Los devastadores Los devastadores eclosionan como pequeñas larvas hambrientas, pero pronto desaparecen en pupas para emerger después convertidas en esbeltas avispas con mentalidad de enjambre y un peligroso aguijón. Las avispas engordan a gran velocidad hasta que las alas ya no pueden soportar el peso del cuerpo; en ese momento sufren la tercera y última metamorfosis y se convierten en despiadados insectos de cuatro patas cuyo característico y burbujeante siseo aterra a orcos y draenei por igual. Los héroes deberían temer las mandíbulas aserradas de los devastadores adultos, pues son capaces de destrozar las armaduras, así como los lacerantes pinchos que lanzan de su caparazón blindado Trasfondo Los devastadores fueron una de las criaturas que más mutó tras la destrucción de Draenor, y los que perduran en Terrallende apenas se parecen a su forma original, que eran parecidos a los silítidos. Son depredadores insectoides que acechan detrás de zonas rocosas y acantilados de Terrallende, esperando para saltar sobre cualquier presa lo bastante insensata como para ponerse al alcance de sus veloces garras afiladas como cuchillas. . Se encuentran principalmente en la Península del Fuego Infernal, Valle de Sombraluna y las Montañas Filospada. Aunque los devastadores no son nativos de Azeroth, El Exodar trajo consigo algunas criaturas nativas de Terrallende, incluído los devastadores. Cuando El Exodar colisionó, el resultado fue la fuga de estas bestias a la Isla Bruma Azur y a la Isla Bruma de Sangre, causando una alteración de la flora y fauna nativa de allí.