FUNDIENDO SUS VOLUNTADES Glosas a Jesús Orta Ruiz -El Indio Naborí- Odalys Leyva Rosabal PRÓLOGO El humanismo de Jesús Orta Ruiz y su expresión culta, nos seduce como a tantos bardos cubanos y nos invita a glosar sus décimas, llenas de resortes expresivos, de armonía donde aparece la circunstancia, la existencia con sus requiebros y dolores; el arte de un poeta que le canta a la vida y a la muerte con la misma fuerza, que funde sus voluntades para entregar la maestría de sus textos; asume ese aluvión de versos y cautiva con la magnificencia más vibrante. Es considerado el decimista cubano más importante del siglo XX. El Día Iberoamericano de la Décima y el verso improvisado se celebra el 30 de septiembre, en honor a su fecha de nacimiento. Substancialmente improvisador, con una albacea de reminiscencias, que permitió que a la velocidad de la luz este poeta lograra juntar sus acordes y ofreciera la décima penetrante y lista a publicar, es sin dudas el poeta improvisador que más público ha logrado reunir en la historia de la décima para disfrutar la exquisitez de su oralidad. En agosto de 1955, en el estadio habanero de Campo Armada, junto al poeta Ángel Valiente, dejaron para la historia la “Controversia del siglo”, con la participación de miles de observadores; es un hecho sin precedentes en las reminiscencias de la décima. Naborí con un caudal de emociones y con su excelente afinación logró atraer tanto a seguidores de la décima como aquellos que lo descubrían por vez primera; ha sido el más popular de los improvisadores cubanos, y además el poeta decimista más glosado. Contaba Naborí con un estilo elegante y sensible, lleno de imágenes, capaz de esclarecer el tema más difícil, estaba dotado de un fino humor, fue él quien se adentró entre la senda de lo culto y lo popular, para procurarse esa voz de pueblo. Es ese hombre insular, que ha logrado transgredir las fronteras, y hacerse querer en Hispanoamérica. Los soportes expresivos de su poética tienen el don de la permanencia, la hilaridad, el desenfado, la certidumbre que hace palpitar al verso, afirmación de la palabra, énfasis entre lo inmediato y lo oculto; en sus poemas están los paisajes, los protagonistas de sus días, la intuición saludable, el placer de lo reflexivamente idílico, los linderos y los vestigios de un hombre que es capaz de contaminar con su memoria poética a los acuciosos lectores que toman sus versos y los hacen pulsar como a las cuerdas de un laúd. Es una de las voces poéticas más interesantes que ha dado nuestra lengua, su pensamiento renovador, la singularidad de su poesía, el lado más humano de su decir es el que ha tocado las fibras de los poetas que lo glosan y quedan genuflexos ante su obra, el arte de revelar sus textos del alma, su grito poético que transgrede los umbrales y llega permitiéndonos fundir sus voluntades o fundir las nuestras con todo el respeto hacía un hombre que cantará por siempre, en ese eterno retorno donde los seres magnánimos, ofrecen su luz más allá de el pulso del tiempo. Odalys Leyva Rosabal. (Las Tunas, 21 de abril de 2013.) I DE TU INEFABLE SENTIR ODALYS LEYVA ROSABAL (SAN JOSÉ DE LA PLATA, LAS TUNAS, CUBA, 1969) A SEMEJANZA DE DIOS ¿Y tu sombra va detrás? ¿A qué sombra te refieres? tú eres una sombra y eres una sombra nada más. Jesús Orta Ruíz. En realidad no me asombra ver fantasmas tras de mí. He descubierto y yo vi detrás una negra sombra. Y mi legado que nombra te pregunta: ¿dónde vas en ese inusual compás que más bien es un descuido? Yo voy con el pecho erguido. ¿y tu sombra va detrás? No soy la nube del cielo que va dejando una estela, tampoco soy la candela que improvisa su otro vuelo. Tú no me causas desvelo si imitas mis pareceres. Eres mi sombra y prefieres ser la imagen de otro hombre pues Dios tiene un solo nombre ¿A qué sombra te refieres? El Todo busca en los trotes, en usuales crucigramas, el pez suelta sus escamas detrás de tantos barrotes. Mejor no te pongas motes que escandalicen los seres. Son ardides de mujeres que alocan siempre el retorno. El cráter no suple al horno tú eres una sombra y eres. La imitación de mi verso, el paso de la obediencia. La nube nunca es violencia sólo te vuelve en lo terso de un maniático universo que suelta en el éter gas la noche que poco das. La selva no tiene adioses eres sombra de los dioses una sombra nada más. NIEBLAS No hay iris. Se difumina el color de las violetas y convivo con siluetas en un mundo de neblina. Jesús Orta Ruíz. Qué triste cuando las flores se distancian del camino y hasta el ángel peregrino duerme sus sueños mejores. Vuelan libres ruiseñores donde el arte se encamina. Y lo sufre la retina con el árbol de sus cruces, el ojo cerró sus luces, no hay iris. Se difumina. El mar sólo es un sonido y los arboles la danza con el aire cuando avanza hasta formar un quejido. La nitidez se ha perdido, el cielo luce sus vetas con esas dagas secretas como una enorme partida, duele al fondo de la vida el color de las violetas. Se me escapan los luceros, el agua trivial del río, todo se convierte en frío, en humildes sonajeros. Los colores y los fieros empujes de las cometas, hacen sentenciar las grietas en mi andar crucificado, se me desangra el pasado y convivo con siluetas. La suerte viene en el todo, Dios nos brinda la esperanza, lo fiel que la luz alcanza más allá del acomodo. Mi cuerpo sabe el recodo y con tus ojos camina, el dolor es ostra fina orientada en suave brillo, se me ha perdido el ovillo en un mundo de neblina. ISLA DE SUAVES ACUARELAS Viajera peninsular ¡cómo te has aplatanado! ¿Qué sinsonte enamorado te dio cita en el palmar? Jesús Orta Ruiz. Isla, radiante, emotiva ¿qué estrella busca tu frente? ¿será que nace un torrente filosofal que se aviva? El vuelo fiel del escriba viene en su paso lunar. El pez que nada en el mar llora su triste acertijo Isla, besa el crucifijo, viajera peninsular. ¿Qué sabes de muro y cruz, de un demonio mal herido? Vives el vuelo perdido que se esconde en su testuz. Isla, sostén tu capuz, muestra tu escote dorado, lo verde en un sueño alado es un pincel de utopía, en su leve melodía como te has aplatanado. El mar, música entre velas, peces en la reciedumbre; el sol navegante cumbre impregna sus acuarelas. Duran libres las estelas de un pensamiento invernado. La isla tiene un tejado no de cristal, si de palmas. ¿Quién ilusiona las almas? ¿Qué sinsonte enamorado? El mar novio caprichoso seduce la grácil tierra y de su novia se aferra para invadir su reposo. Matrimonio melodioso donde el agua hecha a cantar. ¿cómo sedujiste al mar Isla, alegre y vanidosa? ¿Quién te regaló la rosa te dio cita en el palmar? RITUAL DE LA PARTIDA ¡Ay, ¿quién le abrió tan de prisa la tranquera de otro mundo? ¡En qué pozo tan profundo se le cayó la sonrisa! Jesús Orta Ruiz. La Parca, oscura, luctuosa tiene dolor y abandono. No soy yo quien desmorono el llanto infiel de la rosa. Con el puñal, caprichosa daña pero nunca avisa. ¿En qué lugar da su risa a los vivientes humanos que ya no ciegan sus granos? ¡Ay, ¿quién le abrió tan de prisa. Tiene un quejido que aborta los terrores de la mente, en adagios de serpiente rompe el ritual, todo corta. La crueldad nada le importa en ella nada es fecundo, confunde lo nauseabundo con la rigidez del sable. Abre la muerte culpable la tranquera de otro mundo. Nadie sabe la ventaja de partir hacia otra vida. ¿En qué virtud socorrida la muerte el sol agasaja? Sus arpegios no relaja todo canto es iracundo confunde a cada segundo, tapa el ojo con la venda. ¿A dónde lanzó la ofrenda? ¿En qué pozo tan profundo? Naufraga la flor y el nombre, el yugo, el envés del rito; todo pecar es marchito donde se desnuda el hombre. Que el augurio no se asombre se nos fugó la vigilia, en lo fatal nos exilia, perdimos la marejada. y a la esperanza enrejada se le cayó la sonrisa. UNA VOZ QUE SE CONMUEVE Va librando mis pies flojos. ¡Ay, quién me diría que los ojos que ayer canté hoy fueran mis propios ojos. Jesús Orta Ruiz. En sublime levedad se mueve la luz del día y lo que ayer fue utopía se convierte en realidad. Vivo la felicidad que acaricia mis antojos. Ya no me quedan enojos, la vida es astro encendido que apartándome el quejido va librando mis pies flojos. La visión tiene su encanto, es el amor donde Dios me sacude y luego nos envuelve en audaz quebranto. Ayer lo verde era un manto que me llenaba la fe. Le pregunté a Dios: ¿por qué mis ojos no ven la luna si era mi mejor fortuna? Hay quién me diría que tú guiarías mi reflejo, mis pasos, la misma vida como suerte socorrida en el envés de mi espejo. Se me torna un ovillejo el verso que no se ve, en tus ojos va el café que pruebo de luz temprana, regresan en la mañana los ojos que ayer canté. Transito como si fuera una voz que se conmueve entre la lluvia y la nieve sufriendo la primavera. Sin ver las flores, la espera se convierte en desalojos. ¿A dónde los lirios rojos estremecen mi linaje? No pensé que tu paisaje hoy fueran mis propios ojos. ADVENIMIENTO Aquí estoy en los felices días que luego han venido como el árbol que ha crecido aferrado a sus raíces. Jesús Orta Ruiz. La vida inefable sueño hace crecer la esperanza, la nitidez nos alcanza contra la flecha y el lecho. ¿Quién martiriza el empeño para cejar los deslices? Vivimos en los matices de enamorados retratos. Estoy en los días gratos, aquí estoy en los felices. Cada reino tiene un Rey, un mando, golpe violento que crece desde el tormento para sacudir la grey. Todo universo es la ley de Dios en mejor sentido. ¿Existe amor sin Cupido? Eva le predijo a Adán: sé que nos faltará el pan. Días que luego han venido. Retornan sin dar la seña los apóstoles de Cristo, padecemos a Mefisto y somos del árbol leña. ¿Qué diablo el mundo despeña? Sin mencionar un cumplido un ave dañó su nido y a la muerte nos mudamos; hacia el altar regresamos como el árbol que ha crecido. La isla siempre es mi canto padeciendo sus dolores, la isla y sus estertores con las legiones de espanto. ¿Qué musitado quebranto necesita meretrices? Cuando la bandera ices verás un duende confeso, sigo de la palma preso aferrado a sus raíces. JUICIO DEL ASOMBRO y si acaso no te asombra lo que digo que te asombre: tú eres la sombra de un hombre, yo soy un hombre sin sombra. Jesús Orta Ruiz. Y si acaso no te asombra, yo me asombro del hechizo de mi insigne cobertizo tú vuelves a ser la sombra. Si en los puntales escombra el Minotauro es enfado. El laberinto ha violado y Ariadna maldice al reo, te propones Odiseo me asombra verte asombrado. Hay un destino letal es que deshago el entuerto donde un asombrado muerto bendice el juicio final. Ardid de giro infernal brinda el peñasco sin nombre con el silbido de un hombre que ser la imagen disfraza, adagios de mala raza, lo que digo que te asombre. No condeno la ciudad ni al ángel crucificado ofrece todo enrejado un grito de soledad. Se mutila la otredad y me duele que se escombre. El suicida tiene un nombre que no lo aparta del mal. Yo soy un ser inmortal tú eres la sombra de un hombre. Puede que exista un disparo que me aleje las gaviotas y lloren sus alas rotas los naipes del desamparo. Tiene la vida un mal faro que no alumbra sólo escombra y si acaso no te nombra el llanto del crucifijo recuerda que el ángel dijo: “Yo soy un hombre sin sombra”. FILOSOFÍAS Y luego en el ataúd, velas, flores, lagrimear y tu ansiedad de cantar en una blanca quietud. Jesús Orta Ruiz. Les traigo mis profecías vengo con luces y efluvio, he nadado en el Danubio y aparté las herejías. Desterré filosofías adonde el hambre es laúd que llora la multitud, al quejido más amargo. Primero duró el letargo y luego vi el ataúd. Eran tantos los conjuros que sufrí las maldiciones, nostálgica de aluviones maldije piedras y muros. En el destino hay oscuros pasos que llegan al mar. ¿Qué me ha trazado el azar? tal vez una catarata, la fiera que sufre y mata, velas, flores, lagrimear. Quedaron sus sueños mudos y la voz se fue en el ave, la atadura fue la clave que llenó el amor de nudos. ¿Por qué marchó sin saludos y sin volver al palmar? Ya no quiere despertar el ángel de mi quebranto ¿por qué se ha dormido el santo, y tu ansiedad de cantar? Ahora tengo la atadura donde hasta el agua es inerte, sin ti la lluvia no vierte ¿dónde está tu travesura? La tarde es una fisura que no me invita al laúd. Qué lóbrega lasitud me deja lo dulce amargo todo se torna un letargo en una blanca quietud. ISLA FRUTECIDA Pensaste que ya en tu frente jamás habría una sombra, que no tendría tu alfombra de lirios, un cardo hiriente. Jesús Orta Ruiz. Hay un cinturón de agua alrededor de la isla, un muro que flor aísla y pesadumbre desagua. Frutos esconde en su enagua como pasión reverente, olas de gracia elocuente saben de dolor y llanto un cuerno viste de espanto pensaste que ya en tu frente. El cintillo era de ruego, el árbol de mala espina soltaba su parafina a los temores del fuego. Al mar rugiente me entrego, maldito dolor que escombra el dolor que todo nombra y entre maldiciones pasa. (Me juraste que en mi casa jamás habría una sombra). Quise volar mis deslices, conocer nuevas ciudades y dividí mis mitades sin fraguar otros matices. (El hombre tiene raíces que a la multitud asombra y vuelve a ser lo que nombra el secreto de Aladino, la falta de pan y vino que no tendría tu alfombra). Se necesita el denuedo, la gracia de la fortuna, donde la belleza es una arboleda contra el miedo. Tiene el destino un torpedo donde la arena es caliente. ¿En qué ciudad maldiciente un juez preñó la ironía? ¿Quién plantó en la luz del día de lirios, un cardo hiriente? AÑORADA NIÑEZ Mi niñez descalza y pura como la misma ignorancia me viene por la fragancia de una guayaba madura. Jesús Orta Ruiz. En San José de la Plata acaricié los bemoles de los ancestros, los soles que pinté (¡Cómo arrebata ver los frutales!) La mata hizo del indio aventura. Conocí la desventura de no jugar con grumetes, tuvo muy pocos juguetes mi niñez descalza y pura. El lápiz y la libreta no faltaron en mi casa, la escuela me dijo: pasa, como quien sacude y reta. Jugué con una cometa en el potrero y la estancia. Tiene la vida una rancia desnudez, la sed culpable, un fantasma indeseable como la misma ignorancia. Tengo días que convocan a buscar panes y peces, pero los mismos reveces en mi pecho se sofocan. Los naufragios se desbocan en ciudad sin elegancia donde el vino no se escancia y Cristo llora en el lecho; a veces lo insatisfecho me viene por la fragancia. Dicté en la tierra mis loores para buscar acertijos y sufrí los crucifijos de quien planta sus rencores. El árbol sabe sus flores, el diluvio que se cura más no acierto travesura que nueva isla pretende. Trajo la mitad el duende de una guayaba madura. SUELTA CHISPAS EN LA ALTURA Brillan luces voladoras tan sueltas sobre la casa, como luminosa masa partida en tenues auroras. Jesús Orta Ruiz. La noche tiembla de encanto en la piel todo se agita, y una nube resucita para esconder el espanto. No habrá lugar para el llanto me seducen muchas floras. En el bajel no hay escoras solo un fulgor misterioso, a donde mi vista poso brillan luces voladoras El cielo ofrece su lumbre como amable desatino para alumbrar el camino y al llano desde la cumbre. Existe una pesadumbre que con el silencio pasa. Una estrella es leve brasa que se pierde en la negrura, sobran chispas en la altura tan sueltas sobre la casa. Con una alegre armonía el hogar brinda su gozo, las estrellas en el pozo reflejan su pleitesía. ¿Qué sutil algarabía muestra la pasión escasa? El cielo la luz amasa y borda su grácil huella, ha enviado una doncella como luminosa masa. El patrio el ángel disfruta aunque padece su mesa un dolor que el tiempo besa sin desbordarse la fruta. Canto mi luz y una gruta no sucumbe en las demoras. ¿Quién brinda las veladoras para alumbrar el hastío? La luna brinda su brío partida en tenues auroras. ESPLENDOR A SEMEJANZA DE DIOS Amor bálsamo en la herida y sol risueño en La frente es el Génesis la fuente universal de la vida. Jesús Orta Ruiz. Adán, Eva: dos pecados la espina que crece doble, detrás de un ensueño noble y al frente los lacerados. El placer en los laureados ha de bendecir la vida. El Paraíso la brida donde el hambre daña al potro, puso la cura en el otro: amor, bálsamo en la herida. El hombre mintió, no reza, disfruta las bacanales, sigue la bruma, los males adonde el Infierno empieza. Presume con sutileza el magma, su nuevo ente. El esplendor de repente le muestra a su padre Dios; lleva escondida la tos y sol risueño en su frente. Sufre su luz y se exhibe al transgredir la frontera, el hombre que reverbera no siempre de sueños vive. El amor se desinhibe y pasa después del lente. La manzana es esa fuente con sabores al desnudo, tiene arpegios, no lo dudo, es el Génesis la fuente. Placer, no es esa locura que echa las pieles al horno, amor no es ese soborno de lo que no tienes cura. Amor es esa ternura de la boca frutecida, amor es otra estampida donde se acaba la herrumbre, es la más preciada lumbre universal de la vida. EL ARTE DEL AMOR No veas dos unidades juntas por afinidad, sino una misma unidad uniendo sus dos mitades. Jesús Orta Ruiz. Vamos juntos hasta el pozo a vivir los manantiales, para pulir los cristales en el más dócil retozo. Tu cuerpo sublime rozo y nacen perpetuidades; trae la luz sublimidades para alumbrar los gemidos, nuestros cuerpos van fundidos no veas dos unidades. Más allá de la distancia, del placer y los clamores, de las manos y sus flores y de la eterna fragancia. Cuerpos donde la elegancia se viste de la lealtad. No existe la vanidad el amor es todo exceso, nuestras bocas dan un beso juntas por afinidad. Somos el fragor, la llama, unidos de pensamiento, no hay lugar para el lamento, sólo el amor nos reclama. Nos guardamos la soflama, ritos de felicidad. El amor es libertad, la perla en igual reinado, no es un jardín separado sino una misma unidad. Si el mar separa la tierra y nos daña las raíces, y si aparecen deslices que nos suelten a la guerra, de seguro que se aferra mi ser a tus voluntades. No habrá sitio para el Hades, si no una estrella encendida. ¡Somos isla frutecida uniendo sus dos mitades! SEMILLA DE TU MIRADA Sus ojos ebrios de llano se achican de sol y viento bajo el amparo mugriento de un sombrerito de guano. Jesús Orta Ruíz. Regresa como ángel puro cantándole al horizonte entre el quejido del monte y en el farallón oscuro. Supo de cercas y muro de lo alegre y el desgano con un verso en cada mano subió fuerte a la montaña y temblaron en la hazaña sus ojos ebrios de llano. ¡Qué mirada de paisaje! ¡Qué galán que no lamenta el cristal de la tormenta cuando comienza su viaje! El lirismo de equipaje suprime todo tormento sin vacilar el lamento echa flor de la semilla y los potros de la orilla se achican de sol y viento. Toda la sustancia humana busca briznas en su aureola; la piel su llanto no inmola la libertad le desgrana. El placer de la sabana es el más grato aposento, un fruto para el sediento, verdor de sublime trigo ¿quién ha perdido un amigo bajo el amparo mugriento? Marcha y vienen adivinos a nombrarle su algazara; ¿Qué duende es el qué dispara y llora sus torbellinos? ¿quién soslayó sus caminos sin salvar el eco humano? ¿qué noble pincel ufano desnudó su cabellera? ¿quién pintó la primavera de un sombrerito de guano? LOS REYES Y SUS MALES En aquellos tiempos rudos en que apenas el pan tuve, por estas calles anduve niño con los pies desnudos. Jesús Orta Ruíz. (Me lo dijo Miguelito una noche de luna llena). Lo triste bajó de arriba, la carencia hasta del credo donde musitaba el miedo como barco a la deriva. Como quien el mal derriba vi de la soga los nudos. El tiempo nos trajo crudos designios de los adioses y se marcharon los dioses en aquellos tiempos rudos. Engañé con los cristales a los amantes del brillo, lloré como monaguillo el áspid de tantos males. Los reyes todos iguales vieron que hasta el astro sube y de la tierra a la nube se desafió la pobreza hubo días de fiereza en que apenas el pan tuve. Lo celestial del engaño quiso parar los jazmines quedamos como arlequines en otro espacio aledaño. En las cruces del estaño no hubo Dios, sólo un querube, me desafió pero hube de saltar cada frontera, con la vista prisionera por estas calles anduve. Duele ver a las vidrieras llenas de dulces tan finos, ser un niño en los caminos que traduce las banderas. Un niño con sus maneras de desafiar los escudos; un ángel sin los menudos para comprar la esperanza y logro ser en la danza niño con los pies desnudos. VOCABLOS CON VIDA. Me queda por decir no sé qué cosa que me parece inusitada y bella. He gastado palabras como estrella, Rocío, rosicler, sonrisa, rosa. Jesus Orta Ruíz. A través de las dudas tú me llamas y no sostengo copas de amargura; el dolor de mi piel, sales supura, y el árbol ha perdido nuevas ramas. Puede el pez maldecir a sus escamas negar de lo inefable la tortura, el astro en mi endeblez no tiene cura, tampoco negaré si tú me amas. He buscado en el tiempo toda huella, me queda por decir no sé qué cosa he gastado palabras como estrella. Tal vez de la frontera soy la esposa, la guitarra pactando su querella la sangre encarnecida por la rosa. HUELLAS DEL ALMA Y en lo pobre del verso y de la prosa no he logrado atrapar el alma de ella. La he visto fugitiva mariposa o pájaro con alas de centella. Jesús Orta Ruíz. Huyendo del demonio que me acosa abrí los pedregales del recuerdo, tú estás en las sonatas que ahora pierdo y en lo pobre del verso y de la prosa. Una dama sin luz es caprichosa ¿quién dice que mis labios siempre muerdo? Habló un hombre de paz: “claro concuerdo, la he visto fugitiva mariposa.” El mundo en su bregar duele la huella, Un hombre mira al cielo, da su grito: “no he logrado atrapar el alma de ella”. Será que el bienestar el alma cella, una paloma salta al infinito o pájaro con alas de centella. SENETUD Cuando callo, la escucho y la medito pero se pierde en el poema escrito. Me queda poco tiempo de palabra. Me desespera lo que nunca encuentro, ¿y he de morir sin que mi mano abra puertas al ave que me canta adentro. Jesús Orta Ruíz. En su ausencia mi llanto se revela pero se pierde en el poema escrito, he llorado su andar el infinito que no logro alumbrar con una vela. La vida en sus puntales, la secuela: es puente a los volcanes, lo marchito cuando callo la escucho y la medito al derrumbe floral de la acuarela. Es el feroz sollozo de la noche, me queda poco tiempo de palabra existe algún enigma junto al broche. El signo no será de abracadabra, la puerta no ha cedido ante el derroche y he de morir sin que mi mano abra. SUEÑOS A LO INMENSO De aquí soñando mañanas esplendidas de futuro salí con un bosque oscuro y aquí estoy, bosque de canas. Jesús Orta Ruíz. El viento, piedra desnuda subleva todo murmullo, como el ser que sin orgullo en los arboles se escuda. El estertor que sacuda todas las glorias tempranas temblará con las paganas formas de adorar el cielo mientras yo sostengo el vuelo de aquí, soñando mañanas. La magia tiene una esquiva forma de andar el retozo la piedra sale del pozo y se nos muestra evasiva. Sigo la orilla más viva para sacudir el muro. El cobarde es inseguro a todo le ve su roca mi cuerpo las sendas toca espléndidas del futuro. El espejo trae violines, la cabellera incendiada, ¿Qué suerte disimulada me azota los querubines? He de pasar los jardines sin quedarme en el cianuro, ni en el dolor prematuro. Toda cruz tiene su invierno aunque fustigo el Infierno salí con un bosque oscuro. Una ciudad es linaje de seres, lo diferente, cada hombre es otro puente para descubrir el viaje. El polvo sabe el encaje, viejo de sendas humanas: la muerte y sus caravanas le dan al siglo raíz; yo aparté la cicatriz y aquí estoy bosque de canas. ESCALADA El progreso me ha borrado la cañada y la arboleda pero mi recuerdo queda todo como dibujado. Jesús Orta Ruíz. Nací flecha en los temores, viví de adentro hacia afuera no maldije la frontera, me bebí los sinsabores. Hoy me azotan estertores, laberinto imaginado, ¿Por qué pasar el cercado infiel de lo necesario, cuando un astro lapidario el progreso me ha borrado? Siento la paz fecundada del dolor como descuido, para entregar el gemido sólo me falta la espada. Una cerca imaginada en mi vientre se remeda y me ahogo en la humareda como cisne es sueño magro y me sobra del milagro la cañada y la arboleda. Vivir la luz del progreso es acertar en la cumbre, transfigurar la costumbre vivir con la isla en peso. Las alas son lo no preso, lo vivo que nada enreda, los arpegios del aeda con su suerte prometida ; tuve el albor, la salida pero en mi recuerdo queda. La paloma con sus alas, feliz de todo destello, el ritual junto a lo bello, pero el demonio: las balas. Borde fatal donde exhalas el partir con el pecado. Todo regreso es lo amado, cada partir la herejía, queda el paisaje en la vía todo como dibujado. ESCULTOR La vida nos da una piedra tosca cuando entramos en su taller difícil. Jesús Orta Ruíz. La vida nos da una piedra tosca cuando entramos, rudos, soltamos los pies desnudos y acariciamos la hiedra. ¡Qué cincel el que se arredra a desafiar a lo inerte! (Los martillos de la suerte son gloria del grabador que cincela el escozor inhumano de la muerte). NOCHE DE TOROS Surge la luna. del toro de la noche cuernos que alumbran. Ladran los perros. Se asustan de la noche y el silencio. Los gallos cantan Miden de pico a pico la madrugada. (Hai- ku) de Jesús Orta Ruíz. Surge la luna del toro de la noche que hechizada se sacude la cornada entre el fragor y el decoro. Toro y Hombre: el acaloro, cuernos que alumbran la suerte, ¿quién los demonios advierte? ladran los perros se asustan, los gallos cantan, disgustan y el torero se divierte. Referencias González Sanchez Ronel Árbol de la esperanza, Antología de décimas hispanoamericanas, (Editorial Arte y Literatura, La Habana 2008). Orta Fidel Antonio El telescopio de la hormiga. Los periodos creativos del Indio Naborí (Frente de Afirmación Hispanista de México, 2013). II VIDA INTOCABLE QUE TOCA. Lorenzo Suarez Crespo (pinar del Río, ) LA MALARA Malara que das acento al acordeón de mis rimas, presiento que me caminas poro a poro en cada aliento. Te escucho latir y siento en caricias tu cendal que bate al viento, ritual en divina evocación, musa por inspiración, mística como el raudal. Te supe de luz y aroma en lo más virtual de un drama cuando el recuerdo se inflama y la nostalgia se doma. La fúlgida luz asoma la vocación donde alternas los goces en que gobiernas y sin proyectos manidos vas borrando los olvidos de aguas que corren internas. En un cósmico latido, la voz perdida del viento o el renglón amarillento de un poemario dormido. Siempre estás, nunca te has ido, con esas alas te internas en gamas de luz tan tiernas que en tu prisma iridiscente asumes el subconsciente en las profundas cavernas. Catedral de los aedas, en los diez salmos del templo, desde niño te contemplo en todo lo que remedas. Cuánta remembranza hospedas: lo supremo, lo abismal, cierto, dudoso, irreal…, duende sin más equipajes arropado en los mensajes del misterio universal. …mística como el raudal de aguas que corren internas en las profundas cavernas del misterio universal. -1Jesús Orta Ruiz A LORCA Luna blanca de verano, desde tu magia secreta dime, ¿dónde está el poeta del romancero gitano? (2) -Jesús Orta Ruiz Federico, en los claveles más rojos de tu silencio con qué dolor reverencio la sangre de los pinceles. El plomo de los infieles mutiló el lirio en tu mano, tembló en su mutis lo arcano y en la bruma que te asiste jamás te vimos más triste, luna blanca de verano No pudo ser más cortante la espada sobre los toros, lágrimas en ojos moros bajo el signo delirante. Granada en aquel instante, ebria de luz y violeta, vio temblar cada glorieta y agujereados tus nardos en un rebotar de dardos desde tu magia secreta. España se resentía de amapolas y encinares, te amputaron los cantares de antigua gitanería. La Parca se asombraría del filo de la saeta, simplificaron tu meta y ante el juicio de la espada, quién no preguntó en Granada: dime, ¿dónde está el poeta? Después la palabra ciega con sus filos de guadaña, el luto de toda España a desmemorias se niega. El universo despliega el justo clamor humano, más que tarde bien temprano acuña en sello de amor al más excelso cantor del romancero gitano. FLOR ABIERTA - A Paula Figueroa Así como flor abierta a tres abejas sonoras el alma vive a estas horas en que la sangre despierta. (3) Jesús Orta Ruiz 1. He conocido a una anciana que va tejiéndole al día con hilos de poesía un crisol de filigrana. Con la bondad que desgrana es la luz menos incierta y en cuanto su voz concierta amor del hijo, el esposo, ofrece el álbum suntuoso así como flor abierta 2. Sus manos, toda dulzura, se esmeran en el cortijo junto al esposo y al hijo con la bendición más pura. Con qué infinita ternura va alimentando en sus horas páginas consoladoras y en la Biblia, texto impar, con Dios, familia y hogar a tres abejas sonoras 3. A sus ojos de luz clara las Musas suelen volver y en su voz hacen tañer el verso con que soñara. Como si se despertara en repetidas auroras, ungida de aves cantoras, burlando las soledades en sus íntimas saudades el alma vive a estas horas 4. Cuídela el Dios venerado desde su regia atalaya y allá en el reino no haya tesoro más anhelado. A esta anciana que he cantado diez campanadas de alerta llegue el verso hasta su puerta con un mensaje genuino, justo al momento divino en que la sangre despierta. EN EL ARA DEL AMOR …que la musa se levante. en el ara del amor y que coloque una flor en cada verso que cante. (4) -Jesús Orta Ruiz Gravita el silencio, cede al dolor que agrieta el alma… ¿cómo dominar la calma cuando la pena la agrede? Es posible que no quede la palabra dominante o acaso en luz, rutilante, calle el verso su tañido, mas no impedirá el olvido que la musa se levante. Cuando en mis versos tejí en todo instante madejas de versos, cuántas añejas ilusiones concebí. Lo fugaz, lo baladí no opacó nunca el fulgor de estas rimas donde en flor el árbol de mi existencia sorbió su grávida esencia en el ara del amor. Versos penetran lo inerte para darle luz, acento al más denodado aliento de vida frente la muerte. A quien ungiera la suerte con preceptos de un Dador, un ángel, un trovador, mezcla de humano y divino, déjame orar por tu sino y que coloque una flor. Por no llegar hasta el cielo podría omitir tu nombre para que nadie se asombre cuando moje mi pañuelo. Solo seguiré tu vuelo del tropo más desafiante y así cuando se levante mi voz ante los abrojos, le daré luz a tus ojos en cada verso que cante. DEL AMOR Amor…¿qué cosa es amor? tal vez la ley misteriosa. que enseñó a la mariposa. el secreto de la flor. (5) -Jesús Orta Ruiz Es en su efluvio el perfume como bálsamo a tu piel, hace más plácida y fiel la caricia que lo asume. Imposible que se abrume mi numen de trovador y en el sublime esplendor que todo tu ser provoca, sueles oír de mi boca… Amor…¿qué cosa es amor? Con la ingenuidad del ave columpiándose en la rama vienes en trino a mi cama con la placidez más suave. No hay un remedo más grave que esa voz tan melodiosa, rima de alondra, de diosa que viene de los arcanos para dejar en mis manos tal vez la ley misteriosa. Fue acaso la conjunción de la caricia y del beso, la añoranza, el embeleso, lo divino de la unción. Quizás vino en la oración de un Dios que jamás reposa en dádivas cuando osa darnos en don que redime el secreto más sublime que enseñó a la mariposa. Vienes en vuelos de musa emergida de las aguas al batir de las enaguas entre la bruma difusa. Con qué encantadora excusa de inexplicable candor, mensajera del amor en cuando tocas mi helecho para tatuarme en el pecho el secreto de la flor. DE LA MUERTE …es para el místico anhelo camino de salvación, una breve transición entre la tierra y el cielo. (6) -Jesús Orta Ruiz El tiempo nos atropella la piel. Acaso percibo en el espacio en que escribo la más diminuta huella. Viene la angustia, con ella la muerte de corto vuelo y al cubrirnos con su velo notamos con desconfianza lo frágil que la esperanza es para el místico anhelo. En piedra el silencio acaba como el desdén que la incrusta, el azote de la fusta en sus ritmos con la aldaba. La tecla del viento graba cada fúnebre oración, luego el ritual, el panteón de las flores frescas se viste sabiendo que ya no existe camino de salvación. Se queda vacío el nido, hasta el aire se enrarece, sola la rama se mece, el tiempo se ha detenido. Cesa en la sangre el latido y ya roto el diapasón en el oscuro rincón desde su opaca quietud, experimenta el laúd una breve transición. Aunque la vida es tan breve y el dolor pérfido, brusco, Dios del cielo, no te busco amén de la Parca aleve. Quizás mi plegaria eleve como antídoto en su vuelo sin quejas o desconsuelo y para bien de los sabios, con diez versos en mis labios entre la tierra y el cielo. LA NOVIA DEL LAÚD Guitarra, con tu virtud y tu cintura mulata, en noche de serenata eres novia del laúd. (7) -Jesús Orta Ruiz 1.Cuando el penacho se inclina de la palma a tu llamado, hay cantos de enamorado en la choza campesina. Tus cuerdas de seda fina suelen quebrar la quietud y en toda su magnitud en la noche más hermosa, emerges como una Diosa, guitarra, con tu virtud 2.Siempre hay un trino en la cuerda; en tu garganta, el amor y la voz del trovador que algún romance recuerda. Aunque en la noche se pierda la nota que se dilata, la luna en galas de plata al compás de una canción te besará el diapasón y tu cintura mulata. 3.Acunan al corazón los dedos que te acarician cuando las cuerdas inician joyas de la inspiración. Cobras igual dimensión cuando el silencio que te ata se quiebra en la cabalgata lírica de algún poeta y vibras linda y coqueta en noche de serenata 4.Arca sonora del trino, inspiración del poeta, se armoniza en tu silueta algo mágico, divino. Pero, guitarra, es tu sino, más que acordes en alud, imantada en lasitud basta que en amor te des, pues al bautizo del tres eres novia del laúd. BANDERA PATRIA …linda enseña mejicana. dulce bandera de gloria. en el mástil de la historia. flotando está su sotana. (8) -Jesús Orta Ruiz Cuando pienso en el Castillo de Chapultepec, ¡qué historia! Fueron medallas de gloria que aún conservan su brillo. Párvulo cada gatillo en la odisea espartana. ¡Cuánta juventud desgrana la sangre por tu satín al vuelo en cada fortín, linda enseña mejicana. Patriotismo a todo trance con la Patria en cada herida, una voluntad suicida matiza el épico lance. Sin meditar en su alcance más que el temor fue la euforia, la perla frente a la escoria, más que el arrojo el calibre y hacerte volar más libre, dulce bandera de gloria. Fue el legítimo legado de evocación por Morelos y en los férvidos anhelos de un Juárez ya idolatrado. Ante el invasor osado y el luto en constante noria jamás fuiste tan notoria ni más hermoso blasón, al flotar tu pabellón en el mástil de la historia. En letras rojas escrito otro libro tan sagrado con el afán denodado de un patriotismo infinito. De Lares volvió aquel grito de infantes en la mañana. Es la estirpe mejicana que nuevos Hidalgos ve si en los templos de la fe flotando está su sotana. POETA …la esperanza es una oruga, fino estuche sin abrir donde late el porvenir de alas en risueña fuga. (9) -Jesús Orta Ruiz El corazón del poeta es el templo de lo humano, hace el fruto más temprano en su lid por toda meta. Su alimento es la saeta de un tiempo que se nos fuga y en el jardín donde enjuga el lagrimal de la vida en un alarde suicida la esperanza es una oruga. Desde oruga a mariposa, frágiles en primavera, la musa más lisonjera en nuestro numen se posa. Quizás no sea otra cosa que un diamante por pulir y al no poder discernir secreto tan sorprendente, se nos antoja la mente fino estuche sin abrir. Ávido de los planetas hasta el mismo subconsciente hay una intención latente entre heridas y violetas. Sus sueños como siluetas apenas sin advertir siempre dispuesto a partir retando en cada jornada entre la rosa y la espada donde late el porvenir. En un viaje a la semilla la vida vemos pasar cuando acaso al regresar todo recuerdo se astilla. Un duende de fe se ovilla donde el pasado conjuga la mariposa y la oruga, remedo de inicio a fin, y el alma es un querubín de alas en risueña fuga. MELANCOLIA Con esa melancolía de un crepúsculo muriente en la calma opalescente de un melancólico día. (10) Jesús Orta Ruiz Cuando la angustia nos tala la sonrisa es lento duelo, se humedece algún pañuelo, la alegría pierde un ala. El alma su pena exhala, un espacio se vacía… ¿Qué humano evitar podría del corazón su gemido cuando el requiebro lo ha herido con esa melancolía? Si el sol vaga entre las nubes, si el ave añora su trino, si no encuentra el peregrino el halo de los querubes. Si acaso por más que subes tu oración de penitente se te muestra irreverente el sol con su profecía, solo verás la agonía de un crepúsculo muriente. Algún poema se queda junto a un pétalo marchito cuando la mudez de un grito viejos romances remeda. Amaina en la rosaleda el botón adolescente y lo que fue floreciente, de colorido vitral, deja su imagen virtual en la calma opalescente. No hay que ser mago, profeta, perito en artes de amor ni estilista en el temblor orlado de una cuarteta. Basta el alma de un poeta y una página vacía, esa añoranza tardía en la mudez de la pluma para sumirse en la bruma de un melancólico día. ATARDECER ¿Recuerdas? Por la espesura cuando comenzó a llover, nos echamos a correr. ¡Qué dulce el agua, qué pura! (11) -Jesús Orta Ruiz Fueron las rondas de mayo en una eclosión de aromas, atardecer de palomas, la brisa en tibio desmayo. Los juncos formando un cayo, los patos buscando altura en repentina premura como golpeos de aldaba, era yo que te esperaba… ¿Recuerdas? Por la espesura. Lo encapotado del cielo en la ausencia de la luz y el horizonte un capuz para el palmar con su velo. Tus manos como señuelo de aromado rosicler no tardé mucho en tener aún más ardientes que frías apretadas a las mías cuando comenzó a llover. Tendidos sobre el helecho, fusión para los dos seres, jamás los atardeceres tuvieron más tibio lecho. Apenas sentí en tu pecho dos campanillas tañer busqué tus labios y al ver recíproca la ventura, en corceles de locura nos echamos acorrer. ¡Qué ocaso para el idilio! ¡Qué atardecer de la entrega! como barca que navega del puerto pidiendo auxilio. Quizás oda de Virgilio de bucólica tersura… ¿Cómo olvidar la aventura, suave gemir de los dos y bendecidos por Dios, ¡qué dulce el agua, qué pura! DULCE RUMOR Dulce rumor de mis venas más que voz de mi garganta, no es mi boca la que canta cuando en mi garganta suenas. (12) Jesús Orta Ruiz Arpegios que van por dentro, notas que en lírica calma musicalizando el alma vierten su luz desde el centro. Qué evocación cada encuentro de mi playa en sus arenas, entre alegrías y penas como el más caro tesoro, caricias de poro a poro, dulce rumor de mis venas. Es el enigma del sino, los colores de un Tiziano, la suave paz del verano en lo agorero de un trino. Es la huella en el camino, acaso la fe que imanta. Por condición la más santa evocación de un querube y en busca del cielo sube, más que voz, de mi garganta. Cuando en lo vasto del ser el amor cala tan hondo parece que toca el fondo del alma que lo hace arder. Raudo brota y al romper esa magia que lo encanta, su próvida luz es tanta que en sus himnos más lejanos, cantan los duendes arcanos, no es mi boca la que canta. Verso mío, te bendigo, eres mi luz, mi sendero, de mi brújula el lucero que da a mi esperanza abrigo. Verso que asumes conmigo contigo rompen cadenas entre lirios y azucenas mis estrofas en el rito de su rumbo a lo infinito cuando en mi garganta suenas. EL SEMBRADOR Aguarda tu empeño puro como el corazón del fuego: arado, semilla, riego en la tierra del futuro. (13) Jesús Orta Ruiz Naborí, palabra fina, indio de lanza sonora, con qué vitrales de aurora tu recuerdo me ilumina. Te veo en la cartulina con aureolas de futuro, dándole luz a lo oscuro lo mismo que un sol inerte, porque hasta la propia muerte aguarda tu empeño puro. Estás vivo en el laúd, en la guitarra, en el tres, pues la serenata es tu sueño en la plenitud. Estás en la juventud con tan especial apego que eres sabio y desde luego, en devoción que no peca , estás ardiendo en la Meca como el corazón de fuego. Estás en el campesino, en su bucólico ambiente desde el alba hasta el poniente entre el arado y el trino; en los albures del sino, en el vidente, en el ciego, en la oración, en el ruego bajo un cielo policromo tan huésped del surco como arado, semilla, riego. Cuando hacia los libros voy y veo una frase tuya, dejo que el verso me fluya y a tus recuerdos me doy. No sé si era, si soy, si me demoro o me apuro, pero en tu sabio conjuro, Dador de las maravillas, sigues sembrando semillas en la tierra del futuro. Referencias. 1.- Página 22, libro Décimas rescatadas del aire y del olvido. Colección Fuente Viva. La Habana, 1997. Fundación Fernando Ortiz. 2.- Pagina 64, Libro De la máscara y la voz. Cuadernos de Veracruz, 2006. (3).- Versos tomados de la oralidad en versión y testimonio del poeta Juan Cecilio Cruz, de Bahía Honda. (4) Página 15, libro Décimas rescatadas del aire y del olvido. Colección Fuente Viva. La Habana, 1997. Fundación Fernando Ortiz. (5) Página 38. Libro Décimas para la Historia. Edición y prólogo de Maximiano Trapero. Centro de Cultura Popular Canaria, 1997. (6).- Página 51. Libro Décimas para la Historia. Edición y prólogo de Maximiano Trapero. Centro de Cultura Popular Canaria, 1997. (7).- Versos tomados de la oralidad en versión y testimonio del poeta Bernardo Puentes Sierra, de Bahía Honda. (8).- Página 67. Libro Décimas para la Historia. Edición y prólogo de Maximiano Trapero. Centro de Cultura Popular Canaria, 1997. (9).- Página 87. Libro Décimas para la Historia. Edición y prólogo de Maximiano Trapero. Centro de Cultura Popular Canaria, 1997. (10) Página 15, libro Décimas rescatadas del aire y del olvido. Colección Fuente Viva. La Habana, 1997. Fundación Fernando Ortiz. (11) Página 91. Libro Viajera Peninsular. Editorial Letras Cubanas, 1990. (12) Página 93. Libro Viajera Peninsular. Editorial Letras Cubanas, 1990. (13).- Página 321. Libro Cristal de aumento. Editorial Letras Cubanas, 2004. Odalys Leyva Rosabal: (Nació en Jobabo, Las Tunas 1969), desarrolló su vida literaria en Guáimaro, Camagüey. Es Poeta, narradora, investigadora y antóloga. Es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y de la Unión Nacional de Historiadores e Investigadores de Cuba (UNIHC). Es la Presidenta del Grupo Internacional “Décima al Filo”. Es miembro de los grupos “Escuela Holguinera de la décima”, del Grupo Iberoamericano “Amigos de la décima Espinel- Cucalambé”, de Las Tunas, miembro de honor del grupo Decimistico “Luis Gómez” de Cienfuegos, miembro del grupo “Aladécima de Ciudad de la Habana. Ha obtenido diversos reconocimientos en concursos literarios, entre ellos: Premio “Armando Leyva”, en poesía, (Holguín 2001), Premio “Fiestas Iberoamericanas de la décima, (Holguín, 2002), Premio Nacional “Décima Joven de Cuba” (Las Tunas, 2003), Premio “Portus Patris”, (Las Tunas, 2003), Premio “Poesía Erótica”, (Camaguey, 2004), Gran Premio “Poesía de Amor”, (Camaguey, 2004 y 2006), Premio de Ensayo “Escardó In memoriam” (UNEAC Camagüey, 2004 y 2007), Premio Nacional “Ala Décima” (Ciudad de La Habana, 2004), Premio Nacional de Ensayos “Todo Décima” (Las Tunas, 2004 y 2007), Premio Nacional de poesía “Úrsula Céspedes de Escanaverino” (Cienfuegos, 2005), Segundo Premio en el Certamen Internacional de Poesía “Azahar” (España, 2005). Obtuvo el Segundo Premio en el Concurso Iberoamericano de Décima Escrita “Cucalambé” (Las Tunas, 2005, 2006 y 2007 y Primer premio en el 2008), Premio de cuento “Raúl González de Cascorro”, (Camagüey, 2008), Premio de cuento “La llama Doble (2009), Premio de cuento “Guáimaro al centro de todo, (2010) entre muchos otros, fue la primer finalista en el concurso internacional Carta Lírica (Estados Unidos, 2012). Ha publicado en Cuba los libros: Meditación del cuerpo (editorial Ácana, Camagüey, 2005), Ciudad para Giselle (editorial Sanlope, Las Tunas, 2005), Convicta de la gloria (Ediciones Holguín, 2007), Diálogo sagrado de las vírgenes (editorial Ácana, 2008) y Los Césares perdidos (editorial Sanlope, Las Tunas, 2009) y El Frente de Afirmación Hispanista de México ha publicado sus libros: Antología O T y C en las décimas de Odalys Leyva (2005), Antología de la poesía O T y C de Odalys Leyva (2005), Crónicas de las pirámides del fuego (2006), Presagio que intimida las raíces (2006). Pacanda (2008), Antología de la poesía erótica de Odalys Leyva, (2009), Controversia y aplomo, (2010) en coatoría con la escritora española Isabel Diez. Cuatro voces y un concierto, Ediciones Proyectarte México, (2010), Los Guevos de Machu Picho, teatro malárico y otras representaciones, (2010), Antología Cuatro poetas de Oriente, ambos por el FAH de México (2012), Antología de Sonetos Oral Traumáticos, FAH de México (2012).Hizo la selección de textos y el prólogo de: Antología tanática de la décima en Cuba (tomos I y II, 2007), y la Antología femenina cubana de décimas y malaras, (2008). Está incluida en la Antología Sonetos a la Buena Muerte (2011) (de siete poetas internacionales con cincuenta sonetos.) Textos suyos y críticas sobre su obra aparecen en diferentes revistas y periódicos de Cuba y el extranjero dentro de ellos en las revistas: Antenas, de Camagüey, Ámbito de Holguín, Quehacer de Las Tunas, La Jiribilla de la Habana, de España en las revistas: Azahar, La Fuente, Águilas Noticias, de Águilas, Murcia, Letras Uruguay de Montevideo, Granada Costa, de Granada, Papel Literario de Málaga; así como en Norte de México, La Urpila de Uruguay, Carta Lírica, de Estados Unidos, y en los periódicos: Adelante de Camaguey, Ahora de Holguín, 26 de Las Tunas, Trabajadores, de la Habana, El Sol de México, Chile Informa, de Quebec (Canadá), entre otros. Dictó una Conferencia sobre la décima escrita por mujeres en Cuba en el Museo de Arte Colonial de Morelia, Michoacán, México, (2005) y Realizó un periplo por diferentes Estados Mexicanos invitada por el Frente de Afirmación hispanista que incluyó lecturas de poesías y presentaciones de libros, en Octubre (2007). Participó en el Coloquio Internacional sobre Poesía Tanática, en Morelia, Michoacán, México, 2009, participó en un coloquio sobre poesía en Valle de Bravo, México (2011). Participó en un encuentro poético internacional en Valle de Bravo en mayo de (2012). Tiene varios libros inéditos en los géneros de poesía, cuento, crónica, ensayo y novela. Email: [email protected] Lorenzo Virgilio Suárez Crespo (Bahía Honda, 12 de junio de 1943.) Licenciado en Humanidades. Miembro de la UNEAC, escritor y promotor cultural que ha obtenido, entre otros, Premio Nacional La Rosa Blanca, 1994, con su libro Ofrenda Lírica (poesía para niños), Premio Nacional de Cultura Comunitaria, 1999, en la categoría de Personalidad, Premio Nacional Olga Alonso, 2000 como instructor de literatura, Premio Memoria Viva, 2010 por sus investigaciones, Distinción Nacional Honrar Honra, de la Sociedad Cultural José Martí, 2011 y Premio Internacional de Cuento Carmen Báez, de Morelia, Michoacán, México, 2005. En 2012 se le confiere el Premio Hispanoamericano José Vasconcelos, Medalla de Oro del Frente de Afirmación Hispanista, A.C. de México. Desde 1973 hasta años recientes, como escritor ha participado en numerosos eventos provinciales y nacionales de literatura en los que ha obtenido premios y menciones. Su obra aparece en diversas antologías nacionales y de otros países como Puerto Rico, España, Estados Unidos, México, Argentina, Uruguay. Tiene más de diez libros publicados en Cuba y otros países como México en los géneros de poesía, décima, investigación, cuento, literatura para niños y antologías. Entre estas publicaciones están: --Para niños y jóvenes: Una pluma en la corriente (Ediciones Matanzas,1985), Ofrenda lírica, (Editorial Gente Nueva 1994) Daniela va al preescolar (Editorial Gente Nueva, 2008), Leyenda de los números,( Ediciones Loynaz, 1994) Regalo, (Ediciones Loynaz, 1997) Cantos del Pequeño Juglar,( Ediciones Loynaz, 2003) Donde vuela el colibrí, Editorial Isla de la Juventud, 2003) Los Pequeños Gigantes (Ediciones Loynaz,2003 ) ,Sin más abras ni cadabras (Editorial Cauce, 2005). --Para adultos, Versiones de la nostalgia,(Ediciones Loynaz, 2007) El Frente de Afirmación Hispanista de México le publicó las Antologías de la Décima y la Poesía Cósmica de Pinar del Río en 2004 y 2005 respectivamente. En 2008 le publicó el libro Malaras refraneras. En 2010 se le publica por la misma editorial la antología de poesía Sonetos, Malaras y otros Cantos al Valle de Viñales, libros a cuyas presentaciones en México ha asistido invitado por el Frente de Afirmación Hispanista de México. En 2012, con el sello del Frente de Afirmación Hispanista de México, se publica el libro Malaras Refraneras del Cancionero Hispano dedicadas a la Mujer y al Matrimonio. Ha participado en varias ediciones de la Jornada Nacional Cucalambeana y la Feria Nacional de Arte Popular en sus eventos teóricos con textos de investigación. Actualmente atiende como artista el Proyecto Cultural la Casa de la Décima Celestino García de Pinar del Río, ubicada en el Reparto Celso Maragoto, teléfono 775297, calle 7ma final. Atiende además varios proyectos culturales con niños y adolescentes en la UNEAC, el Centro Hermanos Loynaz, El Museo Guiteras, el Museo Provincial de Historia y la Escuela Seminternado Hermanos Cruz. E-mail [email protected] Domicilio: Kilómetro 1½ Carretera a Viñales. Calle A No.45 esquina a 7ma. Reparto Comandante Pinares. Pinar del Río. CP-20100. CUBA