Unidad 7 - La Gran Guerra Europa y sus colonias entran en el siglo XX en un clima de tensión permanente. Los conflictos por aumentar los imperios coloniales han generado roces entre las principales potencias industriales. Al mismo tiempo se produce una nueva revolución tecnológica que trae posibilidades antes inimaginables. Toda esta situación desencadenará el mayor conflicto armado conocido hasta la época: la Primera Guerra Mundial. El conflicto a su vez llegará a las bases populares, produciendo otra de las grandes revoluciones de la historia contemporánea, la Revolución Rusa de 1917, formando el primer estado socialista. 7.1 La Segunda Revolución Industrial Aunque en muchas ocasiones nos centramos en los cambios políticos en la historia, los cambios con mayor impacto para la población son los tecnológicos, sociales y económicos. Así como ocurrió en el siglo XVIII con la Primera Revolución Industrial, en el siglo XIX se producirá otro importante cambio en estos ámbitos. A este evento se le conoce como la Segunda Revolución Industrial. El cambio comienza en la segunda mitad del siglo XIX, aproximadamente en 1870. La aparición de dos nuevas fuentes de energía va a marcar ese cambio: la electricidad y el petróleo. La electricidad se trataba de una fuente de energía revolucionaria por sus ventajas. Para conseguirla es necesario quemar hidrocarburos (como petróleo, gas natural o carbón) u hoy en día aprovechar energías renovables. Por un lado, tiene muchas funciones posibles: genera luz, calor y permite generar movimiento como hacía el vapor. Por otro lado, es una energía barata y que se transporta muy rápidamente. A pesar de esto también tiene algunos aspectos negativos ya que no se puede almacenar (guardar) y requiere instalar torres y cables por todo el territorio. El petróleo es, igual que el carbón, un hidrocarburo. Se trata de materia orgánica (de seres vivos prehistóricos) que se ha transformado en el fondo de la tierra. Para obtenerlo hay que descubrir donde está, construir pozos y extraerlo a la superficie. El petróleo está más concentrado en algunos lugares del mundo, mientras que en otros prácticamente no existe. Las ventajas son que es más fácil de transportar que el carbón, genera más calor y se puede utilizar en motores de combustión. Los motores de combustión se siguen utilizando hoy para mover coches, aviones, barcos etc. Las principales desventajas son que al tratarse de restos de seres vivos, es finito (se acaba) y que libera dióxido de carbono al quemarse, contaminando el planeta y provocando el cambio climático. Estos cambios harán que aparezcan nuevas industrias: - - Industria siderúrgica: se empieza a usar el acero en vez del hierro, un material parecido al hierro pero más duro, maleable y elástico. Se empezará a utilizar en muchos ámbitos como la construcción o la fabricación de objetos. Industria química: se transforman distintos elementos químicos para formar productos como la gasolina (del petróleo), productos farmacéuticos, goma, colorantes o explosivos. Industria eléctrica: se construyeron torres eléctricas, cables y centrales de producción de electricidad. La electricidad se hacía cada vez más popular, así que esta industria creció muy rápido. Esta revolución industrial se dará en todos los países que pasaron por la primera, pero se desarrollará especialmente en Estados Unidos y Alemania, que crecerán mucho económicamente. Esta será una de las razones de que ambos países se conviertan en protagonistas del siglo XX y que hoy en día sean dos de los países más ricos del mundo. Los principales inventos que aparecen durante esta revolución industrial serán la bombilla, el motor de combustión (que por ejemplo utilizan los coches de gasolina hoy en día) el frigorífico, la radio o el teléfono. Al igual que ocurrió con la primera revolución industrial aparecerán nuevos medios de transporte, como el automóvil, la motocicleta o el avión. Los que ya existían se modernizarán y tanto los barcos como los ferrocarriles empezarán a funcionar con motores de combustión. Todos estos cambios traerán a su vez modificaciones en cómo funciona el mundo de las empresas. La sociedad cada vez compra más productos industriales, por lo que las fábricas tienen que ser cada vez más grandes. Esto hace que las empresas familiares no tengan suficiente dinero para invertir en crecer y empiezan a buscar socios que compartan la propiedad de la empresa a cambio de tener un trozo de ella. A estas empresas grandes divididas en pedazos de propiedad de distintos inversores se les llamará Sociedades Anónimas y a los pedazos de empresa que se pueden comprar y vender se llamará acciones. En estas inversiones también tomarán mucho protagonismo los bancos, que prestarán dinero a los inversores para que puedan comprar acciones. De esta manera, tanto empresas como bancos crecerán mucho en estos años. 7.2 Las causas de la guerra A pesar de la acumulación de tensiones a finales del siglo XXI, hasta 1914 se dio un periodo de paz en Europa. Se trata de un periodo conocido como la paz armada en la que los países europeos competían por el dominio del mundo y por obtener el mayor ejército pero sin enfrentarse de manera directa. La primera característica de la paz armada será la carrera armamentística. Se trata de un lento proceso en el que los países irán aumentando su gasto militar, mejorando su ejército y desarrollando nuevos armamentos aprovechando toda la tecnología de la Segunda Revolución Industrial. Cuando un país aumentaba su ejército, el resto le imitaban para estar protegidos en una posible guerra, y así sucesivamente. En segundo lugar, para estar protegidos en caso de que algún país les atacara, los distintos países forjaron alianzas. Se trataba de alianzas defensivas en las que, si un país era atacado, el resto acudiría en su defensa. Las principales alianzas fueron dos: - La Triple Alianza: formada por el Imperio Alemán, el Imperio Austro-Húngaro e Italia. La Triple Entente: compuesta por Reino Unido, el Imperio Ruso y Francia. Por último, a lo largo de este periodo se dieron una serie de tensiones por las colonias y la competencia imperialista. Por un lado los nuevos países europeos, Alemania e Italia, buscaban nuevas colonias por las que expandir su poder y conseguir beneficios económicos. Por el otro, los viejos imperios coloniales intentaban que éstos países no consiguieran colonias, ya que tenían miedo de su creciente poder. En esta situación de tensión llegamos a julio de 1914, cuando ocurre el detonante de la guerra. Mientras el Archiduque Francisco Fernando, heredero del imperio Austro-Húngaro, está de viaje diplomático en Bosnia, un hombre le dispara. Horas más tarde tanto él como su mujer fallecen en el hospital. Hoy sabemos que se trataba de un nacionalista bosnio que buscaba la independencia de la región, pero en el momento el gobierno austríaco sospecha de Serbia, país vecino y aliado de Rusia. Para encontrar respuestas le dan un ultimátum al gobierno serbio que incluye que un equipo de investigación pueda entrar en su país y revisar información confidencial. Así, dice el gobierno austro-húngaro, podrán saber si Serbia es en parte culpable. El gobierno serbio se niega, disparando la primera declaración de guerra y con ello el sistema de alianzas. En respuesta a la negativa el imperio declara la guerra a Serbia, que es aliada de Rusia, por lo que le declara la guerra al Imperio Austro-Húngaro. Alemania, aliada del imperio le declara la guerra a Rusia. Francia e Inglaterra eran aliadas de Rusia por lo que le declaran la guerra a Alemania y al imperio Austro-Húngaro. Italia se mantiene neutral. Empieza la guerra mundial. 7.3 La Primera Guerra Mundial (1914-1918) La Primera Guerra Mundial fue un acontecimiento que marcó totalmente a la gente que la vivió. Fue tanto así, que la bautizaron como la Gran Guerra. Podemos dividir la guerra en tres periodos principales: guerra de movimientos, guerra de posiciones y ofensiva final. El país que tomó la iniciativa fue Alemania, ya que se encontraba rodeada por enemigos: Francia al oeste y Rusia al este. Su objetivo era vencer en una guerra relámpago (rápida) a Francia y poder concentrarse en el frente oriental. Para hacerlo invadió Bélgica y se dirigió a París, pero los franceses resistieron e instalaron una enorme trinchera para defenderse de la invasión. A esta primera fase de la guerra en la que los países trataron de conquistarse rápidamente se le conoce como guerra de movimientos. Tras estos primeros intentos ambos frentes, el oriental y el occidental se defendieron con toda la última tecnología. Se hicieron zanjas o agujeros en el suelo llamadas trincheras en los que los soldados podían protegerse del fuego enemigo y disparar a los que se acercaran. Tras ellas se instalaron alambradas y otros elementos defensivos que impedían el avance enemigo. La misma situación ocurrió en el mar. Para atacar a un país por mar era necesario transportar en barco a los ejércitos, pero los países desarrollaron submarinos que destruían los barcos que lo intentaban. Con estas estrategias la capacidad defensiva de los ejércitos era mucho mayor que la ofensiva, por lo que ninguno conseguía avanzar. A esta fase de la guerra, la más duradera, se conoce como guerra de posiciones. Como la guerra no avanzaba se convirtió en un conflicto especialmente duro para los soldados que participaron en él. Pasaban meses en las trincheras en condiciones de vida muy pobres, con mala alimentación, aburridos y con la posibilidad de morir en ofensivas que no conseguían nada. En dos ocasiones se intentó romper las trincheras por la fuerza, mandando a cientos de miles de soldados contra ellas. En una de las más sangrientas morirán más de un millón de soldados entre los dos bandos. Pero el conflicto no solo se daba en el frente. En la retaguardia, en las ciudades, la población dedicó sus esfuerzos a mantener el país mientras los soldados iban al frente. La pobreza se extendió y en muchas ocasiones la comida se tuvo que racionar. Las protagonistas de mantener los países a flote durante la guerra fueron las mujeres, que trabajaron en posiciones antes imposibles para ellas. El hecho que hará que la guerra se termine será la diplomacia. Ambos bandos intentarán que otros países se les unan en la contienda. Al bando del Imperio Alemán y el Imperio Austro-Húngaro se unirán el Imperio Otomano y Bulgaria. Por otro lado, a la Triple Entente se unirán muchos países, sobretodo al final de la guerra. Los más importantes serán Italia en 1915 y Estados Unidos de América en 1917. Por otro lado, en 1917 Rusia saldrá de la guerra tras una importante revolución. Así en 1918, con una enorme diferencia de poder entre cada bando, se produce la ofensiva final en la que se consigue romper las trincheras del frente occidental, provocando la rendición del Imperio Alemán, el Imperio Austro-Húngaro, Bulgaria y el Imperio Otomano. 7.4 La consecuencias de la guerra La Primera Guerra Mundial sacudió totalmente Europa. Como veremos en este punto, el conflicto afectó totalmente a la economía, la política y la cultura de los países vencedores y derrotados. La guerra dirigió al continente a uno de los periodos más violentos de su historia. En primer lugar, la guerra fue un desastre a nivel demográfico. La población más afectada fue la población joven de los países participantes. Los muertos se contaron en millones y los heridos en decenas de millones. Muchos volvieron a casa mutilados, sin miembros o desfigurados, la mayoría traumatizados. Las pérdidas materiales se centraron sobre todo en los países donde se establecieron las trincheras, pero todos los participantes principales entraron en una fuerte crisis económica tras la guerra. Durante 4 años de conflicto todo el país se enfocó en ganar la guerra: la industria fabricaba para la guerra, muchos campos se abandonaron… Para compensar el enorme gasto económico se importó (trajo) comida de otros países y se pidieron préstamos, sobre todo a Estados Unidos. El fin de la guerra se cerró con la Paz de París de 1919. En la capital francesa se reunieron los países vencedores y derrotados para decidir las condiciones de la paz. En primer lugar se creó la Sociedad de Naciones, una organización de países que se dedicaría a evitar una nueva guerra de este tipo en el futuro. La Paz de París se dividió en distintos tratados para cada país derrotado. En la paz se decide la disolución del Imperio Austro-Húngaro y el Imperio Otomano, formándose nuevos países como Austria, Hungría, Checoslovaquia o Turquía. Reino Unido y Francia se llevan territorios, Italia recibirá un pequeño territorio que antes era del Imperio Austro-Húngaro, pero menos de lo prometido. A Japón se le humilla como país no blanco. Aparte de estos cambios territoriales, se culpará a los países derrotados por la guerra y se les obligará a pagar las reparaciones de los países vencedores, hundiéndoles en una enorme crisis económica. Por último, se obligará a Alemania a reducir su ejército. Los hombres volverán a casa para retomar sus puestos de trabajo, relegando a las mujeres de nuevo a labores del hogar y a un rol social secundario. 7.5 La Rusia Zarista El otro gran acontecimiento que ocurre durante la Primera Guerra Mundial será la primera revolución socialista del mundo, que se dio en lo que era el Imperio Ruso. Aunque hemos hablado en varias ocasiones de Rusia como potencia europea, no hemos estudiado cómo era el interior del país. Al contrario que el resto de potencias que estamos estudiando, Rusia se trataba de un estado inmerso aún en el Antiguo Régimen. Podemos dividir sus características según los siguientes criterios: - - - Política: se trataba de un imperio liderado por un Zar (emperador). El Zar poseía el poder absoluto, reuniendo en él todos los poderes del Estado. Además, tenían un papel religioso importante. En este momento el zar era Nicolás II. Sociedad: era una sociedad estamental, dividida en privilegiados y no privilegiados. Los privilegiados eran la monarquía (Zar y su familia), la nobleza y el clero. Los no privilegiados eran la burguesía, el campesinado y un pequeño proletariado. Economía: Rusia era una economía enormemente agraria. El 90% de la población se dedicaba a la agricultura, tan solo un 5% a actividades industriales y el otro 5% era la población privilegiada. 7.6 La Revolución Rusa de 1917 El Imperio Ruso se encontraba a principios del siglo XX en una crisis política y económica. El país había perdido contra Japón en una guerra, lo que supuso para los rusos una humillación. Además existía en general una enorme desigualdad entre las clases privilegiadas y no privilegiadas, y el hambre se extendía. Existían dos grandes grupos que se oponían al zar y a sus políticas: los liberales y los socialistas. Dentro de los socialistas destacaba el grupo más radical: los bolcheviques. Los principales líderes bolcheviques eran Lenin, Trotsky y Stalin. Los socialistas se organizaban en asambleas o soviets, lugares donde se reunían los trabajadores para tomar decisiones y buscar un cambio político. En 1914 el zar Nicolás II decide declarar la guerra al Imperio Austro-Húngaro para defender a su aliado, Serbia. De esta manera el Imperio Ruso se introdujo en la Primera Guerra Mundial. Pero el país no estaba en su mejor momento económico ni tenía un ejército moderno, por lo que sufrió derrota tras derrota en el frente oriental. La población, viendo cómo la gente joven moría en el campo de batalla por un conflicto que no habían elegido, empieza a oponerse a la guerra y a manifestarse. El Zar responde con violencia. En febrero de 1917 se llama a la huelga general, el zar intenta reprimirlo pero el ejército y la policía se niega a disparar contra la población civil: el zar Nicolás II dimite. Se forma un gobierno provisional democráctico. Pero el gobierno provisional mantiene las mismas políticas que antes: se mantiene en la guerra y las desigualdades sociales continúan. Ante esta situación, los bolcheviques deciden pasar a la acción y asaltan el palacio de invierno en lo que se conoce como la Revolución de Octubre de 1917. Tras el golpe de estado se forma el primer gobierno socialista de la historia y se negocia una paz con Alemania, saliendo Rusia de la Primera Guerra Mundial. En cuanto los bolcheviques llegan al poder, los liberales rusos intentan acabar con el gobierno de Lenin. El resto de países europeos temen que se expandan las ideas revolucionarias por lo que apoyan a los liberales. Se produce una guerra civil rusa entre el ejército blanco (liberales) y el ejército rojo (socialistas). Trotsky toma el mando del ejército e impone un comunismo de guerra por el que se pasa a controlar toda la economía y la política. En 1922, el ejército rojo gana la guerra. Victorioso, Lenin puede empezar a imponer su propio proyecto político en Rusia. Se instaura la dictadura del proletariado con el objetivo de reducir las diferencias entre clases y llegar a la última fase del socialismo: el comunismo. En el resto de Europa el socialismo se expandirá y tomará mucha fuerza. En muchos lugares se intentará imponer el mismo modelo.