CAPÍTULO 45 QUERATOPLASTIAS LAMELARES Juan J. Pérez Santonja, Mark Wilkins, Bruce Allan 1. QUERATOPLASTIA LAMELAR: CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN El término Queratoplastia Lamelar o Queratoplastia Laminar (LK) hace referencia al reemplazo o sustitución únicamente del tejido corneal dañado por tejido donante, dejando intacto el tejido corneal normal. Esta definición obedece a la idea de que a menor resección de tejido menor riesgo. Las LKs se clasifican en varios tipos, según el tejido corneal reemplazado, a saber: — Queratoplastia Lamelar Anterior: Sustitución del tejido corneal anterior. Dos tipos: • Queratoplastia Lamelar Anterior Superficial o Queratoplastia Lamelar Automatizada (ALK ó ALTK). • Queratoplastia Lamelar Anterior Profunda (DALK ó DLK). — Queratoplastia Lamelar Posterior: Sustitución del tejido corneal posterior incluyendo endotelio. Dos tipos: • Endoqueratoplastia o Queratoplastia Posterior asistida con Microqueratomo. • Queratoplastia Lamelar Posterior o Queratoplastia endotelial lamelar profunda (PLK o DLEK). 2. DESARROLLO Y EVOLUCIÓN DE LA QUERATOPLASTIA LAMELAR. QUERATOPLASTIA LAMELAR VERSUS QUERATOPLASTIA PENETRANTE La primera queratoplastia lamelar para rehabilitación visual fue realizada por Arthur von Hippel en el último cuarto del siglo XIX (1). Durante la primera mitad del siglo XX, antes de la llegada de los corticosteroides y los bancos de ojos, la LK fue una técnica quirúrgica frecuentemente utilizada para la rehabilitación óptica y tectónica de la córnea. Con la introducción de nuevas técnicas quirúrgicas, suturas, microscopio quirúrgico, esteroides, y el mejor entendimiento de la fisiología endotelial, la queratoplastia penetrante (PK) se convirtió en el procedimiento corneal de elección para la rehabilitación visual, relegando la LK a indicaciones tectónicas y a un 3-8% de todos los injertos corneales a finales de los años 1970 (2). Con pocas excepciones, la LK óptica antes de 1975 era un proceso manual tedioso y largo que dejaba a los pacientes con una agudeza visual corregida de 0,6 o peor (3). Variaciones en la preparación del lecho corneal como la técnica de pelado de Malbran (4) o el microqueratomo de Barraquer (5), acortó el tiempo de la cirugía pero no mejoró la calidad de visión final. La PK todavía ofrecía una mejor calidad de visión. En el queratocono, una enfermedad con endotelio sano y apropiada para LK, la PK era exitosa (incluso antes de 1975). En una gran serie comparando PK y LK en pacientes con queratocono, Richard et al (6) encontraron que el 88% de los pacientes con PK versus el 62% de los pacientes con LK consiguieron un nivel de visión de 0,6 o mejor. Sin embargo, el éxito a largo plazo de la PK requiere un manejo temprano y agresivo del rechazo corneal, estimado en un 20%. Por otra parte, la PK sufre una pérdida celular endotelial progresiva que ha sido estimada en un 50% a los 4 años, y a los 10 años de la PK la densidad endotelial media es de 976 células/mm2. Por tanto, las ventajas inherentes a la LK con su insignificante pérdida celular endotelial, riesgo reducido de rechazo y el ser un procedimiento extraocular (o mínimamente intraocular) (2,7), la convierten en un tratamiento más deseable que la PK para el queratocono y otros transtornos si el resultado visual pudiera ser comparable a la PK. Hace más de 25 años, José Barraquer resumió las condiciones necesarias para mejorar los resultados visuales con la LK como sigue: a) minimizar el proceso de cicatrización (consiguiendo planos muy profundos en la disección manual o mediante el uso de microqueratomos), b) conseguir una capa posterior corneal de espesor uniforme, c) conseguir unas superficies de disección suaves tanto en el lecho como en el injerto, d) conseguir un espesor adecuado del tejido donante, e) asegurar buena coaptación de los bordes y, f) mantener una interfase limpia (5). Estas premisas han servido como líneas maestras durante la evolución de las técnicas lamelares durante los últimos 25 años, y en la actualidad, muchas de las técnicas disponibles, tanto LKs manuales profundas como LKs con microqueratomo, junto con el mejor manejo de las interfases derivado de técnicas refractivas como el LASIK, han hecho posible que muchas de las premisas visionadas por Barraquer sean alcanzadas. 426 Superficie ocular 3. QUERATOPLASTIA LAMELAR ANTERIOR SUPERFICIAL O QUERATOPLASTIA LAMELAR AUTOMATIZADA (ALK o ALTK) 3.1. Concepto y Desarrollo La Queratoplastia Lamelar Anterior Superficial, también llamada Queratoplastia Lamelar Automatizada (ALK) o Queratoplastia Terapéutica Lamelar Automatizada (ALTK) por realizarse mediante la utilización de un microqueratomo, pretende reemplazar o sustituir por tejido donante solamente el tejido estromal anterior dañado, valiéndose para ello del uso de un microqueratomo. El corte del microqueratomo producirá superficies muy suaves tanto en el receptor como en el donante, reduciendo así la cicatrización corneal, como ha sido demostrado con la técnica LASIK. Al mismo tiempo garantizará espesores uniformes del receptor y donante. Todas estas características, junto con la facilidad de mantener una interfase limpia, hacen que esta técnica reúna prácticamente todos los requisitos de Barraquer para el éxito en LK óptica. En 1972, Barraquer describió las bases de la queratoplastia lamelar óptica realizada con un microqueratomo, estableciendo las condiciones necesarias para obtener un resultado visual favorable, como ya ha sido discutido previamente. A pesar de ello, la técnica no fue completamente aceptada, probablemente debido a la complejidad del aparataje requerido (5). Además de ser técnicamente difícil, la LK realizada con el microqueratomo de Barraquer presentaba el problema de disparidad de diámetro entre el lecho receptor y el injerto donante. Por otra parte, puesto que el microqueratomo manual es usuario-dependiente, la regularidad y uniformidad de los cortes dependen mucho del cirujano, siendo la técnica difícil y los resultados poco reproducibles (8). La introducción del microqueratomo automatizado por Ruiz en 1986 simplificó el procedimiento (9), y ha permitido obtener lentículos corneales de caras paralelas que son casi idénticos tanto en la córnea donante como receptora, pareciéndose a las modernas técnicas de LASIK. Recientemente, el uso del microqueratomo en LK ha sido utilizado para tratar complicaciones de lentículos corneales tras cirugía refractiva. Elkins y colaboradores (10) fueron capaces de evitar PKs en 3 de 5 pacientes reemplazando el lentículo perdido o cicatrizado por lentículos donantes. Para el procedimiento se utilizó un microqueratomo automatizado y anestesia tópica, y los lentículos donantes no se suturaron al receptor (queratoplastia lamelar homoplástica sin sutura). En 2001, Jiménez-Alfaro et al (11) describen una técnica similar utilizando un microqueratomo automatizado y sin suturar el lentículo donante, pero para el tratamiento de opacidades corneales limitadas al tercio anterior (200 μm sperficiales) de la córnea. 3.2. Indicaciones La ALK/ALTK está indicada solamente en todos aquellos transtornos corneales que afectan a las 300 μm superficiales de la córnea y que mantienen un endotelio corneal sano. Entre estos transtornos se incluyen leucomas y cicatrices, distrofias corneales anteriores e irregularidades de la superficie corneal (fig. 1). Es importante recordar que en todos aquellos transtornos que se produzca una superficie corneal muy irregular, al pasar el microqueratomo parte de estas irregularidades serán copiadas en el lecho estromal tras el corte (12). Aquellos transtornos que afecten a las 100 μm anteriores de la córnea pueden ser mejores candidatos a una queratectomía libre (o queratectomía fototerapéutica (PTK)) más mitomicina C, y aquellos transtornos que afecten más allá de las 300 μm superficiales de la córnea serán mejor manejadas mediante una queratoplastia lamelar anterior profunda (siempre que el endotelio esté sano) (fig. 1). La ALK/ALTK tiene varias ventajas respecto a la PK en aquellos casos que podrían ser manejados por cualquiera de las dos técnicas. No se precisa entrar en la cámara anterior en la ALK, y por tanto, no existe riesgo de endoftalmitis o hemorragia expulsiva. El riesgo de rechazo corneal es muy reducido al no transplantarse el endotelio corneal. Finalmente, el periodo postoperatorio es mucho más corto con la retirada de suturas a las 6-8 semanas, y la rehabilitación visual más rápida. La ALK/ALTK también tiene algunas ventajas sobre la queratoplastia lamelar profunda con disección manual (DALK), entre las que cabría resaltar: a) riesgo mínimo de perforación mientras se prepara el lecho receptor; b) procedimiento totalmente extraocular; c) no riesgo de lesión endotelial al no inyectarse aire en la cámara anterior; d) superficies de disección más suaves; y e) rehabilitación visual más rápida. Sin embargo, la ALK no puede ser utilizada en transtornos corneales con opacidades profundas, alteraciones con espesor corneal variable o irregularidades superficiales importantes. 3.3. Técnica Quirúrgica Figura 1: Indicaciones para diferentes técnicas de queratoplastia lamelar anterior. Esta técnica quirúrgica puede ser realizada bajo anestesia tópica o local, y para su ejecución se requiere de un sistema de queratoplastia lamelar automatizada. En la actualidad son 2 los sistemas comercializados, a saber: a) El sistema ACS Capítulo 45. Queratoplastias lamelares 427 Figura 2: Sistema ACS para ALK/ALTK. Set de placas para control de la profundidad de corte (A). Anillo de succión ajustable en altura para control del diámetro tanto en el receptor como en el donante (B). Set de lentes de aplanación para comprobar el diámetro a resecar (C y D). (Automated Corneal Shaper) de Chiron Vision (Chiron Vision, Irvine, CA, USA), y b) el sistema ALTK (Automated Lamellar Therapeutic Keratoplasty System) de Moria (Moria SA, Antony, Francia). La diferencia principal entre ambos sistemas es que el sistema ACS requiere de un globo ocular completo como donante, mientras que con el sistema ALTK pueden utilizarse botones corneo-esclerales al disponer de una cámara artificial. Otra diferencia entre ambos sistemas son los mecanismos para controlar la profundidad de corte y el diámetro del disco a resecar. En el sistema ACS el control de la profundidad se realiza mediante un conjunto de varias placas de diferentes espesores que se adaptan a un único cabezal, y el control del diámetro mediante un único anillo de succión ajustable en altura (tanto para el ojo receptor como donante) (fig. 2). Por el contrario, en el sistema ALTK se dispone de 4 cabezales diferentes, cada uno de ellos capaz de cortar a una profundidad predeterminada, y de un set de varios anillos fijos que determinarán el diámetro a resecar en el ojo receptor. El diámetro a resecar en el botón esclerocorneal donante se controla mediante la cámara artificial y una lente de aplanación calibrada (fig. 3). A continuación se describirá la técnica quirúrgica para cada uno de los 2 sistemas disponibles en la actualidad. Técnica quirúrgica con el sistema ACS (11) (fig. 4): El lentículo donante se obtiene de un globo ocular completo, el cual debe tener menos de 48 horas desde la extracción al objeto de prevenir alteraciones corneales debidas a la desnaturalización del humor acuoso. El globo donante se sitúa bajo el microscopio quirúrgico tras inyectar solución salina en la cavidad vítrea para aumentar la presión intraocular. Posteriormente, se aplica el anillo de succión ajustable y se activa la succión hasta alcanzar la presión intraocular adecuada, que se verificará con el tonómetro de Barraquer. En este momento se controla el diámetro del lentículo a resecar insertando la lente de aplanación deseada (habitualmente entre 7,2 y 8,5 mm) en el anillo de succión y ajustando éste para obtener el diámetro deseado. Una vez la superficie de la córnea ha sido irrigada, se pasa el microqueratomo automatizado para obtener un disco completo. El espesor del lentículo se ajusta seleccionando la placa apropiada según la profundidad de las lesiones, aunque habitualmente se utiliza la placa de 250 ó 300 μm. El lentículo así obtenido se coloca en una cámara antidesecación con el epitelio hacia abajo, con una gota de solución salina balanceada (BSS). 428 Superficie ocular Figura 3: Sistema ALTK para ALK/ALTK. Equipo de 4 cabezales diferentes para control de la profundidad de corte (A). Equipo de anillos de succión fijos y lentes de aplanación para control del diámetro del disco en el ojo receptor (B). Cámara anterior artificial (C). Lente de aplanación calibrada para cámara artificial y control del diámetro a resecar en el botón donante (D). A continuación, se llevan a cabo los mismos pasos del procedimiento en el ojo receptor, intentando crear un lentículo con el mismo espesor (utilizar misma placa y cuchilla) y diámetro que el lentículo donante. Una vez retirado el lentículo del ojo receptor, el lecho estromal se lava con BSS y se seca con una hemosteta. Se comprueba en este momento mediante compás que el diámetro del lecho coincide con el lentículo donante. Entonces, se procede a colocar el lentículo donante sobre el lecho receptor y la interfase se lava con BSS. Una vez el lentículo colocado cuidadosamente en su posición final, los bordes se secan en una forma similar a la técnica LASIK. Después de esperar unos pocos minutos, se retira el blefarostato y se verifica que el lentículo permanece en su posición adecuada a pesar de los movimientos de parpadeo (técnica sin sutura). Si no se obtiene una buena fijación del lentículo, se sutura con 8 puntos sueltos radiales. Posteriormente, se instilan gotas de antibiótico en el fórnix inferior y se ocluye el ojo durante 24 horas. Si se utiliza la técnica sin sutura, el paciente se vuelve a examinar 2 horas tras la cirugía para verificar una fijación adecuada del lentículo, y el ojo se ocluye durante 24 horas. Si la fijación no es adecuada, se sutura el lentículo. Veinticuatro horas tras la cirugía se retira el parche ocular y se inicia tratamiento con midriáticos y antibióticos tópicos durante 1 semana, y esteroides tópicos durante 6-8 semanas. Cuando se utiliza una técnica con suturas, éstas pueden ser retiradas a la 6.ª-8.ª semana bajo control topográfico. Técnica quirúrgica con el sistema ALTK (12) (fig. 5): Con el sistema ALTK los autores de este capítulo prefieren realizar primero el corte en el ojo receptor y posteriormente preparar el lentículo donante, pues es en la obtención del lentículo donante donde este sistema permite realizar un ajuste muy fino del diámetro gracias a la utilización de la cámara artificial. Para la realización del corte en el ojo receptor el cirujano elige la profundidad del corte y el diámetro del lentículo. Para la profundidad del corte el sistema ALTK dispone de 4 cabezales a distintas profundidades (de 130 a 400 μm), con Capítulo 45. Queratoplastias lamelares 429 Figura 4: ALK/ALTK mediante el sistema ACS. Medición, en el ojo receptor, del diámetro del disco a resecar mediante una lente de aplanación (A). Resección del disco mediante el microqueratomo ACS (B). Aspecto del lecho receptor tras la resección (C). Colocación y secado del lentículo donante en una técnica sin sutura (D). un error de corte del 10%. Para el control del diámetro del lentículo del ojo receptor, se dispone de 4 anillos de succión fijos de diferentes alturas (anillo +2, +1, 0, –1). Cuanto más alto el valor del anillo, menor será el diámetro del corte (un anillo de +2 obtendrá un disco de aproximadamente 8,5 mm, mientras que con un anillo de –1 será de aproximadamente 10 mm, asumiendo una queratometría media de 44 D). Habitualmente se utiliza el anillo número +2, que proporciona un diámetro de aproximadamente 8,5 mm, y el cabezal de 250 ó 300 μm, incluso para patología más superficial. Una vez el paciente bajo el microscopio y el campo quirúrgico preparado, se aplica el anillo de succión y se comprueba que la presión intraocular es la adecuada mediante un tonómetro de Barraquer. Seguidamente se comprueba con una lente de aplanación el diámetro del disco a resecar, cambiando el anillo si éste no proporciona el diámetro deseado. Posteriormente se pasa el microqueratomo con el cabezal elegido a una velocidad constante sobre el ojo receptor hasta obtener el disco deseado. A continuación se lava el lecho estromal con BSS y se mide su diámetro en ambos meridianos mediante un compás. Para la obtención del lentículo donante se utiliza la cámara artificial. El botón corneo-escleral donante se abrocha en la parte superior de la cámara artificial hasta formar un sistema cerrado y sin fugas de agua. Un sistema de perfusión unido a la cámara artificial mantendrá la presión de la cámara anterior bajo el botón corneo-escleral dependiendo de la altura de la botella de BSS. Una vez verificada la presión igual o superior a 65 mmHg con el tonómetro de Barraquer, se procede a ajustar el diámetro de corte mediante una lente de aplanación con varios anillos concéntricos. Mediante un sistema de rosca lateral, se ajusta cuidadosamente la altura de la lente de aplanación hasta alcanzar el diámetro deseado e Figura 5: ALK/ALTK mediante el sistema ALTK. Resección del disco en el ojo receptor (A). Medición del diámetro del lecho receptor (B). Ajuste fino del diámetro del disco a resecar en el botón donante montado en la cámara artificial (C). Colocación del disco donante sobre el lecho receptor (D). Sutura del disco y lavado de la interfase (E). Aspecto al final de la cirugía (F). igual al del lecho receptor. Una vez se ha alcanzado el diámetro exacto deseado, se retira la lente de aplanación y se sustituye por las guías metálicas para el microqueratomo. Se pasa entonces el microqueratomo con el mismo cabezal y cuchilla que en el ojo receptor y se obtiene el disco donante. Se procede entonces a colocar el lentículo donante sobre el lecho receptor y la interfase se lava con BSS. Posteriormente se procede a la sutura del lentículo con 8 puntos sueltos radiales bajo control queratométrico intraoperatorio y el ojo se ocluye durante 24 horas. El tratamiento postoperatorio es similar al descrito con el sistema ACS y los puntos corneales pueden retirarse a partir de las 6-8 semanas bajo control topográfico. 3.4. Resultados Clínicos Los resultados clínicos de la ALK/ALTK no son muy abundantes. En 1997, Elkins et al (10) comunicaron sus resultados en 5 ojos con problemas en los lentículos corneales tras cirugía refractiva lamelar. Estos autores utilizaron el sistema ACS bajo anestesia tópica y globos enteros como tejido donante. Los lentículos donantes fueron delgados (no especificado) y se utilizó una técnica sin sutura. Tras un 430 Superficie ocular Figura 6: Paciente con cicatrización corneal por pterigión recurrente. (A): Aspecto a la lámpara de hendidura 1 semana tras ALK/ALTK sin sutura con sistema ACS. Obsérvese la línea casi imperceptible de queratectomía. La visión corregida era de 0,5. (B): Aspecto a los 3 meses de la cirugía. Obsérvese la interfase entre donante y receptor. La visión corregida era de 0,8. seguimiento medio de 13 meses, todos los lentículos lamelares permanecían transparentes y centrados. Tres ojos mejoraron la visión corregida a los 3 meses de la cirugía (de 0,4 a 1, de 0,05 a 0,66 y de 0,4 a 0,5) que se mantuvo a lo largo del seguimiento. Los 2 ojos que no mejoraron la visión tenían lechos estromales anormales detectados intraoperatoriamente y fueron remitidos para PK. En 2001, Jiménez-Alfaro et al (11) utilizan una técnica similar con el microqueratomo ACS y sin suturar el lentículo donante, pero para el tratamiento de opacidades corneales anteriores. Los lentículos utilizados en los 3 pacientes de esta serie fueron de 7,5 mm de diámetro y 200 μm de espesor. En 2 pacientes no se requirió sutura y en 1 se utilizaron 8 puntos sueltos. A los 3 meses de la cirugía, 2 pacientes alcanzaron una visión corregida de 0,66 y 1 paciente de 0,8 (fig. 6). Recientemente, Hafezi et al (13) han comunicado sus resultados en 10 ojos con problemas corneales tras cirugía refractiva (PRK y LASIK). En 8 ojos se utilizó un microqueratomo de Schwind II, siendo el diámetro del disco de 8,5 mm y el espesor de 180 μm, tanto en donante como en receptor. En los 2 ojos restantes se utilizó un microqueratomo de Carriazo-Barraquer. Los autores utilizaron anestesia retrobulbar y los discos fueron suturados con 4 puntos sueltos, que fueron retirados a la semana de la cirugía. La cirugía se efectuó sin complicaciones en todos los ojos y, al mes de la cirugía, el 70% de los ojos obtuvo una visión corregida de 0,5 o mejor. El factor limitante de una buena visión corregida en algunos ojos fue el astigmatismo irregular. Los resultados de los autores de este capítulo se presentan en la tabla 1. La técnica quirúrgica aplicada en esta serie de 5 ojos ha sido la descrita previamente tanto para el sistema ACS como para el sistema ALTK. Obsérvese que la visión corregida media tras la cirugía fue de 0,71, con el 100% de los ojos con una visión de 0,6 o mejor. Se pueden Tabla 1. Resultados tras ALK/ALTK (de los autores) Diagnóstico preop. Sistema Preop. BCVA Postop. refracción Postop. BCVA Cicatrización corneal ACS-suture CF +1,0-3,5 175° 0,65 Cicatrización corneal ACS-surtureless CF +1,0-3,0 165° 0,8 Cicatrización corneal ACS-sutureless 0,1 +2,0-3,0 5° 0,65 Astigmatismo irregular ALTK-suture 0,1 –2,0-2,5 170° 0,65 Cicatrización corneal ALTK-suture 0,05 –1,0-4,0 80° 0,8 Media tras ALK/ALTK: Media tras PK: Astig. 3,2±0,6 D Astig. 6,0±3,3 D BCVA = Agudeza visual corregida; CF = Contar dedos; PK = Queratoplastia penetrante. BCVA 0,71 BCVA 0,6 Capítulo 45. comparar los resultados obtenidos tras ALK/ALTK con aquellos obtenidos tras PK para queratocono en nuestra serie personal de 31 ojos con 30 meses de seguimiento. 3.5. Complicaciones Las complicaciones comunicadas tras la ALK/ALTK han sido esporádicas (11,13). El crecimiento epitelial en la entrecara puede observarse ocasionalmente, aunque es muy excepcional cuando se colocan suturas. Una manera de evitar su aparición es evitar que el lentículo donante sea de mayor tamaño y sobrepase el borde del lecho receptor. El astigmatismo postoperatorio puede ser mayor si se utilizan lentículos finos, motivo por el cual se aconseja el uso rutinario de lentículos de 250-300 μm de espesor. Asimismo, en los casos de irregularidades corneales superficiales el uso rutinario de lentículos de 250-300 μm reducirá la posibilidad de que estas irregularidades se reproduzcan en la superficie del lecho estromal. El desplazamiento del lentículo en el postoperatorio en las técnicas sin suturas también puede observarse, y en este caso el lentículo debe ser suturado. El rechazo epitelial o estromal es posible, aunque raro. 3.6. Conclusiones En conclusión, podemos considerar que la ALK/ALTK es una técnica fácil y simple de realizar, con buenos resultados visuales y refractivos, bajo riesgo de rechazo y una rehabilitación visual muy rápida. Todas estas características la convierten, probablemente, en la primera técnica a considerar en el tratamiento de las opacidades corneales anteriores e irregularidades superficiales. 4. QUERATOPLASTIA LAMELAR ANTERIOR PROFUNDA O QUERATOPLASTIA LAMELAR PROFUNDA (DALK o DLK) 4.1. Concepto y Desarrollo En la DALK o DLK el objetivo es reemplazar todo el tejido corneal estromal por tejido donante, dejando la membrana de Descemet y el endotelio corneal intactos. La disección tan profunda de este procedimiento, donde la población de queratocitos es muy escasa (inexistente si se llega a la membrana de Descemet), minimizará la cicatrización corneal, uno de los principales requisitos de Barraquer para el éxito en la LK óptica. La dificultad técnica de la disección lamelar profunda, con pobre visualización y riesgo de perforación, fue abordada en 1985 por Archila (14). En su técnica quirúrgica se inyecta 1 ml de aire justo sobre la membrana de Descemet mediante una jeringa de tuberculina con una aguja de 26G, separando así la Descemet del estroma suprayacente. Posteriormente se retira el estroma suprayacente mediante espátula y tijeras, y se sutura tejido donante de espesor completo Queratoplastias lamelares 431 sobre la membrana de Descemet. Price (15) evaluó esta técnica y comunicó sus resultados en 1989 en un total de 10 pacientes. En 3 de 10 pacientes (30%) se convirtió a PK debido a perforación, y sólo en un paciente llegó la disección hasta la membrana de Descemet. En 1992, Chau et al (16) comunicaron sus resultados en 4 pacientes utilizando la técnica de LK con aire. Al igual que Price, encontraron que la disección con aire era relativamente incompleta, dejando parte de la córnea patológica sin disecar. Estos autores combinaron la disección lamelar con aire con tejido corneal donante de espesor completo liofilizado, y consiguieron una visión de 0,5 o mejor en todos los ojos. Sugita y Kondo (17) publicaron en 1997 la mayor serie donde se han utilizado técnicas lamelares profundas. Su técnica de queratectomía, aplicada en 120 ojos, implicaba la trepanación corneal hasta tres cuartos de la profundidad y su retirada mediante disección lamelar estándar, hidrodelaminación con suero salino mediante una cánula de 27G causando blanqueamiento de las fibras estromales posteriores remanentes, delaminación del tejido estromal hidratado con una espátula de 0,25 mm de diámetro colocada justo anterior a la membrana de Descemet, pelado de las fibras estromales finales y exposición de la membrana de Descemet sobre una zona óptica central de 5 mm. Finalmente, se sutura tejido corneal donante fresco o criotorneado de espesor completo. La tasa de perforaciones fue del 39%, aunque fueron tratadas con éxito con inyección de aire en la cámara anterior y autosellado de la perforación. La agudeza visual postoperatoria media para todos los ojos fue de 0,66, y no se encontró diferencia significativa en la visión postoperatoria en los ojos con perforación intraoperatoria. En 1998, Tsubota et al (18) comunicaron una modificación de la técnica de Sugita aplicando el principio de «divide y vencerás» de la cirugía de catarata. En esta técnica se mide el espesor corneal central y periférico y se trepana con un trépano de Hessburg-Barron hasta dejar aproximadamente 100 μm de estroma posterior en la parte más fina de la córnea. Posteriormente el estroma corneal se diseca con agua y aire y se divide en 4 cuadrantes para mejorar la visualización de la disección profunda central. Esta separación en cuadrantes se repite subsiguientemente en las capas más profundas. Finalmente, los 5 mm de córnea central se disecan hasta que la membrana de Descemet queda expuesta. Respecto al botón donante, se retira el 30% de estroma posterior mediante disección manual, y se sutura a la córnea receptora con sutura continua de nylon de 10/0. Con esta técnica la tasa de perforaciones fue del 6%, el astigmatismo postoperatorio de sólo 3,2 dioptrías (D) a los 6 meses, y la agudeza visual corregida media de 0,74 a pesar de las irregularidades de la interfase debido a la disección manual del tejido donante. Melles et al (19) publican en 1999 una nueva técnica de LK profunda, conocida como técnica de Melles o técnica de Rotterdam. El objetivo de esta técnica es retirar el máximo tejido estromal posible, dejando la membrana de Descemet (y generalmente algunas fibras estromales pre-desceméticas) y el endotelio intactos, pero bajo control visual directo de la profundidad de la disección. Esta técnica ha reducido la tasa 432 Superficie ocular de perforaciones a alrededor del 10% y es la que más se ha popularizado. Dedicaremos el resto de esta sección a esta técnica. 4.2. Indicaciones La DALK está indicada solamente en todos aquellos transtornos corneales que mantienen un endotelio corneal sano. Transtornos como el queratocono, distrofias estromales, cicatrizaciones corneales y algunos astigmatismos irregulares muy severos son candidatos para esta cirugía, especialmente cuando afecten a la mayor parte del estroma corneal. Es importante remarcar que aquellos transtornos que afecten a las 100 μm anteriores de la córnea pueden ser manejados mejor con queratectomía libre (o PTK) más mitomicina C, y aquellos transtornos que afecten a las 300 μm superficiales de la córnea pueden ser mejores candidatos para una queratoplastia lamelar automatizada (fig. 1). 4.3. Técnica Quirúrgica (Técnica de Melles o Técnica de Rotterdam) (fig. 7) Figura 7: Técnica quirúrgica de la DALK. A): Llenado de la cámara anterior con aire. B): Disección de la incisión superior con disector de Morlet hasta la profundidad deseada. C): Disección del bolsillo estromal con el otro extremo del disector. D): Inyección de viscoelástico en el bolsillo lamelar para la separación de las dos lamelas corneales. E): Trepanación de la córnea con trépano de Hessburg-Barron. F): Lavado del lecho estromal para retirar el material viscoelástico. G): Retirada del endotelio corneal en el botón donante teñido con azul-tripán. H): Colocación del botón donante sobre el lecho receptor. I): Sutura continua con nylon 10/0. J): Aspecto al final de la cirugía. La principal característica de la DALK según la técnica de Melles es que la disección estromal se realiza hasta la profundidad deseada bajo un control visual directo. Se describirá a continuación la técnica utilizada por los autores de este capítulo basada en la técnica descrita originariamente por Melles (19). Primeramente se describirá la cirugía sobre el ojo receptor y seguidamente la preparación del botón donante. Primeramente se diseca cuidadosamente un colgajo conjuntival superior con base en fórnix. Los vasos sangrantes se cauterizan para evitar sangre en la interfase en fases más avanzadas de la cirugía. Además, la sangre puede dificultar alcanzar el correcto plano de disección. Posteriormente, con un cuchillete de diamante se crea una incisión escleral 1 mm detrás del limbo, de 5 mm de longitud y 200 μm de profundidad. Con un cuchillete de disección escleral (con bisel hacia arriba) se diseca un túnel escleral hasta alcanzar la mitad del estroma corneal, siendo cuidadoso de no perforar. Con un cuchillete de diamante (o cuchillete de acero de 15º) se crea una pequeña paracentesis de trayecto largo en el lado temporal que sea auto-sellable. Entonces se inyecta aire filtrado en la cámara anterior mediante una cánula fina (cánula de Rycroft), hasta que quede completamente llena y proporcione al ojo una presión firme. La cánula no debe ser insertada excesivamente dentro de la cámara anterior, es preferible insertar sólo la punta de la cánula en la paracentesis. Posteriormente, se continúa con la disección de la incisión superior mediante el disector de Paufique o el disector lamelar de Morlet (6-607, Duckworth and Kent, Baldock, UK) disecando hasta alcanzar el estroma profundo y la membrana de Descemet. Una banda oscura delante del disector actúa como guía de la profundidad alcanzada, siendo posible deprimir el disector hacia abajo levemente para acentuar este reflejo. Mediante una pinza de colibrí se sujeta firmemente el borde de la incisión escleral durante la disección. Una vez se ha lle- Capítulo 45. gado a la profundidad deseada, se cambia entonces al otro extremo más romo del disector de Morlet para la disección estromal a la profundidad establecida. La disección se realiza desde el centro hacia la periferia. Para asegurar el mismo plano de disección el borde del disector que avanza debe estar ligeramente elevado y no debe presionar las capas profundas, ya que podemos provocar una perforación. En queratoconos puede ser más difícil debido al escaso espesor en la córnea central. Si se produce una perforación, una burbuja de aire pasará de la cámara anterior al plano de disección. La disección se puede continuar si la cámara anterior permanece formada, de otra forma parece indicado convertir a una queratoplastia penetrante. La disección se completa hasta la córnea periférica cerca del limbo en los 360º. Posteriormente, el aire de la cámara anterior se retira mediante una cánula fina montada sobre una jeringuilla de 2 ml. Se inyecta entonces viscoelástico para rellenar el bolsillo lamelar creado y separar las dos lamelas corneales. En este momento se puede completar la disección lamelar hasta la córnea periférica si es necesario. El material viscoelástico separa la lamela corneal posterior del estroma anterior suprayacente, al objeto de evitar la perforación de la superficie corneal posterior durante la trepanación. Se procede entonces al marcado del centro corneal, y se coloca un trépano de Hessburg-Barron sobre la córnea alineándolo con la marca central. Se aplica succión al trépano y se procede a la trepanación hasta que aparezca viscoelástico, momento en que se ha alcanzado el bolsillo estromal disecado. Se libera entonces la succión y se retira el trépano. Con tijeras corneales se completa la disección del disco corneal anterior. Las hojas de las tijeras deben mantenerse verticales para crear un borde perpendicular a la superficie corneal, teniendo cuidado de no perforar la membrana de Descemet subyacente. Una vez retirado el botón corneal del receptor, se lava completamente el material viscoelástico de la lamela posterior para evitar que quede atrapado en la interfase. Una vez preparado el ojo receptor pasamos a la preparación del botón donante. El botón esclerocorneal donante se coloca en el bloque cóncavo del sistema de Hessburg-Barron con el endotelio hacia arriba, y con un trépano-punch se corta el botón donante 0,25 mm mayor que el lecho receptor. El endotelio donante se tiñe entonces con azul-tripán (VisionBlue, DORC International b.v., Zuidland, Holanda), y con una hemosteta seca se retira completamente del botón corneal. El botón donante se coloca a continuación sobre el lecho estromal del receptor. Se inicia la sutura con cuatro puntos cardinales de nylon 10/0 posicionando el botón donante. Se pasa entonces una sutura continua profunda de nylon 10/0 realizando entre 16 y 20 pasadas y, antes de anudarla, se cierra el túnel escleral también con nylon 10/0. Una vez la sutura continua anudada, se ajusta para minimizar el astigmatismo y se comprueba mediante un queratómetro de Morlet (Keratoscopic Astigmatic Ruler, Keratech, Camperdown, Australia). Finalizada la cirugía se procede a la inyección de esteroides y antibióticos subconjuntivales. El tratamiento postoperatorio se basa en esteroides tópicos que se retiran entre 3 y 6 meses, y la sutura continua se puede retirar entre 8 y 12 meses tras la cirugía. Queratoplastias lamelares 433 Aunque Melles et al (20) han descrito recientemente una modificación a la técnica utilizando viscoelásticos para la disección estromal, al objeto de reducir el tiempo quirúrgico, la tasa de complicaciones (perforaciones 50%) es elevada y no se ha popularizado. 4.4. Resultados Clínicos Melles et al (19), en un estudio sobre ojos humanos de banco, encontraron que la profundidad de disección corneal media alcanzada con esta técnica fue del 95,4±2,7% y la tasa de microperforaciones del 12%. Melles et al (19), en el mismo estudio, comunicaron sus resultados en 7 pacientes que recibieron DALK con un seguimiento medio de 4,8±2,8 meses. Todos los pacientes mantuvieron unos botones corneales transparentes a lo largo del seguimiento con mínima cicatrización en la entrecara. La agudeza visual con corrección fue entre 0,25 y 1,0 (0,7±0,3, media±SD), y el error astigmático entre 1 y 3,5 D. La paquimetría central osciló entre 620 y 730 μm, sin evidencia de edema epitelial o estromal. Melles et al (www.niioc.nl/edalkcrs/edalk.htm) recientemente han comunicado sus resultados en una serie de 68 ojos con un seguimiento de 12 meses. La agudeza visual media con corrección fue de 0,8±0,1 (media±SD), el astigmatismo de 2,6±1,6 D, la paquimetría final de 660±50 μm y la densidad celular endotelial media de 2240±475 células/mm2. Caporossi et al (21) han comunicado sus resultados con esta técnica en 9 ojos con queratocono. El 78% de los ojos consiguió una agudeza visual corregida de 0,66 o mejor, la paquimetría postoperatoria media fue de 605±46 μm y la densidad celular endotelial media postoperatoria de 2273±229 células/mm2. Los autores hemos revisado una serie de 15 ojos que han recibido DALK para tratamiento de queratocono, con un seguimiento de 12 meses. La agudeza visual media corregida ha sido de 0,66, con un 73% de los ojos con una agudeza visual corregida igual o superior a 0,5 (figs. 8 y 9). Los resultados respecto al endotelio corneal han sido favorables con esta técnica. Van Dooren et al (22) han encontrado una pérdida de células endoteliales del 11% a los 6 meses, 13% a los 12 meses y 14,2% a los 24 meses de la cirugía. La pérdida endotelial entre los 12 y 24 meses fue sólo del 1,2%. Los autores concluyen que con esta técnica quirúrgica se produce una caída inicial de la densidad celular endotelial seguida de una pérdida celular fisiológica. Estos resultados son muy favorables comparados con aquellos comunicados tras PK, donde algunos estudios han mostrado una reducción progresiva considerable en la densidad celular endotelial postoperatoria. Tras PK la densidad celular endotelial disminuye a la mitad a los 4 años de la cirugía (2), y a los 10 años la densidad celular media es de 976±484 células/mm2, con una tasa de disminución de densidad celular del 3,8% por año entre los 5 y los 10 años tras la PK, una cifra 6 veces mayor que la tasa fisiológica de pérdida de células endoteliales. 434 Superficie ocular Figura 8: Degeneración de Salzmann. Aspecto antes de la cirugía (A), al mes (B) y 3 meses (C) tras DALK. Figura 9: Adelgazamiento corneal extremo secundario a queratitis herpética estromal. Aspecto preoperatorio (A) y 1 mes tras DALK (B). 4.5. Complicaciones La perforación durante la disección estromal del ojo receptor ha sido la complicación que ha perseguido a las técnicas lamelares desde sus inicios. Con las primeras técnicas lamelares descritas por Archila (14) y Sugita (17) la tasa de perforaciones fue del 30 y 39%, respectivamente. Con el advenimiento de la técnica de Rotterdam (19) la disección estromal se realiza bajo control visual directo, disminuyendo la tasa de perforaciones. Con esta técnica, los diferentes trabajos han comunicado tasas de perforación del 10%, 11% (21) y 12% (19). En caso de microperforación, el procedimiento es fácilmente convertible a queratoplastia penetrante. Como complicación esporádica comunicada en la literatura se encuentra el síndrome de Urrets-Zavalía, el cual ha sido relacionado con aire o gas en la cámara anterior tras la queratoplastia lamelar profunda que, por tanto, debiera ser evitado (24). estromal bajo visualización directa de su profundidad, lo que disminuye la tasa de perforaciones notablemente. En caso de perforación se puede abortar el procedimiento y transformar fácilmente en una PK. La agudeza visual corregida tras esta técnica es similar a la comunicada tras PK, los resultados refractivos y astigmáticos son mejores, el riesgo de rechazo es muy reducido, y el daño endotelial pequeño en comparación con la PK. La mejora de las técnicas manuales de LK con todas estas ventajas sobre la PK están en la actualidad aumentando nuevamente el interés por este procedimiento para el manejo de transtornos corneales anteriores no susceptibles de otras técnicas. Mejoras en el futuro inmediato, como la aplicación de láser excímer en el lecho estromal para aumentar su homogeneidad, podrían suponer un paso más en el desarrollo de esta técnica. 5. QUERATOPLASTIA LAMELAR POSTERIOR 5.1. Concepto y Desarrollo 4.6. Conclusiones Aunque se han descrito varias técnicas de LK, no ha sido hasta la llegada de la DALK mediante la técnica de Melles cuando se ha popularizado. Esta técnica permite la disección Hasta hace poco tiempo la técnica predominante para manejar el fallo endotelial ha sido reemplazar toda la córnea central con una queratoplastia penetrante. Aunque con la PK se consiguen buenos resultados visuales, las numerosas con- Capítulo 45. sultas postoperatorias, los altos niveles de astigmatismo y las complicaciones derivadas de las suturas, han conducido a la búsqueda de técnicas alternativas. La filosofía básica de la LK, reemplazar únicamente la porción dañada de la córnea dejando el resto intacto, nunca había tenido éxito en el reemplazo endotelial antes de 1975. Sólo recientemente, con el advenimiento de nuevas técnicas microquirúrgicas e instrumentos, las técnicas lamelares han sido factibles para la córnea posterior. En los últimos años, dos abordajes diferentes se han desarrollado para la queratoplastia lamelar posterior: un abordaje utiliza un colgajo corneal creado con un microqueratomo para acceder al estroma profundo (técnica que ha recibido el nombre de endoqueratoplastia o Queratoplastia posterior asistida con microqueratomo), y el otro abordaje utiliza una incisión limbar para crear un bolsillo estromal y, así, acceder y reemplazar el tejido posterior (técnica llamada queratoplastia lamelar posterior o queratoplastia endotelial lamelar profunda). Jones y Culbertson (25) utilizaron un microqueratomo para crear un flap corneal con bisagra de 9,5 mm de diámetro y 480 μm de espesor, para posteriormente utilizar un trépano de 7,0 mm de diámetro paa resecar el estroma posterior del receptor. A continuación, se suturaba un disco donante de 7,2 mm y 250 μm de espesor en el receptor con una sutura continua, y el flap corneal era colocado en su situación primitiva y suturado. Esta técnica fue modificada y aplicada clínicamente por Busin et al (26) sobre 6 pacientes y será descrita posteriormente. En 1993, Ko et al describieron una técnica de queratoplastia lamelar posterior en conejos a través de una incisión limbar. En 1998 Melles et al (27) y en 2001 Terry et al (28) publicaron sus trabajos sobre el desarrollo de técnicas de queratoplastia lamelar posterior derivadas de procedimientos lamelares anteriores. El trabajo inicial de Melles et al ha sido modificado posteriormente para reducir el tamaño de las incisiones requeridas (29). Aunque tanto Melles como Terry utilizan la misma técnica con pequeñas variaciones, Melles la ha nombrado queratoplastia lamelar posterior (PLK) mientras Terry queratoplastia endotelial lamelar profunda (DLEK). 5.2. Técnica Quirúrgica Endoqueratoplastia/Queratoplastia posterior asistida con microqueratomo: En esta técnica se utiliza un microqueratomo para crear un flap corneal y ganar acceso al estroma posterior, el cual se trepana y sustituye por tejido donante. Esta técnica ha sido llamada queratoplastia lamelar endotelial (ELK) por Jones y Culbertson (25), endoqueratoplastia por Busin y colaboradores (26), y queratoplastia posterior asistida con microqueratomo por Azar et al (30). En esta técnica se utiliza un microqueratomo para crear un flap corneal de 160-400 μm de espesor (como en LASIK) y 8,59,5 mm de diámetrotras marcar la superficie corneal con una línea pararadial. El flap se refleja sobre su bisagra y se escinde un disco posterior central mediante un trépano de 6,5 a 8 mm. La cámara anterior se llena entonces de material viscoelástico. Queratoplastias lamelares 435 El disco donante se prepara colocando un botón corneoescleral en una cámara anterior artificial. Mediante el microqueratomo se retira un disco corneal anterior de igual espesor que en el ojo receptor (de 160 a 400 μm) y de 8,5 a 9,5 mm de diámetro, retirando el stop del microqueratomo para obtener un disco en vez de un flap. Posteriormente, se retira el botón de la cámara artificial y se coloca en un bloque-punch con el endotelio hacia arriba y se procede a la trepanación de la lamela posterior donante, con un diámetro igual o ligeramente superior (0,25 ó 0,50 mm) al lecho del ojo receptor. El disco donante se sutura entonces en el receptor mediante una sutura continua absorbible de polyglactin 8/0, mediante puntos sueltos de nylon 10/0, ó simplemente sin sutura. Posteriormente, el flap es reposicionado a su situación originaria haciendo coincidir las marcas del epitelio corneal y suturado en posición mediante una sutura de nylon de 10/0, continua o con puntos sueltos. Esta sutura se retina a los 3 meses de la cirugía. Una ventaja adicional de esta técnica es que proporciona un buen acceso para procedimientos adicionales, como extracción de la catarata, vitrectomía, pupiloplastia, etc. Sin embargo, la lamela posterior fina es difícil de suturar y la integridad de la pared ocular no se preserva tanto como en las técnicas descritas por Melles y Terry que se describirán a continuación. También pueden ocurrir complicaciones derivadas del flap. Queratoplastia Lamelar Posterior/Queratoplastia Endotelial Lamelar Profunda (PLK/DLEK) según técnica de Melles (29,31) (fig. 10): Esta técnica utiliza instrumentos quirúrgicos desarrollados por el propio Melles, aunque algunos de ellos pueden ser sustituidos por los de otros autores. La disección lamelar en el ojo receptor sigue los mismos pasos iniciales que en la DALK. Primeramente se diseca cuidadosamente un colgajo conjuntival superior con base en fórnix y se cauterizan los vasos sangrantes. Posteriormente, se crea una incisión escleral detrás del limbo, de 5 mm de longitud y la mitad del espesor escleral. Con un cuchillete de disección escleral se diseca un túnel escleral hasta alcanzar la mitad del estroma corneal. Se crea entonces una pequeña paracentesis de trayecto largo en el lado temporal auto-sellable y se inyecta aire filtrado en la cámara anterior mediante una cánula de Rycroft, hasta que quede completamente llena. Posteriormente, se continúa con la disección de la incisión superior mediante el disector lamelar de Morlet o los disectores de Melles, disecando hasta alcanzar la profundidad deseada (habitualmente 90-95%) basándose en la visualización directa de la interfase aire-endotelio. Una banda oscura delante del disector actúa como guía de la profundidad alcanzada. Una vez se ha llegado a la profundidad deseada, se cambia entonces al otro extremo más romo del disector de Morlet (o disectores de Melles) para la disección estromal a la profundidad establecida. La disección se completa hasta la córnea periférica cerca del limbo en los 360º. Posteriormente, el aire de la cámara anterior se retira mediante una cánula y se rellena la cámara con material viscoelástico. La superficie corneal se marca con un trépano de 8,5 mm y la lamela corneal posterior se escinde mediante 436 Superficie ocular Figura 10: Técnica quirúrgica de la PLK/DLEK. A): Disección de la córnea receptora hasta alcanzar la profundidad deseada. B): Disección estromal a la profundidad establecida. C): Excisión de la lamela posterior mediante tijeras siguiendo la marca circular de la superficie corneal. D): Disección de la lamela donante en la cámara artificial. E): Inserción de la lamela donante doblada por la mitad. F): Lamela donante en la cámara anterior, antes de ser desplegada. G): Manipulación de la lamela donante sobre una burbuja de aire. H): Lamela donante en posición y cámara anterior rellenada con suero salino. tijeras (DORC International, Zuidland, Holanda). Durante la excisión se inyecta viscoelástico en la cámara anterior para mantener la lamela posterior escindida anterior al iris. La inyección de azul-tripán en el bolsillo estromal puede facilitar la visualización del proceso de excisión. Una vez la lamela posterior ha sido cortada y retirada, la cámara anterior se lava con BSS para retirar todo el viscoelástico, ya que viscoelástico residual podría dificultar una buena adhesión entre el tejido donante y receptor. La lamela donante se crea utilizando un botón corneoescleral montado en una cámara anterior artificial. Se crea un bolsillo estromal a un 80% de profundidad, y después de retirar el botón de la cámara artificial se trepana un disco lamelar posterior de 8,5 mm de diámetro desde endotelio a epitelio. La cara endotelial del disco se recubre con viscoelástico, se dobla por la mitad como una empanadilla con el endotelio hacia dentro, y queda listo para su inserción en el ojo receptor. A continuación, la lamela donante se inserta sobre un deslizador dentro de la cámara anterior del receptor. Una pequeña burbuja de aire se inyecta entonces en el interior de la lamela donante plegada. La burbuja de aire ayuda a la lamela a desplegarse. Con una cánula de calibre fino se despliega la lamela y se coloca en posición en el lecho receptor. Una vez correctamente posicionada, la cámara anterior se llena con aire para sujetar el tejido donante contra el receptor. Tras esperar 5 minutos el aire puede ser substituido por suero salino. Si la incisión original escleral es auto-sellable, no se requieren suturas. El tratamiento postoperatorio consiste en antibiótico tópico durante 2 semanas y corticosteroide tópico a dosis decrecientes hasta 8-12 meses tras cirugía. Recientemente Melles et al han comunicado que es posible transplantar solamente la membrana de Descemet y el endotelio en ojos de cadáver. Se realiza una descemetorhexis posterior en el ojo receptor, y tras aplicar superficialmente un trépano a la superficie endotelial del donante, se retira un círculo de endotelio mediante pinzas finas. El tejido donante se inyecta entonces en el ojo receptor, se desenrolla y se coloca sobre la superficie posterior de la córnea (32). Por el momento, esta técnica permanece experimental. El riesgo de daño del tejido donante durante la cirugía parece alto, y esta variación en la técnica no ha sido todavía aplicada clínicamente. Queratoplastia Lamelar Posterior / Queratoplastia Endotelial Lamelar Profunda (PLK/DLEK) según técnica de Terry: La técnica de Terry (33) es similar a la de Melles, y utiliza instrumentos diseñados al efecto. Debido a que la técnica conlleva un riesgo alto de dañar el cristalino, se realiza primero una facoemulsificación e inserción de lente intraocular si el ojo es fáquico. Para la queratoplastia, la cámara anterior se rellena con viscoelástico. Se realiza a continuación una incisión escleral de 9 mm de longitud y 0,35 mm de profundidad, 1 mm posterior y paralela al limbo superior. Se diseca entonces un bolsillo lamelar estromal profundo de limbo a limbo a través de la incisión Capítulo 45. escleral, utilizando un cuchillete de disección escleral y los disectores de Devers (Bausch and Lomb, St. Louis, MO, USA). Cómo se juzga la profundidad de la incisión no se especifica. Posteriormente, el bolsillo estromal se rellena de material viscoelástico, y un trépano diseñado a tal efecto (Trépano de Terry, Bausch and Lomb) de 7,5 u 8 mm de diámetro se utiliza para retirar la lamela posterior del receptor. Para completar la excisión se utilizan tijeras (Tijeras de Cindy, Bausch and Lomb). La cámara anterior y el bolsillo estromal se lavan con BSS para retirar todo el material viscoelástico. Para el tejido donante se monta un botón esclerocorneal en una cámara anterior artificial. Entonces se aplica un trépano de succión de 9,0 mm (Barron trephine, Katena, Denville, NJ, USA) a la superficie epitelial y el botón corneoescleral es trepanado hasta un 75% de profundidad. La lamela anterior de 9 mm de diámetro se diseca manualmente con los disectores de Devers y se retira del botón corneoescleral, y el plano de disección se prolonga circunferencialmente bajo los bordes corneales de limbo a limbo. El tejido donante se retira entonces de la cámara artificial, se invierte, y se coloca sobre un bloque-punch para botones corneales (Barron vacuum donor cornea punch, Katena). Con un trépano del mismo tamaño que en el receptor se trepana la lamela donante. El disco donante se coloca con el endotelio hacia abajo sobre una espátula cubierta con viscoelástico (Espátula de Ousley, Bausch and Lomb). La espátula con el disco donante se introduce entonces en la cámara anterior del receptor rellena de aire, y el disco se coloca contra la córnea receptora. La espátula se retira y la cámara anterior se rellena de aire para estabilizar el injerto. La incisión escleral se cierra con nylon 10/0. Posteriormente, el aire de la cámara anterior es reemplazado con BSS hasta que la presión esté normalizada. Tanto en esta técnica como en la de Melles, la acción de bomba del endotelio junto con otras fuerzas menos conocidas mantienen el disco donante en posición sobre la superficie posterior de la córnea receptora. Una vez adherido, el disco donante es infrecuente que se desplace a pesar de no estar suturado. En ojos de cadáver, el traumatismo romo no fue capaz de desplazar la lamela recientemente transplantada (34). 5.3. Resultados clínicos Busin et al han comunicado sus resultados en 7 pacientes que recibieron endoqueratoplastia (26). Desafortunadamente, los primeros 4 pacientes recibieron un disco donante de espesor total (excepto epitelio), mientras los otros 3 pacientes recibieron una lamela posterior a la que se le había escindido previamente una lamela anterior, como ha sido descrito previamente. En estos últimos pacientes la agudeza visual corregida osciló entre 0,2 y 0,66, aunque algunos de ellos sufrían de patología macular, el equivalente esférico medio fue de –1,25 D y astigmatismo refractivo medio de 2,2 D. Un paciente presentó crecimiento epitelial en la interfase y melting del flap. Queratoplastias lamelares 437 Respecto a la PLK/DLEK, tanto Melles como Terry han comunicado buenas visiones corregidas. Melles ha comunicado una agudeza visual corregida entre 0,25 y 1,0 a los 12 meses tras la cirugía. Terry ha comunicado un rango similar. Sin embargo, los pacientes con fallo endotelial, como en la distrofia de Fuchs, tienden a ser de edad avanzada y a tener una prevalencia alta de patología macular, haciendo las comparaciones directas de la agudeza visual difícil. A pesar del traumatismo endotelial aparente en la queratoplastia endotelial profunda, la densidad celular endotelial postoperatoria es buena. Terry et al y Melles et al han comunicado densidades celulares endoteliales postoperatorias de 2.409 y 2.520 células/mm2, respectivamente, en el primer año postoperatorio (31,35). Sin embargo, los resultados a más largo plazo no son tan esperanzadores, como ha puesto de manifiesto el propio Melles en un trabajo recientemente publicado (36). La densidad celular endotelial media encontrada fue de 1.839±473 células/mm2 a los 12 meses, 1.418±434 células/mm2 a los 24 meses, y 1.137±420 células/mm2 a los 36 meses de la cirugía. Terry et al (35) no encontraron un cambio significativo en la curvatura corneal media comparada con el preoperatorio en 27 pacientes seguidos durante 12 meses. Este hecho es muy útil para predecir el cálculo de la lente intraocular, puesto que la extracción de la catarata se realiza con frecuencia al mismo tiempo que la DLEK. Sin embargo, no se hacen comentarios sobre los cambios astigmáticos. En un trabajo previo de los mismos autores (33), donde se incluyen 8 pacientes, el astigmatismo manifiesto medio fue de 2,28 D mientras el cambio medio en el astigmatismo corneal fue de 0,4 D. En el trabajo de Melles et al (31), donde se incluyen 7 pacientes con un seguimiento entre 6 y 12 meses, el error astigmático medio fue de 1,5 D. Ambos autores comunicaron una estabilización de la refracción a los 6 meses de la cirugía. Hasta la fecha hemos intervenido un total de 5 pacientes con la técnica PLK/DLEK en el Moorfields Eye Hospital de Londres. Nosotros utilizamos una incisión escleral de 5 mm (en lugar de los 9 mm de Terry). Una vez hemos realizado una disección lamelar en el receptor, se retira la lamela posterior mediante tijeras de Terry, sin la utilización del trépano. La lamela donante se dobla por la mitad antes de la inserción y, entonces, desplegada en la cámara anterior. Al mes de la cirugía, todos los pacientes tenían una visión sin corrección entre 0,25 y 0,5. La figura 11 muestra los resultados en el mismo ojo de un paciente a lo largo de 2 meses. 5.4. Conclusiones Hasta la fecha, las técnicas descritas por Melles y Terry ofrecen la mejor posibilidad de conseguir buenos resultados visuales y quirúrgicos. Aunque ambas técnicas utilizan instrumentos diseñados a tal efecto, y requieren habilidad quirúrgica, no requieren del uso de un microqueratomo. En el futuro, si Melles et al tienen éxito en conseguir buenos resultados con la descemetorhexis, este abordaje quirúrgico podría hacerse incluso más popular. 438 Superficie ocular Figura 11: Resultados de la PLK/DLEK en el mismo ojo a lo largo de 2 meses de seguimiento. A): 24 horas tras cirugía. B): 1 semana tras cirugía. C): 2 semanas tras cirugía. D): 2 meses tras cirugía. BIBLIOGRAFÍA 1. von Hippel A. Eine neue methode der hornhaut transplantation. Graefes Arch Ophthalmol 1888; 34: 108-30. 2. Morris E, Kirwan JF, Sujatha S, Rostron CK. 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