¶ E – 26-220-C-10 Ortesis de la mano J. Paysant, A. Foisneau-Lottin, C. Gable, C. Gavillot-Boulangé, J.-M. Galas, M. Hullar, H. Kwiatek, C. Lechaudel, D. Pétry, J.-M. André Las ortesis de la mano, tanto en lo que se refiere a su concepción como a su realización, deben responder a objetivos terapéuticos precisos: estabilizar una articulación dolorosa o inestable, corregir un déficit de amplitud o una deformación, suplir un déficit motor y favorecer la reparación de la piel y del tejido subcutáneo. Para cada acción mecánica en una situación determinada se escogen módulos de base, materiales y accesorios específicos, en especial motores. El aparato ortopédico puede ser definitivo con el fin de proporcionar una compensación, pero la mayoría de las veces es temporal. En este caso, se modifica a medida que avanza la recuperación, por lo que debe estar bien coordinado con los protocolos de rehabilitación. Después de proporcionar una descripción detallada e imágenes del fundamento y de la realización de las ortesis, se mencionan las indicaciones principales en reumatología, neurología periférica, traumatología y quemados; también se comentan las ortesis de la mano en la infancia (especificaciones, características técnicas, indicaciones principales). Este dispositivo terapéutico, que es motivo de consenso profesional, impone una prescripción médica precisa, una realización minuciosa, un control regular y una valoración de sus efectos. © 2007 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados. Palabras Clave: Ortesis; Mano; Aparatos; Prescripción; Fundamentos; Realización; Indicación ■ Introducción Plan ¶ Introducción 1 ¶ Características generales de las ortesis de la mano Objetivos terapéuticos de las ortesis Acciones mecánicas de una ortesis Elementos clínicos de decisión para la elección de una ortesis Modalidad de uso de los principales grupos de ortesis 2 2 2 2 4 ¶ Prescripción, realización y control del aparato ortopédico Ficha de prescripción Realización Información y control Evaluación 5 5 5 9 9 ¶ Indicaciones de las ortesis en función de la afección En reumatología En neurología periférica En traumatología En los quemados En pediatría 9 9 10 11 11 12 ¶ Conclusión 14 Kinesiterapia - Medicina física La ortesis de la mano es un agente terapéutico en toda su dimensión; por tanto, es necesario precisar sus indicaciones, definir los objetivos terapéuticos y establecer una descripción lo suficientemente clara como para que en su realización y su uso sea compatible con los objetivos establecidos [1] . Al igual que en cualquier tratamiento, resultan indispensables la prescripción médica, un control en busca de posibles complicaciones y una evaluación de la eficacia. La prescripción debe expresar los efectos mecánicos que se persiguen, sus sitios de aplicación y las condiciones de uso de la ortesis. La definición de los objetivos terapéuticos y, en consecuencia, la prescripción, puede facilitarse y dirigirse con un árbol de decisiones basado en el sitio anatómico y el contexto clínico [2, 3]. Para describir las ortesis de la mano se han creado varias clasificaciones, aunque ninguna ha sido motivo de consenso para su aplicación [4] . Con objeto de facilitar la integración de los conocimientos a la práctica clínica, se ha optado por describir en primer lugar las ortesis en función del análisis de la lesión. En segundo término, se describen las ortesis más comunes según la afección de origen. 1 E – 26-220-C-10 ¶ Ortesis de la mano ■ Características generales de las ortesis de la mano Cuatro circunstancias pueden justificar el uso de una ortesis de la muñeca y de los dedos: • el dolor; • la inestabilidad o la fragilidad de una estructura anatómica; • una limitación de la amplitud articular; • un trastorno trófico de las estructuras cutánea o subcutánea (edema, cicatriz hipertrófica, retracción cutánea, quemadura). Las indicaciones terapéuticas son precisadas por el médico que prescribe la ortesis tras una exploración física a la que, si fuera necesario, se deben añadir diversas pruebas complementarias (radiografías, estudios de imagen específicos, exploraciones neurofisiológicas, etc.). Objetivos terapéuticos de las ortesis [5] • • • • • Los objetivos que se persiguen con una ortesis son: inmovilizar o estabilizar una articulación o una estructura anatómica dolorosa, inestable o en vías de cicatrización; corregir o prevenir un déficit de amplitud articular o la deformación de una estructura anatómica; suplir un déficit motor; favorecer la reabsorción de una expansión líquida subcutánea no infecciosa y no tumoral (edema, hematoma, estasis venosa y linfática); dirigir la cicatrización cutánea con el propósito de prevenir la retracción y la hipertrofia cutáneas. Acciones mecánicas de una ortesis articulación o un segmento óseo con una ortesis. La zona en tratamiento estará más inmóvil cuanto más amplia sea la ortesis y cuando ésta estabilice las articulaciones situadas por arriba y por abajo de dicha zona. Postura La postura es «una posición o una actitud más o menos alejada de la posición de reposo». En materia de aparatos ortopédicos, significa mantener una articulación o un segmento anatómico en una posición determinada, que no es la que adopta de forma espontánea, o incluso forzarla a ella. Esta postura puede ser estática o dinámica. Postura estática La postura estática es la mantenida por una ortesis fija que no favorece ningún movimiento, no se adapta a posibles variaciones de posición y permite establecer un equilibrio entre las fuerzas. Postura dinámica La postura dinámica es la mantenida por una ortesis que se adapta a las variaciones de posición anatómica mediante una fuerza direccional constante. Dado que produce energía, es capaz de modificar la posición de los segmentos óseos o de aumentar la amplitud de las articulaciones limitadas. Limitación de amplitud Limitar una amplitud significa «fijar en un valor angular determinado el límite del barrido articular en una dirección y dejar una libertad total en el otro sentido». En una misma ortesis se pueden aplicar uno o varios efectos mecánicos. Por estos efectos, la ortesis debe permitir alcanzar los objetivos terapéuticos que se definen en la Figura 1. Con el propósito de evitar cualquier ambigüedad, deben definirse bien los términos que han de emplearse. Compresión Estabilización La compresión rígida no se deforma, e imprime una fuerza de compresión constante; se usa para tratar las cicatrices hipertróficas y queloides al suprimir, mediante compresión, la neovascularización anárquica responsable de este tipo de cicatrización. Estabilizar significa «fijar una estructura en una función de equilibrio con el objetivo de impedir que se modifique». En materia de aparatos ortopédicos, se trata de mantener una posición de inmovilidad relativa. Debido a una aplicación no circular y poco extensa, es ilusorio pretender inmovilizar de manera absoluta una Objetivos terapéuticos – Inmovilizar Acción de la ortesis – Estabilización – Estabilizar – Recuperar un déficit de amplitud o una deformación articular estática – Postura En materia de aparatos ortopédicos, la compresión consiste en aplicar una presión sobre los tejidos con el fin de evitar o limitar su expansión. Compresión rígida Compresión elástica La compresión elástica se adapta a las variaciones de volumen. En materia de edema, la constricción elástica de la ortesis tiende a oponerse al aumento de la presión subcutánea. El edema aumenta cuando esas dos fuerzas se equilibran, y disminuye cuando la presión cutánea es más elevada. Postura en capacidad cutánea máxima dinámica – Estabilización – Limitación de amplitud – Suplir un déficit motor estática – Postura Una postura estática permite colocar las articulaciones de un modo apto para producir el estiramiento máximo de la piel, con el propósito de prevenir los procesos de retracción. dinámica – Favorecer la reabsorción de líquidos – Compresión elástica – Dirigir la cicatrización: – Hipertrofia cutánea – Compresión – Retracción cutánea – Postura estática en capacidad cutánea máxima Figura 1. 2 rígida elástica Efectos mecánicos de las ortesis de la mano. Elementos clínicos de decisión para la elección de una ortesis [6] El análisis semiológico clínico constituye la guía de la prescripción de una ortesis de la mano. Se han identificado cuatro manifestaciones clínicas principales que ayudan a establecer un árbol de decisiones y a formular la prescripción (Fig. 2-5). Kinesiterapia - Medicina física ESTADO CLÍNICO Ortesis de la mano ¶ E – 26-220-C-10 SIGNOS CLÍNICOS Dolor sí no En reposo En actividad sí Inflamación clínica sí Evolución hacia una actitud defectuosa no sí no Trastorno funcional sí Inmovilizar Figura 2. Estabilizar OBJETIVOS Y RECURSOS TERAPÉUTICOS no sí OBJETIVOS TERAPÉUTICOS Inestabilidad Estabilizar Árbol de decisiones. En caso de dolor. Estabilizar en posición funcional durante la función durante el reposo Intervenir quirúrgicamente Estabilizar y/o intervenir quirúrgicamente Figura 3. Abstenerse Árbol de decisiones. En caso de inestabilidad. ESTADO CLÍNICO Limitación de amplitud sí no no Limitación pasiva absoluta Limitación activa sí sí sí OBJETIVOS Y RECURSOS TERAPÉUTICOS sí no EN POSITION En posición FONCTIONNELLE funcional de la flexión no Abstenerse de la extensión sí ¿Intervenir quirúrgicamente? de la flexión sí no de la extensión sí sí Recuperar la amplitud (o abstenerse) Recuperar la amplitud (o abstenerse) ¿Estabilizar o suplir y/o intervenir quirúrgicamente? (o abstenerse) Figura 4. ESTADO CLÍNICO Limitación pasiva relativa Árbol de decisiones. En caso de limitación de amplitud. Lesiones cutáneas y subcutáneas sí no Expansión líquida subcutánea Cicatriz hipertrófica OBJETIVOS TERAPÉUTICOS sí Favorecer la reabsorción RECURSOS TERAPÉUTICOS sí no ¿Compresión elástica o intervenir quirúrgicamente? sí Dirigir la cicatrización sí sí Figura 5. Retracción Dirigir la cicatrizaciÛn sí Compresión Postura estática en capacidad cutánea máxima Árbol de decisiones. En caso de lesión cutánea o subcutánea. Dolor El cuadro clínico está dominado por el dolor, cuyo origen puede ser óseo, articular o musculotendinoso. anatómico lesionado, así como de las articulaciones adyacentes superior e inferior. No existe inflamación clínica: la estabilización de la articulación o de la zona dolorosa es suficiente. Dolor en reposo Dolor que aparece sólo con la actividad Existe una inflamación clínica (rubor, calor, tumefacción): es necesaria la estabilización del segmento La estabilización de la articulación suele bastar mientras se usa la mano. Kinesiterapia - Medicina física 3 E – 26-220-C-10 ¶ Ortesis de la mano Inestabilidad segmentaria Ortesis de inactividad La inestabilidad segmentaria es indolora y domina el cuadro clínico, tanto si es de origen articular como óseo: • si provoca una alteración funcional: la estabilización del esqueleto permite esperar el momento del tratamiento quirúrgico o lo sustituye si su práctica no es posible; • si evoluciona o muestra un riesgo de evolución hacia una actitud defectuosa: la estabilización en posición de función reduce las consecuencias sobre la función, el dolor o la higiene. Es posible usar la mano de forma correcta en espera de la cirugía o en lugar de ésta. En una laxitud articular constitucional sin consecuencia funcional o patológica no se indica un aparato ortopédico; • si no provoca una alteración funcional ni existe evolución hacia una actitud defectuosa: el aparato ortopédico no presta utilidad. Comprenden: • ortesis de tratamiento (lesiones tendinosas, esguinces, fracturas, etc.); • ortesis de reposo (mano reumatoide, inflamación articular, etc.); • ortesis de recuperación de la amplitud (postura) en los casos de limitación de amplitud no estricta. Limitación de la amplitud articular La limitación de la amplitud articular domina el cuadro. Puede ser de origen articular, periarticular o musculotendinoso. La exploración física, en función de las características de la limitación de amplitud, permite considerar tres tipos de situaciones: • limitación de amplitud pasiva estricta: guarda relación con una inmovilización articular completa, equivalente a una artrodesis, una anquilosis, una retracción capsuloligamentosa o periarticular bien acentuada. No es posible hacer ningún movimiento. La abstención es obligatoria si la articulación está en posición de función. De lo contrario, la cirugía es el único recurso terapéutico. Cualquier ortesis es inútil; • limitación de amplitud activa: la movilidad pasiva está conservada. Se trata básicamente de un déficit motor por parálisis o por ruptura musculotendinosa. La articulación se puede estabilizar con el fin de facilitar las prensiones. La sustitución de la función deficitaria en flexión, extensión u oposición permitiría esperar la recuperación espontánea o el tratamiento quirúrgico. A veces, la intervención resulta inútil; • limitación de amplitud pasiva no estricta: corresponde a una rigidez articular, a adherencias tendinosas o a una retracción capsuloligamentosa y periarticular de intensidad variable. La articulación tiene alguna movilidad o podría tenerla. La postura de la articulación en flexión o en extensión permite la recuperación de la amplitud articular de forma parcial o total. En algunos casos es preferible la abstención (no existe alteración funcional o el beneficio esperado es mínimo). Lesión cutánea o subcutánea La lesión cutánea o subcutánea domina el cuadro: • las cicatrices hiperestésicas, hipertróficas, retráctiles o mixtas se previenen y tratan con estiramiento y compresión rígida o elástica; • los edemas postraumáticos y algunos edemas por disfunción venolinfática se tratan con compresión elástica. Modalidad de uso de los principales grupos de ortesis En la patología de la mano, el aparato ortopédico se integra de forma total y coordinada a la rehabilitación (fisioterapia, movilizaciones analíticas, rehabilitación de la sensibilidad, ejercicios de prensión, integración neurofisiológica, etc.). El uso de la ortesis depende del objetivo terapéutico y forma parte de la historia evolutiva del traumatismo o de otra afección. Se distinguen las ortesis de inactividad o de actividad. 4 Ortesis de «tratamiento» Las ortesis alternativas a la inmovilización con yeso se indican para las fracturas estables o estabilizadas de la mano. Las ortesis de tratamiento se usan con frecuencia tras la sutura de los tendones. Para los flexores se indican ortesis de postura estática de la muñeca, de las metacarpofalángicas en flexión y de las interfalángicas en extensión. Para los tendones extensores se indican ortesis de postura estática de la muñeca y de los dedos en extensión. Estas ortesis de tratamiento se usan de forma permanente. Ortesis de reposo, estáticas y cómodas Las ortesis de reposo, estáticas y cómodas, deben usarse por la noche en el caso de la mano reumatoide. Se usan de manera excepcional durante el día y los períodos de inactividad, o en caso de reactivación inflamatoria. Ortesis de recuperación de amplitud Para que puedan ser soportadas, las ortesis de recuperación de amplitud deben ejercer una tracción suave. La incomodidad y el dolor acortan el período de tracción [7, 8]. Por regla general, las ortesis de postura en extensión se usan por la noche y las de postura en flexión durante el día. Es preferible colocar las articulaciones en flexión durante períodos de 5-30 minutos en lo que a los enrollamientos globales se refiere (más tiempo puede afectar al retorno venoso) y períodos más prolongados (30-120 minutos) para las ortesis de postura en flexión en una sola articulación, ortesis de tipo «bajo perfil». Éstas se usan durante el día, por períodos en ocasiones repetidos. En este caso deben alternarse períodos de actividad con períodos de inactividad, en los que se usa la ortesis. Asimismo, se recomienda colocar las articulaciones en extensión durante toda la noche, o la mayor parte de ésta, en función de la tolerancia (habitualmente 6-8 horas). Las intolerancias se deben a una realización incorrecta (zona de apoyo defectuosa) o a una tracción demasiado intensa (debe ser inferior a 2 N, ya que, de lo contrario, puede provocar una reacción de defensa). Ortesis de actividad Su objetivo es estabilizar, limitar la amplitud, sustituir y mejorar la eficacia de los movimientos, así como suprimir el posible dolor. Deben ser cómodas (no provocar dolor ni generar rozamiento durante los movimientos) y dejar descubiertas las zonas palmares de los dedos y la palma de la mano, que son las que suelen entrar en contacto con los objetos o las herramientas siempre que se pueda. Deben permitir el mayor movimiento posible de las articulaciones de la muñeca y de la mano y, según la afección, acercarse a la posición de máxima eficacia (respetar el mejor grado de extensión de la muñeca, de flexión de las metacarpofalángicas [MF] y las interfalángicas [IF], de inclinaciones cubital y radial). Kinesiterapia - Medicina física Ortesis de la mano ¶ E – 26-220-C-10 Las ortesis que se usan durante la actividad no se hacen sistemáticamente en posición corregida, sino conforme a las reglas que imponen el traumatismo y las técnicas quirúrgicas u ortopédicas. Las ortesis de actividad se usan fuera de los períodos de reposo. Pueden variar en el tiempo a medida que avanza la recuperación muscular y articular en lo que se refiere a los límites, el tipo de material y las zonas de apoyo. El tiempo de uso se ajusta al tipo de lesión ósea, ligamentosa o tendinosa, al desequilibrio muscular, a la naturaleza y al grado de exigencia de la actividad. “ ■ Prescripción, realización y control del aparato ortopédico . . A continuación se detallan las reglas de prescripción, realización, control y evaluación que prevalecen en un servicio de medicina física y de rehabilitación vinculado a un servicio especializado en cirugía de las manos. Estos principios son válidos cualesquiera que sean las condiciones de la práctica. Sin embargo, su aplicación depende del contexto que condiciona la indicación de un aparato ortopédico: contexto cultural, económico, recursos profesionales disponibles, organización y cooperación medicoquirúrgica. Nuestra experiencia se refiere de forma exclusiva a las ortesis hechas a medida; sin embargo, en el apartado siguiente citaremos e ilustraremos los aparatos de serie. Las ortesis se caracterizan por tres elementos: • su modo de acción mecánica: estabilización, limitación de amplitud, postura estática, postura dinámica, compresión; • su ubicación anatómica y su posición articular; • sus accesorios específicos facultativos. El profesional que indica la ortesis puede precisar la naturaleza de algunos materiales según la localización, la intensidad del dolor, la fragilidad cutánea o un riesgo alérgico. Esto comprende los elementos motores de tracción (lámina de acero, cuerdas de piano, elásticos, resortes, etc.), los medios de unión y de fijación, algunos tipos especiales de material, por ejemplo, termoplásticos. Punto fundamental . . . Ortesis de serie [9]. Las ortesis que se encuentran en el comercio, llamadas de serie, son básicamente aparatos de estabilización de la muñeca que asocian o no una estabilización de la columna del pulgar. Su dimensión garantiza el mantenimiento de una posición de inmovilidad relativa de las articulaciones; la ortesis ha de ser más grande cuando sea preciso estabilizar de manera más o menos amplia la muñeca o la columna del pulgar, en función de la gravedad de las lesiones (contusión, esguince, ruptura de ligamentos, artrosis, etc.). La mayoría de las veces, estas ortesis se prescriben con finalidad analgésica, y también en el período postoperatorio inmediato. La ventaja reside en que, con prescripción médica, se consiguen fácilmente en una farmacia y no hace falta tener conocimientos especiales para colocarlas. Estas ortesis son cómodas y procuran una analgesia satisfactoria. En cambio, su fabricación en serie no permite una adaptación y una posición exactas en relación a la morfología de cada paciente. La posición de la ortesis en la muñeca y la mano no siempre es estable, de modo que puede moverse y causar un defecto de posición articular, sobre todo de las metacarpofalángicas de los dedos largos; en casos excepcionales, se ofrece una adaptación por calentamiento, que puede efectuarla el vendedor o el paciente. La mayoría de las ortesis se encuentra disponible en tres tamaños. Debido a la naturaleza del material, que básicamente consiste en telas sintéticas, el mantenimiento no siempre es sencillo. Si no se cuenta con un servicio de rehabilitación cercano o con personas calificadas para la fabricación a medida de las ortesis de la mano, se puede recurrir a este tipo de material. Los mismos principios se aplican en términos de objetivos terapéuticos, de acciones mecánicas y de condiciones de control y evaluación. Ficha de prescripción Cuando quien indica la ortesis no es la misma persona que la realiza, es preciso contar con una descripción del tipo de ortesis para que se alcancen los objetivos. Lo ideal es que se redacte una prescripción en una ficha que, además de los datos personales y clínicos, incluya la silueta de una mano (vista palmar, borde cubital, borde radial y vista dorsal) (Fig. 6). En la silueta se trazan los límites de la ortesis y el tipo de abertura. Las posiciones de inmovilización se señalan de manera precisa (por ejemplo: muñeca a 30° de extensión, MF a 45° de flexión, etc.). Para las ortesis dinámicas se indican las posturas y se describe con precisión la naturaleza del motor y de los accesorios. La ficha de prescripción de una ortesis no sólo representa un elemento fundamental de información para el equipo de rehabilitación, sino que, además, al quedar asentada en la historia clínica del paciente, marca el objetivo perseguido en un momento determinado. En los casos complejos, la yuxtaposición de las exploraciones físicas y las fichas de prescripción permite, a posteriori, valorar la eficacia del tratamiento físico. Kinesiterapia - Medicina física Realización Elementos constitutivos de la ortesis Los objetivos terapéuticos establecidos conducen a quien confecciona la ortesis a plantearse algunas preguntas de forma sucesiva. Qué módulo de base escoger (palmar, dorsal, radial o circular) . . La elección depende sin duda del diagnóstico inicial, del intervalo que ha transcurrido hasta la atención médica y de las indicaciones. Por ejemplo, una ortesis de estabilización de la muñeca puede ser palmar, dorsal, radial o bien circular. De preferencia será palmar (Fig. 7) si la ortesis se indica a continuación de un yeso o de una resina tras una fractura de los dos huesos del antebrazo. En cambio, ha de ser más bien dorsal si debe permitir un máximo de aferencias en la palma de la mano o contribuir al reclutamiento de los flexores de los dedos en sinergia con los extensores de la muñeca. La misma ortesis de 5 E – 26-220-C-10 ¶ Ortesis de la mano Figura 6. A, B, C y D. Ejemplo del esquema de prescripción de una ortesis. Los límites de la ortesis son figurados, así como los accesorios y la posición de las articulaciones. Es la conexión entre quien indica y quien realiza la ortesis. B A D C Figura 8. Figura 7. Módulo palmar. . estabilización de la muñeca será radial cuando la lesión afecte al lado radial del carpo o a la base de la columna del pulgar, y circular en las muñecas dolorosas crónicas, con el fin de tener una estabilización máxima, por ejemplo, simulando una artrodesis de la muñeca. . Qué material usar . Se escoge en función de los criterios de eficacia (precisión del moldeado, rigidez o flexibilidad del producto, autoadherencia, facilidad para hacer retoques y acabados, comodidad, desgaste y mantenimiento) y de naturaleza económica (rapidez de realización, precio de los materiales). Debe prestarse una especial atención a la comodidad, pues esto condiciona el uso del aparato. De forma global, existen dos grandes familias de materiales termoplásticos: sólo termoplásticos o con trama de algodón. El material termoplástico sobre trama de algodón presenta la ventaja de ser aireado y de bajo coste (por su menor contenido en material plástico). Sin embargo, presenta los inconvenientes de estirarse en un solo sentido a la vez, lo que limita el modelado de la piel, y de ser difícil de modificar. La única posibilidad es cortarlo o añadir fragmentos de material. Además, no se puede lavar, ya que en principio se moldea sobre un jersey de algodón y se termina en sus bordes con cinta adhesiva. Por tanto, es un material muy útil en indicaciones de corta duración. Es el material de elección en postoperatorio cuando la ortesis se debe renovar con frecuencia (reducción de edema, apósitos que han de cambiarse a menudo) (Fig. 8). También se puede usar como prueba terapéutica antes de la realización de una ortesis de cuero doble. El material termoplástico solo, de grosor variable (1,63,2 mm para las ortesis de la mano, de la muñeca o del 6 Ortesis de protección de los flexores. codo), presenta varias ventajas: es estirable en todas las direcciones para hacer un moldeado más ajustado a la piel, puede volver a modificarse en agua caliente con cierto grado de memoria de forma y puede lavarse con agua fría o tibia y jabón. Si bien es tres veces más caro que los termoplásticos sobre trama de algodón, representa el material de elección para las ortesis de reposo en las afecciones crónicas y para las ortesis funcionales que deben usarse en las actividades diarias. Éstas son cualidades técnicas de elección para las ortesis de postura dinámicas en las que el módulo de base debe ser lo más estable y mejor moldeado posible. Qué motor escoger en caso de ortesis dinámica Los motores, en su mayoría con restitución de energía, son accesorios que se escogen en función de las condiciones de fuerza necesarias: cuantificación posible del esfuerzo, fiabilidad, reproducibilidad, facilidad de implementación, etc. La lámina de acero o aparato de Levame forma parte de la familia de los resortes y se usa en las ortesis de postura dinámicas destinadas a corregir un déficit de extensión (Fig. 9). Estas ortesis se pueden usar por la noche 6-8 horas seguidas, pues no dificultan el retorno venoso. El uso de una venda elástica permite hacer una cobertura perfecta de los dedos. El enrollamiento global asegura una mejor distribución de las fuerzas y disminuye las presiones. La fuerza que se aplica no se puede cuantificar con precisión. Se usa en las ortesis de postura dinámicas destinadas a corregir un defecto de enrollamiento en varias articulaciones de una cadena digital. Estas ortesis se mantienen 5-30 minutos seguidos (de lo contrario, se corre el riesgo de dificultar el retorno venoso) y 6-8 veces al día. El elástico de tipo «jokari» se usa mucho por su reducido coste y su fácil aplicación: la tracción se puede regular de forma precisa con un dinamómetro. Las Kinesiterapia - Medicina física Ortesis de la mano ¶ E – 26-220-C-10 . . Figura 9. Ortesis de postura dinámica de las interfalángicas proximales (IFP) de D2 y D3 con láminas de Levame que traccionan las interfalángicas distales (IFD). La muñeca está libre, y las metacarpofalángicas (MF) flexionadas para permitir la recuperación de un déficit de extensión de origen articular de las IFP. El límite dorsal distal se encuentra frente al último pliegue de extensión de las IFP para evitar la hiperextensión, y el límite distal palmar en la mitad del F1. Se confecciona con Orfit. . coeficiente de rigidez depende del diámetro, del número de espiras y de las características físicas de los materiales. Las ortesis con resorte calibrado son ortesis de postura dinámicas destinadas a corregir un déficit de flexión o de extensión selectivo de una sola articulación digital [10]. Permiten cuantificar de forma simple las fuerzas de tracción en función de su elongación. La cuerda de piano forma parte de la familia de los resortes. De aplicación a veces difícil para algunos, su ventaja reside en la posibilidad de establecer un puente sobre los segmentos anatómicos con una aplicación de las fuerzas a distancia del punto de anclaje (algunos equipos la usan en lugar de la lámina de Levame). Por ejemplo, se utiliza para sustituir la oposición del pulgar o corregir una deformación en flexión de la interfalángica proximal (IFP). El neopreno, elastómero sintético con propiedades elásticas, se usa como motor en las ortesis «compuestas» destinadas a suplir un déficit motor. Flexible, cómodo y lavable, es especialmente útil para suplir la oposición del pulgar. Reglas que deben respetarse Preservar la utilización de la mano [11] Para que la mano pueda utilizarse, es conveniente mantener la concavidad de los arcos, salvaguardar los ejes de movilidad normales, permitir una función equilibrada de los músculos sanos, aprovechar los esquemas de prensión más prácticos, autorizar una movilidad máxima preservando una estabilidad óptima, usar los pliegues de flexión y de extensión como «fronteras» y alinear el eje de la ortesis en el eje anatómico. Evitar las presiones localizadas o las constricciones exageradas Figura 10. Ortesis de postura dinámica de las interfalángicas proximales (IFP) en extensión de D2 y D3 con una ortesis de tipo bajo perfil con elástico de jokari para facilitar la regulación de la tracción. El límite proximal de la ortesis se encuentra en la mitad del antebrazo, el límite distal a la altura del último pliegue de extensión de las IFP, y las metacarpofalángicas (MF) se estabilizan en flexión. Se confecciona con Orfit. La tracción con elástico del jokari puede ser regulada con precisión (lo que no es posible con una lámina de Levame) y debe ser modificada con regularidad en función de la recuperación de la amplitud, de modo que la tracción sea siempre perpendicular al segmento desplazado. . ortesis con elástico de tipo jokari son ortesis de postura dinámicas que se usan para corregir un déficit de flexión o de extensión selectiva de una sola articulación digital. Las ortesis de este tipo son de bajo perfil y se caracterizan por una potencia baja y una tracción que se ejerce en el extremo proximal de la ortesis. Se usan de forma alternada por períodos de 30 minutos a varias horas en función de las necesidades (Fig. 10). Estas ortesis de tipo bajo perfil se usan tanto en caso de rigidez, con el propósito de corregir un déficit articular, como para suplir un déficit motor (por ejemplo, en la parálisis radial en sustitución del extensor común). La tracción dinámica debe ser entonces muy débil, sólo lo suficiente como para llevar la articulación a la posición correcta (en el caso de una parálisis radial con ortesis en modalidad dinámica, la tracción en extensión de las metacarpofalángicas es de unos 60 g). Las ortesis de tipo bajo perfil con fines de sustitución suelen emplearse todo el día. El resorte calibrado se usa en las mismas indicaciones que el elástico del jokari. Ya viene calibrado, y su Kinesiterapia - Medicina física Las presiones localizadas, el blanqueamiento o las constricciones alteran la circulación capilar. Esto es independiente de la fabricación (piel frágil como en el paciente con artritis o en el quemado, un relieve óseo como el de la estiloides cubital) o inherente a la ortesis: demasiado apretada, sobre todo si es circular, brazo de palanca demasiado corto o demasiado largo (por ejemplo, en el codo para las ortesis de antebrazo), bordes de la ortesis invertidos. Evitar las constricciones inadecuadas de las estructuras periarticulares La aplicación incorrecta de las fuerzas por una ortesis inapropiada puede causar daños suplementarios en una mano lesionada o con su función alterada. El resultado puede ser una inflamación, una erosión u, ocasionalmente, una ruptura de los tejidos [12, 13]. Técnica de realización La misma ortesis puede ser realizada con y sin patrón. El resultado final, el coste del material y el tiempo necesario para la realización son absolutamente comparables. Por lo general, los terapeutas de un mismo equipo adoptan uno de los dos métodos, con lo que adquieren una gran experiencia. Sin patrón La técnica de realización de una ortesis sin patrón requiere un buen conocimiento de la anatomía de la mano y determinada práctica en el manejo de los materiales. Para cada tipo principal de ortesis se confeccionan plantillas (Fig. 11) muy simples que ya vienen recortadas y se adaptan a la mayoría de las morfologías, si bien pueden ajustarse en casos especiales. Cuatro formas básicas permiten realizar las ortesis de reposo de la mano, las de reposo del pulgar, las ortesis de estabilización de la muñeca (que a veces abarcan las 7 E – 26-220-C-10 ¶ Ortesis de la mano A B C D Figura 11. Diferentes plantillas previamente cortadas para la realización de ortesis sin patrón. A. Ortesis de reposo de la mano. B. Ortesis de reposo de la columna del pulgar. C. Ortesis de estabilización de la muñeca (con estabilización de la trapeciometacarpiana). D. Ortesis en guantelete con muñeca libre (con estabilización de la trapeciometacarpiana y de la interfalángica del pulgar). articulaciones trapeciometacarpiana y la primera metacarpofalángica del pulgar) y la ortesis en guantelete con la muñeca libre (Fig. 11). A partir de la plantilla se escoge el material en función de las condiciones y del uso que se va a dar a la ortesis (flexibilidad, comodidad, autoadherencia, estiramiento, etc.). La experiencia demuestra que esta técnica permite adaptarse a todas las situaciones: uso de la ortesis en la cama, posturas defectuosas, dolores y deformaciones acentuadas, etc. Además, permite ajustar con precisión los cortes y los límites de la ortesis a cada paciente de forma individual. Con patrón El patrón es un «modelo en papel preparado a la medida de una persona». Es un método exacto y cómodo, práctico para el terapeuta que acaba de iniciarse, cómodo para el paciente y pedagógico para los inexpertos. Es necesario visualizar la ortesis en los tres planos del espacio, con el fin de trasladarla luego al papel en un solo plano. Los pasos para su realización implican trazar el contorno de la mano en una hoja de papel, fijar los puntos de referencia morfológicos, trazar el contorno del patrón y, después de cortar el papel y reproducirlo en el material termoplástico, hacer las pruebas correspondientes. La experiencia demuestra que casi todas las ortesis de la mano y la muñeca pertenecen a cuatro tipos principales de «familias»: palmares, dorsales, radiales o circulares. Así, existen cuatro tipos principales de patrones para la fabricación de los módulos de base de estas ortesis [5]. El módulo palmar brinda una estabilización estricta de la muñeca; se usa de preferencia cuando se pretende colocar las articulaciones en reposo, ya que oculta la función táctil (Fig. 12). El módulo dorsal libera la palma de la mano para las prensiones, de modo que la estabilización de la muñeca se vuelve relativa. También se usa para las tracciones en extensión. El módulo radial se utiliza para las ortesis del primer dedo. El módulo circular se caracteriza por su estabilidad y se usa en las ortesis de postura dinámica en caso de rigidez. Los accesorios de las ortesis dinámicas pueden aplicarse en posición palmar o dorsal. 8 Figura 12. Módulo palmar para la realización de las ortesis con patrón (en este caso, realización de una ortesis de estabilización de muñeca antebraquiometacarpiana). En la práctica, es posible combinar dos módulos según las indicaciones. Por ejemplo, un módulo palmar y otro radial para estabilizar una muñeca con lesión del compartimento radial del carpo. Con positivo . Esta técnica se recomienda sobre todo para la realización de las ortesis de actividades, de cuero o microfibra, en el contexto de enfermedades crónicas (artritis reumatoide, rizartrosis, etc.) (Fig. 13). Es necesario confeccionar un molde de yeso exacto de la muñeca y la mano en posición de función. La ortesis se confecciona una vez que se seca el positivo de yeso. Entre dos capas de cuero o de microfibra moldeadas sobre el positivo se inserta un refuerzo de material termoplástico, más o menos grueso y amplio en función de la indicación terapéutica. Según el tipo de lesión, se pueden añadir otros materiales, por lo general con el fin de mejorar la comodidad (espuma autoadhesiva, silicona, etc.). La ortesis debe respetar las condiciones de estabilización Kinesiterapia - Medicina física Ortesis de la mano ¶ E – 26-220-C-10 inmediata de hacer retoques, agregar accesorios e indicar nuevas ortesis, o incluso ejercicios de autorrehabilitación. Evaluación La evaluación de la ortesis resulta difícil, pues el tratamiento ortopédico rara vez es único. Sin embargo, debe referirse a la tolerancia y a la eficacia. Ésta se puede determinar a partir de los aspectos patológicos (por ejemplo, deficiencias articulares o dolor) y funcionales o de la calidad de vida [15]. La destreza manual es lo primero que disminuye ante una lesión de la mano: por tanto, es muy sensato verificar las ortesis funcionales con las pruebas validadas de prensión, como el Minnesota Manual Dexterity Test, el Purdue Pegboard Test o la evaluación de 400 puntos para determinar su eficacia. Pueden existir grandes disociaciones entre el efecto fisiológico esperado y la utilidad reconocida por el paciente, así como entre los resultados funcionales determinados con las pruebas y la actividad real de prensión [16]. Aparte de las indicaciones forzosas de índole ortopédica (por ejemplo, ortesis de protección durante el tiempo de cicatrización tendinosa), uno de los mejores índices de eficacia es el uso real como testimonio directo de la opinión del paciente. El concepto de satisfacción del cliente empieza a utilizarse para comparar las opciones terapéuticas [17]. El autocuestionario que se emplea para evaluar la ortesis y la satisfacción del paciente es el QUEST [18] (de «Quebec User Evaluation of Satisfaction with assistive Technology»), que permite evaluar a la vez las cualidades propias del dispositivo y de los servicios asociados a su uso. Figura 13. Secuencia de fabricación de una ortesis de estabilización de muñeca en microfibra, a partir de un positivo de yeso, obtenida después del moldeado. manteniendo un máximo de flexibilidad y de comodidad, lo cual resulta muy beneficioso durante las actividades (conducción de automóviles, escritura, jardinería, etc.). Esta ortesis, cuya realización requiere alrededor de 3 horas de trabajo en total durante varios días, no se realiza de una sola vez, sino tras una prueba con una ortesis en material termoplástico. Información y control Es indispensable que el paciente reciba determinado número de informaciones relativas al uso de la ortesis, su mantenimiento y control diario. Esto contribuye en el cumplimiento y la eficacia del tratamiento [14]. El interés de los pacientes por las ortesis de estabilización obedece a sus efectos analgésicos; por eso las usan de forma prolongada (a veces más allá de los períodos indicados) y correcta. Las ortesis dinámicas causan más dificultades. El usuario debe aprender a dosificar los efectos mecánicos del aparato para que éste resulte eficaz y útil. En ningún caso deben modificarse por propia iniciativa las tracciones con el pretexto de que éstas parecen insuficientes, por lo que habrá que dedicar el tiempo necesario para dar las explicaciones pertinentes. Para que el paciente coopere es preciso que: • comprenda la finalidad de la ortesis y de qué manera debe participar en el programa terapéutico; • reciba instrucciones detalladas con respecto a su colocación, la importancia de la tracción y las circunstancias precisas (momentos, duración, períodos, etc.) en las que debe usarlas; • esté convencido de que el uso de la ortesis es una de las garantías del éxito del tratamiento. Si fuera necesario, también se le puede entregar un documento informativo con los ejercicios que puede realizar. La ortesis debe usarse de forma prolongada; es indispensable hacer controles regulares para detectar a tiempo las complicaciones cutáneas o articulares. En todos los casos es conveniente verificar y enseñarle al paciente cómo verificar los distintos puntos de apoyo. El paciente debe ser capaz de colocarse la ortesis con absoluta seguridad. La ortesis debe ajustarse a la evolución clínica mediante modificaciones, renovaciones y sustituciones en función de objetivos precisos y actualizados. Si los intervalos de control son demasiado extensos, aun cuando la ortesis se use de forma correcta, las rectificaciones necesarias se hacen con retraso, lo que puede comprometer el resultado final. De forma óptima, el programa se define tras un acuerdo medicoquirúrgico. El interés de la consulta conjunta reside en la posibilidad Kinesiterapia - Medicina física ■ Indicaciones de las ortesis en función de la afección En reumatología [19] Ortesis de reposo . Las ortesis de reposo de la mano (Fig. 14) y la muñeca suelen emplearse como complemento del tratamiento farmacológico cuando la lesión es poliarticular (dedos-pulgar-muñeca): artritis reumatoide, crisis dolorosa de poliartrosis de las manos o algodistrofia (síndrome doloroso regional complejo de tipo 1). Ejercen un efecto analgésico y protector sobre las articulaciones afectadas por el reumatismo. Por lo general se usan de noche y, en ocasiones, durante el día de forma discontinua. La mayoría de las veces abarcan todas las articulaciones de la muñeca y de la mano (poliartritis, poliartrosis) Figura 14. Ortesis de reposo de la mano y la muñeca. 9 E – 26-220-C-10 ¶ Ortesis de la mano Figura 15. Ortesis de estabilización corta de la muñeca, de la trapeciometacarpiana y de la metacarpofalángica del pulgar. Figura 16. Ortesis de limitación de amplitud en inclinación cubital de las metacarpofalángicas de los dedos largos, de tipo Malick. . . . . . . o, de manera más restringida, la muñeca y las articulaciones de la columna del pulgar (rizartrosis). Rara vez son monoarticulares (artrosis interfalángica distal dolorosa). Pueden inmovilizar toda una cadena articular dependiente de los tendones dolorosos que deben tratarse (por ejemplo, una epicondilitis con una ortesis de reposo nocturna codo-muñeca-mano). En las epicondilitis, las ortesis estáticas de reposo pueden asociarse a las de estabilización de la muñeca y a brazaletes epicondíleos. Borkholder [20] llevó a cabo una revisión de las publicaciones que confirma la eficacia de los aparatos ortopédicos en las epicondilalgias. A veces cumplen una función terapéutica ortopédica de inmovilización continua diurna y nocturna (para las osteonecrosis del semilunar o, asociadas al tratamiento antibiótico de las artritis infecciosas con un uso especialmente prolongado durante varios meses, para las artritis tuberculosas). . . En neurología periférica El aparato ortésico se usa ampliamente después de un traumatismo y/o una intervención quirúrgica debido a sus acciones de prevención secundaria y de suplencia funcional: prevención de deformaciones articulares y de retracciones musculotendinosas, sustitución de la pérdida de motricidad [21]. Ortesis de reposo Ortesis de actividad (o de función) . . . . . El objetivo de las ortesis de actividad es atenuar las limitaciones de las articulaciones patológicas durante los movimientos de prensión. Asocian una adaptación y reeducación del movimiento. Al contrario que las ortesis de reposo, se utilizan durante el día y son lo más cortas posible con el fin de preservar el movimiento de las articulaciones sanas a la vez que protegen las articulaciones lesionadas. Estas ortesis se usan de forma amplia para las artritis: ortesis de estabilización de la muñeca más o menos extendidas hacia los dedos o el pulgar según el tipo de lesión articular (Fig. 15), ortesis de alineación de los dedos (Fig. 16) y para las rizartrosis: ortesis de estabilización de la articulación trapeciometacarpiana con muñeca libre, o con muñeca estabilizada si se asocia una tendinitis de los extensores del pulgar, y ortesis de limitación de amplitud. Los materiales y las técnicas de fabricación dependen de la indicación (ortesis de cuero o microfibra con moldeado y refuerzo termoplástico, más útil para la conducción de automóviles que una ortesis Orfit) y de la tolerancia cutánea trófica (piel fragilizada por un tratamiento prolongado con corticoides). Peculiaridades en la artritis reumatoide El cuadro clínico de la artritis reumatoide se ha modificado en los últimos diez años gracias a los tratamientos con metotrexato y anti-TNF-a (factor de necrosis tumoral a). En los pacientes tratados con estos fármacos, los brotes inflamatorios son mucho menos largos y menos graves, y las deformaciones mucho menos acentuadas. Estos progresos terapéuticos han hecho avanzar en los poliartríticos las indicaciones y el 10 uso de las ortesis, que mantienen su lugar como adyuvantes terapéuticos básicos y apreciados. Las ortesis se han vuelto menos constreñidas, y el tiempo de uso es más corto, en especial con respecto a las ortesis de reposo. Las ortesis de actividad actuales son más de confort y de contención, de material flexible y elástico, que ortesis rígidas de estabilización (muñeca). . Algunos autores recomiendan [22, 23] el uso nocturno de una ortesis, ya sea sólo de estabilización de la muñeca a 0° (la presión intracanalicular más baja) o asociada a una postura palmar de las MF a 70° y de las IF en ligera flexión de los dedos largos, con el fin de atenuar la tenosinovitis de los tendones flexores. Se indican en los síndromes del túnel carpiano, moderados o incipientes, sin indicación quirúrgica o en espera de la intervención; el síndrome del túnel carpiano en el embarazo constituye una indicación consensuada debido a su índole transitoria. El uso de la ortesis se determina en función de la causa y de la evolución clínica (de 6 semanas, como mínimo, hasta 12 meses). Ortesis de sustitución En la parálisis radial, la más frecuente del miembro superior, la actitud característica es la deformación en cuello de cisne con pérdida de la extensión de la muñeca y de las metacarpofalángicas. La ortesis se indica con el objetivo de estabilizar la muñeca en posición de extensión y de abrir la mano para suplir la extensión de las metacarpofalángicas de los dedos largos y del pulgar. En la parálisis cubital, la ortesis se indica con el fin de reducir la garra del 4.° y del 5.° dedo. Es una ortesis de limitación de amplitud de la extensión de las MF de los dos últimos dedos. Evita la deformación en hiperextensión de las MF, permite extender mejor F2 y F3 de los dedos 4.° y 5.°, y enrollarlos de una manera más completa mediante una flexión previa de las MF. Deja libre la flexión de los dedos, es decir, se trata de una ortesis de actividad. En la parálisis del mediano, la ortesis se indica para suplir la oposición del pulgar y está compuesta de lycra y neopreno. Kinesiterapia - Medicina física Ortesis de la mano ¶ E – 26-220-C-10 En la parálisis mediocubital, la ortesis asocia una limitación de amplitud de la extensión de las MF de los dedos largos (para la reducción de la garra) y una sustitución de la oposición del pulgar. Ortesis de postura Cuando a pesar del tratamiento preventivo las retracciones tendinosas y capsuloligamentosas provocan rigidez (limitación pasiva relativa), las ortesis de postura dinámica en flexión o en extensión, o incluso en separación de la primera comisura, se indican para recuperar las amplitudes articulares. En traumatología Las ortesis de mano y de muñeca se usan mucho para el tratamiento de las lesiones traumáticas óseas, capsuloligamentosas o tendinosas [24], la mayoría de las veces como complemento de las reparaciones microquirúrgicas. Se basan en los conocimientos sobre la reparación tisular y en principios biomecánicos bien establecidos [25]. Ortesis de estabilización Figura 17. Ortesis de protección asociada a un retroceso elástico para permitir una movilización precoz protegida, después de la reparación quirúrgica de heridas de los tendones flexores. . . Se indican para la continuación del tratamiento ortopédico de una fractura, tras una inmovilización absoluta, o en las lesiones ligamentosas o articulares. Se indican siempre en presencia de dolor o de inestabilidad, con el fin de preservar la actividad del resto de la mano y del miembro superior: por ejemplo, ortesis de estabilización palmar de la muñeca. Se trata de una ortesis anterior de estabilización de la muñeca que permite una función normal de los dedos largos y del pulgar, pero evita los movimientos de la muñeca. Puede rebasar el pliegue de oposición hasta el primer metacarpiano, limitando así los movimientos de la trapeciometacarpiana. Puede terminar de forma aún más distal en la mitad de la primera falange del pulgar y estabilizar la MF del pulgar. En este caso, se usa en las secuelas de fractura del escafoides. Ortesis de protección . Para las secciones tendinosas de los flexores de los dedos existen varias técnicas de rehabilitación, si bien existe determinada preferencia por las movilizaciones precoces protegidas activas (método de Strickland) o pasivas (método de Duran y método de Kleinert). Sea cual sea el método aplicado, la sutura tendinosa se debe proteger siempre con una ortesis. Su forma para una inmovilización o para un método de movilización precoz protegida es la misma, con algunas variantes en el método de Kleinert. Se trata de una ortesis antebraquiodigital que acomoda la muñeca a 30° de flexión, las metacarpofalángicas en flexión a 60° y las interfalángicas a 0°. Es fundamental que incluya un apoyo anterior rígido, con un límite distal a la altura del pliegue digitopalmar que permita estabilizar las metacarpofalángicas en buena posición. Su objetivo es colocar los tendones flexores de todos los dedos en posición de relajación, impidiendo el uso de la mano lesionada. Se emplea de forma permanente durante 4 semanas. Si se aplica la técnica de Kleinert, se trata de una ortesis específica con el mismo módulo dorsal; la muñeca se encuentra a 30° de flexión, y las metacarpofalángicas a unos 60° de flexión. En la uña se pone un resorte elástico, y el déficit muscular se sustituye colocando el dedo operado en el sentido de la flexión. A la ortesis se añade una polea de reflexión en función del segmento afectado por la lesión tendinosa. La polea se encuentra a la altura del pliegue de flexión de las MF de los dedos largos en el eje de uno o más dedos afectados (flexor profundo o asociación de un flexor profundo y Kinesiterapia - Medicina física de un flexor superficial) o, de forma más proximal, en el eje del tubérculo del escafoides (flexor superficial solo). Para el flexor largo del pulgar, se coloca en el lado cubital de la mano. Durante el período de cicatrización del tendón, el deslizamiento o movilización del tendón reparado se efectúa varias veces al día mediante la contracción de los antagonistas, y el retorno a la posición de referencia se cumple gracias a un sistema elástico (Fig. 17). Esta ortesis se usa durante 4 semanas de forma permanente, igual que las demás ortesis de protección de los tendones flexores. En los extensores, el principio de la técnica de Kleinert se aplica de modo inverso con un resorte elástico en el sentido de la extensión de la muñeca y de las MF en discreta extensión. La ortesis es de tipo bajo perfil y sustituye a la función de los extensores. Esta técnica se reserva para las lesiones asociadas, favoreciendo la formación de adherencias tendinosas. En las lesiones aisladas puede bastar la inmovilización con una ortesis estática de postura en extensión de la muñeca y de los dedos (la amplitud de la ortesis varía en función de las zonas quirúrgicas) durante 3 semanas [26]. Ortesis de recuperación de amplitud Las posturas estáticas consisten en inmovilizar en posición extrema una articulación o una serie de articulaciones. Se trata de ortesis de inactividad. Las posturas dinámicas requieren un motor: lámina de acero (Levame), cuerda de piano, venda elástica, resorte, etc. Las condiciones de uso son variables. Las ortesis se indican de manera prolongada o repetida por períodos más cortos. La intensidad de la fuerza de tracción depende de la causa de la limitación de amplitud, de la tolerancia del paciente y del tratamiento físico adyuvante. En las posturas digitales, la acción del motor es global o segmentaria. En este caso, las articulaciones inactivas se estabilizan para localizar el efecto del motor en una sola articulación. En los quemados [27-29] Antes de la epidermización: ortesis en capacidad cutánea máxima El riesgo de retracción se presenta a partir de esta fase. La inmovilización de la mano con la ortesis debe ser absoluta en la posición de máximo desarrollo cutáneo: 11 E – 26-220-C-10 ¶ Ortesis de la mano capacidad cutánea máxima. La ortesis se usa de forma permanente fuera del período de curaciones. Las limitaciones del movimiento articular de origen cutáneo (brida-placa cicatrizal) implican la indicación de una ortesis cuyo objetivo es estirar la zona a su máxima amplitud, comprimir esta zona en tensión, corregir de forma gradual y modificar el aparato en función de las ganancias alcanzadas. Las limitaciones articulares, de origen articular o muscular, reclaman ortesis de postura dinámica. En caso de hipertrofia fuera de una zona articular, la ortesis de compresión debe ser reforzada con plástico o espuma en las zonas afectadas y con un apoyo reforzado de la cicatriz que, a la altura de ésta, deprima el material de la ortesis. En caso de retracción cutánea, la ortesis es similar a la que se indica para prevención, pero la postura se efectúa al máximo de la amplitud restante. La ortesis debe comprimir la cicatriz estirada de este modo, y hay que corregirla o rehacerla cada vez que se alcanza una ganancia de amplitud. En caso de limitaciones del movimiento articular, es conveniente recurrir a ortesis de postura dinámica. Quemadura de la cara palmar La ortesis estabiliza la muñeca a 30° de extensión, las MF y las IF rectas, los dedos en abducción y el pulgar en el plano de la mano. Quemadura de la cara dorsal La ortesis estabiliza la muñeca en flexión a 20-40°, las MF en flexión a 70-90°, las IF en extensión, los dedos 5.° y 4.° en sindactilia, el pulgar en abducción/ oposición, la MF en flexión a 30° y la primera comisura abierta. Quemadura de la primera comisura La ortesis estabiliza el pulgar en abducción máxima. Quemadura circular Lo primero es la postura declive con un apósito orientado que posiciona la mano. Cuando el edema diminuye de forma parcial, se sustituye por una ortesis, que se va adaptando con regularidad al volumen de la mano (edema y tipo de apósito). La elección del tipo de postura se establece en función de la profundidad de las quemaduras (¿gravedad equivalente en las caras palmar y dorsal?) y de su localización con respecto a las articulaciones. La inmovilización se orienta hacia una ortesis de tipo «quemadura de la cara dorsal» si el riesgo es menor en la cara palmar, y al contrario. Cuando la gravedad de las lesiones dorsales y palmares es equivalente, el yeso circular permite una inmovilización absoluta de todas las articulaciones, y los procesos inflamatorios locales se reducen con un producto bien tolerado, que se puede dejar durante varios días (con un apósito adecuado), permitiendo disminuir la cantidad de curaciones diarias. La posición de inmovilización es: muñeca en flexión a 20-40°, dedos largos (MF en flexión a 70-90°, IF extendida), pulgar-abertura de la primera comisura en abducción/oposición y MF en flexión máxima. En pediatría Especificidades de la infancia Las indicaciones de las ortesis en pediatría son múltiples: enfermedades congénitas específicas de la infancia y adquiridas inespecíficas (neurología periférica o central, reumatología, traumatología, quemaduras, etc.). Hay que tener en cuenta algunas peculiaridades. • Deben respetarse las distintas etapas de la maduración psicomotriz, afectiva e intelectual del niño; para realizar la ortesis hay que considerar el afinamiento progresivo de las prensiones (grasping, abertura de la mano, adaptación de la palma al objeto, prensión voluntaria, disociación del pulgar, pinza pulgaríndice, etc.). Es necesario que el niño sienta su mano y la use. En las lesiones bilaterales, se recomienda usar las ortesis en ambas manos de forma alternada; así, los más pequeños pueden succionarse los dedos y los más grandes, conservar determinada autonomía. • Para que la ortesis se coloque correctamente y su acción resulte eficaz, se necesita la cooperación de los padres. Es indispensable informar a las familias por escrito acerca de la importancia de la ortesis, sus modos de aplicación y de control, el tiempo de uso, etc. • Las ortesis no pueden prescribirse por períodos prolongados: las ortesis correctoras deben proporcionar una mejoría rápida y preceder o seguir a una intervención quirúrgica. Las ortesis de estabilización o de sustitución deben proporcionar una ganancia funcional, apreciada por el paciente, superior a las compensaciones naturales. • El crecimiento esquelético puede agravar las deformaciones, poniendo en tela de juicio el tratamiento ortésico y originando la posibilidad de considerar una indicación quirúrgica. Epidermización adquirida: ortesis en capacidad cutánea máxima y compresión A la inmovilización en capacidad cutánea máxima se suma compresión para prevenir el desarrollo de una cicatriz hipertrófica. La ortesis se indica de forma permanente hasta la regresión de los procesos inflamatorios: • quemadura palmar: la ortesis precedente se completa con una cúpula palmar en compresión; • quemadura dorsal: la compresión se hace con un guante de tejido elástico; • quemadura de la primera comisura: dentro de la ortesis precedente se coloca una compresión por moldeado corregido de la cicatriz o añadidura de espuma o plástico; • quemadura circular: se deben hacer evaluaciones regulares de la evolución cutánea y de las posibles limitaciones de amplitud con el fin de establecer las modalidades de la ortesis: C continuar la inmovilización con yeso con un moldeado muy cerca de la piel para empezar a comprimir las cicatrices; C sustituir por una ortesis termoplástica recuperando las amplitudes previas y agregar un guante de compresión. Peculiaridades técnicas . Secuelas La investigación etiológica de las secuelas condiciona la elección de la ortesis. La hipertrofia cicatrizal fuera de una zona articular requiere un refuerzo de la compresión. 12 . El tamaño reducido de los segmentos de los miembros exige miniaturizar y simplificar la ortesis. Resulta difícil garantizar una corrección en el sitio exacto (brazos de palanca cortos, puntos de referencia articulares menos precisos que en el adulto). Las condiciones en que se imprime el molde pueden ser difíciles (llanto, movimientos de oposición). La técnica del patrón no siempre es posible. Las mediciones se pueden hacer con una plantilla, y en algunos casos la ortesis debe moldearse en un positivo de yeso. La superficie de las zonas de apoyo se aumenta con el fin de evitar las presiones localizadas excesivas y la posibilidad de provocar escaras. Kinesiterapia - Medicina física Ortesis de la mano ¶ E – 26-220-C-10 Figura 18. Ortesis «bumerán» con el pulgar en oposición en el contexto de un pulgar adductus congénito. . . A pesar de los movimientos espontáneos del paciente, la ortesis se debe mantener en la posición correcta mediante sistemas de fijación seguros que el niño no pueda quitarse: venda elástica adhesiva o cohesiva, venda Velpeau o velcro en el niño de mayor edad, etc. Las ortesis dinámicas se usan poco en el niño de corta edad debido a las dificultades para localizar los apoyos con precisión, al riesgo de escara y, sobre todo, a la posibilidad de que se lesione o se lleve a la boca las piezas pequeñas de los accesorios. La fragilidad cutánea del lactante exige poner más atención con respecto a los acabados y al control de la tolerancia de la ortesis: la colocación se realiza aumentando de manera muy progresiva el período de uso. En el lactante, debido al crecimiento rápido, es necesario renovar la ortesis con frecuencia, cada 3-4 semanas. Ejemplos de ortesis Figura 19. Ortesis en una quemadura palmar: muñeca a 30° de extensión. . Anomalías congénitas de los dedos Camptodactilias. La flexión permanente de la IFP, a menudo hereditaria, se asocia a veces a una clinodactilia. La lesión es única o afecta a todos los dedos. En las formas moderadas (flexión inferior a 30°), la indicación temprana de una ortesis permite corregir la deformación por completo: consiste en el uso por la noche de una ortesis dorsal estática que coloca la IFP en posición de extensión máxima. La ortesis de extensión dinámica de las IFP con lámina de Levame no se usa en el niño de corta edad. En las formas graves (flexión superior a 40-45°), la ortesis puede resultar eficaz en caso de tratamiento precoz, aunque a menudo es necesario completar con una intervención de corrección quirúrgica: artrólisis e injerto de piel total. En este caso, la ortesis se indica antes y después de la intervención. En postoperatorio, la ortesis dinámica de extensión con lámina de acero puede indicarse en el niño de mayor edad. Pulgar flexus adductus congénito. La hipoplasia o la aplasia del extensor corto del pulgar tienen como consecuencia una flexión permanente de la metacarpofalángica, lo que provoca una retracción secundaria de los elementos palmares. El objetivo del tratamiento es impedir la retracción de la primera comisura y mejorar la oposición. El aparato se debe colocar lo antes posible: una ortesis palmar de abertura de la primera comisura de uso nocturno, y una ortesis «bumerán» de oposición del pulgar durante el día (Fig. 18). La ortesis «bumerán» debe su nombre a la forma del patrón. El objetivo es mejorar las prensiones y adquirir un esquema motor más fisiológico. . Quemaduras profundas de la palma de la mano . Mano zamba radial o cubital . . La desviación de la muñeca en flexión y en inclinación radial o cubital por hipoplasia o aplasia de un segmento óseo antebraquial, se puede corregir de forma gradual con una ortesis de postura que vuelve a alinear la mano debajo del esqueleto antebraquial. En las Kinesiterapia - Medicina física formas graves, es preciso completarla con una intervención quirúrgica. En el recién nacido, la ortesis palmar debe estabilizar la muñeca y los dedos debido a la corta longitud de los segmentos óseos. La muñeca se coloca en la posición de corrección máxima de la deformación y los dedos en ligera flexión. La ortesis se usa por la noche y, en los casos graves, también algunas horas durante el día. En el lactante, después de los 8 meses de edad, los dedos se liberan de la ortesis, sobre todo durante el día, para facilitar la adquisición de las prensiones: la corrección de la muñeca se hace entonces con una ortesis de estabilización palmar de la muñeca. La prevención de las complicaciones cicatrizales, de la retracción cutánea y la hipertrofia se apoya en dos principios: inmovilización en capacidad cutánea máxima y compresión cicatrizal. La inmovilización en capacidad cutánea máxima se consigue con una ortesis durante las 48 horas siguientes a la quemadura. La ortesis es dorsal y coloca la muñeca en extensión a 30-50° (Fig. 19), los dedos largos en extensión y, tras la regresión del edema, las metacarpofalángicas en hiperextensión, una posición permitida por la hiperlaxitud del niño. El pulgar se coloca en extensión y abducción. La ortesis se apoya sobre el apósito y cada dedo se sostiene con venda elástica adhesiva (separando los dedos para evitar la retracción de las comisuras en caso de lesión digital). Después de producirse la epidermización, la compresión cicatrizal se inicia con una cúpula de compresión rígida de material termoplástico a baja temperatura o, de preferencia, un material transparente (Fig. 20) termoplástico a alta temperatura (Orlen). Para confeccionar este aparato, es necesario tomar una impresión de la zona que se ha de comprimir, con la que se hace un positivo de yeso a partir del cual se moldea la cúpula. La transparencia permite visualizar el efecto de la compresión (blanqueamiento de la piel). La cúpula se mantiene con elásticos que pasan entre los dedos y se fijan a la parte dorsal de la ortesis. El aparato se usa durante 23 horas al día y se retira durante una hora para controlar la falta de complicaciones (lesiones cutáneas, maceración, alergia) y limpiarlo. La compresión se mantiene hasta la desaparición completa de los signos de inflamación. La retirada progresiva de la ortesis se decide en función de la 13 E – 26-220-C-10 ¶ Ortesis de la mano Figura 21. Ortesis de estabilización de la muñeca en una hemiplejía cerebral infantil: extensión metacarpiana que limita la desviación cubital de la muñeca. Figura 20. Ortesis en una quemadura palmar: cúpula transparente de compresión palmar. evolución cicatrizal (coloración de la piel, falta de blanqueamiento al estirar la zona cicatrizal, ausencia de hipertrofia). El uso permanente abarca un período de 3 meses por término medio, y a veces se extiende a 6 meses. No acarrea consecuencias sobre la movilidad articular y proporciona con rapidez un resultado funcional y estético correcto en las quemaduras localizadas en la palma de la mano. Las secuelas de las quemaduras palmares extensas se reducen de manera considerable. . ■ Conclusión Hemiplejía cerebral infantil . La indicación de ortesis en la mano hemipléjica del niño no es sistemática. La mayoría de las veces se trata de ortesis de finalidad funcional, estabilización de la muñeca o de la columna del pulgar, o de ortesis para la prevención de las deformaciones. La ortesis «bumerán» separa el pulgar adductus de origen neurológico de la palma de la mano y le confiere una posición más funcional, mejorando así las prensiones con el pulgar. Esta ortesis también permite limitar la retracción de la primera comisura. La ortesis de estabilización de la muñeca con retroceso dinámico en extensión se indica a un niño con movimiento selectivo de los extensores de la muñeca y los dedos, pero con dificultades para asociar ambos movimientos. El retroceso en extensión se logra con un velcro elástico cuya tensión se adecua a cierto grado de flexión activa de la muñeca. El uso de esta ortesis de actividad se asocia a una rehabilitación a modo de reprogramación sensoriomotriz. La ortesis participa asimismo en la prevención de las deformaciones de la muñeca en inclinación cubital (Fig. 21), pulgar adductus y cuello de cisne de las cadenas digitales, que se desarrollan si no se corrige el esquema motor. Para limitar las retracciones, la muñeca también puede ser estabilizada con una ortesis palmar de cuero o material termoplástico (Orfit) durante las fases de inactividad o por la noche. Artritis juvenil idiopática . La ortesis de reposo de la muñeca y de la mano se usa en período de brote inflamatorio. Cumple una función analgésica por la inmovilización y previene el desarrollo de actitudes defectuosas. La ortesis se usa por la noche y a veces durante el día. 14 Las ortesis de postura apuntan a la recuperación de las amplitudes en las cadenas digitales después de la fase inflamatoria. El tratamiento debe ser de corta duración (algunas semanas). Gracias a los nuevos tratamientos de fondo (anti-TNF) en la infancia, las deformaciones articulares son menos acentuadas, y las ortesis de postura se indican cada vez menos. Las ortesis de función, básicamente de estabilización de la muñeca o de la columna del pulgar, se indican en algunas actividades, sobre todo la escritura. El uso de una ortesis en la escuela no siempre es aceptado por el niño, que no desea distinguirse de sus compañeros y mostrar su enfermedad. . La diversidad de módulos de base, motores y accesorios permiten responder a los objetivos de prevención y/o tratamiento y/o sustitución. Las ortesis de la mano y la muñeca se indican en la fase de inmovilización, de recuperación o de secuelas de lesiones o limitaciones de actividad de origen traumático (nervios, músculos y tendones, huesos y articulaciones, piel y tejido subcutáneo) o reumatológico, inflamatorio (lesiones articulares y tendinosas) y degenerativo. Las ortesis de la mano o de la muñeca, componentes fundamentales de los protocolos de rehabilitación de las lesiones traumáticas [15] operadas o no, tienen objetivos terapéuticos precisos y adaptables en el tiempo. La prescripción, la realización y las indicaciones deben ser precisas. La calidad de los materiales termoplásticos y una técnica de realización bien codificada permiten alcanzar esos objetivos. La ortesis a medida por moldeado de materiales termoplásticos es el método de elección. La experiencia y la especialización de los equipos es un requisito fundamental en este ámbito profesional [30]. Para recomendar el uso de las ortesis de la mano y la muñeca se ha establecido un consenso de profesionales; por desgracia, el alcance metodológico de la evaluación de las ortesis (los principales estudios controlados han sido publicados a expensas de los traumatismos de los tendones y los nervios [31, 32] y de la artritis reumatoide [33]) no permite colocar este tratamiento en un alto nivel de evidencia. . ■ Bibliografìa [1] [2] Mansat M, Delprat J. Les orthèses de la main : de leur conception à leur réalisation. Ann Med Phys (Lille) 1977;20: 272-310. Delprat J, Freland J-C, De Godebout J, Xénard J. Les orthèses de la main. Paris: Masson; 1985. 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Disponible en www.emc-consulte.com/es Algoritmos Ilustraciones complementarias Kinesiterapia - Medicina física Vídeos / Animaciones Aspectos legales Información al paciente Informaciones complementarias Autoevaluación 15