LEER Y A P R E N D E R Sarcia Lorca Federico García Lorca 1A CASA DE “BERNARDA ALBA A daptación didáctica y actividades por D a n ie la C a rp a n i Ilustraciones de F a b io S a rd o ÍNDICE Federico García Lorca 4 A C T O P R IM E R O PRIMERA PARTE 13 SEGUNDA PARTE 23 TERCERA PARTE 30 ACTO SEG U N D O PRIMERA PARTE 44 SEGUNDA PARTE 52 TERCERA PARTE 61 CUARTA PARTE 69 ACTO T ER C ER O D ossiers PRIMERA PARTE 83 SEGUNDA PARTE 92 La mujer en la España contemporánea 39 El crimen fu e en Granada 78 Vanguardia, flamenco y Nueva York P R O Y E C T O S IN T E R N E T A C T I V I D A D E S 104 10, 43, 68 9, 20, 27, 36, 42, 49, 57, 65, 68, 75 82, 89, 99, 107 TEST F I N A L fiE T T e x to in te g ra lm e n te g rab ad o . jSÜBr E ste sím bo lo ind ica las activ id ad e s de audición. DELE E ste sím b olo ind ica las activ id ad e s de p re p aració n al DELE. 110 Federico García Lorca Federico García Lorca nació el 5 de junio de 1898 en Fuentevaqueros, un pequeño pueblo de la vega granadina. Su madre, maestra, le enseñó las primeras letras. En 1914 empezó la carrera de Humanidades en la Universidad de Granada y se interesó también de derecho. En esos años estudió guitarra, piano y dibujo y se dejó fascinar por la cultura tradicional de su tierra. De 1919 su traslado a Madrid: allí conoció a poetas, cineastas y pintores del calibre de Juan Ramón Jiménez, Luis Buñuel y Salvador Dalí, entre otros. En la capital escribió sus primeras obras literarias, como el famoso poemario 4 Romancero gitano (1928). Al año siguiente viajó a Estados Unidos donde impartió conferencias en la Universidad Columbia de Nueva York. De su estancia allí procederá Poeta en Nueva York, publicado postumo en 1940. En abril de 1931, ya de regreso en España, acogió con entusiasmo la proclamación de la II República. Firme sostenedor de la necesidad de acercar la cultura a las masas populares, creó el teatro universitario ambulante La Barraca con el que representó numerosas obras del teatro clásico español. Se trataba, en las intenciones del poeta, de construir una verdadera barraca con capacidad para 400 personas y llevar el teatro a todas las regiones de España, sobre todo al campo, donde vivía, como él mismo afirmaba, «el pueblo más pueblo». La Barraca. En aquellos años escribió también el célebre Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, un torero, amigo suyo muerto en 1934. En el mismo año se estrenaron Bodas de sangre y Yerma que tuvieron un gran éxito de público. En 1936 terminó La casa de Bernarda Alba, su última obra. Dos meses más tarde, el 13 de julio, García Lorca se trasladó de Madrid a Granada, en pleno levantamiento militar. Allí, el 17 de agosto, fue detenido por los falangistas. Dos días después, lo fusilaron en Víznar (Granada), al lado de una fuente. Fue una de las primeras víctimas de la Guerra Civil española. Curiosamente Federico, sin saberlo, había prefigurado su fin en la obra de teatro Mariana Pineda, en la que la protagonista oye cantar los versos: «A la orilla del agu a/sin que nadie la viera / se murió mi esperanza». En septiembre de 2008, el juez Baltasar Garzón dictó una providencia para que los ayuntamientos de Madrid, Granada, Córdoba y Sevilla, identificaran a los desaparecidos y enterrados en fosas comunes durante el franquismo. Por lo que se refiere a Lorca, en principio, el mayor obstáculo fue el deseo de su familia de no remover el lugar, hasta que la sobrina del poeta, presidenta de la fundación que lleva su nombre y portavoz de los familiares, dio el permiso. La casa de B ern arda Alba Nunca un título fue más significativo. La casa y Bernarda dominan el espacio escénico y simbólico de una de las obras de teatro más famosas de García Lorca. Una tragedia «en femenino» donde los varones son más bien sombras, presencias accesorias. Entre los «muros gruesos, las puertas en arco con cortinas de yute rematadas con madroños y volantes» viven Bernarda, dos criadas y la vieja abuela enloquecida, segregada en un cuarto como una muerta en Una escena teatral de La casa de Bernarda Alba. vida. Y como muertas en vida pasan sus días también las cinco hijas de Bernarda, condenadas, como todas las mujeres de la época, a mirar el mundo por detrás de las ventanas. Pero, a pesar de los esfuerzos de la madre, la casa es un pulular de pasiones: amores, secretos, envidias, rencores. Martirio y Adela están unidas por el amor imposible hacia el prometido de Angustias y envenenadas por la hipocresía de quien quiere «buena fachada y armonía familiar». Todas las hermanas son bombas sin estallar. Su detonador será Pepe, prototipo del Hombre, el único capaz de romper el frágil equilibrio de la casa. De Pepe emana un olor animal. Protegido por su amoralidad varonil y por la oscuridad de la noche, entra y sale de escena como una 7 Irene Gutiérrez Caba interpretando a Bernarda en la película de Mario Camus (1987). sombra, dividido entre la mayor y la más joven de las hermanas. Esta última es la más bonita y la más vital. Se niega a dejarse encerrar «perdiendo su blancura», se atreve a ponerse un vestido verde («para ir a ver a las gallinas») el día de la muerte del padre, se rebela a la madre. Será ella la causa de la tragedia: «Pepe el Romano es un gigante -dice la vieja madre de Bernarda, novela Casandra-, todas lo queréis. Pero él os va a devorar, porque vosotras sois granos de trigo». 8 El texto se divide en tres actos: una presentación, el nudo de la narración y el desenlace. Todo está condensado en un día. Un día caluroso y asfixiante en una aldea donde todo parece planificado por la voluntad de la déspota, Bernarda. Hasta el momento en que el mecanismo se rompe. De ahí en adelante, frente a la palpable tensión de las hijas, Bernarda vigila para impedir que el juego se le escape de las m anos, para evitar «la cosa tan grande» que percibe y que también le ha profetizado la fiel Poncia. Si hasta el momento su preocupación había sido ocultar la verdad y silenciar las malas lenguas para defender el honor de las hijas, ahora solo la acción podrá poner fin a su angustia en el trágico desenlace de la historia. Con tal de lavar la mancha del deshonor, está dispuesta a pagar el precio más alto que puede soportar una madre. Pero, a pesar de esto, Bernarda no vacila. «Y no quiero llantos. La muerte hay que mirarla cara a cara. ¡Silencio! ¡A callar he dicho! ¡Silencio, silencio he dicho! ¡Silencio!». Telón. Q Contesta a las preguntas. 1 ¿En qué región nació y murió Federico García Lorca? 2 ¿Por qué se lo puede definir un «artista completo»? 3 ¿Con qué finalidad creó el teatro itinerante? 4 ¿Por qué la copla de M ariana Pineda puede considerarse un epitafio? 5 ¿Por qué se habla de las hijas de Bernarda como «muertas en vida»? 6 ¿Qué rol tiene Pepe en la historia? ►►► P R O Y E C T O IN T E R N E T Ai G ra n a d a , la jo y a d e la S ie rra N e v a d a Sigue estas instrucciones para conectarte con el sitio correcto. Entra en internet y ve al sitio w w w .blackcat-cideb.com . Escribe el título o parte del título del libro en nuestro buscador. Abre la página de La casa de Bernarda Alba. Pulsa en el icono del proyecto y conéctate con los sitios que te proponemos. Contesta a las preguntas siguientes. 1 ¿De qué época es la Alhambra? 2 En su conjunto monumental ¿se pueden visitar solo palacios construidos por los árabes? 3 ¿Qué es el Generalife? 4 ¿Y el Albaicín? 5 ¿Quiénes viven en el barrio de Sacromonte? 6 ¿Existe un museo dedicado a Federico García Lorca? Personajes la a derecha, de arriba abajo: L¡ igustias, Bernarda, María Josi TA CASA DE 'BERNARDA ALBA P ersonajes principales B ernarda, 6 0 años A ng ustia s, (hija), 39 años M agdalena, A m elia, (hija), 27 años M a r tirio , A dela, (hija), 24 años (hija), 2 0 años La P o n cia , C riada, (hija), 3 0 años 6 0 años 5 0 años M ar í a J o s e f a , ! 12 madre de Bernarda, 8 0 años P R IM E R A P A R T E In terio r d e la c a s a d e B ern a rd a . M uros g r u e so s. Es v eran o . G ran s ilen cio . Al le v a n ta r s e el teló n e s t á la e s c e n a so la . S e oy en d o b la r las c a m p a n a s . (Entra la C riada: C r i a d a .) Ya tengo el doble de esas cam panas metido entre las sienes. La P o n c i a : Llevan ya más de dos horas de gori-gori. Han venido curas de todos los pueblos. La iglesia e s tá herm osa. En el primer responso se desmayó la Magdalena. C riada: Es la que se queda más sola. La P o n c i a : Era la única que quería al padre ¡Ay! ¡Gracias a Dios que e sta m o s solas un poquito! Yo he venido a comer. C riada: ¡Si te viera Bernarda...! La P o n c i a : ¡Quisiera que ahora que no come ella, que todas nos muriéramos de hambre! ¡Mandona! ¡Dominanta! ¡Pero se fastidia! Le he abierto la orza de chorizos. Voz (D entro.): ¡Bernarda! La P o n cia : C riada: La vieja. ¿E stá bien cerrada? Con dos vueltas de llave. 13 EA CASA DE 'BERNARDA ALBA L a P on ci a : Pero debes poner también la tranca. Tiene unos dedos como cinco ganzúas. Voz: ¡Bernarda! La P o n cia : ¡Ya vien e! Limpia bien to d o . Si B e r n a r d a no ve r e l u c i e n t e s I^s c o s a s m e a r r a n c a r á los p o c o s p elo s que me quedan. C riada: ¿Han venido todos sus parientes? La P o n c i a : L o s de ella. La gente de él la odia. Vinieron a verlo muerto, y le hicieron la cruz. C riada: ¿Hay b a sta n te s sillas? La P o n cia : Sobran. Que se sienten en el suelo. Desde que murió el padre de Bernarda no han vuelto a en trar las gentes bajo estos techos. Ella no quiere que la vean en su dominio. ¡Maldita sea! C riada: Contigo se portó bien. La P o n cia: T r e in ta a ñ o s lavando sus s á b a n a s ; t r e i n t a añ os comiendo sus sobras; noches en vela cuando tose; días en teros m iran d o por la ren d ija p ara es p ia r a los v e c in o s y llevarle el cuento; vida sin se creto s una con otra, y sin em bargo, ¡maldita sea! ¡Mal dolor de clavo [e pinche en los ojos! C riada: ¡Mujer! La P o n cia: Pero yo soy buena perra; ladro cuando me lo dice y m uerd o los t a lo n e s de los que piden lim osn a cuan d o ella me a zu za í ; mis h ijo s t r a b a ja n en sus t i e r r a s y ya e s t á n los dos casados, pero un día me hartaré. C riada: Y ese día... La P o n c ia : Ese día me e n c e r r a r é con ella en un c u a r to y le estaré escupiendo un año entero. «Bernarda, por esto, por aquello, I 1. 14 a z u z a r : in citar. XA CASA DE "BERNARDA ALBA | por lo otro», h a sta ponerla como un lagarto m achacad o por los niños, que es lo que es ella y toda su parentela. Claro es que no le envidio la vida. Le quedan cinco m ujeres, cinco hijas fe a s que, quitando a Angustias, la mayor, que es la hija del primer marido y tiene dineros, las demás mucha puntilla bordada, muchas camisas de hilo, pero pan y uvas por toda herencia. C r iada : (Vuelven a s o n a r las c a m p a n a s.) Sí, sí, ¡vengan clamores! ¡venga caja con filos dorados y toallas de seda para llevarla!; ¡que lo m ism o e s t a r á s tú que e s t a r é yo! F a stíd ia te , Antonio María Benavides, tieso con tu tra je de paño y tus botas. ¡Fastídiate! ¡Ya no volverás a levantarm e las enaguas detrás de la puerta de tu corral! (Por el fo n d o , d e d o s en dos, e m p ie z a n a e n tr a r m u jeres d e lu t o .) Ay A n to n io M a ría B e n a v i d e s , q ue ya no v e r á s e s t a s paredes, ni c o m e rá s el pan de e s ta casa! Yo fui la que m ás te quiso de las que te sirvieron. (T ir á n d o s e d e l c a b e llo .) ¿Y he de vivir yo después de verte m arch ar? ¿Y he de vivir? ('T erm in an d e e n tr a r las d o s c ie n t a s m u jeres y a p a r e c e B ernarda y su s cin co h ijas.) B ernarda: C riada: (A la C r i a d a .) ¡Silencio! ¡Bernarda! B ernarda: Menos gritos y más obras. Debías haber procurado que todo esto estuviera más limpio para recibir al duelo. Vete. No es éste tu lugar. Los pobres son como los animales. Parece como si estuvieran hechos de otras sustancias. ¿Está hecha la limonada? La P o n c ia : Sí, Bernarda. B ernarda: Dale a La P o n cia : Ya está n tom ando en el patio. B ernarda: Que salgan por donde han entrado. No quiero que pasen por aquí. 16 los h o m b r e s . ACTO PRIMERO PRIMERA PARTE M uchacha: (A Pepe el R o m a n o e s t a b a con los A n g u s t i a s .) hom bres del duelo. A ng ustia s: Allí estaba. B ernarda: Estaba su madre. Ella ha visto a su madre. A Pepe no lo ha visto ni ella ni yo. Las m ujeres en la iglesia no deben mirar más hombre que al oficiante, y a ése porque tiene faldas. Volver la cabeza es buscar el calor de la pana. (D an do un g o lp e d e b a s tó n en el su elo.) ¡Alabado sea Dios! T odas: (S a n tig u á n d o s e .) Sea por siempre bendito y alabado. ¡Descansa en paz con la sa n ta B ernarda: com paña de cabecera! T odas: ¡Descansa en paz! Con B ernarda: la lla v e q u e todo lo ab re y la mano que todo lo cierra. T odas: ¡Descansa en paz! B ernarda: y Concede el reposo a tu siervo Antonio María Benavides dale la corona de tu san ta gloria. (Se p o n e d e p ie y c a n ta .) R éq u iem a e t e r n a m d o n a eis, D om in e. T odas: Et lux p e r p e tu a lu c e a t eis. A m én. La P o n c i a : (E n tra n d o con u na b o ls a .) De parte de los hom bres esta bolsa de dineros para responsos. B ernarda: Dales las gracias M uchacha: Magdalena... B ernarda: (A Magdalena, y échales una copa de aguardiente. q u e in ic ia el lla n t o .) Chiss. (S a le n t o d a s .) ¡Andar a v u e s t r a s c a s a s a c r it ic a r tod o lo que h ab é is visto! Ojalá tardéis muchos años en pasar el arco de mi puerta. La P o n c i a : N o B ernarda: tendrás queja ninguna. Ha venido todo el pueblo. Sí, para llenar mi casa con el sudor de su ropa y el veneno de sus lenguas. 17 EA CASA DE 'BERNARDA ALBA| A m elia : ¡Madre, no hable usted así! B ernarda: E s a s í c o m o se tie n e que h a b la r en e s te m ald ito p u e b l o s i n r í o , p u e b l o d e p o z o s , d o n d e s i e m p r e s e b e b e el a g u a c o n el m i e d o d e q u e e s t é e n v e n e n a d a . La P o n cia : ¡Gomo han puesto la solería! B ernarda: Igual que si hubiera pasado por ella una m anada de cabras. ( L a P o n ci a A dela: lim p ia el su elo .) Niña, dame un abanico. Tome usted. (Le d a un a b a n ic o r e d o n d o con flo r e s ro ja s y v erd es.) (A rrojan d o el a b a n ic o al su elo .) ¿Es éste el abanico B ernarda: que se da a una viuda? Dame uno negro y aprende a respetar el luto de tu padre. M artirio: Tome B ernarda: M ar tir io : Y B ernarda: u s t e d el mío. ¿Y tú? o no tengo calor. Pues busca otro, que te hará falta. En ocho años que dure el luto no ha de e n tra r en e s ta c a sa el viento de la calle. H a c e r o s c u e n t a que h e m o s t a p ia d o con la d rillo s p u e r t a s y v entanas. Así pasó en casa de mi padre y en c asa de mi abuelo. M ientras, podéis em p eza r a bordar el a j u a r 2. En el a rca ten go veinte piezas de hilo con el que podréis cortar sábanas. Magdalena puede bordarlas. M agdalena: L o m i s m o m e d a . A dela: (A gria.) Si no queréis bordarlas irán sin bordados. Así las tuyas lucirán más. M agdalen a: Ni las mías ni las vuestras. Sé que yo no me voy a casar. Prefiero llevar sacos al molino. Todo m enos es ta r sentad a I días y días dentro de esta sala oscura. 2. 18 a ju a r : ro p a q u e a p o r t a la m u je r al m a t r i m o n i o . ACTO PRIMERO PRIMERA PARTE B e r n a r d a : E so t i e n e s e r m u j e r . Magdalen a: B ernarda: Malditas sean las mujeres. Aquí se hace lo que yo mando. Ya no puedes ir con el cuento a tu padre. Hilo y aguja para las hem bras. Látigo y muía para el varón. Eso tien e la g en te que n ace con posibles. (S a le A d e l a .) Voz: ¡Bernarda!, ¡Déjame salir! B ernarda: C riada: ¡Dejadla ya! (E ntra la C r i a d a .) Me ha costado mucho tra b ajo sujetarla. A pesar de sus ochenta años tu madre es fuerte como un roble. B ernarda: C riada: Tiene a quien parecerse. Mi abuela fue igual. Tuve durante el duelo que taparle varias veces la boca con un c o sta l vacío porque quería lla m a rte para que le dieras agua de fregar siquiera, para beber, y carne de perro, que es lo que ella dice que tú le das. M a r tirio : B ernarda: C riada : ¡Tiene mala intención! (A la C r i a d a .) Déjala que se desahogue en el patio. Ha sa ca d o del c o fre sus anillos am a tista s, se los ha puesto y y los p en d ien tes de me ha dicho que se quiere casar. (Las h ija s ríen .) B ernarda: Ve con ella y ten cuidado que no se acerque al pozo. C riada: N o t e n g a s m i e d o q u e s e t i r e . B ernarda: No es por eso... Pero desde aquel sitio las vecinas pueden verla desde su ventana. 19 C o m p r e n s ió n lectora y auditiva Q En este resumen de la primera parte hay algo equivocado. Corrígelo según el contenido del texto. Estamos en una gran ciudad. Acaba de morir el marido de Bernarda Alba. La Poncia, hermana de Bernarda, la quiere mucho: dice que es humilde y generosa y que los parientes de su marido la aman de todo corazón. Cuando Bernarda aparece con sus cinco hijas, se dirige a La Poncia con dureza y le dice que se vaya. Luego, acepta agradecida el abanico con flores rojas y verdes que le da su hija y dice que quiere abrir las ventanas de par en par para que la gente pueda asomarse y saludarla al pasar por la calle. O Contesta a las preguntas. m o 1 ¿Cuál entre las chicas amaba más al padre? 2 Según las palabras de la criada, ¿cómo era el muerto? 3 ¿Qué opina Bernarda sobre la gente que acudió al entierro? 4 ¿Qué pasó con la vieja María Josefa durante el duelo? 5 ¿Por qué, según tú, la tienen encerrada? Escucha la primera parte^del texto y contesta a las preguntas. 1 ¿Qué sonido se oye antes de las palabras del primer personaje? 2 ¿Por qué la criada después de la perorata en contra de Antonio María Benavides cambia repentinamente de tono? 3 ¿Qué tono de voz tiene Bernarda? 4 ¿En esta primera parte se oyen gritos, llantos, litanías. ¿Hay risas en algún momento? ¿Cuándo? 20 G r a m á t ic a Pon los verbos en negrita en imperativo negativo. 1 Limpia bien todo................................................. ............................................. 2 ¡Fastidíate, Antonio María Benavides! 3 Dales las gracias y échales una copa de aguardiente.................................................................................................. 4 Tome usted. ............................................. 5 Déjala que se desahogue en el patio. ............................................. 6 Ve con ella. ............................................. 7 Ten cuidado. ............................................. ............................................. Q Pon en imperativo afirmativo los verbos que están entre paréntesis y completa las instrucciones que Bernarda le da a La Poncia. 1 (Encerrar) .......................... a mi madre en su cuarto; 2 (tender) ............................las sábanas; 3 (preparar) .......................... la limonada; 4 (llevar) ............................las sillas al patio; 5 (irse) las tareas. de la habitación después de haber terminado A lg u n o s u s o s d e l g e ru n d io El gerundio puede ser simple o compuesto. Desde el punto de vista temporal, expresa acciones en desarrollo que: — duran. Estoy estu d ian d o p ara el exam en. — son simultáneas. Me p a sé las vacaciones tom an d o el sol, salien do por la n oche y durm iendo h a sta el m ediodía. La forma compuesta con el verbo e s ta r puede indicar una acción: — durativa terminada. A noche estuve viendo la tele h asta las 2 de la m adrugada. — futura. Dentro d e unas h oras esta ré p a s e a n d o contigo en la playa. 21 Q Completa las frases conjugando en gerundio los verbos del recuadro. escuchar aguantar celebrar planchar secar barrer limpiar ocuparme 1 Ayer me pasé la m añ ana........................ las bandejas de plata de Bernarda,........................ el patio y ........................ los manteles. 2 Dentro de unos meses todos nosotros estarem o s........................ las bodas de nuestra hermana. 3 ¡Estoy harta! No puedo estar toda la vida........................ su rabia, ........................ las lágrimas de sus hijas y ....................... de la loca de su madre. ¡Ya no puedo más! 4 Mañana creo que e s ta r é ........................ todo el día las quejas de Bernarda. L é x ic o Une estas expresiones con sus respectivos significados. 1 Q Tiene los dedos como ganzúas. 2 Q Le hicieron la cruz. 3 Q ¡Mal dolor de clavo le pinche en los ojos! 4 Q Mucha puntilla bordada, muchas camisas de hilo, pero pan y uvas por toda herencia. 5 Q Menos gritos y más obras. 6 Q] Haceros cuenta que hemos tapiado con ladrillos puertas y ventanas. a Aparentar un estado social alto y sin embargo tener poco dinero, b No querer volver a ver a alguien nunca jamás, c Desear que alguien sufra mucho, d Encerrarse en casa, e Como un garfio para abrir un cerradero, f No hace falta chillar, sino actuar. 22 S E G U N D A PARTE M a r tirio: N os v a m o s a c a m b i a r d e r o p a . B ernarda: Sí, pero no el pañuelo de la cabeza. (E ntra A d e l a .) ¿Y Angustias? A dela: (Con in te n c ió n .) La he visto a so m ad a a la rendija del portón. Los hombres se acabab an de ir. B ernarda: A dela: Me llegué a ver si habían puesto las gallinas. B ernarda: A dela: ¿Y tú a qué fuiste tam bién al portón? ¡Pero el duelo de los hom bres habría salido ya! (Con in te n ció n .) Todavía e s ta b a un grupo parado por fuera. B ernarda: (F u riosa.) ¡Angustias! ¡Angustias! A n g u stia s: (E n tran d o.) ¿Qué manda usted? B ernarda: ¿Qué mirabas A n g u stia s: A nadie. B ernarda: ¿Es decente que una mujer de tu clase vaya con el y a quién? anzuelo 1 d e trá s de un h om b re el día de la m isa de su pad re? ¡Contesta! ¿A quién m irabas? A n g u stia s: Y 1. o ... a n z u e lo : g a rfio p e q u e ñ o de m e t a l q u e sirve p a r a p e s c a r . 23 TA CASA DE 'BERNARDA ALBA| B ernarda: ¡Tú! A ng ustia s: ¡A nadie! B ernarda: (A v a n z a n d o co n el b a s t ó n .) ¡Suave! ¡Dulzarrona! (Le c/a.) La P o n c i a : ¡Bernarda, cálmate! (La s u jeta . B ernarda: ¡Fuera de aquí todas! (S alen .) C riada: A ng ustias llora.) (E n tran d o.) Ahí e s tá don Arturo, que viene a arreglar las particiones. B ernarda: patio. (A la V am os. (A la P o n c i a .) C r i a d a .) Tú em p ieza a b la n q u ea r el Y tú ve guardando en el arca grande toda la ropa del muerto. La P o n c i a : Algunas cosas las podríamos dar... B ernarda: Nada. ¡Ni un botón! ¡Ni el pañuelo con que le hemos tapado la cara! (E ntran A m elia: A m e l ia y M a r t i r i o .) ¿Te fija s te ? Adelaida no estuvo en el duelo. M artirio: Ya lo sabía. Su novio no la deja salir ni al tran co de la calle. Antes era alegre; ahora ni polvos echa en la cara. A m elia: Ya no sabe una si es m ejor ten er novio o no. Martirio : Es preferible no ver a un hombre nunca. Desde niña les tuve miedo. Los veía en el corral uncir los bueyes y levantar los costales de trigo entre voces y zapatazos, y siempre tuve miedo de crecer por tem or de encontrarm e de pronto abrazada por ellos. Dios me ha hecho débil y fea y los ha apartado definitivam ente de mí. A m elia: ¡Eso no digas! Enrique Humanes estuvo detrás de ti y le gustabas. Martirio: ¡Invenciones de la gente! Una vez estuve en cam isa detrás de la v en tan a h a sta que fue de día, porque me avisó con la hija de su gañán que iba a venir, y no vino. Fue todo c o s a de lenguas. Luego se casó con otra que tenía más que yo. 24 TA CASA DE 'BERNARDA ALBA A melia : ¡Y fea como un demonio! Martirio: ¡Qué Ies importa a ellos la fealdad! A ellos Ies importa la tierra, las yuntas y una perra sumisa que les dé de comer. A m elia: ¡Ay! (Entra M agdalena: ¿Qué hacéis? Martirio : A m elia: M a g d a le n a .) Aquí. ¿Y tú? Magdalena: Vengo de correr las cám aras. Por andar un poco. De ver los cu ad ro s bord ad os de n u e s t r a abuela, el p errito de lanas y el negro luchando con el león, que ta n to nos gustaba de niñas. Aquélla era una época más alegre. Una boda duraba diez días y no se usaban las malas lenguas. Hoy hay más finura. Las novias se ponen de velo blanco com o en las p oblacion es, y se bebe vino de botella, pero nos pudrimos por el qué dirán. Martirio: ¡Sabe Dios lo que en ton ces pasaría! ¿Y Adela? Magdalena: ¡Ah! Se ha puesto el tra je verde que se hizo para e s t r e n a r el día de su c u m p l e a ñ o s , se ha ido al c o r r a l y ha c o m e n z a d o a v o c e s : « ¡G a llin a s , g a llin a s, m ira d m e !» . ¡Me he tenido que reír! A m elia: ¡Si la hubiera visto madre! Magdalena: ¡Pobrecilla! Es la m ás jo v en de n o s o tra s ilusión. ¡Daría algo por verla feliz! I 26 y tien e C o m p r e n s ió n lectora Contesta a las siguientes preguntas. 1 Ya conoces a tres de las cinco hijas de Bernarda: Amelia, Martirio y Magdalena. ¿Cómo se llaman las dos que faltan? 2 ¿Por qué Bernarda se enfada con su hija mayor? 3 ¿Adonde se había ido Adela? 4 ¿Qué cuenta Martirio de su prometido? 5 ¿Por qué Enrique se casó con una mujer más fea que ella? 6 ¿Qué actitud tiene hacia los hombres? 7 ¿Qué cuenta Magdalena de la hermana menor? 8 ¿Por qué Adelaida se ha convertido en una mujer triste? L é x ic o Lee estas frases del texto: ¿qué palabras usarías en lugar de las que están subrayadas? Sigue el ejemplo. ¿Es decente que una mujer de tu clase vaya con el anzuelo detrás de un hombre? ¿E s decente que una mujer seduzca^a.uji.ho mbre?....................... 1 —Algunas cosas las podríamos dar... —¡Ni un botón! 2 A ellos Ies importa la tierra, la yunta y una perra sumisa que les dé de comer. 3 Una boda duraba diez días y no se usaban las malas lenguas. 27 G r a m á t ic a C o n d ic io n a l y fu tu ro El futuro y el condicional en español se forman añadiendo al infinitivo del verbo las siguientes terminaciones: Futuro Condicional yo -é -ía tú -ás -ías él, ella, usted -á -ía nosotros/as -emos -íamos vosotros/as -éis -íais ellos/as, ustedes -án -ían Todos los verbos que son irregulares en futuro, son irregulares también en condicional. El condicional pasado se forma con el verbo h a b e r + el participio pasado del verbo. Algunos usos del condicional: El condicional puede servir para: — formular hipótesis que se refieren a un pasado. B ernarda: Pero el duelo d e los h om bres h a b ría sa lid o ya. — aconsejar o expresar un d^seo futuro y formular hipótesis que se refieren a un futuro. Algunas cosas las p o d ría m o s dar. ¡Daría algo para verla feliz! Q Completa el esquema. Futuro Condicional habría pondré haré diría vendré 28 Q Completa las frases. Usa el condicional simple o pasado. 1 —¿Te (gustar) casarte con el velo blanco y todo? —A mí sí, pero no sé si mi novio (e s ta r ).......................... de acuerdo. A lo mejor (preferir, é l ) ...........................una boda más informal. 2 —¿Tú qué (h a c e r )............................si tu madre te hubiera pegado? —Depende, pero seguro que me (p o n er)............................muy mal. 3 Si mi marido no me hubiera dejado salir a la calle, (pedirle) ............................el divorcio inmediatamente. 4 —Adela se puso el vestido verde a pesar de lo que dijo nuestra madre. —Pero (volver).......................... a casa ya, ¿no? Deja que se ponga lo que quiera, pobre Adela, es joven todavía. 5 Yo ( h a c e r )..........................todo lo posible para casarme con un hombre y ser feliz. 6 —(Poder, n o s o tr o s )............................salir por la noche con nuestras amigas. —¿Estás loca? Nuestra madre nunca nos lo (perm itir)............................ Q Completa con por y para. 1 Una m ujer....................... casarse tiene que ir con el anzuelo detrás de los hombres. 2 Hilo y agu ja....................... las hembras; látigo y m uía.......................... el varón: esta es la ley de la vida. 3 Magdalena, ¿quieres bordar las sábanas? ¡ lo único que puede hacer una mujer soltera. 4 ........................ tener a un marido tan celoso, la pobre Adelaida no puede ni salir a la calle, pero es justo así. Mejor vigilar sobre las mujeres. 5 mí los hombres valen menos que las mujeres. Nosotras somos más sensibles, generosas y solidarias. mí! Total es 29 p A TE R C E R A PARTE A n g u stia s cru za la e s c e n a con u n as to a lla s en la m a n o . A ng ustia s: ¿Qué hora es? Magdalen a: A ng ustia s: A m elia : (,S a le Ya deben ser las doce. ¿Tanto? ¡Estarán al caer! A n g u s t i a s .) Magdalena: (Con in ten ción .) ¿Sabéis ya la cosa...? (S e ñ a la n d o a A n g u s t i a s .) • A m elia: N o . M agdalena: ¡Vamos! M a r tirio : ¡N o s é a q u é c o s a t e r e f i e r e s . . . ! Magdalen a: Mejor que yo lo sabéis las dos. Siempre cabeza con cabeza como dos ovejitas, pero sin desahogaros con nadie. ¡Lo de Pepe el Romano! Martirio : ¡Ah! Magdalen a: ¡Ah! Ya se co m en ta por el pueblo. Pepe el Romano viene a ca sarse con Angustias. Anoche estuvo rondando la casa y creo que pronto va a m andar un emisario. Martirio: 30 ¡Yo me alegro! Es buen mozo. |S TA CASA DE 'BERNARDA ALBA| A melia: Yo tam bién. Angustias tiene buenas condiciones. Ninguna de las dos os alegráis. Magdalena: M a r tirio: ¡Magdalena! ¡Mujer! Si viniera por el tipo de Angustias, por Angustias Magdalena: com o mujer, yo me alegraría, pero viene por el dinero. Aunque A n g u s t i a s es n u e s t r a h e r m a n a a q u í e s t a m o s en f a m i l i a y recon ocem os que e s tá vieja, enfermiza, y que siempre ha sido la que ha tenido m enos m éritos que todas n osotras, porque si con veinte años parecía un palo vestido, ¡qué será ahora que tien e cuarenta! Ma r t ir io : No h a b le s así. La s u e r t e v ien e a quien m e n o s la aguarda. A m el ia : ¡Después de todo dice la verdad! Angustias tiene el dinero de su padre, es la única rica de la casa y por eso ahora, que nuestro padre ha muerto y ya se harán particiones, vienen por ella! Magdalena: Pepe el R o m an o t ie n e v e in tic in c o a ñ o s y es el m e jo r tipo de to d o s e s t o s c o n t o r n o s . Lo n a tu ral se ría que te pretendiera a ti, Amelia, o a n uestra Adela, que tiene veinte años, pero no que venga a buscar lo m ás oscuro de e s ta casa, a una mujer que, como su padre, habla con las narices. Martirio : ¡Puede que a él le guste! Magdalen a: M artirio: (E ntra ¡Dios me valga! A d e l a .) Magdalen a: ¿Te han visto ya las gallinas? ¿Y qué queríais que hiciera? A dela: A melia: A dela: ¡Nunca he podido resistir tu hipocresía! ¡Si te ve nuestra madre te a rra stra del pelo! Tenía mucha ilusión con el vestido. Pensaba ponérmelo el día que vamos a comer sandías a la noria. No hubiera habido otro igual. 32 ACTO PRIMERO TERCERA PARTE Martirio: A dela: ¡Es un vestido precioso! Y que me e s tá muy bien. Es lo que m ejo r ha cortad o Magdalena. Magdalen a: A dela: ¿Y las gallinas qué te han dicho? Regalarme unas cuantas pulgas que me han acribillado las piernas. (Se ríen .) M ar tir io : Lo que puedes hacer es teñirlo de negro. Magdalen a: Lo m e jo r que p u e d e s h a c e r es r e g a l á r s e l o a Angustias para la boda con Pepe el Romano. A dela: A melia : A dela: (Con em o c ió n c o n te n id a .) ¡Pero Pepe el Romano...! ¿No lo has oído decir? No. Magdalena: A dela: ¡Pero si no puede ser! Magdalena: A dela: ¡Pues ya lo sabes! ¡El dinero lo puede todo! ¿Por eso ha salido d etrás del duelo y estuvo mirando por el portón? Y ese hombre es capaz de... Magdalena: Es capaz de todo. (P au sa.) Martirio : A dela: ¿Qué piensas, Adela? Pienso que es te luto me ha cogido en la peor época de mi vida para pasarlo. Magdalen a: A dela: Ya te acostu m brarás. (R o m p ien d o a llo ra r con ira.) ¡No, no me acostumbraré! Yo no quiero e s ta r en cerrad a. No quiero que se me pongan las carnes como a vosotras. ¡No quiero perder mi blancura en esta s habitaciones! ¡Mañana me pondré mi vestido verde y me echaré a pasear por la calle! ¡Yo quiero salir! (Entra la C r i a d a .) 33 TA CASA DE 'BERNARDA ALBA C riada: Pepe el Romano viene por lo alto de la calle. ( A m e l ia , M a r t ir i o / M a g d a l e n a Magdalen a: (A C riad a: co rren p r e su ro sa s.) ¡Vamos a verlo! A d e la .) ¿Tú no vas? A dela: N o m e i m p o r t a . C r ia da : Como dará la vuelta a la esquina, desde la ventana de tu cuarto se verá mejor. (A dela, d esp u és d e un in stan te, s a le ta m b ién y s e va rá p id a h a c ia su h a b ita c ió n . Entran B ernarda: B ernarda/ la P o n c i a .) ¡Malditas particiones! La P o n cia : ¡Cuánto dinero le queda a Angustias! B ernarda: Sí. La P o n cia : Y a l a s o t r a s , b a s t a n t e m e n o s . (E ntra A n gustias m u y c o m p u e s ta d e c a ra .) B ernarda: ¡Angustias! A ng ustia s: Madre. B ernarda: ¿Pero has tenido valor de ech arte polvos en la cara? ¿Has tenido valor de lavarte la cara el día de la misa de tu padre? No era mi padre. El mío murió hace tiempo. ¿Es que A n g u stia s: ya no lo recuerda usted? B ernarda: ¡Más debes a este hombre, padre de tus hermanas, que al tuyo! Gracias a este hombre tienes colmada tu fortuna. A n g u stia s: ¡Madre, déjem e usted salir! B ernarda: ¿Salir? Después que te hayas quitado esos polvos de la cara. ¡Suavona! ¡Espejo de tus tías! (Le qu ita v io len ta m en te con su p a ñ u e lo los p o lv o s.) ¡Ahora vete! La P o n c i a : ¡Bernarda, no seas tan inquisitiva! B ernarda: Aunque mi madre esté loca yo estoy con mis cinco sentidos y sé p erfe c ta m en te lo que hago. (E ntran to d a s.) Ma gdalen a: 34 ¿Qué pasa? ACTO PRIMERO TERCERA PARTE B ernarda: No pasa nada. M agdalen a: (A A n g u s t i a s . ) Si es que discutís por las particiones, tú, que eres la más rica, te puedes quedar con todo. A n g u st ia s: ¡Guárdate la lengua en la madriguera! B ernarda: (G o lp e a n d o en el su elo .) ¡No os hagáis ilusiones de que vais a poder conmigo. ¡Hasta que salga de es ta casa con los pies delante m andaré en lo mío y en lo vuestro! (Se oyen u n as v o ces y en tr a en e s c e n a B ernarda, M a rí a J o s e f a , la m a d r e d e viejísim a, a t a v ia d a con flo r e s en la c a b e z a y en el p e c h o .) Bernarda, ¿dónde e s tá mi mantilla? Nada de lo M aría J o s e f a : que tengo quiero que sea para vosotras, ni mis anillos, ni mi tra je n eg ro de m o a r é , porqu e n in g u n a de v o s o t r a s se va a c a s a r . ¡Ninguna! ¡Bernarda, dame mi collar de perlas! B ernarda: (A la C r i a d a .) C riada: ¡Se me escapó! M aría J osefa: ¿Por qué la habéis dejado en trar? Me e s c a p é p o rq u e me q u iero c a s a r , p o rq u e quiero casarm e con un varón herm oso de la orilla del mar, ya que aquí los hom bres huyen de las mujeres. B ernarda: ¡Calle usted, madre! M aría J o s e f a : N o , no me callo. No quiero ver a e s ta s m ujeres solteras, rabiando por la boda, haciéndose polvo el corazón, y yo me quiero ir a mi pueblo. ¡B ern ard a, yo quiero un v arón para casarm e y ten er alegría! B ernarda: ¡Encerradla! María J o s e f a : (La C ri ad a B ernarda: ¡Déjame salir, Bernarda! coge a M a r í a J o s e f a .) ¡Ayudarla vosotras! (T o d a s a r r a s tr a n a la vieja.) María J o s e f a : ¡Quiero irme de aquí! ¡Bernarda! ¡A c asarm e a la orilla del mar, a la orilla del mar! 35 C o m p r e n s ió n lectora y auditiva IBS' O Completa las frases, luego escucha el audio y comprueba tus respuestas. 1 Según la descripción de sus hermanas Angustias e s ................................. 2 Según Martirio, Pepe el Romano debería haberse casado con ...............................o .................................. 3 Adela cree que el luto de su padre la ha cogido en un momento particular de su vida porque................................. 4 Angustias se puso el polvo en la cara porque................................. 5 Según Bernarda, Angustias debería haber querido más a este hombre que a su padre verdadero porque................................. 6 María Josefa no quiere dejar sus cosas a las nietas porque 7 La anciana dice que se escapó porque................................. L é x ic o Q Completa las frases con las expresiones que consideres adecuadas. a Hasta que salga de esta casa con los pies delante b ¡Estarán al caer! c siempre cabeza con cabeza como dos ovejitas d ¡El dinero lo puede todo! 1 Q 2 —¡No es posible que ya sean las 3! —.....................¡El tiempo pasa tan veloz! —¡Parece mentira! ¡Pepe el Romano tan joven y guapo se va a casar con Angustias, que es mayor y más fea que él! 3 Q ] Bernarda dijo: «....................., decidiré yo de vuestra vida!» 4 □ 36 - A mí me dejáis sola como un hongo y vosotras dos....................... G r a m á tic a F ra se s c o n d ic io n a le s Las condicionales introducidas con si pueden servir para: — referirse a una condición futura que se cree realizable. Si adelantamos la boda, Pepe se ca sará con Angustias. (Si + presente de indicativo) — expresar una condición que se cree poco realizable. Si Bernarda abriera los ojos, se daría cuenta d e lo que está pasan do. (Si + pretérito imperfecto de subjuntivo) — hablar de una condición irrealizable del pasado. Si Bernarda m e hubiera escuchado, se h abría evitado la tragedia. (Si + pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo) Q Lee este diálogo imaginario entre Adela y Angustias y conjuga los verbos entre paréntesis en los tiempos adecuados. Adela: Si Pepe 1 ( c a s a r s e ) conmigo,2 (h a c e r ) ....... m ejor negocio porque soy m ás joven y bonita que tú. No 3 (d ecir) .......................... to n terías y 4 (quitarte) .........................ese vestido verde. Nuestra madre va a llegar dentro A n g u s t ia s : de poco y si 5 (v erte) así, te 6 (reg a ñ a rte) ............................ Adela: No 7 (c a m b ia r ) .......................... de tem a. ¿Y si Pepe 8 (estar e n a m o r a d o ) .......................... de otra? Si 9 (q u ere rte) ........................... de verdad, ya 10 ( c a s a r s e ) contigo y en cam bio la fech a de la boda está todavía sin fijar. La boda se postergó porque tu padre 11 (e s ta r )....................... enferm o y no 12 (p o d e r s e) .......................... organizar ni fiestas ni bodas. A n g u s t ia s : Yo, por mí, ya 13 (c a s a r m e ) puesto que ni siquiera era mi padre, pero nuestra madre no 14 (q u ere r)......................... Adela: ¿Y qué 15 (q u erer) ..........................que 16 (hacer, e lla ) ........................ ? Era su marido ¿no? 37 JM S :' ú __ V I1¡M7 _b__ E x p re s ió n oral Describe a estas mujeres, su ropa, el peinado, su maquillaje, el entorno. Puedes usar las palabras del recuadro. vaqueros 38 camiseta collar de perlas vestido quitasol La mujer en la España co n tem p o rán ea España, país de tópicos. Muchos declinados al masculino (el Cid Campeador, el Quijote, don Juan, el torero). Otros tantos al femenino: de la hechicera Celestina, a la Carmen abrasada por la pasión, de las M ajas que nos m iran irónicam ente de las telas de Goya, a las sevillanas con largos trajes coloridos y abanicos, para terminar con las posmodernas «chicas Almodóvar» del famoso director de la movida madrileña. Tras este conjunto de figuras literarias y artísticas, mujeres en carne y hueso, de la ciudad y del campo. ñ De estas últimas Federico García Lorca nos dejó en sus dramas rurales (Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba) retratos inolvidables: prisioneras de padres y maridos, sin derecho a la propiedad, vigiladas por madres inflexibles que las obligan a pasarse la vida encerradas en casa, bordando sábanas. Las mismas, por otro lado, que las radicales reformas sociales intentadas por la II República (1931) y la Constitución del mismo año habían tratado de «liberar» estableciendo la igualdad entre los sexos, la extensión del sufragio electoral y aprobando, en 1932, la Ley de divorcio más moderna del Continente. Una anciana mujer de un pueblo extremeño en los años 50. 40 Sin embargo, estos cambios tan radicales no tuvieron el tiempo necesario ni para llegar a las zonas más periféricas del país, ni para echar raíces en las ciudades: a los dos meses de escribirse La casa de Bernarda Alba, el reloj se fue para atrás y la mujer se vio otra vez relegada a la condición de ángel del hogar. Desde sus primeros años, la dictadura deshizo lo hecho por la República. Y la mujer española ocupó de forma estable la retaguardia en Europa. Se prohibió el sistema de educación mixta en las escuelas primarias, se derogó el reconocimiento del matrimonio civil, se ilegalizó el divorcio, se excluyeron las mujeres de la carrera judicial y hasta se llegó a impedir (textualmente) «la entrada de los perros y de las mujeres en la Bolsa». Al morir Francisco Franco hubo que quemar etapas, en este como en otros contextos. Claro, ya en las últimas fases del régimen hubo cambios profundos en la sociedad. Pero fue a partir de 1975 y de la Constitución de 1978 que la carrera se volvió frenética. Hoy en día, España está entre los países de Europa que más se han adelantado en términos de derechos civiles. Legislación matrimonial ultraliberal, eliminación de toda discriminación de raza, religión, ideología, de género y orientación sexual. En 2008 el Ministerio de Defensa (alcázar inexpugnable del machismo nacional) fue ocupado por una mujer, Carme Chacón, que prometió su cargo a los siete meses de embarazo. Claro está, no todo lo que reluce es oro. En algunas zonas de la Península las mujeres siguen teniendo un nivel de educación inferior y encuentran más dificultades en encontrar un empleo. Sigue abierta la llaga de los maltratos domésticos. Pero es mucho más lo que nos permite pensar que Bernarda y sus hijas, Yerma y la Novia de Bodas de sangre han ingresado por fin al m useo de las antigüedades nacionales. Carme Chacón. Q Contesta a las preguntas. 1 ¿Cómo es la mujer que nos presenta García Lorca en sus obras de teatro? 2 ¿Qué medidas se tomaron en los años 30? 3 ¿Cuáles son las diferencias entre los hombres y las mujeres de hoy? 4 ¿Existe un Ministerio de Igualdad en tu país? ¿Cómo se llama? 5 Según tú, ¿por qué la prensa nacional e internacional se ocupó de Carme Chacón? 42 ►►► P R O Y E C T O IN T E R N E T Mi Mujeres alteradas, víctim as y princesas Sigue las instrucciones de la página 10 para encontrar los sitios que te proponemos. 1 Elige una tira que te guste y descríbela. Justifica tu elección. 2 Lee la sinopsis del filme Te doy mis ojos y contesta a las preguntas: ¿Qué cuenta la película? ¿De qué año es? ¿Quién es el autor? ¿Cuántos premios ganó? 3 Lee el artículo 57.1, Título II de la Constitución española y contesta a las preguntas: ¿Quiénes heredan la Corona de España? ¿Qué orden se sigue en la sucesión? Según tú, ¿el artículo cumple con el principio de igualdad entre hombres y mujeres? Justifica tu respuesta. 43 P R IM E R A P A R T E I n te r io r d e la c a s a . L a s h ija s d e B e r n a r d a e s t á n s e n t a d a s en silla s b a ja s , c o s ie n d o . b o r d a . Con e lla s e s t á La P o n c i a . Ya he cortado la te rc e ra sábana. A n g u stia s: Le corresponde a Amelia. M a r tirio : Magdalena: Angustias, ¿pongo tam bién las iniciales de Pepe? No. A ng ustia s: M agdalen a: A m elia: Magdalena (G ritan d o.) Adela, ¿no vienes? Estará echada en la cama. La P o n cia : Ésa tiene algo. La encuentro sin sosiego, temblona, asustada, como si tuviese una lagartija en tre los pechos. No tiene ni más ni m enos que lo que ten em o s todas. Martirio : M agdalena: A n g u s t ia s : Todas, menos Angustias. Yo me encuentro bien, y al que le duela que reviente. Magdalena: Desde luego hay que recon o cer que lo m ejor que has tenido siempre es el talle y la delicadeza. A n g u stia s: Afortunadamente pronto voy a salir de este infierno. Magdalena: Martirio: 44 ¡A lo m ejor no sales! ¡Dejar esa conversación! IB TA CASA DE 'BERNARDA ALBA Y, además, ¡más vale onza en el arca que ojos negros A ng ustia s: en la cara! M agdalen a: (A Amelia: Por un oído me en tra y por otro me sale. La P o n cia .) Abre la puerta del patio a ver si nos entra un poco de fresco. M a r tirio: Esta noche pasada no me podía quedar dormida por el calor. A m elia: ¡ Y o t a m p o c o ! Magdalen a: Y o me le v a n té a r e f r e s c a r m e . H abía un nublo negro de to rm en ta y h a sta cayeron algunas gotas. La P o n c i a : Era la una de la madrugada y subía fuego de la tierra. También me levanté yo. Todavía es ta b a Angustias con Pepe en la ventana. Ma gdalen a: Magdalena, ¿a qué preguntas, si lo viste? A n g u stia s: A m elia: ¿Tan tard e? ¿A qué hora se fue? Se iría a eso de la una A n g u stia s: y media. Sí. ¿Tú por qué lo sa b es? A m elia: L o s e n t í t o s e r y o í l o s p a s o s d e s u j a c a . La P o n cia : ¡Pero si yo lo sentí m archar a eso de las cuatro! A n g u st ia s: ¡N o s e r í a él* La P o n cia : ¡Estoy segura! A m elia: A m í t a m b i é n m e p a r e c i ó . . . M agdalen a: La P o n cia: ¡Qué cosa más rara! Oye, Angustias, ¿qué fue lo que te dijo la primera vez que se acercó a tu v en tan a? A n g ustia s: M a r t ir io : Nada. ¡Qué me iba a decir? Cosas de conversación. Verdaderam ente es raro que dos personas que no se conocen se vean de pronto en una reja y ya novios. A I 46 n g u s t ia s : Pues a mí no me chocó. ACTO SEGUNDO PRIMERA PARTE A m elia: A mí me daría no sé qué. A n g ustia s: N o , p o r q u e c u a n d o u n h o m b r e s e a c e r c a a u n a r e j a y a s a b e p o r l o s q u e v a n y v i e n e n , l l e v a n y t r a e n , q u e s e le v a a d e c i r q u e sí . Martirio: Bueno, pero él te lo tendría que decir. A n g u stia s: A m elia: A ¡Claro! ¿Y cómo te lo dijo? P u es, n a d a : « Y a s a b e s que a n d o d e t r á s de ti, n g u s t ia s: n ecesito una m ujer buena, m odosa, y ésa eres tú, si me das la conformidad.» A melia: ¡A mí me da vergüenza de es ta s cosas! A n g ustia s: Y a mí, ¡pero hay que pasarlas! La P o n c i a : ¿Y A n g ustia s: Sí, siempre habló él. M a r tirio: h abló m á s ? ¿Y tú? A n g u stia s: Y o no hubiera podido. Casi se me salía el corazón por la boca. Era la primera vez que e s ta b a sola de noche con un hombre. M agdalena: Y un hombre tan guapo. A ng ustia s: N o t i e n e m a l t i p o . L a P oncia : Esas cosas pasan entre personas ya un poco instruidas, que hablan y dicen y mueven la mano... La primera vez que mi marido Evaristo el Colorín vino a mi ventana... ¡Ja, ja, ja! A melia: ¿ Q u é p a s ó ? La P o n c i a : Era muy oscuro. Lo vi acercarse y, al llegar, me dijo: «Buenas noches.» «Buenas Noches», le dije yo, y nos quedamos callados más de media hora. Me corría el sudor por todo el cuerpo. Entonces Evaristo se acercó, se acercó que se quería m eter por los hierros, y dijo con voz muy baja: «¡Ven que te tiente!». 47 TA CASA DE 'BERNARDA ALBA| (Ríen to d a s. A m elia: (E ntra M agdalena Magdalena: A dela: A m el ia s e lev a n ta c o rrien d o y e s p ía p o r una p u erta .) ¡Ay! Creí que llegaba nuestra madre. con A d e l a .) Pues, ¿no es ta b a s dormida? Tengo mal cuerpo. (Con in ten ció n .) ¿Es que no has dormido bien e s ta Mar t ir io : noche? A dela : S í. Martirio : A dela: ¿E n to nces? ¡Déjame ya! ¡Durmiendo o velando, no tien es por qué m e te rte en lo mío! ¡Yo hago con mi cuerpo lo que me parece! Martirio: A dela: ¡Sólo es interés por ti! I n t e r é s o in q u isición . ¿No e s t a b a i s c o s ie n d o ? Pues seguir. ¡Quisiera ser invisible, pasar por las habitaciones sin que me preguntarais dónde voy! C riada: (E n tr a .) B e r n a r d a os llam a. E s tá el h o m b re de los encajes. (S alen . Al s a lir A dela: ¡N o M a r t ir i o m ira fija m e n t e a A d e l a .) me mires más! Si quieres te daré mis ojos, que son fre s c o s , y mis espald as, para que te com p o n gas la jo r o b a que tienes, pero vuelve la ca&eza cuando yo pase. (Se va I 48 M a r t i r i o .) C o m p r e n s ió n lectora Q Contesta a las preguntas de un imaginario comisario de policía de acuerdo con el texto que acabas de leer. C o m is a r io : Señorita Martirio, ¿por qué anoche no podía dormir? M a r t i r i o : ( 1 ) ................................................................................................................................................................... C o m is a r io : ¿Alguna de vosotras se levantó por la misma razón? M a g d a l e n a : ( 2 ) ............................................................................................................................................................ La P o n c ia : ( 3 ) C o m is a r io : Y usted, señora, ¿qué vio? La P o n c ia : ( 4 ) C o m is a r io : ¿ Y A m e l ia : (5 ) C o m is a r io : A m e l ia : alguien sabe a qué hora se fue Pepe? ¿Y cómo lo sabe usted? ( 6 ) ........................................................................................................................................................................ C o m is a r io : C o m is a r io : ............................................................................................................................................................... ¿Cómo, cómo? ¿Está segura, señora? La P o n c ia : ( 8 ) m e l ia : ............................................................................................................................................................... ........................................................................................................................................................................ La P o n c ia : ( 7 ) A ............................................................................................................................................................... ............................................................................................................................................................... ¿Alguien puede confirmar la versión de la señora aquí? ( 9 ) ........................................................................................................................................................................ Todo eso suena muy raro, muy raro. ¿no se enteró de nada? C o m is a r io : A dela: Y usted, señorita Adela, (10) ...................................................................................................................... G r a m á tic a S u b o rd in a d a s te m p o ra le s d e fu tu ro c o n cuando Se trata de oraciones que establecen entre sí una relación de tiempo. Fíjate en esta frase de Adela: Vuelve la ca b ez a cu an do y o pase. Como puedes observar, se divide en una principal ('Vuelve la ca b ez a ) y en una subordinada que hace referencia a un futuro (cu an doyo pase). Sin embargo, en la subordinada no se usa el futuro simple, sino el subjuntivo. 49 Q Lee los comentarios de algunas de las protagonistas. ¿Quién usa subordinadas temporales de futuro? Márcalo con una X. A Pobre Angustias, cuando te des cuenta de lo que pasa, se te va a partir el corazón. m e l ia : M ag dalen a: A Cuando Adela le decía esto, estaba muy nerviosa. Cuando escuchó esas maldades, mi hermana se puso pálida. n g u s t ia s : Adela, Adela, cuando nuestra madre se entere de lo que pasa, se enfadará mucho. M a r t ir i o : L a P o n c ia : 0 Q Cuando vea a Bernarda, trataré de tranquilizarla. Construye frases con estos elementos. 1 Cuando pasar el periodo de luto / Pepe casarse conmigo. 2 Cuando terminar de hablar / decirte todo lo que te mereces. 3 Quitarme el vestido verde / cuando darme la gana. 4 Cuando mirarme / parece un demonio. Q Angustias habla de hombres que van y vienen, llevan y traen. ¿Te acuerdas del uso de estos verbos? Completa los espacios. Anoche, cuando Pepe el Romano (1 ) a verme me ( 2 ) ...................... una caja de bombones de regalo. Se la ( 3 ) ..................... un conocido suyo que ( 4 ) .....................a menudo a la capital. Pepe le pidió que se la ( 5 ) ...................... para celebrar mi santo. Fue muy amable, ¿no? A n g u s t ia s : A d ela: N o q u i e r o ni v e r l a , ( 6 ) ...........................a t u s a m i g a s y n o m e molestes con estos cuentos de ti y de Pepe el Romano y de cuando (7) a verte. ¡Déjame en paz! ¡Qué malos modales tienes, hija! ¿Acaso querías que te la (8) ...................... a ti? En lugar de chillar, recoge las sábanas que has arrojado al suelo y ( 9 ) .....................a tu habitación, que va a ( 1 0 ) ....................el cura y no quiero que vea este desastre. B ernarda: 50 Magdalena te ayudará. ¡Magdalena! (11)...................... a echarle una mano a tu hermana! M ag dalen a: Ya (1 2)..................... , ya(13 )........................ L é x ic o Q Busca en el texto las expresiones coloquiales y proverbiales que usan las protagonistas y escríbelas debajo de las frases correspondientes. 1 Yo pienso en mí y no me importa del dolor de los demás. 2 A los hombres lo que les interesa es el dinero, no la belleza. 3 Hago como si no hubiera escuchado nada de lo que uno me dice. 4 Estaba muy asustada y emocionada. E x p re s ió n escrita y oral Q Transforma los apuntes que ha tomado el comisario en el informe que tuvo que presentar a sus superiores (comprensión lectora, ejercicio 1). Ayer ca sa de las hrm s Alba, algo raro. Dic. una k e P. el R. se fu e a la 1, criada y otr. a las cuat. Una k e tos, otra ver en ventana. A lo me'). Mentira. A dela oj entornados: no dorm ir m ucho. Q Como ves, algo no le cierra al comisario. ¿Y a ti? ¿Qué crees que ha pasado? Cuéntaselo a tus compañeros. 51 1 S E G U N D A PARTE La P o n cia : ¡Adela, que es tu herm ana, y adem ás la que más te quiere! A dela: Me sigue a todos lados. A veces se asom a a mi cuarto para ver si duermo. No me deja respirar. Y siempre: «¡Qué lástima de cara! ¡Qué lástima de cuerpo, que no va a ser para nadie!» ¡Y eso no! Mi cuerpo será de quien yo quiera! La P o n c ia : (Con in ten ció n y en voz b a ja .) De Pepe el Romano, ¿no es eso? A dela: ¿Qué dices? La P o n c i a : ¡ L o A dela: ¡Calla! La P o n c i a : A dela: ¿Crees que no me he fijado? ¡Baja la voz! La P o n c i a : A dela: que digo, Adela! ¡Mata esos pensam ientos! ¿Qué sabes tú? La P o n c ia : Las viejas vem os a trav és de las paredes. ¿Dónde vas de noche cuando te levantas? A dela: ¡Ciega debías estar! La P o n c i a : Con la cabeza y las m anos llenas de ojos cuando se t r a t a de lo que se tra ta . Por mucho que pienso no sé lo que te 52 IB TA CASA DE 'BERNARDA ALBA propones. ¿Por qué te pusiste casi desnuda con la luz encendida y la v e n t a n a a b ie r t a al p a s a r Pepe el segundo día que vino a hablar con tu herm ana? A dela : ¡ E so n o e s v e r d a d ! La ¡No se a s com o los niños chicos! Deja en paz a tu P on cia: h erm ana y si Pepe el Romano te gusta te aguantas. ( A dela llora.) Además, ¿quién dice que no te puedas casar con él? Tu herm ana A n gustias es una e n f e r m a . Ésa no r e s is t e el p rim er p arto . Es e stre ch a de cintura, vieja, y con mi conocim iento te digo que se morirá. Entonces Pepe hará lo que hacen todos los viudos de esta tierra: se c asa rá con la más joven, la más hermosa, y ésa eres tú. Alimenta esa esperanza, olvídalo. Lo que quieras, pero no vayas con tra la ley de Dios. A dela: ¡Calla! La P o n cia : ¡ N o c a l l o ! A dela: M é te te en tu s c o sa s , ¡oledora!, ¡pérfida! Es inútil tu consejo. Ya es tarde. No por encima de ti, que eres una criada, por encima de mi madre saltaría para apagarme este fuego que tengo levantado por piernas y b o c a . ¿Qué puedes decir de mí? ¿Que me encierro en mi cuarto y no abro la puerta? ¿Que no duermo? ¡Soy m ás lista que tú! Mira a ver si puedes agarrar la liebre con tus manos. La P o n c i a : No me desafíes. ¡Adela, no me desafíes! Porque yo puedo dar voces, encender luces y hacer que toquen las campanas. A dela: Trae cuatro mil bengalas amarillas y ponías en las bardas del corral. Nadie podrá evitar que suceda lo que tiene que suceder. La P o n cia : A dela: ¡Tanto te gusta ese hombre! ¡Tanto! Mirando sus ojos me parece que bebo su sangre lentam en te. La P o n c ia : Y 54 o n o t e p u e d o oír. ACTO SEGUN 11231 SEGUNDA PARTE A dela: ¡Pues me oirás! Te he tenido miedo. ¡Pero ya soy más fuerte que tú! (Entra A n g u s t i a s .) A n g u stia s : ¡Siempre discutiendo! La P o n cia : Claro, se em peña en que, con el calor que hace, vaya a traerle no sé qué de la tienda. A n g u stia s: ¿Me com praste el bote de esencia? La P o n c i a : El más caro. Y los polvos. En la m esa de tu cuarto los he puesto. (S a le A dela: La A n g u s t i a s .) ¡Y chitón! P o ncia: ¡Lo verem os! (E n tran M a r t i r i o , A m e l ia / M agdalena. Se oyen un os c a m p a n illo s leja n o s, c o m o a tra v és d e v a rio s m u ros.) Magdalena: La P o n cia : M a r tirio : A dela: Son los hom bres que vuelven al trabajo. Hace un minuto dieron las tres. ¡Con este sol! (S e n t á n d o s e .) ¡Ay, quién pudiera salir ta m b ié n a los campos! Magdalena: Martirio: (S e n t á n d o s e .) ¡Cada clase tiene que hacer lo suyo! (S e n t á n d o s e .) ¡Así es! A m e l i a : ( S e n t á n d o s e .) ¡ A y ! Coro: (Muy leja n o .) Abrir puertas y ven tan as las que vivís en el pueblo; el segador pide rosas para adornar su sombrero. La P o n cia : ¡Qué canto! Ma r t ir io : (Con n o s t a lg ia .) Abrir p u erta s y v e n ta n a s las que vivís en el pueblo... A dela: (Con p a sió n .) ... el segador pide rosas para adornar su sombrero. 55 EA CASA DE 'BERNARDA ALBA (Se va a le ja n d o el c a n ta r .) Ahora dan vuelta a la esquina. La P oncia: A dela: Vamos a verlos por la v en tan a de mi cuarto. Tened cuidado con no en treabrirla mucho, porque La P o n c ia : son capaces de dar un empujón para ver quién mira. (Se van las tres. M artirio q u e d a s e n t a d a en la silla b a ja con la c a b e z a e n tr e las m a n o s.) A m elia: ¿Qué te pasa? M a r t i r i o : M e s i e n t a m a l el c a l o r . A m elia: ¿ N o es m ás que eso ? M ar tir io : Estoy d eseand o que llegue noviem bre, los días de lluvia, la escarcha; todo lo que no sea este verano interminable. A m elia : Ya pasará y volverá otra vez. Martirio : A m elia: No sé. Yo duermo como un tronco. ¿Por qué? Martirio : A m elia : ¡Claro! ¿A qué hora te dormiste anoche? Por nada, pero me pareció oír gente en el corral. ¿Sí? Ma rtirio: Muy tarde. A melia: ¿ Y n o t u v i s t e m i e d o ? Martirio : A m elia: No. Ya lo he oído otras noches. Quizá una mulilla sin desbravar. M a r t ir io : (E n tre d ie n t e s y co n s e g u n d a in ten ció n .) ¡Eso, eso!, una mulilla sin d e s b r a v a r 1. A m elia: ¡Hay que prevenir! Martirio : A melia : 56 ¡No, no! No digas nada. Puede ser un barrunto 2 mío. Quizá. 1. s in d e s b r a v a r : q u e no se h a d o m a d o t o d a v í a . 2. b a r r u n to : c o n je t u r a . C o m p r e n s ió n lectora y auditiva Q Contesta a las preguntas. 1 ¿Angustias se da cuenta del tema de conversación entre su hermana y la criada? Justifica tu respuesta. 2 Según tú, ¿a quién se refiere Magdalena cuando dice que «Cada clase tiene que hacer lo suyo»? 3 ¿Cuál es la diferencia de actitud entre Martirio y Adela cuando repiten el estribillo de la canción? ¿Cómo la explicas? 4 ¿Por qué, según tú, Martirio se siente mal? 5 En tu opinión ¿a qué se debía el ruido que habíaoído Martirio la noche anterior? Q Marca con una X si las afirmaciones son verdaderas (V) o falsas (F). 1 La Poncia y Amelia se pelean por Pepe el Romano. 2 La Poncia cree que Angustias se morirá temprano. 3 Adela quiere poner bengalas en el corral. 4 La Poncia se ha olvidado de comprar el polvo y la esencia para Angustias. 5 A Martirio le gusta más el otoño que el verano. □ □ □ □ □ □ □ □ □ □ i t O Vuelve a escuchar el texto y fíjate en los cambios de tono en la conversación entre Adela y La Poncia. ¿Cómo podrías definir el estado de ánimo de las dos mujeres? Sigue las sugerencias. Al principio A dela e s t á ..................... , lu e g o y al fin al La Poncia em pieza a hablarle a Adela c o n ...................... lu e g o ..................... Al f i n a l ....................... 57 G r a m á tic a E x p re s a r un d e s e o Ojalá + imperfecto de subjuntivo expresa un deseo que tiene poca o ninguna posibilidad de realizarse. A p esa r de mis 90 años, ¡ojalá p u d iera en contrar un novio! Observa las frases y forma oraciones con o ja lá + pretérito imperfecto de subjuntivo. ¡Ay quién pudiera salir también a los campos! . 0 rn2 s..?.?jjr..sJ.?.?..9.9.cr.p.?.?.I............................. 1 Pepe enamorarse de mí. 2 Pepe verme con mi vestido verde. 3 Bernarda ser más generosa conmigo. 4 Poder evitar que la gente se enterara de lo que está pasando. 5 Dejarme salir de mi cuatro para ir a la orilla del mar. 6 Poder casarme con la más joven de las hermanas. ¿Quién habría podido pronunciar las frases del ejercicio anterior? 1 2 3 ............................... 4 5 ............................... 6 Q Usa pero, sin o , sin em b a rg o o to d a v ía , según el sentido del texto. Adela parece muy segura de sí misma, (1)............................cuando La Poncia la regaña, se pone a llorar. ( 2 ) .......................... . La Poncia 58 sigue hablándole con dureza y sinceridad y eso no para herirla, ( 3 ) ..........................porque quiere evitar problemas. La boda no se ha fijado ( 4 ) ............................y tiene miedo de que pase algo que la impida. (5) .......................... Adela no quiere escucharla. Todas la hermanas Alba sufren por su condición, ( 6 ) algunas están resignadas, otras no. Nadie sabe ( 7 ) lo que va a pasar dentro de poco. V e rb o s d e c a m b io d e e s ta d o Para expresar el devenir, en español se usan varias formas. Ponerse indica un cambio repentino y temporáneo. Al escucharm e, se puso pálida. Volverse expresa un cambio rápido y a veces bastante duradero. Ú ltim am ente se ha vuelto b a sta n te antipático. Hacerse se refiere a tranformaciones más duraderas en el tiempo que pueden ser fruto de la voluntad del sujeto. Santiago se hizo cura. Llegar a ser expresa un cambio que es el resultado final de un esfuerzo o de un proyecto. Llegó a ser m édico despu és d e tantos añ os d e estudio. Q Completa el texto con las expresiones de cambio adecuadas. El primer marido de Bernarda Alba (1)......................................uno de los hombres más ricos del pueblo. Por eso le dejó mucho dinero a su hija. Sus hermanas, al enterarse de las particiones, ( 2 ) .................................... muy mal porque a ellas Ies quedaba poco dinero y las posibilidades de casarse ( 3 ) ..................................... cada vez menores. Adela, sobre todo, ( 4 ) loca al pensar que Pepe iba a casarse con Angustias y ( 5 ) ..................................... como una fiera cuando La Poncia la regañó. A pesar de todo, estaba convencida de que (6) ......................................la mujer de Pepe. 59 E x p re s ió n escrita y oral Vuelve a formular con otras palabras lo que dicen Adela y La Poncia, de acuerdo con el contexto. Sigue el ejemplo. Las viejas vemos a través de las paredes. Las person as m ayores nos en teram os de to d o . Q 1 ¡No seas como los niños chicos! 2 Por encima de mi madre saltaría para apagarme este fuego que tengo levantado por piernas y boca. 3 Yo puedo dar voces, enceder luces y hacer que toquen las campanas. 4 ¡Ay quién pudiera salir también a los campos! La conversación entre Adela y La Poncia nos proporciona un retrato fiel de la sociedad de aquella época. Escribe un texto (120 palabras) ayudándote con las preguntas siguientes. ¿Qué significado tienen las frases que Martirio sigue repitiéndole a su hermana? ¿Qué solución sugiere La Poncia para que Adela se tranquilice? ¿Por qué, según Adela, la criada no tiene que meterse en sus cosas? ¿Qué sentido tiene la frase de Magdalena «Cada clase tiene que hacer lo suyo»? ¿Qué podrían hacer los hombres si se enteraran de que hay alguien detrás de la ventana? ¿Las mujeres hubieran podido hacer lo mismo? • Q Vuelve a leer la última escena que concluye la segunda parte y sigue las pistas de reflexión. Luego, contesta a las preguntas. Martirio ha oído más de una vez ruidos en el corral a eso de las cuatro de la madrugada. Se lo comenta a su hermana Amelia. Ésta cree ingenuamente que se trata de «una muía sin desbravar» y la hermana aparenta creérselo. En realidad ella sabe muy bien que Pepe el Romano se ve con su prometida Angustias a cierta hora de la noche y con su querida Adela a otra. 1 ¿Qué significado asume la «segunda intención» de Martirio? 2 ¿De qué puede ser símbolo la «muía sin desbravar»? 3 En tu opinión ¿cuál de las dos citas hiere más lastimosamente a Martirio? ¿Por qué? 60 i ' % T E R C E R A PAR TE (E ntra fu r io s a en e s c e n a .) ¿Dónde e s tá el retrato de J B S A n g u stia s: Pepe que tenía yo debajo de mi alm ohada? ¿Quién de v oso tras lo tiene? Ninguna. M ar tir io : A m elia : Ni que Pepe fuera un San Bartolom é de plata. A n g u s t ia s : ¿Dónde está el retrato? (Entran La P on ci a , M a g da le n a y A d e l a .) A dela: ¿Qué re tra to ? A n g u stia s: Una de vosotras me lo ha escondido. Magdalena: A n g u st ia s: ¿Tienes la desvergüenza de decir esto? Estaba en mi cuarto y ya no está. M a r tirio : ¿ Y no se habrá escapado a medianoche al corral? A Pepe le gusta andar con la luna. A n g u stia s: ¡No me g a stes bromas! Cuando venga se lo contaré. La P o n cia : ¡Eso, no! ¡Porque aparecerá! (M irando a A n g u stia s: ¡Me gustaría saber cuál de vosotras lo tiene! A dela: (M irando a M a r tirio : B ernarda: M a r t i r i o .) A d e l a .) ¡Alguna! ¡Todas, menos yo! (Con in ten ció n .) ¡Desde luego! (E n tran d o con su b a s tó n .) ¿Qué escándalo es éste en 61 XA CASA DE 'BERNARDA ALBA| mi casa y con el silencio del peso del calor? Estarán las vecinas con el oído pegado a los tabiques 1 de la casa. A ng ustia s: Me han quitado el retra to de mi novio. B ernarda: ¿Quién? ¿Quién? A n g u stia s: ¡Éstas! ¿Cuál de vosotras? ¡Contestarme! (Silencio. A B ernarda: L a P oncia .) Registra los cuartos, mira por las camas. Esto tiene no ataros más cortas. ¡Pero me vais a soñar! (A A n g u s t i a s .) ¿Estás segura? A n g u stia s: Sí. B ernarda: ¿ L o h a s b u s c a d o b ie n ? A n g u stia s: Sí, madre. Me hacéis al final de mi vida beber el veneno más amargo B e r nar da : que una madre puede resistir. (A L a P o n c i a .) ¿ N La P o n c i a : (E n tran d o.) Aquí B ernarda: ¿Dónde lo has encontrado? o lo en cuentras? está. La P o n cia : E s t a b a . . . B ernarda: Dilo sin tem or. La P o n c i a : Entre las sában as de la cam a de Martirio. B ernarda: ¿ E s verd ad ? M a r tirio : ¡ E s v e r d a d ! B ernarda: (A v a n z a n d o y g o l p e á n d o l a c o n el b a s t ó n .) ¡Mala puñalada te den, m osca muerta! ¡Sembradura de vidrios! M a r tirio : ¡N o m e p e g u e u s t e d , m a d r e ! ¡Todo lo que quiera! B ernarda: Martirio: ¡Si yo la dejo! ¿Lo oye? ¡Retírese usted! La P o n cia : N o f a l t e s a t u m a d r e . A n g u stia s: B ernarda: (C o g ien d o a I 1. 62 B e r n a r d a .) Déjela. ¡Por favor! Ni lágrimas te quedan en esos ojos. t a b iq u e s : p a red e s. M artirio : N o B ernarda: voy a llorar para darle gusto. ¿Por qué has cogido el retra to ? M a r t ir i o : ¿ E s que yo no puedo gastar una broma a mi hermana? ¿Para qué otra cosa lo iba a querer? A dela: N o ha sido b rom a , que tú no has gu stad o n u n ca de juegos. Ha sido otra cosa que te rev en taba el pecho por querer salir. Dilo ya claram ente. 63 TA CASA DE 'BERNARDA ALBA ¡Calla Mar t ir io : y no me hagas hablar, que si hablo se van a ju n ta r las paredes unas con otras de vergüenza! ¡La mala lengua no tiene fin para inventar! A dela: ¡Adela! B ernarda: M agdalenas A m elia: Y nos apedreáis con malos pensam ientos. Martirio: A dela: Estáis locas. Otras hacen cosas más malas. Hasta que se pongan en cueros de una vez y se las lleve el río. ¡Perversa! B ernarda: A n g u st ia s: Y o no ten g o la culpa de que Pepe el R om an o se haya fijado en mí. A dela: ¡Por tus dineros! A ng ustia s: ¡Madre! B ernarda: ¡Silencio! M artirio: Por tus m arjales 2 y tus arboledas. M a g d a l e n a : ¡ E s o e s lo j u s t o ! B ernarda: ¡Silencio digo! Yo veía la to r m e n t a venir, pero no creía que estallara t a n pronto. ¡Ay, qué pedrisco de odio habéis echado sobre mi corazón! Pero todavía no soy anciana y tengo cinco cadenas para voso tras y e s ta casa levantada por mi padre para que ni las hierbas se en te re n de mi desolación. ¡Fuera de aquí! (Salen. B ernarda se s ie n t a d e s o la d a . La P oncia está d e p ie a r r im a d a a los m u ros.) ¡Tendré que sentarles la mano! Bernarda, ¡acuérdate que é s ta es tu obligación! I 2. m a r ja le s : t e r r e n o b ajo y p a n t a n o s o : a q u í se u s a c o m o t i e r r a s p e r o en s e n t i d o d e sp e c t iv o . 64 C o m p r e n s ió n lectora Completa el texto, utilizando las palabras del recuadro. Pepe el Romano (x 2) Amelia y Magdalena amantes se resigna a Magdalena guarda Amelia hijas Angustias protagonistas citas acciones retrato hombre Hacia el final del segundo acto, García Lorca deja de lado a algunos personajes. De las cinco (1 ).............................de Bernarda, dos, es decir ( 2 ) ........................... se ven reducidas a la función de testimonios, de reveladoras de una dialéctica familiar enloquecida. Igualmente, los caracteres de las ( 3 ) ........................... principales se van precisando cada vez más. El autor ha sembrado en sus nombres indicios de su índole. Nomen ornen (un nombre, un destino), para decirlo así. Las tres luchan por el único ( 4 ) .............................presente en la escena. La rica herencia de ( 5 ) ........................... le garantiza la promesa de matrimonio con ( 6 ) ............................... Mantiene citas con su prometido, ( 7 ) ........................... debajo de la almohada el retrato de él. Se enorgullece de su condición de futura casada. Adela, la que por ser más bella y joven se siente menos condicionada por las obligaciones sociales, interpreta su papel de exitosa competidora al bien disputado. Las ( 8 ) clandestinas a las cuatro de la madrugada confirman su dominio sobre el corazón de ( 9 ) ............................. Martirio se queda a medias. Martirizada por su eros no satisfecho, hasta habría podido aceptar la boda de Pepe y Angustias, pero no (10) ........................... dejárselo a Adela. Encontrándose en vilo entre las dos competidoras, ve multiplicarse su frustración. La dinámica de los acontecimientos la condenaría a la función pasiva de sus hermanas (11) ........................... y (12)........................... Peroel empuje de la pasión le dicta (1 3).............................que llevan al desenlace de la tragedia. Espía a los dos (1 4 )........................... , roba el (1 5)............................ busca su venganza. Su martirio personal causará el desastre, el martirio general de la casa. 65 L é x ic o Q Busca en la sopa de letras 5 palabras que aparecen en el texto y que corresponden a estas definiciones. 1 Colchón pequeño que sirve para apoyar la cabeza en la cama. 2 En las casas o en el campo, sitio cerrado o descubierto que sirve para guardar animales. A L 0 R R 0 C L C Lienzo de tejido para cubrir la cama y colocar el cuerpo entre el de arriba y el de abajo. N C 0 R R O M C M A A 0 M R O A D B 4 Burla, diversión. A R A A R R 0 5 Sitio poblado de árboles, sombrío y ameno. S 3 0 B A D E L O B R A B N R R H S H R S 0 C L D E L M B R A Y A D E A 0 B R A Busca en el texto las siguientes frases y escribe otras de significado equivalente. 1 Ni que Pepe fuera un San Bartolomé de plata. 2 ¡No me gastes bromas! 3 Estarán las vecinas con el oído pegado a los tabiques. 4 Me hacéis al final de mi vida beber el veneno más amargo que una madre puede resistir. 5 Ni lágrimas te quedan en esos ojos. 6 ¡Si hablo se van a juntar las paredes unas con otras de vergüenza! 7 ¡La mala lengua no tiene fin para inventar! 8 ¡Ay, qué pedrisco de odio habéis echado sobre mi corazón! 66 E x p re s ió n escrita pgt-E O Eres Martirio.Escribe a una amiga y cuéntale lo que está pasando en tu casa (150-200 pálabras, 15-20 líneas). Sigue las sugerencias. Describe el clima que se vive en la casa de tu madre por su culpa. Cuéntale tu experiencia frustrada con Enrique. Dile lo que ha significado Pepe para ti, qué tal te ha parecido, como te has encaprichado con él. Confiésale que te has puesto al acecho a raíz de los ruidos por la noche. Y lo que has descubierto. Trata de disculparte por la locura de robar el retrato. Q Eres Pepe. Le estás contando a un amigo lo que está pasando. Completa el diálogo. P e p e : (1 ) ................................................................................................................................................................... A migo : P ep e: ¿Por qué? No te vas a casar con Angustias dentro de poco? ( 2 ) .................................................................................................................... A migo : ¡N o lo p u e d o c r e e r ! ¿ Y s u m a d r e lo s a b e ? P e p e : ( 3 ) ................................................................................................................................................................... ¡Ah! Menos mal. Con el carácter que tiene... ¿Y Angustias se ha enterado? A migo : P e p e : ( 4 ) ................................................................................................................................................................... ¿Y cómo funciona todo esto? ¿Cuándo te encuentras con Angustias? A migo : P e p e : ( 5 ) ................................................................................................................................................................... A migo : ¿Y con Adela? P e p e : ( 6 ) ................................................................................................................................................................... A migo : ¿Y no tienes miedo de que alguien te vea? P e p e : ( 7 ) ................................................................................................................................................................... Ten cuidado, entonces, porque Martirio es la más amargada entre las hermanas y no se sabe qué se le podría ocurrir. A migo : 67 ►►► P R O Y E C T O IN T E R N E T Una guerra en blanco y negro Sigue las instrucciones de la página 10 para encontrar los sitios que te proponemos y contesta a las preguntas siguientes. 1 ¿Por qué el cuadro Guernica de Picasso está relacionado con la Guerra civil española? 2 ¿Quién se lo encargó al pintor? C.mro d* Arte Reina Sofía - La coleccon 9 tato 'Vwww.mtiseoremasofia es 3 ¿Qué se ve en el cuadro? 4 ¿Dónde se encuentra el Museo de Arte Reina Sofía? 5 ¿Qué estilos sigue el pintor en su obra? 6 Elige un cuadro -entre los que se encuentran en el mismo M useo- y descríbelo. Justifica tu elección. A n te s de leer Q Une con flechas estas palabras con sus antónimos según el significado que tienen en el texto de García Lorca. 1 alejar a 2 lista b verdad 3 desatar c 4 perseguir d llegar atar rebelarse 5 gozar e señorito 6 mentira f acercar 7 marchar 8 subir g defender h bajar 9 obedecer i sufrir gañán j boba 10 68 CUARTA P A R T E La P o n cia : ¿Puedo hablar? B ernarda: Habla. Siento que hayas oído. Nunca e s tá bien una e x tra ñ a en el centro de la familia. La P o n c ia : L o visto, visto está. B ernarda: Angustias tiene que ca sa rse en seguida. La P o n cia : Claro; hay que retirarla de aquí. B ernarda: No a ella. ¡A él! La P o n cia : ¡Claro, a él hay que alejarlo de aquí! Piensas bien. B ernarda: No pienso. Hay cosas que no se pueden ni se deben pensar. Yo ordeno. La P o n c ia : ¿Y tú crees que él querrá m arch arse? B ernarda: (L e v a n t á n d o s e .) ¿Qué imagina tu cabeza? L a P o n c i a : Él, B ernarda: claro, ¡se ca sará con Angustias! Habla. Te conozco demasiado para sab er que ya me tienes preparada la cuchilla. La P o n c i a : Nunca pensé que se llamara asesin ato al aviso. B ernarda: ¿Me tien es que prevenir algo? La P o n c ia : Yo no acuso, Bernarda. Yo sólo te digo: abre los ojos y verás. B ernarda: ¿Y verás qué? 69 EA CASA DE 'BERNARDA ALBA| Siempre has sido lista. Has visto lo malo de las gentes La P o n c i a : a cien leguas. Muchas veces creí que adivinabas los pensamientos. Pero los hijos son los hijos. Ahora es tá s ciega. ¿Te refieres a Martirio? B ernarda: L a P oncia : Buéno, a Martirio... ¿Por qué habrá escondido el retrato? Después de todo, ella dice que ha sido una broma. B ernarda: ¿Qué otra cosa puede ser? La P o n c ia : ¿Tú B ernarda: No lo creo. ¡Es así! La P o n c i a : Basta. Se tr a t a de lo tuyo. Pero si fuera la vecina de lo c r e e s a s í ? enfren te, ¿qué sería? B ernarda: Ya empiezas a sa ca r la punta del cuchillo. La P o n c ia : Bernarda, aquí pasa una cosa muy grande. Yo no te quiero ech a r la culpa, pero tú no has dejado a tus hijas libres. Martirio es enamoradiza, digas lo que tú quieras. ¿Por qué no la dejaste c asa r con Enrique Humanes? ¿Por qué el mismo día que iba a venir a la v en tan a le m an d aste recado que no viniera? ¡Y lo haría mil veces! ¡Mi sangre no se ju n ta con la B ernarda: de los Humanes mientra^ yo viva! Su padre fue gañán. La P o n cia : ¡ Y a s í t e v a a ti c o n e s o s h u m o s ! B ernarda: Los tengo porque puedo tenerlos. Y tú no los tienes porque sabes muy bien cuál es tu origen. La P o n c i a : ¡No me lo recuerdes! Estoy ya vieja, siempre agradecí tu protección. B e r n a r d a : ¡ N o lo p a r e c e ! La P o n c i a : A Martirio se le olvidará esto. B ernarda: Y si no lo olvida peor para ella. No creo que ésta sea la « c o s a muy g ran d e» que aquí pasa. Aquí no p asa nada. ¡Eso quisieras tú! Y si pasara algún día estáte segura que no traspasaría las paredes. 70 ACTO SEGUNDO CUARTA PARTE La P o n c ia : ¡ E s o no lo sé yo! En el pueblo hay gentes que leen tam bién de lejos los pensam ientos escondidos. B ernarda: ¡Cómo gozarías de vernos a mí y a mis hijas camino del lupanar! La P o n cia : ¡Nadie puede conocer su fin! B ernarda: ¡Yo sí sé mi fin! ¡Y el de mis hijas! El lupanar se queda para alguna mujer ya difunta... La P o n cia : ¡Bernarda! ¡Respeta la m em oria de mi madre! B ernarda: ¡No me persigas tú con tus malos pensam ientos! La P o n cia : Mejor será que no me m eta en nada. B ernarda: Eso es lo que debías hacer. Obrar y callar a todo. Es la obligación de los que viven a sueldo. La P o n c ia : Pero no se pu ed e. ¿A ti no te p a r e c e que Pepe estaría m ejor casado con Martirio o... ¡sí!, con Adela? B ernarda: N o m e p a r e c e . La P o n c ia : Adela. ¡Ésa es la verdadera novia del Romano! B ernarda: Las cosas no son nunca a gusto nuestro. L a P oncia : Pero les cuesta mucho trabajo desviarse de la verdadera inclinación. A mí me parece mal que Pepe esté con Angustias, y a las gentes, y hasta al aire. ¡Quién sabe si se saldrán con la suya! B ernarda: ¡Ya e s ta m o s otra vez!... Te deslizas para llenarme de m alos su eñ os. Y no quiero e n te n d e r te , porque si llegara al alcance de todo lo que dices te tendría que m atar. La P o n c i a : ¡ N o l l e g a r á l a s a n g r e a l r í o ! B ernarda: ¡A fortu nadam en te mis hijas me resp eta n y ja m á s torcieron mi voluntad! La P o n cia : ¡ E so sí! P ero en c u a n t o las d e je s s u e l t a s se te subirán al tejado. B ernarda: ¡Ya las bajaré tirándoles cantos! La P o n cia : ¡Desde luego eres la más valiente! 71 EA CASA DE 'BERNARDA ALBA| B ernarda: ¡Siempre gasté sab rosa pimienta! La P o n c i a : ¡Pero lo que son las cosas! A su edad. ¡Hay que ver el entusiasmo de Angustias con su novio! ¡Y él también parece muy picado! Ayer me contó mi hijo mayor que a las cuatro y media de la madrugada, que pasó por la calle con la yunta, estaban hablando todavía. B ernarda: ¡A l a s A ng ustia s: (E n tran d o.) ¡Mentira! c u a tro y m ed ia! La P o n cia : E s o m e c o n t a r o n . (A A n g u s t i a s .) ¡Habla! B ernarda: A ng u stia s: Pepe lleva más de una se m a n a m arch án d o se a la una. Que Dios me m ate si miento. (E n tr a n d o .) Yo t a m b ié n lo s e n t í m a r c h a r s e a las Ma r t ir io : cuatro. Pero, ¿lo viste con tus ojos? B ernarda: M a r t ir io : No q u ise a s o m a r m e . ¿No h a b l á is a h o r a por la ven tan a del callejón? A ng ustia s: Y o h a b l o p o r la v e n t a n a d e m i d o r m i t o r i o . (A p a rece A de l a en la p u e r t a .) M artirio : Entonces... B ernarda: ¿Qué es lo que pasa aquí? La P o n c i a : ¡Cuida de en terarte! Pero, desde luego, Pepe esta b a a las cuatro de la madrugada fuera de tu casa. B ernarda: ¿ L o s a b e s s e g u r o ? La P o n cia : A dela: Seguro no se sabe nada en esta vida. Madre, no oiga usted a quien nos quiere perder a todas. B ernarda: ¡Yo sabré enterarme! Si las gentes del pueblo quieren levantar falsos testimonios se encontrarán con mi pedernal. No se hable de este asunto. Hay a veces una ola de fango que levantan los demás para perdernos. 72 TA CASA DE 'BERNARDA ALBA| A mí no me gusta mentir. Ma rtirio: La P o n c i a : Y a l g o h a b r á . No habrá nada. Nací para te n e r los ojos ab iertos. B ernarda: Ahora vigilaré sin cerrarlos ya h asta que me muera. A ng ustia s: Y B ernarda: o te n g o d e re ch o de e n te ra rm e . Tu no tienes derecho más que a obedecer. Nadie me traiga ni me lleve. (A L a P o n c i a .) Y tú te m etes en los asuntos de tu casa. ¡Aquí no se vuelve a dar un paso sin que yo sienta! C riada: (E n tran d o.) ¡En lo alto de la calle hay un gran gentío y todos los vecinos están en sus puertas! B ernarda: (A L a P o r c i a .) ¡Corre a e n tera rte de lo que pasa! (Las m u jeres co rren p a r a salir.) ¿Dónde vais? Siempre os supe m ujeres v en tan eras y rompedoras de su luto. ¡Vosotras al patio! (S alen y co n e lla s A dela, B ernarda. S e o y en r u m o r e s le ja n o s . E n tran M a rtirio y q u e s e q u e d a n e s c u c h a n d o y sin a t r e v e r s e a d a r un p a s o m á s d e la p u e r ta d e sa lid a .) Martirio : A dela: También hubiera hablado yo. M a r tirio : A dela: Agradece a la casualidad que no d esaté mi lengua. ¿Y qué ibas a decir? ¡Querer no es hacer! Hace la que puéde y la que se adelanta. Tú querías, pero no has podido. M artirio : N o s e g u i r á s m u c h o t i e m p o . A dela: ¡L o t e n d r é t o d o ! M artirio: Y A dela: ¡De ninguna! ¡Él me quiere para su casa! M a r tirio : A dela: Y o Martirio: 74 ro m p e ré tu s ab ra z o s. ¡Martirio, déjame! M artirio: A dela: o ¡He visto cómo te abrazaba! no quería. He sido como arrastrada por una maroma. ¡Primero muerta! C o m p r e n s ió n lectora Q Marca con una X la opción correcta. 1 Bernarda piensa que los que viven a sueldo a Q son parte de la familia. b Q tienen que intervenir en las cosas de familia, c Q] saben siempre la verdad, d 2 3 4 no tienen que ocuparse de las cosas de familia. La Poncia cree que Bernarda a Q sabe adivinar las cosas porque tiene poderes particulares, b Q sabe leer el pensamiento de las personas, c Q sabe predecir lo que va a pasar, d Q sabe distinguir lo malo de la gente ajena. Bernarda no quiso que Martirio se casara con Enrique porque a Q era demasiado pobre. b [~] pertenecía a una familia enemiga, c Q Martirio no lo quería, d Q Enrique era viudo. La madre de La Poncia a Q era una prostituta, b Q trabajaba en casa de Bernarda, c Q sigue viviendo en un refugio de ancianos, d Q estuvo encerrada en un psiquiátrico. O Busca en el texto la frase adecuada por cada situación y escríbela en el espacio correspondiente. 1 Bernarda quiere impedirle hablar a La Poncia por razones de oportunidad social. 75 2 Bernarda quiere quemar etapas. 3 La Poncia trata de ayudar a Adela. 4 Bernarda se niega a admitir que el robo del retrato fue algo más que una broma. 5 Angustias niega haberse quedado con Pepe hasta las 4 y media de la madrugada. 6 Adela quiere evadirse del tema. 7 Bernarda quiere silenciarlo todo. 8 Angustias quiere enterarse. 9 Adela le recuerda a Martirio que tuvo una posibilidad y que la ha perdido. G r a m á t ic a O Completa las frases con haber, ser o estar. Usa los tiempos verbales en acuerdo con el sentido del texto. Dentro de poco, en la familia Alba (1 )........................... una tragedia. ( 2 ) ........................... una tragedia anunciada porque ya ( 3 ) ............................. varias señales del malestar entre las hermanas. La madre ( 4 ) ........................... desesperada porque teme que su poder esté disminuyendo. La Poncia le recuerda que ( 5 ) .............................una posibilidad de resolver la situación, pero Bernarda no quiere oír nada: ( 6 ) ........................... lo que ella quiera. 76 P re té rito im p e rfe c to d e s u b ju n tiv o - V e rb o s irre g u la re s Observa los primeros dos verbos y completa la tabla. Infinitivo Pretérito indefinido Imperfecto de subjuntivo hacer hice hiciera ser fui fuera puse dijera trajera pude saber 0 Completa las frases con los verbos de la tabla conjugados según el contexto. 1 Si las paredes.............................hablar, contarían muchos secretos. 2 Según Bernarda, La Poncia querría que todo el mundo .............................lo que está pasando en la casa. 3 La Poncia, en cambio cree que si no l e .............................la verdad no sería sincera con ella. 4 Si Angustias.............................un poco más lista, se enteraría de las visitas de Pepe a Adela. 5 Si Martirio.............................el retrato aquí ahora mismo, la perdonaría. 6 Sería mejor para todos s i .............................como digo yo: Adela tiene que casarse con Pepe. 7 —¿Qué te dijo Bernarda? —Q ue.............................el vestido en el armario. 8 S i .............................hombre me iría de esta pueblo de muertos en vida. 77 en Granada La noche entre el 19 y el 20 de agosto de 1936 Federico García Lorca, junto con un maestro de escuela y dos banderilleros anarquistas, fue llevado a la Fuente de las lágrimas (Viznar) para ser fusilado. El poeta Antonio Machado 1, así describe los últimos momentos de la vida del amigo, primera víctima de la guerra civil española: «Se le vio caminar. Labrad, amigos, / de piedra y sueño, en el Alhambra, / un túmulo al poeta, / sobre una fuente donde llore el agua, / y eternamente diga: / e l crimen fu e en Granada, / ¡en su Granada!». En febrero del mismo año, el Frente popular (formación electoral de izquierdas) había conseguido una reducida mayoría en las elecciones generales, repitiendo el éxito de 1931. Se retomó el hilo de radicales reformas en un clima de general tensión, marcado por el aumento exponencial de la violencia política de una parte y de otra. Al asesinato de un teniente de la Guardia de Asalto republicana por cuatro falangistas, se respondió con el atentado contra uno de los líd eres de las d erech as, José C alvo Sotelo. El 16 de ju lio , el levantamiento de las tropas en Melilla (Marruecos) al mando del general Francisco Franco fue la señal del comienzo de la Guerra civil, destinada a prolongarse durante tres años y a dejar un rastro de medio m illón de muertos. Federico García Lorca vive esta fase convulsionada en Madrid. Testigos (entre ellos el poeta chileno Pablo Neruda, en ese entonces cónsul de Chile) nos lo pintan aterrorizado, 1. A n t o n io M a c h a d o R u iz (1875-1939) : u n o de los m i e m b r o s m á s r e p r e s e n t a t i v o s de la G e n e r a c ió n de ‘98. El crim en f u e en G ra n a d a es el t ít u l o de la p o e s í a d e d i c a d a a G a rcía Lorca. 78 determinado a «marcharse a casa». El día 17 de julio viaja en tren para Granada. Ni sospecha que se está entregando a las garras del león. En efecto, la ciudad andaluza ya ha caído bajo el pleno control de las tropas nacionalistas. El palacio del Gobierno se ha convertido en un calabozo en el que se practica la tortura a cargo de los vencidos. Entre las víctimas, el cuñado del poeta, Manuel Fernández Montesinos, recién nombrado al frente del Ayuntamiento. Federico García Lorca se refugia en la Huerta de San Vicente, propiedad de la familia. Se viven días de pánico: empieza la «caza a los rojos», se multiplican los fusilamientos masivos. Federico tiene presagios de tragedia. Demasiadas han sido sus declaraciones de apoyo a la República, de solidaridad hacia el movimiento obrero, de profesión de antifascismo m ilitante. En una en trevista a un p eriódico granadino, había denunciado a la «clase media ciudadana como la peor del País». Muerte de un miliciano (1936) de Robert Capa. En otra ocasión se había definido «español integral», orgulloso de no haber contraído el virus del nacionalismo: «Ya que antes soy -d ecíahombre del mundo y hermano de todos». Concluyendo: «El chino bueno está más cerca de mí que el español malo». Y todo esto sin olvidar su homosexualidad declarada, que le expone a la represión de los nuevos dueños machis tas de la ciudad. Cuando la amenaza le parece ya insostenible, se escapa de la Huerta para refugiarse en casa de su joven amigo, el poeta Luis Rosales, adepto del movimiento falangista. Sin embargo, el día 16 de agosto un coche se detiene frente a su refugio. Entre los ocupantes, Juan Luis de Trescastro, lejano pariente de su padre e íntimo amigo de familias «enemigas» de los Lorca (entre ellas, los Alba, los mismos retratados en La casa). Lo llevan a la cárcel por «espía ruso», aunque todo el mundo sabe que su encarcelamiento se debe a varias causas, políticas y privadas (como demostrarían las obscenas palabras de Trescastro para reivindicar el asesinato: «le he pegado dos tiros en el culo, por maricón2»). 2. m a r ic ó n : h o m o s e x u a l . 80 Escribe el irlandés Ian Gibson, mayor biógrafo del poeta granadino: «Lorca era envidiado por sus dones. Tenía dinero. Tenía éxito. Cuando los militares tomaron el poder era solo cuestión de tiempo. Un homosexual liberal con éxito no se podía tolerar en la España de Franco». «Se le vio, caminando entre fusiles, / por una calle larga, / salir al campo frío, /aún con estrellas de la madrugada. / Mataron a Federico / cuando la luz asomaba. / El pelotón de verdugos / no osó mirarle la cara. [...]/ El crimen fue en Granada / ¡en su Granada!» Viejo republicano en peregrinaje al Parque Federico García Lorca de Viznar donde Federico fue ejecutado. 81 Ordena cronológicam ente numerándolos de 1 a 6. a Q los siguientes acontecim ientos Levantamiento del cuartel de Melilla b Q Lorca viaja en tren de Madrid a Granada, c Estada del poeta en la casa de los hermanos Rosales, Q d Q Empieza la caza a los «rojos». e Q Victoria del Frente popular en las elecciones generales, f Q Estada del artista en la Huerta de San Vicente. Relaciona los elementos de los tres grupos según el contenido del texto. 1 2 ]] Q Luis Rosales | | | |José Luis Trescastro 3 [] Q] Manuel Fernández Montesinos 4 ] Pablo Neruda 5 ] Ian Gibson 6 7 | José Calvo Sotelo ] General Francisco Franco • A al frente del cuartel de Melilla Marruecos a B amigo poeta c b amigo de Federico C jefe de derechas D pariente del poeta futuro dictador historiador de la vida y obra de FGL E crítico irlandés d le dio hospitalidad en su casa de Granada F cuñado de Federico, alcalde de Granada e responsable de su asesinato G poeta y cónsul de Chile f asesinado g asesinado antes del estallido de la guerra civil P R IM E R A PARTE (Al le v a n ta r s e el teló n h a y un g r a n silen cio , in terru m p id o p o r el ru ido d e p la t o s y cu b ierto s.) B ernarda: A dela: Ya hemos comido. Voy a llegarme h asta el portón para estirar las piernas y tom ar un poco el fresco. A m elia: Y o Martirio: A dela: (M agdalena se s ie n ta .) v o y co n tig o. Y yo. (Con o d io c o n te n id o .) No me voy a perder. A m elia: (S a le n . La noche quiere compañía. B ernarda se s i e n t a y A n g u st ia s e s t á a r r e g l a n d o la m e s a .) B ernarda: Ya te he dicho que quiero que hables con tu herm ana Martirio. Lo que pasó del retrato fue una broma y lo debes olvidar. A ng ustia s: Usted sabe que ella no me quiere. B ernarda: Cada uno sabe lo que piensa por dentro. Yo no me m e to en los co ra z o n e s, pero quiero buen a fa c h a d a y arm on ía familiar. ¿Lo entiendes? A n g u stia s: Sí. B ernarda: ¿A qué hora term in a ste anoche de hablar? 83 XA CASA DE "BERNARDA ALBA A ng ustia s: A las B ernarda: ¿Qué cuenta Pepe? A ng ustia s: d oce y m ed ia. Yo lo encuentro distraído. Me habla siempre como pensando en otra cosa. Si le pregunto qué le pasa, me c on testa: «Los hom bres ten em os n uestras preocupaciones». No le debes preguntar. Y cuando te cases, menos. B ernarda: Habla si él habla y míralo cuando te mire. Así no tendrás disgustos. A ng ustia s: Y o c r e o , m a d r e , q u e él m e o c u l t a m u c h a s c o s a s . B e r n a r d a : N o p r o c u r e s d e s c u b r i r l a s , n o le p r e g u n t e s y , d e s d e lu e g o , q u e n o t e v e a llo ra r j a m á s . A ng u stia s: Debía e s ta r c o n ten ta y no lo estoy. B e r n a r d a : E s o e s lo m i s m o . A ng u stia s: Muchas veces miro a Pepe con mucha fijeza y se me borra a trav és de los hierros, como si lo tapara una nube de polvo de las que levantan los rebaños. B e rn ard a: E so s o n c o s a s d e d e b i li d a d . A n g ustia s: ¡Ojalá! B ernarda: ¿Viene e s ta noche? A ng ustia s: No. Fue coa su madre a la capital. B ernarda: A sí n o s a c o s t a r e m o s a n t e s . (.E ntran A dela, Ma r t ir io / A A ng ustia s: A dela: Buenas noches. ¿Ya te acu e sta s? A ng ustia s: A dela: m e l i a .) Sí, es ta noche no viene Pepe. (S ale.) ¡Qué noche más hermosa! Me gustaría quedarme h asta muy tarde para disfrutar el fresco del campo. B ernarda: A m elia: Buenas noches. (Se va.) B ernarda: 84 Pero hay que acosta rse. Andar v oso tras tam bién. ACTO TERCERO PRIMERA PARTE ¿Cóm o M a r t ir io : es que e s t a n o c h e no v ie n e el n ov io de Angustias? Fue de viaje. B ernarda: M a r t i r i o : ( M irando A dela: a A d e l a .) ¡ A h ! H asta m añana. ( M artirio b e b e a g u a y s a le le n ta m e n te m ira n d o h a c ia la p u e r ta d el co rra l. E n tra La P o n cia : ¿E stás todavía aquí? B ernarda: Disfrutando este silencio L a P o n c i a .) y sin lograr ver por parte alguna «la cosa tan grande» que aquí pasa, según tú. La P o n cia: Bernarda, dejem os esa conversación. B ernarda: En e s ta casa no hay ni un sí ni un no. Mi vigilancia lo puede todo. No pasa nada por fuera. Eso es verdad. Tus hijas La P o n cia: e s tá n y viven com o m etid a s en a la c e n a s L Pero ni tú ni nadie puede vigilar por el interior de los pechos. Mis hijas tienen la respiración tranquila. B ernarda: La P o n c ia : E s o t e i m p o r t a a t i , q u e e r e s s u m a d r e . A m í , c o n serv ir tu c a s a te n g o b a s ta n te . B ernarda: Ahora te has vuelto callada. La P o n c i a : Me estoy en mi sitio, y en paz. B ernarda: Lo que pasa es que no tien es nada que decir. Si en e s ta casa hubiera hierbas, ya te encargarías de tra e r a p astar las ovejas del vecindario. La P o n c i a : Y B ernarda: o t a p o m á s d e lo q u e t e f i g u r a s . ¿ S ig u e tu hijo v ien do a Pepe a las c u a t r o de la m añ ana? ¿Siguen diciendo todavía la mala letanía de e s ta c a sa? La P o n c i a : N o d i c e n n a d a . 1. a la c e n a s : a r m a r i o s , a q u í se u s a e n el s e n t i d o de e n c e r r a d a s . 85 EA CASA DE 'BERNARDA ALBA Porque no pu eden . P orque no B ernarda: hay c a r n e donde morder. ¡A la vigilancia de mis ojos se debe esto! La P o n c ia : B ern a rd a , yo no quiero h a b la r porque t e m o tu s intenciones. Pero no es té s segura. B ernarda: ¡Segurísima! La P o n cia: ¡A lo mejor, de pronto, cae un rayo! ¡A lo mejor, de pronto, un golpe de sangre te para el corazón! B ernarda: Aquí no p a s a n a d a . Ya e s t o y a l e r t a c o n t r a tu s suposiciones. La P o n c i a : P u e s m e j o r p a r a t i . B ernarda: ¡N o f a l t a b a m á s ! (E n tra n d o .) Ya term in é de freg a r los platos. ¿Manda C riada: usted algo, Bernarda? Nada. Yo voy a descansar. B ernarda: La P o n cia : ¿ A q u é h o r a q u i e r e q u e la l l a m e ? B ernarda: A ninguna. Esta noche voy a dormir bien. (Se va.) La P o n c ia : Cuando una no puede con el m ar lo m ás fácil es volver las espaldas para no verlo. C riada: E s t a n o r g u l l o s a q u e e l la m i s m a s e p o n e u n a v e n d a e n los o jo s. La P o n c ia : Y o no puedo h a c e r nada. Quise a t a ja r las c o sa s , pero ya me asustan demasiado. ¿Tú ves este silencio? Pues hay una to rm en ta en cada cuarto. El día que estallen nos barrerán a todas. Yo he dicho lo que tenía que decir. C riada: Bernarda cree que nadie puede con ella y no sabe la fuerza que tiene un hombre entre m ujeres solas. La P o n c i a : No es toda la culpa de Pepe el Romano. Es verdad que el año pasado anduvo detrás de Adela, y e s ta b a loca por él, pero ella debió es ta rs e en su sitio y no provocarlo. Un hombre es un hombre. 86 EA CASA DE 'BERNARDA ALBA C riada: j Hay quien cree que habló muchas noches con Adela. La P o n c i a : E s v e r d a d . ( E n voz b a ja .) Y o tra s cosas. C r i a d a : N o s é lo q u e v a a p a s a r a q u í . L a P o n c i a : A m í m e g u s t a r í a c r u z a r el m a r y d e j a r e s t a c a s a d e g u e rra .. C riada: Bernarda es tá aligerando la boda y es posible que nada pase. Las c o sa s se han puesto ya d em asiado m aduras. La P o n cia : Adela e s tá decidida a lo que sea, y las demás vigilan sin descanso. C riada: ¿Y Martirio tam bién ? La P on cia : Ésa es la peor. Es un pozo de v en en o. Ve que el Rom ano no es para ella y hundiría el mundo si estu viera en su mano. C riada: ¡ E s q u e s o n m a l a s ! L a P oncia : Son mujeres sin hombre, nada más. En estas cuestiones se olvida h a sta la sangre. ¡Chisss! (E scu ch a.) C riada: ¿Qué pasa? La P o n c ia : C riada: (Se lev a n ta .) Están ladrando los perros. Debe haber pasado alguien por el portón. C o m p r e n s ió n lectora y auditiva Q S3Sr Q Contesta a las preguntas. 1 ¿Qué Ies dice Adela a sus hermanas para evitar su incómoda compañía? 2 ¿Martirio responde con una expresión proverbial. ¿Cuál? 3 ¿Cómo define Bernarda el robo del retrato? 4 Según Angustias, ¿por qué Martirio robó el retrato? 5 ¿Quién entre Bernarda y La Poncia está aparentemente más tranquila? 6 ¿Con quién se había encaprichado Pepe algunos años atrás? 7 ¿Quién es, para La Poncia, la hermana más amargada de la vida? Prudencia, una vecina de Bernarda, ha venido a visitarla. Escucha este fragmento del texto original y completa con las palabras que faltan. P r u d e n c ia : B ernarda: Y Angustias, ¿cuándo se casa? Vienen a (1 ) P r u d e n c ia : ¡Estarás contenta! A n g u s t ia s : ¡Claro! A m e l ia : (A M a g d a l e n a ) ¡Ya has ( 2 ) ........................... la sal! M ag dalen a: A m e l ia : dentro de tres días. Peor ( 3 ) .............................que tienes no vas a tener. Siempre trae mala ( 4 ) ............................. B ernarda: ¡Vamos! P r u d e n c ia : (A A n g u s t ia s .) ¿Te ha regalado ya el ( 5 ) ............................? A n g u s t ia s : Mírelo usted. Es precioso. Tres perlas. En mi tiempo las perlas significaban ( 6 ) ............................. P r u d e n c ia : A n g u s t ia s : A Pero ya las cosas han cambiado. Y o creo que no. Las cosas significan siempre lo mismo. Los anillos ( 7 ) .............................deben ser de( 8 ) ............................... dela: P r u d e n c ia : E s m á s p r o p i o . 89 B ernarda : Con perlas o sin ellas las cosas son como una se las (9 )......................... M artirio : O como ( 1 0 ) .......................... (11)............................... P rudencia : L os B ernarda : (12)............................. m e h a n dich o q ue so n p re c io s o s . Dieciséis mil reales he gastado. P rudencia : L o (13)........................... e s q u e t o d o s e a p a r a b ie n . Que nunca se sabe. i B ernarda : N o (1 4 ) ........................... p a r a A dela : q u e n o lo s e a . B9§f O VueIve a escuchar y comprueba tus respuestas. Luego adivina el refrán al que se alude en el texto. El hom bre.............................y Dios.............................. G r a m á tic a Ordena las siguientes frases según el texto. 1 Yo / buena fachada. / armonía familiar / quiero / pero / no me meto / y / en los corazones 2 Yo / habla / lo encuentro. / Me / otra cosa / pensando en / distraído 3 hasta / el fresco / Voy / p^ra / estirar / el portón / y / tomar / un poco / las piernas. 4 Ya / que / quiero / fue / una broma / lo del retrato / que / hables / con tu hermana / y que / Martirio. / te he dicho O ra c io n e s c o n c e s iv a s c o n aunque Son oraciones en que se indica un obstáculo que impide la realización de la acción indicada por el verbo de la oración principal. Quiero casarm e / mi m ad re no quiere. El conector a u n qu e, que une las dos frases, puede ir acompañado por un verbo en indicativo o en subjuntivo. 90 Toma nota: — se usa el indicativo cuando el hablante introduce una información nueva para el oyente. Aunque mi madre no quiere , me casaré igual. — se usa el subjuntivo cuando el oyente ya conoce la información dada por el hablante. Aunque mi madre no quiera, me casaré igual. Q Conjuga los verbos entre paréntesis en indicativo o subjuntivo. Estoy harta de Bernarda. Creo que nos está tratando muy mal. Aunque 1 (trabajar) ........................... como locas tú y yo, siempre se queja de nosotras. La P oncia : Sí ya lo sé. Y ¿qué tal vuestra conversación sobre Pepe y Angustias? C riada: Dice que está tranquila aunque hoy, cuando tú no estabas, 2 (decirleyo a ella) ........................... que un golpe de sangre improviso le va a partir el corazón. La P oncia : Es que, ya sabes, aunque 3 (seguir) mismo, no te va a creer. Ella siempre va vigilando. C r ia d a : diciéndole lo Sí, pero aunque 4 (vigilar) ........................... todo el día, no podrá impedir la tragedia. La P o n cia : Aunque 5 (vigilar) ........................... hasta su muerte, no puede ver en el corazón de sus hijas. C r ia d a : E x p re s ió n escrita Tras haber cenado, la familia se divide en dos grupos. Adela, Amelia y Martirio se van y Bernarda se queda charlando en casa con Angustias.. Escribe un texto (150-200 palabras, 15-20 líneas) y explica cuál es la actitud de las cuatro hermanas citadas y la de Bernarda. Puedes usar los sustantivos del recuadro. tranquilidad confusión incertidumbre sospechas ganas de libertad ingenuidad comportamiento obsesión apariencias 91 SEGUNDA P A R T E (E ntra A dela La P o n c i a : ¿ N A dela: o te h ab ías a c o s ta d o ? Voy a beber agua. (B e b e en un v a so d e la m e s a .) La P o n c i a : Y A dela: C riada: o te su p o n ía d o rm id a. Me despertó la sed. Y vosotras, ¿no descansáis? Ahora. La P o n c ia : E ntra en e n a g u a s b la n c a s y corp iñ o.) Vám onos. (S a len . La e s c e n a q u e d a c a s i a o s c u r a s . María J o s e fa M aría J o s e f a : con u n q o v eja en los b ra z o s.) Ovejita, niño mío, vám onos a la orilla del mar. La hormiguita e s ta rá en su puerta, yo te daré la t e t a y el pan. (Se va c a n ta n d o . E ntra A dela. p o r la p u e r ta d el co rra l. E n tra Mira a un la d o y o tro y d e s a p a r e c e M a r t ir i o p o r o tr a p u e r ta y q u e d a en el c e n tro d e la e s c e n a . S e cu b r e con un p e q u e ñ o m a n tó n n e g r o d e ta lle.) Martirio : Abuela, ¿dónde va usted? M aría J o s e f a : M ar tir io : 92 ¿Vas a abrirme la puerta? ¿Quién eres tú? ¿Cómo es tá aquí? TA CASA DE 'BERNARDA ALBA M ar í a J o s e f a : M artirio: Me escapé. ¿Tú quién eres? Vaya a acostarse. M aría J o s e f a : Tú e re s Martirio, ya te veo. Martirio, c a ra de martirio. ¿Y cuándo vas a ten er un niño? Yo he tenido éste. Martirio: ¿Dónde cogió esa oveja? M ar í a J o s e f a : Ya sé que es una oveja. Pero, ¿por qué una oveja no va a ser un niño? Mejor es ten er una oveja que no ten er nada. Bernarda, cara de Ieoparda. Magdalena, cara de hiena. M a rtirio: N o d é v o c e s . M ar í a J o s e f a : Pepe el Romano es un gigante. Todas lo queréis. Pero él os va a devorar, porque vosotras sois granos de trigo. No granos de trigo, no. ¡Ranas sin lengua! M artirio: Vamos, váyase a la cam a. (La e m p u ja .) M ar í a J o s e f a : Martirio : Sí, pero luego tú me abrirás, ¿verdad? De seguro. M aría J o s e f a : (L loran d o.) Ovejita, niño mío, vám onos a la orilla del mar. La hormiguita e s tá en#su puerta, yo te daré la t e t a y el pan. ( S a le . J osefa/ M a r t ir io c i e r r a la p u e r t a p o r d o n d e h a s a l i d o M aría s e d irig e a la p u e r ta d el co rra l. A llí v acila, p e r o a v a n z a d o s p a s o s m á s.) M artirio: (En voz b a ja .) Adela. (P au sa. A van za h a s t a la m ism a p u e r t a . En v o z a l t a . ) ¡A dela! ( A p a r e c e d e s p e in a d a .) A dela: ¿Por qué me buscas? M artirio: A dela: 94 ¡Deja a ese hombre! ¿Quién eres tú para decírmelo? A dela. V ie n e un p o c o SEGUNDA PARTE M a r tirio : N o A dela: es ése el sitio de una mujer honrada. ¡Con qué ganas te has quedado de ocuparlo! M a r t ir io : Ha llegado el m o m e n to de que yo hable. Esto no puede seguir así. A dela: Esto no es más que el comienzo. He tenido fuerza para a d e la n ta rm e . El brío y el m érito que tú no tie n e s . He visto la m uerte debajo de e s to s te c h o s y he salido a buscar lo que era mío, lo que me pertenecía. M a r tirio : (En voz b a ja .) Ese hombre sin alma vino por otra. Tú te has atravesado. A dela: Vino por el dinero, pero sus ojos los puso siempre en mí. Martirio : (D e s e s p e r a d a .) Yo no permitiré que lo arreb a tes. Él se casa rá con Angustias. A dela: Sabes m ejor que yo que no la quiere. Martirio: L o s é . A dela: Sabes, porque lo has visto, que me quiere a mí. M a r tirio : A dela: Sí. Me quiere Ma r tir io : a mí, me quiere a mí. Clávame un cuchillo si es tu gusto, pero no me lo digas más. A dela: Por eso procuras que no vaya con él. No te importa que ab race a la que no quiere. A mí, tam p oco. Ya puede e s ta r cien años con Angustias. Pero que me abrace a mí se te hace terrible, porque tú lo quieres también, ¡lo quieres! M a r t ir i o : ¡Sí! Déjame decirlo con la cabeza fuera de los embozos. ¡Sí! D é ja m e que el pech o se me rom p a co m o una g ra n a d a de amargura. ¡Le quiero! A dela: (En un a r r a n q u e , y a b r a z á n d o la .) Martirio, Martirio, yo no tengo la culpa. 95 TA CASA DE 'BERNARDA ALBA M a r t ir io : ¡No me a b races! No quieras ablandar mis ojos. Mi sangre ya no es la tuya, y aunque quisiera verte como herm ana no te miro ya más que como mujer. (La r e c h a z a .) A dela : A q uí no h a y n in g ú n r e m e d i o . La q u e t e n g a q u e ahogarse que se ahogue. Pepe el Romano es mío. Él me lleva a los juncos de la orilla. M artirio: ¡N o s e r á ! A dela: Ya no a gu anto el h orror de e s to s t e c h o s después de haber probado el sabor de su boca. Seré lo que él quiera que sea. Todo el pueblo con tra mí, quemándome con sus dedos de lumbre, perseg u id a por los que dicen que son d e c e n t e s , y me pondré d elan te de to d o s la co ro n a de esp in as que tie n e n las que son queridas de algún hombre casado. Martirio: A d ela: S í, ¡Calla! sí. Vamos a dormir, vamos a dejar que se case con Angustias. Ya no me importa. Pero yo me iré a una c a sita sola donde él me verá cuando quiera, cuando le venga en gana. M artirio: E so n o p a s a r á m i e n t r a s y o t e n g a u n a g o t a d e s a n g r e e n el c u e r p o . A dela: N o a ti, q u e e r e s d é b il: a u n c a b a ll o e n c a b r i t a d o s o y c a p a z d e p o n e r d e r o d i l l a s c o n la f u e r z a d e m i d e d o m e ñ i q u e . (Se o y e un silb id o y A dela corre a la p u e r t a , p e r o M artirio se le p o n e d e la n te .) M artirio: A dela: ¡Quítate de la puerta! Martirio: A dela: ¿Dónde vas? ¡Pasa si puedes! ¡Aparta! (L ucha.) Martirio : (A v o ces.) ¡Madre, madre! A d e l a : ¡ D é j a m e ! (A p a r e c e B e r n a r d a e n n eg ro .) 96 e n a g u a s con un m a n tó n > SEGUNDA PARTE Q uietas, q u ie ta s. ¡Qué p o b rez a la mía, no poder B ernarda: ten er un rayo entre los dedos! (S e ñ a l a n d o a M a r t ir io : A d e l a .) ¡E s t a b a con él! ¡Mira e s a s enaguas llenas de paja de trigo! ¡Esa es la cam a de las mal nacidas! (Se d irig e fu r io s a B ernarda: h a c ia A A d e l a .) dela: presidio! ( H a c ié n d o le f r e n t e ) ¡Aquí se a c a b a r o n las v o c e s de ( A dela a r r e b a t a un b a s tó n a su m a d r e y lo p a r t e en dos.) Esto hago yo con la vara de la dominadora. No dé usted un paso más. ¡En mí no manda nadie más que Pepe! (E ntra ¡Adela! (E n tran Magdalena: A dela: La P o n c i a / A Yo soy su m u jer. (A M a g d a l e n a .) n g u s t i a s .) A n g u s t i a s .) E n t é r a t e tú y ve al corral a d ecírselo. Él dom inará tod a e s ta ca sa. Ahí fu e ra e s tá , respirando como si fuera un león. ¡Dios mío! A n g u stia s: ¡La e s c o p e t a ! ¿ D ó n d e e s t á la e s c o p e t a ? (S a le B ernarda: co rrien d o . A p a r e c e A m e l ia p o r el fo n d o , q u e m ira a te r r a d a , con la c a b e z a s o b r e la p a r e d . S a le d e tr á s A dela: M a r t i r i o .) ¡Nadie podrá conmigo! (Va a salir.) A n g u st ia s; (S u je tá n d o la .) De aquí no sales con tu cuerpo en triunfo, ¡ladrona! ¡deshonra de nuestra casa! Magdalena: ¡Déjala que se v aya donde no la v e a m o s nunca más! (S u en a un d isp a ro .) B ernarda: M a r tirio : A dela: (E n tran d o.) Atrévete a buscarlo ahora. (E n tran d o.) Se acabó Pepe el Romano. ¡Pepe! ¡Dios mío! ¡Pepe! (S a le co rrien d o .) La P o n c i a : Martirio: B ernarda: ¿Pero lo habéis m atad o? ¡No! ¡Salió corriendo en su jaca! Fue culpa mía. Una mujer no sabe apuntar. Ma gdalen a: ¿Por qué lo has dicho en to n ces? 97 * ■ XA CASA DE B E R N A R D A ALBA ¡Por ella! Hubiera volcado un río de sangre sobre su M a r tirio: cabeza. La P o n cia : M a l d i t a . Magdalena: B ernarda: ¡Endemoniada! Aunque es m ejor así. (Se o y e c o m o un g o lp e .) ¡Adela! ¡Adela! La B P oncia: (En la p u erta .) ¡Abre! A bre. No c r e a s que los m u r o s d e f ie n d e n de la ernarda: vergüenza. C riada: (E n tran d o.) ¡Se han levantado los vecinos! ¡Abre, porque echaré abajo la puerta! ¡Adela! ¡Trae B ernarda: un m artillo! ( L a P oncia d a un e m p u jó n y e n tr a . Al e n t r a r d a un g r ito y sa le .) ¿Qué? La P o n cia : fin! (L as (Se llev a las m a n o s al cu ello.) ¡Nunca ten gam os ese h e r m a n a s s e e c h a n h a c ia a t r á s . La B ernarda d a C riada se s a n tig u a . un g r ito y a v a n z a .) ¡No entres! B ernarda: N o . ¡Y o no! Pepe: irás corriendo vivo por lo oscuro de las alam edas, pero otro día caerás. ¡Descolgarla! ¡Mi hija ha m uerto virgen! Llevadla a su cuarto y vestidla como si fuera una doncella. ¡Nadie dirá nada! ¡Ella ha m uerto virgen! Avisad que al am an ecer den dos clam ores las cam panas. M a r tirio : Dichosa ella mil veces que lo pudo tener. B ernarda: Y no quiero llantos. La m uerte hay que mirarla cara a cara. ¡Silencio! ¡A callar he dicho! (A o t r a h ija .) Las lágrim as cuando e s t é s sola. ¡Nos h undirem os to d a s en un m ar de luto! Ella, la hija m e n o r de B e rn a rd a Alba, ha m u e rto v irgen. ¿Me habéis oído? ¡Silencio, silencio he dicho! ¡Silencio! I 98 C o m p r e n s ió n lectora ¿Qué opinas? Lee y contesta. 0 1 La Poncia exortó a Adela a que esperara porque Angustias se moriría después de su primer parto. ¿Crees que habría sido mejor seguir su consejo? Justifica tu opinión. 2 ¿Por qué García Lorca pinta a María Josefa como una loca? ¿Qué ventaja le da el hecho de ser enajenada? 3 Comenta las palabras de la anciana y reflexiona. ¿Ha cambiado en algo respecto a la primera vez que ha aparecido? Justifica tu opinión. 4 ¿En qué se parece a Adela? ¿Qué simbolizan los elementos de la lista? Elige, entre las palabras del recuadro, las que consideres más adecuada y escríbelas en el espacio correspondiente. el deshonor el poder el dolor el castigo la pasión el deseo la maternidad 1 La sed de Adela: 2 La oveja de María Josefa : 3 El cuchillo de Martirio: 4 Los dedos de lumbre de la gente del pueblo: 5 El rayo de Bernarda: 6 El bastón que rompe Adela: 7 El león que respira: 99 Q Reflexiona y contesta. 1 Fíjate en los movimientos de los personajes: ¿qué rep resen ta la casa? 2 Dos p ersonajes repiten obsesivam ente que quieren salir: ¿adonde quieren irse? 3 ¿Qué significa la referen cia de Martirio a las «enaguas llenas de paja de trigo» de su herm ana Adela? ¿Qué quiere que sepa la m adre? 4 ¿Qué significado asume la ruptura del bastón de Bernarda? 5 ¿Quién ejerce ahora el poder sobre Adela? ....... r.............................. Q Imagina que, el día después de la tragedia, la policía vuelve a la casa de Bernarda Alba. Contesta a las preguntas. Entonces señorita Angustias, ¿dónde estaba Ud. cuando se oyó el disparo? C o m is a r io : A n g u s t ia s : ( 1 ) ............................................................................................................................................................... C o m is a r io : ¿Por qué? ¿Qué hebía pasado? A ( 2 ) .......................................................................................................... n g u s t ia s : ¿Y qué dijo vuestra madre cuando volvió con la escopeta en la mano? C o m is a r io : A n g u s t ia s : ( 3 ) .......................................................................................................... C o m is a r io : Y M a r t ir io : qué salió detrás de su madre? (4) ........................................................................................................... C o m is a r io : M a r t ir io : Ud. señorita Martirio, ¿por ¿Y vio que mataba a Pepe? ( 5 ) ............................................................................................................ Entonces ¿por qué dijo que se había acabado con Pepe el Romano? C o m is a r io : 100 M a r t ir io : ( 6 ) ................................................................................................................................................................. Fue por eso entonces que Adela salió corriendo. Pero señora Alba, ¿lo mató o no? C o m is a r io : B ern ard a: (7) .......................................................................................................... Pero Adela pensó que había muerto. ¿No se siente culpable de la muerte de su hermana, señorita Martirio? C o m is a r io : M a r t ir io : ( 8 ) ................................................................................................................................................................. G r a m á t ic a El e s tilo in d ire c to (1) Cuando reproducimos las palabras de otra persona, las transformamos. Estas transformaciones afectan los tiempos verbales. Si refiero una intención futura y en el momento en que la cuento ya ha pasado el tiempo al que se refiere, se usa el condicional simple. Bernarda dijo: «Ahora cojo la esco p eta y le disparo». Bernarda dijo que cojería la esco p eta y le dispararía. Q Refiere estas frases en discurso indirecto. 1 Adela dijo: «Voy a beber agua». 2 María Josefa preguntó: «¿Me abrirás la puerta?». 3 María Josefa afirmó: «Pepe el Romano os devorará». 4 Pepe el Romano me prometió: «Te querré eternamente». 5 Adela gritó: «¡Yo me pondré delante de todos la corona de espinas!». 101 El e s tilo in d ire c to (2) Si se trata de una orden, un consejo o una petición, la frase que se refiere se introduce con qu e y el verbo va en subjuntivo presente o imperfecto. 0 Hoy Esta mañana Ayer ¡D escolgadla! B ernarda m an d a qu e la descolguem os. ¡D escolgadla! Bernarda ha m andado qu e la descolguem os. ¡Descolgadla! Bernarda m andó que la descolgáram os. Refiere estas frases en discurso indirecto 1 Hoy Martirio me ha dicho: «¡Váyase a la cama!». 2 Esta tarde Martirio me ha aconsejado: «¡Deja a ese hombre!». 3 Ayer Adela me gritó: «Quítate de la puerta» y yo le contesté «Pasa si puedes». 4 Cuando vio a su hija, Bernarda ordenó: «¡Llevadla a su cuarto y vestidla como si fuera una doncella!». L é x ic o Q El día después del funeral de Adela, Bernarda se desahoga con el cura. Completa el texto. Es duro vivir sin (1 ).............................y con cinco ( 2 ) ............................ , Padre. Muy duro. Y en un pueblo donde todos te miran, y hablan y te critican. Es cierto, no quise que ( 3 ) .............................se casara con ( 4 ) .............................porque no soportaba que mi sangre se mezclara I 102 con la de una ( 5 ) .............................enemiga. Y el resultado fue que le llené las venas de veneno a mi hija. Quería que ( 6 ) .............................se casara con ( 7 ) .............................porque era la única que tenía dinero. Sabía que algo había pasado entre Pepe y ( 8 ) Lo sabía. Pero cuando ( 9 ) .............................trató de abrirme los ojos, no quise escucharla. Los ( 1 0 ).............................tienen que estar en su lugar, no meterse en los asuntos de familia. (11).............................siempre ha sido una rebelde. Era la más (12 ).............................y quería vivir. No sabía que una mujer nunca puede seguir sus deseos. Vivimos en un mundo dominado por los (13)...............................Y eso no va a cambiar nunca, Padre, nunca. Me encerraré con mis cuatro hijas para siempre. Este es nuestro ( 1 4 )............................... Este es el destino de las mujeres. E x p re s ió n escrita y oral Comenta las palabras de Bernarda del ejercicio 1 de léxico. DELE Q Vuelve a leer la última parte del texto. Escribe un breve artículo de opinión para criticar la actitud de Bernarda. Inventa un título que resuma tu posición (150-200 palabras, 15-20 líneas). Q Toma el papel de estos personajes y describe la última escena desde su punto de vista. Usa los verbos indicados. ver a Adela, acostarme, despertarme, preguntar, tocar la puerta, descubrir. La P oncia : M aría J os e fa : sa lir, e n c o n t r a r , l le v a r , p r e g u n t a r , d e c i r , i r m e . B ernarda : d o r m i r , d e s p e r t a r m e , c o g e r , d i s p a r a r , o r d e n a r , g r i t a r . M agdalena : d e s p e r t a r m e , v e r , d e c i r , p r e g u n t a r , e n f a d a r m e . fffgr Q Escucha la versión de Martirio, resúmela y coméntala (entre las 120 y las 180 líneas). 103 Vanguardia , flamenco y Nueva Y ork En la segunda mitad de la década nace la llamada Generación del '27, destinada a escribir -en palabras de Federico García Lorca- «la más hermosa poesía de Europa». Se trata de intelectuales que se dividen entre intereses vanguardistas y populares. El mismo Lorca, conquistado por el color y la música de los grupos marginales, les dedicará buena parte de su obra. Es en dicho contexto que se realiza el encuentro entre el poeta y el flamenco, propiciado por el gran músico del Amor brujo, Manuel de Falla, coorganizador del festival del Cante jondo de 1922, famosa celebración de la música, del canto y de la danza andaluza. Los poetas de la Generación del ‘27 reunidos en el Ateneo de Sevilla. 104 La cantaora Mercedes Cortés. El cante flamenco era el resultado de un m estizaje, único en su género, entre los pueblos que pasaron por el sur de la Península: los judíos, los árabes, los nómadas. A la tradición de estos últimos, García Lorca dedicará El poema del cante jondo y, seis años más tarde, El romancero gitano. Su adhesión a la tradición popular rozó otro mundo fuertemente relacionado con España: los toros y la corrida. ¿Quién no conoce el comienzo del Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, el famoso torero, amigo del poeta, fallecido en la plaza de Madrid el 13 de agosto de 1934? «A las cinco de la tarde. / Eran las cinco en punto de la tarde. / Un niño trajo la blanca sábana a las cinco de la tarde». Sin embargo, dicha identificación terminará por resultarle incómoda. En una carta al poeta Jorge Guillén, escribía: «Me va molestando un poco mi «mito» de gitanería. Confunden mi vida y mi carácter. No 105 quiero de ninguna manera. Los gitanos son un tema. Y nada más. Yo podía ser lo m ism o poeta de agu jas de coser o de p aisajes hidráulicos. Además el gitanismo me da un tono de incultura, de falta de educación y de poeta salvaje que tú sabes muy bien no soy». A p artir de aquel m om ento de crisis (personal, debido a una desilusión amorosa, y profesional) Federico decide volver a acercarse a sus antiguos compañeros vanguardistas. Al pintor Salvador Dalí y al d irector de cine Luis Buñuel, quienes h abían criticad o su «costumbrismo» y conformismo, responde con la obra maestra Poeta en Nueva York, 1930, diario poético de su estancia en Estados Unidos, donde la im agen de la soledad del hom bre del siglo XX en la megalópolis se expresa según maduros cánones surrealistas. La ocasión le fue dada por Fernando de los Ríos, amigo y maestro del Gitanos. 106 Nueva York en los años 30. poeta, quien le propuso el viaje. Un viaje que se transformaría, según lo que dijo el mismo Federico, en «una de las experiencias más útiles de mi vida». Se trató del encuentro, a menudo chocante, con algo que nada tenía que ver ni con su Andalucía, ni con la España de los años 30. A pesar de cierta tristeza y angustia que se percibe en Poeta en Nueva York, Lorca se sintió fascinado por la «ciudad más atrevida y moderna del mundo», la «gran manzana», que le permitió experimentar formas poéticas nuevas y originales. Q Contesta a las preguntas. 1 ¿De dónde sacó García Lorca su inspiración para el R om ancero g ita n o ? 2 ¿A qué género musical se refiere en su obra neopopularista? 3 ¿Cómo vivía su fama de cantor de la cultura gitana? 4 ¿Por qué decidió irse a Nueva York? 5 ¿Cuál fue el balance de su estancia? 107 ¡521Í 0 Escucha estos fragmentos de dos poesías de Federico García Lorca. Añade las palabras que faltan. La luna vino a la fragua1 con su polisón de nardos.2 El niño la mira mira. El niño la está mirando. En el aire (1 )............................ mueve la luna sus ( 2 ) ............................ y enseña, lúbrica y pura, sus senos de duro ( 3 ) ............................ (4) luna, luna, luna. Si vinieran los gitanos, harían con tu ( 5 ) ............................ ( 6 ) ............................ y ( 7 ) ............................... blancos. (R om ance d e la luna, luna) (1)............................ por el cielo, entre las formas que van hacia la ( 2 ) ............................ y las formas que buscan el cristal, dejaré caer mis cabellos. Con todo lo que tiene ( 3 ) ..............................sordomudo y ( 4 ) ............................ ahogada en el tintero. Tropezando con mi ( 5 ) distinto de cada día. ¡Asesinado por el cielo! (P oem as de la soled ad en Columbia University) 1. f r a g u a : el lu g a r d o n d e se c a l d e a n los m e t a l e s p a r a fo rjarlo s. 2. p o l i s ó n : a r m a z ó n q u e se p o n í a n las m u j e r e s p a r a q u e a b u l t a s e n los v e s t i d o s p o r d e t r á s . Aquí Lorca lo im a g i n a h e c h o p o r flo re s b la n c a s . 108 Q Escribe en el esquema las palabras que consideres más adecuadas para cada poema. Si se te ocurren otras, añádelas y justifica tu elección. Poema de la soledad Romance de la luna, luna En la foto de la pág. 104 se ve, entre otros, al artista Rafael Alberti (1902-1999). Lee esta breve biografía y conjuga los verbos en el tiempo adecuado. El 16 de diciembre de 1902,1 (n a c e r )........................ el que 2 (ser) ......................... uno de los poetas más famosos de la literatura española del siglo XX. Su primera vocación 3 (ser)..........................la pintura, una pasión que lo 4 (a co m p a ñ a r)..........................durante toda su vida. Afiliado al Partido Comunista, 5 (d e d ica r)........................ su energía a la Alianza de Intelectuales Antifascistas durante la guerra civil y 6 (co la bo ra r)........................ , junto a otros intelectuales, en el salvamento de importantes obras de arte del patrimonio cultural español (entre ellas, Las M eninas, de Velázquez y Carlos V, de Tiziano). En 1939 7 (v erse)......................... obligado a salir de España junto a su mujer. 8 (Vivir) en Francia, Argentina e Italia. En 1977, tras 38 años de exilio, Rafael Alberti 9 (reg resa r)..........................a España. Sus primeras palabras al descender del avión 10 (s e r ).........................: «11(Irm e).......................... con el puño cerrado y 12 (volver) con la mano abierta en señal de concordia entre todos los españoles». Después de la muerte de Francisco Franco, 13 (ser)........................ presidente honorario, con Dolores Ibárruri, la «Pasionaria», de las primeras Cortes Democráticas. T E S T F I N A L G r a m á t ic a Inventa frases concesivas con aunque. Sigue el ejemplo. Te declaras a un chico/una chica que está de novio/a. Le dices que lo/la quieres. .^.4.49.4.?..tí H9Í .íl?. .ti:.................... 1 Estás hablando con un amigo tuyo que no sabe que has peleado con tu madre; le dices que a pesar de la pelea, no piensas pedirle perdón porque sabes que llevas la razón. 2 Estás en Madrid. Hablas por teléfono con un amigo que vive en Barcelona: fuera llueve pero tú le comunicas que saldrás igual para comprarle el regalo de cumpleaños y mandárselo por correo. 3 Estás con tu novia/o en tu casa mirando por la ventana: llueve pero quieres salir igual porque estás harto/a de quedarte en casa. L é x ic o Q Escribe los nombres de las hermanas Alba según su etimología. 1 Del alemán Adal y Held que significa «la que reluce por nobleza»: 2 De Magdala, alrededores del lago de Tiberias. En las representaciones sagradas aparece a menudo con una expresión condolida: 3 Sinónimo del supremo sacrificio en defensa de la fe: 4 Del adjetivo latino angustus, «aquello que es estrecho, que oprime»: 5 De origen incierto griego o árabe: significaría «tierna, delicada, sensible» o «la abeja de la casa»: 110 T E S T F I N A L Une con flechas las palabras de la izquierda con sus antónimos. Q 1 alabar a 2 generoso b odiar 3 humilde c 4 alegre d criticar 5 dulzura e dureza 6 querer f presumido tacaño triste En estos fragmentos de la poesía de Federico García Lorca Llanto por Ignacio Sánchez Mejías hay 5 intrusos, que están señalados en negrita. Corrígelos con las palabras que consideres adecuadas, teniendo en cuenta el contenido, la rima y el número de sílabas. A las cinco de la noche. Un niño trajo la blanca sábana a las cinco de la noche. Dile a la luna que venga, que no quiero ver la sangre de Manuel sobre la arena. ¡Que no quiero verla! No te conoce el toro ni la higuera, ni caballos ni hormigas de tu casa. No te conoce el niño ni la tarde porque te has suelto para siempre. Porque te has muerto para siempre, como todos los vivos de la Tierra, como todos los muertos que se olvidan en un montón de perros apagados. 1 .............................. 3 .............................. 2 ............................. 4 .............................. 5 .............................. 111 T E S T F I N A L E x p re s ió n escrita Q Contesta a las preguntas por escrito. 1 En el último acto vuelve María Josefa. ¿Dónde había aparecido por primera vez? ¿Qué predicción había hecho? 2 ¿Qué relación crees que tiene con su hija Bernarda? 3 ¿Cuál entre las hermanas sufre más por el amor clandestino entre Adela y Pepe? 4 ¿Cómo va cambiando su actitud hacia Adela? O ¿Estás de acuerdo con las afirmaciones del ejercicio 3 de gramática de la página 29? Expresa tu opinión empezando las frases con No creo que / Creo que. Puedes usar las sugerencias del recuadro. Sigue el ejemplo. Ser todos seres humanos con nuestras virtudes y nuestros defectos. Poder hacer todas las cosas que quiere. Ser nada más que un refrán de los tiempos antiguos. No hacer falta vigilar sobre nadie. No creo que p ara casarse una m ujer ten ga que ir con el anzuelo detrás de los hom bres. Creo que el am or llega cuando m enos te lo esperas. Q Redacta una carta de 150-200 palabras (15-20 líneas) como si fueras La Poncia. Cuenta desde su punto de vista lo que pasó en la casa de Bernarda. Comienza y termina la carta como si fuera real. DELE I 112 I I ” l La casa de Bernarda Alba 1é Una casa silenciosa, oscura. Calor asfixiante, cam panas que doblan, secreto s inconfesables. Un espacio cerrad o, rígidam ente controlado por B ernarda Alba, donde viven sus cinco hijas, las criadas y una m adre anciana enajenada por su locura. A pesar de los esfuerzos de Bernarda, la pasión am orosa p en etrará en sus vidas, desencadenando una traged ia anunciada. A lo largo de esta obra en co n trarás: Ejercicios de gram ática, de léxico, de com prensión y expresión e scrita y oral Ejercicios de p reparación al DELE D ossiers: La m u jer en la España co n tem p o rá n ea ; El crim en f u e en G ranada; V anguardia, fla m en co y Nueva York Proyectos in tern et Un te s t final Un CD audio con la grabación integral del te x to Nivel Primero Nivel Segundo Nivel Tercero Nivel Cuarto Nivel Quinto ■ MCERLA1 MCERL A2 MCERL B1 MCERL B2 MCERL C1 Esta obra, exe n ta del cupón adju n to , se considera una muestra gratuita y carece de valor comercial (ventas y actos de disposición prohibidos: L. 633/1941, art. 17, c. 2). Exenta de I.V.A. (D.P.R. 26/10/1972, art. 2, lett. d).