Introducción Linfocitos T (Células T): Los linfocitos T (algunas veces llamadas células T) son otro tipo de células inmunológicas. Los linfocitos T no producen anticuerpos moleculares. Los linfocitos T derivan su nombre de su sitio de maduración en el timo. Durante este proceso, la célula T adquiere la capacidad de expresar en su membrana una molécula única de unión a antígeno llamada receptor de célula T. A diferencia de los anticuerpos unidos a membrana de linfocitos B, que pueden reconocer antígeno libre, los receptores de los linfocitos T solo reconocen antígeno unido a proteínas de membrana llamadas moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC, mayor complejo de histocompatibilidad). Desarrollo Las moléculas del MHC que intervienen en este proceso de reconocimiento (llamado presentación de antígeno) son glucoproteinas genéticamente diversas (polimórficas) presentes en las membranas celulares. Existen dos tipos principales de moléculas MHC: las de clase I, que son expresadas prácticamente por todas las células nucleadas de los vertebrados, y las de clase II, que son expresadas solo por unos cuantos tipos celulares que se especializan que en la presentación de antígeno. Cuando un linfocito T reconoce antígeno asociado con una molécula MHC sobre una celula, en circunstancias apropiadas el linfocito prolifera y se diferencia en diversas células T efectoras y células T de memoria. Existen dos subpoblaciones bien definidas de células T: células T colaboradoras (TH) y células T citotóxicas (TC); recientemente se caracterizó una tercera subpoblación de células T, las células T reguladoras (Treg). Las células T colaboradoras y las citotóxicas pueden distinguirse entre sí por la presencia de glucoproteinas de membrana CD4 o CD8 en sus superficies. Las células T que exhiben CD4 generalmente funcionan como linfocitos TH, mientras que las que exhiben CD8 por lo general funcionan como linfocitos TC. Por tanto, la proporción entre células TH y TC en una muestra puede estimarse determinando el número de células T CD4+ y CD8+. Esta proporción es de alrededor de 2:1 en sangre periférica humana normal, pero suele alterarse en grado significativo en enfermedades inmunodeficientes, autoinmunitarias y de otros tipos. Después de ser activadas por la interacción con complejos antígenos-MCH adecuados, las células TH se diferencian en células efectoras que facilitan la activación (o “colaboran en ella”) de linfocitos B, linfocitos TC, macrófagos y otras células diversas que participan en la inmunoreaccion. El reconocimiento de complejos antígeno-MCH por una célula TC desencadena su proliferación y diferenciación en una célula efectora llamada linfocito T citotoxico (CTL) o en una célula de memoria. El CTL tiene el papel vital de vigilar las células del cuerpo y eliminar a cualquiera que exhiba antígeno extraño en complejo con MCH en clase I, como es el caso de células infectadas por virus, células tumorales y células de un injerto de tejido ajeno. Las funciones especializadas de los linfocitos T son : 1) atacar directamente antígenos extraños como virus, hongos, tejidos transplantados. 2) para actuar como reguladores del Sistema Inmunológico. Los linfocitos T se desarrollan de células madre en la médula ósea. Temprano en la vida del feto, células inmaduras migran al timo, un órgano especializado del Sistema Inmunológico en el pecho. En el timo, los linfocitos inmaduros se desarrollan a linfocitos T maduros ("T" por el Timo). El Timo es esencial para este proceso, y los linfocitos T no se pueden desarrollar en el feto si no tiene Timo. Linfocitos T maduros dejan el Timo y se van a otros órganos del Sistema Inmunológico, como el baso, nodos linfáticos, médula ósea y la sangre. Cada linfocito T reacciona con un antígeno específico, así como cada anticuerpo reacciona con un antígeno específico. De hecho, los linfocitos T tienen moléculas en la superficie que son como anticuerpos que reconocen antígenos. La variedad de linfocitos T es tan grande que el cuerpo tiene linfocitos T que pueden reaccionar contra virtualmente cualquier antígeno. Los linfocitos T también varían con respecto a su función. Hay : 1) linfocitos T destructores ("killer" o "effector") 2) linfocitos T de ayuda ("helper") 3) linfocitos T supresores ("suppressor"). Cada uno juega distintas partes en el Sistema Inmunológico. Los linfocitos T destructores son los linfocitos que destruyen al microorganismo invasor. Estos linfocitos T protegen al cuerpo de bacterias específicas y virus que tienen la habilidad de sobrevivir y reproducirse en las células del cuerpo. Los linfocitos T destructores también responden a tejidos extraños en el cuerpo, como por ejemplo un hígado transplantado. Los linfocitos T destructores migran al sitio de la infección o al tejido transplantado. Cuando llegan, los linfocitos T destructores se fijan a su blanco y lo destruyen. Los linfocitos T de ayuda, ayudan a los linfocitos B a producir anticuerpos y ayudan a los linfocitos T destructores en el ataque a sustancias extrañas. Los linfocitos T de ayuda hacen más efectiva la función de los linfocitos B, provocando una mejor y más rápida producción de anticuerpos. Los linfocitos T de ayuda también hacen más efectiva la función de destrucción de los linfocitos T destructores. Por otra parte los linfocitos T supresores, suprimen o apagan a los linfocitos T de ayuda. Sin esta supresión, el Sistema Inmunológico seguiría trabajando después de la infección. Juntos los linfocitos T de ayuda y supresores actúan como el termostato de todo el sistema de linfocitos y los dejan prendidos el tiempo suficiente - no mucho tiempo y no muy poco tiempo. Conclusión Las células T reguladoras se identifican por la presencia tanto de CD4 como de CD25 en sus membranas. Sin embargo, a diferencia de los linfocitos T colaboradores que portan CD4, los linfocitos Treg suprimen inmunoreacciones: son reguladores negativos del sistema inmunitario. Al igual que las células TH y las TC, los miembros de la subpoblación Treg de células T pueden ser progenitores de células de memoria.