CAPÍTULO 8 DISPOSITIVOS DE CORTE Y CAUTERIZACIÓN EN CIRUGÍA OCULOPLÁSTICA María Teresa Vozmediano Serrano, Ángel Arteaga Sánchez, Antonio Vallejo San Juan, Nicolás Toledano Fernández – Energía de la corriente. El modo «corte» consiste en ondas de radiofrecuencia que se emiten de forma continua y que incorporan alta corriente y bajo voltaje. El modo «coagulación» se compone de ráfagas intermitentes de radiofrecuencia que tienen alto voltaje y baja corriente. La forma «blend» o «mezcla» es una modificación del modo «corte» que se usa cuando se necesita corte y hemostasia al mismo tiempo. Para ello la emisión de ráfagas se produce de modo discontinuo pero a gran voltaje. La cauterización es el elemento principal de la hemostasia intraoperatoria. Actúa de forma rápida y eficaz y cuando se usa adecuadamente produce un daño térmico mínimo asociado al cierre de los vasos sangrantes. En cirugía oculoplástica se utilizan tres tipos de instrumentos: los dispositivos eléctricos de corte/coagulación, los cauterios manuales a pilas y el láser de CO2. 1. DISPOSITIVOS ELÉCTRICOS DE CORTE Y COAGULACIÓN UNIDADES DE ELECTROCIRUGÍA (Ver también capítulos 5 y 7) Utilizan una corriente eléctrica de alta frecuencia para cortar y coagular. Conseguir estos efectos en los tejidos depende de diferentes factores: – Densidad de la corriente. Cuanto mayor sea la corriente que pasa por una zona, mayor es el efecto sobre el tejido. También cuanto mayor es la cantidad de calor que produce la corriente, mayor es el daño térmico sobre el mismo. – Tiempo. Una activación prolongada del dispositivo origina un daño tisular más extenso y profundo. También la velocidad a la que movemos el electrodo da lugar a una mayor o menor coagulación. – Tamaño del electrodo. En los pequeños (tipo aguja) hay una mayor densidad de corriente y por tanto una mayor concentración del efecto calor en el lugar de contacto con el tejido. – Conductividad del tejido. Cada tejido posee diferente resistencia a la electricidad. La grasa y el hueso tienen gran resistencia y conducen mal la electricidad mientras que el músculo y la piel son buenos conductores de la electricidad y tienen baja resistencia. Este dispositivo (fig. 1) puede ser utilizado como instrumento unipolar o bipolar (fig. 2). Figura 1. Generador de corriente. 69 CIRUGÍA PALPEBRAL Y PERIOCULAR (fig. 4). No debe confundirse con la aguja de corte de otros sistemas unipolares (fig. 5). Ésta es mucho más fina y causa menos daño térmico en los tejidos adyacentes. Figura 2. Dispositivo eléctrico de corte y coagulación. A) Generador. B) Placa conductora necesaria para sistema unipolar. Necesita ser adherida a la piel del paciente para que la corriente discurra por el circuito. C) Bisturí eléctrico con punta de colorado incorporada a su extremo terminal. La presión del botón azul produce corte y la del botón amarillo, coagulación. D) Pinza bipolar. E) Pedal de pinza bipolar conectado a generador. Necesita ser presionado para que la corriente procedente del generador, llegue a la bipolar y ésta coagule. Figura 4. Dispositivo unipolar: Generador, placa conductora y bisturí eléctrico con punta de Colorado. En el modo unipolar la corriente pasa desde la punta del instrumento al tejido. De aquí a través del cuerpo del paciente, al electrodo de retorno y desde éste de nuevo al generador (fig. 3). Figura 5. Diferentes dispositivos de corte-coagulación. Para cortar debe aplicarse a modo de pinceladas. El acúmulo de carbón en la punta es indicativo de que la estamos deslizando con mucha rapidez, que está cortando a demasiada profundidad o que se está utilizando a una potencia muy alta. En el modo bipolar (fig. 6) la corriente va desde la primera rama de la pinza del terminal que sujeta el cirujano, a la otra rama de la pinza pasando por el tejido existente entre las ramas. Desde esta segunda rama retorna de nuevo al generador sin atravesar el cuerpo del paciente (fig. 3). Para su funcionamiento se requiere de la presión de un pedal que también va conectado al generador (figs. 2 y 7). Figura 3. Recorrido de la corriente en los dispositivos eléctricos Se trata de un instrumento de disección y coagulación muy eficaz con capacidad para coagular vasos menores de 1 mm de diámetro mediante obliteración directa. El tipo más útil en Oculoplástica es la aguja de Colorado (Colorado Biomedical, Inc., Evergreen, CO) 70 8. DISPOSITIVOS DE CORTE Y CAUTERIZACIÓN EN CIRUGÍA OCULOPLÁSTICA ra accidental en otras localizaciones del cuerpo. Estos caminos alternativos de retorno ocurren cuando la corriente encuentra a su vez una ruta alternativa. Para prevenir esto, todo el cuerpo del paciente debería estar aislado de cualquier objeto metálico (por ejemplo de la mesa de operaciones). Fuego y explosiones (figs. 8 y 9) Deben evitarse las preparaciones cutáneas de alcohol porque pueden discurrir a través de los paños y provocar fuego por chispas desde el electrodo. Las chispas pueden prender también en contacto con los gases que se acumulan en cavidades, por lo que se debería evitar operar con paños cerrados y hacerlo a cielo abierto. Figura 6. Pinzas del dispositivo bipolar. Figura 7. Pinzas y pedal del dispositivo bipolar. Tiene como ventajas frente a la unipolar que el cuerpo del paciente no forma parte del circuito, que la cantidad de tejido que coge el instrumento es muy pequeña, que los voltajes son más bajos y que no interfiere con los marcapasos cardiacos. Además tiene gran poder cauterizador de grandes vasos ya que no solo sella el vaso sangrante sino que también recluta y contrae el tejido conectivo circundante alrededor del mismo. El inconveniente fundamental es su pobre efectividad como instrumento de disección. Figura 8. Quemadura labial por combustión de una chispa generada por bisturí eléctrico, en el curso de una blefaroplastia (Aspecto a las 24 horas de la cirugía). COMPLICACIONES DE LA CIRUGÍA CON ELECTROCAUTERIO Quemaduras Pueden ocurrir en el lugar de fijación del electrodo si éste no está bien adherido a la piel y existe una separación parcial del mismo. La corriente puede en este caso circular por fuera del electrodo de retorno y causar una quemadu- Figura 9. Aspecto final a los 6 meses. 71 CIRUGÍA PALPEBRAL Y PERIOCULAR Humo quirúrgico 2. CAUTERIO MANUAL A PILAS Se han aislado sustancias tóxicas (carcinógenos, material vírico activo, …) en este «humo» que se desprende durante las maniobras de corte y coagulación. Aunque en cirugía oculoplástica este humo no se desprende en grandes cantidades, se recomienda contar con un sistema de evacuación del mismo (fig. 10). El cauterio manual es un instrumento que actúa usando como fuente de energía una batería autónoma que va alojada en el interior del dispositivo. Coagula y corta a través de un alambre situado en el extremo del aparato (fig. 11). Figura 11. Cauterios de pilas. El superior es de alta temperatura y el inferior de baja temperatura. Figura 10. Junto al sistema de corte-coagulación, disponemos un aspirador para la extracción de los humos liberados. Está disponible en dos variedades, el cauterio de baja y el de alta temperatura. El cauterio de baja temperatura normalmente contiene una única batería (pila) que alcanza una temperatura de 1.000°. El alambre terminal no toma el color rojo vivo. Se utiliza para cirugía ocular y es de poco uso en cirugía palpebral y orbitaria. El cauterio de alta temperatura generalmente contiene dos pilas y alcanza temperaturas de hasta 2200°. La punta alámbrica adquiere un color rojoanaranjado cuando llega a ella. Tiene gran utilidad como cauterio y como disector en cirugía oculoplástica. Temperatura y calor son diferentes medidas de un mismo fenómeno y no deben ser confundidos entre si. La temperatura está determinada por la velocidad relativa de las moléculas en un objeto, mientras que el calor es un producto de la velocidad relativa de las moléculas del objeto y de la masa del objeto. Por eso aunque las dos pilas de un cauterio puedan alcanzar la temperatura del alambre hasta varios miles de grados, el calor total en el alambre es pequeño, incluso cuando la punta tiene un color rojo-anaranjado brillante. Toque entre instrumentos quirúrgicos metálicos Pueden dañarse otros tejidos vecinos cuando estos instrumentos están fuera del campo de visión del cirujano y se aplica el electrocauterio. Por ello hay que tener siempre controlada su localización. RECOMENDACIONES PARA EL BUEN USO DEL ELECTROCAUTERIO 1. Considerar el uso de la técnica con pinza bipolar. 2. Evitar altos voltajes. 3. Cuidar que el electrodo esté bien adherido a la piel (No reutilizar electrodos de un solo uso). 4. Utilizar la mínima potencia eficaz para conseguir el efecto deseado. 5. Tener localizados siempre todos los instrumentos en el campo quirúrgico. 72 8. DISPOSITIVOS DE CORTE Y CAUTERIZACIÓN EN CIRUGÍA OCULOPLÁSTICA más de 100° C que da lugar a la vaporización de la capa más superficial del tejido. El corte se realiza generalmente en modo continuo y con la pieza de mano enfocada para producir un tamaño de spot en el tejido diana de aproximadamente 0,2 mm de diámetro. El efecto hemostático del láser de CO2 se obtiene gracias a la necrosis térmica que origina en las 70-100 µm de la base del tejido cortado o alisado. Durante el corte/disección, es capaz de obliterar al mismo tiempo vasos de hasta 0,5 mm de diámetro siempre que el haz del láser esté en el «modo enfocado». El sangrado de vasos de tamaño mayor (entre 0,5 y 1 mm) tiene que controlarse con el láser en «modo desenfocado» o bien con el bisturí eléctrico. Por ello también es importante aplicar el cauterio cuando la punta está incandescente para conseguir máxima cauterización con mínimo daño térmico profundo. Si el cauterio se aplica antes de que la punta esté naranja, la hemostasia no será muy efectiva ya que la temperatura no subirá mucho por la absorción extra de energía de los tejidos vecinos y se producirán quemaduras innecesarias en el tejido normal. Por el mismo motivo cuando el alambre tiene ya un color rojo apagado debe desecharse ya que traduce el agotamiento de las pilas del aparato y la ineficacia del procedimiento. 3. LÁSER DE CO2 (fig. 12) El láser de CO2 puede funcionar como bisturí, como cauterio o como ambos. La función alisadora/rejuvenecedora del mismo no es objeto de este capítulo. Su acción se basa en la vaporización controlada del tejido mediante la interacción láser-agua del tejido diana y el grado de penetración del mismo es dependiente del contenido en agua del tejido e independiente del de melanina o hemoglobina. Los efectos de corte y ablación se consiguen cuando la energía del láser (longitud de onda de 10,600 nm en la región infrarroja del espectro electromagnético) choca con el agua inter e intracelular y produce un calentamiento instantáneo del agua a Figura 12. Consola de laser CO2 y terminal del láser. PRECAUCIONES • Si el láser se va a realizar fuera del área palpebral, la región periorbitaria debería protegerse con gasas o compresas húmedas. • Si la sesión afecta al área palpebral, el globo debe protegerse con cascarillas de metal antirreflectantes vigilando que estas no se muevan durante el procedimiento para que el ojo no quede desprotegido. De igual forma los instrumentos metálicos que se utilizan durante la cirugía deben estar matizados para minimizar la reflexión del láser y el consiguiente daño de los tejidos vecinos. • Evitar el fuego mediante la no utilización de agentes no volátiles como el alcohol o la acetona en la preparación preoperatoria del paciente. Los paños quirúrgicos deben cubrirse con compresas húmedas. El oxígeno debe evitarse siempre que sea posible y si el paciente está intubado, el tubo endotraqueal debe cubrirse con una gasa húmeda. • Comprobar el alineamiento del láser. Debido a que el láser de CO2 utiliza la zona infrarroja del espectro electromagnético, que es invisible a simple vista, muchos láseres incorporan un rayo guía coaxial al láser como ayuda para dirigir con precisión el impacto sobre el tejido diana. • Evacuar el humo vaporizado para evitar la inhalación de partículas tóxicas (víricas). 73 CIRUGÍA PALPEBRAL Y PERIOCULAR BIBLIOGRAFÍA plastic surgery. In Ophthalmic Plastic and Reconstructive Surgery 1998. Mosby. Pg. 85-87. 6. Laiseca MD, Laiseca A, Ordás F, et al. Tratamiento de las arrugas perioculares con láser. En Cirugía Estética al Alcance del Oftalmólogo. Mesa Redonda de la Sociedad Española de Oftalmología 2008. Pg. 63-79. 7. Goldbaum AM, Woog JJ. The CO2 laser in Oculoplastic Surgery. Surv Ophthalmol 1997; 42: 255-267. 8. Macrene RA, Dover JS, Arndt KA. The spectrum of laser skin resurfacing: Nonablative, fractional, and ablative laser resurfacing. J Am Acad Dermatol 2008; 58: 719-737. 1. Hay DJ. Electrosurgery. In Surgery (Oxford) 2008, 26 (2): 66-69. 2. Wang K, Advincula AP. «Current thoughts» in electrosugery. International Journal of Gynecology & Obstetrics 2007, 97 (3): 245-250. 3. Jones CM, Pierre KB, Nicoud IB, et al. Current Surgery 2006, 63 (6): 458-463. 4. Nerad JA. Oculoplastic Surgery. The requisites in ophthalmology 2001. Mosby. Pg 13-14. 5. Nesi FA, Waltz KL, Vega J. Basic principles of ophthalmic 74