EL DÍA, domingo, 21 de febrero de 2016 p1 EL MISTERIO DE LA “sheelah”, una diosa sexual y pagana en las fachadas de las iglesias medievales . 6/7 del domingo revista semanal de EL DÍA LA ENSEÑANZA DEL BACHILLERATO EN VALLEHERMOSO (1940-1975) Texto: Oswaldo Izquierdo Dorta V allehermoso, el municipio más extenso deLa Gomera, fue también, durante los años cuarenta, el de mayor población, ya que en esos años llegó a rozar los ocho mil habitantes. A partir de los cincuenta se inicia un imparable descenso, que se incrementó en el periodo de 1970-81 en un 31%.(1). La variedad de sus pagos le permitían una riqueza agrícola y ganadera que atendía con suficiencia las necesidades primarias de la población. Las desigualdades económicas y sociales eran tan manifiestas como en el resto de los municipios, ya que, en todos ellos existía un pequeño grupo de familias que residía, generalmente, en el casco y poseía la mayoría de las tierras, y el resto de la población disponía de un pequeño terreno, o de ninguno, y trabajaba en régimen de medianería, aunque casi todos los habitantes tenían vivienda propia. En cuanto a su idiosincrasia, nos dice Darias Príncipe: “Sin la beligerancia de Hermigua, Vallehermoso es el otro centro de oposición a la Villa capital. La lejanía de San Sebastián, la amplitud del término –el mayor de toda la isla- y su propia riqueza lo hacen ser receptor de las principales familias que no estaban dispuestas a tener que aceptar la dependencia y la burocracia administrativa de los señores”(2). Según los testimonios recogidos, entre 1890 y 1910, el pueblo carecía de maestros, y don Domingo Pulido Salazar enseñaba a leer y escribir. Entre 1910 y 1920, tenemos referencias de doña Concepción Pérez, conocida por “La Mogica”, quien, además de ejercer la enseñanza, se dedicaba a escribir las cartas de las señoras que tenían familia en Cuba y en Argentina, y, a su vez, a leer las que recibían de sus familiares emigrantes en estos países. Desde 1932 hasta 1940, doña Lucrecia García Cabrera mantuvo una pequeña escuela de enseñanza elemental. Según Félix Rodríguez Mendoza: “En 1933, Vallehermoso sólo contaba con ocho escuelas unitarias de niños, cinco de niñas y seis mixtas, lo que dejaba a un regular contingente de niños de ambos sexos comprendidos en edad escolar sin instrucción elemental alguna” (3). Hacia 1940 fue contratado en Las Palmas un profesor, don Valentín Zamora Roya, para impartir clases de cultura Vista panorámica del casco urbano de Vallehermoso (foto Antonio López Bonillo). A la derecha, don Ángel Moreno y don Jaime Vega, flanqueados por el párroco don Miguel Castro y por don Máximo Jiménez Fumero, agente de Extensión Agraria (foto: Jaime Vega). general, contabilidad e idiomas (francés e inglés), por la mañana, y por la tarde, a un grupo numeroso de alumnos en una casa situada en Triana, donde había estado el Casino. En esas fechas, los pocos que estudiaban bachillerato, como los hijos de don Guillermo Fernández (Guillermo, Raúl y Miguel Ángel), lo hacían en Santa Cruz de Tenerife, internos en colegios u oficiales en el Instituto Masculino. La Academia, primera etapa El primer maestro que se implicó en la preparación de alumnos de bachillerato, durante el periodo de nuestro estudio, según las informaciones que hemos recibido, fue don Jaime Vega Hernández, natural del municipio, destinado primero en Macayo y luego en la escuela nº 1 del casco. En enero de 1944, tomó posesión de la plaza nº 2, situada en Triana, don Ángel Moreno Urbano, natural de Ca- bra (Córdoba), que se incorporó, mediante concurso de traslado, procedente de Aguilar de la Frontera, acompañado de su esposa y de un hijo de un año. Desde su llegada se interesó también por impartir clases de secundaria. En esa fecha era alcalde don Eugenio García Pérez, que lo fue a buscar en su propio coche hasta Tamargada, a donde llegaba entonces la carretera. Raúl Zamora recuerda que don Jaime Vega Hernández y don Ángel Moreno Urbano iniciaron las clases de bachillerato con cuatro alumnos: Iván Trujillo Fernández (Derecho) de segundo curso, y Gumersindo Trujillo Fernández (catedrático de Derecho Político y rector de la Universidad de La Laguna), Ramiro Fernández González y el propio Raúl Zamora Zamora (maestro nacional), de primero. Ramiro emigró a Venezuela. Trabajaron inicialmente por separado: don Ángel daba las clases en el local de su escuela y don Jaime en la lonja de su casa, situada en La Vegueta. En 1946 decidieron unirse y se repartieron las asignaturas: don Jaime, Ciencias y Latín, y don Ángel, el resto de las Letras. Podemos considerar estas clases organizadas con más de un profesor como la primera academia del municipio, que empezó a funcionar como tal en el curso 19461947. Don Jaime y don Ángel procedían del prestigioso Plan Profesional, uno de los mejores logros de la II República en el terreno educativo. Durante los primeros cursos se iban a examinar al Instituto Femenino de La Laguna, actual Cabrera Pinto; en 1949 y en 1950 lo hicieron en Hermigua, junto con los alumnos de la Academia de este municipio, y, posteriormente, los profesores del instituto se desplazaron también a Vallehermoso y en un día examinaban a todos y de todo. Alumnos de esta Academia fueron también, entre otros, Jaime Vega Mora (magisterio), Zoraida Mora Novaro (Magisterio), Juliana Silveria León Dorta (Magisterio), José Miguel Trujillo Ascanio (Magisterio), María Esther Mora González (Magisterio), Pedro Eloy Trujillo Ascanio (Magisterio), Angelita Carrillo Mora (Magisterio), Sixto Morales Mora (Derecho), Ceferina Palmero Cabrera (Filología Románica), Francisco García Prieto, Alfredo Mederos González, Blanca Reyes Fernández Fernández, Maribel Carrillo Mora, Elia García Mora, Manuel Luis Méndez Trujillo, Salvador Méndez Trujillo, Salvador Palmero Cabrera, Delia Palmero Cabrera, Olivier Méndez Zamora y Rubens Cabrera García. Don Jaime Vega Hernández fue alcalde de Vallehermoso y, además, consejero y presidente del Cabildo Insular de La Gomera. Este último cargo, desde el 16-04-1969 hasta el 08-11-1976. Se jubiló el 31 de diciembre de 1982. A don Ángel Moreno Urbano, conocido cariñosamente como “el Albino”, le fue concedida en abril de 1976 la Cruz de Alfonso X El Sabio y, también, en reconocimiento a su labor, el colegio de Enseñanza Primaria de Vallehermoso lleva su nombre. Se jubiló el primero de enero de 1983. En esa misma época, doña Carmen Luengo del Arco, maestra nacional, natural de Salamanca y casada con don Bernabé García Cabrera, que fue la primera alcaldesa que tuvo La Gomera, impartía clases de bachillerato a sus hijos: Ramón (catedrático de Derecho Mercantil), Mª del Carmen (Magisterio), Concepción (licenciada) y Francisco (ingeniero industrial). Segunda etapa En 1953, con la llegada del sacerdote don Manuel Díaz Luján, éste y un joven maestro nacional y exalumno de la primera etapa de esta Academia, don Raúl p2 domingo, 21 de febrero de 2016, EL DÍA EN PORTADA Zamora Zamora, que regentaba la escuela de Tamargada, toman el testigo: don Manuel se encarga de las asignaturas de Letras y don Raúl, de las Ciencias. En este curso un tribunal del instituto de La Laguna fue a examinar a Vallehermoso. En los dos siguientes, 1953-1954 y 1954-1955, los alumnos de Vallehermoso se fueron a examinar a Hermigua. En 1954 don Raúl fue trasladado a La Palma, pero las clases continuaron con don Manuel Díaz Luján, que impartía Latín y Religión; don Luis Mercader, encargado de la oficina de telégrafos, Matemáticas y Física y Química; doña Ceferina Palmero Cabrera, licenciada en Filosofia y Letras, rama Geografía e Historia; don Santiago Soslevila, abogado, secretario del juzgado de Vallehermoso, que en aquella época era de 1ª Instancia, Lengua y Literatura; doña Angelita Carrillo Mora, maestra; don David Santos, maestro nacional, y don Jaime Vega Hernández. Suponemos que algunos más colaborarían en esta altruista tarea. De esa etapa, en la que fue alumno José Antonio Trujillo Fernández, recuerda éste que las clases se daban en unos locales que pertenecían a la iglesia, situados en la calle de ésta, Arriba, un grupo de bachillerato con don Ángel Moreno. El primero por la izquierda en la fila de atrás es Alfredo Mederos. Sobre estas líneas, profesores y alumnos de la Academia Santo Tomás de Aquino en 1963. frente a la casa de don Antonio Fernández, en el local de Acción Católica y en la escuela de doña Nélida. Todo en el mismo entorno. Los exámenes se hacían en Vallehermoso. En un día los alumnos se jugaban el trabajo de todo el año. Mavi Fernández, exalumna y actualmente profesora del colegio Virgen del Mar, recuerda también que a principio de los cincuenta los profesores del Instituto de La Laguna (Ruiloba, Martín Aguado, Fajardo y otros) se desplazaban allí. Este hecho también lo confirma José Mª Moreno Cuevas, maestro nacional de largo recorrido, hijo mayor de don Ángel Moreno Urbano. En los cursos siguientes los exámenes se celebraron en Hermigua. Como compañeros de bachillerato, José Mª Moreno Cuevas tuvo a Ángel Antonio Fernández Carrillo, Octavio Fernández Sanfiel, José Antonio Trujillo Fernández (Magisterio), Gloria Carrillo Mora (Magisterio), Manuel Fernando Mora Novaro, Orlando Mora Novaro, María del Carmen Rodríguez García y Francisco García Luengo. En 1958 es nombrado, para sustituir a don Manuel Díaz Luján, el sacerdote don Domingo Morales Fernández, natural de La Cruz Santa (Los Realejos). Tercera etapa A finales de 1960 se incorpora a la parroquia de Vallehermoso, en sustitución de don Domingo Morales Fernández, el sacerdote don Ramón Padilla Brito, natural de San Sebastián de La Gomera, que, estando destinado durante ese año en El Convento (Hermigua), había impartido clases de Música en el colegio Cristo Rey. De inmediato se suma al profesorado de don Jaime Vega Hernández, e imparte Latín y Religión. Un curso más tarde, 1961-1962, debido al nombramiento de don Jaime Vega como presidente del Cabildo, don Ramón Padilla asume la dirección, que mantiene hasta 1966, fecha en la que este sacerdote es trasladado a la parroquia de San Juan de la Rambla. La actividad de este centro duró hasta su integración en San Sebastián. Los años posteriores a la ida de don Ramón se llevaron colegiadamente y con las mismas pautas. Tres fueron los principales problemas con los que se encontraron los promotores de la Academia para su funcionamiento: dónde dar las clases, tener suficiente número de alumnos y contar con un cuadro suficiente de profesores. Una reducida comisión de padres y el director buscaron solución a los muchos impedimentos encontrados y el 6 de octubre, con 32 alumnos y cinco profesores, en los locales cedidos por el párroco y director, y dos más en las inmediaciones, pertenecientes al señor Trujillo Salazar, comenzaron las clases bajo los auspicios de santo Tomás de Aquino, que le daba su nombre. Durante los cursos 1962-63, y 196364 se impartieron las clases en una casa de la familia Mora Bethencourt, situada en La Ladera, junto a la casa de don Olivier Méndez. Esta vivienda tenía el piso de madera y contaba con tres habitaciones destinadas a aulas y servicio. El alquiler ascendía a 600 ptas. El curso 1964-65, y debido a las gestiones del director acerca de la familia García, residente en Tenerife, se consigue el arrendamiento de su casa, en la calle principal (entonces, Queipo de Llano y ahora, Guillermo Ascanio), junto al Ayuntamiento y cerca de la iglesia y de la tienda de Ventura. El inmueble disponía de un amplio patio al que daban todas las habitaciones, cuatro aulas amplias y bien ventiladas, una habitación de estudio, dos wáteres y dos cuartos para almacén. El precio fue de 1.000 ptas., pero no cobraban los cuatro meses de verano. La Academia permaneció definitivamente en estas instalaciones. El mobiliario era viejo e incómodo y el material escolar se limitaba a una pizarra grande, sujeta a la pared, algunos mapas, un compás, un transportador y reglas de madera. En el curso 1964-65, el número de alumnos era de 53, es decir, 21 más que al inicio. La cuota que pagaban los padres se mantuvo prácticamente a lo largo de la vida del centro y era la siguiente: los alumnos de 3º y 4º, 400 ptas.; los de 2º, 300 ptas; y los de 1º, 200 ptas. En cuanto al profesorado, primaban la buena voluntad y la permanente disposición. Durante todo el periodo de funcionamiento, determinados profesores fueron el eje principal de la Academia: don Ramón Padilla, principal valedor y artífice de proyecto, al que el pueblo de Vallehermoso y los alumnos y alumnas que se formaron en esta Academia le estarán eternamente agradecidos; José Luis Vallejo, oficial del juzgado, que estuvo hasta el curso 63-64; Juan Arteaga, oficial del juzgado e importante colaborador que estuvo siempre; y José Bande Bande, maestro nacional, que colaboró hasta el final. El resto de los apoyos puntuales y, a veces ocasionales, fueron dados por Ismael Rodríguez Santos, en sus inicios; Gloria Díaz Padilla (licenciada en Historia y, posteriormente, profesora universitaria), que estuvo el curso 63-64; Gloria Carrillo Mora, María del Carmen Rodríguez, Pedro Eloy Trujillo Ascanio, José Antonio Trujillo Fernández, Miguel Cabrera, Fafa Mora Mendoza, Orlando Mora Novaro, José Antonio Giráldez, profesor de Educación Física y de Formación Política, y los sacerdotes que estuvieron después de don p3 EL DÍA, domingo, 21 de febrero de 2016 EN PORTADA Ramón y dieron clases de Latín y Religión, don Fernando Reyes y don Pablo Fermín. Una de las características más curiosas de este profesorado era su polivalencia: casi todos podían impartir cualquier materia; aunque había preferencias por unas u otras. En este centro se estudió solamente bachillerato elemental y en la foto están todos los alumnos de los cuatro cursos. Las clases se daban de lunes a viernes, por la mañana y por la tarde, pero en mayor número en el periodo vespertino, por disponibilidad del profesorado. Los alumnos venían a pie desde los distintos barrios, algunos bastante distantes, como Tamargada, Garabato, El Carmen, Macayo o La Playa. Los de otros barrios, demasiado lejanos para la asistencia diaria a clase, como Alojera, El Cercado o Chipude, se hospedaban en casas de familiares. El número total se mantuvo en torno a 60, con estructura de pirámide escalonada: 18 en primero, 16 en segundo, 15 en tercero y 14 en cuarto, aproximadamente. Muy pocos abandonaban o repetían curso y casi todos terminaban el bachillerato elemental. Luego, la mayoría se decantó por los estudios de Magisterio. Otra característica de este centro, poco frecuente en aquella época, fue el uso de uniforme por parte de los alumnos. Los chicos, con pantalón corto y camisa de manga larga, color beige, y las chicas con blusa blanca y falda azul marino. Los exámenes se realizaban durante los primeros cursos en San Sebastián, en junio y en septiembre; las reválidas, en Tenerife. Luego, como ya hemos señalado, lo hicieron durante algunos cursos en Hermigua. Alumnos muy destacados de esta Academia fueron: Ramón Prieto Rodríguez, catedrático de Matemáticas e inspector de Educación; Cristóbal Medina Medina, ingeniero; María del Carmen Prieto Rodríguez, Medicina; Ana Berta León, Magisterio; Manuel Ramos García, Magisterio; Domingo Barroso, directivo de Cajacanarias; Ceferino García Felipe, directivo de Cajacanarias; Pedro Medina, consejero del Cabildo; Juan León Hernández, empresario… La Academia contó siempre con el apoyo de los padres, que se implicaban en el estudio de sus hijos. Su apoyo al profesorado llegaba a extremo de que, cuando alguna profesora, como el caso de doña Gloria Padilla, tuvo dificultades de alojamiento porque la pensión era propiamente masculina, varios padres le ofrecieron la posibilidad de cederle una habitación en su casa. La única pensión del pueblo la regentaban la mujer y la hija de Ventura y en ella se alojaban el telegrafista, don Miguel Pareja, un maestro nacional mayor y los comisionistas que estaban de paso. No había restaurantes, por lo que el comedor era mixto, y a él iba doña Gloria Padilla. Pedro Medina Calero estudió los tres primeros cursos de bachillerato en Vallehermoso (1960-61; 1961-62; y 196263), y el cuarto tuvo que prepararlo en Hermigua, porque en 1963-64 no había Academia en Vallehermoso. Él, María Dolores Quintana Rodríguez, Rosita y un hermano de ésta fueron los primeros en trasladarse a estudiar en la Academia de don Mario. También lo hacían dos alumnas de Las Rosas. Compañeros suyos fueron, entre otros, Javier Fagundo Carrillo, Carlos Trujillo Ascanio y Roberto García. En su pueblo estudió con el telegrafista don Luis Mercader; con los maestros nacionales don Fulgencio Ochoa (Matemáticas) y don José Bande Bande; con el oficial del juzgado don Manuel Arteaga; y con el párroco Ramón Padilla. Las clases se impartían en un local anexo a la sacristía. Al marcharse don Ramón Padilla fue sustituido en la parroquia por el sacerdote don Fernando Pérez Reyes, que continuó la labor docente de su predecesor. Cuando don Fernando deja la parroquia, le sustituye en la dirección de la Academia el maestro don José Antonio Trujillo Fernández. En este periodo se incorporaron nuevos profesores, como don Pedro Eloy Trujillo y don Miguel Cabrera. Entre los alumnos que estudiaron en Hermigua tenemos a Pablo González Vera, catedrático de Análisis Matemático y vicerrector; Gregorio Martín Torres, profesor orientador en el Instituto de Las Indias; Ramón José Jerez Cabrera, Armenia Mendoza Méndez, José Antonio Méndez Mora, Emma Brito Suárez, José Carlos Hernández Suárez, Aida Hernández Suárez, Antonia Mª Rodríguez Rodríguez… La Academia se mantuvo hasta el curso 1969-1970. A partir de esa fecha, los alumnos de Vallehermoso se desplazaban a estudiar a Hermigua o San Sebastián. Para José Antonio Trujillo, la Academia fue algo más que un sitio donde los muchachos estudiaban; se convirtió en una parte viva y participativa en la actividad del pueblo. Todas las decisiones de la Academia eran colegiadas, decididas con una comisión de padres, y en las reuniones trimestrales se daba cuenta de la marcha del centro en todos sus aspectos, afrontando en muchos casos los déficits económicos que se presentaban. Entre las actividades desarrolladas en la Academia se hallaban la celebración del día de Santo Tomás de Aquino, las fiestas de fin de curso, recitales, lectura de trabajos, concursos, excursiones, etc. Desconocemos el número de titu- Profesores y alumnos de la Academia. En la foto de arriba, año 1965; en la de abajo, 1966. lados que salió de sus aulas, pero seguro que debió de ser muy importante y que de otro modo, por falta de recursos, no hubieran podido estudiar. Con la implantación progresiva de la Ley General de Educación de 1970, que sustituye el anterior Bachillerato por el B.U.P., la creación de la Sección Delegada del Instituto Andrés Bello en San Sebastián de La Gomera, el Colegio Menor y el Instituto Nacional de Bachillerato Mixto, éste en 1975, fue finalizando la labor impagable de las Academias de bachillerato en La Gomera. INFORMADORES: Raúl Zamora Zamora, Ramón Padilla Brito, Gloria Díaz Padilla, José Mª Moreno Cuevas, Jaime Vega Mora, Ramón Prieto Rodríguez, José Antonio Trujillo Fernández, Pedro Medina Calero y Ulises Trujillo Fernández. NOTAS (1) Rodríguez Mendoza, Félix, Vallehermoso, ciudades y pueblos de Canarias, La Prensa, El Día, 16 de agosto de 1997. (2) Darias Príncipe, Alberto (1992): La Gomera. Espacio, tiempo y forma, Compañía Mercantil Hispano-Noruega, S.A. / Ferry Gomera, S.A., Santa Cruz de Tenerife. (3) Rodríguez Mendoza, Félix, o. c. p4 domingo, 21 de febrero de 2016, EL DÍA INVESTIGACIÓN EN PORTADA TURISMO Ramón Freixa (Óleo sobre lienzo de 100 cmx100 cm) Nació en Castellfollit de Riubregós (Barcelona), en 1971, pero creció en la localidad de Igualada. Se inicio en el oficio desde muy joven, hasta incluso aprendió a ser panadero. Realizó estudios de Gestión y Dirección Hostelera en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Sant Pol de Mar (Barcelona). Siguió su aprendizaje en Bélgica, después en el restaurante familiar y más tarde en Laguiole (Francia), donde adquiere los conocimientos que marcarán para siempre su cocina. Luego, regresa al amparo del restaurante familiar de El Racó d’en Freixa y allí alcanzará su primera estrella Michelin en 1998. En 2001 y 2007 la guía Gourmetour le concede a Ramón el premio al Mejor Cocinero y al Mejor Restaurante de España, en 2002 se lleva el galardón al Mejor Carro de Quesos y en 2003, a la Mejor Oferta de Postres. Añade a sus tareas la de ser la cabeza visible del restaurante Ávalon, del Grand Hotel Central de Barcelona, pero sigue con el legado imprescindible de su padre, y en 2009 le da un giro al negocio familiar centrándolo en la cocina tradicional catalana, pasando a llamarse Freixa Tradició. En 2009 aterri- za en Madrid, donde abrirá su restaurante Ramón Freixa Madrid, que a los pocos meses recibe su primera estrella Michelin, y en 2010 la segunda. Además, cuenta con tres soles de la guía Repsol. En 2012 es nombrado Grand Chef Relais&Châteaux también por su restaurante de la capital, y abre su restaurante Erre en Cartagena de Indias (Colombia). En la cocina de Ramón Freixa conviven tradición y vanguardia. Hay atrevimiento, innovación y sensatez, una técnica impecable con numerosos juegos visuales y gustativos, donde el protagonista siempre es el sabor. EL DÍA, domingo, 21 de febrero de 2016 p5 p6 domingo, 21 de febrero de 2016, EL DÍA CLAVES DEL CAMINO EL MISTERIO DE LA “SHEELAH” UNA DIOSA SEXUAL Y PAGANA EN LAS IGLESIAS Aunque pueda sorprendernos, la presencia del sexo en el arte cristiano no es algo, ni mucho menos, anecdóctico, llegando a sorprender durante el románico por la forma tan explícita en la que se mostraban las más diversas prácticas sexuales en las fachadas y muros de iglesias y conventos. ¿Aleccionaban a los feligreses acerca de los pecados a evitar? ¿Acaso eran un eco de viejas prácticas paganas que consideraban sagrado el sexo? Las “sheelah” constituyen un caso singular. Texto: José Gregorio González L a presencia de motivos decorativos con un claro contenido sexual en los templos del cristianismo medieval puede responder a diversos motivos, desde la simple y sana sátira cimentada en algunos casos sobre la base de unos comportamientos habituales en la época, al carácter pedagógico y adoctrinador en la fe y en la moral cristianas que defienden los más conservadores, alegando que este arte obsceno podía servir para aleccionar a los fieles sobre la corrupción del espíritu que acarrean la lujuria y la práctica de determinados usos sexuales. Por supuesto, existe al menos una tercera posibilidad, en la que este tipo de representaciones se nos muestran como un eco de un pasado en el que la sexualidad era considerada sagrada. Como en botica, en las fachadas, capiteles, canecillos y misericordias de los templos encontramos de todo, lo que plantea al estudioso la difícil, por no decir casi imposible, tarea de discernir cuánto de didáctica, de denuncia, de simple uso decorativo o de simbolismo espiritual hay en cada caso. Los motivos sexuales y obscenos que nos interesan pueden ser divididos en cinco grupos, presentando una clasificación personal independiente de los estilos artísticos, periodos históricos y materiales sobre los que fueron esculpidos, clasificación que lógicamente puede ser cuestionada, pero cuyo grafismo nos parece muy útil. El primer grupo correspondería a escenas puramente sexuales en las que aparecen parejas copulando en las más diversas posturas, hermafroditas, exhibicionismo, masturbación, sodomía, orgías, reproducción de los órganos sexuales muchas veces de tamaños desmesurados, etc. Otro grupo correspondería al de los llamados ofrandes anales –’offrande anale’–, figuras que muestran a personajes, en su inmensa mayoría masculinos, que aparecen defecando o mostrando el ano, una actitud obscena y visualmente incluso más ofensiva que las anteriores. Las sheelah, las diosas paganas celtas de grandes vulvas incorporadas a la iconografía cristiana medieval, compondrían el tercero de los grupos de nuestro interés, y en el que nos vamos a detener en detalle. En el cuarto podríamos aglutinar a aquellos en los que aparecen animales de forma ‘anormal’, ya sea copulando con otros o con humanos, mostrando actitudes exhibicionistas o bien reproducidos en un contexto aparentemente satírico. Finalmente, un quinto grupo podría reunir manifestaciones más o menos disimiladas y justificadas de la desnudez, como la Virgen María amamantando, la desnudez de Adán y Eva en el Paraíso, el incesto bíblico de Lot y sus hijas, o el sensual martirio de San Sebastián. La diosa de la gran vulva Lassheelahencajaríaneneltercergrupo de nuestra más que discutible clasificación. Su nombre auténtico es sheelana-gig, representación de la Gran Diosa Madre para los celtas irlandeses y británicos, cuya prominente vulva, que muchas veces muestra abierta, representa el eterno nacimiento, la gruta de donde viene la vida y a la que regresa. Estamos gráficamente ante grotescas figuras femeninas, cabeza grande de rasgos faciales toscos y muchas veces feos y envejecidos, con el costillar visible y que adoptan una clara postura exhibicionista, al aparecer en cuclillas y con las piernas abiertas. A veces con las manos se abren la vulva. Decoran iglesias, templos y otras edificaciones, incluso civiles, desde finales del siglo XI, época en la que se incorporan a los motivos iconográficos cristianos, aunque su origen es bastante anterior. Se especula con la posibilidad de que inicialmente los constructores se limitaran a incorporar algunas de las viejas efigies supervivientes de los cultos paganos a las fachadas de las nuevas iglesias cristianas, para posteriormente pasar a tallarlas explí- Gárgolas en la orotava candidatas a sheila-na. Sheila-na-gig en Kilpeck. citamenteparadecorarlostemplosmedievales normandos. Algunas han sido portátiles o bien centraban en sus ubicaciones originales cultos relacionados con el propiciamiento de la fertilidad o la protección en el momento del parto. Irlanda, donde también se las conoce como madres de San Patricio, Inglaterra, Escocia y País de Gales son las zonas de mayor presencia, aunque en Francia y España también están presentes. Las lecturas del nombre suelen aludir a su condición deenseñar omostrar, de tal manera quesueleleerseentreotrasdiversasmaneras como la vieja que enseña, aunque a nosotros nos interesa la propuesta que formula el ya citado Mark Hedsel. Es- te autor, citando a Gerald Massey, asegura que sheelah deriva del egipcio sherah, que entre sus significados incluye los de manantial o aguas de manantial y revelar o exhibir, mientras que gig derivaría del egipcio kekh con el significado de santuario. La lectura, por tanto, sería la que exhibe el santuario. Como es de esperar, esta conexión lingüística con Egipto no es casual, de tal manera que para este autor y otros hermetistas esta divinidad tiene su origen en las tierras del Nilo y en la representación del órgano genital femenino bajo el jeroglífico Ru, formado por dos medias lunas enfrentadas de tal manera que simulan la apertura vertical de una vagina. Ese símbolo tendría en los misterios egipcios un valor esencial a la hora de representar la entrada desde lo material en el mundo espiritual, evolucionando en el contexto cristiano hacia el símbolo del vesica piscis, la aureola dentro de la cual se representa a veces a la Virgen o a Jesús. Esa figura dentro de la iconografía medieval cristiana indicaba que lo que se encontraba dentro estaba en un plano espiritual y no material, como el resto de la representación; en otra dimensión, manteniendo pues el significado de “puerta entre mundos”, inspirándose en la forma de la vagina femenina y en su funcionalidad. De hecho, de forma quizás demasiado especulativa, se ha propuesto que el arco ojival de las entradas en las catedrales góticas sean vesica piscis gigantescos, y por tanto vulvas en piedra que permiten entrar a otra dimensión no material. Cuatro son las hipótesis que generalmente son barajadas por los investigadores para explicar su naturaleza: Imágenes de la lujuria. Claramente misóginas e incorporadas a la decoración de las iglesias por los maestros constructores a petición de las autoridades eclesiásticas, que con su aspecto grotesco e infernal pretendían disuadir a los fieles de los excesos de la carne. Protección contra el mal. Siguiendo el modelo de muchas gárgolas, las sheelas serían talismanes en piedra que protegerían al templo y a los fieles contra los ataques del mal. Representación de una triada céltica. Para los partidarios de esta explicación las toscas figuras serían un símbolo de una trinidad anterior al cristianismo compuesta por la Diosa Virgen, la Diosa Madre y la Diosa Tumba, como metáfora de la naturaleza cíclica de la existencia. Imagen de la fertilidad. Como el lector habrá imaginado, ésta es la tesis más extendida y sugerente. Estaríamos, p7 EL DÍA, domingo, 21 de febrero de 2016 CLAVES DEL CAMINO pues, ante una divinidad cuya acentuada sexualidad evoca la fertilidad. PUERTO DE LA CRUZ, TERRITORIO DEL MISTERIO La iniciativa Canarias Territorio del Misterio, que busca poner en valor nuestra cultura y patrimonio en leyendas, tradiciones insólitas y enigmas, incorpora un nuevo itinerario, esta vez en Puerto de la Cruz. La ciudad turística no sólo no es una excepción, sino que resulta excepcional en cuanto a temas y aspectos en los que el misterio está presente. Historias, lugares y personajes tocados de forma asombrosa por el milagro y el prodigio, tradiciones arcaicas donde brota la magia a borbotones, como en las fiestas de San Juan; secretos y creencias de corte masónico que protagonizaron episodios que colorean lo cotidiano, vestigios de aquellos tiempos en los que los guanches dominaron este territorio, reliquias, fenómenos en apariencia inexplicables. Puerto de la Cruz entró en la historia con letras mayúsculas con procesos inquisitoriales peculiares a través de una Santa Inquisición que, precisamente, en este rincón de Canarias se tuvo que comportar de forma muy diferente a la habitual. Sus calles presenciaron uno de los más asombrosos prodigios de la historia del cristianismo. El paseo por los misterios portuenses está prevista para el sábado 27 de febrero. Inscripciones en [email protected] y en el teléfono y WhatsApp 628.368.842 ¿Sembrando fachadas también en Canarias? La lista de estas grotescas y lujuriosas figuras es literalmente inmensa, localizándose en su mayor parte en iglesias y capillas normandas construidas a partir del siglo XI, en iglesias románicas, góticas e incluso en arquitectura barroca. Es fácil deducir, por tanto, que no responden a un estilo artístico, sino más bien a un mensaje que se perpetúa en el tiempo. Quizá, las múltiples interpretaciones que se han dado sobre su significado tengan que ver precisamente con el periodo histórico en el que fueron confeccionadas o incorporadas como adornos a los recintos religiosos. La mayoría están muy desgastadas por el uso, el traslado, las inclemencias del tiempo y las mutilaciones a las que en determinados momentos han llegado a ser sometidas. La Escuela de Herefoirdshire fue, sin duda, responsable de muchas de las sheela-na-gig que decoran los alrededores: la cara norte de la iglesia normanda de Stretton alberga una, dos más aparecen en la iglesia de Santa Catalina, en Tugford, una bastante explícita en la iglesia de finales del siglo XI de Holdgate, una pequeña aldea de Shroshire, otra más en el templo de Diddlebury. En el templo de St Maria Redcliffe, levantado en 1115 en Bristol, hayamos no sólo una sheela, sino también varias figuras exhibicionistas, como la de un hombre que introduce una mano en la vagina de la figura femenina que le acompaña y un dedo en su propio ano. El umbral de la cripta de San Nicolás, de la catedral escocesa de Glasgow, también alberga una de estas figuras sexuales, aunque, debido a su estado de desgaste, los investigadores H no se atreven a afirmar si se trata de una sheela de piernas abiertas, de un ídolo de gran falo o de una figura que representa a un hermafrodita. En cualquiera de los tres casos estamos ante otro motivo sexual. La iglesia de Studland, en la costa de Durset, nos muestra una iconografía realmente interesante, por lo que una visita al lugar debe estar presente en el itinerario del buscador de arte erótico. Una hembra abre su vulva con la mano izquierda, mostrando un clítoris muy marcado en la pared sur. Leacompañanenladecoraciónotrafigura ay una frase antológica que no es de un gran pensador, filósofo, escritor o literato, y mucho menos político, y que la decía a cada momento un personaje al que apodaban “Panduro”, analfabeto integral, majadero pal vino y el coñac, máster en alcoholemia, enólogo frustrado, y la frase era: “Vaya falta de ignorancia”. Hay que hacer notar su perfecta dentadura, que conservaba en prístino estado, pues ningún alimento sólido hizo siquiera amago de tocarla, ya que solamente entraba en contacto con el líquido, en sus versiones de cuartas, medias o un litro, no importándole gran cosa la procedencia del morapio, pero, eso sí, que fuera tinto. Les confieso que en mi entorno de amigos laguneros la solemos decir mucho, sobre todo si el que está en el uso de la palabra es foráneo y se atreve a “ilustrarnos” con temas locales sin tener ni puñetera idea de lo que está diciendo. Este personaje lagunero era cliente habitual de las numerosas tascas o “borracherías” de mi ciudad y lo que hacía era beber sin ningún tipo de “armadero” tales como chochos, aceitunas o el democrático maní. ¿No iba a tener Panduro su dentadura perfecta y hasta reluciente?, añadiendo ahora yo que una docena de estos tiernos ejemplares sería la ruina de los dentistas. Empezaban a libar sobre las ocho de la tarde y así seguían hasta pasada la medianoche. Claro, así salían de “Casa Telesforo”, de la venta de Ernesto, de “Casa Anacleto”, de “Las Moneditas”, pasando por “Casa Antonino” o “Casa Maquila”, y, al salir en los meses de invierno, al carajo el frío pues ya venían cada uno de ellos con la calefacción central puesta, agarrándose unos a otros para no caerse, logrando de esta forma que se cayeran todos juntos, y aún estando en el suelo, sexual que en una postura acrobática muestra también una marcada vulva y clítoris, así como una pareja de amantes en clara unión sexual. Finalmente y para no extendernos demasiado, cabría mencionar la famosa sheela de la iglesia de Kilpeck, cerca de Hereford, posiblemente la más conocida de todas las representaciones de esta divinidad obscena. Dedicada a santa María y san David, el templo presenta numerosas influencias artísticas, celtas y vikingas incluidas, destacando su famosa puerta, profusamente decora- El genial “templario” lagunero Panduro, “Fagón”, el fiscal Cándido Luis García Sanjuán y la familia de “Los Bichos” HUMOR ANTICRISIS Juan Oliva-Tristán Fernández* alguien tenía la preocupación de sacar debajo de su americanaunabotelladevinoqueseibanpasandounoaotrobebiendo “a pico”. Cuándo llegaban a sus casas –los que llegaban– es materia clasificada, y por ende reservada, que no me está permitido revelar por sus connotaciones de privacidad e incluso silencio administrativo. Y hablando de botellas, hay un golpe de otro personaje lagunero de la Orden de los “Templarios”, que fue el “general Fagón”, que estando limpiando un pozo negro con otros de su cuerda hizo su aparición (oh, milagro) una botella de vino tinto, la cual se la iban pasando de uno a otro y ya podrán imaginar, lectores, cómo estaban esas manos de poceros. En un momento determinado, el compañero que estaba al lado del “general Fagón”, que era más borracho que el vino y que se apellidaba Panasco, después de beber su cuota, despega su boca y labios del gollete y se la pasa al “general”, da. El templo ofrece en sus paredes 89 motivos decorativos de singular atractivo, como perros, liebres, buhos, osos que comen cabezas, seres monstruosos, bailarines, músicos, etc., dando la impresión de que en este lugar se incorporó a modo de muestrario cada uno de los elementos simbólicos de la arquitecta medieval, incluida una pareja copulando y una de nuestras diosas de piernas abiertas y vulva al viento. En España encontramos ejemplos con el mismo motivo en enclaves como la iglesia de San Esteban de Corullón, en León, famosa por contar con una fachada que guarda una extraordinaria semejanza con la Puerta de las Platerías de la catedral de Santiago de Compostela. Aquíencontramosuncanecilloquemuestra una mujer en actitud acrobática con la vagina al aire, mostrando tan descaradamente su vulva como lo hace un canecillo vecino con sus grandes testículos y lo que le queda del megafalo que lucía. No obstante es en la iglesia de San Juan Bautista, en Villanueva de la Nía, donde localizamos los mejores ejemplos españoles. En un canecillo de su muro sur vemos a una mujer de piernas abiertas que agarra con sus manos, mostrándolo, su sexo, aunque lo más interesante es que dentro del templo hay un motivo similar, situado nada más y nada menos que en un capitel de la parte derecha del ábside. En Canarias contamos al menos con una sheelah potencial, de la que hablaremos en otro momento, ubicada en la trasera de la iglesia de la Concepción de La Orotava. Allí se ubican dos gárgolas singulares que parecen encajar en esta tipología, especialmente una de ellas. Considerando la potente e histórica presencia de británicos en La Orotava y Puerto de la Cruz, tan vez estamos contemplando un singular guiño. cogiendo éste con una mano la limeta y con la otra “limpia” el mentado gollete para de esta forma evitar coger alguna posible infección de Panasco, pues le tenía más miedo a la misma que a la mierda que había dejado antes en el gollete al limpiarlo y dejarlo impregnado de tan escatológica materia. Cambio de tercio para contarles una anécdota de Cándido Luis García Sanjuán, cuando en un juicio celebrado en La Laguna y en un determinado momento le pregunta al procesado: “¿Usted dónde vive?”, contestando el aludido: “Por debajo de “Los Bichos”, contrainterrogando Cándido Luis: “¿Y quiénes son “Los Bichos”?, rematando el acusado: “Los que viven por encima de mí”, continuando un general desconjonamiento del público, lo que obligó al Sr. presidente a tocar repetidamente el mazo, al tiempo que rogaba silencio, orden y compostura. Olivaradas.- A Lepe llega un tipo a bordo de un Mercedes 600 y se le para, bajándose caliente el dueño y preguntando al primer cristiano que pasaba: “Oiga, ¿aquí hay algún concesionario de Mercedes? contestando el lugareño: “No, olvídese. No obstante, aquí hay un manitas que le crecieron los dientes viendo a su padre reparando motores que seguro que le soluciona el problema”. Luego aparece Lucas, que así se llamaba el amañado, quien se sienta en el coche intentado arrancarlo sin éxito, bajándose y diciéndole a su dueño: “Hombre, no arranca porque no tiene gasolina”, a lo que responde el propietario: “Coño, si no hace media hora que le llené el depósito”, remachando Lucas, casi sentenciando: “Ah, entonces es la piedra”. * Pensionista de larga duración p8 domingo, 21 de febrero de 2016, EL DÍA www.eldia.es/laprensa Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 1.020 P uede que, por deformación profesional o porque suelo pensar a contracorriente, los vaticinios catastrofistas que se pregonan a los cuatro vientos acerca de los terribles acontecimientos que esperan a los europeos por el denominado “invierno demográfico” nunca me han convencido. El argumento que se emplea es fácilmente entendible, pero simplista: población que envejece, tasa de natalidad baja, nula o negativa, más pensiones y menos trabajadores que coticen: el sistema se derrumba. Todos los análisis están basados en un axioma que, expuesto de una manera políticamente incorrecta, sería: de los 65 a los 70 años hay que dejar paso a las nuevas generaciones, porque éstas vienen con más ganas y nuevas ideas; y, además, ya está uno muy cansado, así que a descansar y pasear, que el reemplazo cotizará para que los que se retiren cobren sin tener que hacer nada nunca más. Es decir, se nos obliga a dejar de ser activos y a la toma de conciencia de nuestra inutilidad. Pero todo el análisis predictivo se basa en que no habrá un cambio psicológico que haga variar el comportamiento de los individuos cuando vean que con 65, 70, 75 u 80 años se sienten no muy diferentes a décadas anteriores. En un interesantísimo estudio recientemente publicado por la Universidad de Salamanca titulado “Economía del envejecimiento”, podemos ver cómo la satisfacción entre las personas de más edad con su propia salud casi no varía con respecto a la que tenían cuando eran más jóvenes. Hagamos un ejercicio de imaginación y sigamos la pista a un jubilado dentro de 10 o 15 años. Y propongo esta fecha porque en ese período esos jubilados serán aproximadamente la primera generación que habrá convivido desde sus años juveniles con la informática y, por tanto, los ordenadores e internet habrán sido parte de su vida. Primera fase: “¡Ahora, voy a disfrutar y a no hacer nada!, ¡será como estar de vacaciones!”. Hasta que surge el aburrimiento y una gran sensación de vacío invade al senior; entonces la estrategia del jubilado suele ser dar un giro de 180 grados, con lo que comienza una segunda fase de actividad frenética sin planificación ni objetivo. Sin embargo, un creciente grupo de jubilados está inaugurando una nueva fase cuando se hacen esta reflexión: “Me siento razonablemente bien físicamente, y me quedan unos 25 años de vida. Creo que eso es mucho tiempo para no hacer nada, para no tener planes de futuro”. Y a continuación: “¡Pero si yo sé muchas cosas! ¿Por qué no intento poner en marcha aquel proyecto que quería realizar de joven? Y, además, gracias a internet podría realizarlo desde casa y en el horario que me dé la gana, con tranquilidad y sin interferir en mi vida familiar”. JUBILACIÓN, UNA VISIÓN OPTIMISTA FRENTE A LA CATÁSTROFE PREGONADA Texto: Elena Barreiro Alonso. (psicóloga experta en Gerontología&Estrés). [email protected] Otro aspecto que hay que tener en cuenta es la segura demanda por parte de este sector de una formación académica a la carta, ya que no le importan los títulos. Imaginemos un jubilado que tras la primera fase descrita decide ponerse a estudiar aquella materia que siempre le apasionó, pero en la que no pudo formarse; por ejemplo, para gestionar su pequeño fondo de inversiones. Como los pedagogos y psicólogos sabemos, la manera de aprender que tiene la gente mayor es diferente a la de su juventud; primero, porque posee muchos conocimientos colaterales que le permiten atajar su aprendizaje; y, segundo, porque sólo se esfuerza en lo que le interesa, lo que les hace más efectiva y certera en sus objetivos al desechar temas marginales que no le aportan nada para conseguir su meta. A la gratificación personal que sentirá el jubilado, habrá que sumar el cambio de imagen que tendrá este colectivo ante la sociedad; la revalorización de su valía que retroalimentará su satisfacción, aumentando su calidad de vida psicológicamente, lo cual, a su vez, influirá beneficiosamente en su salud física. Imaginemos a un jubilado que siempre ha trabajado como montador en una fábrica de automóviles y que, tras pasar las primeras fases de su jubilación, alquila un pequeño local a pocos metros de su domicilio; compra una cafetera y cuatro mesas en una liquidación por cierre y abre una cafetería sólo para ofrecer los cafés y tartas que hace su esposa en casa. Lo hace más bien como club social, para estar con los amigos. Sólo le exige a su negocio no perder dinero. Y resulta que el negocio es un éxito en el barrio y el local se llena a diario. El crecimiento es tal que decide abrir otro contratando a una trabajadora para atenderlo, y tal vez otro más, y tal vez se atreva a hacer una franquicia. Ha generado riqueza, ha creado puestos de trabajo, ha satisfecho una demanda y se ha divertido haciéndolo con poco riesgo económico. Para otra jubilada, podría ser abrir una galería de pintura para que los artistas jóvenes expongan, ya que esa fue siempre su gran ilusión, pero la tradición familiar la empujó a hacer Medicina y especializarse en Neurocirugía. Actividad desinteresada y colaborativa En un mundo digital saturado de un gigantesco pero disperso conocimiento acumulado al alcance de un clic, nos olvidamos de que la vida de cada ser humano es un filtro por el que ha pasado parte de ese saber, ha sido procesado de una manera específica y ha dejado un poso que, al igual que los que dejan las hojas de té, es único. El jubilado ha realizado una criba, una selección, a lo largo de su vida, de la que podemos beneficiarnos. El senior, generalmente, ha llegado a un equilibrio entre trabajo y vida personal que puede proporcionar un punto de vista diferente al joven emprendedor. Asimismo, la nula necesidad de competitividad que siente el mayor se reflejará en una actitud más desinteresada y colaborativa con sus compañeros de aventura. Cuando la sociedad se percate de cuánto se puede prolongar la actividad laboral de las personas de más edad, con un aporte tan enriquecedor para todos, la percepción social de la vejez irá cambiando. La simbiosis entre jóvenes-emprendedores y mayores-emprendedores será frecuente. Incluso a nivel doméstico, abuelos y nietos podrán considerar crear proyectos juntos como socios. Los jubilados tienen dos cualidades que se encuentran emparejadas de una manera muy apropiada: capacitación, ya que la gran mayoría del capital intelectual y técnico del mundo está concentrado en la gente de mayor edad, y paciencia: disponer de 10, 15, 20 o 25 años para desarrollar un proyecto ilusionante que no conlleva presión. Lo importante para él sería el camino, no la meta. Tengo la certeza de que lo que he expuesto lo constataremos en un futuro cercano y, como profesional de la Psicología especializada en este campo, intento ayudar en este proceso asesorando a mis pacientes durante la transición a la jubilación, para que tomen conciencia de su gran potencial, y ayudándolos al autodescubrimiento de las posibilidades que se presentan en esta nueva e ilusionante etapa a la que han llegado.