Popurrí de Anestesia Dra. María Olivares de la Cerda* Dra. Raquel Sauza Del Pozo ** * Ex-Jefa del Departamento de Anestesiología Unidad Médica de Alta Especialidad No. 34 Instituto Mexicano del Seguro Social Monterrey N.L., México ** Anestesióloga Unidad Médica de Alta Especialidad No. 34 Instituto Mexicano del Seguro Social Monterrey, N.L., México Monterrey, N.L. México [email protected] [email protected] E l privilegio que se nos concede de escribir estas letras para el suplemento 2004;(1) de nuestra revista de Anestesia en México lo consideramos una gran distinción y un reto. Despertar la conciencia de equipo de trabajo en donde los beneficiarios sean la especialidad como tal, nuestros pacientes y nosotros mismos, debería de ser el camino de gracia de la modernidad de la anestesiología en nuestro país. Como jefa de un departamento de anestesiología en una ciudad capital, en un hospital de tercer nivel de atención, me di a la tarea de identificar algunas de las causas del por qué, como especialidad medica de tan relevante importancia, con distinguidos y renombrados anestesiólogos a nivel Internacional, se carecía de una cultura organizacional independiente y autónoma con poder para influir en aspectos como son los programas de enseñanza, de la educación continua y sobre todo, el respeto y cumplimiento irrestricto de la norma oficial para la practica de la anestesiología en México Primero miré hacia mí alrededor y encontré que en la práctica diaria seguíamos careciendo de credibilidad ante los ojos de nuestros compañeros de otras especialidades de la medicina. No fue fácil ir ganando esta credibilidad con el transcurso del tiempo, fue nuestro trabajo digno y con rigor científico lo que nos llevó a que los demás creyeran en nosotras. Sin embargo, el grupo de trabajo seguía siendo individualista, y en la mayoría de los casos predominaba el sentimiento de competencia profesional inmadura y partidista. La real preocupación por tener un departamento de anestesiología con voz y voto ante la dirección del hospital, era de manera constante obstaculizada por nosotros mismos. Al menos en provincia, parecía que el cargo de jefe de anestesiología era mas bien de ser el mago del quirófano, capaz de lidiar con todas las categorías de trabajo, y resolver todas y cada una de las necesidades fueran o no relevantes. El otro gran universo era la utilización del puesto con fines personales de poder, fama o prestigio social. Todo esto se puede considerar una secuela de nuestro trompicado camino como Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 especialidad. Nos preguntamos si esta falta de madurez profesional y como individuos es el origen del vacío que se advierte en nuestra escasa o nula planeación de trabajos de investigación seria, con orden constante y creciente, de publicaciones periódicas en revistas biomédicas, o tendremos que resignarnos con departamentos al servicio de otras especialidades, de otros individuos, o administraciones hospitalarias que saben de poco o nada de nuestra especialidad. Gentes que contemplan a la anestesiología solo a través de los ingresos que dejan los fármacos o el equipo, al igual que los números de productividad institucional. Sabemos que en esta lucha por dignificar la especialidad muchos han sucumbido, y que otros tantos lo seguirán haciendo. Ahora requerimos en forma urgente de un plan que contemple a la investigación como parte del quehacer diario en los departamentos de anestesiología, tanto a nivel institucional como en la práctica privada. ¿A quien benefician los artículos de revisión? Vivimos una época de sobre producción de escritos médicos; investigaciones originales, en los aspectos animales o clínicos, en equipos, procedimientos, nuevos fármacos, etc. La publicación de trabajos de revisión en áreas criticas de interés y aplicación diaria son de una gran utilidad para todos, en especial aquellos colegas con labores agotadoras que nos dejan poco tiempo para leer los originales. En definitiva, habrá muchos anestesiólogos sobresaturados de actividades profesionales y familiares, para los cuales hacer una revisión meticulosa de tantos artículos de un tema en especial, que sea prácticamente imposible, esto sin olvidar que nuestra especialidad es de gente joven. Contar con una experiencia y conocimiento tal que les permita distinguir aquellos artículos publicados con rigor científico, de aquellos que se alejan completamente de las reglas internacionales o las políticas de publicación de revistas científicas será prioritario. 1 ¿Podrá esta información de los artículos de revisión ser considerada como representativa de los avances en medicina, o llenará exclusivamente las páginas de algún libro de texto? Los autores serán los responsables de que el contenido sea actualizado, de que consulte diferentes fuentes, y que en lo que sea posible se eviten repeticiones tediosas. El hecho de que algunas publicaciones gocen de gran prestigio a nivel internacional, no excluye verificar la validez o la subjetividad de las conclusiones. En este suplemento de Anestesia en México hemos seleccionados diversos temas de actualidad, sin mayor relación entre ellos que el de discutir áreas pertenecientes al amplio campo de la anestesiología. De ahí el nombre del suplemento, ¨Popurrí de Anestesia¨. Estos temas tienen un interés especial para el diario quehacer en nuestra especialidad, algunos con aplicación diaria, y otros como temas de consulta. La cirugía del paciente obeso es cada vez mas frecuente y nuestros colegas cirujanos la están abordando como una cirugía más. Esto hace urgente establecer y seguir las guías o estándares que nos aseguren un cuidado anestesiológico óptimo, muy alejado de ser una anestesia simplista y sin riesgos. Las enfermedades degenerativas del sistema nervioso central como el Parkinson son cada vez mas frecuentes y nos retan a manejos novedosos. Esto también sucede con los pacientes de la tercera edad, los cuales son tan frágiles que nos obligan a un conocimiento amplio de sus cambios funcionales. Tal vez no sea tan importante el tipo de anestesia, sino prevenir complicaciones. Estos enfermos necesitan la mejor técnica anestésica disponible, no la que mejor nos salga. Por otro lado, el suplemento revisa dos temas obstétricos; la cardiópata embarazada y la resucitación cardiopulmonar durante el embarazo. Estos temas son en verdad apasionantes por el solo hecho de que como anestesiólogos nos dejan el privilegio de vigilar 2 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 por dos seres al unísono. Este cuidado debe de ser sin errores, no hay lugar a equivocaciones, y nuestras decisiones deben de ser rápidas e inteligentes. El tema de la fármaco dependencia entre los anestesiólogos, citado en diferentes congresos y revistas podría verse influenciado por la cultura de los diferentes países, sin embargo, los factores particulares que lo generan no deben de ser la excusa para que los departamentos de anestesiología cuenten y tengan un control efectivo de psicotrópicos y opioides, así como contar con programas de rehabilitación en lugar de un sistema de sanciones, que con frecuencia terminan en el cese de los afectados, cuando no se han suicidado antes. Debemos abogar por una ley justa en este renglón. Igual sucede con nuestras condiciones de trabajo, jornadas excesivas, carga laboral inapropiada, en condiciones de alto riesgo. Después se incluyen dos temas de farmacología; una revisión de la ketamina y otra de sevorano. Ambos temas revisan conceptos clínicos de uso diario que estamos seguras despertaran el interés de los lectores por profundizar aún mas este conocimiento. Para finalizar se incluye un tema donde el anestesiólogo Mexicano se ha mantenido al margen. El manejo inicial de los accidentados suele ser terreno de nadie y de todos, esto ensombrece el pronóstico de las víctimas. La anestesia ha ido ganando terreno en este campo, y es nuestra obligación ampliar nuestros conocimientos en esta área, ya que tarde o temprano deberemos asumir su cuidado en los quirófanos. Como editoras huéspedes, y como anestesiólogas preocupadas por el cuidado óptimo de los enfermos, estamos seguras de que este suplemento de nuestra revista despertará en muchos colegas el ánimo de continuar acumulando conocimientos para el mejor manejo de todos y cada uno de los pacientes. Día de Muertos. Una Festividad Ritual con Tradición Mexicana Dr. Victor M. Whizar-Lugo* *Editor en Jefe Anestesia en México [email protected] L a portada de este suplemento de Anestesia en México es un collage de imágenes que son muy familiares en nuestro país durante el mes de noviembre y en ocasiones de otras festividades funerales. El propósito es mostrar al mundo globalizado una de nuestras más antiguas tradiciones, una costumbre que se ha conservado al paso de los años, de generación en generación, a la que las influencias transnacionales no han tocado en su esencia. Los días primero y segundo de cada mes de noviembre los mexicanos recordamos con una fiesta muy especial a nuestros familiares y amigos muertos. Mientras en otras culturas estas son fechas de tristeza, nosotros nos vertimos en los cementerios cargados de alegría, de flores, comida, bebida y otros enseres para decirles a nuestros muertos cuánto les seguimos amando. La muerte es nuestro destino final en esta vida, en este mundo. Cuando chicos, a los mexicanos se nos enseña a no temer a la muerte, a verla como un fenómeno natural, como parte final de la vida terrenal. La hemos bautizado de muy diversas formas: la calaca, la calica, la huesuda, la calavera, la parca, la dentona, la pelona. Es natural que la respetemos, que la esperemos con parsimonia, aunque cuando la vemos muy cerca nos produce angustia, incertidumbre, y en muchas ocasiones llegamos a sentir miedo. Miedo porque pensamos que aun hay mucho quehacer en la vida, y más que nada, por la incertidumbre del futuro de nuestros familiares. Nuestra peculiar forma de dar vida a la muerte, nuestra sensibilidad mexicana de dar un sentido a los rituales del Día de Muertos, de darle sabor a lo que encontraremos no en la muerte, sino más allá de la vida. Ese otro mundo desconocido y su nexo con nuestro mundo vivo es lo que hemos venido celebrando desde el México precortesiano. Costumbres y tradiciones con caracteres lugareños o regionales que se han conservado sin contaminantes globalizados, ofrendas llenas de colorido a través de una entrañable y ancestral tradición, el culto a la Muerte. Netzahualcóyotl de Tezcoco, nació en el año 1-Conejo, 1402. Fue poeta, arquitecto y sabio en las cosas divinas por lo que se le consideró Tlamatinime; el que sabe algo, el que medita y discurre sobre los antiguos enigmas del hombre en la tierra, el mas allá y la divinidad. Fue el gobernante supremo de Tezcoco durante 40 años y consejero por excelencia de Tenochtitlan. Su formación estuvo influenciada por tradiciones y pensamientos Chichimecas y de la cultura Tolteca, con enseñanzas y doctrinas atribuidas a Quetzalcóatl. Este ilustre personaje representa lo que se ha llamado la filosofía Náhuatl, y entre sus numerosos poemas destaca el siguiente: Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Yo Netzahualcóyotl lo pregunto: ¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra? No para siempre en la tierra: Solo un poco aquí. Aunque sea de jade se quiebra, aunque sea de oro se rompe, aunque sea plumaje de quetzal se desgarra. No para siempre en la tierra: Sólo un poco aquí. Percibo lo secreto, lo oculto: ¡Oh vosotros señores! Así somos, somos mortales todos habremos de irnos todos habremos de morir en la tierra …. Como una pintura nos iremos borrando. Como una flor, nos iremos secando aquí sobre la tierra. Meditadlo, señores águilas y tigres, aunque fuerais de jade, Aunque fuerais de oro, al lugar de los descarnados. Tendremos que desaparecer, nadie habrá de quedar. El príncipe Tezcocano más ilustre del imperio Azteca, el más poderoso de esa época, reconocía a la muerte como un hecho que formaba parte de los vivientes, que llegaba aún a los caballeros águila y a los señores tigre, sin importar su fortuna ni su valentía. (1) Es válido pensar que estos pensamientos aztecas eran parte fundamental de su furia guerrera, donde no cabía el temor a la muerte. Se dice que la fiesta de los muertos estuvo vinculada al calendario agrícola prehispánico ya que esta era celebrada a inicio de la cosecha, banquete que se compartía hasta con los muertos. Los antiguos mexicanos admitían que la muerte y la vida eran partes de una unidad, así, la muerte no era considerada como el fin de la vida, sino como parte importante del camino hacia algo mejor. Mictlán era el lugar de los muertos, donde esperaban a un mejor destino denominado Tlalocan. Este concepto es compartido con muchas culturas y religiones a través del globo terráqueo, sin que existiera contacto entre ellas. Los aztecas pensaban que los sacrificios humanos estaban justificados por un bien colectivo, por la salud y continuidad de 3 la creación. En términos modernos era como un reciclaje: los muertos se fundían para luego pasar al aire, al fuego, a la tierra misma que es la sustancia que da vida al universo. Estos sacrificios eran el tributo de un pueblo vencedor a los dioses que cuidaban a su sociedad y al mismo universo. Pero si alguien moría en forma natural, los aztecas hacían fiestas para ayudar al espíritu del muerto en su camino, lo envolvían en un petate y les ponían comida y bebida suficientes para su travesía a través del Chignahuapan, una especie de purgatorio, que era muy duro de transitar. La celebración Azteca original era en los meses de julio y agosto pero después de la conquista por los españoles se le hizo coincidir con la festividad Cristiana del Día de Todos Santos, en un esfuerzo fallido para transformar las costumbres profanas de los indígenas. (2) En el México actual, la festividad de muertos es el 2 de Noviembre, día en que las almas de los adultos fallecidos regresan a pasar un tiempo entre sus familiares y amigos para disfrutar de su compañía, así como de las ofrendas de comida, bebida, flores y música. Esta tradición conserva mucho de la antigua celebración azteca. Las familias vamos a los panteones a visitar las tumbas de nuestros muertos. De hecho, la fiesta empieza un día antes, el día de los muertos menores de edad conocido como Día de los Angelitos, cuando las almas de estos niños regresan con sus familiares para disfrutar y ser alimentados. Desde muy temprano se empieza con limpiar y acicalar las tumbas, luego se cubren de flores multicolores, entre las que predominan zenpasuchitlles o cempazuchitl, denominadas flor de muerto y que son amarillas o color naranja. Se agregan velas de cera, braceros de barro con incienso, fotos de los difuntos y ofrendas de sus comidas y bebidas favoritas. Se agregan imágenes cristianas, donde predomina la Virgen de Guadalupe y en ocasiones he visto imágenes de políticos, como es el caso Tata Lázaro en Michoacán. Un sitio especial es la zona del altar de la tumba, donde los deudos se esmeran en sus adornos. La familia y amigos ahí reunidos para recibir el alma de sus difuntos se dedican a platicar añoranzas, planes futuros, hablan de los familiares lejanos, rezan, comen y beben, pero rara vez se embriagan. Mole negro, pan de muerto, galletas, calaveras y ataúdes de azúcar, dulce de calabaza son algunos de los platillos típicos de esta fiesta, aunque cada región se engalana con sus comidas típicas. El papel picado es parte fundamental de las ofrendas, técnica que sirve para armar enormes festones policromos con figuras de esqueletos y flores. Esta es una antigua artesanía mexicana que viene desde los aztecas y ahora es utilizada en muchas festividades. San Salvador Huixcolotla, un poblado en el estado de Puebla es famoso por el papel picado. El papel es manejado en detalle, doblado centímetro a centímetro, presionado con golpes firmes y recortado hasta que va tomando la forma deseada, luego se expande y aparece a la vista la figura planeada. En algunas zonas del país se construyen altares caseros o en las oficinas para celebrar el Día de Muertos. Estos altares se dedican a los familiares muertos y también están repletos de flores, veladoras, comida y bebida. Los que son destinados a las almas de los niños que han fallecido se adornan con golosinas y juguetes tradicionales. Las figuras elaboradas de azúcar son una característica muy particular en las tumbas y altares caseros. Si 4 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 bien estos figurines o alfeñiques tienen forma de animalillos, platos con comida, flores, ataúdes, son los cráneos los más populares. Estas calacas de dulce casi siempre llevan en la frente nombres de muertos o vivos. Los niños suelen comerse estos figurines durante la festividad. Los alfeñiques más elaborados son los de Toluca, San Miquel de Allende y Guanajuato. La fiesta del Día de Muertos se celebra con especial tradición en algunos poblados mexicanos; Tláhuac, Xochimilco y Mixquic,(3) son lugares muy cercanos a la Ciudad de México donde es literalmente imposible penetrar a los panteones por el elevado número de visitantes. Aún así, me ha tocado ser invitado hasta la cocina de algunas casas, donde la familia comparte con propios y ajenos la felicidad del festejo. En el estado de Michoacán también he convivido la fiesta gracias a la guía de mi amiga Nora MartínezGallegos, una anestesióloga con sangre purépecha. Desde Morelia a lugares mágicos como Pátzcuaro, Tzin Tzun Zan y Janitzio, sitios paradisíacos para observar a los purépechas y otros coterráneos en su celebración del Día de Muertos. San Gabriel Chilac, en el estado de Puebla, es otro lugar único durante esta fiesta; las tumbas se adornan con hojas de plátano color esmeralda, carrizos verdes, telas negras o moradas, acompañadas de pan de muerto, mole de olla, cempasúchiles, azucenas, moco de pavo y gladiolas que dan un colorido espectacular. Los campesinos tocan sus armonios y las familias cantan con dulces voces apagadas. Cantan y rezan en español, latín o náhuatl.(4,5) La fiesta es basta en todas las comunidades; San Mateo del Mar, Teotitlán del Valle, Chiualtepec, Ixcatlán por solo mencionar algunos de los cientos de poblados donde la calaca se pasea luciendo sus dulces huesos, donde la alegría, la risa, la música y los recuerdos de nuestros muertos se mezclan en la celebración. En algunas comunidades indígenas esta festividad se engalanan con el uso de máscaras que representan a las almas de los fallecidos. Estas máscaras se hacen de materiales muy variados, las he encontrado de madera tallada, fibras de caña entretejida, de papel maché, de metal y hasta de plástico. Cuando no hay máscara se usa un espeso maquillaje que se hace para personificar a sus antepasados que regresan durante la fiesta de los muertos. Los hombres y los niños bailan, no así las mujeres. Estas danzas van desde lo serio a la burla y los bailarines se ven protegidos por lo incógnito de su indumentaria facial. En consonancia con Don José Vasconcelos, literato Oaxaqueño, los mexicanos del norte no conservamos muchas de las tradiciones del centro y sur del país. Así, esta festividad del Día de los Muertos tiende a desaparecer en esta zona del país, donde los gobiernos locales hacen esfuerzos supremos por conservarla. Por otro lado, en el centro y sur de México, tanto en zonas rurales como grandes ciudades, esta fiesta ha conservado su esencia mística. El humor mexicano alrededor de la muerte es muy variado. Una de estas facetas es la creación de las famosas ¨Calaveras¨ que son historias versificadas por compositores de barrio. Estas rimas populares buscan a través de frases y oraciones cortas, llamar la burla de los vivos. Le quitan solemnidad a la muerte, jugamos y nos burlamos de ella para satirizar a vivos y muertos. Estos versos humorísticos suelen ser publicados en los periódicos y revistas a nivel nacional y local para criticar o hablar de personajes de la farándula, políticos e intelectuales. En mi hospital la elaboración de las ¨Calaveras¨ ha sido una tradición que incluye a un grupo selecto del personal, situación que se repite a lo largo y ancho del país. El siguiente ejemplo es una ¨Calavera¨ que le escribí a mi amigo el Dr. Francisco Martínez-Pelayo, presidente de la Federación Mexicana de Anestesiología: como un montón de huesos que pasarán a ser materia terrenal, y el alma tendrá un destino distinto. Este es el destino del cual estamos inciertos, el que nos hace diferentes. La muerte la hemos vuelto graciosa y mordaz; cuando alguien se muere utilizamos expresiones como ya se peló, se lo llevó la parca, ¨se petateó, estiró la pata, hay que cafetearlo¨. Nadie se ofende por estas expresiones, locuciones muy utilizadas hasta en nuestro medio médico, sobre todo en la etapa de formación profesional. José Guadalupe Posada (1852-1913) fue un mexicano ilustre, artista del grabado en metal que dedicó gran parte de su material al tema de la muerte, satirizando a la huesuda en la vida diaria del México de su época, en especial a los políticos de régimen del dictador Porfirio Díaz. Su arte sigue siendo inspiración de miles de compatriotas y extranjeros, vale la pena visitar su museo a un costado de la catedral en la ciudad de Aguascalientes, su tierra natal. Por ser el Presidente de La Federación, Pancho Martínez-Pelayo se creía guapo Pero vino la parca y por calvo se lo llevó Ni guapura ni Federación La Muerte le respetó Ahora el guapo duerme en su nueva casa En Chihuahua , a tres metros bajo tierra En espera de otro puesto Que le prometieron los de C.L.A.S.A. Descansa Pancho en paz Te velan los Federados y todo tu Comité Pero los que más te lloran Son Nacho y Nicolás Porque en esta vida, te verán jamás Los de Monterrey están contentos Porque Pancho se peló. Pero lo que no saben estos huercos Es que Pancho, a Enrique Mancha se llevó Para que la vía aérea le asegure En su largo camino a Tlalocan Los Mexicanos contemporáneos, desde luego que no todos, tenemos una visión especial ante la muerte y el dolor que nos inflinge. Se dice que Ella es un espejo que refleja la forma en que hemos vivido y nuestro arrepentimiento. Si nuestra muerte pasa desapercibida, sin sentido, es que en vida fuimos muy poco. De aquí el dicho ¨Dime como te mueres, y te diré como eres¨.(6,7) Sabemos que la muerte existe, pero no estamos pensando en ella, no le tenemos miedo porque nuestra fe religiosa nos alienta, nos da pujanza para enfrentarla y reconocerla. Es parte de un reciclaje vital, religioso o material, todos vamos a ¨vivir nuestra muerte¨, como un paso obligado en este ciclo de vida. Terminaremos Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 De acuerdo a esta ancestral tradición, nuestros muertos vienen de Mictlán, un lugar no terrenal que los antiguos dioses crearon para que tengan un lugar agradable donde reposar apaciblemente en espera del día cuando regresarán a visitarnos, visita donde los sentimos de nuevo entre nosotros. En esta visita cordial de nuestros difuntos no hay duelo, es sin dolor ni llanto, no hay tristeza, son momentos de alegría. El banquete para muertos y vivos se da en jacales y mansiones, en camposantos y altares, de norte a sur, del este al occidente de nuestro país. Es la festividad Mexicana más mística y tradicional; el Día de los Muertos. 1. León-Portilla M. Netzahualcóyotl de Tezcoco. En: Quince poetas del mundo Náhuatl. Editorial Diana, México. 2004. Páginas 79-115. 2. Salvador, R. J. What Do Mexicans Celebrate On The Day Of The Dead? Pp. 75-76, IN Death And Bereavement In The Americas. Death, Value And Meaning Series, Vol. II. Morgan, J. D. And P. Laungani (Eds.) Baywood Publishing Co., Amityville, New York. 2003. Disponible en: http://www.public.iastate.edu/~rjsalvad/scmfaq/muertos.html . 3. López-Soriano E. Mixquic y la conmemoración de los difuntos. México, 1990;1-64. 4. Día de Muertos. Artes de México. 2002;62. 5. Risa y calavera. Día de muertos II. Artes de México 2003;67. 6. http://muertos.palomar.edu 7. http://www.mexonline.com/daydead.htm 5 Obesidad y Anestesia Dr. Oscar R. Hernández-Royval*, Dra. María Del Refugio Gutiérrez-Beltrán**, Dra. Elva I. Rodríguez-Treviño***, Dra. Olivia González-Ponce*** * Anestesiólogo adscrito Clínica del Centro Chihuahua, Chihuahua, México ** Profesor titular de anestesiología Hospital General Dr. Salvador Zubirán Anchando Chihuahua, Chihuahua, México *** Anestesiólogo adscrito Servicio de anestesiología Hospital General Dr. Salvador Zubirán Anchando Chihuahua, Chihuahua, México Domicilio del primer autor: Bustamante 3503, Colonia Altavista Chihuahua, Chihuahua, México. CP 31320 [email protected] Resumen El manejo anestésico del paciente obeso, requiere de personal altamente calificado para poder brindar un beneficio con los mínimos efectos adversos. Ya que es bien conocido los riesgos que conlleva el manejo de estos pacientes, por lo que estamos plenamente convencidos que la pérdida de peso es benéfica para numerosos parámetros de las funciones cardiovasculares, pulmonares y para el resto de los sistemas. Los beneficios psicosociales de la pérdida de peso son más notorios cuando el sujeto no está expuesto a regímenes de emaciación o de hospitalización prolongada para restricción calórica. Los beneficios globales de los procedimientos quirúrgicos para perder peso existen y todavía siguen estudiándose beneficios adicionales a largo plazo; además psicológicamente la cirugía estética como la liposucción y la lobectomía son muy importantes para que el paciente mejore su autoestima. Sin embargo una defectuosa selección y evaluación del paciente implica riesgos de resultados desastrosos, así como también el cirujano debe comprender la fisiopatología del procedimiento y las técnicas anestésicas a emplear; sin embargo el anestesiólogo debe comprender profundamente las alteraciones fisiopatológicas de la cirugía, la coordinación y comunicación entre los miembros del equipo es imprescindible, así como también debe individualizarse el manejo cauteloso de los líquidos. Finalmente no existe una técnica anestésica específica para el manejo de estos pacientes sino que debe de individualizarse cada uno de ellos. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 6 Introducción Definiciones Epidemiología Etiología Mortalidad Distribución de la grasa corporal y riesgos a la salud Obesidad y sus complicaciones por aparatos y sistemas Consideraciones generales Anestesia regional Analgesia sistémica Consideraciones por especialidades Farmacología. Procedimientos especiales Efectos de la pérdida masiva de peso Conclusiones. Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Introducción O besidad es un término, enfermedad crónica, problema psicológico, social y de repercusión mundial que evoca diferentes ideas en cada persona. Se encuentra muy arraigada en el medio clínico de la anestesiología la creencia de que este estado patológico representa un riesgo notablemente incrementado. ¿Es verdad esto?, ¿Cuáles son los peligros particulares de la obesidad?, ¿Cuales son las advertencias y precauciones de interés del peri operatorio en estos pacientes? La prevalencia de obesidad continúa en aumento a la par con el desarrollo de las grandes ciudades y se ha asociado con un incremento en la incidencia de un amplio espectro de patologías médicas y quirúrgicas. Los pacientes obesos representan un verdadero desafió para el anestesiólogo tanto debe el punto de vista técnico como del intelectual. Ha sido comprobado, en forma por demás clara, que este grupo de individuos esta íntimamente asociado con un incremento en la morbilidad y la mortalidad peri operatorias. Como resultado el anestesiólogo debe estar preparado para tratar a pacientes obesos en la sala de operaciones y unidad de cuidados intensivos, por lo que debe entender su fisiopatología y complicaciones especificas asociadas a su condición para hacer más efectivo nuestro tratamiento en este grupo de pacientes. Es indudable que enferman y mueren con mayor frecuencia aquellos pacientes que padecen esta enfermedad debido a sus complicaciones.1 Es muy importante la revisión de este tema en anestesiología ya que el paciente obeso tiene un alto grado de morbimortalidad debido a la dificultad técnica en el manejo perioperatorio de estos pacientes, pues existe la necesidad de enfrentar y solucionar problemas en nuestra practica diaria que exige que todo anestesiólogo tenga experiencia, habilidad y un alto grado de conocimientos científicos. Por lo tanto, nuestro objetivo principal consiste en conocer la fisiopatología de esta enfermedad y sus complicaciones para poder ofrecer una mayor seguridad y un mejor pronóstico al paciente obeso, sobre todo el obeso mórbido que es sometido a un acto anestésico-quirúrgico. Definiciones Obesidad se considera como el exceso de tejido adiposo, la palabra se deriva de la palabra latina obesus que significa “hombre gordo por comer”. La diferencia entre normalidad y obesidad es arbitraria, pero un individuo debe considerarse obeso cuando su tejido adiposo ha aumentado al grado de afectar la salud física y mental y se reduce su expectativa de vida.1 Ejemplos de contenidos normales de rasa para las sociedades del oeste de Estados Unidos de Norteamérica son de 20 a 30 % para las mujeres, 18 a 25% para los hombres, 10 a 12% para un jugador profesional de soccer y 7% para un corredor de maratones.1 La medición del contenido de grasa corporal es difícil y requiere de técnicas sofisticadas como la tomografía computarizada o resonancia magnética. Usando un estimado, por evaluación del peso podemos compararlo con el peso ideal. El concepto de peso corporal ideal (IBW) se origino de estudios que describen el peso para un rango de talla y genero que se asocia con una disminución de la mortalidad y puede ser estimado por la siguiente formula IBW (en Kg.) = talla (en cm) – X, donde X es 100 para masculinos adultos y 105 para mujeres adultas. El Índice de Masa Corporal (IMC) es una medida de la relación Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 entre peso y talla y se ha usado tanto en estudios clínicos como epidemiológicos y se calcula de la siguiente manera: IMC = peso (en Kg.) / talla 2 (en metros) Un IMC <25 Kg. m2 es considerado normal, una persona con un IMC de 25 a 30 Kg/ m2 se considera con sobrepeso pero con un bajo riesgo de complicaciones médicas serias, un IMC >30, >35 y >55 Kg m2 se considera obeso, obeso mórbido y obeso súper mórbido respectivamente. La morbilidad y mortalidad aumentan enormemente con un IMC >30 Kg. m2, sin embargo, el IMC tiene sus limitaciones, en primera instancia, los individuos con una musculatura pesada suelen ser calificados como en sobrepeso, por lo que deben ser considerados otros factores, como la edad y el patrón de distribución del tejido adiposo pueden ser mejores predictores de riesgos a la salud .1 Epidemiología En 1997 la “International Obesity Task Force resumió la información de la epidemiología de la obesidad, definiendo la obesidad como un IMC mayor de 30 Kg. por m2, ellos concluyeron que la prevalencia de obesidad fue de 15 a 20% en Europa. En el Reino Unido en el periodo de 1980 a 1991 la prevalencia de obesidad se incremento de un 6% a un 13% en los hombres y de un 8% a un 15% en las mujeres aumentando en el Reino Unido aproximadamente 1 Kg. de peso corporal por cada 10 años el panorama fue mejor para Escandinavia (10%) pero empeoró para el este de Europa (por arriba del 50% de las mujeres de otros países). Las implicaciones económicas y de salud son considerables, en países como Francia, Alemania y el Reino Unido en el que cada uno tiene aproximadamente 10 millones de habitantes obesos, La situación en EU es cada vez peor, con una prevalencia de un IMC de > 25 Kg. m2 era de 59.4% para los hombres, 50.7% para las mujeres y 54.9% para los adultos mayores en el año de l960 (1). La prevalencia de obesidad varía de acuerdo con el estatus socioeconómico en países en desarrollo, la pobreza se asocia con gran prevalencia de obesidad.1 Mortalidad Existe una pequeña evidencia de que el sobrepeso moderado (peso corporal actual de 110 a 120% de IMC) incrementa el riesgo en adultos jóvenes, pero la morbilidad y mortalidad aumenta importantemente cuando el IMC es mayor de 30 Kg. m2, particularmente cuando existe el uso concomitante del cigarro. El riesgo de muerte prematura es doble en individuos con un IMC mayor de 35 Kg. m2. También existe una incidencia 13 veces mayor de muertes inexplicadas en mujeres obesas que en mujeres no obesas. Hombres con sobrepeso que participaron en el estudio de Framinham tuvieron una mortalidad 3.9 veces mayor que el grupo con peso normal. Los individuos obesos mórbidos tienen un riesgo mucho mayor de mortalidad por diabetes, desordenes cardiorrespiratorios y cerebro vasculares y ciertas formas de cáncer y algunas otras enfermedades. Ese riesgo es proporcional a la duración de la obesidad, si aparece y continúa la ganancia de peso constituye un riesgo alto para que el individuo obeso siga ganando peso constantemente. Para dar un nivel de obesidad, los hombres están en mayor riesgo que las mujeres, cuando ambos grupos han perdido peso y han disminuido el riesgo asociado con 7 la obesidad previa, lo que quiere decir que la reducción de peso inmediatamente antes de la cirugía no ha mostrado reducir la morbilidad y mortalidad peri operatoria. Etiología La obesidad es una enfermedad compleja y multifactorial, pero, en términos simples, cuando la energía que se ingiere es mayor que la energía que se gasta por un largo periodo de tiempo, sin embargo no siempre es fácil identificar una explicación simple de cómo ocurre esto en unos individuos y en otros. Predisposición genética. La obesidad tiende a ser familiar, un niño de padres obesos tiene cerca de un 70% de probabilidades de ser obeso, comparado con un 20% de riesgo de los niños hijos de padres no obesos. Esto puede ser explicado en parte por influencias como dieta y estilo de vida, sin embargo estudios de niños adoptados mostraron pesos similares a los de sus padres naturales, lo que sugiere que puede existir un componente genético. Estudios en animales han confirmado que la genética contribuye a la obesidad. En 1994 el gen ob fue identificado y fue mostrado el control de la producción de la proteína leptina. Genéticamente los ratones obesos ob/ob producen cantidades insuficientes de leptina y muestran tendencias a comer de más y por lo tanto a la obesidad. Si se administra leptina exógena se revierte la hiperfagia y se induce perdida de peso. Estudios clínicos, sin embargo sugieren que solo muy raramente pueden presentarse defectos genéticos simples en la producción de leptina que pudieran producir una obesidad significativa. De hecho, la mayoría de los individuos obesos, tiene concentraciones elevadas de leptina, probablemente a consecuencia de un incremento de la fuente tisular grasa. El rápido incremento en la prevalencia de obesidad en los últimos 30 años y el hecho de que el gen “pool” ha estado sometido constantemente a cuestiones ambientales que pueden hacerlo mutar.1 Influencias Étnicas. En Estados Unidos de Norteamérica existen diferencias marcadas en la prevalencia de obesidad en las diferentes etnias populares como los africanos y los México-Americanos que tienen un riesgo más alto que los americanos blancos. Los inmigrantes asiáticos hacia el Reino Unido tienen una distribución central de la grasa que los nativos caucásicos, lo que se asocia con un riesgo mayor de diabetes y enfermedad cardiaca coronaria.1 Factores socioeconómicos. En el Reino Unido existe una relación inversa entre el estatus socioeconómico y la prevalencia de obesidad, las mujeres de la clase social I tiene un riesgo de 10%, comparado un 25% en la clase social V. De las mujeres que se mueven en una clase social más alta, solo el 12% tiene sobrepeso, comparadas con un 22% de las que se encuentran en clases sociales más bajas. Desordenes médicos. Las anormalidades endocrinas como la enfermedad de Cushing o el hipotiroidismo predisponen a la obesidad. Los pacientes con estas enfermedades suelen ser rápidamente identificados por los síntomas agregados a la obesidad y una terapia médica apropiada corrige el problema. De la misma manera, ciertas drogas como los corticoesteroides, antidepresivos y antihistamínicos pueden predisponer a la ganancia de peso.1 Balance energético. El número total de calorías consumidas y, particularmente la dieta con contenidos altos en grasa, es el primer determinante de obesidad (la proporción de grasa en la dieta del Reino Unido ha incrementado de un 20% a 40% en los últimos 50 años), el alcohol juega un papel fundamental y puede influir en el sitio donde se deposita la grasa moviendo el deposito central de la 8 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 misma.1 Contrario a las creencias populares, la gente obesa tiene un gran gasto energético, ya que necesita más energía para mantener su tamaño corporal aumentado. La inactividad es usualmente el resultado, pero no necesariamente la causa de la obesidad. Sin embargo, se ha visto que los individuos que se mantienen activos en la vida adulta mantienen niveles de peso saludables. Distribución de la grasa corporal y riesgos de la salud Actualmente está bien claro que no solo el hecho de presentar obesidad es importante en determinados riesgos a la salud, sino, también la destrucción anatómica. En la obesidad central o distribución tipo androide, la cual es mas común en hombres, la grasa se distribuye predominantemente en la mitad superior del cuerpo y puede asociarse con incremento de los depósitos intrabdominales o grasa visceral. En la obesidad periférica o tipo ginecoide, la grasa se distribuye típicamente alrededor de las caderas, glúteos o muslos, es un patrón de distribución común en las mujeres. El tejido adiposo central es más activo metabólicamente que la grasa distribuida periféricamente y se asocia con más complicaciones metabólicas como las dislipidemias, intolerancia a la glucosa y diabetes mellitus y una alta incidencia de mortalidad por enfermedad isquémica miocárdica. Los pacientes con obesidad mórbida con una alta proporción de grasa visceral tienen mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, disfunción del ventrículo izquierdo y apoplejía. El mecanismo por el cual se incrementa el riesgo con grasa intraabdominal se desconoce, pero una de las teorías mas aceptadas es que los productos de la ruptura de la grasa visceral son depositados .directamente en la circulación portal y pueden inducir un desbalance metabólico secundario significativo.1-17 Sin embargo en la práctica la determinación de la distribución de la grasa requiere de técnicas imagenológicas sofisticadas, el diámetro de la cintura y cadera es una medición clínica que puede ser utilizada. En descendientes europeos un índice cintura cadera de >1.0 en hombres y de >0.58 en mujeres puede sugerir una alta proporción de mayor distribución central de la grasa. Obesidad y sus complicaciones por aparatos y sistemas Aparato respiratorio Apnea del sueño obstructiva. Aproximadamente el 5% de los pacientes con obesidad mórbida pueden tener apnea del sueño obstructiva OSA, que se caracteriza por los siguientes datos.1,2,4,6,8,14,22,23,24 1. Episodios frecuentes de apnea o hipopnea durante el sueño. Un episodio apneico obstructivo es definido como 10 segundos o más de cesación total del flujo de aire de la respiración continua contra una vía aérea cerrada. Hipopnea se define como el 50% de reducción en el flujo de aire o una reducción suficiente para disminuir un 4% la saturación arterial de oxigeno. El número de episodios que pueden ser clínicamente significativos son de cinco o más por hora o más de 30 en una noche. El número exacto es arbitrario y las secuelas como hipoxia, hipercapnia, hipertensión sistémica y pulmonar y arritmias cardiacas son las más importantes. 2. Ronquido. Se produce generalmente al vencer las vías aéreas obstruidas, seguido de un silencio al cesar el flujo de aire y estruendosamente la persona restaura el flujo de las vías aéreas. 3. Síntomas diurnos: episodios repetidos de sueño fragmentado durante la noche causa sueño durante el día, que se asocia con dificultad para concentrarse, problemas de memoria y accidentes de tráfico. Los pacientes pueden quejarse de cefalea matutina causada por la retención nocturna de dióxido de carbono y la vasodilatación cerebral. 4. Cambios psicológicos. La apnea recurrente produce hipoxemia, hipercapnia y vasoconstricción pulmonar y sistémica. La hipoxemia recurrente produce policitemia secundaria y se asocia con incremento del riesgo de enfermedad isquémica cardiaca y enfermedad cerebro vascular y la vasoconstricción pulmonar hipoxica produce falla ventricular derecha. La apnea ocurre cuando la vía aérea faringe se colapsa durante el sueño. La apertura faringea depende de la acción dilatadora de los músculos que previene el cierre de la vía aérea superior. Este tono muscular se pierde durante el sueño y, en muchos individuos se produce una obstrucción importante de la vía aérea, causando flujo turbulento y ronquido.1,2,4,6,8,14,22,23,24 El incremento del esfuerzo inspiratorio y la respuesta a la hipoxia e hipercapnia permite que se restaure el tono de la vía aérea. El paciente despierta, toma unas cuantas respiraciones profundas y se vuelve a dormir y el ciclo empieza de nuevo. Puede ocurrir una oclusión total de las vías aéreas si se estrechan demasiado, como cuando están alargados los tejidos suaves faringeos o por una reducción del tono muscular por drogas y alcohol Factores de riesgo. La mayoría de los factores predisponentes son: género masculino, edad media y obesidad, con otros factores como alcohol, sedación nocturna que pueden agravar el problema. Otros factores que pueden ayudar a identificar la apnea obstructiva del sueño son IMC de >30 Kg. m2, hipertensión, episodios de apnea durante el sueño, diámetro del cuello > de 16.5, policitemia, hipoxemia/hipercapnia, hipertrofia ventricular derecha. El diagnostico definitivo se hace con la polisomnografia.1,2,4,6,8,14,22,23,24 Síndrome de hipo ventilación en el obeso. Los disturbios de la apnea del sueño obstructiva en el mecanismo ácido-base ( acidosis respiratoria) se limitan inicialmente al sueño y se retorna a la homeostasis durante el día. Sin embargo una consecuencia a largo plazo es una alteración en el control de la ventilación que se caracteriza por eventos de apnea central que se manifiesta como episodios de apnea sin esfuerzo ventilatorio. Estos episodios, que pueden asociarse con una desensibilización de los centros respiratorios a la hipercapnia (nocturna) que inicialmente se limitan al sueño, pero, eventualmente aparece una falla respiratoria tipo II con una disminución de la concentración arterial de oxigeno. O lo que es peor, el síndrome de hipo ventilación por obesidad puede culminar en un síndrome de Pickwick, que se caracteriza por obesidad, hipersomnolencia, hipoxia, hipercapnia, falla ventricular derecha y policitemia.1,2,4,6,8,14,22,23,24 Valoración de la vía aérea. Una valoración cuidadosa y detallada de la vía aérea superior debe ser realizada en el paciente con obesidad mórbida antes de que sea anestesiado. La ventilación difícil con mascarilla facial y la intubación traqueal difícil deben ser consideradas, la incidencia de intubación difícil es de alrededor de 13%. Esos problemas son causados por una cara gorda, con mejillas prominentes, pechos grandes, cuello corto, lengua grande, tejidos blandos palatinos y faringeos excesivos, laringe alta y anterior, restricción de la apertura bucal y limitación de la flexión y extensión de la espina cervical y de la articulación atlantooccipital. Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 La evaluación preoperatoria de la vía aérea debe incluir: I. Valoración de la cabeza y flexión del cuello, extensión y rotación lateral. II. Valoración de la movilidad del maxilar y la apertura bucal III. Inspección de la oro faringe y dentición IV. Chequeo de la permeabilidad de las narinas V. Inspección de registros anestésicos previos y cuestionar al paciente acerca de dificultades previas, especialmente cualquier episodio de obstrucción de la vía aérea superior asociado con anestesia o cirugía, además de ganancia de peso, embarazo, radioterapia de cabeza y cuello o desarrollo de signos y síntomas de obstrucción de vías aéreas superiores VI. Cualquier cambio sistémico que pueda sugerir síndrome de apnea obstructiva del sueño, como un ronquido excesivo con o sin episodios de apnea e hipersomnolencia diurna. Todos estos pacientes deben ser considerados como vías áreas difíciles. Se deben de obtener imágenes de la vía aérea y tejidos blandos con rayos X Tomografía Computada junto con la consulta con un otorrinolaringólogo para que se le realice una laringoscopia directa o indirecta, lo que puede darnos información útil acerca de la vía aérea antes de la operación. Si se determina una intubación difícil, entonces se debe considerar y discutir con el paciente una intubación fibroscópica con el paciente despierto. Obesidad e intercambio de gases. La carga de la masa del componente torácico y abdominal de la pared del pecho en posición supina, cuando el sujeto se encuentra despierto causa anormalidades de todos los volúmenes pulmonares y del intercambio de gases, los efectos perjudiciales de la anestesia son bien reconocidos y ellos pueden explicar el problema en el intercambio de gases comúnmente encontrado cuando se anestesia a pacientes obesos. Los individuos con obesidad mórbida usualmente tienen solo un modesto defecto en el intercambio preoperatoriamente con una disminución en la tensión alveolar de oxigeno y un incremento en la diferencia de oxigeno alveolo arterial y en la fracción de corto circuito. El deterioro se observa marcadamente en la inducción de la anestesia y en las fracción inspiradas altas en oxigeno requeridas para mantener una adecuada tensión arterial de oxigeno. Como ya se menciono anteriormente, el PEEP provee de una adecuada tensión alveolar de oxigeno pero a expensas del gasto cardiaco y de la adecuada disposición de oxigeno.1,2,4,6,8,14,22,23,24 Obesidad y disfunción pulmonar. Volúmenes pulmonares.(Figura 2) La obesidad mórbida se asocia con reducción en la capacidad funcional residual, volumen respiratorio de reserva y capacidad pulmonar total, con la capacidad funcional residual disminuida exponencialmente con el incremento del IMC. Esos cambios han sido atribuidos al peso de la masa y a la compresión del diafragma. La capacidad funcional residual puede ser reducida con el paciente obeso en posición erecta lo que disminuye la capacidad de cierre con el la consecuente reducción en el volumen de cierre de las vías aéreas, alteraciones en el índice de ventilación perfusión, cortos circuitos de derecha a izquierda e hipoxemia arterial. La anestesia de este tipo de pacientes tiene varios problemas, como la disminución del 50% de la capacidad funcional residual, comparada con una disminución de 20% de 9 se incrementa debido al atrapamiento de aire que co-existe en la enfermedad obstructiva de las vías aéreas. El volumen respiratorio forzado en el primer segundo y la capacidad vital forzada están dentro del rango previsto, pero en 6-7% han demostrado mejorar después de la perdida de peso.1,2,4,6,8,14,22,23,24 Figura 1. Presentación diafragmática de la disfunción pulmonar en la obesidad grave (patológica) delineada como un desequilibrio suministro: demanda que conduce finalmente a hipoxemia arterial con el paciente en reposo y respirando aire ambiente. 25 pacientes no obesos. Soderberg y cols encontraron unos cortos circuitos intrapulmonar en 10 a 25% de sujetos obesos anestesiados y 2 a 5% en sujetos no obesos. La capacidad residual funcional puede ser incrementada ventilando con volúmenes corriente grandes (15 a 20 mL/kg) sin embargo se ha comprobado que esto no aumenta la tensión arterial de oxigeno significativamente. En contraste la adición de presión positiva al final de la expiración (PEEP) provee de un aumento en la capacidad residual funcional y en la tensión arterial de oxigeno pero solo a expensas del gasto cardiaco y de la disposición de oxigeno. Santensson detalló esos cambios perioperatorios en la oxigenación en pacientes sometidos a cirugía bariátrica. Un defecto modesto en el intercambio de gases y el incremento de los cortos circuitos se presentan dramáticamente después de la inducción de la anestesia y la intubación. La adición de PEEP incrementa la oxigenación pero disminuye el gasto cardiaco y la disposición de oxigeno.1,2,4,6,8,14,22,23,24 La disminución de la capacidad residual funcional afecta la capacidad del paciente obeso a tolerar periodos de apnea. Los pacientes obesos desaturan rápidamente después de la inducción de la anestesia aun con la preoxigenación. Esto como consecuencia de su menor reserva de oxigeno y su capacidad residual funcional disminuida y su consumo de oxigeno incrementado. Usualmente la capacidad residual funcional es reducida como consecuencia de la reducción en el volumen respiratorio de reserva con un volumen de reserva por debajo de los límites normales. Sin embargo, en muchos pacientes obesos el volumen de reserva 10 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Compliance y resistencia pulmonares. El incremento del índice de masa corporal se ha asociado con una disminución exponencial en la compliance respiratoria; en casos severos, la compliance total puede disminuir a un 30% de los valores predichos como normales. Sin embargo la acumulación de tejido graso alrededor de la pared del tórax provoca una modesta disminución en la compliance de la pared del mismo, trabajos recientes sugieren que la disminución de la compliance total es principalmente a consecuencia de un decremento de la compliance pulmonar, esto como resultado de un incremento en el volumen sanguíneo pulmonar. La disminución en la compliance es asociado con un incremento en la capacidad funcional, incremento en el volumen de cierre y alteraciones en el intercambio de gases. Significativamente la obesidad se asocia con un incremento en la resistencia respiratoria total, esto como resultado del incremento en la resistencia pulmonar. Este detrimento en la compliance pulmonar y la resistencia resulta en un patrón de respiración rápido y poco profundo, incremento en el trabajo de la respiración y limitación de la capacidad ventilatoria máxima. Dichos cambios son más marcados en la posición supina. Eficiencia respiratoria y trabajo de la respiración. La combinación de la presión mecánica incrementada del abdomen, reducción en la compliance pulmonar y el incremento en las demandas metabólicas de la musculatura respiratoria resulta en una ineficiencia muscular y un incremento en el trabajo de la respiración. En los individuos obesos normocapnicos, esto se puede ver reflejado en un incremento del 30% del trabajo de la respiración, sin embargo, como la ineficiencia de la musculatura respiratoria puede limitar al máximo la capacidad ventilatoria y provocar hipo ventilación relativa al mismo tiempo de una actividad metabólica alta. En el individuo obeso con síndrome de hipo ventilación ya establecido, el trabajo de la ventilación puede estar incrementado hasta cuatro veces.1,2,4,6,8,14,22,23,24 Implicaciones para la anestesia. La evaluación preanestésica debe incluir la cuenta sanguínea completa (para excluir policitemia), rayos X del tórax, gases sanguíneos arteriales con el paciente en posición de pie y en posición supina, pruebas de función pulmonar y oximetría de toda una noche. Los pacientes con síntomas de apnea del sueño obstructiva deben ser considerados para realizárseles un polisomnografia y pueden ser beneficiados con medidas preoperatorias para combatir la obstrucción nocturna de las vías aéreas, como la presión positiva nasal continua durante la noche o la presión positiva de las vías aéreas. El anestesiólogo debe de preguntar al paciente sobre la depresión respiratoria y debe de revisar las narinas del paciente. Los riesgos específicos deben de ser explicados al paciente y las posibilidades de intubación con el paciente despierto, la ventilación postoperatoria y una posible traqueotomía deben de ser discutidas. La intubación traqueal y la ventilación con presión positiva son obligadas en el paciente con obesidad mórbida. La elección entre la intubación con el paciente dormido o despierto es difícil y depende de las dificultades anticipadas junto con la experiencia del anestesiólogo. Algunos autores recomiendan la intubación con el paciente despierto cuando el peso corporal actual es de >175% de IMC. Cuando existen síntomas de apnea obstructiva del sueño se debe suponer que la morfología de la vía aérea superior se encuentra alterada y el control de la bolsa y la mascarilla facial son más difíciles por lo que algunos médicos prefieren la intubación con el paciente despierto. Otra opción consiste en realizar una laringoscopia con el paciente despierto anestesiando la faringe con anestésico local; si las estructuras laríngeas no pueden ser visualizadas, entonces la intubación con fibroscopio debe ser la elección más segura. La intubación nasal a ciegas ha sido utilizada por algunos autores pero con índices altos de epistaxis posterior. El periodo de la inducción de la anestesia es un tiempo difícil o peligroso para el paciente ya que tiene un riesgo incrementado de falla en la intubación o intubación difícil, además la ventilación con mascarilla y bolsa resulta difícil debido a la obstrucción de la vía aérea superior y la reducción de la compliance pulmonar. La insuflación gástrica durante la ventilación inefectiva con mascarilla puede incrementar el riesgo de regurgitación y aspiración de contenido gástrico. Aparte de la intubación fibroscópica con el paciente despierto, la técnica mas segura es la inducción con secuencia rápida usando succinilcolina seguida de un periodo adecuado de pre oxigenación. Es necesario contar con un número adecuado de anestesiólogos en orden para intentar la intubación en caso de que se requiera y se debe de contar con un equipo de intubación difícil incluyendo laringoscopio de mango corto, laringoscopio con hoja articulada, combitubo y un juego de mascarillas laríngeas de varios tamaños así como equipo de cricotiroidotomía y ventilación transtraqueal. La posición correcta del tubo endotraqueal debe ser confirmada por auscultación, capnografía y de ser posible por visualización fibroscópica; es altamente deseable contar con otro anestesiólogo de experiencia durante el periodo de inducción por si se encuentra alguna dificultad. Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Los periodos de hipoxemia e hipercapnia pueden incrementar las resistencias vasculares pulmonares y precipitar una falla cardiaca derecha. Los pacientes obesos no deben de ser dejados en ventilación espontánea bajo anestesia, por que puede ocurrir hipo ventilación con la consecuente hipoxia e hipercapnia. La insuficiencia respiratoria puede ocurrir en los pacientes que son colocados en posición de litotomía o Trendelemburg por lo que se debe de evitar cuando sea posible. El paciente obeso puede requerir ventilación mecánica con altas fracciones inspiradas de oxigeno, posiblemente con la adición de PEEP se pueda mantener una tensión de oxigeno arterial adecuada y se requiere un ventilador con suficiente poder y sofisticación. La capnografía al final del volumen corriente es una guía pobre de la ventilación adecuada en el paciente obeso debido a la diferencia alveolar-arterial en el dióxido de carbono en esos pacientes por lo que se debe de utilizar un análisis seriado de gases para identificar si existe una ventilación por minuto adecuada. Las complicaciones pulmonares son muy comunes en el paciente obeso, pero ni el IMC ni las pruebas de función pulmonar son predictores adecuados de problemas postoperatorios. Los pacientes obesos pueden ser más sensibles a los efectos de las drogas sedantes, analgésicos opioides y drogas anestésicas lo que no es muy benéfico para el periodo de ventilación postoperatoria y para el tiempo seguro de eliminación de los residuos anestésicos y sedantes El paciente obeso debe ser extubado hasta que se encuentre completamente despierto y debe de ser transportado a la sala de recuperación en posición de semifowler a 45 grados, se le debe suplementar con oxigeno humidificado y se debe de comenzar tempranamente con fisioterapia pulmonar. Algunos pacientes obesos particularmente los que tienen historia de apnea obstructiva del sueño, pueden ser beneficiados con presión positiva nasal por la noche. Los episodios de apnea obstructiva del sueño son mas frecuentes durante el sueño con movimientos oculares rápidos, la extensión de los mismos es relativamente baja en el postoperatorio inicial, pero en exceso en la tercera a quinta noche postoperatoria. Los peligros de la apnea obstructiva del sueño son mayores algunos días después de la cirugía, por lo que resulta obvio la duración de la pulsoximetria y oxigenoterapia.1,2,4,6,8,14,22,23,24 Aparato cardiovascular Las enfermedades cardiovasculares dominan la morbimortalidad en la obesidad y se manifiestan en forma de enfermedad isquémica cardiovascular, hipertensión y falla cardiaca. Recientemente la Sociedad Escocesa de supervivencia encontró una prevalencia de cualquier enfermedad cardiovascular fue de 37% en adultos con un IMC de > 30 Kg. m2, 21% en aquellos con un IMC de 25 a 30 Kg. m2 y solo de 10% en aquellos con un IMC de < 25 kg m2. Todos los pacientes obesos mórbidos que van a ser anestesiados se les debe investigar extensamente por complicaciones cardiovasculares en el preoperatorio y algunos pacientes deben ser referidos al cardiólogo para una valoración optima.1,18 Existe una relación entre la obesidad y el incremento en el riesgo de enfermedad coronaria, hipertensión, y trastornos cerebro vasculares. Diversas valoraciones estadísticas así como los exámenes de población, confirman una correlación positiva entre enfermedad coronaria y obesidad. El exceso de masa corporal produce un aumento en las demandas metabólicas y por lo tanto conduce a un aumento del gasto cardiaco. El aumento absoluto del volumen sanguíneo (a pesar de que actualmente es un tanto por 11 ciento del total del peso corporal debido a que la grasa tiene poca agua). El volumen sanguíneo puede ser tan bajo como 45 mL por kg. el índice volumen sistólico e índice de trabajo sistólico es igual que en pacientes no obesos, mientras que el volumen sistólico y el trabajo sistólico deben incrementar en proporción al peso corporal, al aumentar estos puede producirse una dilatación / hipertrofia del ventrículo izquierdo.1,18 La hipoxia e hipercapnia produce vasoconstricción pulmonar lo que a su vez conlleva a una hipertensión pulmonar crónica y finalmente falla del ventrículo derecho. Existe un incremento del riesgo de arritmias, secundario a: hipertrofia, hipoxemia, infiltración grasa del sistema de conducción cardiaco, diuréticos (los cuales pueden producir hipocalemia), aumento de incidencia de alteraciones coronarias, incremento de las catecolaminas, apnea del sueño. Se ha visto que la enfermedad coronaria presenta el desarrollo de diversas manifestaciones clínicas que incluyen el desarrollo de isquemia miocárdica e infarto, angina de pecho y muerte repentina. A este respecto se ha demostrado una correlación positiva entre el aumento de peso y el riesgo de desarrollar angina de pecho en ambos sexos, además entre obesidad y riesgo de muerte repentina en el hombre. El gasto cardiaco debe de incrementarse aproximadamente en 0.1 Lt. por minuto para perfundir cada Kg. de tejido adiposo, por ello los pacientes obesos con frecuencia presentan hipertensión, que puede provocar cardiomegalia e insuficiencia ventricular izquierda,. Debe tomarse la precaución de utilizar un manguito de presión de tamaño correcto al valorar el grado de hipertensión existente. Hipertensión. La hipertensión de leve a moderada se ve en el 50 – 60% de los pacientes obesos y la hipertensión severa en un 5 a un 10%, por cada 10 Kg. ganados de peso la presión sistólica aumenta de 3 a 4 mmHg y la diastólica 2 mmHg. La expansión del volumen extracelular resulta en hipervolemia y en un incremento del gasto cardiaco característico de la hipertensión inducida por obesidad. El mecanismo exacto de la hipertensión en el obeso no se sabe y probablemente represente la interrelación entre factores genéticos, hormonales, renales y hemodinámicas. La hiperinsulinemia, que es característica de la obesidad, puede contribuir por activación del sistema nervioso y puede causar retención de sodio. Adicionalmente la resistencia a la insulina puede ser responsable del aumento de la actividad presora de la norepinefrina y la angiotensina II. La hipertensión per se puede producir hipertrofia concéntrica ventricular izquierda y aumentar progresivamente la demanda, con lo que aumenta el volumen sanguíneo, lo que incrementa el riesgo de falla cardiaca. La pérdida de peso ha demostrado reducir la hipertensión en el obeso.1,18 Enfermedad isquémica cardiaca. Actualmente se acepta que la obesidad es un factor de riesgo independiente para enfermedad isquémica cardiaca y es más común en los individuos obesos con distribución central de la grasa. Otros factores como la hipertensión, diabetes mellitus, hipercolesterolemia y niveles disminuidos de lipoproteínas de alta densidad, todas ellas comunes en el obeso, como componente del problema. Una cuestión interesante es que en el 40% de los pacientes obesos con angina no se ha podido demostrar enfermedad arterial coronaria; en otras palabras, la angina puede ser un síntoma directo de la obesidad. Volumen sanguíneo. El volumen sanguíneo total es incrementado en el paciente obeso, esta distribución responde a la necesidad de irrigar el tejido graso incrementado. El flujo esplácnico se 12 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 incrementa en un 20%, mientras que el flujo renal y cerebral permanecen normales. Función cardiaca. Los individuos con obesidad mórbida se encuentran en riesgo para una forma de disfunción cardiaca específica de la obesidad, probablemente secundaria a la infiltración grasa del corazón (“cor adiposium”). Los estudios de las autopsias han revelado que el incremento de la grasa epicárdica es común y la infiltración grasa del miocardio es poco común y afecta principalmente al ventrículo derecho, lo que se puede asociar con una conducción anormal y arritmias. Existe una relación directa entre aumento de peso cardiaco y peso corporal mayor de 105 kg. El incremento del peso cardiaco es una consecuencia de la dilatación y la hipertrofia excéntrica izquierda y en menor extensión derecha.1,18 Otros pacientes obesos demostraron un incremento del gasto cardiaco, una presión elevada al final de la diástole en el ventrículo izquierdo e hipertrofia ventricular izquierda en el ecocardiograma. La función sistólica del ventrículo izquierdo esta también perjudicada, especialmente durante el ejercicio, cuando la fracción de eyección esta incrementada en menor grado, y mas lenta que en los individuos no obesos. La fisiopatología de la cardiomiopatía inducida por obesidad no esta bien definida. Probablemente la etiología de esta es la interacción con hipertensión, enfermedad isquémica cardiaca y enfermedad respiratoria. Como ya se menciono la obesidad se asocia con un incremento en el gasto cardiaco de hasta 20 a 30 mL por Kg. de exceso de grasa. El incremento del gasto cardiaco es el resultado tardío de la dilatación ventricular y del incremento del volumen circulante. La dilatación resulta en un incremento del estrés de las paredes ventriculares, que avanza a hipertrofia. Como resultado de la hipertrofia ventricular izquierda excéntrica se disminuye el compliance y la función diastólica del ventrículo izquierdo, aumento del llenado ventricular, aumentando a su vez la presión al final de la diástole del ventrículo izquierdo y finalmente edema pulmonar. La capacidad del ventrículo dilatado para hipertrofiarse es limitada, entonces, cuando la pared del ventrículo izquierdo aumentada de espesor se deteriora por la dilatación, se presenta la disfunción sistólica (cardiomiopatía de obesidad). El problema es mayor cuando es compuesto por una hipertensión y una enfermedad isquémica cardiaca. La hipertrofia ventricular y la disfunción empeoran con el incremento de la obesidad y mejoran con la perdida de peso. El obeso mórbido tolera mal el ejercicio con cualquier incremento en el gasto cardiaco, o el aumento de la frecuencia cardiaca, sin un incremento del volumen sanguíneo circulante o fracción de eyección. De la misma manera, los cambios de posición de sentado a parado son asociados con incrementos significativos en el gasto cardiaco, la presión capilar pulmonar en cuña y la presión media de la arteria pulmonar, junto con reducciones en la frecuencia cardiaca y las resistencias periféricas. Características clínicas. Los sujetos con obesidad mórbida tiene una morbilidad muy limitada y pueden parecer asintomático aun cuando tengan una enfermedad cardiovascular significativa, síntomas como los de angina y disnea pueden ocurrir solo muy ocasionalmente y coinciden con periodos de actividad física importante. Muchos individuos pueden preferir dormir sentados en una silla y así evita síntomas como la ortopnea y la diseña paroxística nocturna. Se debe de preguntar al paciente si al caminar ha disminuido su tolerancia al ejercicio, y si al asumir la posición supina les produce ortopnea y arresto cardiaco. Se deben de someter a un examen cardiovascular detallado, buscando particularmente evidencia de hipertensión ( con un manguito de tamaño adecuado) y falla cardiaca. Los signos de falla cardiaca como ingurgitación yugular, acufenos, estertores, hepatomegalia y edema periférico pueden ser difíciles de encontrar en un paciente obeso y los exámenes complementarios están indicados.1,18 Exámenes complementarios. El electrocardiograma preoperatorio es muy importante. Debe ser de bajo voltaje debido al exceso de tejidos lo que puede hacer difícil de estimar la severidad de la hipertrofia ventricular. La desviación del eje y las arritmias supraventriculares son muy comunes. La radiografía de tórax puede revelar cardiomegalia y sugerir falla cardiaca. La ecocardiografía puede ser difícil de realizar pero puede proveer de información muy útil, con la hipertrofia ventricular excéntrica izquierda se sugiere cambios en la función ventricular aparentemente normal inducidos por la obesidad. El ecocardiograma transesofágico puede proveer de mejores imágenes, especialmente del lado izquierdo del corazón, sin embargo obviamente más invasivo. La prueba de tolerancia al ejercicio hace posible sospechar de enfermedad arterial coronaria. Siempre que sea posible el paciente debe de ser referido al cardiólogo para que sea examinado a fondo y se le de tratamiento y control a la presión arterial, falla cardiaca y angioplastia coronaria Implicaciones anestésicas. Cuando hay presencia de enfermedad respiratoria, el daño ventricular es casi inevitable, pero su severidad puede ser subestimada en la evaluación clínica. La rápida ganancia de peso en el preoperatorio puede indicar empeoramiento de la falla cardiaca y puede estar indicada una cirugía bariátrica. La falla ventricular intraoperatoria puede ocurrir por varias razones incluyendo la administración de fluidos intravenosos rápida (indicando disfunción ventricular diastólica izquierda), inotropismo negativo de agentes anestésicos o hipertensión pulmonar precipitada por hipoxia e hipercapnia. El anestesiólogo debe siempre tener siempre a la mano los inotrópicos y vasodilatadores elegidos. El rendimiento cardiaco casi siempre se deteriora después de la inducción de la anestesia y la intubación traqueal en el paciente obeso. En un estudio el individuo obeso bajo cirugía abdominal, el índice cardiaco cayó de 17-33% después de la inducción y la intubación comparado con un 4-11% en los pacientes del grupo control. Este daño persiste en el postoperatorio, con un índice cardiaco de 13-23% menor que los valores del grupo control. Se debe de contar con una línea arterial siempre que sea posible para el monitoreo directo y continuo de la presión arterial y análisis periódicos de gases arteriales. El monitoreo de la presión venosa central es deseable y nos ayuda a valorar la función cardiaca y puede ser usada para la infusión de inotrópicos en caso de deterioro del rendimiento cardiaco. En los pacientes con falla cardiaca documentada puede ser benéfico el uso de un catéter de flotación en la arteria pulmonar . Hepático. La infiltración grasa del hígado puede correlacionarse con el incremento en el peso corporal por arriba de los valores promedio. Es posible que surjan anormalidades cuando este órgano está afectado puesto que es responsable de un conjunto de reacciones bioquímicas. Por ejemplo la diabetes latente o manifiesta puede ser consecuencia de la acumulación de triglicéridos. Cantidades crecientes de ácidos grasos libres liberados de hígados grasos tienden a disminuir la secreción de insulina del páncreas con la consecuente reducción en la utilización periférica de la glucosa. En el obeso grave es posible que se presente resistencia a la Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 insulina. El hígado graso es un fenómeno frecuente en diabéticos que comenzaron a sufrir el padecimiento en edad adulta y, por el contrario, una elevada proporción de pacientes obesos son diabéticos manifiestos o latentes.1,5,9,13,21 La morfología hepática anormal y el trastorno funcional del hígado se asocian con frecuencia a la obesidad mórbida. El significado de estos fenómenos es objeto de discusión, en particular debido al hecho de que los cambios hepáticos son fácilmente reversibles con la pérdida de peso. También existe la duda de si la lesión es progresiva y de si en última instancia esta puede desembocar en cirrosis y muerte. A este respecto los datos de las aseguradoras han indicado que la mortalidad por cirrosis hepáticas en personas obesas fue 249% por encima de lo esperado, en tanto que el sexo femenino fue de 147%. No obstante datos mas recientes refutan estos hallazgos demostrando que existe una mortalidad semejante en cirróticos obesos y no obesos del sexo masculino. Inicialmente la grasa se acumula en la zona central pero se esparce en zona progresiva hasta invadir también las áreas periportales. En un principio la grasa forma pequeñas gotas, pero conforme la acumulación continúa, estas gotas coalescen en una sola gota por hepatocito. Esta gota lipídica empuja los organelos hacia la periferia de la célula, el lípido presente es el triglicérido ya que diversos estudios han demostrado la existencia de una correlación directa entre la grasa hepática total según se juzga histológicamente y el contenido de triglicéridos.. Hay una variabilidad obvia en la cantidad de triglicérido acumulado en el cual los individuos obesos pueden tener de 2 a 16 veces el contenido lipídico del hígado en contraposición a los no obesos.1,5,9,13,21 Además de la esteatosis hepática es posible descubrir con el microscopio de luz otros cambios patológicos en algunos pacientes obesos. Esas alteraciones incluyen infiltración de mononucleares y, con menos frecuencia, de neutrófilos y también fibrosis. Este ultimo hallazgo, si esta presente, por lo general es central y pericelular. También pueden tenderse puentes fibrosos portocentrales aunque es raro. Ambos sucesos, la fibrosis y la acumulación lipídica, originan un trastorno en la captación de nutrientes y de oxigeno por el hepatocito. El progreso de estos fenómenos es lento y solo rara vez prosigue hasta cirrosis. Además, en la mayor parte de los casos estos cambios son reversibles con la perdida de peso. Una teoría comúnmente aceptada para la acumulación de triglicéridos es la sobrecarga alimentaria relativa de carbohidratos en comparación con las proteínas. Los carbohidratos son convertidos a ácidos grasos, los cuales se combinan con el glicerol para formar triglicéridos hepáticos. Normalmente el triglicérido es secretado como lipoproteína de muy baja densidad. Sin embargo, a causa de la carencia relativa de proteína, la síntesis de la fracción proteica de la lipoproteína de muy baja densidad está alterada, lo cual hace imposible la secreción del triglicérido. Así el triglicérido se acumula en el hepatocito. Este curso de acontecimientos se haya bien documentado después de la anastomosis yeyuno ileal en pacientes con obesidad patológica. En estos enfermos al parecer hay una absorción intestinal incrementada de glucosa comparada con la de aminoácidos, lo cual genera un desequilibrio carbohidratos-proteína. A la larga ocurre la adaptación intestinal, lo que origina la remoción de los triglicéridos hepáticos. No obstante hasta que esto sucede (3 a 9 meses después de la operación), puede producirse una disfunción hepática grave, lo que obliga a que en ocasiones sea necesario invertir la derivación.1,5,9,13,21 Aunque en la obesidad grave la ingestión de carbohidratos es excesiva, es probable que no sea la causa de la infiltración grasa del 13 hígado en los individuos obesos. Esta observación se hace debido a que la composición de los ácidos grasos de los triglicéridos hepáticos de estos pacientes es característica de los movilizados desde los depósitos de tejido adiposo. Esta situación es contraria a la que se presenta en la anastomosis yeyunoileal en la cual la composición de los ácidos grasos hepáticos es característica de los formados durante la lipogénesis a partir de los carbohidratos. Una explicación más aceptable indica que la acumulación de triglicéridos en el hígado es consecuencia de la hiperinsulinemia. Las pruebas actuales sugieren que la hiperinsulinemia asociada a la obesidad resulta de la resistencia selectiva a la insulina de ciertas rutas enzimáticas normalmente susceptibles a la hormona. Por ejemplo, en la célula grasa hay captación acelerada de glucosa y la conversión correspondiente a triglicéridos, la cual es una respuesta normal a la insulina. También existe un incremento en la actividad de la lipasa, lo que produce la degradación del triglicérido a ácidos grasos y glicerol. Por lo tanto, de manera sistemática están disponibles grandes cantidades de ácidos grasos. A este respecto se ha demostrado que la concentración sérica de ácidos grasos tiene una buena correlación con la concentración de insulina plasmática en los pacientes con obesidad patológica. De este modo hay un incremento en la entrega de ácidos grasos al hígado. El paso siguiente es el procesamiento hepático de estos ácidos grasos mediante combinación con el glicerol para formar triglicérido. La síntesis hepática de proteínas y de fosfoglicéridos es similar en obesos y no obesos. Por lo tanto parece ser que la acumulación de triglicéridos en los obesos es consecuencia de la movilización acelerada de ácidos grasos del tejido adiposo con una deficiencia relativa de lipoproteínas de muy baja densidad. Es probable también que algunos triglicéridos se acumulen a causa del incremento en la síntesis hepática de ácidos grasos, lo cual ha sido demostrado de manera experimental.1,5,9,13,21 La dispersión de las regiones periportales de infiltración lipídica puede ser el resultado del aumento de la beta-oxidación de ácidos grasos en esta área. Pruebas funcionales. Se han hecho numerosos intentos para cuantificar la extensión del daño y de la función alterada utilizando pruebas clínicas. Se han encontrado elevaciones en los valores séricos de las transaminasas glutámicooxalacética y glutámicopirúvica, de la fosfatasa alcalina y de la bilirrubina en algunos pacientes obesos. Además se ha descrito una retención anormal de bromosulftaleína. Galamos y Willis han demostrado que estas pruebas no se relacionan con la morfología hepática alterada presente en la obesidad grave. Por lo tanto, los cambios secundarios a obesidad grave sólo pueden valorarse adecuadamente mediante biopsia hepática ya que frecuentemente los cambios morfológicos no guardan proporción con las alteraciones bioquímicas . Consideraciones anestésicas. De acuerdo a la información anterior, se deberá asumir prudentemente que la morfología y la función hepática no son normales en todos los pacientes con obesidad patológica. De la misma manera se debe considerar que la capacidad del hígado para soportar traumatismos agobiantes está disminuida, por lo que se deberá evitar alteraciones como hipoxemia e hipotensión. La hepatitis por halotano (agente escasamente utilizado en la actualidad) se ha asociado con la obesidad por lo que se recomienda excluir este agente en anestesia de pacientes obesos mórbidos Teóricamente el empleo de agentes anestésicos volátiles puede ser recomendable para los individuos obesos ya que permite el uso de concentraciones mas altas de oxigeno inspirado en un intento de 14 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 evitar la hipoxemia y el trastorno hepático resultante.1,2,5,9,13,21 Gastrointestinal. Se cree comúnmente que la combinación de presión intraabdominal elevada, alto volumen y contenido bajo de PH gástrico, retardan el vaciamiento gástrico e incrementan la incidencia de hernia hiatal y reflujo gastro esofágico en los pacientes lo que incrementa el riesgo de aspiración de contenido gástrico seguido de neumonitis. Sin embargo, estudios recientes han cambiado este contexto. Zacchi y cols demostraron que el paciente obeso sin síntomas de reflujo gastro-esofágico tiene un gradiente de resistencia entre el estomago y la unión gastroesofágica similar al de los sujetos no obesos. Sin embargo los individuos obesos tiene un volumen mayor (75%) que los individuos normales, trabajos recientes han demostrado que el vaciamiento gástrico es mas rápido en el obeso, especialmente con los carbohidratos mas que con las grasas. Sin embargo como resultado del volumen gástrico aumentado, el volumen residual es mayor en los individuos obesos. El vaciamiento gástrico rápido y el volumen gástrico mayor pueden ser revertidos parcialmente por la perdida de peso. Pero debido a esta evidencia controversial, es preferible tomar las precauciones contra la aspiración. Esto incluye el uso de antagonistas de los receptores H2, antiácidos y pro cinéticos, inducción de secuencia rápida, con presión cricoidea y extubación traqueal con el paciente bien despierto.1,12 Endócrino. Diabetes mellitus. La obesidad es un importante factor de riesgo para la diabetes mellitus tipo 2. Algunos estudio mostraron una incidencia mayor al 10% de lo normal de intolerancia a la glucosa en pacientes sometidos a cirugía bariátrica. Todos los pacientes obesos podrían tener cifras altas de glucosa en sangre en el preoperatorio y una alta incidencia de intolerancia a la glucosa. La respuesta catabólica a la cirugía puede hacer necesario el uso de insulina en el postoperatorio para el control de las concentraciones de glucosa. Si falla el control de la glucosa el paciente será mas susceptible a desarrollar infecciones y a un incremento del riesgo de infarto del miocardio durante los periodos de isquemia miocárdica.1 Vascular Enfermedad tromboembólica. El riesgo de trombosis venosa profunda en el paciente obeso sometido a cirugía abdominal es aproximadamente del doble que en los pacientes normales (48% vs. 23%), con un incremento similar del riesgo de embolia pulmonar. Esta es la complicación mas frecuente de la cirugía bariátrica, con una incidencia reportada de entre 2.4 y 4.5%. El riesgo incrementado de enfermedad tromboembólica en el paciente obeso es el resultado de la inmovilización prolongada con la consecuente estasis venosa, policitemia, presión intraabdominal aumentada con un incremento subsecuente de la presión de las venas profundas, falla cardiaca y disminución de la actividad fibrinolítica con concentraciones de fibrinógeno aumentadas. Las medidas para prevenir el tromboembolismo debe ser tomadas tempranamente.1,19 Consideraciones generales Premedicación. Los opioides y las drogas sedantes pueden causar depresión respiratoria en el obeso mórbido y es mejor evitarlas, algunos estudio han demostrado un riesgo incrementado de desaturación de oxihemoglobina con las benzodiacepinas.1,5, 9 Las vías de administración intramuscular y subcutánea deben ser evitadas, debido a que su absorción es impredecible. Si se considera la intubación con fibroscopio con el paciente despierto puede ser apropiado el uso de antisialagogos. Todos los pacientes con obesidad mórbida deben recibir agentes para prevenir la aspiración ácida, aun cuando el paciente no haya mencionado síntomas de reflujo. Una combinación de un bloqueador H2 (ranitidina 150 mg. v.o. y un procinético (metoclopramida 10 mg oral) dado 12 y 2 horas antes de la cirugía puede reducir el riesgo de neumonitis por aspiración. Algunos anestesiólogos además agregan 30 ml o 0.3 mg de citrato de sodio oral inmediatamente antes de la inducción como una precaución extra. Los medicamentos usados por el paciente como drogas cardiovasculares y esteroides deben de ser continuados en forma normal antes de la cirugía, es recomendable que los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina se suspendan un día antes de la cirugía ya que si se continúan pueden producir hipotensión profunda durante la anestesia. Si el paciente es diabético puede ser requerido un régimen de dextrosa-insulina. Los requerimientos de insulina tienden a incrementarse en el postoperatorio. La valoración por un experto puede ser útil. En los pacientes obesos mórbidos que deben permanecer inmóviles en el postoperatorio tiene un riesgo incrementado de trombosis venosa. Dosis bajas de heparina subcutánea deben de ser administradas como profilaxis y deben continuarse en la fase postoperatoria. Pueden ser utilizadas otras medidas antiembólicas como las medias de protección neumáticas o vendajes compresivos deberán usarse siempre que sea posible. En este grupo de pacientes el riesgo postoperatorio de infección esta incrementado y pueden requerir de antibióticos profilácticos lo que debe de ser discutido con el cirujano y si es posible con un microbiólogo.1,19 Posición y traslado. Las camillas están diseñadas para pacientes que pesan por abajo de 120-140 kg. Si el paciente excede este límite puede poner en riesgo tanto al paciente como al personal por lo que se requiere de camillas especialmente diseñadas o dos camillas normales colocadas lado a lado. El paciente debe de ser anestesiado en la mesa de exploraciones en Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 la sala de operaciones se debe evitar el traslado innecesario a la sala anestésica lo que aumenta el riesgo para el paciente y el personal. Una vez que el paciente se encuentra en la posición quirúrgica se debe de tener particular cuidado en acojinar las áreas de presión para protegerlas. El riesgo de dolor en zonas de compresión o lesiones neurológicas es mayor en el paciente obeso. Se debe de evitar la compresión de la vena cava inferior colocando una cuna del lado izquierdo del paciente, sobre la mesa de operaciones. Algunos pacientes se posicionan mejor en posición de decúbito lateral ya que se reduce la presión del peso sobre el tórax El traslado del paciente obeso dentro del hospital es mejor sobre su propia cama de hospital, ya que las camillas de traslado son inadecuadas para este propósito. Se debe de tener una mano de obra apropiada cuando se requiera movilizar a un paciente obeso mórbido y su cuarto debe de estar equipado con poleas de levantamiento.1 Accesos intravenosos. .Este puede ser un problema por el tejido celular subcutáneo excesivo. Muchos anestesiólogos mejor se avocan a establecer un acceso venoso central, pero este mismo puede ser difícil también. El uso de un equipo de ultrasonido portátil puede dar más probabilidades de éxito.1 Monitoreo. El monitoreo de la presión arterial invasiva se ha estado utilizando hasta en los procedimientos menores en el obeso mórbido. Si se usa un manguito de presión no invasiva , este debe ser del tamaño apropiado, un manguito de tamaño estándar tiende a subestimar la presión arterial. El pulsooxímetro, electrocardiógrafo, capnógrafo y el monitoreo de la función neuromuscular son obligados. El uso de catéter venoso central y catéter de flotación en la arteria pulmonar deben ser considerados en pacientes sometidos a cirugías extensas o aquellos pacientes con enfermedades cardiovasculares serias.. Anestesia regional El uso de anestesia regional en el paciente obeso reduce los riesgos de intubación difícil y de aspiración, lo que provee mayor seguridad y analgesia postoperatoria más efectiva. Para los procedimientos torácicos y abdominales, la mayoría de los anestesiólogos usan la combinación de anestesia epidural y general. Esta tiene ventajas sobre la anestesia general, incluyendo la reducción de requerimientos de opioide y anestésicos inhalados, extubación traqueal temprana, reducción de las complicaciones pulmonares postoperatorias y brinda analgesia postoperatoria.1,7 La anestesia regional en el paciente obeso puede ser difícil técnicamente debido a las dificultades para identificar las estructuras óseas. La anestesia epidural y espinal se puede facilitar colocando al paciente en posición sedente y utilizando agujas largas. Se ha utilizado ultrasonido para identificar el espacio epidural y para guiar la aguja Touhy a su posición. Algunos anestesiólogos colocan el catéter epidural un día antes de la cirugía para ahorrar tiempo al día siguiente y también para poder utilizar profilaxis con heparina en la mañana de la cirugía. De la misma manera, el bloqueo de nervios periféricos puede utilizarse de una manera sencilla y segura utilizando un estimulador nervioso . Los requerimientos de anestésico local para anestesia epidural y espinal están reducidos de 75-80% de lo normal en el paciente obeso mórbido, debido a la infiltración grasa y el incremento del volumen sanguíneo causado por el incremento de la presión intraabdominal reduce el volumen del espacio epidural. Esto puede hacer impredecible la diseminación del anestésico local 15 y dar variabilidad en la altura del bloqueo. Los bloqueos que se extienden más allá de T5 tiene riesgo de compromiso respiratorio y colapso cardiovascular secundario al bloqueo autonómico. Por estas razones el anestesiólogo siempre debe estar preparado para convertir la técnica a anestesia general y debe contar con el equipo necesario y asistencia inmediata a la mano. Analgesia sistémica El uso de analgésicos opioides puede ser peligroso en el obeso. La vía de administración intramuscular no es recomendada por lo impredecible y ha demostrado proveer de analgesia menor que otras rutas. Si la vía intravenosa es usada la mejor opción es el sistema de analgesia controlada por el paciente ya que han probado brindar una analgesia efectiva en el paciente obeso, sin depresión respiratoria. Las dosis deben de ser basadas en la superficie corporal. Se debe de contar con oxigeno suplementario y vigilancia estrecha, incluyendo pulsoximetria.1,5,9 La analgesia epidural postoperatoria, usando opioides o soluciones con anestésicos locales, puede proveer de analgesia efectiva y segura en el paciente obeso. La vía epidural para la administración de opioides es preferida de las otras debido a que produce menor somnolencia, nausea y depresión respiratoria, normalización temprana de la movilización intestinal, mejor función pulmonar y reducción de la estancia intrahospitalaria. La analgesia epidural continua con anestésicos locales ha mostrado tener efectos benéficos en la función cardiovascular, con una disminución en el trabajo del ventrículo izquierdo, sin embargo se ha asociado con bloqueo motor que puede retrasar la deambulación. Todas estas técnicas pueden ser complementadas con analgésicos orales como el paracetamol y los AINES.1 Consideraciones por especialidades Obstetricia. La paciente embarazada obesa presenta dificultades particulares que pueden incluir: 1. Riesgo incrementado de hipertensión crónica, preeclampsia y diabetes. 2. Alta incidencia de trabajo de parto difícil lo que puede requerir de instrumentación o sección cesárea. 3. La operación cesárea tiende a ser más prolongada con una alta incidencia de complicaciones postoperatoria, incluyendo grandes pérdidas sanguíneas, trombosis venosa profunda y mayor riesgo de infección o dehiscencia. 4. Incrementa el riesgo anestésico relativo a morbilidad y mortalidad durante la cesárea y en particular, riesgo incrementado de intubación fallida y aspiración gástrica durante los procedimientos bajo anestesia general. 5. Incremento de la incidencia de fallas múltiples al colocar la anestesia epidural. 6. Riesgo incrementado de morbimortalidad fetal, lo que algunos han mostrado que se incrementa el estrés fetal. 7. Las posiciones de Trendelemburg y supina reducen la Capacidad Residual Funcional, incrementando la posibilidad de hipoxemia. 8. Algunos estudios han mostrado mayor diseminación cefálica del anestésico local durante la anestesia espinal o peridural. 9. Perdida de la función de los músculos intercostales 16 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 durante la anestesia espinal provocando dificultad respiratoria. 10. Posible reducción severa en el gasto cardiaco con la anestesia general, relativa a la compresión profunda aorto-cava y el uso de PEEP.1,4 Evaluación preanestésica. La evaluación preanestésica debe ser lo mas completa posible, además de la historia anestésica se debe de poner atención especial en evaluar los sistemas cardiopulmonar, neurológico, renal y hepático.5 Los antecedentes de disnea, apnea del sueño o tabaquismo son muy importantes. La evaluación de los gases sanguíneos arteriales con la paciente ventilando aire ambiente, radiografía de tórax y la función pulmonar en general es obligada en todos los casos. Todas las pacientes obesas deben contar con pruebas de función hepática, biometría hemática completa, nitrógeno ureico en sangre, pruebas de coagulación y electrocardiograma, la posibilidad de sangrado que exceda al normal durante el parto o la operación cesárea hacen necesaria la disponibilidad de sangre o productos debidamente cruzados antes de iniciar el procedimiento anestésico.1,3 Elección del procedimiento anestésico. Siempre que sea posible, se debe rechazar la anestesia general en la paciente embarazada obesa. Si es absolutamente necesario, entonces se debe anticipar una intubación difícil y la asistencia y el equipo deben de estar a la mano. Si el tiempo lo permite, la intubación con fibroscopio con el paciente despierto debe ser considerada. Se debe crear un plan para la posibilidad de que falle la intubación. La técnica mas segura se debe de utilizar primero, si se cree que pueda fallar la intubación no se debe de considerar la inducción con secuencia rápida. Colocar el catéter tempranamente en el trabajo de parto permite al anestesiólogo establecer una buena analgesia en una atmósfera de calma y control a diferencia de cuando se trata de una situación de emergencia. Se puede complementar los procedimientos con analgesia epidural y así reducir también el índice de trombosis venosa profunda post parto. La anestesia espinal “Single Shot” puede ser inadecuada para operaciones cesáreas muy prolongadas por lo que se debe de considerar utilizar una técnica combinada espinal – peridural si el bloqueo subaracnoideo es favorable. Los requerimientos de anestésicos locales pueden disminuir por debajo del 25% en la paciente obesa embarazada.1 Pediatría Anestesia en el niño obeso. Los niños con sobrepeso son como adultos obesos. La distribución de la grasa corporal es mas importante que el porcentaje de grasa para determinar los factores de riesgo cardiovascular para el resto de su vida en un estudio de seguimiento a 57 años, todas las causas de mortalidad cardiovascular fueron mayores para adultos con un alto IMC en la niñez. Los niños con síndrome de Prader-Willi presentan particularmente cambios durante la anestesia. Las características de este síndrome incluyen hipotonía, retraso mental, obesidad, diabetes mellitus, escoliosis y apnea del sueño (que puede empeorar en el postoperatorio). Se han descrito patología cardiovascular (hipertensión y arritmias), defectos pulmonares restrictivos y anormalidades termorregulatorias. Es prudente que estos niños sean anestesiados en centros especializados que tengan experiencia de esta patología.1 Urgencias Trauma y el paciente obeso. Boulanger y cols examinaron retrospectivamente el patrón de comportamiento en trauma de individuos obesos y no obesos en un periodo de 4 años. El grupo de pacientes obesos tiende a involucrarse en mas accidentes automovilísticos (62.7 vs. 54.1%) y tiene mas tendencia a presentar fracturas costales, contusiones pulmonares, fracturas de pelvis y de extremidades, además tuvieron mayor incidencia de trauma craneoencefálico y lesión de hígado. Smith-Choban y cols reportaron un incremento de hasta 8 veces en la mortalidad secundaria al trauma en pacientes con obesidad mórbida comparados con los pacientes no obesos.1,20 La respuesta metabólica al trauma severo parece ser diferente en el paciente obeso y en el no obeso. Jeevanandam y cols demostraron que el paciente obeso traumatizado moviliza más proteínas y menos grasa que las victimas no obesas. Ellos sugieren que el manejo nutricional del paciente obeso traumatizado debe proveer menos calorías de glucosa y más proteínas. El cuidado del obeso mórbido victima de un trauma en el cuarto de resucitación es difícil. Tienen una alta probabilidad de falla cardiovascular, requieren fracciones de oxigeno inspirado altas, intubación temprana y soporte ventilatorio, reposición de fluidos meticulosa y con monitoreo invasivo, y personal adecuado para trasportarlos en el departamento de emergencias. El sangrado puede producir descompensación cardiovascular temprana y debe ser tratado vigorosamente. Las radiografías portátiles pueden ser de pobre calidad debido a la gran cantidad de tejidos blandos, y los signos clínicos pueden ser difíciles de observar. Se necesita de técnicas de imagen mas sofisticadas como la Tomografía Computada, sin embargo muchas camas de Tomografía Computada tiene restricciones de peso de aproximadamente 160 Kg. En el examen físico siempre se debe de tratar de cubrir todas las patologías del paciente obeso traumatizado y las demás relacionadas con su patología de base (la obesidad).1,20 Medicina en el paciente crítico El paciente obeso en la unidad de cuidados intensivos. Existen pocos datos sobre la morbi-mortalidad del paciente obeso en la UCI pero como ya lo sabemos el pronóstico es pobre. Algunas índices pronósticos no incluyen las variables de co-morbilidad como por ejemplo el APACHE (acute physiology and chronic health evaluation) II y III. Los pacientes obesos son mayormente admitidos en la UCI. Rose y cols reportaron que los eventos pulmonares agudos postoperatorios son 2 veces mayores en el obeso que en el no obeso y que los pacientes obesos hospitalizados tiene un mayor riesgo de desarrollar complicaciones respiratorias.1 Las alteraciones en la función respiratoria que se revisaron anteriormente son importantes cuando se considera la ventilación mecánica en el paciente obeso. Un volumen corriente basado en el peso corporal actual puede producir una sobre distensión alveolar y una presión alta en la vía aérea, que puede incrementar el riesgo de barotrauma. Un volumen corriente inicial basado en el índice de peso corporal puede ser utilizado pero debe ser ajustado de acuerdo a la presión pico y a los análisis de gases sanguíneos. El uso de PEEP puede ayudar a prevenir el cierre de la vía aérea y las atelectasias, pero a expensas del gasto cardiaco. Esperar para iniciar la ventilación mecánica puede ser difícil debido a los requerimientos altos de oxigeno, incremento del trabajo ventilatorio, volúmenes pulmonares reducidos y alteraciones del índice de ventilación-perfusión. Burns y cols demostraron que la posición de semifowler a 45° produce un aumento del volumen Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 corriente y menor frecuencia respiratoria que con la cabeza a 0° o a 90° y puede ser benéfico durante la espera. Si la permanencia en UCI será larga deberá de realizarse traqueotomía tempranamente. Se debe de tener en cuenta que la re intubación del paciente obeso puede ser extremadamente difícil y su extubación debe de ser planeada cuando la persona adecuada lo avale, especialmente si la intubación inicial fue problemática El paciente con obesidad mórbida tiene probabilidades altas de deterioro cardiovascular y tolera pobremente la administración de fluidos. El monitoreo invasivo puede asistir la administración de oxigeno y valorar el rendimiento cardiaco. Colocar un catéter venoso central puede ser difícil, lo que resulta en una alta incidencia de catéteres fuera de lugar y complicaciones locales como infecciones y trombosis. La cateterización de la vena femoral puede ser imposible. El ultrasonido Doppler puede ayudar en la canulación de una vena central en pacientes de alto riesgo con un índice reducido de complicaciones. Debido a la existencia de grandes almacenes corporales de grasa y al incremento del índice de masa corporal, los individuos obesos están en riesgo de desarrollar malnutrición proteica durante los periodos de estrés metabólico. La reducción de peso durante los episodios de lesiones críticas no es benéfico y debe de proporcionarse un adecuado soporte nutricional. Los individuos obesos no son capaces de movilizar su grasa almacenada durante lesiones críticas y tiene una necesidad mayor de carbohidratos. El incremento en el uso de carbohidratos debido al cociente respiratorio incrementado produce un incremento en la gluconeogenesis a partir de proteínas. La ecuación de gasto energético no es práctica en el paciente críticamente lesionado, especialmente en el paciente obeso. Una calorimetría indirecta debe ser usada para calcular el gasto energético, pero si no esta disponible, el paciente debe recibir 20-30 Kcal/kg de índice de peso corporal por día. La mayoría de las calorías deben ser proporcionadas como carbohidratos, con grasa para prevenir la deficiencia de ácidos grasos esenciales. Los requerimientos proteicos pueden ser difíciles de calcular debido a la masa corporal aumentada, pero 1.5-2.0 g/kg de índice de peso corporal puede producir un balance de nitrógeno adecuado.1 Farmacología Manejo de drogas en obesidad. Los cambios fisiológicos asociados con la obesidad provocan alteraciones en la distribución, disponibilidad y eliminación de muchas drogas. El efecto neto farmacológico en cualquier paciente es muchas veces incierto, haciendo un monitoreo del punto clínico de acción (como la frecuencia cardiaca, presión arterial y sedación) y concentraciones séricas de las drogas son mas importantes que la dosificación empírica de drogas basados en los datos publicados. Para drogas con índices terapéuticos bajos (aminofilina, amino glucósidos o digoxina) las reacciones toxicas pueden ocurrir aun en pacientes que son dosificados de acuerdo a su peso corporal actual.1 Absorción. La absorción total de drogas permanece sin cambios en el paciente obeso. Volumen de distribución. Los factores que afectan aparentemente el volumen de distribución de las drogas en el obeso incluyen el tamaño aumentado del tejido graso, incremento de la masa corporal, incremento del volumen sanguíneo, gasto cardiaco, reducción del agua corporal total, alteraciones en la unión de las proteínas plasmáticas y en la lipifilicidad de la droga. El tiopental tiene un volumen de distribución incrementado debido a su alta 17 lipofilicidad, volumen sanguíneo incrementado, gasto cardiaco y masa muscular. Por lo tanto la dosis absoluta debe ser incrementada. Un incremento en el volumen de distribución puede reducir la vida media de eliminación si la depuración es incrementada. Con el tiopental y otras drogas lipofilicas (como las benzodiacepinas o los agentes inhalados potentes), los efectos pueden persistir por mayor tiempo después de descontinuar su administración.1,5,9-21 Puede haber defectos variables de la obesidad en la unión a proteínas de algunas drogas. La concentración incrementada de triglicéridos, lipoproteínas, colesterol y ácidos grasos libres puede inhibir la unión a proteínas de algunas drogas e incrementar las concentraciones libres plasmáticas. En contraste; las concentraciones incrementadas de glicoproteinas ácidas pueden incrementar la degeneración de la unión a proteínas de otras drogas (anestésicos locales), reduciendo la fracción plasmática libre. Eliminación. Aun cuando las anormalidades histológicas del hígado son relativamente comunes, el aclaramiento hepático usualmente no esta reducido en el paciente obeso. Las reacciones fase I (oxidación, reducción e hidrólisis) son usualmente normales o incrementadas en el obeso, mientras que el metabolismo de algunas drogas por reacciones de fase II (lorazepam) esta considerablemente incrementado. La falla cardiaca y la disminución del flujo sanguíneo hepático enlentecen la eliminación de drogas que comúnmente son rápidamente eliminadas por el hígado (midazolam o lidocaína). La aclaración renal esta incrementado en el obeso debido al flujo renal incrementado y a la tasa de filtración glomerular. En pacientes obesos con disfunción renal, la estimación del aclaración de creatinina de las formulas estándar tiende a ser inadecuados y los regímenes de dosificación para la excreción renal de drogas suelen basarse en el aclaración renal de creatinina.1,5,9-21 Anestésicos inhalados. La teoría tradicional de que la emergencia lenta de la anestesia en pacientes con obesidad mórbida es un resultado de la relación del agente volátil con el tejido adiposo excesivo ha sido cambiada. La reducción en el flujo sanguíneo del tejido graso puede limitar la liberación de agentes volátiles de los almacenes grasos, con la emergencia lenta probablemente resulte de la actividad central incrementada. De hecho, algunos estudios demostraron tiempo de recuperación de la anestesia comparables en obesos y sujetos sanos de 2-4 horas de duración. Los pacientes obesos pueden ser más susceptibles a los efectos dañinos del metabolismo hepático alterado de los agentes volátiles. Las concentraciones plasmáticas de bromuro, un marcador de la reducción del metabolismo oxidativo reductivo del halotano, están incrementadas en pacientes obesos. El incremento del metabolismo reductivo puede ser un factor importante en el desarrollo de daño hepático después de la exposición al halotano, y esto puede ser más importante en el obeso por el riesgo de hipoxemia y reducción del flujo sanguíneo hepático. Las concentraciones de iones de fluoruro inorgánico libre son más altas en pacientes obesos después de la exposición a halotano y enflurano, lo que incrementa el riesgo de nefrotoxicidad. Este no parece ser el caso del sevoflurane, debido a su relativamente alto metabolismo hepático. Las concentraciones de fluoruro no son incrementadas significativamente después de la anestesia con isoflurane, debido a su alto porcentaje de eliminación pulmonar (99.8%) por lo que es considerado el agente de elección para muchos anestesiólogos. La rápida eliminación y las propiedades analgésicas del oxido nitroso lo hacen potencialmente atractivo, pero, su utilidad es limitada por las altas demandas de oxigeno en la mayoría de los pacientes 18 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 obesos. Procedimientos especiales Procedimientos laparoscópicos en el obeso. La presión ejercida contra el diafragma y la reducción de la capacidad residual funcional son relativamente bien toleradas en el paciente obeso. Dumont y sus colegas estudiaron los mecanismos respiratorios y gases arteriales en 15 pacientes obesos mórbidos sometidos a gastroplastía por laparoscopia. Ellos demostraron que la insuflación abdominal a 2.26 kPa produce una reducción de un 31% en el compliance respiratorio, un incremento de 17% y 32% en la presión pico y plateau (a un volumen tidal constante), hipercapnia significativa pero no cambios en la saturación arterial de oxigeno. El compliance pulmonar y las presiones de insuflación regresaron a los niveles básales después de la deflación abdominal y el procedimiento fue bien tolerado. De manera similar Juvin y cols demostraron que los pacientes obesos sometidos a gastroplastía laparoscópica tuvieron una reducción significativa de los requerimientos analgésicos, se les indico deambulación temprana y una estancia intra hospitalaria mas corta que el grupo de pacientes que se sometieron a cirugía abierta para el mismo procedimiento. La gastroplastía por laparoscopia puede ser bien tolerada pero el anestesiólogo debe de estar pendiente de la posición de Trendelemburg ya que es pobremente tolerada en estos pacientes y la hipercapnia puede producir arritmias e inestabilidad cardiovascular durante el procedimiento.1,3,8,9 Cirugía bariátrica. El paciente obeso presenta un riesgo adicional durante el perioperatorio. La cirugía bariátrica se ha diseñado especialmente para pacientes con obesidad mórbida, incluyendo el Bypass yeyuno-ileal para producir pérdidas de peso a través de una malabsorción. Los efectos adversos en la función respiratoria durante la anestesia, particularmente en pacientes obesos mórbidos sobre todo en cirugía de abdomen superior, ha sido tema de muchos estudios de investigación, con el fin de determinar una ventilación óptima principalmente en pacientes en los cuales es necesario colocar separadores que comprimen el diafragma , ya que se producen grandes alteraciones en la diferencia de la presión alveolo arterial de oxígeno debido al gran volumen abdominal y a la presión que estos ejercen sobre el diafragma. Además la capacidad funcional residual (CRF) disminuye pudiendo producirse atelectasias, ocasionando hipoxemia en el período perioperatorio. Se ha demostrado que la reducción de la CRF se relaciona directamente con el IMC. La pérdida del tono del diafragma puede determinar la reducción del volumen pulmonar debido a la presión intraabdominal. Por lo que se ha concluido que la posición de Trendelemburg es adecuada en la cirugía abdominal superior para los pacientes obesos, para neutralizar el peso del volumen abdominal y los efectos de los retractores en el diafragma ya que estos retractores pueden producir una disminución importante en la CRF y un movimiento más limitado del diafragma durante la ventilación mecánica, con esta posición los índices de oxigenación de la diferencia de la presión alveolo arterial de oxigeno ( P(A-a)O2 ) vuelven a los valores básales y hay una mejoría en la compliance.8 Puede mejorar la función cardiovascular reduciendo el retorno venoso,7 esta posición permite mayor seguridad al paciente manejado con ventilación mecánica, por lo que es más segura para este tipo de pacientes ofreciendo más ventajas en cuanto a la función cardiorrespiratoria durante la cirugía de abdomen superior.3,8,9 La anestesia para la cirugía bariátrica es otro desafío para el anestesiólogo, debido a las complicaciones que se pueden presentar aparte de la obesidad, las condiciones co-mórbidas a menudo asociadas a este problema. Como la cirugía de pérdida de peso es “electiva”, se debe tener una evaluación médica completa para que el paciente se encuentre en óptimas condiciones el día de la cirugía. Por consiguiente es de particular interés para el anestesiólogo tener en mente las probables complicaciones tanto respiratorias, cardiacas, hipertensión, diabetes y el reflujo gastroesofágico. Así como también cualquier tratamiento farmacológico que se le este administrando al paciente, para determinar si debe de continua con esos fármacos o se deben de suspender como por ejemplo los inhibidores de la MAO, que se deben de suspender 2 semanas antes de la cirugía. Para el manejo de estos pacientes con anestesia general, el uso de agentes volátiles el más recomendado es el sevoflurano por sus propiedades farmacocinéticas de eliminación rápida es el más recomendado.10 El dolor postoperatorio tiene efectos adversos en varios órganos y sistemas que empeora el resultado de estos pacientes, además las incisiones abdominales superiores producen una disfunción pulmonar que lo lleva a mayor morbilidad postoperatoria, por lo que es necesario administrar una excelente analgesia postoperatoria. Una buena opción es la analgesia epidural continua, ya que nos mejora la función diafragmática y permite la fisioterapia pulmonar, la movilización temprana evitando eventos tromboembólicos y rápida recuperación del paciente.3,8,9 Índice de severidad de la obesidad de kral Parámetros Sexo Masculino Edad > 40 años Fumador/a Síndrome de Apnea del Sueño Tromboembolismo Diabetes Obesidad androide Cardiomegalia HTA Hemoglobina > 15 gr PCO2 > 45 mmHg Hiperinsulinemia Puntuación 1 1 2 1 1 1 2 2 2 1 1 2 IMC 28-31=1, 32-40=2, >40=3 En las Conferencias de Consenso de Cirugía Gastrointestinal y Obesidad severa de 1996 y 91 publicadas en la revista Nutrición se dan los criterios aceptados actualmente es operar a los pacientes obesos mórbidos y superobesos en las siguientes condiciones: 1. Índice de masa corporal sobre 40. 2. Que se hayan sometido a intentos serios de tratamiento médico, sin resultados. 3. En pacientes con IMC de 35, siempre que tengan patología agregada derivada de su obesidad. 4. Ausencia de alteraciones psicológicas (Comedor compulsivo), las enfermedades psiquiátricas no son contraindicación para la cirugía si el paciente está controlado y estabilizado adecuadamente, en algunos casos incluso la baja de peso puede facilitar la compensación de su enfermedad. Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 5. Que no tengan contraindicación de cirugía por presentar problemas de salud tan graves que no puedan soportar una anestesia o una cirugía, este tipo de pacientes, si no están en condiciones de operarse por alguna complicación derivada de su misma obesidad, igual son operados como única forma de resolver su problema, pero previo a la operación, deben prepararse para la cirugía con un tratamiento de Soporte Preoperatorio Intensivo. Liposucción. Desde que Illou en Francia el año l977 comunicó el primer caso de aspiración grasa con fines estéticos la liposucción representa un volumen importante en el campo de la cirugía plástica ejecutándose actualmente en diferentes áreas corporales, inclusive asociado a otros procedimientos. El estado actual se relaciona con mejoría en la instrumentación quirúrgica y en los cuidados anestésicos (monitoreo transoperatorio y evaluación óptima con manejo riguroso de los líquidos perioperatorios). El principio de succión cerrada mediante pequeñas incisiones se ha mantenido. Actualmente ha habido modificaciones que se refieren básicamente a la instrumentación, la anestesia y los conceptos de control de líquidos.11 Existen varias técnicas de aspiración grasa: La técnica seca de los primeros tiempos requería anestesia general y como no se aplicaban líquidos o substancias hemostáticas en el intersticio, la pérdida sanguínea era significativa y se asociaba a incremento en la morbimortalidad, relacionada con hemorragia, desplazamientos de líquidos corporales y cambios metabólicos. Illouz y Hetter describieron dichos cambios como una lesión similar a la observada en las quemaduras con secuestro de líquidos. Quedó establecido que las complicaciones eran más frecuentes con un volumen aspirado de más de 1500 ml. La regla de los “150” preconizaba que, por cada 150 ml aspirado, el hematocrito disminuía un 1% considerando que el 10% (l50m ml) de pérdida sanguínea al aspirar hasta 1,500 ml de grasa era confiable. Los volúmenes superiores requerían transfusión sanguínea. La Técnica Húmeda”, originalmente descrita por Converse en 1962 se implementó con la finalidad de disminuir el sangrado en el lipoaspirado al infiltrar líquido, epinefrina y lidocaína. Las dosis de estos fármacos han sido modificadas en muchas ocasiones, pero habitualmente la concentración es de 0.25% de lidocaína con epinefrina al 1:400,000. En la práctica se utiliza solución Hartman cuya isotonicidad es favorable, adicionándose por cada 1000 mL/1 mg de epinefrina y 250 mg de lidocaína. La “Técnica Tumescente” desarrollada por Klein a fines de los años ochenta implica la infiltración de grandes volúmenes de líquidos combinados con epinefrina y lidocaína, con lo que obtenemos, disminución en la pérdida sanguínea, cierto grado de anestesia local por infiltración y más eficiencia durante el proceso de aspiración. La “Lipoaspiración asistida”. Aplicando previamente ultrasonido logra mejor licuefacción grasa, facilitando las maniobras quirúrgicas, sobre todo en ciertas áreas. Se considera en la actualidad la Técnica Seca absolutamente desterrada, se habla de Técnica Húmeda cuando la relación entre volumen infiltrado y aspirado es de 1:1 mL, y de Técnica Superhúmeda o Tumescente cuando dicha relación es de 2-3:mL. La membrana de los adipositos separa normalmente el líquido intracelular del extracelular en la etapa previa a la infiltración hacia el intersticio, espacio al cual penetra directamente la lidocaína 19 diluida; dicha membrana cuyo grosor de 7.5 nM es semipermeable a ciertas substancias dependiendo de la concentración y presión existentes. La integridad del adiposito y sus mecanismos iónicos se alteran al ser lesionados mecánicamente por la cánula liposuctora, en esta circunstancia la bomba de sodio dañada no puede impedir la entrada de este ión y agua, propiciando edema y lisis celular, facilitándose la aspiración de estas estructuras. El volumen aspirado permite clasificar el procedimiento desde Microliposucción (0-4999 mL) hasta Megaliposucción (más de 10,000 mL). Toxicidad de lidocaína y epinefrina. Es necesario considerar la posibilidad de toxicidad de estos agentes. Tanto la lidocaína como la epinefrina utilizadas en la solución de infiltración; niveles séricos de entre 3-6 mcg/mL de lidocaína se asocian a toxicidad subjetiva, valores de entre 5-6 mcg/mL con toxicidad objetiva menor y manifestaciones de neurotoxicidad y depresión miocárdica con más de 8 mcg/mL. En la actualidad sin embargo, la indicación de adicionar lidocaína a dicha solución es con el objeto de propiciar cierta anestesia local postoperatoria lo que naturalmente permite disminuir la concentración utilizada. La dosis máxima de lidocaína recomendad a es de 7.5 mg/kg. La droga es metabolizada rápidamente por el hígado y el nivel sérico está relacionado con la velocidad de aplicación, la vascularidad tisular y la condición funcional hepática. Lo interesante en la liposucción tiene que ver con la demostración de que el pico máximo ocurre entre los 90 minutos posteriores y sus valores oscilan entre los 0.9 a 3.6 mcg por mL que son inferiores a los valores tóxica. Una explicación de ello reside en el hecho de que una gran cantidad de droga es eliminada en el contenido lipoaspirado. Otros autores han reportado el uso de dosis total de lidocaína de hasta 63 mg/kg (Pitman) y 70 mg/kg (Ostad), sin evidencia de toxicidad; una dosis total de 35mg/kg ha sido relacionada con ausencia de efectos indeseables. La epinefrina se adiciona con la finalidad de producir vasoconstricción y disminuir la pérdida sanguínea; localmente se inicia su degradación por las enzimas titulares monoaminooxidasa y catecolamintransferas, para finalmente metabolizarse en el hígado y aunque no existe toxicidad documentada, los efectos clínicos pueden potencialmente incrementarse si recordamos que la droga estimula los receptores adrenérgicos alfa-1 y beta l y 2, por lo que pudiera observarse una respuesta manifestada por taquiarritmias e hipertensión arterial; las consecuencias graves de una sobredosis deben relacionarse con hipertensión severa, isquemia miocárdica y hemorragia cerebral. Manejo anestésico. Una valoración preoperatorio cuidadosa es imprescindible y ella debe incluir detección y tratamiento de factores de riesgo. El historial médico minucioso revisará antecedentes de enfermedad coronaria, hipertensión, diabetes, sangrados anormales, alergias, neuropatía, consumo de tabaco y alcohol y otras substancias, así como sobrepeso, actividad física y evaluación de la edad fisiológica que puede ser muy diferente a la fisiológica. Consideración especial merece la valoración del sobrepeso. Deberá tenerse en mente la posibilidad de otras dificultades anestésicas como ventilación e intubación difícil, acentuadas por algunas alteraciones fisiológicas observadas en la obesidad como son: incremento del trabajo respiratorio, disminución de la movilidad diafragmática, de la capacidad residual funcional y de la saturación de oxígeno, así como incremento del volumen circulante y del gasto cardiaco. Los pacientes sometidos a liposucción mayor (más de l500 20 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 mL) deben poder tolerar la infiltración de grandes volúmenes parenterales, tanto lo depositado en el intersticio como el que se incorpora a la circulación, y aunque el edema pulmonar cardiogénico es extremadamente raro, los pacientes con daño pulmonar previo sí están predispuestos a edema pulmonar no cardiogénico por incremento de la permeabilidad capilar. Las pruebas de laboratorio y gabinete deben incluir biometría hemática completa, química sanguínea, coagulograma , gasometría, telerradiografía de tórax ECG y espirometría. Las técnicas anestésicas incluyen desde anestesia local, anestesia local más sedación, anestesia regional en sus modalidades epidural y subaracnoidea, y la anestesia general inhalatoria, balancead o endovenosa total. Las ventajas de la anestesia general se relacionan con mayor comodidad para el paciente y el equipo quirúrgico, y control absoluto de la vía aérea, además la relajación muscular es imprescindible cuando se ejecuta, liposucción asociada a lipectomía abdominal que requiere plisar los músculos de la pared, y finalmente, la presión positiva disminuye el riesgo de edema pulmonar. Especial atención debe prestarse a la protección de los ojos evitando compresión en ellos o sobre trayectos nerviosos como puede suceder cuando el paciente es colocado en decúbito ventral para aspirar áreas posteriores. El monitoreo debe constar de: ECG, FC, FR, PANI, SatO2, EtCO2, temperatura central, grado de bloqueo neuromuscular y gasto urinario, en ciertos casos será útil la colocación de de un catéter central para medir PVC y la vigilancia hemodinámica no invasiva a través de la bioimpedancia torácica nos permite obtener datos precoses de incremento en la volemia. La analgesia postoperatoria se puede llevar a cabo mediante un perfusor endovenoso para 24 horas con una mezcla a base de tramadol 200 mg o ketorolaco90 mg más 10 mg de morfina. La infiltración subcutánea previa a la liposucción modifica substancialmente la presión del intersticio convirtiendo su negatividad normal en una fuerza positiva que tenderá a introducir líquido hacia los capilares. El concepto aplicado a la liposucción tiene algunos aspectos ventajosos, el primero relacionado con la disminución en la pérdida de líquidos y coloides hacia el tercer espacio, característica de las lesiones por trauma quirúrgico, ya que dicho espacio se encuentra pletórico por el líquido infiltrado, la traslocación de parte de ese volumen hacia la circulación sistémica (autorresucitación), lo que obliga a revisar y modificar los esquemas tradicionales en el manejo de líquidos perioperatorios. Estimación de la hemorragia. Manejo de líquidos. En la técnica tumescente, en la cual se infiltran volúmenes importantes de cristaloides resulta fundamental familiarizarse con su fisiopatología. La combinación de absorción parcial de ese infiltrado y una reposición imprudentemente generosa puede conducir a sobre carga circulatoria e intoxicación hídrica con una serie de complicaciones como edema pulmonar, hiponatremia dilucional, hemólisis, coagulopatía, encefalopatía y disturbios cardiovasculares. Al decantarse los constituyentes del lipoaspirado se diferencia una porción supra nadante (grasa fundamentalmente), que representa un 80%. La porción infra nadante (sangre más líquido) constituye un 20%, de tal suerte que es posible calcular el volumen de líquido absorbido y que recircula como igual al volumen infiltrado menos el volumen infra nadante , fluido que es necesario considerar para los cálculos de suministro de líquidos de mantenimiento. El volumen residual teórico es calculado con la siguiente fórmula: (Volumen infiltrado + líquidos endovenosos) – (volumen aspirado + diuresis), el cual debe ser menor a 5000 mL. Otra aproximación para calcular el volumen absorbido toma en consideración los niveles séricos de sodio pre y postoperatorio de acuerdo a la siguiente fórmula: Na + Preop/Na + postop x LEC – LEC, considerando el líquido extracelular como un 20% del peso corporal. Si la suma del infiltrado y el endovenoso es menor al doble del volumen total aspirado será menester calcular suministro adicional en las siguientes 24 horas para que dicha suma sea el doble del volumen aspirado. La hemorragia trans y postoperatoria ocasiona una reducción aguda de la masa eritrocítica desencadenando mecanismos compensatorios para incrementar el transporte de oxígeno (incremento en el intercambio gaseoso alveolar, del gasto cardíaco y de la afinidad del oxígeno por la hemoglobina), idealmente el volumen circulante debe preservarse mediante el suministro de coloides en una relación de 1:1 o bien cristaloides en una relación entre 2-3:1 hasta que el riesgo de anemia con todas sus consecuencias sea mayor que los riesgos que implica una transfusión sanguínea. El punto crítico generalmente aceptado es un valor de hemoglobina entre 7 y 10 g/dl y un hematocrito entre 21% y 30%. La disponibilidad normal de oxígeno (O2 consumido dividido por el 02 disponible) de 0.25 en condiciones normales representa cuatro veces el oxígeno consumido normalmente. Clínica y experimentalmente la oxigenación tisular puede ser mantenida con un hematocrito tan bajo como 20%. Es conveniente impedir descensos del hematocrito por debajo del 30%. La pérdida tolerable se estima tomando en consideración la masa eritrocítica basal, y la diferencia con la que corresponde a un hematocrito de 30%. Una hemorragia grado 1 con pérdida de hasta un 15% de volumen circulante (aproximadamente 750 mL) se remplaza con soluciones cristaloides a razón de 2:1 o bien con coloide en proporción 1:1; La hemorragia grado 11 que implica una disminución de entre 15 y 30% de la volemia (entre 750-1500 mL) es susceptible de controlarse con infusión de coloide o de cristaloides. Las hemorragias grado III y IV con pérdidas por arriba del 30% del volumen circulante (de 1500 mL o más), requieren transfusión sanguínea. La evaluación conjunta con el cirujano de la magnitud esperada de la cirugía permitirá anticipar la necesidad de disponer sangre en cantidades convenientes. El concepto de que el 20% del volumen aspirado en procedimientos de liposucción tumescente representa la pérdida sanguínea, por lo que volúmenes aspirados más allá de 3500 a 4000 ml implican hemorragia entre II y II grado. Las técnicas seca y húmeda en desuso actualmente pueden causar una hemorragia de un 50 y 30% del volumen aspirado. Conviene recordar que una unidad de paquete globular incrementa la hemoglobina l g/dl y el hematocrito de 2 a 3%. Detección precoz de sobrecarga circulatoria. Actualmente se ha aplicado la Técnica de Bioimpedancia en pacientes sometidos a liposucción mayor, con extracción de grasa de 3500 mL o más. La bioimpedancia mide la resistencia de un segmento corporal, el tórax en este caso, a un flujo de corriente constante de alta frecuencia y baja intensidad (inocuo para el paciente). En estas condiciones el tórax funciona como un transductor de volumen cuyos componentes de plasma y sangre son altamente conductivos, y el aire contenido en los alvéolos no conductivo. Se requieren dos monitores: uno de flujo sanguíneo y desempeño ventricular y otro de presión arterial no invasiva acoplados a una computadora mediante un software especial, el cual provee información in vivo, Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 en tiempo real, no invasivamente y sin molestias para el paciente de 15 parámetros hemodinámicos y respiratorios. Complicaciones de la liposucción. Podemos considerar las previsible, como toxicidad por lidocaína o epinefrina,, que se minimizan si se respetan los límites de su dosificación, y las derivadas de una sobrehidratación (edema pulmonar no cardiogénico), hiponatremia dilucional con manifestaciones circulatorias o neurológicas) o de una reposición inadecuada (choque hipovolémico, anemia etc). Entre las no previsibles se encuentran: embolismo graso, tromboembolia pulmonar y arritmia. Los pacientes con riesgo tromboembólico elevado (sobrepeso, sedentarismo, tabaquismo, enfermedad venosa etc) deben someterse a medidas profilácticas: aplicación de heparina de bajo peso molecular, medidas compresivas y deambulación precoz. Efectos de la pérdida masiva de peso El peso excesivo es una mezcla de anormalidades fisiológicas y psicológicas. El peso corporal puede ser abatido por medio de una restricción calórica o por una intervención quirúrgica. Los pacientes con obesidad patológica buscan formas de bajar de peso por varias razones diferentes: como son somáticas, relacionadas con la salud y el bienestar físico, y psicosomáticas, como por la vergüenza por su apariencia y el deseo de mejorar su vida. Estos beneficios de la pérdida masiva de peso se observan en los diferentes aparatos y sistemas. Cambios cardiovasculares. Se obtienen cambios significativos con la disminución del consumo total de oxígeno, diferencia arteriovenosa de O2, el gasto cardiaco y la presión arterial sistémica disminuye, volumen sanguíneo total disminuye, volumen sistólico en reposo disminuye, disminuye el trabajo sistólico del ventrículo izquierdo, la proporción cardiotorácica disminuye. Cambios pulmonares. Aumenta la tensión arterial de oxígeno, disminuye la producción de CO2, la ventilación alveolar disminuye, la CRF aumenta, la proporción volumen minuto/ capacidad residual se eleva y mejora la oxigenación. La obesidad es una de las alteraciones que promueven la respiración de volúmenes reducidos de aire por disminución del espacio pulmonar especialmente en posición supina. Con la disminución de la CRF observada en la obesidad, hay un aumento en la probabilidad de que la capacidad de cierre caerá dentro de los valores del volumen circulante. Cuando esto sucede la ventilación que afecta a determinadas regiones pulmonares es alterada abatiendo por lo tanto la proporción ventilación/perfusión, lo que produce una disminución en la oxigenación. Cuando se pierde peso la CRF aumenta, la proporción ventilación/perfusión se eleva y mejora la oxigenación. Tolerancia a la glucosa. La mayoría de los pacientes que se someten a la anastomosis yeyunoileal producen mejoría en la tolerancia a la glucosa después de la pérdida de peso. Se produce un regreso a los valores normales de la glucosa y de insulina en ayuno, respuestas normales a la insulina y un incremento en la tolerancia a la glucosa. La disminución de la tolerancia a la glucosa en los obesos es un reflejo de una reducción en la capacidad de la insulina para suprimir la salida de la glucosa del hígado, la ineficacia periférica de la insulina como agente hipoglucemiante, la insensibilidad relativa a las células beta, a los valores de glucosa, o de las tres cosas. Efectos psiquiátricos. La disminución de peso en forma 21 importante (entre 40 y 50 kg) por restricción calórica durante un largo período de tiempo en algunos pacientes pueden ocurrir adaptaciones psicológicas como son la locuacidad, sentimientos de grandiosidad, síntomas obsesivo-compulsivo, y de acción paranoide, somatización, retracción esquizoide, depresión, ansiedad aumentada, psicopatología sexual y sobreestimación del tamaño corporal. Con el tratamiento quirúrgico eliminó los efectos de emaciación y de hospitalización a largo plazo. Sin embargo la existencia de otros efectos colaterales por causa de los procedimientos quirúrgicos introdujo la posibilidad de otros efectos psiquiátricos asociados. El Síndrome de Malabsorción inducido por la derivación yeyuno ileal causa una diarrea intensa por un largo período después del procedimiento. Sin embargo el seguimiento de estos pacientes entre 25 a 45 meses después del postoperatorio, hubo una mejoría notable de sorpresa y animación ya que algunos pacientes mostraron disminución en la depresión, mejoría en la fortaleza del, propio yo, de la imagen corporal y de la tasa clínica global del estado psicológico, incremento en la movilidad física, mejorando sus relaciones interpersonales, el sexo fue más placentero, así como un aumento en la efectividad de su trabajo o profesión , más confianza en si mismo y menos interés por el rechazo. Estos trastornos psicosociales son reversibles y los efectos desconcertantes de la cirugía son mínimos. Referencias 1. Adams J P, Murphy P G.Obesity in anaesthesia and intensive care, endocrine and metabolic disorders in anaesthesia and intensive care. Br J Anaesth 2000; 85:91-108 2. Pelosi P, Bottino N, Panigada M, Resta M, Tredici S. Effects of PEEP on respiratory function in normal subjects and obese patients, during sedation and paralysis. 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Anestesia y el Paciente con Enfermedad de Parkinson Dr. Edgar Guerra-Cruz* Monterrey, N.L., México [email protected] [email protected] * Profesor Adjunto Departamento de Anestesiología Hospital General de Zona No. 33 Instituto Mexicano del Seguro Social Trastornos del movimiento L os movimientos anormales corresponden a un grupo de síntomas, signos o enfermedades neurológicas en las que el rasgo predominante es la alteración en la forma o en la velocidad con que se ejecutan los movimientos. La enfermedad de Parkinson es el ejemplo clásico de trastorno hipocinético, es decir los movimientos se realizan con lentitud. Entre las hipercinesias encontramos el temblor, la distonía, la corea, el balismo, los tics, el mioclonus y las estereotipias motoras acatisia y el síndrome de piernas inquietas. Estos trastornos del movimiento se presentan en pacientes que tienen preservado un nivel de conciencia normal, pero están asociados a disfunciones de los ganglios basales por lo que se les conoce como enfermedades del sistema extrapiramidal. En cuanto a la incidencia y prevalencia de la enfermedad de Parkinson (EP) se sabe que existe una mayor frecuencia en los países occidentales con predominio ligero en caucásicos, y una evidente incidencia a partir de la edad media de la vida para estabilizarse hacia los 75 años, pero incrementa el riesgo de mortalidad dos o tres veces, con una disminución de la expectativa de vida de 8 años (1). La prevalencia de la enfermedad es variable, por ejemplo en Madrid es de 104/100 000 habitantes mientras que en la provincia de Cantalejo es de 601/100 000. Para la EP el principal factor de riesgo es la edad avanzada. Entre los factores protectores se han documentado al tabaquismo, y sin datos muy concluyentes se ha encontrado a la cafeína. La demencia se presenta como factor asociado en casi 30% de la población de pacientes con EP. Movimientos hipocinéticos: La bradicinesia es el signo cardinal de la EP , otros elementos son el temblor, la rigidez y la pérdida de los reflejos posturales. La enfermedad de Parkinson es conocida también como parkinsonismo idiopático, pero existen otras causas de parkinsonismo como la parálisis supranuclear progresiva (PSP), la atrofia multisistémica , la degeneración corticobasal, y el parkinsonismo vascular. Otras causas son los defectos metabólicos como la enfermedad de Wilson, y algunos tumores. Entre las causas secundarias se hallan, la intoxicación por metales pesados como el Mn y el Al, el envenenamiento con CO, trauma cefálico repetido, y el parkinsonismo inducido por drogas tales como las fenotiazinas, las butirofenonas y la metoclopramida. Un análogo de la petidina , el 1-metil-4 fenil-1,2,5,6-tetrahidropiridina puede Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 producir un modelo de parkinsonismo secundario a drogas. Se ha reportado también una encefalitis letárgica en 1920, que fue responsable de un disparo súbito de parkinsonismo, con rigidez muscular severa y complicaciones respiratorias (2). Recientemente se han identificado otras sustancias tóxicas capaces de producir parkinsonismo, como la rotenona, un pesticida de uso común y los alcaloides de algunas anonáceas de consumo habitual en algunas áreas del caribe. Existe la posibilidad de que la enfermedad tenga un origen genético, pero el 75% de los pacientes con EP, no tienen historia familiar de la enfermedad, pero hay estudios en gemelos y otros estudios, que demuestran hasta dos veces el mayor riesgo de padecer la enfermedad entre familiares cercanos. Los casos hereditarios casi siempre inician antes de los 40 años de edad, con EP juvenil y ya se han identificado mutaciones monogenéticas, hasta el momento con tres genes relacionados con la aparición de la enfermedad en familias. El gen de la alfa-sinucleína (PARK 1), el gen Parkin (PARK 2) y el gen UCH– L1, relacionado con la ubiquitina hidrolasa (3). La bradicinesia puede manifestarse en diferentes actividades motoras, desde la reducción en la frecuencia del parpadeo, la hiponimia facial y el lenguaje monótono, hasta la realización de los movimientos de las extremidades, que los lleva a reducir las actividades diarias, con fenómenos conocidos como congelamiento o “freezing” con verdaderos bloqueos musculares en el tiempo. Conceptos generales La EP ha sido reportada desde los tiempos bíblicos, aunque sólo hasta el siglo XIX, fue formalmente descrita por James Parkinson, quien la llamó “parálisis agitante” hacia 1817. En 1829, Charcot añadió a los rasgos clásicos ya descritos, la disfunción autonómica, pero fue hasta 1893 en que se establecio la asociación entre sustancia nigra y EP. La EP afecta hasta el 3% de la población mayor de 66 años. Constituye una importante causa de morbilidad perioperatoria, y con el incremento de la población geriátrica es encontrada con mayor frecuencia en nuestros pacientes quirúrgicos. Esta enfermedad ocurre en todas partes en el mundo, afecta a todos los grupos étnicos, con ligera predominancia por los varones. Su 23 prevalencia se incrementa exponencialmente entre los 60 y los 90 años de edad. Entre los asiáticos y los negros africanos se reporta la incidencia más baja. Patofisiología La EP es el proceso neurodegenerativo más frecuente en la población geriátrica después de la enfermedad de Alzheimer. Su sustrato anatomopatológico es la degeneración de las neuronas de la pars compacta de la sustancia nigra y del tallo cerebral, a partir de la que se deriva una mayor neurodegeneración de la vía nigroestriatal con la consecuente denervación dopaminérgica del cuerpo estriado. A este estado de deficiencia dopaminérgica se asocia un aumento de la actividad inhibitoria del sistema gabaérgico, especialmente en el núcleo pálido interno. El resultado final es la excesiva inhibición de la vía tálamo-cortical, la que a su vez provocará una disminución de la excitación de las áreas corticales motora y premotora y así se propicia la aparición de bradicinesia, el temblor, la rigidez y las alteraciones de la marcha. En la patogénesis de la EP se ha demostrado la persistente activación de los receptores para n-metil-d-aspartato, causantes del incremento de las corrientes de calcio y de calcio intracelular, que permite la actividad de proteasas, endonucleasas, fosfolipasas y de sintetasa del óxido nítrico, con la producción de NO, radicales libres, y peroxidación lipídica, que causan apoptosis de las neuronas. El mecanismo preciso para que se lleve a cabo esta destrucción celular permanece aún desconocido, pero pueden ser mecanismos de liberación de endotoxinas y radicales libres, un soporte neurotrófico deficiente o mecanismos alterados en la inmunidad neuronal. Normalmente conforme aumenta la edad, existe una pérdida de células dopaminérgicas nigrales que reduce la población de 425,000 hasta 200,000, especialmente a los 80 años de edad. En la EP, la sustancia nigra muestra una depleción más marcada, menor a 100,000 células y las células muertas son reemplazadas por tejido gliótico, de ahí que, la tirosina beta-hidroxilasa, que es la enzima que limita el paso en la síntesis de dopamina, también se halle disminuida. Las células que permanecen, contienen los característicos cuerpos de Lewy; sin embargo el patrón en la pérdida de las neuronas dopaminérgicas en EP difiere de la pérdida normal por la edad, ya que se pierden mas células en el haz ventrolateral de la sustancia nigra. Los ganglios basales que se hallan involucrados con el control de los movimientos, son el cuerpo estriado, comprende al núcleo caudado y al putamen, el globus pallidus, el núcleo subtalámico y la sustancia nigra compacta, el componente pigmentado. El circuito motor y su autocontrol, inicia en la corteza motora, llega a los ganglios basales, desciende al tálamo óptico y vuelve a ascender hasta las cortezas motora, premotora y motora suplementaria. Este sustrato neural para el control del movimiento, ha sido ampliamente divido en sistemas piramidal y extrapiramidal. El sistema piramidal inicia en la corteza motora primaria y desciende a través de los haces de fibras corticoespinales y corticobulbares, hasta llegar a las neuronas motoras inferiores del tallo cerebral y del cordón espinal. El sistema extrapiramidal comúnmente se refiere a los ganglios basales, sus interconexiones y finalmente sus proyecciones corticales. Esta dicotomía es sólo relativa entre los 24 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 dos sistemas, ya que muchas de las fibras descendentes del haz corticoespinal, hacen relevos en los diferentes ganglios basales, y estos a su vez ejercen parte de su actividad al hacer sinapsis sobre el grueso de las fibras corticoespinales y corticobulbares. Sin embargo, las lesiones en el tracto piramidal predeciblemente resultan en parálisis y espasticidad, mientras que las lesiones el tracto extrapiramidal causan patrones distintos de anormalidad tanto en el inicio como en el mantenimiento del movimiento, con signos clasificados como negativos (bradicinesia, acinesia y pérdida de los reflejos posturales) y como positivos (temblor, rigidez y aparición de movimientos involuntarios como coreas, atetosis, balismo y distonía. El cuerpo estriado recibiría la mayor parte de las fibras motoras especialmente hacia el núcleo caudado mientras el putamen recibe información procedente de la corteza sensoriomotora (gasto somatotópico) y su información entonces será procesada en dos haces que se dirigen hasta el tálamo por diferentes vías. Existe una vía directa que contacta con la pars interna del globus pallidus (Gpi), mientras la vía indirecta llega hasta la pars externa del globus pallidus (Gpe), y este a su vez contacta con el núcleo subtalámico y también con la parte interna del globus pallidus, el cual es una estación común para ambas vías. El Gpi, entonces origina dos haces de fibras, una que pasa por el fasciculus lenticularis mientras que la otra pasa por el ansa lenticularis, ambas vías llegan finalmente hasta el núcleo ventrolateral del tálamo, de donde partirán fibras de naturaleza excitatoria hacia la corteza motora y premotora. La vía directa que une al cuerpo estriado con Gpi, son proyecciones que tienen un efecto regulatorio de inhibición sobre las neuronas Gpi, las que a su vez son inhibitorias de la actividad del núcleo ventrolateral talámico, pero al disminuir en número y en actividad en la EP, esto resulta en una actividad incrementada del efecto inhibitorio de Gpi sobre el núcleo ventrolateral el cual se ve inhibido . La vía indirecta que va del cuerpo estriado al Gpe y este a su vez al núcleo subtalámico, tiene un efecto excitatorio normalmente sobre Gpi, lo que aumenta la actividad inhibitoria de las neuronas Gpi sobre el núcleo ventrolateral; esto desde luego altera el circuito con inhibición posterior de las áreas corticales. Estos modelos anatómicos tienen amplias aplicaciones quirúrgicas prácticas, ya que la palidotomia lesiona el Gpi y el ansa lenticularis, lo que alivia la excesiva inhibición talámica y mejora síntomas como rigidez y bradicinesia. La etiología del temblor en EP es más difícil de explicar, pero el hecho de que muchos pacientes mejoren con la palidotomía nos orienta sobre sus núcleos de origen. El núcleo talámico ventrolateral, ha sido objeto de tratamiento quirúrgico; según la terminología de Hassler, se divide en núcleo polaris lateral (lpo) ventralis oralis anterior (voa) ventralis oralis posterior (vop) ventralis intermedio (vim) y ventralis caudalis (vc). El número mayor de fibras que vienen de Gpi llegan a voa, mientras vop y vim reciben fibras contralaterales que llegan desde el cerebelo, y el núcleo vc en cambio es el relevo primario de del lemnisco medio y de los tractos espinotalámicos y se proyecta a su vez hacia la corteza somatosensorial. Es en vim donde radican algunas células que juegan parte en el desarrollo del temblor y la talamotomía sería adecuada para disminuir estos síntomas de la enfermedad de Parkinson o otros síndromes parkinsonianos ( 3). Diagnóstico de la Enfermedad de Parkinson La tríada clásica de temblor al descanso, rigidez muscular y bradicinesia, hace sospechar el diagnóstico. Además hay pérdida de los reflejos posturales. Estos signos clínicos permanecen sorprendentemente hasta que la enfermedad está muy avanzada. No existen pruebas específicas para confirmar el diagnóstico de EP. La resonancia magnética cerebral, usualmente normal en EP ayuda a demostrar enfermedad cerebrovascular o atrofia. En estudios de autopsias, el diagnóstico de EP fue incorrecto hasta en 20% de los casos. Los rasgos que son particularmente característicos de esta enfermedad son la asimetría de los signos, especialmente el temblor, y sobre todo una buena respuesta a la administración de levodopa. Sin embargo conforme la enfermedad progresa aparecen otros síntomas como fluctuaciones de la capacidad motora, alteraciones cognoscitivas y depresión. Las fluctuaciones motoras, de manera simplística se relacionan con el tiempo de ingesta de la droga. Los pacientes notan que el efecto de la levodopa, desaparece hasta una hora antes de la próxima dosis, así que puede cambiar desde un estado motor caracterizado por una clara capacidad motriz (estado on), a períodos con dominio de la bradicinesia o la acinesia (estado off). La aparición de frecuentes estados off probablemente signifique un empeoramiento de la función motora especialmente si se acompañan de discinesias y reacciones distónicas. Cuando las discinesias aparecen en el periodo on, se piensa que están relacionados con niveles pico plasmáticos de la droga, y son mas coreiformes. En ocasiones se han observado discinesias después de la ingesta de la levodopa. El temblor de la EP es visto al descanso, con oscilaciones de 4 a 6 hertz, y tiene la cualidad de un característico movimiento como si estuviera “rodando una píldora “ con sus dedos, pero cesa cuando se inicia el movimiento. El temblor disminuye en forma considerable con el movimiento, pero puede ser postural, (el sostener una copa, un vaso etc.). En ellos, es muy característica la forma de sentarse, ya que se dejan caer de golpe sin ningún control de su punto de equilibrio, por este motivo resultan muy frecuentes no sólo las caídas sino los traumatismos faciales y craneales, especialmente en etapas avanzadas de la enfermedad. La prueba dedo-nariz o la prueba talón-tobillo, enfatizan que el temblor se presenta principalmente al descanso. La rigidez puede acompañar al temblor dando una sensación de rueda dentada, especialmente con los movimientos de extensión/flexión del codo o la muñeca. Los movimientos parecen estar enlentecidos sobre todo en la amplitud del movimiento de los dedos. Puede no haber expresión facial. Cuando escriben a mano lo hacen con una característica micrografía. Muestran una variedad de reflejos primitivos. El examen clínico debería incluir una medición de la postura y de la marcha. En las pruebas que perturban su equilibrio con los ojos cerrados, al volver nuevamente a su equilibrio, lo hacen en varios pasos y nos habla del daño que hay en los reflejos posturales de estos pacientes. En algún estadio de la enfermedad, hasta el 80% experimentan hipocinesia al caminar, o datos de congelamiento; cuando el inicio de la marcha está alterado, puede inclinarse hacia delante para comenzar a dar el paso o comienza con pasos cortos, los que se tornan más y más rápidos, dando origen a una carrerita Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 de pasos conocida como marcha festiva. Cuando se explora el movimiento ocular, el paciente con EP muestra enlentecimiento inicial para la prosecución de movimientos, con sacudidas o espasmos palpebrales, pero no tiene ninguna alteración en la dirección de la mirada, mientras que en la parálisis supranuclear progresiva hay alteraciones para la dirección vertical de la mirada. La disautonomía es característica de Parkinson y del parkinsonismo. Estos pacientes pueden sufrir de hipotensión ortostática, disfunción urinaria y desordenes del sueño. Así que es necesario registrar sus presiones arteriales en posición de pié y sentado, para observar las fluctuaciones posturales. Entre las manifestaciones específicas de la enfermedad se citan, la facies hiponímica, la disminución del parpadeo, hipofonía, la disartria, la sialorrea y la micrografía. Criterios diagnósticos Entre los criterios positivos que apoyan el diagnóstico se halla un inicio unilateral, la presencia del temblor en reposo, que el padecimiento sea progresivo, asimetría persistente, respuesta excelente a la administración de levodopa, o marcada corea después de su administración. Bradicinesia (lentitud de movimientos, con reducción de la velocidad y de la amplitud de movimientos. Rigidez muscular, temblor o inestabilidad postural. Son criterios de exclusión una historia previa de infartos cerebrales, traumatismo craneal repetido, historia de encefalitis, crisis oculógiras, tratamiento con neurolépticos, signos cerebelosos, demencias marcadas al inicio de la enfermedad, tumor e hidrocefalia, y pobre respuesta a la administración de levodopa. Historia natural de la enfermedad Con anterioridad al advenimiento de la terapia farmacológica ya se definían diversos estadios de la EP , conocidos como estadios de Hohen y Yahr, que va desde el estadio 0, con ausencia de signos de la enfermedad hasta el estadio 5, con un paciente en silla de ruedas o en la cama. La mortalidad se encuentra aumentada especialmente en pacientes que concomitantemente desarrollan demencia, o en aquellos pacientes cuya enfermedad inició muy tardíamente (4). Tratamiento farmacológico No existe una estrategia correcta o única para estos pacientes. El tratamiento se divide en medicamentoso y en tratamiento quirúrgico. Dado que la enfermedad se debe a un déficit dopaminérgico, la potenciación de la transmisión dopaminérgica se logra incrementando la síntesis de dopamina cerebral, (administración de L-dopa), estimulando los receptores de la dopamina (agonistas dopaminérgicos), o inhibiendo la acelerada destrucción de la dopamina (con inhibidores de la MAO o de la COMT). Levodopa. Su introducción en la decada de 1960, cambió el tratamiento de la EP y hoy en día sigue siendo el fármaco mas eficaz, limitada por la emergencia de complicaciones motoras, con una incidencia que aumenta 10% con cada año de terapia. La levodopa es una aminoácido aromático que se absorbe en el intestino delgado, y tiene un gran metabolismo periférico, por lo que se acompaña de un inhibidor de la dopa descarboxilasa 25 (carbidopa o benseracida), esto aumenta la cantidad de levodopa en plasma, ya que solo el 1% de la dopa total administrada, va a atravesar la barrera hematoencefálica para ejercer su acción, en cambio la carbidopa no pasa a cerebro. La carbidopa necesaria para bloquear la dopa descarboxilasa periféricamente es de 75 mg y con dosis aumentadas de 150 mg es posible que por efectos de concentración, pueda ingresar parcialmente en el cerebro causando que se bloquee la conversión de levodopa a dopamina. La levodopa ejerce su efecto antiparkinsoniano al ser convertida a dopamina a nivel intraneuronal. El gran problema en su administración es que es una administración pulsátil, que no corresponde con el patrón de liberación moderadamente escasa pero continua en la producción y liberación de dopamina endógena. La vida media de la levodopa es de 60 a 75 minutos, ya que se metaboliza rapidamente por descarboxilación en un 70%, oxidación por la MAO en un 20% y el 10% restante por la COMT y por transaminación. Mejora los signos cardinales de la EP, pero tiene un grado menor de actividad sobre los síntomas mentales, la disfagia, la sialorrea, la inestabilidad postural y la marcha. Una respuesta pobre a este medicamento indica, otro tipo de parkinsonismo, ingesta de fármacos que bloquean receptores dopaminérgicos como neurolépticos y antieméticos como metoclopramida, o dosis insuficiente con un vaciado lento del estómago. La efectividad de la levodopa decrece con el avance de la enfermedad, y hay más pérdida neuronal con el tiempo. La L-dopa puede causar efectos secundarios como náuseas y vómitos, taquicardia e hipotensión ortostática. Entre sus efectos adversos de tipo central se hallan alucinaciones, delirio e hipersexualidad. Después de su administración por dos a cinco años, la duración media del efecto se hace menor y el paciente percibe claramente cuando hay pérdida de la eficacia de cada dosis, y con el tiempo estos pacientes oscilan entre períodos de on / off a veces de forma súbita y sin relación clara con la ingesta del fármaco. En los períodos off, de mal estado funcional, aparte de las fluctuaciones motoras, hay ansiedad, inquietud, depresión, dolores musculares, calambres, taquicardia y sudoración. Las discinesias con el paso del tiempo se hacen mas intensas y mas duraderas. Como anestesiólogos nos interesa mucho la dosis total diaria utilizada y los horarios acostumbrados de la ingesta, además de los signos fluctuantes acabados de mencionar. Cuando el paciente además tiene manifestaciones psiquiátricas, es probable que se halle medicado con clozapina un antipsicótico atípico, antagonista de D4 y que controla los síntomas mentales sin empeorar el parkinsonismo, pero este fármaco puede producir agranulocitosis, y habrá que tomarlo en cuenta para los exámenes preoperatorios del paciente. Se ha usado también la olanzapina sin el inconveniente de la agranulocitosis o la quetiapina. La levodopa con carbidopa o benseracida viene en presentación de tabletas de 25 y 100 mg. Se inicia con una tableta después de cada comida, aumentando media tableta cada 4 a 7 días, hasta obtener el efecto deseado. Hay tabletas de liberación prolongada de 50 y 200 mg, que puede ser muy efectiva para el tratamiento de la acinesia nocturna que despierta a los pacientes, lo que evita los trastornos del sueño. Agonistas dopaminergicos. Activan los receptores dopaminérgicos de forma directa. En el mercado se dispone de varios medicamentos: los derivados ergotamínicos como la bromocriptina, el pergolide y 26 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 la cabergolina. Además los derivados no ergotamínicos como el ropinirole y el pramipexole con diferentes afinidades por distintos receptores, como los dopaminérgicos, los serotoninérgicos y los alfa 1 adrenérgicos centrales. No se ha demostrado que uno sea superior al otro en la práctica clínica y a largo plazo. En general estos fármacos mejoran las fluctuaciones motoras en pacientes con EP avanzada, y facilitan la reducción de levodopa. Estudios clínicos prospectivos, controlados y doble ciego han comparado levodopa, ropinrole, pramipexole y cabergolina y han demostrado que aunque es mayor el efecto sintomático de la levodopa, los pacientes con agonistas dopaminérgicos mostraron menor incidencia de discinesias y fluctuaciones motoras. Con el uso de estos fármacos es frecuente la aparición de náuseas y vómitos que se controlan con domperidona. Con los derivados ergotamínicos se observa con menos frecuencia edema, eritromelalgia, fibrosis serosa en retroperitoneo, pleura y pericardio. Para los anestesiólogos es importante mencionar la apomorfina, a la que se ha dado poca promoción, pero puede yugular las crisis y los períodos off”, ya refractarios a otros medicamentos, sobre todo si se administra por vía parenteral o subcutánea. Sus efectos se pueden observar 10 o 15 minutos después y su duración es de 45 a 60 minutos. En pacientes con duración prolongada del acto quirúrgico, puede administrarse por vía endovenosa en infusión continua. Es muy emetizante y la domperidona debe administrarse conjuntamente. Anticolinergicos. Fueron los primeros fármacos reconocidos y durante casi 100 años, los únicos. Al principio como extractos de las solanáceas, después como anticolinérgicos de síntesis, como el trihexifenidilo de 6 a 15 mg/día, el biperideno de 6 a 12 mg/día, y la prociclidina de 15 a 30 mg/día. Su mecanismo es corregir el desequilibrio existente entre dopamina y acetilcolina a nivel estriatal. Actúan específicamente sobre los receptores muscarínicos, mejorando la rigidez, las alteraciones posturales y el temblor. Sus efectos secundarios limitaron mucho su uso clínico ya que están contraindicados en el glaucoma de ángulo cerrado, en la hipertrofia prostática, en el megacolon y en la obstrucción gastroduodenal. Además causan visión borrosa, retención urinaria, estreñimiento y sequedad de mucosas, confusión alucinaciones y somnolencia a nivel central. Los inhibidores de las colinesterasas como el donepezilo o la rivastigmina han demostrado cierto beneficio en estudios abiertos. Antagonistas del glutamato. Al parecer un mecanismo implicado en la EP y en otras enfermedades neurodegenerativas, es la hiperestimulación glutamaérgica, por lo que los bloqueadores de los receptores del glutamato, especialmente los NMDA, pueden jugar un papel neuroprotector e incluso algunos de ellos, como la amantadina, la memantina y la remacemida son también coadyuvantes en el tratamiento sintomático de EP. Actualmente se está realizando un estudio multicéntrico con riluzole, un fármaco usado en la esclerosis lateral amiotrófica y con probable mejora clínica del paciente con EP. Un estudio piloto no demostró tal mejoría clínica. En cuanto al mecanismo exacto del hidrocloruro de amantadina, no se sabe con certeza, pero se sugiere que presinápticamente activa la liberación de catecolaminas almacenadas en las terminales dopaminérgicas, y postsinápticamente tiene una acción directa sobre receptores dopaminérgicos. Incluye una acción anticolinérgica y bloquea los receptores NMDA. Se usa en cápsulas de 100 mg dos o tres veces por día. Es efectiva en el control sintomático de la EP. Sus efectos secundarios mas frecuentes son la aparición de livedo reticular, edema maleolar, nerviosismo, cefalea e insomnio. El ifenprodil y el dextrometorfan han sido estudiados clínicamente en pacientes con EP, pero no hay resultados concluyentes de su eficacia. Inhibidores de la COMT. Estos fármacos aumentan la vida media de la dopamina, con un incremento en la duración del efecto de la levodopa, lo que prolonga los períodos “on” de normalidad en estos pacientes y reduce la dosis de levodopa. En la actualidad se el entacapone, debido a que tolcapone se retiró ya comercialmente por su alta hepatotoxicidad. La dosis de entacapone es de un comprimido de 200 mg junto a dosis individual de levodopa. Da una coloración anaranjada a la orina, además de producir alucinaciones, náuseas y diarrea. Inhibidores de la MAO tipo B. La eficacia de la selegilina radica en su efecto neuroprotector, por la inhibición irreversible de la enzima monoaminooxidasa tipo B, que es una de las enzimas responsables del metabolismo de la dopamina cerebral. Como consecuencia de su acción aumenta el nivel de dopamina cerebral. El estudio DATATOP ( Deprenyl y tocoferol como antioxidantes en la terapia de EP ) demostró su seguridad de uso y su efecto benéfico en la EP inicial, pero no su efecto neuroprotector, aunque es posible que dosis mas altas de 10 mg/día pudieran también tener este efecto. La rasagilina es otro de los medicamentos de este tipo de inhibición, pero al contrario de selegilina su metabolismo no forma anfetamina y es mejor tolerada. Sus dosis son de 4mg/día. Sigue evaluándose en estudios multicéntricos actualmente. Aunque la vitamina E, se usa ampliamente como antioxidante, su eficacia es controversial, especialmente por que no penetra fácilmente la barrera hematoencefálica. Tratamiento no farmacológico Es esencial en el tratamiento de estos pacientes, e incluye educación, información, servicios de apoyo como consejo profesional, legal y financiero. Terapia psicológica para el paciente y sus cuidadores, ejercicios especiales, nutrición y servicios de ayuda para el hogar. El ejercicio, especialmente es con seguridad la terapia complementaria mas importante y es beneficiosa en cualquier estadio de la enfermedad, ya que previene la afectación de la motilidad resultante del progreso de la enfermedad (5,6). Tratamiento quirúrgico Muy en boga entre 1957 y 1975, la cirugía estereotáxica fue usada en forma frecuente en pacientes con EP. Con la introducción de la levodopa, disminuyó la frecuencia de la cirugía, pero con las complicaciones a largo plazo de estos pacientes con levodopa, se ha despertado nuevamente el interés por las técnicas quirúrgicas. La cirugía debe considerarse cuando la enfermedad no puede controlarse con la terapia médica en forma adecuada, en pacientes con mala calidad de vida pero que tienen sus funciones cognoscitivas intactas. Las técnicas mas usadas son la talamotomía Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 y la palidotomía. Sin embargo la técnica de estimulación cerebral profunda de alta frecuencia tiene mas ventajas que la cirugía lesional, porque no requiere de lesiones destructivas del tejido cerebral, puede entonces usarse en forma bilateral y sus parámetros de estimulación puden ser ajustados postquirurgicamente, para mejorar su eficacia o para disminuir efectos adversos, preservando la integridad de los ganglios basales para futuras intervenciones. Talamotomía. Es procedimiento se usa sobre todo para tratar el temblor y se realiza sobre el núcleo intermedio ventral o vim. La talamotomía bilateral puede verse complicada con disartria, disfagia y alteraciones cognoscitivas. Palidotomía. La palidotomía se realiza sobre Gpi del globo pálido el cual se halla hiperfuncionante en la EP. Su efecto mas notable es la mejora de las discinesias del lado contralateral al de la cirugía, y tiene un promedio de duración de 5 años. Puede producir déficit motor contralateral, déficit del campo visual, disartria, disfagia y alteraciones cognoscitivas, especialmente cuando se lleva a cabo en forma bilateral. Estimulación subtalámica. La subtalamotomía sigue siendo una técnica experimental, pero en cambio la estimulación subtalámica (como diana tiene al núcleo subtalámico) es quizá la mas empleada y la que da mejores resultados clínicos. Mejora los síntomas motores, sus fluctuaciones y reduce las discinesias, mejorando las actividades diarias de estos pacientes (7,8). Implantación fetal. Se considera un procedimiento experimental y no se realiza rutinariamente. Esta tecnica se basa en que las neuronas dopaminérgicas embrionarias que se implantan en el cuerpo estriado, pueden sobrevivir y compensar la degeneración de las neuronas nigro-estriatales. En algunos estudios abiertos se han observado mejorías clínicas a largo plazo con aumento de la recaptación de fluorodopa en la PET. (9-11). Consideraciones anestesicas La mayoría de los pacientes con EP se presentan para cirugía urológica, oftálmica y para procedimientos ortopédicos. Los pacientes ancianos pueden no tener un diagnóstico. El manejo anestésico es requerido también para palidotomía, talamotomía y neuroaumentos quirúrgicos. Aparte de la historia clínica detallada y de un buen examen físico, con los exámenes preoperatorios correspondientes, es importante que estos pacientes requieran de mediciones especiales, por la disfagia, la sialorrea y el blefaroespasmo. Una gran atención debe ser dirigida a los parámetros respiratorios, ya que muchos pacientes con EP han mostrado anormalidades respiratorias con grandes complicaciones como broncoaspiración y neumonía. Se ha detectado un patrón obstructivo crónico hasta en una tercera parte de estos pacientes. En los desordenes extrapiramidales existe evidencia de limitación del flujo aéreo de las vías respiratorias superiores, cuyo control central se ha perdido. Los músculos intrínsecos laríngeos, y la musculatura que los rodea, muy probablemente están involucrados en los movimientos involuntarios característicos de la EP. Esta disfunción de las vías aéreas favorece la retención de secreciones, la aparición de atelectasias, la infección pulmonar y facilita la broncoaspiración. Esto repercute en el período postanestésico inmediato, con aparición de laringoespasmo, o signos de falla 27 respiratoria por obstrucción. Pueden ser pacientes con apnea del sueño, aunque no es lo característico. Es de importancia el observar en ellos datos de rigidez muscular, bradicinesias y movimientos incoordinados de los músculos respiratorios. En estos pacientes es importante solicitar radiografias de tórax, en ocasiones pruebas de función pulmonar y gasometría previa a la cirugía. Son importantes las manifestaciones autonómicas aunque poco específicas, relacionadas con la edad, la enfermedad o la terapia, y van desde salivación, que se debe a un reducido automatismo de la deglución, estreñimiento, constipación y enlentecimiento de la función gastrointestinal. La patogénesis de la disfagia o las anormalidades de la función esofágica se han relacionado al descubrimiento de los cuerpos de Lewy en el plexo mientérico de un paciente con acalasia. La seborrea es un característica de los pacientes con EP y puede ser también atribuido a una alteración autonómica de la enfermedad. Entre sus problemas urinarios se presentan la nicturia, la urgencia urinaria y las dificultades para la micción. Su causa mas frecuente es la hiperreflexia del detrusor. Cuando las molestias persisten pude ser importante la administración de anticolinérgicos periféricos como la propantelina, la oxibutinina o la tolterodina. La disfunción sexual puede estar presentarse y deberse a causas farmacológicas, psicológicas o autonómicas. Si la causa es intelectiva se contempla en ellos el uso de sildenafil o prostaglandina E, por inyección intracavernosa o supositorios transuretrales. En cuanto al sistema cardiovascular, pueden presentarse arritmias cardíacas, edema dependiente, aunque el síntoma mas desagradable lo constituye la hipotensión ortostática. Esta no se asocia a las maniobras de Valsalva. Cuando se evalúa preoperatoriamente la hipotensión ortostática habrá que tener en mente algunas drogas del tratamiento que pueden dar más hipotensión incluyendo a la misma levodopa, que actúa a través de un mecanismo similar a la alfa-metil-dopa. Los inhibidores de la descarboxilasa a nivel periférico también contribuyen a su efecto hipotensor. Los agonista directos dopaminérgicos, como bromocriptina y lisuride pueden precipitar la hipotensión arterial por causar vasodilatación periférica. Algunos antidepresivos como amitriptilina también pueden causar hipotensión ortostática. En el transoperatorio las drogas que agravan esta hipotensión son los diuréticos y los antihipertensivos. Anestesia en en paciente con enfermedad de Parkinson Debemos de consider en primer término la administración de levodopa, tan cercana como sea posible al inicio de la anestesia. Hay que recordar que la levodopa puede ser administrada unicamente por vía enteral y que su vida media es corta, de 1 a 3 horas. Por ser absorbida en la parte proximal del intestino delgado no se administra en forma de supositorios. La automedicación previa a la cirugía es bastante frecuente por estos pacientes. En cuanto al uso de levodopa transoperatoria, se puede instalar una sonda nasogástrica y administrar el medicamento molido y diluido en agua, sobre todo cuando el procedimiento quirúrgico es prolongado. Otra estrategia es el uso de apomorfina por vía subcutánea o por infusión endovenosa continua. Cuando se puede usar la anestesia regional tiene muchas ventajas sobre la anestesia general. Evita desde luego el uso de agentes anestésicos generales y de relajantes musculares que pueden enmascarar el temblor. Cuando se requiere sedación para estos 28 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 pacientes, es conveniente usar la difenhidramina tanto por sus actividades sedantes y anticolinérgicas, lo que disminuye los temblores especialmente en pacientes para cirugía oftálmica. Cuando la anestesia general es administrada, recordar que la hipotensión puede precipitarse con los agentes endovenosos y anestésicos generales. Los peores momentos para el anestesiólogo son a la hora de la emergencia de estos pacientes, considerando una gran variedad de reflejos neurológicos patológicos, como reflejos de hiperreactividad bronquial y laríngea, clonus en las muñecas o tobillos, babinski positivo y reflejos de descerebración, además del temblor, que exacerbado, puede ser muy difícil de diferenciar de los escalofríos comunes en la emergencia anestésica. La rigidez muscular puede ser precipitada por dosis altas y bajas de fentanyl. Estos enfermos son proclives a demostrar confusión y alucinaciones en el postoperatorio. Se debe tener en mente el evitar las drogas que exacerban la EP , como las fenotiazinas, las butirofenonas incluyendo droperidol, otros neurolépticos y la metoclopramida. La suspensión de estos medicamentos puede evitar estas exacerbaciones. Con el uso de la selegilina, es raro ver pacientes que estén tratados con IMAO-A, lo que evita las reacciones cardiovasculares durante el transanestésico. Se ha observado que selegilina en combinación con meperidina, puede producir agitación, rigidez muscular e hipertermia. Con el uso de potentes analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos, se ha obviado la necesidad de agentes narcóticos en presencia de IMAO-B, y especialmente en procedimientos menores, que no ameritan tanta analgesia. Anestesicos inhalados. Todos los gases anestésicos tienen efectos complejos sobre las concentraciones de dopamina a nivel cerebral, y al inhibir la reutilización sináptica de dopamina, incrementan su concentración extracelular. También afectan la liberación de dopamina espontánea o evocada. El halotano por aumentar la sensibilización miocárdica a las catecolaminas debería ser evitado. El isoflurane y el sevoflurane son menos arritmógenos, pero con su uso debe uno de valorar la hipotensión, la que puede ocurrir por hipovolemia, por depleción de norepinefrina, o disfunción autonómica. Agentes endovenosos. Con el tiopental se han reportado episodios de parkinsonismo aislados, y en estudios animales se ha descrito que inhibe la liberación de dopamina de sus sinaptosomas estriatales. No hay evidencia clínica directa de que exacerbe los síntomas parkinsonianos. Aunque la ketamina está teóricamente contraindicada en los pacientes con EP, por su respuesta simpática exagerada, hay reportes de su uso sin peligro. De reciente interés han sido las observaciones sobre el uso de propofol en procedimientos estereotáxicos, con reportes donde precipitó crisis de temblor y discinesia, mientras otros reportes mencionan lo contrario, abolición de los temblores. En algunos pacientes programados para palidotomía o talamotomía se ha llegado a suspender el procedimiento, por la exacerbación de los temblores, sin embargo no está claro si se deba suspender el propofol para todos los pacientes sometidos a este tipo particular de cirugía, ya que hay traslapamiento de datos, especialmente favorecido por la suspensión de los medicamentos antiparkinsónicos de 12 a 24 horas previas a la cirugía. Relajantes musculares. No existen informes acerca de que los relajantes musculares no despolarizantes (RMND) empeoren los síntomas del Parkinson. Solo existe un reporte con el uso de succinilcolina como relajante muscular despolarizante (RMD), que produjo hiperkalemia en un paciente con EP. Estudios posteriores usando éste relajante no han confirmado tal aseveración. Opioides. Existen numerosos reportes de rigidez muscular después del uso de fentanyl en pacientes normales, y en pacientes con EP. La rigidez muscular inducida por opioides cede rápidamente con el uso de RMD y se postula que resulta de la inhibición presináptica de la liberación de dopamina. La morfina también ha sido asociada con una reducción de las discinesias cuando se usa a muy bajas dosis pero las incrementa a medida que se aumenta su dosis. Las distonías agudas también han sido descritas con el uso de alfentanyl (3). En la realización de craneotomía abierta, se necesita sedación para realizar la infiltración de la calva con un anestésico local y una monitorización no invasiva. Así se hace necesaria una sedación y analgesia adecuadas, sobre todo al momento de colocar los pinchos para la sujeción de la cabeza. La incisión de la piel, la colocación de los pinchos y la craneotomía más la apertura de la duramadre, pueden causar dolor al paciente. Por otro lado se necesita para el mapeo y la colocación de los electrodos bajo resonancia, o para los procedimientos radiológicos estereotáxicos, un paciente despierto, cómodo y cooperador. Se han observado convulsiones, aumento de la presión intracerebral, depresión respiratoria, náuseas y vómito. Un típico protocolo para sedación y analgesia debería incluir premedicación con clonidina y administración de propofol intraoperatoriamente. Otro protocolo muy usado es el de remifentanyl, propofol y labetalol. Tambien se ha usado mascarilla aérea laríngea mientras se realiza la craneotomía y después se retira para que el paciente coopere. En otros reportes se ha propuesto y recomendado el uso de dexmedetomidina, un agonista alfa 2, altamente específico, ya que tiene la ventaja de proveer analgesia y sedación, sin depresión respiratoria. Este último parámetro es muy importante, ya que es difícil para el anestesiólogo manejar la vía aérea, por el equipo de fijación. Además de la administración de dexmedetomidina, recomiendan colocar colchones y almohadillas de gel en los sitios de presión y soporte. Así mismo, que en situaciones de emergencia, se puede usar mas fácilmente la mascarilla laríngea y en caso de contar con él, un laringoscopio de fibra óptica (12). La presentación clínica de embolismo aéreo venoso en pacientes bajo anestesia, es diferente al del paciente sentado, despierto y con craneotomía abierta. En dos casos clínicos reportados, los síntomas cardinales fueron tos, dolor precordial, disnea y taquipnea, seguidos de disminución de la petCO2, y de la spO2. Son las venas epidurales las que pueden dar embolismo con más frecuencia, por el gradiente de presión con el paciente sentado. Desde luego que la gravedad depende de la cantidad de aire, de la posición del paciente y de la sensibilidad de la monitorización usada. En ambos casos fue suficiente el recolocar al paciente, o las maniobras rápidas que pueda ejercer el cirujano, como bañar el campo con solución jabonosa para descubrir el sitio de la aspiración y el uso de cera para hueso para tapar el defecto. Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Se les tomó gasometría de urgencia, y se les volvió a repetir 30 minutos después. La estabilización hemodinámica de los pacientes permitió que continuara el procedimiento quirúrgico, que en uno de ellos duró 14 horas, sin problemas. Desde luego la aspiración del émbolo por catéter venoso central, si este se halla colocado, o la compresión gentil de las yugulares, en caso de no tener PVC, y la administración de una Fi O2 mayor, son también maniobras deseables.(13) Las siguientes son consideraciones que debemos tener con estos pacientes: Una buena historia clínica, la cual es difícil de obtener en ocasiones debido al estado mental o a dificultades en el lenguaje articulado. La rigidez facial y cervical hace difícil la ventilación de estos pacientes. El riesgo de la intubación aumenta, con la presencia de sialorrea, broncoaspiración y disfagia, que pueden contribuir al laringoespasmo. No son capaces de desarrollar tos o estornudos con fuerza, además de que estos pacientes pueden presentar espasmo diafragmático y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Así que las pruebas de función pulmonar, sobre todo las dinámicas pueden medir la reserva pulmonar de estos enfermos. El temblor puede interferir con el uso de el pulsooxímetro y con el registro electrocardiográfico (falsas positivas de fibrilación auricular) y también con el registro de la presión arterial. En el preoperatorio se puede notar el estado mental de los pacientes, algunos desarrollan demencia y depresión, lo que los vuelve ásperos en su trato o pueden manifestar agresividad. Estos pacientes presentarán delirio o confusión y alucinaciones en el postoperatorio. Recordar el arsenal terapéutico con que pueden venir medicados y sus efectos colaterales, en especial los cardiovasculares, que pueden agravar la hipotensión ortostática. Es probable que tengan tendencia a la hipovolemia por pobre ingesta de líquidos. Recordar que la levodopa tiene una vida media de acción corta, y que la interrupción de esta terapia puede causar rigidez muscular severa en el transanestésico y en el postoperatorio, por lo que es necesario administrarla por vía oral o por sonda gástrica. Evitar el uso de fenotiazinas, butirofenonas y metoclopramida que pueden causar una exacerbación de los síntomas de la EP. Durante la inducción tomar precauciones en cuanto a la broncoaspiración, al laringoespasmo, y sobre todo a la hipotensión arterial, que puede ser severa, por lo que se recomienda el uso de etomidato. La ketamina podría causar una respuesta simpática exagerada. La administración de anestesia regional puede ser difícil técnicamente, por los movimientos involuntarios del paciente. La hipotensión puede ocurrir con ambas técnicas regionales, peridural o subaracnoideo. Considerar entonces un reemplazo o una carga de líquidos antes del bloqueo. Los niveles muy altos del bloqueo, 29 pueden causar dificultades respiratorias con mayor frecuencia que en otros grupos de pacientes. Esperar reflejos primitivos en la emergencia anestésica general, especialmente laringoespasmo y dificultades respiratorias, como obstrucción inspiratoria (14). Referencias 1. Roa ES, Tolosa SE. Trastornos del movimiento. Concepto, epidemiología y clasificación. 7 –12. en : Medicine. Feb 2004. No. 38. 6ª edición. Masson Doyma, México. 2. Nicholson G, Pereyra AC, Hall GM. Parkinson’s disease and anesthesia. Brit J Med 2002; 89;904 - 916. 3. Schapira AHV. Science, medicine and the future: Parkinson’s disease. Brit Med J 1999; 318:311 - 314. 4. Valldeoriola SF. Enfermedad de Parkinson ; Concepto, etiopatogenia, manifestaciones clínicas, historia natural y diagnóstico diferencial. 14 – 23. en : Medicine. Feb 2004. No 38. Masson Doyma, México. 5. Marti Doménech MJ. Tratamiento de la enfermedad de Parkinson. 25 – 33. en : Medicine. Feb 2004. No. 38. Masson 30 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Doyma, México. 6. Phillips B. Movement disorders : A sleep specialists perspective. Neurology 2004;62: (Suppl 5) S9 – S16. 7. Skandar E, Cosgrove GR. Surgical treatment of Parkinson’s disease. JAMA 2001; Dec 2001. 8. Kumar R, Lozano A, Sime E. Lon-term follow up of thalamic deep brain stimulation for essential and Parkinsonian tremor. Neurology 2003;61:1601 –1604. 9. Cosgrove G Rees. Thalamotomy and pallidotomy : Functional and Stereotactic Neurosurgery 2003;286:3056 – 3059. 10. Haveman Joel. A life shaken : My encounter with Parkinson’s disease. JAMA 2002;288:2337. 11. Fox MJ. Lucky man : a memoir. JAMA 2002;288:2338. 12. Bekker AY, Kaufman B, Samir H. The use of dexmedetomidine infusion for awake craneotomy. Anesth Analg 2001;92:1251-1253. 13. Suarez S, Ornaqui I. Venous air embolism during Parkinson surgery in patients with spontaneus ventilation . Anesth Analg 1999:88:793-794. 14. Dodson BA. Parkinson’s disease. 370 – 373. En : Decision making in Anesthesiology : An algorithmic approach.third edition. Crosby Inc. 2000. St . Louis Missouri. USA. Edad y Envejecimiento Dr. Edgar Guerra-Cruz* Monterrey, N.L., México [email protected] [email protected] * Profesor Adjunto Departamento de Anestesiología Hospital General de Zona No. 33 Instituto Mexicano del Seguro Social C on el gran incremento global del número de pacientes ancianos, y los promedios de vida a nivel mundial cada vez más altos, los gastos per cápita se han disparado desproporcionadamente en todas las economías del mundo. Así, los gastos en el Reino Unido, comparando las erogaciones económicas gastadas en la atención de mayores de 65 años, entre 1985 a 1987 y las erogaciones del sistema de salud para estos mismos grupos en 1996 a 1999, arrojaron un aumento de los costos, mayor del 31% en el Reino Unido y el País de Gales, un 68% en Canadá y 34% en Australia. Los gastos en número que éste grupo generó para atención de salud, sólo en Inglaterra y en el país de Gales ascendieron de 25 billones de libras esterlinas a 32.7 billones en 1999. Esto tiene un gran impacto sobre el gasto de salud pública del país, ya que estos costos son tres veces mas altos que los que suman todos los grupos de 5 a 64 años de edad.(1) En 1977, la expectativa de vida al nacimiento en Estados Unidos de Norteamerica era de 79.9 años en las mujeres caucásicas y de 74.7 años para mujeres afroamericanas, mientras que para los hombres caucásicos eran de 74.3 años y para los negros afroamericanos de 67.2 años respectivamente. Las cifras desde luego han cambiado, con un aumento del promedio de vida en todos los sectores de la población mayor de 65 años. Se estima que un 15% de la población estadounidense es mayor de 64 años y que en el año 2,020, ocupará una quinta parte de la población total.(2) La gente que vive más, requiere con mayor frecuencia de algún procedimiento quirúrgico. El promedio anual de administración de un acto anestésico por cada 100 personas se incrementó en Francia en 1996, de 8.9 a 13.2 para hombres y mujeres entre los 35 a 44 años, pero este aumento fue mayor en los pacientes con edades comprendidas de 75 a 84 años, hasta de 30.2 para los hombres y de 23.6 para las mujeres. La morbimortalidad desde luego que se incrementa con la edad avanzada, especialmente después de los 75 años.(1) Mientras que la edad es un estado de adaptabilidad limitada a las exigencias físicas y psíquicas de la vida, el envejecimiento es un proceso biológico que progresa irreversiblemente desde el nacimiento, con disminución en la capacidad total de rendimiento funcional de los órganos y sistemas y se trata de un suceso biológico multifactorial susceptible de ser modificada por procesos patológicos. El envejecimiento se considera un fenómeno universal y progresivo, clínicamente fisiológico y caracterizado por cambios degenerativos tanto en estructura como en función y que altera la reserva orgánica funcional. La diferencia entre capacidad orgánica máxima y niveles basales de función es lo que se denomina reserva orgánica funcional. Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 La enorme diversidad de teorías explicando el envejecimiento demuestra la falta de comprensión clara sobre como se desarrollan estos cambios. Así hay teorías epigenéticas (no genéticas) y teorías genéticas, que finalmente llegan a los mismos resultados. Los órganos y sistemas están sometidos a cambios determinados con el avance de la edad, y estos cambios aumentan la probabilidad de que se presenten procesos patológicos concomitantes.(3) Hay que aclarar que el proceso de envejecimiento per se no es la causa de la muerte, sino que son las enfermedades asociadas a la vejez, las que acaban con la vida. Cambios anatomofisiológicos Los cambios que se van presentando al paso de los años son determinates en la evaluación y manejo de los pacientes de la tercera edad. Estas modificaciones no solo tiene importancia para el clínico o el cirujano, sino que su reconocimiento es vital en el manejo anestesiológico perioperatorio integral. A continuación se describen algunos de los cambios de mayor relevancia. Sistema hematopoyetico. Los cambios en el sistema hematopoyético se refieren primero al sistema de formación celular; la médula ósea activa tiene un volumen total en el adulto, de 1500 mL y empieza a ser sustituída marcadamente en el presenium ( 40 a 60 años), y a medida que la edad avanza por depósitos grasos y tejido conectivo. Así en el esternón, a los 70 años, se halla sólo la mitad de la densidad celular y ésta reducción afecta más a la eritropoyesis que a la leucopoyesis. En el proceso del envejecimiento, por lo tanto, disminuyen ligeramente el número de eritrocitos, la hemoglobina total y el valor del hematocrito. No se altera al parecer el promedio de vida del eritrocito, pero hay cambios metabólicos sustanciales en su función, ya que disminuye el ATP y el 2-3 DPG. Entre los leucocitos, los linfocitos muestran una clara disminución después de los 40 años de edad, hasta en un 25% menos, especialmente en la cifra de T-linfocitos. Se ha observado una reducción en la competencia inmunológica probablemente debida a la involución total del timo en la vejez.(3) Tracto gastrointestinal. A medida que progresa la edad, inician los trastornos del peristaltismo esofágico, perdiéndose la coordinación de ondas peristálticas coordinadas y apareciendo más a menudo contracciones no propulsivas. En grupos mayores de 60 años se observa una clara atrofia de la mucosa gástrica que puede evolucionar a una gastritis atrófica.(4) Disminuye la masa del intestino delgado, y se retrasa la regeneración de la 31 mucosa intestinal, resultando una disminución en capacidad de reabsorción gastrointestinal para algunos sustratos. El intestino grueso se caracteriza por la hipertrofia de la muscularis mucosae, con atrofia de la muscularis propia. Con la edad también disminuye la eficiencia de la musculatura de los esfínteres.(5) El vaciamiento gástrico está retardado y aún más en pacientes con diabetes mellitus crónica y gran disautonomía refleja, ocasionando estómagos retencionistas, lo que aunado a la reducción del tono del esfínter gastroesofágico, aumenta la posibilidad de vómito o reflujo y la probable broncoaspiración. Además la motilidad intestinal también está enlentecida.(6) Hígado. Cualitativamente existe poco cambio en la función hepatocelular con la edad avanzada. Sin embargo, en todos los sujetos ancianos existe una reducción marcada del tamaño de la glándula hasta de un 40%, mientras tanto el flujo sanguíneo hepático (FSH) y el flujo sanguíneo esplácnico se ven reducidos proporcionalmente. En relación al FSH en situaciones como la cirugía laparoscópíca en el paciente anciano, la presión venosa portal mide entre 5 y 13 mm Hg, la presión venosa hepática 6 mm Hg, mientras que la presión dentro del sinusoide hepático sólo mide de 2 a 3 mm Hg, por lo que hay que disminuir cuando se pueda la presión intraabdominal a 10 o 12 mm Hg y aún así, los pacientes tardan en recuperar sus valores basales, debido al bajo volumen sanguíneo total y a una reserva cardíaca disminuída.(5) La TGO y la TGP aumentan cuando la duración de la laparoscopia es mayor de una hora. En individuos sanos con edad avanzada, al parecer se halla bien preservada la actividad microsomal y la no-microsomal, aunque la síntesis hepática de colinesterasa plasmática y otras proteínas plasmáticas disminuye.(6) Con la edad disminuye la albúmina, pero aumenta la alfa-1 glicoproteína ácida, lo que altera la biodisponibilidad de muchas drogas, dependiendo de cual sea la proteína fijadora. Esto traerá como consecuencia cambios en la aclaración, en la fracción libre y su volumen de distribución. Así, el diazepam al unirse a la albúmina aumenta su fracción libre en los pacientes ancianos, lo que disminuye sus requerimientos. La lidocaína en cambio se une a la alfa-1 glicoproteína ácida y disminuye su fracción libre y reduce por tanto su aclaración. Las mujeres parecen ser más capaces de mantener su función enzimática, ya que el hábito extendido de los varones al tabaquismo los hace propensos a la inducción enzimática.(7) Sistema renal. Los riñones muestran cambios estructurales y funcionales y destacan una gran pérdida de nefronas hacia los 80 años, su número se halla reducido hasta en un 30%. Esto hace disminuir el peso del riñón. Además se halla disminuida la capacidad de filtración glomerular. La longitud tubular también disminuye con la edad. Estos cambios son particularmente prominentes en la corteza. La disminución en la velocidad de filtración glomerular reduce la depuración de creatinina, sin embargo la creatinina plasmática se halla dentro de límites normales debido a que su producción baja al disminuir la masa muscular que le da origen.(7) El nitrógeno de la urea en cambio aumenta de forma gradual, hasta 0.2mg/dL por año. El deterioro en el manejo del sodio, la disminución en la capacidad de concentración y de dilución, predispone a los pacientes de edad avanzada a la deshidratación, pero también a una disminución en la capacidad para manejar cargas de agua y electrólitos, lo que torna mas difícil el manejo adecuado del volumen en éstos 32 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 pacientes. Además, esto se complica por el uso de diuréticos en ésta población por lo que deben vigilarse mas cautelosamente los electrólitos séricos. Por todo esto la capacidad del riñón para excretar fármacos se ve disminuida. La respuesta a la reninaaldosterona está reducida y la excreción de potasio deteriorada.(8) El flujo sanguíneo renal disminuye 10% por cada década a partir de los sesentas, especialmente a nivel cortical. La disminución en la respuesta a la hormona antidiurética reduce la capacidad para concentrar el sodio y hay una tendencia a la hipokalemia. Todo esto predispone en el paciente anciano a desarrollar insuficiencia renal en el postoperatorio, especialmente si hubo hipovolemia, deshidratación o uso de medicamentos nefrotóxicos durante la anestesia. Aún así, hay suficiente reserva funcional renal en el anciano como para evitar la presencia de azotemia o de uremia, la cual puede perderse fácilmente con los compromisos tensionales o la hipoxemia durante el estrés quirúrgico.(8) Piel y faneras. Este sistema es donde mejor se reconocen las huellas presentes de la edad avanzada. Además de pérdida de la turgencia y de la elasticidad de la piel, hay clonos celulares mutados que aparecen como manchas pigmentadas en lugares expuestos a la luz conocidos como dermatoheliosis. También hay cambios proliferativos con formación de arrugas, flaccidez y sequedad de piel y mucosas. El pelo pierde su pigmento, se torna blanco y se hace escaso, o es sustituido en el revestimiento piloso terminal por un fino vello, durante la formación de la calva. Esta atrofia de la piel con la edad, conlleva a la tendencia de traumatizarse fácilmente con la colocación de tela adhesiva, placas del electrocauterio y los electrodos del electrocardiógrafo. Las venas superficiales son móviles y muy frágiles. Sistema musculoesqueletico. Hay degeneración del tejido periarticular y articular propiamente dicho, y las articulaciones con patología artrósica o artrítica pueden interferir con las posiciones apropiadas para el evento quirúrgico o la administración de la anestesia regional.(9) El esqueleto de todo enfermo geriátrico debe juzgarse frágil y poco móvil. En ellos la resorción ósea excede la formación del hueso, con pérdida subsecuente de calcio y de la densidad ósea. Esto los hace vulnerables a fracturas. Las deficiencias nutricionales, especialmente de calcio y vitamina D, aumenta el proceso. Se debe tener en mente que en el paciente anciano existen en cierto grado dos anormalidades óseas : la osteoporosis y la osteomalacia. Esta última puede relacionarse con ingesta crónica de difenilhidantoína, barbituratos y antiácidos que contienen aluminio. En el 50% de pacientes mayores de 75 años, ocurren formas de artritis, especialmente osteoartritis. Un raquis cervical esclerótico da problemas a la hora de la intubación y a la hora de colocar la cabeza en las diferentes posiciones necesitadas para la cirugía. Regulación de la temperatura. La anestesia es la primera causa de hipotermia en el quirófano y puede ser más severa en los ancianos. Se ha demostrado la relación entre hipotermia y algunas complicaciones intra y postoperatorias como isquemia miocárdica, alteraciones del ritmo y mayor tendencia a las hemorragias y a las infecciones. La termogénesis depende del metabolismo oxidativo de los nutrientes y en reposo es de100 vatios, que equivalen a 2000 calorías por día. Puede expresarse en términos de consumo de oxígeno, equivalente a 300 mL/ min y alcanza un mínimo durante el sueño, aumenta durante la digestión y puede multiplicarse hasta 10 durante el ejercicio muscular. Las pérdidas calóricas son fundamentalmente cutáneas y dependen del gradiente de temperatura entre el cuerpo y el medio ambiente. El principal centro regulador es el núcleo preóptico en el hipotálamo anterior. La distribución térmica en el cuerpo no es uniforme, ya que tiene un componente central integrado por el cerebro y órganos del mediastino, y otro periférico formado por el sistema músculo esquelético, especialmente de miembros pélvicos, la piel y el tejido celular subcutáneo. La anestesia modifica profundamente los mecanismos de regulación térmica, mientras que la cirugía modifica el ambiente térmico. La anestesia general modifica el consumo de oxígeno hasta en un 30% al reducir las actividades intracelulares metabólicas. Produce vasodilatación y pérdida térmica cutánea, que tienden a presentarse en tres fases y que se ve más comprometida por las alteraciones corporales del paciente anciano. Estas comprenden disminución del metabolismo basal que aumenta con la edad, y que disminuye su capacidad de consumo de oxígeno, además tiene un umbral de vasoconstricción muy disminuído, al igual que el umbral para desencadenar escalofrío, especialmente en el mayor de 80 años. Todo lo anterior trae como consecuencia que durante la fase de recuperación, prolongada de por sí por otros factores de la edad, aumente la respuesta noradrenérgica y el cortisol, lo que aumenta la presión arterial sistólica y diastólica y la frecuencia cardiaca. Todo lo anterior incrementa la diferencia arteriovenosa de oxígeno, un factor de isquemia miocárdica por vasoconstricción coronaria. La incidencia de isquemia miocárdica por prueba de Holter fue tres veces superior (36% vs.13%) en los pacientes ancianos que mostraban una temperatura inferior a los 35°C en el postoperatorio inmediato y tuvieron más complicaciones postoperatorias especialmente cardiovasculares, como isquemia, arritmias, angor, etc. Por lo mencionado son muy importantes las medidas de apoyo como la ventilación asistida hasta que se recupere la temperatura, la administración de oxígeno por cánula nasal después de la extubación, tratar la hipertensión, y administrar morfínicos para evitar el dolor. El calentamiento cutáneo puede realizarse por convección del aire caliente, mantas eléctricas y/o colchón térmico, mientras que también son necesarios otros aspectos como calentar los líquidos de infusión incluyendo los derivados sanguíneos y el calentamiento de los gases anestésicos administrados.(10,11) Sistema nervioso central. Existen cambios de naturaleza subjetiva y objetiva en la función cerebral del anciano y en general en un hombre sano de esta edad, el riego sanguíneo cerebral se halla poco reducido. La reactividad al CO2, permanece intacta. La disminución del flujo sanguíneo cerebral en personas mayores de 50 años, por regla general es debida a procesos ateroscleróticos. Contra la opinión común, no existe en el anciano ninguna limitación de las funciones intelectuales pero a éste respecto existen considerables variaciones individuales. Los trastornos del sueño, la disminución de la actividad motora, las limitaciones en la atención, la disminución de las capacidades sensoriales, los cambios emocionales y la modificación de las funciones endocrinas, se atribuyen a cambios en los niveles de neurotransmisores y son dependientes de la edad. El EEG de los pacientes ancianos muestra tendencia a la presentación relativamente frecuente de ondas de baja frecuencia. La degeneración de las células nerviosas periféricas produce una prolongación en la velocidad de conducción y atrofia Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 a su vez en la musculatura esquelética. Aunque el contenido del ADN en el cerebro anciano parece no modificarse, se acumulan las lesiones del mismo, así que las cuotas de metilización del ADN y las histonas se hallan disminuidas, así como la actividad metabólica de la cromatina. La cuota de fosforilación disminuye y con ello se reduce la actividad genética. Con la edad existe un aumento en la producción y depósito de lipofucsina. Para entender los mecanismos del envejecimiento del tejido cerebral hay que considerar los altos niveles en la utilización del oxígeno por las neuronas, las alteraciones degenerativas mitocondriales y las lesiones de los organelos debido al estrés oxidativo. Junto con las pérdidas celulares progresivas cerebelares y cerebrales, hay también pérdida progresiva de las neuronas del tálamo, locus coeruleus y ganglios basales. Todo junto puede contar para una reducción de la substancia gris de hasta un 30% en pacientes mayores de 80 años (12). En el sistema nervioso periférico la edad se asocia a la pérdida de fibras nerviosas motoras, sensoriales y autonómicas. Así, las velocidades de conducción nerviosa aferente y eferente y el rango de procesamiento de señales dentro del tallo cerebral y del cordón espinal, declinan paulatinamente. La reducción del soporte neurotrópico de la masa muscular se ve afectada provocando atrofia neurogénica diseminada, que reducirá la masa muscular. Esta reducción de la masa muscular esquelética, especialmente en las mujeres, limita la homeostasis de la temperatura haciendo el escalofrío ineficiente y poco vigoroso. La edad produce un declive progresivo tanto de la hormona del crecimiento, como del factor de crecimiento ligado a la insulina (IGF-I) que al parecer incrementa la actividad nerviosa simpática, contribuyendo a la descarga adrenérgica con aumento de epinefrina y norepinefrina plasmáticas, aún en el descanso, que en el anciano traduce una respuesta autonómica disminuida, probablemente favorecida por una falla del sistema adenilatociclasa. Es por todo ello que la velocidad, la magnitud y la eficacia de las respuestas autonómicas está deteriorada en diferentes grados según la edad. En cuanto a la respuesta autonómica, algunos autores han encontrado que la norepinefrina y la epinefrina tienen niveles de dos a cuatro veces mayores en el plasma que otros grupos, tanto en el reposo como durante el estrés. Sin embargo la respuesta orgánica se halla disminuida clínicamente, con una disminución en la capacidad de respuesta de los agonistas beta adrenérgicos, para aumentar tanto la contractilidad como la frecuencia cardiaca. Probablemente también esté disminuida la respuesta de los ß-receptores a sus ligandos agonistas. Es de interés mencionar que hacia los 80 años de edad, la masa adrenal se ha reducido en un 15%, lo cual se traduce en una mayor incidencia de hipotensión arterial con las técnicas regionales y esto se observa también con los cambios posturales cuyas respuestas de adaptación son mas lentas o tardías.(13) Por otro lado, la deficiencia de hormona del crecimiento causa deshidratación celular, atrofia del músculo esquelético y un incremento del porcentaje lipídico en relación con la masa corporal. Aunado a ello hay una declinación progresiva de la secreción androgénica que contribuye a estos cambios de la composición corporal. En un estudio longitudinal se observaron pérdida de 6 kg de masa muscular, ganancia de 5 kg de tejido graso 33 y una pérdida de agua corporal total de hasta 12% en el grupo de ancianos estudiado.(13) Por todo lo anterior, se debe tener en cuenta que los requerimientos para anestésicos locales y su Cm, al igual que la CAM para anestésicos volátiles está disminuida en éste grupo de edad. Por otro lado la anestesia raquídea tiene una duración más prolongada y los requerimientos de las dosis para administración peridural, así como los volúmenes se hallan también disminuidos. Los pacientes de edad avanzada frecuentemente requieren mas tiempo para recuperarse de una anestesia general, especialmente cuando se hallan confusos y desorientados. Esto hay que tenerlo en cuenta en procedimientos quirúrgicos ambulatorios, en pacientes ancianos con factores socioeconómicos bajos y con carencias en los cuidados propios del hogar. Organos de los sentidos. La función del oído disminuye paulatinamente con la edad. La capacidad de percepción de altas frecuencias acústicas disminuye rápidamente y da origen a la presbiacusia. En algunos pacientes se halla afectado el entendimiento del habla porque probablemente cambien las curvas de sintonización de las fibras nerviosas auditivas. La base de las pérdidas sensoriales acústicas se debe al anquilosamiento de la membrana basilar, la atrofia del órgano de Corti y a los déficits metabólicos que llevan a la atrofia de la estría vascularis. Además la pérdida creciente de neuronas reduce la capacidad de rendimiento en la elaboración y procesamiento de la información auditiva. El sentido de la vista tambien sufre alteraciones con la edad. La pérdida de la elasticidad del cristalino disminuye el rango de acomodación y en personas mayores de 55 años es menor de dos dioptrías, lo que constituye la presbiopía . También disminuye la transparencia del cristalino con la aparición de cataratas. Sobre córnea los cambios lipídicos constituyen el arcus senilis. Las alteraciones en el canal de Schlemm ocasiona trastornos de la circulación del humor acuoso y su patología subsecuente. La retina sufre los cambios llamados fotópicos, con degeneración progresiva del epitelio pigmentario, una hialinización de la membrana de Bruch y seguida finalmente de neoformación vascular. Estos cambios estructurales se acompañan de una disminución del visus a distancia, que en los ancianos de 80 años es del 0.6 y en mayores puede llegar hasta el 0.3. La sensibilidad somatovisceral se ve limitada por una pérdida progresiva de los corpúsculos de Meissner y de Pacini que en los viejos de 90 años puede llegar hasta una reducción del 30%. Algunos parámetros metabólicos relacionados con la alimentación del anciano, nos hacen tener en cuenta que la demanda energética está disminuida, con un aumento de la demanda de proteínas ( 1.2 a 1.5 g/kg) que contengan los aminoácidos esenciales. La ingesta debe ser de ácidos grasos no saturados, y la administración de carbohidratos debe disminuirse hasta en un 40%. Además tienen también carencias vitamínicas y suministro deficiente de calcio. (12) Farmacología aplicada a los factores del envejecimiento Las interacciones entre las drogas son una forma de enfermedad iatrogénica, y pueden reflejar cambios inesperados en la duración 34 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 o el efecto de las drogas, o acciones sinergísticas o antagónicas, y ocurren mas a menudo en el grupo de pacientes ancianos debido a la polifarmacia, que se ha tornado un predictor independiente de hospitalización prolongada. El 30% del consumo total de las drogas prescritas corresponde a los pacientes ancianos, lo que corresponde a un 40% del costo total de todas drogas. En condiciones de equilibrio, los requerimientos anestésicos pueden ser cuantificados por su ED50, su Cm, su CAM, etc. Todas éstas cifras disminuyen conforme se incrementa la edad iniciando a partir de los adultos jóvenes. Típicamente los pacientes de 80 años o más, requerirán sólo ? o ¾ partes de la concentración anestésica necesaria para producir los mismos efectos que en los pacientes jóvenes. Los requerimientos reducidos han sido comprobados para todos los anestésicos generales, y el rango en el que la edad reduce el MAC parece el mismo para todos los agentes volátiles. Esta reducción probablemente se debe a los múltiples cambios neurofisiológicos cerebrales, y pueden constituir una medida de cuantificación de la pérdida de la reserva funcional del SNC.(14,15) Para los anestésicos endovenosos, se producen cambios importantes en la concentración plasmática de éstas drogas en el paciente anciano, en los cuales los clásicos modelos farmacocinéticos de dos y tres compartimientos no predicen las respuestas clínicas de los ancianos hacia las drogas. Esto sugiere que con la edad se alteran los volúmenes de distribución tanto de drogas lipofílicas como hidrofílicas. Aparentemente no son importantes los efectos de los niveles alterados de la unión a proteínas de las drogas, mientras no esté afectada la barrera hematoencefálica. Así, la disminución en los requerimientos de anestésicos endovenosos, se dan más a expensas de alteraciones farmacocinéticas que farmacodinámicas. Sin embargo, estudios que relacionan efecto y concentración plasmática de benzodiazepinas, narcóticos y propofol en infusiones en estado estable, apoyan el concepto de que con la edad, se producen alteraciones farmacodinámicas suficientes como para reducir sus dosis. El compromiso hepato-renal relacionado con la edad, retrasa la eliminación de las drogas y prolonga su vida media. La disminución del tejido hepático y de su perfusión, juegan un papel importante en la reducción del aclaramiento de estas drogas, especialmente las que dependen del metabolismo de primer paso. Si a todo esto le añadimos la reserva funcional cerebral reducida , se amplifican los efectos de las drogas y se prolonga el estado anestésico o su recuperación. Interacción de drogas. El paciente añoso se halla ingiriendo numerosas drogas, muchas de ellas no prescritas y que pueden interactuar con la medicación perioperatoria o con los agentes anestésicos. Muchas drogas son sometidas a metabolismo hepático para ser procesadas por oxidación, reducción o hidrólisis, en lo que se conoce como metabolismo de fase I, mientras que la fase II, involucra la conjugación de una droga con glicina, sulfato o ácido glucurónico, para hacerla mas hidrosoluble. El complejo enzimático P450, cuenta con una gran variedad de enzimas, ordenadas y nominadas de acuerdo a su categoría; dentro de ellas hallamos la CYP 3A4, que participa en la mayoría de las actividades de degradación metabólica en humanos. La superfamilia CYP 3A , metaboliza moléculas planas grandes como lidocaina y midazolam. La CPY 2D6, que corresponde al 5% del total de las enzimas hepáticas, metaboliza hasta en un 25%, opioides, antiarrítmicos, antihipertensivos y beta-bloqueadores. Entre las drogas que inducen al citocromo P450, se hallan los anticonvulsivantes fenitoína, carbamazepina y primidone, los barbitúricos, la rifampicina, el etanol, los glucocorticoides y el tabaquismo.(15) Entre las drogas que inhiben a este sistema, se encuentran los antibióticos, eritromicina, fluoroquinolonas, isoniazidas, antiretrovirales, antimicóticos como clortima, ketoconazol, itracona, etc. Los inhibidores selectivos de la reutilización de serotonina (SSRI’s), el verapamil y el diltiazem, los bloqueadores H2 como cimetidina, ranitidina y omeprazol. Entre las interacciones mas frecuentes y peligrosas se hallan: la terfenadina y el ketoconazol, que ocasionan arritmias cardíacas. La rifampicina y el halotano con el riesgo elevado de producir hepatitis fulminante. La isoniazida, enflurano o sevorane, que aumentan la liberación de fluoruros. La rifampicina y midazolam que alteran las dosis subsecuentes. Los bloqueadores de los canales de calcio y los anestésicos locales aumentan su toxicidad. Los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) como la fenelzina, tranilcipromina y carboxazida en presencia de efedrina causan hipertensión severa. Los IMAO tipo A y meperidina producen agitación, convulsiones y muerte. Tampoco hay que usar pentazocina y tramadol. Entre las medicaciones herbolarias a las que son adictos los pacientes ancianos, se hallan la planta de ma-huang que tiene efedrina y pseudoefedrina en cantidad suficiente como para exhibir actividad simpaticomimética como arritmias, IAM y complicaciones hipertensivas. El ácido gárlico o derivados del ajo “natural” inhiben la función plaquetaria y potencializa la acción de la prostaciclina, la indometacina y el dipiridamol, lo cual incrementa el sangrado durante el perioperatorio, es conveniente suspenderlo desde siete días antes. El extracto gingko-biloba, también se ha asociado con sangrado transoperatorio espontáneo, y hay que suspenderlo 24 horas antes de la cirugía. La hierba de San Juan, es usada frecuentemente contra la depresión, pero en el trananestésico puede causar un síndrome serotoninérgico central además de ser un inductor del citocromo P450 3A4 y CYP 2C9 y habría que suspenderla cinco días previos a la cirugía. La valeriana tiene propiedades sedantes que se suman a los efectos de los benzodiazepínicos o los barbitúricos, y su supresión puede causar un síndrome de abstinencia en al anciano. La kava es otro sedante que potencializa el sueño que producen la mayoría de los agentes sedantes, pero se ha observado que produce incluso coma, cuando el paciente ingiere en forma crónica alprazolam. Finalmente algunos productos usados por el paciente gariátrico sin prescripción pero que pueden tener alguna posible toxicidad son: el ácido ascórbico que puede ocasionar efectos escorbúticos después de supresión brusca. Causa también alteración de las pruebas de glucosa en orina. El calcio produce en altas dosis hipercalcemia con anorexia, náusea y vómito. Los tés de hierbas estimulan el sistema microsomal hepático. El hierro causa constipación e interfiere con la absorción de alguna drogas. El zinc puede producir deshidratación, vómito e incoordinación muscular.(15) Conclusiones El envejecimiento normal está caracterizado por una pérdida Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 gradual de la capacidad de reserva y los cambios estructurales en varios órganos y sistemas no afectan su función en estado de reposo y bajo condiciones normales, pero en condiciones de estrés por la enfermedad, la cirugía o la anestesia el paciente geriátrico puede ser incapaz de responder a las demandas metabólicas aumentadas. Esta limitación de la reserva disminuye la tolerancia hacia el acto anestésico-quirúrgico y lo hace susceptible de una mayor morbimortalidad anestésica. Por tanto, el procedimiento anestésico en el anciano es un verdadero reto para el anestesiólogo, el cual debe aplicar todos sus conocimientos para interpretar los cambios degenerativos y funcionales en estos pacientes y tratar de evitar que se presenten las complicaciones con la aplicación de las medidas necesarias para proteger sus funcionales vitales. Referencias 1. Shesamani M, Gray A. The impact of the ageing on expeditures in the National Health Service. Age and Ageing 2002:31:4-5. 2. Raymond R. Anesthetic management of the elderly patient. ASA Annual meeting refresher course lectures. 2001. New Orleans , Louisiana. USA. 3. Zahn RK. Edad y envejecimiento. Capítulo 34. 860-871. En: Fisiología Humana . Schmidt RF, Thews G. InteramaericanaMcGraw Hill. Madrid 1993. 4. Bleckmann MB, Gelb AM. Gastrointestinal function physiology in geriatric patient. Clin Geriatr Med 1999:15:429-438. 5. Sato K, Kawamura T, Wakusawa R. 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Crosby G.Aging, anesthesia and the brain: Implication for you and your patients. ASA. Annual meeting refresher course lectures.2001. New Orleans, Louisiana. USA 13. Baker AB. Physiology and pharmacology of ageing. International Anesthesia Research Society. 69th congress. 995. 106-109. Honolulu Hawaii, USA. 14. Clock A. Interacción de drogas para el anestesiólogo. ASA. Annual meeting refresher course lectures. 2001. New Orleans. Louisiana, USA. 15. Lamy PP. Non description drugs and the elderly. American Family Practice 1989;39:175-179. 35 Manejo Anestésico de la Embarazada Cardiópata Dr. Alfredo Cattaneo Argentina Introducción C uando en la práctica anestésica obstétrica diaria se nos presenta una paciente cardiópata embarazada, en muchos casos tendremos dudas respecto a su manejo. En general, estas dudas se tratan de resolver con el consejo práctico: “hay que tratar de generar los mínimos cambios hemodinámicos posibles”. Si bien en muchas de las cardiopatías que llegan al final del embarazo este “consejo” puede ser el adecuado, lo que realmente debemos hacer es saber cuáles son los cambios cardiovasculares que se presentan durante el embarazo, y cuales son sus influencias sobre el estado cardiovascular de la paciente, cual es la condición hemodinámica de la paciente, y adecuar nuestra práctica para que en cada caso particular podamos contribuir a resolver el mismo de la mejor manera posible. Cambios fisiológicos cardiovasculares durante el embarazo A medida que progresa el embarazo, la gestante va sufriendo cambios físicos y fisiológicos importantes, con los que se va adecuando a su nuevo tipo circulatorio (cortocircuito placentario) y a las nuevas exigencias que le impone el feto en crecimiento. Si bien los cambios se presentan en casi todos los órganos y sistemas, en relación a sus efectos sobre las cardiopatías debemos hacer énfasis en los cambios cardiovasculares, que pueden poner en riesgo la salud de una embarazada cardiópata. Cinco son los principales cambios que pueden generar importantes problemas en una embarazada cardiópata: i- Volumen Sanguíneo: El volumen sanguíneo comienza a aumentar a las 12 semanas de la gestación, creciendo rápidamente durante el segundo trimestre y luego más lentamente durante el tercero, llegando a representar para la hemodinamia de la embarazada al final del tercer trimestre una sobrecarga de volumen de casi un 50% por encima de los valores previos al embarazo. El volumen sanguíneo total aumenta en un 35-50 % en el embarazo, pero mientras el volumen plasmático aumenta un 30-45 %, la masa de glóbulos rojos se incrementa en sólo un 15-20 %. Esta diferencia relativa en los aumentos de los componentes sanguíneos da como resultado que el hematocrito de una embarazada de término se encuentra en valores normales de 32-36%, con un valor normal de hemoglobina de 11 g/dL, lo que se conoce como anemia fisiológica del embarazo. Cuando luego del parto se contrae el útero y se desprende la placenta, se produce una autotransfusión de 500 mL de sangre hacia la circulación materna, elemento a tener en cuenta en las pacientes hemodinámicamente comprometidas por su cardiopatía previa. El volumen sanguíneo retorna a los valores de la no embarazada en la segunda semana del post-parto. 36 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 ii- Débito cardíaco. El débito cardíaco (DC) se incrementa a las 8-10 semanas de la gestación, alcanzando su máximo en la mitad del embarazo, cuando rápidamente llega a un 50% por encima de los valores basales, manteniéndose luego estable hasta el final del embarazo. Este aumento se aprecia aún hasta el momento del parto. Estos parámetros son válidos siempre que la medición se haga con la paciente en decúbito lateral izquierdo, ya que cuando se lo mide en posición supina, el débito cardíaco cae bruscamente durante el último trimestre del embarazo. Esta caída es secundaria a la compresión aorto-cava, causada por el útero agrandado, fenómeno conocido clínicamente como “síndrome de hipotensión supina”. Al término del embarazo, en la posición supina el DC disminuye un 30-50%, con una disminución menor cuando la madre está sentada o semisentada. En todas las mujeres embarazadas en posición supina ocurre un cierto grado de oclusión, tanto de la vena cava inferior como de la aorta. La mayoría de las mujeres embarazadas no presentan una franca hipotensión cuando adoptan la posición supina, fenómeno conocido como “oclusión oculta de la cava”, ya que mantienen su presión arterial a través de un incremento de la frecuencia cardiaca y de la resistencia vascular sistémica, pero debemos tener muy en cuenta que en estas madres asintomáticas el feto puede estar muy comprometido por hipoperfusión placentaria, ya que la compresión de la aorta se produce por encima de las arterias uterinas, y la madre se mantiene con una buena presión arterial (medida en los miembros superiores), mientras el feto puede estar sufriendo. Aproximadamente un 10 % de las embarazadas normales presentan una “oclusión franca de la cava”, presentándose hipotensas y sudorosas cuando adoptan la posición supina por algunos pocos minutos. En estas mujeres se puede establecer una bradicardia refleja, por la imposibilidad de mantener el tono vascular periférico al tener comprometido su retorno venoso. Un estudio reciente demuestra una baja saturación de oxígeno fetal cuando la madre se encuentra en decúbito supino. El manejo de la posición materna sobre el DC es de crucial importancia para evitar esta complicación, evitándose, siempre que sea posible, la posición supina mediante: 1) la colocación de una cuña debajo de la cadera derecha; 2) inclinando la camilla de traslado o la mesa de operaciones unos 15°-20° hacia la izquierda; y/o 3) en algunas situaciones, empujando el útero de la embarazada manualmente hacia arriba y a la izquierda. Durante el trabajo de parto, y como respuesta a la secreción de catecolaminas asociadas con el dolor y la aprensión, el DC aumenta un 45-50 % por encima de los valores ya aumentados del embarazo. También aumenta el retorno venoso durante cada contracción, cuando 300-500 mL de sangre son expelidos desde el útero hacia la circulación materna, resultando en un aumento extra del DC del 10-25 %. En el tercer estadío del trabajo de parto, el DC se presenta un 80 % por encima de los valores previos al parto debido a la autotransfusión desde la placenta y el útero. El sistema cardiovascular comprometido de una embarazada cardiópata se verá lógicamente alterado por todos estos cambios en el DC, que recién retorna a los valores normales en la segunda semana del posparto. silueta cardiaca. La falta de aumento de la PCPC y de la PVC en respuesta al aumento del volumen sanguíneo también es reflejo de la dilatación vascular pulmonar y periférica. De acuerdo a todos los cambios fisiológicos que hemos visto, los mayores peligros para una embarazada cardiópata se presentan. iii- Resistencia Vascular Sistémica: El embarazo se asocia a disminución progresiva de la resistencia vascular sistémica, preservándose la presión arterial media en valores normales a pesar del ya mencionado aumento del 30-40% de el débito cardíaco, aunque en una paciente normal estos cambios resultan en una temprana y mínima disminución de la presión sistólica, y una disminución más marcada de la presión diastólica en la mitad del embarazo. entre las 20 y 24 semanas de embarazo durante el trabajo de parto y parto y en el post-parto inmediato La elevación de la presión arterial es siempre anormal, excepto durante el trabajo de parto, cuando los factores que modifican temporariamente el DC aumentan la presión arterial. Durante un embarazo normal hay una relativa insensibilidad a las respuestas presoras y cronotrópicas a las catecolaminas, este mecanismo no se desarrolla en las pacientes con preeclampsia. La efedrina causa menos vasoconstricción en las arterias uterinas de los animales grávidos, efecto probablemente mediado por un aumento de la actividad del óxido nítrico. Las consecuencias del dolor no controlado son: La PVC y la presión de la arteria pulmonar permanecen normales durante el embarazo. La PVC aumenta 4- 6 cm de agua durante las contracciones debido a los cambios transitorios que se producen en el volumen sanguíneo, también se presentan aumentos en respuesta a los pujos y a la infusión de ocitocina. iv- Frecuencia cardiaca: La frecuencia cardiaca aumenta normalmente en un 10-15% durante el embarazo normal, y sobre este aumento, a causa del dolor y aprensión durante las contracciones del trabajo de parto y parto se pueden producir mayores aumentos de la frecuencia cardiaca que pueden comprometer el equilibrio hemodinámico de algunas cardiopatías. v- Coagulación: La hipercoagulabilidad asociada al embarazo, y la posible necesidad de una apropiada anticoagulación como parte del tratamiento de algunas cardiopatías son elementos a tener muy en cuenta en el manejo de estas pacientes. En general, los cambios cardiovasculares asociados con la gravidez retornan a la normalidad dentro de los 6 meses del postparto, aunque la mayoría de estas regresiones ocurren dentro de las 2 semanas.5 aumento del consumo de O2 hiperventilación (alcalosis respiratoria) aumento del débito cardíaco aumento de la resistencia vascular sistémica aumento de la presión arterial retardo de la evacuación gástrica disminución de la contractilidad uterina disminución de la perfusión uterina acidosis metabólica La mayor parte de estas consecuencias son evidentemente perjudiciales para la estabilidad hemodinámica requerida en el manejo de estas pacientes, por lo que la analgesia es un elemento importante en su manejo. Indices de cardiopatías durante el embarazo De acuerdo a Maganano2, si bien muy variable de acuerdo al medio en que se evalúen, en general consideramos que de las cardiopatías presentes en las pacientes embarazadas, el 75% están relacionadas con la enfermedad reumática cardiaca, y el 25% con cardiopatías congénitas. La tabla 1 muestra las distintas causas de cardiopatías relacionadas con el embarazo. Para resumir todos estos cambios es interesante mencionar los estudios de Clark1 que, utilizando monitoreo hemodinámico invasivo, estudiaron a la embarazada normal cerca del término y demostraron aumentos en la frecuencia cardiaca (17%), el volumen sistólico (27%), y el DC (43%), y una disminución de la resistencia vascular sistémica (21%) y de la resistencia vascular pulmonar (34%). La presión capilar pulmonar en cuña (PCPC), la presión venosa central (PVC), la presión arterial media, y el índice de trabajo del ventrículo izquierdo permanecen en los valores de la no embarazada, sugiriendo que la teórica función hiperdinámica del ventrículo izquierdo no está presente en la embarazada. La aparente paradoja de un incremento del volumen sistólico (y por lo tanto del volumen de fin de diástole) asociado a una presión normal de fin de diástole (reflejada por una PCPC normal) fue atribuida por estos autores a una dilatación ventricular, que se ve en la radiografía de tórax como un agrandamiento de la Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 37 Cabe aclarar que en los países desarrollados, y con el advenimiento de técnicas quirúrgicas más evolucionadas en el tratamiento de las cardiopatías congénitas, cada vez es más frecuente encontrar pacientes operadas de sus cardiopatías congenititas con cirugías correctivas y que llegan al embarazo en buenas condiciones. Mortalidad materna y cardiopatías durante el embarazo La encuesta Confidencial de Muertes Maternas del Reino Unido de Gran Bretaña informa para el trienio 1997-1999 que las cardiopatías son, junto con el tromboembolismo pulmonar, la principal causa de muerte materna, con un 16,5% para cada una de ellas3. Entre las distintas cardiopatías, el índice de mortalidad durante el embarazo es muy variable, de acuerdo al centro médico en que se las trate, pero de acuerdo a Clark S1 se pueden clasificar como: Grupo 1: De baja mortalidad (< del 1%) Comunicación interauricular Comunicación interventricular Persistencia del conducto arterioso Enfermedad pulmonar y tricuspidea Tetralogía de Fallot corregida Válvula biológica Estenosis mitral, clases 1 y 2 de la NYHA Grupo 2: De mediana mortalidad (5 – 15%) Estenosis mitral, cales III y IV de la NYHA Estenosis aórtica Coartación aórtica, s/compromiso valvular Tetralogía de Fallot sin corregir Infarto de miocardio previo Síndrome de Marfán con aorta normal Estenosis mitral con fibrilación auricular Válvula mecánica Grupo 3: De alta mortalidad (25 – 50%) Hipertensión pulmonar primaria o reacción de Eisenmenger Coartación aórtica, con compromiso valvular Síndrome de Marfán, con compromiso aórtico De acuerdo a Weiss4, la morbimortalidad materna es 100 a 1000 veces más probable en la embarazada cardiópata que en la no cardiópata, y en la cardiópata, las posibles complicaciones son 10 a 100 veces más frecuentes cuando están embarazadas que cuando no lo están. Muchas de estas muertes se pueden prevenir si se provee un adecuado cuidado prenatal, y se enfrenta el problema con un enfoque multidisciplinario, que incluya al obstetra, cardiólogo y anestesiólogo involucrados en su cuidado perinatal, sin subestimar los potenciales riesgos que puede presentar la gestante cardiópata5. Fisiopatología El adecuado manejo obstétrico y anestésico de estas pacientes requiere el conocimiento de la fisiopatología de cada cardiopatía, de su capacidad funcional y entender cómo los mencionados cambios fisiológicos afectan a cada una de estas patologías. A modo de ejemplo, veremos algunas de las más típicas cardiopatías, que si bien se pueden presentar con características individuales, 38 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 hay veces que la cardiopatía es mixta y la presentación clínica es muy variada. Estenosis mitral. Representa casi el 90% de las lesiones cardíacas reumáticas durante el embarazo, con un 25% de las pacientes manifestando sus primeros síntomas durante el embarazo.6 Su principal trastorno fisiopatológico es la disminución del área de la válvula mitral, que lleva a: disminución del lleno diastólico del ventrículo izquierdo disminución del volumen sistólico del ventrículo izquierdo aumento de presión en la aurícula izquierda aumento de volumen de la aurícula izquierda aumento de la presión en cuña pulmonar Todos estos cambios hacen que estas pacientes tengan una mayor posibilidad de complicarse con fibrilación auricular y edema agudo de pulmón. Estenosis aórtica. Raramente complica primariamente un embarazo debido a que la historia natural de la lesión reumática de la válvula aórtica requiere tres a cuatro décadas para que por su severidad presente síntomas. Sin embargo, aquellas pacientes con válvula aórtica bicuspídea congénita sumada a historia de endocarditis bacteriana pueden presentar en su embarazo con una estenosis aórtica severa.6 Su fisiopatología resulta de una estrechamiento del área valvular aórtica a menos de 1cm2, asociado a un gradiente de presión transvalvular de 50 mmHg que resulta en un significativo aumento de la poscarga valvular para la eyección del ventrículo izquierdo, que lleva a: aumento de presión en el ventrículo izquierdo hipertrofia de ventrículo izquierdo disminución del volumen del ventrículo izquierdo disminución de la complacencia del ventrículo izquierdo mantiene la contractilidad Estas pacientes toleran muy mal el embarazo. Insuficiencia mitral. Es la segunda lesión valvular más frecuente durante el embarazo, con el 6,5 % de las lesiones reumáticas. La sobrecarga crónica de volumen del ventrículo izquierdo es frecuentemente bien tolerada, tolerando relativamente bien el embarazo. Estas pacientes desarrollan síntomas en una etapa relativamente tardía de la vida, después de la edad de procrear. Sus cambios fisiopatológicas llevan a: regurgitación de parte del volumen sistólico hacia aurícula izquierda sobrecarga de volumen del ventrículo izquierdo disminución de la contractilidad miocárdica Estas pacientes presentan mayores posibilidades de fibrilación auricular y en su manejo debemos tener en cuenta que durante la bradicardia aumenta la regurgitación porque tiene más tiempo sistólico. Insuficiencia aórtica. Puede ser congénita o adquirida, resultando en estos últimos casos ser secundaria a lesión reumática o endocarditis. Su proceso fisiopatológico es consecuencia de una sobrecarga crónica de volumen que resulta en hipertrofia y dilatación asociados a un aumento de la complacencia ventricular6 resultando en: shunt el grado de hipoxemia arterial. aumento del volumen de fin de diástole del ventrículo izquierdo disminución del volumen sistólico efectivo dilatación del ventrículo izquierdo La hipertensión pulmonar primaria afecta predominantemente a las mujeres en edad de procrear, y se asocia con una mortalidad materna > 50%. La mayor parte de las muertes ocurren durante el trabajo de parto y el puerperio. Los signos y síntomas dependen de la severidad de la patología y del grado de compromiso del ventrículo derecho. En su manejo debemos tener en cuenta que estas pacientes toleran mal la bradicardia, que aumenta el reflujo, tampoco toleran el aumento de la poscarga. Las enfermedades cardíacas congénitas, gracias a las nuevas técnicas quirúrgicas y mejores cuidados médicos, llegan a la edad de procrear en condiciones y se están transformando en causas frecuentes de problemas cardíacos relacionados con pacientes embarazadas. Shunts de izquierda a derecha: Las pacientes con comunicaciones interventriculares no corregidas en ausencia de hipertensión pulmonar toleran bien el embarazo. En el pequeño porcentaje de pacientes con grandes comunicaciones interventriculares, que coexisten con hipertensión pulmonar, la mortalidad materna varía entre 7 y el 40%.6 Los cambios fisiológicos del embarazo pueden aumentar el shunt, empeorando el grado de hipertensión pulmonar. La comunicación interventricular es una de las más frecuentes lesiones cardíacas congénitas que se presentan en las mujeres en edad de procrear. El embarazo es generalmente bien tolerado aún con el aumento que se presenta en el flujo pulmonar, aunque hay un mayor riesgo de falla ventricular izquierda.7 El aumento del volumen auricular resulta en un agrandamiento de ambas aurículas, con una mayor frecuencia de arritmias supraventriculares. El ductus arterioso persistente, cuando es pequeño tolera normalmente el embarazo, pero aquellas pacientes en las que se acompaña de hipertensión pulmonar, la mortalidad materna puede llegar al 5-6% debido a insuficiencia ventricular. Shunts de derecha a izquierda: El síndrome de Eisenmenger consiste en hipertensión pulmonar, que ha transformado un shunt de izquierda a derecha en un shunt intracardiaco de derecha a izquierda a lo que se agrega hipoxemia arterial. Los cambios fisiopatológicos del embarazo son mal tolerados por estas pacientes. La mortalidad materna se estima en un 30-50%, siendo esta patología la responsable del 50% de las muertes maternas por cardiopatías congénitas.8 La tetralogía de Fallot representa el 15% de todas las cardiopatías congénitas, siendo el factor etiológico más común de shunt de derecha a izquierda en las pacientes en edad de procrear. Las pacientes que se presentan con una historia de síncopes, policitemia (hematocrito > 60%), saturación de oxígeno < 80%, hipertensión del ventrículo derecho e insuficiencia cardiaca congestiva, presentan un mayor riesgo.6 La disminución de la resistencia vascular sistémica que normalmente se presenta en el embarazo puede ser causa de un aumento en el shunt de derecha a izquierda, que aumenta aún más con el aumento de la resistencia vascular pulmonar que puede acompañar al estrés del trabajo de parto. La mayor parte de las complicaciones se presentan cuando en el período postoperatorio disminuye la resistencia vascular sistémica, exacerbando por el Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Si bien es importante la clasificación anatómica de la cardiopatía, no todas se comportan igual desde el punto de vista hemodinámico, por lo que en cada paciente es necesario tener en cuenta la clasificación funcional de las enfermedades cardíacas, basada en la clasificación de la New York Heart Association (NYHA): Clase I: Sin limitación en la actividad física Clase II: La actividad física ordinaria causa síntomas Clase III: Una actividad física menor que la ordinaria causa síntomas Clase IV: Existe una marcada restricción para la actividad física, pudiendo presentar síntomas aún en reposo Cambios especiales para cada cardiopatía Monitoreo. La decisión debe hacerse en base al estado de cada paciente, pero en general nos basamos en la clase de la NYHA. Las clases I y II se manejan en general con a) PANI, b) ECG, c) SaO2 y d) catéter uretral (débito urinario); mientras que las clases III y IV requieren además: e) una línea intra-arterial, f) PVC, g) catéter en la arteria pulmonar. Estas últimas técnicas muchas veces requieren el apoyo de profesionales habituados a su uso.5 Evaluación previa. Además de revisar la historia clínica y todos los estudios relacionados con su cardiopatía y la evaluación general que normalmente realiza el anestesiólogo en una paciente embarazada, en estas pacientes se debe evaluar el ritmo y frecuencia cardíacas, el estado de la pre y post-carga y la contractilidad miocárdica, todos éstos parámetros sobre los que influenciaremos seguramente con las técnicas de analgesia/anestesia. Siempre debemos tener en cuenta que todas las pacientes con defectos valvulares o congénitos, corregidos quirúrgicamente o no, deben recibir profilaxia antibiótica. Condiciones hemodinámicas ideales para el manejo anestésico de las distintas cardiopatías. De acuerdo a Carvalho JC 5 , las condiciones hemodinámicas que deben mantenerse en el manejo anestésico de las distintas cardiopatías se muestran en la tabla 2: Como podemos ver en el cuadro, en todas las condiciones ideales para el manejo de las distintas cardiopatías figura el mantener (M) la condición hemodinámica, por lo que seguramente no nos equivocaremos si nuestro propósito es intentar mantener la frecuencia cardiaca, precarga, poscarga y contractilidad en sus valores basales. En base a los efectos de cada una de las posibles técnicas anestésicas para la cesárea, Carvalho J aconseja las siguientes técnicas (tabla 3) para cada una de las cardiopatías: 5 39 como anestesia de base + peridural por si se prolonga el tiempo quirúrgico, y iv) anestesia combinada subaracnoidea y peridural selectivas, de baja dosis, 9 en la que se aprovecha una baja dosis subaracnoidea (L2-L3 o L3-L4) para bloquear los segmentos sacros (2–2,5mg de bupivacaína hiperbárica + 5mcg de sufenta para lograr una buena analgesia visceral, y una baja dosis peridural (D9-D10) (40-60mg de bupivacaína) en dosis fraccionadas para bloquear los segmentos torácicos necesarios para la anestesia abdominal. Esta última opción es la que realmente encuentro útil para la operación cesárea en las pacientes cardiópatas debido a: la inducción es más lenta que con la subaracnoidea la densidad del bloqueo es menor se bloquean sólo los segmentos necesarios hay un menor bloqueo simpático tiene menores cambios hemodinámicos las pacientes sienten y mueven sus piernas Conclusiones Los buenos resultados en el manejo de las pacientes embarazadas cardiópatas dependen de un adecuado tratamiento en conjunto entre el obstetra, el cardiólogo y el anestesiólogo con un amplio entendimiento de los cambios fisiológicos presentes en el embarazo y de la fisiopatología de la cardiopatía presente. Referencias Manejo anestésico y analgésico Analgesia para el parto. Para la analgesia de parto, las técnicas regionales con narcóticos y anestésicos locales en muy baja concentración y adecuadas a las necesidades del trabajo de parto son de gran utilidad en estas pacientes en las que se deben evitar los efectos deletéreos del aumento de catecolaminas y de los pujos espontáneos del segundo estadío con sus importantes repercusiones hemodinámicas. Anestesia para la cesárea. Las técnicas de anestesia general con altas dosis de narcóticos para evitar los cambios hemodinámicos que acompañan a la intubación, cirugía y extubación son muy adecuadas para el manejo de estas pacientes, pero siempre debemos tener en cuenta los mayores riesgos que presentas las pacientes obstétricas con este tipo de anestesia. Las técnicas de anestesia regional que se pueden utilizar para la cesárea son la epidural, la subaracnoidea y la combinada peridural-subaracnoidea. Por lo general, como comenté al principio de este trabajo, la mayoría de los autores dicen que se debe aplicar una técnica que genere los menores cambios hemodinámicos posibles, y adaptarla a las necesidades de cada paciente. Todos sabemos los pro y con des técnicas más utilizadas que son la peridural y la subaracnoidea. Con respecto a la Combinada peridural-subaracnoidea, esta técnica puede utilizarse con distintas características: i) subaracnoidea como anestesia de base + peridural para analgesia postoperatoria, o ii) subaracnoidea como anestesia de base + peridural para extender la anestesia si hace falta un mayor nivel, o iii) subaracnoidea 40 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 1. Easterling T,.Benedetti T: Principles of invasive hemodynamic monitoring in pregnancy. En Clark S y cols. Critical Care Obstetrics 1987; pg 72-85. 2. Maganano DT. En Shnider S. Anesthesia for Obstetrics 2nd Ed 1987, pag 346. 3. Confidential Enquiries into Maternal Deaths in the United Kingdom, 1997-1999 4.Weiss B, Hess O. Circulation 1997;95:530-532. 5. Carvalho J. En Textbook of Obstetric Anesthesia - Birnbach D, 2000, pg 553. 6. Kuczkowski K. Labor analgesia for the parturient with cardiac disease: what does an obstetrician need to know? Acta Obstet Gynecol Scand 2004;88:223-233. 7. Gianopoulus JG. Cardiac disease in pregnancy. Med Clin North Am 1989;73:639-51. 8. Spielman FJ. Anaesthetic management of the obstetric patient with cardiac disease. Clin Anesth 1986; 4:247-250. 9. Pirlet M y cols. Low dose combined spinal-epidural anaesthesia for caesarean section in a patient with peripartum cardiomiopathy. IJOA 2000;9:189-192. Resucitación Cardiopulmonar en la Embarazada Dr. Mauricio Vasco-Ramírez Medellín, Colombia [email protected] *Anestesiología, Cuidado Intensivo y Reanimación Coordinador Postgrado en Anestesiología Universidad Pontificia Bolivariana Resumen El orden de las maniobras en la reanimación cardiopulmonar de la embarazada que se debe seguir es el siguiente: establecer contacto con la paciente, si no hay respuesta se activa a nivel hospitalario el “código azul”, nombre dado a la respuesta organizada para atender pacientes en paro cardiorrespiratorio. Después se realiza el ABCD primario. Donde A es abrir la vía aérea. B es ventilación, en la enferma que no respira hay que suministrar dos ventilaciones de rescate. La C es buscar signos de circulación y ante la ausencia de estos iniciar quince compresiones torácicas alternadas con dos ventilaciones durante un minuto. La D es capturar el ritmo y desfibrilar si esta indicado. Si estas medidas no son efectivas se pasa al ABCD secundario; donde A significa intubar, la B es verificar, confirmar y fijar el tubo orotraqueal suministrando oxigeno al 100%, la C es obtener acceso intravenoso, administrar fármacos vasoactivos, y monitorizar el ritmo. La D es el diagnostico diferencial del paro cardiorrespiratorio. La paciente embarazada impone un reto a los equipos de reanimación. Esta revisión menciona las recomendaciones para establecer protocolos de “código azul obstétrico“ a nivel institucional. Palabras claves; Embarazo, paro cardiaco, fluxogramas, resucitación cardiopulmonar. Abstract The sequence of cardiopulmonary resuscitation continue the following course: Establish contact with the patient, if the patient does not respond activate the “blue code”, name given to the organized system to take care of patients in cardio respiratory arrest. Subsequently the primary ABCD is carried out; A is open airway, B is supply two rescue ventilations to those patients that are not breathing. C means performing chest compressions if there are not signs of circulation. D is identifying the rhythm and attempt defibrillation if this is indicated. If these measures are not effective, go immediately to secondary ABCD, where A is tracheal intubation, B means to check effectiveness of advanced airway and breathing support, oxygenation and ventilation, secure the endotracheal tube. C is to check heart rate and attach monitor leads to determine rhythm, establish i.v. access to administer medications. D is defining the etiology of cardiac arrest... The pregnant patient due to physiological conditions and some pathologies related to the pregnancy, imposes a challenge to the cardiopulmonary resuscitation team. The present revision gives recommendations to establish protocols of obstetric blue code in our institutions. Key words; Pregnancy, Cardiopulmonary resuscitation Introducción E l paro cardiaco es un evento grave, y cuando este sucede en una mujer embarazada las consecuencias para la madre y el feto pueden ser catastróficas. Los cambios fisiológicos y las alteraciones de la anatomía con las que cursan las mujeres durante el embarazo influyen drásticamente en la evaluación y atención del paro cardiaco, por lo que las maniobras dirigidas a la resucitación cardiovascular o cardiopulmonar deben de considerar con cuidado todos los parámetros posibles, sin perder de vista que el mejor manejo para el feto es la protección materna. El grupo médico y paramédico encargado del tratamiento de estas enfermas debe tener siempre presente que está manejando dos vidas, y cuando no es posible resucitar a la madre, la vida del producto pasa a primer plano . Esta revisión aborda el manejo interdisciplinario de esta entidad, la cual tiene una elevada mortalidad. Mortalidad materna El paro cardiaco en la paciente embarazada ocurre en uno de cada 30,000 embarazos a término. A pesar de nuestros mejores esfuerzos, la mortalidad es superior que en la paciente no embarazada, debido a condiciones fisiológicas y anatómicas producidas por el propio estado gestacional,(tabla 1) que pueden llevar a compromiso de la vía aérea y circulatorios que dificultan el éxito de las maniobras de reanimación básicas y avanzadas.(1) La mortalidad materna es una preocupación a nivel mundial. Se sabe que diariamente mueren unas 1,600 mujeres en el mundo por complicaciones relacionadas con el embarazo. Se ha definido una muerte materna como aquella que se produce durante el embarazo y hasta un año después del parto, cuando esta se relaciona con estas condiciones. Se ha visto en forma reciente un incremento en algunas de sus causas, en especial las producidas por enfermedades agregadas al estado gestacional, como las cardiomiopatías. Las muertes maternas se han clasificado en tres tipos : Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 41 preparar a las personas involucradas en el cuidado materno a disponer de los recursos y conocer los algoritmos de reanimación cardiopulmonar como la asistolia o actividad eléctrica sin pulso. Directa: aquella ocurrida por complicaciones relacionadas con el embarazo y puerperio, por causa de una intervención, omisión y tratamiento incorrecto. Indirecta: la que resulta por el agravamiento de enfermedades preexistentes producido por los cambios fisiológicos del embarazo. Fortuita: muerte por causa no relacionada al embarazo o puerperio. Existe una gran discrepancia en las estadísticas de mortalidad entre los países desarrollados y los no desarrollados. Estos informes están relacionados con situaciones socioeconómicas bien establecidas. En los últimos 15 años la mortalidad materna en Estados Unidos de Norteamérica fue de aproximadamente 7.5 por cada 100,000 nacidos vivos, en el Reino Unido es de 11.4, mientras que en Gambia es de 1,005 y de 1,528 en Etiopía. Esta última es una de las más altas de los países de África y del mundo. En los países de Sudamérica el comportamiento epidemiológico en cuanto a mortalidad materna (muertes maternas por 100,000 nacidos vivos), si bien no es tan alto como en África, es muy variable con tasas bajas de 19 en Uruguay, comparadas con las de Bolivia que alcanzan 390. En Colombia estamos alrededor de 90 muertes maternas por 100,000 nacidos vivos. Esta elevada mortalidad en los países subdesarrollados de América Latina y África, puede explicarse, entre otras causas, por barreras a la educación en las mujeres, la pobreza, la inestabilidad social y política, y la elevada fertilidad en la población. Sin embargo algunos países como Kazajstán y Sri Lanka , clasificados como subdesarrollados, han establecido políticas y acciones de salud para detener las complicaciones maternas y por eso hoy en día cuentan con bajos índices de mortalidad materna. Es primordial generar protocolos encaminados a disminuir la morbimortalidad materna y establecer secuencias de trabajo organizadas para responder a situaciones de emergencias, como lo es el paro cardiaco en la paciente embarazada.(2,3) Al analizar la etiología del paro cardiaco durante el embarazo (tabla 2), encontramos en los tres primeros lugares a los trastornos asociados a la preeclampsia-eclampsia, la hemorragia y las complicaciones tromboembólicas;(2) entidades que pueden causar paro cardiaco, en el que se observan ritmos diferentes a la fibrilación ventricular o taquicardia ventricular sin pulso, que son los encontrados con mayor frecuencia en la población adulta. Es por eso que debemos 42 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Antes de entrar en contacto con la paciente e iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar es importante que los resucitadores utilicen guantes, cubrebocas y gafas para evitar transmitir o contagiarse con infecciones. En la paciente obstétrica críticamente enferma se deben realizar maniobras iniciales para prevenir el desarrollo de paro cardiorrespiratorio. Esta procedimientos incluyen: colocar a la embarazada en decúbito lateral izquierdo al menos 15 grados, suministrar oxigeno al 100 %, administrar líquidos endovenosos en bolo y evaluar los medicamentos que está recibiendo en ese momento, en especial fármacos intravenosos. En forma simultánea hay que tratar de definir la situación que tiene a la madre comprometida; si al tratar de establecer contacto verbal con la paciente esta no responde, se activa el código azul (respuesta organizada al paro cardiorrespiratorio) con un componente propio para la paciente obstétrica, como el de tener equipo quirúrgico disponible: obstetra, anestesiólogo, neonatólogo, instrumentador y personal de enfermería . La mejor maniobra para reanimar al feto es reanimar efectivamente a la madre La prioridad esta orientada al retorno y soporte de la circulación en la madre, para evitar secuelas por hipoxemia en ella y en el feto. Por esto se debe siempre seguir el siguiente algoritmo; ABCD primario A:Vía aérea. Colocar a la victima en la posición adecuada; para este fin disponemos de dispositivos como la tabla de Cardiff que permite lateralizar a la embarazada 30 grados y evitar la compresión aorto cava que produce efectos secundarios hemodinámicos adversos. (4) Cuando no disponemos de la tabla de Cardiff nos ayudamos de sillas y almohadas para lateralizar a la embarazada (figura 1), se hace desviación manual del útero (maniobra que se utiliza con mayor frecuencia) al menos de15 grados. Es importante tener precaución en el contexto de no causar trauma en la paciente, ya que estas maniobras podrían empeorar lesiones pre-existentes de la columna vertebral. E n esta situación la movilización de la paciente debe hacerse en bloque, asistidos por tablas espinales rígidas. El primer componente de la reanimación cardio pulmonar es mantener permeable la vía aérea. Luego de haber colocado a la embarazada en una posición adecuada; se usan las maniobras de extensión de la cabeza y elevación del mentón. Si se sospecha trauma utilizar solo tracción mandibular (figura 2). Se debe disponer siempre de dispositivos de succión y recordar al momento de colocarlos para permeabilizar la vía aérea sin producir trauma local. Es posible mantener a la paciente en posición lateral cuando respira adecuadamente después de haber permeabilizado su vía aérea, esto permite tener tiempo para analizar y tratar la causa del paro cardíaco. Figura 3. Maniobra de Hemlich en la embarazada. Tomado de Cardiac Arrest Associated with pregnancy. Circulation Figura 1. Posición materna para evitar compresión aortocava 2000;102 (Suppll 22):247-249. ventilaciones iniciales (ventilaciones de rescate), observando la expansión simétrica del tórax como medida que verifica la efectividad en las ventilaciones, siempre aplicando al mismo tiempo presión cricoidea (maniobra de Sellick). Si la paciente requiere soporte ventilatorio posterior a las ventilaciones de rescate es importante que se le coloque sobre una superficie plana, y que un asistente desvíe manualmente el útero grávido para atenuar los cambios hemodinámicos que produce la compresión aorto-cava. (figura 4) La asistencia ventilatoria posterior debe ser de una ventilación cada 5 segundos en caso de que la paciente presente signos de circulación (pulso, tos, movimiento o respiración); ante la ausencia de estos, la ventilación se cambiará a ciclos de 2 ventilaciones por cada 15 compresiones torácicas. Figura 2. Tracción mandibular para permeabilizar vía aérea Es importante señalar que para permeabilizar la vía aérea se pueden utilizar las modificaciones a la maniobra de Hemlich, (figura 3) cuando se presenta obstrucción de la misma por un cuerpo extraño. En la embarazada las compresiones se realizan a nivel torácico, colocando una mano, en medio del esternón de la víctima evitando el apéndice xifoides, se sujeta esta con la otra mano y se practican ciclos de 5 compresiones hasta que la victima arroje el cuerpo extraño o pierda la conciencia. B: Buena ventilación Si la paciente está en apnea o su respiración es inadecuada, se requiere soporte ventilatorio. En el medio hospitalario se obtiene con el empleo de un dispositivo bolsa-válvula-mascarilla, conectado a una fuente de oxigeno a 12 L/min. Se deben de administrar dos Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Figura 4 . Ventilación con presión cricoidea y desviación uterina manual La presión cricoidea definida como la compresión esofágica 43 producida por presión extrínseca sobre el cartílago cricoides, evita la dilatación gástrica que se produce por el aire insuflado y protege contra la broncoaspiración. Esta maniobra se debe realizar sobre la prominencia dura por debajo de la membrana cricotiroidea, utilizando los dedos pulgar y medio, dejando al índice para estabilizar la traquea. La fuerza adecuada para esta maniobra es de 40 Newton (la fuerza para que sienta dolor al apretar el puente nasal). Pruebe esta técnica sobre su puente nasal antes de aplicarla en su paciente y pregúntese si lo ha hecho de manera adecuada. No se debe liberar la presión cricoidea hasta verificar que la paciente está intubada y el globo del tubo endotraqueal está inflado. En caso de vómito, se debe liberar la presión cricoidea para evitar ruptura esofágica.(figura 5) embarazo. Figura 6. Compresiones torácicas . Observe la dificultad en la realización de las compresiones en esta posición y la falta de soporte posterior en la espalda e inestabilidad cefálica Figura 5. Presión cricoidea C: Circulación El paro circulatorio se diagnostica por la ausencia de pulso en una arteria mayor (carótida o femoral). Al confirmar esto se deben iniciar compresiones torácicas en ciclos de 15 compresiones por cada 2 respiraciones. Si la paciente por alguna razón estaba intubada o se intubó precozmente, las compresiones deberán ser sincrónicas con la ventilación (una ventilación cada 5 segundos). E l objetivo será proporcionar un mínimo de 100 compresiones torácicas en un minuto. Es difícil proporcionar estas compresiones torácicas en forma adecuada cuando la paciente se encuentra en posición lateral por la aplicación de dispositivos como tabla de Cardiff o sillas y almohadas (figura 6). En esta situación se sugiere, colocar una tabla rígida entre la paciente y la cama, obteniéndose con esto una superficie dura para aumentar la efectividad de las compresiones, deberá mantenerse al mismo tiempo la desviación manual del útero, el reanimador se mantendrá en posición cómoda sobre la cama, si es necesario deberá subirse a esta, para evitar flexión de sus codos (figura 7). Muchos de estos pacientes pueden presentar alteraciones de la coagulación como trombocitopenia, coagulación intravascular diseminada , por lo que es necesario recordar que una técnica de masaje cardiaco inadecuada puede desencadenar hemorragias intratoracicas por fracturas costales que normalmente no ocurren. Hay que realizar las compresiones torácicas 3 cm más por arriba del punto esternal tradicional, debido a los cambios torácicos inducidos por el desplazamiento cefálico de los contenidos pélvicos y abdominales causado por el 44 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Figura 7. Compresiones torácicas. Observe la tabla rígida entre la paciente y la cama (flecha roja), la desviación uterina manual y dos reanimadores sobre la cama para mantener una postura adecuada. D: Fije el monitor, evalúe ritmo indicado. cardiaco, desfibrile si está Cuando monitorizamos a las pacientes con palas o electrodos podemos diagnosticar cuatro alteraciones del ritmo cardiaco: f ibrilación ventricular, taquicardia ventricular sin pulso, asistolia y actividad eléctrica sin pulso. Cuando la paciente se lleva a terminación del embarazo por parto vaginal o cesárea, la utilización de técnicas analgésicas - anestésicas conductivas como la epidural pueden complicarse por el desarrollo de toxicidad sistémica producida por anestésicos locales, especialmente por bupivacaína, causando en la embarazada arritmias ventriculares. Esto puede suceder con dosis bajas, normales o altas administradas por vía epidural sin seguir las recomendaciones para la aplicación segura de fármacos como son: utilizar catéter epidural, realizar dosis de prueba, aplicar dosis fraccionadas, nunca administrar dosis completas de fármacos por aguja epidural, mantener contacto verbal con la paciente para detección precoz de signos de toxicidad (tinitus, calambre peribucal, escotomas). En la actualidad con el empleo casi rutinario de técnicas espinales (raquídeas) para cesárea y la administración de bajas dosis de anestésico local, por ejemplo bupivacaína 0.1 % o menor, en la analgesia epidural para parto o la aplicación de técnicas combinadas espinal – epidural,(8) la incidencia de toxicidad por anestésicos locales es muy baja. Las pacientes con diabetes mellitus tipo I, ateroesclerosis severa, dislipidemia, fumadoras inveteradas, síndrome de QT prolongado, hipertensión arterial con hipertrofia del ventrículo izquierdo pueden cursar con enfermedad coronaria concomitante. Por fortuna estas entidades no son frecuentes en el embarazo y representan menos del 10 % de las enfermedades cardiacas agregadas al estado grávido. Gracias al estudio anatomopatológico postmorten se ha podido demostrar que cuando las pacientes obstétricas desarrollan síndromes coronarios agudos, hasta un 63 % de los casos estos se asocian a lesión de las arterias coronarias y no a enfermedad ateroesclerótica.(7). También se han descrito alteraciones en las enzimas cardiacas indicativas de lesión miocárdica en pacientes obstétricas con cuadros hemorrágicos severos.(9) En esta situación la embarazada puede desarrollar arritmias cardiacas de tipo ventricular durante el paro cardiaco. La desfibrilación no está contraindicada en el embarazo. Cuando es necesario desfibrilar a una enferma se debe realizar de la manera convencional: tres descargas 200-300-360 Joules , la posición de las palas no se modifica, la única precaución adicional que debe tomarse se debe a que cuando la paciente se encuentra en decúbito lateral su mama superior puede entrar en contacto con la mano del reanimador y este ser afectado por la descarga. Es deseable disponer de electrodos para desfibrilación iguales a los del marcapaso transcutaneo y fijarlos a la embarazada para evitar el contacto directo con esta durante este procedimiento. La utilización del desfibrilador automático externo no está contraindicada en el embarazo . La cardioversión sincronizada tampoco se contraindica en el embarazo. Modificaciones ABCD primario en la embarazada Activación del código azul alertando equipo quirúrgico para posible realización de cesárea de emergencia (cesárea perimorten). Aliviar la compresión aorto-cava posicionando adecuadamente a la paciente, desviación uterina a la izquierda al menos 15 grados. La tabla de Cardiff puede proporcionar hasta 30 grados. Ventilación positiva con dispositivo bolsa-válvula-mascarilla, oxigeno al 100% y presión cricoidea suficiente. Si tiene el entrenamiento y el equipo disponible considere intubación temprana por el riesgo alto de broncoaspiración. Desfibrilar si está indicado: fibrilación ventricular, taquicardia ventricular sin pulso. No esta contraindicado el uso del desfibrilador automático externo durante el embarazo. Estar familiarizados con el diagnóstico y verificación de otras arritmias cardíacas durante el paro como asistolia, actividad eléctrica sin pulso. Estas pueden presentarse en la embarazada. ABCD secundario A: asegurar vía aérea. Intubación endotraqueal.(6) La incidencia de vía aérea difícil en la paciente embarazada es 10 veces mayor que en la población no obstétrica por la influencia de los factores enunciados mencionados en la tabla 1, es importante por lo tanto disponer del equipo y entrenamiento adecuados para manejar esta vía de manera exitosa. La primera recomendación para hacerlo es mantener adecuada oxigenación. Esto se logra proporcionando ventilación adecuada con un dispositivo bolsaválvula-mascarilla durante 30-60 segundos con oxígeno al 100 % y flujos altos 12 L/min, lo que permite eliminar el nitrógeno y dejar los alvéolos con oxígeno al 100% para que la embarazada pueda tolerar durante más tiempo la apnea que se produce mientras se realiza la laringoscopia, evitando el riesgo de hipoxemia durante este periodo. Al mismo tiempo alguien diferente al reanimador que está oxigenando, debe verificar los equipos, succión, fuente de oxígeno, tubos endotraqueales, laringoscopio, etc. Recuerde siempre mantener presión cricoidea adecuada. Debido a las mamas hipertroficas que tienen las embarazadas existe el riesgo de que estas interfieran y dificulten las maniobras de intubación, por lo que es aconsejable utilizar mangos de laringoscopio cortos (STUBBY) ya que estos no chocan con las mamas y tampoco con las manos del reanimador que está realizando presión cricoidea.(figura 8). Se deben utilizar tubos endotraqueales de diámetro menor a los convencionalmente usados en población no obstétrica, por ejemplo calibres 6, 6.5, 7 French debido al edema de mucosas y glotis en la embarazada. En caso de embarazadas con patología agregada como preeclampsiaeclampsia se debe contar con tubos endotraqueales de diámetros aún menores debido al edema de glotis. Siempre que se considere la intubación endotraqueal en embarazadas se debe disponer de medidas de control de vía aérea alternas, ya que los intentos repetitivos no exitosos de intubación endotraqueal pueden generar hemorragia y más edema, que al final llevan a perdida completa de ésta. Es ideal disponer de un carro de vía aérea difícil con dispositivos supraglóticos e infraglóticos. Considerar el uso del combitubo y el tubo laríngeo según experiencia del reanimador Cuando se sospecha obstrucción de vía aérea por cuerpo extraño puede utilizarse la maniobra de Heimlich. Las compresiones se realizan torácicas en vez de abdominales. Compresiones torácicas esternales 3 cm más alto que el punto habitual. Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Figura 8. Mango de laringoscopio corto (STUBBY) a la derecha. Observe como no choca contra la mano de quien realiza presión 45 cricoidea. al 10% B: Verificación de la intubación y fijación del tubo endotraqueal Tener siempre presente que no está contraindicado el empleo de la desfibrilación, ni de la cardioversión utilizando el argumento de que pueden ser nocivas para el feto. No difiere de lo que se hace en la paciente no obstétrica. Utilizar inicialmente métodos clínicos, excursión torácica simétrica y auscultación en 5 puntos y posteriormente aplicar dispositivos que midan CO2 espirado. Se fija el tubo y se conecta a un dispositivo para proporcionar O2 al 100 %. C: Establecimiento de accesos venoso, monitorizar el ritmo, uso de fármacos y continuar compresiones cardiacas. La mayoría de las embarazadas hospitalizadas tienen un acceso venoso periférico. En caso de no estar disponible la vía venosa para la administración de fármacos, considerar la inserción de un catéter venoso periférico, en el caso de ser esto difícil o imposible se puede utilizar el tubo endotraqueal para aplicar fármacos, administrándolo en su lumen en dosis de 2 a 2.5 veces más de la dosis habitual endovenosa. Por esta vías se pueden administrar: lidocaína, epinefrina, adrenalina, naloxona (nemotecnia LEAN). Se menciona que debido a que las embarazadas tienen un volumen de distribución mayor requieren más dosis cuando no presentan respuesta a las dosis convencionales del fármaco, no hay evidencia que respalde este concepto teórico. Es indispensable que las unidades obstétricas dispongan de equipos que ofrezcan la posibilidad de utilizarlos como marcapaso externo transcutáneo y como puente a marcapaso transvenoso para utilizarlo tempranamente en los algoritmos de asistolia presenciada. El soporte hemodinámico con circulación extracorpórea y masaje cardiaco directo a través de toracotomía es útil en situaciones como paro cardiaco prolongado después de una cesárea perimorten, embolismo de liquido amniótico o toxicidad severa por anestésicos locales. Para utilizar estas medidas se requiere el equipo humano y tecnología acordes para este tipo de situaciones. D: diagnóstico diferencial Para definir las condiciones que llevaron o están perpetuando el paro cardiorespiartorio utilizamos la nemotecnia de las 5 H y las 5 T. Veamos a continuación que situaciones en la gestante pueden explicar las 5 H y las 5 T : La selección de los fármacos dependerá del ritmo cardíaco que tenga la embarazada durante el paro, se deberán manejar las mismas dosis e indicaciones que en la paciente no obstétrica: Fibrilación ventricular – Taquicardia ventricular sin pulso: desfibrilar con 200-300-360 joules, si el paciente no responde a las tres primeras descargas se continua con el soporte vasopresor. Adrenalina 1 mg i.v. cada 3 minutos o vasopresina 40 U i.v. dosis única. Amiodarona en el caso de paro con fibrilación ventricular resistente a las descargas o recurrente, dosis inicial de 300 mg i.v. en bolo. Se puede repetir un bolo de 150 mg i.v a los 5 minutos. Si persiste el paro en la paciente, y cuando esta tenga ritmo de perfusión se administra una infusión de 1 mg/min por 6 horas y luego 0.5 mg/min durante 18 horas sin sobrepasar 2.2 gr en 24 horas. Asistolia: adrenalina1 mg i.v. cada 3 minutos y atropina 1mg i.v. cada 3 minutos, máximo 3 mg. Siempre usar marcapaso transcutáneo de manera temprana como puente al marcapaso transvenoso en asistolia cuando esta es el ritmo inicial del paro. Actividad eléctrica sin pulso: adrenalina 1 mg i.v. cada 3 minutos. Atropina 1mg i.v. cada 3 minutos, con un máximo 3 mg. Solo en casos que la actividad eléctrica sin pulso sea lenta (frecuencia en el monitor menor a 60 por minuto). Siempre considerar administrar una carga de volumen, suero salino 0.9 % 250 mL en bolo intravenoso, ya que la hipovolemia es causa frecuente de actividad eléctrica sin pulso. El gluconato de calcio es la droga de elección en la toxicidad por sulfato de magnesio en pacientes con preeclampsia-eclampsia, o cuando se utilizó este medicamento como tocolítico. Se administra en dosis i.v. lenta de 10 mL de gluconato de calcio al 10%. Es mas recomendable el cloruro de calcio i.v. 2-4 mg/kg de una solución 46 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Cesárea postmortem La operación cesárea postmortem fue introducida en la práctica clínica con el objetivo de salvar la vida de los fetos de madre muerta o perimortem. Los primeros documentos que nos reportan este procedimiento, datan de siete siglos antes de nuestra era, en la “Lex Regia”, de Numa Pompilio (715- 673 a .C.), durante el imperio romano, en la que se señaló: “Si mater pragens mortua fuerit, factus guam primun caute extrabatur: ac, si vivus fuerit baptisetur”. Se prohibía enterrar a la mujer que muriera estando embarazada, sino que había que extraerle el feto para que pudiera salvarse su alma . Acatando esta ley varios neonatos sobrevivieron, y posteriormente se estableció como “Ley Cesárea 2”. Son ejemplos de notables personajes nacidos por operación cesárea postmortem: Escipión el africano, Asclepio, Dionisio, Adonis, Bacco, Brahma, Buda, Eduardo VI de Inglaterra, San Ramón Nonato y Andrea Doria. Existen datos aislados en cuanto al número de cesáreas postmortem. La frecuencia reportada por diversos autores es la siguiente: Smith registró 114 casos con un 50% de supervivencia fetal de 1865 a 1926. Cloud informó en 1960 haber encontrado descritos en la literatura mundial 118 casos en los últimos 250 años. Behney en 1961 señala 135 casos con 11 que él suma a los encontrados en la literatura, de este total 37.5% de los recién nacidos fallecieron antes de salir del hospital. Duer de 1879 a 1956 registró 114 casos, encontrando que la enfermedad hipertensiva del embarazo ocupaba el primer sitio como causa de muerte materna. Katz(12) notificó el mayor número de casos recopilados en la literatura mundial con 269 cesáreas postmortem. Cuando la edad gestacional sobrepasa las 20 semanas, los efectos hemodinámicos adversos por la compresión aorto-cava del útero grávido han llevado a postular a la cesárea de emergencia como medida para mejorar la posibilidad de de sobrevida materna, y dependiendo de la viabilidad del feto y los recursos pediátricos disponibles, mejorar la sobrevida neonatal.(11) ¿Que debemos considerar antes de realizar una cesárea postmortem? Viabilidad fetal: c uando el útero grávido alcanza la cicatriz umbilical se correlaciona con una altura del útero de 20 cm, equivalentes a 20 semanas de gestación. C ada centímetro adicional confiere una semana mas de gestación. En Estados Unidos de Norteamérica y el Reino Unido alturas uterinas por encima de 24 – 26 semanas se consideran de viabilidad fetal. Dependiendo del recurso de la unidad de cuidados intensivos neonatales, debemos considerar en nuestro medio y preguntarle a nuestros neonatólogos cual es el límite que tienen en su Institución para considerar la viabilidad fetal. Los eembarazos de más de 24 semanas de evolución presentan cambios hemodinámicos atribuibles a compresión aorto-cava por el crecimiento uterino, cuando es necesario aplicar a estas embarazadas maniobras de reanimación cardio-pulmonar que tengan resultados exitosos es necesario considerar la realización de cesárea de emergencia para optimizar la circulación materna, y mejorar el pronóstico de la madre y el feto. Se debe disponer en los centros hospitalarios de recursos materiales y humanos suficientes, equipo multidisciplinario y la logística para aplicar todas estas medidas de la reanimación cardio-pulmonar de manera oportuna. El tiempo es vital. Como norma general se maneja la ley de los 5 minutos, la cual consiste en que al momento del paro cardiaco se debe activar todo el equipo quirúrgico con el fin de realizar la extracción fetal. Cesárea perimorten antes de los 5 minutos de haber ocurrido este, con el fin de mejorar el pronostico materno y sobre todo minimizar la disfunción neurológica neonatal como podemos observar en la tabla 4. productos de cesáreas perimorten que se realizaron después de 5 minutos de maniobras de reanimación. Obviamente estos números nos están advirtiendo sobre la prontitud con que se debe pensar en realizar la cesárea, lo cual resalta la importancia de la activación del código azul, e implica la acción inmediata del grupo quirúrgico. También existen reportes de casos en los que la madre desarrolló muerte cerebral en edades gestacionales muy tempranas y bajo lineamientos de un comité de ética se decidió preservar sus funciones biológicas para ganar tiempo y madurar al feto in útero para posteriormente terminar el embarazo y suspender las medidas de soporte a la madre.(10) Modificaciones al ABCD secundario en la embarazada (5) Intubación orotraqueal, puede ser difícil, hay que disponer del equipo adecuado. Disponer de carro de vía aérea difícil en los servicios obstétricos Identificar y tratar ritmos cardíacos durante el paro diferentes a la fibrilación ventricular y la taquicardia ventricular sin pulso. Considerar situaciones clínicas especiales como toxicidad por drogas (sulfato de magnesio, anestésicos locales), síndrome Hellp, estatus convulsivo por eclampsia o hemorragias intracerebrales, fenómenos embólicos, hemorragias severas. Equipos de monitorización y desfibrilación con la posibilidad de marcapaso transcutáneo Considerar la cesárea de emergencia “perimorten” como medida para mejorar pronostico materno y fetal. Es vital tener disponible la logística para realizarla en los primeros cuatro minutos, con nacimiento al quinto minuto. Conclusiones La reanimación cardiopulmonar en la embarazada impone un reto adicional al grupo que la enfrenta, sobre todo porque no existen guías claras basadas en la evidencia que permitan enunciar recomendaciones como las que existen para adultos no gestantes o población pediátrica. Los conceptos aquí expresados son parte de las recomendaciones de un grupo de personas que trabajamos exclusivamente en el área materno fetal.(6) Pensamos que estas sugerencias pueden ser el punto de partida para el desarrollo de protocolos y posteriormente estudios prospectivos y controlados que nos permitan obtener las normas esperadas por todos los que laboramos en el área de la salud, especialmente en obstetricia, con el objetivo de aplicarlas para impactar favorablemente en la sobrevida materno fetal y en el pronóstico neurológico del recién nacido. Referencias Whitty. Janice E. Maternal Cardiac Arrest in Pregnancy. Clin Obstet Ginecol 2002; 45:377-92 Hay informes de neonatos sin secuelas neurológicas que fueron Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 1. Guidelines 2000 for cardiopulmonary resuscitation and emergency cardiovascular care. International consensus on science. Cardiac Arrest Associated with pregnancy. Circulation 2000;102 (Suppl 22):247-2 49 2. 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Esta es la utilización continua e incontrolada de sustancias que modifican el humor y el comportamiento provocando graves consecuencias físicas y psicológicas. En la misma para anestesiólogos pueden interactuar diversos factores como la predisposición genética, factores psico-sociales, biológicos, historia familiar de abuso, historia personal de abuso, estrés laboral crónico, y él fácil acceso y disponibilidad de la droga en el trabajo. Puede generar consecuencias personales , familiares y laborales. Las personales se relacionan con un progresivo deterioro en su estado de vida y salud, síndrome de abstinencia, la posibilidad de recaídas, alteraciones siquiátricas como angustia, depresión , llegar a la muerte por suicidio y por sobredosis. Las familiares se vinculan a altas tasas de divorcios y patrones de desmembramiento familiar. Las laborales se vinculan a incapacidad de realizar sus tareas habituales, probabilidad de errores médicos pudiendo llegar a la mala practica y abandono de la especialidad . Frente a la sospecha de farmacodependencia debe realizarse un proceso de identificación, intervención para su ingreso a programas de tratamiento. Enfrentados a esta realidad debemos asumir el concepto de responsabilidad compartida desde una triple perspectiva que involucre al anestesiólogo, a las sociedades científico – gremiales y a las instituciones medicas empleadoras para lograr abatir, desviar o disminuir estos riesgos Palabras claves: Anestesiólogos, Farmaco dependencia, Opiáceos, Sobredosis., Muerte, Suicidio Introducción L a utilización de sustancias psicoactivas en forma indebida puede desembocar en el abuso, en la adicción y en la dependencia química.(1,2,3) La fármaco dependencia es una enfermedad devastadora, progresiva, recidivante y crónica caracterizada por una dependencia química que debe ser reconocida antes de ser tratada y con la característica que el enfermo no acepta su enfermedad. (4) La dependencia química es la utilización continua e incontrolada de sustancias que modifican el humor y el comportamiento provocando graves consecuencias en lo físico, psicológico. (1,2,3) En el concepto de dependencia química se asimila a enfermedad crónica e incurable, que solo puede ser controlada. La visión actual de la fármaco dependencia tanto en anestesiólogos como en los residentes de anestesia muestra una realidad preocupante y compleja, ya que involucra la drogadicción relacionada al ámbito laboral con los fármacos que tiene la responsabilidad de administrar para realizar sus anestesias,(5,6) sumado a un proceso de desmejoramiento progresivo del profesional en su estado de vida y salud. Esto genera una incapacidad que representa un riesgo para la comunidad, los pacientes, el hospital , colegas y su familia. (6,7,8,9) En nuestro abordaje debemos subrayar que a pesar que puede haber consumo, abuso y/o adicciones a diferentes fármacos, los opiáceos son los de mayor frecuencia e impacto para la salud y la vida de los anestesiólogos, serán a los que nos orientaremos en este articulo. Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Esta revision esta dirigido a los anestesiólogos buscando mediante un abordaje integral del tema aportar información, educar y buscar crear una conciencia colectiva. Incidencia La realidad actual muestra que la morbilidad por auto administración de fármacos es mucho mas frecuente entre anestesiólogos que los efectos adversos por otros riesgos potenciales en el quirófanos. (10) En este sentido, diversos estudios han planteado que es más común el consumo de opiáceos entre anestesiólogos que en otras especialidades,(11,12) así como una tendencia de mayor consumo de sustancias psicoactivas mayores en anestesiólogos en comparación con los internistas.(13) La estadística real de abuso, adicción y dependencia química entre los médicos, y en especial entre anestesiólogos resulta muy difícil de establecer. Los datos surgen fundamentalmente de fuentes como estudios retrospectivos, programas de tratamientos y en estudios prospectivos. En estudios retrospectivos la incidencia de abuso en anestesiólogos varió del 1% al 5% en diversos estudios en Estados Unidos de Norteamerica. (14-17) Los estudios prospectivos en Latinoamérica muestran una incidencia promedio de abuso a drogas de 1.7% , donde el 75% fue a opiáceos.(18) En los Estados Unidos de Norteamerica sólo el 4% de los médicos son anestesiólogos, sin embargo en programas de tratamiento 49 la incidencia fue importante mostrando que el 12 % -14% de médicos tratados por dependencia química eran anestesiólogos. (19) De estos, el 50% tenía menos de 30 años, una tercera parte eran residentes, siendo los opiáceos ” los preferidos” con mayor frecuencia por los anestesiólogos más jóvenes. El fentanil fue el narcótico que más abusaban.(20) Este mismo estudio incluyo 133 programas académicos de anestesia en ese pais y mostró una incidencia de abuso del 1% para especialistas y de 1.6% para residentes.(20) La incidencia de farmacodependencia en los residentes de anestesia mostró que el 33.7% del total de médicos tratados en terapia por adicción eran residentes de anestesia, teniendo 7.4 veces mayor incidencia que residentes de otras especialidades.(21) Una encuesta de residentes de la American Association of Anesthesia evidenció una incidencia de abuso del 34. 5% con predilección por el fentanil.(22) Nos podemos preguntar ¿Que característica tienen los anestesiólogos adictos? Los siguiente datos nos marcan un perfil a saber: el 50% son menores de 35 años, con gran representación de los residentes, siendo el 67-88% varones , el 75-96% de raza blanca, con 76-90% de adicción a los opiáceos como droga principal , asociado al 35-50% a uso de polidrogas, con 33 % con familia con historia de drogadicción y 65% fueron asociados a departamentos académicos.(23,24) Factores de riesgo: Poder afirmar que factores de riesgo tienen los anestesiólogos en esta temática es difícil por que la fármaco dependencia es compleja y en ella pueden incidir diversos factores como la predisposición genética, factores psico –sociales, biológicos, historia familiar de abuso, historia personal de abuso, estrés laboral crónico, disponibilidad de la droga.(7,24,25) La predisposición genética puede contribuir a la progresión de abuso a adicción, donde se sugiere pueda tener una base bioquímica cerebral relacionada a alteraciones del neurocircuito mediadas por neurotrasmisores dopaminérgicos.(26,27,28) La historia personal se caracteriza por el uso experimental aumentando el riesgo de avanzar a la adicción. La historia familiar es un factor de importancia ya que hace un entorno viable para la adicción.(29,30) En el caso de los anestesiólogos, además de los factores nombrados, inciden aspectos vinculados al intenso estilo de vida laboral,(31) sobre todo el excesivo estrés laboral crónico y la disponibilidad y el fácil acceso de la “droga a elección” en su trabajo diario,(7,10) sumada a patrones de falta de auto estima, negación de la situación. El estrés laboral crónico, sobretodo bajo la forma del síndrome de Burn out en el anestesiólogo surge debido a un estilo de vida muy particular, con intensa carga física y psíquica, con la responsabilidad por la seguridad del paciente, en un ambiente de trabajo muy competitivo, expuestos a riesgos biológicos, con contacto con pacientes graves, contacto con la muerte, con una modalidad laboral de “ alta presión “ con exceso de horas trabajadas, horas nocturnas, con inadecuados calendarios laborales, con fatiga y deprivacion del sueño y con un progresivo desajuste de las expectativas profesionales y personales.(7,31-38) Cuando hay adicción debe haber urgencia por consumir la droga y el acceso a ella, en ese sentido el anestesiólogo tiene la disponibilidad y el acceso de la droga a “ elección “ en el trabajo. 50 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Por esto se dice que trabajamos en la tienda de las golosinas (candy store). Esta afirmación queda evidente cuando el 85% de los residentes de anestesiología en programas de recuperación de fármaco dependencia indicaron que el tener la droga a su alcance influyo en la elección de la especialidad.(19) Desarrollo de la Enfermedad La enfermedad se desarrolla en forma progresiva, recidivante y crónica. La rapidez de inicio y la evolución de la farmaco dependencia está relacionada a la potencia de la droga “de elección “. En el caso de los opioides, como por ejemplo el fentanil, toma entre 6-12 meses en hacerse aparente. En cambio el sufentanil lleva entre 1-6 meses hacerse aparente, evidenciándose sobretodo en el medio hospitalario.(4) Durante el corto curso de la adicción al fentanil o al sufentanil, el adicto desarrolla una tolerancia increíble, lo que provoca el uso de dosis progresivamente mayores. Para tener una real dimensión del problema, los adictos pueden llegar a tener que inyectarse entre 80 a 100 mL de fentanil por día, o en el caso del sufentanil a las pocas semanas de adicción pueden llegar a inyectarse de 10 a 20 mL por día. La muerte por sobredosis es frecuente.(4) Es característico que se desarrolle en diferentes ámbitos ya sea social, familiar y laboral.(4,6) En el proceso evolutivo pueden padecer trastornos físicos, psicológicos y sociales crónicos que se pueden evidenciar fuera y dentro del hospital.(4,23) En el hospital adoptan patrones de conductas característicos, con cambios inusuales de comportamiento, cambios de su estado de animo con periodos de depresión , enojo e irritabilidad alternando con periodo de euforia. También se denota descuido en el llenado de la hoja anestésica, prescriben cada vez mas cantidades de narcóticos, solicitan mayores cantidades de narcóticos para la cirugía que está alizando, no quieren tomar tiempo para comer o descansar, les gusta trabajar solos para usar técnicas sin narcóticos y desviarlos para su uso personal. Son difíciles de ubicar entre anestesia y anestesia realizando breves ”siestas” después de usar la droga. Es muy común que se encuentran en el hospital aunque no tengan que trabajar para estar cerca de las drogas y evitar abstinencias. Suelen usar ropa de manga larga para esconder las huellas de las agujas y combatir la sensación de frío que experimentan. Cuando la adicción está instalada tienen progresiva perdida de peso, palidez, con pupilas puntiformes y son encontrados muertos por sobredosis en sus cuartos de guardia o en baños.(4,23) Los patrones de conductas característicos fuera del hospital son el aislamiento de la familia, con cambios inusuales del comportamiento, peleas y discusiones en su casa con problemas de conducta en sus hijos. Habitualmente esconden agujas y niegan la drogadicción. Socialmente tienen relaciones extra matrimoniales, presentan problemas legales y cuando no pueden manejar la situación y el síndrome de abstinencia, buscan realizar la llamada cura geográfica cambiando de lugar y/o ciudad de trabajo. Cuando progresa la adicción suelen tener disminución de la actividad sexual, perdida de peso, palidez, pupilas puntiformes y signos de abstinencia. Pueden ser encontrados trágicamente muertos por sobredosis.(4,23) Consecuencias Las consecuencias personales son muy importantes y graves en algunos casos, llevando a un progresivo deterioro en su estado de vida y salud, síndrome de abstinencia, la posibilidad de recaídas, alteraciones siquiátricas como angustia, depresión , y llegar a la muerte por suicidio y por sobredosis. (4,6) La recaída en aquellos anestesiólogos con historia de adicción a narcóticos, quienes retornaron a su trabajo varió del 19% al 26%, y hasta el 40 % (4,12,39). La muerte puede ser la forma de presentación como síntoma inicial de recaída en el 16%.(13) El riesgo de suicidios fue 3 veces superior en anestesiólogos en relación a un grupo de control.(40) En estudio realizado en México sobre informes de jefes de servicio se registraron 7 muertes por suicidio relacionada a fármaco dependencia principalmente a opiáceos.(41) La muerte por sobredosis fue del 10% en 10 años sobre 285 casos (14) y del 16% en 5 años sobre 44 casos (15), así como las 26 muertes en 2 años comunicadas por Silverstein. (42) El riesgo especifico de muerte en el anestesiólogo fue 2 veces superior en suicidios relacionado a sobredosis de drogas, y 3 veces superior de muerte relacionado a drogas con respecto a los médicos internistas, vinculadas a la etapa de la residencia en los primeros 5 años.(43) En definitiva, el suicidio por sobredosis así como la muerte relacionada a las drogas resultan los riesgos mas significativos de mortalidad ocupacional del anestesiólogo en la actualidad.(7) clínica y del contralor de drogas. En ese momento se instaura una investigación con el objetivo de llegar al diagnóstico y tratamiento.(47,48) Luego se realiza la intervención, que resulta el proceso en el que se prueba que una persona con dependencia química está enfermo, que necesita tratamiento.(49) La misma debe ser realizada por un comité hospitalario y por un comité de la sociedad o federación de anestesia, para introducir los programas de terapeutica.(50) El tratamiento debe ser realizado por un equipo multidisciplinario: psiquiatra, internista, neurólogo, especialista en adicciones, nutricionista, asistente social, etc., involucrando al adicto y su familia.(51,52,53) Este manejo tiene varias fases: Fase temprana. Internado con objetivos de desintoxicación, educación intensiva y modificación del comportamiento. Fase intermedia. Es aquella etapa donde se hacen terapias de grupo y de auto ayuda como Narcóticos Anónimos, con el objetivo de total abstinencia . Fase avanzada. Etapa en la cual por un lado se le da el alta formal pudiendo en algunos casos firmar contratos de contralor, y por otro se recomienda o no volver a ejercer su especialidad. Las consecuencias familiares se vinculan a altas tasas de divorcios como se refleja en Estados Unidos de Norteamerica donde los anestesiólogos desmejorados por las drogas presentaron 34 % de divorcios y una inadecuada relación con los hijos, lo que genera un patrón de desmembramiento familiar.(44) La reincorporación tanto al hogar así como laboral es un momento clave y difícil ya que tiene amplia repercusión en la futura vida del adicto. La reincorporación laboral es un tema delicado y polémico; dilucidar si el anestesiólogo en recuperación debe regresar a la practica anestésica. En una encuesta de la ASA de los programas de entrenamiento indican que solo el 50% de los adictos a fentanil son reincorporados, y de aquellos regresados la mitad renunció, además del resto el 20% tuvieron recaídas y abandonaron.(4) Las consecuencias laborales se vinculan al desarrollo de incapacidad de realizar sus tareas habituales, menor seguridad, probabilidad de errores médicos pudiendo llegar a la mala practica y abandono de la especialidad.(8,45) Se han establecido categorías para el posible retorno del anestesiólogo en programas de tratamiento elaboradas por el Talbott Recovery Program aplicada en 10 estados en Estados Unidos de Norteamerica, los mismos son:(53,54) Las consecuencias legales que puede afrontar el anestesiólogo adicto a psicofarmacos es un tema polémico, difícil de abordar por lo complejo de la enfermedad por un lado, y por el otro, por los diferentes matices de las legislaciones entre los distintos países, como ejemplo en Estados Unidos de Norteamerica si alguna autoridad sanitaria decide prohibir al anestesiólogo en recuperación regresar a la práctica basándose solamente en su historia de adicción, el anestesiologo afectado puede iniciar una acción legal. En ese hay una ley federal que protege a los trabajadores discapacitados conocida por las siglas ADA. (Acta de Americanos con Discapacidad). Por definición la adicción es una discapacidad, y por este hecho es que a un anestesiólogo farmacodependiente en recuperación que se ha sometido a tratamiento con éxito, que posee un entrenamiento adecuado y controles normales no pueden negarle trabajo el empleador. Por lo tanto, la decisión y su implicancia legal es muy compleja. La ADA puede exigir una reubicación razonable para aquel adicto calificado que quiere volver a la practica medica.(46) Categoría I. Son aquellos profesionales que retornan a la practica de la anestesiología inmediatamente después del tratamiento. Este grupo son los que aceptan y entienden su enfermedad , los que tienen vínculos con alcohólicos anónimos o con narcóticos anónimos, con adecuado soporte familiar, con contrato de 5 años de contralor, que demuestren tener estilo de vida balanceada y que tenga el respaldo de el equipo del programa de tratamiento. Conductas Cuando hay sospecha de un adicto debe realizarse la identificación, momento en el cual se obtiene información administrativa, Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Categoría II. Son aquellos con posible retorno a la anestesiología. Este grupo ha estado 1-2 años fuera del trabajo, en tratamiento, que han comenzado su recuperación de recaídas, con una familia que mejoró su apoyo, con compromisos con alcohólicos y narcóticos anónimos, con mejoramiento en cuanto a su destreza o técnica para trabajar, con alguna actitud negativa frente a la enfermedad, adecuado estado de ánimo y sin problemas psiquiátricos . Categoría III. Aquellos colegas anestesiólogos que se redirecionan hacia otra especialidad, con un prolongado uso intravenoso de drogas, con tratamientos con fallos y recaídas, donde permanece activa la enfermedad, con inadecuado entorno familiar, no cumplieron su contrato de contralor, con deficiente recuperación de su estado de ánimo, sin relación con los grupos de alcohólicos y narcóticos anónimos y con severos problemas psiquiátricos 51 Recomendaciones No hay forma de asegurar que el abuso de sustancia psicoactivas no conduzca a la adicción por lo tanto la única protección absoluta es evitar el completo uso ilícito de las drogas.(7,25) Estrategias Es por esto que es determinante una estrategia integral que involucre a los anestesiólogos, a las sociedades y/o federaciones de anestesiología, a las autoridades sanitarias y los empleadores. Política de prevención. (24,55,56). Estas politicas preventivas se basan en una estrategia de prevención conjunta a través de programas de: Educación, información y difusión para el anestesiólogo En residentes de anestesia, considerada población de alto riesgo desde su ingreso, deben recibir Cursos de educación sobre fármaco dependencia curriculares Información por distintas vías como: Posters, carteles, afiches sobre de los peligros de la adicción / dependencia química en el anestesiólogo Distribuir videos temáticos Material bibliográfico Realización de talleres en conjunto con familiares Jornadas científicas de residentes sobre el tema Obligación de asistir en congresos a conferencias vinculadas al tema con valor curricular En los especialistas se buscará educar e informar a través de: Estimular la lectura de estos temas en los servicios Estimular la memoria visual teniendo en los servicios de anestesia: posters, carteles, afiches sobre los peligros de la adicción / dependencia química en el anestesiólogo Asistencia a cursos sobre el tema Asistencia en congresos a conferencias sobre el tema Disponer de la sociedad de anestesia de información ya sea on line , folletos, de la revista científica, videos etc En todos los casos debe haber una línea telefónica (hot line) con información para médicos y familiares Identificación de los potenciales adictos. Se debe instaurar en los servicios de anestesia un Programa continuo de Identificación de Residentes y/o especialistas de potencial “alto riesgo “ (57) Identificación en residentes y/o especialistas de anestesia. (25,55,57) Se realizará encuesta de evaluación de hábitos, personalidad, antecedentes personales, psicológicos, etc. Entrevista psicológica Exámenes de sangre al ingreso por ej: hepatitis, VIH, etc. Rinoscopia obligatoria Examen de orina Consulta psiquiátrica Evaluación de tipo de medicación de uso frecuente. Por ej. Psicofármacos, etc. Conocimiento de su realidad familiar actual Antecedentes personales previos de drogadicción social, familiares, otras adicciones Evaluación de conductas dentro y fuera del hospital Monitoreo continuo de los residentes 52 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Todas estas medidas son tendiente a identificarlos y realizar la intervención para ingresarlos en tratamientos, en algunos casos para salvarles la vida, adelantarnos a situaciones futuras por el propio desarrollo de la enfermedad y buscar reorientar al residente o al estudiante de pre grado hacia otra especialidad. Con esto siempre debe quedar claro el concepto de prevención y protección al colega desmejorado o enfermo por su adicción. Manejo de potenciales factores de riesgo: Manejo del estrés crónico laboral Vigilancia continua de medicación psicoactiva y materiales accesorios etc. Política de Educación, Información y difusión para el anestesiólogo y familiares (25,55,56) Manejo de Potenciales Factores de Riesgo Protocolos para el manejo del estrés crónico laboral (7,24,25,55) Se basa en el abordaje integral de cómo cambiar la organización para prevenir el estrés laboral . Cuidadoso planeamiento del calendario laboral en el cual e equilibren las horas de trabajo diurnas y nocturnas para evitar la fatiga y la deprivación del sueño buscando que el volumen de trabajo coordine con las habilidades y los recursos de los trabajadores Protocolo de Vigilancia continua de acceso y disponibilidad de Medicación psicoactiva y Material accesorio ( jeringas agujas etc.).(7,20,24,54,55) Custodia y Contralor de drogas narcóticas en el Quirófano Farmacia satélite en el quirófano Determinación estricta y exacta de la necesidad de los narcóticos y su dosificación ( dosis unitaria a cada paciente ) Contralor de dosis en cada caso , al comienzo su entrega y final Se requiere cooperación entre Anestesiólogo jefe / Farmacéutico / encargado del personal de enfermería del quirófano Se debe realizar control de jeringas y agujas Contralor administrativos en las hojas de registro anestésicos Contralor de recetas de narcóticos de cada anestesiólogo Control indirecto es a trabes de la opinión del paciente en cuanto al dolor Dispensador electrónico en el Quirófano Debe contar con una habilitación para poder retirar medicación a usar Debe establecer que medicación Debe establecer que dosis Estos pasos quedan registrado para el que retira así como para el contralor en la maquina Controles fuera del Quirófano Controles estrictos de medicación controlada , jeringas etc. No habilitación para el retiro de medicación a anestesiólogos durante su turno No habilitación para el retiro de medicación a anestesiólogos fuera de su turnos de trabajo Política de respaldo al anestesiólogo y familia (25,55) Basadas en Disponer de ayuda siempre con líneas telefónicas abiertas las 24 horas para ayudar tanto para familiares como para adictos Disponer de programas de rehabilitación de la fármaco dependencia para el anestesiólogo Disponer de programa de ayuda económica para financiar tratamiento y rehabilitación Conclusiones Estamos frente a una dura realidad para los anestesiólogos, preocupante y que avanza . La misma produce desmejoramiento del estado de vida y salud, daño familiar y perdidas irreparables por lo que debemos asumir una responsabilidad compartida desde una triple perspectiva:(25,55) De parte del anestesiólogo que debe educarse en el tema De las instituciones médicas empleadoras que deben tener programas de prevención y protección tendientes a identificar los potenciales adictos, manejar los factores de riesgos y tener contraloría de los fármacos De las sociedades y/o federaciones de anestesia que deben de tener un rol protagónico a través de una política integral sobre el tema apuntando a : Información, educación del tema Organización para protección del colega enfermo Programas de rehabilitación Disponer de respaldo económico para el colega y su familia . Todo esto alineado en un programa de salud ocupacional para nuestros especialistas. Finalmente una reflexión : “la adicción es una enfermedad para toda la vida, sus efectos agudos pueden superarse, pero sus secuelas dejan sus marcas indelebles en cada victima” Referencias 1. Rinalde RC, Steidler EM , Wildfor BB, Goodwin D. Clarification and standardization of substance abuse terminology. JAMA 1988;259:55. 2. Diagnostic and statistical manual of mental disorders: DSMIV. 4th ed. Washington, DC. American Psychiatric Association 1994:175-272. 3. Czernichow S, Bonnet F. Le risque de toxicomanie chez les medecins anesthesistes. Ann Fr Anesth Reanim 2000;19:668-674. 4. Arnold W. Task force on chemical dependence in anaesthesiologists :What you need to know when you need to know it . Illinois. American Society of Anesthesiologists;1998. 5. Hedberg E. Anesthesiologists: Addicted to the drugs they administer . ASA Newsletter 2001;65:5. 6. Calabrese G. Visión actual de la fármaco dependencia en anestesiólogos. Rev Arg Anest 2004;62:106-113. 7. Calabrese G. 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Resumen La realidad actual nos muestra anestesiólogos trabajando largas horas diurnas y nocturnas en ambientes estresantes , sin facilidades para el descanso adecuado .Éstos calendarios laborales pueden generar efectos sobre el organismo como alteraciones del ritmo circadiano , deprivaciòn del sueño y fatiga y de esta manera producir un impacto principalmente sobre la salud y como onda expansiva en el rendimiento y en la seguridad de pacientes .Las alteraciones del ritmo circadiano genera un patrón de desincroniazaciòn en la vida que produce un impacto sobre la salud provocando alteraciones : digestivas , del patrón de sueño , en la temperatura corporal , secreción de adrenalina, cardiovasculares, en el comportamiento humano y en la actividad hormonal. Las deprivaciòn del sueño impacta sobre la salud provocando desórdenes gastrointestinales , endocrinos y psiconeuroticos., sobre el rendimiento y la seguridad provoca alteraciones psicomotoras , cognoscitivas afectando la performance clínica y contribuyendo al “ error humano”.La fatiga impacta sobre la salud provocando cansancio físico ,estrés, depresión ,cefaleas, alteraciones ginecológicas y obstetricas , sobre el rendimiento y seguridad disminuye performance intelectual y psicomotora favoreciendo el error humano. La fatiga contribuyó al 6O% errores en cuidados anestésicos ,al 86% de errores en el manejo clínico anestésico , 6% a incidentes críticos en anestesia , 10 % de errores en la administración de drogas equivocadas. Los inadecuados calendarios laborales en anestesiólogos generan situaciones que suponen un costo alto en la salud y rendimiento , exposición de los pacientes a situaciones de riesgo. Palabras clave: Anestesiólogo, Riesgos, Organización laboral, Calendario laboral, Salud, Rendimiento, Seguridad Introducción E l escenario laboral actual para los anestesiólogos ha sufrido cambios vertiginosos en los últimos tiempos debido a efectos de la globalización económica , las nuevas reglas de mercado y a las nuevas tendencias de los modelos de gestión y administración en salud.(1,2,3,4) En ese escenario cobran una importancia superlativa los riesgos profesionales relacionados a la organización laboral.(4) La misma depende del equilibrio entre otras cosas de la política laboral de la institución empleadora, del diseño del puesto trabajo, de la densidad de tareas y del calendario laboral. Sin dudas el calendario laboral es uno de los pilares de la organización laboral del trabajador teniendo a la hora de trabajo tanto en cantidad y calidad como la variable de mayor incidencia .Es entonces que el calendario laboral se compone de la interrelación dinámica de variables tales como la carga horaria, expresadas en horas / día, horas /por semana , horas continuas , horas extras , horas diurnas , horas nocturnas (4,5,6) y la organización de los turnos de trabajo en cuanto a horas de comienzo , dirección , rotación y los descansos.(7-14) A continuación nos orientaremos dentro de los riesgos profesionales relacionados a la organización laboral a la realidad de los calendarios laborales del anestesiólogo y sus potenciales efectos sobre la salud, rendimiento y seguridad. Realidad de los calendarios laborares del anestesiólogo La realidad actual nos muestra anestesiólogos trabajando largas horas en ambientes estresantes , sin facilidades para el descanso adecuado. (15) En ese contexto el perfil del calendario laboral en el especialista y el residente de anestesia se caracterizan por el exceso de horas trabajadas por día / semana ya sea horas diurnas, nocturnas, horas extras, horas continuas por día con y sin descanso, Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 horas diurnas más nocturnas , horas nocturnas y su continuidad con horas diurnas, y sin facilidades para el descanso adecuado diario, semanal y anual .(4,5,6,15). Esta realidad la reflejan varios estudios, en el caso de los especialistas se registraron cargas horarias entre 24-72 horas semanales en Latinoamérica,(16) y entre 24-96 horas semanales en USA.(17) En Nueva Zelanda la carga horaria registrada fue entre 35-95 horas semanales, remarcando que el 47% de especialistas reportaron trabajar más de 70 horas semanales en los últimos 6 meses, y periodos continuos de trabajo de 20 horas promedio.(18) En el Reino Unido la carga horaria registrada fue entre 48-112 horas semanales, con 75 horas semanales promedio.(19) En el caso de los residentes de anestesia en Estados Unidos de Norteamérica se registraron cargas horarias de 48-96 horas semanales, con 36 horas continuas de trabajo.(17) En Nueva Zelanda se registraron cargas horarias entre 45-70 horas semanales, donde el 79% trabajaron más de 70 horas a la semana en los últimos 6 meses, periodos continuos de trabajo de 20 horas promedio, y un promedio de 2.7 noches por semana.(18) La realidad actual muestra que en la mayoría de los estudios realizados se registran cargas horarias que exceden las 58 horas semanales que dictan las regulaciones de horas de la Comunidad Europea en el campo medico en la actualidad y las 48 horas semanales establecidas para comenzar a regir a partir del 2009,(20,21) así como las regulaciones para el trabajo de residentes médicos en Estados Unidos de Norteamérica que es de 80 horas semanales vigente desde el 2003.(22) También se exceden las regulaciones de horas de trabajo en campos no médicos como son los transportistas terrestres y aéreos, que son de 60 horas por semana.(19) 55 En Latinoamérica no existen regulaciones especificas para el especialista de anestesia y /o residente, estando en proceso la realización del código regulador de horas de trabajo para el anestesiólogo por la CLASA. Esto se hace a través de su Comisión de Riesgos Profesionales. Riesgos de los calendarios laborales Los factores de riesgo en el anestesiólogo se vinculan a los calendarios laborales inadecuados, en los cuales existe un desequilibrio entre las horas trabajadas y las horas de descanso, situación que lo distingue de otras especialidades.(23) Entonces, ¿que riesgo asume para la salud por su calendario laboral ? Los diferentes niveles de riesgo para la salud están en función de cómo esté estructurado el calendario laboral, y se han clasificado como bajo, significativo y alto.(24) Riesgo bajo. Se considera bajo si trabaja menos de 50 horas semanales, 10 horas consecutivas trabajadas al día, no realiza turnos nocturnos, no realizan extensión del turno en la noche, y disponen de 10 horas de descanso entre turnos de trabajo,2 días libres de trabajo por semana. Riesgo significativo. Se puede considerar un riesgo significativo cuando se trabaja entre 50 a 70 horas por semana,14 horas consecutivas al día,1 o 2 turnos nocturnos por semana, se tiene extensión del turno en la noche, menos de 10 horas de descanso entre periodos de trabajo,1 día libre de trabajo a la semana. Riesgo alto. Es cuando se trabaja 70 o más horas a la semana,14 o más horas consecutivas al menos 2 veces por semana, trabajo 3 turnos nocturnos por semana, tiene extensión nocturna del turno y no tienen día libre. La Asociación Médica Australiana establece que aquellos médicos que trabajen cargas horarias superiores a las 70 horas semanales tienen alto riesgo para la salud y por ende tienen mayor probabilidad de riesgos de accidentes, injurias y enfermedades. Por lo tanto, debido a las características del calendario laboral, el anestesiólogo asume en general un riesgo significativo o alto para la salud.(24) Efectos de los calendarios laborales Los inadecuados calendarios laborales pueden generar efectos sobre el organismo como son las alteraciones del ritmo circadiano, alteraciones del patrón de sueño y fatiga (25, 26,27,28) y de esta manera producir consecuencias, principalmente sobre la salud y como onda expansiva en el rendimiento y en la seguridad,(4) tanto de los pacientes como de los especialistas y residentes. (27,28,29,30) Alteraciones del ritmo circadiano El anestesiólogo que realiza trabajos nocturnos trabaja con una agenda que no es natural. Los programas de trabajo lo llevan a estar despiertos y en actividad en un momento inadecuado del ciclo fisiológico normal. Esto produce alteración del ritmo circadiano y esa salida de fase del patrón de actividades del trabajador puede 56 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 producir impacto sobre la salud, el rendimiento, la seguridad y la vida familiar y social.(15) Consecuencias sobre la salud. Las alteraciones del ritmos circadiano pueden tener diversas manifestaciones sobre la salud, destacándose las siguientes:(7,31-36) Alteraciones digestivas: gastritis, constipación, ulceras gastroduodenales y dolores abdominales. Cambios en el patrón de sueño. Modificaciones en la temperatura corporal. Alteraciones en la secreción de adrenalina. Alteraciones cardiovasculares: presión arterial, frecuencia cardiaca. Modificaciones en el comportamiento humano. Alteraciones en la actividad hormonal: menstruales, abortos, embarazos de pretérmino y pequeños para la edad gestacional. Consecuencias sobre el rendimiento y sobre la seguridad. La alteración del ritmo circadiano puede provocar alteraciones del sueño, alteraciones del comportamiento humano con efectos negativos sobre el estado de alerta y de atención en la practica clínica. De esta forma se disminuye la eficacia en el trabajo y se tiene mayor susceptibilidad a cometer errores.(37,38) Consecuencias sobre la vida familiar y social. Las alteraciones del ritmo circadiano generan todo un patrón de desincronizaciòn en la vida del anestesiólogo afectando diferentes actividades como las familiares, deportivas, sociales, culturales y gastrointestinales, sobre todo en los horarios de las comidas.(39) Destacamos con respecto a las actividades familiares que puede contribuir a problemas de pareja, observándose un 40% en etapas de la residencia de anestesia,(25) a divorcios y a dificultad en relaciones con hijos.(7,40) Fatiga La fatiga es una menor habilidad para realizar trabajos físicos e intelectuales. Surge como producto de un ciclo dinámico y acumulativo de exceso de horas de trabajo diurnas y nocturnas, deuda y/o deprivación del sueño y escaso descanso.(4,5,15) Cuando es mantenida se puede convertir en un riesgo agobiante e inquietante para la salud. Por eso se dice que la fatiga es un mensaje del cuerpo para descansar ,(9) pudiendo repercutir de manera importante además sobre el rendimiento físico e intelectual, al igual que sobre la seguridad de los pacientes y del anestesiólogo . Consecuencias sobre la salud. Los síntomas varían dependiendo de la persona y del grado de fatiga, es así que puede manifestarse por:(9,26,41,42,43,44,45) Cansancio físico. Alteración del estado de ánimo. Estrés. Depresión. Cefaleas. Mareos. Pérdida del apetito y problemas digestivos. Problemas ginecológicos como irregularidades menstruales Problemas obstétricos en médicas residentes como embarazos de pre términos, embarazos pequeños para edad gestacional, embarazos con hipertensión arterial. Consecuencias sobre el Rendimiento. La fatiga provoca bajos niveles de performance intelectual, altera el estado de alerta, dificulta el reconocimiento así como la interpretación de eventos clínicos en la anestesia, altera la capacidad de razonamiento y disminuye la eficacia laboral.(46) Consecuencias sobre la seguridad. La fatiga puede en el campo laboral disminuir la performance psicomotora, disminuir la capacidad de reacción, disminuir la vigilancia, disminuir la habilidad de trabajo, generar tendencia a seleccionar alternativas más riesgosas y establecer conductas que conducen al error humano, lo que puede repercutir en la seguridad del paciente. (4,15,47) En la administración de anestesia el error humano está implicado en el 83% de incidentes de seguridad, (48,49) en ese sentido la fatiga contribuyó al 50% errores médicos,(50) al 6O% errores en cuidados anestésicos,(51) al 86% de errores en el manejo clínico anestésico(18) Además se la vinculó en un 2% al 6% a incidentes críticos en anestesia, y al 10 % de errores en la administración de drogas equivocadas.(49,52,53). También se la vincula a los accidentes automovilísticos en personal médico y en anestesiólogos luego de la jornada laboral,(16,54) así como a injurias y accidentes laborales sobre todo en el retapado de las agujas, incrementándose ese riesgo exponencialmente luego de novena hora de trabajo consecutivo.(55) Aletraciones del patrón del sueño El trabajo nocturno provoca alteraciones del patrón de sueño, sobretodo por la dificultad en tener un sueño reparador en cantidad y calidad durante el día. La dinámica de las alteraciones del patrón de sueño llevan a una privación acumulativa del sueño la que puede progresar a la denominada deuda de sueño, que puede llegar a la privación parcial o completa del sueño o deprivación.(56,57) El anestesiólogo tiene un patrón del sueño que combina largas horas diurnas con horas nocturnas llevando a una deuda de sueño, con dificultad en tener un sueño reparador en cantidad y calidad, muchas veces con inversión del sueño, con un sueño diurno de inferior calidad. Esto nos lleva a afirmar que “es casi una forma de vida de los anestesiólogos “.(15) La deprivación del sueño puede afectar la salud, el rendimiento y la seguridad. Consecuencias sobre la salud. La Organización Internacional del Trabajo establece que el trabajo nocturno no sale gratis al organismo ya que cada 15 años de trabajo nocturno este provoca un envejecimiento prematuro de 5 años. La deprivación del sueño puede afectar la salud manifestándose por:(31,39,59,60) Desórdenes gastrointestinales: dispepsia, pirosis, pérdida de apetito, ulceras pepticas, asociándose a dietas pobres, comida ligera, comida chatarra,así como de la ingesta frecuentemente en exceso de bebidas con contenido de cafeína para combatir el sueño. Desórdenes endocrinos, sobretodo con los hidratos de carbono. 60% mayor probabilidad de asociación con cáncer de mama en mujeres que realizan trabajos nocturnos. Alteraciones del humor e irritabilidad. Síndromes psiconeuróticos como ansiedad y depresión. Consecuencias sobre el Rendimiento. La deprivación del sueño Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 puede alterar el rendimiento por:(62,62,63) Alteraciones psicomotoras. Alteraciones de las capacidades mentales. Alteraciones de las capacidades cognoscitivas: el funcionamiento cognoscitivo disminuye en un 25% cuando falta 1 noche de sueño y disminuye en un 40% cuando faltan 2 noches de sueño. Efectos negativos en cuanto a la motivación, estado de humor. Efectos negativos del estado de atención y alerta. Estos efectos se ven reflejados en varios estudios en residentes médicos luego de trabajar toda una noche sin dormir; mostraron que tenían dificultad en interpretar un electrocardiograma, en realizar un calculo matemático, en hablar con fluidez y en la memoria a corto plazo,(64) también se registraron bajos puntajes de vigilancia de pacientes(65) disminución en la velocidad y calidad de intubación orotraqueal,(66) y mayor probabilidad de punción involuntaria de duramadre al realizarse anestesia peridural relacionado al trabajo nocturno.(67) Se debe destacar que cuando se trabaja 24 horas sin dormir se altera severamente el rendimiento profesional (61) y equivale a presentar una alteración psicomotora equivalente a una intoxicación alcohólica con valores de alcoholemia de 0.10% , valor este superior al limite admitido para conductores de vehículos automotrices.(68,69) Consecuencias sobre la Seguridad. La deprivación del sueño puede afectar la performance clínica (61,69) y contribuir al error humano, repercutiendo sobre la seguridad de los pacientes.(49) Los errores humanos más frecuentes ocurren entre la 1-8 a.m., como se han comprobado en la temporización de accidentes industriales como Chernobyl, o en el trasbordador Challenger, entre otros. Es importante recordar que existen picos de vulnerabilidad al sueño entre las 2 a 7 a.m. (70) es entonces que la alteración del patrón del sueño y/o su deprivación, los “micro sleep”, las pautas irregulares de trabajo, y las interrupciones constantes del sueño que tiene el anestesiólogo que realiza trabajo nocturno potencian esa vulnerabilidad y hacen más frecuente la tendencia a cometer errores.(65) Además contribuye a tener daños y accidentes laborales, con un 50% de riesgo mayor de exposición a sangre contaminada (SIDA, hepatitis).(71) También se han asociado con la producción de accidentes con vehículos automotores al principio de la mañana, luego de la jornada nocturna,(72,73,74), registrándose una incidencia del 24 % de accidentes con vehículos automotores en anestesiólogos latinoamericanos.(16) Estrategias Toda esta información es la evidencia que nos debe llevar a sentar diversas estrategias para mejorar las condiciones de trabajo de los anestesiologos y con ello abatir daño a los pacientes y a nosotros mismos. Estas estrategias deben ser a varios niveles, incluyendo lo individual y lo colectivo. A nivel individual Debe educarse y conocer los riesgos que asume por los calendarios laborales y adoptar una postura de aplicación voluntaria para adecuar su calendario. Las siguientes son algunas recomendaciones, y su aplicación debe de ser inmediata;(75) Trabajar menos de 50 horas semanales. 57 No trabajar más de 5 o 6 horas continuas sin descanso. No más de 10 horas consecutivas en el día. No debería tener extensiones más allá de las 12 horas. Adecuar el largo del turno equilibrando las agendas laborales y familiares. Evitar más de 2 turnos nocturnos de 12 horas semanales. No se debería trabajar 2 turnos contiguos. Debería haber 10 horas de descanso entre turnos. Guardias de 24 horas se debería descansar entre turnos, para recuperarnos de la deuda de sueño en las siguientes 24 horas. Debería haber en turnos de 8 horas 1 descanso de 30 minutos. Turnos de 12 horas 2 descansos de 30 minutos, donde uno de ellos coincida para comer . A nivel Colectivo Los anestesiólogos debemos contar con un código regulador de horas de trabajo con regulaciones sobre calendario laboral que resulte sano y equilibrado,(15,75) en el marco de un programa de salud ocupacional, que además involucre educación continua en ámbitos académicos y científicos sobre riesgos profesionales, políticas de prevención y protección sobre riesgos profesionales y políticas de respaldo económico para el anestesiólogo y sus familiares . Conclusiones Los inadecuados calendarios laborales de los anestesiólogos generan situaciones que suponen un costo alto en la salud y rendimiento, también una exposición de los pacientes a situaciones de riesgo, aumentando innecesariamente la posibilidad del algún incidente médico.(12) Uno de los grandes desafíos de los especialistas en anestesiología para obtener una mejor calidad de vida, debe ser lograr un adecuado calendario de trabajo que permita el sano equilibrio de lo laboral, familiar, y social.(15,75) Referencias 1.Calabrese G. Informe: “Situación laboral y socioeconómica del anestesiólogo Latinoamericano” de la Comisión de Asuntos Laborales de CLASA. Presentado en el 1º Simposio Latinoamericano de “Situación laboral y socioeconómica del anestesiólogo Latinoamericano”. XVIII Congreso Boliviano de Anestesiología, Reanimación y Dolor. Sucre Bolivia, 2004. 2.Ianni O. Teorías de la globalización. México: Siglo XXI. 1996. 3.ISALUD-Organización Panamericana de la Salud. 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Luisa Manrique-Carmona*** [email protected] *Jefe del Departamento de Anestesia Hospital Universitario Angel Leaño Universidad Autónoma de Guadalajara Zapopan, México ** Adscrito al Departamento de Anestesia Hospital Universitario Angel Leaño *** Residente de Anestesiología Hospital Universitario Angel Leaño Introducción L a ketamina es un agente anestésico disociativo, con un lugar único en la practica anestésica. Desde el primer informe publicado de su uso clínico por Domino y Corssen en 1965 ( 1 ) y la llegada del producto a México en 1970, todos los anestesiólogos, de una u otra forma, nos hemos involucrado en su empleo y controversias. Es el único anestésico completo, ya que brinda una anestesia real que incluye hipnosis, analgesia poderosa y protección neuroendocrina, además de amnesia considerable.( 2 ) Las experiencias iniciales con esta molécula como anestésico único, permitieron reconocer reacciones en la emersión caracterizadas por sueños desagradables y alucinaciones, además de la respuesta simpático adrenérgica y el incremento de la presión intracraneal (PIC), lo que limitó su empleo en forma indiscriminada. Por fortuna se encontró que las mencionadas respuestas inadecuadas podían ser minimizadas o abolidas con el uso de fármacos adyuvantes como las benzodiazepinas y las butirofenonas. El uso de ketamina, apoyado en sus características farmacológicas le brindaron las indicaciones de las que goza en la actualidad. Esta revisión pretende, a 35 años de su empleo, posicionarla en donde debe de estar, con sus indicaciones, contraindicaciones y polémicas controversiales. Se hace hincapié en el papel que juega en la actualidad, apoyada en miles de citas bibliográficas que continúan apareciendo en la literatura medica mundial. Se ratifica su versatilidad, tanto en las múltiples vías de administración, como en los conceptos de protector cerebral y potencializadora de analgesia perioperatoria en analgesia preventiva. Farmacología, farmacocinética y farmacodinamia Es una molécula clinicamente relacionada con la fenciclidina y la cicloexil-amina (figura 1), con un peso molecular de 238, pK a de 7.5 y alta solubilidad lipoidea (10 veces el tiopental), y parcialmente soluble en agua. Se trata de una mezcla racémica, con un centro quiral, contiene partes iguales de S -ketamina y R -ketamina. El levo isómero es 1.5 a 4 veces mas potente que el la mezcla racémica y tiene un inicio de acción mas rápido. Está preparada en una solución ácida (pH 3.5 – 5.5) de cloruro de sodio 60 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 y cloruro de benzatonio como conservador. Comercialmente la ketamina se encuentra disponible en solución en dosis de 10, 50 y 100 mg/mL. ( 3 ) La ketamina tiene una alta biodisponibilidad después de su administración intravenosa o intramuscular. Su paso metabólico inicial y su baja absorción requieren de altas dosis cuando se administra por vía oral o rectal. Su biotransformación se lleva a cabo en el hígado, siendo reportados múltiples metabolitos. La vía mas importante involucra n-desmetilación por el citocromo P 450 a su metabolito activo denominado norketamina, (con un 20 – 30 % de actividad) que es hidroxilada y conjugada a compuestos hidrosolubles, los que se excretan por la orina. La cicloexanona también tiene un metabolismo oxidativo. La dehidronorketamina es mas un artefacto del análisis cromatográfico y no un importante metabolito activo. ( 4 ) La farmacocinética de la ketamina sigue un declinamiento exponencial, con una vida media de distribución de 24.1 seg, con vida media de redistribución de 4.68 min y vida media de eliminación de 2.17 h. La cinética es similar en niños, exceptuando la absorción que fue más rápida después de la administración intramuscular con altas concentraciones de norketamina presentes. ( 5,6 ) S us efectos son debidos a su actividad en el sistema nervioso central (SNC), disminuyendo sus niveles de redistribución de los compartimentos periféricos y dependiente de su alta solubilidad lipoidea. ( 7 ) La función renal deprimida y la presencia de metabolitos activos no prolongan la acción de la droga. Se ha informado tolerancia e inducción enzimática hepática en administraciones crónicas. La mayoría de los fármacos anestésicos prolongan el efecto clínico anestésico de la ketamina, con niveles plasmáticos aumentados.( 8 ) La analgesia que produce la ketamina se asocia con concentraciones plasmáticas de 0.15 µgr/mL, después de la administración intramuscular y de 0.04 µgr/mL por la vía oral. La diferencia en la concentración plasmática analgésica podría ser explicada por la alta concentración de norketamina presente después de la administración oral, la cual contribuye a la producción de analgesia. El despertar sucede cuando la concentración plasmática es de 0.64-1.12 µgr/mL. ( 9,10 ) Mecanismo de acción El estado anestésico que produce la ketamina, fue originalmente descrito como una disociación funcional y electrofisiológica entre los sistemas tálamo neocortical y límbico. Deprime la corteza cerebral y el tálamo, mientras que estimula el sistema límbico como el hipocampo, y produce una desorganización funcional de las vías del cerebro medio y las áreas talámicas. La ketamina como anestésico único produce un estado cataléptico con nistagmus y reflejos intactos en la cornea y reflejo pupilar a la luz. Es un potente analgésico a concentraciones plasmáticas subanestésicas y sus efectos analgésicos y anestésicos pueden ser mediados por diferentes mecanismos. La analgesia puede ser debida a una interacción entre la ketamina y receptores opiáceos tanto centrales como medulares.( 11 ) Teoría de los receptores N-metil-D-aspartato (NMDA). El n-metild-aspartato es una amina excitatoria (12 ) y sus receptores en los cerebros de mamíferos pueden ser bloqueados por la fenciclidina y la ketamina.( 13,14 ) Los receptores NMDA representan un subgrupo de receptores opiáceos del tipo Sigma que bloquean los reflejos nociceptivos espinales.( 15,16 ) Teoría de los receptores opioides . La afinidad de la ketamina por los receptores opiáceos es controversial, sin embargo de ello surge una hipótesis atractiva para la actividad analgésica en sitios centrales y espinales.( 7,17,18 ) En estudios desarrollados se encontraron uniones estéreo específicas con receptores opiáceos. Una tolerancia cruzada también puede ser esperada entre opiáceos y ketamina, existiendo un receptor común.( 19,20 ) La teoría del receptor opiáceo ganaría más credibilidad si la naloxona revirtiera sus efectos en el humano. Stella y cols. demostraron que ninguno de los 68 adultos premedicados con naloxona perdieron la conciencia después de la administración a dosis adecuada de ketamina.( 21,22 ) Teoría de los receptores misceláneos . Hay evidencia de que otros sistemas neuronales pueden estar involucrados en la acción antinociceptiva de la ketamina, (23 ) ya que el bloqueo de los receptores de noradrenalina y serotonina, atenúan la acción analgésica de la ketamina en animales.( 24 ) La interacción de la ketamina con receptores opiáceos Sigma, puede ser una teoría posible que explique las reacciones disfóricas en la emersión.( 25,26 ) La ketamina también interactúa con receptores colinérgicos muscarínicos en el SNC, con potenciación de bloqueo neuromuscular como un efecto central.( 27,28 ) Si esto fuera totalmente demostrable se esperaría que los anticolinesterásicos podrían revertir efectos anestésicos de la ketamina. Los datos experimentales siguen siendo contradictorios.( 29,30 ) Efectos en el SNC Electroencefalografía (EEG). L a ketamina induce cambios Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 francos en el EEG con reducción en la actividad de las ondas alfa, mientras que las beta, delta y teta se incrementan.( 31 ) Es difícil llegar a conclusiones en relación a propiedades anticonvulsivas de la ketamina,( 32 ) aunque existe un patrón epileptiforme en el EEG en las regiones límbica y talámica humanas, no hay evidencia de que esto afecte regiones corticales.( 33 ) Presión intracraneana . Es importante mencionar que muchos de los estudios que en forma temprana se efectuaron sobre los efectos de la ketamina en la PIC fueron realizados con ventilación espontánea y no fueron controlados para valorar los cambios de la presión debido a la hipercarbia.( 34 ) Pfenninger y cols. estudiaron cerdos ventilados mecánicamente con PIC aumentada y no encontraron incremento de la misma con dosis de 0.5 a 2.0 mg/kg del medicamento endovenoso.( 35 ) También se llegó a considerar en estudios tempranos, que el incremento de la presión se producía por acción vasodilatadora directa, sin embargo Schwedler y cols. demostraron que la ketamina inyectada directamente en el interior de los vasos cerebrales no produjo efecto en la vasculatura de los mismos.( 36 ) En neonatos pretermino a quien se aplicó la ketamina a dosis de 2 mg/kg, se les disminuyó la presión en un 10% al ser ventilados mecánicamente.( 37 ) Fenómenos psíquicos en la emergencia. Los mismos han sido reportados como sensación de flotación, con sueños vividos (placenteros o no), alucinaciones y delirio. Estos fenómenos son más comunes en los pacientes mayores de 16 años, mujeres, procedimientos cortos, grandes dosis y rápida administración.( 38 ) En comparación con un barbitúrico en pacientes no premedicados se presentan más anormalidades en el estado mental, inmediatamente después del procedimiento anestésico.( 39 ). Las benzodiazepinas y en particular el midazolam han demostrado ser los agentes más eficaces en la prevención de estas manifestaciones. Al respecto se han desarrollado estudios clínicos comparativos entre el diazepam y midazolam encontrando enorme superioridad en este ultimo, que además permite acortar el tiempo de recuperación de los pacientes. ( 40,41 ) Efectos cardiovasculares La característica y valor fundamental de la ketamina es el que se trata del único anestésico con acción simpático mimética, que produce estimulación del sistema cardiovascular, tanto a nivel de corazón como en las resistencias periféricas. Numerosas publicaciones reportan aumento de todas las constantes: frecuencia cardiaca, presión arterial sistémica, resistencias vasculares sistémicas, presión arterial pulmonar y resistencias vasculares pulmonares.( 42,43 ) Es importante mencionar que estas observaciones fueron desde un principio hechas en pacientes con respiración espontánea, con aire ambiente y sin apoyo ventilatorio. En contraste, Balfors y cols. demostraron que con ventilación asistida o controlada y con fracción inspirada de oxigeno adecuada, no encontraron cambios significativos en la resistencia vascular pulmonar durante la administración de ketamina a dosis habituales en pacientes adultos.( 44,45 ) El mecanismo de este estimulo cardiovascular no es bien entendido, pues se sabe que las altas concentraciones del fármaco deprimen la contractilidad, pero no la función del marcapaso.( 46 ) Los niveles de catecolaminas se encuentran aumentados por inhibición 61 en la recaptura y esto contribuye a la estimulación cardiovascular. Existe controversia en relación a la sensibilización del miocardio con el empleo de adrenalina, o si se comporta como antiarrítmico actuando en la fase 4 de despolarización parcial diastólica, en el potencial de acción transmembrana.( 47,48 ) Se han utilizado diversas drogas para bloquear la estimulación cardiovascular, incluyendo agentes bloqueadores alfa, beta y calcio antagonistas (esmolol, verapamil), en especial antes de la intubación, y así inhibir la respuesta simpático adrenérgica.( 49,50 ). Sin embargo se ha demostrado que las benzodiazepinas son los agentes más eficaces para atenuar los efectos cardiovasculares de la droga, en particular el midazolam.( 51,52 ) La interacción con otros anestésicos incluyendo agentes volátiles potentes, disminuyen o aminoran estos efectos estimulantes. ( 53 , 54,55,56, ) Efectos cardiovasculares en niños y neonatos . La ketamina se emplea con frecuencia en niños con enfermedad cardiaca congénita. Los efectos hemodinámicos agudos en niños programados para cateterización cardiaca, fueron estudiados por Morray y cols. dos minutos después de la aplicación de 2 mg/kg presentando cambios hemodinámicos mínimos, independiente del cortocircuito intracardiaco, PaCO2 y PaO2. Con la misma dosis Hickey y cols no encontraron cambios en la resistencia vascular pulmonar, resistencia vascular sistémica e índice cardiaco en infantes intubados y ventilados mecánicamente. No existe diferencia en infantes con elevación preexistente de la resistencia vascular pulmonar y los que la tienen normal. (5 7,58,59,60,61,62 ). Greeley y cols. ( 63,64 ) compararon los efectos anestésicos de la ketamina intramuscular en dosis de 6 mg/kg con halotano, óxido nitroso y oxígeno en pacientes con cardiopatía cianótica, encontrando mejores resultados en la inducción con ketamina. De lo anterior se desprende que la ketamina es el agente de elección en los pacientes pediátricos con patología congénita cianótica.( 65,66 ). La inducción anestésica en neonatos de pretermino se asocia con frecuencia a hipotensión arterial, lo que lleva a emplear ketamina como inductor, la cual ha demostrado ser la droga de elección al no afectar prácticamente la tensión arterial de las cifras basales. Efectos respiratorios Mantenimiento de la vía aérea Una de las acciones de mayor seguridad y utilidad de la ketamina es que mantiene los reflejos protectores de la vía aérea y de la capacidad de deglución, que evitan la obstrucción respiratoria, común con cualquier otro de los fármacos en uso cotidiano.( 80,81,,82 ) Sin embargo es pertinente recordar que las secreciones traqueobronquiales y la salivación están incrementadas, por lo que el empleo de un vagolítico es mandatorio (glicopirrolato, atropina). ( 83,84 ) Bloqueo neuromuscular Aunque la ketamina sola produce un incremento en el tono muscular, esta aumenta la acción de los bloqueadores neuromusculares como succinilcolina y tubocurarina. El efecto de la ketamina en asociación con el bromuro de pancuronio es controversial, sin embargo existen estudios en monos que reportan depresión a la respuesta neuromuscular.( 85 ). Cronnelly y cols. postulan que la ketamina decrementa la sensibilidad de la placa motora terminal, mientras que Marwaha reporta que la molécula inicialmente potencía, y luego bloquea la respuesta de contracción a la estimulación muscular directa.( 86,87 ) Respuesta metabólica y endocrina Al comparar ketamina con anestesia a base de tiopental y un agente inhalado en pacientes sometidos a cirugía pélvica y se encontró un aumento mínimo de glucosa y cortisol en la inducción. Sin embargo no se presentaron diferencias en la respuesta endocrina o metabólica después del inicio de la cirugía.( 88,89,90 ) Presión intraocular Aunque la presión intraocular se comporta de la misma forma que la presión intracraneal, en estudios recientes y revisiones de Badrinath y cols. encontraron que después de la inducción anestésica, la presión intraocular disminuyó significativamente después de la intubación y ventilación adecuada, retornando mas tarde a cifras basales y permaneciendo estable.( 90 ) La ketamina produce mínima depresión respiratoria, siendo el patrón respiratorio muy importante y bastante estudiado ( 67,68,69,70 ). Se han encontrado periodos de incremento ventilatorio alternado con periodos de apnea, sin alterar en ningún momento la normalidad de la PaCO2 expirado. Se ha administrado ketamina a dosis de 3 mg/kg en infusión continua a pacientes intubados, con respiración espontánea, manteniéndose sin cambios la capacidad funcional residual, volumen corriente, volumen minuto y la capacidad total.( 71,72,73 ) La ketamina no inhibe la vasoconstricción pulmonar hipóxica.( 74,75,76 ) Efectos en la coagulación De particular importancia es la acción broncodilatadora de la ketamina, acción bien conocida desde los primeros estudios clínicos, siendo efectiva en la prevención de bronco constricción (77 ) por medio de las catecolaminas circulantes. Por lo anterior la ketamina es la droga de elección para la inducción de la anestesia en pacientes asmáticos.( 78,79 ). Existen múltiples publicaciones pediátricas donde se emplea en el tratamiento del estatus asmático rebelde, como tratamiento de urgencia, con resultados excelentes. Sin lugar a duda, la ketamina es el anestésico intravenoso más versátil. Una droga que como pocas, ha probado su seguridad y eficacia al paso del tiempo. Ha demostrado ser útil en casi todos los escenarios clínicos, por muy diversas vías de administración, incluyendo los accesos neuroaxiales. 62 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Atkinson y cols. demostraron que la ketamina intramuscular produce inhibición de la agregación plaquetaria del tipo que produce la ingesta de aspirina. Sin embargo, en estudios experimentales en animales no se presenta incremento en el sangrado. Heller y cols. no encontraron cambios hemostáticos significativos en humanos sometidos a anestesia con ketamina-midazolam.( 91,92 ) Vías de administración y usos clínicos Administración neuroaxial. Las vías epidural e intratecal de ketamina se iniciaron para el manejo del paciente con dolor oncológico y en dolor postoperatorio. La aplicación por estas vías diferentes a las clásicas (intravenosa e intramuscular) se han investigando desde el momento en que se conoció la acción de la molécula al interactuar con los receptores opiáceos. En teoría la ketamina no tiene el efecto colateral indeseable de depresión respiratoria que producen los opioides aplicados por cualquier vía. Un estudio preliminar demostró que no existen efectos neurotóxicos en los animales inyectados por vía intratecal con ketamina con preservativos.( 93,94,95 ). También se ha reportado que pacientes con dolor crónico por cáncer de difícil manejo, obtuvieron analgesia en un rango de 30 minutos a mas de seis horas, después de la aplicación de ketamina epidural.( 96,97 ) Múltiples estudios han sido llevados a cabo y la controversia persiste, sin embargo los resultados clínicos son evidentes en la analgesia lograda y se desconoce hasta que punto existe una ligadura especifica en receptores opiáceos medulares mas allá de los Sigma.( 98,99,100 ) Administración oral y rectal. Los efectos analgésicos de 0.5 mg/ kg administrados por la boca, comparados contra la administración intramuscular fueron estudiados por Grant y cols. encontrando que el inicio de la analgesia se retardó con la ketamina oral (30 min),( 101 ) y se asoció con bajos niveles séricos (40 ng/mL), comparada con la dosis intramuscular (15 min y 50 ng/mL respectivamente). Los niveles de norketamina también fueron mayores en el grupo de ketamina oral. Los autores atribuyen estos resultados al primer paso metabólico y proponen que la norketamina contribuye al efecto analgésico. ( 102,103 ) La inducción anestésica por vía rectal en niños produjo perdida de la conciencia entre 7 y 15 minutos con la concentración sérica más alta a los 40 minutos y un alto nivel de nor-ketamina similar a la encontrada en la aplicación por vía oral.( 104,105 ) Uso en obstetricia. La experiencia inicial con dosis estándar de 2 mg/kg en embarazadas para parto vaginal fue muy extensa y se llegó a la conclusión de que con dosis menores (1 mg/kg) los resultados serían aún mejores, llegándose a comparar esta técnica con el bloqueo subaracnoideo bajo, en donde los gases sanguíneos maternos y del recién nacido no mostraron diferencias.( 106,107 ) La ketamina intravenosa ofrece por tanto ventajas en la inducción de rápida secuencia en las pacientes para operación cesárea. Si se compara con el tiopental, la ketamina tiene ventajas absolutas en la paciente hipovolémica (abrupto placenta y placenta previa), y también en las pacientes con broncoespasmo.( 108,109,110 ). En una serie de estudios que compararon ketamina 1 mg/kg contra la inducción con 4 mg/kg de tiopental no se presentaron diferencias en el PaO2 neonatal, balance ácido/base y Apgar. Igualmente se demostró que el grupo de ketamina atenuó más efectivamente la respuesta hemodinámica a la laringoscopía e intubación, sin presentar diferencia en la recuperación neonatal. A las mismas dosis, la ketamina fue más efectiva en evitar el despertar intraoperatorio. ( 111,112,113 ) Pacientes quemados. En la personas con quemaduras que requieren lavados y procedimientos dolorosos frecuentes, la ketamina representa una opción estupenda, pues evita el empleo de técnicas anestésicas que en forma acumulativa representan un factor de toxicidad hepática, además en muchos casos poder emplearse este anestésico por vía intramuscular cuando por la extensión de Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 las quemaduras es imposible tener un acceso venoso de primera intención. Es de mencionarse que estos pacientes, independientes de su edad, no presentan sueños ni respuestas psicotrópicas en la emersión.( 114,115,116 ) Pacientes pediátricos. Probablemente el área de mayor aplicación de este fármaco, tanto porque en este grupo de pacientes son menores los sueños y alucinaciones, como por sus múltiples indicaciones: procedimientos diagnósticos, punciones venosas difíciles, punciones lumbares, endoscopias, curaciones y muchos estudios de gabinete especialmente en imagenología y en sitios donde es muy complicado y a veces imposible técnicamente la administración de anestesia general, como pudiera ser el caso la tomografía axial computada, la resonancia magnética, donde por supuesto no existen contraindicaciones formales para su empleo. ( 117,118 ) Pacientes críticos. La ketamina tiene un lugar preponderante en la inducción y mantenimiento de pacientes hipovolémicos, con pericarditis constrictiva, tamponade, estado de choque cardiogénico, ya que mantiene la estabilidad hemodinámica por su respuesta simpático adrenérgica. La combinación de ketamina con midazolam y vecuronio, brinda estupendos resultados y ha sido recomendada como técnica de elección en cirugía militar.( 119,120,121 ) Cirugía cardiaca. Como inductor de la anestesia en cirugía cardiaca, la ketamina ha demostrado ventajas enormes al conservar mejor que cualquier otra técnica las constantes hemodinámicas, lo cual se ha podido comparar contra técnicas a base de altas dosis de morfínicos. En esta misma comparación se encontró que la asociación ketamina con diazepam y ketamina con midazolam, se asoció con decremento de fluidos postoperatorios y requerimientos de vasopresores, con disminución de los cortocircuitos pulmonares, y con una estancia menor en la unidad de cuidados intensivos.( 122,127 ) Vía aérea difícil. En la inducción de pacientes con vía aérea difícil, en particular aquellos con alteraciones de la anatomía normal de la laringe, en malformaciones congénitas en niños, o en pacientes con masas que desplazan las estructuras, el uso de esta molécula permite hacer una laringoscopia exploradora, manteniendo la función respiratoria y así localizar la ubicación de la laringe. También en casos de estomago lleno la Ketamina representa una buena alternativa en la inducción rápida, sin perdida de la función respiratoria, pues el conservar los reflejos protectores de deglución permite visualizar y hacer la intubación sin riesgo de broncoaspiración. Canalización venosa difícil. Por la versatilidad de aplicación por otras vías, especialmente la intramuscular, ocupa un lugar especial y único en pacientes que van a un procedimiento anestésico y existen dificultades para la punción venosa especialmente en niños en quienes, para evitar el trauma se consigue perdida de la conciencia y analgesia suficiente con dosis bajas, permitiendo su canalización venosa posterior, para luego continuar con la técnica anestésica indicada. Varios. En la experiencia tan amplia de varias décadas, se han encontrado nuevas y mejores aplicaciones, sobre todo por la 63 versatilidad de la droga, que como ya se mencionó puede ser usada por diferentes vías, característica especial y única de este medicamento. Hemodinámicamente sigue siendo la droga de elección por su acción simpático mimética y se emplea en pacientes hipotensos con toda libertad. Desde el punto de vista respiratorio la bronco dilatación que se obtiene le brinda un lugar único en el manejo de pacientes asmáticos o con broncoespasmo, lo que como se mencionó ha hecho que su empleo se halla proyectado aún fuera del quirófano y ocupado un lugar muy especial en los departamentos de pediatría. El empleo de ketamina en cirugía de guerra y en las catástrofes es cada vez mas frecuente por su seguridad y simplicidad en su uso.( 119,120,121 ) El empleo de midazolam como acompañante de la ketamina permite antagonizar en forma importante los efectos psicotrópicos de la emersión anestésica, aunada a mejor estabilidad cardiovascular. ( 126 ). Su característica de bloquear los receptores NMDA la mantiene en constante estudio y publicaciones en relación a los conceptos actuales de protección cerebral.( 130 ). Una de las investigaciones mas interesantes es en relación a la reevaluación de la ketamina en pacientes con patología intracraneal, basadas en el mismo concepto de que incrementa la tolerancia a la agresión por la ocupación de los receptores NMDA. Esto abre un campo de enorme discusión en las posibilidades de su empleo, que durante tanto tiempo se vio proscrito por el hecho de que la ketamina incrementa la presión intracraneal, sin existir una suficiente documentación bibliográfica de la intensidad de la misma y que se puede disminuir con facilidad con un manejo racional específico. Esto lo han demostrado varias publicaciones recientes como el de Mayberg y Domino, donde se asienta que la ketamina no aumenta el flujo sanguíneo cerebral o la PIC durante anestesia con isoflurano-oxido nitroso en pacientes sometidos a craneotomía y con ventilación controlada Por ultimo en el campo de la analgesia preventiva ( 128,129 ) se está llevando a cabo bastante investigación, encontrando hasta el momento resultados muy optimistas al conseguir analgesias postoperatorias de mayor calidad con dosis mínimas inmediatas al inicio de procedimiento quirúrgico.( 133 ) S -ketamina La S -ketamina es el isómero levógiro de ketamina, con características farmacológicas similares a la mezcla racémica, pero con algunas diferencias biológicas que son muy prometedoras. Es más potente en cuanto a su efecto hipnótico y analgésico, con menos incidencia de eventos durante el despertar y un tiempo de recuperación más breve. Sus peculiaridades facilitaran el control de la anestesia con pequeñas modificaciones en la dosificación, facilitando la profundidad anestésica y un despertar más rápido. Esta droga mantiene sus propiedades cardiovasculares, que aunado a menor incidencia de eventos psicomiméticos en la emergencia, de seguro la situaran en una posición muy ventajosa en el manejo de los enfermos críticos. Aún no está comercializada.( 134) Conclusiones La ketamina en México fue introducida a finales de 1970, apoyada en reportes especialmente europeos, cinco años después de que fue presentada por primera vez por Corssen y Domino. Estos 64 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 dos investigadores asentaron que estaban frente al anestésico más importante de la historia y por lo mismo se presentaría una revolución en los conceptos de la especialidad en su tiempo. En realidad Corssen y Domino no estuvieron muy lejos de su apreciación, pues si el medicamento no contara con el problema de sueños y alucinaciones, la ketamina habría desplazado prácticamente a todo lo conocido hasta entonces en el campo de la anestesiología. La droga por supuesto contaba con características especiales, como el hecho de ser un anestésico completo, productor de hipnosis, analgesia ( 132 ) y protección neurovegetativa y endocrina, peculiaridades que se conseguían con la sola aplicación de un fármaco por vía sistémica y con la versatilidad de poderse administrar tanto por vía endovenosa como intramuscular. En la actualidad además se administra con excelentes resultados por otras vías como la oral, nasal, rectal o neuroaxial.( 135,136 ). Por otra parte, se trata de un fármaco con propiedades simpático miméticas, lo que le brinda una gran seguridad en cualquier evento anestésicoquirúrgico. No hay depresión respiratoria y se conservan los reflejos oro faríngeos y laríngeos, lo que le permite ser postulada como un medicamento que no requiere en forma obligada la intubación endotraqueal, dándole un lugar especial en estudios de gabinete, en imagenología, diagnóstico y ciertos procedimientos que prácticamente no requieren apoyo con aparatos de anestesia y otros monitores. Tiene un sitio primordial en el manejo de la vía aérea difícil, en el campo de la pediatría, y se le ha considerado un inductor seguro en los pacientes de alto riesgo. No obstante todas estas características de la ketamina, al inicio se generó resistencia para su empleo, justificándose el rechazo en la presentación de sueños y alucinaciones en la emersión, al igual que incremento de la presión intracraneal y limitando su uso a ciertos casos esporádicos. Al paso del tiempo y con la experiencia desarrollad se fueron encontrando sus indicaciones precisas, lo cual favorece seguridad y confort a los pacientes manejados con esta metodología. La supuesta hipertensión intracraneal siempre ha sido controversial y a la fecha a pesar de tantas publicaciones, no existe alguna que nos hable del real y porcentual incremento de tal presión y solo se limitan a asentar el hecho. En neuroanestesia su aplicación ha sido prácticamente proscrita, sin que exista un fundamento científico. Es frecuente que se utilice en los estudios de imagen de cráneo como son la tomografía axial computada y la resonancia nuclear magnética, donde tiene aplicaciones extraordinarias en asociación a otros medicamentos como el midazolam. También ha demostrado su valor en áreas donde las técnicas de anestesia general sean de difícil manejo por no contar con los elementos suficientes en zonas fuera del quirófano. En la actualidad múltiples estudios han demostrado que no existe una acción directa que incremente la presión intracraneal y la misma se mantiene estable siempre y cuando no exista depresión respiratoria, la cual puede ser mas frecuente, con el empleo de benzodiazepinas y tranquilizantes que de primera intención se han postulado como los de elección. Tema muy actual y trascendente es el del antagonismo de los receptores NMDA, lo que se ha postulado como un mecanismo de protección cerebral al impedir sean tomados por los aminoácidos excitatorios, en especial glutamato y aspartato que generan lesión cerebral. Este campo está siendo intensamente estudiado y diversos estudios aparecen en la literatura médica con muy buenas posibilidades. Por supuesto que faltan aún mas protocolos que validen con mayores evidencias esta temática.( 137 ) Por último, la ketamina se ha utilizado en analgesia perioperatoria. Dosis bajas inducen analgesia preventiva.( 138,139,140 ) A 35 años de su introducción en anestesiología, la ketamina continúa siendo un excelente recurso farmacológico, con grandes posibilidades de uso. Estamos seguros que pronto se descubrirán nuevas indicaciones y su eficacia y seguridad seguirán apoyando su uso. ( 141,142 ) Bibliografía 1. • Domino EF, Chodoff P, Corssen G. Pharmacologic effects of Cl-581, a new dissociative anesthetic in man. Clin Pharmacol Ther 1965:6;279-291. 2. • White PF, Way WL, Trevor AJ. Ketamine – its pharmacology and therapeutic uses. Anesthesiology 1982;56:119-136. 3. • Silvay G. Ketamine. Mt Sinai J Med 1983;50:300-304. 4. • Adams JD, Baillie TA, Trevor AJ, Castagnoli N. Studies on the biotransformation of ketamine- identification of metabolites produced in vitro from rat liver microsomal preparations. Biomed Mass Spec 1981;8:527-538. 5. • Domino EF, Domino SE, Smith RE et als. Ketamine kinetics in unmedicated and diazepam-premedicated subjects. 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Un parámetro novedoso derivado del EEG es el llamando Indice Biespectral (BIS), el cual está basado parcialmente sobre el análisis biespectral del EEG. En contraste al análisis espectral, el análisis biespectral retiene la información de la interdependencia de las frecuencias. Tal análisis ayuda a determinar la información acerca del estado hipnótico o componentes sedantes de la anestesia general contenidos en el EEG. El BIS está basado sobre una combinación de parámetros en el dominio del tiempo, dominio de la frecuencia y subparámetros espectrales de segundo orden. Este parámetro está optimizado por una base de datos que correlaciona niveles de hipnosis o sedación definidos en una escala que va del 100 (despierto) al 0 (EEG isoeléctrico). Estudios recientes indican que el BIS se correlaciona adecuadamente con el metabolismo cerebral y con hipnosis o sedación, pérdida de conciencia, ausencia de recuerdo y de la memoria. Para los anestésicos i.v. se ha observado un retardo o histéresis entre las concentraciones sanguíneas y el efecto anestésico, en particular para mediciones derivadas del EEG tales como SEF y BIS. Para los anestésicos inhalados, se ha reconocido y modelado un efecto fisiológico entre el retardo entre las concentraciones al final de la espiración y las concentraciones cerebrales. El análisis cuantitativo de la histéresis proporciona información sobre la velocidad de inicio y salida de la acción anestésica. Después de haber considerado la histéresis, la determinación subsecuente de las interrelaciones concentración – efecto capacita la comparación de la potencia de los anestésicos. Se han analizado las interrelaciones entre las concentraciones de sevoflurano e isoflurano al final de la espiración con el BIS y SEF, usando una combinación de un compartimiento efector y un modelo de Emax sigmoideo inhibitorio. Este método es similar a aquellos que estudian la influencia de los anestésicos intravenosos y opioides sobre índices del EEG. Estos estudios indican que el modelo describe las interrelaciones de FET-BIS adecuadamente Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 y tienen alto poder predictivo; la velocidad de inicio y salida del efecto anestésico como se define de acuerdo al parámetro vida media de eliminación del compartimiento efector (tke0), no difieren entre el sevorano e isoflurano, los valores de la tke0 derivados del BIS fueron mayores que los obtenidos del SEF y el isoflurano fue dos veces tan potente como el sevoflurano (potencia definida por el parámetro IC50, MAC). Otros autores han estudiado las interrelaciones dinámicas entre las concentraciones al final de la espiración y el BIS, se ha descrito una tke0 de cerca de 4.6 minutos, la cual es 30% mayor que la estimada en otros estudios. Esto puede explicarse por varias razones. Las interrelaciones entre FET-BIS se han analizado usando datos obtenidos durante cirugía (desde la inducción hasta la recuperación), con opioides administrados durante el procedimiento, sólo tres transiciones de sevoflurano al final de la espiración se aplicaron y el retardo FET-BIS se cuantificó por medio de un análisis no paramétrico (ej: no se especificó la función matemática que gobierna las interrelaciones concentración-efecto). Los valores idénticos de la tke0 para el sevorano e iso indican tiempos similares de entrada-salida para ambos agentes cuando las concentraciones al final de la espiración se usan como puntos de referencia. El retardo entre las el efecto sobre el EEG y las concentraciones medidas del anestésico al final de la espiración usados como punto de referencia depende de varios factores: el tiempo necesario para el muestreo de las concentraciones al final de la espiración, proceso y transmisión. el gradiente de la concentración alveolar medido - final de la espiración causado por el espacio muerto fisiológico y el uso de mascarilla durante la inducción (la eliminación de este factor podría incrementar la tke0. las concentraciones del gradiente alveólo-arterial causadas por cortos circuitos pulmonares (eliminación de este factor podría disminuir la tke0) el gasto cardiaco que aporta el anestésico al cerebro. tiempo de lavado hacia dentro y fuera del compartimiento cerebral (este factor depende del volumen cerebral, FSC, coeficiente de partición cerebro sangre). dinámica cerebral cortico subcortical. cálculo de los parámetros del EEG por el monitor. La vida media de equilibrio (t) para el lavado dentro-fuera del cerebro (factor 5), está determinada por: Donde Vbr es el volumen cerebral, br el FSC, lT/G el coeficiente de partición gas/cerebro y el 1B/G el coeficiente de partición sangre/gas. 69 Usando datos de la literatura se ha calculado un t1/2 de 1.7 minutos para isoflurano y uno de 2.1 para el sevoflurano. Ya que los factores 1 - 4 y 7 afectan el valor de tke0 en dirección opuesta y el efecto global de todos estos factores sobre tke0 es relativamente menor, los valores más pequeños de t1/2 comparados con los valores de la tke0 medidos en otros estudios indican la importancia del factor 6 para las interrelaciones farmacodinámicas del FET-BIS y FETSEF y del factor 7 para las interrelaciones FET-BIS. Esto sugiere que tanto para BIS y SEF, aparte del retardo debido al lavado dentro y fuera del cerebro, hay un retardo adicional entre la concentración anestésica cerebral y el efecto en el EEG. La dinámica neuronal o relacionada con receptores puede ser la causa de este retardo. La diferencia de la tke0 derivada del BIS y el SEF están parcialmente relacionadas a las diferencias en el tiempo necesario para determinar estos índices. Se ha especulado que el BIS toma en cuenta, además de la lentificación o incremento en el EEG, las interacciones entre los generadores neuronales córtico subcorticales. El FSC difiere mucho en diferentes áreas del SNC, y también la respuesta a los anestésicos puede no ser uniforme dentro del cerebro. Estas diferencias pueden resultar en menor captación del anestésico en áreas subcorticales (comparadas con la corteza) y consecuentemente, las interacciones córtico subcorticales pueden cambiar relativamente lentas en respuesta a cambios en las concentraciones arteriales de los anestésicos. Esto puede ocasionar un retardo fisiológico mayor en el tiempo de respuesta del BIS a cambios en la concentración anestésica. En contraste, el SEF puede responder inmediatamente a las concentraciones anestésicas cerebrales ya que este parámetro del EEG es más independiente de las interrelaciones córtico subcorticales. Es interesante hacer notar que los valores de la tke0 del isoflurano y sevoflurano están en el mismo rango que la de propofol (3.5 min) pero mayores que la del alfentanil (1.1 minutos, todos derivados del BIS). Para SEF y BIS, la relación de sevorano IC50 a isoflurano IC50 es aproximadamente de 2. Esto está de acuerdo con los hallazgos de que la proporción del sevorano MAC-despierto a isoflurano MAC despierto es igual a 2. MAC despierto es la concentración umbral que previene o permite la respuesta verbal durante la recuperación de la anestesia. Estas observaciones indican una diferencia de potencia de un factor de 2 entre estos dos anestésicos con respecto a sus propiedades hipnóticas o sedantes. Es de interés notar que la proporción del MAC del sevorano al MAC del isoflurano es 2. El MAC es una medida de respuesta motora a un estímulo nocivo el cual es mediado primariamente por vías espinales. Si las observaciones anteriores de una relación de potencia anestésica similar para efectos a sitios espinales y supraespinales se relacionan con diferentes modos moleculares de acción anestésica en estos distintos sitios, necesita mayores estudios. Los modelos de PK/PD reflejan y predicen con cierta aproximación los cambios en el EEG que ocurren en respuesta a los anestésicos inhalatorios. Los análisis de validación muestran que los valores predictivos de los modelos que analizan el BIS son muy adecuados. Sin embargo, pueden existir ciertas desviaciones que se relacionan 70 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 directamente con fenómenos de excitación inducida por el anestésico, estímulos nocivos, estímulos auditivos, o simplemente con activación de alta frecuencia del EEG o presencia de brotes – supresión del EEG. Por otro lado, altas concentraciones de anestésicos inhalatorios incrementan el flujo sanguíneo cerebral. El valor de la tke0 es menor a altos niveles de FSC y viceversa. Así pues una tke0 dependiente de la concentración anestésica parece más apropiada que un parámetro que es concentración independiente. Parece ser una propiedad de los hipnóticos y los anestésicos generales causar excitación y desinhibición antes de depresión y a concentraciones superiores a 1.5 MAC un 10 – 30 % de pacientes pueden desarrollar brotes supresión, esto puede ocasionar una caída en los valores del BIS de 30 a 0 - 10 durante 30 – 60 segundos. Para reducir la variabilidad en el BIS residual que ocurre por la excitación se ha incorporado el espectro del electromiograma (SEMG) en todos los modelos farmacodinámicos, sin embargo es importante aclarar que en la mayoría de las circunstancias los modelos no reconocen la combinación farmacológica y los resultados que arrojan, siempre (en su mayoría), corresponden a evaluación de fármacos únicos en anestesia y no a la combinación de los mismos para la inducción y mantenimiento de la anestesia. Referencias 1. Katoh T, Suzuki A, Ikeda K: Electroencephalographic derivatives as a tool for predicting the depth of sedation and anesthesia induced by sevoflurane. ANESTHESIOLOGY 1998;88:642–50 ( Resumen ) 2. Stanski DR, Hudson RJ, Homer TD, Saidman LJ, Meathe E: Pharmacodynamical modeling of thiopental anesthesia. J Pharmacokin Biopharm 1984;12:223–40 ( Resumen ) 3. Sigl JC, Chamoun NG: An introduction to bispectral analysis for the electroencephalogram. 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El impacto inesperado, sorpresivo, a menudo impredecible y devastador que ocasiona el trauma en los individuos y en la sociedad es el resultado del progreso en los medios de transporte, de la mayor frecuencia de los accidentes en la industria y el hogar, al igual que el incremento en la violencia urbana, rural y en los conflictos bélicos. El interés creciente en la investigación y manejo de las víctimas de trauma se ha visto cristalizado con la creación de varias asociaciones orientadas en esta área de la medicina. La OMS cuenta con una división denominada “Acciones de Emergencia y Humanitarismo” como parte de su interés en la atención de las víctimas de desastres y laboran muy de cerca con la Cruz Roja Internacional cuando ocurren desastres mayores. Otra de estas asociaciones es la International Trauma Anesthesia and Critical Care Society (ITACCS) fundada en 1988, estableció su matriz en Estados Unidos de Norteamérica (correo electrónico lhhanowell@ ucdavis.edu ). ITACCS ha extendido su interés en Europa y en Asia. En 1994 ITACCS formó en América Latina una filial denominada Sociedad Latinoamericana de Trauma, Anestesia y Cuidado Crítico (LATACCS). Algunos de los objetivos de ITACCS y sus filiales han sido la creación de protocolos internacionales de manejo, la introducción del transporte militar para las víctimas civiles durante los desastres, la creación de redes para la educación; redes que en especial alcancen las zonas mas remotas con la finalidad de asegurar niveles de eficiencia que optimicen la morbilidad y reduzcan la mortalidad. El objetivo ha sido definido como “Evitar muertes y prevenir daño funcional a través del desarrollo de centros locales de atención al traumatizado” .(1) Otra agrupación interesada en la atención de estos enfermos es el American College of Surgeons (ACS) a través de su comité de trauma, el cual tiene filiales alrededor del mundo. Este grupo ha sido pionero en este apasionante campo de la medicina y es el promotor y aval de los cursos sobre apoyo vital avanzado en trauma (Advanced Trauma Life Support) mejor conocido por sus siglas ATLS. El primer curso ATLS se hizo en 1978 en Nebraska, Estados Unidos de Norteamérica. Un año después este curso fue formalmente adoptado por el ACS como parte de su programa educativo y en 1980 apareció la primera edición del manual ATLS. 72 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 El comité de trauma del ACS, establecido en Chicago Illinois, a través de sus cursos ATLS no presenta nuevos conceptos en el cuidado del politraumatizado sino que recomienda un abordaje organizado utilizando métodos ya bien establecidos para la evaluación y manejo inicial del las personas con trauma durante la primera hora de ocurrido el accidente, y que permiten establecer prioridades. Los conceptos de este abordaje están contenidos en el manual del curso ATLS, el cual contiene 12 capítulos y múltiples accesorios que cubren los conceptos y requerimientos apropiados para atender adecuadamente a las víctimas de trauma y prevenir daño posterior. En el Reino Unido existe la tendencia a que las enfermeras especialistas en las áreas de urgencias y medicina crítica participen activamente en la atención de estos enfermos, siendo el triage uno de sus principales objetivos (2) El objetivo de esta revisión es mostrar la necesidad que existe en anestesiología de difundir los conocimientos y destrezas para la atención inicial de las víctimas de trauma severo y con ello motivar a que los anestesiólogos se vean involucrados en la atención adecuada de estos pacientes desde el inicio del tratamiento y consideren los daños potenciales que se producen cuando no se continúan los cuidados mínimos que han sido impartidos por el personal de rescate en el sitio del evento y/o en la sala de urgencias. Este trabajo no intenta hacer una revisión amplia de todas las áreas involucradas en estos enfermos, pero si se hace hincapié en la evaluación y tratamiento iniciales ya que estos son los conceptos más valiosos con los que se debe de comenzar el manejo oportuno y razonado de los enfermos traumatizados. Se sugiere al lector interesado revisar las lecturas especializadas para profundizar en cada uno de los temas y aún mejor, es muy recomendable tomar un curso ATLS para familiarizarse no solo con los conocimientos, sino con las destrezas recomendadas por el ACS. Epidemiología del trauma El trauma es considerado como una enfermedad quirúrgica por excelencia que continua cobrando víctimas en forma creciente, sobretodo en las primeras cuatro décadas de la vida. En Estados Unidos de Norteamérica el trauma ocupa el tercer lugar como causa global de muerte con mas de 145 000 muertes anuales y con casi medio millón de nuevos inválidos. En el periodo de 1990/91 se atendieron 11.2 millones de casos en Inglaterra y 1.2 millones en Escocia. La figura 1 muestra tres periodos bien definidos de las causas de muerte en trauma. Se sabe que en la primera hora de sucedido el evento traumático el 50% de los pacientes mueren por lesiones en el sistema nervioso central, corazón o grandes vasos. La siguiente fase, o fase temprana está considerada entre la primera y la cuarta hora después del accidente y durante esta etapa un 30% de los accidentados fallece por hemorragia importante. Un 20% fallece de complicaciones, habitualmente sepsis o falla orgánica múltiple durante la tercera etapa, o etapa tardía comprendida entre la primera y la sexta semana post accidente. cifras no son del todo malas, deberíamos preocuparnos mas por los pacientes con lesiones traumáticas ya que somos nosotros los que nos vemos obligados a manejar a las víctimas de accidentes cuando estos casos llegan a las salas de urgencias, a los quirófanos y a las unidades de cuidados intensivos. La pregunta obligada es ¿Lo estamos haciendo bien, o somos parte de los factores que van a aumentar la morbilidad y la mortalidad de estas personas? Papel del anestesiólogo Fases de atención del trauma Los anestesiólogos tenemos un papel muy importante en el cuidado inmediato y mediato de las víctimas con trauma grave, atención que se complementa con los servicios que prestan los demás especialistas en las áreas de medicina de urgencia y terapia intensiva. De hecho, en algunos países de Europa occidental los anestesiólogos son vistos como el “trauma doc”. (1) Los anestesiólogos de las zonas rurales están involucrados en el manejo de las diferentes fases del trauma con mayor frecuencia que sus colegas de las zonas metropolitanas, por lo cual es de capital importancia incrementar el acervo de conocimientos y experiencia a través de cursos especiales en la atención primaria de las víctimas de traumatismos. El involucro de los anestesiólogos se da en diferentes áreas o fases de acuerdo con los recursos disponibles y/o los intereses personales y áreas de experiencia (tabla 1). A lo largo de la historia en la atención de los pacientes con trauma se han establecido diversos protocolos para el manejo de estos pacientes. El 8 de noviembre de 1519 se encontraron en una encarnizada lucha los ejércitos de Moctezuma Xocoyotzin y de Hernán Cortés en un lugar entonces denominado Hutzilán. Entre las ruinas que dejó el incendio de la ciudad quedaron tendidos numerosos muertos, heridos y moribundos de ambos bandos que fueron cuidados por fray Bartolomé de Olmedo, fraile mercedario, que al curar a los enfermos y ayudar a morir a los agonizantes (triage), hizo que se estableciera el primer hospital de América, hoy Hospital de Jesús.(4) Después de la batalla de Solferino en junio 24 de 1859, los soldados tendidos sin atención en el campo de batalla fueron ayudados por Henry Dunant. Las acciones de Dunant y su devoción por el cuidado de estas víctimas fueron narradas en “Las memorias de Solferino” en 1882 y sirvió como un modelo temprano que eventualmente condujo a la organización del Comité Internacional de la Cruz Roja.(1) Estas historias se han repetido en múltiples ocasiones y con frecuencia el éxito de la atención oportuna ha salvado numerosas vidas y a la vez ha complicado la existencia de muchos sobrevivientes. No obstante los adelantos en la atención inicial y secundaria de estos pacientes, lo habitual es que el personal médico y paramédico de los hospitales de segundo y tercer nivel de atención al igual que el personal en las zonas rurales no estén capacitados para dar los cuidados adecuados a las víctimas de trauma (5) -con excepción de los centros especializados en trauma- por lo que es vital que todos aquellos que en un momento dado pudieran estar involucrados en la atención de estos casos deban de ser entrenados oportunamente. En un estudio realizado en el Reino Unido se demostró que los residentes de medicina de urgencias y accidentes tenían menor entrenamiento (ATLS) que los residentes de traumatología y cirugía. Este estudio recomienda que más médicos en entrenamiento debieran tomar el curso ATLS. (6) En México el interés del anestesiólogo por incrementar sus conocimientos en esta área ha sido poco, aunque ya ocasionalmente aparecen cursos que incluyen algunos aspectos de atención primaria. Durante el XXVII Congreso Mexicano de Anestesia se ofreció un curso ATLS avalado por el ACS y otras instituciones de enseñanza exclusivo para los anestesiólogos asistentes al congreso. En este curso fue necesario invitar a otros especialistas ya que solo hubo 12 alumnos anestesiólogos en un grupo de 24. De estos 12 anestesiólogos, 10 aprobaron la evaluación final. En los siguientes congresos mexicanos de anestesia los organizadores no han considerado conveniente ofrecer el curso ATLS a los asistentes. Revisamos los programas de 20 cursos recientes de actualización en anestesiología avalados por la Federación Mexicana de Anestesiología y no fue sorpresa que ninguno de ellos incluyera temas relacionados con el papel del anestesiólogo en la atención de estos enfermos. Por otra parte, en los últimos 5 años escasean las publicaciones sobre el tema en las dos revistas de anestesia mexicanas, lo cual contrasta con las revistas anglosajonas de anestesia en las cuales se publican volúmenes completos relacionados con trauma. Esto revela el poco interés que existe entre los anestesiólogos mexicanos por adquirir el conocimiento y participar en la atención adecuada de estos casos. El American College of Surgeons menciona que en el mundo existen unos 7618 anestesiólogos que han tomado el curso ATLS, de los cuales 77 son mexicanos. Hay unos 1642 instructores ATLS en todo el mundo, 59 de estos son anestesiólogos mexicanos.(3) Si bien estas Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 El manejo inicial de los pacientes traumatizados es semejante al manejo de las escenas de desastres. En ambas situaciones, el éxito depende de una organización adecuada y de priorizar las necesidades peculiares de cada víctima.(7) Durante el terremoto ocurrido en la ciudad de México se perdieron muchas vidas y otras fueron severamente mutiladas física y psicológicamente por la deficiente preparación de los cuerpos de rescate y de los centros hospitalarios que recibieron a cientos de víctimas del desastre. En la actualidad continuamos sufriendo los resultados de este evento y con frecuencia más de la deseada los desastres naturales o los creados por el hombre continúan cobrando víctimas innecesarias. Este tipo de escenarios están llenos de distractores que desvían los primeros auxilios a lo dramático en lugar de prestar atención a lo esencial. En las escenas de desastres donde el caos es acompañado por 73 ruido, fuego, falta de recursos, peligro de explosión, etc. el triage es la prioridad número 1, seguida de la evaluación y tratamiento iniciales. En estas personas la determinación de la extensión y la severidad de las lesiones con el establecimiento simultáneo de la vía aérea, el mantenimiento de la ventilación y uno o varios accesos venosos periféricos son las prioridades iniciales que tienen siempre preferencia sobre el tratamiento definitivo de las lesiones. por más de 60 minutos y abarcar desde el momento mismo del accidente donde se proporciona evaluación y manejo inmediato por personal paramédico y/o médico, hasta poco más allá de los cuidados en la sala de urgencias. Lo importante del concepto “Hora de oro del politraumatizado” es la identificación completa de los escenarios de trauma y sus víctimas al igual que la atención oportuna y adecuada seguida de un tratamiento definitivo óptimo. Las diferentes fases de atención de las víctimas de trauma se enuncian a continuación: Nunca dejará de ser suficiente la insistencia del Comité de Trauma del ACS de que los cuidados médicos de estos enfermos se inician siempre con una evaluación y manejo iniciales dinámicos, simultáneos y ordenados. A continuación de detallan los pasos que integran esta evaluación y manejo iniciales. Atención prehospitalaria Transporte Cuidados en la sala de urgencias Atención preoperatoria Manejo intraoperatorio Manejo postquirúrgico Atención en terapia intensiva Rehabilitación\Cuidados especiales Durante la evaluación primaria se realiza una revisión muy rápida basándose en el A,B,C,D y E - Mantenimiento de una vía aérea permeable con protección de la columna cervical, Ventilación, Circulación con control de la hemorragia, Disfunción (estado neurológico) y Exposición completa con protección de la hipotermia. Una vez completada la evaluación primaria, realizadas las primeras maniobras de resucitación y monitorizadas las situaciones que amenazan la vida, se pasa a la revisión secundaria la cual consiste en una evaluación detallada de la cabeza a los pies, en la cual la revisión física cuidadosa y algunos procedimientos especiales son realizados para establecer el plan de manejo mas definitivo. En la fase de cuidado definitivo se establecen las disposiciones para que el enfermo reciba una intervención quirúrgica, admisión a la Unidad de Cuidados Intensivos o ser transferido a un Centro de Trauma. Finalmente, la historia de estos enfermos termina con los sobrevivientes de la Unidad de Cuidados Intensivos, donde se reflejan los resultados de la atención primaria dada durante la primera hora después del accidente (figura 1). El abordaje propuesto por el ACS es el mas aceptado universalmente, aunque aun hay mucha controversia al respecto y con mayor frecuencia que la deseada un buen número de especialistas que atienden víctimas de trauma no aceptan o pasan por alto las recomendaciones elementales de este efectivo abordaje de los pacientes con trauma. Por otra parte, el creciente interés entre las generaciones jóvenes de diversas especialidades relacionadas con la atención de las víctimas de trauma ha sido uno de los incentivos que mantiene el interés del ACS y sus filiales fuera de Estados Unidos de Norteamérica en continuar con este programa. En México el curso ATLS es dirigido desde la Ciudad de México con coordinadores regionales, estatales y directores de curso en diferentes ciudades a lo largo y ancho de nuestro país. Evaluación y manejo iniciales Como se mencionó antes, el objetivo de este trabajo no es revisar todos los aspectos que se incluyen en la “Hora dorada” , sino mostrar la necesidad que existe en México de difundir estos principios elementales en la atención de estos enfermos. El concepto de la “Hora dorada” en realidad puede extenderse 74 Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Revisión Primaria Establecimiento de la vía aérea. A pesar del incremento en los cursos de Manejo de la vía aérea, Resucitación cardiopulmonar y ATLS, el establecer una vía aérea permeable y asegurada continúa siendo el talón de Aquiles entre los elementos de rescate y los médicos de las salas de urgencias. La vía aérea permeable y segura es siempre el primer paso en todos los pacientes víctimas de un traumatismo. La evaluación de la vía aérea se puede realizar en segundos; un enfermo que está platicando con un tono y cadencia normal no tiene problemas en su vía aérea a diferencia de una persona inconsciente, que aunque se encuentre respirando sin evidencia de obstrucción está en peligro de que la vía área de obstruya súbitamente debido a sangrado oral, aspiración de cuerpos extraños o contenido gástrico. En los pacientes que no respiran debe de iniciarse de inmediato la asistencia ventilatoria, previa revisión de la cavidad oral en búsqueda de objetos que las obstruyan y/o aspiración de secreciones. Se eleva el mentón sin hiperextender el cuello (posibilidad de lesión cervical). Durante esta fase de manejo una sonda nasofaríngea o una cánula de Guedel son muy útiles para establecer una vía aérea comprometida. La intubación nasotraqueal, orotraqueal con una sonda endotraqueal o la intubación oroesofágica con el combitubo proveen de una vía área segura y mas definitiva. Esta ultima maniobra solo debe realizarse una vez que todas las funciones vitales han sido evaluadas o cuando la vía aérea no puede permeabilizarse por otros medios. Ventilación No basta con mantener una vía aérea permeable y asegurada. El resucitador debe estar alerta con el patrón de ventilación que habrá que proporcionarle al enfermo. Los movimientos del tórax no son garantía de que la ventilación es apropiada. La auscultación meticulosa de la cara anterior, posterior y lateral del tórax es la forma correcta de evaluar la ventilación. La frecuencia respiratoria es una buena orientación de la efectividad de la ventilación; una frecuencia muy baja en términos generales es inapropiada mientras que frecuencias muy altas sugieren inefectividad ventilatoria. Si se demuestra que la ventilación es inadecuada, de inmediato se debe de iniciar con asistencia ventilatoria a través de respiración boca a boca o con un ambú cuando está disponible. La ventilación asistida es mas efectiva con un tubo endotraqueal pero este debe ser insertado hasta después de que se ha evaluado el estado circulatorio del enfermo. Circulación A menudo la circulación es el parámetro más difícil de valorar. Para el propósito de la evaluación inicial, la auscultación precordial, la palpación de los pulsos periféricos como el radial, braquial, femoral o carotídeo y la medida de la presión arterial son suficientes. Si los pulsos periféricos no son palpables y los ruidos cardiacos no se escuchan se debe de iniciar con masaje cardiaco externo, colocarse un monitor cardiaco y aplicar las drogas habituales. La hipotensión arterial y/o taquicardia excesivas son indicaciones de un acceso intravenoso inmediato. Examen físico Una vez que se ha “completado” la historia clínica se pasa a una exploración física completa desde la cabeza a los pies. Esto se logra con el paciente desnudo, no olvidando protegerlo de la hipotermia. Se inicia la exploración en cabeza y se procede caudalmente de una forma metódica sin olvidar realizar tacto rectal y vaginal. Laboratorio y Gabinete El laboratorio y los estudios radiológicos se orientan de acuerdo a la historia y los datos encontrados en la revisión física. Estabilización de columna cervical Tratamiento definitivo Muchas vidas se siguen perdiendo y otras se deterioran severamente por un manejo totalmente inadecuado de la columna cervical durante la resucitación inicial. Aunque el rescate y estabilización de las funciones vitales es prioritario sobre el daño del esqueleto axial, se requieren de cuidados mínimos para inmovilizar una columna cervical supuestamente dañada y así evitar daño a la médula cervical. Es por lo tanto pertinente recordar que la manipulación irracional al igual que los movimientos e inmovilización inadecuada del cuello pueden causar lesión medular adicional empeorando el pronóstico. La inmovilización de la columna cervical debe de ser hecha al unísono de la evaluación inicial básica del ABCs. Se debe sospechar lesión severa de columna cervical en aquellos pacientes con lesiones por arriba de las clavículas, en especial los que tienen daño craneoencefálico. Toda lesión producida por accidentes de vehículos de alta velocidad debe También despertar la duda de lesión vertebral/medular concomitante. El diagnóstico y estabilización de las víctimas de trauma severo se puede lograr en las primeras horas postaccidente, es sin embargo muy importante darse cuenta que no todos los enfermos podrán ser manejados en los sitios y por los médicos que los estabilizaron. Por esta razón es importante que durante este manejo inicial se esté pensando ya en los especialistas y centros de envio para un manejo posterior. Control de la hemorragia Los sitios de sangrado deben de ser identificados y controlados con presión directa. En las hemorragias no controladas mediante presión directa es permisible aplicar torniquetes proximales no muy apretados. Los esfuerzos por ligar vasos sangrantes consumen tiempo, pueden ser infructuosos, lesionar otras estructuras y sobretodo, distraer la atención de la evaluación y cuidados de otras heridas. Revisión Secundaria Historia La historia debe incluir todos los datos relativos al evento. Cuando estos pacientes son transportados por elementos de rescate son ellos quienes pueden aportar información valiosa que oriente a lesiones específicas. La policía, los bomberos, los fisgones también pueden ser fuentes valiosas de información. Por ejemplo, el volante deformado orienta a lesiones cerradas, compresivas cardiotorácicas que pueden desencadenar contusión cardiaca, hemopericardio, desprendimientos valvulares. Los choques en vehículos de alta velocidad sugieren daño aórtico o de otros vasos mayores intratorácicos por la desaceleración súbita.(8) Cuando la situación lo permite es conveniente interrogar antecedentes como estado de salud previo, medicamentos que esté tomando el enfermo, alergias, etc. Anestesia en México, Suplemento 1, 2004 Es de capital importancia que el médico haga una evaluación y manejo iniciales lo mas acertado posible y rápido al igual que reconocer sus limitaciones de manejo para no retrasar el envio razonable de sus pacientes. Es necesario solicitar tempranamente al cirujano apropiado (general, neuro, cardio, trauma), al igual que notificar telefónicamente a los hospitales de envio las condiciones del enfermo. La responsabilidad del triage y de una evaluación y manejo iniciales carga en los hombros de los médicos de primer contacto con estos casos y aunque estos médicos con frecuencia no están capacitados para el manejo posterior, sus cuidados iniciales determinaran el futuro inmediato y mediato de estos enfermos.(9,10) Conclusiones Mucho es lo que se puede hacer para mejorar la atención de las víctimas de trauma. Aún en las más remotas localidades, con recursos austeros, el cuidado de los pacientes politraumatizados se puede optimizar educando a los recursos humanos médicos, paramédicos y aún al personal laico disponible. Algunas medidas prácticas dirigirá el cuidado de estos casos hacia una eficiencia y eficacia que sea económicamente factible. Para algunas áreas será necesario establecer Centro de Trauma de tercer nivel de atención, para otros lugares la meta será la búsqueda de recursos financieros que “prendan la mecha” para el establecimiento de programas de prevención y de atención primaria en hospitales comunitarios y centros de atención rurales.(11) Referencias 1. Hanowell LH, Grande ChM. Perspective on critical care of the ill and injured. Sem Anesth 1994;13:167-171. 2. Neades BL. Expanding the role of the nurse in the accident and emergency department. Postgraduate Med J. 1997;73:17-22. 3. Wright F. Administrative/IT Project Coordinator, ATLS 75 Program. [email protected] American College of Surgeons, Chicago, IL. 4. Herrera TD. El último hospital de Tenochtitlan. Med Moderno 1997;8:76-80. 5. Ley SJ. Rural trauma and the anesthesiologist. Sem Anesth 1994;13:172-176. 6. Graham CA, Sinclair MT. A survey of advanced trauma lifesupport training for trainees in acute surgical specialties. Injury 1996;27:631-634. 7. 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