Dermatología Pediátrica Latinoamericana ISSN 1812 - 903X Volumen 03 Número 2 MAYO - AGOSTO 2005 ÓRGANO OFICIAL DE LA SOCIEDAD LATINOAMERICANA DE DERMATOLOGÍA PEDIÁTRICA C O N T E N I D O EDITORIAL Dra. María de La Luz Orozco-Covarrubias ............................ 98 Dientes natales y enfermedad de Riga Fede ARTÍCULO DE REVISIÓN Síndrome de nevus blue rubber bleb Lesiones vasculares en la infancia Antonio Guzmán, Gloria Mendoza ........................................ 152 María Rosa Cordisco ................................................................. 101 Ana María Sáenz, Antonietta Cirocco, Adriana Batoni, Lisett Rondón, Pablo Lecuna, Francisco González .............. 158 ARTÍCULOS ORIGINALES HAGA SU DIAGNÓSTICO Granuloma anular en pacientes pediátricos Maria Cecilia Machado, Plínio Julião, Zilda de Oliveira, Paula Boggio ................................................ 163 Verónica Narváez, María Elisa Vega, María del Mar Sáez de Ocariz, Margarita Castillo, Luciano Domínguez ................................................................... 117 Pitiriasis rubra pilaris en la infancia. Experiencia de 12 años en el servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Caracas Francisco González .................................................................... 123 Síndrome de Netherton Griselda de Anda, Alejandra Larre Borges, Pablo Pera .................................................................................... 127 CORRELATO CLÍNICO PATOLÓGICO Histoplasmosis diseminada Felipe Velásquez, Rosalía Ballona, Héctor Cáceres-Ríos, Juan Rivera, Raffo Escalante, Francisco Bravo ....................... 167 TERAPÉUTICA Inmunomodulación e inmunomoduladores tópicos: a propósito de los inhibidores de la calcineurina Rosalía Ballona ............................................................................ 172 REPORTE DE CASOS REVISTA DE REVISTAS Poiquilodermia congénita en Guatemala: reporte de dos casos. Úrsula Rivas, Felipe Velásquez .................................................. 178 Edgar Pérez, Enrique Rivas ....................................................... 137 CALENDARIO DE ACTIVIDADES.......................... 181 Eritema indurado de Bazin Lilián Pérez, Carla Muñoz, Alicia Benavides, Sergio González ......................................................................... 142 Hoyuelos supraespinosos escapulares congénitos: a propósito de dos casos pediátricos Marimar Sáez-de-Ocariz, Carola Durán-McKinster, Luz Orozco-Covarrubias, Ramón Ruíz-Maldonado ............ 149 95 Dermatología Pediátrica Latinoamericana Órgano oficial de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica Volumen 03 Número 2 MAYO - AGOSTO 2005 EDITORES PRINCIPALES Ramón Ruíz-Maldonado Lourdes Tamayo Sánchez Rosalía Ballona Chambergo Héctor Cáceres Ríos José Catacora Cama EDITORES ASOCIADOS Rosa Inés Castro Rodríguez Iris Kikushima Yokota Celia Moisés Alfaro Gadwyn Sánchez Félix Rosario Torres Iberico EDITORES ASISTENTES Giuliana Castro Vargas Verónica Galarza Sánchez Úrsula Rivas Vega Mónica Rueda Álvarez Felipe Velásquez Valderrama CONSEJO EDITORIAL Francisco Bravo Puccio (Perú) Silmara Cestari (Brasil) María Rosa Cordisco (Argentina) Carola Durán Mckinster (México) Luis A. González Aveledo (Venezuela) Francisco González Otero (Venezuela) Eduardo Gotuzzo Herencia (Perú) Luis Huicho Oriundo (Perú) Evelyne Halpert Ziskiend (Colombia) María Isabel Herane (Chile) Juan Honeyman Mauro (Chile) Eva Klein de Zeighelboim (Perú) Margarita Larralde (Argentina) Juan Pablo Murillo Peña (Perú) María de la Luz Orozco (México) Jairo Victoria Chaparro (Colombia) EDITOR ONLINE Gustavo Beltrán Grados E D I TO R I A L Investigación en Dermatología Pediátrica Dra. María de La Luz Orozco-Covarrubias Dermatóloga Pediatra. Instituto Nacional de Pediatría, México. Investigador Nacional Nivel I. Sistema Nacional de Investigadores, México. La investigación científica es una disciplina constante que no deja los hechos a la casualidad, se basa en fenómenos reales y se evalúa objetivamente de manera continua. Hacer investigación científica implica una gran responsabilidad en todos los ámbitos, por lo que deben observarse estrictamente los aspectos éticos, además de todos los relacionados al método científico; lo anterior permite obtener resultados útiles, limitando e idealmente evitando daños. El generar un conocimiento requiere de un protocolo de investigación(*) el cual nos permite planear en base a reglas establecidas por el método científico las actividades necesarias para obtener datos válidos y consistentes. El análisis, interpretación y presentación de los datos obtenidos requiere del uso adecuado de la estadística. El diseño de una investigación es determinado por el objetivo principal de la misma; las posibilidades de alcanzar el objetivo estarán determinadas por la claridad en su formulación, hecho que está directamente relacionado al correcto planteamiento del problema de investigación. REVISOR César Gutiérrez Villafuerte DISEÑO - DIAGRAMACIÓN Gilberto Cárdenas Llana PRE PRENSA - IMPRESIÓN Grambs Corporación Gráfica S.A.C. Telf. (51-1) 471-9304 COPYRIGHT © Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica Av. Santa Cruz 647 Lima 18 - Perú Telefax: (51-1) 221-4003 Correo electrónico: [email protected] ISSN 1812 - 903X PÁGINA WEB Sociedad: www.sladp.com Revista: www.dplat.org Editada e Impresa en Lima - Perú. 98 Tanto en investigación básica como en investigación clínica un estudio se va a clasificar de acuerdo a su finalidad (descriptivo o analítico), número de mediciones (transversal o longitudinal), control de variables (experimental u observacional), temporalidad (prospectivo o retrospectivo) y direccionalidad (causa-efecto o efecto-causa). Los estudios descriptivos (casos clínicos) y descriptivos transversales son los más usados en Dermatología. La investigación científica actualmente debe regirse por los mismos principios sin importar en donde se practique, apegándose a los Lineamientos Tripartitos Armonizados de ICH para la Buena Práctica Clínica cuyos principios son Investigación en dermatología pediátrica Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 consistentes con la declaración de Helsinki. La Buena Práctica Clínica (GCP - Good Clinical Practice) establece los parámetros de ética internacionales, así como de calidad científica para diseñar, conducir, realizar y publicar investigaciones que involucren seres humanos. El cumplir dichos lineamientos asegura el respeto, seguridad, derechos y buen trato a las personas participantes. A propósito ¿cuál era el título de esta editorial?, ahora recuerdo:“Investigación en Dermatología Pediátrica”. ¿Será que a menor edad, menos requisitos para investigación científica en Dermatología Pediátrica? Definitivamente NO, el hacer investigación científica en Dermatología Pediátrica requiere de observar todos los requisitos establecidos para la Buena Práctica Clínica (GCP) en esta etapa de la vida. Un protocolo de investigación en niños requiere de la adaptación de todos los parámetros para la edad de los niños, autorización del consentimiento informado por ambos padres; y si el niño es mayor de 5 años el consentimiento informado debe ser para menores, el cual incluye la firma del niño, entre otras cosas. En nuestro medio (Latinoamérica en general) dadas las limitaciones financieras, de desarrollo, ambientales, etc. nuestra fuente inagotable de investigación son nuestros pacientes. Esto significa que nuestros aportes son mayormente clínicos y la investigación clínica, si es una investigación sistemática, es tan valiosa como cualquier otra. La investigación clínica nos permite avanzar en el campo epidemiológico, caracterización de entidades nosológicas y/o sus asociaciones, evolución, pronóstico, respuesta a diferentes tratamientos, etc. La investigación básica se encamina a solucionar el como y porque. La investigación en cualquiera de sus modalidades debe ser de calidad excepcional y su producto final, la publicación, debe ser de excelencia. Una investigación cuyo producto final no reúna los estándares de calidad mínimos para trascender en los ámbitos científicos, educativos, etc., no debe pasar los comités editoriales de una revista científica. Los miembros del comité editorial de una revista científica deben mantener su postura crítica (requisito indispensable de la investigación científica), esto es, sin preferencias personales o juicios de valor. Los comités locales de investigación y ética tienen la responsabilidad de aprobar o rechazar un protocolo de investigación, los comités editoriales de que el producto final se de a conocer o no. Es cierto que la investigación promueve el libre pensamiento, pero este debe ser encausado en forma ordenada. Referencias bibliográficas 1. Hulley SB, Cummings SR. Designing clinical research. Segunda edición. Filadelfia: Lippincott Williams & Wilkins; 2000. 2. Pedregosa R, González U, Salleras M. Introducción general a la dermatología basada en la evidencia. Madrid: Editorial Médica Panamericana; 2002. 3. ICH Harmonised Tripartite Guideline for a Good Clinical Practice. Segunda edición. Londres: Brookwood Medical Publications Ltd; 1997. (*) En el volumen 48 de Dermatología Revista Mexicana en el apartado de Metodología de la Investigación aplicada a la Dermatología, se expone claramente los lineamientos que deben seguirse para un protocolo de investigación. 99 ARTÍCULO DE REVISIÓN Lesiones vasculares en la infancia María Rosa Cordisco. Servicio de Dermatología Hospital de Pediatría “Prof. Dr. J. P. Garrahan”, Buenos Aires, Argentina. Dermatol Pediatr Lat 2005; 3(2): 101-114. Resumen Existen dos tipos de lesiones vasculares en la infancia: los tumores y las malformaciones vasculares. Los hemangiomas son los tumores vasculares más frecuentes en la infancia y muchas veces son confundidos con las malformaciones vasculares, aunque su etiología, rasgos histopatológicos y comportamiento clínico son diferentes. Se caracterizan por un rápido crecimiento durante el primer año de vida y lenta involución durante la infancia. El tratamiento está indicado solo en aquellos que se localizan en áreas problemáticas o que sufren complicaciones; utilizándose corticoides, interferón, vincristina y en algunos casos cirugía. Muchas preguntas acerca de su patogénesis y un óptimo manejo del tratamiento permanecen aún sin responder. Palabras clave: Hemangiomas; Tumores vasculares; Malformaciones vasculares. Abstract Vascular anomalies of infancy are either vascular tumors or vascular malformations. Vascular tumors, particularly hemangiomas, are often mistaken with vascular malformations, although their etiology, histology and clinical behavior are quite different. Hemangiomas, the most common vascular tumors of infancy, grow rapidly during the first year of life and regress slowly during childhood. Treatment is indicated if hemangiomas are in a problematic location, or if complications arise. Treatment includes corticosteroids, Interferon, and vincristine and surgical resection in some cases. Many questions about their pathogenesis and optimal management remain unanswered. Key words: Hemangiomas; Vascular tumors; Vascular malformations. Introducción Durante los últimos años el abordaje interdisciplinario de las lesiones vasculares ha permitido su mejor comprensión; sin embargo, al revisar publicaciones y libros de diferentes especialidades se observa que muchas clasificaciones se basan en terminologías descriptivas y a veces confusas. En 1982 Mulliken y Glowacki1 proponen una clasificación biológica basándose en estudios de cinética celular, clínica, histopatología e imágenes, y dividen a las lesiones vasculares en dos categorías: hemangiomas (Fig. 1) y malfor- maciones vasculares (Fig. 2). Debemos recordar de todos modos que en el año 1980 RuizMaldonado y col.2 ya delinean una primera diferenciación entre malformaciones y neformaciones vasculares, posteriormente denominados tumores vasculares. Los hemangiomas están constituidos por una proliferación de células endoteliales y se caracterizan por una fase de crecimiento rápido seguida por otra de lenta involución. Las malformaciones vasculares se clasifican de acuerdo al vaso de origen en capilares, venosas Correspondencia: Dra. María Rosa Cordisco. José Hernández 1630 Piso 5 “A” C1426 DQI Buenos Aires Argentina Correo electrónico: [email protected] Recibido: 27/06/2005 Aceptado: 10/08/2005 101 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Lesiones vasculares en la infancia Cuadro 1. Clasificación de Mulliken y Glowacki (1982). Hemangiomas • Ausente al nacimiento • Lesión precursora • Relación mujer/varón: 3-5/1 • Rápido crecimiento en la infancia • Hiperplasia de células endoteliales • Involución espontánea y linfáticas. Estos tres subtipos constituyen las malformaciones vasculares de bajo flujo, evidentes al nacimiento en la mayoría de los casos. Un cuarto subgrupo está compuesto por las malformaciones vasculares de flujo rápido: las malformaciones arteriales puras y las malformaciones arteriovenosas con fístula arteriovenosa. Las malformaciones vasculares pueden ser puras (capilares (Fig. 3), venosas, linfáticas y arteriovenosas) o ser complejas y combinadas (capilares-venosas (Fig. 4), venosas-linfáticas, capilares-arteriovenosas, etc.). Si bien la mayoría de las malformaciones son esporádicas, existen casos familiares y muchas forman parte de complejos y conocidos síndromes. En 1992 se funda la Sociedad Internacional para el estudio de las Anomalías Vasculares (ISSVA), iniciativa propuesta durante un workshop realizado en Amsterdam en el año 1990. Esta Sociedad representa la formalización internacional de workshops, los cuales habían sido iniciados en 1976 por los Drs. Mulliken y Young. Siguiendo los pasos de este complejo campo, la confusión en la nomenclatura de las lesiones vasculares persistía aún dentro de la ISSVA, hasta que en 1996 una nueva clasificación es aceptada (basada por supuesto en la previa de Mulliken) reconociéndose dos grandes grupos de lesiones vasculares: los tumores vasculares y las malformaciones vasculares3. Obviamente los hemangiomas (Fig. 5) no son los únicos tumores vasculares, también han 102 Malformaciones vasculares • Usualmente presente al nacimiento • Relación mujer/varón: 1/1 • Crecimiento lento • Vasos de paredes delgadas – estásicos • Persistentes en la edad adulta sido histopatológicamente identificados el hemangioma tufted, kaposiforme, hemangioendotelioma epitelioide, entre otros. Fenómeno de Kasabach Merritt En 1940 Kasabach y Merritt4 describieron un hemangioma de rápido crecimiento asociado a trombocitopenia, anemia hemolítica y coagulación intravascular diseminada. Posteriormente se ha documentado que este fenómeno biológico no es una complicación de los hemangiomas comunes de la infancia sino que ocurre asociado a otros tumores vasculares, especialmente al hemangioendotelioma kaposiforme (Fig. 6) o al hemangioma tufted. En el año 2000 un nuevo escalón en el diagnóstico histopatológico fue logrado con la identificación del GLUT1 (proteína transportadora de glucosa), inmunomarcador que es positivo en los hemangiomas durante todas sus fases de desarrollo (proliferación, evolución e involución)5; mientras que es negativo en los otros tumores vasculares y en las malformaciones vasculares. Hemangioma congénito Llamamos hemangiomas congénitos a aquellos que han logrado su evolución completa intraútero y están presentes al nacimiento6,7. Se ven en igual proporción en el sexo femenino y masculino, y existen diferentes maneras de presentación. Pueden ser detectados en las ecografías prenatales, revelan gran vascularización y flujo elevado. Con respecto a la Lesiones vasculares en la infancia Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Cuadro 2. Clasificación de la Sociedad Internacional para el Estudio de las Anomalías Vasculares (ISSVA - 1996). Tumores vasculares • Hemangioma de la infancia • RICH (H. congénito rápidamente involutivo) • NICH (H. congénito no involutivo) • Hemangioendotelioma kaposiforme • Hemangioma tufted • Granuloma piógeno • Hemangiopericitoma Malformaciones vasculares Malformación capilar Malformación venosa Malformación linfática Malformación arteriovenosa Malformación combinada Fig. 1. Hemangioma. Fig. 4. Malformación vascular capilar-venosa. Fig. 2. Malformación vascular venosa. Fig. 5. Hemangioma. Fig. 3. Malformación vascular capilar. Fig. 6. Hemangioendotelioma kaposiforme con fenómeno de Kasabach Merritt. 103 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 evolución se reconocen dos tipos, el hemangioma congénito rápidamente involutivo (RICH – Fig. 7) y el hemangioma congénito no involutivo (NICH – Fig. 8). En el NICH las lesiones son clínicamente similares, pero persistentes. RICH y NICH tienen muchas similitudes con los hemangiomas comunes de la infancia; no solo en la localización, aspecto clínico y tamaño, sino también en la edad de presentación. Sin embargo, histológicamente difieren de los hemangiomas de la infancia y la inmunomarcación con GLUT1 y LeY es negativa. Se requerirán mayores estudios histopatológicos y seguimiento para determinar si estos tumores son realmente dos entidades diferentes o existe en ellos rasgos de superposición clínica e histopatológica con los hemangiomas comunes de la infancia. Hemangiomas Los hemangiomas o angiomas son los tumores vasculares benignos más frecuentes en la infancia. Debemos desterrar las antiguas nomenclaturas de hemangioma capilar o cavernoso para evitar confusiones. Pueden estar presentes en el momento del nacimiento en un tercio de los casos, pero la mayoría se manifiesta durante las primeras semanas de vida. Existen generalmente lesiones precursoras que pueden ser una mácula anémica o azulada rodeada de halo pálido o telangiectasias que simulan una malformación vascular capilar. Tienen una incidencia variable entre el 10 al 15% de la población caucásica. Son más frecuentes en el sexo femenino con una relación 3:1 a 5:1; y en los prematuros de menos de 32 semanas y menos de 1 500g8. En embarazos múltiples monocigóticos existe un 21% de probabilidad de que ambos niños tengan hemangiomas. En caso de embarazos dicigóticos esta cifra se reduce a un 5.1%.También se ha demostrado una elevada incidencia en recién nacidos de madres a las que se les efectuó amniocentesis9. Lesiones vasculares en la infancia Etiopatogenia En el complejo desarrollo de la red vascular fetal se reconocen dos procesos: vasculogénesis y angiogénesis. La vasculogénesis es el proceso por el cual a partir de células endoteliales precursoras embrionarias (angioblastos) se forman vasos "de novo”. En la angiogénesis los vasos se forman a partir de vasos preexistentes. Alrededor de los 35 días de gestación existe una red vascular dérmica y a partir de allí ambos procesos en forma interrelacionada forman la vasculatura dérmica cuya reorganización continúa durante la vida post natal. Numerosos factores juegan un rol importante en estos dos procesos. Ciertos factores angiogénicos como el factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF) y el factor de crecimiento fibroblástico básico (FGF) están involucrados en la fase de proliferación de los hemangiomas y los factores antiangiogénicos como el interferón beta (INFβ) y el inhibidor tisular de la metaloproteinasa (TIMP) intervienen en el período de involución10,11. Diversas técnicas genéticas han sido de ayuda en mostrar que la regulación de angiogénesis y vasculogénesis es defectuosa en lesiones vasculares hereditarias12. Por lo tanto, un análisis global de la expresión de los genes en los hemangiomas es un enfoque razonable con el fin de identificar candidatos para un futuro estudio donde se revelará si el gen se expresa y a que nivel lo hace. Paula North y col.13 sugieren que los hemangiomas son el resultado de la embolización de células placentarias por expansión (proliferación clonal) o colonización por angioblastos aberrantes de fenotipo placentario.Estos hallazgos junto con el conocimiento de las anomalías estructurales asociadas a los hemangiomas sugieren que probablemente estos sean el resultado de un error en el desarrollo de la red vascular que ocurre entre la sexta y décima semana de gestación. En realidad la patogénesis de los hemangiomas es desconocida Una de las líneas de investigación basada en la retinopatía del prematuro y otras retinopatí- 104 Lesiones vasculares en la infancia as isquémicas es la inducción de la neovascularización de la retina en ratones sometidos a hipoxia, comparando estos rasgos con la evolución de los hemangiomas (rápido crecimiento y lenta involución). La isquemia generaría estímulos angiogénicos. El factor de crecimiento 2 insulina like (IGF2) está altamente expresado en los hemangiomas en fase de crecimiento14,15. También las células hematopoyéticas están aumentadas en número durante la fase de crecimiento con significativa reducción de las mismas durante la fase de involución. El hallazgo de CD14 + sugiere su origen mieloide. Estos hallazgos posibilitarían comprender la eficacia de los corticoides durante la fase proliferativa de los hemangiomas debido a la inducción de apoptosis de estas células. La mayoría de los hemangiomas son esporádicos, aunque recientemente Blei y col.16 han publicado seis familias con hemangiomas, postulándose una transmisión autosómica dominante. Características clínicas En general son únicos (80-90%) y se localizan preferentemente cerca de las líneas de fusión. Pueden localizarse en cualquier lugar de la superficie cutánea, pero son más frecuentes en cabeza y cuello (60%), tronco (25%) y extremidades (15%). Tienen una distribución variable: localizados, segmentarios, múltiples (más de cinco elementos) e indeterminados. Pueden adoptar los siguientes tipos: superficiales, subcutáneos o profundos y mixtos. Los hemangiomas superficiales son pequeños tumores de color rojo brillante, algunos con una superficie lisa o discretamente lobulada que remeda a las frutillas, de allí el nombre de hemangioma en fresa, de consistencia semejante a la goma (Fig. 9). Representan del 50 al 60% de los hemangiomas. Los hemangiomas subcutáneos o profundos, antes denominados hemangiomas cavernosos, son los menos frecuentes (15%). Su consistencia es blanda, los límites son imprecisos a la palpa- Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 ción y la piel que los recubre puede tener un discreto tinte azulado (Fig. 10). Los hemangiomas mixtos tienen componentes de los dos tipos anteriores y representan del 25 al 35% de los hemangiomas (Fig. 11). Evolución En su evolución natural se distinguen tres fases, una primera de crecimiento rápido, que puede extenderse hasta los 6 a 9 meses de la vida, seguida de una segunda fase estacionaria o de crecimiento más lento que da paso a la última fase de involución17,18. En general, los más pequeños tienen un período de crecimiento breve, los hemangiomas de mayor extensión pueden crecer hasta el año de vida. Debemos controlar periódicamente a los hemangiomas durante las primeras semanas o meses de la vida. La involución ocurre en un 30% a los 3 años, del 50 al 60% cerca de los 5 años, el 70% a los 7 años y el 90% entre los 9 y 12 años. Los signos de involución se manifiestan como cambios en la coloración que vira a un rojo más pálido o rosado y la disminución en el volumen. La mayoría involucionan desde el centro hacia los bordes. En algunos casos involucionan completamente; en otros dejan lesiones residuales en forma de piel redundante o atrófica que requerirá reparación cosmética o telangiectasias que pueden ser satisfactoriamente tratadas con láser pulsado. Complicaciones En su historia natural los hemangiomas pueden sufrir complicaciones, son más habituales durante la fase de crecimiento rápido. La complicación más frecuente es la ulceración (510%), sobre todo en los hemangiomas labiales, perineales (Fig. 12), en los extensos hemangiomas cervicofaciales, los que comprometen la columnela nasal y los que se localizan en los pliegues inguinales, cuello o retroauriculares. El uso de antibióticos tópicos (mupirocina, ácido fusídico) y por vía sistémica (cefalosporinas), analgésicos y los corticoides orales ayudan a 105 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 evitar mayores complicaciones. Sugermand y col.19 y posteriormente Metz y col.20 utilizaron en forma tópica factor de crecimiento derivado de las plaquetas (Becaplermin gel® al 0.01%); su uso diario logró una epitelización completa de la ulceración en un promedio de 10 días, obteniéndose una favorable reducción del dolor y de las infecciones secundarias. El tratamiento con láser pulsado también es efectivo en el manejo de hemangiomas ulcerados21, lográndose una epitelización completa con una o dos aplicaciones realizadas en intervalos de 2 a 4 semanas. Otras complicaciones son las infecciones; el tratamiento precoz puede evitar la sobreinfección bacteriana y la rápida destrucción tisular que lleva muchas veces a importantes lesiones cicatrizales. El sangrado es poco frecuente, pero cuando ocurre angustia mucho a los padres. El uso de vendajes compresivos con gasa o alginato de calcio puede ser suficiente para controlar el sangrado; rara vez se requiere de hemostasia quirúrgica. Localizaciones problemáticas Aunque la mayoría de los hemangiomas son localizados e involucionan espontáneamente, existe un mínimo grupo que puede ocasionar seria morbilidad. El reconocimiento temprano de estas localizaciones problemáticas que se enumeran a continuación y la rápida intervención terapéutica pueden ayudar a evitar posteriores complicaciones. Mentón y cuello (beard hemangioma). Los hemangiomas localizados en el área mandibular que comprometen el mentón, el labio inferior, la región pre-auricular y la cara anterior del cuello tienen un 50% de posibilidades de acompañarse de hemangiomas en la vía aérea que pueden ocasionar trastornos en la respiración y alimentación22 (Fig. 13), por este motivo deben ser monitoreados frecuentemente. Hemangiomas orbitarios. Pueden obstruir el eje visual, comprimir el globo o crecer dentro de la órbita dejando secuelas como deformación 106 Lesiones vasculares en la infancia corneal, estrabismo, ptosis, proptosis y ambliopía (40%)23. Estos hemangiomas pueden ser periorbitarios (Fig. 14 y 15), intraorbitarios e infraorbitarios. Siempre requieren estudios por imágenes y deben ser evaluados por un oftalmólogo pediatra. La medicación temprana con corticoides intralesionales, sistémicos y/o interferón puede evitar secuelas irreversibles. Existen casos que requieren de resolución quirúrgica. Hemangiomas alarmantes. Existe un 20% de hemangiomas generalmente extensos de localización cervicofacial que pueden comprometer la vida del paciente y han sido denominados por la Dra. Odile Enjolras "hemangiomas alarmantes"24. Estos incluyen hemangiomas que tienen un crecimiento desmedido y ocasionan destrucción tisular y/o desfiguración cosmética, aquellos que comprometen orificios naturales y/o funciones vitales (alimentación, respiración y visión) y los que ocasionan insuficiencia cardíaca congestiva (secundaria a flujo elevado). Síndrome PHACE (OMIM 606519). Si bien se ha establecido que las malformaciones vasculares capilares pueden ser marcadores de patología subyacente, algunos hemangiomas como aquellos localizados en la línea media y los extensos hemangiomas segmentarios cervicofaciales (Fig. 16) pueden tener anomalías estructurales asociadas. En 1978 Pascual Castroviejo25 describe alteraciones estructurales intracraneanas asociadas a hemangiomas. Reese y col.26 han descrito alteraciones estructurales intracraneanas como la malformación de Dandy-Walker, ausencia del cuerpo calloso, anomalías vasculares cerebrales y persistencia de arterias embrionarias. Posteriormente Frieden y col.27 proponen el acrónimo PHACE para unificar la variedad de rasgos de este síndrome: (P) malformaciones de la fosa posterior (H) hemangiomas (A) anomalías arteriales (C) coartación de aorta, otros defectos cardíacos (E) alteraciones oculares como microftalmía, hipoplasia del nervio óptico y cataratas (S) posteriormente añadido por la presencia de hoyuelos o fisuras esternales o del rafe medio supraumbilical (Fig. 17 y 18). Lesiones vasculares en la infancia Con frecuencia los pacientes presentan solo una de las manifestaciones extracutáneas asociadas, en cuyo caso deberán ser monitoreados con resonancia magnética (RM) cerebral, examen cardiológico y oftalmológico. Los de localización frontonasal tienen alto compromiso de SNC, cerebrovascular, ocular, complejo de Dandy-Walker, hipogenesia o agenesia del cuerpo calloso y dilatación aneurismática de la carótida. Los hemangiomas segmentarios que siguen un patrón metamérico tienen peor pronóstico: mayor compromiso oftalmológico, ulceración frecuente y alto riesgo (70%) de anomalías estructurales asociadas28: tiroides lingual, hendidura esternal (pitting o agenesia) e hipotiroidismo. Posteriormente D. Metry y col.28 comunicaron 47 pacientes con hemangiomas segmentarios asociados a hemangiomas viscerales localizados en cerebro, mediastino, tracto gastrointestinal, hígado, pulmones, páncreas y huesos. Estos autores enfatizan la necesidad de investigar la existencia de hemangiomas de localización extracutánea en pacientes portadores de hemangiomas segmentarios, formen o no parte del síndrome PHACES. Hemangioma Cyrano. Los hemangiomas localizados en la punta de la nariz son conocidos como Cyrano y pueden causar una verdadera distorsión del cartílago nasal, origen de problemáticas psicosociales y familiares. Hemangiomas de labio. Los hemangiomas localizados en la semimucosa labial se ulceran espontáneamente durante la fase de crecimiento rápido, requiriendo tratamiento precoz. Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 es poco significativa, a menos que se asocie a hoyuelos, seno dérmico, alteraciones óseas del sacro, lipomas y espina bífida. La RM es el procedimiento de elección para detectar en forma temprana estas alteraciones evitando así que se produzca un daño neurológico permanente. Hemangiomas con compromiso extracutáneo. ¿Cuando debemos sospechar la existencia de hemangiomas viscerales? Hemangiomas de la vía aérea. Los llamados "beard hemangiomas" son lesiones localizadas en la parte inferior de la cara que comprometen las áreas del mentón, labio inferior, región preauricular y el cuello; se asocian con frecuencia a hemangiomas de la vía aérea superior22. El compromiso respiratorio es consecuencia de la obstrucción de la vía aérea por un hemangioma de localización nasal, orofaríngea o laringotraqueal; el que también puede dificultar la alimentación. El hemangioma subglótico se manifiesta por ronquera, tos, estridor inspiratorio o bifásico y a veces cianosis. El diagnóstico definitivo se realiza por endoscopia y muchos de estos niños requieren de traqueostomía. En el 50% de los casos los hemangiomas subglóticos no se acompañan de hemangiomas cutáneos Hemangiomas múltiples. Un 10 a 25% de los hemangiomas son múltiples. La mayoría de los niños tienen entre 2 y 5 lesiones. En los pacientes con 5 ó más hemangiomas cutáneos debemos descartar la existencia de hemangiomas viscerales. Hemangiomas perineales. En esta localización los hemangiomas están expuestos a la humedad y maceración, por lo que se ulceran frecuentemente ocasionando lesiones dolorosas y de difícil cicatrización Hemangiomatosis benigna neonatal. Se reserva esta denominación para los pacientes que presentan numerosos y pequeños hemangiomas superficiales o a veces superficiales y mixtos con exclusivo compromiso cutáneo sin lesiones viscerales. Hemangiomas lumbosacros. Los hemangiomas segmentarios de localización glútea y lumbosacra pueden asociarse a ano imperforado y a fístulas comprometiendo el tracto intestinal y/o genitourinario. La incidencia de disrafismo Hemangiomatosis diseminada neonatal. En la literatura se hace referencia a este cuadro bajo diferentes denominaciones: hemangiomatosis miliar neonatal, hemangiomatosis difusa neonatal o hemangiomatosis múltiple neona- 107 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Lesiones vasculares en la infancia Fig.11. Hemangioma mixto. Fig. 7. RICH. Hemangioma congénito rápidamente involutivo. Fig. 12. Hemangioma ulcerado. Fig. 8. NICH. Hemangioma congénito no involutivo. Fig. 9. Hemangioma superficial. Fig. 10. Hemangioma subcutáneo o profundo. 108 Fig. 13. Hemangioma con compromiso de vía aérea. Fig. 14. Hemangioma periorbitario. Lesiones vasculares en la infancia Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Fig. 15.TAC con contraste: masa polilobulada hiperdensa preseptal que comprime globo ocular y deforma el párpado. Fig. 18. RMI T1 sagital: quiste extra-axial de fosa posterior supratentorial. Síndrome PHACE. Fig. 16. Hemangioma segmentario. Fig. 19. Hemangiomatosis diseminada. Fig. 20. RMI T2 axial: múltiples imágenes hiperintensas nodulares en el parénquima hepático. Hemangiomatosis diseminada. Fig. 17. Hemangioma segmentario frontonasal y laterofacial. Síndrome PHACE. 109 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 tal29. Es un cuadro poco frecuente, caracterizado por la presencia de múltiples hemangiomas superficiales cuyo tamaño varía entre pocos milímetros a 1 ó 2cm de diámetro, acompañado de un número variable de hemangiomas viscerales (Fig. 19 y 20). Las lesiones cutáneas están presentes al nacimiento y pueden continuar apareciendo durante el período postnatal. El grado de compromiso visceral no se puede predecir basándose en el número de lesiones cutáneas. El hígado es el órgano más comúnmente afectado (64%), siguiendo el tracto gastrointestinal, los pulmones y el sistema nervioso central (52%), boca y lengua (44%), y ojos (32%). El compromiso del resto de los órganos es menos frecuente y en general es un hallazgo de autopsia. a la existencia de múltiples shunts. Requieren tratamiento inmediato dado que existe un elevado porcentaje de mortalidad por insuficiencia cardíaca, hemorragias, hipertensión portal y coagulación intravascular diseminada. La sintomatología y complicaciones incluyen hemorragias, convulsiones, hidrocefalia, glaucoma, coagulopatía, dificultad respiratoria. La muerte ocurre en un 60% a 90% y es debida a insuficiencia cardíaca causada por la presencia de shunt arteriovenosos o por hemorragias masivas a nivel del tracto grastrointestinal, pulmones o sistema nervioso central. Estos pacientes requieren hospitalización y manejo multidisciplinario; debe realizarse una rutina completa de laboratorio, hemograma, hepatograma, coagulograma, búsqueda de sangre oculta en materia fecal, ECG, ecocardiograma, ecografía cerebral transfontanelar y abdominal y/o tomografía (TC) y RM cefálica y de abdomen. El tratamiento inicial se realiza con corticoterapia sistémica, prednisona a una dosis variable entre 2 a 4 mg/kg/día, dejándose al interferón alfa y a la vincristina como drogas de segunda línea. La ecografía de partes blandas es una excelente técnica de imágenes para evaluar tejido subcutáneo, músculo, tendones y aún articulaciones. Es considerada como el primer método de imagen ante la presencia de una masa de partes blandas. Los hemangiomas se presentan habitualmente como una lesión focal "masa" ecogénica (alta ecogenicidad), homogénea. En la evaluación con Doppler color se puede visualizar mínimo flujo. Los hemangiomas subcutáneos se presentan como masas complejas, su estructura interna se compone de áreas anecoicas (líquidas) separadas por tejido ecogénico. En este tipo de lesiones se detecta flujo arterial con el Doppler color30-32. Hemangiomatosis hepática. En muchos casos de compromiso cutáneo extenso se encuentran hemangiomas hepáticos como única localización extracutánea. Existen con menor frecuencia lesiones únicas en el parénquima hepático muchas veces asintomáticas y sin afectación cutánea. El compromiso hepático puede ser focal, multifocal o difuso. Las formas multifocales o difusas se manifiestan con hepatomegalia, anemia y tienen alto riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca congestiva debido 110 Lesiones vasculares en la infancia Diagnóstico por imágenes en hemangiomas Frente a un paciente con hemangiomas debemos formularnos una serie de preguntas antes de solicitar estudios por imágenes: ¿Qué tipo de hemangioma es y cuál su localización? ¿Cuándo es el momento apropiado? ¿Qué tipo de estudio debemos solicitar? ¿Por qué solicitar un estudio de este tipo? La ecografía Doppler y la RM son, sin duda alguna, las modalidades diagnósticas más eficientes. La RM es un método óptimo para evaluar los hemangiomas y las malformaciones vasculares gracias a su excelente definición del tejido blando que permite delinear los grupos musculares, los planos aponeuróticos y los vasos sanguíneos. Durante la fase proliferativa la RM demuestra lesiones bien circunscritas densamente lobulilladas con incremento de los vasos de alimentación y drenaje que son hiperintensas en el T2. La TC es un método de diagnóstico complementario que permite estudiar estructuras blandas y óseas, permitiendo evaluar erosiones, osteólisis y eventual compromiso de otras regiones óseas. Debe realizarse con y sin con- Lesiones vasculares en la infancia Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 traste endovenoso para poder visualizar las características morfológicas de los hemangiomas y de los vasos aberrantes, aunque éstos son mejor delineados en la RM. los lúmenes vasculares. La inmunomarcación con GLUT-1 es positiva en hemangiomas, como así también LeY (Lewis Y) y merosina. La angiotomografía computada tridimensional (3DCTA)33 no requiere sedación y se realiza en 30 segundos (menor tiempo de exposición a la radiación). La calidad de imagen puede comparase con la de la RM y supera a la angiorresonancia ya que permite definir arterias de poco calibre. Diagnósticos diferenciales Ante hemangiomas segmentarios de localización cervicofacial, lumbosacra o de hemangiomas orbitarios es indispensable solicitar TC o RM con contraste y sin él para delimitar la extensión de estas lesiones y comprobar la existencia o no de malformaciones estructurales asociadas. No es necesario hacer una arteriografía para confirmar el diagnóstico de hemangioma. Solo se realiza con fines terapéuticos cuando debemos indicar una embolización ante complicaciones como la insuficiencia cardíaca o sangrado que no responden a los tratamientos farmacológicos habituales. Histopatología Solo se toma biopsia de las lesiones vasculares ante duda diagnóstica. Histológicamente los hemangiomas están constituidos por pequeños vasos de luces estrechas y endotelio prominente que expresan positividad a los marcadores de membrana como factor VIII, CD31 y selectina E33. Durante la fase de crecimiento rápido se encuentra una membrana basal gruesa y multilaminada e incremento en el número de mastocitos. Los estudios inmunohistoquímicos demuestran diferencias biológicas entre hemangiomas y malformaciones vasculares, como también en los diferentes estadios de evolución de los hemangiomas. En la fase involutiva las células endoteliales se adelgazan y se van depositando alrededor de los vasos islotes de tejido fibroadiposo, lo que lleva finalmente a la obliteración completa de Los hemangiomas subcutáneos o profundos son a veces un desafío diagnóstico ya que es particularmente difícil diferenciarlos de malformaciones vasculares, venosas, linfáticas o de otros tumores como la miofibromatosis, los rabdomiosarcomas y neuroblastomas. Cuando se localizan en la línea media facial se debe diferenciar del glioma nasal, meningocele, encefalocele y teratomas. Tratamiento Existe acuerdo en que la gran mayoría de los hemangiomas no necesita tratamiento dado que en un período variable involucionan espontáneamente. La variedad clínica de presentación y las diferentes localizaciones hacen necesario realizar controles clínicos y fotográficos frecuentes. En el manejo del grupo familiar tiene importancia responder a todas las dudas y preguntas inherentes al origen, posibles complicaciones y evolución de las lesiones, en muchos casos se requiere de una segunda opinión35. Es muy importante lograr la comprensión de los padres para que puedan ayudar a sus hijos, sobre todo cuando los hemangiomas ocasionan una real desfiguración cosmética; no se debe descartar en algunos casos la necesidad de un apoyo psicológico. ¿Que hemangiomas requieren tratamiento? Existe un 10% a 20% de hemangiomas que siempre requieren tratamiento: • Hemangiomas que comprometen la vida del paciente, incluyendo los que ocluyen orificios naturales e implican funciones vitales (visión-alimentación-respiración); los que causen insuficiencia cardíaca congestiva, distress respiratorio, hemorragia digestiva o extensas ulceraciones con destrucción tisular. 111 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 • Hemangiomas localizados en nariz, orejas, labios, áreas intertriginosas y área del pañal, para prevenir complicaciones tales como la ulceración, dolor, infección secundaria y minimizar las lesiones cicatrizales residuales. • Hemangiomas extensos de crecimiento alarmante que ocasionan destrucción tisular y desfiguración cosmética. • Hemangiomas ulcerados. La fase de crecimiento rápido ocurre dentro de las primeras semanas o meses de la vida, ese es el momento preciso para indicar el tratamiento adecuado. De todos modos, dada la involución variable de los hemangiomas y la existencia de un 50% de lesiones residuales, re-evaluamos a los pacientes previo al ingreso escolar para decidir si es necesaria o no una reparación quirúrgica. Corticoides sistémicos. El tratamiento de elección es la corticoterapia sistémica36 con prednisona a una dosis variable entre 2 a 4mg/kg/día. La duración del tratamiento depende de la respuesta al mismo y del período de proliferación.Aproximadamente un 30% a 60% de los pacientes responde a la corticoterapia, el resultado es excelente en un 30%, dudoso en un 40% y ausente en un 30%. La falta de respuesta depende fundamentalmente del uso de dosis indecuadas, del incumplimiento del tratamiento o de una errónea selección del paciente. Los corticoides intralesionales como triamcinolona o su asociación con dexametasona son utilizados frecuentemente por los oftalmólgos pediatras; no deben olvidarse los riesgos como la atrofia en el sitio de inyección y los potenciales riesgos de depósitos intraoculares y embolización accidental. Interferón α y vincristina. Un 20% de hemangiomas complicados que no responden a los corticoides son tratados con interferón α 37-39 a una dosis diaria de 3 millones U/m2 de superficie por vía subcutánea. En un período promedio de 6 a 8 meses se obtiene respuesta favorable en el 50% de los casos. Los efectos colaterales incluyen transitoria elevación de las transaminasas, neutropenia y fiebre. 112 Lesiones vasculares en la infancia También se ha informado alteraciones de la función tiroidea, diplegía espástica y neurotoxicidad. Debido a los efectos colaterales del interferón, se ha comenzado a utilizar con éxito vincristina40 a dosis de 0.05mg/kg en niños menores de 10kg y 1.5mg/kg en mayores de 10kg. Se utiliza semanalmente y por vía endovenosa. Tratamiento quirúrgico. El tejido residual de los hemangiomas involucionados puede removerse quirúrgicamente. En los hemangiomas pequeños de localización facial, hemangiomas pedunculados y los hemangiomas Cyrano puede realizarse una extirpación quirúrgica antes de la involución total de los mismos debido a los disturbios psicosociales que causan en el niño y su familia, sobre todo en la época del ingreso escolar. Tratamiento con láser. El láser pulsado específico para lesiones vasculares se ha utilizado con éxito en el tratamiento de hemangiomas pequeños y superficiales. Es aconsejable iniciar el tratamiento precozmente antes del inicio de la fase de crecimiento rápido21,41-43. También es de utilidad en el tratamiento de las telangiectasias residuales. Su uso en los niños es seguro y efectivo sin efectos secundarios. El tratamiento percutáneo con láser Nd:YAG puede ser utilizado para hemangiomas profundos. Los corticoides tópicos y el imiquimod44 pueden utilizarse en hemangiomas pequeños previo o durante la fase de crecimiento. Conclusión ¿Por qué ocurren los hemangiomas? ¿Por qué algunos son pequeños y otros extensos y/o con distribución segmentaria? ¿Por qué a veces son únicos y otras múltiples? ¿Por qué los hemangiomas segmentarios se asocian a malformaciones estructurales? ¿Por qué involucionan espontáneamente? Los avances en investigación genética, las nuevos técnicas en los estudios por imágenes y los nuevos inmunomarcadores han posibilitado un mayor conocimiento de esta compleja patolo- Lesiones vasculares en la infancia Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 gía; requiriéndose aún más estudios colaborativos multicéntricos los cuales nos posibilitarán una mayor comprensión de su patogenia para poder lograr así alguna de estas respuestas y un mejor manejo terapéutico. J, Friedlander DF, et al. Identifying potential regulators of infantile hemangioma progression through large-scale expression analysis: a posssible role for the immune system and indoleamine2,3 dioxygenase( IDO) during involution. Lymphat Res Biol. 2003;1:291-9. Ritter MR, Dorrell MI, Edmonds J, Friedlander M. Insulin-like growth factor 2 and potential regulators of hemangioma growth and involution identified by large-scale expression analysis. Proc Natl Acad Sci USA. 2002;99:7455-60. 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Se revisaron los expedientes clínicos de pacientes menores de 18 años. La información fue analizada mediante estadística descriptiva. Resultados: Se estudió 16 pacientes con diagnóstico de granuloma anular. La edad media de presentación fue de 6.5 años y el tiempo medio de evolución al momento de la consulta fue 9.7 meses. La forma de presentación más frecuente fue la localizada en nueve casos (56.3%), mientras que de la forma diseminada se encontró siete casos (43.7%). En la histopatología, la forma de empalizada clásica se encontró en la mitad de los pacientes, en el resto se encontró un patrón intersticial. En cuanto al tratamiento, cuatro pacientes tuvieron resolución espontánea después de la biopsia, dos tuvieron respuesta parcial con emolientes, se observó resolución en dos pacientes en los que se utilizó agua destilada intralesional, dos tuvieron buena respuesta con esteroides tópicos y finalmente dos utilizaron queratolíticos sin cambios. Conclusión: Es importante pensar en el diagnóstico de granuloma anular y determinar si la presentación pediátrica se relaciona con enfermedades sistémicas diferentes de las que se presentan en la edad adulta y si es necesaria la realización de estudios especiales de laboratorio. Palabras clave: Granuloma anular; Infancia; Histopatología; Tratamiento. Abstract Granuloma annulare is a self-limited inflammatory disease of unknown etiology. Objective: To determine the frequency, clinical presentation and histopathology of granuloma annulare in pediatric patients. Materials and Methods: A cross-sectional retrospective review of cases with histopathological diagnosis of granuloma annulare was conducted at Department of Dermatology of the Hospital General Dr. Manuel Gea Gonzalez, México. The review included patients less than 18 years of age. Results: We studied 16 patients with granuloma annulare. Mean age at presentation was 6.5 years and mean time of evolution when the biopsy was taken was 9.7 months. The most frequent types of presentation were the localized form in 9 (56.3%) patients and the disseminated form in 7 (43.7%). On histopathology, the classic palisading granuloma was found in half of the cases, while the other half had the interstitial Correspondencia: Dra. María Elisa Vega Memije Jefe de Dermatopatología del Servicio de Dermatología, Hospital General Dr. Manuel Gea González. Calzada de Tlalpan 4800, Toriello – Guerra. México DF, México. Recibido: 14/08/2005 Aceptado: 18/08/2005 117 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Granuloma anular en pacientes pediátricos pattern. Four patients had spontaneous resolution after biopsy; two patients had a partial response with emollients. Two patients had resolution after intralesional injection of distilled water; two responded favorably to topical steroids. Two patients used keratolytic agents without changes. Conclusions: It is important to consider the diagnosis of granuloma annulare and determine if the pediatric presentation is associated with systemic disorders different from those seen in adults. Key words: Granuloma annular; Childhood; Histopathology; Treatment. Introducción El granuloma anular (GA) es una entidad inflamatoria, de etiología desconocida, autolimitada, que se caracteriza por nódulos y placas anulares con periferia elevada y centro deprimido, del color de la piel o ligeramente eritematosas. Generalmente lo encontramos en manos, pies, muñecas y tobillos; sin embargo, puede aparecer en cualquier región.A pesar de ser generalmente asintomático, algunos pacientes refieren prurito leve. Es más frecuente en el sexo femenino con relación 3:1 predominando en niños y adultos jóvenes. Dentro de las formas clínicas encontramos la localizada o clásica, la generalizada, la perforante y la subcutánea1. Se han señalado entre los factores desencadenantes la aplicación de vacunas, piquetes de insecto, intradermorreacciones, dermatitis por contacto al níquel, exposición solar, parasitosis intestinales e infecciones por Epstein-Barr, virus de inmunodeficiencia humana, herpes zoster, entre otros1-3. Se piensa que puede ser resultado de vasculitis, necrobiosis secundaria a trauma, activación de monocitos, linfocitos T, de células de Langerhans o a un fenómeno de hipersensibilidad tipo IV1,4,5. Incluso hay quienes consideran que existe un fenómeno tipo Koebner2. Una de las hipótesis en relación a su fisiopatogenia señala a los queratinocitos, células de Langerhans y melanocitos como responsables de esta entidad al liberar citoquinas que estimulan células inflamatorias, lo que iniciaría el depósito de proteínas de la matriz extracelular aumentando la expresión de colágena tipo I6, metaloproteinasas de la matriz por macrófagos y fibroblastos, degeneración focal de 118 fibras elásticas y fagocitosis de material elastótico por células gigantes7,8. A nivel histopatológico, el GA es el representante de los granulomas en empalizada, ya que se encuentra degeneración incompleta de la colágena con depósito de mucina rodeada por monocitos e histiocitos que se disponen en empalizada, ocasionalmente células gigantes y fibroblastos. Se ha reportado degeneración focal de fibras elásticas y elastofagocitosis. En ocasiones puede haber un infiltrado neutrofílico, polvo nuclear y vasculitis con áreas de necrobiosis o un infiltrado granulomatoso simulando sarcoidosis. Raras veces la necrobiosis y el infiltrado son difusos, lo que se refiere como intersticial, infiltrativo o incompleto. Generalmente la infiltración linfocítica es perivascular cercana al área de necrobiosis. Hay predominio de linfocitos T colaboradores CD4+ y CD3+, excepto en las células que conforman la empalizada en donde predominan los linfocitos T CD8+. Así mismo, se ha encontrado niveles elevados de metaloproteinasas1,9-14. El diagnóstico se realiza por el cuadro clínico y su correlación histopatológica. Se puede realizar exámenes de laboratorio como biometría hemática, velocidad de sedimentación globular, anticuerpos antinucleares, factor reumatoideo, proteína C reactiva, antiestreptolisinas y radiografías, pero en general son de poca ayuda. Por la asociación entre GA y anormalidades en la glicemia, en las formas generalizada y localizada, se recomienda la realización de glicemia en ayunas. Dentro de los diagnósticos diferenciales se incluyen la tiña del cuerpo, sarcoidosis, pitiriasis rosada, eritema anular centrífugo y eritema marginado4. Granuloma anular en pacientes pediátricos Hasta un 50% de los pacientes con la forma localizada pueden presentar resolución espontánea en 2 años, a diferencia de la forma generalizada en donde ésta es más rara y en caso de existir no será en menos de 3 a 4 años5. Hasta el momento hay pocos reportes en cuanto a las características clínicas, evolución, tratamiento y asociaciones de esta entidad en pacientes en edad pediátrica. El objetivo del presente estudio es determinar la frecuencia de GA en pacientes pediátricos y las características clínicas e histopatológicas de los mismos, así como identificar si existe relación entre esta entidad y alteraciones sistémicas en la edad pediátrica. Material y métodos La presente es una investigación transversal retrospectiva, en la cual se revisaron los archivos de Dermatopatología del Servicio de Dermatología del Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, México. Fueron incluidos en el estudio todos los casos con diagnóstico histopatológico de GA de enero de 1978 a diciembre de 2003. A través de los archivos del Departamento de Dermatopatología se obtuvo 20 188 biopsias de las cuales 97 (0.48%) correspondían al diagnóstico de granuloma anular; de éstas 20 correspondían a la edad pediátrica, pero se incluyeron en el estudio 16 ya que el resto no contaba con expedientes completos. De los expedientes clínicos se obtuvo la siguiente información: características clínicas de las lesiones, tiempo de evolución y tratamiento empleado. La información fue analizada mediante estadística descriptiva. Resultados De los 16 casos de GA en población pediátrica, diez (62.5%) correspondieron a pacientes del sexo femenino, estableciéndose una relación mujer:varón de 1.6:1. La edad promedio de aparición fue 6.5 años (rango de 2 a 17 años, con una desviación estándar 10.6). La Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 evolución de las lesiones al momento de la biopsia fue en promedio de 9.7 meses (rango de 5 días a 18 meses, desviación estándar 12.6 meses). La presentación clínica correspondió a la forma localizada en nueve pacientes (56.25%) y a la diseminada en siete (43.75%). No se encontró casos de granuloma anular perforante o nodular en nuestros pacientes. De los casos de presentación localizada, la ubicación más frecuente fue el pie en cuatro pacientes (44.4%), seguido de la mano en tres (33.3% figura 1) y dos en antebrazo y pierna (22.2%). En relación a los siete casos diseminados, en seis se presentó localización en mano, las localizaciones en glúteo, muslo, pierna, pie y tronco se presentaron en dos casos cada una, y las localizaciones en brazo, antebrazo, codo, rodilla, piel cabelluda y axila en un caso cada una (tabla 1). Tabla 1. Presentación clínica de los casos reportados. Sexo Edad Evolución Localización (meses) M 5 12 Pie F 3 12 Dorso de mano F 15 3 Mano M 10 18 Manos F 10 10 Glúteo, muslos, pie, antebrazo, mano F 3 12 Pie M 3 1 Rodillas, muslo, mano, piel cabelluda F 5 12 Pretibial F 6 12 Pie F 4 6 Brazo, mano, tronco, glúteo M 17 0.1 Antebrazo M 5 24 Mano F 3 8 Pierna M 6 12 Pie F 7 6 Mano, codo, pierna F 2 8 Tronco, axila, mano, pie M= Masculino; F= Femenino 119 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Granuloma anular en pacientes pediátricos Tabla 2.Tratamientos empleados y respuesta terapéutica. Tratamiento Biopsia Cremas inertes Agua destilada Esteroide tópico Queratolíticos Respuesta favorable 4 2 2 2 0 Sin respuesta 0 2 1 1 2 En esta serie no encontramos relación entre GA y enfermedades sistémicas. Fig. 1. Granuloma anular en muñeca izquierda. A nivel histológico se encontró la típica imagen de histiocitos dispuestos en empalizada rodeando áreas de colágena degenerada en 8 de nuestros pacientes (50%) (figura 2). El resto de los casos correspondió a un patrón intersticial con necrobiosis incompleta (50%), y no encontramos presencia de granulomas de tipo sarcoideo. Los tratamientos utilizados fueron diversos. En Fig. 2. Imagen clásica de granuloma en empalizada con degeneración de colágena. HE 100X. cuatro pacientes las lesiones resolvieron después de la toma de la biopsia; cuatro pacientes utilizaron cremas inertes, de los cuales solamente dos tuvieron mejoría parcial y no se obtuvo cambios en los otros dos. En tres pacientes se utilizó 0.5 ml de agua destilada inyectable, obteniéndose resolución en dos casos, en el otro caso no se encontró cambios. En tres pacientes se utilizó esteroide tópico obteniéndose buena respuesta en dos de ellos. Finalmente, en dos pacientes se prescribió queratolíticos sin obtenerse cambios (tabla 2). 120 Discusión La frecuencia de GA en nuestro Servicio de Dermatología es de un caso por cada 208 biopsias, lo cual se corresponde con otras series publicadas en la literatura. De estos casos, solo el 16.4% correspondía a edades pediátricas, con predominio en el sexo femenino. La forma localizada fue la más frecuentemente encontrada en nuestros casos (56.3%), siendo un porcentaje menor al reportado en la literatura, donde representa hasta el 75%, lo que creemos se debe a que la mayoría de los expedientes excluidos del estudio presentaban dicha localización. Esta forma de presentación generalmente aparece formando placas con uno o varios nódulos eritemato-violáceos, de 1 a 5mm de diámetro, de bordes elevados con un rango de 1 a 5cm, y pueden presentarse aislados o unidos, siendo el sitio más afectado las extremidades inferiores5; lo cual corroboramos en nuestra serie, mientras que las palmas, piel cabelluda y regiones plantares se encuentran respetadas. La forma generalizada presenta 10 ó más lesiones, siendo la localización en tronco la más frecuente.También puede presentarse en cuello y codos, y es poco frecuente encontrar lesiones en cara, región palmoplantar y mucosas. Se ha identificado dos picos de presentación, uno en mayores de 40 años, que se relaciona a un peor pronóstico, y otro en menores de 10 años. Los pacientes con esta forma clínica presentan con frecuencia HLA-B35 y A29. Se ha Granuloma anular en pacientes pediátricos referido que la forma generalizada en adultos se asocia con hiperlipidemias y diabetes mellitus (DM), no corroborándose esta asociación en niños. En pacientes pediátricos no parece confirmarse el predominio por el sexo femenino que se identifica en adultos3,4. La forma subcutánea puede encontrarse en extremidades inferiores, manos y piel cabelluda, se halla constituida por lesiones nodulares y se ha relacionado a diabetes insulinodependiente. No encontramos ningún caso correspondiente a la forma nodular subcutánea, la cual se ha reportado en otras series en la edad pediátrica11. En diversas ocasiones esta forma de presentación no se diagnostica clínicamente por lo que es difícil contar con su incidencia real. A pesar de que el diagnóstico de GA es clínico, es necesario realizar la biopsia para corroborar el diagnóstico. La mitad de nuestros casos presentó una imagen histológica en empalizada, la cual ha sido descrita como una de las presentaciones más frecuentes, el resto de los casos presentó un patrón intersticial, lo que corresponde a las formas de presentación en otras series13-15. El GA se ha relacionado sobretodo en adultos a neoplasias de tipo pulmonar, próstata, cervical, de mama, DM, procesos linfoproliferativos, micosis fungoides y enfermedad de Hodgkin16-19. Hasta el 60% de los pacientes puede tener complejos inmunes circulantes o tiroiditis20,21, entre otros. En niños se ha relacionado con dermatitis atópica e histiocitosis de células de Langerhans21,22. Las asociaciones patológicas del GA son raras en edad pediátrica, y en nuestra serie no encontramos ninguna enfermedad asociada. En cuanto al tratamiento, no existe uno específico. Muchos autores reportan mejoría al utilizar estímulos físicos como luz ultravioleta y estímulos traumáticos como efectuar biopsia por sacabocado, los cuales podrían ser suficientes para alterar la respuesta celular; sin embargo, no se encuentra bien establecido porqué unas lesiones resuelven con el proce- Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 dimiento quirúrgico y otras no23. Otros tratamientos utilizados han sido los esteroides tópicos e intralesionales, cloroquina, clorambucil, pentoxifilina, yoduro de potasio, vitamina D, 5-fluoracilo, PUVA, dapsona, antralina, peróxido de benzoílo, ácido retinoico, isotretinoína, metotrexato, criocirugía, inyecciones intralesionales con agua destilada y xilocaína; no habiéndose encontrado ventajas de uno sobre otro7,12,24,25. Al igual que en nuestros hallazgos, no se ha podido encontrar un resultado completamente satisfactorio. A pesar que el GA es una entidad poco frecuente, es necesario tenerla en cuenta en la consulta pediátrica y hacer el diagnóstico diferencial con otras entidades anulares, como la tiña del cuerpo, nódulos reumatoideos, el eritema anular y la urticaria anular11,4, para evitar de esa manera tratamientos inadecuados como el uso de antimicóticos. Aún se requieren más estudios para establecer su fisiopatogenia y de esta manera determinar las mejores opciones terapéuticas. Finalmente, es necesario conocer si en realidad el granuloma anular en la infancia tiene asociaciones patológicas ocultas y diferentes a las del adulto, y poder definir que estudios de laboratorio y gabinete son necesarios en este grupo de edad para corroborarlas. Referencias bibliográficas 1. Smith D, Downie J, Dicostanzo D. Granuloma annulare. Int J Dermatol. 1997;36:326-33. 2. Baykal C, Özkaya-Bayazit E, Kay Maz R. Granuloma annulare possibly triggered by antitetanus vaccination. 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Schwartz R, Hansen R, Lynch P. Hodgkin’s Disease and granuloma annulare. Arch Dermatol. 1981;117:185-6. 122 Granuloma anular en pacientes pediátricos 18. Barksdale S, Perniciaro C, Halling K, Strickler J. Granuloma annulare in patients with malignant lymphoma: Clinicopathologic study in thirteen new cases. J Am Acad Dermatol. 1994;31(1):42-7. 19. Akyol M, Killcarslan H, Göze F. Granuloma annulare associated with prostate carcinoma. J Eur Acad Dermatol Venérelo. 2003;17:464-5. 20. Vazquez-Lopez F, Pereiro M, Manjón J. Localized granuloma annulare and autoinmune tiroiditis in adult women: A case-control study. J Am Acad Dermatol. 2003;48(4):517-20. 21. Vazquez-Lopez F, Gonzalez-Lopez M, Raya-Aguado C, Perez-Oliva N. Localized granuloma annulare and autoinmune tiroiditis:A new case report. J Am Acad Dermatol. 2000;43(5):943-5. 22. Quezada-Ramírez M,Alvarez-Franco M, Laterza A. Granuloma anular profundo de la piel cabelluda en pacientes pediátricos. 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Se ha reportado una incidencia de 0.2% en niños, las edades de presentación más frecuentes están en la primera y quinta década de la vida. Hay una variante familiar autosómica dominante y formas adquiridas. Clínicamente se caracteriza por queratodermia palmoplantar, taponamiento folicular y pápulas perifoliculares eritematosas que pueden progresar a placas e incluso eritrodermia. Se clasifica clínicamente en 5 tipos: tipos I y II que se presentan en adultos y los tipos III, IV y V observados en niños (aguda juvenil, localizada juvenil y atípica juvenil). El pronóstico en la edad pediátrica es bueno. El objetivo del presente trabajo fue evaluar las características clínicas, evolución y tratamiento de la PRP en pacientes menores de 18 años, en el Servicio de Dermatología del HUC, durante 1990-2001. Se documentó un total de 15 casos. La edad promedio de presentación fue de 8 años con un rango entre 4 y 13 años. No hubo diferencias en cuanto al sexo: 47% varones y 53% mujeres. Los tipos III y IV fueron los únicos encontrados (tipo III 40% y tipo IV 60%). La evolución no pudo ser evaluada en todos los pacientes, siendo satisfactoria con resolución en algunos de los casos a los 6 meses. Solo tres casos ameritaron el uso de acitretina sistémica, sin efectos secundarios. Palabras clave: Pitiriasis rubra pilaris; Niños; Clasificación de Griffiths. Abstract Pityriasis rubra pilaris (PRP) is a rare papulosquamous eruption, of unknown aetiology, which affects both adults and children. It is an uncommon dermatosis in children, with an incidence of approximately 0. 2%. The age of onset is bimodal, peaking both in the first and fifth decade of life. Clinically, is characterized by palmar plantar hyperkeratosis, follicular plugging, perifollicular erythematous papules that can progress to plaques, and erythroderma. PRP was classified by Griffiths in 1980 into 5 types:Type I and II confined to adults, types III, IV and V observed in children (acute juvenile, localized juvenile and atypical juvenile). Prognosis in the pediatric age is good. We retrospectively reviewed the prevalence of the PRP in pediatric patients (under 18 years) who were seen at the Dermatology Service of the HUC during 1990-2001 and evaluated the following characteristics: age, sex, clinical course and treatment. A total of 15 cases were documented. The Correspondencia: Dr. Francisco González. Apartado Postal 61319. Chacao - Venezuela. Teléfono 04127136422. Correo electrónico: [email protected] Recibido: 07/08/2005 Aceptado: 12/08/2005 123 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Pitiriasis rubra pilaris en la infancia mean age was 8 years with a range of 4 and 13 years. There were no differences in regards to sex (47% men and 53% females).Types III (40%) and IV (60%) were the most frequent types encountered.The course of the disease could not be evaluated in all the patients. Most cases had satisfactory resolution after 6 months. Three erythrodermic forms required use of acitretin, without side effects. Key words: Pityriasis rubra pilaris; Children; Griffiths classification. Introducción La pitiriasis rubra pilaris (PRP) es una dermatosis crónica de etiología desconocida, rara en la infancia1. Clínicamente se caracteriza por pápulas foliculares acuminadas, placas escamosas rosado-amarillentas diseminadas alternando con islas de piel sana e hiperqueratosis palmo-plantar confluente2. Se ha reportado una prevalencia de 1:500 000 pacientes, no habiendo diferencias en cuanto al sexo. La edad de presentación suele ser bimodal, con picos en la primera y quinta década de la vida1. Existe la variante familiar autosómica dominante y formas adquiridas. En 1980 Griffiths, basado en el estudio y seguimiento de 92 casos, propuso una clasificación en cinco tipos diferentes3: I II III IV V clásica del adulto atípica del adulto aguda juvenil localizada juvenil atípica juvenil Los tipos I y III solo se diferencian en la edad de presentación y desde el punto de vista clínico se presentan como una erupción céfalo-caudal de pápulas amarillo rojizas, debido a los tapones foliculares hiperqueratósicos que pueden confluir formando placas eritemato descamativas, alternando con islas de piel sana dando un patrón característico, pudiendo generalizarse2,4. La queratodermia palmo-plantar y los cambios ungueales son un signo frecuente. El tipo II es la forma atípica del adulto. El tipo IV usualmente se manifiesta como placas eritematosas hiperqueratósicas bien delimitadas en codos y rodillas. Según Griffiths, los tipos II y IV nunca progresan hacia los tipos I y III, respectivamente. El 124 tipo V se inicia en los primeros años de vida y tiene un curso más crónico. La apariencia esclerodermiforme de palmas y plantas con hiperqueratosis y mínimo eritema son característicos. Los casos familiares de PRP corresponden usualmente a este tipo clínico4. Existen pocos reportes en la literatura sobre el curso y pronóstico de esta entidad en niños. El presente estudio retrospectivo tuvo como finalidad determinar las características clínicas, evolución, curso, tratamiento y pronóstico de la PRP en niños durante 1990-2002 en el Hospital Universitario de Caracas. Pacientes y métodos Se revisaron los archivos de la consulta de Dermatología Pediátrica del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Caracas y del Laboratorio de Dermatopatología de pacientes atendidos en el periodo 1990-2002 con el diagnóstico clínico e histopatológico de PRP en menores de 18 años. Se analizó las historias clínicas correspondientes determinando edad, sexo, tipo clínico de acuerdo a la clasificación de Griffiths, tratamiento y seguimiento. Fueron incluidos solo aquellos que tenían diagnóstico clínico e histológico de PRP. Resultados Fueron incluidos un total de 15 pacientes, ocho (53%) del sexo masculino y siete (47%) del femenino. El promedio de edad fue de 8 años con un rango entre 4 y 12 años. Seis pacientes (40%) tenían el tipo III (clásica juvenil – Fig. 1 y 2) y nueve (60%) el tipo IV Pitiriasis rubra pilaris en la infancia Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 (localizada juvenil – Fig. 3 y 4); no hubo casos de tipo V. Cuatro de los seis casos del tipo III se presentaron con eritrodermia y ectropión (Fig. 5). Ningún paciente tenía historia familiar de PRP. Tres pacientes cursaron con infección respiratoria superior (20%) y un paciente (6%) con infección urinaria baja previos al inicio de PRP. En los casos de infección respiratoria baja los títulos de antiestreptolisina (ASO) se encontraron elevados (>200 U/L). Con respecto al tratamiento, tanto en los tipos III y IV fue básicamente tópico con emolientes, esteroides, queratolíticos, derivados de alquitrán y calcipotriol, con respuesta favora- Fig. 3. PRP tipo IV. Placas eritemato-escamosas localizadas. Fig. 4. PRP tipo IV. Placas descamativas poplíteas. Fig.1. PRP tipo III. Placas queratósicas con islas de piel sanas. Fig. 2. PRP tipo III. Placas psoriasiformes. Fig. 5. PRP tipo III. Eritema facial y ectropión. 125 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 ble en la mayoría de los casos (80%). Sin embargo, 3 casos del tipo III (20%) requirieron el uso de retinoides sistémicos (acitretina) a la dosis de 0.5 a 1mg/kg/día, con descenso gradual de acuerdo a la mejoría hasta su eliminación en el lapso de 8 a 12 meses. La mayoría de los pacientes no regresó al control (aproximadamente 70%), probablemente por la mejoría y desaparición de las lesiones. Discusión El objetivo del presente trabajo fue evaluar las características clínicas, curso y pronóstico de los casos pediátricos de PRP en el HUC en el periodo 1990-2002. La PRP es una entidad infrecuente en este grupo etario, sin embargo, en el lapso estudiado el número de casos se correspondió con lo publicado en el mismo lapso en otras series5. No hubo diferencias en cuanto al sexo pero cabe destacar que en nuestra casuística, similar a lo reportado por Gelmetti y col., no hubo historia familiar de PRP6. La edad de presentación menor fue de cuatro años, a diferencia de lo descrito recientemente en un estudio retrospectivo de la Clínica Mayo en 20 años, donde encontraron pacientes cuya edad de inicio de la PRP era de ocho meses7. En ese estudio además se encontró el tipo III como la más frecuente de las formas clínicas de presentación, a diferencia de nuestros casos en los que correspondió al tipo IV. El 67% de nuestros casos de tipo clásico juvenil se presentó con eritrodermia y ectropión, a diferencia de lo reportado en 20 años de seguimiento por Gelmetti quien no encontró casos de eritrodermia ni ectropión en su estudio6. Sobre la base de lo hallado en las historias clínicas se constató que la tasa de seguimiento fue muy baja. Solamente un 30% regresó a sus controles, por lo que no se puede evaluar con eficacia y veracidad el seguimiento de todos estos 15 pacientes. Solo tres de ellos (todos del tipo III) han seguido un curso favorable, con resolución del cuadro y un caso quien todavía persiste con períodos de recurrencia. 126 Pitiriasis rubra pilaris en la infancia Del presente estudio se puede concluir que la PRP parece ser en primera instancia una dermatosis no hereditaria, sin predilección por sexo, siendo la PRP tipo IV (localizada juvenil) la forma más frecuente de presentación. Los pacientes tuvieron una buena respuesta a los tratamientos tópicos; los retinoides sistémicos quedan reservados para los casos severos con eritrodermia y ectoprión7. Referencias bibliográficas 1. Allison DS, El-Azhary RA, Calobrisi SD, Dicken CH. Pityriasis rubra pilaris in children. J Am Acad Dermatol. 2002;47:386-9. 2. González F. Pitiriasis Rubra Pilaris. En: Rondón A. Dermatología. Caracas: Reinaldo Godoy Editores; 1995. p. 787-90. 3. Griffithis WA. Pityriasis rubra pilaris. Clin Exp Dermatol. 1980;5:105-12. 4. Sorensen KB, Thestrup-Pedersen K. 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Resumen El síndrome de Netherton (SN) es una enfermedad infrecuente autosómica recesiva, caracterizada por tres rasgos mayores: ictiosis, atopia y defectos estructurales del pelo, aunque no en todos los casos aparecen las tres manifestaciones clínicas simultáneamente, por lo que a veces es difícil llegar al diagnóstico. La eritrodermia es una manifestación cutánea frecuente en este trastorno. Presentamos una revisión del tema a propósito de un lactante varón de nueve meses, con antecedentes familiares de aborto espontáneo a las 11 semanas y tres casos de retardo mental por línea materna. Los padres desconocen antecedentes de consanguinidad. Presentó hospitalización por infecciones urinarias y digestivas a repetición y dificultades en el ascenso ponderal. Consulta por eritrodermia al nacimiento que cede con tratamiento tópico. A los dos meses se instala una dermatitis con lesiones eritematosas policíclicas migratorias, que fueron diagnosticadas como dermatitis atópica. Su pelo es opaco y escaso; que a la microscopía óptica muestra tricorrexis nodosa y tricorrexis invaginata. Se plantea el diagnóstico de SN por presentar la tríada clásica descrita. Palabras clave: Síndrome de Netherton; Eritrodermia ictiosiforme congénita; Atopia; Tricorrexis. Summary Netherton syndrome is a rare autosomal recessive disorder characterized by three features: ichthyosis, structural anomalies of the pilar shaft and atopy. Diagnosis is sometimes difficult because those clinical manifestations do not always show simultaneously. Generalized erythroderma is a common cutaneous finding . We report the case of a 9 months infant whose familiar consanguinity history was unkown, besides spontaneous abortion and 3 maternal cases of mental retardation. The patient presented recurrent urinary and digestive infections and failure to thrive. At birth a generalized erythroderma was present and only 2 months later does the characteristic migratory circinate plaques and the clinical flexural features of their atopic dermatitis appear. The scalp hair is sparse, absent and brittle with trichorrhexis invaginata and nodosa as optic findings of the pilar shaft. Netherton syndrome diagnosis was made. Key words: Netherton syndrome; Congenital Erythroderma; Atopy; Trichorrexis. Introducción El síndrome de Netherton (SN) es una enfermedad infrecuente autosómica recesiva, caracterizada por tres rasgos mayores: ictiosis, atopia y defectos estructurales del pelo. No en todos los casos aparecen las tres manifestaciones clínicas simultáneamente, por lo que a veces es difícil llegar al diagnóstico. La eritrodermia es una manifestación cutánea precoz. Efectuamos Correspondencia: Dra. Griselda de Anda Cátedra de Dermatologia, Hospital de Clínicas “Prof. Dr. Manuel Quintela” Universidad de la República, Facultad de Medicina. Av. Italia s/n. Montevideo, Uruguay. Correo electrónico: [email protected] Recibido 12/04/2004 Aprobado 19/04/2005 127 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 una revisión del tema para luego presentar un caso clínico estudiado en nuestro servicio. Revisión del tema En 1949 Comel describió un “curioso tipo de ictiosis congénita” en una mujer joven italiana que presentaba lesiones eritematosas en el tronco y las extremidades con un borde descamativo doble, que designó como “ichityosis linearis circumflexa”. En 1958 E.W. Netherton reportó un caso de una niña de 11 años, con una nueva forma de tricorrexis nodosa, que llamó “pelo en bambú”. En su trabajo original, Netherton describió una dermatitis exfoliativa diseminada, con prurito paroxístico, pelo opaco y fino. La microscopía óptica del pelo de esta paciente reveló atrofia e invaginación del pelo distal. En 1964, Wilkinson y col. sugieren el término de tricorrexis invaginata en lugar de bamboo hair, y describen bajo el nombre de Comel-Netherton un síndrome caracterizado por diátesis atópica, alteraciones del tallo del pelo e ictiosis, ya sea del tipo ictiosis linear circunfleja, o bien del tipo eritrodermia ictiosiforme congénita. Posteriormente, Altman y Stroud, Mevorah y col. notaron la asociación de tricorrexis invaginata con ictiosis linear circunfleja. En abril del 2000, un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford, Inglaterra, descubrieron el gen que se segrega con el SN en el cromosoma 5q32, por análisis del ligamiento y mapeo de homocigocidad1. Más tarde, el mismo grupo publicó mutaciones en un inhibidor de las serinas proteasas (SPINKS 5) como causante del SN2. Es una enfermedad rara, como demuestra el hecho de que hasta 1985 se habían descrito 43 casos en la bibliografía. En nuestro medio su incidencia es desconocida. Ocurre en menos de 1 de cada 100 000 nacimientos en Holanda3. La consanguinidad entre los padres de algunos de los pacientes y la descripción de casos familiares apoyan un patrón de herencia autosómica recesiva. No hay predominio de sexo, aunque para algunos autores la enfermedad parece ser menos grave en las mujeres. 128 Síndrome de Netherton Por estudios de ligamento genético se ha identificado el gen responsable de la enfermedad en el brazo largo del cromosoma 5, banda 32. El gen SPINK 5 codifica un inhibidor de la enzima serina proteasa (LEKTI), el que se expresa predominantemente en tejidos epiteliales y linfoides. Estaría vinculado con la formación de la barrera cutánea y el mantenimiento del sistema inmune cutáneo4. Recientemente se han identificado mutaciones recesivas en SPINK 5 en varios casos de pacientes provenientes de familias consanguíneas que presentan el síndrome de Comel-Netherton. Los estudios de biología molecular utilizados fueron el screening mediante análisis de heterodúplex o dHPLC (denaturing high liquid cromatography) de los 33 exones del gen en cuestión, y luego secuenciación del fragmento, que presenta un patrón de bandas atípico5. Los cambios encontrados han sido mutaciones sin sentido de lesiones e inserciones con cambio del marco de lectura, y defectos en el splicing.Todo esto determina una traducción alterada o prematura del SPINK5 que lleva a alteraciones inmunológicas y de la barrera cutánea1,2,6. Se supone que los polimorfismos en SPINK5 se relacionan con la presencia de dermatitis atópica, pero no de asma7. Es frecuente encontrar hiperglobulinemia E8, con múltiples reacciones positivas a muchos alergenos, hipercomplementemia C3 y C4, un número reducido de células natural killer, tests negativos para una batería de antígenos antimicrobianos y una estimulación débil de los linfocitos con varios mitógenos. El defecto en la inmunidad celular, en particular del tipo de hipersensibilidad retardada, predispone a infecciones virales como el HPV9. Los hallazgos inmunohistoquímicos en la biopsia de piel de un paciente mostraron un aumento de las células CD I + en la epidermis, como se ve en el eccema atópico. Los estudios bioquímicos revelan algunos hallazgos similares a los de la psoriasis, como el aumento de la actividad enzimática de fosfatasa, b glucoronidasa y transglutaminasa. Pero a diferencia de la psoriasis, en el infiltrado dérmico se encuentra una reducción de los linfocitos CD4 y una predominancia de los CD83. Síndrome de Netherton En la literatura se han documentado solo dos casos de carcinoma en pacientes con SN: una mujer con carcinoma de células escamosas vulvar sobre un área con papilomatosis anogenital, y un hombre con cáncer de piel no melanoma en el dorso de la mano. Esta relación llevó a plantear a algunos autores un posible rol facilitador de la infección HPV y fotoquimioterapia9. Se observan alteraciones inmunológicas como retraso en la quimiotaxis de los neutrófilos, deficiencia selectiva de anticuerpos contra los antígenos de los polisacáridos bacterianos, déficit selectivo de IgA, IgG y células natural killer, o elevación de IgG, pero ninguna constituye una alteración seria de la inmunidad que explique la predisposición a padecer infecciones10. La anatomía patológica de las lesiones cutáneas no siempre es específica. Se puede confundir con una dermatitis psoriasiforme e incluso con psoriasis cuando la clínica no es clara11. La epidermis muestra un patrón psoriasiforme, con acantosis, papilomatosis, paraqueratosis focal e incluso pústulas espongiformes de Kogoj. El estrato granuloso puede estar engrosado o ausente. Presenta además alteraciones específicas de la queratinización como supresión de la síntesis de proteínas y exudados serosos que invaden la epidermis, tanto a nivel de los espacios intercelulares de la capa granulosa como de la espinosa. Es característica la prematura secreción de los cuerpos lamelares12. A nivel dérmico existe inflamación y migración de células inflamatorias a predominio perivascular. La tinción de PAS demuestra la existencia de gránulos PAS +, diastasa resistentes en las células espinosas, así como extensas acumulaciones de material eosinofílico de naturaleza glucoproteica en el estrato córneo y en el estrato intercelular. Aunque es característico del SN este hallazgo, no es patognomónico del mismo, ya que no se presenta en todos los casos y se observa también en la dermatitis atópica. Además, presenta en el estrato córneo acumulaciones redondeadas que corresponden a depósitos lipídicos, mientras que las células espinosas contienen cuerpos citoplásmicos redondeados, formados por Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 una sustancia finamente granular y ocasionalmente delimitados por una membrana. Los estudios ultraestructurales de la piel ponen de manifiesto un aumento del espacio intercelular y una disminución de la formación de tonofilamentos y gránulos de queratohialina, así como un incremento en el número de algunas organelas celulares citoplasmáticas13. La alteración originalmente descrita en el pelo es la tricorrexis invaginata, pero no es el único defecto. También es frecuente encontrar pili torti. Por microscopía electrónica se vio una prematura secreción de los cuerpos lamelares y focos de material electrón-denso en los espacios intercelulares de la capa superficial, características no observadas en otras eritrodermias. Estas alteraciones serían marcadores frecuentes y relativamente específicos del SN, que podrían permitir el diagnóstico temprano antes de la aparición de las alteraciones macroscópicas del pelo. La densidad de lesiones es mayor en las cejas que en el pelo del cuero cabelludo. Powell y col. demostraron en tres pacientes que todos tenían al menos una lesión en las cejas14. Por este motivo, se deberían examinar siempre para aumentar la sensibilidad del diagnóstico. El diagnóstico del SN se define por la siguiente tríada: a) Eritrodermia ictiosiforme congénita. b) Tricorrexis invaginata. c) Diátesis atópica. Sin embargo, es infrecuente que estos desórdenes aparezcan simultáneamente. Las manifestaciones extracutáneas de la enfermedad son frecuentes pero inconstantes. Manifestaciones dermatológicas Dermatosis ictiosiforme: está presente desde el primer año de vida, a veces incluso desde el nacimiento. Lo más frecuente es que se presente como una eritrodermia descamativa. Puede ser constante o episódica y suele mejorar cuando el niño crece, evolucionando a ictiosis linear circunfleja o a eritrodermia ictiosiforme congénita. La ictiosis linear circunfleja 129 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 es el tipo de ictiosis más característica y se ve en el 50% de los pacientes8. Además es la forma clínica más frecuente en mujeres. Se inicia tardíamente y se caracteriza por la aparición intermitente en el tronco y extremidades de lesiones descamativas de carácter migratorio, que cursan en empujes de dos o tres semanas de duración. Las lesiones más típicas presentan un característico borde descamativo doble en su periferia. La eritrodermia ictiosiforme congénita tipo ictiosis laminar puede ser generalizada o focal, intermitente o constante, y suele mejorar espontáneamente con el paso del tiempo. La afección facial consiste en eritema difuso y descamación fina, más acentuado en torno a los ojos y párpados, pero sin ectropion. En un estudio retrospectivo realizado en el servicio de Dermatología del Hospital Necker- Enfants Malades de París a propósito de 51 casos de eritrodermia exfoliativa en el primer año de vida, se identificó al SN como causa en el 18% de los casos15. El prurito es un síntoma frecuente que causa irritabilidad en el período de lactante y se agrava con el calor. La liquenificación flexural se ve también con frecuencia y en algunos casos lleva a la hipertrofia verrucosa en grandes pliegues. Se recomienda examinar periódicamente a los pacientes con este tipo de lesiones dado el reporte de dos casos que presentaron sobre estas lesiones carcinoma espinocelular invasivo9. La hiperqueratosis palmo plantar y la afectación mucosa es excepcional; algunos pacientes presentan distrofia ungular8. Alteraciones del pelo: desde edades muy tempranas se aprecia un pelo escaso, sin brillo, frágil y de crecimiento lento, tanto en la cabeza como en el resto del cuerpo. Prácticamente todos los pacientes presentan tricorrexis invaginata, asociada o no con otras anomalías del tallo piloso. La tricorrexis invaginata consiste en la intususcepción del tallo piloso, es decir, que la parte proximal del pelo se ensancha como una “copa” y la porción distal se introduce en la misma a modo de “maza”, resultando en el aspecto típico de “caña de bambú” (bamboo hair). Se cree que esta alteración se 130 Síndrome de Netherton debe a un defecto de queratinización en el lugar donde la vaina epitelial interna está queratinizada por completo, pero aún no lo está el tallo, a consecuencia del cual se produciría una conversión incompleta de los grupo –SH en –SS en la proteína fibrilar cortical16. Otras anomalías del pelo descritas son la tricorrexis nodosa, moniletrix, cabello angulado, pelo helicoidal, pelo en palo de golf, pili torti, pelo pseudo pili torti, cabello desflecado (split hair) y ciertas alteraciones morfológicas como indentaciones circulares, cambios bruscos en el diámetro del pelo o pseudo nudos. Estos trastornos no afectan a todos los pelos, por lo que es importante su búsqueda sistemática además de en los cabellos, en cejas y pestañas. Para obtener la muestra de pelo se debe tener cuidado de que al hacer tracción no se rompa a nivel del nodo, por lo que se sugiere afeitar a nivel del cuero cabelludo17. Diátesis atópica: está presente en un número variable de pacientes (entre el 12 y el 100% de los casos), de modo que no es un elemento indispensable para hacer el diagnóstico. Los pacientes pueden sufrir dermatitis atópica, angioedema, urticaria, asma alérgica, fiebre del heno y en general cualquier enfermedad del espectro atópico. Los antecedentes familiares atópicos son habituales. Es frecuente observar fenómenos de hipersensibilidad inmediata, sobre todo del tipo edema angioneurótico tras la ingesta de algunos frutos secos. Es frecuente encontrar reacciones alérgicas a alimentos (como el huevo, la leche y frutos secos), al polvo, a ácaros y pelo de animales. Manifestaciones sistémicas Retraso pondoestatural: es lo habitual y en muchos casos lleva a la desnutrición y muerte. Es difícil distinguir si se debe a causa cutánea o intestinal, ya que a veces el grado de afectación dermatológica no se corresponde con la intensidad del mismo y no siempre existe atrofia de las vellosidades intestinales que justifique la malabsorción. En la mayoría de los casos no se detectó un déficit de la hormona de crecimiento ni infecciones graves que lo Síndrome de Netherton justifiquen. En gran número de los pacientes la severidad de los síntomas disminuye con la edad, sobre todo a partir del segundo o tercer año de vida, despareciendo la enteropatía y mejorando la dermatitis16. Retraso psicomotor: algunas series ponen de manifiesto un porcentaje significativo de pacientes con retraso mental y otras anomalías neurológicas como la epilepsia, pero se desconoce la causa. Infecciones a repetición: muchos sufren una elevada incidencia de infecciones cutáneo-mucosas, óticas y de las vías respiratorias superiores. En la piel, las infecciones crónicas provocan la aparición de un exudado maloliente, que confiere a los pacientes un olor característico, descrito por Netherton en su trabajo original. También es frecuente la aparición de blefaritis, conjuntivitis, otitis, sinusitis, bronquitis e incluso enteritis a repetición. Es una de las principales causas de morbi-mortalidad. Hay que realizar el diagnóstico diferencial con todas las causas de eritrodermia neonatal y del lactante: dermatitis seborreica y enfermedad de Leiner, síndrome de hiper IgE, dermatitis infecciosas, inmunodeficiencias, trastornos metabólicos, dermatitis atópica, psoriasis, pitiriasis rubra pilaris, acrodermatitis enteropática, síndrome de Omenn, eritroqueratodermia variabilis, enfermedad injerto contra huésped. En estos casos, la edad de presentación, el patrón hereditario, las características clínicas, la evolución, los hallazgos histológicos y moleculares conducen al diagnóstico correcto. En muchos pacientes el análisis detallado del pelo y la constatación de la alteración del mismo es el elemento clave del diagnóstico15,18. Existe la posibilidad de realizar el diagnóstico molecular de mutaciones en el gen SPINK5 mediante diversas técnicas de biología molecular. En primera instancia se realiza un análisis por medio de heterodúplex de ADN, que consiste en la desnaturalización de los productos de PCR y posterior renaturalización a temperatura ambiente. Este producto se corre en un gel no desnaturalizante de poliacrilamida, Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 determinando un patrón de bandas estándar que de alterarse sugiere la presencia de una mutación. En segundo término, de encontrarse un patrón de bandas atípico, se secuencia dicho producto de PCR para caracterizar la alteración génica1,2,4-6. Algunos pacientes presentan aminoaciduria y aminoacidemia de manera intermitente pero en ningún caso estos hallazgos se asocian a insuficiencia renal. Green y col. sostienen que esto es consecuencia de la corticoterapia tópica, pero esta teoría no justifica los casos con aminoaciduria en los que no se aplicó este tratamiento19. Puede existir hipernatremia y deshidratación secundarias a la pérdida transepidérmica de agua20; así como anemia, eosinofilia (hasta en un 25%), hipoalbuminemia y aumento de la IgE, alteración que aparece en prácticamente todos los pacientes después de la eritrodermia ictiosiforme8. No existe ningún tratamiento eficaz para este trastorno. Es fundamental la educación y comprensión de la patología por parte de la familia, ya que estamos frente a una enfermedad crónica, con un importante componente hereditario, requiriéndose en algunos casos apoyo psicológico. En relación a las medidas higiénicas, es conveniente evitar los factores capaces de causar irritación cutánea, tales como la ropa de lana o telas rústicas. Es recomendable el uso de jabones dermatológicos o detergentes sintéticos (syndets). El pelo debe cuidarse de los traumatismos por las alteraciones del tallo piloso anteriormente descritas. La humectación de la piel es fundamental y se reporta que el uso del ácido láctico al 12% ha tenido buenos resultados22. Los corticoides tópicos mejoran moderadamente el cuadro cutáneo, pero su uso prolongado puede llevar a hipercortisonismo iatrogénico. Los retinoides orales, útiles en la mayoría de los trastornos de la queratinización, han proporcionado resultados desiguales. Por ejemplo, en un artículo publicado por Hartschuh y col. un paciente joven tratado con 131 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 acitretina 35mg/día presentó una dermatitis severa erosiva, lo que llevó a la interrupción de la terapia. Se comenzó de nuevo con 10mg/día, persistiendo el paciente con irritación mucosa intolerable. Se redujo a 5mg/día, y a largo plazo provocó una mejoría de las lesiones cutáneas y del pelo21. En algunos casos se ha observado mejoría con PUVAterapia, REPUVA y lactato de amonio al 12%, UVA1, pero las lesiones empeoran en cuanto se suspende el tratamiento. La ciclosporina no parece ser eficaz. Cuando la afectación neonatal es intensa hay que tener en cuenta la fragilidad del equilibrio electrolítico del recién nacido, controlar las pérdidas térmicas y nutricionales, y extremar las medidas higiénicas. El reciente macrólido inmunomodulador tacrolimus aplicado en forma tópica como ungüento al 0.1% demostró ser efectivo en la dermatitis atópica en niños mayores de dos años. Sin embargo, en pacientes con SN que tienen una disfunción en la barrera cutánea, se ha demostrado un riesgo aumentado de su absorción percutánea, por lo que hasta hace poco no se recomendaba su uso en estos pacientes, al igual que otras sustancias cuya absorción sistémica sea peligrosa. Recientemente se ha reportado un caso de un niño de 10 años, procedente de Bosnia, portador de este sindrome, que respondió satisfactoriamente al tacrolimus al 0.1%22,23. El pronóstico no es bueno dado que se trata de una enfermedad crónica y severa, para la cual no hay un tratamiento específico15. El primer año es el de mayor riesgo de mortalidad, debido a las infecciones recurrentes, hipernatremia, deshidratación y desnutrición severa. Posteriormente, las lesiones cutáneas y del pelo tienden a mejorar, con reactivaciones ocasionales de la eritrodermia17. Un estudio clínico e inmunológico de siete pacientes, demostró una falla de crecimiento en la infancia en seis, y determinó riesgo de vida en tres de ellos. La enfermedad cutánea evolucionó en ictiosis linear circunfleja en cuatro de los siete, y los restantes sufrieron eritrodermia ictiosiforme recurrente o persistente3,24. Por ser una 132 Síndrome de Netherton genodermatosis se debe considerar el consejo genético. Caso clínico Lactante de nueve meses, de sexo masculino, llevado por una dermatosis generalizada. Al examen físico: paciente despierto, reactivo, regular estado general e irritable. Se observa dermatosis diseminada, a predominio de pliegues inguinales, axilares, antecubitales y huecos poplíteos, caracterizada por placas eritematosas circinadas, con borde doble, con escama escasa a predominio periférico. Mucosas sin alteraciones. Pelo fino, escaso, frágil, uñas sin alteraciones (Fig. 1). Comienza luego del nacimiento con eritrodermia, sin membrana coloidal, ni ampollas, intensa descamación e hipertricosis. Pelo ralo, opaco, con costras seborreicas. Disminución de la eritrodermia luego de la instauración de medidas tópicas (baños emolientes, humectación, corticoides) (Fig. 2). A los dos meses instala una dermatitis en pliegues inguinales, axilares y huecos poplíteos, que se interpreta como dermatitis atópica. La madre nota la aparición de lesiones eritematosas policíclicas migratorias (Fig. 3) que se acompañan de intenso prurito. Los brotes se han mantenido hasta el momento actual pese al tratamiento con humectación, corticoides tópicos e hidroxicina oral. Antecedentes personales: producto de tercera gestación. Embarazo bien tolerado y controlado, parto institucionalizado a término,Apgar910. Infecciones urinarias a repetición durante el segundo trimestre de vida por lo cual fue hospitalizado descartándose malformaciones congénitas, con buena evolución de las mismas con antibioticoterapia intravenosa. A los 8 meses presentó diarrea grado II que requirió internación. En lo madurativo: dificultades en el ascenso ponderal, desarrollo regular. Síndrome de Netherton Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Fig. 5. Microscopía óptica: tricorrexis invaginata. Fig. 1. Pelo fino, escaso y frágil. Fig. 2. Recién nacido con descamación intensa y costras de aspecto seborreico Fig. 6. Capa córnea con hiperqueratosis paraqueratósica (HE 400X). Fig. 3. Placas eritematosas circinadas con borde doble en pliegues. Fig. 4. En microscopía óptica de pelo se observa tricorrexis nodosa. Fig. 7. Capa granulosa prominente, acantosis moderada e infiltrado inflamatorio perivascular a predominio linfocitario (HE 400X). 133 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Antecedentes familiares: tres casos de retardo mental por línea materna. Se desconocen antecedentes de línea paterna. Madre y padre de 29 años de edad, sin antecedentes a destacar; hermano de 5 años, sano. Antecedente de un aborto espontáneo a las 11 semanas de gestación. De la paraclínica se destaca la presencia de hiper IgE y aminoaciduria. En la microscopía óptica de pelo se observa tricorrexis nodosa (Fig. 4) y tricorrexis invaginata (Fig. 5). El estudio anatomopatológico mostró las siguientes características: capa córnea con hiperqueratosis paraqueratósica; cuerpo mucoso de Malpighi con acantosis moderada (en donde se destaca una capa granulosa bien desarrollada) e infiltración inflamatoria leve en el corion superficial a nivel perivascular, a predominio linfocitario (Fig. 6 y 7). Discusión El SN plantea dificultades para arribar a su diagnóstico por la frecuente ausencia de antecedentes familiares y el cambio de las lesiones cutáneas y del pelo durante la evolución de la enfermedad. A esto se suma que la histología no es específica, no todos los pelos examinados microscópicamente presentan las alteraciones características y la expresividad del trastorno es diferente entre distintos pacientes. Esto se evitaría mediante la realización sistemática de tests genéticos, no accesibles en nuestro medio y aún en etapa experimental. En nuestro paciente se observó la tríada clásicamente descrita por Netherton. Presentó eritrodermia icitosiforme congénita, que evolucionó a ictiosis linear circunfleja. El estudio microscópico mostró tricorrexis invaginata, la alteración más frecuentemente observada en esta patología. También se encontró tricorrexis nodosa, una anomalía que se asocia a este síndrome. Por último, instaló a los dos meses de edad una diátesis atópica, elemento que, a pesar de no ser indispensable para hacer el diagnóstico, cobra peso en este caso clínico al completar la tríada diagnóstica. 134 Síndrome de Netherton La predisposición a padecer infecciones urinarias y del tracto digestivo bajo, así como el antecedente familiar de retraso mental en la línea materna son elementos que apoyaron al diagnóstico, además del incremento de IgE. Aunque la histopatología es inespecífica, en nuestro paciente se hallaron elementos de los patrones descritos con más frecuencia. En este caso, la dermatitis atópica se planteó como el principal diagnóstico diferencial. Si bien nuestro paciente presentaba manifestaciones clínicas de esta patología, pensamos que integraba el SN. Por tratarse de una patología rara y subdiagnosticada, los tratamientos expresados en la literatura se basan principalmente en comunicaciones a propósito de casos aislados, lo que no permite establecer una pauta terapéutica efectiva. En este caso, se insistió en la humectación y en los corticoides tópicos, poniendo especial cuidado en su uso racional. No se utilizó tacrolimus tópico por lo controvertido de su indicación en esta patología. Se agregó hidroxicina vía oral para el tratamiento del prurito intenso, obteniendo una respuesta moderada. En relación a otras posibles medidas terapéuticas, pensamos que la PUVAterapia podría ser una opción válida, pero la edad de nuestro caso no justificaba su aplicación. En cuanto al pronóstico, es variable ya que se trata de una genodermatosis, que carece de tratamiento específico y que afecta la calidad de vida de los pacientes. Además se ha descrito la asociación con neoplasias epiteliales24. Posiblemente en años venideros, con el desarrollo de la terapia génica, se logre la curación de este trastorno. Referencias bibliográficas 1. Chavanas S, Garner C, Bodemer C, Ali M, Teillac DH, Wilkinson J, et al. Localization of the Netherton syndrome gene to chromosome 5q32, by linkage analysis and homozygosity mapping.Am J Hum Genet 2000 Mar;66(3):914-21 Síndrome de Netherton 2. Chavanas S, Bodemer C, Rochat A, Hamel-Teillac D, Ali M, Irvine AD, Bonafe JL,Wilkinson J,Taieb A, Barrandon Y, Harper JI, de Prost Y, Hovnanian A. Mutations in SPINK5, encoding a serine protease inhibitor, cause Netherton syndrome. Nat Genet 2000 Jun;25(2):141-2 3. Judge MR, Morgan G, Harper JI. A clinical and immunological study of Netherton's syndrome. Br J Dermatol 1994 Nov;131(5):615-21 4. Chao SC, Tsai YM, Lee JY. A compound heterozygous mutation of the SPINK5 gene in a Taiwanese boy with Netherton syndrome.J Formos Med Assoc. 2003 Jun;102(6):418-23. 5. 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Instituto de Dermatología y Cirugía de Piel, Guatemala, C.A. Dermatol Pediatr Lat 2005; 3(2): 137-141. Resumen El síndrome de Rothmund-Thomson o poiquilodermia congénita es considerado una genodermatosis autosómica recesiva poco frecuente, causada por una mutación del gen helicasa RecQL4 (cromosoma 8q.24.3). Clínicamente se caracteriza por degeneración atrófica y pigmentación cutánea anormal, de inicio en la infancia, asociado con cataratas, fotosensibilidad, estatura corta, anormalidades dentales, ungueales, esqueléticas, osteosarcomas y menos frecuentemente con hipoplasia medio facial, hipermovilidad acral y anemia. Presentamos dos casos evaluados en el Instituto de Dermatología y Cirugía de Piel (INDERMA) de Guatemala. Se trata de dos hermanas (12 y 3 años respectivamente) que presentan cambios poiquilodérmicos en cara desde antes de los 6 meses de edad, además presentan fotosensibilidad, cabello escaso, retraso marcado del crecimiento y anormalidades oculares asociadas. Entre los antecedentes familiares de importancia se resalta que los otros cuatro hermanos y sus padres son normales; ambos padres tienen relación de consanguinidad directa (primos en primer grado). Esta enfermedad familiar es el resultado de patrones culturales particulares de las aldeas indígenas del departamento de Huehuetenando en Guatemala, las cuales avalan el matrimonio entre consanguíneos, induciendo la expresión de esta y otras genodermatosis. Palabras clave: Poiquilodermia; Rothmund-Thomson; Genodermatosis. Abstract Rothmund-Thomson Syndrome or Poikioderma Congenitale is considered a rare autosomal recessive genodermatosis caused by a mutation of the RecQL4 Helicase gene (chromosome 8q.24.3). Clinically it is characterized by atrophic degeneration and abnormal cutaneous pigmentation that begins in childhood. It is associated with cataracts, photosensitivity, short stature, dental, ungeal and skeletal abnormalities, osteosarcomas and less frequently, hypoplasia medium faciale, acral hipermobility, and anemia. We present two cases from the Instituto de Dermatología y Cirugía de piel (INDERMA) of Guatemala, Central America. Two sisters, ages 12 and 3, presented with poikilodermia on face prior to six months of age. They also displayed photosensitivity, decreased amount of hair, decreased growth and ocular abnormalities. Parents and siblings were without signs or symptoms. There was a history of parental consanguinity (in first cousins). Rothmund-Thomson is due the cultural patterns of the native villages from the department of Huehuetenando in Guatemala, which allow the marriages between relatives, leading to the expression genodermatosis. Key words: Rothmund-Thomson; Poikiloderma Congenitale; Genodermatosis. Correspondencia: Dr. Enrique Rivas Zaldivar Correo electronico: [email protected] Recibido: 13/01/2005 Aprobado: 12/04/2005 137 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Poiquilodermia congénita en Guatemala Introducción La poiquilodermia congénita, también conocida como síndrome de Rothmund-Thomson, es una genodermatosis extremadamente rara, de herencia autosómica recesiva, causada por una mutación del gen helicasa RecQL4 (cromosoma 8q.24.3)1,2. Se caracteriza por degeneración atrófica, pigmentación cutánea anormal y telangiectasias, de inicio en la infancia, asociada a cataratas, fotosensibilidad, estatura corta, anormalidades dentales, ungueales, esqueléticas, osteosarcomas y menos frecuentemente con hipoplasia medio facial, hipermovilidad acral y anemia. Su historia se remonta a la villa de KleinWalserthal localizada en la cordillera de los Alpes austriacos, en donde August Von Rothmund (médico oftalmólogo, 1830-1906) reporta en 1868 la asociación familiar de cataratas juveniles, nariz en silla de montar y degeneraciones cutáneas compatibles con atrofia, en tres pacientes con antecedentes de consanguinidad. Medio siglo más tarde Matthew S. Thomson (médico dermatólogo inglés, 18941960) describe en 1923 y 1926 “una enfermedad familiar heredable no descrita” enfatizando los hallazgos cutáneos, a la cual denominó “poiquilodermia congénita” 3. En la actualidad se considera que los hallazgos de Thomson corresponden a los reportados en los Alpes austriacos por Rothmund mucho tiempo antes. Las historias clínicas que presentamos nos trasladan a la aldea Xixviac, municipio de Aguacatán, departamento de Huehuetenango, Guatemala. Huehuetenango es fronterizo con México; a lo largo de la Sierra de los Cuchumatanes, la cadena montañosa más alta de América Central, con las altitudes que sobrepasan los 4 000m (Fig. 1). Una gran cantidad de sus habitantes son descendientes directos de la cultura Maya, principalmente de los grupos étnicos Mam, Chuj, Q’anjob’al, Akateko y Popit (Fig. 2). Estos grupos son muy conservadores y herméticos en sus ritos culturales, permitiendo la práctica de consanguinidad, manejando un sistema de parentesco muy difícil de determinar. 138 Fig. 1. Localización del departamento de Huehuetenango, Guatemala. Fig. 2. Grupos étnicos presentes en el área de estudio. Casos clínicos Caso 1. Niña de 12 años, 34 libras de peso y 1.06m de alto, que fue llevada por su padre (aparentemente sano) al Instituto de Dermatología y Cirugía de Piel de Guatemala, Poiquilodermia congénita en Guatemala por presentar fotosensibilidad y manchas en cara desde los 3 meses de edad, que se exacerban con la exposición al sol, con diagnóstico de “alergia al sol” (Fig. 3). Al examen físico presentaba una dermatosis en cara consistente en placas reticuladas hiper e hipopigmentadas, atrofia y telangiectasias, pérdida de las pestañas de ambos párpados inferiores, ptosis del párpado izquierdo, eritema conjuntival y opacidad corneal izquierda, cabello fino, no presentaba anormalidades en dientes, manos, pies o uñas (Fig. 4 y 5). Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Fig. 5. Lesiones oculares caracterizadas por ptosis palpebral izquierda, eritema conjuntival y opacidad corneal. Caso 2. Niña de 3 años con peso de 15 libras y 70cm de altura, hermana de la paciente caso 1, quien presentaba máculas reticuladas de hiper e hipopigmentación en cara desde los 5 meses de edad, sin evidencia clínica de atrofia o telangiectasias, ptosis insinuada en ojo izquierdo, cabello fino y escaso (Fig. 6 y 7); resto del examen físico sin hallazgos relevantes. Fig. 3. Se objetiva fotodistribución con predominio facial. Fig. 6. Presencia de máculas reticuladas hiper e hipopigmentadas en cara. Fig. 4. Placas reticuladas hiper e hipopigmentadas, atrofia y telangiectasias, madarosis en párpados inferiores. Fig. 7. No se evidencia atrofia ni telangiectasias. 139 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Ambas pacientes presentaban retraso pondoestatural severo, ubicándose por debajo del percentil 5% en las tablas del Nacional Center for Health Statistics (Maryland, 1982). El estudio histopatológico realizado en la paciente 1 (Hematoxilina-Eosina (HE), 100x) revela una epidermis atrófica con leve paraqueratosis, aplanamiento de papilas dérmicas y leve licuefacción de la membrana basal, infiltrado linfocítico en dermis con escasa caída de pigmento melánico, aumento y dilatación de la trama vascular en dermis superficial y media; estudio compatible con cambios poiquilodérmicos (Fig. 8). La investigación heredo-familiar partió del hecho que ambas hermanas poseen el mismo apellido paterno y materno; por lo que al investigarse sobre la posibilidad de consanguinidad familiar, se confirmó que los padres de las pacientes guardan parentesco cercano (primos en primer grado) (Fig. 9). Fig. 8. Epidermis atrófica con hiperqueratosis. Infiltrado linfocítico en dermis y dilatación de la trama vascular en dermis superficial y media (HE 100X). Fig. 9. Árbol genealógico que muestra la consanguinidad de primera y segunda línea. 140 Poiquilodermia congénita en Guatemala Discusión El cuadro anterior corresponde a una poiquilodermia congénita o síndrome de RothmundThomson, genodermatosis autosómica recesiva, resultado de prácticas de consanguinidad. El diagnóstico de este síndrome es eminentemente clínico por lo que el cuadro poiquilodérmico de las lesiones en cara, fotosensibilidad, fotodaño marcado, anormalidades oculares y en sus anexos, y el retraso del crecimiento, son patrones muy sugestivos, que se confirman con indagar sobre la práctica de consanguinidad y el patrón de herencia autosómico recesivo del cuadro. Según la penetrancia y expresividad génica de este síndrome, se han reportado una gran variedad de manifestaciones clínicas y anormalidades sistémicas asociadas3-6: • Erupción eritematosa, reticulada y edematosa, que se inicia con más frecuencia en cara, desde los 3 a 6 meses de edad, que luego evoluciona a cambios poiquilodérmicos: atrofia, telangiectasias, hiper o hipopigmentación lineal (muy rara vez ausente). • Fotosensibilidad en el 30%, que en muchos casos puede producir bulas. • Lesiones hiperqueratósicas en manos, pies, codos y/o tobillos en el 33% (luego de los 2 años de edad). • Distrofia ungueal en el 30%. • Problemas en la dentición en el 40%: aumento de la incidencia de caries, microdontia y formas cónicas. • Cabello fino y escaso que puede progresar a alopecia parcial o total, ocasionalmente ausencia de cejas y pestañas. • Se ha reportado anhidrosis en algunos pacientes. • Bajo peso al nacer, con retraso marcado en crecimiento, resultando en estatura proporcionalmente corta. • Anormalidades esqueléticas en el 68%, que pueden variar desde incapacidades mínimas hasta marcadas: facies características (prominencia frontal), nariz en silla de montar, prognatismo, ausencia o malformación braquimetacarpofalángica, sindactilia, clinodac- Poiquilodermia congénita en Guatemala • • • • • tilia, malformación o agenesia de los huesos del carpo y/o tarso, malformación del radio y primeros dedos de manos, pies pequeños, displasia fibrosa, osteogénesis imperfecta, contracciones de tejidos blandos. Además hiperostosis cortical irregular que simulan condrodistrofias, depresión de la cabeza del radio, osteoporosis e hirpermovilidad acral. Anormalidades oculares: cataratas juveniles en el 50% (opacidad subcapsular anterior y posterior detectada entre los 3 y 7 años), keratocono, coloboma, estrabismo, ambliopía, discos ópticos oscuros, microftalmia, atrofia del nervio óptico, venas retiniales dilatadas y aneurismales, exoftalmos, atrofia corneal, esclerosis corneal, glaucoma congénito, atrofia corioretineal, fotofobia e hipertelorismo. Malignidades: osteosarcomas en el 32%, carcinoma de células escamosas, enfermedad de Bowen, fibrosarcoma, linfoma de Hodgkin, carcinoma gástrico y leucemia mielocítica aguda. Hipogonadismo en el 25%. Anemia y síndrome mielodisplásico. Otras mucho menos frecuentes como hipoplasia medio facial, calcinosis cutis, queratosis actínicas, retraso mental y disminución del número absoluto y relativo de linfocitos T supresores e IgG4 séricos. Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Referencias bibliográficas 1. Kitao S, Shimamoto A, Goto M, Miller RW, Smithson WA, Lindor MN, et al. Mutations in RECQ4 cause a subset of cases of RothmundThomson syndrome. Nat Genet. 1999; 22:82-4. 2. Lindor NM, Furuichi Y, Kitao S, Shimamoto A, Arndt C, Jalal S. Rothmund-Thomson syndrome due to RECQ4 helicase mutation: report and clinical and molecular comparisons with Bloom syndrome and Werner syndrome. Am J Med Genet. 2000; 90:223-8. 3. Vennos EM, James WD. Rothmund-Thomson syndrome. Dermatol Clin. 1995; 13: 143-50. 4. Wang LL, Levy ML, Lewis RA, Chintagumpala MM, Lev D, Rogers M, et al. Clinical manifestations in a cohort of 41 Rotmund-Thomson syndrome patients. Am J Med Genet. 2001; 102:11-7. 5. Snels DG, Bavinck JN, Muller H, Vermeer BJ. A female patient with the Rothmund-Thomson síndrome associated with anhidrosis and severe infections of the respiratory tract. Dermatology. 1998; 196:260-3. 6. Kubota M, Yasunaga M, Hashimoto H, Kimata H, Mikawa H, Shinya A, et al. IgG4 deficiency with Rothmund-Thomson síndrome: a case report. Eur J Pediatr. 1993; 152:406-8. El manejo de las pacientes fue interdisciplinario (pediatría, oftalmología, ortopedia, neurología y genética); el tratamiento fue con humectantes, emolientes y protección solar, se realizó vigilancia por malignidades cutáneas y óseas. El pronóstico está limitado a la aparición de neoplasias, sin embargo, existen muchos reportes de pacientes que superan los cincuenta años de edad. La poiquilodermia congénita es un síndrome de escaso reporte en América, en la literatura mundial únicamente se han publicado alrededor de 200 casos4. Los matrimonios consaguíneos en algunas aldeas indígenas faculta la expresión de esta y otras genodermatosis. 141 REPORTE DE CASOS Eritema indurado de Bazin Lilián Pérez1, Carla Muñoz2, Alicia Benavides3, Sergio González4. 1 Dermatóloga, Hospital Dr. Félix Bulnes Cerda. Santiago de Chile. 2Residente Dermatología, Hospital Clínico Universidad de Chile. 3Servicio Anatomía Patológica. Hospital Dr. Félix Bulnes Cerda. Santiago de Chile. 4Dpto. Anatomía Patológica, Pontificia Universidad Católica de Chile. Dermatol Pediatr Lat 2005; 3(2): 142-148. Resumen Se presenta una niña de 12 años de edad que fue atendida por un cuadro de 3 semanas de evolución caracterizado por múltiples nódulos subcutáneos eritemato-violáceos, dolorosos, no ulcerados, en la cara anterior y posterior de ambas piernas y brazos. Inicialmente se trató como un eritema nodoso, sin respuesta favorable. La biopsia de las lesiones mostró una paniculitis granulomatosa de tipo tuberculoso, lo que asociado a las manifestaciones clínicas, permitió realizar el diagnóstico de eritema indurado de Bazin. El PPD fue hiperérgico (20mm) y la radiografía de tórax normal. Se indicó tratamiento anti tuberculoso con 4 drogas (rifampicina, etambutol, pirazinamida e isoniazida) por 6 meses con excelente respuesta y sin recaídas luego de un año de control sin tratamiento. Las tuberculides (reacciones de hipersensibilidad al bacilo TBC) son muy infrecuentes en la edad pediátrica, siendo el eritema indurado de Bazin el menos común entre ellas. Palabras clave: Tuberculides; Eritema indurado de Bazin; Infancia. Abstract We present a 12 year-old-girl with multiple, tender, bluish-red nodules on anterior and posterior areas of legs and arms. Ulceration was not present. Initially she was treated for erythema nodosum with a very poor response. The biopsy of the lesions showed granulomatous panniculitis of tuberculous type. The clinicopathologic correlation allowed the diagnosis of Erythema Induratum of Bazin.The tuberculin test was strongly positive (20mm) and chest radiography was normal. She recieved antituberculosis treatment with four drugs (rifampicin, isoniazid, pyrazinamide and ethambutol) for a 6 month period, with excellent clinical response, and without relapses (1 year follow up).Tuberculides are very rare in the pediatric age. Erythema Induratum of Bazin is the less common of this group. Key words: Tuberculides; Erythema induratum of Bazin; Childhood. Caso clínico Correspondencia: Dra. Lilian Pérez Correo electrónico [email protected] Recibido: 23/02/2005 Aceptado: 12/04/2005 142 Niña de 12 años de edad, sin antecedentes mórbidos familiares ni personales de importancia, que fue atendida por un cuadro de 3 semanas de evolución, caracterizado por brotes sucesivos de múltiples nódulos dolorosos ubicados en las extremidades. Al examen físico se observaron aproximadamente entre 15 y 20 nódulos subcutáneos eritemato-violá- ceos, de 1 a 2cm de diámetro, no ulcerados, sensibles, ubicados en la cara anterior y posterior de ambos muslos, piernas, pies y antebrazos (Fig. 1 y 2). La paciente refería haber presentado una infección respiratoria alta que requirió tratamiento antibiótico oral (amoxicilina) 3 semanas antes del inicio del cuadro actual. Con dichos antecedentes se interpretó el cuadro como un eritema nodoso. Se tomó biopsia de una de las lesiones y se indicó repo- Eritema indurado de Bazin Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 rosos en las piernas, muslos, pies y brazos. Se inició tratamiento con yoduro de potasio a saturación (5 gotas tid) con respuesta parcial. Se solicitaron anticuerpos antinucleares y títulos de antiestreptolisina 0 que resultaron negativos, baciloscopía en orina (resultado negativo) y test de tuberculina con derivado proteico purificado (PPD) el cual fue positivo con reacción hiperérgica de 20 mm (Fig. 3). Fig. 1. Nódulos en zona posterior de las piernas. Fig. 3. PPD hiperérgico en antebrazo. Fig. 2. Nódulos en borde lateral del pie. so absoluto y tratamiento oral con betametasona 0.25mg y maleato de dexclorfeniramina 2mg tid, con respuesta parcial y reaparición de las lesiones al suspender o disminuir la dosis del medicamento. Luego de 2 semanas desde la consulta inicial la paciente persistía con las lesiones antiguas y algunos nódulos de reciente aparición, acompañados por un cuadro agudo de fiebre, odinofagia, escalofríos y compromiso del estado general. Los exámenes mostraron leucocitosis de 28 000 con 8% de baciliformes, proteína C reactiva 47mg/l y radiografía de tórax normal. Se interpretó como una infección respiratoria alta de causa bacteriana y se indicó cefadroxilo oral (500mg tid por 10 días). El cuadro respiratorio respondió bien al tratamiento, pero las lesiones cutáneas persistieron y aparecieron nuevos nódulos muy dolo- El informe de la biopsia mostró piel con epidermis ortoqueratótica y dermis con leve infiltrado inflamatorio linfocitario perivascular. En hipodermis se observó un denso infiltrado inflamatorio crónico granulomatoso necrotizante, difuso, con fenómeno de vasculitis de vecindad. Las tinciones de PAS y Ziehl-Nielsen fueron negativas. Se informó como una paniculitis granulomatosa de tipo tuberculoso (Fig. 4). Se solicitó determinación génica de micobacterias mediante técnica de PCR y microdisección de tejidos de la muestra de la lesión, Fig. 4. Histopatología (H/E,16X), granulomatosa de tipo tuberculoso. paniculitis lobulillar 143 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 que informó reacción negativa para secuencias génicas de tipo Mycobacterium tuberculosis. Por los antecedentes clínicos, histopatológicos y de exámenes de laboratorio se realizó el diagnóstico de eritema indurado de Bazin secundario a tuberculosis (TBC) sin foco precisado. La paciente fue evaluada por el equipo médico broncopulmonar que descartó compromiso respiratorio y se indicó tratamiento anti-TBC con 4 drogas (rifampicina 600mg, etambutol 1 200mg, pirazinamida 1 500mg e isoniazida 300mg) en esquema diario por 10 semanas (50 dosis) y luego con 2 drogas (isoniacida 800mg y rifampicina 600mg) en esquema bisemanal por 16 semanas (32 dosis). La paciente respondió favorablemente con disminución del tamaño y número de nódulos a las 2 semanas de tratamiento y desaparición completa de las lesiones a los 3 meses. En el control realizado a los 12 meses post tratamiento la paciente se encuentra en excelentes condiciones generales, sin lesiones residuales ni reactivaciones. Discusión La tuberculosis (TBC) es una de las seis infecciones peligrosas más frecuentes según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aumentando en forma importante en muchos lugares del mundo; se estima que un tercio de la población mundial se ha infectado1. El aumento de la TBC se debería a la aparición de un alto número de pacientes inmunosuprimidos debido al virus de inmunodeficiencia humana (VIH), la migración desde zonas de alta prevalencia a zonas de baja prevalencia, las condiciones socioeconómicas precarias, el desarrollo de cepas resistentes del Mycobacterium tuberculosis y a los defectos en los programas de vigilancia de la infección en cada país2. Es un grave problema de salud pública en los países en vías de desarrollo y Chile se encuentra entre los países latinoamericanos con menor incidencia de ella. Al analizar la situación epidemiológica de Chile en la región de las Américas, según los datos que aparecen en la publicación de la OMS “WHO Report 2003, Global Tuberculosis 144 Eritema indurado de Bazin Control”, se puede observar que junto a Puerto Rico, Cuba y Costa Rica, son los únicos países latinoamericanos que pertenecen al grupo de países con menor incidencia de tuberculosis (menos de 24/100 000 hab.). Este grupo incluye también a Estados Unidos, Canadá y Jamaica3. Respecto a las metas de detección de nuevos casos determinadas por la OMS, nuestro país supera la meta del 70%, pero no logra llegar a las metas de tasas de curación del 85%. Durante los últimos años en Chile se había observado un descenso sostenido de la morbilidad por TBC en todas sus formas, mostrando variaciones de 42.2 casos por cien mil habitantes en el quinquenio 1989-1993 a 19.3 casos por cien mil habitantes en el año 2000, lo que en términos porcentuales alcanza un 54.3% de descenso del promedio nacional. Respecto a la mortalidad promedio nacional por TBC se reduce en un 58.1% al comparar los mismo períodos (variación de 4.3 a 1.8 por 100 000)3. Esto está dado principalmente por la implementación del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis, la pesquisa y tratamiento de los casos bacilíferos del adulto y el estudio de los contactos epidemiológicos. Lamentablemente en los últimos dos años (2001 y 2002) las tasas de morbilidad observadas en Chile no han mantenido la tendencia a la baja que venía registrándose. Los expertos suponen que este cambio se podría deber a una disminución en las actividades de pesquisa de los casos (disminución de baciloscopías en sintomáticos respiratorios) y a un insuficiente estudio de los contactos. Pese a todo lo anterior el Ministerio de Salud de Chile supone que logrará llegar a la meta propuesta para el año 2010: “eliminación avanzada” con una tasa de 10 por cien mil habitantes3. Respecto a la TBC en la edad pediátrica, múltiples publicaciones de la literatura internacional refieren que ésta ha aumentado en las últimas décadas en todo el mundo, en especial por la aparición del VIH4-6. La realidad de nuestro país es diferente ya que muestra que desde el año 1981 al 2001 existe un descenso marcado de la participación de los grupos de 0 a 14 años y de 14 a 25 años, con un claro ascenso en los mayores de 45 años3. Esta disminu- Eritema indurado de Bazin ción de la TBC infantil y especialmente del lactante, se debería entre otros factores, al excelente control de la desnutrición infantil, la alta cobertura de la vacuna BCG tanto del recién nacido como de los escolares de 1° año básico y a la adecuada labor del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis7. Es por esto que la TBC infantil en Chile, en especial la de localización extrapulmonar, es muy rara, dejando de ser un problema de magnitud epidemiológica. Sin embargo, mientras existan adultos bacilíferos, se seguirán presentando casos en niños, por lo tanto siempre se debe tener presente este diagnóstico y estudiarlo adecuadamente cuando se sospeche. La tuberculosis cutánea constituye una muy pequeña proporción de todas las formas de presentación de la tuberculosis, sin manifestaciones clínicas características y muchas veces con cultivos negativos para micobacterias, lo que dificulta su diagnóstico. No existe una única forma de clasificación, por lo que una manera lógica de clasificarlas es según la forma de adquisición de la enfermedad.Así se dividen en: tuberculosis cutánea de fuente exógena (por inoculación); de fuente endógena (por extensión directa o autoinoculación), por diseminación hematógena y tuberculides (Cuadro 1)8,9. Cuadro 1. Clasificación de la tuberculosis cutánea (TBC-c). 1. TBC-c de fuente exógena por inoculación Tuberculosis por inoculación primaria (chancro TBC) Tuberculosis verrucosa cutis 2. TBC-c de fuente endógena por extensión directa o autoinoculación Escrofuloderma Tuberculosis cutis orificialis 3. TBC-c hematógena Lupus vulgaris Tuberculosis miliar (diseminada) Absceso o ulceración metastásica 4. Tuberculides Eritema indurado de Bazin Tuberculides papular o papulonecrótica Tuberculosis cutis liquenoide (liquen escrofuloso) Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Las tuberculides, concepto introducido por Darier en 1896, representarían una reacción de hipersensibilidad celular (mediada por células T) a los fragmentos antigénicos de los bacilos que han sido depositados por vía hematógena en la piel desde focos tuberculosos internos, cuya ubicación muchas veces no se identifica4. Generalmente ocurren en pacientes con un grado moderado a alto de inmunidad para tuberculosis, manifestado por un PPD positivo, lo que lleva a una rápida destrucción de los bacilos. Se caracterizan por una rápida respuesta al tratamiento anti TBC y en algunos casos se produce auto-resolución de las lesiones. La aparición de nuevos brotes se explicaría por la diseminación hematógena que persiste hasta que se elimine el foco tuberculoso1,8. Existen tres tipos de tuberculides: el eritema indurado de Bazin (EIB), la tuberculide papulonecrótica y la tuberculosis cutis liquenoide (liquen scrofulosorum). Las tres entidades son muy infrecuentes en la infancia, siendo el EIB el menos común6. En una serie de 75 niños menores de 16 años con TBC cutánea provenientes de India, el 1.3% presentó tuberculides, el 53.3% escrofuloderma, el 40% lupus vulgar y el 4% TBC veruccosa2. En el mismo estudio, que incluía población adulta, se observó que las tuberculides eran mucho más raras en niños (1.3%) que en adultos (6.8%). En las tres condiciones existe cierta controversia respecto a su asociación con tuberculosis ya que evidencias tales como la imposibilidad de inocular tejido, cultivar y transferir el bacilo, como también el hecho de que ciertos cuadros mejoren con corticoides sistémicos, los resultados variables del PPD y el hecho que la TBC activa no sea más frecuente en los pacientes con eritema indurado, hacen dudar de la real asociación con la micobacteria10. En cambio, a favor de la asociación con tuberculosis destaca, entre otros hechos, la correlación con PPD hiperérgicos en la mayoría de los casos, como fue demostrado por Benedetto y col.11. Estos autores demostraron que 15 pacientes con EIB presentaban un PPD promedio de 20.7mm mientras que en los pacientes controles, el PPD promedio fue de sólo 7.2mm obteniendo una diferencia estadísticamente significativa. También apoyan la aso- 145 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 ciación de EIB con TBC la buena respuesta al tratamiento antituberculoso y la presencia de pequeñas cantidades de DNA de M. tuberculosis detectada por PCR10,12. Existen estudios que han demostrado a través de PCR la presencia de DNA de la micobacteria en biopsias de piel afectada entre un 25% a 77% de las muestras estudiadas4,9. En el caso de nuestra paciente, pese a presentar una PCR negativa para M. tuberculosis, tanto las manifestaciones clínicas como la histopatología y la excelente respuesta a el tratamiento anti TBC, apoyan el diagnóstico de EIB. El EIB fue descrito por Bazin en 1861, como placas eritematosas, subcutáneas, induradas, ubicadas en la cara posterior de piernas de mujeres en la edad media de la vida. Posteriormente algunos dermatólogos franceses asocian dicho cuadro con focos de tuberculosis y lo catalogan como una tuberculide. Sin embargo, otros no encuentran asociación con dicha enfermedad y no son capaces de obtener cultivos de la micobacteria a partir de las lesiones. Es por ello que en 1945 Montgomery, O’Leary y Barker proponen el término vasculitis nodular (VN) para un cuadro clínico similar pero de origen no tuberculoso12-14. En la actualidad la mayoría de los autores consideran que tanto el EIB como la VN serían el mismo cuadro reactivo, relacionado con diversos factores etiológicos, entre los cuales se encuentra la tuberculosis, en especial en aquellas zonas geográficas donde la incidencia de dicha enfermedad es alta13. Generalmente se observa en mujeres de entre 30 y 60 años que presentan nódulos subcutáneos y/o placas eritemato-violáceas, dolorosas en la cara posterior de las piernas, que en ocasiones se ulceran y curan con cicatriz. Evolucionan en brotes recurrentes durante años a décadas. En general las lesiones aparecen en meses fríos, en pacientes obesas con algún grado de insuficiencia venosa, eritrocianosis, eritema alrededor de poros foliculares y cutis marmorata, los que podrían ser factores predisponentes12,13. Se han descrito también casos en varones (5 a 10%), lesiones unilaterales y casos con lesiones en ubicaciones atípicas como brazos, muslos y cara 146 Eritema indurado de Bazin anterior de piernas como en la paciente aquí presentada. En una serie de 40 pacientes chilenos, todas mujeres, se observó una marcada reactividad cutánea al PPD respecto a un grupo control y ningún paciente presentó TBC activa en el momento de la consulta15. Para realizar un diagnóstico certero es fundamental la correlación clínico-histopatológica ya que no existe ningún signo clínico ni histológico patognomónico. Es por ello que frente a una lesión sospechosa de EIB, con clínica sugerente y PPD positivo, conviene tomar una biopsia de una lesión reciente que incluya la hipodermis. Desde el punto de vista histopatológico se trata de una paniculitis lobulillar. Inicialmente se forman discretas colecciones de células inflamatorias con predomino de neutrófilos. Luego se va produciendo una necrosis extensa de los adipocitos del lóbulo, los cuales son fagocitados por histiocitos, transformándose en células espumosas. En las lesiones ya consolidadas se observa un aspecto granulomatoso determinado por histiocitos epitelioides, células gigantes multinucleadas y linfocitos. Cuando se produce daño vascular intenso, aparecen áreas de extensa necrosis caseosa y las lesiones muestran todos los atributos histopatológicos de la tuberculosis. La necrosis caseosa se puede extender sobre la dermis adyacente y secundariamente comprometer la epidermis produciendo ulceración y descarga de la grasa necrótica licuada13. Los estudios con tinciones de Ziehl-Neelsen no muestran la presencia de la micobacteria. La técnica de PCR se ha usado para detectar M. tuberculosis en distintos tipos de TBC cutánea, y si bien es un buen método para apoyar el diagnóstico, un resultado positivo no es sinónimo de inicio de tratamiento anti TBC, considerando que aun no está clara su especificidad y sensibilidad16-18. Por ejemplo, en nuestra paciente, el resultado negativo de este examen se conoció luego de un mes de iniciado el tratamiento, cuando ya existía una notable mejoría clínica. Para muchos autores la vasculitis es un tema de controversia ya que no está claro si ésta es una condición indispensable para determinar Eritema indurado de Bazin el diagnóstico de EIB. Según Requena y Sánchez13 la vasculitis no sería un criterio sine qua non para establecer el diagnóstico de EIB, estando presentes otros hallazgos característicos. Otro punto en discusión respecto a la vasculitis en EIB es el tipo de vaso afectado. Algunos autores sugieren que se trataría de una arteria, otros de una vena y otros suponen el compromiso de ambas estructuras. Al parecer, venas y vénulas serían los vasos primariamente afectados, mientras que las arterias se afectarían secundariamente ya que quedarían atrapadas en las extensas áreas de necrosis caseosa del lobulillo19. Respecto al estudio de los pacientes con EIB, los exámenes complementarios en general no aportan mayor información, ya que la mayoría de las variables se encuentran entre rangos normales. En el inicio del cuadro puede presentarse leucocitosis leve y velocidad de sedimentación ligeramente elevada. En los casos asociados a TBC el PPD se puede encontrar hiperérgico, como en nuestra paciente. En estos casos se debe solicitar radiografía de tórax en búsqueda de un foco activo o secuelas cicatriciales y baciloscopías de expectoración, además de buscar otros focos de TBC12,20. Se ha propuesto a la PCR del tejido como una herramienta diagnóstica adicional, pero aún es un examen de alto costo, por lo cual no se utiliza de rutina en los países en desarrollo. El diagnóstico diferencial debe realizarse con patologías que presentan nódulos inflamatorios en las piernas tales como eritema nodoso, poliareritis nodosa, paniculitis subaguda nodular migratoria, vasculitis nodular y tromboflebitis recurrente idiopática, entre otras. El principal diagnóstico diferencial es el eritema nodoso del cual se distingue clínicamente por la ubicación (el eritema indurado afecta además la zona posterior de las pantorrillas) y porque el eritema indurado tiende a ulcerarse y dejar cicatrices deprimidas. En casos atípicos, la diferenciación entre ambos cuadros se puede realizar con la histopatología ya que el eritema nodoso es una paniculitis con compromiso septal predominante, mientras que el eritema indurado es una paniculitis principalmente lobulillar21,22. Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Los diferentes tratamientos postulados para el eritema indurado se orientan a la erradicación del bacilo con drogas anti TBC o a la utilización de corticoides para moderar la respuesta inmunológica. Como medidas generales se recomienda reposo, vendajes y tratamiento de los factores que lo predisponen (insuficiencia venosa de extremidades inferiores, obesidad, etc.). Para un tratamiento definitivo se deberá determinar la etiología del cuadro. En el caso de encontrar asociación con tuberculosis se deberá iniciar tratamiento anti TBC y la mayoría de autores propone terapia combinada con 3 a 4 drogas, por un período largo, para así evitar las recaídas21. En Chile en muchas ocasiones se inicia esta terapia aún sin confirmar la relación. En un estudio de 15 pacientes chilenas tratadas con drogas antituberculosas se demostró que se reducía significativamente el número de recurrencias en relación a otras alternativas terapéuticas23. En el caso de que no se obtenga respuesta terapéutica se recomienda el uso de corticoides sistémicos. También se sugiere el uso de anti-inflamatorios no esteroides, yoduro de potasio, tetraciclinas, entre otros, con respuestas variables12. En niños las tuberculides son en general subdiagnosticadas ya que no existen signos patognomónicos, los cuadros suelen ser muy polimorfos y son muy infrecuentes. Dentro de este grupo la más frecuente es la tuberculide papulonecrótica y la menos frecuente es el EIB. Por lo tanto, para realizar el diagnóstico se requiere de un alto índice de sospecha. El caso presentado ilustra adecuadamente lo difícil de llegar al diagnóstico, la necesidad del apoyo histopatológico y la evaluación de la respuesta terapéutica que en esta paciente fue excelente. Referencias bibliográficas 1. Bhutto AM, Solangi A, Khaskhely NM, Arakaki H, Nonaka S. Clinical and epidemiological observations of cutaneous tuberculosis in Larkana, Pakistan. 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En este artículo presentamos dos pacientes con fositas supraespinosas escapulares congénitas de presentación aislada. Palabras clave: Hoyuelos; Fositas supraespinosas escapulares. Abstract Cutaneous depressions, commonly named skin dimples or pits, are rare when located in sites other than the face or bony prominences. Congenital shoulder dimples may occur as an isolated finding or may be associated with various syndromes. We present three patients with congenital shoulder dimples. Key words: Shoulder dimples; Pits. Introducción Las depresiones cutáneas profundas, unilaterales o bilaterales, son conocidas como hoyuelos o fositas. En general aparecen en la cara o sobre prominencias óseas como el acromion, la escápula, el sacro, los codos, las rodillas o la tibia1,2. Los hoyuelos cutáneos, cuando se presentan en forma aislada, se consideran benignos y determinados por herencia autosómica dominante3. Sin embargo, también han sido reportados como defectos cutáneos que se pueden observar en una variedad de padecimientos congénitos como son síndromes congénitos3-7, rubéola congénita8,9 y trauma mecánico10. Las formas adquiridas son raras y se han asociado con alteraciones metabólicas como el déficit de fostato11. En el presente artículo se describen dos pacientes pediátricos con hoyuelos supraespinosos escapulares congénitos de presentación aislada. Reporte de casos Casos 1: Paciente femenino de un año de edad quién presenta depresiones cutáneas bilaterales en ambos hombros (Fig. 1). No hay limitación del movimiento, pero la piel está fija a la Correspondencia: Dr. Ramón Ruíz-Maldonado. Servicio de Dermatología. Instituto Nacional de Pediatría. Insurgentes Sur 3700 C. Insurgentes Cuicuilco, 04530, México, D.F. Tel (52 55) 10 84 55 28 Correo electrónico: [email protected] Recibido: 22/03/2005 Aceptado: 07/06/2005 149 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Hoyuelos supraespinosos escapulares congénitos cara posterior del proceso acromial, dando lugar a los hoyuelos. Los hoyuelos están presentes desde el nacimiento. La madre, de 30 años de edad, tiene lesiones idénticas en ambos hombros, también presentes desde el nacimiento (Fig. 2).Al interrogatorio se refiere que tres familiares por la rama materna presentan los mismos hoyuelos. El resto del examen físico en ambas es normal. Caso 2: Paciente masculino de 1 año 7 meses de edad quien presenta depresiones cutáneas bilaterales, fijas y profundas en ambos hombros (Fig. 3). Aunque la piel está fija a la cara posterior del proceso acromial, no hay limitación del movimiento. Los hoyuelos están presentes desde el nacimiento. La historia familiar es negativa para la presencia de dichos hoyuelos. El resto del examen físico es normal. Fig. 1. Paciente mujer de 1 año de edad. Se observa la presencia de un hoyuelo supraespinoso. Fig. 2. Paciente de 30 años de edad, madre de la paciente caso 1. Se observa la presencia de un hoyuelo supraespinoso. 150 Fig. 3. Paciente masculino de 1 año 7 meses de edad. Se observa la presencia de un hoyuelo supraespinoso profundo. Discusión Los hoyuelos cutáneos aparecen como depresiones en zonas donde la piel está fija a planos más profundos por ausencia de dermis y/o tejido celular subcutáneo11; siendo poco frecuente su localización fuera de la cara1,2. Los hoyuelos o fositas supraespinosas escapulares congénitas pueden aparecer como manifestación aislada o acompañar a síndromes3-7. Cuando se manifiestan en forma aislada, al parecer exhiben un patrón de herencia autosómico dominante2, como en el caso 1. Las formas aisladas no hereditarias pueden resultar de la retención tisular entre las prominencias óseas fetales y la pared uterina, que condicione disminución de tejido celular subcutáneo en ese lugar11. Hay casos severos reportados que pueden afectar el hombro y el glúteo mayor, y a diferencia de estas fositas supraespinosas escapulares, pueden acompañarse de dolor y disminución del movimiento, motivo por el cual se indica intervención quirúrgica para retirar la cicatriz y movilizar la articulación11. En nuestro segundo caso, al no haber antecedentes familiares de fositas supraespinosas escapulares congénitas, los hoyuelos podrían ser secundarios a la retención tisular anteriormente descrita, o bien tratarse de una mutación de novo, y que se expresen posteriormente en su descendencia. Los síndromes congénitos que se asocian con la presencia de hoyuelos o fositas supraespinosas escapulares son el síndrome de deleción 18q, la trisomía 9p, el síndrome de Silver-Russell, el síndrome del pterigión poplíteo, y en forma inconstante el síndrome de Apert3-7 (Cuadro 1). Hoyuelos supraespinosos escapulares congénitos Cuadro 1. Enfermedades asociadas con fositas supraespinosas escapulares. Hoyuelos supraespinosos escapulares Herencia autosómica dominante Síndrome de deleción 18q3 Trisomía 9p4 Síndrome de Silver-Russell5 Síndrome del pterigión poplíteo6 Síndrome de Apert7 Características clínicas Hallazgo único Hipoplasia medio facial Boca “en carpa” Hipotonía Retraso del desarrollo Retraso del crecimiento Retraso mental Alteración auditiva Retraso mental Epilepsia Braquicefalia Hipertelorismo Puente nasal ancho Filtrum corto Boca “en carpa” Clinodactilia Anormalidades músculo-esqueléticas Malformaciones genitourinarias Dismorfias craneofaciales Manchas café con leche Hoyuelos en labios Labio y/o paladar hendido Sinequias gingivales Pterigión poplíteo Sindactilia Hipoplasia genital Craniosinostosis Malformaciones medio-faciales Sindactilia simétrica Displasia epifisiaria múltiple El diagnóstico diferencial de las formas congénitas podría hacerse con las cicatrices deprimidas secundarias a amniocentesis o biopsia prenatal12; y en los casos adquiridos, con atrofia secundaria a inyección cutánea de corticosteroides. Según Samlaska13, las fositas supraespinosas escapulares congénitas pueden ser un hallazgo más frecuente de lo reportado en la literatura, observándose como un hallazgo incidental en más pacientes de los que están reportados. Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Referencias bibliográficas. 1. Virgili A, Tosti G, Bettoli V, Corazza M. Multiple congenital symmetric skin dimples. Dermatology. 2002;204:293-5. 2. Spencer JM, Schneiderman PI, Grossman ME. Bilateral skin dimples on the shoulders. Pediatr Dermatol. 1993;10:16-8. 3. Ghidoni PD, Hale DE, Cody JD, Gay CT,Thompson NM, McClure EB, et al. Growth hormone deficiency associated in the 18q deletion syndrome. Am J Med Genet. 1997;3:7-12. 4. Stern JM. The epilepsy of trisomy 9p. Neurology. 1996;47:821-4. 5. Perkins RM, Hoang-Xuan MT. The Russell-Silver syndrome: a case report and brief review of the literature. Pediatr Dermatol. 2002;19:546-9. 6. Hammer J, Klausler M, Schinzel A. 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Consideramos que el conocimiento de la etiología y el significado de las depresiones cutáneas u hoyuelos supraespinosos escapulares es útil para el médico cuando se confronta con este hallazgo poco frecuente, pues le permitirá identificar si se trata de formas aisladas o si debe buscar otros componentes de los síndromes descritos. 151 REPORTE DE CASOS Dientes natales y enfermedad de Riga Fede Antonio Guzmán1, Gloria Mendoza2. 1 Profesor Titular de Estomatología de la Clínica Integrada de la Facultad de Odontología Pierre Fauchard, Universidad Autónoma del Paraguay, Asunción Paraguay. 2Dermatopatóloga y Patóloga bucal de la Clínica Integrada de la Facultad de Odontología Pierre Fauchard, Universidad Autónoma del Paraguay, Asunción Paraguay. Dermatol Pediatr Lat 2005; 3(2): 152-157. Resumen La enfermedad de Riga Fede, denominada también úlcera eosinofílica de la mucosa oral, es un proceso inflamatorio poco frecuente y benigno caracterizado por una ulceración de bordes netos, cubierta por una membrana serosa y con tendencia al sangrado espontáneo ubicada en la parte ventral de la lengua o ambos lados del frenillo y es causada por trauma repetido sobre los incisivos inferiores que ocurre durante la lactancia y el reflejo instintivo de succión. Se suele encontrar con mucha frecuencia en niños con parálisis cerebral o en caso de erupción prematura de dientes (natales o neonatales). Se presenta el caso de un niño de 6 meses de edad natural de Asunción, cuyos padres notaron presencia de dientes incisivos al nacer y después de 4 meses presentó una úlcera oval, de bordes sobreelevados indurados, localizada en el borde ventral de la punta de la lengua. Se realizó biopsia de la úlcera y el estudio anatomopatológico evidenció acantosis irregular e hiperplasia pseudoepiteliomatosa. El corion presentó dilatación, congestión e hiperplasia de vasos capilares y tumefacción endotelial, además de denso infiltrado inflamatorio con predominio de linfocitos, plasmocitos, neutrófilos y mayor número de eosinófilos. La terapia consistió en pulido de bordes incisales filosos y limpieza de úlcera con agua oxigenada. Se presenta el caso por ser inusual y porque el diagnóstico debe ser hecho por dermatólogos, dermatólogos pediatras y pediatras para instaurar la terapia adecuada lo más antes posible. Palabras clave: Úlcera de Riga Fede, Dientes neonatales. Abstract Riga-Fede disease, an eosinophilic ulcer of the oral mucosa, is a rare and benign inflammatory process that is characterized by a well demarcated ulcer on the ventral part of the tongue or the lingual frenum that is covered by a membranous film and has a tendency towards spontaneous bleeding. It is caused by repetitive trauma by the lower incisors during sucking or lactation. It is frequently seen in children with cerebral palsy or in cases with premature eruption of teeth (natal or neonatal teeth). We present a case report of a six month-old child whose parents noted the presence of incisors at birth. At four months of age an oval ulcer with elevated and indurated borders was noted on the ventral surface of the tongue. A biopsy demonstrated irregular acanthosis and pseudoepitheliomatous hyperplasia. Corion demonstrated dilatation, congestion and hyperplasia of capillaries and endothelial tumefaction as well as a dense mixed inflammatory infiltrate with lymphocytes, plasma cells, neutrophils and a large number of eosinophils. Treatment consisted of smoothing the incisors edge and cleaning the ulcer with hydrogen peroxide. We present this case so that dermatologists, pediatric dermatologists and pediatricians are aware of this rare disease and can begin treatment as soon as possible. Key words: Riga-Fede ulcer; Neonatal teeth. Introducción Correspondencia: Dr. Antonio Guzmán: Correo electrónico: [email protected] Recibido:16/04/2005 Aceptado: 08/08/2005 152 La ulceración traumática de la parte ventral de la lengua suele asociarse con dientes neonatales o natales en recién nacidos. La lesión fue descrita primero por Antonio Riga, un médico italiano en 1881 y los estudios histológicos y casos adicionales fueron publicados por F. Fede en 1890, es por esto que se conoce como enfermedad de Riga-Fede1. Es llamada también Dientes natales y enfermedad de Riga Fede como úlcera eosinofílica de la mucosa oral, granuloma eosinofílico ulcerado diutinum, granuloma eosinofílico ulcerado o granuloma traumático ulcerado.Típicamente la lesión empieza como una úlcera en la superficie ventral de la lengua debido al trauma repetido, posteriormente progresa a una masa fibrosa alargada de apariencia de un granuloma ulcerado y en su etiología están implicados los traumas y alteraciones de la barrera epitelial inducida por un tóxico o virus, con activación de linfocitos y liberación de interleuquinas para luego impulsar la maduración de eosinófilos2. Puede haber disminución de succión y alimentación debido al efecto de masa de esta lesión y por ende malnutrición, por lo tanto es necesario reconocer esta entidad y tratarla a tiempo. Presentamos el siguiente caso clínico y revisión de la literatura. Historia clínica Paciente masculino de 6 meses de edad, natural, residente y procedente de Asunción, República del Paraguay. Producto de primera gestación, con control prenatal. Tiene el antecedente personal de haber nacido de parto eutócico a término, llamándole la atención a sus padres la erupción de los dos incisivos centrales inferiores; antecedentes familiares no importantes para el caso. Su madre refiere que desde hace cuatro meses presentó una úlcera en la lengua que dificultaba la lactancia y que crecía paulatinamente. Consultó al servicio de Dermatología Pediátrica del Hospital de Clínicas, desde donde es remitido a la Clínica Integrada de la Facultad de Odontología Pierre Fauchard, de la Universidad autónoma del Paraguay, para su evaluación, diagnóstico y tratamiento (Fig. 1). En nuestro centro, al ser interrogada nuevamente la madre, ratifica como dato de interés que su hijo nació con los dos incisivos centrales inferiores. Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Fig. 1. Úlcera en cara ventral de la lengua al examen inicial. Examen físico Paciente en buen estado general, con tamaño y peso de acuerdo con su edad cronológica.Al examen bucal encontramos una úlcera de forma oval, con bordes sobreelevados, edematosos, bien delimitados e indurados, de 3 x 2cm de diámetro, localizada en la cara ventral de la punta de la lengua. A la palpación del cuello no se encontró adenopatías.Además, en la arcada mandibular encontramos la presencia de dos dientes incisivos, con bordes filosos, bien adheridos y sin movilidad al tacto. El resto del examen físico fue normal. La muestra para el examen anatomopatológico se tomó mediante una biopsia con punch descartable de 3mm. Se administró una moderada cantidad de pomada de lidocaína adhesiva al 5% en uno de los bordes de la lesión ulcerosa y se infiltró la zona con un tubo de solución inyectable de lidocaína simple al 3% sin epinefrina de 1.8ml, usando jeringa carpule odontológica con aguja dental 27G de 0.40 x 25mm. Luego se hizo un bloqueo de campo con 0.5ml de la solución. La muestra fue fijada en formol al 10% en aguda destilada y remitida para su procesamiento. Informe anatomopatológico (Dra. G. Mendoza): Al examen macroscópico se observa ulceración lingual de 3 x 0.7mm con costras fibrino leucocitarias. La microscopía, a la tinción con hematoxilina y eosina, muestra en la mucosa de revestimiento epitelio plano estratificado; hay acantosis irregular e hiperplasia 153 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 pseudoepiteliomatosa (Fig. 2). El corion presenta dilatación, congestión e hiperplasia de vasos capilares y tumefacción endotelial, además de denso infiltrado inflamatorio con predominio de linfocitos, plasmocitos, neutrófilos y mayor número de eosinófilos (Fig. 3 y 4). Hay también presencia de histiocitos.Algunos plasmocitos contienen en su citoplasma corpúsculos de Rusell. En varias zonas del campo microscópico se observa la presencia de algunas áreas cicatriciales. Dientes natales y enfermedad de Riga Fede Diagnóstico: Granuloma traumático de lengua. Evolución Luego de confirmado el diagnóstico, el paciente fue tratado con pulido de los bordes incisales filosos de sus dientes y limpieza de la úlcera con agua oxigenada de 10 volúmenes, diluida al 1:3 en agua, dos veces al día, con excelente respuesta a la terapéutica a los 21 días (Fig. 5 y 6). Fig. 2. Acantosis e hiperplasia pseudoepiteliomatosa. (HE 40X). Fig. 5. Cara ventral de lengua libre de úlcera. Fig. 3. Detalle del infiltrado inflamatorio. (HE 60X). Fig. 6. Pulido de bordes incisales filosos. Discusión Fig. 4. Infiltrado mixto con histiocitos y eosinófilos. (HE 60X). 154 La enfermedad, úlcera, granuloma o afta de Riga Fede, denominada también úlcera eosinofílica de la mucosa oral (UEMO), granuloma eosinofílico ulcerado diutinum, granuloma eosinofílico ulcerado o granuloma traumático de la lengua, es la expresión en niños de lo que corresponde a la úlcera eosinofílica del adulto1-7. Consiste en un proceso inflamatorio poco frecuente y benigno, caracterizado por Dientes natales y enfermedad de Riga Fede una ulceración única de bordes netos, cubierta por una membrana serosa y con tendencia al sangrado espontáneo, ubicada en la superficie ventral de la punta de la lengua o a ambos lados del frenillo. Es causada por trauma repetido, secundario a los movimientos de protrusión y retracción continua sobre los incisivos inferiores que se suceden generalmente durante la lactancia y por el proceso instintivo de la succión. Puede ser dolorosa en algunos casos y suele localizarse en otros sitios de la mucosa oral, aunque el lugar de predilección es la lengua en un 50%, luego el labio (6%), paladar, piso de boca, vestíbulo (5% cada uno) y frenillo (1%)8. La incidencia es igual en ambos sexos y aparece a cualquier edad, aunque suele verse más en los extremos de la vida3. Sin embargo, según Vélez y Alamillos, en la frecuencia de aparición hay un ligero predominio en el sexo femenino8. En su etiología se incriminan traumas y alteraciones de la barrera epitelial inducidas por un tóxico o virus que altera la inmunidad celular; los linfocitos T activados por los factores anteriores producen varias linfoquinas, entre ellas la IL 1 y el TNF alfa que actúan como quimiotácticos y facilitan la adhesión de los eosinófilos al endotelio vascular; también hay liberación por los mismos linfocitos T de IL 5, linfoquina esencial para inducir la maduración de los eosinófilos9 (Fig. 7). Fig. 7. Etiología propuesta para la úlcera de Riga Fede. Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Se suele encontrar con mucha frecuencia en niños con parálisis cerebral, o en casos de erupción prematura (dientes natales y neonatales).Autores españoles han relatado un caso desencadenado por una reacción adversa a la carbamacepina10. Se ha descrito su asociación con la macroglobulinemia de Waldenström, osteomielitis, hipertensión arterial, diabetes mellitus y disautonomía familiar11-13. Puede haber a la inmunomarcación presencia de linfocitos CD8, CD4, CD3 y células dendríticas CD1a y ocasionalmente linfocitos CD30+ (Ki-1) en 70% de los casos del adulto9,14-16. Histológicamente se observa tejido de granulación con numerosos histiocitos y eosinófilos; en la zona ulcerada hay una membrana fibrino-purulenta que contiene fibrina entremezclada con neutrófilos y células epiteliales en proceso de degeneración. El infiltrado puede afectar la submucosa e incluso, las glándulas salivales y la capa muscular1. El diagnóstico diferencial clínico incluye al carcinoma epidermoide, liquen erosivo, aftas mayores, sífilis primaria, úlcera traumática, leishmaniasis, paracoccidiodomicosis, histoplamosis, histiocitosis X, lupus eritematoso discoide, sialometaplasia necrotizante y linfomas a células B3,10,14. El diagnóstico diferencial histológico debe hacerse con la hiperplasia angiolinfoide con eosinofilia o enfermedad de Kimura, el linfoma T no Hodgkin CD 30+ (Ki1) y el granuloma eosinófilo14. El pronóstico es bueno y suele curar espontáneamente entre una semana a un año. La recurrencia suele ser frecuente y se ha descrito en reportes aislados5,8,9,13,14,20; Mezei y col. en su revisión encontraron recidivas en menos del 15%3. El tratamiento puede ser mediante escisión quirúrgica3,4 seguida de corticoterapia tópica o intralesional14,17. La terapia incluye rebajar los bordes filosos de los incisivos o colocar cubiertas protectoras de acrílico o composite sobre los dientes. En adultos, si alguna pieza dental favorece el trauma, se recomienda su extracción4,18. La extracción dentaria en el caso de niños con dientes natales debe evitarse, salvo que el diente sea tan 155 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 móvil que haya riesgo de aspiración. En ocasiones, debe evaluarse la interrupción del amamantamiento19. Se conoce como diente natal al que está presente en el momento de nacer y dientes neonatales a los que erupcionan antes de los 30 días de edad, independientemente de que el diente natal sea supernumerario o un diente temporal precoz; las definiciones solamente se basan en el momento de la erupción dental. La frecuencia de aparición de estos dientes es escasa; el fenómeno es más frecuente en los incisivos inferiores centrales en un 85% de los casos. Aparecen en pares y cubiertos por mucosa gingival superficial, suelen ser móviles y la mucosa pericervical puede verse habitualmente inflamada. No hay una causa específica, aunque se atribuye a la presencia de un germen dentario superficial en el caso de los dientes temporales precoces; la otra posibilidad es la formación durante el desarrollo dentario de una lámina dentaria adyacente, paralela e independiente de la lámina dentaria originada del diente temporal normal y en este caso aparece un diente supernumerario. Algunos autores consideran hereditaria la tendencia a adquirir dientes neonatales. Son más comunes en mujeres. Los dientes neonatales se asocian a los siguientes síndromes21: 1. Síndrome de Ellis Van Creveld. Enfermedad poco común de tipo autosómico recesivo, con consanguinidad, caracterizada por coiloniquia, alteraciones dentales y condrodisplasia con brazos y piernas cortas, polidactilia bilateral y a veces cardiopatía congénita; en boca hay fusión de la porción media del labio superior con el margen gingival maxilar, que elimina el surco mucolateral normal, dando una aspecto hipoplásico al labio superior. 2. Síndrome de Hallermann-Streiff, caracterizado por braquicefalia fronto parietal, cataratas congénitas e hipotricosis , además de hipodontia e hiperdontia, cara pequeña, nariz larga y afilada, retracción del mentón, enanismo, atrofia cutánea localizada y microftalmía. 156 Dientes natales y enfermedad de Riga Fede 3. Síndrome de Saldino-Noonan o síndrome de Turner masculino. De carácter autosómico dominante, afecta al cromosoma 12 en el gen PTPN 11, presentando una dismorfia facial característica: macrocefalia con facies típica en la que se destacan hipertelorismo, hendiduras palpebrales antimongoloides, epicanto, ptosis palpebral, descenso de las comisuras bucales, paladar elevado, micrognatia y orejas de implantación baja con reborde auricular acentuado. Además hay retraso del crecimiento, malformaciones cardíacas, criptorquidia bilateral o unilateral junto con un retraso mental de leve a severo. 4. Odonto-onicodisplasia. 5. Paquioniquia congénita 6. Displasia ectodérmica asociada al cromosoma X. 7. También hay dientes natales en el hipertiroidismo congénito y en disfunciones gonadales o suprarrenales como el síndrome adrenogenital. Estos dientes natales evolucionan hacia la caída en los primeros meses de vida, antes de la erupción temporal o decidua si son supernumerarios; o partir de los 6 años, en el momento en que afloran los dientes definitivos o permanentes, si es el caso de los dientes temporales precoces. Si bien por lo general son móviles, a veces pueden fijarse adecuadamente ya que pueden crecer raíces rudimentarias durante su desarrollo. En el caso de los dientes supernumerarios es mejor dejarlos que evolucionen naturalmente hacia la caída y evitar la extracción por el riesgo de hemorragias. En el diente temporal precoz la conducta es también conservadora, pues si se extrae la pieza, se pierde un espacio en el maxilar y suelen aparecer trastornos posteriores como diastemas, en el reemplazo de la dentición temporal por la definitiva. Deben diferenciarse de quistes de erupción y del desarrollo. Como ya se había mencionado antes, las úlceras de Riga Fede pueden originarse en la punta, frenillo o cara ventral de la lengua como complicación del trauma repetido durante la lactancia; siendo esta lesión una solución de Dientes natales y enfermedad de Riga Fede continuidad de bordes netos, con eritema e induración periférica y sangrado habitual que aparece a los 15 días de erupcionar el diente y que cura naturalmente en 60 días22. Presentamos este caso por su carácter inusual y por considerar importante que la asociación de dientes natales y úlcera de Riga Fede sea identificada por el dermatólogo, dermatólogo pediatra y pediatra en general; pues su desconocimiento puede dar margen a diagnósticos equivocados y tratamientos incorrectos. Referencias bibliografías 1. González JA, Rivas MA, Medina MA, Ocaña J. Úlcera eosinofílica de la mucosa oral. Med Cutan Iber Lat Am. 2003;31(3):213-4. 2. Dahbar M, González S, Allevato M. Úlcera eosinofílica de la mucosa oral. 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Caracas: Actualidades Médico Odontológicas Latinoamérica C.A. (AMOLCA) de Venezuela; 2001. p. 14-16. 22. Larralde M. Dermatosis neonatales. En: Larralde M (Ed). Dermatología neonatal y pediátrica. 1ª Edición. Buenos Aires: EDIMED – Ediciones Latinas de Argentina; 1995. p. 8-29. 157 REPORTE DE CASOS Síndrome de nevus blue rubber bleb Ana María Sáenz1, Antonietta Cirocco2, Adriana Batoni3, Lisett Rondón4, Pablo Lecuna4, Francisco González5. 1 Profesora instructora del Servicio de Dermatología, Hospital Universitario de Caracas, Universidad Central de Venezuela. 2Dermatóloga consultante del Servicio de Dermatología, Hospital Universitario de Caracas, Universidad Central de Venezuela. 3Residente del Post-Grado de Dermatología, Hospital Universitario de Caracas, Universidad Central de Venezuela. 4Profesor instructor del Servicio de Gastroenterología Pediátrica, Hospital Universitario de Caracas, Universidad Central de Venezuela. 5Profesor asistente del Servicio de Dermatología, Hospital Universitario de Caracas, Universidad Central de Venezuela. Dermatol Pediatr Lat 2005; 3(2): 158-162. Resumen El síndrome de nevus blue rubber bleb es una patología poco frecuente y se caracteriza por malformaciones venosas cutáneas y viscerales como el tracto gastrointestinal, hígado, pulmón, músculo y sistema nervioso central. Este síndrome puede iniciarse durante la etapa neonatal o en la infancia temprana y es de herencia autosómica recesiva causada por una mutación en el cromosoma 9. Las lesiones en piel pueden ser máculas, pápulas o nódulos de color rojo violáceo y se localizan principalmente en extremidades, tronco y cara. Las lesiones en el tracto gastrointestinal pueden ser sésiles, nodulares, planas o de aspecto frambuesiforme y se localizan principalmente en el intestino delgado. Se presenta el caso de un niño de 6 años de edad que presentó una tumoración en antebrazo derecho y cuatro nódulos violáceos plantares, además de lesiones vasculares en estómago y colon, las que fueron tratadas con coagulación argón plasma mejorando sustancialmente. Palabras clave: Síndrome de nevus blue rubber bleb; Malformación venosa; Piel; Tracto gastrointestinal. Abstract Blue rubber bleb nevus syndrome is an unusual disorder characterized by distinctive cutaneous and gastrointestinal venous malformations that cause massive or occult gastrointestinal hemorrhage and subsequent iron deficiency anemia. We describe a rare case of this disease in a school-aged boy with cutaneous and gastrointestinal venous malformations. Key words: Blue rubber bleb nevus syndrome; Venous malformations; Skin; gastrointestinal tract. Introducción Correspondencia: Antonietta Cirocco 7ma. Av con 6ta.Y 7ma. Transversal, Quinta Luisiana. Altamira. Caracas 1060. Venezuela. Teléfono: (580212) 263-9209 Correo electrónico: [email protected] Recibido: 17/07/2005 Aceptado: 16/08/2005 158 El síndrome de nevus blue rubber bleb (SNBRB) es una entidad poco frecuente que consiste en la asociación de malformaciones venosas en la piel y otros órganos, principalmente en el tracto gastrointestinal1. El compromiso gastrointestinal puede ocasionar hemorragia gastrointestinal oculta o masiva, e incluso presentarse con anemia ferropénica debido al sangrado gastrointestinal crónico. Presentamos un caso de esta rara enfermedad en un escolar con malformaciones venosas cutáneas y gastrointestinales. Caso clínico Escolar masculino de 6 años de edad, natural y procedente de Caracas, Venezuela, quien presenta desde el nacimiento una tumoración localizada en antebrazo derecho y cua- Síndrome de nevus blue rubber bleb Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 tro nódulos violáceos plantares no dolorosos que crecen proporcionalmente al paciente. El niño había sido llevado a diferentes instituciones, estudiándolo por anemia microcítica-hipocrómica crónica, pero sin evidencia de lesiones en la evaluación del tracto gastrointestinal. Incluso se le había realizado infiltraciones con triamcinolona en las lesiones cutáneas, sin mejoría. Es por esto que fue traído a nuestro servicio en marzo de 2004, decidiéndose su hospitalización para evaluación y conducta. En el examen físico de ingreso el paciente se encontraba en regulares condiciones generales, hemodinámicamente inestable, taquicárdico, con palidez cutáneo-mucosa acentuada. La piel era de fototipo III, normoterma, hidratada, con turgencia y elasticidad adecuadas. Presentaba tumoración en antebrazo derecho de 7cm de diámetro, color piel, blanda, con cicatriz atrófica en su superficie, no dolorosa, sin evidencia de latido o thrill (Fig. 1). También se observó cuatro nódulos violáceos redondos, profundos, elásticos, de 0.8mm; dos en planta izquierda (Fig. 2), uno en lecho ungueal del quinto dedo del pie izquierdo (de coloración negruzca) y otro en planta derecha. En el examen cardiopulmonar se encontró ruidos cardíacos rítmicos, taquicárdicos, soplo mesosistólico aórtico, ruidos respiratorios presentes, simétricos, sin adventicios. El resto del examen físico no presentó alteraciones. Fig. 1. Tumoración en antebrazo derecho de 7cm de diámetro, color piel, blanda, con cicatriz atrófica en su superficie, no dolorosa, sin evidencia de latido o thrill. Fig. 2. Dos nódulos violáceos redondos, profundos, elásticos, de 0.8mm en planta izquierda. Dentro del plan de estudio se realizó: • Laboratorio al ingreso: hemoglobina 6.1gr/dl, hematocrito 21.9%, plaquetas 362 000, hierro sérico 15 mg/dl, saturación 4mg%. Pruebas de coagulación normales; serologías para HIV, VDRL, Hepatits B y C negativas. Sangre oculta en heces 4+. • Radiografía de brazo derecho sin evidencia de malformaciones óseas. • Biopsia de piel: hiperqueratosis con ortoqueratosis laminar, resto de epidermis sin modificaciones, en dermis reticular proliferación de capilares y vénulas dilatadas de endotelio plano y pared muscular delgada. • TAC de antebrazo derecho: lesión ocupante de espacio en partes blandas, de aspecto heterogéneo, altamente sugestiva de malformación vascular. Se realizó una evaluación por el servicio de gastroenterología. La ecografía abdominal no evidenció lesiones. En la endoscopia digestiva superior se observó en estómago dos lesiones 159 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 elevadas, sésiles, violáceas, de superficie regular, menores de 1cm, sin evidencia de sangrado activo (Fig.3). En la colonoscopia se apreciaron lesiones de características similares, a 10cm del borde anal, en ángulo esplénico y en colon transverso, sin evidencia de sangrado activo. Fig. 3. Endoscopia digestiva superior donde se observan lesiones elevadas, sésiles, violáceas, de superficie regular, menores de 1cm en estómago. En vista de evidenciarse múltiples malformaciones venosas cutáneas como gastrointestinales, asociado a síndrome anémico crónico severo, concluimos en el diagnóstico de síndrome de nevus blue rubber bleb. El paciente se estabilizó desde el punto de vista hemodinámico, indicándole hemoderivados y suplementos de hierro y ácido fólico. El servicio de gastroenterología realizó coagulación con argón plasma con resultados satisfactorios (Fig. 4). El paciente egresó y permanece en control por sus múltiples malformaciones vasculares. Fig. 4. Tratamiento con coagulación endoscópica con argónplasma. 160 Síndrome de nevus blue rubber bleb Discusión El SNBRB es una patología poco frecuente, hasta la fecha se han descrito poco más de 150 casos1. Está caracterizada por malformaciones venosas cutáneas y viscerales, con mayor frecuencia a nivel del tracto gastrointestinal y otros órganos como en hígado, pulmón, músculo, glándula suprarrenal, riñón, vejiga y sistema nervioso central. Fue descrito inicialmente por Gascoyen en 1860, quien fue el primero en notar la asociación de hamartomas vasculares cutáneos con lesiones similares en el tracto gastrointestinal y sangrado digestivo. Pero es Bean, en 1958, quien acuña el termino de síndrome de blue rubber bleb a la constelación de “hemangiomas cutáneos” con “apariencia y textura de mamilas”, contribuyendo a la confusión que todavía persiste acerca de la verdadera naturaleza de las malformaciones vasculares presentes en este síndrome, ya que sigue utilizándose el termino de “hemangioma cavernoso” para referirse a las malformaciones vasculares venosas1. El SBRB inicia en la etapa neonatal o infancia temprana, tiene un patrón de herencia autosómico dominante, pudiendo afectar varias generaciones. Es causado por una mutación a nivel del cromosoma 9p, aunque la mayoría de las veces es esporádico2. Las lesiones cutáneas pueden verse en cualquier zona, aunque son más frecuentes a nivel de extremidades,tronco y cara.Pueden ser máculas,pápulas o nódulos, de color rojizo o violáceo. Su tamaño oscila entre 1mm a 10cm, pueden ser únicas o múltiples y aumentar en número y tamaño con la edad. Pueden ser asintomáticas o dolorosas en el caso de existir compresión de fibras musculares y muy excepcionalmente sangran1. Se clasifican en tres tipos1,2: • Tipo1: son lesiones grandes, desfigurantes, que pueden producir obstrucciones en órganos vitales. • Tipo 2: son las más comunes y se caracterizan por nódulos elásticos, compresibles, color piel o violáceos. Síndrome de nevus blue rubber bleb • Tipo 3: máculas irregulares o pápulas negro-azuladas, que blanquean al presionarlas, llenándose lentamente. Las lesiones cutáneas de nuestro caso correspondieron al tipo 2, asintomáticas, de manera característica presentaron color violáceo con ubicación a nivel de extremidades. Las lesiones del tracto gastrointestinal pueden estudiarse a través de la endoscopia observando lesiones vasculares a ese nivel. Ellas pueden presentarse desde la boca hasta el ano, siendo más frecuentes a nivel de intestino delgado3, área no evaluada en nuestro paciente. Pueden ser sésiles o polipoideas, nodulares o planas, de aspecto frambuesiforme o violáceas, sangran frecuentemente, manifestándose en forma de síndrome anémico crónico o con hemorragias masivas que comprometen la vida. También pueden producir dolor abdominal, intususcepción, vólvulos o infarto intestinal4,5. Aunque nuestro paciente no presentó hemorragia severa, tuvo cifras de hemoglobina muy bajas, siendo estudiado por un síndrome anémico crónico severo. Aparentemente existe correlación entre el número de malformaciones venosas cutáneas y el número de lesiones viscerales6, lo cual no fue corroborado en nuestro caso, donde habían relativamente pocas lesiones cutáneas asociadas a múltiples malformaciones vasculares sangrantes gastrointestinales. Otras manifestaciones descritas en el síndrome de blue rubber bleb en relación con la localización de las malformaciones venosas son hemotórax, hemopericardio, hematuria, epistaxis, convulsiones, espasticidad, ataxia, coagulación intravascular diseminada y deformidades óseas; en nuestro paciente no se encontró estas asociaciones. El diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos y el antecedente de sangrado gastrointestinal oculto o evidente, unido a la presencia de síndrome anémico. Las evaluaciones básicas incluyen: hematología completa, parámetros de ferrocinética y examen de heces investigando Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 sangre oculta. En la evaluación gastrointestinal debemos solicitar radiografía de abdomen, estudio baritado donde se puede evidenciar defectos de llenado, lesiones polipoideas o sésiles; la angiografía es especialmente útil en localizar el sitio del sangrado. La evaluación endoscópica es esencial, pudiendo evidenciar las malformaciones venosas entre zonas de mucosa sin alteraciones. Estudios tomográficos y de resonancia magnética nuclear han demostrado ser métodos no invasivos útiles para evidenciar lesiones internas7. Histológicamente se evidencian capilares y venas dilatadas sobre capa delgada de células endoteliales, puede haber presencia de células musculares lisas o glándulas sudoríparas, con muy pocos mastocitos1. En el diagnostico diferencial debe considerarse otras entidades que presenten malformaciones vasculares cutáneas y viscerales, como son: • Enfermedad de Osler-Weber-Rendu: lesiones cutáneas, pulmonares, intestinales y telangiectasias. • Síndrome de Maffucci: lesiones vasculares cutáneas y viscerales con alteración de la osificación y acondroplasia. • Síndrome de Klippel-Trenaunay-Weber: varicosidades venosas, hipertrofia ósea y de tejidos blandos, anormalidades vasculares gastrointestinales y cutáneas, confinadas usualmente a un solo miembro. • Enfermedad de von Hippel-Lindau: angiomatosis cerebelosa, retiniana y cutánea. Tratamiento El manejo del SBRB puede ser muy difícil. Las lesiones cutáneas se tratan solo si son inaceptables desde el punto de vista cosmético, o si por su tamaño o localización pueden ocasionar problemas funcionales, situaciones no presentadas en nuestro paciente. Se han empleado tratamiento con láser de dióxido de carbono, de luz pulsada8, de argón o rubí; electrodesecación, escisión quirúrgica y escleroterapia. La mayoría de los pacientes requieren suplementos de hierro o ácido fólico, así como transfusiones sanguíneas. Las lesiones gastroin- 161 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 testinales sintomáticas pueden tratarse mediante fotocoagulación endoscópica, láser de neodymium: yttriuum-aluminium-garnet (Nd-YAG láser), escleroterapia, exéresis quirúrgica y resección intestinal9. También se han descrito casos tratados con esteroides sistémicos e interferón. Nuestro paciente fue tratado mediante coagulación con argón-plasma, obteniendo una excelente evolución. Esta técnica está basada en la transmisión de una corriente de gas argón de alta frecuencia que produce un daño térmico en la mucosa sobre la que se aplica. El seguimiento debe ser de por vida ya que las malformaciones vasculares del tracto gastrointestinal pueden continuar apareciendo hasta una edad avanzada. 162 Síndrome de nevus blue rubber bleb Referencias bibliográficas 1. Nahm WK, Moise S, Eichenfield LF, Paller AS, Nathanson L, Malicki DM, et al.Venous malformations in blue rubber bleb nevus syndrome: variable onset of presentation. J Am Acad Dermatol. 2004;50:101-6. 2. Kisu T, Yamaoka K, Uchida Y, Mori H, Nakama T, Hisatsugu T, et al.A case of blue rubber bleb nevus syndrome with familial onset. Gastroenterol Jpn. 1986;21:262-6. 3. Gallo SH, McClave SA. Blue rubber bleb nevus syndrome: gastrointestinal involvement and its endoscopic presentation. Gastrointest Endosc. 1992;38:72-6. 4. Dwivedi M, Misra SP. Blue rubber bleb nevus syndrome causing upper GI hemorrhage: A novel management approach and review. Gastrointest Endosc. 2002; 55:943-6. 5. Wong SH, Lau WY. Blue rubber-bled nevus syndrome. Dis Colon Rectum. 1982;25:371-4. 6. 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Su crecimiento y desarrollo son normales. No existen antecedentes patológicos relevantes en la familia. Al examen físico se observan máculas acrómicas de límites netos y tamaño variable, localizadas en rostro (Fig. 1) y miembros superiores e inferiores (Fig. 2), pestañas blancas (Fig. 1) y pelos blancos difusamente distribuidos en cuero cabelludo. Los padres del niño refieren que el cabello era completamente blanco al momento del nacimiento y repigmentó espontáneamente con el tiempo. Los parches acrómicos cutáneos también presentaron cierto grado de repigmentación.A nivel ocular el paciente presentaba heterocromía del iris (iris derecho en azul y marrón) (Fig. 1). La evaluación oftalmológica constató la presencia de retinosis pigmentaria y estrabismo. En posterior consulta con Otorrinolaringología, se diagnosticó sordera neurosensorial bilateral. Fig. 1. Poliosis de pestañas, heterocromía del iris y máculas acrómicas en rostro. Fig. 2. Lesiones acrómicas en miembros inferiores, con pequeñas máculas hiperpigmentadas en su interior (aspecto moteado). Correspondencia: Dra. Paula Boggio Rua Girassol 1540, AP 21, São Paulo, SP, Brasil, CEP 05433-002 Teléfono: 0055-11-38144231 Correo electrónico: [email protected] Recibido: 18/05/2005 Aceptado: 10/08/2005 163 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 ¿Qué síndrome es? Síndrome de Waardenburg (SW) tipo 2B. El SW es una genodermatosis poco frecuente, que presenta un cuadro clínico heterogéneo constituido por trastornos pigmentarios y defectos de estructuras derivadas de la cresta neural. Afecta aproximadamente a 1 de cada 42 000 recien nacidos vivos1,2. Se presenta en ambos sexos y en todas las etnias por igual. El modo de herencia es autosómico dominante, con penetrancia reducida, expresividad variable y marcada heterogeneidad genética2. Las alteraciones pigmentarias se originan en la migración defectuosa de los melanoblastos desde la cresta neural hacia la piel del embrión3.Actualmente se reconocen mutaciones en 6 genes diferentes como responsables de este síndrome (todos ellos necesarios para el normal desarrollo de los melanocitos)4. Las manifestaciones dermatológicas del SW consisten en alteración de la pigmentación de piel y pelos. Las lesiones cutáneas (presentes entre 8% y 50% de los casos) son máculas acrómicas, de límites netos y tamaño variable, que pueden contener en su interior islotes de piel hiperpigmentada (semejando piebaldismo). Histológicamente se corresponden con ausencia o marcada disminución del número de melanocitos. También ha sido descrita la presencia de máculas hiperpigmentadas sobre piel normal, que en conjunto con las lesiones hipopigmentadas le dan apariencia moteada al tegumento2,5. Raramente, como en el caso de nuestro paciente, ocurre repigmentacion espontánea de los parches leucodermicos6. La poliosis se presenta en aproximadamente 17% a 58% de los pacientes con SW. Consiste en la presencia de un mechón de pelo blanco frontal y más raramente canicie precoz de cabellos, cejas, pestañas y/o pelos del cuerpo. Ésta puede ser evidente desde el nacimiento, surgir poco después o manifestarse tardíamente, y persiste a lo largo de toda la vida del individuo. No obstante, existen casos reportados de SW que presentaron regresión espontánea de la poliosis durante el primer año de edad con reaparición en la adultez2,7. 164 ¿Qué síndrome es? Las alteraciones pigmentarias oculares también son de interés para el dermatólogo. La heterocromía del iris puede ser total (dos ojos de diferentes colores) o parcial (dos cuñas de diferente color en un mismo ojo1), y se observa entre el 21% y 28% de los casos. La isohipocromía del iris (ambos ojos azules pálidos e inusualmente brillantes) es menos reconocida, manifestándose en un 15% a 42% de los pacientes con SW2,8. En base a criterios clínicos y genéticos se reconocen cuatro formas de este síndrome2: - SW tipo 1 (MIM* 193500): considerada la forma clásica de SW9. Los pacientes presentan facies característica determinada por distopia cantorum (desplazamiento lateral del canto interno sin verdadero hipertelorismo), puente nasal ancho y filtrum corto. Se observan los trastornos pigmentarios cutáneos y pilosos ya descritos. La presencia de sordera uni o bilateral se describe en aproximadamente el 17% hasta 40% del total de casos1,7,10. La hetero o isocromía del iris afecta a más del 20% de los individuos con este tipo de SW7,9. El SW1 se hereda en forma autosómica dominante. Las mutaciones afectan al gen PAX3 (locus 2q35)1, que normalmente se expresa en los somites en desarrollo, médula espinal dorsal, mesencéfalo y estructuras derivadas de la cresta neural (melanoblastos, órgano de Corti, estría vascular del oído interno y estructuras óseo-cartilaginosas centrofaciales)11-13. Por lo tanto, mutaciones que afectan severamente su función, se traducen en los trastornos pigmentarios, sordera neurosensorial y dismorfia facial característicos del SW111-13. - SW tipo 2: los pacientes presentan puente nasal ancho y filtrum corto. La ausencia de distopia cantorum constituye la principal diferencia con el SW1. La poliosis y máculas acrómicas aparecen más raramente que en SW1. Se detecta sordera con mayor frecuencia respecto de SW1 (77% de los SW2) y heterocromía del iris en la mitad de los pacientes2. La forma de herencia es autosómica dominante. En un 15% a 20% de los SW2 se confirman mutaciones del gen MITF12. Dicho gen se ubica en ¿Qué síndrome es? 3p14.1–p12.31 y codifica el factor de transcripción asociado a microftalmía (MIFT), necesario para la diferenciación, crecimiento y sobrevida de los melanocitos14,15 y regulador de la expresión endógena de tirosinasa16. Casos aislados de SW2 se corresponden con mutaciones en SLUG, factor transcripcional que se expresa también en la cresta neural e interactúa con MIFT17. Subtipo 2A (MIM* 193510): SW2 con compromiso sistémico asociado. Se ha reportado su ocurrencia en conjunto con paladar hendido, agenesia de vagina, útero y anexos, espina bífida, mielomeningocele y rabdomiosarcoma, entre otros. Subtipo 2B (MIM* 600193): SW2 en ausencia de afección sistémica. Es el tipo de SW que presenta el paciente que reportamos en este trabajo. - SW tipo 3 ó síndrome de KleinWaardenburg (MIM# 148820): fenotipo de SW1 asociado a compromiso neurológico y malformaciones musculares y esqueléticas, particularmente de las extremidades2. El gen involucrado es el PAX3. Mutaciones adicionales de este gen determinan que al fenotipo de SW1 se le sumen defectos de cierre del tubo neural y desarrollo anómalo de los miembros. Así, el SW3 adquiere características propias que lo diferencian del tipo clásico18. - SW tipo 4, síndrome de ShahWaardenburg o enfermedad de Waardenburg-Hirschsprung (MIM# 277580): asociación de SW2 y enfermedad de Hirschsprung (megacolon aganglionar congénito)2,10.Tres genes diferentes están implicados en su etiopatogenia: EDN3 (20q13.2-q13.3), EDNRB (13q22) y SOX10 (22q13). Ambos, EDN3 y EDNRB, tienen un rol pleiotrópico clave sobre dos linajes celulares derivados de la cresta neural: melanocitos epidérmicos y neuronas entéricas19. SOX10 también regula el normal desarrollo de dichas estirpes celulares en la cresta neural8,20. Cuando el SW4 se origina en mutaciones homocigotas de EDN3 y Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 EDNRA (ya que las mutaciones heterocigotas de estos genes determinan solamente la aparición de enfermedad de Hirschsprung aislada), la herencia es autosómica recesiva2,20. Los casos de SW4 debidos a mutaciones en SOX10, se heredan en forma autosómica dominante20. Los principales diagnósticos diferenciales del SW incluyen: piebaldismo, albinismo, vitiligo y enfermedades hereditarias raras como el síndrome de albinismo-sordera (MIM* 300700) y síndrome de Tietz (MIM# 103500) (hipopigmentación generalizada con sordera congénita profunda), entre otras entidades. No existe tratamiento específico de las lesiones cutáneopilosas del SW. Enfatizamos que los esfuerzos médicos deben dirigirse a: • Diagnóstico precoz de este síndrome, para identificar fundamentalmente los casos con sordera, permitiendo así su abordaje terapéutico apropiado. • Brindar el oportuno asesoramiento genético a los pacientes y sus familiares. Referencias bibliográficas 1. Grundfast KM, Siparsky N, Chuong D. Genetics and molecular biology of deafness. Update. Otolaryngol Clin North Am. 2000;33:1367-94. 2. Konno P, Silm H. Waardenburg syndrome. J Eur Acad Dermatol Venereol. 2001;15:330-3. 3. Tomita Y, Suzuki T. Genetics of pigmentary disorders. Am J Med Genet. 2004;15:131:75-81. 4. Tachibana M, Kobayashi Y, Matsushima Y. Mouse models for four types of Waardenburg syndrome. Pigment Cell Res. 2003;16:448-54. 5. Dourmishev AL, Dourmishev LA, Schwartz RA, Janniger CK. Waardenburg syndrome. Int J Dermatol. 1999;38:656-63. 6. Chang T, Hashimoto K, Bawlw EV. Spontaneous contraction of leukodermic patches in Waardenburg syndrome. 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Presentación del caso Lactante varón de 1 mes y 24 días, proveniente de área amazónica rural, con antecedentes de parto eutócico y buen llanto al nacer; no se encontraron datos de peso ni puntaje Apgar. Durante su estancia en la posta médica, realizaron limpieza de las heces desecadas de murciélagos en el techo del establecimiento. Su enfermedad inicia aproximadamente a los 20 días de nacido con palidez marcada, vómitos, tos y aumento del volumen abdominal. Fue tratado con antibióticos sistémicos sin mejoría evidente, por lo que es traído al Instituto Especializado de Salud del Niño, Lima, Perú, siendo hospitalizado en el servicio de gastroenterología. Su madre manifiesta que una semana previa al ingreso notó lesiones cutáneas en mentón y cuello. Al ingreso los signos vitales se encontrabas dentro de los límites normales, talla y peso dentro de los percentiles adecuados para su edad. Al examen preferencial presentó palidez con leve ictericia, piel de aspecto marmóreo y cinco lesiones papulares erosivo-costrosas en sacabocado con eritema circundante localizadas en cuello y mentón que variaban entre 3 y 8mm de diámetro (Fig. 1). A la auscultación pulmonar se evidenció roncantes difusos; el abdomen estaba distendido, con el hígado a 5cm debajo del reborde costal derecho (span hepático de 8.5cm) y el bazo a 10cm debajo del reborde costal izquierdo. Se palpaba además adenopatía inguinal bilateral de 3 a 5mm. El diagnóstico probable fue tumoración hepática, a descartar tuberculosis visceral. Los exámenes de laboratorio mostraron anemia, trombocitopenia, transaminasas y fosfatasa alcalina elevadas, además de aumento de la proteína C reactiva. La ecografía abdominal reveló hepatoesplenomegalia difusa y la radiografía de tórax infiltrado micronodular difuso (Fig. 2). Durante los primeros quince días en el servicio de gastroenterología el paciente evolucionó en forma estacionaria. Se le realizó una biopsia hepática como parte del protocolo del servicio, cuyo resultado fue granulomatosis hepática a descartar tuberculosis. El paciente fue evaluado por el servicio de neumología, sugiriendo la posibilidad de una tuberculosis miliar atípica o una tuberculosis diseminada, debiendo descartarse un proceso linfoproliferativo. Por este motivo el paciente recibió terapia tuberculostática; sin embargo el estado general continuó deteriorandose, cursando con nuevas lesiones cutáneas en tronco y extremidades, disnea progresiva, aumento de volumen abdominal, alcalosis respiratoria e hipoxemia. Por este motivo fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos. Debido a la progresión de las lesiones cutáneas, se le realizó una biopsia de piel la que fue informada como paniculitis lobular, con infil- Correspondencia: Dr. Felipe Velásquez Servicio de Dermatología Instituto Especializado de Salud del Niño - IESN Av. Brasil 600, Lima 5, Perú Correo electrónico: [email protected] Recibido: 04/08/2005 Aprobado: 15/08/2005 167 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Fig. 1. Pápulas erosivo costrosas en sacabocado rodeadas de eritema, localizadas en mentón y cuello. Histoplasmosis diseminada Fig. 3b. Infiltrado linfo-histiocitario con gran cantidad de organismos levaduriformes de tamaño homogéneo característicos de Histoplasma. H/E 400x. Fig. 4. Paciente en sala de UCI con intubación endotraqueal y soporte ventilatorio. Fig. 2. Infiltrado micronodular difuso a predominio de ápice pulmonar derecho. trado inflamatorio mononuclear y presencia de organismos levaduriformes compatibles con Histoplasma (Fig. 3a y 3b). Durante su estancia en cuidados intensivos (Fig. 4), recibió itraconazol 5mg/kg/d por sonda nasogástrica durante dos días y luego anfotericina B intravenosa 1mg/kg solo por un día, falleciendo por falla hepática e insuficiencia respiratoria. Diagnóstico: Histoplasmosis diseminada aguda. Discusión Fig. 3a. Infiltrado difuso del panículo adiposo, en un patrón lobular. H/E 40x. 168 La histoplasmosis es una enfermedad granulomatosa severa producida por un hongo dimórfico intracelular, el Histoplasma capsulatum, descubierto en 1905 por Darling en tejido de un paciente presumiblemente fallecido por tuberculosis miliar1. Este hongo vive en su forma Histoplasmosis diseminada micelial en los suelos y se trasforma en espora al entrar al organismo humano alojándose en los macrófagos. Existen áreas endémicas con un clima, humedad y suelo específicos con presencia de deyecciones de aves y murciélagos. Las islas caribeñas tales como Trinidad y Tobago, América Central y del Sur son las zonas endémicas más importantes. En Estados Unidos se encuentra en los valles de los ríos Mississippi y Ohio2. En el Perú la histoplasmosis se encuentra en la selva central, área de donde procedía el paciente. La incidencia anual de histoplasmosis diseminada en Martinica es de 0.34/100 000, semejante a la de Estados Unidos que es de 0.2 a 1/100 000; sin embargo existe poca literatura sobre el particular en países del Caribe, América Central y del Sur3. La histoplasmosis en la edad pediátrica ha sido reportada en niños con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA); en Brasil se ha notificado en esta población una frecuencia de 0.1%4. Las microconidias son inhaladas y alcanzan el alveolo pulmonar, siendo ingeridas por los macrófagos tisulares y trasformándose en levaduras (forma invasiva). En individuos inmunocompetentes la infección queda controlada; pero si hay inmunodeficiencia o excesiva cantidad de organismo infectante, el hongo se disemina a través del sistema reticuloendotelial hacia los ganglios regionales. El histoplasma expresa una proteína de choque térmico 60 en su superficie5 la cual se une a receptores del complemento CR3 y CR4 de las células mononucleares6,7 y se liberan citoquinas como la IL-128, la que produce reclutamiento de los macrófagos tisulares y monocitos formando granulomas. Esta respuesta es mediada por inmunidad a células T y se completa dentro de la segunda semana; si hay fallas se produce la diseminación a otros órganos como hígado, bazo y piel9, como ocurrió en nuestro paciente. Clínicamente la histoplasmosis puede presentarse como infección asintomática (la más común), infección primaria pulmonar y cutánea sea aguda o crónica y las formas secundarias diseminadas (HD). La HD puede presentarse de forma aguda con un cuadro de fiebre, Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 malestar, hepatoesplenomegalia, linfadenopatía, anemia, trombocitopenia y leucopenia en sujetos inmunocomprometidos (infección por VIH, diabetes mellitus o linfomas) y es generalmente de curso fatal. La HD crónica se caracteriza por lesiones focales y respuesta inmune efectiva mediada por células (granulomas). Además, existen formas subagudas con localización visceral9,10. La localización en piel es rara (2% a 6% de pacientes inmunocompetentes con histoplasmosis y de 1% a 25% de pacientes con SIDA y HD)11 y puede presentarse como lesiones máculo-papulares rodeadas de un halo eritematoso que pueden ulcerarse, además puede verse placas, nódulos y úlceras de bordes elevados10-13. El diagnóstico clínico en pacientes inmunosuprimidos es un tanto difícil por la variada presentación clínica; es necesario recurrir a exámenes auxiliares como detección de antígeno, frotis de sangre periférica, cultivo micológico y detección de anticuerpos (histoplasmina)14. La biopsia de piel es confirmatoria y se puede evidenciar granulomas en las formas autolimitadas de histoplasmosis; pero en las formas diseminadas la formación de granulomas es pobre y se observa gran cantidad de macrófagos con pocos linfocitos y presencia de levaduras características9. La letalidad de pacientes con HD es alta (80% a 100%), los medicamentos antifúngicos pueden reducirla al 25%. Es necesario utilizar una fase de inducción a fin de producir la remisión del cuadro, seguida de una fase de mantenimiento15. Los medicamentos usados son anfotericina B e itraconazol solos o combinados. La respuesta clínica es variada; así, con anfotericina B convencional la respuesta en pacientes no-SIDA es de 68% a 92% y con itraconazol de 85% a 100%16. La anfotericina B liposomal es más efectiva y menos tóxica que la convencional y además produce disminución de la fungemia más rápidamente en pacientes inmunocomprometidos17. Referencias bibliográficas 1. Deepe Jr GS. Histoplasma capsulatum. En: Mandell GL, Benett JE, Dolin R (eds). Mandell, Douglas and 169 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 170 Bennett’s Principles and Practice of Infectious Diseases. Philadelphia: Churchill Livingstone, 2000. p. 2718-32. Cano MVC, Hajjeh RA.The epidemiology of histoplasmosis: a review. Semin Respir Infect. 2001; 16:109–18. Garsaud P, Boisseau-Garsaud A, Desbois N, Vernauil L, Calés-Quist D, Hélénon R, et al. Epidemiology of histoplasmosis in the French West Indies (Martinique). Trans Royal Soc Trop Med Higien. 1999; 93: 264-7. Ministerio de Salud del Brasil. 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Los inmunomoduladores tópicos, con actividad selectiva de bloqueo de la calcineurina, son una alternativa en el tratamiento de la dermatitis atópica. Palabras claves: Dermatitis atópica; Inmunomoduladores tópicos; Inhibidores de calcineurina. Abstract Dendritic cells, especially Langerhans· cells, are the main inducers of primary response, and triggers of skin immune system, promoting T cells differentiation. Thus, T cells are divided in two subsets: Th1 and Th2 depending on antigenic triggers. Clinical features depend on releasing of inflammatory cytokines; atopic dermatitis is the prototype of this event in which stimulated T cells will differentiate in Th2. The calcineurin inhibitors at present are the new alternative for atopic dermatitis treatment. Key words: Atopic dermatitis; Topic inmunomodulators; Calcineurin inhibitors. Introducción La diferenciación de las células T precursoras en subseries de Th1 o Th2 está relacionada con la liberación de distintos patrones de citoquinas. Las células Th1 producen el IFN γ y FNT β los cuales promueven la inmunidad mediada por células, mientras la subserie Th2 secreta IL4, IL5, IL6, IL9, IL10 e IL13 las cuales favorecen la respuesta humoral. La polariza- ción de las células T precursoras hacia fenotipo Th1 o Th2 es mediada por células dendríticas (CD). Los tejidos periféricos son poblados por CD inmaduras (CDi), que actúan como biosensores, altamente endocíticas que están bien adaptadas para la captura de antígenos. En el encuentro de antígenos (productos microbianos o citoquinas inflamatorias) con las CDi hay un ingreso reducido de los mismos; las CDi migran a nódulos linfáticos y regulan su Correspondencia: Dra. Rosalía Ballona Servicio de Dermatología Instituto Especializado de Salud del Niño - IESN Av. Brasil 600, Lima 5, Perú Correo electrónico: [email protected] Recibido: 04/08/2005 Aprobado: 12/08/2005 171 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 expresión del complejo de histocompatibilidad mayor (MHC), moléculas de adhesión y moléculas coestimuladoras. Las CD maduras son potentes presentadoras de antígenos con alta capacidad para activar y polarizar las células T precursoras de acuerdo a la estimulación antigénica inicial1-4. El equilibrio y mantenimiento de la relación Th1/Th2 es responsabilidad de las células presentadoras de antígenos, especialmente de las células de Langerhans (CL), una disminución de la función de este grupo celular puede afectar adversamente la maduración de la respuesta inmune5. En el sistema inmune, como en todas las actividades celulares, la comunicación celular e intercelular es básicamente a través de señales; es posible diseñar estrategias para manipular estos mecanismos, con el propósito de influenciar la respuesta del huésped. Las drogas que son capaces de interactuar con el sistema inmune para estimularlo o suprimirlo en aspectos específicos de respuesta del huésped son las denominadas inmumoduladoras o modificadoras de la respuesta inmune6. Dermatitis atópica como modelo de disbalance inmune La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria crónica, caracterizada por la distribución típica de lesiones eccematosas. La DA representa el extremo inflamatorio del espectro de las manifestaciones cutáneas en los atópicos. Pertenece al síndrome atópico junto al asma bronquial y rinitis alérgica7. Su prevalencia va en incremento y el riesgo de eventos adversos significativos altera la calidad de vida de los pacientes, constituyendo un preocupante problema de salud pública. Se han identificados dos tipos de DA: un tipo extrínseco que afecta al 70%-80% de pacientes, con niveles elevados de IgE sérica y el tipo intrínseco con niveles de IgE no aumentados que afecta al 20%-30% de pacientes8,9. 172 Inmunomodulación e inmunomoduladores tópicos En la DA, al igual que en la rinitis alérgica y el asma bronquial, las interacciones entre la susceptibilidad genética, los factores ambientales, las anormalidades farmacológicas y los factores inmunológicos contribuyen a su patogénesis8. La predisposición genética determina la susceptibilidad y fenotipo del cuadro atópico. Las anormalidades en la síntesis de lípidos (falla de ceramidas) con disfunción de la barrera epidermal determinan la xerosis cutánea; y la respuesta inmune e inflamatoria alterada con una activación preferente de linfocitos Th2 por irritantes y alergenos que ingresan a través de la piel, determinan el patrón de citoquinas inflamatorias9-12. En la lesiones agudas de la DA predomina la infiltración de células T activadas, CD4+, subtipo Th2 que expresan mRNA para IL4, IL5, IL13; los eosinófilos no son prevalentes. En la DA crónica hay un extenso depósito dérmico de proteínas derivadas de los eosinófilos; células T activadas, subtipo Th1 con expresión de mRNA para IL2, IL5, factor estimulante de las colonias de macrófagos y granulocitos (GM-CSF), IL12 e INF γ. La piel lesionada de pacientes con DA contiene un número incrementado de CL, células epidérmicas dendríticas inflamatorias y macrófagos con una marcada expresión de receptores de alta afinidad para IgE (F RI) y los queratinocitos producen TARC inducidos por IFN γ y FNT α, quimoquina que atrae a linfocitos CCR4+ (Th2). El patrón de citoquinas expresadas localmente es crítico en la modulación de la naturaleza, extensión y persistencia de inflamación en DA3,4,9,10,13 (Fig. 1). Inmunomoduladores y DA El tratamiento de la DA tiene como fundamento la prevención, el rápido control de los brotes y minimizar la frecuencia y severidad del cuadro. Los corticosteroides tópicos han sido la alternativa más importante, pero con la introducción de los inmunomoduladores, el esquema clásico ha variado sustancialmente. El mecanismo de acción de los corticoides, relacionado con su ligazón a receptores intracelula- Inmunomodulación e inmunomoduladores tópicos Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Fig. 1: Cambios inmunológicos en la DA (Adaptada de Lancet 2003; 361:151- 60). res, consiste en formar un complejo que interactúa con DNA bloqueando la síntesis e inhibiendo la trascripción de IL4, IL5, IL13, IL 12 e IFN γ promotoras de la inflamación14,15. A nivel celular estas drogas afectan la función y la viabilidad de las CL, provocando apoptosis de las mismas16. Los inmunomoduladores tópicos válidos para el tratamiento de DA son los llamados inhibidores de calcineurina, moléculas descubiertas en 1894 y que actualmente están revolucionando los esquemas de tratamiento en DA17. La calcineurina es una enzima serina-treonina activada por el complejo Ca++ calmodulina. Es una proteína que se encuentra desde los hongos hasta el ser humano. El nombre se debe a su abundancia en el tejido nervioso y empieza a tener relevancia a fines de los años 70, cuando aparecen drogas que al ligarse a sus receptores ejercen un efecto inmunomodulador18-20. Normalmente durante la activación de las células T los antígenos presentados por las CL se unen a receptores específicos, resultando en incremento de calcio intracelular. Éste se liga a una proteína citoplasmática llamada calmodulina, formando un complejo, el cual activa a la fosfatasa de calcineurina. Esta enzima activada es requerida para defosforilar la forma citosólica inactiva del factor regulador trascripcional de células T o factor nuclear de células T activadas (NF-ATc), facilitando su ingreso al núcleo, donde junto a NF-ATn , se ligan al ADN promoviendo la síntesis de citoquinas pro-inflamatorias: IL2, IL3, IL4, GM-CSF, factor de necrosis tumoral19,20,22. Las drogas inmunomoduladoras se ligan a la calcineurina en la piel, a través de receptores o inmunofilinas: FKPB12, inactivándola y bloqueando indirectamente la producción y liberación de citoquinas inflamatorias, sin causar alteración de la viabilidad y función de CL18, 19,23,24 (Fig. 2). Fig. 2. Mecanismo de acción de los inmunomoduladores. Adaptada de J Am Acad Dermatol 2002; 46: 228-241. 173 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Tacrolimus ungüento 0.03%, 0.1% y pimecrolimus 1% crema son las nuevas drogas que han aumentado el arsenal terapéutico de la DA. Sus perfiles de eficacia y seguridad han sido demostrados en ensayos clínicos a doble ciego a corto y largo plazo con resultados muy favorables, por lo que se les considera ideales para el tratamiento de DA. Por su alto poder lipofílico, su pasaje por la piel es muy alto, pero su absorción a través de la misma es limitada y el pasaje a la circulación sistémica es muy bajo; la absorción de pimecrolimus es más baja que tacrolimus y mucho más baja que los esteroides tópicos25. En caso de piel dañada la absorción aumenta, en cambio la oclusión no provoca ninguna modificación26. La absorción sistémica ha sido evaluada extensamente en niños y adultos, con DA moderada y severa y con compromiso de > 90% de la superficie corporal. Pimecrolimus 1% crema evaluado en estudios de farmacocinética se determinó que sus concentraciones sanguíneas estaban en el rango < 0.5- 2.0 ng/ml. Las concentraciones son tan bajas que no permite el cálculo del área bajo la curva de concentración y tiempo (AUC) Las concentraciones alcanzadas con Tacrolimus 0.1% fueron < 5ng/ml en adultos y < 1.6ng/ml en niños. El promedio de AUC a los 14 días fue de 11.4ng.h/ml27. Paller y col. realizaron el primer estudio comparando la eficacia de tacrolimus al 0.03%, tacrolimus 0.1% y vehículo, en 351 niños de 2 a 15 años con DA moderada y severa, reportando que después de 12 semanas de tratamiento con tacrolimus al 0.1% el 41% de pacientes tenía una mejoría del 90% y el 67% mejoró en más del 50%28. Pimecrolimus 1% crema ha sido estudiado en niños con DA. En un estudio a doble ciego a 6 semanas el 54.5% de pacientes que usaba pimecrolimus presentó excelente respuesta comparado con el 23.8% de los que usaban vehículos. No hubo diferencias significativas en reacciones adversas en el sitio de aplicación o infecciones cutáneas29. 174 Inmunomodulación e inmunomoduladores tópicos En una publicación reciente se evalúa la eficacia y tolerabilidad de pimecrolimus y tacrolimus en el tratamiento de DA a través de un meta-análisis de ensayos controlados randomizados30. Se incluyen solo 25 estudios; se depuraron los trabajos sin estrategia de investigación, los no randomizados, seguimientos no relevantes y los realizados en voluntarios. La población evaluada fue de 6 897 pacientes, de los cuales 3 156 fueron niños. Con pimecrolimus se evaluaron 11 estudios (siete vs. vehículos, tres vs. valerato de betametasona 1% y uno vs. tacrolimus al 0.03%). Con tacrolimus fueron 14 estudios evaluados (siete vs. vehículos y siete vs corticoides -acetato de hidrocortisona 1%, dipriopionato de aclometasona 0.1% y butirato de hidrocortisona 0.1%-). Los resultados obtenidos muestran que tacrolimus 0.1% es tan efectivo como un corticoide potente para el tratamiento de DA y más efectivo que los corticoides leves. Pimecrolimus es menos efectivo que los corticoides potentes y tan efectivo como tacrolimus al 0.03%. Los autores concluyen que ambos agentes son una buena opción, una alternativa para ser aplicada desde inicio en el tratamiento de la DA. Los efectos adversos más frecuentes de estas drogas son la irritación cutánea y la sensación de quemadura; los que son transitorios y ocurren en las primeras aplicaciones, siendo más acentuado con tacrolimus que con pimecrolimus. El riesgo de incremento de infecciones bacterianas o virales no ha sido demostrado, así como no hay ninguna interferencia con la cantidad de respuesta inmune después de las vacunaciones31. A pesar de ello, las recomendaciones para la aplicación de vacunas es que pueden realizarse en las zonas donde no se usan las drogas o durante los periodos que no las reciben. El potencial carcinogénico ha sido evaluado en ambos productos. Al aplicar pimecrolimus tópicamente en ratones por 104 semanas, resultó en un AUC de 1 040ng.h/ml y en otro estudio hasta 1 770ng.h/ml, observándose cambios linfoproliferativos a estas concentra- Inmunomodulación e inmunomoduladores tópicos ciones32. En monos la administración oral de pimecrolimus a 15mg/kg/día por 39 semanas provocó, en uno de ocho, el desarrolló de enfermedad linfoproliferativa. En el caso de tacrolimus a dosis oral de 10mg/kg/día se obtuvo cambios linfoproliferativos a los 90 días32,33. La recomendación vigente de la FDA para estos medicamentos es que están indicados para el tratamiento a corto o intermitente plazo de la DA moderada o severa en pacientes mayores de dos años, quienes no responden o son intolerantes a la terapia convencional o de mucho riesgo. La introducción de los inmunomoduladores tópicos representa ya para muchos el advenimiento de una nueva era en el tratamiento de DA. 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Brief summary 2005: 1-18 http://www.fda.gov/ohrms/dockets/ac/05/briefing/2005-4089b2-01-07tox%20Review%20Redacted.pdf 33. Food and Drug Administration, Pediatric Advisory Committee: Discussion topic: risk evaluation, labeling, risk communication, and dissemination of information on potential cancer risk among pediatric patients treated for atopic dermatitis with topical dermatological immunosuppressants 2005: 1-30. http:/www.fda.gov/ohrms/dockets/ac/05/briefing/2005-4089b2-02-02Protopic%2Fujisawa%20briefing.pdf Revista de revistas Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Revista de Revistas Dra. Úrsula Rivas, Dr. Felipe Velásquez. Etiología de las diferentes formas de urticaria en la niñez. Sackesen C, Sekerel B, Orhan F, Kocabas C,Tuncer A, Adalioglu G. Pediatr Dermatol. 2004;21:102-108. La urticaria es una enfermedad frecuente en la niñez, pero los factores etiológicos son difíciles de determinar. Con el fin de determinar si existen diferencias entre los diferentes tipos de urticaria en los niños y si los patrones de diferentes tipos de urticaria difieren de los del adulto, el grupo de trabajo estudió a 54 niños con diferentes formas de urticaria. Material y métodos: Fue un estudio prospectivo realizado en la unidad de asma y alergia de la Facultad de Medicina de la Universidad Hacettepe (Turquía) durante el período abril de 2001 a enero de 2002. Todas las formas de urticaria fueron registradas. Se preguntó sobre todas las causas probables como alergia a alimentos, intolerancia a aditivos de alimentos, ingesta de medicamentos, signos de infección, signos de enfermedad del tejido conectivo, desencadenantes de urticaria, desencadenantes ocupacionales, historia de viajes recientes y picadura de insectos. Todos los datos fueron registrados en una ficha elaborada para este fin. Se hicieron estudios de laboratorio como hemograma, velocidad de sedimentación, proteína C reactiva, antiestrptolisina O, transaminasas (TGP,TGO), cultivos faríngeos y de orina, pruebas serológicas para virus Epstein Barr, citomegalovirus, herpes simple, Micoplasma pneumoniae, hepatitis A, hepatitis B y hepatitis C y examen seriado de heces para parásitos. También anticuerpos antimicrosomales y antitiroglobulina, además de ANA y complemento. Resultados: El 68.5% fue diagnosticado de urticaria aguda y 31.5% de urticaria crónica. En este último grupo fueron hallados más niños mayores y varones a diferencia del grupo de urticaria aguda. En el grupo de urticaria aguda la infección (48.6%) fue la causa más frecuente, seguida de medicamentos (5.4%) y alergia a alimentos (2.7%); mientras que en urticaria crónica los factores físicos fueron la causa más común (52.94%). Infección del tracto urinario, serología positiva para Clamydea pneumniae y Helycobacter pylori fueron las infecciones más comúnmente halladas. Como conclusión los autores sugieren que en el manejo de la urticaria debería incluirse una batería de exámenes contra ciertos agentes infecciosos que se sospechen, además de una historia clínica detallada. Alta prevalencia de urticaria autoinmune en niños con urticaria crónica Brunetti L, Francavilla R, Miniello V, Platzer M, Rizzi D, Lospalluti M, et al. J Allergy Clin Immunol. 2004;114:922-7. Introducción: La etiología de la urticaria crónica (UC) en la niñez aún es desconocida. Recientemente en adultos se ha demostrado que existe un 40% de pacientes con UC tienen urticaria autoinmune (UA), sin embargo no hay datos en niños sobre este tópico. Objetivo: Determinar la prevalencia y posibles factores de riesgo para urticaria autoinmune en niños con UC. Material y métodos: Fueron evaluados 93 niños (52 varones y 41 mujeres con edad promedio de 7.8 años) con UC utilizando la prue- 177 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 ba sérica de piel autóloga (ASST) y la prueba de liberación de histamina basófilo suero-inducido (HR). Resultados: Se identificó la causa para UC en el 47% de pacientes, mientras que el 53% fue diagnosticado como urticaria idiopática. Prueba positiva de ASST fue hallada en el 45% de niños con urticaria idiopática y positividad para HR fue hallada en el 52% de este grupo, además se comparó con la positividad de pacientes con UC de causa conocida siendo la diferencia estadísticamente significativa (p<0.001). La prevalencia de niños con UA fue de 31%. Conclusión: Los resultados del estudio demuestran por primera vez que los niños tienen la misma capacidad de los adultos de producir funcionalmente autoanticuerpos activos dirigidos contra IgE o receptor de IgE y que la prevalencia hallada fue de 30%. Histiocitosis Cefalica benignay xantogranulomatosis juvenil diseminada Sidwell RV, Fracies N. Pediatric Dermatology 2005; 22 (1): 40. Las histiocitosis de células no Langerhans son un grupo de enfermedades caracterizadas por proliferación de células histociticas. Se sugiere que más que subclasificaciones de esta enfermedad se trataría de diferentes espectros de un mismo cuadro. Los autores reportan un caso de un recién nacido en Bangladesh de padres consanguíneos. Desde nacimiento padres notaron una pápula roja en cara, que fueron aumentando en número en los subsiguientes meses, incluyendo tronco y miembros. A los 10 meses fue admitido al hospital. Examen reveló múltiples pápulas rojo – vinoso a predominio de cara, cuero cabelludo, tronco superior y miembros superiores. Además se encontró lindadenopatía cervical e inguinal y no linfato-esplenomagalias. Dentro de los exámenes de laboratorios se halló microcitosis, hipocromía y monocitosis 178 Revista de revistas que mejoró en el transcurso de 02 años. La biopsia de piel mostró infiltrado difuso de histiocitos en la dermis papilar y reticular superior. Inmunohistoquimica demostró que las células fueron positivas a CD 68, MAC387 y Factor XIII y a negativo para S100 y CD1A. Luego de 02 años las lesiones remitieron espontáneamente dejando cicatrices hipopigmentadas, atróficas, pequeñas. Luego de seguimiento de 18 meses no hubo recurrencias. Los autores creen que el paciente presentó cuadro aún no tipificado, pero más que una entidad creen que se trate de un espectro de la histocitosis a células no Langerhans. Fue difícil para los autores catalogar a su paciente dentro de un cuadro típico. Se ha descrito algunos hallazgos que inducen a pensar que los virus pueden transformar las histiocitosis cefálica benigna en xantogranuloma juvenil. Cutis tricolor parviculata: ¿Un nuevo síndrome nuerocutáneo? Larralde M, Happle R. Dermatology. 2005;211:149-51. Cutis tricolor está caracterizado por la coexistencia de máculas congénitas hipercrómicas e hipocrómicas que muestran una proximidad espacial (didimosis). No es una entidad clínica distinta, pero debería ser considerada como un signo de varios tipos de mosacismo. Los autores presentan a una niña de 11 años que tenía múltiples máculas café con leche e hipocrómicas pequeñas y diseminadas que comprometían cuello, tronco y piernas. En ciertas áreas estas máculas tenían cierta proximidad espacial sugiriendo didimosis o manchas gemelas. El término cutis tricolor fue propuesto para describir manchas hipocrómicas e hipercrómicas sobre un tipo de piel intermedia. Los autores agregan el término parviculata con el fin de distinguir al caso presentado que tenía manchas más pequeñas que las que han sido reportadas previamente. El gen locus subyacente puede ser una “mancha roja” por recombinación postcigótica. La paciente tenía desde los 10 años con- Revista de revistas vulsiones y un oligodendroglioma grande en el lóbulo frontal izquierdo. La relación entre estos hallazgos no fue probado. En 1978 Westerhof y col. describieron un cuadro similar al que llamaron “máculas hiperpigmentadas e hipopigmentadas congénitas hereditarias”, pero no se puede saber si este caso fue similar al reportado anteriormente. Tacrolimus 0.03% en ungüento es seguro y efectivo para le tratamiento de dermatitis atópica moderada-severa en pacientes pediátricos: Resultados de un estudio vehículo controlado, doble ciego y randomizado Schachner L, Lamerson C, Sheehan M, Boguniewicz M, Mosser J, Raimer Sh, et al. Pediatrics. 2005;116:334-42. Objetivo: Determinar si tacrolimus al 0.03% en ungüento es seguro y eficaz para el tratamiento de dermatitis atópica moderada a severa en pacientes pediátricos. Material y métodos: Fue un estudio multicéntrico, doble ciego, randomizado con un total de 317 niños (de 2 a 15 años de edad) con dermatitis atópica moderada a severa, a los que se les dio tacrolimus en ungüento o vehículo en ungüento dos veces al día por un espacio de seis semanas. Las evaluaciones de eficacia fueron hechas tomando en cuenta el índice de severidad, compromiso de superficie corporal y prurito desde la consulta inicial, cuarto día y segunda, cuarta y sexta semana de terapia. Resultados:Al final del estudio el 50.6% de los pacientes (80 de 158) tratados con tacrolimus experimentaron una mejora significativa comparados con aquellos que fueron tratados con vehículo (25%). El índice de área y severidad también mejoró en pacientes tratados con tacrolimus (54.8%). Hubo una mejoría significativa en las áreas de superficie corporal comprometida en estos mismos pacientes (50.5%). El score de prurito fue más bajo (2.1) comparado con los pacientes que recibieron solo vehículo (3.7). Adicionalmente la incidencia de Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 reportes adversos fue similar en ambos grupos de estudio. Pocos pacientes abandonaron el estudio y los que lo hicieron fue por la sensación de quemazón que produjo el ungüento tacrolimus. Conclusión: La monoterapia con tacrolimus 0.03% en ungüento es segura y eficaz como terapia alternativa en pacientes pediátricos con dermatitis atópica y severa. Autoinmunidad tiroidea en niños y adolescentes con alopecia areata Kurtev A, Iliev E. Int J Dermatol. 2005;44:457-61. Introducción: La alopecia areata (AA) es una enfermedad común presente en el 1% de la población general y afecta principalmente a niños y adolescentes. La etiopatogénesis de esta entidad aún sigue siendo desconocida, pero hay evidencia de cierta autoinmunidad, disfunción endocrina, estrés físico, infección focal y deficiencia de zinc. Muchas veces se asocia AA con enfermedades autoinmunes como tiroiditis autoinmune (TA), lupus eritematoso, vitíligo, miastenia gravis, diabetes mellitas tipo II y anemia perniciosa. El objetivo de este trabajo fue de evaluar la prevalencia clínica y subclínica de TA en niños y adolescentes con AA. Material y métodos: Cuarenta y seis niños (23 varones y 23 mujeres) con una edad promedio de 9.9 años fueron incluidos en el estudio para evaluar función tiroidea y formación de autoanticuerpos tiroideos. Los parámetros fueron tamaño de la glándula tiroides, funciones como triyodotironina (T3), tiroxina (T4), hormona estimuladora de la tiroides (TSH) y prueba de hormona liberadora de tirotropina. Otros exámenes fueron anticuerpos antitiroglobulina (TAT) y antimicrosomales (MAT), ecografía de glándula tiroides e índices de inmunidad humoral y celular. Resultados: Se encontró tiromegalia en 29 niños (63%). De este grupo se hallaron niveles basales elevados de TSH en 6 (13.3%), niveles elevados de TAT en 17 (39.5%) y de MAT en 179 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 14 (33%). La ecografía de la glándula fue sugestiva de TA en 13 niños y típico en 5. Conclusiones: El grupo diagnosticó TA en 22 de 46 niños con AA. Los estudios de autoinmunidad revelaron un incremento en los linfocitos T activados. El grupo recomienda que el tamaño de la glándula, la función y la presencia de autoanticuerpos deben ser evaluados en niños con AA. Hemangioma proliferante de la infancia: tratamiento exitoso con imiquimod tópico al 5% en crema Hazen PG, Carney J, Engstrom C,Turgeon K, Reep M, Tanphaichitr A. Pediatric Dermatology. 2005;22(3):254-6. Se reporta el caso de una niña de 4 meses que presentó un hemangioma en el lado derecho del tórax a la semana del nacimiento, el cual fue creciendo significativamente durante el primer mes de vida. El hemangioma medía 5x2.9cm, era friable y estaba ulcerado.Además en la espalda y cuello posterior presentó múltiples hemangiomas de 0.2 a 0.8cm, los cuales habían aparecido poco después del nacimiento y habían crecido hasta las dimensiones descritas, manteniéndose estables en tamaño por dos meses.A la niña se le trató con imiquimod 5% en crema (Aldara®) tres veces a la semana antes de acostarse en el hemangioma del lado derecho del tórax. Durante los primeros 7 a 10 días la lesión se erosionó más, con costras hemorrágicas y puntos de sangrado. Posteriormente apareció una coloración blanquecina en la superficie de la lesión y un adelgazamiento de la masa. Luego de 10 semanas se descontinuó el tratamiento. En ese momento se encontró resolución del hemangioma. Los otros hemangiomas pequeños que no fueron tratados no presentaron cambios. Imiquimod en crema es un tratamiento seguro y efectivo para hemangiomas infantiles de rápido crecimiento. Su mecanismo de acción puede ser múltiple como resultado de la habilidad de inhibir la proliferación vascular, probablemente mediante el incremento de la activi180 Revista de revistas dad de TIMP-1 y la disminución de la actividad MMP-9, y mediante la estimulación de la apoptosis de las células tumorales. Los efectos secundarios incluyen formación de costras y eritema, y están asociados con signos de regresión acelerada y finalmente resolución. Epidemiología e impacto del molusco contagioso en la población pediátrica: una serie de casos y revisión crítica de la literatura Braue A, Rose G,Varigos G, Kelly H. Pediatric Dermatology. 2005;22(4):287-94. El objetivo de este estudio fue determinar los factores asociados a molusco contagioso (MC) y el impacto en los pacientes pediátricos. Además los autores revisaron todos los estudios publicados sobre la epidemiología del MC desde 1966 y finalmente estos resultados fueron comparados con sus hallazgos. Se estudió a los niños con diagnóstico clínico de MC que asistían ambulatoriamente al Royal Children´s Hospital en Melbourne,Australia.A sus padres o cuidadores se les solicitó llenar un cuestionario anónimo donde se documentó la historia de la enfermedad del niño, que incluía datos como fecha de aparición, factores de riesgo, distribución e impacto en el niño y/o sus padres. Para la revisión literaria se siguieron los lineamientos para revisiones sistemáticas. Trece publicaciones basadas en estudios epidemiológicos fueron publicadas desde la revisión de Overfield y Brody en 1966. La serie de casos comprende 30 niños diagnosticados de MC. El 33% tenía entre 1 a 3 años, el 20% entre 4 y 6 años, y el 47% entre 7 y 10 años. El 57% de pacientes eran varones. El antecedente de eczema y el uso de piscinas públicas se reportó en el 62% cada uno. El 38% de los padres reportó que sus niños compartían baños con otros niños, y el 35% que nadaban en la piscina de la escuela. La localización más común fue los miembros inferiores. El 82% de los padres dijeron estar preocupados moderadamente o más, el doble de lo que los propios niños estaban preocupados. Las principales Revista de revistas Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 áreas de preocupación fueron las manifestaciones físicas del molusco y su tratamiento, otros factores como ausentismo en el colegio o trabajo, disturbios para dormir no fueron considerados importantes. De los 13 estudios revisados se encontró una mayor incidencia en áreas tropicales y que la prevalencia varía entre 3.6% y 7.2%. La edad pico de aparición en países desarrollados es en edad escolar, variando según los estudios entre 5 y 12 años. En los países en desarrollo el pico se da entre 2 a 5 años, siendo raro en infantes. En la literatura no se evidencia diferencia en la frecuencia entre niños y niñas. Se ha descrito como modo de transmisión el contacto directo. Es frecuente la diseminación interfamiliar. También se ha implicado el contagio a través de fomites, uso de piscinas y baños públicos, sin embargo no existen estudios de casos control para demostrar estas relaciones. CALENDARIO DE ACTIVIDADES 4to. Congreso Latinoamericano de Dermatología Pediátrica 6 al 9 de Abril de 2006 Sheraton Buenos Aires Hotel & Convention Center San Martín 1225, Buenos Aires, Argentina Fecha límite para la presentación de trabajos científico y postulación a becas: 15 de Noviembre de 2005 BECAS “ RAMON RUIZ MALDONADO” Ofrecidas por Laboratorio GALDERMA para el mejor Trabajo de Residentes y Especialistas. US$ 2,000 c/u aprox. Secretaría e informes Web: www.congresosldp2006.org Servicio de Dermatología: Sección Pediátrica – Hospital Ramos Mejía Urquiza 609 – Buenos Aires Tel/Fax: +54-11-4127-0264 / 15-5426-4355 E-mail: [email protected] Lunes a Viernes de 08.00 a 17.00 hs. V Congreso Mexicano de Dermatología Pediátrica Ciudad de Querétaro 03 al 06 de mayo de 2006 Informes e Inscripciones : Dra. Margarita Royo Diaz Rivera [email protected] Dra. Dra. Patricia Avendaño [email protected] 181 Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Instrucciones para publicación La “Revista de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica” es el órgano oficial de la Institución, encargada de difundir y promover el conocimiento de ésta importante sub-especialidad de la dermatología en el ámbito latinoamericano. PREPARACIÓN DEL ARTÍCULO: Los artículos serán considerados para publicación como artículos de revisión, artículos originales, reporte de casos, cual es su diagnóstico, correlato clínico patológico y artículos misceláneos. Los artículos deberán ser inéditos excepto en la forma de resúmenes y no deben de haber sido enviados simultáneamente a otras revistas. Aceptado el artículo se considerará como propiedad intelectual de la revista de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica y no podrá ser reproducida sin el consentimiento expreso de los editores. Todos los artículos serán revisados por el Comité Editorial y/o el Comité Asesor, y en algunos casos por Expertos a solicitud del Comité. El informe final de su aceptación y los aspectos pendientes de edición serán comunicados al autor principal en un plazo de dos semanas desde su recepción. El autor principal a su vez dispondrá de dos semanas para reenviar el trabajo al Comité Editorial. Los autores son los responsables del contenido de los artículos. FORMATO DEL ARTÍCULO: El artículo deberá ser escrito a doble espacio, usando un margen de 4 cm, sobre papel bond blanco resistente A4, no autoborrable, acompañar con dos juegos de copias de alta calidad, 182 el autor deberá tener una copia para su referencia; acompañar las copias de un disquete debidamente grabado en word y los gráficos en excel para sistema operativo Windows. Título: Debe ser breve no exceder de 45 letras y espacios, con el listado de los autores y sus grados y títulos, además de afiliación institucional. Deberá figurar también el nombre y dirección del autor encargado de recibir la correspondencia. Resumen: No debe ser mayor de 200 palabras, debiendo incluir el trabajo resumido en sus aspectos importantes, siendo imprescindibles los resultados y las conclusiones. Debe haber un resumen equivalente en inglés. Se incluirán las palabras claves (key words) en un número no mayor de cinco. Texto: Este debe ir en la secuencia convencional de introducción, material y métodos, resultados y discusión; agradecimientos, referencias bibliográficas, tablas, figuras y leyendas. Todas las tablas y figuras deben ser citados en orden de su aparición en el texto, numerándolos de manera secuencial. Referencias: Deben ser numeradas consecutivamente, con números arábigos en superíndice en el orden en que aparecen en el texto. La referencia citada deberá seguir las convenciones de “The National Library of Medicine” y el Index Medicus.Todas las referencias deben ser verificadas por los autores. Tablas: Deben ser escritas a doble espacio en hojas separadas y numeradas consecutivamente dentro del texto, las tablas deben llevar sus respectivos números y títulos, todas las abreviaciones deben de ser explicadas al pie de la tabla. Dermatol Pediatr Lat Vol 3 Nº2 Mayo - Agosto 2005 Figuras: Cada figura debe tener su correspondiente leyenda escrita a doble espacio, las figuras deben ir con un papel engomado al dorso(post it) con los datos del artículo y el autor, así como una flecha indicando la parte superior de la figura. Las figuras deben llevar sus respectivas leyendas en un papel separado escrito a doble espacio y numeradas conforme aparecen en el texto. mentos deben ir con el nombre genérico o denominación común internacional, pudiendo agregarse el nombre de marca. La gramática y la sintaxis deben corresponder al español y al portugués cuando fuera necesario, en caso de usar abreviaciones deben seguir las recomendaciones del Council of Biology Editors style. Fotos clínicas: En aquéllas donde se puede reconocer la identidad del paciente se debe contar con el consentimiento firmado por el paciente o su representante autorizando la publicación de la misma. Las microfotografías de cortes histológicos deberán indicar el método de tinción. Todo trabajo para su publicación debe dirigirse a la siguiente dirección: Recomendaciones varias: Usar pesos y medidas del sistema métrico decimal, y los medica- Sociedad Latinoamericana de Dermatología Pediátrica Av. Santa Cruz 647 Lima 18 - Perú Telefax: (51-1) 221-4003 Correo electrónico: [email protected] 183