Capítulo 1 Ética y política Sandra Domínguez Córdova. •Introducción y selección de textos por Gonzalo Gamio •Textos seleccionados: 1. Ética Nicomáquea (fragmentos) por Aristóteles 2. Dos tratados sobre el gobierno civil (fragmentos) por John Locke Introducción y selección de textos por Gonzalo Gamio 1. La sabiduría del mal y la tolerancia como principio 2. La tolerancia como virtud cívica Sandra Domínguez Córdova. E que la tolerancia es —junto a la justicia— la primera de las virtudes de la cultura política moderna. S UN HECHO CONOCIDO La controversia acerca de la necesidad de cultivar la tolerancia como un principio normativo que configure un sistema de instituciones respetuoso de las diferencias religiosas, éticas y culturales La historia de la tolerancia es inseparable del reconocimiento liberal del factum de la diversidad como horizonte de la reflexión política 2 Sandra Domínguez Córdova. 1. La sabiduría del mal y la tolerancia como principio Sandra Domínguez Córdova. Sandra Domínguez Córdova. Tolerancia –soportar Soportar lo diferente, admitirlo dentro o a lado de uno mismo- se trata de coexistir El liberalismo nace de un consenso sobre el mal. Rechaza la violencia ideológico-política y la identificación de algún relato sobre el mundo y la vida con la verdad acerca de la naturaleza y el destino de las relaciones humanas. Sandra Domínguez Córdova. se propone construir un cuerpo político que permita a los individuos y los grupos que componen la sociedad discutir, elegir y vivir libremente el Bien siempre y cuando estas formas de vida puedan convivir y confrontarse pacíficamente con otros valores y confesiones Quienes no respetan este sistema son excluidos de la sociedad liberal: por principio, la política de la tolerancia no tolera a los intolerantes. —la llamada sabiduría del mal — llevó a los autores liberales a considerar que no hay una única forma de vivir una vida humana y de representarse sus fines. El disentimiento y la desobediencia, «serán castigados no como conductas que causan problemas sino como "errores" o "pecados". Sandra Domínguez Córdova. El escéptico liberal tiende a separar el tema del sentido de la vida del de la racionalidad de las instituciones políticas no porque el primero constituya un problema menor, sino porque precisamente es un asunto tan importante para los agentes que este no puede ser monopolizado por «un grupo que por argumentos de sangre, fuerza o elección ha adquirido el derecho de llamarse "gobernante" Sandra Domínguez Córdova. El liberalismo es, en este sentido, la encarnación política de una compleja historia de experiencias, prácticas compartidas, interpretaciones y debates cuyo corazón es, precisamente, la sabiduría del mal. Sandra Domínguez Córdova. 2. La tolerancia como virtud cívica Sandra Domínguez Córdova. la convivencia social podría ser planteada simplemente como un pacto de no agresión (física). Siempre es posible aceptar con resignación las diferencias sin abrirse ante ellas, sin entablar un diálogo auténtico con otras culturas y modos de vivir. Sandra Domínguez Córdova. La interacción de horizontes no deja las cosas como están: nos expone a ambos al cambio cultural y social. Aprendemos de los otros, replanteamos nuestras presuposiciones y conceptos, y contribuimos a la construcción de un mundo común que no anula las diferencias. (esta actitud nos lleva redefinir el concepto de verdad La tolerancia entendida en clave hermenéutica se convierte en un catalizador de una cultura política más inclusiva y autocrítica. Una sociedad tolerante en este primer sentido puede convertirse en una sociedad de huéspedes, pero no en una sociedad de ciudadanos, esto es, agentes potenciales de cambio social y acción común. Sandra Domínguez Córdova. El primer sentido de la tolerancia nos previene de uno de los adversarios más enconados de las democracias liberales: el fundamentalismo. No puede relevarnos el segundo, la indiferencia. el simple hecho de ser diferentes es lo que les confiere valor. Sandra Domínguez Córdova. De un lado, el defecto de tolerancia, el fundamentalismo, que concibe un solo camino legítimo hacia el cumplimiento de la vida buena. Del otro, el exceso de tolerancia, la condescendencia, aquella actitud que admite toda clase de diferencias sin procurar distinguir su carácter y consecuencias, pues declara innecesario y hasta irrelevante el proceso de interacción de horizontes. tienen en común el rechazo del diálogo y la crítica: el fundamentalismo solo ve en ellos la irrupción del temible virus de la diversidad, una abominable conmoción de la estructura monolítica de la doctrina correcta. Sandra Domínguez Córdova. Texto 1: Ética nicomáquea Sandra Domínguez Córdova. Capitulo II. La ética forma parte de la política • De las cosas que hacemos hay algún fin que queramos por sí mismo, este fin será lo bueno y lo mejor. • La política regula qué ciencias son necesarias en las ciudades y cuáles ha de aprender cada uno y hasta qué extremo. Prescribe, además, qué se debe hacer y qué se debe evitar. • El fin de ella incluirá los fines de las demás ciencias, de modo que constituirá el bien del hombre. • Pues aunque sea el mismo el bien del individuo y el de la ciudad, es evidente que es mucho más grande y más perfecto alcanzar y salvaguardar el de la ciudad; porque procurar el bien de una persona es algo deseable, pero es más hermoso y divino conseguirlo para un pueblo y ciudades. Sandra Domínguez Córdova. Capitulo II. Divergencias acerca de la naturaleza de la felicidad • El bien supremo es la felicidad. Se piensa que vivir bien y obrar bien es lo mismo que ser feliz. Pero sobre lo que es la felicidad discuten y no lo explican del mismo modo el vulgo y los sabios. Pues unos creen que es alguna de las cosas tangibles y manifiestas como el placer, o la riqueza, o los honores; otros, otra cosa; muchas veces, incluso, una misma persona opina cosas distintas: si está enferma, piensa que la felicidad es la salud; si es pobre, la riqueza; los que tienen conciencia de su ignorancia admiran a los que dicen algo grande y que está por encima de ellos. Pero algunos creen que, aparte de toda esta multitud de bienes, existe otro bien en sí y que es la causa de que todos aquellos sean bienes. • Hesíodo dijo: «El mejor de todos los hombres es el que por sí mismo comprende todas las cosas; es bueno, asimismo, el que hace caso al que bien le aconseja; pero el que ni comprende por sí mismo ni lo que escucha a otro retiene en su mente, este, en cambio, es un hombre inútil». Sandra Domínguez Córdova. Capitulo v. principales modos de vida • Placer (Vulgo y gente grosera) • Política: Creen que el bien son los honores (fin de la vida política). Este bien es superficial ya que radica en más en los que conceden los honores que en el honrado. Esos hombres parecen perseguir los honores para persuadirse a sí mismos de que son buenos, pues buscan ser honrados por los hombres sensatos. Este fin es incompleto, ya que puede suceder que el que posee la virtud esté dormido o inactivo durante toda su vida, y, además, padezca grandes males y los mayores infortunios; y nadie juzgará feliz al que viva así. • Vida contemplativa Sandra Domínguez Córdova. Capitulo vii. El bien del hombre es un fin en sí mismo, perfecto y suficiente • El bien de cada uno es aquello a causa de lo cual se hacen las demás cosas. Esto es, en la medicina, la salud; en la estrategia, la victoria; en la arquitectura, la casa. • Si hay algún fin de todos los actos, este será el bien realizable, y si hay varios, serán estos. • No todos los fines son todos perfectos, pero lo mejor parece ser algo perfecto. Por consiguiente, si hay solo un bien perfecto, ese será el que buscamos, y si hay varios, el más perfecto de ellos. • Sencillamente, llamamos perfecto lo que siempre se elige por sí mismo y nunca por otra cosa. Sandra Domínguez Córdova. Capitulo vii. El bien del hombre es un fin en sí mismo, perfecto y suficiente • Ejemplo: La felicidad, pues la elegimos por ella misma y nunca por otra cosa, mientras que los honores, el placer, la inteligencia y toda virtud, los deseamos en verdad, por sí mismos (puesto que desearíamos todas estas cosas, aunque ninguna ventaja resultara de ellas), pero también los deseamos a causa de la felicidad, pues pensamos que gracias a ellos seremos felices. En cambio, nadie busca la felicidad por estas cosas ni en general por ninguna otra. Por lo tanto, la felicidad es algo perfecto y suficiente, ya que es el fin de los actos. • La función propia del hombre es una cierta vida, y esta es una actividad del alma y unas acciones razonables, y la del hombre bueno estas mismas cosas bien y hermosamente, y cada uno se realiza bien según su propia virtud, y si las virtudes son varias, de acuerdo con la mejor y más perfecta. Sandra Domínguez Córdova. Texto 2: dos tratados sobre el gobierno civil Sandra Domínguez Córdova. Capitulo v. De la propiedad • Dios, que entregó la tierra en común a los hombres, les dio también la razón, para que hiciesen de ella el uso más ventajoso y el más conveniente para la vida. La tierra y cuanto ella contiene le fue dada al hombre para su sustento y bienestar. (Locke,2007,p.69) Sandra Domínguez Córdova. CAPITULO VII. DEL COMIENZO DE LAS SOCIEDADES POLITICAS • El único camino para desposeerse uno de esa natural libertad y ligarse con los vínculos de la sociedad civil es el de asociarse con otros hombres para juntarse e integrarse en una comunidad con vistas a una vida cómoda, segura y pacífica de unos con otros, con un disfrute seguro de sus propiedades y una mayor salvaguardia contra los que no formen parte de esa sociedad. (Locke,2007,p.70) • Y eso se realiza por el simple hecho de unirse para formar una sociedad política, al cual se reduce todo el pacto que se requiere entre los individuos que se unen o que se integran en una comunidad. Así, pues, lo que inicia y realmente constituye una sociedad política John Locke 72 no es otra cosa que el consentimiento de un determinado número de hombres libres capaces de formar una mayoría para unirse e integrarse dentro de tal sociedad(Locke,2007,p.71) Sandra Domínguez Córdova. CAPITULO XI. DE LOS FINES DE LA SOCIEDAD POLITICA Y DEL GOBIERNO • El fin máximo y principal que tienen los hombres al reunirse en Estados y someterse a un gobierno es la salvaguardia de su propiedad, salvaguardia a la que le faltan muchas cosas en el estado de naturaleza.(Locke,2007,p.72) • Pero, aunque los hombres, cuando entran en sociedad, renuncian a la igualdad, a la libertad y al poder ejecutivo que tienen en el estado de naturaleza, para ponerlos en manos de la sociedad, para que el poder legislativo disponga de ellos según lo requiere el bien de la sociedad; como eso solo se hace con la intención de parte de cada cual de que así se provea mejor a su salvaguardia propia y de su libertad y sus bienes (pues no puede suponerse que una creatura racional cambie su condición con el designio de ir a peor), no es aceptable que el poder de la sociedad o del poder legislativo constituido por ella se extienda más allá del bien común, sino que está obligada a asegurar la propiedad de cada uno, poniendo remedio a esos tres defectos arriba mencionados que hacen el estado de naturaleza tan inseguro e intranquilo. Y todo esto debe ser encaminado al único fin de conseguir la paz, el bienestar y el bien común de los ciudadanos.(Locke,2007.pp.75-76) Sandra Domínguez Córdova.