Las elecciones de 2004 en Puebla - Caja Negra

Anuncio
Fractales
Las elecciones de 2004 en Puebla
Los cambios detrás de la continuidad
Víctor Manuel Reynoso
E
l 14 de noviembre de 2004 se votó en Puebla para renovar
todas las autoridades electas del estado: gobernador, 41
diputados del Congreso local y 217 ayuntamientos. Fueron las primeras elecciones de gobernador en el estado después
de la alternancia en la presidencia de la república, y las segundas
de diputados locales y ayuntamientos.
La impresión general del proceso es que, contrariamente a otros
estados, en Puebla hay continuidad electoral: sigue ganando el pri la
gubernatura con un amplio margen, sigue dominando el Congreso
local, con una clara mayoría absoluta; y sigue dominando la mayoría
de los municipios poblanos, aunque en el ámbito municipal la realidad es compleja y multicolor. El contraste fue notable con dos estados que comparten fronteras y diversas características con Puebla,
y que también tuvieron elecciones en 2004: Oaxaca y Veracruz. En
el primer caso, después de un proceso electoral conflictivo, incluso con hechos violentos, la coalición
pri-pvem-pt, venció a la coalición opositora pan-prd-c por poco más de tres puntos porcentuales, poco
más de 35 mil votos. En Veracruz la diferencia entre el ganador, la coalición pri-pvem y la segunda
fuerza, el pan, anticipó la elección presidencial con menos de un punto de diferencia porcentual (en
la elección veracruzana la distancia entre primera y segunda fuerza fue de 0.97). Frente a estos vecinos, Puebla aparecía como el bastión priísta, tanto en el Altiplano como en el Sureste.
Pero continuidad no es inmovilismo. Lo que continúa, en este caso como en muchos aspectos
de la vida política, son ciertas tendencias de cambio. Son estas tendencias y su manifestación en
la elección de 2004 lo que analizamos en el presente texto.
Como parte de los cambios más notables, tanto en Puebla como en el resto del país, están las
vías de acceso al poder. Parte de esta transformación se expresa en las nominaciones de los candidatos, por lo que serán analizadas en la primera parte de este texto. La idea central al respecto
es que la transición dio a las preferencias de los electores, medidas mediante encuestas, un lugar
decisivo en la nominación de candidatos, y volvió prácticamente inexistente la influencia que antes era decisiva, la del presidente de la república.
67
Víctor Reynoso
En el resto del texto se analizan los resultados, empezando con la elección de gobernador, siguiendo con la de diputados locales para terminar con la de ayuntamientos. En todos los casos se
hace un análisis con perspectiva temporal, para tratar de mostrar los tres aspectos básicos en un
análisis de resultados electorales: la estructura de dichos datos (si es que existe), la tendencia que
muestra dicha estructura, y las peculiaridades de la coyuntura electoral del 2004.
Nominaciones
Uno de los principales criterios para hablar de transición política se refiere al cambio en las reglas
para tener acceso al poder. Detrás de la aparente continuidad electoral poblana es posible advertir
un cambio importante en este tema.
Antes de la transición, digamos, antes de la elección gubernamental de 1998, la candidatura
del pri al gobierno del estado se decidía en la presidencia de la república. Esta afirmación es una
simplificación, pero no una falsificación de la realidad. El presidente de la república decidía en
última instancia y tomando en cuenta diversos factores políticos y personales. Al menos desde
la elección de 1980 la nominación del gobernador poblano, es decir, del candidato del PRI, tuvo
una centralización creciente. Alfredo Toxqui (1975-81) fue el último gobernador (hasta antes de
1998) que tuvo una trayectoria local. En 1980 el candidato fue Guillermo Jiménez Morales, que
había hecho su carrera política en el gobierno federal. Más claros fueron los casos de los dos gobernadores siguientes, Mariano Piña Olaya y Manuel Barttlet, que no habían vivido en Puebla,
al menos en su vida adulta. El camino a la gubernatura poblana pasaba, en los ochenta y principios de los noventa, necesariamente por el gobierno federal, más precisamente, por la decisión
del presidente.1
En 1998 la dinámica cambia. La decisión se toma en Puebla, por medio de una consulta a la
militancia priísta. Ahí resulta candidato Melquíades Morales Flores. En buena medida este nuevo método de selección se debió a la decisión del entonces gobernador, Manuel Bartlett, pues él
había propuesto que el candidato de su partido a la presidencia de la república para 2000 se eligiera de esa manera. En congruencia, para la sucesión poblana, promovió este tipo de elección,
privilegiando el cómo al quién, pues el candidato de Bartlett no era Melquíades Morales.2
En 2004 la dinámica fue distinta, pero tuvo en común con la de seis años antes que el candidato del pri, Mario Marín no era el candidato del gobernador. Éste apoyaba al senador Germán
Sierra o al ex secretario de Finanzas y diputado federal, Rafael Moreno Valle. Pero la presencia de
Marín en el ánimo de los electores, medida a través de encuestas, fue contundente. Por lo menos
dos años antes de la elección era el candidato más popular, considerando a los priístas y a los no
1. La síntesis más acabada de esta institucionalidad o lógica política del sistema hegemónico ha sido hecha por
Jeffrey Weldon. Para un análisis de su fórmula y de cómo cambió después de la transición, véase Reynoso 2006.
2. De los tres precandidatos a gobernador en Puebla en 1998, el más cercano al gobernador Barttlet era José Luis
Flores, quien fue su secretario de Finanzas.
68
fractales
Las elecciones de 2004 en Puebla
priístas. Esta ventaja fue decisiva. Se llegó a pensar en una escisión del pri, si Mario Marín no era
nominado su candidato. Fue en este sentido un candidato de unidad.
A lo anterior se le ha llamado el “encuestazo”, como método de selección de los candidatos. El
término, y su analogía con el anterior “dedazo”, desvía la atención de lo fundamental: que ahora
la decisión de los electores pesa, muchas veces de manera decisiva, en la nominación de los candidatos. Por razones obvias, la candidatura de Marín no pasó por Los Pinos: el presidente de la
república es de otro partido. Esta candidatura se concretó en contra o, al menos, sin el favor del
“primer priísta del estado”, el gobernador, porque las encuestas indicaban que era el candidato
con mayores probabilidades de triunfo. Dejarlo de lado hubiera significado la posibilidad de perder la elección. Perderla con un candidato débil o, peor aún, perderla porque una decisión distinta
podría haber dado lugar a una división priísta. La sombra de otras escisiones del pri se proyectó en el proceso de nominación del candidato del pri. En particular, el caso del vecino estado de
Tlaxcala, en donde la oposición a este partido era prácticamente inexistente, pero una escisión le
llevó a perder la gubernatura por primera vez en 1998, y nuevamente una escisión en 2004 llevó
al priísmo a una segunda derrota en un estado que era uno de sus bastiones más sólidos.3
Este fenómeno, el capital político que significa la popularidad entre los ciudadanos, medida
a través de encuestas, ha sido decisiva no sólo en el caso de Puebla, ni sólo en el caso del pri. La
fuerza política de Andrés Manuel López Obrador antes de ser candidato se explica por esto mismo. Y en su momento ocurrió lo mismo con Martha Sahagún de Fox: ocupó un lugar importante
en los medios de comunicación, porque era una política muy popular, la más popular del pan,
en las encuestas. El “encuestazo” o, más precisamente, las preferencias de los electores medidas
mediante encuestas, fue uno de los factores decisivos en la sucesión presidencial de 2006. Como
lo fue en la sucesión poblana de 2004 y en otras elecciones locales.
En la base de este cambio está uno de los rasgos más importantes de la transición política mexicana: cambiaron las reglas de acceso al poder. Ahora el sufragio de la mayoría de los ciudadanos
es lo que decide una elección.
El pan optó por una vía distinta para la nominación de su candidato a gobernador. No sólo no
buscó a su precandidato con mejor posición en las encuestas, sino que dos de sus dirigentes más
fuertes al respecto quedaron, por distintas razones, fuera del proceso interno. Este partido siguió
el procedimiento señalado en sus estatutos. Éstos establecen, en su artículo 38, que el primer paso
para los precandidatos es ser aceptados por el Comité Directivo Estatal. Los aprobados por dicho Comité son electos por los miembros activos del partido, inscritos en el Registro Nacional de
Miembros, por lo menos, tres meses antes de la fecha de la elección.
El 9 de febrero de 2004, nueve meses antes de la elección constitucional de gobernador, se presentó el primer incidente serio en el proceso de selección del candidato panista. La candidata me3. En 1998 el priísta Alfonso Sánchez Anaya, al no ser nominado por su partido candidato a gobernador en Tlaxcala,
contendió contra el pri postulado por una coalición de partidos encabezada por el prd y ganó la gubernatura. En
2004 la historia se repitió: Héctor Ortiz renuncia al pri al no ser postulado, compite como candidato de la Alianza
Ciudadana por Tlaxcala (coalición del pan, pjs [Partido Justicia Social] y pcdt [Partido del Centro Democrático de
Tlaxcala], y gana la elección.
fractales
69
Víctor Reynoso
jor posicionada en las encuestas, Ana Teresa Aranda, ex candidata a presidenta municipal de la
capital poblana, ex dirigente estatal del pan, ex candidata a gobernadora y, en ese entonces, directora Nacional del dif, renunció a participar en el proceso interno de su partido. Lo hizo mediante
la publicación de una carta donde hacía juicios muy severos. Afirmaba que “el proceso interno
carece de garantías”, por lo que “a estas alturas sería casi imposible una participación libre de
los panistas en la elección de candidato a gobernador”. Aludía a “la intimidación, el engaño y el
chantaje” como prácticas políticas en el proceso interno del pan. 4
Nunca antes, en el panismo poblano, había habido una declaración de este tipo. Hay que subrayar que se trataba de la panista con mayores preferencias según las encuestas, quizá la única
que podía hacerle frente a Mario Marín. En 1998, como candidata a gobernadora, obtuvo 36% de
los votos, poco más de 400 mil sufragios. Más votos que todos los candidatos panistas a gobernador en Puebla de 1974 a 1992.5
Tan notable como el hecho de la renuncia y la importancia política de la renunciante, eran las
razones expuestas en su carta y el tono de la misma. El pan no sólo perdía en Puebla a su candidata con mayor potencial, sino que se hacía evidente un conflicto interno y prácticas ilegales o, al
menos, irregulares de sus dirigentes.
Un mes después, el 5 de marzo de 2004, se manifestó otra arista del conflicto de selección del
candidato panista. El Comité Ejecutivo Nacional del pan vetó a Luis Paredes, presidente municipal
de Puebla con licencia, como precandidato. Era una de las cartas más fuertes del pan. También aquí
se dio un acontecimiento inédito en el estado: por primera vez el cen vetaba a un precandidato.
La razón que dio el cen panista, a través de quien entonces era su secretario general, Manuel
Espino Barrientos, fue que se comprobó que Paredes había ejercido coacción sobre el voto de los
militantes del partido. Se comprobó, dijo Espino, que el equipo de Campaña de Paredes había repartido volantes entre los miembros del partido en el que se recababan sus datos personales y se les
prometía un cargo en el gobierno del estado, en caso de que el presidente municipal panista llegara
a ser gobernador.6
El conflicto creció cuando se supo que Paredes había presentado un recurso de inconformidad
antes el Tribunal Electoral de la Federación contra la decisión del cen de su partido. Se habló de
un “expediente negro” de este panista poblano, en el que se mostraban las irregularidades que
había cometido. Al parecer, a ellas se refería Aranda en su carta, cuando mencionó “la intimidación, el engaño y el chantaje”.
La renuncia de Aranda y la descalificación de Paredes dejó a Francisco Fraile como precandidato único. Pero el conflicto interno panista no concluyó por esto. Los seguidores de Paredes se
opusieron a su nominación. Aunque hubo un candidato único en la elección interna, existía la
posibilidad de que perdiera, pues se podía votar contra su candidatura. En la elección realizada
4. El texto completo de la carta puede verse en el periódico digital e-consulta “www.e-puebla.com”, 9 de febrero (2004).
5. Véanse los datos de 1998 en Comisión Estatal Electoral, Memoria del proceso electoral 1998.
6 Véase e-consulta, 9 de marzo (2004), nota de Claudia Lemus “Amenaza Paredes: ‘Esto no termina hasta que termina’”.
70
fractales
Las elecciones de 2004 en Puebla
el 21 de marzo votaron 6 500 panistas. De ellos, 62.8% (4 084) lo hizo a favor de Fraile y 37.2% (2
416) en contra.7 En cierto sentido fue un triunfo amplio. Pero, ¿contra quién contendió Fraile? ¿Cuál
era la lógica de quienes votaron contra él? No había en ese voto en contra una opción constructiva, sino sólo vetar a un precandidato, lo que habla de la dimensión de la tensión interna panista.
Desde otra perspectiva, puede afirmarse que la institucionalidad panista, sus normas internas,
fueron útiles para canalizar el conflicto y finalmente se eligió a un candidato legítimo, pero pagando costos, desgastando la imagen del partido al interior y al exterior.
El contraste entre la nominación priísta y la panista es interesante, en sí misma y por sus consecuencias. El pri privilegió dos cosas: al candidato con mayores probabilidades de ganar y la unidad del partido. El pan se ciñó a sus normas internas. La mayor flexibilidad priísta, en este caso
particular, le daría un candidato con mayores probabilidades de triunfo, además de un menor
desgaste en la selección del candidato. 8
Otro factor que apareció durante el proceso electoral y que influyó sobre el Partido Acción Nacional, fue la aparición de dos libros de Álvaro Delgado, periodista de la revista Proceso: El Yunque
y El ejército de Dios. Ahí se mencionaba a varios panistas poblanos; entre otros, a su candidato a
gobernador como miembros de la asociación secreta El Yunque. Aunque la publicación de los libros, particularmente del primero, tuvo una influencia notable en la opinión publicada en Puebla,
no es claro que haya influido en la opinión pública, ni en las preferencias electorales.
La nominación de los demás partidos tiene menor interés, porque siempre estuvieron lejos
de la posibilidad de ganar la elección. Los candidatos a gobernador del prd, pt, pvem y cd tienen
más bien un interés simbólico. Es probable que sólo un sector muy pequeño de la ciudadanía los
identificara, o supiera siquiera su nombre. Quizá una excepción sería el prd, por la importancia
de este partido en el ámbito nacional.
Dados los problemas internos de este partido en Puebla, que vienen prácticamente desde su fundación, y que lo han dejado por varios períodos sin dirigencia estatal, el candidato a gobernador en
2004 fue nominado por el Comité Directivo Nacional. La designación recayó en Alejandro Villar Borja,
quien había sido delegado de la Secretaría de Desarrollo Social y no contaba con experiencia partidaria. Antes de esta nominación llegó a haber seis precandidatos perredistas.
El candidato perredista fue definido casi en la víspera del vencimiento de la fecha para el registro oficial9 ante el Instituto Electoral del Estado, que es la última semana del mes de agosto del
año electoral, según el artículo 206 del Código Electoral del Estado.
En tiempo similar se definieron las candidaturas de los otros tres partidos. Quedaron Carlos
Macías Courcheñuk, por el Partido del Trabajo, Luis Miguel Bretón Robles por el Verde Ecologista
de México y Fernando Mirón Terrón por Convergencia por la Democracia.
7. Datos tomados de e-consulta, 23 de marzo 2004, de la nota de C. Lemus “Evidencia elección radiografía del frailismo”.
8. La idea de tres formas distintas de normatividad interna para cada uno de los principales partidos políticos
mexicanos la expongo en el ensayo “Tres institucionalidades partidarias”, en El Cotidiano, número 133, septiembreoctubre 2005, uam-Azcapotzalco, México.
9. Véase e-consulta , 27 agosto (2004), nota de Selene Ríos Andraca, “Definen los seis partidos a sus candidatos a la
gubernatura y alcaldía”.
fractales
71
Víctor Reynoso
Dada la importancia de la capital del estado, en donde se encuentra alrededor de 25% del
padrón electoral de la entidad, es importante alguna mención de los candidatos a presidentes
municipales en ese ayuntamiento. Por el pri fue registrado Enrique Dóger Guerrero, que unas
semanas antes de ser candidato había sido rector de la Benemérita Universidad Autónoma de
Puebla. Por el presupuesto que maneja dicha institución, y por la importancia que tiene en la sociedad poblana, debe considerarse a su rector uno de los políticos más importantes de la entidad.
Por el pan el candidato fue Pablo Rodríguez Regordosa, joven empresario poblano que, antes de
candidato, fue presidente del Comité Municipal de su partido en la capital.
Los candidatos de los otros cuatro partidos fueron Jorge Morales Alducin por el prd, Andreas
Cañedo Bree por el pt, Felipe Tanús Rivero por el pvem y Eduardo Ochoa Jiménez por Convergencia. El caso más destacado fue el de Morales Alducin. No sólo por la importancia de su partido,
más simbólica que política en el municipio de Puebla, sino porque había sido priísta toda su vida
y es primo hermano del entonces gobernador, Melquíades Morales Flores. Quiso ser candidato
a presidente municipal por su partido, el pri, y al no lograrlo armó un buen revuelo. Fue considerado el “primo incómodo” de Melquíades Morales. Al no lograr su objetivo, buscó y logró la
candidatura perredista. Quizá con más costos que ganancias para él y para el prd poblano.
Antes de estas nominaciones, hacia los meses de abril y mayo, se mencionó reiteradamente la
posibilidad de una alianza entre los partidos opositores al pri. Francisco Fraile mencionó que una
alianza con los otros tres partidos “le sumaría al pan 11 puntos porcentuales”, pero nada se concretó.
Una alianza así en Puebla era muy poco probable: por un lado, los partidos distintos al pri tienen en
el estado una tradición más de enfrentamiento entre ellos que de unificación; por otro, la legislación
local desincentiva las coaliciones, pues deja a los partidos coaligados con el presupuesto de sólo uno
de ellos.10
Cuadro 1
Puebla 2004
Resultados de la elección de gobernador
PAN
PRI
PRD
PT PVEM CD No reg. Nulos TOTAL
Absolutos 642,519 886,535 100,157 27,799 31,169 40,487
496 57,373 1,786,490
Porcentaje
36
49.6
5.6
1.6
1.7
2.3
0.03
3.2
Fuente: Instituto Electoral del Estado de Puebla:
http://www.ieepuebla.org.mx/images/content/arc_04ComputoFinalElección04.XLS
Cuadro
2 Electorales del Estado de Puebla, en su segundo
10. En efecto, el artículo 60 del Código de Instituciones
y Procesos
Índices
N ypartidos
NP para
las elecciones
de gobernador
en el público
estadocomo
de Puebla
párrafo, señala
que “Los
políticos
coligados recibirán
el financiamiento
si se tratare de un
solo partido político, recibiendo, en este caso, la cantidad que le corresponda al partido político que haya obtenido
la mayor votación en la
última elección
local del Diputados
relativa.” El efecto
de esta
1974
1980
1986por el principio
1992de mayoría1998
2004
norma es sin duda desestimular las coaliciones, afectando uno de los aspectos más sensibles: el financiamiento.
N
NP
72
1.43
1.05
1.45
1.02
1.64
1.04
2.13
1.14
2.57
1.64
2.63
1.83
Notas: N: Número efectivo de partidos (Laakso y Taagepera, 1979); NP: número de partidos
(Molinar, 1991)
fractales
Las elecciones de 2004 en Puebla
Lo significativo del proceso de las nominaciones de candidatos a gobernador en Puebla en 2004
parece estar en dos cosas. Primero, en el peso que ahora tienen las preferencias de los electores, medidas a través de encuestas, en la nominación. Segundo, que los principales partidos políticos tuvieron criterios distintos en la nominación de sus candidatos. El pri fue más pragmático, en un sentido
preciso: se preocupa más por las consecuencias prácticas de su decisión.11 Buscando ganar una elección, nomina al candidato con mayores probabilidades de triunfo. El pan se apegó más a sus normas
escritas, menos flexibles que las priistas, sin calcular tanto las consecuencias de este apego.
El todo: la elección de gobernador
Como lo mostraron las encuestas a lo largo de
todo el proceso electoral, incluso desde antes,
cuando Mario Marín aparecía como el político
poblano más popular de todos aquellos con
posibilidades, el pri ganó con un amplio margen la elección de gobernador: casi 14 puntos
porcentuales, más de 240 mil votos de diferencia sobre la segunda fuerza, el pan.
Los resultados, presentados en el cuadro
1, pueden interpretarse como un sistema de
partido predominante en tres niveles: el del
partido ganador o predominante, el pri; un segundo nivel ocupado por la principal oposición,
el pan; y un tercer nivel con partidos minoritarios, lejos de los dos anteriores.
Es también un sistema multipartidista: está formado por diversos partidos. Pero esta caracterización deja de lado que los partidos se encuentran en una situación muy distinta entre sí. La caracterización de sistema de partido predominante en tres niveles es más precisa, en el sentido ya
señalado: un partido predominante, que gana con cómoda ventaja; una segunda fuerza electoral,
lejos de la primera pero más lejos de los partidos pequeños; y cuatro partidos que no amenazan
ni al predominante ni a la segunda fuerza, si bien con diferencias notables entre ellos (el mayor
de ellos, el prd obtiene casi 4 veces el número de votos del menor, el pt).
Una forma sintética de ver lo anterior es a partir de índices sobre el número de partidos. Un
índice es un número que resume a otros números. En este caso, los índices presentados en el cuadro 2 pretenden resumir los resultados electorales indicando el “número efectivo de partidos” que
11. En el lenguaje cotidiano el término “pragmático” es referido a veces a lo carente de valores, casi llega a ser sinónimo
de “cínico”. Utilizo aquí el término en un sentido muy distinto: pragmático como una mentalidad que calcula siempre
las consecuencias de una acción. En este sentido, está relacionado estrechamente con la ética de responsabilidad tal
como fue planteada por Max Weber, y el pragmatismo tal como lo propuso William James. Por supuesto, queda la
pregunta de por qué si el pragmatismo le ha funcionado al PRI en Puebla, en lo que a nominación de candidatos se
refiere, ha fallado en el vecino estado de Tlaxcala, en dos ocasiones consecutivas.
fractales
73
Víctor Reynoso
dichos resultados expresan. El valor de ambos índices va desde 1, cuando hay un partido único;
2, cuando hay “dos partidos”, 3 cuando hay tres, etcétera.
Los índices presentados son, en cierto rango, una medida de competitividad electoral. Si el valor
de los mismos es uno, la competitividad no existe: hay un solo partido que se lleva todo. Si vale dos
o más, hay ya una situación de competitividad, que puede ser entre dos partidos o más.
El cuadro 2 muestra la evolución numérica del sistema de partidos en Puebla, vista en las elecciones de gobernador en los últimos treintaCuadro
años (1974-2004).
Hay que aclarar que el índice np, al
1
Puebla
2004
ser una corrección de n, es mucho más fino, como podrá verse.
de lasetenta
elección
de gobernador
Lo que np nos indica esResultados
que en los años
y ochenta
había en Puebla una situación muy
cercana al monopartidismo, o de “partido casi único”, como se dijo alguna vez. En 1974, por ejemPAN
PRI
PRD
PT PVEM CD No reg. Nulos TOTAL
plo, el índice muestra que había un partido más “cinco centésimas” de otros partidos. Es decir,
Absolutos 642,519 886,535 100,157 27,799 31,169 40,487
496 57,373 1,786,490
que
los partidos distintos
al
ganador5.6
casi no pesaban,
pesaban2.3
cinco centésimas.
Porcentaje
36
49.6
1.6
1.7
0.03
3.2Ese peso dismiFuente:
Electoral
del Estado
de1980,
Puebla:
nuyó
enInstituto
la siguiente
elección,
la de
para pasar a sólo dos centésimas. La única disminución
http://www.ieepuebla.org.mx/images/content/arc_04ComputoFinalElección04.XLS
en todo el período, pues de 1980 a la fecha el “número de partidos” —y la competitividad­ en las
elecciones de gobernador en Puebla ha aumentado siempre—.
Cuadro 2
Índices N y NP para las elecciones de gobernador en el estado de Puebla
N
NP
1974
1.43
1.05
1980
1.45
1.02
1986
1.64
1.04
1992
2.13
1.14
1998
2.57
1.64
2004
2.63
1.83
Notas: N: Número efectivo de partidos (Laakso y Taagepera, 1979); NP: número de partidos
(Molinar, 1991)
En 1986 se incrementa el valor del índice, sin llegar al valor de 1974. En 1992 tiene un incremento
mayor, de una décima. Pero todavía la oposición prácticamente no pesa: 14 centésimas. El mayor
aumento en el valor del índice se da en 1998: cinco décimas, para llegar a 1.64. Finalmente, en la
elección aquí analizada, hay un aumento significativo, pero mucho menor al de 1998. El valor de
n es ahora de 1.83. El mayor nivel de competitividad en la historia de Puebla. Puede interpretarse
como que hay un partido ganador más “83 centésimas” de otros partidos.
Los valores del índice np pueden ser útiles para periodizar la historia de las elecciones de gobernador en Puebla a partir de los resultados electorales. Parecería haber, en el periodo que abarca el cuadro, dos etapas claramente diferenciadas: hasta 1992 inclusive, y la que abarcaría las dos
últimas elecciones, 1998 y 2004. La primera etapa puede ser considerada de sistema de partido
hegemónico, y la segunda de sistema de partido predominante.
Una vez visto los resultados electorales resumidos en un índice, veámoslos desglosados. El
cuadro 3 presenta los resultados de las elecciones de gobernador en el mismo periodo. Podemos
corroborar algunas cosas que ya nos había mostrado el índice np: hay un partido que de casi único (82% de la votación) pasa a predominante (49.6%).
74
fractales
Las elecciones de 2004 en Puebla
Lo que muestran los datos del cuadro 3, que no muestra el índice, es la situación de los partidos
de oposición. En términos generales, el proceso que muestran los datos puede interpretarse como
el paso de un sistema hegemónico a uno de partido predominante en tres niveles. Los gérmenes
del mismo estaban ya en la elección de 1974. Desde entonces, de manera casi continua, el partido
ganador (pri) ha disminuido su porcentaje de votos. La segunda fuerza (pan) los ha incrementado.12 La tercera (del pcm al prd) ha tenido un comportamiento más irregular. Y los demás partidos
han incluso desaparecido para dar lugar a otros.
Como se ha señalado ya en otros textos, estos resultados presentan cierta regularidad, cierta
estructura. El paso gradual de un sistema de partido hegemónico a un sistema de partido predominante. Esta estructura habla de la parte de lo electoral que permanece, de lo que se mantiene
de una elección a otra, de las inercias, que incluyen las tendencias al cambio. El estado de Puebla
Cuadro 3
Puebla, resultados de la elección de gobernador, 1974-2004
Año
Padrón
V. emitidos
PAN
PRI
PCM...PRD
1974
1,293,964
686,484
53.05%
106,958
15.58%
562,867
81.99%
0
1980
1,165,574
608,072
52.17%
52,560
8.64%
501,769
82.52%
16,349
2.69%
n. p.
1986
1,482,885
758,562
51.15%
91,530
12.07%
585,276
77.16%
13,735
1.81%
n. p.
PT
n. p.
PVEM
n. p.
n. p.
n. p.
CD
n. p.
n. p.
n. p.
N. reg.
0
Anul.
0
NP
1.05
19
0.00%
8,143
1.34%
1.02
1992
1,894,246
948,021
50.01%
156,867
16.65
627,172
66.16%
54,173
5.71
n. p.
n. p.
n. p.
n. p.
0
25,234
3.33%
1.04
58,738
6.2
1.14
1998
406,804
28.9%
760,939
54.1%
152,994
10.9%
27,508
2.0%
18,728
1.3%
n. p.
948
0.1%
35,753
2.5%
1.64
2004
3,237,686
1,786,490.00
55.18%
642,519
36.0
886,535
49.6%
100,157
5.6%
27,799
1.6
31,169
1.7
2.3
496
0.0
57,373
3.2
1.83
Fuentes: Reynoso 1997, Comisión Estatal Electoral 1999 e Instituto Electoral del Estado de Puebla:
http://www.ieepuebla.org.mx/images/content/arc_04ComputoFinalElección04.XLS
12. Al respecto, Rodolfo Ruiz llamó la atención de que el PAN, a pesar de la impresión de que sufrió una derrota
contundente en 2004, incrementó en más de 34% su votación respecto a la elección de gobernador anterior, en 1998,
cuando el padrón aumentó menos del 22% (el candidato del PRI creció entre estas dos elecciones poco menos del
11%). En contraste con la capital del estado, donde el panismo aumentó pero en la misma proporción del padrón,
mientras que el PRI la superó. Ver Ruiz 2004.
fractales
75
Víctor Reynoso
muestra una estructura muy clara: el paso gradual y consistente de un sistema departido hegemónico a uno predominante, con las características ya señaladas.
Las partes (I): el Congreso del estado
Veamos ahora los resultados de las elecciones para el Congreso local. Tres cuestiones llaman la
atención: el voto dividido, que tiene efectos prácticos en la composición del Congreso local; la sobrerrepresentación del sistema electoral poblano y el mantenimiento de la distinción urbano rural en
lo que hace a los resultados electorales de los distritos locales. Además de una cuarta, que quedará
clara al lector: los resultados de las elecciones de diputados en Puebla en 2004, tanto en porcentajes, en triunfos de mayoría relativa y en la composición del congreso, confirman lo ya dicho en el
análisis de la elección de gobernador: en esta entidad hay un sistema de partidos en tres niveles,
un partido predominante (PRI), un partido de oposición mayor (PAN) y un grupo de partidos de
oposición menores (PRD, PT, PVEM y CD),entre los que destaca el PRD.
Los datos del cuadro 4 muestran una clara división del voto, en un sentido preciso. Los dos
partidos predominantes reciben un porcentaje de votos mayor en la elección de gobernador que
en la elección de diputados. Es notable el caso del pri, en el cual el candidato a gobernador obtuvo poco más de cien mil votos, unos seis puntos porcentuales por encima de los candidatos a
diputados del mismo partido. En el caso del pan la diferencia es menor, unos 15 mil votos, poco
más de un punto porcentual.
Los otros cuatro partidos, prd, pt, pvem y cd, por el contrario, obtuvieron mayor votación para
sus candidatos a diputados que para sus candidatos a gobernador. En el cuadro 4 puede verse
cómo los cuatro obtienen en las elecciones de diputados porcentajes notablemente mayores —relativamente— a los que obtuvieron en la elección de gobernador. Lo que tiene efectos prácticos:
Cuadro 4
Puebla 2004. Resultados de la elección de diputados:
representación proporcional y mayoría relativa
RP
%
PAN
PRI
PRD
PT PVEM CD No reg. Nulos TOTAL
627,777 783,484 147,822 49,003 52,583 71,350 4373 65,144 1,801,631
34.8
43.5
8.2
2.7
2.9
4.0
0.2
3.6
MR
%
625,832 780,570 147,529 48,936 52,443 71,223
34.8
43.5
8.2
2.7
2.9
4.0
483 68,848 1,796,157
0.0
3.8
Gobernador
642,519 886,535 100,157 27,799 31,169 40,487
496 57,373 1,786,490
%
36
49.6
5.6
1.6
1.7
2.3
0.03
3.2
Fuente: Instituto Electoral del Estado de Puebla:
http://www.ieepuebla.org.mx/images/content/arc_04ComputoFinalElección04.XLS
76
Cuadro 5
Puebla, elecciones de diputados en 2004
Coeficiente de representación y costo de curul por partidos
fractales
1
curules
2
votos
3
curules/votos
4
costo curul
Las elecciones de 2004 en Puebla
Cuadro 4
Puebla
2004.
Resultados
de la elección proporcional
de diputados:
si los resultados para asignar diputaciones de representación
fueran los de goberrepresentación proporcional y mayoría relativa
nador, dos partidos quedarían fuera del reparto, el pt y el pvem, por haber obtenido menos de 2%
señalado por la ley para
tener derecho
PAN
PRI al reparto.
PRD
PT PVEM CD No reg. Nulos TOTAL
Es posible
esta división
del147,822
voto por
lo señalado:
trataría 4373
de electores
saben
783,484
49,003
52,583 se
71,350
65,144 que
1,801,631
RP interpretar627,777
43.5partidos
8.2 pequeños,
2.7
2.9el caso
4.0
0.2
3.6
que dar su%
voto por uno34.8
de los cuatro
en
de la elección
de gobernador,
no tendría efectos, sería un voto meramente simbólico, pues ninguno de los candidatos de estos
625,832 780,570 147,529 48,936 52,443 71,223
483 68,848 1,796,157
MR
partidos tenía posibilidades de triunfo. Por el contrario, el voto por estos partidos en el caso de
%
34.8
43.5
8.2
2.7
2.9
4.0
0.0
3.8
las diputaciones sí tiene efectos claros: en primer lugar les permite superar el umbral de 2%, que
marca Gobernador
la diferencia entre642,519
ser o no886,535
ser, entre
tener registro
y al menos
un diputado
de representa100,157
27,799 31,169
40,487
496 57,373
1,786,490
ción proporcional
o perder
cosas. Y5.6
en el caso
encima 3.2
de este umbral,
%
36 ambas49.6
1.6 de que
1.7 se esté
2.3 por 0.03
Fuente:
Electoral
del Estado
designificar
Puebla: mayor número de diputaciones. Claro que esta
como
seríaInstituto
el del prd,
los votos
pueden
http://www.ieepuebla.org.mx/images/content/arc_04ComputoFinalElección04.XLS
interpretación exige un elector mínimamente informado sobre el sistema electoral y la presencia
de los distintos partidos político en la entidad.
Cuadro 5
Puebla, elecciones de diputados en 2004
Coeficiente de representación y costo de curul por partidos
PRI
%
PAN
%
PRD
%
PT
%
PVEM
%
CD
%
TOTAL
1
curules
26
63.4
10
24.4
2
4.8
1
2.4
1
2.4
1
2.4
41
2
votos
783,484
43.5
627,777
34.8
147,822
8.2
49,003
2.7
52,583
2.9
71,350
4.0
1,801,631
3
curules/votos
4
costo curul
1.46
30,134.0
0.70
62,777.7
0.59
73,911.0
0.88
49,003.0
0.82
52,583.0
0.61
71,350.0
43,942.2
Fuente: cuadro 4
Y hay que preguntarse ¿cuál es la lógica de esta división del voto?, ¿qué busca el elector al votar
en la elección de gobernador por alguno de los partidos más fuertes?, el pri sobre todo y en menor
medida el pan, y al dividir su voto en la elección del congreso y optar por alguno de los cuatro partidos menores, todos los cuales resultan muy beneficiados de esta división, pero particularmente el
Partido del Trabajo y el Verde Ecologista, cuyos candidatos a gobernador no superaron el umbral
3
fractales
77
Víctor Reynoso
de 2% mínimo, para mantener el registro como partidos y para tener diputados de representación
proporcional. Pero esto requeriría un análisis detallado, que rescatara los distintos tipos de división
del voto. Uno de estos tipos podría ser el de quien quiere ver un gobernador del pri, pero un congreso con una oposición autónoma y más a la izquierda, como el prd. O bien, quien vota también
por el pri para la gubernatura y para diputado por algún otro partido pero relativamente afín al
priísmo, como el pt o cd. Un análisis de este tipo rebasa las pretensiones de este ensayo.
Además de lo anterior, las elecciones de diputados en Puebla muestran un aspecto interesante: el
sistema electoral poblano, en su sentido estricto, es decir, en la forma en que se traducen los votos en escaños. En principio, se trata de un sistema mixto, análogo al federal, donde poco menos de las dos
terceras partes de los diputados (veintiséis, 63.4% del total) son de mayoría simple, y poco más de
una tercera parte (quince, 36.6%) son de representación proporcional. Pero el resultado del sistema
electoral da lugar a una desproporción mayor que la federal, como puede verse en el cuadro 5.
La desproporción mencionada puede verse en las columnas 3 y 4. La primera de ellas presenta
el índice de representación, que debería ser 1 si la representación fuera absolutamente equitativa,
es decir, si al porcentaje de votos que cada partido recibe correspondiera el mismo porcentaje en
curules o diputados. Ningún sistema mixto pretende la equidad absoluta en la representación,
pero sí tiene como propósito no alejarse excesivamente de ella.
En el caso poblano los valores que adquiere el índice de representación podrían considerarse
excesivos, en los casos extremos. Éstos son el del pri, que está sobrerrepresentado por 46 centésimas, y el PRD, que está subreperesentado por 41 centésimas (Véase cuadro 5, columna 4).
La columna 5 presenta los mismos datos en otro coeficiente, el “costo curul”, el número de votos
que tuvo que obtener cada partido para lograr un diputado. El costo promedio es de casi 44 mil votos
por diputado. Al igual que el coeficiente de representación, los datos muestran partidos “premiados” y “castigados”. Los valores extremos son los mismos. El partido más premiado es el pri, con el
“costo” más bajo por diputado: poco más de 30 mil votos. El partido más castigado es nuevamente
el prd, al que cada diputado le “costó” casi 74 mil votos.
Más que en la fórmula de asignación, la base de esta representación está en una inequitativa
distritación, como he señalado en otro sitio.13
Más allá de estos análisis aritméticos, destaca en la conformación actual del Congreso del estado
de Puebla que un partido mantiene una muy amplia mayoría absoluta: el pri, con 63.4% de los escaños. No tiene mayoría calificada, porque está prohibida por la legislación, pero está sólo a dos votos
de tenerla. Esto le da al Congreso estatal, y a la política poblana, una peculiaridad ya poco común
en nuestro país, en donde un solo partido ejerce una amplia mayoría en el poder legislativo.
Este predominio priista en el congreso puede apreciarse en el cuadro 6. El contraste con el mismo índice n aplicado a las elecciones de gobernador, y presentado en el cuadro 2, los valores de n
13. Víctor Manuel Reynoso, “Las elecciones en Puebla (2001)”, en Caja negra, revista de Ciencias Políticas y Humanidades, números 3 y 4, enero-diciembre 2002, Facultad de Derecho, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,
pp. 96-97.
78
fractales
Las elecciones de 2004 en Puebla
para la composición del congreso, es decir, para el “número de partidos en el congreso”, a partir
del número de diputados es interesante. El valor del mismo índice es muy inferior en la composición de la cámara (1.29 para 2004, contra 1.83 en las elecciones de gobernador). Otra forma en
que se expresa la sobrerrepresentación en la legislatura poblana. Llama la atención también que
el valor del índice n tiene, en el tiempo, un comportamiento también distinto, pues en ocasiones
aumenta y en otras disminuye, a veces en forma notable (véase cuadro 6).
Viendo los resultados en cada uno de los 26 distritos electorales, podemos pasar del todo a las
partes. Los datos que mostraban un estado predominantemente priísta se confirman: de los 26
distritos electorales, el pri ganó 23 en 2004. El pan ganó 3.
A este nivel de distritos electorales locales sigue siendo válida la distinción tradicional entre distritos urbanos y rurales para analizar el comportamiento electoral. En las zonas urbanas se da una
notable competencia, donde la alternancia ha llegado a ser casi la norma; en los distritos rurales sigue
ganando el partido predominante. Los distritos más urbanos son los seis de la capital del estado. En
ellos se ha dado la alternancia desde 1995, año en el que la oposición tuvo su primer triunfo electoral
en un distrito electoral poblano. En ese año el pan ganó los seis distritos de la capital. En la elección
siguiente, en 1998, el pri recuperó esos seis distritos. En 2001 se dio de nuevo la “alternancia”: en
cinco de los seis distritos ganó el PAN; el pri ganó sólo el distrito 3 en la capital. En 2004 se volvió a
alternar en cinco de los seis distritos capitalinos, ahora a favor del pri, que ganó en todos.
Los tres distritos ganados por el pan en este año corresponden a las tres principales zonas
urbanas fuera de la capital: Tehuacán, Atlixco y San Martín Texmelucan. Hasta ahora sólo se ha
dado alternancia en 10 de los 26 distritos locales: los seis de la capital, los tres arriba mencionados
ganados en 2004 por el PAN, y el de San Pedro Cholula, que el pan ganó por única ocasión en la
peculiar elección de 1995.14 Todos son urbanos o al menos semiurbanos. Éste puede considerarse
Cuadro 6
Índice NP en la composición de la Cámara de diputados local
1971 1974 1977 1980 1983 1986 1989 1992 1995 1998 2001 2004
NP
1
1
1.03
1.03 1.02 1.05
1.03
1.06
1.65
1.18 1.34 1.29
Nota: el año indica el momento de la elección. El inicio de cada legislatura es un año después al
indicado.
un rasgo “tradicional” de las elecciones poblanas: el pri sigue predominando en las zonas rurales,
mientras que las urbanas son zonas de alternancia y por tanto de alta competitividad electoral.
Hay distritos, como cinco de los seis de la capital, que siempre han tenido alternancia desde 1995:
nunca ha ganado en ellos el partido que ganó la elección anterior. La excepción es el distrito 3,
donde el pri ganó la elección en 1998, 2001 y 2004.
14. En ese año el pan ganó diez distritos locales en Puebla, número que no ha podido igualar, pues en 1998 no ganó
ninguno, en 2001 ganó seis y en 2004 tres, como ya se indicó. Para un análisis de las elección de 1995 en Puebla puede
verse Reynoso, 1998.
fractales
79
Víctor Reynoso
Ciertamente, los número del cuadro 8 pueden ser engañosos, pues los municipios poblanos varían
notablemente en su tamaño demográfico: desde los casi un millón 350 mil habitantes que tuvo en municipio de Puebla en el censo de 2000 (26.54% de la población del estado) hasta los 718 habitantes del
Cuadro 7
Puebla 2004
Resultados de las elecciones de diputados locales de mayoría relativa por distrito
PAN
PRD
PT PVEM
CD
PRI
Puebla
30,880 35,168 6,174 1,696 1,297 1373 25 2,376 78,980
Puebla
30,360 46,030 3,994 2,335 2,174 1255 34 3,037 89,219
Puebla
32,419 44,227 4,004
707 1,547 1413 20 2,468 86,805
Puebla
29,520 37,797 2,466 1,640 2,287 1485 65 2,378 77,638
Puebla
33,630 40,576 3,074 1,102 2,994 2544 16 2,860 86,796
Puebla
31,895 39,568 3,032
862 1,803 1137 19 2,317 80,633
SAN MARTÍN
39,423 32,718 2,789 2,219 1961 3583 10 2,225 84,928
TEXMELUCAN
8 SAN PEDRO
25,978 26,538 7,571 1488 3,247 14541 36 2,910 82,309
CHOLULA
9 ATLIXCO
885
672 1703 13 2,320 86,081
39,520 37,063 3,905
10 IZÚCAR DE
11,835 26,577 16,481
541
789
752
3 2,165 59,145
MATAMOROS
11 CHIAUTLA
10,622 17,884 2,630
662
288 3444
1 1438 36,969
12 ACATLÁN DE
8,012 19,303 6,288
394
154 1612
1 1,539 37,303
OSORIO
13 TEPEXI DE
7,964 16,986 2,188 2,254 5,945
197
2 1,728 37,314
RODRÍGUEZ
14 TEHUACÁN
719
806 22 2,591 90,488
42,974 38,397 3,858 1097
15 AJALPAN
22,549 32,505 15,447
993 2,644 2393 19 3,536 80,086
16 TEPEACA
28,439 29,175 10,149 2,484 4,188 1363 22 2,726 78,546
17 TECAMACHALCO
20,756 30,685 13,500 7,849 8,767 8218 28 3,918 93,721
18 ACATZINGO
10,454 21,395 5,336 4,391
544 1514
2 1,589 45,225
19 CIUDAD SERDÁN
24,802 32,104 5,860 1913
5 1853 34 3,865 70,436
20 TLATLAUQUITEPEC 18,589 22,977 3,773 3,794
698 4965
5 2,710 57,718
21 TEZIUTLÁN
23,756 31,858 2,887 2266 2652 1060 25 2,650 67,154
22 ZACAPOAXTLA
21,322 24,588 1,601
449
265 1782
1 3,167 53,175
23 TETELA DE OCAMPO 16,644 22,304 1,590
394 3,993 3130
8 2,797 50,860
24 ZACATLÁN
25,455 27,704 7,517 2,090
20 3282
1 3,106 69,175
25 HUAUCHINANGO
18,193 22,518 7,257
517 1936 5513
6 4,084 60,024
26 XICOTEPEC
19,841 23,925 4,158 3,914
854
305 65 2,348 55,429
VOTACIÓN TOTAL: 625,832 780,570 147,529 48,936 52,443 71,223 483 68,848 1,796,157
8.21
2.72 2.92 3.97 0.03 3.83
% 34.84 43.46
1
2
3
4
5
6
7
Fuente: IEEP, 2006. p. 71.
80
fractales
Las elecciones de 2004 en Puebla
municipio más pequeño, La Magdalena Tlatlauquitepec (0.01% del total del estado), también según el
censo de 2000.15 Si nos aproximamos más a estos resultados concentrándonos en los diez municipios
más poblados del estado, veremos cómo la estructura de un partido predominante con una segunda
fuerza importante se manifiesta también en los resultados de las elecciones de ayuntamientos.
En 2001 el pan ganó tres de los diez municipios señalados, entre ellos el de la capital, que, como
vimos, abarca más de 25% de la población del estado. El pri ganó 6 y el único partido distinto a
estos dos que obtuvo un triunfo en los diez municipios más poblados del estado fue Convergencia por la Democracia, en Teziutlán.
En 2004 los partidos pequeños salen de esta lista, teniendo ahora el pri también 6 triunfos,
entre ellos el de la capital, y el pan 4. Hay un dato interesante, si comparamos a los partidos ganadores en 2001 y 2004: en 8 de los diez municipios hubo alternancia, es decir, perdió el partido
que gobernaba el ayuntamiento. Sólo en Atlixco y en Xicotepec repiten los mismos partidos, pan
y pri, respectivamente.
Las razones de estas alternancias exceden los objetivos de este capítulo. Pero hay que plantear
al menos una pregunta: ¿Qué es lo que alterna? Entre otras, puede haber cuatro posibles respuestas o hipótesis, no necesariamente excluyentes:
Cuadro 8
Puebla 2004
Municipios ganados por partido
Partido
PAN
PRI
PRD
PT
PVEM
CONVERGENCIA
Número de Porcentaje
municipios
ganados
60
27.6
133
61.3
16
7.4
3
1.4
2
0.9
3
1.4
TOTAL
217
100
Fuente:
http://www.ieepuebla.org.mx/HTMLTemplates/onecol.asp?xmlsrc=../XML/portada_78.xml,
arc_04ListadoDefinitivoGanadores.XLS, consultado el 23 de febrero de 2005
Se añade a la fuente anterior el municipio de Santa Inés Ahuatempan, donde hubo elección
extraordinaria realizada el 29 de mayo de 2005.
15. Instituto Nacional de Geografía y Estadística, Estados Unidos Mexicanos. XI Censo General de Población y Vivienda, Resultados
preliminares, inegi, Aguascalientes, 2000, pp. 255 y 260.
Cuadro 9
Puebla, 2001 y 2004
Partido ganador en los diez municipios más poblados del estado
fractales
Puebla
Tehuacán
San Martín Texmelucan
2001
PAN
PRI
PRI
2004
PRI
PAN
PAN
81
extraordinaria realizada el 29 de mayo de 2005.
Víctor Reynoso
Cuadro 9
Puebla, 2001 y 2004
Partido ganador en los diez municipios más poblados del estado
2001
2004
PRI
Puebla
PAN
Tehuacán
PRI
PAN
San Martín Texmelucan PRI
PAN
Atlixco
PAN
PAN
San Pedro Cholula
PRI
PRI
Huauchinango
PAN
PRI
Teziutlán
CDPPN PRI
Izúcar de Matamoros
PRD
PRI
Xicotepec
PRI
PRI
Zacatlán
PRI
PAN
Fuentes: Instituto electoral del Estado de Puebla, Memoria…2001 y www.ieepuebla.org.mx.
1. se alternan “proyectos de nación” (concretados en “proyectos de municipio”);
2. Lo que alterna son moralidades públicas distintas.
3. La alternancia se da entre “equipos de gobierno” que sustituyen al gobierno en turno, re6
chazado por los votantes por su poca eficiencia en el gobierno.
4. O bien, la alternancia se da meramente entre etiquetas partidarias cuyo contenido no tiene
ningún significado.
No sólo las cuatro hipótesis no son excluyentes, sino que pueden ser válidas para algunos casos y no para otros. La primera hipótesis se basa en la visión ilustrada, racionalista, de los partidos
políticos, que considera que éstos son encarnaciones de proyectos políticos muy distintos, incluso
antagónicos entre sí. Generalmente esta concepción va acompañada de la idea de que estos proyectos representan intereses de grupos sociales. La geometría política, la idea de que la distinción
fundamental entre los partidos políticos puede expresarse con los términos “izquierda”, “derecha”
y “centro”, generalmente acompaña esta concepción de los partidos y de la política. De acuerdo con
ella, la alternancia sería entre proyectos políticos, de carácter nacional o incluso global, pero encarnados en este caso en el ámbito municipal.
Una segunda hipótesis señalaría que más que proyectos alternativos, que representan intereses de grupos sociales específicos, lo que distingue a los distintos partidos, es decir, lo
que “alterna” cuando un partido pierde el poder ante otro distinto, es una especie de “perfil
ético-político”, de una moralidad pública distinta. De acuerdo con esto los partidos diferirían
en la honestidad de sus políticos, en su compromiso con los valores públicos, en su capacidad de construir bienes y valores públicos. Así, mientras algunos grupos políticos estarían
llevados por su perfil ético político a convertir los recursos públicos en bienes privados para
ellos mismos, habría otros con mayor capacidad para convertir los recursos públicos en valores públicos.
82
fractales
Las elecciones de 2004 en Puebla
La tercera hipótesis se centra en la capacidad ciudadana para evaluar los equipos gobernantes.
Más allá, o más acá, de los grandes proyectos o de los perfiles éticos, esta hipótesis considera que
se da alternancia como un castigo de los electores al mal desempeño de quienes lo gobiernan. Independientemente de ideologías y programas, el ciudadano juzga desempeños gubernamentales: si el
desempeño es bueno, vota por el mismo partido en el gobierno; si es malo, vota por la alternancia.
Cuadro 10
Municipios ganados por partido político
1977 1980 1983 1986 1989 1992 1995 1998 2001 2004
PAN
1
2
2
3
7
4
23
15
49
60
PRI
213 215 211 210 194 204 186 182 137 133
PRD
2
5
4
7
15
21
16
PT
2
2
3
PVEM
1
3
5
2
CD
3
3
TOTAL 214 217 213 215 206 212 217 217 217 217
Fuentes: 1977-1995: Raymundo García (1998), pp.277-8. 1998: Comisión Estatal Electoral.
2001 Instituto Electoral del Estado (2002). 2004: Instituto Electoral del Estado (2004) y
http://www.ieepuebla.org.mx/images/content/arc_2004PlanillasyFormulasGanadoras.XLS
Consultado el 23 abril 07
Nota: En los casos en que el total es menor a 217 hubo triunfos de partidos que perdieron su
registro y actualmente no participan.
Estas tres primeras hipótesis, en distintos niveles, pueden ser enunciadas con mayor precisión
a partir de la teoría de la “salida” de Albert O. Hirschman.
La cuarta hipótesis es menos racionalista que las tres anteriores. No considera que lo que alterne
sean proyectos, ni perfiles éticos, ni gobiernos eficientes. Lo que decide la alternancia o la permanencia de un partido en el poder son cuestiones menos racionales como la imagen de los candidatos
y de los gobiernos anteriores, las campañas de mercadotecnia, el peso del “voto duro” en el municipio, la capacidad de intercambio de partidos y candidatos. Puede que la imagen que los electores
tengan de los partidos, de sus proyectos supuestos o reales, de su identificación con determinados
intereses, de su moralidad, o de su desempeño como gobernantes, influya en la decisión de votar o
no. Pero se trata de imágenes, no de verdades bien construidas. Las imágenes pueden ser ciertas o
falsas: puede haber notables variantes en cada caso.
En el caso mexicano se complica el análisis de la alternancia al no haber reelección consecutiva de
los miembros del cabildo, por lo que un rechazo al candidato o a la planilla del partido en el poder
no es necesariamente un rechazo al gobierno municipal.
En conclusión, es necesario hacer análisis más a fondo, cualitativos, para ver cuáles son las razones de la alternancia y ver si hay un patrón que explique esta generalización, de este fenómeno en la
elección poblana de 2004 y en los 10 municipios más grandes. Y en el resto de las elecciones mexica-
83
fractales
7
Víctor Reynoso
nas, incluyendo, por supuesto, la del Ejecutivo Federal. Limitémonos aquí a señalar un hecho que
sin duda es digno de analizar y cuatro hipótesis a partir del cual explicarlo.
Conclusión
Como ya se señaló, las nominaciones de los candidatos del pri y del pan muestran una preocupación por las posibilidades electorales del candidato que antes no se tenía. En Puebla, en 2004, esa
preocupación fue determinante en la candidatura priísta, y tuvo un efecto indirecto en la panista,
pues el pan siguió el procedimiento formal para elegir a su candidato sin dar prioridad a su potencial electoral. Esto explica en parte la importancia que las encuestas de preferencias electorales
tienen hoy en las elecciones mexicanas. Las nominaciones también expresan tradiciones distintas
en los dos partidos mencionados.
Ya no es novedad, pero hay que señalar que dentro del pan se dio una fuerte disputa por el poder, es decir, por la nominación del candidato a gobernador. Disputa que llegó a fuertes acusaciones e incluso a los tribunales. Lo más probable es que dicha disputa también se dio en el pri, pero
fue canalizada y resuelta de manera distinta, lo que muestra la diversidad institucional de los dos
partidos.Los resultados numéricos a nivel estatal muestran un sistema de partidos en tres niveles:
un partido predominante, que gana la elección de gobernador por un margen amplio y que controla la mayoría absoluta del congreso, una oposición principal que se distingue de las otras y un
conjunto de partidos de “tercer nivel”, entre los que destaca el pd. Se trata de una estructura de mediano o largo plazo, que se ha mantenido durante varias elecciones, y que muestra como tendencia
el debilitamiento del partido predominante. Si pasamos a las regiones del estado, sean distritos o
municipios, encontramos zonas bipartidistas de intensa competencia, de “alternancia perpetua”:
como la capital, que desde 1995 ha alternado al partido gobernante en cada elección. Yendo más a
los detalles, a los municipios, se encontrarán otras formas de alternancia y tendencias al multipartidismo. Pero dejemos el análisis en este nivel general.
84
fractales
Descargar