22 Mujer 70 años, ama de casa. MC: dolor retroesternal. EA: comienza hace 6 meses con dolor retroesternal opresivo que aparece al caminar 4 o 5 cuadras y cede con el reposo en pocos minutos. En algunas oportunidades se ha acompañado de disnea transitoria. TU s/p. TD: constipación. AP: HTA de varios años, irregularmente tratada con Nifedipina sublingual. Diabética tipo II tratada con diabinese. Obesidad. En el último año, intolerancia al frio y somnolencia diurna. al exámen: Lúcida, obesa, eupneica. Facies algo abotagada. Voz ronca. PyM algo pálidas. BF: s/p. Cuello: no bocio. PP s/p. CV: no se ve ni se palpa punta, RR 66 cpm. Soplo protomesosistólico aórtico, 3/6, propagado a vasos de cuello y axila. PA 160/100. Pulsos isócronos. Ausencia de pulsos pedios bilaterales, no soplos arteriales. Abdomen: s/p. SN: reflejo aquiliano con decontracción lenta. En suma: Paciente de 70 años, hipertensa, diabética tipo II y obesa que consulta por dolor retroesternal en el contexto de un sindrome endócrino-metabólico que analizaremos. AGRUPACIÓN SINDROMÁTICA: -Sindrome clínico de hipotiroidismo que seguramente es de instalación progresiva y lenta evolución. El mismo se subdivide en varios subsindromes que traducen la disminución de los procesos metabólicos: a) En lo general: Intolerancia al frio y somnolencia diurna, facies característicamente abotagado con voz ronca (por infiltración mixedematosa). b) Anemia clinica que se expresa por palidez cutáneo-mucosa que es aparentemente pura, bien tolerada y por el contexto probablemente crónica que cuantificaremos con el hemograma. c)Neurológico: Reflejo aquileano con decontracción lenta que es un elemento muy característico del hipotiroidismo. d) Digestivo: constipación. Destacamos que cursa sin bocio. A nivel cardiovascular: -Sindrome de insuficiencia coronaria de evolución crónica caracterizado por dolor retroesternal opresivo que aparece frente a esfuerzos mayores que los habituales y cede con el reposo por lo que decimos que se trata de un angor de esfuerzo típico (por sus características: dolor retroesternal que aparece con el esfuerzo y cede en minutos con el reposo), crónico (6 meses de evolución), estable (se ha mantenido sin cambios en los últimos 6 meses), a esfuerzos mayores que los habituales (por tanto clase funcional II) y que seguramente se debe a la presencia de lesiones ateromatosas de los grandes vasos coronarios epicárdicos. La disnea transitoria revela cierto grado de falla cardíaca (de tipo diastólica) determinada por la falta de aporte de oxígeno al miocardio y que como el angor, se resuelve cuando con el reposo, disminuyen las demandas miocárdicas de oxígeno. Es por tanto un equivalente anginoso. -A nivel anatómico: Miocardio inespecífico s/p Miocardio específico: frecuencia de 66 cpm que si bien está dentro de límites normales, tiene tendencia a la bradicardia que puede ser debida al hipotiroidismo. Endocardio: soplo protomesosistólico aórtico 3/6 propagado a vasos de cuello y axila. Se trata de un soplo generado en el tracto de salida del ventrículo izquierdo, por frecuecia seguramente a nivel valvular y del tipo de una estenosis aórtica. Carecemos de datos para determinar si es una estenosis significativa cosa que no creemos ya que no existe remodelación cardíaca evidente y tampoco se mencionan alteraciones del pulso. Por tanto este soplo de estenosis aórtica pensamos que no traduce la existencia de una estenosis significativa sino que incluso calcificaciones del anillo valvular con escasa estenosis pueden explicar la presencia del soplo. De todas maneras, evalularemos la válvula aórtica mediante ecocardiograma. Pericardio s/p. Descartaremos por paraclínica la existencia de derrame pericárdico, especialmente frecuente en el hipotiroidismo. Sector arterial: ausencia de pulsos pedios bilaterales lo que ponde en evidencia la existencia de disminución del flujo arterial a ese nivel que en este contexto no dudamos de que sea debido a arteriopatía obstructiva crónica de miembros inferiores cuya etiología es la ateromatosis. Presenta además cifras elevadas de presión (160/100) siendo una hipertensión arterial verdadera, crónica, sistémica, sistodiastólica, probablemente esencial y de la cual contamos con una sola toma por lo que no podemos catalogar el grado de severidad (si fuera 160/100 sería una HTA estadio II o moderada). Destacamos que se trata de una paciente hipertensa irregularmente tratada, diabética tipo II y obesa todo lo cual constituyen factores de riesgo aterogénico. DIAGNÓSTICO POSITIVO: Por encontrarnos frente a una paciente que presenta florido sindrome de hipotiroidismo que mencionamos, establecemos un primer diagnóstico clinico de hipotiroidismo que confirmaremos con la determinación de hormonas tiroideas. Es un hipotiroidismo adquirido o del adulto por presentarse a esa edad y carecer de alteraciones del crecimiento y desarrollo. Por tratarse de una paciente de 70 años, mujer, sin falla de otros ejes hormonales y por frecuencia así como por presentarse con mixedema e hipercarotinemia, este hipotirioidismo se debe a un hipotiroidismo primario y entre éstos a la denominada tiroiditis autoinmunitaria atrófica destacando que característicamente cursa sin bocio. En cuanto a la gravedad del hipotiroidismo, destacamos que se trata de un hipotiroidismo florido. El diagnóstico de hipotiroidismo primario lo confirmaremos con la dosificación de hormonas tiroideas (T3 y T4 bajas) y TSH (elevada). En el contexto de este hipotiroidismo, la paciente presenta un angor típico, estable, clase funcional II que atribuimos a la presencia de ateromatosis coronaria siendo el hipotiroidismo un factor de riesgo para el desarrollo de la misma y porque además cuenta con múltiples factores de riesgo para el desarrollo de ésta como son la edad, HTA, diabetes y obesidad. Por tanto se trata de una paciente portadora de cardopatía isquémica que se expresa por angor. Además y como comentamos, existe evidencia clara de ateromatosis en otros territorios como son MMII donde existe ausencia de pulsos pedios. Desde ya planteamos que la presencia de angor (cardiopatía isquémica) determina una gran dificultad terapéutica ya que la terapéutica hormonal tiroidea aumenta las demandas miocárdicas de oxígeno pudiendo agravar el angor o determinar la evolución a IAM. Ya comentamos la presencia de soplo sistólico y pensamos que se trata de un soplo originado a nivel valvular aórtico pero sin significación hemodinámica importante que valoraremos por paraclínica (ecocardiograma). DIAGNÓSTICO ETIOPATOGÉNICO Y FISIOPATOLÓGICO: El hipotiroidismo primario es una enfermedad de etiología desconocida y de patogenia autoinmune organoespecífica en la cual existe una reacción inmunológica mediada por anticuerpos dirigidos contra la glándula tiroides. Esto provoca inflamación y posterior atrofia y fibrosis de la misma con lo cual disminuye la secreción de hormonas tiroideas (T3 y T4) lo que determina un aumento compensatorio de la hormona estimuladora del tiroides (TSH). La presecia de múltiples factores de riesgo vascular generan daño endotelial por mecanismos mecánicos (HTA), metabólicos (diabetes, hipotiroidismo que suele acompañarse de dislipemia) lo cual determina proliferación muscular lisa, acumulación de colesterol y formación de la placa de ateroma que en su progresión determina oclusión vascular. La disminución de hormonas tiroideas circulantes provoca un enlentecimiento general de los procesos metabólicos con depósito a nivel tisular de glucosaminoglicanos (mixedema). Esto provoca también alteraciones metabólicas como dislipidemia que aumenta el riesgo ateromatoso. La oclusión parcial de los grandes vasos epicárdicos coronarios explica el angor de esfuerzo ya que se produce un disbalance entre la oferta y la demanda miocárdica de oxígeno con hipoxia tisular que determina dolor y disnea. Esta última como digimos se debe a disfunción diastólica al aumentar la rigidez parietal en situaciones de isquemia. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL: No lo planteamos ni en cuanto a que se trata de un hipotiroidismo ni en cuanto a que la paciente presenta angor. En cuanto a la alteración valvular aórtica, la misma será valorada a través de la paraclínica, fundamentalmente ecocardiograma. DIAGNÓSTICO DE TERRENO: Mal terreno por tratarse de una paciente añosa, hipertensa, diabética y obesa todo lo cual constituyen factores de riesgo aterogénico que ya se expresan por ausencia de pulsos pedios y fundamentalmente angor pero que destacamos que la ateromatosis es una enfermdad sistémica que compromete todos los parénquimas por lo que cabe pensar que la paciente presente compromiso panvascular. En cuanto a la diabetes, es no-insulino dependiente, tratada con hipoglucemiantes orales, seguramente con mal control metabólico por la presencia de obesidad, sin episodios aparentemente de descompensación cetoacidótica ni hipoglucemia, con evidencia de repercusión macroangiopática a nivel coronario y de arterias de miembros inferiores. No hay evidencia clínica de afectación de vasos de destino encefálico ni de compromiso microangiopático ni neuropático que valoraremos por paraclínica. PARACLÍNICA: Estará destinada a confirmar el diagnóstico de hipotiroidismo a través de la dosificación hormonal, valoración cardiovascular y especialmente del angor y valoración de terreno que incluya la búsqueda de compromiso parenquimatoso por la aterosclerosis y diabetes. Los mismos se realizarán con la paciente ingresada a sala de medicina. Para valorar el hipotiroidismo: -Dosificación de T3, T4 (libres y total) y TSH: Permitirá confirmar el diagnóstico de hipotiroidismo primario de encontrar disminución de T3 y T4 con aumento de TSH. El aumento de TSH es el test más sensible para detectar hipotiroidismo. -Determinación de anticuerpos antitiroideos (antitiroglobulina, antimicrosomales, anti-segundo antígeno coloide) que son de interés como marcadores de tiroiditis autoinmunitaria atrófica y para confirmar el mecanismo patogénico. Para valoración cardiovascular: -Electrocardiograma de 12 derivaciones en el cual valoraremos, ritmo, frecuencia, P y P-R, elementos sugestivos de hipertrofia, existencia de trastornos de la conducción intraventricular y especialmente valoraremos la presencia de alteraciones de la repolarización que se expresan por alteraciones del segmento ST y onda T que indique isquemia así como ondas Q patológicas que puedan ser traducción de necrosis miocárdica antigua. Destacamos que 25% de los pacientes con cardiopatía isquémica tienen un ECG basal normal. -Rx de tórax frente y perfil, de pie: Buscaremos fundamentalmente la silueta cardio-pericárdica para despistar cardiomegalia o imágen sugestiva de derrame pericárdico. Presencia de calcificaciones valvulares, especialmente aórticas que pueden estar presentes y explicar el soplo sistólico. Se evaluará a nivel de campos pulmonares la presencia de elementos de hipertensión venocapilar pulmonar que de existir, no pensamos que sean severos ya que no presenta sintomatología de insuficiencia cardíaca. -Ecocardiograma: Será fundamental para valorar tamaño cardíaco, motilidad global y segmentaria. Especialmente importa la presencia de defectos segmentarios que sugieran la presencia de isquemia localizada. Se determinará la fracción de acortamiento con estimación de la fracción de eyección. Diámetros de cavidades y espesor de septum y pared ventricular que indiquen remodelación cardíaca. Evaluaremos el aparato valvular, especialmente la válvula aórtica buscando si existe estenosis de la misma y valorando mediante doppler el gradiente transvalvular así como el área valvular. Descartaremos la presencia de trombos intracavitarios. Se buscará a nivel de pericardio la posible existencia de derrame que puede observarse en el hipotiroidismo. -Estudio electrocardiográfico continuo de 24 horas (Holter) a través del cual intentaremos determinar la existencia de episodios de isquemia silente así como de trastornos del ritmo. -Realizaremos prueba de detección de isquemia. En caso de que pueda realizar el esfuerzo intentaremos evaluar isquemia mediante ergometría; de no ser essto posible (lo que es muy probable dado que es una paciente añosa, obesa e hipotiroidea) recurriremos a pruebas de detección de isquemia bajo estrés farmacológico: estudio de perfusión miocárdica con isonitrilos sensibilidazo con dipiridamol o ecocardiograma sensibilizado con dobutamina. -Electrocardiograma de esfuerzo a través del cual intentaremos valorar la presencia de cardiopatía isquémica que se pone en evidencia por la presencia de dolor o descenso del punto J mayor de 1 mm con el esfuerzo. Se valorará asimismo la capacidad de esfuerzo y la respuesta presora al ejercicio. Son criterios de severidad: Descenso del ST>2mm en varias derivaciones Isquemia en muchas derivaciones Galope como elemento de falla ventricular izquierda Hipotensión arterial Aparición de angor a bajas cargas o precoces Tiempo de recuperación prolongado >6 minutos -Estudio de perfusión miocárdica con isonitrilos marcado con tecnesio sensibilizado con dipiridamol, valorando la presencia de áreas con isquemia reversible. Será criterio de severidad: Defectos extensos de perfusión Defectos múltiples de la perfusión Dilatación del VI con el esfuerzo La presencia de criterios de gravedad en los estudios de detección de isquemia determinarán la necesidad de realizar estudio hemodinámico con cineangiocoronariografía para estudiar el árbol coronario en vistas a revascularización miocárdica. -No realizaremos estudio multigatillado del pool cardiovascular ya que pensamos que no existirá gran alteración de la fracción de eyección que estimaremos por ecocardiograma. -Si los episodios anginosos no se controlan correctamente una vez iniciado el tratamiento del hipotiroidismo se realizará estudio hemodinámico por cateterismo cardíaco. Nos interesa valorar la presencia de lesiones coronarias, su topografía y tipo, lechos distales, circulación colateral y estado de la función ventricular. En función de estos datos puede decidirse la necesidad de realizar revascularización miocárdica mendiante angioplastia o cirugía. Valoración general: De territorios afectados por la ateroesclerosis y diabetes: -Fondo de ojo donde esperamos encontrar signos de angioesclerosis y que permite "tener una idea" del estado de los vasos encefálicos. Buscaremos signos de retinopatía diabética. -Valoración renal con exámen de orina buscando elementos de función (densidad), lesión (proteinuria, cilindruria, hematuria) e infección (piocituria). Creatininemia y azoemia para valorar funcionalidad renal. Ecografía renal en la cual una disminución del tamaño renal con disminución de la relación cortico-medular puede poner en la pista de una nefropatía crónica. -Valoración cardiovascular: ya fue analizada a lo cual adicionaremos estudio duplex de cuello y de miembros inferiores para valorar la ateromatosis a ese nivel. otros exámenes: -Hemograma: confirmaremos la presencia de anemia que suele ser normocítica normocrómica pero puede presentar macrocitosis por asosiación con anemia perniciosa o microcítica hipocrómica por pérdidas. En este último caso se realizará estudio del metabolismo del hierro. -Perfil lipídico: de fundamental importancia por las alteraciones lipídicas que condiciona el hipotiroidismo y la diabetes, especialmente hipercolesterolemia con aumento del índice de riesgo colesterol total/HDL-colesterol. Puede haber hipertrigliceridemia. -Glicemia que será fundamental valorar por tratarse de una paciente diabética. -Solicitaremos Hemoglobina glicosilada para valorar metabolismo glucídico en las últimas 4 semanas. -Ionograma -Crasis sanguínea -VDRL, HIV. TRATAMIENTO: El tratamiento será médico con la eventual necesidad de cirugía de revascularización miocárdica. Estará dirigico a tratar la cardiopatía isquémica y posteriormente intentar corregir el hipotiroidismo. -Ingreso en sala de medicina para control del tratamiento ya que el tratamiento con levotiroxina puede desestabilizar el angor y además para realizar exámenes. -Reposo relativo, evitando esfuerzos que puedan desencadenar angor. -Dieta hiposódica (<2 gr/dia de NaCl) por la hipertensión, hipocalórica (alrededor de 20 Kcal/kg/dia) por la obesidad, con 50% del aporte calórico en carbohidratos complejos (principalmente fibras), 30% lípidos (principalmente poliinsaturados) y 20% proteínas de alto valor biológico. La dieta será guiada por nutricionista con especial atención a la diabetes. -En caso de que la diabetes no se controle con dieta se adicionará glibenclamida 2,5 mg/dia via oral que podremos aumentar de forma progresiva y semanalmente hasta 10 mg cada 12 horas para controlar glicemia. -Protección gástrica con Ranitidina 150 mg cada 12 hs vo. -Acido acetil-salicílico 325 mg/dia vo como antiagregante. -Propanolol a razón de 20 mg cada 8 horas via oral intentando mantener una frecuencia cardíaca por debajo de 60 cpm que tendrá efecto antihipertensivo y fundamentalmente antianginoso con lo cual podremos aumentar la dosis de levotiroxina para intentar corregir el hipotiroidismo. Sabemos que el propanolol puede determinar la aparición de claudicación intermitente en una paciente con evidencia de vasculopatía de MMII así como desencadenar insuficiencia cardíaca que previamente no se manifestaba. Además es diabética lo cual constituye otro elemento a tener en cuenta en el tratamiento con betabloqueantes. -En caso de crisis anginosa la trataremos con nitritos sublinguales como Dinitrato de Isosorbide 5 mg. -Si no tolera el beta-bloqueante, se utilizará Diltiazem 60 mg cada 8 horas como antianginoso y asociaremos Enalapril 5 mg cada 12 horas con aumento gradual para controlar la hipertensión arterial. -Luego de iniciado el tratamiento antianginoso en base a beta-bloqueantes se iniciará tratamiento del hipotiroidismo con Levotiroxina (T4) en dosis muy bajas inicialmente, a razón de 12,5 ug dos veces por semana via oral. La levotiroxina aumenta las demandas miocárdicas de oxígeno pudiendo condicionar la aparición de angor, arritmias o incluso IAM por lo que deberá estar correctamente estabilizado desde el punto de vista de su cardiopatía isquémica. De lograrse un adecuado control de los episodios anginosos, se aumentará de forma progresiva cada 2 semanas (12,5 ìg 3 veces por semana, luego día por medio, luego todos los días y luego aumentando la dosis diaria) y se valorará la respuesta. La terapéutica con T4 se controla con dosificación de TSH intentando mantenerla en el rango normal. Sin embargo en esta paciente que presenta angor, es preferible mantener un leve estado hipotiroideo (que se manifiesta por TSH discretamente elevada) a desencadenar con el tratamiento síntomas de cardiopatía isquémica. La dosis a alcanzar deberá tener en cuenta intentar lograr el eutiroidismo y al mismo tiempo evitar desencadenar crisis de angor. Las dosis habituales para conseguir el eutiroidismo son de 100 ìg/día. Se titulará la terapéutica para conseguir el doble objetivo de lograr el eutiroidismo y evitar la aparición de angor. -Destacamos que en caso de no poder controlar las crisis anginosas a pesar del tratamiento adecuado con beta-bloqueantes, se deberá recurrir al estudio hemodinámico con cineangiocoronariografía y valorar la posibilidad de revascularización miocárdica para posteriormente mediante la terapia con T4 llevar a la paciente al eutiroidismo. CONTROLES: Clinicos: Frecuencia cardíaca, Pulso, PA, auscultación cardiovascular y pleuropulmonar, control de aparición de episodios anginosos. En lo alejado: control clinico de los signos y síntomas de hipotiroidismo. Paraclínicos: Se reiterará el ECG cuando sea necesario y especialmente si la paciente presenta dolor precordial para certificar que el mismo se debe a isquemia miocárdica pudiendo observarse cambios del segmento ST y onda T. Control de TSH para valorar tratamiento del hipotiroidismo. El objetivo sería llevar la TSH a valores normales. El tratamiento se valora con T3, T4 y TSH si bien la TSH es el parámetro de control más importante. Glicemia para control de diabetes. COMPLICACIONES: La complicación fundamental del tratamiento es agravar las crisis anginosas por el tratamiento con levotiroxina que no puedan evitarse con el uso de beta-bloqueantes. Además, y debido a la cardiopatía isquémica pueden aparecer arritmias o incluso infarto agudo de miocardio que pueden determinar la muerte de la paciente condicionados por el aumento de las demandas miocárdicas de oxígeno que la levotiroxina determina. PRONÓSTICO VITAL INMEDIATO: Se trata de una paciente que presenta el riesgo que implica la necesidad de tratamiento con un fármaco que aumenta las demandas miocárdicas de oxígeno (levotiroxina) en una paciente portadora de cardiopatía isquémica. De todas maneras, pensamos que con el tratamiento bien conducido y con un seguimiento estrecho, el pronóstico vital inmediato es bueno. PRONÓSTICO VITAL Y FUNCIONAL ALEJADOS: Creemos que es malo. El mismo dependerá del buen control del hipotiroidismo, diabetes, hipertensión arterial y de su cardiopatía isquémica. Esto no solo incluye el tratamiento con levotiroxina y beta bloqueantes sino que incluye el control de todos los factores de riesgo de aterosclerosis como son la diabetes, obesidad e HTA. PROFILAXIS Y REHABILITACIÓN: La profilaxis del hipotiroidismo estará centrada en el correcto control y tratamiento de la terapia sustitutiva de la función tiroidea (levotiroxina). Será fundamental el correcto control de los factores de riesgo cardiovascular (diabetes, HTA, obesidad, dislipemia) en una paciente que ya catalogamos como portadora de aterosclerosis que es una enfermedad sistémica con clara manifestación en este caso a nivel del corazón que se expresa por angor y traduce la existencia de ateroesclerosis coronaria. Destacamos la alta chance de necesidad de coronariografía en vistas a revasularización miocárdica (en caso de que ésta sea viable) para controlar las crisis anginosas una vez que se inicia la terapia con levotiroxina. EN SUMA: Paciente de 70 años, diabética, hipertensa, obesa, en la cual diagnosticamos hipotiroidismo y que se presenta con angor de esfuerzo crónico, estable, típico y clase funcional II. La paraclínica estará esencialmente destinada a confirmar el hipotiroidismo y valorar el terreno cardiovascular. Plantemos la necesidad de terapia con AAS y beta-bloqueantes para su cardiopatía isquémica y levotiroxina para tratar el hipotiroidismo. En caso de no corregir el angor requerirá CACG en vistas a revascularización miocárdica. El pronóstico vital inmediato estará condicionado al correcto control de la terapéutica y el alejado al contro de los factores de riesgo cardiovascular.