UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA PRUEBAS DE APTITUD PARA EL ACCESO A LA UNIVERSIDAD ALUMNOS DE BACHILLERATO L.O.G.S.E EJERCICIO DE: LENGUA ESPAÑOLA TIEMPO DISPONIBLE: 1 h. 30 m. El tabaco es malo. Vale, de acuerdo. Es evidente que meterse humo en los pulmones no parece lo más adecuado para llevar una vida sana. Pero... ¿es necesario que la sociedad acose constantemente a los fumadores, les haga sentirse como piltrafas humanas y vaya haciendo sus vidas cada día un poco más desagradables? Yo creo que no. Especialmente, si esa misma sociedad fabrica el tabaco, lo vende y extrae de él unos interesantes beneficios para sus gobiernos en forma de impuestos. Porque, vamos a ver, o todos moros o todos cristianos: si esto del tabaco es tan malo, que se quemen las plantaciones, se prohíba el consumo y se erradique tan funesto vicio de la faz de la tierra de una vez por todas. ¡Ah! No. Eso es imposible, clama la sociedad democrática, pues va en contra del libre albedrío y atenta contra el derecho inalienable del individuo a hacer de su capa un sayo y de sus pulmones un estercolero. O sea, que vamos a seguir fabricando tabaco, promocionándolo y vendiéndolo, pero que sepa aquel que lo consuma que le consideramos un ser despreciable al que le vamos a hacer la vida todo lo desagradable que podamos. ¿Alguien entiende esta manera de ir por el mundo? ¿No nos suena todo esto a hipocresía de la peor especie? ¿Es compatible crear una necesidad y combatir a los que la experimentan ? Lo más probable es que nuestra sociedad, de natural circular, esté en estos momentos en un extremo del péndulo. Hasta hace cuatro días fumaba todo el mundo; la gente echaba humo en todas partes, molestando a los no fumadores, un colectivo sufrido donde los haya y de cuyos derechos no se preocupaba nadie; todas nuestras ciudades eran inmensos ceniceros y a todo el mundo le parecía bien. Esta realidad, ciertamente, tampoco era muy normal, por lo que no era de extrañar que a los no fumadores, al igual que a los miembros de cualquier otro colectivo machacado, les diera un buen día por protestar. Y bienvenidas sean las protestas, pues la convivencia entre fumadores y no fumadores tampoco era tan difícil de organizar. Bastaba con prohibir el tabaco en sitios evidentes (hospitales, tiendas y demás) y con repartir otros espacios (restaurantes, bares y otros lugares de esparcimiento) entre los que fuman y los que no. Lo que ya no parece tan normal es pasar de una situación de total indefensión del no fumador a una situación de total indefensión del fumador. Y es que parece que de lo que se trata es, según la época, de machacar a un colectivo o a otro. La posibilidad de que ambos convivan educadamente y sin incordiarse no se le ha pasado por la cabeza a nadie. 1.- Resuma brevemente el texto (alrededor de 5 líneas). (2 puntos) 2.- Caracterice el tipo de texto atendiendo a sus rasgos más relevantes. (2 puntos) 3.- Realice el análisis sintáctico del siguiente fragmento del texto y comente los aspectos más relevantes: (3 puntos) “Vamos a seguir fabricando tabaco, promocionándolo y vendiéndolo” 4.- -La poesía entre el modernismo y la vanguardia: Juan Ramón Jiménez. (1,5 puntos) - Tipo de texto (género textual), - Estructura • El texto es expositivo argumentativo. Presenta la tesis en la parte inicial del texto y, a través de una serie de argumentaciones, nos conduce a una conclusión final. Podemos hablar, por tanto, de un texto con estructura inductiva que va dirigido a un grupo de lectores más o menos críticos, posiblemente jóvenes, y con un nivel estándar medio. Y como género periodístico, lo inscribimos en artículo de opinión. - Propósito e intención del emisor (texto) -Tono del discurso. -Subjetividad/ Objetividad El propósito o finalidad del texto es denunciar la injusta persecución de los fumadores, así como defender sus derechos, pero intentando armonizar los derechos de éstos y los de los no fumadores. Tampoco deja de lado la hipocresía de los que potencian la necesidad de fumar, pero luego se lamentan de sus consecuencias. • La modalidad oracional subjetiva, unida al tono desenfadado, sitúa al autor en una perspectiva personal en el que expone claramente su propio punto de vista. Características lingüísticas propias de la subjetividad se ponen de manifiesto a través de la primera persona verbal («Yo creo que no»), el pronombre personal de primera del plural nos, en el que se incluye a los lectores (« ¿No nos. suena todo esto... ?») y el adjetivo posesivo («lo más probable es que nuestra sociedad», «todas nuestras ciudades»), si bien prefiere utilizar en las formas verbales la tercera persona, más propia de la «objetividad», porque pretende alejarse de los hechos que enjuicia y critica. Nivel morfológico. Además, las formas verbales predominantes en la primera mitad del texto son el presente de indicativo con valor durativo, con el que se presenta la acción como duradera y con una cierta atemporalidad (es, parece, fabrica, vende, extrae, clama, va, etc.), seguidas de las que aparecen en presente de subjuntivo: haga sentirse, vaya haciendo, quemen, prohíba, erradique. En la segunda mitad del texto predomina el pretérito imperfecto, requerido por la evocación del pasado que se realiza (fumaba, echaba, eran, parecía, era), pero, terminada esta, se vuelve de nuevo al presente de indicativo con valor durativo (parece, es) y al presente de subjuntivo para expresar la posibilidad en el futuro (convivan). Finaliza con un pretérito perfecto compuesto, porque, desde el pasado, más o menos remoto, hasta el presente desde el que se escribe, a nadie «se le ha pasado por la cabeza» armonizar todos los intereses. - • Desde el punto de vista léxico-semántico, destacan, en el plano de los elementos lingüísticos Nivel léxicosemántico Nivel sintáctico valorativos, los adjetivos (malo, (no) adecuado, desagradables, funesto, despreciable, peor, extremo), los sustantivos (piltrafa, estercolero, necesidad, ceniceros, indefensión) y los verbos (acosar, quemar, prohibir, erradicar, combatir, machacar, incordiar), que llevan implícitos en su significado matices negativos o los adquieren por el contexto, al igual que las palabras que, aunque en principio presentan matices positivos, se «tiñen» de sentido negativo: interesantes beneficios en forma de impuestos, libre albedrío, derecho inalienable, fabricar, promocionar, vender. El periodo oracional no ofrece excesiva complejidad, tiende a la brevedad y abundan la coordinación y subordinación sustantiva, lo que facilita la comprensión y la claridad de lo expuesto. - La cohesión se manifiesta mediante la inclusión de frases aseverativas, la mayoría de ellas; con el verbo ser, al inicio de los párrafos («el tabaco es malo», «es evidente que», «eso es imposible», «esta realidad, ciertamente, tampoco era muy normal»), frases interrogativas con las que se introduce una tesis («¿es necesario que la sociedad acose constantemente [...]?», ¿Alguien entiende esta manera de ir por el mundo? ¿No nos suena esto a hipocresía de la peor especie? ¿Es compatible crear una necesidad y combatir a los que la experimentan?») y frases dubitativas con las que se expresa la probabilidad, al principio y al final de la segunda reflexión («Lo más probable es que nuestra sociedad», «y es que parece que de lo que se trata»). Y en conjunto, el período oracional no ofrece excesiva complejidad, tiende a la brevedad, y abundan la coordinación y la subordinación sustantiva. Nivel sociolingüístico - El registro lingüístico es coloquial, cercano (en algunas ocasiones) al lenguaje juvenil, pero reflejo, al mismo tiempo, de una cierta cultura, reflexión y distancia de las cosas que se enjuician y valoran, como lo demuestran: - las expresiones coloquiales, propias de un lenguaje oral más que escrito y de una situación informal, entre amigos o personas pertenecientes a un mismo grupo generacional: «Vale, de acuer- Nivel sociolingüístico do», «o todos moros o todos cristianos», «¡Ah! No», «hacer de su capa un sayo», «hasta hace cuatro días fumaba todo el mundo; la gente echaba humo en todas partes», «colectivo machacado», «sin incordiarse», «no se le ha pasado por la cabeza a nadie»; - la apelación al oyente mediante oraciones interrogativas retóricas: «¿es necesario que la sociedad acose constantemente a los fumadores [...]?», «¿Alguien entiende esta manera de ir por el mundo? ¿No nos suena esto a hipocresía de la peor especie? ¿Es compatible crear una necesidad y combatir a los que la experimentan?»; — la elección de cierto tipo de vocabulario y expresiones lingüísticas características del lenguaje coloquial («meterse humo en los pulmones»,«llevar una vida sana», «tampoco era muy normal»...) frente a un lenguaje más retórico y convencional («Eso es imposible, clama la sociedad democrática», «Lo más probable es que nuestra sociedad, de natural circular, esté en estos momentos en un extremo del péndulo»,«Esta realidad, ciertamente», «situación de total indefensión del no fumador», «posibilidad de que ambos convivan educadamente». - Las funciones del lenguaje predominantes en el texto son: apelativa, ya que se intenta concien- Funciones ciar a la sociedad de la necesidad de comprender a los demás y de solucionar los problemas de convivencia con tolerancia, sin hacer la vida más difícil al resto de colectivos; expresiva, porque, por el alegato que el autor hace de los derechos de los fumadores, se intuye que él mismo es fumador o, al menos, defensor de este colectivo, aunque comprenda y acepte la postura de los no fumadores y sea crítico con quienes sostienen posturas hipócritas en este tema (los gobiernos, que sacan sustanciosas ganancias con los impuestos con los que gravan el tabaco); poética, puesto que existe un interés del autor por que su texto sea atractivo y desenfadado, a fin de que resulte grato al lector joven, aunque el tema que trata en él sea serio; referencial, existente en todos los textos, ya que se transmiten unos contenidos precisos. lingüísticas - (1) Mezclado con lo que acabamos de exponer, podemos tratar otros aspectos, tales como: El dinamismo expresivo positivo y negativo Mecanismos de cohesión léxico-semánticos / Repeticiones y reiteraciones léxicas. Mecanismos de cohesión: procedimientos gramaticales Conectores y marcadores textuales. Los 11 factores periodísticos. Mecanismos para involucrar al destinatario. Modalizador y modalizadores (verbos modales) Recursos literarios y marcas estilísticas. Otros.