ENSEÑANDO A REALIZAR VIDEOCLIPS MUSICALES: ALGUNAS REFLEXIONES PRÁCTICAS EN ENSEÑANZA UNIVERSITARIA DESDE EL ÁMBITO DE LAS COMPETENCIAS1. Ana Sedeño Valdellós (Universidad de Málaga) [email protected] Resumen Son muchas las voces que han defendido los medios como una herramienta multidisciplinar en la enseñanza. La presente comunicación tiene como objetivo realizar una revisión de la posible y supuesta literatura de un campo especializado de la llamada media literacy o media education o educomunicación, las experiencias en enseñanza de un formato audiovisual concreto como es el videoclip musical y presentar una propuesta propia, detallando algunas de las vivencias y conclusiones a que se han llegado en la interacción con los alumnos. 1. Música popular, videoclip y contexto contemporáneo comunicacional. La incorporación de la cultura popular a la escuela puede ayudar al estudiante a comprender muchas de las claves que se encuentran en el centro de las reflexiones sobre el concepto de cultura en la actualidad: diferenciación entre alta cultura-cultura popular-cultura de masas; funciones sociales de la cultura…. En definitiva, entender cómo funciona la sociedad de la que son miembros y con la que ellos normalmente se definen más fuertemente. (Morduchowicz, 2001). En la confluencia entre estos dos ámbitos, los medios de comunicación y la cultura popular, se encuentra una materia expresiva, la música, lenguaje especializado que es disfrutado por muchos pero practicado por pocos y como espacio puente permite una perspectiva múltiple de análisis. La música popular es una de las manifestaciones culturales más novedosas y de mayor arraigo entre la juventud. Desde sus principios, la música pop y sus variantes como el rock, el heavy o la música dance han protagonizado un esfuerzo por crear un concepto visual de sus estilos, lo que ha llevado a que interpretemos hoy también visualmente los diferentes géneros musicales. Como dice Simon Frith, cuando habla de la “carencia visual” de la música popular, la industria ha buscado desde siempre maneras de reconducir esta obligación de un look visual para el pop, más allá de sus sensaciones sonoras. Esto se relaciona con la vertiente económica y empresarial de la música, que es producida y promocionada por sellos y discográficas que gestionan mundialmente su distribución. El hecho histórico indudable en los últimos sesenta años se vuelve su relación con la tecnología: la música se ha adaptado a los medios y sus particularidades, y ha consolidado ciertos formatos audiovisuales, basados en la interacción musicovisual. La television fue desde 1 Paper elaborado bajo los objetivos y sustento del Subproyecto “La enseñanza obligatoria ante la competencia en comunicación audiovisual en un entorno digital”, dirigido por D. Ignacio Aguaded, inserto en el Grupo de Investigación i+D+i “La competencia en comunicación audiovisual en un entorno digital. Diagnóstico de necesidades en tres ámbitos sociales, los profesionales de la comunicación, la universidad y la educación obligatoria”. sus inicios uno de los medios por el que se vendió y formó la visualidad de la música popular a nivel masivo, con fórmulas como los programas de música en directo, las series y el cine por tv y, por último, con la creación de este formato específico, el videoclip musical. Después de esto, momentos de hibridación cultural como los actuales no hacen más que acentuar la capacidad y tendencia de materias expresivas como la música y la imagen por interconectarse y aumentar su interdependencia. En la mayoría de ocasiones, los textos musicales no se consumen aislados sino insertos en constructos comunicacionales multimedia (vídeos, clips, banda sonora de películas de ficción, documentales…); es necesario profundizar, por tanto, en las interacciones mutuas sobre las materias expresivas que construyen fórmulas, recursos de relación entre ellos que no se pueden obviar por su papel en la consolidación de estereotipos o unidades expresivas que se van repitiendo. 2. Videoclip musical y educación. La educación para una conciencia crítica de la sociedad y de la cultura y de sus procesos de cambio, tan ligados a la tecnología, debería ser el reto máximo y la base de la utilidad y empleo de las ideas que van a desarrollarse seguidamente. La educación en medios debe ser la herramienta para superar la grieta, la falla entre la concepción de la educación como aprendizaje de la herencia propia (en su sentido nacional) y la realidad de nuestro entorno cultural, donde “la cultura musical y visual es de entrada americana (de Estados Unidos) y planetaria, precomprada por todos los medios europeos” (Hargreaves, 1996, 69). Entre otras, una razón para adentrarse en todas las consecuencias de esta afirmación es el alto nivel de atracción y seducción de las imágenes, el grado de inmersión y pérdida de las nociones de espacio y tiempo que algunas consiguen (videojuegos, por ejemplo), con sus efectos en la disolución de los límites entre la realidad y la ficción. Como ya expresaba en un artículo publicado en la Revista Comunicar (Sedeño, 2002, 138), son metas formativas globales que pueden afrontarse en el aula con el formato clip: -El análisis de la influencia de la imagen audiovisual en nuestro entorno y la necesidad de distinguir entre la imagen y la realidad. -La descripción exhaustiva de las características del lenguaje de las imágenes y los sonidos, y de las connotaciones significativas de la interacción de sus diferentes parámetros. -La discriminación entre las funciones descriptiva y expresiva de las imágenes y su relación mutua. -La comprensión de las fórmulas narrativas que articulan distintos espacios (la representación, la labor de la cámara, las variaciones de punto de vista) y diversos tiempos (el montaje y la sincronización sonora). -La explicación y el estudio de los rasgos objetivos de los signos básicos de la imagen. -La reflexión crítica acerca de la relación existente entre las fórmulas visuales o icónicas contemporáneas con su finalidad comercial y/o publicitaria, y el engarce de todo ello con los grupos de poder económico, político y social de nuestra sociedad globalizada. Desde nuestro punto de vista, son muchas las competencias en educación mediática que ayuda a desarrollar la enseñanza práctica en la producción de estos formatos. Tomando como referencia el documento “Las competencias mediáticas: Dimensiones e indicadores” en su versión de 17 de junio de 2011 de D. Joan Ferrés dentro del Subproyecto “La enseñanza obligatoria ante la competencia en comunicación audiovisual en un entorno digital”2, en el ámbito de la tecnología se habla de la necesidad de lograr en los estudiantes la: - Capacidad de manejar con corrección herramientas comunicativas en un entorno multimedial y multimodal. Capacidad de adecuar las herramientas tecnológicas a los objetivos comunicativos que se persiguen. Capacidad de elaborar y de manipular imágenes y sonidos desde la conciencia de cómo se construyen las representaciones de la realidad. Es obligado que el alumno y estudiante interesado en la producción de mensajes audiovisuales tenga ciertas nociones sobre cómo enfrentarse a la creación en todas sus fases de formatos como el videoclip musical, sabiendo compensar una evidente tendencia al discurrir creativo y expresivo más innovador con la vertiente práctica y empresarial que llega de estos estándares exigidos desde estas industrias del entretenimiento. Son múltiples los ejemplos de videoclips musicales en la red que ilustran esta creciente capacidad de las audiencias para modificar y apropiarse de textos audiovisuales anteriores, nueva forma de la denominada educación expandida. El ship vid, el UMV (user music video), el Anime Music video (AMV) son tendencias de creación y edición de videos musicales atendiendo a diferenciales motivos y propósitos comunicativos. La pertenencia a subculturas musicales, comunidades de fans o colectivos de activismo social han potenciado esta intensa apropiación de textos anteriores y su modificación constante a través de los llamados videos musicales no oficiales (UOMV). En el campo de la ideología y los valores, se apuesta por conseguir la: - - - 2 Capacidad de detectar las intenciones o intereses que subyacen tanto en las producciones corporativas como en las populares, así como su ideología y valores, explícitos o latentes, adoptando una actitud crítica ante ellos. Capacidad de analizar las identidades virtuales individuales y colectivas, y de detectar los estereotipos, sobre todo en cuanto a género, raza, etnia, clase social, religión, cultura, discapacidades, etc., analizando sus causas y consecuencias. Capacidad de analizar críticamente los efectos de creación de opinión y de homogeneización cultural que ejercen los medios. Perteneciente al Grupo I+D+I “La competencia en comunicación audiovisual en un entorno digital. Diagnóstico de necesidades en tres ámbitos sociales, los profesionales de la comunicación, la universidad y la educación obligatoria”. Estos formatos son un estímulo para el análisis crítico: permiten el descubrimiento de las formas portadoras de la cultura dominante, deconstruyen las convenciones de géneros y estilos, detrás de los que se esconden formas ideológicas canónicas. La música clásica, por ejemplo, refleja la visión humana del mundo que dio origen a la ciencia. Qué refleja la música popular y sus innumerables formatos, así como su relación con la cambiante tecnología se convierten en terrenos en los que es necesario hacer reflexionar a los alumnos. Esto hará que el alumno valore con mayor sentido crítico este fenómeno (la música, su gestión promocional y la producción de su sentido social y comunicativo) como una manifestación cultural, económica y artística y le ayudará a reflexionar sobre otro aspecto de los medios de comunicación y su conexión con la historia y desarrollo de la cultura de los siglos XX y XXI. Quizás sea el campo de la representación el que más puede acercarse a una atención crítica de los medios, pues trata de debatir con los alumnos aspectos como el realismo, la veracidad, las interpretaciones y los estereotipos de los textos de los medios de comunicación. Los mensajes mediáticos dan información sobre cómo se conciben y piensan las audiencias desde un punto de vista del productor y de los creadores del mismo, que les lleva a tomar decisiones sobre unos objetivos a alcanzar, un tratamiento, el tipo y grado de disfrute que desean lograr y todas estas ideas según unos parámetros sociales y demográficos. “la audiencia es una construcción social, como lo son las formas artísticas a las que sus miembros están orientados; su relación con las artes, lejos de consistir en una simple búsqueda del placer, es un proceso social complejo que implica el desarrollo de las distintas formas de recepción y utilización de la cultura simbólica con consecuencias para la reproducción social de los grupos de estatus” (Zolberg, 2002, 45). Mediante este tipo de formatos, se vuelve fácil la reflexión acerca de la creación de los públicos por parte de las grandes corporaciones e instituciones que conforman las discográficas, las grandes firmas internacionales (con su definición de marcas y productos…). En este terreno, todos los esfuerzos educativos deberían tender a encarnar la música en un autor y en unos intereses personales y corporativos detrás, desenmascarando la tendencia que tienen los chicos a pensar en ellos como mensajes objetivos, transparentes e inocuos. “Cuando se introduce el videoclip en el aula facilita y permite recuperar un elemento que forma parte de la cotidianeidad y de la experiencia vital del estudiante, y en ese sentido favorece su atención, interés, identificación de grupo, ámbito social, etc. Pero, por otro lado, permite reflexionar y articular una mirada crítica tanto sobre el videoclip como texto como sobre los significados connotados y la ideología subyacente que hay siempre en cualquier expresión cultural.” (Gertrudix-Barrio y Gertrudix-Barrio, 2010, 104). Por último, en el ámbito de la estética: - Capacidad de extraer placer de los aspectos formales, es decir, no sólo de lo que se comunica sino también de la manera como se comunica. Capacidad de relacionar las producciones mediáticas con otras manifestaciones artísticas, detectando influencias mutuas. Capacidad de identificar las categorías estéticas básicas, como la innovación formal y temática, la originalidad, el estilo, las escuelas y tendencias. El videoclip es un terreno privilegiado para reflexionar sobre cómo los diferentes géneros y estilos musicales gestionan su visualidad en cuanto universos musicales: heavy, pop, música electrónica conllevan valores, modas distintas y a veces implícitas que devienen distinciones para sus fans. En las últimas décadas, el videoclip ha sido un formato audiovisual que se ha colocado y mantenido en el mainstream de las tendencias de la creación audiovisual digital y que, por tanto, ha forjado el gusto de, ya, varias generaciones de adolescentes. En relación con ello, el formato se revela como uno de los prototipos de estética posmoderna, basada en la cita, el pastiche y las numerosas y repetidas referencias a todo tipo de textos. El arsenal de ejemplos para instruir sobre tendencias, estilos, manifestaciones artísticas y movimientos históricos no conoce fin. Esta metodología para las clases teóricas es muy motivadora para los alumnos por la diversidad y la conexión con aspectos de su vida y ocios cotidianos y de fácil y útil aplicación para el profesorado. 3. Experiencias concretas de aprendizaje en la realización de videoclips musicales. Pueden encontrarse en la red experiencias y publicaciones que han servido de inspiración a quien esto escribe. Nikki Blackborrow ha desarrollado experiencias concretas de enseñanza con grupos prácticos de alumnos en The Latymer School, dependiente de la BBC School. Su método se basa en que los estudiantes entiendan que el clip es una forma distintiva, única y de producción y realización diferenciadora. En primer lugar, habla de la necesidad de compararla con otras fórmulas como el cine, los comerciales publicitarios… y de ahondar en la especificidad de un formato como el del videoclip. Su estrategia pedagógica se basa en internalizar en sus alumnos la especificidad del formato clip enfocando sus particularidades. El autor se centra en el análisis de las múltiples referencias estéticas, poniendo atención en la planificación visual, haciendo comprender la estructura del clip en secciones e introduciendo prácticas de lip sync (grabación en sincronía con la letra, playback), todas ellas técnicas exclusivas de la producción de formatos clip para música popular. Idéntico tratamiento propone Making music videos (2007). En su libro, Lara Schwartz, profesora de la asignatura Music Video Production en la Universidad de California, Los Angeles, ofrece una gran cantidad de información útil y detallada sobre el vídeo musical como una modalidad dentro de la industria audiovisual y como forma de producción. Schwartz divide su trabajo en dos partes principales. El proceso de desarrollo abarca la iniciación del proceso de contacto con el sello discográfico y su agente, y la elección del director y la compañía de producción audiovisual, así como el tratamiento por escrito, presupuestos y cuestiones contractuales. La segunda sección, la producción, incluye la contratación del equipo humano, la preproducción, rodaje y todos los tratamientos de postproducción. Similares objetivos tiene la monografía Teaching music video (Fraser, 2010). Por otro lado, la Digital Media Academy a través de Seamus Harte, ofrece un curso preproducción de vídeos musicales en un proyecto educativo nómada a través del The John Lennon Educational Tour Bus (www.lennonbus.org) que ha estado en la UCLA, la Universidad de George Washington, la Universidad de British Columbia, la Universidad de Stanford y en Harvard, durante todo el año 20103. 4. Una experiencia en la enseñanza de la producción y la realización de videoclips musicales. Me propongo aquí resumir ciertas aportaciones que creo poder realizar después de una experiencia educativa en la asignatura Fundamentos de Realización Audiovisual para Publicidad y Relaciones Públicas, asignatura de Formación básica del Grado en Publicidad y Relaciones Públicas de la Universidad de Málaga en su curso 2010-2011. Mis objetivos principales en el trabajo de producción por grupos de este tipo de formatos audiovisuales se resumen en tres ideas. En primer lugar, se vuelve importante conocer las diferencias y posibilidades expresivas y comunicativas de los tipos de videoclips según géneros musicales. En segundo lugar, se hace necesario que los alumnos comprendan y reflexionen sobre las bases de ideación, grabación y edición de un videoclip según la estructura del tema musical. En tercer lugar, se plantea que los alumnos sean capaces de producir en todas sus fases un formato audiovisual videoclip tomando como punto de partida un tema musical previo, trabajando sobre los estándares técnicos y creativos de la producción de videoclips musicales según el grupo-artista determinado y su estilo musical y llevar estos conceptos a lenguaje visual en consonancia estructural con el ritmo y tempo del tema musical. Enseñar a producir videos musicales presenta varias dificultades, algunas de naturaleza teórica y otras de logística y organización. Por un lado, se encuentra el tema teórico. El videoclip musical es distinto de sus precursores y crea sus propias formas de organización de los materiales, tratamiento de las dimensiones temporal y espacial de la imagen y el sonido, naturaleza de la edición y de la puesta en escena. En el videoclip estas dimensiones no han consolidado reglas fijas y se encuentran siempre en debate. Esto permite a los estudiantes participar en el difícil proceso de definición de qué es un vídeo musical y qué podría tener éxito. Los estilos visuales y musicales, los músicos y directores tienen éxito y dejan de tenerlo rápidamente y existen pocas reglas fijas en un sector industrial donde las tendencias duran escasos meses y la regeneración de temas y 3 http://www.digitalmediaacademy.org/tag/film-camp-teaching-music-video-creation/ géneros de éxito es crecientemente acelerada. La capacidad de adaptación a los gustos cambiantes del público es una cualidad que necesita de años de experiencia. Por ello y aunque parezca a veces accesorio, los alumnos deben internalizar ciertos principios de funcionamiento de la música popular y sus subestilos como industria cultural, así como la obligación de mantener una permanente actualización sobre gustos, tendencias. Mantenerse al día sobre la producción audiovisual y la musical conlleva un esfuerzo añadido para los profesionales de este medio (realizadores, productores, directores de arte…), que debe reconocer y valorar los alumnos. Es necesario destacar una segunda problemática respecto a los problemas organizativos. Quizás una de las tareas más arduas y que se produce de manera transversal a lo largo de todo el período de la asignatura es inculcarles algunas pautas de trabajo en grupo: elección de compañeros, división de tareas, corresponsabilidad con las fechas de entrega de las diferentes fases de la producción… Uno de los aspectos esenciales del trabajo en grupos se materializa en la habilidad de los alumnos para escoger compañeros de grupo. Debido al alto número de alumnos matriculados en la asignatura me he visto obligado a reducir el número de grupos a diez, una cifra que permite que el número de personas que lo integran no suba de trece y que hace posible una tutorización completa de las actividades en todas las fases de creación de un formato audiovisual publicitario (ideación y guionismo, elaboración del concept, fases de preproducción, grabación y edición/postproducción). Quizás la formación en dinámicas de grupo (simulacros en clase, roll playing…) me vendría bien para salvar algunos de estos temas, como así me lo han señalado, incluso, algunos alumnos… En cuanto a lo específico de la producción de clips, intento centrarme en un documento empleado por las productoras profesionales de videoclips denominado concept. Este documento ejerce funciones de dossier donde debería quedar definidas las siguientes partes: Sinopsis, Intención, Desarrollo, Montaje y post-producción, Colorimetría y fotografía, Referencias emotivas, referencias estéticas, Localizaciones, Vestuario, maquillaje y peluquería de los personajes. Se visionan diferentes clips de géneros musicales diversos y se les ponen ejemplos de concepts reales, redactados por las productoras –todas españolas- junto a la proyección del videoclip final. Después de algunos años, he llegado a la conclusión de que todos los esfuerzos en esta etapa son pocos. Durante el período central de la asignatura, cuando los grupos de trabajo se encuentran finalizando la preproducción y/o en la fase central de grabación (es decir, cuando esta labor de organización en grupos, redacción del concept, se encuentra ya superada), el trabajo en clase se centra en dos aspectos. Por un lado, trato de realizar múltiples comparaciones con films, anuncios publicitarios y otros géneros televisivos, para asentar las dimensiones audiovisuales específicas. Por otro lado, hacer reflexionar sobre el género como una categoría de análisis (algo que comparto con algunas de las propuestas del epígrafe anterior): los alumnos deben identificar tips genéricos en gestos, baile, instrumentos, letras e iconografías, así como relacionar el rol del artista/músico con el vídeo musical de cada tipo de música. Las fases de grabación y de postproducción se llevan a cabo con los medios puestos a disposición de la institución educativa en que se inserta la asignatura. El lector podría comprender que se vuelven siempre escasos ante la cifra total de alumnos, 140. El apoyo de la profesora en estas etapas se centra en la supervisión a través de la asistencia a rodajes y sesiones de montaje de cada uno de los grupos, fuera de los horarios reglados, en al menos una ocasión con un objetivo doble: control del trabajo y las responsabilidades de cada uno de los miembros del grupo (evitar desequilibrios entre lo que cada uno hace) y asesoría en temas técnicos aplicada a las necesidades de cada grupo (cámara, software de edición no lineal y composición de imagen y sonido). Los trabajos se presentan en sesiones grupales de mañana y tarde, se hace un chat interactivo donde todos pueden opinar sobre los trabajos de los demás y se cuelgan en youtube y otras websites para darlos a conocer entre los compañeros. Estas acciones últimas también tienen repercusión sobre la calificación final de cada trabajo. 5. Conclusiones. Este experimento educativo, si bien no comienza aquí (ha sido ensayado en años anteriores con cursos de licenciatura), está dando sus primeros pasos. Queda mucho por aprender: así lo asumo. Algunas ideas próximas que se extraen de algunos cuestionarios de evaluación del proceso educativo que se ha enviado a varios alumnos se resumen en la necesidad de que todo el proceso se realice bajo una mayor supervisión y la necesidad de más tiempo ante la cantidad de objetivos que se quieren abordar (y que se han evidenciado en el epígrafe anterior y están encuadrados en estas competencias o capacidades) y las actividades ineludibles para conseguirlos. Asignar funciones de miembros de los diferentes equipos humanos desde el comienzo; trabajo por parejas dentro de grupos, de modo que la corresponsabilidad se garantice de manera más atomizada; abordaje de las diferentes modalidades de capacidades (tecnología, ideología, estética) en diversos tipos de clases (ahora en grupos grandes o grupos reducidos…). Quizás sería necesario crear vínculos entre la escuela y algunas instituciones de investigación musical, además de con la industria y con empresas (sobre todo productoras) que realizan este trabajo tan especializado dentro de la producción audiovisual. Por otro lado, estas ideas que se han indicado aquí necesitan de un apoyo institucional, en forma de implementación de políticas y de concertación de currículos que den posibilidad a este tipo de alternativas y que se materialicen sobre todo en versatilidad en formas de trabajar (organización de horarios, trabajo colectivo…). 6. Bibliografía. -Countryman, J. 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