F. García Bazán; M. Dankert; F. Gratton; E. Crivelli; G. Prosperi; O. Beltrán; R. Ferro; A. Clausse; G. Brenci; L.B. Archideo EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico Lila Blanca Archideo (Coordinadora) La cosmovisión dentro de la realidad religiosa Francisco García Bazán CIAFIC ediciones Centro de Investigaciones en Antropología Filosófica y Cultural de la Asociación Argentina de Cultura Epistemología de las ciencias / Lila Blanca Archideo ... [et al.] ; compilado por Lila Blanca Archideo ; con prólogo de Lila Blanca Archideo. - 1a ed. - Buenos Aires : CIAFIC Ediciones, 2007. 285 p. ; 23x16 cm. ISBN 978-950-9010-53-6 1. Filosofía. I. Archideo, Lila Blanca, comp. II. Archideo, Lila Blanca, prolog. CDD 190 © 2007 CIAFIC Ediciones Centro de Investigaciones en Antropología Filosófica y Cultural Federico Lacroze 2100 - (1426) Buenos Aires e-mail: [email protected] Dirección: Lila Blanca Archideo Hecho el depósito que marca la ley 11.723 Impreso en Argentina Printed in Argentina La realización de este simposio fue subsidiada en parte por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas Técnicas (2005) LA COSMOVISIÓN DENTRO DE LA REALIDAD RELIGIOSA Francisco García Bazán* Estimados colegas, después de haber escuchado el diálogo sobre cosmovisión, civilización, cultura, concepciones del mundo, que por ahí viene la expresión “Weltanschaung”, y por ahí viene a la memoria sobre todo, la doctrina de Wilhelm Dilthey que fue en parte el que trajo esta temática para las generaciones actuales, yo voy a complicar todo este panorama hablando de la cosmovisión dentro de la realidad religiosa – eso es lo de menos porque viene la segunda parte – y esto en relación con El evangelio de Judas. Porque como se trata un poco de ver en esta reunión de qué manera la cosmovisión de un investigador influye en su trabajo de investigación, debo aclarar que mi último trabajo ha sido sobre este tema que llama tanto la atención en la actualidad y que es El evangelio de Judas. Una vez que tuve la suerte de ver en Internet que tenía el texto “copto”, que tenía la trascripción del publicitado documento, me dije, ya es posible hacer la traducción en español y hablar un poco de este tema, porque hasta ese momento se hablaba siempre sobre una versión del texto original. Les doy algunas breves notas que son de índole autobiográfica rápidamente, para meterme en el tema. A mediados de la década del ’60, cuando ya había hecho la mayor parte de la carrera de Filosofía, y sobre todo, había cursado materias y cursos en relación con Filosofía e Historia de las Religiones, y también había cursado los seminarios correspondientes, una inquietud que tenía desde mi adolescencia, que era la de la relación que se podría dar entre las creencias y la razón, después de esos ∗ Investigador principal del CONICET. Profesor titular de la Escuela de Graduados de la Universidad Argentina J.F. Kennedy y desde 1989 es Decano de su departamento de Filosofía La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 17 trabajos de estudiante, ese problema prácticamente, lo había superado, y pensaba que sabía cómo orientarme. Pero al poco tiempo me vino otra inquietud todavía mayor, que es la que nunca me ha abandonado. ¿Cómo era posible la convivencia entre un sistema de doctrina, de ética y de culto, como mayoritariamente lo presentaba la Iglesia Católica, y en la cual estaba a “grosso modo” de acuerdo también la corriente protestante? ¿Cómo podía convivir este acuerdo con grupos minoritarios que interpretaban la misma doctrina, los mismos ritos, la misma ética de forma diversa? Y concretamente lo expresado había sido muy llamativo en los primeros tiempos cristianos, cuando aparecieron esos pensadores, extraordinarios, por una parte, y por otro lado, condenados tanto por la gran mayoría eclesiástica como también por los filósofos platónicos, esos personajes que son llamados en la historia de la Iglesia y de las religiones, los “gnósticos”. Esa inquietud en relación con la convivencia de ideas en el seno del cristianismo me llevó, primero, a investigar en mi tesis de licenciatura; en segundo lugar y ampliando la cuestión en relación con los griegos y con Plotino, examinar el mismo problema, material vertido en mi tesis de doctorado, la que con más tiempo proyecté en las becas que obtuve del CONICET en Buenos Aires y en Roma, dirigido por Antonio Orbe, y cuando ingresé a la carrera del investigador continué en la misma temática. Es decir, son cuarenta años seguidos de investigación y siempre impulsados por el mismo motivo fuerza. Desde luego que lo que he ido proponiendo es un punto de vista que es compartido por un grupo de investigadores internacionales. Y así un poco justifico personalmente esto que se ha dicho sobre la cosmovisión. Un punto de vista compartido, y que al mismo tiempo orienta hacia la profundización del mismo, con la exhumación y la lectura de los documentos, etc., etc. Yo les diría también que en esta investigación de casi cuatro décadas ha habido tres puntos de relieve, en los que yo mismo fui encontrando algunas respuestas a esta problemática y que al mismo tiempo me servía de estímulo para buscar nuevas respuestas. Uno de los primeros puntos que pongo de relieve fue el estudio del texto griego de las Enéadas de Plotino, a fondo, sin salirme del 18 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico texto nunca, porque no me lo permitía Antonio Orbe y que esa tarea me ayudó a descubrir algo que ha quedado ahí como un dato científicamente compartido, o sea, el tipo de escuela gnóstica con la que polemizó Plotino, los Valentinianos, y simultáneamente las fechas en que esto pudo ocurrir, en el año lectivo 265-266, y no en el campo o en cualquier parte del Imperio, sino en la Urbe, en Roma. Este tipo de cosas, desde luego, es una de las pocas que interesa a lo que se llama la ciencia empírica, descubrimientos de fechas, descubrimientos de sujetos, etc., ése, entonces, es uno de los jalones. El segundo fue la colaboración que hice de la traducción al español de la biblioteca en copto de Nag Hammadi porque eso me permitió otro avance, establecer la relación entre algunos de estos textos de Nag Hammadi que aparecieron en el ‘45, y la polémica antignóstica de Plotino, concretamente demostrar que algunos de estos textos, y muy concretamente el Tratado Tripartito, tenía que ver con aquella polémica. Éste es otro avance admitido, en fin, dentro de este tipo de cosas prácticas que la ciencia admite como propias de su quehacer. Claro que eso me permitió avanzar en otro punto y con diversas ramificaciones, porque, fíjense ustedes que, por lo dicho, ya no se trata de una polémica con los Padres de la Iglesia, es una polémica más amplia, es una polémica con un filósofo y una escuela filosófica, y uno descubre que esta tensión se fue manteniendo, con lo cual se puede ir advirtiendo, como hipótesis fortalecida, que la primera forma de filosofía cristiana y con proyección externa había sido la de los gnósticos y que contra ella de alguna forma es contra la que reacciona Justino de Roma con su manera de comprender la filosofía cristiana, pero que a su posición preexistían algunos antecedentes previos. Sobre esta base se levanta el tercer punto fuerte, porque que sobre esta hipótesis se pueden construir otras. Una de ellas que el gnosticismo antes que una simple herejía dentro del cristianismo es una doctrina filosófico-iniciática que se integra como un capítulo autónomo dentro de la Historia de la Filosofía Antigua Tardía; otra, que va hacia los comienzos, el origen sapiencial del pensamiento gnóstico, a diferencia, digamos, de corrientes paralelas como fue la protocatólica y como fue la de los judeo-cristianos, o sea, los cristianos judaizantes, que ponían el acento en otras facetas. La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 19 Y, en relación con lo últimamente manifestado también es posible sostener y demostrar una sub-hipótesis que nos parece lejana y perdida en su horizonte histórico, porque tenemos siempre la idea de Evangelio, del “Єύаγγέλιον” como “nueva noticia” o “buena noticia” subordinada siempre a la idea de un género literario, del género “Evangelio canónico”, o sea, de un relato biográfico seguido en el cual están contenidas y presentes las palabras del Señor. Pero paralelamente se puede adelantar también la hipótesis de Evangelios gnósticos, o sea, el género “evangelios gnósticos” y no solamente por denominaciones externas (de los autores eclesiásticos) e internas (de los mismos autores gnósticos), sino porque también se puede caracterizar el género con notas que le son propias. Dentro de este cuadro, entonces, podemos ubicar a El evangelio de Judas, que es el tema sobre el que voy a hablar un poco para que después entremos a dialogar. Pero lo interesante, entonces, desde el punto de vista de la cosmovisión, sería enfatizar en este aspecto, cómo la idea sostenida por un investigador que tiene que ver con una forma de ver el conjunto, en este caso el conjunto del cristianismo y de la historia cristiana, influye para que las investigaciones llevadas a cabo durante cuarenta años, hayan ido dando vuelta siempre en torno a lo mismo, en profundidad y amplitud. Hablarles a ustedes de El evangelio de Judas en sí, como hallazgo arqueológico, es algo que desde el mes de abril de este año pasado, todos conocen a través de la publicidad de marketing que le dio el National Geographic Channel. Ustedes saben que este documento se descubre dentro de un códice, es un documento pequeñito, tiene apenas trece hojas, veintiséis páginas, y está dentro de un códice mayor que también es pequeño, es un códice de sesenta y seis páginas, treinta y tres hojas, y en ese códice en el que es muy importante advertir que el documento está contenido en él -les diré brevemente por qué-, tenemos cuatro documentos, lo introduce una Carta de Pedro a Felipe, la sigue nuestro Evangelio de Judas, aparece también un Primer Apocalipsis de Santiago y un texto, también, de carácter apocalíptico, que tiene el nombre de Alógenes, “el extranjero”. Salvo El evangelio de Judas, los otros tres eran conocidos, concretamente yo traduje el Primer Apocalipsis de Santiago, para los Textos gnósticos de Nag Hammadi, de la Editorial 20 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico Trotta de Madrid; el Alógenes, lo utilicé hace tiempo también para el tema de Plotino contra los gnósticos porque es uno de los textos que aparecía en la Escuela de Roma que Plotino guiaba, y la Carta de Pedro a Felipe, también, apareció en la Biblioteca de Nag Hammadi, el único texto totalmente nuevo es El evangelio de Judas. Él fue encontrado casualmente, se descubrió más o menos a mediados de la década del setenta, hubo, como también sucedió en el caso de la Biblioteca de Nag Hammadi - la Biblioteca de Nag Hammadi se descubrió en el año 1945, también en el Alto Egipto, y recién se conocieron las primeras traducciones de conjunto en 1977-, porque hubo el mismo problema que existió con El evangelio de Judas, problemas de contrabando arqueológico, pues el Gobierno de Egipto no permite que los manuscritos salgan de la frontera y siempre que pueden los arqueólogos y los anticuarios los sacan clandestinamente para venderlos a mejor precio, al mejor postor, etc. Este documento circuló inútilmente por largo tiempo en el campo de la compraventa de bienes arqueológicos extralegales. Lo consiguió un anticuario de El Cairo, no vale la pena dar nombres, porque los nombres que aparecen son seudónimos, porque naturalmente como son actividades que están fuera de la ley, no se dan los nombres de los responsables, pero lo cierto es que este hombre creyó ya con los antecedentes anteriores de Nag Hammadi que tenía en sus manos una fortuna, aunque no fue tan extraordinaria porque la venta al final no alcanzó los seiscientos mil dólares. Hubo ofertas millonarias pero que no resultaron, se ofrecieron solamente. Se llevó el manuscrito al final a los Estados Unidos. Se ofertó a algunas universidades, pero las fundaciones de estas universidades no quisieron comprarlo, reconocieron el valor científico de la obra, la antigüedad y todos sus valores, pero no lo quisieron comprar porque chocarían con dificultades de ilegalidad, las administraciones de las entidades compradoras no avalaron esta situación y finalmente una anticuaria greco-egipcia y también suiza, Frieda Tchacos -tiene tres nacionalidades-, fue la que consiguió hacer la compra, por ese motivo el códice lleva el nombre ahora de Códice de Tchacos. Ella resolvió los problemas para que finalmente una fundación suiza, este tipo de transacciones se suelen hacer en Suiza donde parece que hay un buen porcentaje de impuestos que va a parar al gobierno, aunque después siempre se adquiere el compromiso de devolver el documento original al gobierno La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 21 egipcio una vez que, establecidas los arreglos, el texto es restablecido críticamente, traducido, hechos los estudios, etc., y así está la situación. Naturalmente, surgen siempre aquí problemas. Uno de los problemas centrales es que por única vez las personalidades de gran calidad, sobre todo el suizo, Rudolf Kasser, que intervinieron nos han dado para poderse manejar la trascripción del texto, así nos manejamos con el original copto, aunque indirecto. Los traductores no se suelen leer los facsímiles, los paleógrafos trabajan previamente y después con el texto impreso se trabaja en la traducción, sino sería un trabajo interminable. Lo lamentable de la situación actual, sin embargo, es que la trascripción mencionada tiene un copyright, con lo cual no es posible consignar que se ha hecho la traducción directa del copto, por eso a mí, el editor mío en España me pidió que directamente lo pusiera como un curso que di sobre el texto, y naturalmente cuando uno da un curso sobre un texto, en otra lengua, tiene que hacer la traducción corrida, por haberla leído él, ése fue el recurso del que nos tuvimos que valer. Pero lo que afirmo es, -y ésta es la protesta de los norteamericanos, sobre todo de James Robinson que dirigió la primera traducción de los textos de Nag Hammadi- que no hay derecho a bloquear un manuscrito antiguo, porque entonces para evitarlo, que publiquen por lo menos simultáneamente los facsímiles con la trascripción; pero los facsímiles no los tenemos publicados, aunque sí tenemos al menos la seguridad para trabajar científicamente de una trascripción, lo que invita a hacer otras trampas legales, naturalmente. Les decía que es interesante advertir que El evangelio de Judas está en un códice. ¿Por qué? Porque en El evangelio de Judas aparece una polémica muy aguda que es la de los diálogos -o el diálogo- que Jesús tiene por una parte con los “Doce” –los doce discípulos- y, por otra parte, con Judas, y por eso en el texto aparece como el “Trece”, y es el que recibe, en realidad, la enseñanza profunda. Pero claro, esto presenta dificultades porque cuando ustedes toman los evangelios gnósticos de la biblioteca de Nag Hammadi, textos también directos, tienen un Evangelio de Felipe, que ha sido uno de los Doce; un Evangelio de Tomás que ha sido también uno de los Doce. Entonces, ¿qué ha sucedido aquí? ¿Es que hay una polémica también interior a los mismos textos gnósticos? No, es al revés. Hay que entender el texto 22 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico de Judas en el contexto del códice, como mostrando que se trata de un texto anterior, pero que se integra en el conjunto de la visión gnóstica, lo que les no se puede leer por separado, o sea, separando el texto del conjunto codicológico.. ¿Cuál fue el primer problema que surgió en relación con la legitimidad de un evangelio como el de Judas y de un personaje que en relación con toda la literatura canónica y los apócrifos que se relacionan con esta literatura, ha sido condenado totalmente? El primer problema era dudar acerca de la antigüedad del texto, eso se resolvió bajo varios puntos de vista. El primero en relación con la materialidad del soporte y su antigüedad se confirmó a través de la técnica del carbono catorce en primer lugar y después por la paleografía y el mismo texto, ya que tanto el papiro como el tipo de letra son de fines del siglo IV. Un detalle que, por otra parte, se tenía también en los textos de Nag Hammadi que son de la misma época y en la misma época se escribieron aquellos textos en copto también, con una diferencia afortunada para la investigación, que en los textos de Nag Hammadi se pudo certificar la fecha no a través de investigaciones de tipo físicoquímico, de laboratorio, no, no, porque en algunas de las encuadernaciones de los códices hay documentos que no tienen nada que ver con esos escritos, sino que son documentos comerciales, remitos, facturas, etc., que están fechados. Entonces se ratificó que la encuadernación se hizo a fines del siglo IV y por supuesto que los materiales que contenían la encuadernación eran anteriores a ella. Pero desde esta fecha establecida por el carbono catorce podemos ir hacia atrás, porque primero, se ve claramente que son traducciones del griego al copto, así que por lo menos treinta años hacia atrás podemos retrasar los documentos. El otro aspecto interesante en relación con la cronología es que en realidad este Evangelio de Judas ya era mencionado y conocido. Hay testimonios de autores eclesiásticos que nos hablan de El evangelio de Judas. Tenemos un testimonio del año 178 o 180 que es cuando Ireneo de Lión termina de escribir el Libro primero en contra de los herejes, en donde al dar una noticia breve, es una página nada más, habla de los gnósticos cainitas, de los gnósticos seguidores de La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 23 Caín, que exaltan la figura de Caín, y ahí dice, que ellos enseñan estas cosas en relación con un Evangelio de Judas. Si avanzamos un poquito más en el siglo siguiente, en aquel texto Sobre todas las herejías que solemos llamar del Pseudo Tertuliano, porque está como apéndice a una de las obras de Tertuliano Sobre las Prescripciones de los herejes, aparece este apéndice breve en el cual también hay una referencia a los cainitas y se habla también del uso de un Evangelio, que se dice el Evangelio de Judas. Pero después ese gran autor contra las herejías que ha sido Epifanio de Salamina, digo grande por dos cosas, primero, por los conocimientos que tiene. Ha utilizado toda la bibliografía anterior y había estado se ve en su juventud en la zona de Alejandría y conocía también algunos hechos concretos, y grande también por cómo ahonda todo ese material que reunido por la animadversión que le tiene a los gnósticos. Entonces, los dos volúmenes del Panarion, el Botiquín, es eso justamente que expresa el vocablo, un Antídoto contra todas las herejías que debe ser eficaz, y ahí con mucha precisión, en la herejía 36, le dedica cinco páginas al tema de los cainitas, y ahí se refiere expresamente, y con el título en griego “Ό Єύаγγέλιον τόν Іoύδας” como aparece igualmente en el texto copto, o sea, El evangelio de Judas. Epifanio de Salamina, porque fue Obispo de Salamina, y se lo conoce también como de Chipre y muy preocupado ya por como andaba la herejía en la época y a él que tenía mucho material recopilado, dos archimandritas amigos, o sea, dos guías de monasterios Acacio y Paulo, le pidieron, sabiendo que manejaba todo esto muy bien, que escribiera una obra definitiva para poder concluir con toda esta problemática enojosa. Desde Ireneo a Epifanio de Salamina y poniendo como antecedente a Justino, que ha escrito el primer Sýntagma, el primer tratado contra todas las herejías un poco antes del 150, tenemos la friolera de doscientos cincuenta años. Así se ha formado lo que se llama otro género literario muy familiar, y cuyos textos se creen “a pie juntillas”, el “género heresiológico”, y hay razones de peso para tal respeto, tanto sea por el tiempo como por la dedicación que algunos cristianos han puesto en la construcción de este denominado “género heresiológico”. Y todo lo que se habla acerca de las herejías por parte de Epifanio se relaciona con estos doscientos 24 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico cincuenta años de trabajo, y por supuesto, lo que se ha concretado allí. Desde luego que todo lo que eclesiásticamente sucedió alrededor o era anterior a mediados del siglo II, ha quedado silenciado. Lo señalado es importante, porque quien tiene la visión de convivencia histórica se dará cuenta de que no puede “asimilar” directamente concepto de la historia de la Iglesia que procede de la heresiología, porque la heresiología se basa sobre tres aspectos. Primero, la construcción del concepto mismo de herejía, una novedad que es fundamentalmente de Justino Mártir, y de Hegesipo, que es un autor palestinense un poco posterior, los cuales han realizado la misma tarea intelectual. Han transformado la palabra griega que significa opción, que significa elección, en opción perversa, mala elección –lo que ya insinúan las epístolas pastorales-, y ha quedado la semántica del término establecida de ese modo. El segundo esfuerzo notable de esta orientación eclesiástica, han tomado los heresiólogos el género de las que se llaman las biografías de los filósofos antiguos que hablan de la sucesión de filósofos y la han aplicado al concepto de las herejías. La heresiología ha tomado ese modelo de los filósofos paganos y lo ha transportado a la sucesión de herejes y de herejías. Hay así una sucesión de herejes, los cuales se derivan unos de otros, la tarea está en buscar el modo, construirlo y posteriormente justificarlo, fundarlo con la idea de la refutación que se hace contra esas herejías. La “anatropé” (άνατροπή) la refutación es, el aspecto más sólido y del cual se ve claramente que los heresiólogos van tomando los recursos unos de otros para fundamentar cada vez con mayores razones su refutación. Y aquí nosotros tenemos que colocar a tres grandes personalidades: Ireneo de Lyon por una parte, Hipólito de Roma, por otra, Tertuliano por otra, y la coronación con Epifanio. No hay gran originalidad en muchos casos, hay sí el claro apoyo en el anterior, de forma que el género se ha constituido sobre la preparación en los libros anteriores y el agregado de justificación en la parte última de la refutación, si se conoce algo más se agrega y si se ve una razón mejor también se suma. Claro, cuando ustedes han escuchado una expresión como la de “gnósticos cainitas”, ya inmediatamente viene el rechazo, directamente, sin vacilaciones. Cuando yo todavía no estaba en La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 25 el tema -el tema de la posibilidad de la existencia de un Evangelio de Judas surgió públicamente en el mes de enero, cuando el Comité de Ciencias Históricas del Vaticano tiene noticias del texto, me acuerdo que el Padre Walter Brandmüller, que es el Presidente de la Comisión, inmediatamente declaró: “sí, sí, esto es importante, lo tendremos en cuenta, no sabemos bien qué es, no influirá grandemente en los nuevos conocimientos, pero sí en relación con los orígenes cristianos podemos tener alguna novedad”. Yo me acuerdo que en ese momento ya me preguntaron, porque el periodismo no descansa, y aparte pregunta sobre cosas que generalmente no se saben, y entonces, todos apurados tratan de decir algo -es el tema de la responsabilidad de la comunicación que recordaba el año pasado Ruggero-, más todavía, todo el mundo está obligado a decir algo. Yo me acuerdo que ahí como no tenía el texto, me metí a releer en la masa de todos los apócrifos los textos en relación con Judas, y ahí, sí, que descubrí algo interesante: que todos los apócrifos obedecen en sus intenciones a la tradición heresiológica y que por eso hay como una competencia a ver cuál dice cosas peores sobre Judas. Entre otras cosas escritas, que cuando baja Jesús al sheol, a los lugares inferiores, salva a los justos -ése es otro tema, el que tiene que ver con el Limbo que está ahora también en el aire-, y quedan tres condenados que no se salvan, no hay posibilidad de redención para ellos, uno es, desde luego, Judas Iscariote; otro es también Herodes Antipas, porque lo abofeteó, y el otro es Caín; pero sobre Judas hay una detención particular, porque Cristo ahí, en los infiernos, lo maldice, una maldición que se compone de treinta partes y que tiene que ver con las treinta monedas, y las treinta pasiones que se adueñaron de Judas y que involucran cada una de las monedas. Todo lo dicho se fue difundiendo y transmitiendo en toda la enseñanza cristiana y por supuesto en la catequesis, y no quedaba nada de manera que no había manera de salvar nada que tuviera que ver con una mirada de compasión hacia Judas. Los cainitas, por supuesto, caen dentro de esta condena de Judas. Pero nada más que uno se introduce, más allá de algunas noticias indirectas que teníamos sobre los cainitas en Hipólito de Roma sobre 26 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico todo, en relación con los peratas, etc., cuando uno se mete en otro campo más interesante que es el de los targumín, es decir, las paráfrasis en arameo del texto bíblico que es el material que leyó también el mismo Jesús, uno advierte una serie de paráfrasis en relación con Caín que son notabilísimas y que vienen a ratificar esto que dice Ireneo sobre los cainitas, que Caín ha sido generado por una potencia superior, y que al haber sido generado por una potencia superior hay que distinguir también, entre los humanos generados por ángeles inferiores y los generados por ángeles superiores, Abel ha sido generado por una potencia débil. Y estas interpretaciones explican dos cosas, en primer lugar, la contradicción de los mismos textos bíblicos que generalmente apoyan al débil y rechazan a los fuertes, eso se da en el relato sobre Caín y Abel. Caín es el primogénito y agricultor y sin embargo, se apoya al que no es primogénito y que como pastor ofrece sacrificios de sangre. En el relato sobre Esaú y Jacob y sobre Lía y Raquel, sucede lo mismo. Bueno, los cainitas no admiten estas contradicciones del texto bíblico y afirman que es una lectura externa y que hay que volver al sentido mismo del texto bíblico, hay que darle vuelta. ¿Esto cómo repercute en las fuentes gnósticas? Se advierte en varias de ellas, cosas que llaman mucho la atención y que dicen que lo que ha hecho en realidad la lectura habitual es ponerse del lado del Dios Creador, del Dios Demiurgo, de Yahvé que ha creado este mundo, cuando en realidad el que sabe, el gnóstico, lo que trata es de liberarse de este mundo deficiente. Y eso explica, entre otras cosas, que en varios textos gnósticos se dé el apoyo a todos aquellos personajes que aparecen como plebeyos y que se eleven a la calidad de héroes, lo que sucede con los lugares bíblicos también, por ejemplo, Sodoma y Gomorra. Los sodomitas representan a una especie de la raza de los elegidos, pero sobre esta lectura de la falta de lógica del Antiguo Testamento, explica que Caín que viene de una potencia fuerte actúe como el fuerte, que por otra parte también sea él, el que es condenado por los débiles, y que los mismos débiles –esto ya lo teníamos en el pseudo Tertuliano y después en Epifanio de Salamina - hayan conspirado para que de alguna forma, Jesús, no fuese llevado al sacrificio y de esta forma consolidar el poder de los débiles y dificultar la liberación de los espíritus fuertes. Entonces, el que reacciona es Judas que viene de la dinastía de Caín con una doble actividad: La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 27 Por una parte advirtiendo que de alguna forma Jesús de Nazareth estaba mostrando la Ley Antigua de manera que no había que respetarla; y en segundo lugar, como las potencias débiles estaban impidiendo su sacrificio, colaborando Él para que se iniciara esa labor de Redención. Esto, de alguna manera, por la contradicción que implica, del hecho de que Judas aparezca como el traidor, pero que al mismo tiempo haya dado el beneficio de la Redención es lo que los literatos y los poetas vieron a lo largo del tiempo. Habían visto que en el relato sobre esta conducta había una paradoja, y que eso estaba referido en una prosa paradojal. Entonces el ensayista, el poeta que es libre, muestra la paradoja y la resuelve a través de la metáfora, a través de la transferencia hacia otro sentido. Es lo que hizo Borges con sus “Tres versiones sobre Judas”, eso es claro. Pero ¿eso por qué?, porque ahora sí nos damos cuenta de que lo dicho por algunos literatos tenía cierto sentido, ahora que con un nuevo documento tenemos un piso para poder trabajar más a fondo, ya que ahora tenemos un texto que es contrario a lo que se dijo habitualmente. Y con esta conducta el literato, incluso le da una mano, de alguna forma, a la ciencia, porque la respuesta que dan los escritos canónicos a esta conducta que pertenece que sus consecuencias es paradojal, es una respuesta de carácter racional, y que así no convence. ¿Cuál es el primer aspecto racional de la respuesta anterior? El transformar al personaje Judas, que es uno de los Doce, elegido por Jesús y que tiene cierto relieve dentro de los Doce por el hecho de que es el tesorero -el que tiene la bolsa del grupo- el de decir enseguida, que junto con el carácter tener el uso de la bolsa venga el que sea un codicioso, y que toda su conducta vaya orientada, por lo tanto, por el vicio de la codicia. Entonces, cuando aparecen explicaciones en relación con otros textos como por ejemplo la unción de Betania, esto se agranda. En la unción de Betania, ustedes tienen tres relatos diferentes. El de Juan, que es siempre el que condena, porque se advierte por el texto de Judas, una polémica con la tradición juanina. Ahí a diferencia de los pasajes paralelos se dice que el que en Betania protestó fue Judas, y fue el que dijo, “ese gasto tan grande podía haberse guardado y habérselo dado a los pobres”, y el relator agrega, 28 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico esto lo decía Judas: “porque de lo que caía en la bolsa siempre con algo se quedaba”, la codicia lo domina. Sin embargo, en los otros textos de Marcos y de Mateo, son en general los Doce los que protestan, no es Judas, son los otros, la reacción es anónima. Sobre esto me voy a referir después un poco para tratar de encontrar otros rostros de la figura de Judas frente a la de los textos canónicos. Pero ¿cuáles son los elementos básicos de este evangelio? En primer lugar les diría que es legítimo hablar de evangelio. Es legítimo hablar de evangelio porque lo que se retoma en el Evangelio de Felipe, en el Evangelio de Tomás, en este Evangelio de Judas, en el Evangelio de la Verdad, y en todo el grupo de evangelios directos, es la idea de que se trata del Anuncio, la Buena Nueva de Jesús, o en relación de Jesús, y que aporta la alegría, la satisfacción en aquéllos que la reciben. Ésta es la etimología misma de “Evangelion” (Єύαγγέλιον) y de “evangelízomai” (Єύαγγελίξωµαι). Sólo que hay, sobre todo, un rasgo importantísimo que en que difieren, y que por eso resultan tan extraños, que desde Marcos en adelante, como les decía al comienzo, las palabras de Jesús, los dichos de Jesús, “dichos”, no “sentencias”, las palabras que Él mismo dijo y que se ven clarísimas en el Documento Q, en la fuente que como hipótesis se puede deducir de la comparación de muchos dichos de Lucas y de Mateo, esas palabras están interpretadas, se les da sentido en los relatos biográficos. Eso lo ha hecho fundamentalmente Marcos, y en relación con Marcos, Mateo y Lucas han avanzado, eso se ve en la redacción de los textos, en algunas variaciones, han recibido otras noticias, mientras que en los Evangelios gnósticos, como el gnóstico rechaza el cosmos como ilusión, la textura de interpretación la constituye la concepción gnóstica; directamente, el mito, el relato gnóstico. Ésa es la diferencia notabilísima, no es biografía lo que amalgama, sino que es la concepción de los hechos. Y así las palabras del Señor toman sentido. Eso es evidentísimo en el Evangelio de Tomás, el más antiguo, por la cronología entre los evangelios gnósticos y que es por la construcción casi paralela al texto de Mateo más que al de Marcos, un texto que se ha conformado paralelamente La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 29 en varios aspectos, eso es notable. Hay, pues, un concepto de evangelio que le es propio a los documentos y la corriente gnóstica. El segundo tema en relación con esto que vamos diciendo y que se ve en El Evangelio de Judas y que está en el Evangelio de Tomás y en todos los demás al comienzo, o en otro sector del texto, que se trata siempre de palabras secretas, reservadas, porque son ocultas. Así comienza El evangelio de Judas, la conversación secreta con una palabrita en griego y con otra palabrita en copto, plógos ethep. Ésa es la palabrita clave ethep “secreto”, en griego “apókriphon”. Y de este modo comienza también el Evangelio de Tomás, “Las palabras secretas” (saģe ethep). Las palabras secretas, “la conversación secreta de la revelación que Jesús mantuvo con Judas Iscariote durante ocho días, culminando los anteriores tres días -yo traduzco así porque pienso que puede ir al texto copto el lector, y siempre que puedo lo hago así en castellano- los anteriores tres días a la celebración de Pascua”. Son ocho días, ocho días no son una semana, ocho días son los siete de la semana y el octavo que tiene que ver, no con las siete esferas planetarias, sino con la esfera de las estrellas fijas que es intermediaria desde el punto de vista psíquico entre lo espiritual y lo anímico o carnal. Ésta es una constante terminológica que la vemos también en el Evangelio de Juan cuando el Resucitado se aparece a los apóstoles ocho días después, una interpretación que he sostenido en estas mismas reuniones de La Armonía, y que está en otros textos antiguos, etc. El otro tema muy llamativo, es que enseguida lo que viene en el texto es un rechazo irónico de Jesús a los dos sacramentos que nosotros los cristianos tenemos como básicos: la Eucaristía y el Bautismo. Cuando celebran una “Acción de Gracias”, que todavía tiene la expresión antigua, los Doce, Jesús se sonríe porque de hecho, ellos creen que lo están adorando a Él y al Padre y están adorando al Dios Creador, al Dios de este mundo. El otro tema que tiene que ver con el Bautismo, y también con su rechazo, es común en varios de los textos de Nag Hammadi, pero tiene que ver con aquello que un poco el cristianismo ha ido olvidando, 30 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico los diferentes tipos de bautismo de los orígenes: el bautismo de agua, el bautismo de fuego, el bautismo de espíritu, y que se ha reducido al de agua. Ésa es otra crítica, y les digo que aparece continuamente en estos textos antiguos. ¿Y eso por qué? Es otra pregunta que uno enseguida se da cuenta que debe hacerse y sobre lo que ahora los estudios de l’Ecóle Biblique de Jerusalén están avanzando. Porque si tomamos el texto de Juan, es cierto, que Juan el Bautista bautiza y que Jesús acepta ser bautizado, pero es cierto también que Jesús es bautista, Jesús y los discípulos también bautizan. Y ahí viene una distinción sutil que hay que hacer. El Bautismo como sacramento, como rito de iniciación, no es estrictamente el rito de ingreso en la religión judía, que es la circuncisión, no, el bautismo es un rito de perfeccionamiento dentro del judaísmo, lo que es habitual en esa época. Cuando se forman las diferentes hebura-hebarim, las diferentes cofradías, el comienzo del perfeccionamiento religioso buscado viene por un rito, y en este caso es un rito bautismal. Todo eso está, yo les diría, subyacente en El evangelio de Judas. Pero después viene la parte que resulta, más ininteligible para quien no está familiarizado con este tipo de textos, que es cuando para distinguir entre los Doce y el que después se va a proclamar como el Trece, que es Judas, hace la pregunta clave Jesús, “¿Quién me puede decir de dónde vengo, y cuál es mi Padre?”. Según el pasaje los Doce se entusiasman, y todos dicen: “Nosotros somos capaces”, pero no se ponen de pie. Judas, sin embargo, sí, se pone de pie y no lo mira al Maestro. Entonces, Jesús le dice: “Mírame a la cara”. Entonces es ahí donde le dice, “yo sé de dónde vienes, vienes de Barbeló y el nombre de tu padre es impronunciable”. Esto permite descubrir que este texto -en lo que se refiere a hablar de “evangelio” en sentido gnóstico como les decía, poniendo como trama de las palabras la concepción gnóstica- es un texto que pertenece a la corriente bárbelognóstica. Cuando se dice Barbeló, que aparece por ejemplo, en el Apócrifo de Juan, que aparece en textos de los más profundos, se está diciendo en un mal siríaco, porque es una mezcla de hebreo con arameo y siríaco, se está diciendo “be arbá La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 31 elohá.”, ahí tienen una palabrita que les es familiar elohá: *-‘el-, que significa “dios”; be es: en; arbá: cuatro. “Dios en cuatro letras”, se les está hablando del Tetragramaton que justamente encierra el Nombre de Dios, que es inefable. El evangelio de Judas pertenece directamente a la concepción setiana. Después se ve enseguida, habla de la creación del hombre, de la creación del mundo, de los personajes, y enseguida se ve que el texto que hilvana el conjunto y que está debajo, es un texto barbelognóstico-setiano. Directamente en relación con esto he hecho la hipótesis de que se trata de El Libro Sagrado del Gran Espíritu Invisible que entre los egipcios se conoce como el Evangelio de los egipcios, ése es el otro tema interesantísimo en el nuevo texto. Y finalmente les diría que en todo esto está encerrada la polémica, la polémica permanente con los Doce, y el hecho de que tanto el culto, como la doctrina, como la misma ética que practican, se mueven en un nivel inferior y que el mismo Jesús lo rechaza. Por eso, en oportunidades les habla a los Doce, en otros momentos se retira y le habla exclusivamente a Judas dándole propiamente lo que podemos llamar la doctrina gnóstica. Hay incluso un dato interesantísimo, que ambos, los miembros que forman la comunidad de los Doce y Judas por otro lado sueñan, tienen el mismo sueño, pero la interpretación del sueño es diferente. Quiere decir, que incluso con las imágenes oníricas, el tema de la interpretación es el que predomina, y esto tanto sea en estado de vigilia como en estado de sueños. Yo a través de esto hago la deducción de que a Karl Gustav Jung, le interesaban mucho los gnósticos y los sueños etc., pero no sabía como soñaban los gnósticos, que es todavía más interesante, siempre sobre la base de la interpretación. Porque fíjense. ¿Qué dice El evangelio de Juan? Para que vean la diferencia: “Conservad mis Palabras porque por ellas tendréis la Vida Eterna” ¿Qué dice el gnóstico? “El que interprete mis Palabras tendrá la Vida Eterna”. Y el que trae las Palabras es el intérprete por excelencia, que por eso se le llama Jesús el Viviente, no es el que da la vida, es el que transmite las palabras de vida, que interpretadas correctamente otorgan la vida. Por eso, la teología del martirio carece de sentido entre los gnósticos, mientras que, justamente a partir de Justino Mártir, tiene una importancia de primer grado, porque él mismo lo dice: “cuando yo 32 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico vi la forma cómo reaccionaban los cristianos convertidos en Judea en la revuelta de Bar Kokeba, que él como judíos los quería llevar a la guerra, pero que ellos se negaban porque no lo reconocían como Mesías, y soportaban el martirio como seguidores de Cristo”. Y dice: “Esta valentía, este esfuerzo, este reconocimiento del martirio, es lo que me llevó a mí a la conversión como cristiano”. Y eso lo dice en Roma, cuando lo ha llamado el Papa Higinio, el Obispo Higinio que también era filósofo, lo que explica algunas puntos oscuros posteriores de la misma historia de la Iglesia. Y finalmente les quiero hacer referencia, después de todo esto, al final del texto, que es el que marca, justamente, la gran diferencia, con los Evangelios canónicos y su tradición, que es lo que tiene que ver con la entrega de Jesús. Creo que hay que corregir definitivamente la palabra traición. En primer lugar porque salvo un texto no está en los textos evangélicos. Todos los textos y las buenas traducciones así lo reconocen, traducen el verbo “paradídomi”, (παραδίδωµι) que es el que se utiliza, entregar, como entrega, “Judas es el entregador”, no es el traidor. El Evangelio de Lucas cuando se refiere a los Doce, o sea, y fuera de contexto, cuando actúa como relator, al enumerar a los doce directamente, termina con Judas Iscariote y él sí dice, “prodotes” (προδότης), el traidor, y después es lo que toman los heresiólogos directamente, pero esa palabra traidor no existe en los textos canónicos. Vean ustedes, entonces, en relación con eso lo que dice el final del Evangelio: “Murmuraban sus Sumos Sacerdotes” -la palabra es “arkhiereús” (άρχιερεύς)- porque había entrado en al sala de huéspedes para su oración”. -Jesús había ido a la sala “katályma”, es la misma expresión que utilizan los Evangelios canónicos, a la sala de huéspedes “y había ido para la oración”. Pero ésa la ven cuando va a ir, que ya está próxima la celebración de la Pascua, va a Jerusalén y alguien, que no se nombra, presta la casa, le dice: “Vayan, que me preparé”. Posiblemente sea la casa de José de Arimatea. Eso explica también una serie de leyendas posteriores, va ahí y va a orar-. “Algunos escribas, no obstante, estaban allí vigilando con atención, para arrestarle durante la oración, porque estaban asustados del pueblo, La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 33 pues era considerado por todos como un Profeta. Y se aproximaron a Judas y le dijeron: ¿Qué estás haciendo aquí? Tú eres discípulo de Jesús”. Pero le respondió Judas, como deseaban, recibió por el contrario algo de dinero y se los entregó, “paradídomi” (παραδίδωµι)”. Frente a toda la parafernalia que tenemos en los textos canónicos, el huerto y el beso, ven ustedes la forma sencilla como este Evangelio refiere la entrega. Qué nos hace suponer esto si lo comparamos, enseguida con el texto que evidentemente es el que ha llevado la línea de fuerza de la condena de Judas, que es el Evangelio de Juan, porque ahí es donde están los detalles, porque ahí es donde está la geografía y ahí es donde está el tiempo. Yo les diría que algunas cosas muy interesantes. Les digo, vean ustedes el capítulo 6 de Juan, los versículos 60 y siguientes, en donde a diferencia de otros textos evangélicos, Pedro hace también su proclamación de fe. Cuando a Jesús le dicen algunos de los discípulos: “¡Qué duras son las palabras que dices!” y después de esto lo abandonan unos cuantos. Pedro ante la pregunta de Él: “¿Y ustedes también me van a abandonar?”. Pedro dice: “No, no te vamos a abandonar porque Tú tienes palabras de Vida Eterna”. Entonces, Jesús les dice: “Sin embargo yo a ustedes los he elegido, los conozco bien, uno de ustedes me va a entregar”. Y el relator, siempre, ya no es el texto de las palabras, dice: “Se refería a Judas, porque lo iba a entregar”. Pero en ese mismo texto es donde hay una referencia a Judas, porque dice: “uno de ustedes es un diablo”, ahí está, y dice el texto: “se refería a Judas porque lo iba a entregar”, no está la palabra entregar. No, “es un diablo, uno de ustedes es un diablo”. Hay que ver la interpretación que hace el relator de diablo, y lo que conocemos ahora por los cainitas. ¿Un diablo qué es? Incapaz de oponerse a Jesús, pero sí de tentarlo, es una potencia cósmica, eso es un diablo. Y así lo ha sostenido a todo lo largo El evangelio de Judas. O sea, que ahí, que Pedro aparezca como portavoz de los Doce, como lo suele hacer, y el tema, por otra parte, de la misma antipatía que se expone en El evangelio de Judas contra los Doce y Pedro como su portavoz, está marcando por dónde van las líneas de redacción de ese texto. Después sigue el otro texto que hemos visto al que me referí, el que tiene que ver con la unción de Betania. En la unción de Betania, 34 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico más o menos todos los textos son ajenos a la polémica individualizada, en Juan, sin embargo se individualiza a Judas y directamente porque es el que tiene la bolsa y porque es codicioso, como se ha dicho previamente. ¿Qué nos marca esto? Para ver ya algo más sobre la antigüedad del texto y adónde estamos. Nos marca en primer lugar que tenemos que recordar cómo se ha formado el Evangelio de Juan. El Evangelio de Juan es el único texto en el cual tenemos una cantidad de palabras y de pasajes que son claramente gnósticos, el odio del mundo, el “no me habéis conocido”, la persecución del mundo, como supone el Padre Raymond Brown, el mejor conocedor de Juan. ¿A qué se debe esto? Se debe a que sencillamente la primera comunidad juanina ha sido mixta, ha sido de juaninos propiamente dichos y de gnósticos, que la presencia doctrinal de los gnósticos aquí, ha sido de tal relieve que ni siquiera el redactor en el año 90, se ha sentido con capacidad de sacar estas fórmulas, o sea, que estos textos están esmaltado de frases sueltas que pertenecen a la concepción gnóstica. Pero después, cuando pasamos al aspecto ya propiamente polémico que surge cuando se ha separado el grupo gnóstico de la comunidad que va a quedar como juanina, en la Primera y en la Segunda Carta de Juan se ve, propiamente cómo ha existido esa polémica y el dolor tremendo que han sentido los juaninos por la separación de éstos que se han alejado de ellos y que son los gnósticos. Ésta es una tesis que me parece muy bien trabajada por R. Brown por una parte, y que un investigador protestante como Gerald Theissen ha formulado asimismo. ¿Qué podemos decir, entonces, respecto de todo esto? Que la imagen de Judas sobre la base del texto que tenemos ahora directo, y sobre esta polémica interna que se puede presumir, toma características que no son las que nos han llegado a ser habituales a través de los textos canónicos, que han sido al mismo tiempo ratificadas por textos apócrifos que son posteriores, y que se permite, yo les diría, hasta hacer una ficha diferente de Judas Iscariote y que el eje está en esto que también se ha perdido de vista que es la idea fuerte del concepto de los Doce, la transformación de los Doce, una concepción propiamente del mismo Jesús de Nazareth. Eso se advierte, porque Él va a rescatar al pueblo de Israel a través de las doce tribus, va a conseguir la La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 35 reintegración, pero en esa reintegración sobre la base de los Doce, ha habido evidentemente una fragmentación, y esa fragmentación ha tenido mucho que ver con el liderazgo de Pedro, por un lado y el liderazgo del mismo Judas por otro. Eso se advierte también, yo les diría, por los textos contradictorios que aparecen con posterioridad a la entrega, al hecho de la entrega que ahora lo vemos de dos formas diferentes. Cuando Judas advierte que Jesús ha sido llevado a la muerte, que ha sido condenado y ajusticiado, se arrepiente, pero enseguida el texto agrega: “como en realidad no se arrepintió a fondo se ahorcó”. Y las consecuencias del ahorcamiento también difieren en la corriente canónica, para un texto muere al ahorcarse, para el otro se cae del árbol y se mata, para otros, Papías, por ejemplo, acota, “ni siquiera se mató, siguió viviendo durante un tiempo largo sólo que con el cuerpo podrido y una cabeza enorme que era más grande que una carreta”, etc., etc. Estamos, ya, con un contemporáneo de Policarpo, el maestro de Ireneo de Lyon, así van los textos antiguos sumándose unos a otros. ¿Qué se puede deducir de todo esto? Ahora sí al finalizar, aunque parezca un poco escandaloso. La primera deducción que creemos que se puede hacer es que Judas Iscariote, el varón, (iś) de Keriot, con el mismo nombre del padre, Simón Is- Kariot, es el único judío que forma parte del grupo de los Doce, un judío de Judea, los restantes son galileos; segundo, que este judío, por las referencias que se leen en textos apócrifos posteriores y demás datos, tenía una buena posición social y una buena relación con las autoridades religiosas de Jerusalén; tercero, que sus capacidades prácticas eran bastante importantes, porque en una pequeña comunidad itinerante que tiene que sostenerse con lo poco que consigue, el tesorero y el administrador, es cumple una función que es muy importante dentro del grupo, y que posiblemente la visión de Jesús en relación con el rescate del pueblo de Israel era diferente de la visión pragmática de Judas. Judas aparece más como un negociador, y negociador incluso con las autoridades religiosas judías, mientras que Jesús le advierte constantemente que ésa no es su misión. Por eso constantemente Jesús sabe quién puede abrirse del grupo, que posiblemente el arreglo con las autoridades no fue una traición por 36 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico medio de una venta, fue posiblemente un arreglo para mantener a Jesús durante el período de la Pascua apartado y evitar dos cosas, primero su posible muerte, y segundo, la revuelta popular, esto es una constante política frente a los romanos que se mantiene durante toda la época: el conflicto entre autoridades religiosas -los líderes religiosos diversosy el procurar tener apaciguadas a las autoridades romanas. Y lo más llamativo, posiblemente el tema de la entrega y del dinero, no haya tenido que ver con una venta, y que sí, haya tenido que ver con un arreglo que incluía un pequeño beneficio económico a favor del grupo que favorecería al grupo después de la liberación de Jesús y no de la muerte. Por eso Judas es el primero que se horroriza y consterna cuando es informado del ajusticiamiento de Jesús. Éstas son algunas de las ideas que al tener un piso para pensar y para confrontar, un nuevo documento con su versión inédita de los hechos, se pueden deducir de la lectura de este evangelio. Les digo también que los días 27 y 28 de octubre, tendremos el Primer Congreso de carácter Internacional sobre el tema de El evangelio de Judas. Esto se va a realizar con el apoyo del CNRS y de la Sorbona en París, los días que les he dicho. Y estamos ahí prácticamente, salvo algunas personas que conocen el tema del gnosticismo, pero no tanto este evangelio, estamos ahí invitados a participar todos los que tenemos que trabajar en el tema. Esto lo aclaro para que se vea otro nivel del asunto. Porque ha resultado lo siguiente, que el conocimiento público de este documento, lamentablemente, apareció como un escándalo, es cierto, la estrategia de marketing que utilizaron los medios, motivó que se pudiera ver como un escándalo, pero a ello subyacía una realidad científica que debiera haberse advertido. De todas las declaraciones públicas que he leído, salvo la del P. Raniero Cantalamessa, que es un hombre dedicado a la Patrística, las respuestas al problema generalmente fueron ligeras, rápidas y no tenían nada que ver con el contexto. Creo que en Italia quien salió un poco al frente de la cuestión y dijo algunas cosas coherentes fue Mauro Pesce, que va estar, también, en la reunión de París, pero, en general, me dijeron, yo estuve el mes pasado en Santiago de Chile con el secretario del Comité Científico de Ciencias Históricas del Vaticano, La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 37 y en general no se han hecho avances, en Italia, y eso me dijeron en relación con el mismo Vaticano. Y esto obedece, también, a otras razones, las razones son y lo vimos ya con El Código Da Vinci que en lugar de responder como se debiera, se respondió directamente con alarmas, con condenas, se ha perdido el manejo de la situación desde hace más de treinta años. Por qué sucede esto. Me lo decía el P. Orbe, todavía durante el último Seminario que dio en latín, al que pude asistir, nos decía a sus alumnos, “ahora ya con esto de que no hay que estudiar griego, de que no hay que estudiar latín, ¡qué se va estudiar copto!”. Y entonces, aparecen desde diferentes lugares este tipo de contaminaciones intelectuales y de conflictos, y se encuentran de buenas a primeras estas dificultades y los conflictos una idea de la jerarquía que es equivocada -como si la jerarquía diera saber- la jerarquía da otro tipo de cosas, pero no saber específico, y a esto se agrega el latiguillo repetido de que los laicos son tan importantes en la vida de la Iglesia, pero apenas se los llama a colaborar en nada, en general. Resultan de esta manera estas confusiones generales para todo el mundo cristiano, aunque en estos temas de los primeros cristianos están mucho más avanzadas las confesiones protestantes. Porque en un tiempo la Iglesia Católica trabajó muy bien en Lovaina, se trabajaba en el mismo Instituto Bíblico, pero después se fue dejando, salvo la Universidad de Laval en Québec -estuve yo con ellos hace tres años-, y salvo en esa Universidad Católica todo esto se ha dejado un poco en el aire, y se pagan las consecuencias. Esto es lo que no quería dejar de exponer ante ustedes. Para introducirse en la temática aconsejo dos obras en las que podrán consultar una mayor bibliografía: El evangelio de Judas. Edición y comentario de F. García Bazán, Editorial Trotta, Madrid, 2006 y F. García Bazán, Judas. Evangelio y biografía, Editorial Sigamos Enamoradas, Buenos Aires, 2007. 38 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico DIÁLOGO - Dra. Archideo: Quería preguntarle qué dijo la Congregación de la Fe la última vez que trató ese tema, si lo trató. - Dr. García Bazán: Yo creo que no. Lo que está tratando ahora la Comisión Internacional de Teología, es el tema del Limbo, en eso sí estoy al tanto, incluso mandé a través del Padre Farina, que somos amigos, le mandé un artículo que escribí explicando la importancia que tuvo este asunto en los orígenes cristianos, que parece que también se olvidaron un poco. Pero fíjese, Lila, la diferencia entre lo que dice el periodismo y la realidad. Se está analizando un borrador, el periodismo dice, “se cerró el Limbo”. - Dra. Archideo: Pero el tema del Limbo lo está tratando la Comisión Teológica Internacional que no es lo mismo que la Congregación de la Fe. Mi pregunta es sobre la Congregación de la Fe. - Dr. García Bazán: No, no, hasta ahora no ha dicho nada. - Dra. Archideo: De todos modos a nosotros nos corresponde como cristianos creer y seguir con el pensamiento que tuvimos hasta ahora. Y lo que está haciendo usted le corresponde al investigador. - Dr. García Bazán: Exacto. Exacto. Y es interesantísimo, yo les diría, leer las homilías de los miércoles de Benedicto XVI, que las últimas han tenido que ver con los Doce Apóstoles. Y por ejemplo, con el caso del Apóstol Tomás, lo dice con toda claridad, hace muy bien el análisis, la interpretación de Tomás, a través del tema de la “pístis” (πίστις), de la fe, pero cuando va a concluir, dice la homilía: “hay también dos escritos apócrifos” –la expresión no es muy precisa-, los Hechos de Tomás y el Evangelio de Tomás, en realidad los asesores tendrían que haber hecho distinguir, hay un escrito apócrifo y hay un escrito gnóstico - porque no es lo mismo-, atribuidos a Tomás que desde luego tienen su interés, no hay que dejarlos de lado, en relación con las investigaciones del cristianismo primitivo. Ésa es la posición. - Dra. Archideo: Esa visión del mundo gnóstica, de alguna manera la suya. ¿A qué lo lleva frente a esto? - Dr. García Bazán: A tratar de distinguir esos dos niveles de los que hablé al comienzo, ése es el esfuerzo mío. O sea, el mostrar esto. ¿Cómo es posible vivir el Catolicismo en la forma en que se puede vivir La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 39 históricamente, que es adhiriendo a los ritos, a la doctrina, a la ética cristiana, pero sin olvidar que hay un nivel subyacente que se debe conocer, que incluso en algunos aspectos puede enriquecer el otro? Les quiero contar una pequeña anécdota que el otro día me dejó realmente contento, satisfecho. Yo terminaba de dar un curso en el que se puede considerar el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, en el Malba. Literatura. Me siguen muchos alumnos ahí y vi que el texto del domingo pasado que se leyó en la Misa, en relación con el divorcio y en relación por otra parte con los niños, era algo que daba para más y lo comparé con Lucas y con Mateo, pero el texto más antiguo, por la exégesis desarrollada, probablemente, sea el dicho veintidós del Evangelio de Tomás. Y dije, lo voy a aprovechar ya que eso tiene que ver con lo que estoy dando en el curso, para que lo vean en concreto. Y digo: “Vean ustedes aquí para rastrear la antigüedad de los textos, y cómo se van conformando” –lo leo entonces- pero, antes dije: “A ver -yo llevaba la hojita de las lecturas del domingo-, ¿recuerdan ustedes lo que se leyó este domingo, fueron algunos de ustedes a Misa, tienen la hojita?”, se sintieron como avergonzados, nadie había ido a Misa, gente que tiene interés religioso, y que muchos de ellos habrán ido a Misa en algún momento. Y me di cuenta por la cara cómo me miraban que alguno de estos va a ir a Misa ahora, porque habrán dicho, ¿Cómo este hombre que es tan crítico, y que al mismo tiempo enseña todo esto, sin embargo es católico practicante?”. Para mí fue una lección como diciéndome, “No, no, hay que estar ahí y aquí, y pueden convivir las dos cosas”. - Dra. Archideo: Pueden convivir el investigador y... - Dr. García Bazán: Claro, pero la idea es que la investigación no nos aparta de lo vivo que es la tradición que estamos sosteniendo, porque uno no puede vivir en el aire. Aparte lo dice el mismo Benedicto XVI, el otro día cuando habló del Jesús de la historia y del Jesús de la Fe, que son inseparables, el Jesús de la Historia da algo inmanente si nos quedamos sólo en él; el Jesús de la fe da una abstracción, y hay que estar en ambas realidades. Y esto, si no es con la investigación, no lo rescata nadie. - Dra. Archideo: ¿Alguien quiere preguntar algo más? - Dr. Beltrán: Lo que me ha dejado pensando de su charla y sobre todo y muy especialmente la oportuna anécdota que usted contó al final, es acerca de un asunto que me parece que a los católicos nos está 40 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico permanentemente provocando un desafío, porque sucede que quizás nuestra religión sea la única en la cual está por un lado esa vocación espontánea que el hombre tiene de ir en busca de la verdad, de tratar de conocer el mundo que lo rodea, su propio ser, en otras palabras, de llevar adelante el mandato de su racionalidad, y en ese sentido podríamos ubicar allí a todos los expertos y estudiosos que como usted, están indagando acerca de fuentes y documentos, el pasado, etc. Pero, el problema, por decirlo de alguna manera es que los católicos tenemos un Magisterio, que en la antigüedad existía aquella diferencia entre la “episteme”(έπιστήµη) y la “doxa” (δόξα), según la cual uno trataba de encontrar la verdad y buscar en tal sentido una justificación apodíctica, una justificación necesaria de esa verdad, y en caso de que la encontrásemos, decíamos, bueno esto es “episteme” (έπιστήµη), esto es ciencia en sentido estricto. A veces, el asunto sobre el que se hablaba o las dificultades que presentaba no permitía llegar más allá de una “doxa” (δόξα) u opinión, pero, tenemos una ortodoxia, es decir, hay opiniones que se pueden admitir y otras que no, y me parece que para las personas que trabajan en ámbitos como el que usted nos planteó anoche, el hecho de hablar sobre el Evangelio de Judas e ir a Misa, implica una especie de tensión. Yo quería preguntarle justamente si usted en lo personal ha vivido o ha experimentado esa tensión, o si nos podría hacer alguna reflexión respecto de eso, porque yo personalmente, a veces, me siento algo desorientado cuando ciertos intelectuales que trabajan en el campo de las ciencias bíblicas, parecen sugerir que hay una fe vulgar, hay una enseñanza de la religión adaptada para el pueblo, y hay, como dirían los autores de la tradición musulmana, una fe para iniciados. Averroes, por ejemplo, distinguía tres clases de espíritus y él hablaba de que estaba la fe destinada al pueblo, la fe destinada a los teólogos y la fe destinada a los filósofos, a los que seguramente se les tendría reservado el mayor privilegio. Recuerdo como anécdota una nota salida en el diario una vez, en la que un obispo aclaraba la enseñanza de la Iglesia respecto a la virginidad perpetua de María, debido a un libro que había sido publicado con argumentos de carácter supuestamente científico ponía en duda ese dogma, y en una sala de profesores yo hice el comentario que me parecía muy bien ese artículo, y uno de los presentes que era profesor, no sé, de Antiguo Testamento, pongámosle, decía: “Bueno a mí me parece mentira que todavía se siga creyendo en la virginidad perpetua de María”. La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 41 Entonces, esa dualidad que uno percibe, donde la Iglesia por una parte enseña una cosa, y donde después algunos de sus ministros o de sus docentes, parecen entender que hay que enseñar otra, me parece que es algo un poco traumático. Tal vez usted nos pueda decir algunas palabras sobre esto que a mí me pasa, y que me vino sugerido por lo que nos ofreció anoche. - Dr. García Bazán: Le agradezco mucho la pregunta, porque por otra parte va al núcleo de la cuestión, sobre todo a la cuestión del mismo título de mi ponencia, en la cual el tema de la perspectiva de una visión personal ha influido en mis investigaciones. Lo primero que le diría es esto, que el planteo que usted me hace con la pregunta, pero, está lo esencial de la pregunta, el planteo sin embargo me parece que es un planteo moderno y mis investigaciones tienen que ver justamente con aquellos tiempos del cristianismo, en el cual esto que usted ha dado por sentado con tanta claridad no tenía esa precisión, el tema de la ortodoxia. O sea, hay yo le diría, ciento cuarenta años, cuando se fija primero la idea de herejía, y después la de ortodoxia, hay ciento cuarenta años en los cuales todo eso se ha ido conformando gradualmente y no tiene esa precisión de nociones separadas. Le iría por partes. En primer lugar, de acuerdo con el texto más antiguo que trata esta temática, que es la Primera Carta de Clemente, redactada por el secretario, porque se ve que era el que sabía escribir, el secretario del Colegio presbiterial de Roma, Clemente, que después ha llegado a ser obispo -porque el primer manejo que tenemos en la ordenación romana, ha sido presbiterial y ha sido colegial-. Después, recién en los años que van del 138 al 142 con el Obispo Higinio queda establecido lo que podemos llamar un gobierno episcopal de carácter monárquico. En la Carta de Clemente a los Corintios en donde se observa que ha habido una dificultad, justamente, entre las autoridades religiosas, y sobre todo entre las que ejercen el ministerio y el ministerio de la liturgia, la temática conflictiva más que con la ortodoxia, que no existe, entonces, tiene que ver con la “ortopraxia”, eso sí que es importante. ¿A quién le corresponde ejercer el culto y de acuerdo con qué normas? Y ahí aparece, incluso, la palabra “canon”, la norma objetiva que permita que no haya transgresiones, ése es el problema a fines del siglo I, ése es el problema fundamental. ¿Cómo seguimos y celebramos realmente, los ritos que nos 42 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico pertenecen comunitariamente? Y que ya, vemos también en la “Didakhé” (διδαχή), que es más o menos contemporánea, un poco anterior quizás, ya vemos que hay dos ritos establecidos, y con ciertas prescripciones para su cumplimiento, y que son el bautismo y la eucaristía. Ése es el problema que surge de los testimonios por esos tiempos. Cuando un poco después, el Obispo mártir, Ignacio de Antioquía, habla de ortodoxia, la define como una “hierba extraña”, no se refiere a opiniones (dóxai), sino como a algo que viene de afuera de nosotros y puede envenenar la doctrina, y él ya está convencido de algo que hay otros que niegan, que la doctrina tiene que ver con la convicción, hacia una interpretación determinada del martirio que “de la muerte da la vida”, mientras que hay otros que dicen eso es falso, “si la vida es vida, y no muere es un absurdo pensar que de la muerte venga la vida. La vida está oculta, se descubre, está en nosotros, aparece y nunca muere”. Es el núcleo de la enseñanza docética. O sea, que ya en los comienzos de la disputa sobre heterodoxia-ortodoxia el tema de los gnósticos en relación con los “docetas” está claramente presente. Miren que siempre estoy hablando de fines del siglo I. Pero inmediatamente usted se da cuenta también, de que cuando un punto de vista predomina cambia el panorama del equilibrio. El texto del que le hablé antes, la “Didakhé” (διδαχή) que nos habla también estos hechos religiosos tan arcaicos, lo muestra en el título con que aparece en los manuscritos, que ya da la interpretación fortalecida del contenido del texto porque es la “Didakhé” (διδαχή), “La doctrina”, pero ahora más explícitamente, La doctrina de los Doce Apóstoles. Esto es una novedad posterior y que la proporciona el título. Lo que les voy explicando son las vicisitudes. Sí es cierto y usted avanza en ello, es en Roma en donde se da la primera madurez de este punto de vista que yo le llamaría “protocatólico”, pero vemos que mientras que esto se da en Roma, la Iglesia de Alejandría un siglo después, todavía sigue con el gobierno colegial, y todavía siguen los cristianos de Alejandría manejándose con ideas que no son la forma como las maneja la Iglesia de Roma, que ha llegado a una madurez mucho más rápidamente. Más todavía, cuando esta Iglesia que se conforma de determinada manera, pretende influir en otras iglesias, la resistencia de los obispos también es notable. Al punto de que hay un tema central, que conocemos más históricamente, que es la fecha de la celebración de la Pascua, en el cual la problemática se ofrece al revés, son los orientales los que quieren influir en la Iglesia de Roma. Los obispos romanos ya tienen una idea La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 43 clara de por dónde van, y cuando incluso, el mismo Policarpo que viene de Esmirna con la idea de la celebración de la Pascua el catorce de abril se le da a su persona todo el respeto que merece el anciano maestro y Obispo de Esmirna y se le da el primer lugar en la celebración de la liturgia, pero no se quiere hablar con él del tema de la Pascua y Aniceto (155-166) se mantiene firme en la tradición romana. Sin embargo, cuando cincuenta años después la Iglesia de Roma se ha hecho fuerte, quiere influir con la fecha que es la que nosotros seguimos, en el tema de la Pascua en las otras iglesias. Si esto acaece en la primera mitad del siglo II y fines del siglo I ¿qué sucedía en la Iglesia en los años anteriores? Ahí usted tiene para manejarse una lectura, para manejarse e investigar necesariamente, canónica, de las Cartas de Pablo que son los testimonios más antiguos, de cómo se han constituido los Evangelios dentro de la idea habitual que tenemos de lo que es el texto evangélico con los relatos, por un parte, y con las palabras del Señor por otra, pero tenemos también, como investigadores, toda la masa de documentación extracanónica e histórica que es cronológicamente de la misma época, para ver cómo han sido los orígenes cristianos y para ver, por ejemplo, que la corriente más estrecha en relación con el mismo Jesús, como ha sido la de los cristianos judaizantes, los estrictamente llamados judeocristianos, han tenido una vigencia, que después ha desaparecido, aunque han mantenido la tradición primera en toda la Iglesia de Palestina. Y por supuesto, próximamente también la parte de Siria en que van algunos cristianos judíos que hablan en arameo, etc., etc. Y vemos que en la época de Justino estos cristianos, prácticamente, han sido dejados a un costado y que han ido desapareciendo, por más que Jerónimo tome los textos que han utilizado para usar el texto original hebreo, para hacer la traducción de la Biblia al latín. Pero en medio de ellos aparece constantemente otra corriente, que es la corriente de los gnósticos. Eso se ve por los textos de Pablo, y eso se ve también, ahora por textos directos nuevos que hablan acerca de esta temática gnóstica. ¿Cuál es el problema que se plantea al investigador? ¿Qué él va a decir que su palabra es la palabra del Magisterio? Eso me parece que es un disparate. Así y todo, las tendencias modernas, en el fondo a las que usted se ha referido, es ésa la tesis que presentan. Muchos católicos, llamémoslos disidentes, llamémoslos cismáticos, lo que están diciendo es que la palabra de su investigación debe ser la palabra de la Iglesia, yo estoy convencido de que eso no es así, de que el investigador en Filosofía, en Patrística, en Teología, ofrece sus investigaciones. Que está 44 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico colaborando en algo, en algo que tiene que ver con la misma Iglesia primitiva, en la cual la jerarquía no existía, en la cual lo que existía en la asamblea cristiana eran las funciones, y las funciones inspiradas por el Espíritu Santo. Por eso Pablo nos habla de los carismas, y por eso lentamente los carismas van sufriendo una transformación en su importancia, en su presencia, entre maestros, apóstoles y profetas, el carisma de profecía, que no solamente sigue teniendo vigencia en alguno de estos escritos primeros del que les hablé, lentamente va dejando lugar, va desapareciendo y va desapareciendo en la medida en que aparece otro hecho- del que ayer se trató- dentro de la Iglesia que es el de la predicación itinerante en relación con los grupos sedentarios que se fortalecen, eso se ve muy bien también, en la “Didakhé” (διδαχή), en este documento están ambos aspectos. La profecía tenía una importancia de primera. ¿Pero qué vamos a hacer con la profecía dentro de grupos instituidos, qué vamos a hacer con eso? Una respuesta clarísima la da la primera tentativa que vemos de establecimiento institucional, que es el Evangelio de Mateo. Y en el Evangelio de Mateo usted encuentra una respuesta que está ahí y no está en los otros textos evangélicos. Yo ayer hablé, acuérdese, en Juan, de la proclamación de fe de Pedro, allí aparece Pedro como portavoz de los Doce. Pero, en Mateo, en su proclamación de fe aparece algo más, en el único texto, que ha tenido sí después una proyección permanente. El hecho de que reconozca a Jesús como el Mesías divino, cuando dice: “Tú eres el Hijo de Dios”, que reconozca Jesús dos cosas, primero, que aquello no se le ha dictado la carne y sangre, es decir el hombre terreno, que ha sido una inspiración que le viene de lo Alto; y lo segundo el cambio del nombre: Cefas, Pedro- piedra, “y sobre ella edificaré mi Iglesia...”, esto es una singularidad, es un texto exclusivo de Mateo, de una comunidad sedentaria que ya está buscando, incluso, la jerarquización interna. Y que al mismo tiempo ha cambiado algo, porque eso está vinculado también al atar y desatar y a la interpretación en relación con la llave, lo que ha sido llave de las Escrituras, ahora se transforma en llave del Reino. Eso está exclusivamente en Mateo, eso no está en Marcos, eso no está en Lucas. Y si usted recurre, ahora sí, le decía, a un texto también arcaico, como es el Documento Q, esa hipótesis de texto que está debajo de Lucas y de Mateo en relación con las palabras del Señor verá que tampoco está. Y cosa más interesante todavía, si recurre al paralelo correspondiente en el Evangelio de Tomás, va a encontrar otro detalle mejor, que la temática de la llave tiene que ver con la temática de la La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 45 interpretación del conocimiento. Ahí se ve que, incluso, estos textos antiguos están polemizando con el texto de Mateo. Es un cúmulo de informaciones para orientarnos un poco. Lo que le quiero señalar, entonces, son dos cosas. Una, la eficacia que ha tenido que una determinada orientación de interpretación vinculada al Magisterio, sea considerada por la mayoría del pueblo cristiano y, además, porque la ha seguido la catequesis, como que ésa sea la manera única de interpretar y eso no lo sostiene así el Magisterio cristiano, porque están los textos Pontificios permanentes y las Homilías recientes de Benedicto XVI, en las cuales el esfuerzo de la investigación es indicada como central. En lo que no se han metido los estudiosos tanto, pero siempre estarán a tiempo, es en tratar de desmontar los argumentos de carácter, yo le diría intelectual, que han ido armando todo este tinglado. Y eso es lo que yo traté de explicar anoche en relación con la heresiología, son dos siglos y medio de una tendencia que ha acallado muchas otras inquietudes, pero las inquietudes están ahí y los documentos también y la mayoría de los investigadores evitan caer en esta trampa que usted señaló de confundir los planos. Los que se mantienen más que en la investigación, en el ámbito, yo le diría, del activismo, de la transformación de aspectos parciales de la Iglesia, son los que caen en el campo resbaladizo que los lleva al error. El investigador aporta elementos, y la Iglesia no niega esos elementos, tampoco los asimila sin haberlos previamente valorado, etc. Pero, un investigador no tiene por qué sentir ninguna inquietud de simultáneamente ser orientado por la forma que tiene el rito católico, la forma de la doctrina, la forma de la praxis, el tema de la ética, del servicio de comunidad etc., esos han sido problemas todavía anteriores a los de la ortodoxia, no tiene ningún problema en manejarse en este campo que es complejo, y tener claridad sobre los niveles de su práctica y de la interpretación. Ese ejemplo que usted me dio en relación con el pensamiento islámico, en realidad, lo ha tomado el islamismo de los orígenes mismos del cristianismo, porque la formación de Mahoma ha sido una formación judeocristiana, después ha venido su intuición religiosa, etc., y ahí están, porque están en los orígenes cristianos, la presencia de este doble nivel porque, yo le diría ahora sí, como lo ha manejado René Guénon en relación con el islamismo, de lo esotérico y lo exotérico. Si usted toma el libro del Cuarto Esdras lo va a comprobar con toda claridad, si usted toma los textos del Qumrán, lo va a ver con toda claridad, y si usted toma 46 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico los mismos Evangelios va a ver también esta distinción entre aquéllos que piden una explicación mayor y se las da Jesús, y aquellos otros a los que se le habla en parábolas, etc. Así que el investigador no tiene por qué temer ni desorientarse. El investigador lo que tiene sí, es otra fe activa y concreta que es ésta. En la medida en que yo aporte elementos, el mismo Magisterio se va a sentir ilustrado, y en esta flexibilidad va a soplar y va a aparecer aquello que realmente dicta la doctrina, el culto, la ética, que es el Espíritu Santo, ésa es la opción última a la que apunta el investigador siendo un creyente. Por eso, este problema que usted se plantea es una inquietud que yo tuve cuando era joven, lo dije ayer, primero resolví la primera, la relación de la fe con la razón que fue más sencillo, y después me quedó ésta, en la cual investigo hace cuarenta años, con aparición de temáticas que eran insólitas. El hecho de que hayan aparecido los textos directos del gnosticismo, el hecho de la Biblioteca de Nag Hammadi, el Evangelio de Judas frente a esto es un fenómeno menor, lo otro sí que realmente ha hecho ir reviendo todo el panorama de los orígenes cristianos. Pero, no se olvide, hay ciento cincuenta años durante los que los cristianos actuaron así, o decimos que aquello no fue cristianismo, que ahí ya hacemos el balance de que había cristianos réprobos y elegidos, -viéndolo esto desde el año ciento cincuenta en adelante-, o que fue una realidad histórica y que se vivió cristianamente, ahí está el eje del problema. - Prof. Prosperi: Non so se ho colto tutte le sfumature del discorso. Volevo comunque fare qualche commento. Lei diceva che il testo di Matteo sulla confessione di Pietro e il conferimento delle chiavi è strettamente l’unico a cui possiamo far riferimento a proposito del primato del Papa. A me sembra, invece, che il tema di quel discorso, anche se non proprio nella medesima forma e riferito questa volta al collegio di tutti gli apostoli, sia intanto ripreso da Giovanni nel racconto della prima apparizione di Gesù nel cenacolo dopo la resurrezione. Quanto poi specificamente ad una posizione speciale attribuita a Pietro, mi pare che questa appaia chiaramente, oltre che nello stesso Giovanni (nel racconto dell’apparizione sul lago di Tiberiade), un po’ in tutti i vangeli, anche banalmente nel fatto che in tutti gli elenchi degli apostoli il nome di Pietro figura sempre per primo. Un aspetto significativo mi pare sia anche il cambiamento di nome che si accompagna al conferimento di uno specifico ruolo. La funzione di guida riconosciuta a Pietro dalla comunità La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 47 primitiva è poi evidente negli Atti degli Apostoli e in Paolo, in particolare nella Lettera ai Galati. Mi pare notevole che Paolo dopo la sua conversione, dopo l’apparizione sulla via di Damasco, a cui pure si richiama come ad un’investitura personale diretta da parte di Cristo, senta ad un certo momento il bisogno di recarsi a Gerusalemme e presentarsi a Pietro. E ricordo che in un primo momento egli si presentò a Pietro e a Pietro soltanto, per avere una conferma e un avvallo alla sua predicazione e solo successivamente con Barnaba si presentò a tutti gli apostoli (in occasione del cosiddetto Concilio di Gerusalemme). Con Pietro Paolo avrà poi un vivace scontro ad Antiochia, e mi pare notevole che, mentre aveva riconosciuto in lui la massima autorità in fatto di fede, non si sia peritato di rimproverarlo pubblicamente per un episodio in cui questi aveva manifestato poca coerenza e tutta la sua debolezza umana. E’ un po’ la nostra situazione che, mentre dobbiamo al Papa sempre obbedienza e rispetto nel suo ruolo specifico, siamo liberi di dissentire in altre scelte concrete e anche di stigmatizzarne il comportamento quando dovessimo ritenere egli si fosse allontanato nella vita o negli atteggiamenti concreti da quella fedeltà alla Parola che avrebbe dovuto incarnare. Questo è certamente accaduto molte volte nella storia, si pensi tra i tanti pontefici ad un Alessandro VI, per quel che riguarda la condotta privata, o alle lotte sostenute da altri in momenti oscuri della vita della Chiesa per accaparrarsi la carica, lotte giunte a volte allo spargimento di sangue. Ritornando alle prerogative di Pietro e all’eredità da questi lasciata ai suoi successori a capo della chiesa di Roma, come percepita dalla chiesa dei padri, esistono significative testimonianze storiche. Prima fra tutte la lettera di Clemente Romano alla comunità di Corinto, per le fratture prodottesi all’interno di questa; lettera in cui Clemente, tra l’altro, si scusa per il ritardo con cui compie quello che egli evidentemente considera un suo preciso dovere; lettera che la chiesa destinataria custodirà gelosamente e rileggerà frequentemente nelle sue assemblee. Molto importante è anche la lettera rivolta alla chiesa di Roma da Ignazio di Antiochia alla vigilia del proprio martirio, dove egli saluta quella chiesa come colei che presiede tutte le altre nella carità. Quanto al tema della necessità di un’ autorità che garantisca l’ortodossia della fede, ricordiamo ancora l’anatema, sempre di Paolo, contro chiunque (anche egli stesso) predicasse un Cristo “diverso” da quello inizialmente annunziato. 48 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico - Dr. García Bazán: Profesor, muchas gracias porque sus matices son importantísimos para seguir hablando sobre el tema. Es que justamente, cuando este conjunto de textos al que usted se ha referido, marcan la preeminencia de Pedro, ya están organizados estos textos y por eso justamente se va marcando la preeminencia de Pedro. Hay uno fundamental y que tiene que ver con Lucas y es la luz que guía con la misma línea siempre: Lucas-Pablo, Pablo-Lucas y por supuesto aquella que tiene que ver con el texto de la Primera Carta a los Corintios, en la que se habla sobre “el Evangelio que yo he recibido” y que tiene que ver ya con una determinación de ese “Evangelio” que ha recibido él, que tiene que ver siempre con una línea en constitución y que yo le diría ahora que es Pablo-petrina, Pablo-lucana. Fíjese que el primer detalle de modificación es proporcionado por Lucas en donde no solamente se está reconociendo la preeminencia de Pedro, sino que se la quiere confirmar con un texto que ni Juan ni Marcos siguen, que es el de las apariciones del Resucitado, es Lucas el primero que atribuye la primera aparición a Pedro. Dice: “los Once nos han dicho que se le ha aparecido a Pedro, el Resucitado”. Usted sabe bien que tanto para Marcos como para Juan, la primera aparición del Resucitado es a María Magdalena. Lo cual marca dos ideas que va a seguir esta teología de Pedro y de Pablo, la preeminencia de Pedro, y la polémica, que después vamos a ver, de las mujeres con Pedro y la mujer dejada a un costado en relación con la administración eclesiástica. Estos textos tan bien armados y que tienen que ver también con Clemente I, se vinculan también con una conformación de la misma Iglesia Romana, pero que es anterior. Y eso lo vemos claramente a través de un testigo que es externo a la misma historia de la Iglesia. Eso lo vemos en torno al año noventa en las Antigüedades judías de Flavio Josefo, en donde en cotejo con lo que aquí se escribe la personalidad importante es Santiago el hermano de Jesús; la preeminencia que el cristianismo romano protocatólico da a Pedro y a Pablo unidos, nos permite interpretar asimismo que ese texto en que aparecen unidos y como los fundadores y los primeros representantes de los Apóstoles en la Iglesia de Roma, en la Primera de Clemente, en donde se utiliza, curiosamente, la expresión de “columnas”, lo cual nos retrotrae a Gálatas, es posterior a la información de Josefo. En Gálatas en realidad, se habla de la vinculación de Pablo con Pedro, ciertamente y del reconocimiento de Pedro en relación con aquella línea de interpretación, pero Pablo admite el aspecto colegial del gobierno religioso en Jerusalén, las “columnas” son Pedro, Santiago y La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 49 Juan, y los orígenes de cada una de las iglesias correspondientes. Y el hecho, fíjese, de que hasta llegado a este punto, el tema de los Doce, que ése sí que es fuerte y que prácticamente tiene un contenido cambiante, se retoma de otra manera, porque ajusticiado Santiago el Mayor, ajusticiado el hermano de Juan, Pedro se va a Antioquia y prácticamente la Iglesia de Jerusalén queda en manos de esa corriente que le dije, la corriente judeocristiana, con Santiago el Justo, el hermano, como primer Obispo, como primer guía y que se continúa con la familia de Jesús de Nazareth, porque después de ajusticiado Santiago, el Justo, viene el primo de Jesús, Simeón bar Kloppás (Simón hijo de Cleofás) que como familiar va a tomar la jefatura de esa línea. Yo diría que hay, como lo ha mostrado muy bien, una tentativa de interpretación y de apoyo de determinados textos que tienen una cronología supeditada a otra anterior y que ha ido marcando claramente la primacía de Pedro-Pablo, pero es Pedro-Pablo, y ya era natural que Pablo tomara esa línea porque estaba en una polémica permanente con los parientes directos de Jesús. Eso explica también que en Hechos se pongan de acuerdo y determinen la naturaleza que defina al “apóstol”, en una forma, desde luego, en la que ni siquiera le quedaba espacio a Pablo para ser Apóstol. Por eso, toda la tradición judeo-cristiana, permanentemente, eso se ve en las Pseudo Clementinas, le quitan legitimidad a Pablo del hecho de que se declare como Apóstol, por una justificación muy simple: “Tú podrás decir que en el camino de Damasco tuviste una visión, que oíste unas palabras, pero, decir que esa visión tiene que ver con Jesús, el Cristo histórico, nunca lo podrás corroborar, porque no lo conociste históricamente”. O sea, lo que se ve claramente es que los textos armados en relación con el proto-catolicismo, son tan antiguos como los otros, y que marcan, desde luego, una orientación dentro del cristianismo y que ahí se ha optado por una convicción, sólo que cuando tratamos el fondo la cuestión y vemos como las palabras del Señor se han ido interpretando y transmitiendo, las cosas no quedan tan claras. Aunque, el respaldo que que vemos que la tradición protocatólica tiene a partir de Justino y de la existencia que él mismo declara de la Memoria de los Apóstoles, eso marca que aquello como interpretación grupal había tomado cuerpo y desde orígenes remotos. Pero, yo creo que en los cuarenta primeros años que tienen una relación histórica directa con Jesús de Nazareth y con el hecho histórico de la Resurrección, porque yo creo que es un hecho histórico antes que de fe -porque el tema de la fe tiene que ver con los que 50 Epistemología de las Ciencias. La visión del mundo del investigador y la incidencia en su trabajo científico han venido después-, que eso lo han compartido simultáneamente otras corrientes, la judeocristiana, claramente digamos acreditada y la “docético-gnóstica” evidentemente reconocida por Pablo, etc. Y que más tarde aparece explosivamente como una posición polémica, pero habría que insistir quizás más en la antigüedad del “docetismo” interpretación en la cual se encarama la concepción gnóstica, eso también lo creo. - Dra. Archideo: Muchísimas gracias, Dr. García Bazán La cosmovisión dentro de la realidad religiosa. Francisco García Bazán, pp. 17-51 51