lUedacción'y^Administracióñ'Calle'de Xarra» S/Míüifid,' Diario independiente dé Ja TW)ch.e fundado por D.Nicolás M.Urgoití en^l920 VOZ freMoriO «Sgtttimos A ñ ó X V I . Núm. 4.448. Viernes 12 abril 1935. HOY, 12 DE ABRIL DON ALEJANDRO LERROUX HACE PARA *'LA VOZ" IMPORTANTES DECLARACIONES }¿¡ "Estoy satisfecho de la solución de la crisis." "El fianza del Parlamento." "A nadie conviene hoy la ^^ nuevo Gobierno suavizará asperezas." "Los dos disolución de la Cámara." "Los republicanos, aun- problemas ntás importantes de la hora son el in- que separados en apariencia, estamos siempre ^1 ternacional y el del paro obrero." "La Repú- unidas por el vínculo del ideal." "Creo que ha sido : blica no puede seguir la política internacional un bien para la República el paso por el Poder de de aislamiento y despreocupación de la Monarquía." la Ceda." "Los españoles, liberales y demócratas •M. "^® ®^ posible seguir cruzados de brazos ante el quieren una vida digna, tranquila y fácil." "Ya es ^ hora de que se calmen los nervios y se aquieten ¿ En Saint Nazaire, ha sido elegida "Miss Normandia" mademoiselle Georgette Delafenetre, para presidir la gran fiesta que se prepara con ocasión de la primera salida del barco mayor del nwndoj el "Normandia" (Foto Gil del Espinar.) Un perdón judicial El ex rnianciero ;5a; suU no será ya perseguido por la iusticia LAS ACUSACIONES CONTRA EL SERÁN OLVIDADAS CmCAGO 12 (11 m.).—El Gobierno ha desistido de proseguir la campaña emprendida desde liace tiEm,po para enviar a la cárcel al ex financiero Samuel Insull. Siguiendo e] ejemplo del fiscal de IlUnois, el fiscal general, Cummings, ha redactado un comunicado, que será enviado a las autoridades federales, en el que se dice a éstas que "olviden las restante* acusaciones contra Insull". Samuel Insull, al tener noticia de esta resolución del fiscal Cummings, no ha hecho la mienor demostración de júbilo, y Únicaraentt hp. dicho: —No soy ya más que un viejo que busca una colocación. (United Press.) Literatura "ESTAMPAS DE ALDEA" dolor y la desesperación de los parados." "No le M. faltará al Gobierno, porque la merecerá, la con12 d6 abril. Histórica fecha. Nacimiento de un régimen. Han pasado cuatro años, l a s esperanzas que en la Kepúbllca puso España, ¿Se han disipado, o continúan vivas? El espíritu del 14 de abril, de aquel glorioso 14 de abril, ¿se ha. esfumado? Se habla de rescates y de afianzamientos, por unos, y por otros, de ensanchar la base del régimen. En cuatro años, la vida política española, ha pasado por trances amargos. Las alegrías han sido muy pocas. Se han sucedido gobiernos y gobiernos. Oon mayoría en el Parlamento, unos, minoritarios, otros, con mayoría en el país, algunos, y pucos votos en las Cortes, otros. El actual, por su composición, canece de fuerzas parlarae<ntarias suficientes para conseguir que su obra legislativa prospere; pero se dice que es auténticamente republicano, republicano del centro. De él están ausentes las izquierdas y las derechas. ¿Conseguirá larga vida? ¿Bealizará obra fecunda? Depende de las asistencias que É>8 asegure. Lo preside D. Alejandro Lerroux, y al Sr. l^rroux nos hemios dirigido para rogarle la concesión de una entrevista. Inmediatamente logramos nuestro propósito, y solos los dos, en su despacho de la Presidencia del Consejo de Ministros, comenzamos la conversación preguntándole: —Después de vencer tantas dificultades, ¿está usted satistecho de la solución de la ci'isis? —^Preci&a,niente por haber vencido esas dificultades, que algunos suponían invencibles, estoy satisfecho. I sobre todo, por haber prestado un buen servicio a España y al régimen republicano en circunstancias que a todos nos obligaban al desinterés y al sacrificio. —¿ Qué programa realizará el nuevo Gobierno durante el mes que gobernará sin Cortes? —l'u programa "de lima", para suavizar asperezas, que de ninguna manera convienen a la política española; de paz, para aplacar ios ánimo.j fcodavíp irritados, con perjuicio de ia obra conjunta, do carácter nacional, que a todos los partidos, y por extensión a todos los óSpaftblés, thcuiñbé realiza*, y dé preocupación ante los problemao planteados, si no para resolverlos, porque el plazo es breve, para encauzarlos hacia posibles soluciones. Hay dos asuntos —aparte: el afianzamiento del orden público y el mantenimiento del principio de autoridad, que pertenecen a la actuación mlnlsterlal de cada día y de cada momento—que reclaiman preferente atención, y han de tenerla muy asidua, del Gobierno durante el interregno parlamentario: el plan de defensa nacional y el paro obrero. Conviene fijar la posición y los propósitos del Gobierno ante ambas cucstionies importantísimas, para que la opinión no se extravíe. Nc nos guia al pensar en la defensa material de tispatta ningún afán bélico. Es, por el contrario, nuestro amor a la paz, coincidente oon el espíritu pacifista del pais, reflejado en la letra de uno de los artículos de la Constitución, el que nos hace ver en esta hora de inquietud internacional la necesidad de estar prevenidos para no encontramos envueltos un día por la guerra. La estructura geográfica de España, su situación en el Mediterráneo, el valor estiatégico de sus islas, sus riquezas naturales, todo, en fin, obliga a defender materialmente lo que constituye nuestro tesoro. Nada de sueños imperialistas ni de delirios aventureros. Amor a la paz y al soUr patrio, y en el orden moral, representar algo más grande entre las naciones europeas, alcanzar en el mundo la consideración y el respeto que merecemos. La RepúbUca no puede seguir la política internacional de aislamiento y despreocupación con que la dinastía de los Borbones borró ante Isia naciones extranjeras el nombre glorioso de España. Respecto al problema del paro obrero, sé muy bien que para re. solverlo de una manera definitiva se requiere el desarroUo de un vasto plan orgánico i la realización de una obra a fondo de transformación económica y de justicia social. Esa obra, que alcanza a los departamentos de Hacienda, Obras Públicas, Agricidtura e Industria, a las diputaciones, a los municipios y a otros muchos organismos y sectores de la vida nacional, no puede realizarse en un mes ni en muchos meses. Pero algo hay que hacer, y hacerlo inmediatamente. No es po. sible continuar cruzados de brazos ante tanto dolor y tanta desesperación. El más grave pecado de los gobiernos de la República ha sido la pasividad frente al infortunio de los parados. El que un enfermo precise ima importante operación quirúrgica para recobrar la salud no nos autoriza a abandonarle sin procurar su aUvio en tanto llega He aquí un numen pedagógico feliz. Pedagogía poética. Y rústilegitimo. Exclusivamente r u r a l , ca. ¿Por qué no? Rural, rústica pero auténtico. Y he aquí también o silvestre. Y huelga decir que Una conciencia de escritor que ac- cuando escribo estas palabras me tüa sólo en su cercado, dentro de atengo a su acepción directa y noSu cercada, sin extralimitarse. Di- ble, y no a la figurativa y peyoríamos más. Diríamos que Pablo rativa que les da el uso. Las ex<3e A. Cobos, el autor de "Estam- presiones rústicas, campestres, a pas de aldea", se restringe con despecho de su aspereza, no se reexceso: que incurre en la demasía lajan o rebajan en afinidades de limitar o coercer la amplitud afrentosas, no se confunden ni se <le su numen. Y lo diríamos sin in- compadecen con lo cerril, bestial tención de reproche. Porque el lo- o zafio. De igual suerte que un gro se amolda cabalmente al de- sentimiento o un pensamiento basignio. Y un propósito que se re- juno, de ínfima especie zoológica, duce sin alicortarse, esto es, que aunque se perfile y se pula, no deSe limita sólo espacialmente, topo- ja de ser tosco, las intuiciones prigráficamente, no es un propósito marias, primitivas, que sólo transcercenado ni humilde. Lo intenso fieren atisbos o sospechas elemeníio presupone lo extenso. Y lo ru- tales, ofrecen un contenido procer i'al no excluye lo universal, que en y en bruto: los quilates preciados este libro es potencia en potencia y sin preciosidad de lo auténtico, contenida. Pablo de A. Cobos an- la validez icástica y reciente del duvo a pie firme, con andadura vagido originario, infalsificabie. lugareña, una trayectoria límitaImporta repetir que Pablo de "Ja,. Pero limitada adrede. Ni la fa- A. Cobos es un escritor de firme tiga ni el desfallecimiento menos- y sobria andadura lugareña. Escabaron el alcance de la ruta pre- cribe netamente: como hablan los supuesta y lograda con reiteración parsimoniosos y prestanciosos higenerosa. Cobos anduvo y désan- dalgos—y siervos—de la gleba en <iuvo a sus anchas el estrecho co- Castilla. La veracidad no riñe con liijo de su niñez: la Intiráidad ho- el recato; más aún, ennoblece la auras. El maestro, sin rigideces de gareña, entrañablemente angosta, compostura. El sentencioso laco- "magíster", concuerda con las vey 6l desahogo pueril y a extramu- nismo castellano gusta de llamar leidosas tropelías de su unánime ros de los aledaños. Estos aleda- a las cosas por su nombre. Así es tropel. Cobos evoca, meciéndose fios constituyen una sucinta peri- como se entiende. Asi es como se en la retrospectiva cordialidad de feria: el contorno del hogar o las explica. Éste puntillo de honra la añoranza, al niño pretérito que bardas del huerto. Pero el existir —que nos honra—^no entraña el hace como que se enfurruña en la de na hombre puede asomarse pie- exabrupto. Las explicaderas—tan indulgente severidad del pedagogo. riamente a la vida desde el hondón prontas, tan expeditivas—del pueLos apuntes o ejemplos de este del terruño nativo. Pablo de A. Co- blo rara vez se descomiden. Por- libro—libro sano, jugoso, tierno, bos no disimula su intención es- que alentar verídicamente es res- pueril—triscan y retozan con ágil tética y pedagógica. E s - r i b e : pirar hombría y espirar verdades, ingravidez en nuestra sensibilidad 'Exaltación de la vida del campo dar el pecho; no regoldar en pú- entristecida y agobiada de homy firme convencimiento de que es blico. Quien comulga en cuerpo y bres exasperadamente u r b a n o s . *o.é.B rica que la vida ciudadana enalma—en pan y vino-^con las co- Nos procuran desahogo y alivio. ^xjjeriencia vital." Y luego: "Para sas le dice escuetamente al vino Y su prosa vivamente sabrosa, y 'a arrogancia y para el orgullo, vino, pan al pan. Y en trance de no especiosa, .^,in condimentos de í^or mi grusto no fomentaré jamás elegir, opta por el pan ázimo, sin enjundia llama'áva que solivianten las virtudes lacias de la modestia fermento, y por el vino de uva, o aticen la sel, nos regala y rey la humildad. Prefiero la soberbia sin mejunjes de química. frigera con el frescor húmedo del y el ánimo para abatirla. Si puforraje recién segado. AJgunos de El propósito didáctico de estas diera, metería en cada conciencia estos apuntes — verbigracia: l o s las ganas de conquistar el mundo." "estampas" se emulsiona con el quo el autor dedica a "la Garbodesignio estético. ConfidencialmenEl titulo exacto—"Estampas de te y sin declaración expresa. Co- sa"—insinúan el deje álacre y eleWdea" — con que rotula Pablo de bos se descubre, traicionándose: giaco del cantor de "Platero". •A, Cobos su libro reime en gavilla otorga su simpatía a los arrapie- Aquí y acullá se atisba asimismo ^ a breve copia de impresiones zos díscolos que se desmandan, y la ternura absorbente, el moroso Pueriles. Impresiones p u e r i l e s : sólo le merecen risueña piedad el regodeo y el dolorido e inaliena«mociones en fárfara, sensaciones menoscabo y el vejamen de la au- ble sentir del transverberado Miró. "heroicas", primigenias. P u e s toridad pedagógica. Pues bien: no Y por mucho que se soslaye 'a bien: la intensidad de estos con- incurre en negligencia ni en con- identidad del tema, al abocetar tactos iniciales con la vida perdu- trasentido el autor de este gracio- Cobos los alegres trajines de "la ra en surcos indelebles. Y ya hom- so volumen al producirse así. En matanza", cruza al sesgo, en esbre, el autor los eleva a principio los alegres desmanes—alharacas y corzo de gulusmeador de apetito) se afirma en ellos; porque olvi- trapatiestas—de las turbas pueri- sos husmos, la sombra oscilante darlos u ocultarlos equivaldría a les y en la contrariedad refunfu- —famélica y ahita—de Jules Rellegarlos, y un hombre que se tie- ñona del dómine desacatado. Co- nard. Pero Cobos impone siempre ne por tal nunca reniega de su ori- bos sorprende eUnexo de la feliz con vigor y rigor harto expresivos gen. ¿Pedagogía? Pedagogía y convivencia: las vicisitudes apa- la personalíslma llaneza del más renciales de una identificación enjuto—y a la vez más jugoso— poesía. Conjunción — compe n s acondicionada por recíprocas ter- J castellano. La enjundia folklórica ción—de firme arraigo. Maridaje I 1 l3,s pasiones." U PROCLAMACIÓN DE LA REPÚBLICA ENCALANANDO VUESTROS BALCONES El suceso de esta mañana Un sujeto, excitado por cueses económicas, hiere a tiros a una mujer y a un hombre .iiiiiiiiiiiiiiiiiiiniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. VBSADO POR LA CENSURA Mllilllllllllillllllllllllllillllillllllüll' y el decir agreste se compaginan en su libro. En él se distingue a cierra ojos la ruda distinción de un. verdadero carácter. JUAN JOSÉ DOMENCHINA \ el momenmto de la Intervención del cirujano. Nos proponemos nosotros, estamos resueltos a eUo por muchas razones, y principalmente por deberes de humanidad, a atender al enfermo. No decimos que vamos a resolver el paro obrero ahora mismo, sino que lo aliviaremos sin pérdida de momento con un plan de obras inmediatas beneficiosas a los intereses nacionales. ¿Tiene usted esperanz'js de que el Gobierno obtenga la confianza del Parlamento? Soy optimista, porque tengo fe en la labor del nuevo Gobierno, que nace con entusiasmo, con deseos de trabajar y acertar. Creo que este mes le bastará al Gobierno, en general bien recibido, para merecer la confianza de la opinión pública. Y obtenida ésta, no podrá faltarle la del Parlamento, que es representación y reflejo del país, y de ninguna manera un club político en poder de pasiones personales y partidistas. Si el Gobierno fuera derrotado en una votación, ¿usted cree que sería inevitable la disolución del Parlamento, p ve usted otra solución para evitarlo? A nadie conviene hoy la disolución del Parlamento, y no hay por qué hacer hipótesis sobre este supuesto. No le conviene sobre todo esa disolución al país, y ésta es la razón suprema para qw> no se disuelva. ¿ Estará usted contento con la buena acogida que ha dispensado al Gobierno la mayoría de los jefes repubücanos? Lo estaré más cuantió la justicia que ahora se me hace inicialmente alcance a todos los que desde distintos campos han colaborado conmigo en servicio de la patria y la República. ¿ Usted opina, como algunos periódicos, casi todos los auténticamente republicanos, que con la forma,ción del cuarto Gabinete que preside usted se ha adelantado mucho en el acercamiento de los republicanos ? Yo no he estado nunca lejos de los demás republicanos. Mi mano siempre se ha tendido fraterna a mi derecha y a mi izquierda. Los republicanos, aunque aparentemente nos separen intereses de partído y nos diferencie la diversidad de los matices políticos, estamos muy cerca unos de oíros, unidos por el vínculo de un misano ideal y., de im sentimiento común. Por eso, a mí, más que el acerciüniento de los republicanos, me ha preocupado y me preocupa la aproximación a la República de los no republicanos. —El paso por el Gobierno de la Ceda, ¿cree usted que ha sido conveniente para el afianzamiento del régimen? —Sinceramente, creo que sí. Ha sido la incorporación definitiva de una fuerza importante a la República; ha creado en ésta nuevos intereses políticos, morales y materiales, ha añadido un nuevo ma^ tiz al régimen, cuanto más matizado, más rico, más vigoroso y más nutrido de posibilidades. Después de su participación en ©1 Gobierno, cuanto la Ceda haga lo hará dentro de la República. Y esto es lo que yo quería y lo que me importa como repubücano. —Una última pregunta, señor presidente: ¿Cree usted que ha cambiado bastante el pensamiento de la opinión española desde las elecciones de 19S3? —Yo creo que el pensamiento de la opinión española es siempre el mismo. Responde al sentimiento Uberal y deanocrático de los españoles y a su deseo de una vida digna, traiiquua y fácil, sin otras inquietudes que las espirituales, siempre nobles. Cuando ese sentimiento no es respetado y ese deiso no se ve satisfecho se producen, dentro de las normas democráticas, reacciones somo la de 1931 y como la de 1933. Es posible que la crisis ministerial que han dado en llamar "del perdón" y la constitución de este Gobierno que llaman "de la cordialidad" eviten una nueva reacción. Ya es hora de que se aquieten las pasiones, de que se calmen los nervios y de que naveguemos con rimibo fijo, entre las agitaciones propias de los pueblos vivos, eso sí, pero sin temporales peligrosos ni violentos golpes de mar por la derecha y por la izquierda. Más de una hora de conversación. Y a D. Alejandro lo esperan impacientes varios visitantes. ¿Nos ha dicho cosas interesantes? Me parece que sí. Hay afirmaciones en esta entrevista, recogidas al pie de la letra, de una gran importancia. ¿Podíamos pedir más? No. Estamos satisfechísimos del honor que hemos recibido del jefe del Gobierno. Y después de agradecérselo muy sinceramente y despedimos con un efusivo apretón de manos corremos a la Redacción, encantados de poder ofrecer hoy a los lectores de LA VOZ la opinión valiosísima del Sr. Lerroux acerca de los problemas de más palpitante actualidad. MARINO MUÍÍOZ REPUBLICANOS: CELEBRAD EL ANIVERSARIO DE En la calle de Bscosura, de la barriada de Cuatro Caminos, ha ocurrido esta mañana un suceso sangríenito. En el número 35 de dicha calle vive el matrimonio formado por José Montes y Josefa Sanjurjo Engreía, ésta de se- • ¿ senta y siete años de edad, con el hijo de amibos Argimiro, de veintlooho. Esta mañana, alrededor de las diez y media, se presentó en dicha casa un pariente que está casado con una sobrina de Josefa, llamado Francisco Bartolomé. Se entrevistó con el padre, y después de algunos rodeos le pidió cinco mil pesetas que le hacían falta imprescindiblemsnte. José Montes le dijo que le era imposible acceder a la petición, primero porque no las tenía, y después porque tampoco había motivo para que le entregase tal cantidad. En vista de ello, Fra¡n.cisco Bartolomé se excitó de tal forma, que llegó a amenazar de muerte a José Montes. La discusión ad- Esta belleza española. Sarita Lopes, ha sido elegida por él Centro Obrero de Badajoz "Miss Badajoz 1935". Aspira a ser "Miss Extremadura" y puede llegar a "Miss España". Merecimientos ya tiene la muchacha efilS'^^íd!!iJ>^^^^'>^i^^<^^>>^^^>^j*^^>i^k^>^»j<>^i>^>^^<iñij»^s^f>^^^«<^»^i^i Una madre enloquecida Impulsada por la miseria arroja a sus hijos desde un tren en marcha PERO LUEGO LE FALTA VALOR PARA SUICIDARSE BERLÍN 13 (9 m.).—Una mujer llamada EUzabeth Freundllcha, que desde hace algún tiempo se hallaba en situación económica desesperada, arrojó ayer desde un tren en marcha a sus dos hijos. El niño mayor, die nueve años, resultó muerto, y el más pequeño, de tres meses de edad, con gravísimas heridas. Para realizar el hecho se metió en un departamento del tren que iba vacío, abrió la portezuela y luego tocó el timbre de alarma y dijo a los empleados del tren que se habían caldo. Detenida, fué sometida a un largo Interrogatorio, y al cabo de varias horas, estrechada a preguntas, acabó por confesar que babíi. tirado a los niños impulsada por su situación y oon el propositar de suicidarse; pero que le había faltado valor. roñica LOS QUE NO FUERON Ayer, como saben los lectores, enterramos a Mlainolo Tovar. Con. gregáronse en el jardín de sai hotelito de Los Pinares, entre ios macizos de flores que cuidaba tan amorosamente, hombres y mujeres de pluma, de lápiz, de pincel, de cincel, de pentagrama, y con ellos actores, actrices y hasta dos toreros famosos. El Madrid artístico, el Madrid que vive de lo espiritual y bellamente suntuario; el Madrid que no sabe de cupones, ni de rentas, ni de jugadas de Bolsa; el Madrid algo bohemio todavía, pese a la influencia de los tiempos nuevos, que ahorman y cuadriculan las almas, algo cigarra, que canta y sueña, estaba allí oon su íntegra y total representación. LOs pintores, los dibujantes, loe escultores, los periodlstias, los poetas, los dramaturgos, los artistas deJ teatro y del cinematógrafo, los músicos, aunque enterraban a la misma hora al maestro VUla, rodearon y siguieron el cadáver dei hombre genial, bueno y alegre, que jamás hizo daño, que siempre tuvo para to'do y para todos una sonrisa y un gesto amigas. En la tarde raublada y ventosa, quirió tales caracteres que el hijo, Argimiro, que se encontraba en la triste como nuestros corazones, e) cama, se dio cuenta y se levantó cortejo desfiló por loe cam,pos y loa suiburbios en busca del cemenpara intervenir. Entre padre e hijo cogieron por terio lejano. Seiguíaai a la carroza la solapa al visitante y lo pusie- fúneibre "autos" cargados de cororon en la escalera. nas, y lueigo una larga teoría de Bartoloimé se revolvió comtra vehículos, donde se apiñaiban siellos, y cuando padre e hijo cerra- lenciosos, entregados a reflexiones ban la puerta, empujó violentamente, logrando entreabrirla, y melancólicas, los, caananadas de por la rendija metió ima pistola Manolo. e hizo varios disparos. Y yo, leyendo IBÍS firmas que cuLos proyectiles alcanzaron a brían los pliegos de papel puestos Argimiro y a la madre de éste. ES sobre una mesa en el jardín, y agresor, una vez corajuda la ha- viendo luego desfilar a los acomzaña, se dio a la fuga. pañ'antes del entierro, comprobó Varios vecinos acudieron al rui- qiue no hatáa hecho acto de predo de las detonaciones y prestaron auxilio a los heridos, trasla- sencia político alguno. dándiolos sin pérdida de tiempo a Me refiero, como es natiirall, a la Casa dé Socorro de los Cua.tro los políticos republicanos. Los Caminos, en donde el doctor Ga- otros-—Cierva, del que ínm.oirtalílarreta les prestó asistencia. zara los pantalones a cuadros; Argimiro sufría dos heridas, una en la región supermiamiacia Goicoechea, al que hiciera obj.eto derecha y otra en la ilicia izquier- de tan/tas bromas donos^.s; Romada, sin orificio de salida ésta. Su nones, cuya naa-iz y cuya pierna estado se calificó de grave. Pasó defectuosa trocara en célebres; al Equipo Quirúrgico, donde que- García Prieto, el que jurara modó bospitaliziado. rir en defensa de la Constitución La madre sólo había sufrido monárquica, y tantos más—, no teuna herida, también por arma de nían nada q;ue agradecerle, a.pairte fuego, leve, en la mano derecha. Después de curada pasó a siu do- de la popularidad que con sus burlas, no muy crueles, les ayudara micilio. El Juzgado se constituyó en la a conquistar en su tieotnpo. Pero es que Manolo Tovar fué Casa de Socorro y recibió declaración a los lesionados y a José un luchador heroico. Su lápiz estuMontes, el cual explicó el suceso vo siempre ai servicio dé los ideaen la forma relatada. les de libertad. Siis dibujos, sus El juez ordenó a la Policía que caricaturas, hioieroo más que muproceda a la busca y detención de Francisco Bartolomé, que se espe- dhos discursos grandilocuentes por r a sea detenido de un moiaento a el triunfo de la República. Y miuchas vecéis—¡mucíhas!—suf rió JK»:otro. • sacucíonea, procesos, destierros, prisiones, porque loa fiscales creyeron delictivos sus "monos". En las colecciones de "Don Quijote", el rttagnífioo semanario que fundó Sojo y continuó Miguel Sawa; da la primitiva "España Nueva", la que no era aún germanófila ni sindicalista, sino republicana a seaas, y de LA VOZ, hay centenares da dibujos admiraibles., donde la gra. cía fina y la intención noble se funden en un conjunto arm.6nJco, Iluminado por la ironía sin hieles, que castiga y perdona, Manolo Tovar, guerrillero de la República, no figuró en comités, centros ni partidos. Peleaba solo. Se batía, indisciplinado y autónomo, lejos de las tertulias de loa santones y de las camarillas de loa jefes Ungidos o posibles. En siu lucha áspera oon la vida durísima., jamás clHudicó. Siempre fué fiel a sí mismo. Allí donde veía una iajusticia, una fealdad, un vicio social, allí estaba él, con su lápiz fácil y buido, satirizan-dio, burlándose, pero sin odio ni veneno. Como el personaje de Beiaumarchais, reía en sus dibujos para no llorar... Lios políticos repubücanos, tanto del Poder comio de la oposición, no han creído que debían modestarse aoomipañando el cadáver de Miañólo Tovar. ¡Bah! ¡Un caricatiirista! ¡Un "pintamonas"! ¡Uno qua dibujaba monigotes en los papeles públicos 1 Le concedían desde luego que tenía ingenio. Pero no dieron importancia a su obra. El insabomablfi, infatigable y valeroso Tovar, combatiente sin miedo al tacha, autor de treinta mil dibujas, reflejo gráfico de cuarenta años de vida española, valía mucho .menos, en su opinión, que un dipiujtado de la clanse de p'lúmibeos. Perdiónaios, Manuel. Son. así porque no pueden ser de otno modo. Su imipermeabilid'ad sentimental los pone a cubierto de toda sorpresa que tenga el motor de una emoción die cierto orden. ¡Ah! ¡Si resucitaras, salieras de tu sepulcro y pudieras empuñar da nuevp tu lápiz brujo, qué vengadora y formidable caricatuira harías acerca de esas gentes! ¡Y cómo reirías, con tu buena risa, maliciosa y franca a la vez! ¡Y con qué desprecio tus ojos certerc», acostumbrados a descubrir lo ridículo en lo solemne y lo cómico en lo patético, se fijarían burüoties en las fotografías, pla.ga de las hojas periodísticas, de determdoaados personajes! UN CAMARADIA;