UNIVERSIDAD NACIONAL Facultad de Filosofía y Letras Escuela

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UNIVERSIDAD NACIONAL
Facultad de Filosofía y Letras
Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión
Cursos:
Dinámica de Aula
Pedagogía Crítica
Investigación Cualitativa
Seminario en Educación Religiosa
Trabajo Final I Ciclo
07 de junio, 2014
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Inclusión y diversidad religiosa en las aulas: Propuesta desarrollo de
materiales didácticos
Justificación
En este presente texto de cierre del primer ciclo se hará énfasis en la temática
base para el posterior desarrollo del TFG, el cual consistirá en la creación de
una propuesta de materiales didácticos que fomenten el valor y aprecio a la
otredad religiosa.
El tema del rescate de la diversidad nace de una necesidad del contexto propio
de nuestro país. Cada vez es más necesario la convivencia interétnica e
interreligiosa, donde distintos grupos sociales componen la idiosincrasia del ser
costarricense, ya deben quedar atrás los tiempos en que se imponía un
prototipo cohesionador en pro de un ciudadano homogéneo.
Según apunta Mario Méndez en Costa Rica se tiene la siguiente configuración
étnica:
Fuente: Méndez, Año 3, Nº 4 (2009)
Como se puede analizar mediante hechos históricos, Costa Rica desde la
Colonia experimentó una mezcla de culturas, las cuales han enriquecido en
diversidad nuestra sociedad. En las últimas décadas, las inmigraciones de
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extranjeros han aumentado de forma exponencial (especialmente de
nicaragüenses, colombianos y chinos).
Unido a la anterior, surge el tema de la diversidad religiosa, donde, según
estudios realizados en el 2011, en el país se tiene la siguiente configuración1:
+ 71% de católicos
+ 20% de cristianos protestantes
+ 7% de ninguna religión
+2% de otras religiones
Dentro de ese grupo de 2%, que para PROLADES es de alrededor de un 3%
se indica que
En el contexto de Costa Rica incluye "grupos cristianos marginales"
(como los Testigos de Jehová, los Mormones, Unidad, la Congregación
Mita, la Voz de la Piedra Angular, Iglesia la Luz del Mundo, los
Cristadelfianos, Iglesia Dios es Amor, Iglesia Universal del Reino de
Dios, etc.) y "religiones no cristianos" (aproximadamente 78 grupos
distintos), incluso: religiones animistas entre los indígenas (7), Baha'i (3),
Judaísmo (3), Islam (2), Budismo (5), Hinduismo (por lo menos 25
grupos), religiones chinas (10), Sabiduría Antigua (6) y grupos Psíquicos
y de la Nueva Era (aproximadamente 15). Además, entre los Antillanos
todavía se practican algo de obeah (brujería) y myalism (una religión
sincrética
africana-cristiana)”
(Recuperado
el
07/06/14
de:
http://www.prolades.com/costarica/religion.pdf)
También sería interesante analizar la composición del 7% que indican que no
tienen ninguna religión, ya que podríamos estar hablando de ateos, agnósticos,
deístas, teosofistas, entre otros.
1
Crece población sin religión y católicos siguen en la cima. Recuperado en:
http://www.crhoy.com/crece-poblacion-sin-religion-y-catolicos-siguen-en-la-cima/
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En cierta manera la sociedad costarricense cada vez se abre más al misterio, a
lo paranormal, donde se busca respuestas ante hechos que ni la ciencia ni la
religión explican, para muestra está el gran seguimiento que tiene un programa
de televisión llamado “Universos desconocidos”, esto puede darnos una idea
de cómo se aceptan otras ideas que escapan a las dadas por las religiones
tradicionales, pero no por ello alejadas de Dios, ¡esto es precisamente el
pluralismo!
Marco Teórico
El desafío como se ve es grande en las aulas de Enseñanza de la Religión. Es
más que necesario romper los viejos esquemas etnocentristas, donde el
cristianismo ha imperado como la única visión verdadera de ver el mundo (a
excepción del período de dominio de los liberales a finales del siglo XIX y
principios del XX).
Lo anterior es un error, así lo comprende con acierto Touraine:
Entre quienes anhelan la unificación de su población mediante creencias
y prácticas religiosas, existen también grandes diferencias entre los que
se remiten a la predicación y el ejemplo (y que son tan poco peligrosos
como los racionalistas que creen en los buenos efectos de la educación)
y los que imponen una religión con las armas en la mano y son
represivos como quienes quieren establecer la dictadura de la razón.
(2000: 167)
Es muy peligroso querer imponer una forma de pensamiento a la sociedad, el
adoctrinamiento de las masas puede conducir a distopías como la “neolengua”
de la obra 1984; aunque conforme ha avanzado el tiempo, estamos ante
sociedades de conocimiento, donde las fuentes de información son bastas, por
5
lo que se puede entrever que tarde o temprano se dará lo señalado por Ortega
y Gasset: La rebelión de las masas. Tal movimiento popular puede no llegar a
ser revolucionario a la manera socialista, ya que las clases bajas carecen de
fuerza movilizadora (esto explica el fracaso de la Teología de la Liberación), y
las clases medias que cuentan con recursos intelectuales para gestar el
cambio, tienen mucho que perder, ya que no serían las clases altas y
dominadoras las únicas perjudicadas con los cambios sociales. Es así, como el
cambio sería más ralentizado y no tan drástico, pero sí con buenos resultados,
como lo puede ser la búsqueda de prácticas de convivencia más integradoras y
diversas.
A nivel educativo, lo que sí es evidente es que se necesita fomentar una
Pedagogía Crítica a lo religioso tradicionalista, así lo sintetiza Preiswerk: “En la
perspectiva general de la Educación Popular, la enseñanza religiosa en el
marco escolar ayudará a discernir los aspectos legitimadores y subversivos de
las religiones y de las creencias que se disputan el campo ideológico local”
(2005: 312)
Lo anterior en el plano costarricense no se ha dado, ya que ha primado la
visión cristiana ligada con la Iglesia Católica. Es muy elocuente el análisis de
Iván Molina:
"Si el ex presidente Ricardo Jiménez estuviese vivo, quizá diría que
mejorar la educación costarricense exige tres cambios básicos,
comparables
con
los
trabajos
de
Hércules:
resecularización,
desburocratización y reacademización. La resecularización implicaría,
sin duda, una confrontación no sólo con la Iglesia católica, sino con
iglesias protestantes, sectas y grupos de laicos organizados, entre los
cuales hay un importante componente de educadores de primaria y
secundaria. Sin embargo, resecularizar es fundamental, no sólo para
aprovechar debidamente el tiempo lectivo, sino para que los programas
de estudio sean impartidos sin estar mediados por las preferencias
religiosas de los docentes.
Eliminar tal mediación es fundamental para mejorar la calidad del
proceso de enseñanza y de los conocimientos y habilidades que ese
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proceso comporta, y para que niños y jóvenes aprendan a delimitar la
práctica de la fe como un espacio personal y privado y, a la vez,
diferente del espacio público y civil. La enseñanza religiosa es
responsabilidad del hogar y de las iglesias de distinta índole, no del
Estado. Los liberales de finales del siglo XIX tenían esto muy claro, y su
logro, al secularizar la educación con la reforma de 1886, debe ser
recuperado" (2007: 338-339. El subrayado es nuestro)
Es muy significativo y acertado el planteamiento del connotado historiador
respecto a que las clases de Religión no deben estar marcadas por las
creencias del profesor, ya que esto sería un planteamiento draconiano. El
educador debe convertirse en un mediador del aprendizaje (enfoque
constructivista), donde guíe a los estudiantes al encuentro y reflexión,
respetando sus individualidades (adecuación curricular), en otras palabras, sus
creencias y pensamientos. Es lo que nos sugiere Preiswerk: “La enseñanza
religiosa dejará a los educandos en total libertad en cuanto a lo que se refiere a
la fe y al sentido de la existencia, dándoles sin embargo las informaciones
necesarias para que hagan sus opciones propias” (2005: 312)
En Costa Rica, aunque de forma lenta los cambios están acaeciendo, esto
gracias a la derogación de la Missio Canónica que ahora es posible llevar a las
aulas contenidos y metodologías diversas, donde se reconozca un plano de
igualdad entre todas las religiones y creencias.
Revitalizar los procesos educativos es fundamental si se quiere articular lo que
se enseña en las aulas con lo que demanda la sociedad. Vivimos en tiempos
turbulentos donde se debe seguir difundiendo la esperanza de que se puede
construir un mejor futuro, una buena forma de empezar a hacerlo es buscar
respetar la posición de los demás, no tolerarla, sino comprenderla.
En materia religiosa hay que eliminar posiciones fundamentalistas y cerradas,
para generar espacios de apertura y diálogo; como bien lo afirma Zanfrini, se
deben eliminar estereotipos: ““Un estereotipo, por muy “acertado” que sea (es
decir, aunque refleje características objetivamente más difundidas entre los
7
miembros de un determinado grupo que en la medida de la población), no
podrá aplicarse jamás a todos los miembros del grupo” (2007: 75) ¿Y cómo se
eliminan tales estereotipos? Una forma es según Zanfrini, mediante la hipótesis
del contacto, sólo buscando esa aproximación es que se logra entender los
puntos de vista y percepciones de los demás.
Todos los contenidos vistos en el I Ciclo apuntan hacia la construcción de un
perfil de educador de Religión que comparta una postura de apertura,
pluralista. Sólo así se logrará aprovechar la riqueza de todas las religiones y
grupos étnicos, y con ello, habrá progreso humano en tal área del conocimiento
(integrada con los demás ejes transversales humanistas). A continuación se
plasmarán los más importantes respecto al enfoque del TFG.
Como bien lo menciona Garcez, la educación multireligiosa encierra un desafío
didáctico impostergable, ya que vivimos en un mundo religiosamente diverso,
donde “Las clases de religión pueden ser espacios para ayudar a las personas
a conversar espiritualmente, a abrirse para la creatividad y la creación, a
saberse con posibilidad de crecer y de crear” (S.f.: 64)
Apostar por la multiculturalidad hará que se rescate de la opresión todos esos
saberes de las minorías (vamos en la búsqueda del tiempo perdido a la manera
de Proust), con lo que se descolonizan los espacios educativos alcanzando la
liberación (Freire), así lo menciona con acierto Méndez cuando dice que un
proceso está colonizado “…cuando no se valora la diversidad de formas de
construcción de saberes propios de las culturas en las que están insertas las
comunidades educativas” (2010: 51)
Ayudar a superar la ideología dominante opresora es tarea de los centros
académicos, y las clases de Religión tienen una cuota muy importante, esto por
los mensajes de luz que brindan, donde como bien lo menciona Mayor,
Carrascosa y Ortega pueden contribuir al desarrollo de la paz:
Y todo ello porque las religiones, a través del diálogo y de la armonía,
deben contribuir a la liberación integral del hombre buscando siempre la
verdad que las une y estableciendo una sincera y abierta cooperación
8
con quienes comparten la misma aventura de la vida dentro de un
mundo lleno de contradicciones y violencias, pero también de gozos,
proyectos y esperanzas… “(2006: 649)
Finalmente, cabe mencionar la excelente síntesis del perfil del profesional en
Ciencias de la Religión realizado por la Universidad Nacional (UNA, 2013: 2728):
+ Es una persona educadora que valora la diversidad religiosa y la
comprende como una posibilidad (no un problema) para el aprendizaje.
Reconoce que la diversidad enriquece la propia identidad.
+ Reconoce la dimensión social de todas las espiritualidades,
cosmovisiones, y religiones.
+ Reconoce la pluralidad posible y real de las experiencias religiosas y,
por eso mismo, es capaz de hablar de religiones, iglesias, credos,
espiritualidades, cosmovisiones, cristianismos, textos sagrados, dioses,
diosas, etc.
+ Valora la sabiduría de los pueblos originarios y afrodecendientes de
Costa Rica, así como los aportes de las tradiciones religiosas que,
gracias a la migración, han hecho de Costa Rica su casa.
+ Reconoce los aportes y limitaciones de las distintas espiritualidades,
religiones y cosmovisiones y rechaza todas las formas de discriminación
y violencia que pueden estar presentes en las instituciones y
experiencias religiosas.
+ Promueve discusiones respetuosas con respecto a las sexualidades
de las personas y promueve un lenguaje no discriminatorio en relación a
roles asociados con la sexualidad.
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Lo que da pie a construcciones educativas de la realidad necesaria que se
debe vislumbrar en las aulas de Religión, con un profesor comprometido con la
diversidad religiosa, guía facilitador en la develación de tal riqueza
interreligiosa, donde se promueva cuestionamientos ideológicos que tiendan
puentes hacia la liberación, desembocando finalmente en transformaciones
sociales que nos lleven a tener un mundo más inclusivo, más multireligioso,
más abierto hacia otras formas de pensamiento, en suma: más humano.
Para el desarrollo del TFG, se utilizarán las técnicas de investigación
cualitativa. El análisis de datos se dará desde el punto de vista teórico con la
lectura de textos, y en el campo con la entrevista a profesionales en el campo
pedagógico de Enseñanza de la Religión, así como la observación en las aulas.
Una vez desarrollados las herramientas metodológicas, se hará una aplicación
con estudiantes para ver los resultados de las mismas, o bien, de forma virtual
(todavía por definir).
10
Referencias
Garcez, M. (S.f.) Seminario de desafíos didácticos. Descubriendo caminos
hacia una educación para la vida. UNA: Heredia, Costa Rica.
Mayor, F., Carrascosa, M. & Ortega, J. (2006). La enseñanza de las religiones
y su posible contribución al desarrollo de la paz. Bordón 58.
Méndez, M. (2010). La educación mediada por el mundo. Pistas para la
promoción
de
prácticas
educativas
descolonizadoras.
Escuela
Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional.
Heredia.
Preiswerk, M. (2005). Educación Popular y Teología de la Liberación. San
José, Costa Rica: DEI.
PROLADES.
Religión
en
Costa
Rica.
Recuperado
en:
http://www.prolades.com/costarica/religion.pdf
Sandoval, C. (1996) Investigación cualitativa. Instituto Colombiano para el
Fomento de la Educación Superior.
Touraine, A. (2000). ¿Podremos vivir juntos? México: Fondo de cultura
económica.
Universidad Nacional UNA (2013). La Educación Religiosa en la educación
forma pública costarricense: propuesta para la construcción de nuevos
planes de estudio.
Zanfrini, L. (2007). La convivencia interétnica. Madrid: Alianza Editorial.
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