SEPSIS POR CATÉTER EN NIÑOS CON TRATAMIENTO DE HEMODIÁLISIS AUTORES: Dra. Diana Patricia Durán Casal1 Dra. Lourdes Pérez Clemente2 Dr. José Florín Yrabien3 Dr. Juan José Marchena Bequer4 Especialista de 2do grado en Nefrología. Especialista de 1er grado en Pediatría Profesor Auxiliar. 1 Facultad “Calixto García” Especialista de 1er grado en Pediatría. Diplomada en Nefrología. 2 Especialista de 1er grado en Nefrología. Especialista de 2do grado en Pediatría. Profesor Auxiliar. 3 Facultad “Calixto García” Especialista de 1er grado en Pediatría y Master en Infectología. Profesor Asistente. Facultad 4 “Calixto García” Servicio de Hemodiálisis. Hospital Pediátrico “Centro Habana”. La Habana. CUBA RESUMEN De los 22 pacientes incluidos en el Plan de Crónicos en el Servicio de Hemodiálisis del Hospital Pediátrico”Centro Habana” en un período de 1 año, 10 tenían como acceso vascular temporal para hemodiálisis un catéter venoso percutáneo (45.5%). En estos 10 pacientes con catéter venoso central (CVC) se registraron 26 procesos infecciosos relacionados con el cateterismo, ya que algunos de ellos presentaron más de un episodio de infección relacionados con el mismo. Los catéteres utilizados fueron colocados por vía percutánea en las venas subclavia, femoral y yugular interna. Los catéteres insertados en la vena femoral presentaron el mayor número de complicaciones infecciosas. Del total de pacientes infectados, el hemocultivo fue positivo para el mismo germen en 14 casos, lo que evidenció que el 53,8% de los pacientes desarrollaron una infección a punto de partida del catéter. Los gérmenes que predominaron fueron los grampositivos (53,7%) representados mayoritariamente por el Estafilococo coagulasa negativo. Las sepsis sistémicas predominaron en el estudio; todos los pacientes desarrollaron manifestaciones clínicas. En nuestro servicio la tasa estimada de sepsis por catéter para hemodiálisis fue de 18,1%. Descriptores DeCS: SEPSIS / CATÉTER / HEMODIÁLISIS INTRODUCCIÓN La diálisis es la sustitución artificial de la función renal. Desde su comienzo, hace más de 30 años, la hemodiálisis (HD) constituye un método sustitutivo eficaz de tratamiento en pacientes con Enfermedad Renal Crónica Terminal.1 La utilización de los catéteres intravenosos en la HD es de uso habitual como método rápido para establecer un acceso temporal de HD hasta la realización y maduración de una Fístula arteriovenosa (FAV)permanente. Correlativamente a la utilización generalizada de catéteres se ha asistido a la aparición de un número importante de complicaciones, principalmente infecciosas, asociadas a su uso.2 Los catéteres vasculares son responsables del 10-15% de todas las infecciones adquiridas en el hospital.3 La infección asociada con el catéter (IAC) es frecuente, manifestándose con síntomas locales inflamatorios en el lugar de la punción cutánea o en el trayecto subcutáneo como son: dolor, rubor, eritema, calor, edema local, cordón venoso palpable y presencia de pus, o puede pasar inadvertida hasta que el paciente presenta una bacteriemia, (infección generalizada) pudiendo dar lugar a complicaciones severas (endocarditis, meningitis, osteomielitis, etc.). La infección, fundamentalmente la sistémica está asociada a un incremento de la morbimortalidad (10-20%), a una estancia hospitalaria prolongada y a un incremento del coste médico.2—3-4 Sepsis por catéter: Es un cuadro infeccioso determinado por la invasión del organismo por gérmenes provenientes de un catéter intravascular una vez descartada otras fuentes de infección. Es importante determinar los mecanismos patogénicos implicados en la IAC. La llegada de los microorganismos al torrente circulatorio se produce fundamentalmente por dos vías: por la superficie externa del catéter, vía extraluminal, o por el interior del catéter, vía intraluminal, a partir de un líquido de infección contaminado o de una conexión. Aunque menos frecuente, también se puede colonizar la punta del catéter por siembra hematógena, a partir de un foco séptico distante. El diagnóstico de la infección relacionada con un catéter intravascular debe basarse en la presencia de signos clínicos y en los resultados de estudios microbiológicos. Las estrategias para la prevención se basan en el correcto cumplimiento de las medidas de asepsia y antisepsia durante la inserción del catéter y conservación de las vías vasculares, con buena desinfección mecánica y química del sitio de la punción, lavar las manos y mantenerlas asépticas, así como las superficies externas de las conexiones antes de cualquier manipulación.4 Una vez establecido el diagnóstico de la IAC conlleva la toma de decisiones que van dirigidas a retirar o mantener el catéter responsable de la infección y a iniciar tratamiento antimicrobiano adecuado.2-3-4-5--6 Es nuestro propósito caracterizar las Infecciones relacionadas a catéteres (IAC) y resaltar la gran importancia que tienen en los pacientes que están en un programa de hemodiálisis, por la necesidad de tratarlas precozmente.6 MATERIAL Y MÉTODO Se estudiaron los expedientes clínicos de los 22 pacientes incluidos en el Plan de crónicos, que recibieron tratamiento de hemodiálisis en el Servicio de Diálisis del Hospital Pediátrico Centro Habana, durante el año 2005. De los 22 pacientes, 10 tenían como acceso vascular para hemodiálisis un catéter venoso y 12 Fístula arteriovenosa (FAV), los cuales fueron excluidos. Se analizaron algunos factores relacionados con la infección asociada al catéter como el lugar de inserción del mismo, las manifestaciones clínicas y los gérmenes más frecuentes responsables de la Infección por catéter. Se consideraron sépticos aquellos pacientes que desarrollaron manifestaciones clínicas evidentes de infección sin foco aparente y hemocultivos positivos, se incluyeron además los que presentaron sepsis clínicas que no tenían relación con su enfermedad inicial, aun con hemocultivo negativo. Los datos obtenidos se volcaron en tablas y gráficos para su posterior análisis. RESULTADOS De los 22 pacientes a los cuales se les realizó Hemodiálisis durante el año 2005 en el Servicio de Hemodiálisis del Hospital Pediátrico “Centro Habana”, 10 tenían como acceso vascular para dicho proceder dialítico un catéter venoso central (CVC) (45,5%), como refleja la tabla 1. En la tabla 2 se muestran los resultados de los cultivos de catéteres teniendo en cuenta el sitio de inserción. Se aprecia que todos los pacientes que tenían como acceso vascular temporal para hemodiálisis un catéter venoso desarrollaron un proceso infeccioso relacionado con el mismo y algunos de ellos presentaron más de una infección asociada con el cateterismo. Se enviaron a Microbiología los catéteres retirados a los pacientes con signos y síntomas de infección. La tabla 3 muestra que en 10 pacientes con catéter venoso central (CVC) se desarrollaron 26 procesos infecciosos relacionados con el cateterismo, ya que algunos de ellos presentaron más de un episodio de infección relacionados con el mismo. En la tabla 4 se aprecia que en el hemocultivo hubo coincidencia de aislamiento de igual germen en 14 casos, para un 53,8%, lo que nos permitió afirmar la existencia de infección por catéter en estos pacientes sin otra causa aparente. En cuanto a la frecuencia de gérmenes aislados responsables de la infección relacionada al catéter, como se muestra en la tabla 5, en nuestro estudio encontramos un discreto predominio de los gérmenes Gram. Positivos (53,7%), representados mayoritariamente por el Estafilococo coagulasa negativo sobre los restantes gérmenes, seguido por los hongos (Candida spp). En la tabla 6 se aprecia que la fiebre con o sin temblores es el síntoma principal de la infección asociada a catéteres, estando presente en el 76.9% de los episodios de infección. Tabla 1 – Tipo de acceso vascular Total de pacientes 22 CATÉTER FAV No % No % 10 45,5 12 54.5 Tabla 2 – Cultivo de catéter según el sitio de inserción Cultivo (+) No de casos 8 No 20 % 76,9 Vena femoral 1 5 19,2 Vena yugular interna 1 1 3,9 Sitio de inserción Vena subclavia Tabla 3 – Sepsis por catéter Total de IAC Cultivo(+) Cultivo(-) Hemocultivo(+) catéter 10 26 No % No % No % 18 69,2 8 30,7 15 5,7 Tabla 4 – Relación entre el hemocultivo y cultivo del catéter Relación Igual germen Diferente germen Sin crecimiento Contaminado Hemocultivo 14 1 7 4 % 53,8 3,8 26,9 15,3 Tabla 5 – Frecuencia de gérmenes aislados Estafilococo coagulasa negativo Estafilococo spp Candida spp E.coli BNF 10 4 10 1 1 38,4% 15,3% 38,4% 3,8% 3,8% Tabla 6 – Manifestaciones clínicas más frecuentes Fiebre 20 casos 76,9% Temblores 1 caso 3,8% Secreción 5 casos 19,2% DISCUSIÓN Desde su comienzo, hace más de 30 años, la Hemodiálisis constituye el modo de vida de miles de personas. Debido al compromiso inmune de estos pacientes y a la presencia permanente de un cuerpo extraño, son elevadas las posibilidades de que desarrollen una infección.1 El uso de catéteres venosos centrales (CVC) se ha ido extendiendo, desde su incorporación a partir de la década del 60, en numerosos campos terapéuticos. Uno de ellos son los procedimientos de hemodiálisis, en los cuales, la utilización de los catéteres venosos es de uso habitual como método rápido para establecer un acceso vascular temporal de hemodiálisis hasta la realización y maduración de una fístula arteriovenosa permanente.2 Los catéteres de acceso vascular temporal más utilizados son los colocados por vía percutánea en una vena grande, las localizaciones habituales para estos catéteres son las venas subclavias, femoral y yugular interna. En nuestro estudio los catéteres insertados en la vena femoral presentaron el mayor número de complicaciones infecciosas, coincidiendo con estudios recientes de Ojeda y colaboradores que ponen de manifiesto el alto riesgo de infección en esta localización debido a que la densidad bacteriana es más elevada a ese nivel por la posible colonización entérica.2 Los catéteres vasculares son los responsables del 10-15% de todas las infecciones adquiridas en el hospital.3 Dentro de estas, las infecciones relacionadas con cateterismo centrovenoso contribuyen a prolongar la estadía de los pacientes, al incremento del coste médico, así como ponen en peligro la vida de estos.2-5 En nuestro servicio la incidencia estimada de sepsis por catéter venoso fue elevada, sin embargo, cifras similares encontramos en los distintos trabajos publicados donde hay grandes discrepancias en los resultados, ya que la información relativa a la frecuencia de las infecciones relacionadas con catéteres es muy confusa y variable, debido a la diversidad metodológica de los estudios que aportan los datos.4 En nuestro estudio logramos una coincidencia de aislamientote igual germen en el 53,8%, similar a lo señalado por otros autores5. En un porcentaje de nuestros pacientes se incubó positivo el cultivo de la punta del cateter, además de presentar manifestaciones clínicas de sepsis (bacteriemias) y con hemocultivos negativos, lo que atribuimos al uso de antibióticos de amplio espectro, al momento de la toma de la muestra, así como de su traslado.4-5-6 Con el análisis de los gérmenes aislados en los cultivos, en nuestro estudio se pone de manifiesto que los microorganismos que con mayor frecuencia están implicados son los gérmenes Gram. positivos, coincidiendo con los reportes de la literatura revisada1-2-3-4-5-Y dentro de estos, según Decker y colaboradores el Estafilococos aureus y el coagulasa negativo están siendo cada vez más tenidos en cuenta en la sepsis por CVC. Por consenso, solo se deben enviar a Microbiología para cultivo los catéteres procedentes de los pacientes con signos y síntomas de infección.4 Aunque actualmente existen métodos alternativo que demuestran la infección del catéter sin la obligatoriedad ”a priori” de su retirada.2-4 Las estrategias de prevención se basan en la correcta manipulación de los catéteres, con extremas medidas de asepsia y antisepsia. La formación continuada del personal para su cumplimiento, la inserción y el mantenimiento de los dispositivos intravasculares, son la base fundamental de la prevención de las Infecciones relacionadas con catéteres. Para lo cual deben establecerse protocolos escritos de todos los procedimientos relacionados con la prevención de las infecciones. 4-5 CONCLUSIONES En nuestro trabajo encontramos una alta frecuencia de infecciones relacionadas con el catéter vascular para hemodiálisis por paciente. La incidencia estimada de infección relacionada en nuestra unidad fue del 18,1%. El catéter colocado en la vena femoral presentó el mayor número de complicaciones infecciosas. Identificamos un ligero predominio de gérmenes Gram. positivos, encabezados por el Estafilococo coagulasa negativo (53,7%) sobre los restantes gérmenes responsables de la Infección Asociada a Catéter. La fiebre fue la forma clínica de presentación más frecuente, encontrándose en el 76,9%. de los casos. BIBLIOGRAFÍA 1.Lentito JR., Baddour LM., Wray M., et al.:” Staphylococus aureus and other bacteriemias in hemodyalisis patient: Antibiotic therapy and surgical removal of access site”. En: Infection 2000; 28: 355-360 2.Fernández Ojeda, E.,Mejias Lobón, G.: Infecciones asociadas a catéteres. Servicio de Microbiología-Hospital General Yagüe. Burgos. España. CIN 2000 3.Soler Morejón C., y cols.: Sepsis por catéter: su impacto en la UCI del CIMEQ. En: Revista de Investigaciones Médico Quirúrgicas. 2000;Volumen 2(1) 60-63 4.Ariza J., León C., Rodríguez Noriega A. y Fernández Mondéjar E.: Conclusiones de la Conferencia de Consenso "Infección por catéter en UCI". Sociedad Española de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias. Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas. Impreso en España por: Fernández Ciudad, S.L. 2003; 27(09) 615-620. 5.Martín FF., Gonzáles JC., Domínguez R. y cols.: Sepsis relacionada con cateterismo Centrovenoso percutáneo. En: Rev Cubana Pediatr. 1999; volumen 71(1) 30-38 6.Ioannis Ch. et al:”Antibiotic -Coated Hemodiálysis Catheters for the Prevention of Vascular Catheter- Related Infections: A Prospective, Randomized study”. Am J Med. 2003;115:352-357 AUTOR PRINCIPAL: Dra. Diana Patricia Durán Casal Correo electrónico: [email protected]