TEMA 7: DESCARTES INTRODUCCIÓN 1.- EL PROYECTO DE LA FILOSOFÍA CARTESIANA 2.- RAZÓN Y MÉTODO: EL CRITERIO DE VERDAD 2.1 ESTRUCTURA DE LA RAZÓN Y MÉTODO 2.2 LA DUDA Y LA PRIMERA VERDAD: PIENSO LUEGO EXISTO 2.3 LAS IDEAS 2.4 LA EXISTENCIA DE DIOS Y DEL MUNDO 3.- LA ESTRUCTURA DE LA REALIDAD: LA TEORÍA DE LAS TRES SUSTANCIAS 3.1 EL CONCEPTO DE SUSTANCIA Y SUS TIPOS 3.2 LA NATURALEZA DE DIOS 3.3 LA NATURALEZA DE LOS CUERPOS 3.4 EL HOMBRE 57 INTRODUCCIÓN Descartes nace en 1596 (La Haye), Francia, en el seno de un familia noble y acomodada. Desde 1604 hasta 1612 estudió en el colegio de los jesuitas de La Fleche. Después de un periodo militar (participó en la Guerra de lso treinta años) , dedicó su vida al estudio, a la ciencia y a la filosofía gracias a su fortuna. Vivió en Holanda durante algún tiempo y allí tuvo problemas con alguna de sus obras. En 1649 se trasladó a Estocolmo donde murió al año siguiente (1650). Además de filósofo, Descartes es matemático y científico. Su filosofía, como veremos, estará muy ligada a la ciencia de la época. Sus obras más importantes son: Reglas para la dirección del espíritu; Meditaciones metafísicas; Discurso del método; Principios de filosofía. Descartes es considerado el primer filósofo moderno. La filosofía moderna surge en estrecha relación con la nueva ciencia y se caracteriza por la autonomía plena de la razón; es decir, por la independencia de ésta con respecto a cualquier instancia externa o ajena a ella: la fe, las autoridades o la tradición. La razón, a partir de ahora, se va a convertir en el principio supremo y criterio último tanto en el orden del conocimiento (determinando lo verdadero y lo falso) como en el orden moral y político (determinando lo correcto o incorrecto, lo justo o injusto). Por otra parte, Descartes también es considerado el iniciador del racionalismo moderno, una corriente de pensamiento a la que pertenecen también Spinoza, Leibniz, Malebranche, etc. Las características generales de esta corriente son: - La defensa a ultranza de la razón frente a otras formas de conocimiento: los sentidos, la imaginación, etc. (Racionalismo vs Empirismo). El poder de la razón radica en la capacidad de sacar de sí misma las verdades primeras y fundamentales (llamadas ideas innatas), a partir de las cuales, y por deducción, es posible obtener todas la demás, y conocer así toda la realidad. - La búsqueda de un método de conocimiento. Se rechaza el método silogístico propio de la lógica aristotélica y se defiende un método que permita hacer nuevos descubrimientos a imitación del método matemático. El modelo perfecto es, para ellos, los principios de geometría de Euclides. La evidencia y necesidad del conocimiento son una consecuencia directa de la aplicación de este método. - Subjetivismo : el sujeto y sus ideas constituyen el punto de partida de la filosofía, y no la realidad. El mundo de ahí fuera no resulta una verdad evidente como se ha pensado siempre sino que tiene que ser demostrada. (Subjetivismo vs Realismo). Esta característica la comparten los racionalistas con los empiristas. 1.- EL PROYECTO DE LA FILOSOFÍA CARTESIANA Descartes comienza su filosofía rechazando o poniendo en cuestión el saber o la ciencia de su época, el saber que se enseña en las escuelas y universidades y que él mismo ha aprendido. La razón fundamental es que, según él, es que no se trata de un auténtico saber, sino más bien de una amalgama de conocimientos desconectados unos de otros repletos de falsedades o supuestas verdades no demostradas (lo compara con “un edificio en ruinas" que requiere una reconstrucción urgente). Por eso, el propósito esencial de su filosofía va a ser una auténtica reforma del saber, o, siguiendo con la metáfora que el mismo utiliza, levantar un nuevo edificio del saber. Dicha reforma ha de comenzar por la unificación de todos las disciplinas científicas o saberes existentes con objeto de crear una sola ciencia unificada (unidad de la ciencia, que se ha de corresponder, en último término, con la unidad que Descartes atribuye a la 58 razón). Es decir, su propósito será construir un sistema filosófico omnicomprensivo (un sistema metafísico, un “sistema del mundo”) que se abarque todos los ámbitos de la realidad y que se asiente sobre pilares firmes, esto es, sobre verdades demostradas, consiguiendo, de esta manera, que sea absolutamente cierto y universalmente válido. (Una ciencia universal y absolutamente verdadera). Una ciencia así, solo es posible, piensa Descartes, si se dispone de un método adecuado de conocimiento. 2.- RAZÓN Y MÉTODO 2.1 ESTRUCTURA DE LA RAZÓN Y MÉTODO Según Descartes, es absolutamente necesario utilizar un método riguroso para conseguir la certeza de nuestros conocimientos. Dicho método, ha de ser demostrativo, para evitar el error y, al mismo tiempo, debe ayudarnos a descubrir nuevas verdades, ampliar nuestro conocimiento (método de descubrimiento -“ars inviniendi”-). Por ello, rechaza (como ya hiciera antes F. Bacon) el método silogístico, ampliamente utilizado por la Escolástica, dado que no sirve, a su juicio, para descubrir nuevas verdades, sino para exponer o desarrollar verdades ya conocidas. El método que, según Descartes (y los demás racionalistas), cumple con los requisitos descritos más arriba es el método de las matemáticas. La eficacia de este método está garantizada pues coincide con el uso correcto de la razón que implica dos operaciones básicas: la intuición y la deducción; es decir, se parte de principios simples y evidentes, y de ellos, se deducen todos los demás conocimientos (axiomas y teoremas matemáticos). Reglas del método Aunque el modelo es el método deductivo de las matemáticas, Descartes critica la excesiva complejidad que presenta dicho método cuando se aplica en áreas como la geometría, el análisis, e incluso la lógica silogística. Por eso, Descartes propone unas cuantas reglas (cuatro) que constituyen una y una mejora del método deductivo de las matemáticas, y cuyo estricto seguimiento nos asegurará siempre la verdad de todos nuestros conocimientos. Estas son las cuatro reglas tal y como el filósofo francés las expone en su Discurso del método: 1ª) Evidencia: “El primero consistía en no admitir cosa alguna como verdadera si no se la había conocido evidentemente como tal. Es decir, con todo cuidado debía evitar la precipitación y la prevención, admitiendo exclusivamente en mis juicios aquello que se presentara tan clara y distintamente a mi espíritu que no tuviera motivo alguno para ponerlo en duda.” 2ª) Análisis: “El segundo exigía que dividiese cada una de las dificultades a examinar en tantas parcelas como fuera posible y necesario para resolverlas más fácilmente”. 3ª) Síntesis: “El tercero requería conducir por orden mis reflexiones comenzando por los objetos más simples y más fácilmente cognoscibles, para ascender poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento de los más complejos, suponiendo inclusive un orden entre aquellos que no se preceden naturalmente los unos a los otros.” 4ª) Revisión: “Según el último de estos preceptos debería realizar recuentos tan completos y revisiones tan amplias que pudiese estar seguro de no omitir nada.” (Discurso del método, Cap. 2) La primera regla, viene a decir que sólo se ha de aceptar como verdadero lo evidente: las ideas evidentes son intuidas, captadas inmediatamente por el entendimiento y sus 59 características son: la claridad y la distinción. - “Idea clara”: idea presente, manifiesta, cuya verdad es inmediatamente reconocida. - “Idea distinta”: perfectamente delimitada, es decir, que no es confusa. Esta primera regla supone una ruptura, por parte de Descartes, con el concepto tradicional de verdad. La filosofía desde siempre entendió la verdad como un adecuación o una correspondencia entre el pensamiento y la realidad, es decir, entre lo que se piensa o se afirma sobre las cosas y lo que las cosas son (verdad objetiva). El concepto de verdad que está proponiendo Descartes es bien distinto; la verdad es ahora una propiedad de las ideas (propiedad subjetiva), es un rasgo o característica que tienen en sí mismas las ideas: la evidencia. La segunda y tercera regla indican como se ha de proceder para alcanzar la verdad. Dos momentos: a) Análisis: descomposición de un problema en sus elementos simples y b) Síntesis: reconstrucción del problema, ahora de forma organizada, a partir de los elementos simples procediendo de manera deductiva. La cuarta regla aconseja la revisión del proceso (análisis y síntesis) para comprobar que no nos hemos saltado ningún paso y confirmar así plenamente su verdad, su evidencia. El método cartesiano es, como se puede apreciar, un método deductivo, en el que tiene poca o ninguna importancia la experiencia. Contrasta, en este sentido, con el método compositivo-resolutivo de Galileo. Los éxitos de este método están, de sobra, probados en los diferentes ámbitos de la matemática. La intención de Descartes es trasladarlo a otros ámbitos del conocimiento, aplicarlo en otras ciencias, esperando conseguir en ellas el mismo éxito, es decir, la misma certeza que ha conseguido en matemáticas. De acuerdo con su proyecto inicial de construir una nueva ciencia o sistema filosófico universal sobre bases realmente ciertas y seguras, Descartes piensa que es prioritario establecer un principio absolutamente evidente, una verdad absolutamente cierta, donde fundar dicha ciencia. Y dado que la Filosofía (La Metafísica), es la ciencia más importante que ha de servir de fundamento para todas las demás (“la ciencia de los primeros principios”), ese principio tendrá que ser necesariamente un principio filosófico. Según Descartes, una vez establecido un principio filosófico que está fuera de toda duda, se ha de partir de él, y con ayuda del método, es decir, procediendo de forma deductiva, se podrán obtener todas las demás verdades que estén al alcance de nuestra razón y construir así todo el edificio del conocimiento. 2.2 LA DUDA Y LA PRIMERA VERDAD La “duda metódica” Como se viene insistiendo, el proyecto cartesiano de construir una ciencia con validez universal requiere de unos principios o de unas verdades absolutamente ciertos sobre los que no quepa la más mínima posibilidad de duda. Sólo de este modo, el conjunto de saberes y conocimientos de esta ciencia tendrá la solidez y la consistencia necesarias. Con otras palabras, lo que busca Descartes es un fundamento absolutamente seguro para el saber. En el proceso de búsqueda de esas verdades inconmovibles, Descartes somete a revisión todos sus conocimientos y se propone eliminar o rechazar, si es preciso, todas aquellas supuestas verdades sobre las que cabe dudar, es decir, aquellas ideas o creencias que no se presentan con una certeza absoluta o que no están firmemente 60 fundadas. Así pues, el punto de partida de su tarea filosófica va a ser la duda. Pero, ¿de qué es posible dudar? (motivos de la duda) - Las cosas no son como aparentan. Los sentidos muchas veces nos engañan y, por ello, no podemos estar seguros de la información que nos proporcionan. Falacia de los sentidos - También es posible dudar de la misma existencia de las cosas del mundo. Nuestros sueños son tan reales o más que la propia realidad. ¿ Cómo sé que esta realidad en la que creo no es soñada por mí? ¿Cómo distinguir la realidad de las ilusiones de los sueños? Imposibilidad de distinguir el sueño de la vigilia. - Finalmente, la razón, a veces, se equivoca en sus demostraciones. Es posible dudar de las verdades más evidentes, como los razonamientos matemáticos. Tal vez no llego a ser consciente de los errores que yo mismo cometo cuando razono o que alguien me induce a cometer. Paralogismos de la razón (Hipótesis del Genio Maligno, en las Meditaciones metafísicas) Las características de la duda cartesiana son pues las siguientes: a) Universal: afecta a todos los conocimientos. b) Metódica: la duda es el medio para llegar a la verdad ( no es una duda escéptica, como la de Montaigne, por ejemplo). c) Teórica: no afecta a la moral, la política o la religión (Descartes propone una moral provisional, como prudente guía para el comportamiento mientras dura el proceso de la duda). El Cógito y la primera verdad: El criterio Una duda tan extensa y radical casi lleva a Descartes a caer en el escepticismo. Pero afortunadamente encuentra finalmente un principio incuestionable, una verdad absoluta (inmune a toda duda): la existencia del propio sujeto que piensa y duda ( "Pienso luego existo", -"Cogito ergo sum"-). En efecto, puedo dudar de todo, dice Descartes, menos de que dudo, de que pienso, es decir, no puedo dudar de que existo como sujeto que piensa, quiere, imagina, etc. Mi existencia como sujeto pensante, está fuera de toda duda. Pero ésta, no es sólo la primera verdad y la primera certeza, es también el prototipo de toda verdad; es decir, el criterio de toda verdad, de toda certeza. Todo conocimiento que se presente con la misma claridad y distinción con la que se ha presentado éste, será verdadero y podrá afirmarse con inquebrantable certeza. Ciertamente Descartes ha llegado a una primera verdad indubitable : su existencia como sujeto que piensa (" pienso, luego existo" ). Sin embargo, todavía no está seguro racionalmente de la existencia de un mundo exterior, el mundo que puede ver y tocar, el mundo que piensa con sus ideas ( recuerda: la falacia de los sentidos, la imposibilidad de distinguir la vigilia del sueño). Por otra parte, tampoco está seguro de la veracidad de las demostraciones matemáticas (Hipótesis del genio maligno) Entonces, ¿cómo demostrar la existencia fuera del pensamiento de un mundo exterior, de una realidad extramental? ¿Cómo tener la certeza de que existe algo aparte de mi pensamiento, algo exterior a él? 61 La estrategia que sigue Descartes para responder a esta inquietante cuestión, le viene marcada por su método: consiste en deducir la existencia de la realidad a partir de la existencia del Pensamiento (primera verdad). De la primera verdad, "yo pienso", han de extraerse todos los demás conocimientos, incluido, el conocimiento de que existen las realidades extramentales, las cosas. Como puede apreciarse, el planteamiento cartesiano se aleja de la filosofía clásica y la Escolástica que creen ingenuamente en un mundo y en la posibilidad de formarse ideas adecuadas sobre el mismo. Ahora, la existencia del mundo exterior no es, desde el punto de vista filosófico, una verdad evidente, sino que necesita ser probada; y, para realizar dicha prueba, el sujeto solo cuenta con sus ideas. Dicho de otra manera, el sujeto tiene que demostrarse así mismo (convencerse así mismo) de la existencia de la realidad a la que se refieren sus pensamientos. Así pues, como se apuntó ya al principio de este tema, la filosofía de Descartes y, en general, la filosofía moderna, es una "filosofía del sujeto": el proceso de conocimiento comienza en el sujeto, va de "dentro hacia afuera". 2.3 LAS IDEAS El pensamiento piensa ideas Descartes, por tanto, partirá del pensamiento en su tarea de construir el edificio del saber, y lo primero que encuentra en su pensamiento son las ideas. El pensamiento piensa pensamientos, ideas. Las ideas son representaciones de la mente, " imágenes ", a través de las cuales creemos conocer el mundo. El pensamiento recae inmediatamente sobre las ideas no sobre las cosas; las ideas son como lentes transparentes a través de las cuales se ven las cosas. Esto supone una ruptura con el realismo de la filosofía clásica. Tipos de ideas Todas las ideas son, según Descartes, idénticas en tanto que actos mentales, pero hay diferencias entre ellas si se atiende a su contenido. Existen tres tipos de ideas: a) Adventicias: aquellas ideas que parecen provenir de nuestra experiencia externa (ej: la idea de árbol, de casa, etc). b) Facticias: ( aquellas que la mente construye a partir de otras ideas (ej: caballo con alas). c) Innatas: no son construidas por mí, ni proceden de experiencia externa alguna, sino que el pensamiento las posee en sí mismo y son intuidas de forma inmediata y evidente. Entre las ideas innatas encuentra Descartes la idea de Infinito. No es adventicia, ni tampoco facticia (la idea de infinito no se obtiene por la negación de la idea de finito, sino al contrario ). E inmediatamente la identifica con Dios. 2.4 LA EXISTENCIA DE DIOS Y EL MUNDO Pruebas de la existencia de Dios Descartes demuestra la existencia de dios utilizando tres argumentos distintos: - Argumento gnoseológico: toda idea tiene una causa proporcionada; la idea de un ser perfecto tiene que proceder de un ser perfecto real; es imposible que tenga su origen en mí, puesto que yo estoy lleno de imperfecciones. - Argumento de la causalidad: puesto que yo no soy perfecto, no me he creado a mí 62 mismo, porque me habría dado todas las perfecciones de que carezco. Luego, ha de existir un ser perfecto que me ha dado la existencia. - Argumento ontológico (San Anselmo): La idea de Ser infinitamente Perfecto tiene que incluir su existencia, puesto que, si no existiera, no sería tan perfecto. De la idea de Ser Perfecto a su existencia real. Dios: garantía del conocimiento. La existencia de dios para Descartes, es una verdad evidente. Y puesto que dios existe y es absolutamente bueno, no puede permitir que yo me engañe cuando pienso en la existencia de un mundo aparte de mis pensamientos. Dios es así, la garantía de que a mis ideas ( verdaderas y evidentes: claras y distintas) les corresponden unas realidades extramentales ( es decir, son verdaderas también en otro sentido: se adecuan a las cosas del mundo -verdad como adecuación-) En definitiva, Descartes vendría a decir algo así como que: existe un mundo y es cierto el conocimiento que yo tengo de él, porque existe dios. Pero, el recurso a dios como garantía del conocimiento y su demostración hacen que Descartes incurra en un Círculo vicioso. La existencia de dios resulta ser una verdad absolutamente evidente, es decir, clara y distinta; y esta idea, por otra parte, garantiza a su vez, la verdad de las demás ideas evidentes. Dicho de otra manera, no podemos confiar plenamente en nuestras ideas claras y distintas hasta saber que dios existe; pero no podemos demostrar la existencia de dios si no nos fiamos de nuestras ideas claras y distintas. En cualquier caso, hay que decir que el dios de Descartes, no es el dios de la fe, el dios de la filosofía medieval, sino un principio absoluto exigido por la razón (Deus ex machina), que garantiza la verdad de nuestros conocimientos, la racionalidad de lo real; en definitiva, la identidad ser y pensar. 3.- LA ESTRUCTURA DE LA REALIDAD: LA TEORÍA DE LAS TRES SUSTANCIAS 3.1 EL CONCEPTO DE SUSTANCIA Y SUS TIPOS Sustancia, atributos y modos El concepto de sustancia es fundamental en la filosofía de Descartes. Ésta es para él “una cosa que existe y que no necesita de otra para existir " (definición que comparten la mayoría de filósofos racionalistas). En la sustancia, Descartes distingue atributos y modos. Llama atributos a aquello por lo cual una sustancia se distingue de otras. Cada atributo es suficiente para conocer la sustancia, pero hay uno que constituye su naturaleza y su esencia y del que todos los atributos dependen. Los modos serían modificaciones de los atributos y, al afectarlos, delimitan también a la sustancia. Las tres sustancias Una vez demostrada la existencia del Yo, de Dios y del Mundo, Descartes ya ha establecido las tres esferas o ámbitos de la realidad, las tres sustancias: Dios o sustancia infinita (res infinita), Yo o sustancia pensante (res cogitans) y los Cuerpos o sustancia extensa (res extensa). Según la definición de más arriba, sólo Dios sería sustancia en sentido estricto, puesto que los demás seres son, según Descartes, creados y conservados por dios. Pero esta definición puede mantenerse si con ella se quiere indicar, como pretende hacer él, la independencia de la res cogitans (yo, alma) y la res extensa (cuerpos), en el sentido de que no precisan la una de la otra para existir. 63 SUSTANCIAS -Sustancia infinita, Dios (Res infinita) -Sustancia pensante,alma (Res cogitans) -Sustancia extensa,mundo (Res extensa) ATRIBUTOS MODOS -Perfección - Infinito,eterno,inmutable, omnipotente, etc -Pensamiento - Entendimiento,memoria, sentidos, voluntad, etc -Extensión -Figura y movimiento 3. 2.- LA NATURALEZA DE DIOS Dios es para Descartes, una sustancia infinita, eterna, inmutable, independiente, omnisciente, omnipotente y por la cual todas las cosas que existen han sido creadas. Dios es una cosa que piensa y que posee en sí todas las perfecciones, no ha sido causado por nadie, ni necesita de otra idea para ser explicado, mientras todo los seres son causados por dios y necesitan de Él para ser explicados. De la voluntad libre de dios depende la creación y la conservación de las cosas; y todas las verdades necesarias y evidentes dependen como hemos visto en último término de él. 3.3 LA NATURALEZA DE LOS CUERPOS Matematización del mundo El mundo para Descartes se compone de cuerpos cuyas características principales son la extensión y el movimiento, cualidades objetivas y cuantificables (cualidades primarias). Prescinde de las cualidades no cuantificables, los colores, sonidos, etc (cualidades secundarias) ya que tienen, según él, un carácter subjetivo, es decir no se encuentran en las cosas, sino en nuestro modo de captarlas. Desnuda la materia, de todas las cualidades atribuidas por Aristóteles (excepto el desplazamiento local), se va a prestar fácilmente a su matematización (característica de la ciencia moderna: Kepler, Galileo, Newton, etc). Descartes defiende una concepción mecanicista del mundo. El mundo es como un gran mecanismo regido por leyes generales. Todos los cuerpos que hay en él se ven sometidos continuamente a fuerzas, que son las responsables de sus movimientos. El conocimiento de las cualidades objetivas de la materia y las leyes del movimiento bastarán para explicarlo todo. 3.4 EL HOMBRE Concepción dualista El hombre es para Descartes una realidad dual. Está compuesto de dos sustancias separadas: el alma (que es Pensamiento) y el cuerpo (que es una sustancia extensa). Dicha separación es evidente, pues, como dice en su "Discurso", podemos imaginar que no tenemos cuerpo, pero es imposible imaginar que no pensamos. - El cuerpo, en cuanto sustancia extensa, material, está sometida a las leyes físicas, es simplemente una máquina. - El alma, nuestro yo, es una sustancia espiritual y libre, ajena al mecanicismo y al determinismo del mundo corpóreo. Existe una diferencia radical entre el hombre y los animales: ellos sólo tienen cuerpo, son cosas extensas y se comportan estrictamente como máquinas. La relación entre alma y cuerpo Si alma y cuerpo son sustancias separadas, ¿cómo se explican sus relaciones? ¿ por qué parecen constituir una unidad ?. El alma influye en el cuerpo (por ejemplo, si 64 quiero mover un brazo lo muevo), y viceversa, el cuerpo influye en el alma (por ejemplo, cuando padecemos una enfermedad, mi alma se ve afectada). Descartes es consciente de las relaciones mutuas entre cuerpo y alma, pensamiento y extensión, pero nunca logra explicarlas convincentemente. Afirma que el alma no está en el cuerpo como un piloto en su nave, sino que existe una unión más íntima entre ellos, a través de lo que él llama la glándula pineal. A pesar de las dificultades que ello le plantea, él insistirá siempre en la separación de ambas sustancias. ¿ A qué puede deberse esto?. La explicación sólo puede encontrarse en la pretensión del filósofo francés de defender la autonomía del alma, su libertad. Es decir, el alma, como una sustancia autónoma e independiente, escapa al determinismo que rige en la naturaleza. La libertad es para Descartes evidente, es la perfección propia del hombre que le permite ser dueño de la naturaleza y de sus acciones. Ésta, no es ni indiferencia, ni arbitrariedad, consiste más bien, en la elección de lo que es propuesto por el entendimiento como bueno y verdadero, lo que permite dominar nuestras pasiones y alcanzar así la máxima perfección y felicidad. El problema de relación entre alma y cuerpo (Problema de la comunicación de las sustancias) provocará un largo debate en el que participan, entre otros autores, Malebranche, que defiende el "ocasionalismo ": Dios intercede cuando mi alma afecta a mi cuerpo, y Spinoza, que resuelve el problema considerando que cuerpo y alma son aspectos de una misma sustancia: Dios (“Deus sive natura”). 65