María Lucía Samudio Brigard MD. GERIATRÍA – CUIDADO PALIATIVO CC. 52 393 588 RM. 52 393 588 ACOMPAÑAR HASTA EL FINAL SIN EXPECTATIVAS Si hay algo retador en la vida es acompañar a un ser querido hasta el final. No existe una fórmula perfecta para hacerlo. La mente no para de mandar preguntas de todo tipo. ¿Estará sintiendo dolor o alguna molestia física? ¿Por qué tiene que perder la lucidez? ¿Tendrá hambre o sed? ¿Por qué respira así? ¿Por qué se pone de ese color? ¿Por qué pierde tanto peso? ¿Por qué ya casi no se le entiende lo que habla? ¿Será bueno hablar de frente sobre la muerte, o se deprimirá más? ¿Qué estará pensando y sintiendo? ¿Por qué el/ella tiene que vivir esto? ¿Hasta cuándo hay que soportar ver como se deteriora poco a poco? ¿Por qué le cuesta tanto comer, comunicarse o moverse? ¿Hasta cuándo tiene que seguir soportando ese sufrimiento físico y emocional? ¿Será mejor volver al hospital para seguir con el tratamiento? o ¿Estará mejor en la casa? ¿Qué hacemos que los recursos que tenemos para que tenga una buena calidad de vida no nos alcanzan o se están acabando? ¿Dónde está Dios, que permite este sufrimiento tan insoportable para todos? La lista de todas las preguntas que directa o indirectamente me hacen las personas que he tenido el privilegio de acompañar, o las preguntas que hacen sus familiares, sería interminable. Algunas preguntas están más relacionadas con la enfermedad y los cambios fisiológicos y emocionales que se presentan al final de la vida tienen algunas respuestas específicas, estas varían de persona a persona, de acuerdo a la situación que la esté llevando al final de la vida. Hay otras preguntas que tienen un corte más existencial y sus respuestas son más abstractas. Saber las respuestas de las preguntas relacionadas con la enfermedad es clave para comprender algunas cosas que permiten cuidar mejor. Definitivamente permiten tener el conocimiento para mejorar la calidad de vida de la persona enferma y para calmar su angustia y todos los sentimientos que hay alrededor del final de la vida. También dan herramientas prácticas para poder acompañar de una mejor manera, al ser querido que esta en este momento de la vida. Con respecto a las respuestas de las preguntas más existenciales, con el tiempo, he aprendido que la única respuesta que hay es que cada ser humano vive lo que tiene que vivir y hasta el momento que lo tiene que hacer. Con mi trabajo he aprendido que no hay dicho más cierto que el que dice: “Nadie se muere la víspera”. Es la mejor respuesta que he podido encontrar para darle a mis pacientes y a sus seres queridos. Y es una invitación a acompañar con cordura, con paz-ciencia, esperanza y sin expectativas. Estando presente en la medida que las persona que rodean al que se está yendo puedan y quieran hacerlo. Celular: (320) 381 3997 e-mail: [email protected] María Lucía Samudio Brigard MD. GERIATRÍA – CUIDADO PALIATIVO CC. 52 393 588 RM. 52 393 588 En estos momentos la mejor compañía es la de la persona que genuinamente quiere estar presente. Y que está dispuesto a dejarse guiar y acompañar por todos aquellos que saben cómo recordar lo que todos los seres vivos por naturaleza, sabemos hacer en esos momentos, pero que la mayoría de veces olvidamos por miedo a la cercanía de la muerte: estar presentes para expresar el amor que tenemos por la persona que está partiendo, respetando y/o honrando sus deseos y voluntad. Celular: (320) 381 3997 e-mail: [email protected]