Subido por Bryan Enrique Tite

Puntos de encuentro entre Economía y sociedad y Visions of Politics: un cotejo de las propuestas metodológicas de Max Weber y Quentin Skinner

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Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO Ecuador
Departamento de Antropología, Historia y Humanidades
Teoría social
Ensayo final
Puntos de encuentro entre Economía y sociedad y Visions of Politics: un cotejo de las
propuestas metodológicas de Max Weber y Quentin Skinner
Bryan Tite
Docente: Mireya Salgado
Quito, junio de 2018
Introducción
El giro lingüístico de la década de los sesenta tuvo un considerable impacto en las
historiografías europeas. En el caso inglés, dicho impacto se manifiesta en el surgimiento de
la “Escuela de Cambridge”, un movimiento historiográfico que “abrió un campo de reflexión
a una historia intelectual hondamente contextualizada, atenta a la singularidad de las
situaciones históricas y a la vez preocupada por renovar el cuestionamiento (…)” (Dosse
2004, 30-31). Uno de los principales exponentes de esta escuela es Quentin Skinner, quien ha
adquirido reconocimiento internacional por su propuesta metodológica, la cual comenzó a ser
desarrollada en los años sesenta.
A inicios de la década pasada Skinner publicó Regarding Method, el primer volumen de una
serie de tres libros publicados bajo el nombre de Visions of Politics (2002). La mayoría de los
capítulos de esta obra son versiones revisadas y reelaboradas de artículos publicados
anteriormente por Skinner. Como partes de un todo, estos textos constituyen un esfuerzo por
sistematizar la propuesta metodológica de Skinner, la cual puede ser resumida en la siguiente
enunciación: si queremos estudiar el pensamiento político-intelectual de una manera
genuinamente histórica, “tenemos que situar los textos que estudiamos dentro de contextos
intelectuales y marcos discursivos tales que nos permitan reconocer lo que sus autores estaban
haciendo al escribirlos” (Skinner 2002b, I. Regarding Method:vii).
En su condición de síntesis metodológica, el primer volumen de Visions of Politics permite
identificar más claramente a los autores con los cuales Skinner dialoga, discute, y coincide.
Uno de los nombres mencionados por Skinner destaca por su relevancia en la teoría social:
Max Weber. Aunque generalmente vinculada a la sociología, la contribución intelectual de
Weber no se limita a dicha disciplina sino que permea la totalidad de las ciencias sociales. En
palabras de Giner, “ni la historia ni la ciencia política, ni el pensamiento económico
posteriores han escapado a su influjo” (Giner 2001, 262).
La vinculación entre la metodología de Skinner y el pensamiento de Weber constituye una
realidad del primer volumen de Visions of Politics. Hay, por tanto, la posibilidad de cotejar las
propuestas de ambos autores. No obstante, debido a la amplitud temática de los corpus de
Skinner y Weber, resulta más conveniente limitar dicho cotejo a ciertos textos. El presente
trabajo, por tanto, partirá de la revisión de dos artículos1 que Skinner incluye en Regarding
Sin embargo, en los casos requeridos, se retomarán también fragmentos y argumentaciones desarrolladas por
Skinner en otros artículos.
1
Method —«Meaning and Understandig in the History of Ideas» (en su versión original de
1969) y « Social meaning and the explanation of social action» (en su versión modificada de
2002)— para establecer puntos de encuentro con la obra Economía y sociedad de Weber. Una
vez identificados dichos puntos, se cotejarán las propuestas metodológicas de ambos autores.
Con el tema del presente trabajo ya planteado, resulta posible esbozar las siguientes
preguntas: tomando en consideración las distintas entradas de Economía y sociedad y del
primer volumen de Visions of Politics, ¿cuáles son los puntos de encuentro entre estas obras?
y ¿cuáles son los paralelismos y disimilitudes entre las propuestas metodológicas de Weber y
Skinner? En dicho proceso, se podrá ver que la obra de Weber y la de Skinner se encuentran
en cuestiones tales como el individualismo metodológico, la relevancia de los sujetos
individuales en la explicación social, la acción social, las concepciones sobre el sentido de las
acciones.
«Meaning and Undestanding in the History of Ideas» y «‘Social Meaning’ and the
Explanation of Social Action»: de la crítica historiográfica a la filosofía sobre la acción y
la causalidad
En 1969 la revista History and Theory publicó un artículo titulado «Meaning and
Undestanding in the History of Ideas». Este artículo fue escrito por Quentin Skinner —en
aquel entonces, un joven historiador— como una muestra de rechazo un escenario intelectual
infructuoso para escribir historia del pensamiento político y filosófico (Goldie 2017, 144;
Skinner 2002a). Más específicamente, la crítica de Skinner va dirigida a los dos enfoques que
dominaban en el estudio de obras literarias o filosóficas: la lectura textual (el texto en sí
mismo como la clave para su comprensión) y la lectura contextual (el contexto social,
político, y económicos como marco definitivo para interpretar una obra).
Skinner señala que el enfoque textual presupone que las obras clásicas de la filosofía y la
literatura contienen ideas universales y atemporales. No obstante, al dar por cierta la
existencia de aquellas ideas perennes, se asume por anticipado lo que debe contener el objeto
de estudio. Tal implicación trae consigo el peligro de imponer nuestras preconcepciones sobre
el texto. Cuatro mitologías se derivan este peligro: a) la mitología de las doctrinas (la
expectativa de encontrar una doctrina en las obras de un autor dado), b) la mitología de la
coherencia (el afán de suministrar una coherencia supuestamente ausente en los textos
revisados), c) la mitología de la prolepsis (la equiparación del sentido original de una obra con
la significación posterior adquirida por esta) y la mitología del parroquialismo (el empleo de
criterios propios de clasificación para ver algo familiar en el estudio de algo no familiar).
Además de las mitologías expuestas, Skinner identifica hay otros problemas con el enfoque
textual: por un lado, su falta de perspectiva para tratar fenómenos tales como las
transformaciones semánticas y las estrategias oblicuas empleadas por los autores; por otro, su
incapacidad de distinguir entre los significados y los usos de las palabras. Debido a que este
último problema se manifiesta principalmente en la historia de las ideas, Skinner llega a
afirmar que el proyecto de toman a las ideas como objetos de estudio, además de no permitir
captar el estatus de un texto en un momento histórico determinado, no ofrece luces sobre los
usos de las palabras ni sobre el sentido de dichos usos para los autores.
Skinner reconoce que, en contraste con el enfoque textual, el enfoque contextual ayuda no
solo a resolver problemas exegéticos sino también a evitar las mitologías señaladas
previamente. El atractivo de dicho enfoque radica en su capacidad de presentar la relación
entre el texto y el contexto como una relación de causalidad: aquel surge por causa de este.
Visto de esta manera, el texto aparece como un mero efecto residual de la realidad
socioeconómica y, en consecuencia, la validez de estudiar históricamente el pensamiento
pasado queda en entredicho.2 Skinner, sin embargo, rechaza tal corolario, ya que este parte de
una concepción errónea sobre la naturaleza de las relaciones entre la acción —en este caso, la
escritura de una obra política o filosófica— y su circunstancia (su contexto).
La crítica del historiador inglés se vincula con su concepción del comprender y del rol de la
causalidad en la acción humana. Skinner (1969, 46) parte de que “la captación de la fuerza3
como del significado4 es esencial para la comprensión de textos”. Ahora bien, no hay duda de
que a cada enunciado corresponde un contexto explicativo; sin embargo, no se puede decir
que las condiciones causales del texto —su contexto— nos informen de la fuerza o sentido
(point) de este. Y aun si se argumentase que el sentido de un texto —los motivos, las
intenciones de quien lo realiza— funciona como causa de este, quedaría en pie la falla
Tal es la postura, por ejemplo, del historiador inglés Lewis Bernstein Namier (1888-1960). Namier sostiene que
el pensamiento político y sus principios normativos, al no ser más que meras ideologías que ocultan y
distorsionan la acción política real, deben ser descartados como objetos de estudio histórico. El capítulo 8 del
primer volumen de Visions of Politics constituye una crítica a esta argumentación.
3
Para el caso, tómese a la palabra fuerza como el sentido atribuido por el autor del texto. En esta sección y en
posteriores se harán las aclaraciones pertinentes.
4
Para el caso, tómese a la palabra significado en su acepción corriente, es decir, la suma del sentido y la
referencia.
2
fundamental del enfoque contextual: su incapacidad de proporcionar una comprensión del
texto.
Dicha falla radica en dos confusiones. La primera es la incapacidad de distinguir entre la
intención de hacer algo (un factor causal que puede incidir o no en una acción)5 y la intención
al hacer algo (un factor conectado lógicamente a la acción).6 El problema aquí es que el
contexto sociopolítico de una obra puede indicarnos que un autor tenía la intención de escribir
algo —que es una causa— pero no nos dice nada sobre las intenciones de un autor al escribir
algo —que no es una causa—. La segunda confusión aparece al igualar el significado del
texto con lo que su autor quiso decir. Asimismo, el problema en este caso es que la pregunta
por lo que un autor está haciendo al escribir —el acto ilocucionario que lleva a cabo— es
distinta a la pregunta sobre el texto y su significado —el acto locucionario llevado a cabo por
el autor—.
A partir de una lectura superficial de «Meaning and Understanding in the History of Ideas»,
podría afirmarse que Skinner rompe por igual con el enfoque textual y el enfoque contextual.
Tal valoración, sin embargo, sería equívoca. De su crítica al enfoque textual, Skinner
concluye que hay que descartar por completo el estudio histórico centrado en el texto por sí
mismo. En contraste, la crítica al enfoque contextual no pretende abolirlo sino señalar su
principal limitación. La aclaración anterior tiene una razón subyacente: al parecer, la crítica de
Skinner al enfoque conceptual cayó en la confusión. 7 Tal habría sido el motivo por el que el
historiador inglés se vio en la necesidad de reelaborar su argumentación en un artículo de
1972 titulado «’Social Meaning’ and the Explanation of Social Action».
Este texto aparece como una propuesta para la comprensión de la acción humana en general.8
Para avanzar en esta propuesta, Skinner se sitúa en el debate sobre las explicaciones causales
Considérese, por ejemplo, el siguiente caso: en la quinta de sus Cartas al Ecuador (1942), Benjamín Carrión
(1942, 40) afirma que, desde hace mucho tiene la intención de escribir una biografía de García Moreno. La
intención aquí mencionada está relacionada con una acción —Carrión, en efecto escribió una biografía sobre
García Moreno: El santo del patíbulo (1959)— pero tal relación es tan solo contingente. Carrión no necesitaba
enunciar sus intenciones para poder escribir el libro de 1959.
6
Considérese un caso extraído de la segunda de las Cartas al Ecuador: allí se dice que el “tropicalismo es
ecuatorianidad” (Carrión 1942, 14). La intención de Carrión al enunciar esta frase era reivindicar una cualidad
atribuida al Ecuador —el tropicalismo—, la cual era valorada negativamente por autores como Pío Jaramillo
Alvarado. En este caso, la intención —reivindicar el tropicalismo— está vinculada necesariamente a la acción —
afirmar que el tropicalismo es ecuatorianidad— y no puede ser tratada como una simple causa que antecede a la
acción.
7
Parece que, por esta razón, la versión de «Meaning and understanding…» incluida en el primer volumen de
Visions of Politics suprime la crítica al enfoque contextual.
8
En este punto, conviene hacer una aclaración: debido a la imposibilidad de acceder al artículo original de 1972,
la versión de «’Social meaning’ and the explanation of social action» retomada en este ensayo es la que aparece
publicada en el primer volumen de Visión of Politics. Por tanto, resulta difícil señalar hasta qué punto coincide y
5
y la acción social. Dicho debate parte de que los sujetos que llevan a cabo acciones (y
acciones sociales) enlazan a estas un sentido subjetivo. Tal constatación ha sido el punto de
partida de dos posturas adversas sobre la dilucidación de dichos actos: la naturalista y la anti
naturalista. La postura anti naturalista —vinculada, en general, al escepticismo en torno a la
posibilidad de una ciencia social— sostiene a) que identificar el sentido de una acción
equivale a identificar los motivos de quien la llevó a cabo y b) que el procedimiento de
identificar dichos motivos es incompatible con una explicación causal de la acción a
dilucidarse. En claro contraste, la postura naturalista —vinculada a la defensa de una ciencia
causal del comportamiento humano— plantea c) que la identificación del sentido de una
acción solamente proporciona una redescripción de esta y d) que dicho procedimiento de
identificación es, en sí mismo, una forma de explicación causal.
Skinner toma los postulados de ambas posturas (tesis: a, b, c, d) como punto de partida para
esbozar ciertas consideraciones filosóficas sobre la acción social. A través de la teoría de los
actos del habla de Austin, Skinner sostiene que la pregunta en torno al sentido mentado en un
acción se asemeja a la pregunta austiniana en torno a lo que un determinado sujeto pudo haber
estado haciendo al realizar una determinada acción. Si se acepta este paralelismo, es posible
afirmar que comprender las intenciones de un sujeto al actuar de determinada manera equivale
a identificar la fuerza ilocucionaria de la acción llevada a cabo por dicho sujeto. A su vez, al
señalar la fuerza ilocucionaria de una acción no solamente redescribimos dicha acción sino
que ofrecemos una explicación de algunas características de su realización. (Crítica a la tesis
c). Esta explicación, sin embargo, no es de carácter causal, ya que remite a características de
la acción misma, no a un factor externo a esta. (Crítica a la tesis d).
Skinner enfatiza que, cuando hablamos sobre el sentido mentado y las intenciones de este,
estamos hablando de algo totalmente distinto a los motivos de un sujeto. Por tanto,
comprender una acción a través de las intenciones de quien la realiza no tiene nada que ver
con exponer los motivos y las razones que un sujeto pudo haber tenido para llevar a cabo.
(Crítica a la tesis a). Como se dijo previamente, comprender una acción a través de las
intenciones de quien la realiza es proveer una explicación no causal de dicho acto. Esto, sin
diverge la argumentación de Skinner en ambas versiones del texto. Al respecto, lo único que Skinner señala es
que la parte final del texto de 1972 —en la que aparecen tratadas cuestiones tales como el rol de nuestras
creencias en nuestras acciones— fue omitida en la versión de Visions of Politics para ser reelaborada en los
capítulos 2 y 3 de esta misma obra.
embargo, no quiere decir que dicha acción no pueda ser explicada a través de criterios no
causales, tales como exponer los motivos del sujeto. (Crítica a la tesis b).
Puntos de encuentro en Visions of Politics y Economía y sociedad: cercanías y
disimilitudes entre las propuestas de Skinner y de Weber
Antes de identificar puntos temáticos en los que coinciden los dos artículos de Skinner y el
primer capítulo de Economía y sociedad, vale la pena insistir en que este ejercicio no está
inspirado en el afán de hallar la “influencia” de Weber en Skinner. Esta anotación resulta
particularmente válida para la versión original de «Meaning and Understanding in the History
of Ideas». Escrito entre 1966 y 1967, este artículo fue publicado en 1969 (Skinner 2002a),
apenas un año después de que apareciera la primera traducción en lengua inglesa de
Economía y sociedad (1968). Por tanto, sería incomprobable y problemático afirmar que el
artículo de Skinner se inspiró en la obra de Weber. Por su parte, «‘Social Meaning’ and the
Explanation of Social Action» de 1972 podría ser considerado como el primer esfuerzo de
Skinner por analizar “el modo en que las teorías de la acción y la explicación eran concebidas
dentro de la tradición weberiana de la sociología teórica” (Goldie 2017, 144).
Un primer punto de encuentro entre las propuestas de Weber y Skinner se da en el ámbito
metodológico, ya que en las metodologías de ambos hay un énfasis en los sujetos, las
acciones que llevan a cabo, y el sentido mentado por los sujetos al llevar a cabo dichas
acciones. En Economía y sociedad, Weber plantea los fenómenos sociales no son más que
“resultados agregados de conductas predominantes (…) y no órdenes objetivos
independientes de tales conductas” (Giner 2001, 287). Debido a que los fenómenos sociales
se derivan de acciones individuales, el estudio de estos fenómenos debe tomar en
consideración las intenciones de los sujetos individuales que llevaron a cabo dichas acciones.
Al concebir a las situaciones sociales como una agregación de conductas individuales, Weber
se sitúa como uno de los representantes del individualismo metodológico. En efecto, el
noveno fundamento metodológico de Economía y sociedad es el siguiente: que la acción
“como orientación significativamente comprensible de la propia conducta, solo existe para
nosotros como conducta de una o varias personas individuales” (Weber 2002, 12). Si bien
ciertas formaciones sociales (tales como estados, cooperativas) son tratadas en ciertos ámbitos
como personas, para la sociología comprensiva dichas formaciones “no son otra cosa que
desarrollos y entrelazamientos de acciones específicas de personas individuales” (Weber
2002, 12).
En «Meaning and Understandig…» aparece un enfoque similar sobre la relevancia de tomar
en consideración a los sujetos individuales para estudiar los fenómenos sociales. Este artículo
contiene varios llamados a tomar seriamente a los sujetos —los escritores— y las acciones
que estos llevan a cabo —la escritura—. Por ejemplo, una de las objeciones que Skinner
formula a la mitología de las doctrinas es que esta tiende a tratar a las ideas como organismos
con vida propia. “El hecho de que estas ideas presuponen agentes es rápidamente dejado de
lado, a medida que las ideas se levantan y comienzan a batallar por su propia cuenta” (Skinner
1969, 11). Asimismo, Skinner critica el estudio de las ideas por sí solas porque esta práctica
no ofrece conocimiento alguno sobre el uso del lenguaje “por un agente particular, en una
ocasión particular, con una intención particular (su intención) para elaborar una enunciación
particular” (Skinner 1969, 37).
Hay que hacer una aclaración: el objetivo del individualismo metodológico de Weber no es
privilegiar al individuo en sí mismo sino poner en el centro de la sociología a la acción social
(Heath 2015). En efecto, una de las primeras tareas que Weber lleva a cabo en Economía y
sociedad es ofrecer definiciones de la acción y a la acción social. Según el pensador alemán,
la acción es “una conducta humana (…) siempre que el sujeto o los sujetos de la acción
enlacen a ella un sentido subjetivo” (Weber 2002, 5). De esta definición se deriva que la
acción social es aquella acción “en donde el sentido mentado por su sujeto o sujetos está
referido a la conducta de otros, orientándose por esta en su desarrollo” (Weber 2002, 5).
Así como Weber toma a la acción social como la unidad elemental de análisis sociológico,
Skinner se centra en la acción lingüística —lo que los sujetos hacen con el lenguaje— para
sus estudios históricos sobre el pensamiento político. Aun en aquellos casos en los que ha
emprendido empresas de mayor envergadura —el estudio de periodos históricos y corrientes
intelectuales—, Skinner termina por volver a la acción social. Esto aparece reflejado, por
ejemplo, en su análisis del cambio conceptual. En el décimo capítulo del primer volumen de
Visions of Politics, Skinner (2002b, I. Regarding Method:176) señala que la comprensión del
cambio conceptual debe ser tratada siempre “en parte, como una cuestión de entender qué es
lo que se puede hacer con ellos en la argumentación”.
Weber destaca que a la sociología comprensiva le es dado cumplir algo que no está disponible
a las ciencias naturales: “la comprensión de la conducta de los individuos partícipes” (Ringer
2002, 13). Esta postura del autor de Economía y sociedad se forjó en la “lucha por el método”
(Methodenstreit). Weber parte de la argumentación de Wilhelm Windelband, uno de los
miembros del bando historicista, quien señalaba que el conocimiento histórico-cultural no
pretende establecer leyes universales sino comprender la forma particular en la que los sujetos
atribuyen valores a ciertas acciones o fenómenos o tomar una postura frente a las
circunstancias en las que se encuentran. Para Weber, por tanto, una acción social —es decir,
el objeto de estudio de toda indagación social— es solamente puede ser interpretada al
decodificar el significado subjetivo que le atribuye el sujeto que la lleva a cabo.
La comprensión —dice Weber—, además de ser pensada como la observación actual del
sentido objetivamente válido en una acción, también puede ser pensada como comprensión
explicativa. Esta última consiste en comprender, en términos de los motivos, el sentido que
las personas individuales ponen en sus acciones. Esta comprensión racional por motivos se
ocupa de aquella clase de acción “a cuya conexión total pertenece aquella proposición por el
sentido vinculado a ella; es decir, esa proposición logra una ‘conexión de sentido’
comprensible para nosotros” (Weber 2002, 9). O, dicho de otra manera, la comprensión
explicativa puede ser caracterizada como la “captación de la conexión de sentido en que se
incluye una acción, ya comprendida de modo actual, a tenor de su sentido ‘subjetivamente
mentado’” (Weber 2002, 9).
Este fragmento de la argumentación de Weber puede ser vinculado de varias maneras a la
reelaboración que Skinner hace de filosofía del lenguaje de Austin. En primer lugar, los actos
ilocucionarios —o actos del habla, como los denomina John Searle— pueden ser redescritos
como acciones sociales, ya que aquellos actos constituyen una conducta humana con un
sentido mentado —una fuerza ilocucionaria, en palabras de Austin— que se dirige a los
demás —que es convencionalmente reconocible por los demás, en palabras de Austin—.
Asimismo, hay que destacar la distinción que Weber hace entre “sentido objetivamente
válido” y “sentido mentado”, la cual se corresponde con la distinción que Skinner realiza
entre el significado de una acción —su contenido proposicional— y el sentido de esta —su
fuerza ilocucionaria—.9
En este punto, sin embargo, aparece una divergencia entre los Economía y sociedad y
Regarding Method. Weber consideraba que el conocimiento del sentido subjetivamente
mentado no se obtiene a través de la empatía o de una forma de comprensión no racional sino
Considérese el siguiente ejemplo que ofrece Skinner. Un policía ve a un patinador sobre un lago congelado y le
dice: “el hielo está muy delgado”. En este caso, el significado de la frase (el sentido objetivamente válido, en
palabras de Weber) es comprensible de un modo actual: entendemos lo que las palabras “hielo” y “delgado
significan”. No obstante, comprender la fuerza ilocucionaria de la frase (su sentido subjetivamente mentado) es
comprender que el policía trataba de advertir al patinador.
9
que puede ganar validez objetiva cuando estos significados subjetivos son explicados
causalmente, es decir, como medios para un fin. “Una contextualización teleológica de una
acción en el nexo de medios y fines es de hecho la condición previa para una explicación
causal que pueda ser determinada objetivamente” (Kim 2017). Weber, al igual que Skinner,
no deja de lado la posibilidad de proporcionar explicaciones de orden casual en nuestros
análisis de las acciones sociales. Tal certidumbre de Weber, sin embargo, se basa en un
criterio rebatido por Skinner en su crítica a la tesis a del bando naturalista: que se puede
emplear los conceptos de motivos, razones, intenciones intercambiablemente
Conclusiones
El presente trabajo no debe ser tratado como un esfuerzo por establecer una relación causal
entre Regarding Method y Economía y Sociedad, expresada a través de la noción de
influencias. El empleo acrítico de la noción de influencia para dar cuenta de las vinculaciones
entre ambas obras puede derivar fácilmente en una mitología histórica: el parroquialismo. En
palabras del propio Skinner (2002b, I. Regarding Method:74), el peligro de dicha mitología
radica en que “el observador puede ‘ver’ algo aparentemente familiar en el curso de estudiar
un argumento desconocido, y en consecuencia puede proporcionar una descripción
engañosamente reconocible de ello”.
Puede notarse que la tarea de identificar puntos de encuentro entre las obras de Skinner y de
Weber permite el desarrollo de un diálogo fructífero entre ambos autores. Cuestiones tales
como el individualismo metodológico, la acción social, y los sentidos mentados por los
sujetos son tan solo algunos de las entradas comunes a ambos autores. Quedan por explorarse
otros puntos de encuentros tales como el rol que Weber y Skinner asignan a los valores y
creencias de los sujetos, la crítica al culto de los hechos, etc.
Una breve anotación final: el presente trabajo estuvo, en su limitado alcance, estuvo guiado
por el afán de abrir puertas de diálogo para el desarrollo de teoría desde la historia. En efecto,
queda pendiente emprender una tarea mucho más amplia: pensar históricamente el rol de la
acción y de los sentidos que los sujetos atribuyen a sus acciones. Tal cometido, que depende
del diálogo con teóricos como Weber, puede adquiere concreción en el trabajo histórico como
tal.
Lista de referencias
Carrión, Benjamín. 1942. Cartas al Ecuador. Quito: Gutenberg.
Dosse, François. 2004. «La Historia Intelectual Después Del Linguistic Turn». Historia y
Grafía, n.o 23: 17-54.
Giner, Salvador. 2001. Teoría sociológica clásica. Barcelona: Ariel.
Goldie, Mark. 2017. «El contexto de Los fundamentos». Prismas 21 (2): 142-45.
Heath, Joseph. 2015. «Methodological Individualism». En The Stanford Encyclopedia of
Philosophy, editado por Edward N. Zalta, Spring 2015. Metaphysics Research Lab,
Stanford University.
https://plato.stanford.edu/archives/spr2015/entries/methodological-individualism/.
Kim, Sung Ho. 2017. «Max Weber». En The Stanford Encyclopedia of Philosophy, editado
por Edward N. Zalta, Winter 2017. Metaphysics Research Lab, Stanford University.
https://plato.stanford.edu/archives/win2017/entries/weber/.
Ringer, Fritz. 2002. «Max Weber on Causal Analysis, Interpretation, and Comparison».
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Theory 8 (1): 3-53. https://doi.org/10.2307/2504188.
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———. 2002b. Visions of Politics. 1st edition. Vol. I. Regarding Method. Cambridge:
Cambridge University Press.
Weber, Max. 2002. Economía y sociedad. México, D. F.: Fondo de Cultura Economica.
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