplin” y “Relatividad Generalizada”, poemas que en
ese momento me llamaron la atención.
Luis Alberto Sánchez escueta el vanguardismo de “Perfil de frente” como
absolutamente tempestivo. De virtual audacia, llama la atención por la “gegentail” del título
del poemario. Refiere que el primer verso del poema Piura: Qué soledad sin soledad siquiera,
recuerda a Vallejo en “Los heraldos negros”. Acepta la abundancia de imágenes en que recala
la obra de J.L. Velásquez. Los versos comprimidos. El perenne “estado de inteligencia” de
una poesía hecha a fuer de pura metáfora.
Tenemos otros poetas locales que irradiaron el vanguardismo literario de esa época y
publicaron en la revista Prisma como: Juan José Lora (Diánidas, 1925), Emilio Armaza (Falo,
1926), Nazario Chávez Aliaga (Vértice, 1925), Guillermo Mercado (El oro del alma, 1924),
Alejandro Peralta (Ande, 1926), Fidel A. Zárate Plascencia (Bella inutilidad, 1924), Julián
Petrovick (El cinema de Satán, 1926), Alberto Guillen (Desucación, 1920), Jacobo Huewit
71
(n. 1900, De la fuente del silencio), Nicanor de la Fuente (n. 1904, Aire), Luis Berninzone
(n. 1899, Walpúrgicas, poemas), entre otros, que vivieron el entusiasmo “ultrista” desatado
por Trilce (1922) de César Vallejo.
Más al norte del Grupo Norte comparte J.L.Velásquez esa soledad quimérica y
provinciana con otro poeta ayabaquino Juan María Merino Vigil (n. 1906) que escribiendo
desde su hacienda San Pablo mantiene una obra casi inédita, con poemas publicados
dispersos de impecable factura como: “Golondrina”, “El bebedor de crepúsculos”, “Los
puertos”,” Nocturno”, y “Los bajeles blancos”.
José Carlos Mariátegui saluda desde la revista Mundial (31 de octubre, 1924) en
“Poetas nuevos y Poesía Vieja”, este predecir sobre ambos poetas que es bastante ilustrativa:
“Juan María Merino Vigil acusa en sus versos y en su prosa un temperamento lírico
y panteísta de insólitos matices. Juan Luis Velásquez, niño- poeta o poeta- niño, tiene la
divina incoherencia de los inspirados. Hay en su pequeño libro algunos bellos disparates y
dos o tres notas admirables”.
Sumemos a esta perspectiva regional de poetas piuranos, también la presencia literaria
de Hildebrando Castro Pozo (n. Ayabaca, 1890), que en 1923 publicará “Celajes de la sierra
(Leyendas y cuentos andinos)”, y más tarde “Del ayllu al cooperativismo socialista” (1936)
y “Las comunidades indígenas del Perú” (1945).
Un poco más lejana está la aureola literaria de Pedro Elera (n. Huancabamba, 1820).
Su poemario “Plegarias de un ciego” (1873) le merecen una nota impropia e injusta: “sus
versos vulgares y flojos, se salvan por la sinceridad de los lamentos en que a veces lo hacía
prorrumpir su desventura”, en “Carácter de la literatura del Perú independiente” por José de
la Riva Agüero.
Años después este devenir poético de poetas de Ayabaca va a enriquecerse con la
presencia de Florencio de la Sierra (n. 1903,, seudónimo de Florentino Gálvez Saavedra),
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distinguido precursor del folklore y el indigenismo literario norteño con sus libros de poemas:
“La danza de la serpiente” (1963) y “Aúllan los perros “ (1931); y con el aporte educativo de
Manuel Vegas Castillo (Ayabaca, 1895), en el campo de la historia, la arqueología y la
literatura (su libro “Bronces Históricos”).
Sobre este marco literario local, surge el cosmopolitismo andante de J.L: Velásquez,
que es obra también del sol piurano y el frío ayabaquino. Como en los cuadros rembradnescos
de Merino, vemos las audacias pictóricas de Montero y el lirismo ardiente de Salaverry,
advertido por López Albújar.
Luis Monguio en “César Vallejo, Vida y Obra” explica el exilio europeo del poeta de
“Intensidad y Altura” que compartió entre sus íntimos amigos, a J.L. Velásquez, a Pablo y a
Xavier Abril, sus compatriotas peruanos.
Velásquez emigró a París y derrochó su peculio, dice L.A. Sánchez. El poeta que
“hizo” política, fue deportado de Paris a Madrid junto a Vallejo. Más tarde, en Mexico, fue
secretario de Trotski, publicó varios libros de poesía: “María de los remedios”, “Soledad de
soledades” y “Fraternidad porvenir”), aparte de escribir “Einstein” (Mexico, 1961). Se dedicó
también a la pintura.
Bien, ha dicho, de esta intensa actividad poética, ensayística y periodística, el poeta
Marco Martos: “Raro magín el suyo, inteligencia fuera de lo común, podría hablar o escribir
con igual versatilidad de las teorías de Einstein, de las leyes del mercado, de la poesía de
Breton o de los postulados de Trotski". Su obra está dispersa en libros y revistas, por varias
partes del mundo, y es algo que deberíamos rescatar.
4. Augusto Lunel y/o “Estamos en contra de todas las leyes, empezando por la
Ley de la Gravedad”
Cuando uno lee los poemas del libro “Los Puentes” (1955) de Augusto Lunel, se tiene
la impresión de estar ante un despliegue de imágenes, aparentemente inexplicables, que
revelan un mundo onírico, rehusado y confuso, influido por la realidad existente.
73
El ojo infinito de la poesía de Augusto Lunel -como un hontanar de imágenes- parece
esperar que el brillo de una navaja metálica anuncie la rasgadura de esa visión atávica y
escurridiza de ciertos paradigmas del mundo “occidental”, como en los primeros planos del
filme “Le chien andalou” (“Un perro andaluz”, 1920) de Luis Buñuel, cuando la navaja rasga
el ojo, produciendo un derrame de imágenes. En estos poemas de Lunel, las imágenes van
ortopédicas y sesgadas en una especie de grito.
Se presume el contraste, donde pronto asoma el cuerpo de la historia, desangra la vida
humana y la histeria social del hombre contemporáneo que ocupa un escenario incierto:
hambre de amor, hombre con odio al prójimo, el horror por las intermitentes guerras
interoceánicas y fulgurosas explosiones nucleares, la invasión de una polución total del
universo y la infección contagiosa de una política internacional corrupta en favor de un poder
central, único e imperial.
Las imágenes de desbordan como abyectas escenas inusitadas. Son provocaciones de
acontecimientos insólitos que aparecen desenfrenadas, surgen de lo ilusorio, imágenes que
invaden como un conjunto de irreverentes iconografías solapadas. Una lectura aceptable de
estas imágenes nos perturban por insólitas, desde lo semántico persisten acápites
escenográficos, acaso también, imantadas por sucesos que nos llevan hacia una posible
religión moderna, a las acciones acosadas por penurias humanas, a eclipsadas situaciones, o
al cáncer urbano u otras enfermedades desastrosas, tenebrosas, que azotan la belleza de la
tierra y sus fronteras naturales.
Elijamos que, hasta aquí, es este sistema del capitalismo en que vivimos, un
“apocalipsis now”, y el poeta es el único ser que puede mirar el mismo fuego del futuro
(invención primitiva) con desobediencia civil, y sin tener que quedarse ciego ante la intensa
luz de los conocimientos humanos, en la búsqueda de cierta resurrección, de la aparente
eternidad de las cosas, ni “quemarse” como individuo ante la civilización, con la palabra en
la sangre como herramienta de su postura, para encontrar la verdad de las cosas.
74
Sordo de azul, el poeta tiene que enfrentar el misterio de la creación y seguir la
peripecia del destino del hombre, desde una “prisión dorada”: la poesía.
Desde esa
pertenencia, o mirada fugaz, es la perspicua observación del poeta hacia la realidad, lo que
en verdad lo transforma en un ser pertinaz.
El surrealismo ha presumido siempre de una omnipotencia de la poesía contra el
poder, tiene el poeta un afán de trascender, expresa la autenticidad de las cosas frente a la
sociedad maquillada, mecanizada, o parametrada, por absurdas leyes éticas y sociales,
soportadas sobre falsos y arbitrarios criterios. Lunel es uno de los poetas más provocadores
del surrealismo peruano y latinoamericano.
El surrealismo de Lunel es político, es revolucionario (esa palabra que a otros les da
asco), quiere que se transforme la vida, quiere que se cambie “la condición humana” al igual
que André Malraux. Lunel presiente “el carácter catastrófico de nuestra época”. Lunel es
un disturbador letal del establishment, con sus palabras atávicas de amautas, incas o mayas,
es el embajador de una nueva belleza emocional: “intenta dar a los hombres conciencia de su
propia grandeza, que ignoran casi siempre”.
Del perfil literario de Augusto Lunel poco se sabe, apenas en el “Diccionario manual
de literatura peruana y materias afines” (U.N.M.S.M., 1966) de Emilia Romero de Valle, se
refieren a él advirtiéndonos que se trata del seudónimo de Augusto Gutiérrez, que nació en
Lima en 1923, y que publicó su libro “Los Puentes” (México, 1955). Un misterio lleno de
timidez abruma su biografía de escritor: un solo libro… hasta entonces, con ilustraciones de
Leonora Carrington, pintora inglesa nacionalizada mexicana.
Lunel siempre vivió en el silencio literario total. En la revista “Auki” Nro. 3 (1976),
el entusiasmo de sus integrantes (Luis La Hoz, Armando Arteaga, Roger Santiváñez, y Oscar
Aragón), donde se confesó siempre una admiración también por Rodolfo Milla, el autor de
la columna “La Pistola de Señales” en la revista “Idea” de Manuel Suarez Mirabal, donde
también se puede entender algunas de las elucubraciones estéticas y poéticas del surrealismo
peruano de Lunel. Confesa y publica admiración por la obra poética de Lunel que los llevó a
75
publicar algunos de sus increíbles poemas como “El cuerpo alucinado”, “La sombra de la
luz”, y “El habitante del sol”, entre otros poemas.
Es hasta el año 1971 en que Lunel vuelve a romper el absoluto silencio, cuando la
Universidad Nacional de Educación pública en la serie “La Flor de Cantuta” (poesías, su
pequeño y discreto libro “Espejos paralelos” (1971) con el reducido tiraje de 300 ejemplares,
y con seis ilustraciones del profesor y poeta piurano Manuel Velásquez Rojas (hijo del
legendario poeta ayabaquino Juan Luis Velásquez, amigo de Vallejo en la vanguardista
resistencia francesa, quien vivió también en México, fue secretario de Trotsky, en los
momentos que Breton agitó el ambiente intelectual mexicano, con César Moro, y los
surrealistas mexicanos); y la caratula de Pablo Medina V.
Lunel siempre fue un desconocido total en el panorama de la poesía peruana del siglo
XX. Tuvo que aparecer nuevamente el poeta Luis la Hoz con su antología “Diez aves raras
de la poesía peruana” (2007), donde aparecen poemas de Lunel junto a otros “raros”.
La imaginación de Lunel es de las más atrevidas del surrealismo, tiene una facultad
científica y de desarrollo de la “analogía” para enfrentar la lógica de la realidad. Nunca
pierde la “anosmia” frente a la podredumbre social, delira ansiosamente entre los estragos
del dolor humano para lograr con su poesía importaciones hacia el centrobárico de su interés
por el absurdo, capaz de lograr sensibilizar hasta en el más mínimo detalle de lo anfractuoso,
que es el duro devenir de este itinerario histórico del hombre contemporáneo.
BIBLIOGRAFIA
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WESTPHALEN, Emilio Adolfo (1980). Otra imagen deleznable. México DF: Fondo de Cultura Económica.
Anexo
Autopsia del superrealismo
Cesar Vallejo
La inteligencia capitalista ofrece, entre otros síntomas de su agonía, el vicio del
cenáculo. Es curioso observar cómo las crisis más agudas y recientes del imperialismo
económico, -la guerra, la racionalización industrial, la miseria de las masas, los cracs
financieros y bursátiles, el desarrollo de la revolución obrera, las insurrecciones coloniales,
etc., -corresponden sincrónicamente a una furiosa multiplicación de escuelas literarias, tan
improvisadas como efímeras. Hacia 1914, nacía el expresionismo (Dvorack, Fretzer). Hacia
1915, nacía el cubismo (Apollinaire, Reverdy). En 1917 nacía el dadaísmo (Tzara, Picabia).
En 1924, el superrealismo (Bretón, Ribemont Dessaignes). Sin contar las escuelas ya
existentes:
simbolismo,
futurismo,
neosimbolismo,
unanimismo,
etc.
Por último, a partir de la pronunciación superrealista, irrumpe casi mensualmente una
nueva escuela literaria. Nunca el pensamiento social se fraccionó en tantas y tan fugaces
fórmulas. Nunca experimentó un gusto tan frenético y una tal necesidad por estereotiparse
en recetas y clisés, como si tuviera miedo de su libertad o como si no pudiese producirse en
77
su unidad orgánica. Anarquía y desagregación semejantes no se vio sino entre los filósofos
y poetas de la decadencia, en el ocaso de la civilización greco-latina. Las de hoy, a su turno,
anuncian una nueva decadencia del espíritu: el ocaso de la civilización capitalista.
La última escuela de mayor cartel, el superrealismo, acaba de morir oficialmente.
En verdad, el superrealismo, como escuela literaria, no representaba ningún aporte
constructivo. Era una receta más de hacer poemas sobre medida, como lo son y serán las
escuelas literarias de todos los tiempos. Más todavía. No era ni siquiera una receta original.
Toda la pomposa teoría y el abracadabrante método del superrealismo, fueron
condenados y vienen de unos cuantos pensamientos esbozados al respecto por Apollinaire.
Basados sobre estas ideas del autor de Caligramas, los manifiestos superrealistas se
limitaban a edificar inteligentes juegos de salón relativos a la escritura automática, a la
moral, a la religión, a la política.
Juegos de salón, -he dicho, e inteligentes también: cerebrales- debiera decir. Cuando
el superrealismo llegó, por la dialéctica ineluctable de las cosas, a afrontar los problemas
vivientes de la realidad -que no dependen precisamente de las elucubraciones abstractas y
metafísicas de ninguna escuela literaria-, el superrealismo se vio en apuros. Para ser
consecuente con lo que los propios superrealistas llamaban "espíritu crítico y
revolucionario" de este movimiento, había que saltar al medio de la calle y hacerse cargo,
entre otros, del problema político y económico de nuestra época.
El superrealismo se hizo entonces anarquista, forma ésta la más abstracta, mística y
cerebral de la política y la que mayor se avenía con el carácter ontológico por excelencia y
hasta ocultista del cenáculo. Dentro del anarquismo, los superrealistas podían seguir
reconociéndose, pues con él podía convivir y hasta consustanciarse el orgánico nihilismo de
la escuela.
78
Pero, más tarde, andando las cosas, los superrealistas llegaron a apercibirse de que,
fuera del catecismo superrealista, había otro método revolucionario, tan "interesante" como
el que ellos proponían: me refiero al marxismo. Leyeron, meditaron y, por un milagro muy
burgués de eclecticismo o de "combinación" inextricable, Bretón propuso a sus amigos la
coordinación y síntesis de ambos métodos. Los superrealistas se hicieron inmediatamente
comunistas.
Es sólo en este momento -y no antes ni después-, que el superrealismo adquiere cierta
trascendencia social. De simple fábrica de poetas en serie, se trasforma en un movimiento
político militante y en una pragmática intelectual realmente viva y revolucionaria. El
superrealismo mereció entonces ser tomado en consideración y calificado como una de las
corrientes literarias más vivientes y constructivas de la época.
Sin embargo, este concepto no estaba exento de beneficio de inventario. Había que
seguir los métodos y disciplinas superrealistas ulteriores, para saber hasta qué punto su
contenido y su acción eran en verdad y sinceramente revolucionarios. Aun cuando se sabía
que aquello de coordinar el método superrealista con el marxismo, no pasaba de un
disparate juvenil o de una mistificación provisoria, quedaba la esperanza de que, poco a
poco, se irían radicalizando los flamantes e imprevistos militantes bolcheviques.
Por desgracia, Bretón y sus amigos contrariando y desmintiendo sus estridentes
declaraciones de fe marxista siguieron siendo, sin poderlo evitar y subconscientemente, unos
intelectuales anarquistas incurables. Del pesimismo y desesperación superrealista de los
primeros momentos -pesimismo y desesperación que, a su hora pudieron motorizar
eficazmente la conciencia del cenáculo- se hizo un sistema permanente y estático, un módulo
académico. La crisis moral e intelectual que el superrealismo se propuso promover y que
(otra falta de originalidad de la escuela) arrancara y tuviera su primera y máxima expresión
en el dadaísmo, se anquilosó en psicopatía de bufete y en clisé literario, pese a las
inyecciones dialécticas de Marx y a la adhesión formal y oficiosa de los inquietos jóvenes al
comunismo. El pesimismo y la desesperación deben ser siempre etapas y no metas. Para que
ellos agiten y funden el espíritu, deben desenvolverse hasta transformase en afirmaciones
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consecutivas. De otra manera, no pasan de gérmenes patológicos, condenados a devorarse
a sí mismos.
Los superrealistas, burlando la ley del devenir brutal, se academizaron, repito, en su
famosa crisis moral e intelectual y fueron impotentes para excederla y superarla con formas
realmente revolucionarias, es decir, destructivo-constructivas. Cada superrealista hizo lo
que le vino en gana. Rompieron con numerosos miembros del partido y con sus órganos de
prensa y procedieron en todo, en perpetuo divorcio con las grandes directivas marxistas.
Desde el punto de vista literario, sus producciones siguieron caracterizándose por un
evidente refinamiento burgués. La adhesión al comunismo no tuvo reflejo alguno sobre el
sentido y las formas esenciales de sus obras. El superrealismo se declaraba, por todos estos
motivos, incapaz para comprender y practicar el verdadero y único espíritu revolucionario
de estos tiempos: el marxismo. El superrealismo perdió rápidamente la sola prestancia
social que habría podido ser la razón de su existencia y empezó a agonizar
irremediablemente.
A la hora en que estamos, el superrealismo -como movimiento marxista- es un
cadáver. (Como cenáculo meramente literario -repito- fue siempre, como todas las escuelas,
una impostura de la vida, un vulgar espantapájaros). La declaración de su defunción acaba
de traducirse en dos documentos de parte interesada: el Segundo Manifiesto Superrealista
de Bretón y el que, con el título de Un cadáver, firman contra Bretón numerosos
superrealistas, encabezados por Ribemont-Dessaignes. Ambos manifiestos establecen, junto
con la muerte y descomposición ideológica del superrealismo, su disolución como grupo o
agregado físico. Se trata de un cisma o derrumbe total de la capilla, y el más grave y el
último de la serie ya larga de sus derrumbes.
Bretón en su Segundo Manifiesto, revisa la doctrina superrealista, mostrándose
satisfecho de su realización y resultado. Bretón continúa siendo, hasta sus postreros
instantes, un intelectual profesional, un ideólogo escolástico, un rebelde de bufete, un
dómine recalcitrante, un polemista estilo Maurras, en fin, un anarquista de barrio. Declara,
de nuevo, que el superrealismo ha triunfado, porque ha obtenido lo que se proponía:
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"suscitar, desde el punto de vista moral e intelectual, una crisis de conciencia". Bretón se
equivoca: Si, en verdad, ha leído y se ha suscrito al marxismo, no me explico cómo olvida
que, dentro de esta doctrina, el rol de los escritores no está en suscitar crisis morales e
intelectuales más o menos graves o generales, es decir, en hacer la revolución por arriba,
sino, al contrario, en hacerlo por abajo. Bretón olvida que no hay más que una sola
revolución: la proletaria y que esta revolución la harán los obreros con la acción y no los
intelectuales con sus "crisis de conciencia".
La única crisis es la crisis económica y ella se halla planteada -como hecho y no
simplemente como noción o como "diletantismo"- desde hace siglos. En cuanto al resto del
segundo manifiesto, Bretón lo dedica a atacar con vociferaciones e injurias personales de
policía literario, a sus antiguos cofrades, injurias y vociferaciones que denuncian el carácter
burgués y burgués de íntima entraña, de su "crisis de conciencia".
El otro manifiesto titulado Un cadáver, ofrece lapidarios pasajes necrológicos sobre
Bretón. "Un instante -dice Ribemont-Dessaignes- nos gustó el superrealismo: amores de
juventud, amores, si se quiere, de domésticos. Los jovencitos están autorizados a amar hasta
a la mujer de un gendarme (esta mujer está encarnada en la estética de Bretón). Falso
compañero, falso comunista, falso revolucionario, pero verdadero y auténtico farsante,
Bretón debe cuidarse de la guillotina ¡qué estoy diciendo! No se guillotina a los cadáveres".
"Bretón garabateaba, -dice- Roger Vitrac. Garabateaba un estilo de reaccionario y
de santurrón, sobre ideas subversivas, obteniendo un curioso resultado, que no dejó de
asombrar a los pequeños burgueses, a los pequeños comerciantes e industriales, a los
acólitos de seminario y a los cardíacos de las escuelas primarias".
"Bretón -dice Jacques Prevert- fue un tartamudo y lo confundió todo: la
desesperación y el dolor al hígado, la Biblia y los Cantos de Maldoror, Dios y Dios, la tinta
y la mesa, las barricadas y el diván de madame Sabatier, el marqués de Sade y Jean Lorrain,
la Revolución Rusa y la Revolución superrealista... Mayordomo lírico, distribuyó diplomas
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a los enamorados que versificaban y, en los días de indulgencia, a los principiantes en
desesperación".
"El cadáver de Bretón -dice Michel Leiris- me da asco, entre otras causas, porque es
el de un hombre que vivió siempre de cadáveres".
"Naturalmente -dice Jacques Rigaud-Bretón hablaba muy bien del amor, pero en la
vida era un personaje de Courteline".
Etc., etc., etc.
Sólo que estas mismas apreciaciones sobre Bretón, pueden ser aplicadas a todos los
superrealistas sin excepción, y a la propia escuela difunta. Se dirá que este es el lado
clownesco y circunstancial de los hombres y no el fondo histórico del movimiento. Muy bien
dicho. Con tal de que este fondo histórico exista en verdad, lo que, en este caso, no es así. El
fondo histórico del superrealismo es casi nulo, desde cualquier aspecto que se le examine.
Así pasan las escuelas literarias. Tal es el destino de toda inquietud que, en vez de
devenir austero laboratorio creador, no llega a ser más que una mera fórmula. Inútiles
resultan entonces los reclamos tonantes, los pregones para el vulgo, la publicidad en colores,
en fin, las prestidigitaciones y trucos del oficio. Junto con el árbol abortado, se asfixia la
hojarasca.
Veremos si no sucede lo propio con el populismo, la novísima escuela literaria que,
sobre la tumba recién abierta del superrealismo, acaba de fundar André Therive y sus
amigos.
Paris, febrero de 1930
Rev. Amauta, Lima, 1930, Nro. 30
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Don Augusto Roa Bastos: Semblanza Literaria
Por María Nidia Decoud Benveniste [Paraguay]
(Sociedad de Escritores de Paraguay – Filial Itapúa)
[email protected]
Introducción
Augusto Roa Bastos, fue uno de los escritores más prolíficos de Paraguay, sus obras
guardan un hondo contenido social, donde el tema principal es el poder en sus diferentes
manifestaciones, las diferencias culturales de su pueblo, el estigma que para él representaba
el poder en sí. Considero que esa marca o diferencia seguirá como un símbolo de la
resistencia a la dictadura.
Hablar de Roa Bastos brevemente es casi imposible, su obra se pierde, pero crece con
el tiempo, se agiganta. Es una obra creada con anticipación. Cientos de críticos en el mundo
se ocupan de su obra, la traducen, la desmenuzan, buscan los vestigios del nacimiento de las
mismas.
Tal vez en Paraguay todavía no ha sido dimensionada en su justa medida, pero si en
el exterior donde hubo y hay personas interesadas en su obra y en la forma en que su exilio
y sus expatriaciones influyeron en su obra, es uno de los más destacados en la literatura
latinoamericana. Reconocido y distinguido en muchos países.
Vida y Trayectoria
Augusto José Antonio Roa Bastos, nacido en Asunción - Paraguay, el 13 de junio de
1917 – fallecido el 26 de abril de 2005. La infancia de Roa Bastos, transcurre en Iturbe, un
pequeño pueblo culturalmente guaraní, escenario y objeto referencial constante, de su mundo
novelístico. Su padre, Lucio Roa, era un hombre de carácter severo, de ascendencia española,
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exseminarista que trabajó como maderero y como empleado en un ingenio azucarero. Su
madre, Lucía Bastos, de ascendencia franco-portuguesa, era una mujer de carácter sensible y
cultivada, cantante aficionada y quien le proporcionó los primeros contactos con la literatura,
especialmente la Biblia y las obras de Shakespeare. La carrera literaria de Roa se inició
tempranamente, a los trece años escribió, en coautoría con su madre, una pieza teatral, “La
Carcajada”, que representaron en diferentes pueblos a fin de recolectar donaciones para los
soldados, y dos años más tarde escribió su primer relato, “Lucha Hasta El Alba”, obra que
creyó perdido durante años, hasta que fue hallado y publicado en 1979.
En 1932 se alistó en el ejército durante la guerra del Chaco, guerra que enfrentaba a
Paraguay y Bolivia. Esos años, durante los que permaneció en la retaguardia, fueron cruciales
al proporcionarle anécdotas y vivencias que alimentarían sus obras. La experiencia de la
guerra le sirvió para nutrirse de historias que le influenciaron posteriormente en su literatura
como es su novela “Hijo Del Hombre”. Obra que abarca más de 100 años de historia
paraguaya cuyo rigor técnico y la conjunción que realiza Roa Bastos de los elementos
espacio-temporales en su obra pone de relieve el sufrimiento de la sociedad paraguaya
durante la guerra y los personajes de esta novela, nos permiten, de alguna manera, reconstruir
el contexto de la guerra.
Es sin duda alguna, el más reconocido escritor paraguayo a nivel internacional,
habiendo realizado gran parte de su importante obra en el exilio, transitando caminos difíciles
entre Buenos Aires y Toulouse, Francia. En la capital argentina, donde vivió 30 años, se
dedicó a escribir y consolidar su obra y particular estilo, trabajando guiones
cinematográficos, que fueron llevados al celuloide, algunas de sus obras fundamentales, que
son los preparativos a su gran novela, Yo El Supremo. Roa Bastos nunca olvidó a Paraguay,
ni a su lengua, tanto que escribió numerosos poemas en guaraní. En la Universidad de
Toulouse, ejerció la docencia sobre literatura paraguaya y latinoamericana, y siguió
escribiendo cuentos, novelas, además de enseñar la literatura y la lengua guaraní.
Roa Bastos fue escritor, periodista y guionista, considerado como el autor más
importante de Paraguay y uno de los más destacados en la literatura latinoamericana. Fue
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galardonado con el Premio Cervantes en 1989, sus obras han sido traducidas
aproximadamente a veinticinco idiomas. Dicho galardón le fue entregado por Juan Carlos,
Rey de España, el 26 de abril de 1990, en el Paraninfo de la Universidad Alcalá de Henares.
El premio coronaba el momento más elevado para la literatura paraguaya y celebraba a uno
de los paraguayos más ilustres, que en su momento fue exiliado y perseguido por la dictadura
Stronista. La vida de Augusto Roa Bastos estuvo marcada por casi cincuenta años de exilio:
el primero desde 1947 y el segundo – y definitivo – desde 1982 hasta 1989, tras su expulsión
por la dictadura de Alfredo Stroessner.
La gran mayoría de sus obras fueron escritas en el exilio, fue deportado sin mediar
orden judicial y sin justificación, existiendo nada más que el temor de un régimen que
fundamentaba su fuerza con el miedo y el amordazamiento a la cultura. Una eminente e
ilustrada figura de reconocimiento internacional y con visión crítica hacia la dictadura de su
país era peligroso para Alfredo Stroessner. Por eso, recordando esta amarga y a la vez
fructífera experiencia, don Augusto Roa Bastos dirá después: “El exilio me hizo escritor…”
El mismo que tuvo un impacto muy fuerte en su vida de creador e intelectual.
La obra de Roa Bastos se caracteriza por el retrato de la realidad del pueblo
paraguayo, que plasma magistralmente en sus obras, a través de la recuperación de la historia
de su país, la reivindicación del carácter de nación bilingüe, ya que Paraguay tiene dos
idiomas oficiales, el español y el guaraní y la profunda reflexión sobre el poder en todas sus
manifestaciones, cual es el tema central de su novela Yo el Supremo, del año 1974,
considerada su obra maestra y una de las cien mejores novelas del siglo XX en lengua
castellana según el periódico español “El Mundo”.
Sin duda alguna, Yo el Supremo es la obra cumbre del autor, y a decir de críticos y
estudiosos, esta novela lo convirtió en el Supremo de la literatura latinoamericana con todas
las sumas de su producción literaria. Tal así que, la hija del escritor, expresa con razón: “Es
la suma, pero obviamente que YO EL SUPREMO, fue su obra cumbre”. Y el mismo Roa
Bastos dice: “Es el libro que escriben los pueblos”.
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Pero… ¿A qué nos obliga (de manera positiva) la lectura de Yo El supremo? ¿Es
comprensible para todos o es para un lector en especial? En cualquier libro existe siempre un
contenido para todos los lectores, el más preparado encontrará mensajes o se identificará
quizás. En “Yo el Supremo” se encuentra una amplia diversidad de experiencias, siendo un
libro de honda trascendencia social.
Indiscutiblemente existe un antes y un después de Yo el Supremo, libro que movió y
agitó estructuras, generando muchas polémicas; sirvió para creación de escuelas, propició
incontables debates, y Roa no podía mantenerse al margen, ya estaba sumergido en la
vorágine que había despabilado su obra. Solamente en la capital de Argentina, Buenos Aires,
en la primera semana, se agotaron 5.000 ejemplares.
Al regresar a su país después del duro exilio, no hubo ese acto de valoración que
merecía, tampoco la gratitud en vida para ejercer la docencia, cuando podía aportar mucho
intelectualmente e introducirse plenamente en la sociedad paraguaya. No obstante, no lo
dejaron. “Tuvo la admiración que se le tiene a un equipo de fútbol que venía de ganar un
campeonato, y como sucede en todas las áreas, hay mucho encono hacia él, no todos lo
quieren. De hecho, no se le concedió el derecho de enseñar en la Universidad por no tener un
título universitario, aunque sí fue profesor en Francia, Argentina y España”. (Mirta Roa).
El juicio que lo identifica más, es la oposición a las dictaduras (de toda índole) no
solamente a la de los pueblos. Todas sus obras son una denuncia contra el poder despótico,
desde “Lucha hasta el Alba”, hasta “Madama Sui”, no solamente contra las dictaduras sino
contra cualquier forma de tiranía.
No tuvo inconvenientes en escribir en castellano paraguayo, agregando palabras en
guaraní, habiéndolo escrito en el exilio, agregando un sutil encanto a su obra.
Fue más narrador - novelista que poeta, y sobre todo periodista. Con los años y tras
darse a conocer con su primera novela, “Hijo de Hombre” y su libro de cuentos, “El Trueno
entre las Hojas”, formó parte de un privilegiado grupo de escritores latinoamericanos, que
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fueron enmarcados en el denominado “boom”. El mismo fue conformado por el belga argentino Julio Cortázar, el colombiano Gabriel García Márquez, el Premio Nobel
nicaragüense, Miguel Ángel Asturias, el cubano Alejo Carpentier, entre otros.
Un sitial preferencial entre sus galardones ocupa el Premio Cervantes, por su larga
trayectoria y su obra capital, “Yo El Supremo”. El mismo es considerado, el Nobel de la
Literatura Castellana. Este premio le fue adjudicado el año anterior, coincidente con la caída
de la dictadura de Stroessner, contra la que luchó toda su vida.
Roa, en su dilatada vida ejerció el oficio de periodista, guionista, poeta, escritor,
ensayista, dramaturgo y ha dejado importantes obras literarias, incluso varias inéditas. Su
preocupación primordial fue la juventud y en cuanto pudo, tomó contacto con ellos en
instituciones educativas de todos los niveles. Precisamente esta labor de acercamiento a la
juventud, fue el motivo principal de la expulsión de su país, y que le costó tantos años de
exilio.
En 1953 publicó su colección de cuentos: “El Trueno entre las Hojas”, libro al que le
siguió, en 1960, la novela “Hijo de Hombre”, por la que recibió el unánime reconocimiento
de la crítica. De modo fragmentario, esta obra abarca cien años de historia paraguaya, y en
ella hay que destacar el rigor técnico con que el autor delinea su profundo relato y la fuerza
expresiva de una prosa mestiza (mezcla de español y guaraní) que transcribe la lengua de la
región.
Más tarde dio a conocer “El Baldío” (1966), “Madera Quemada” (1967) y
“Moriencia” (1969). Pero su fama internacional no llegaría hasta 1974, cuando publicó “Yo
El Supremo”, novela histórica que protagoniza el dictador Gaspar Rodríguez de Francia, obra
que lo estableció definitivamente en la vanguardia de los escritores del continente y por la
que pasó a formar parte del llamado boom latinoamericano.
En 1976 se integró al plantel de profesores de la Universidad de Toulouse, en Francia,
donde enseñó literatura y guaraní hasta 1984. En 1982, durante una visita que realizó a su
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país, fue expulsado del Paraguay y se le confiscó el pasaporte, acusado por el régimen de
Stroessner de adoctrinar a la gente joven con la ideología marxista. Como única prueba se
presentaron documentos que demostraban que había estado en Cuba.
De 1985 en adelante fue un opositor activo al gobierno de Stroessner y actuó como
embajador no oficial del Acuerdo Nacional en Europa. En febrero de 1986 publicó una Carta
Abierta al pueblo paraguayo, que circuló ampliamente dentro del país y en la que se exigía
una transición a la vida democrática. Poco después de la caída del dictador regresó al
Paraguay. En noviembre de 1989 recibió el Premio Cervantes, el mismo año en que caía la
dictadura stronista.
Sus publicaciones posteriores incluyen las novelas “Vigilia del Almirante” (1992),
“El Fiscal” (1993), “Contravida” (1994) y “Madama Sui” (1995). También publicó piezas de
teatro y numerosas antologías de relatos como “Los Pies sobre el Agua” (1967),” Cuerpo
Presente” y otros cuentos (1971), “Lucha hasta el Alba” (1979), “Antología Personal” (1980),
“Contar un cuento y otros relatos” (1984).
Decía la hija de Roa Bastos, Mirta Roa Mascheroni, una persona que sigue sus pasos
en la literatura, al preguntarle si veía, una creciente valoración hacia los libros de su padre, o
es poca la lectura de sus obras. “Entiendo que no ha cesado la lectura de sus obras, aquí
tenemos un catálogo muy amplio de las mismas y en el exterior se sigue editando y en varios
idiomas, ahora está en chino, árabe, ucraniano, japonés, macedonio, idiomas tan distintos de
los nuestros. Además de las lenguas romance, y muchas más”.
El Supremo escritor (fragmentos)
“Roa siempre ha dicho que de su madre aprendió las primeras lecturas y su inclinación al
arte, pero su padre no se quedaba atrás en cuanto a su afición por la literatura; nunca
escribió un libro, pero sus cartas con rasgos cuidados y vocabulario extenso, destilan su
gusto por las letras. Tal vez su paso por el seminario abrió su cultura y educación
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enciclopédica. Sus cartas son maravillosas piezas literarias y muestran un espíritu lleno de
amor y dedicación por los demás.
Totí fue un niño travieso en medio de dos hermanas, que eran sus compañeras de
juegos, pero también sus víctimas en esos mismos juegos. Contaba, por ejemplo, que ellas
fabricaban casitas de barro y luego él hacía el control de calidad, parándose encima, por
supuesto destruyéndolas, para gran desesperación de ellas.
Para limitar estas diabluras estaba el genio del padre, ese padre que fue severo y a
veces extremadamente exigente, pero a quien amó y respetó, tal vez por eso mismo.
Era un niño como todos, inquieto y vital, que se cría en un ambiente agreste y aprende
las costumbres y la lengua de sus compañeritos, que queda impregnado de esas visiones
llenas de color y sudor, de tristeza y de una tranquila alegría, cuando corre feliz por los
lugares de la infancia. Más tarde, estas vivencias subirán al escenario de sus cuentos.
Era un hijo cariñoso, escribía a sus padres cuando se encontraba en Asunción, hábito
que conservó aun de mayor. Volcaba su afecto en las cartas y también los hacía partícipe de
sus andanzas, de sus logros, de todo lo que le acontecía. Estas cartas atesoran su historia
temprana”. (Augusto Roa Bastos, el Supremo escritor, Mirta Roa Mascheroni).
“Dijo que para él la literatura era un acto de penuria, de sufrimiento. Tanto por los temas,
que eran su motivo, como también por esa necesidad de expresar con claridad y sin
equívocos, todo aquello que surgía de ese talento superior que lo empujaba con la fuerza de
un ciclón en un cuerpo frágil y muy vulnerable”. (Augusto Roa Bastos, el Supremo
escritor, Mirta Roa Mascheroni).
“Su formación religiosa aparece en su obra mestizada con la cosmogonía guaraní.
Encontramos también muchas referencias a temas bíblicos. No puede negarse la influencia
que ejerció en él la educación recibida en el Colegio San José y tutelada por Monseñor Roa,
como lo dibuja en su cuento, “El viejo señor Obispo”.
La vieja casona familiar en la que vivían Monseñor y su hermana, y todo aquel desheredado
de la fortuna que llegaba buscando techo, alimento y consuelo, estaba sobre la Avenida
Mariscal López, cuando esta era una calle angosta por donde circulaba un tranvía. Esa era
la atmósfera bucólica que se respiraba en la Asunción de los años treinta. Una casa con un
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inmenso patio lleno de árboles, mamones y mangos, corazón de india, pájaros que iban a
comer de la mano de Maima, como siempre llamaron a Raimunda, un ser de excepcional
dulzura y amor incondicional. Vivió para servir a Dios, ayudando a su hermano, se jactaba
de haber sido la primera catequista de Asunción. Era maestra, delicada y amorosa y
consintió enormemente a Roa.
“Era un ser casi celestial, no hay miembro de la familia que no pronuncie su nombre con un
especial acento de ternura. Su figura pequeña, delgada, tenue diría, está muy bien reflejada
en la señorita Teresa, en “El viejo señor Obispo”.
Aunque muy religiosa y entregada a la iglesia, era a la vez moderna en sus reflexiones y
sabía escuchar a los jóvenes sobrinos. Vivían en una gran austeridad, donde eran más los
deseos de servir que las posibilidades económicas de hacerlo. Entraba a la galería de la
vieja casona, una burrerita que traía algunas vituallas para el caldo, y unas ricas bananitas
de oro. Hay una anécdota muy simpática que se recuerda en la familia: Tomó de su
“marchante” una docena de bananitas y una de ellas venía pegada con otra, como melliza.
La marchante intentó contarla como dos, pero Maima adujo con su simpatía habitual: “Que
lo que Dios ha unido, el hombre no lo separe”. Maima le daba arroz a los pajaritos y estos
revoloteaban a su alrededor, piando y tomando con su pico, a veces, trocitos de su delantal.
En ese ambiente se desarrolló la pubertad y adolescencia de Totí.
No obstante, toda esa dedicación que tenían para él, extrañaba a sus padres y les escribía
constantemente, se enviaban las cartas con el tren que pasaba una vez por semana. El tren
que pobló Hijo de Hombre, que atravesaba los pueblos del Paraguay y llegaba a Buenos
Aires, llevando el éxodo paraguayo del año 1947. Casi tres días tardaba el tren en llegar a
la capital de Argentina. Los pueblos se formaron a la vera de la vía férrea. Era la vía de
comunicación total, telegramas, cartas, médicos, alimentos, todo lo transportaba ese
ferrocarril, en un tiempo magnífico, hoy desaparecido. En él viajaban las cartas semanales
como una forma de cercanía con los seres queridos, es de imaginar la gran expectación que
producía su arribo”. (Augusto Roa Bastos, el Supremo escritor, Mirta Roa Mascheroni).
“Era un padre muy cariñoso, ansioso de dar a sus hijos afecto y protección. Afecto y
protección que a su vez él necesitó de nosotros en todas las circunstancias y durante toda su
vida.
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Esto lo hacía sumamente seductor, entrañable, a veces se confundía ese innato sentimiento
de afecto con un afán de conquista, pero en el fondo era un niño siempre ávido de cariño, de
compañía, pero de una compañía respetuosa, que le permitiera libertad plena.
No sabía estar solo, pero amaba la soledad, no quería sentirse constreñido por una relación
afectiva pero tampoco podía prescindir de ella. En sus relaciones era absorbente y
demandante, sin embargo, no quería ni podía perder su libertad. Su dicotomía le causaba
más de un pesar, vivía una lucha interna entre el querer y el poder, lo que quería y lo que
podía hacer, entre la soledad y la plenitud del amor, y esto lo llenaba de culpas. Esas culpas
lo atormentaban, porque en su fuero interno sabía las penas que estaba causando, no podía
manejar esos temas sin sufrir, porque hacía sufrir.
Escribió una vez sobre una caja chayera una copla popular que dice:
“No quiero que te vayas
ni que te quedes
Ni que me dejes solo
Ni que me lleves”.
(Augusto Roa Bastos, el Supremo escritor, Mirta Roa Mascheroni).
Entrevista a la hija de Don Augusto
A continuación, adjunto una entrevista virtual con la señora Mirta Roa Mascheroni, escritora,
novelista, hija de Don Augusto Roa Bastos, quien sigue los pasos de su padre, y accedió
gentilmente a responder unas preguntas, el día 16 de febrero de 2022, a través de email.
Hablar de Roa Bastos brevemente es casi imposible –empieza diciendo Mirtha–, su
obra se pierde de vista, crece con el tiempo, se agiganta. Es una obra creada con anticipación.
Cientos de críticos en el mundo se ocupan de su obra, la traducen, la desmenuzan, buscan los
vestigios del nacimiento de las mismas.
Tal vez aquí en Paraguay sus novelas, sus cuentos, su poesía, no han sido
dimensionados en su justa medida –continúa–, pero sí en el exterior donde hubo y hay
personas interesadas en su obra y en la forma en que su exilio y sus expatriaciones influyeron
en su obra.
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“El exilio me hizo escritor…”.
María Nidia: ¿Es Yo el Supremo su obra cumbre, o es la suma de sus producciones literarias
las que convirtieron a Roa Bastos, en supremo de la literatura latinoamericana?
Mirta: Es la suma, pero obviamente que YO EL SUPREMO, fue su obra cumbre.
María Nidia: ¿Es un libro que describe a los pueblos latinoamericanos?
Mirta: Es el libro que escriben los pueblos, dice Roa
María Nidia: ¿A que obliga (de manera positiva) al lector de Yo El supremo? ¿es una lectura
comprensible para todos o es para un lector especial?
Mirta: En todo libro siempre hay algo para cada quien, quienes tienen más base o más
conocimiento, encontrarán más, pero para todos hay. Hay humor, hay filosofía, hay riqueza
de lenguaje, hay una forma diferente de ver la historia, hay una historia policial para
resolver, hay historias de amor…
María Nidia: ¿Hay un antes y un después de Yo El supremo, en la vida de Don Augusto?
Mirta: Innegablemente, ese libro movió muchas estructuras, despertó polémicas, creó
escuelas, propició debates, y él no pudo mantenerse al margen, estaba dentro de ese gran
movimiento que despertó su obra. El supremo en Buenos Aires se agotó en la primera
semana, 5.000 ejemplares.
María Nidia: A su vuelta del exilio, ¿en el Paraguay fue valorado cómo escritor o como
sucede a muchos exiliados, no tuvo el reconocimiento en vida para ejercer la docencia,
aportar mucho más intelectualmente e insertarse plenamente en la sociedad paraguaya?
Mirta: Tuvo la admiración que se le tiene a un equipo de futbol que viene de ganar un
campeonato, pero como en todas las áreas, hay mucho encono hacia él, no todos lo quieren.
De hecho, no se le concedió el derecho de enseñar en la Universidad por no tener un título
universitario, aunque si fue profesor en Francia, Argentina y España.
María Nidia: ¿Cuál sería el pensamiento que lo identifique más con su oposición a las
dictaduras (de toda índole) no solamente la de los pueblos?
Mirta: Toda su obra es una denuncia contra el poder omnímodo, desde Lucha hasta el Alba,
hasta Madama Sui. No solo contra la dictadura sino contra cualquier forma de tiranía.
María Nidia: ¿Fue un inconveniente para el escribir en un país bilingüe?
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Mirta: Prácticamente su obra la escribió en el exilio, y no fue un escollo escribir en
castellano paraguayo y agregar palabras en guaraní. Creo más bien que fue uno de sus
encantos.
María Nidia: ¿Fue más narrador-novelista que poeta?
Mirta: Así es, y sobre todo periodista.
María Nidia: Cómo hija de Roa Bastos, y una persona que sigue sus pasos en la literatura,
¿ve una creciente valoración hacia sus libros o hay poca lectura de sus obras?
Mirta: Entiendo que no ha cesado la lectura de sus obras, aquí tenemos un catálogo muy
amplio de sus obras y en el exterior se sigue editando y en varios idiomas, ahora está en
chino, árabe, ucraniano, japonés, macedonio, idiomas tan distintos de los nuestros. Además
de las lenguas romance, y muchas más.
María Nidia: ¿La literatura de Roa Bastos ha sido superada por nuevos escritores o el país
no tiene aún nuevos referentes literarios de su talla en la actualidad? ¿Sigue siendo el gran
desafío del Paraguay superar su aislamiento literario?
Mirta: No me compete hablar de valores literarios, creo que los hay, pero que no han
trascendido las fronteras, y eso es un tema que hay que tratar, sobre todo en la Sociedad de
Escritores. Creo que hay que fijarse más en los concursos literarios y sobre todo en los
internacionales.
María Nidia: La figura de Roa padre, escritor, un ser humano, ¿cómo lo recuerda?
Mirta: En mi libro “Augusto Roa Bastos, el supremo escritor” dejé mis impresiones sobre
él como ser humano, como padre, como amigo.
María Nidia: Muchas gracias señora Mirta por la gentileza de responder las preguntas
sobre su padre, el Gran Don Augusto Roa Bastos, y permitirnos conocer más sobre él.
Mirta: A usted.
Conclusión
“La literatura es capaz de ganar batallas contra la adversidad sin más armas que la letra y el
espíritu, sin más poder que la imaginación y el lenguaje. Y es esta batalla el más alto
homenaje que me es dado ofrendar al pueblo y a la cultura de mi país, que han sabido resistir
con denodada obstinación, dentro de las murallas del miedo, del silencio, del olvido, del
aislamiento total, las vicisitudes del infortunio y que, en su lucha por la libertad, han logrado
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vencer a las fuerzas inhumanas del despotismo que los oprimía”, expresó Roa Bastos, en una
parte de su discurso, al recibir el premio Cervantes.
Después de la breve reseña sobre la vida y obras del gran escritor Augusto Roa Bastos,
podríamos decir que su prolífica labor literaria es una de las más fecundas en
Hispanoamérica. Sus obras marcan un hondo contenido social, en las que se caracterizan por
el retrato de la realidad de su pueblo, el Paraguay, a través de la recuperación de la historia
de su país, la reivindicación de su carácter de nación bilingüe y la reflexión sobre el poder en
todas sus manifestaciones, tema central de su novela “Yo el Supremo” (1974), considerada
su obra maestra.
“Yo el Supremo”, obra en la que Roa Bastos, escribe con mucha complejidad
histórica, el mundo fantasioso de José Gaspar Rodríguez de Francia, quien gobernó con mano
de hierro al Paraguay, dictadura entre 1814 y 1840. Donde Él es la figura principal de la
novela, un hombre, quien se dedicó a la redacción de un interminable documento público, la
Circular Perpetua, y cuya contraposición encontramos en Patiño, su no siempre fiel
secretario. La relación que mantenía el Doctor Francia con aduladores, intrigantes, súbditos
y gobiernos vecinos, dan cabida y se manifiesta en una fructífera secuencia oral y textual.
Con esta obra, publicada originalmente en 1974, “Yo el Supremo” es un cervantino
monumento narrativo que versa sobre el poder y el individuo, la supremacía del discurso
sobre la realidad, la Historia Americana, la psicología del tirano y, lo que, es más, los límites
del lenguaje y la novela misma. La literatura paraguaya no tendría mejor representación que
Augusto Roa Bastos, quien marcó un antes y un después del mismo.
Yo El Supremo tiene enseñanza en cada página, donde el lector aprende y revive cada parte,
como si estuviera en ese momento.
Don Augusto, poseía un talento lírico como pocos, aprendió el guaraní antes que el
castellano, y con su lengua materna asimiló los mitos y los sueños de un pueblo precolombino
milenario, un país casi desconocido, presentes en los estratos más profundos de su obra, en
su visión del mundo. Es de destacar el rigor técnico con que Roa plasma sus obras, así como
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la fuerza que le impone al relato criollo, así como la autoridad de la prosa mestiza con que
reproduce lo regional.
Opuesto al régimen dictatorial de su país, vivió por mucho tiempo en el extranjero
(especialmente en Buenos Aires), quizás sirviéndole para consolidar su pensamiento sobre el
Paraguay.
Es muy difícil introducir a Roa Bastos en un solo campo literario, su prolífica labor,
en varios campos, ha trascendido las fronteras y reconocidos merecidamente.
BIBLIOGRAFIA:
ROA BASTOS, Augusto (1974). Yo El Supremo, Paraguay, Editorial Siglo XXI.
ROA BASTOS, Augusto (2019). El Trueno Entre las Hojas, Paraguay, Editorial Servilibro.
ROA MASCHERONI, Mirta (2018). Augusto Roa Bastos, el Supremo Escritor, Asunción, Editorial Servilibro.
JACINTO FLECHA, Víctor. Poeta y ensayista paraguayo - sociólogo y politólogo. (30 Sep. 2014). El exilio y
su impacto en la obra de Augusto Roa Bastos, Conferencia, Archivo Nacional.
ROA MASCHERONI, Mirta. Hija de Augusto Roa Bastos (20 Feb. 2022). Entrevista, Virtual.
CERVANTES, Instituto. Biblioteca y documentación, Varios Autores.
WIKIPEDIA, Enciclopedia libre electrónica. Artículos sobre Roa Bastos, colaboradores varios.
ULTIMA HORA, Diario. Artículos varios, Paraguay.
Anexo
Obras de Don Augusto Roa Bastos:
Obra Literaria:
Novelas:
• Hijo de Hombre, Losada, Buenos Aires, 1960
• Yo el Supremo, Siglo XXI, Buenos Aires, 1974.
• Vigilia del Almirante, Alfaguara, Madrid, 1992.
• El Fiscal, Alfaguara, Madrid, 1993.
• Contravida, Alfaguara, Madrid, 1994.
• Madama Sui, Alfaguara, Madrid, 1995.
95
Cuentos:
• El Trueno Entre Las Hojas, Losada, Buenos Aires, 1953. Contiene diecisiete cuentos:
Carpincheros, El viejo señor obispo, El ojo de la muerte, Mano Cruel, Audiencia Privada,
La Excavación, Cigarrillos “Máuser”, Regreso, Galopa en Dos Tiempos, El Karuguá,
Pirulí, Esos Rostros Oscuros, La Rogativa, La Gran Solución, El Prisionero, La Tumba Viva
y El Trueno entre las Hojas.
• El Baldío, Losada, Buenos Aires, 1966. La primera edición contenía once cuentos:
El Baldío, Contar un Cuento, Encuentro con el Traidor, La Rebelión, El Aserradero,
Borrador de un Informe, La Tijera, Hermanos, La Flecha y la Manzana, Él y el Otro y El
Pájaro Mosca. En ediciones posteriores se agregaron dos relatos, Juegos Nocturnos y
Kurupí.
• Los pies sobre el agua, CEAL, Buenos Aires, 1967. Contiene diez cuentos, dos de los cuales
forman parte de la novela Hijo de hombre y cinco de las dos colecciones anteriores:
Nonato, Macario, Borrador de un informe, El karuguá, Ajuste de cuentas, La rebelión,
Hogar, Niño-azoté, La gran solución y La excavación.
• Madera quemada, Editorial Universitaria de Chile, Santiago, 1967. Contiene diez cuentos,
ocho ya aparecidos en colecciones anteriores: Kurupí, Bajo el puente, Niño-azoté, El baldío,
Él y el otro, El viejo señor obispo, La excavación, El prisionero, La tumba viva y El trueno
entre las hojas.
* Moriencia, Monte Ávila, Caracas, 1969. Contiene quince cuentos, once ya aparecidos en
otras colecciones, divididos en tres secciones:
I. Moriencia: Moriencia, Nonato, Bajo el puente, Ración del león y Cuerpo presente.
II. Juegos nocturnos: Juegos nocturnos, Contar un cuento y Él y el otro.
III. Borrador de un informe: Borrador de un Informe, Encuentro con el traidor, El Baldío,
El Aserradero, La flecha y la manzana, El Pájaro Mosca y La Rebelión.
• El Sonámbulo, Servilibro, Asunción, 1976. Novela corta.
• Lucha hasta el alba, Arte Nuevo, Asunción, 1979. Primer relato de Roa Bastos, escrito a
los quince años.
Cuentos infantiles:
• El pollito de fuego, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1974.
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• Los Juegos 1: Carolina y Gaspar, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1979.
• Los Juegos 2: La casa de invierno - verano, Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1981.
Poesía:
• El ruiseñor de la aurora, y otros poemas, Imprenta Nacional, Asunción, 1942.
• El naranjal ardiente, nocturno paraguayo, Diálogo, Cuadernos de la Piririta, Asunción,
1960. Poemas escritos entre 1947 y 1949.
Teatro:
• Alma de tradición (1944) en colaboración con Veldovinos, Montórfano, Mongelós,
Fernández e Islas
• El niño del rocío (1945)
• Mientras llega el día (1946)
• Yo el Supremo (1991)
• La tierra sin mal (1998)
• Pancha Garmendia y Elisa Lynch: Ópera en cinco actos (2011) - guion inédito editado
póstumamente, adaptable como ópera lírica, pieza teatral o cinematográfica.
En colaboración:
• Los conjurados del quilombo del Gran Chaco (2001) en colaboración con Alejandro
Maciel, Eric Nepomuceno y Omar Prego Gadea
Antologías:
• Cuerpo presente y otros textos (1972)
• Antología personal (1980)
• Contar un cuento, y otros relatos (1984)
• Metaforismos (1996)
• Poesías reunidas (1998)
• Hombres del país de la luna (2001)
• Penal, El Paraíso y otros cuentos (2005)
• Cuentos para la humanidad joven (2006)
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• El libro de los libros de Augusto Roa Bastos (2006)
• Cuentos completos (2007 en dos tomos, 2008 tomo único)
• Cuentos de Augusto Roa Bastos (2010)
Filmografía:
Guionista:
• El trueno entre las hojas (1958)
• Sabaleros (1959)
• La sangre y la semilla (1959)
• Shunko (1960)
• Hijo de hombre (1961)
• Alias Gardelito (1961)
• El último piso (1962)
• El terrorista (1962)
• La boda (1964)
• Soluna (1967)
• Ya tiene comisario el pueblo (1967)
• La Madre María (1974)
Autor:
• El trueno entre las hojas (1958)
• Castigo al traidor (1966)
Idea original:
• La Madre María (1974)
• Argumento
• El terrorista (1962)
• El demonio en la sangre (1964)
Premios:
• Premio British Council, Gran Bretaña, 1948.
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• Premio Concurso Internacional Novela Editorial Losada con Hijo de hombre, Argentina,
1959.
• Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores, 1961.
• Insignia Orden francesa de las Artes y las Letras, 1985.
• Premio Derechos Humanos, Francia, 1985.
• Premio Fundación Pablo Iglesias, España, 1986.
• Premio de las Letras Memorial de América Latina, Brasil, 1988.
• Premio Miguel de Cervantes, España, 1989.
• Hijo predilecto de Asunción, 1994.
• Premio Nacional de Literatura de Paraguay con Madama Sui, 1995.
• Caballero Legión Honor, Francia, 1997.
• Medalla chilena Felipe Herrera, 1999.
• Comendador de la Orden del Libertador San Martín, 2003.
• Insignia Orden José Martí, Cuba, 2003.
• Medalla paraguaya Honor Presidencial Centenario Pablo Neruda, 2004.
• Premio Konex Mercosur, Argentina, 2004.
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La creación literaria en las aulas de primaria: un enfoque para fortalecer
el gusto por la lectura y la escritura
Por María Magdalena López Espinosa [México]
(Universidad Autónoma de Zacatecas)
[email protected]
La lectura y la escritura son el engranaje esencial en el desarrollo académico, esto
permite que los estudiantes se adentren en el mundo de los libros. Los alumnos al adquirir
habilidades se apropian del conocimiento, logran el uso y manejo del lenguaje, por tanto, son
competentes al crear su individualidad. Se fortalecen de un sentido crítico, analítico y
desarrollan la capacidad de aportar opiniones en lo que se refiere a los sucesos del entorno
que les rodea. Por lo mismo se vuelve imperante otorgar espacios para que desarrollen
habilidades en la comprensión lectora y en el arte de la escritura.
La práctica en el hogar por leer cuentos, leyendas y poesía beneficia en la educación
del niño ayudando a que sea un buen estudiante. De esta manera asimila de manera rápida
cualquier materia. Esto viene a desembocar en el aprovechamiento académico y se vuelve
apto para desarrollar habilidades en el proceso de aprendizaje. Es un hecho que la educación
en las aulas le da al mundo movilidad, a los padres tranquilidad y a la sociedad el desarrollo.
Es en la escuela donde los alumnos aprenden a leer y a escribir principalmente durante la
educación primaria con miras hacia el éxito profesional. En los libros, los niños descubren
que los cuentos escuchados a la hora de dormir se encuentran plasmados en cada página a
través de imágenes y por supuesto de las letras.
Cuando los alumnos aprenden a leer y a escribir se da el paso seguro hacia el
aprendizaje, abriendo el conocimiento hacia el contenido de los libros. Cuando logran
100
escribir su nombre las palabras resaltan con tinta sobre el cuaderno, con esto podemos
confirmar que: “La lectura y la escritura son acciones complementarias e inseparables…
Decir lectura por su parte, no puede limitarse a los libros de texto, a los libros que se ven sólo
por obligación de estudio o de trabajo; decir lectura implica los libros de imaginación, los
que se leen por gusto” (Garrido, 2014; p. 7).
Debemos establecer un objetivo que le dé sentido al presente proyecto. Como punto
principal es crear el diseño de un Taller de Creación Literaria dentro del plan de estudio que
forme parte del currículo. Integrar un espacio diferente en cada institución educativa para
reforzar el aprendizaje de los alumnos. Un motivo donde los niños escriban a su manera los
cuentos que recuerdan o conozcan las nuevas historias que se encuentran en los libros, con
el propósito de crear en ellos el gusto por la lectura y la escritura. En las aulas ésta práctica
se lleva a cabo, pero la línea que sigue es sólo para que aprendan las letras y encuentren un
medio de comunicación.
Para que el gusto nazca dentro del taller se plantearon objetivos. Tomamos el aporte
que Felipe Garrido menciona como puntos principales para estructurar el taller:
a) Despertar y fortalecer el gusto por la lectura hasta convertirla en una necesidad
para los participantes.
b) Mejorar el dominio del lenguaje, mejorar la comprensión lectora, la expresión y la
comunicación de manera oral y escrita.
c) Ofrecer a los participantes una selección de lecturas básicas encaminadas a
profundizar su conocimiento en la naturaleza humana, de la historia, los problemas y
valores del país, de las opciones de la imaginación.
d) Un maestro que imparta la lectura y tome en cuenta:
1) Estimular la lectura.
2) Seleccionar las lecturas.
3) Leer en voz alta, y ayudar a que los demás lo hagan (2014: 42).
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Objetivos
Esto nos lleva a diseñar los puntos relevantes con los cuales se maneja el taller de
creación literaria, trazar la guía para llegar a la meta y lograr el gusto por la lectura y la
escritura en los niños de sexto y cuarto grado de primaria.
*Crear un taller de creación literaria para fortalecer la escritura.
*Identificar los factores que influyen en la creación literaria dentro del contexto social
en el que se desarrolla el niño.
*Con diversas técnicas para fomentar la creación literaria se pretende demostrar los
alcances creativos en cada niño del grupo de cuarto grado.
*Con apego en los planes y programas en el ámbito de competencia comunicativa y
el uso de la lengua, el taller será una ayuda para crear textos diversos basados en
actividades diferentes a las que llevan dentro de clases.
*Lograr que dentro del taller tome en cuenta para su desarrollo el uso y manejo del
lenguaje.
Con esta estructura quedó establecido el Taller de Creación Literaria en dos aulas de
primaria. Porque debemos tomar en cuenta como punto principal las habilidades en la lectura
y la escritura. De esto destacan tres grupos que ayudan a comprender el panorama. 1) La
habilidad lectora como proceso preceptivo que identifica los signos gráficos y la relación con
el sonido. 2) La lectura como proceso comprensivo, donde el significado se une con la
intención comunicativa del texto. Por último, 3) la lectura como proceso creativo donde el
lector es un sujeto activo y creativo. Podemos conjuntar a esto a la escritura como una
habilidad que consiste en representar mediante signos gráficos convencionales, considerando
que es un instrumento para la comunicación, la adaptación cultural y la expresión de ideas
(Prado: 2004).
Para un proyecto un método
El proyecto quedo establecido como un Taller de Creación Literaria, para esto fue necesario
implementar un método que asegurara el logro de los aprendizajes en los alumnos. No se
puede dirigir una empresa sino se cuenta con una técnica que guie los pasos para avanzar en
102
lo que se plantea alcanzar. Esto nos lleva a reconocer los estilos de aprendizaje que tienen
los alumnos que surgen de la fuente psicopedagógica de la metacognición en la cual enfatiza
en cómo aprenden los alumnos, en cómo adquieren el conocimiento y cuándo el aprendizaje
es una respuesta a un estímulo. El concepto constructivista es un proceso de construcción
interno, activo e individual. Gadner nos dice: “no existe una inteligencia general y total, sino
que coexisten múltiples inteligencias” (1995: p-73-85). Esta teoría se basa en tres principios:
1) La inteligencia no es una sola unidad, sino un conjunto de inteligencias múltiples, 2) Cada
inteligencia es independiente de otras, 3) Las inteligencias interactúan entre sí, de otra manera
nada podría lograrse.
Lo anterior indica que los niños tienen diversas habilidades que pueden desarrollar,
encontramos en ellos el gusto por la música y la capacidad de seguir el ritmo. A otros se les
facilitan las matemáticas o la ciencia, algunos pueden hablar ante un público expresando con
facilidad la palabra y demostrando la presencia en el escenario. A temprana edad se descubre
en los niños la habilidad para dibujar, que desarrollen el talento es otra cosa. Por tanto,
también habrá niños que al estudiar las letras le sean fácil de comprender y escribirlas sobre
hojas de papel. Esto no quiere decir que si en algo no encuentran la forma de llevarla a cabo
se deje de lado, al contrario, será la parte donde el docente debe actuar de manera más cercana
como guía para que el estudiante lo logre.
Cuando se brinda un espacio sólo con el propósito de escribir se pueden ver los
progresos, facilitar una hora cada semana es relativamente poco tiempo, pero debe
aprovecharse al máximo aplicando diferentes maneras de apreciar la escritura. Al seguir el
enfoque dado al taller, comprendemos que los diplomados de la Secretaría de Educación
Pública (SEP) brindan el propósito para la formación de los docentes en el espacio literario,
los cuales ofrecen:
a) Que los maestros analicen los conceptos de escritura y el acto de escribir.
b) Se conozca el proceso de adquisición de las características del sistema de escritura
e identifique las conceptualizaciones que los alumnos manifiestan en sus escritos.
c) Analice el uso del lenguaje escrito en los distintos tipos de texto.
d) Desarrolle la capacidad personal para escribir diferentes tipos de textos (2002:
77).
103
El Taller de Creación Literaria
La educación básica, entendida desde su ámbito de estudio del campo formativo de Lenguaje
y Comunicación referente al área de español, establece que el alumno debe ser capaz de
comunicarse a través del lenguaje. El desarrollo que el alumno obtiene durante la primaria es
para que interactúe, escuche, interprete y comprenda los diversos textos que están a su
alcance, incluso reflexione sobre los diferentes géneros de la literatura. Sin embargo, la
creación para un taller resulta algo complicado, ya que primero es importante contar con
maestros que tengan habilidades en competencia literaria.
El objetivo establecido se planteó para crear un taller diferente como parte del
aprendizaje de los alumnos. Un espacio para que los niños escriban a su manera los cuentos
que recuerdan o conozcan nuevas historias que se encuentran en los libros. Que comiencen
con el gusto por la literatura porque “la literatura es concebida desde un enfoque
comunicativo como un tipo de discurso con una función social y comunicativa específica,
estética y lúdica. La educación literaria tiene como finalidad el desarrollo de la competencia
literaria de los alumnos” (Prado, 2014; p.337) propiciando en ellos el gusto por la lectura y
la escritura. En las aulas ésta práctica se lleva a cabo, pero la línea que sigue es sólo para que
conozcan las letras y encuentren un medio de comunicación. La escritura se transforma en
un instrumento para pasar de grado. Los espacios para fortalecer la lectura y la escritura se
dan principalmente en la escuela y es en las aulas donde los estudiantes dominan la palabra
escrita.
El escribir es un ejercicio permanente que hace al hombre un ser creador, capaz de
pensar y plasmar en textos sus ideales. Las instituciones educativas han intentado durante
años proveer a los alumnos de herramientas suficientes tanto para la lectura como para la
escritura. El lenguaje oral y escrito es un reto que se debe encauzar a través de la materia de
español en la educación básica. A este respecto Delia Lerner nos dice:
Lo necesario es hacer de la escuela un ámbito donde lectura y escritura sean
prácticas vivas y vitales, donde leer y escribir sean instrumentos poderosos
que permiten repensar el mundo y reorganizar el propio pensamiento, donde
104
interpretar y producir textos sean derechos que es legítimo ejercer y
responsabilidades que es necesario asumir (1996: 19).
Esto es lo que ofreció el espacio como taller de creación literaria. Los alumnos con la
práctica lograron crear obras y dieron renombre a la sociedad escolar. En el interior del taller,
los alumnos tuvieron oportunidades donde manifestaron gustos y aficiones, transcribieron
con la palabra escrita el reflejo vivo de sus sentimientos. Sin estas oportunidades “la
producción escrita en la escuela se ha convertido en un proceso complicado para los alumnos,
esto se debe en gran parte a la falta de estrategias didácticas que motiven al estudiante a
escribir por gusto propio y no por obligación” (Mazo, 2013: 9), el taller es sólo una
motivación que hace falta dentro de las escuelas.
El Taller de Creación Literaria propició actividades en la lectura y la escritura, sin
dejar de lado el estilo de aprendizaje de cada uno de los alumnos. Sabemos que en un conjunto
de treinta y cuatro niños la manera de aprender se da en diferentes vertientes. Para lograr en
cada uno de ellos el gusto por participar en las actividades del taller se manejó el proceso
visual, mostrando imágenes, dibujos, videos. Para los alumnos auditivos se contaron cuentos,
se dio lectura en voz alta y se compartió la lectura grupal. Los estudiantes que gustan de las
actividades manuales encontraron en la papiroflexia el gusto a sus necesidades ayudados
también por el dibujo y la pintura. Las canciones, los juegos con ritmo y pausa formaron
parte de las sesiones en el taller. Con esto se dio diversidad a los diferentes enfoques de
enseñanza y a los aprendizajes que se obtuvieron.
La importancia de la escritura y la habilidad lectora
Dentro del salón de clases día a día se enfoca el estudio del español como una ciencia
de la comunicación, que por cierto lo es, pero se cae en el error de olvidar el contenido dentro
del texto. Al redactar un recado, una noticia, una nota periodística o un instructivo se
convierte en un escrito que debe tener coherencia, no sólo enfocado a la ortografía pues esto
“provoca que la sintaxis se desatienda, corriendo el riesgo de promover y difundir textos
105
impecables de gramática, pero pobres de significado” (Cassany, 1998: 168). No por eso se
debe dejar de lado, al contrario, para llegar a la meta se debe ser como el atleta cuya rutina
es ejercitarse y correr de manera continua. Para aprender a escribir se debe tener la constancia
de hacerlo.
El manejo de la escritura es tarea de todos los días, dejar que los niños vayan
adquiriendo la habilidad de escribir según como lo vaya captando, es algo erróneo. Los
factores sociales como la tecnología fomentan el mal uso de la escritura, están rodeados de
una comunicación donde escuchan palabras mal pronunciadas, anuncios o mensajes faltos de
sentido. Los tropiezos de la palabra escrita llevan a crear un teléfono descompuesto donde el
lenguaje es afectado y es preciso puntualizar que: “la competencia lingüística se desarrolla a
partir de la necesidad de comunicación y esta necesidad surge por los intereses y experiencias
del propio sujeto” (Pozuelo, 1998: 412) si ese interés no existe, entonces hay una fractura y
queda el vacío sin obtener una buena escritura.
El aprendizaje de la escritura es un camino largo, adueñarse del uso de la lengua es
otro trabajo igual de complicado, saber utilizar las palabras de manera precisa es a través del
ejercicio de la escritura. Apropiarse de técnicas es tarea del educador, de este modo podrá
encauzar los trabajos del taller y podrá guiar a los estudiantes. El deseo fue culminar un
trabajo lleno de satisfacciones para los involucrados en el proceso de la creación literaria.
“En el aprendizaje de la composición escrita, el lenguaje es a la vez objeto de aprendizaje, es
decir, se utiliza un sistema de signos lingüísticos para el control de una actividad que consiste
en la utilización para otras funciones de este mismo sistema de signos” (Colomer, 1996: 154).
El emplear los signos de manera adecuada convirtiéndolas en palabras que conlleven un
sentido preciso y entendible, suele ser una tarea imperiosa que en ocasiones es difícil de
lograr.
El sistema educativo fomenta dentro de las aulas la enseñanza de la escritura: “si bien
reconocemos que el niño no puede escribir en el sentido adulto en ese momento, preferimos
llamarle escritura temprana” (Garton, 2002: 160) por lo que el niño necesita conocer sus
propios avances en la escritura, debe adquirirla, apropiarse y tener pleno conocimiento al
106
utilizarla. Traspasar los miedos de expresar sus emociones es ante todo el primer reto a
vencer. El Taller de Creación Literaria se impartió a los niños de sexto y cuarto grado de
primaria con el propósito de darles una herramienta extra para su formación académica, al
mismo tiempo de inculcar en ellos el gusto por la escritura, que la vean como un medio para
expresar sentimientos, externar sus opiniones y hacerlos críticos en debates propios de su
edad. A través del juego los niños encontraron un espacio diferente, pues al jugar escribieron
emociones, sentimientos y secretos guardados en su interior.
Al hacer conciencia sobre la importancia de escribir es preciso visualizar que en las
escuelas se apliquen dinámicas atractivas para crear textos dentro de las aulas, lograr un
esquema diferente a lo que manejan en clases porque la escritura es un ejercicio que debe ser
reforzado todos los días bajo un seguimiento adecuado. Por otro lado, la lectura acerca a los
niños a un diálogo interno con los personajes de los cuentos pues establece la comprensión
de textos, aumenta el conocimiento de palabras y diversas formas de usar el lenguaje. Los
niños pueden adoptar el método y seguir los pasos de quien los guíe, a este respecto Felipe
Garrido nos dice: “hace falta que alguien nos inicie. Que juegue con nosotros, que nos
contagie su gusto por jugar. Que nos explique las reglas. Es decir, hace falta que alguien lea
con nosotros” (2014: 52).
El resultado
La competencia literaria se define como una adquisición sociocultural. Leer quiere decir
comprender, interpretar y valorar el mensaje en sí mismo. El Inter texto lector es un
componente de la competencia literaria, se activan en la recepción, en la interacción entre
emisor/receptor y la apreciación de los textos. La competencia lectora es la llave que abre el
acceso a la interacción lectora y al goce estético (Mendoza: 2004). Por esta razón se han
llevado a cabo dos Talleres de Creación Literaria en aulas de primaria, sexto y cuarto grado
respectivamente, creados para ofrecer a los niños un espacio para fortalecer el gusto por la
lectura y la escritura.
El taller brindó la oportunidad de tener contacto con libros nuevos y escuchar historias
narradas a través de la lectura en voz alta. Al término del proyecto se logró el objetivo
107
establecido sobre el uso y manejo del lenguaje como un medio de comunicación dentro del
mundo literario. Los niños conocieron de principio a fin el libro de texto de lecturas,
reconocieron diversos autores, jugaron con la lotería mexicana creando cuentos y poemas,
realizaron campos semánticos y adquirieron habilidades para leer en voz alta. Convirtiendo
el espacio en una de las alternativas para fomentar de manera divertida la lectura y la
escritura.
El proyecto pretende volver a ofrecer el espacio para la escritura, para la lectura de
cuentos, de leyendas, de poesía. Que cada ciclo escolar los niños tengan el acercamiento al
mundo literario de manera divertida, dejando de lado la asignación de un número para medir
el aprendizaje. Que el Taller de Creación Literaria sea el espacio diferente, el lugar de
esparcimiento donde la lectura resulte un deleite al escuchar y compartir, un lugar para
convertir la escritura en proyectos de vida.
BIBLIOGRAFÍA
CASSANY, Daniel (1998). Describir el escribir. Cómo se aprende a escribir, Paidós, México.
COLOMER, T. y A. CAMPS (1996). Enseñar a leer, enseñar a comprender, Celeste, Madrid.
GARTON, Allison, PRATT, Crish (2002). Aprendizaje y proceso de alfabetización, El desarrollo del lenguaje
hablado y escrito, Paidós, Buenos Aires, México.
GARRIDO, Felipe (2014). Cómo leer (mejor) en voz alta/ Una guía para contagiar la afición a leer,
CNCA/INBA, México.
La adquisición de la lectura y la escritura en la escuela primaria/ Lecturas (2002), SEP, México.
LERNER, Delia (1996). Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario, Fondo de Cultura
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MAZO MESA, Yonahira (2013). El cuento como estrategia didáctica para mejorar la producción escrita en los
alumnos de quinto grado del Centro Educativo Santa Inés del Monte del municipio de Cáceres, Tesis,
Universidad de Antioquía, España.
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POZUELO MIÑAMBRES, I. A (1998). Competencia comunicativa y lingüística gramática, ASELE, Actas IX.
PRADO ARAGONÉS, Josefina (2014). Didáctica de la lengua y la literatura para educar el siglo XXI, Madrid,
La Muralla.
108
Luis Sepúlveda un ciudadano del mundo: el escritor universal
Por Martha Elena Estrada Soto [México]
(Universidad Autónoma de Zacatecas)
[email protected]
El presente texto sirva de homenaje al escritor chileno Luis Sepúlveda10, ciudadano
del fin del mundo y del planeta entero, quien con sus escritos y visión crítica de la realidad
estableció un compromiso con la tierra y los seres vivos, dejando enseñanzas esenciales.
Más que definir al escritor, se revisará la obra de Sepúlveda como ejemplo del
quehacer literario. El hombre de su tiempo que ha tomado la pluma para hacerse presente en
el mundo, para decir cómo es éste y evidenciar las injusticias. Sobre todo, por la capacidad
para transportar al lector a la vastedad de sus historias con la precisión apasionada del
experto. En su obra viven el amor y el respeto por la naturaleza, la conciencia del otro como
diferente, pero tan valioso como uno mismo; por la manera de narrar que el lector asume
como personal, íntimo.
En el presente texto se revisará la última novela publicada en vida del autor: Historia
de una ballena blanca. Será una revisión panorámica, destacando las características que
hacen única y entrañable la obra del escritor chileno, no solo por su escritura impecable sino
por su compromiso permanente en defensa de la vida.
Realizaré una aproximación a la novela a través del análisis de los conceptos: Capital
Cultural, Contexto y la Nueva Crítica Literaria; de la mano de Pierre Bourdieu, Teun van
10
Luis Sepúlveda (Ovalle, Chile, 1949 - Oviedo, España, 2020) Escritor chileno. Se convirtió en uno de los
escritores latinoamericanos más leídos en todo el mundo. Ganador de los premios Juan Chabás de novela corta,
Premio Primavera, y Tigre Juan. Entre sus novelas destacan: Mundo del fin del mundo (1994), Nombre de torero
(1994), Patagonia Express (1995), Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar (1996),
Desencuentros (1997), Historias marginales (2000), Hot line (2002).
109
Djik y Roland Barthes respectivamente, en torno al lenguaje, la sociedad, la cultura y la
literatura nos permitirá observa desde otra perspectiva la creación de Luis Sepúlveda.
Historia de una ballena blanca
Publicada en 2019, la novela es un sentido y certero canto a la vida, la naturaleza, al mar.
Narra la compleja vida de la protagonista en el océano, un cachalote, la ballena blanca. Con
ella Luis Sepúlveda aborda los grandes temas de la literatura: la soledad, la vida y la libertad;
con esa impecable manera de escribir cuidadosa y atenta que no ahorra en palabras, sino que
las selecciona cuidadosamente. En Historia de una ballena blanca se reúne toda la belleza,
preocupación, crítica y sabiduría que le es posible plasmar al autor.
Para ejercer el oficio literario es imprescindible poseer un amplio capital cultural,
además de la pasión por conocer los misterios y bellezas, como el impulso creativo para
plasmarlo en un discurso narrativo. La literatura se lee, escribe y vive en la cotidianeidad;
con la seriedad y esmero que el oficio requiere. Sepúlveda colma estas características y
permite encontrar en su obra verdades esenciales sobre el mundo, la vida y el arte de la
escritura. Fue un hombre de su tiempo, vivió las atrocidades de la dictadura chilena en la
década de los setenta, lo cual marcarían su vida y obra; como consecuencia inevitable, todo
ello le permitirían explorar las pasiones humanas desde la experiencia propia, tener una
actitud crítica y de denuncia permanente.
La novela en apariencia simple por su brevedad, en el argumento esconde la
complejidad de la lucha por la sobrevivencia, es hasta el final que se hace evidente la herencia
literaria e histórica presente en Historia de una ballena blanca. Luis Sepúlveda nos cuenta
la historia antes de la historia de Moby Dick. Como un homenaje a la obra de juventud de
Herman Melville, pero también como crítica a la postura homocéntrica del clásico, Luis
Sepúlveda nos presenta las razones del actuar de la ballena blanca, el hombre deja de ser la
víctima y se convierte en el antagonista, en el asesino.
110
Capital cultural
El capital cultural de Sepúlveda lleva al lector a conocer el mar del fin del mundo, colmado
de secretos. Su capital social señala la riqueza de la vida más allá de la visión occidental. La
maravillosa leyenda que sostiene Historia de una ballena blanca conmueve y sobre todo
expone la barbarie del mundo “civilizado”.
No nos cazaban para alimentarse de nuestras carnes, sino por el aceite de nuestros
intestinos, que al arder iluminaba sus moradas. No nos mataban por miedo a nuestra
especie; lo hacían porque los hombres temen a la oscuridad y las ballenas poseíamos
la luz que los libraba de las tinieblas (Sepúlveda, 2019:39).
De acuerdo con Pierre Bourdieu, el capital cultural es entendido como el cúmulo de
conocimientos, vivencias y experiencias que conforman los saberes de una persona,
identificados principalmente en el ámbito escolar, enriquecidos a lo largo de la vida por
distintos conocimientos, y por otros como el social, económico y político. El cúmulo de
capitales de Luis Sepúlveda (tanto los heredados -social y cultural- como los adquiridos)
inciden directamente en la escritura de su narrativa, en su postura crítica y en la manera en
que transmite todos esos saberes a través de su escritura.
Un escritor debe combinar sus saberes sobre el mundo y la vida para envolver al lector
y convencerlo. Luis Sepúlveda logra el equilibrio de toda esa información en la manera de
contar la historia, como en un encantamiento o epifanía. Como buen periodista investigaba,
pero sobre todo se permitía experimentar directamente, así lo que vemos como datos
geográficos en Historia de una ballena blanca son sus pasos por el fin del continente
americano. El tiempo que pasó visitando la zona austral como corresponsal de Greenpeace
le permitió recabar los elementos para describir la inmensidad del mar, de la Patagonia.
El capital cultural de Sepúlveda, su experiencia de vida respecto de la prisión y
posterior exilio, como la conciencia crítica de su formación, están presentes en su obra, ese
bagaje se une a su estilo y creatividad para despertar la imaginación del lector y enriquece a
su vez el capital cultural de los lectores. La historia de vida de los Lafkenche (gente de mar),
su ubicación y conexión con el mar; sus tradiciones y criaturas míticas son el capital cultural
111
descrito. La vida, las maneras de interacción y socialización de las ballenas en la vida natural,
son el otro capital cultural, y Sepúlveda lo muestra desde su propia interpretación. ¿Cómo
puede apropiárselo el lector? Comprendiendo e incorporando todas esas contribuciones a su
particular visión del mundo.
En esta obra está presente la preocupación de Sepúlveda respecto de la sobre
explotación del mar, de la contaminación de los recursos naturales por la incansable avaricia
del hombre. Una preocupación que incluye a toda la humanidad y por ello representa un
asunto colectivo de la mayor importancia. Ahí también reside la universalidad de su novela:
Me pareció muy extraño el comportamiento de los hombres al encontrarse en el mar.
La minúscula sardina no ataca a otra sardina, la lenta tortuga no ataca a otra tortuga,
el voraz tiburón no ataca a otro tiburón. Al parecer, los hombres son la única especie
que ataca a sus similares, y no me gustó lo que aprendí de ellos (Sepúlveda, 2019:30).
Análisis crítico del discurso
Además de su postura crítica y de denuncia por el comportamiento de quienes explotan los
mares, Sepúlveda nos deja en sus textos el compromiso con la conciencia social de respeto
por la naturaleza. Esa postura crítica es necesaria para también analizar su obra a partir del
análisis de discursos desde lo propuesto por Teun van Djik en los modelos de contextos por
los que sucede la escritura, en referencia aquellos socialmente creados y practicados. Para
esta revisión se toma el concepto de contexto como toda representación mental subjetiva que
una persona hace de cada evento comunicativo, respecto de su realidad y de aquella en la que
habita.
nuestra comprensión está seguramente más completa cuando somos capaces de
describir y explicar muchas más propiedades de los textos literarios en términos de
sus distintos contextos. La contextualización es parte fundamental de nuestro
entendimiento de la conducta humana en general, y de la literatura y otros tipos de
textos, así como del habla, en particular. De hecho, los con-textos son llamados así
porque etimológicamente vienen con textos11 (Djik, 2008:6).
“Our understanding is surely more complete when we are able to describe and also explain many more
properties of such literary texts in terms of their various contexts. Contextualization is a fundamental part of
11
112
El lingüista Teun van Djik desarrolló este modelo a partir de comprender cómo arman
y responden los individuos a los discursos en los contextos desde los que interactúan. En
Historia de una ballena blanca se identifican dos discursos que atraviesan la novela: el de la
naturaleza, su realidad y devenir; y de la humanidad, sus necesidades e intereses; como de la
inevitable interacción que las confronta.
Para el discurso de la naturaleza Sepúlveda tiene por protagonista a la ballena: fuerte,
independiente, con una misión que cumplir, única defensa contra quienes amenazan a su
especie. Él, cachalote macho, representa la libertad, el amor, la vida. Un sector de la especie
humana aparece como aliado de la ballena: la tribu lafchenke que protege a las ballenas y
estas, a su vez, los cuida a ellos, en franca simbiosis por la existencia comparten un mismo
destino. Los lafchenke representan la familia, la tradición, la solidaridad. Pero también están
los otros humanos, los tripulantes de barcos balleneros que se hacen a la mar con la terrorífica
meta de cazar a las ballenas para extraer su grasa y venderla; esta arista del discurso narrativo
representa al enemigo, el peligro, la amenaza, la muerte.
Para realizar la revisión de todos los elementos que subyacen en esta novela: tiempo,
espacio, personajes, lenguaje, narrador, inicio, final, intriga, conflicto; la intertextualidad del
contexto espacio-tiempo del relato y en el que sucede historia; además de los diversos
contextos en los que sucede el fenómeno de la lectura: el encuentro del lector con el texto; la
historia contada por su protagonista y aquellas otras que apenas se perfilan, pero contribuyen
a sostener la trama. En esta obra se pueden identificar los diferentes contextos que convergen
en el hilo narrativo.
Se cuenta que en las noches de luna llena, desde la costa oeste de la deshabitada isla
Mocha se ve emerger de la profundidad del mar un enorme cachalote blanco, del
mismo color de la luna (Sepúlveda, 2019:92).
our understanding of human conduct, in general, and of literature and other texts and talk, in particular. Indeed,
con-texts are called that way, because etymologically they come with «texts»”. Traducción de la autora.
113
En ese intercambio de información van Djik explica que la estructura social está
regulada por los grupos de poder que tienen control sobre cada evento comunicativo,
incidiendo en las estructuras discursivas entre los participantes, quienes a su vez interactúan
de acuerdo con sus identidades -objetivos determinados por esa estructura social que se
retroalimenta y transforma-, influenciada por la manera en que cada individuo reproduce esos
eventos comunicativos a partir de los modelos contextual y situacional personal, desde sus
actitudes sociales, ideologías y conocimiento sociocultural o capital cultural adquirido (Djik,
2016:213).
La conciencia social y crítica de Sepúlveda está presente en su manera de desarrollar
la historia. Como lo explica Van Djik, el autor chileno propone la necesidad de transformar
la realidad evidenciando aquello que debe ser cambiado por romper el equilibrio natural y
ser nocivo para la reproducción de la vida; como la sobreexplotación del medio ambiente,
por ejemplo. El lector habrá de encontrar ahí el momento de identificación, su propia
interpretación.
La nueva crítica literaria
En Historia de una ballena blanca, además de los discursos evidentes: la historia de la
ballena, se identifican otras historias que orientan al lector: de las ballenas piloto; de la vida
de los lafchenke y su tradición enclavada en el remoto pasado; del inefable conocimiento
existente en los seres vivos; y, sosteniéndolas, la historia de la humanidad en su construcción
de la civilización. Evidenciando así las dos grandes líneas discursivas de la novela.
Por su parte, Roland Barthes considera que la intención del autor al escribir una obra
no es el único anclaje de sentido válido a partir del cual se puede interpretar un texto.
Considera que en la literatura se pueden encontrar otras fuentes de significado, puesto que
éste no está dado solo por el autor, debe ser creado activamente por el lector a través de un
proceso de análisis textual.
De alguna manera el escritor es el vocero de los que no tienen voz. Eso salva a la
literatura. Para mí eso hace que la literatura sea un oficio muy sugerente, muy
hermoso (Sepúlveda, 2010).
114
En torno a esa cualidad “sugerente” de la literatura que solo puede ser desarrollada
por el escritor, Roland Barthes la nombra como “el grado cero de la escritura”, ese momento
de encuentro en donde el lector queda frente a frente con la intención última del autor, logra
empatizar y se apropia el mensaje. Sin duda, a lo largo de su obra Sepúlveda logra eso.
El destino fatal, irrevocable, único, vivido con total conciencia de lo inevitable y por
eso aceptado desde la resignación. Historia de una ballena blanca es una historia circular
que reúne las preocupaciones vitales del autor para ofrecerlas a la sociedad contemporánea
que las debate y comparte. Roland Barthes lo explica así:
La escritura es un acto de solidaridad histórica […] la escritura es una función: es la
relación entre la creación y la sociedad, el lenguaje literario transformado por su
destino social, la forma captada en su intención humana y unida así a las grandes
crisis de la historia (Barthes, 2009:22).
Historia de una ballena blanca es una novela breve, en la que cada personaje está
bien delineado. El nudo se establece desde el principio y, sin embargo, en cada capítulo van
apareciendo elementos que mantienen la tensión. Al respecto el lingüista francés explica:
la escritura es una realidad ambigua: por una parte nace, sin duda, de una
confrontación del escritor y de su sociedad; por otra, remite al escritor, por una suerte
de transferencia trágica, desde esa finalidad social hasta las fuentes instrumentales de
su creación (Barthes, 2009:24).
Ahora bien, para Barthes el lector es un elemento activo en el proceso de narrar la
historia, porque en el proceso de leer la comprende y puede o no proponer otros significados.
Con Luis Sepúlveda sucede algo: el lector se conecta, crea empatía y se conmueve con el
mensaje; el autor logra encontrarse con el lector. Hay una transformación de todos los
participantes del proceso de lectura: el lector, el autor, el texto y sus interpretaciones posibles.
Siguiendo la línea del análisis crítico del discurso, se relacionan los modelos con lo que
Barthes llama mitos o “corpus de discursos”, creados socialmente y tomados como
“naturales”. A esos modelos, a esos mitos, Luis Sepúlveda antepone su obra para mostrar
aquello que no es evidente en el orden establecido, es “la voz de los que no tienen voz”.
Un modelo presente de forma permanente en la obra de Luis Sepúlveda es la libertad
porque él es un hombre libre. Se permite transitar de la fábula a la realidad con soltura. Y el
115
lector lo acompaña con seguridad en ese tránsito, disfrutando la historia que ya le es propia.
De esa libertad habla el lingüista francés:
Como Libertad, la escritura es sólo un momento. Pero ese momento es uno de los más
explícitos de la Historia, ya que la Historia es siempre y ante todo una elección y los
límites de esa elección (Barthes, 2009:25).
Para Sepúlveda los límites están en la extensión de su novela, en lo que escribe y
permite conocer al lector, en esa libertad para trascender, ir más allá: con la imaginación, con
la complicidad del encuentro autor-lector; la liberación de salir de lo común y entrar en los
territorios de la literatura. En ese universo de las palabras se reencuentran y reconstruyen
integrando todo lo que es y ha sido, pero también integrando nuevos elementos que
enriquecen su propuesta literaria y el panorama de la literatura latinoamericana. La obra de
Sepúlveda provoca en el lector: evocación, emoción y la seguridad de que esa historia volverá
a leerse, disfrutarse y conmover al lector en el devenir del tiempo; como sucede con la gran
literatura.
La obra de Luis Sepúlveda es heredera de la tradición literaria de la humanidad y por
ello está más allá de los comentarios simplistas. Se trata de un escritor que creyó en su oficio
y se comprometió con los retos de su tiempo, serán sus lectores quienes asumirán el desafío
para encontrarlo y conmoverse con cada historia, en una época en la que se vive la trivialidad
sin consecuencias aparentes. Del escritor nos queda su legado, constancia de su intenso
caminar por esta tierra con el compromiso de defender el equilibrio de la vida, cada día más
deteriorado.
BIBLIOGRAFÍA
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Empiria. Revista de Metodología de Ciencias Sociales. No. 12, julio-diciembre, 2006, pp. 11-35. ISSN: 11295737.
COLORADO CARVAJAL, Aldo. El capital cultural y otros tipos de capital en la definición de las trayectorias
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http://www.comie.org.mx/congreso/memoriaelectronica/v10/pdf/area_tematica_16/ponencias/1732-F.pdf
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SEPÚLVEDA, Luis. Un viejo que leía novelas de amor. Tusquets Editores. México, 2019.
Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar. Tusquets Editores. Chile, 1996.
Historia de una ballena blanca, una novela para jóvenes de 8 a 88 años. Tusquets Editores. México, 2019.
116
ACERCA DE LOS AUTORES
Camilo Fernández Cozman
TRAYECTORIA ACADÉMICA Y LITERARIA
Camilo Rubén Fernández Cozman (Lima, 1965) es un ensayista, crítico literario
y traductor peruano, miembro de la Academia Peruana de la Lengua1 y profesor
de las universidades de Lima y San Marcos.
Ha sido acreedor del primer premio en el Concurso Nacional de Ensayo Raúl
Porras Barrenechea (1997), el Premio Internacional de Ensayo sobre Poesía
(2003) y el Primer Concurso Nacional del Libro Universitario (2003), entre otros
campos.
Fue parte de la Comisión Organizadora del Centenario de Nacimiento de César
Vallejo que editó el libro Encuentro con Vallejo. Lima, Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
Instituto Raúl Porras Barrenechea, Comisión Quinto Centenario y Southern Perú, en el año de 1998.
Obra
Como autor
✓ Las ínsulas extrañas de Emilio Adolfo Westphalen (ensayo, 1990).
✓ Ritual del silencio (poesía, 1995).
✓ Las huellas del aura. La poética de Jorge Eduardo Eielson (1996).
✓ Raúl Porras Barrenechea y la literatura peruana (2000).
✓ Rodolfo Hinostroza y la poesía de los años sesenta (2001).
✓ El cántaro y la ola. Una aproximación a la poesía de Octavio Paz (2004).
✓ La soledad de la página en blanco (2005).
✓ La poesía hispanoamericana y sus metáforas (2008).
✓ Mito, cuerpo y modernidad en la poesía de José Watanabe (2009).
✓ La poesía es como el aroma. Poética de Luis Benítez (2009).
✓ Casa, cuerpo. La poesía de Blanca Varela frente al espejo (2010).
✓ Sujeto, metáfora, argumentación (2011).
✓ César Moro, ¿un antropófago de la cultura? (2012).
✓ El poema argumentativo de Wáshington Delgado (2012).
✓ Las técnicas argumentativas y la utopía dialógica en la poesía de César Vallejo (2014).
✓ Fulgor en la niebla. Recorridos por la poesía peruana contemporánea (2014)
✓ El viaje a través de la palabra. Antología de ensayos (1990-2015) (2016)
✓ Interculturalidad y sujeto migrante en la poesía de Vallejo, Cisneros y Watanabe (2016)
Como traductor
Bestiario (1999) de Guillaume Apollinaire.
Poemas (1999) de Paul Éluard.
La inmaculada concepción (2007) de Paul Éluard y André Breton.
Detrás de su doble (2014) de Jean-Pierre Duprey.
Premios y distinciones
Primer Premio en el Concurso de Ensayo “Centenario del Nacimiento de Raúl Porras Barrenechea”
(Lima, Instituto Nacional de Cultura, 1997).
Tercer Premio en los II Juegos Florales de la Universidad Ricardo Palma 1998, género cuento.
Primer Premio en el Concurso Internacional de Ensayo sobre Poesía (Sídney, Terra Australis, 2003).
Primer Premio en el Primer Concurso Nacional de Libro Universitario en el área de humanidades (Lima,
Asamblea Nacional de Rectores, 2003).
Premio al Mérito Científico 2004, otorgado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos al mejor
investigador durante el año en mención.
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Reconocimiento conferido por la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos en 2005, en mérito a una destacada producción científica.
Premio Nacional de Ensayo Federico Villarreal (Lima, Universidad Nacional Federico Villarreal, 2005).
Finalista del « Prix Littéraire Vingt Ans de Cecupe » en 2006, convocado por el Cecupe (Centro Cultural
Peruano Francés) con sede en París.
Premio al Mérito Científico 2006, otorgado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Reconocimiento conferido por la Universidad San Ignacio de Loyola en 2007, en mérito a una destacada
labor como catedrático.
Fue incorporado, como Miembro de Número, a la Academia Peruana de la Lengua en 2008.
Segundo premio en el concurso “Ochenta años de los Siete ensayos de interpretación de la realidad
peruana de José Carlos Mariátegui” en 2008, otorgado por el Instituto Nacional de Cultura, la casa museo
“José Carlos Mariátegui” y el centro cultural “Puerta Abierta”.
Obtuvo una mención honrosa en el II Bienal de Ensayo - Premio Copé Internacional 2010, otorgado por
Petroperú.
Premio al Mérito Científico 2013, otorgado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Premio Nacional de Ensayo "Vallejo Siempre" 2014, otorgado por la Academia Peruana de la Lengua,
la Pontificia Universidad Católica del Perú, la Universidad Ricardo Palma, la Universidad de Trujillo y la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
118
Ma. de Lourdes Ortiz Sánchez
TRAYECTORIA ACADÉMICA Y LITERARIA
Formación:
Ma. de Lourdes Ortiz Sánchez es Licenciada en Letras, Maestra en Estudios
Novohispanos y Doctora. en Humanidades y Artes. Especialista en la obra de
Fernández de Lizardi, en Literatura Colonial, Literatura Mexicana e
Hispanoamericana siglo XIX.
Información laboral:
Docente-investigadora en la Unidad Académica de Letras y en la Maestría en
Humanidades, eje de Literatura, Universidad Autónoma de Zacatecas.
Docencia:
Licenciatura en Letras: Introducción a las Letras, Comprensión y Análisis de Textos, Taller de Retórica,
Taller de Estilística, Literatura Prehispánica, Literatura Novohispana siglos XVI, XVII y XVIII y Literatura
Mexicana siglo XIX.
Maestría en Humanidades: Didáctica General, Educación Literaria, Métodos de Enseñanza Tradicional,
Marcos Epistemológicos, Teóricos y Curriculares de la Enseñanza de la Literatura.
Artículos en revistas indexadas:
Ketzalcalli (Universidad de Quintana Roo-Alemania) "La cosmovisión de un pueblo indígena de la selva
lacandona"
Ketzalcalli (Universidad de Quintana Roo-Alemania): “Los aspectos narrativos y la visión trágica de la
vida en los cuentos de la región maya-lacandona”.
Intersticios Sociales (El Colegio de Jalisco, México): “Las propuestas sociales y políticas de Fernández de
Lizardi en el contexto de la utopía de Ricamea”.
Caleidoscopio (México): “Los ejes discursivos y la religiosidad popular en el cuento Anacleto Morones.
Fanatismo y veneración a un santón”.
Revista de Literatura Hispanoamericana (Universidad del Zulia, Venezuela): “El ideario político en dos
autores independentistas: Bartolomé Hidalgo y Fernández de Lizardi”.
Historia digital 2.0 (Colombia): “La utopía política de Fernández de Lizardi en el referente histórico de la
Independencia de México”.
Cuadernos del Hipogrifo (Universidad Guillermo Marconi-Roma, Italia): “La influencia del Eros platónico
en La Quijotita y su prima”.
Cuadernos del Hipogrifo (Universidad Guillermo Marconi-Roma, Italia): “Amarilis a Belardo: epístola de
una escritora novohispana a un autor peninsular”.
Orbis Tertius (Universidad de la Plata-Argentina): “El personaje traductor y las disputas por el control de
la palabra en Las dos orillas, de Carlos Fuentes”.
Revista Dieciocho (Universidad de Virginia, USA) “Los embates de la crítica contra la obra literaria de
Fernández de Lizardi”.
Capítulos de libro:
Pensamiento Novohispano 17: “La concepción femenina desde la tradición cristiana en El pregonero de
Dios y patriarca de los pobres”.
Pensamiento Novohispano 18: “La visión indígena sobre la conquista del Perú en Tragedia del Fin de Atau
Wallpa”.
Pensamiento novohispano 19 (UAM: “Góngora y sus huellas poéticas en la Nueva España: análisis de Por
una negra señora y Negro se te vuelva el día”.
Ritos, culto y cosmovisión en Mesoamérica: pasado y presente (Universidad de Quintana Roo-Academic
Publishers Austria): “El mito en las cosmovisiones cristiana e indígena en el Popol Vuh”.
119
Cultura Literaria Novohispana. Las palabras tras los límites: “Las tendencias renacentistas en los sonetos
de un poeta perseguido por el tribunal de la Inquisición: el caso de Juan Bautista Corvera”.
Libros:
✓ Los personajes femeninos en la obra de Amparo Dávila. Un enfoque interdisciplinario, Taberna
Libraria.
✓ Una visión interdisciplinar de la obra narrativa de José López Portillo y Rojas, en Taberna
Libraria.
✓ Coordinadora del libro: Literatura e Historia: reflexiones sobre la cultura, en Editorial Poética.
✓ Coautora del libro: Literariedad, teología e intertexto en el teatro colonial, Editorial Poética.
✓ Coordinadora del libro: Disquisiciones sobre lo femenino desde una óptica interdisciplinaria,
Taberna Libraria.
✓ Coordinadora del libro: Exégesis e intertextualidad en la literatura, la historia y la educación,
Taberna Libraria.
Proyectos de investigación:
Lo indigenista como expresión de la literatura nacional decimonónica en la construcción de una identidad.
La figura femenina en la literatura hispanoamericana del siglo XIX: transgresión y sumisión.
Otros:
Realizó el posdoctorado en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.
Árbitro en Revista Entreciencias. Diálogos en la sociedad del conocimiento, ENES-UNAM.
Árbitro en Pensamiento Novohispano, de la Universidad Autónoma del Estado de México.
120
Salvador Vera Ponce
TRAYECTORIA ACADÉMICA Y LITERARIA
g.
h.
i.
j.
k.
1. Datos Personales
a. Nombre: Salvador Vera Ponce
b. Grado académico: Doctorado
c. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores:
d. Reconocimiento a Perfil Deseable de PRODEP: Sí, desde el año 2016 y
renovado en el 2019
e. Cuerpo Académico: (Nombre de Cuerpo Académico al que pertenece)
f. Líneas de Generación y aplicación del conocimiento (LGAC):
Historia, literatura, filosofía y teología. Investiga la idea de tolerancia en el
humanismo integral de Jacques Maritain; el pensamiento filosófico de Edith
Stein (Santa Teresa Benedicta de la Cruz); las ideas de Antonieta Rivas
Mercado en relación a la Revolución Mexicana; y la sobrevivencia de los sectores sociales más débiles
en las novelas del siglo XIX.
Orcid: http://orcid.org/0000-0001-7393-331x
Número de CVU (CONACYT): 239152
CURP: VEPS540423HZSRNLO5
Categoría laboral:12 Tiempo Completo, Titular B
Correo electrónico:13 [email protected]; [email protected]
2. Formación Académica
Licenciatura
Licenciado en Filosofía, por la Universidad Autónoma de Zacatecas, foja 239 v del libro XLIX
del Registro de Títulos Profesionales, quedando cubierto el derecho correspondiente con el recibo
oficial número 93809.
b) Maestría
Maestría en Estudios Novohispanos, por la Universidad Autónoma de Zacatecas, foja 68 f, del
libro XXIV de Registro de Títulos Profesionales, quedando cubierto el derecho correspondiente
con el recibo oficial número 77512.
c) Doctorado
Doctor en Humanidades y Artes, por la Universidad Autónoma de Zacatecas, foja número 173 v,
del libro XXXVIII de Registro de Títulos Profesionales, quedando cubierto el derecho
correspondiente con el recibo oficial número 11316.
d) Especialidad
a)
a)
3. Formación Continua
Cursos y/o talleres
Curso-Taller “Reestructuración y actualización de los cursos de la Licenciatura en Historia
modalidad en Línea”. Impartido en el marco de la Escuela de Verano UAZ-SPAUAZ 2017, del
15 al 30 de junio del 2017.
Curso “El ideario pedagógico en autores mexicanos”, en el marco de la Escuela de Invierno UAZSPAUAZ 2018, celebrado los días 3 al 19 de diciembre del 2018 y del 21 al 25 de enero 2019.
Curso-Taller “Reestructuración del Plan de Estudios de la Licenciatura en Historia”, realizado en
el marco de la Escuela de Verano UAZ-SPAUAZ 2018, los días 11 de junio al 6 de julio del
2018.
12 TC+10, TC, MT, TD, etcétera.
13
Institucional.
121
Curso-Taller “Desarrollo de competencias digitales para docentes de la UAZ”, y cumplir
satisfactoriamente con las habilidades necesarias para impartir seminarios en línea. Por la Mtra.
Nydia Leticia Olvera Castillo, en Zacatecas, Zac., a 2 de septiembre del 2019.
Curso-Taller “Desarrollo de Competencias Digitales Docentes”, parte dos de tres, en la modalidad
en línea, UAZ, a través de la Unidad Académica de Educación Superior y la Subcoordinación de
Educación a Distancia, impartido por la Mtra. Nydia Leticia Olvera Castillo, en Zacatecas, Zac.,
del 20 al 26 de enero del 2020.
Taller “Herramientas ponderación”, parte de los “Talleres de capacitación Moodle”, UAZ, a través
de la Unidad Académica de Docencia Superior, Subcoordinación de Educación a Distancia,
dirigido a los docentes universitarios, celebrado en Zacatecas, Zac., el 9 de octubre del 2020.
Taller “Herramientas-Video y Podcast”, parte de los “Talleres de capacitación Moodle”, UAZ, a
través de la Unidad Académica de Docencia Superior, Subcoordinación de Educación a Distancia,
dirigido a los docentes universitarios, celebrado en Zacatecas, Zac., el 13 de octubre del 2020.
Taller “Herramienta-Videoconferencia-Meet-Zoom”, parte de los “Talleres de capacitación
Moodle”, UAZ, a través de la Unidad Académica de Docencia Superior, Subcoordinación de
Educación a Distancia, dirigido a los docentes universitarios, celebrado en la ciudad de Zacatecas,
el 14 de octubre del 2020.
Taller de capacitación y actualización docente titulado: “Aspectos a considerar para publicar en
revistas JCR: Desde la plataforma Scimago Journal & Country Rank, evitar revistas depredadoras
hasta la redacción de la Cover Letter”. Celebrado en el marco de la Escuela Internacional de
Verano UAZ-SPAUAZ 2021, del 21 de junio al 10 de julio del 2021.
b) Diplomados
c) Seminarios, Encuentros, Coloquios y/o Congresos
d) Otros
-Conferencias magistrales
-etc.
4. Experiencia Laboral
Diez años cumplidos como Docente-Investigador en la Universidad Autónoma de Zacatecas, Unidad
Académica de Historia, Licenciatura en Historia.
5. Estancias de Investigación, Profesionales y Posdoctorales
Estancia posdoctoral en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (Diciembre del 2019-28 de marzo del
2020).
6. Producción Científica, Tecnológica y de Innovación
a) Artículos
b) Libros
✓ Salvador Vera Ponce (Coord.), Literatura e historia: reflexiones sobre la cultura, México,
Pictographia Editorial, 2017, ISBN: 978-607-97041-2-4.
✓ Salvador Vera Ponce, Una visión interdisciplinar de la obra narrativa de José López Portillo
y Rojas, México, 2017, Universidad Autónoma de Zacatecas/Taberna Libraria Editores,
ISBN: 978-607-9455-46-0.
✓ Salvador Vera Ponce, Literariedad, teología e intertexto en el teatro novohispano, México,
Pictographia Editorial, 2018, ISBN: 978-968-5789-55-4.
✓ Salvador Vera Ponce (Coord.), Disquisiciones sobre lo femenino
desde una óptica
interdisciplinaria, México, Taberna Libraria Editores, 2019, ISBN: 978-607-9455✓ Salvador Vera Ponce, Ensayos de crítica literaria decimonónica. Un acercamiento desde la
moral y la educación, México, Ready Made Editorial, 2020, ISBN: 978-607-97041-4-8.
122
c)
Capítulos de libros
Salvador Vera Ponce, “La influencia del Eros platónico en La Quijotita y su prima”, en Cuadernos
del Hipogrifo. Revista semestral de Literatura Hispanoamericana y Comparada, Núm.5, Primer
Semestre 2016, pp. 109-122, LATINDEX, ISSN: 2420-918X (Roma).
Salvador Vera Ponce, “Los aspectos narrativos y la visión trágica de la vida en los cuentos de la región
maya-lacandona”, noviembre 2017, 2016, 2, Ketzalkalli, pp. 23-37. Indización/Indization:
LATININDEX y/and CLASE (www.latinindex.unam.mx); ISSN: 1860-5710 (Universidad Autónoma
de Quintana Roo-Alemania/Germany).
Salvador Vera Ponce, “Hacia una lectura teológica de La portentosa vida de la muerte, de fray Joaquín
de Bolaños”, en Noé Esquivel Estrada (comp.), Pensamiento Novohispano, núm. 18, Toluca, México,
Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), 2017, pp. 259-267. ISBN: 978-607-422-8748.
Salvador Vera Ponce, “Lectura antropológica el Coloquio Doce, de la batalla naval que don Juan de
Austria tuvo con el turco, de Fernán González de eslava”, Adenda. Letras Novohispanas, Vol. 3, Núm.
1, (diciembre 2017), pp.
Salvador Vera Ponce, “La genealogía de los Carbajal y la lucha por la recuperación del imperio, en
Martín Garatuza, de Riva Palacio”, en Víctor Manuel González Esparza (Coord.), Historias de
familias y representaciones genealógicas, México, Universidad Autónoma de Aguascalientes, 2018,
pp. 171ISBN: 978-607-8523-92-4.
Salvador Vera Ponce, “El pecado de avaricia en el Tratado sobre los siete pecados mortales, de fray
Andrés de Olmos”, en Noé Esquivel Estrada (comp.), Pensamiento Novohispano, núm. 19, Toluca,
México, Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), 2018, pp. 139-151. ISBN: 978-607422-972-1.
Salvador Vera Ponce, “María y la Eucaristía en el “Coloquio de los cuatro Doctores de la Iglesia”, de
Hernán González de Eslava”, en Noé Esquivel Estrada (comp.), Pensamiento Novohispano, núm. 20,
Toluca, México, Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), 2019, pp. 167-180, ISBN:
978-607-633-104-0.
Salvador Vera Ponce, “Visión de lo indígena e identidad mexicana en la novela anónima Xicoténcatl”,
en Pirandante Número 6 / julio-diciembre 2020 / ISSN: 2594 – 1208.
Salvador Vera Ponce, “Mujer y educación en Historia Vulgar de Rafael Delgado”, en Metáfora.
Revista de literatura y análisis del discurso, 7, julio del año 2021, pp. 1-18. (Indexada).
d) Reportes técnicos
Proyecto: Idea de tolerancia de Jacques Maritain y su contexto sociohistórico (Registro: UAZ-201536884).
El concepto de tolerancia en la modernidad (Período agosto diciembre 2015).
Tolerancia y filosofía moral (enero julio 2016).
La idea de tolerancia en el humanismo integral de Jacques Maritain (agosto diciembre 2016).
Propuesta de Maritain para la tolerancia política en el siglo XX (enero julio 2017).
Proyecto: Libertad y vocación sobrenatural de la persona humana en las obras de Edith Stein (Registro:
UAZ-2016-37066).
123
Libertad y empatía (agosto diciembre 2017).
La persona humana y el problema del sentido del ser (enero julio 2018).
La formación integral de la persona humana en el pensamiento de Edith Stein (agosto diciembre
2018).
Proyecto: Mujer y Revolución mexicana en el pensamiento de Antonieta Rivas Mercado (Registro:
UAZ-201837708).
Situación sociopolítica y condición de la mujer en las obras de Antonieta Rivas Mercado (enero julio
2019).
La mujer como metáfora de la Revolución mexicana en las obras de Antonieta Rivas Mercado (agosto
diciembre 2019).
Feminismo y Revolución mexicana en las obras de Antonieta Rivas Mercado (enero julio 2020).
Proyecto: La sobrevivencia de los sectores sociales más débiles en siete novelas del siglo XIX
(Registro: UAZ-2020-38163).
La apología de lo indígena y la crítica de la herencia española en la narrativa de Ignacio Manuel
Altamirano (agosto diciembre 2020).
El conflicto entre los métodos tradicionales de educación y el modelo pedagógico moderno en Historia
vulgar, de Rafael Delgado (enero julio 2021).
e)
f)
g)
h)
i)
j)
a)
Memorias:
Memorias
Documentos de trabajo
Reseñas
Producción con participación de estudiantes
Otros
-Podcats
-Traducciones
-Guiones para documentales
-Audiovisuales
-etc.
7. Formación de Capital Humano
Cursos impartidos
Curso “Etimologías grecolatinas”, en el marco de la Escuela Internacional de Verano UAZ-SPAUAZ
2016, del 17 de junio al 5 de julio del 2016.
Curso “Ética y educación integral”. Impartido en el marco de la Escuela de Verano UAZ-SPAUAZ
2017, del 15 al 30 de junio del 2017.
Curso “Teoría y análisis del cuento”, impartido en el marco de la Escuela de Verano UAZ-SPAUAZ
2018, los días 11 de junio al 6 de julio del 2018.
Curso “Ética y ecología”, impartido en el marco de la Escuela de Verano UAZ-SPAUAZ 2018, los
días 11 de junio al 6 de julio del 2018.
Curso “La educación Superior en valores a la luz del pensamiento de la filósofa Edith Stein”, impartido
en el marco de la Escuela de Invierno UAZ-SPAUAZ 2018, los días 3 al 19 de diciembre del 2018.
124
Curso “Visión de lo femenino en la literatura del siglo XIX”, en el marco de la Escuela de Verano
UAZ-SPAUAZ 2019, del 17 de junio al 5 de julio del 2019.
Curso “La identidad indígena en la literatura mexicana: siglos XIX y XX”, impartido como parte de
la Estancia Semipresencial Posdoctoral, a los estudiantes del 5to. Semestre de la Licenciatura en
Lengua y Literatura Hispanoamericana. Tlaxcala de Xicoténcatl, octubre 18 de 2019.
b)
c)
d)
e)
Diplomados impartidos
Tesis dirigidas
Lectorías
Tutorías
Marco Antonio Jiménez López
Orozco Nakachi Sojhi Urichi Rolando
Ernesto Vera Ávila
Leonardo Alberto Sandoval Vázquez
Salvador Jiménez González
Cinthia Paloma Soto Fernández
Emiliano Méndez Chávez
Pavel Arturo Gaona Silerio
Antonio Torres Martínez
Christian Michell Santamaría Medina
f) Asesorías
Asesor de tesis de Sandra Beatriz Salazar Ayala
Asesor de tesis de Jonathan Amador Ordaz
g) Otros
- Profesor/a invitado/a
-etc.
8. Difusión
a) Publicación de libros, capítulos de libro, artículos
b) Participación en congresos14
Ponente en el XIII Coloquio Internacional de Temas Jaliscienses, con la ponencia “Elementos de
crítica social en La parcela, de José López Portillo y Rojas”, celebrado en la Casa de la Cultura de
Lagos de Moreno, los días 18 y 19 de marzo del 2016.
Ponente en el XIV Encuentro internacional de Historia de la Educación, con la ponencia “Las
propuestas educativas de Lizardi y los diputados mexicanos, y su impacto en la Reforma de 1833”,
Aguascalientes, Ags., 3 de noviembre del 2016.
Ponente en el XXIX Encuentro de Investigadores del Pensamiento Novohispano, con la ponencia
“Hacia una lectura teológica de La portentosa vida de la Muerte, de fray Joaquín de Bolaños”,
Aguascalientes, Ags., 9 al 12 de noviembre del 2016.
Ponente en el 4to Coloquio Internacional de Género en los Textos Culturales y Jurídicos. Cuerpo y
Erotismo”, 22 de abril del 2016, Guadalajara, Jal.
Ponente en el Décimo Cuarto Coloquio Internacional de Temas Jaliscienses, celebrado en la Casa de
la Cultura de la ciudad Lagos de Moreno, Jal., los días 17 y 18 de marzo del 2017. Ponencia: “El
perfil del mexicano en la novela Fuertes y débiles, de José López Portillo y Rojas”.
14 Distinguimos entre difusión y divulgación según lo establecido por CONACYT. La primera se refiere a las actividades que realizamos para
nuestro ámbito académico y la segunda a las actividades que tienen incidencia social. Para una mejor explicación, les compartimos un artículo:
https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071834292010000300001&fbclid=IwAR2cITBW2ILhr0T90DS3GeYMUwHLjCcgsMt5-j7kCl4rwdCfot3eh0bOBNk
125
Ponente en el “Congreso Nacional de Humanidades”, celebrado los días 26, 27 y 28 de abril del 2017,
en el Palacio de Gobierno, Zacatecas, Zac. Ponencia: “Noches tristes y día alegre: un diálogo
intertextual”.
Ponente en el II Coloquio de Investigaciones sobre Mujeres y Perspectiva de Género, celebrado en la
ciudad de Zacatecas, Zac., los días 17, 18 y 19 de mayo del 2017. Ponencia: “Reflexio0nes en torno
a la conferencia ‘Fundamentos de la formación de la mujer’ de Edith Stein.
Ponente en el IV Coloquio de genealogía e historia de la familia, celebrado por la Universidad
Autónoma de Aguascalientes y el Centro de Ciencias Sociales y Humanidades, a través del
Departamento de Historia, en la ciudad de Aguascalientes, Ags. Ponencia: “La genealogía familiar de
los Carbajal y la lucha por la recuperación del Imperio, en la novela Martín Garatuza, de Riva
Palacio”. Aguascalientes, Ags., agosto del 2017.
Ponente en el III Congreso Nacional de Historia Colonial “La Monarquía Hispánica en América”,
realizado los días 27, 28 y 29 de septiembre del 2017, en homenaje póstumo al Dr. Bernardo García
Martínez (1946-2017), en la ciudad de San Luís Potosí, S. L. P. Ponencia: Crítica del gobierno
monárquico y propuesta de un gobierno republicano en Fernández de Lizardi: exégesis de la obra
periodística y folletinezca”.
Ponente en el V Coloquio Formas narrativas: Reír y llorar: Lo trágico y lo cómico en la literatura de
tradición oral de México, que se llevó a cabo del 11 al 13 de octubre del 2017, en El Colegio de San
Luis, ciudad de San Luis Potosí, S. L. P. Ponencia: “Los aspectos narrativos y la visión trágica de la
vida en los cuentos de la región maya-lacandona”.
Ponente en el XV Coloquio Internacional de Temas Jaliscienses, celebrado en la Casa de la Cultura de
la ciudad Lagos de Moreno, Jal., los días 16 y 17 de marzo de 2018. Ponencia: “Propiedad de la tierra
y pobreza en La feria, de Juan José Arreola”.
Ponente en el I Congreso Internacional Literatura Mexicana de los Siglos XIX y XX. Rescate y
edición, Prensa y Literatura, Géneros literarios, Historias. Realizado en la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM), Instituto de Investigaciones Filológicas, Seminario de Edición Crítica
de Textos, los días 18 al 22 de junio del 2018. Ponencia: “El conflicto entre los métodos tradicionales
de educación y el modelo pedagógico moderno en Historia vulgar, de Rafael Delgado”.
Ponente en el Coloquio Nacional Voces Femeninas en la Literatura y en la Historia: pasado y presente.
Perspectivas de los femenino en distintos contextos culturales, realizado en el Centro Histórico,
Zacatecas, Zac., los días 30 y 31 de agosto del 2018. Ponencia: “La apología de lo indígena y la crítica
de la herencia española en la narrativa de Ignacio Manuel Altamirano”.
Ponente en el I Congreso de Educación y Desarrollo Profesional Docente, celebrado en la ciudad de
Zacateas, Zac., los días 22, 23 y 24 de noviembre del 2018. Ponencia: “Concepto de empatía de Edith
Stein y formación integral”.
Ponente en el XVI Coloquio Internacional de Temas Jaliscienses, celebrado en la Casa de la Cultura
de la ciudad de Lagos de Moreno, los días 15 y 16 de marzo del 2019. Ponencia: “Caciquismo y
cambio social en la novela La tierra pródiga, de Agustín Yáñez”.
Ponente en el “Ciclo Internacional de Conferencias sobre Cultura Femenina en México a través de sus
Autores y Obras Principales”, celebrado en el Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez”, Centro
Histórico, Zacatecas, Zac., el 7 de mayo del 2019. Ponencia: “La mujer como metáfora de la
Revolución Mexicana en las obras de Antonieta Rivas Mercado”.
Ponente en el Segundo Encuentro Nacional con Orientadores Educativos y Vocacionales: “Orientando
las visiones del futuro: Herramientas para el acompañamiento e intervención en orientación educativa
126
y vocacional”. Celebrado en la ciudad de Zacatecas, Zac., los días 30 y 31 de mayo del 2019.
Ponencia: “Estética y orientación vocacional en Antonio Caso y José Vasconcelos”.
Ponente en el XV Congreso Internacional de Literatura: Memoria e Imaginación de América Latina y
El Caribe (por los derroteros de la oralidad y la escritura). Realizado en Guanajuato, Gto., los días 25
al 27 de septiembre del 2019. Ponencia: “La propuesta de educación familiar en La Quijotita y su
prima y Culpa de Florencio M. del Castillo”.
Ponente en la Primera Jornada de Investigación Docente “José Luis Raigoza Quiñonez”, realizada los
días 29 y 30 de enero del 2020. Ponencia: “Un enfoque desde la logomítica en Las dos orillas, de
Carlos Fuentes”.
Ponente en las Jornada Estatal de Ciencia y Tecnología 2020. Ciencia, Tecnología y Sociedad ante la
emergencia COVID-19. Gobierno del Estado de Zacatecas, a través del Consejo Zacatecano de
Ciencia, Tecnología e Innovación. Diciembre del 2020. Ponencia: “La sociedad fuerte ante los
grandes desafíos según Arnold Toynbee”.
Ponente en el V Coloquio de Inquisición en Nueva España. A 200 años de la supresión del Tribunal.
Universidad Michoacana de san Nicolás de Hidalgo, a través del Instituto de Investigaciones
Históricas. Morelia, Mich., a 27 de enero del 2021. Ponencia: “La postura crítica de Fernández de
Lizardi ante el Tribunal de la Inquisición: su inoperancia en la transición político-social en el México
del siglo XVIII y XIX”.
a)
9. Divulgación
Conferencias y/o ponencias
-Conferencia “El problema de la filosofía de la historia de las religiones en Xavier Zubiri”, en el marco
del “Seminario Interdisciplinar de Temas y Autores del siglo XX”, impartido del 6 al 18 de junio del
2016, en las instalaciones de la UPN, Guadalupe, Zac.
-Conferencia “El anhelo de un nuevo humanismo en Jacques Maritain”, en el marco del “Seminario
Interdisciplinar de Temas y Autores del siglo XX”, impartido del 6 al 18 de junio del 2016, en las
instalaciones de la UPN, Guadalupe, Zac.
-Conferencia “La Iglesia en la Edad Media”, en el marco de la UDI Historia de la Edad Media, a cargo
de la docente Elva Martínez Rivera. Zacatecas, Zac., a 18 de abril del 2018.
-Conferencia “La miseria humana del siglo XIX en La bola, de Emilio Rabasa”, en el marco del II
Ciclo Internacional de Conferencias Virtuales sobre Literatura Iberoamericana a través de los Autores
y Obras Principales. Celebrado del 25 al 27 de noviembre del 2020.
-Conferencia “El ideal de libertad del mexicano en la novela Gil Gómez el insurgente, de Juan Díaz
Covarrubias”, el marco del II Ciclo Internacional de Conferencias Virtuales sobre Literatura
Iberoamericana a través de los Autores y Obras Principales. Celebrado del 25 al 27 de noviembre
del 2020.
b) Organización de eventos
“Seminario Interdisciplinar de Temas y Autores del siglo XX”, Universidad Autónoma de Zacatecas
“Francisco García Salinas”, Universidad pedagógica Nacional 321 “Campus Zacatecas”, Gobierno del
Estado de Zacatecas, Crónica del Estado de Zacatecas, Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López
Velarde”. Impartido del 6 al 18 de junio del 2016, en las instalaciones de la UPN, Guadalupe, Zac.
“Día Internacional de las Escritoras”, Universidad Autónoma de Zacatecas “Francisco García Salinas”,
a través de la Unidad Académica de Letras y Radio Zacatecas. Celebrado del 18 de septiembre al 13
de octubre del 2016. Unidad Académica de Letras y Radio Zacatecas, Zacatecas, Zac.
127
“Congreso Nacional de Humanidades”, Universidad Autónoma de Zacatecas “Francisco García
Salinas”, Unidad Académica de Historia, Unidad Académica de Letras, Unidad Académica de
Filosofía, Unidad Académica de Antropología, Crónica del Estado de Zacatecas, Instituto Zacatecano
de Cultura “Ramón López Velarde”. Celebrado los días 26, 27 y 28 de abril del 2017, en el Palacio
de Gobierno, Zacatecas, Zac.
“Coloquio Nacional Voces Femeninas en la Literatura y en la Historia: Pasado y presente. Perspectivas
de lo femenino en los distintos contextos culturales”, Universidad Autónoma de Zacatecas “Francisco
García Salinas”, Sindicato del Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas
(SPAUAZ), Unidad Académica de Letras, Unidad Académica de Historia, Crónica del Estado de
Zacatecas, Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez”, Secretaría de las Mujeres. Celebrado en el
Centro Histórico de la ciudad de Zacatecas, Zac., los días 30 y 31 de agosto del 2018.
“Ciclo Internacional de Conferencias sobre Cultura Femenina en México a través de sus Autores y
Obras Principales”. Universidad Autónoma de Zacatecas “Francisco García Salinas”, Sindicato del
Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas (SPAUAZ), Instituto Zacatecano de
Cultura Ramón López Velarde”, Unidad Académica de Historia, Unidad Académica de Letras, Museo
de Arte Abstracto “Manuel Felguérez”, Secretaría de las Mujeres. Celebrado en el Museo de Arte
Abstracto “Manuel Felguérez”, Centro Histórico, Zacatecas, Zac., el día 7 de mayo del 2019.
“II Ciclo Internacional de Conferencias Virtuales sobre Literatura Iberoamericana a través de sus
Autores y Obras Principales”. Gobierno Regional de Tumbes, Dirección Desconcentrada de Cultura –
Tumbes, Gremio de Escritores del Perú (GEP), Universidad Autónoma de Zacatecas, Sindicato del
Personal Académico de la Universidad Autónoma de Zacatecas, Parlamento Mundial de Escritores,
Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez”, Unidad Académica de Letras, Unión Hispanomundial
de Escritores. Celebrado del 25 al 27 de noviembre del 2020.
c)
d)
e)
f)
g)
Programas de Radio y/o televisión
Moderación y/o conducción
Presentación de libros, catálogos, documentales y otros productos de investigación.
Proyectos con participación de estudiantes
Otros
-Paneles y/o mesas redondas
-etc.
10. Vinculación
a) Redes de investigación
b) Proyectos de investigación
Idea de tolerancia de Jacques Maritain y su contexto sociohistórico. Inicio: 3-09-2015; término: 9-122016.
Libertad y vocación sobrenatural de la persona humana en las obras de Edith Stein. Inicio: 13 -062017; término: 22-01-2017.
Mujer y Revolución mexicana en el pensamiento de Antonieta Rivas Mercado. Inicio: 22-01-2019;
término: 11-08-2020.
La sobrevivencia de los sectores sociales más débiles en siete novelas del siglo XIX. Inicio: 10-082020; término: 10-08-2022.
c) Grupos de investigación
d) Gestión, vinculación y extensión
a)
11. Evaluaciones
Sinodal en exámenes de titulación y de grado
-Sinodal en examen de grado de Doctor en Historia del Mtro. Marco Antonio Oropeza Saucedo, en la
ciudad de Zacatecas, Zac., 9 de diciembre del 2016.
128
-Sinodal en examen de grado de Licenciado en Historia de Omar Olmos Huerta, el 15 de febrero del
2017.
-Sinodal en examen de grado de Licenciado en Historia de Jorge Iván Ruiz Fernández, en la ciudad de
Zacatecas, Zac., el 14 de febrero del 2017.
-Sinodal en examen de grado de Licenciado en Historia de Omar Hernández Girón, en la ciudad de
Zacatecas, Zac., el 19 de abril del 2018.
-Sinodal en examen de grado de Licenciado en Letras de Arely Isabel Ortiz Juárez, en la ciudad de
Zacatecas, Zac., el 21 de noviembre del 2018.
-Sinodal en examen de grado de Licenciado en Historia de Luis Omero Espinoza Ibarra, en la ciudad
de Zacatecas, Zacateas, Zac., el 5 de diciembre del 2018.
-Sinodal en examen de grado de Licenciado en Historia de Alejandra Miroslava Padilla Medina, en la
ciudad de Zacatecas, Zac., el 28 de junio del 2018.
-Sinodal en examen de grado de Licenciado en Letras de Efrén Martínez Martínez, en la ciudad de
Zacatecas, Zac., 23 de agosto del 2019.
-Sinodal en examen de grado de Licenciado en Letras de Andrea Glass Reyes, en la ciudad de
Zacatecas, Zac., el 18 de junio del 2019.
-Sinodal en examen de grado de Maestro en Humanidades, Línea Formación Docente, de María
Magdalena López Espinosa, Ciudad de Zacatecas, Zac., 15 de junio del 2021.
b) Evaluador(a) CONACYT
c) Evaluador(a) PRODEP
d) Evaluador(a) a la carrera docente
Teoría de la historia (Dr. José Froylán Casas Flores). 26 de enero del 2017.
Semiótica aplicada a la historia (Dra. Rut Guadalupe Miramontes Cabrera). 11 de diciembre del 2017.
Historia de la salud y la enfermedad (Dr. José Luis Raigoza Quiñonez). 14 de agosto 2018.
Liderazgo y desarrollo organizacional (Dra. Rut Guadalupe Miramontes Cabrera). 14 de agosto del
2018.
Teoría del arte (Dr. José Froylán Casas Flores). 8 de agosto del 2019.
Historia de la Edad Media (Dr. Francisco Montoya Mar). 25 de enero
del 2019.
Historia del). arte medieval (José Froylán Casas Flores). 8 de agosto del 2019.
Marcos epistemológicos, teóricos y curriculares de la enseñanza de la literatura (Dra. Ma. de Lourdes
Ortiz Sánchez). 9 de agosto del 2019.
Historia de la Edad Media (Dr. Roberto Carrillo Acosta). 13 de febrero del 2020.
Teorías de la comunicación (Dra. Sofía Gamboa Duarte). 23 de enero del 2020.
Conservación documental (Francisco Román). 9 de julio del 2021.
Taller de redacción y análisis de textos (Dr. Francisco Montoya Mar). 12 de agosto 2020.
e) Comentarista (Proyectos de investigación, proyectos de intervención)
f) Jurado en concursos locales, nacionales e internacionales
g) Otros
-Dictámenes especializados que no entren en ningún rubro anterior
12. Distinciones y Premios
13. Lenguas y/o Idiomas
Presentación de examen del idioma italiano en el Centro de Idiomas, UAZ, obteniendo un nivel
Intermedio: Nivel B1 del Marco Común Europeo. 14 de junio del 2011.
129
Micaela Morales López
TRAYECTORIA ACADÉMICA Y LITERARIA
Profesora investigadora de la Facultad de Filosofía y Letras, en la licenciatura
de Lengua y Literatura Hispanoamericana. Licenciada en Literatura
Hispanoamericana por la UATx, Maestra en Teoría Literaria por la UAMIztapalapa Doctora en Humanidades, con terminal en Teoría Literaria por la
UAM-Iztapalapa. Diplomado: Poéticas de la oralidad. Las voces del
imaginario, en la UNAM, 2010-2011, Diplomado en responsabilidad social
universitaria, 2019, en la UATx. Diplomado en Literaturas Mexicanas en
Lenguas Indígenas, 2019, en el INBAL. Cursos impartidos: Literatura
mexicana e hispanoamericana del periodo prehispánico al contemporáneo,
Seminarios de investigación y Didáctica de la literatura. Posee el
reconocimiento de Perfil Promep, de 2003 a la fecha con el PRODEP. Líneas de investigación: Literatura
indígena e indigenista, Oralidad, memoria y transtextualidad en la narrativa mexicana contemporánea.
Editora de la Revista Pirandante, de la licenciatura en Lengua y Literatura Hispanoamericana de la UATx.
Ha presentado ponencias en foros nacionales e internacionales. Algunas de sus publicaciones: Raíces de la
ceiba: Literatura indígena de Chiapas, (2004). “Canto y poesía de mujeres indígenas, (2005). “Parodia y
transtextualidad en El mundo alucinante de Reinaldo Arenas”, (2014). “La cosmovisión de la bruja en el
relato oral tlaxcalteca”, (2017). “La Malinche: paisaje y tradición oral” (2017), “La poética de la voz en el
relato oral”, (2018).
130
Alberto Ortiz
TRAYECTORIA ACADÉMICA Y LITERARIA
Alberto Ortiz es un académico, investigador y editor mexicano. Profesor de
Educación Primaria, Licenciado en Educación, Licenciado en Letras,
Maestro en Estudios Novohispanos y Doctor en Historia. Es profesorinvestigador del Doctorado en Estudios Novohispanos y la Licenciatura en
Letras de la Universidad Autónoma de Zacatecas UAZ. Miembro del Sistema
Nacional de Investigadores SNI Nivel 2 y perfil prodep. Líder del Cuerpo
Académico uaz-180 Historia y crítica de la relación entre la literatura y la
Nueva España. Forma parte del grupo internacional de investigación con sede
en la Universidad Autónoma de Madrid UAM f-081 Mentalidades mágicas
y discursos antisupersticiosos (siglos XVI, XVII y XVIII). Sus líneas de
investigación incluyen propuestas teóricas para analizar la figura del mal en las obras literarias.
Ha publicado libros alrededor de la tradición mágica en Europa y América. Coordinó la Red Internacional
La reconstrucción de la Nueva España desde la narrativa mexicana contemporánea.
131
Elvira Hernández Carballido
TRAYECTORIA ACADÉMICA Y LITERARIA
Información personal
Nacimiento 1963 Ciudad de México (México)
Nacionalidad Mexicana.
Información profesional
Ocupación Periodista, escritora y profesora Laura Elvira Hernández
Carballido (Ciudad de México, 1963) es una periodista feminista, escritora y
catedrática de universidad de tiempo completo en la Universidad Autónoma del
Estado de Hidalgo. En 1991, formó parte de la primera generación del Programa
Interdisciplinario de Estudios de la Mujer, en el Colegio de México, en donde
presentó su trabajo titulado El periodismo de Rosario Castellanos.1 Cofundó la agencia de noticias
Comunicación e Información de la Mujer.
Formación
Es licenciada en Ciencias de la Comunicación, maestra (1997) y doctora (2003) en el mismo campo de
conocimiento, por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de
México. Fue la primera doctora en Ciencias Políticas y Sociales en dicha universidad. 2
Trayectoria
En 1987, realizó reportajes, crónicas y entrevistas, para la revista Fem. En 1990, fue directora de la columna
En la vanguardia, en donde publicó semblanzas de mujeres sobresalientes.
De 1987 a 1996 fue colaboradora del suplemento La Doble Jornada, del periódico La Jornada, además de
ser corresponsal para la revista Fempress (1994-1998).
En el periodo de 2015 a 2017, fue presidenta de la Asociación Mexicana de Investigadores de la
Comunicación y, de 2016-2017, fungió como presidenta del Premio Nacional de Periodismo.
También participó como fundadora de la agenda de noticias Comunicación e Información de la Mujer,
creada por Sara Lovera López, Isabel Barranco Lagunas, Patricia Camacho, entre otras, con el propósito
de difundir noticias relacionadas con las mujeres. Más adelante colaboró publicando artículos sobre
perspectiva de género y feminismo, en la revista digital MujeresNet.
Además de ser catedrática y especialista en Estudios de Género y Feminismo en la Universidad Autónoma
del Estado de Hidalgo, es columnista del periódico El Independiente de Hidalgo, y las revistas A las
mujeres y La Recolecta. Asimismo, es comentarista en el noticiero Radio Universidad de Hidalgo.3
Fue docente en instituciones educativas como la Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad
Mesoamericana de San Juan del Río, Querétaro, Universidad Americana de Acapulco y Universidad
Autónoma del Estado de Hidalgo.
Periodismo feminista
Su primer acercamiento al periodismo feminista fue cuando cursaba sus estudios en el Colegio de Ciencias
y Humanidades:
Cuando la profesora de la materia de Ética nos compartió un artículo sobre feminismo de la revista Fem,
tuve un gran interés por saber más. Pero no fue sino hasta que terminé mi licenciatura, que tuve la
oportunidad de ingresar como colaboradora a este medio de comunicación.
Bajo la dirección de Berta Hiriart, participó en el primer suplemento feminista de un periódico de
circulación nacional: La Doble Jornada, en La Jornada. Posteriormente, el suplemento quedó bajo el mando
de Sara Lovera.
132
Dentro de este suplemento, Elvira Hernández entrevistaba a diversas mujeres; su propósito tan sólo era
visibilizar su profesión o alguna situación que vivieran.
Para Elvira Hernández:
El periodismo es un espacio en donde es posible expresar, denunciar y cuestionar a una sociedad
patriarcal, desde el feminismo.
Por otro lado, Elvira Hernández ha realizado investigaciones hemerográficas acerca de las primeras
mujeres en el periodismo nacional, para visibilizar su labor en este campo.
De ahí que sea considerada como un referente en el periodismo y el feminismo, debido a su sólida
trayectoria en ambos campos.
Reconocimientos académicos y profesionales
Al concluir sus estudios de maestría, Elvira Hernández obtuvo la medalla Alfonso Caso, debido a que
obtuvo el mejor promedio de su generación.
Como profesional ha obtenido los siguientes premios:
Premio al periodismo Rosario Castellanos (1990)
Premio por la infancia (1991)
Mención honorífica en el Premio Documentos y Estudios de la Mujer por DEMAC, Historia de Mujeres
(1994 y 1996)
Reconocimiento por la AAPAUNAM (2003) por su trayectoria académica
Medalla Omecíhuatl por el Inmujeres-DF (2013)
Condecoración Leona Vicario, Madre Patria (2016) por el Colectivo Nacional de Sororidad
Galardón Socia Correspondiente de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística (Pachuca, Hidalgo;
2017).
Publicaciones
Ha escrito y colaborado en diversos artículos y obras como:
Entrevista del mes: Guadalupe Loaeza (1987)
✓ Volver a empezar (1994)
✓ El secreto de Hebe Rosell (1994)
✓ La violencia hacia la mujer y su manejo a través de los medios (1995)
✓ Aplicaditas pero en desventaja (1998)
✓ Quinto poder, el poder de la comunicación (2005)
✓ Dos violetas del Anáhuac (2010)
✓ Bellas y airosas: mujeres en Hidalgo (2011)
✓ Mujeres periodistas de la Revolución Mexicana. 1910-1917 (2011)
✓ Relatos de vidas femeninas (2013)
✓ Formando periodistas. La experiencia de CIMAC (2013)
✓ Escribir periodismo feminista (2019)
Referencias
«Presidente 2015-2017: Dra. Elvira Hernández Carballido - AMIC, Asociación Mexicana de
Investigadores de la Comunicación». www1.amic.mx. Consultado el 29 de mayo de 2021.
«Hernández Carballido, Elvira Laura».
«Área Académica de Comunicación: Cuerpo de Investigación». www.uaeh.edu.mx. Consultado el 30 de
mayo de 2021.
«La travesía de encontrar a las mujeres: entrevista con Elvira Hernández Carballido». SemMéxico. 22 de
mayo de 2021. Consultado el 29 de mayo de 2021.
«Aristegui Noticias». Aristegui Noticias. Consultado el 30 de mayo de 2021.
«Especialistas en estudios de género y feminismo».
133
Armando Arteaga Nuñez
TRAYECTORIA ACADÉMICA Y LITERARIA
Realizó estudios de arquitectura en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y
Artes de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI); también en la Academia
de Cine, bajo la dirección del cineasta Armando Robles Godoy, en el Club de
Teatro con Reynaldo D’Amore, y en el TUNI con Atahualpa del Cioppo. Ha
sido crítico de cine en el diario Expreso y editor de la página editorial del diario
Gestión.
Actualmente es director del Instituto de la Tecnología y la Cultura Andina
(ITECA) y es ex presidente del Gremio de Escritores del Perú. Se dedica a la
promoción cultural y a la difusión de la literatura piurana.
Obra publicada en antologías
Poemas suyos aparecen en la antología 10 aves raras de la poesía peruana (Lima, Fondo Editorial Cultura
Peruana, 2007) editada por Luis La Hoz y en Ausente ardor de arena & algarrobos. Antología de la poesía
piurana contemporánea (2017), editada por Jaime Gamarra Jr. y Miguel Hernández Sandoval.
Libros publicados
✓ Callejón Sin Salida (poesía), Lima, Edición del autor, 1986.
✓ Un Amor en que aún (poesía), Lima, Edición del autor, 2000.
✓ Terra Ígnea (poesía), Lima, Lluvia Editores, 2004.
✓ Cuentos de Cortometraje (narrativa), Lima, Edición del autor, 2002
134
María Nidia Decoud Benveniste
TRAYECTORIA ACADÉMICA Y LITERARIA
María Nidia Decoud Benveniste
ESCRITORA - POETISA - ANTÓLOGA - PROMOTORA CULTURAL
Nacida en la ciudad de Luque - Paraguay, un 31 de Julio, en el seno de una
familia muy tradicional, con padres de origen francés y hebreo. Zacarias
Decoud Bueno (+) y Estela Benveniste Rolon (+).
Estudios primarios y secundarios realizados en la ciudad de Luque.
Estudios universitarios en Asunción, Py - en la Universidad Católica.
Numerosos cursos de Relaciones Públicas y Marketing. Título de Gastronomía
Profesional. Actualmente reside en la ciudad de Encarnación.
- Presidenta de la Sociedad de Escritores del Paraguay - filial Itapúa - con sede en la Ciudad de Encarnación.
- Miembro Honorario del Club de Poetas y Escritores Latinoamérica - con sede en Baigorria – Rosario –
Argentina
- Miembro del Club de Poetas Plumas Libres - con sede en Luque – Paraguay
- Coordinadora General del Parlamento Mundial de Escritores (W.PW.), con sede en Perú.
- Propulsora y proyectista de las Bibliotecas Callejeras en Encarnación – Paraguay.
Currículo Literario
ATRAPANDO SUEÑOS - Poemario y reflexiones. Editorial Sin Límites de Baja California – Méjico. Impresa
y publicada en Encarnación – Paraguay. Obra cuyo contenido fue utilizado para una obra de teatro llamada
SUEÑOS, presentada en el Auditorio de la Gobernación de Itapúa, dirigida por la Prof. Magaly Ruiz.
Obras editadas en la Editorial sin Límites - Tijuana – Baja California – Méjico
✓ En el umbral de los sentidos.
✓ Pasos de agua.
✓ Tijuana Mia.
✓ Crónicas de una muerte.
✓ Calaveras.
✓ Opúsculo a Octavio Islas Sánchez.
✓ Antología Anémona La Roca.
✓ Ensayos Eclécticos.
Participando en todos ellos, con Poemas – Prólogos - Ensayos Literarios - Cuentos - Estudios y Palabras
Preliminares.
• Antología Hispanoamericana Contemporánea – vol. 1 – TINTA POÉTICA – Con poetas de varios
países, editado en Buenos Aires – Argentina.
• Antología Poética: PLUMAS LIBRES – Con poetas de varias nacionalidades. Editado en Asunción –
Paraguay.
• Antología bilingüe: Español – Guaraní – PLUMAS LIBRES ORIGINARIAS
LATINOAMERICANAS – Con poetas y escritores de varios países latinoamericanos – Editado en Santa Fe –
Argentina – Obra en la que participé con un Ensayo Literario sobre los Mbya – Guaraní – Presentado en el
XVII Encuentro de Poetas y Escritores del Mercosur, realizado en Asunción y Yaguarón – Paraguay.
• Antología LA BELLEZA DEL AMOR – Con poetas del Mundo de habla hispana – Editado en
Indonesia.
• Antología de la Sociedad de Escritores del Paraguay - filial Itapúa - CREANDO ILUSIONES EN
PALABRAS. - Participando como Antóloga y con obras de mi autoría.
• Jurado del SEXTO CONCURSO INTERNACIONAL DE CUENTO Y POESÍA DE LAS
CATARATAS – AÑO 2020
• Jurado del SEPTIMO CONCURSO INTERNACIONAL DE CUENTO Y POESÍA DE LAS
CATARATAS - Año: 2021
• Creadora de la revista digital de la Sociedad de Escritores del Paraguay - filial Itapúa “La Bitácora
Literaria”
Ha recibido distinciones y trofeos, nacionales e internacionales, por trayectoria literaria y concursos
literarios.
135
María Magdalena López Espinosa
TRAYECTORIA ACADÉMICA Y LITERARIA
María Magdalena López Espinosa, (Colibrí). Nació en la ciudad de Zacatecas el
10 de noviembre de 1972, es Licenciada en Letras, cuenta con la maestría en
Humanidades línea formación docente: eje enseñanza de la literatura, en la
Universidad Autónoma de Zacatecas. Escribe ensayo, cuento, poesía y teatro. Ha
ganado premios en los Juegos florales Ricardo Flores Magón en 1995 y 1996,
con el cuento La Patito Feo y el Manco respectivamente; así mismo en los Juegos
Magisteriales del SNTE sección 58 con el cuento La niña del patito rojo;
galardonada en el marco de los festejos del Día Internacional de la Mujer (2018)
de la Unidad Académica de Letras con el ensayo La mujer bajo el amor infiel.
Es actriz de Teatro y Radioteatro, ha participado en varias puestas en escena.
Escribe Pastorela Mexicana y ha llevado una de sus obras a escena en el marco
del festival navideño en Zacatecas (2017). Ha participado como ponente en diferentes foros nacionales e
internacionales. Ha participado en radio con el programa “Alegrías de Medio día” (1980), y como servicio
social en el Enlace Universitario con el programa “Grafías al Aire” de la Unidad Académica de Letras (20142017). Ha participado en diferentes Congresos nacionales e internacionales como ponente con temas sobre
educación, presentación de proyectos y el arte escénico. Es docente de nivel secundaria imparte la asignatura
de español. Recibió mención honorífica para obtener el título de licenciada en letras con la tesis: La creación
literaria en sexto de primaria como conciencia en el uso del lenguaje. Enfocado a alumnos de 6° grado (16 de
agosto 2018) en donde llevó a cabo un taller de creación literaria durante el ciclo escolar 2017-2018. Así mismo
retomó el proyecto para la tesis de maestría con alumnos de 4to grado de primaria en la escuela “Lic. Lauro G.
Caloca”, (2019-2020) y para fortalecer el avance académico con alumnos de tercer grado en la secundaria
general Cuauhtémoc, en el municipio del Teúl de González Ortega, Zacatecas. (2019-2020). Cuenta con
publicaciones de artículos y cuentos en:
2020- Revista digital La redacción con el artículo “Una historia hecha de hilos”
https://www.laredaccion.com.mx/una-historia-hecha-de-hilos/
Revista digital Tiempo de Zacatecas de José Ángel Rendón, con el cuento “Detrás de la puerta”
https://issuu.com/tiempozacatecas/docs/tiempo_de_zacatecas_105_septiembre_2020
Revista digital Tras las huellas de Sophia, con el poema “Tu nombre”
Revista Enpoli con el artículo “La educación artística en la educación básica”
http://www.enpoli.com.mx/opinion/la-educacion-artistica-en-la-educacion-basica/
Revista Periferia con el cuento “Detrás de la puerta”
https://www.periferia-rvst.com/post/detr%C3%A1s-de-la-puerta.
Comparte Créditos en el libro: Historia de la educación, género y perspectivas docentes, con el ensayo “la
imagen del y la docente como perspectiva por elevar la calidad de la educación” de la Universidad Autónoma
de Zacatecas”
De igual manera con el libro: Otras Voces, literatura para niños, niñas y jóvenes que coordina Elman Trevizo,
Ediciones Momo. Con el cuento martes trece.
136
Martha Elena Estrada Soto
TRAYECTORIA ACADÉMICA Y LITERARIA
Uruapan, Michoacán 1978. Maestra en Humanidades por la Universidad
Autónoma de Zacatecas. Docente en Educación Secundaria. Escritora. Ávida
lectora.
137
ACERCA DEL PROLOGUISTA
TRAYECTORIA ACADÉMICA Y LITERARIA
Juan Francisco Santana Domínguez es de Gran Canaria y entre otros ha sido: Docente, Coordinador
Provincial de Programas Educativos para el Gobierno de Canarias, Historiador, Antropólogo, Profesor de
Instituto y universitario, escritor, poeta, novelista, biógrafo, conferenciante, prologuista de poetas y escritores,
presentador de artistas plásticos, pregonero en diversas localidades…
Su tesis doctoral ha sido destacada en el libro “El Centro Asociado de la UNED de Las Palmas de Gran Canaria
(1973 – 2005)”, Madrid 2006. Autor: Doctor D. Manuel Ramírez Muñoz. Se dice que el Director del Centro de
la UNED de Las Palmas de Gran Canaria, Sr. García Blairsy, “pretendió rendir un merecido tributo a cuantos
Licenciados por la UNED alcanzaron el grado de Doctor” y entre los 26 trabajos más destacados figura:
“Estudio microhistórico de San Lorenzo de Tamaraceite”, de Juan Francisco Santana Domínguez.
Méritos:
-
Doctor en Historia y Geografía.
Embajador de la Paz. Círculo Universal de Embajadores de la Paz, nombramiento en Francia y Suiza.
Año 2021.
Académico de las Artes y las Letras de Guinea-Bissau.
Licenciado en Geografía e Historia.
Licenciado en Antropología.
Entrenador Nacional de Fútbol. (Equivalente de la Licenciatura en Educación Física)
Diplomado en Educación. Especialidad de Geografía e Historia.
Coordinador Provincial de Programas Educativos del Gobierno de Canarias. 1998-2006.
Director de Formación del Profesorado (A.C.D.). Curso de Actualización Científica y Didáctica para
el Profesorado.
Profesor-Tutor en la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Las Palmas de Gran Canaria
(UNED): Grados de Antropología, Filosofía, Historia Moderna y Contemporánea.
Profesor titular de Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad Nacional de Educación a
Distancia de Las Palmas de Gran Canaria. Plaza obtenida por concurso de méritos en 2013.
Técnico de Educación de Promoción Educativa del Gobierno de Canarias: Cursos 1998-2006.
Representante de Promoción Educativa del Gobierno de Canarias en la Subcomisión Intersectorial del
Voluntariado de Canarias. Cargo que ostentó desde el mes de octubre de 2004 a junio de 2006.
138
-
Miembro Fundador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y del Municipio
de San Lorenzo.
-
Cronista Oficial del Municipio de San Lorenzo de Tamaraceite.
Socio de Honor de la centenaria Escuela Luján Pérez.
Pregonero de Honor del Pueblo de San Lorenzo de Tamaraceite.
Cofundador del Grupo Ecológico La Vinca, actualmente La Vinca, Ecologistas en Acción.
Delegado en Canarias desde 2017 de la ANLMI (Academia Norteamericana de Literatura Moderna
Internacional.
Invitado al 500 Aniversario de la Ciudad de Veracruz, México, en representación de España,
participando en una ponencia y también leyendo algunos poemas. En el mes de mayo de 2019.
Miembro de la Asociación Mundial de Escritores Latinoamericanos (A.M.D.E.L.) Septiembre de
2020.
Director de la Academia Norteamericana de Literatura Moderna Internacional (ANLMI) en el del
Reino de España desde 15 de octubre de 2020.
Académico de las Artes y Letras de Guinea-Bissau. (2021)
Académico de Honor de la Academia Internacional de Ciencias, Tecnología, Educación y
Humanidades (A.I.C.T.E.H.).
Premio Tasate 2021 a la Investigación Histórica.
-
Libros escritos:
-
“Jinámar y su entorno”. Cuadernillo publicado por el Ayuntamiento de Telde. 1995.
-
“Estudio Microhistórico de San Lorenzo de Tamaraceite”. UNED. Madrid 2002.
-
“Historia del Municipio de San Lorenzo de Tamaraceite: Recuperando la memoria histórica”. Gobierno de
Canarias 2006.
-
“Notas sobre el municipio San Lorenzo de Tamaraceite: un ejemplo de injusticia histórica”. Ediciones del
Gobierno de Canarias 2007.
“Pino Ojeda: Pintora, Poeta.” Biografía. Anroart ediciones. Madrid 2008.
“Los Alcaldes del Municipio de San Lorenzo de Tamaraceite. Pueblos, pagos, barrios y otros aspectos”.
Gran Canaria 2009.
-
“Los sueños de la conciencia”. Grupo Ecológico La Vinca y la colaboración de los Ayuntamientos de
Arucas y Firgas. Poemario. Año 2014.
-
“Me recuerdo alzado y otros cien poemas”. Poemario. Editorial Éride. Madrid 2014.
“Prosapoeticando” Poemario. Éride ediciones. Madrid 2017.
-
“Pino Ojeda. Pintora y poeta.” Biografía. Editorial Mercurio. Reedición revisada y con nuevo prólogo.
Madrid 2018.
“Toby.” Novela. Ediciones Aguere. Tenerife 2018.
“Sensibilidades compartidas”. Poemario. Beginbook Ediciones, AOC. Madrid (2019).
“Compropoetiéndome”. Poemario. Ediciones Aguere. Tenerife 2019.
“Manuel Pícar y Morales. Un polifacético modernista canario”. Biografía. Ediciones Mercurio. Madrid
(2019).
“Yolanda Graziani. Una pintora visionaria.” Mercurio Editorial. Madrid 2020.
“Las estrellas precoces”, Poemario. Éride Ediciones. Madrid 2020.
“Reflexiones con el Arco Iris”. Poemario. Editorial Aguere. Tenerife. Año 2021.
“LA HISTORIA. San Lorenzo de Tamaraceite.” Año 2021. Ediciones Aguere. Se presentará dentro de
unas semanas.
-
Antologías.
-
Antología. “Palabra y Verso.” editorial Beginbook, Madrid 2017.
139
-
Antología. “Félix Francisco Casanova. In memoria” Compilación de Juan Calero Rodríguez. Editorial
Cuadernos La Gueldera, año 2017.
Hombres 88. Antología poetas canarios. Publicado por AOC. Las Palmas de Gran Canaria 2018.
Antología “Tránsito 1.” Ciudad de Arucas. Gran Canaria 2018.
Antología Internacional “PAZ”. Edita Biblioteca de Grandes Naciones. Oiartzun. País Vasco 2019.
Antología “Veracruz Ciudad de Poetas”. Colección Surco de Poetas. Ciudad de Veracruz. México 2019.
Antología. 500 Aniversario de la Ciudad de La Habana: “La Habana convida”. Editorial Primigenios.
Estados Unidos. Florida 2019.
Antología “Tránsito 2.” Ciudad de Arucas. Gran Canaria 2019.
Antología poética “Festival Luis Natera.” Ciudad de Telde. Gran Canaria 2020.
Antología. Homenaje Mundial Virtual a Miguel Hernández. Septiembre-Octubre de 2020. Con la
colaboración Fundación Cultural Miguel Hernández.
Antología “110 años con Miguel Hernández” (Valle de Vinalopó Algueña - Alicante) Participan poetas de
diferentes provincias de España; de Chile, México y Perú. Año 2020.
Entre otras muchas.
Colaborador en revistas y prensa.
-
Revista digital de Experiencias y Arte “Que responda el viento” Directora Mirta Eberhardt. Argentina.
Colaborador en la “Guía Histórico-Cultural de Telde” en varias ocasiones, con trabajos de investigación
de corte histórico y/o artístico. Revista que se difunde a nivel insular e internacional.
Se le han publicado en 2017 algunos de sus poemas en la revista marroquí escrita en árabe, inglés y español
ila-magazine.
Colaborador en la revista digital, a nivel mundial, TOP MAGAZINE, desde el mes de junio de 2019.
Colaborador en la revista digital de Actualidad, Arte e Historia, Escritores y Pensadores “LA
RECONSTRUCCIÓN”. Desde 2020.
Colaborador habitual en la revista digital SUBURBALIA. Gran Canaria.
Colaborador habitual, con su propio espacio, en la revista TAMASMA. Asociación de Escritores Canarios.
Colaborador habitual de la revista internacional “Otro Mundo es Posible”.
Periódicos y revistas, entre otros muchos.
Documentales y películas.
-
Participación en el documental “Déjame ser”, del director Tarek Ode, estrenado en el mes de mayo de
2015. Se nos ofrece la visión de cinco creadoras canarias que han tenido repercusión internacional. Juan
Francisco Santana Domínguez interviene con la figura de la pintora y poeta Pino Ojeda.
-
Protagonista en la película-documental, además de recitar el poema que da título al poemario “Me recuerdo
alzado y otros 100 poemas”, en “Alzados: Historia del Nacionalismo e Independentismo en Canarias”,
dirigida por Ado Santana. Estrenada en Las Palmas de G. C. el 27 de mayo de 2016.
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‘‘Tomás Morales. El poeta enamorado del mar’. Película corta realizada por el artista plástico, escritor y
poeta, de talla internacional, Francisco Lezcano Lezcano, miembro de la Academia Norteamericana de
Literatura Moderna Internacional, en donde Juan Francisco es protagonista, haciendo una semblanza del
poeta modernista canario Tomás Morales y recitando algunos de sus poemas.
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ACERCA DEL EDITOR
TRAYECTORIA LITERARIA
Krzyszto Dyosz Daddho (Santiago de Chuco - Perú, 1971).
Escritor de formación autodidacta; de raíces telúricas y magnéticas, cuya voz poética nacida en la
cordillera de los Andes de América, se expande hacia las diversas latitudes del mundo a través de las ondas
aurorales de la sensibilidad y el pensamiento. Cultiva el verso regular y el verso libre, así como la narrativa, el
periodismo cultural y el teatro. Participa de forma constante en recitales literarios y en reuniones de escritores,
tanto en Perú como en el extranjero, de manera virtual y presencial. Ejerce el oficio de la palabra y la escritura
creativa desde muy niño.
Viajero infatigable, ha recorrido varios países de Latinoamérica y residido en muchas ciudades del
Perú; desde algunos años alterna su estadía en las ciudades de Trujillo y Tumbes, lugares desde donde realiza
sus viajes por el interior de su país para promover el Arte, la cultura nacional y regional y difundir sus
creaciones. Ha estudiado docencia en la especialidad de Comunicación, Lengua y Literatura.
Todavía su obra permanece ampliamente inédita, sólo ha publicado poemas sueltos y cuentos breves
en diversos medios virtuales y en plaquettes, ganando así algunos lauros. Entre su obra publicada figuran: Adiós
al Silencio, Intensidad de la Ausencia, Canción para Amaranta, Poesía para niños 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7; El más
bello lunar I y II; Los más bellos poemas de Amor I, II, III y IV; Versos, Poesías y Canciones; Poemas de
adolescencia y juventud; entre otros.
Actualmente se desempeña como gestor y difusor cultural independiente, dedicándole tiempo
exclusivo a las Ciencias Sociales, la Literatura y el Arte. Es Presidente Ejecutivo- Fundador del Parlamento
Mundial de Escritores (W.P.W.) y de la Academia Mundial de Escritores (A.M.E.). Dirige el Periódico Cultural
EL PALADÍN, el Periódico Mundial de Poesía LOS GALLOS VIGILANTES y la Revista Literaria
ESCRITORES.
Creaciones suyas han sido publicadas en Letralia, Texto/Trazo, Nocturnario, El Guardatextos, Revista
Cronopio… En antologías grupales, en diferentes medios de las redes sociales y principalmente en su cuenta de
facebook. En breve aparecerán sus libros: La contemplación de la Vida, Mis Poemas Peores, Antología Suelta,
Sueño insomne, Fulgor de tiempo, Autofilia y otros.
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