HISTORIA DE LA CIUDA DE NUEVA YORK Hablar de Nueva York es hablar de la ciudad más grande de Estados Unidos. Situada en el Noreste del país, en la desembocadura del río Hudson que atraviesa todo el estado, no tenemos datos de su historia hasta el siglo XVI, en la isla de Manhattan. La isla estaba habitada por diferentes tribus (Manahattoes y Canarsies) dedicadas a la caza, pesca y algo de agricultura, cuando en 1524, el italiano Giovanni de Verrazzano, hizo acto de presencia en estas tierras a las órdenes del gobierno francés buscando un paso hacia oriente por el noroeste. Casi un siglo después, en 1609, Henry Hudson remontó el río que hoy lleva su nombre. Poco después, se instala el primer asentamiento holandés que denominaron Nueva Ámsterdam. Esto duró hasta que hicieron aparición los ingleses y tomaron la tierra rebautizándola como Nueva York, en honor del duque de York. Holanda, tras la segunda guerra anglo-holandesa, acabaría entregando formalmente Nueva York a los ingleses quienes impusieron sus criterios hasta que en 1776, se declara la independencia de los Estados Unidos de América, con George Washington a la cabeza, siendo Nueva York capital del país en sus inicios. Durante el siglo XIX, el incremento de la población evoluciona rápidamente. Nueva York se convierte en una ciudad receptora de inmigración proveniente de todos los países del mundo. En 1811, se planifica y trabaja en el eficiente trazado en cuadrícula de las calles y avenidas de Manhattan. Para 1835, se supera ya en población a la que hasta ese momento había sido la ciudad más poblada de EE.UU, Filadelfia. No es hasta finales de siglo cuando Nueva York adquiere la organización política actual. Anterior a esta fecha, sólo Manhattan y Bronx estaban unidos políticamente hablando. A partir de este momento, se conforma la unión de la ciudad de Nueva York compuesta por Manhattan y los llamados ‘boroughs’: Bronx, Queens, Brookling y Stanten Island. Saltando al XX, la ciudad se convierte en uno de los centros industriales, comerciales y de comunicaciones más importantes del mundo. Los años 30 son los años en los que florece la construcción del perfil de los rascacielos tan característicos de la isla. Avanzando en el siglo, podemos decir que la etapa anterior a la Segunda Guerra Mundial representa un momento de moviendo poblacional de gentes que se mudan de la ciudad a los suburbios. Esto va acompañado de una erosión de la base industrial, y, tras la guerra, también se viven diversos choques raciales durante los años 60 y 70. Los años 70 fueron, de hecho, tiempos de alta criminalidad. Las cosas no iban bien y la culminación de los malos años llegaron con la declaración de la ciudad en banca rota en 1975. Malos tiempos en los que la ciudad, lejos de seguir hundiéndose, trabajó para resurgir de sus cenizas. Los 80 representan el resurgir de Wall Street y la ciudad asume el papel de centro financiero del mundo. En los 90, con la actuación del alcalde Rudolph Giuliani, diversas fórmulas y actuaciones, consiguieron bajar las tasas de criminalidad de forma considerable. La ciudad comienza de nuevo a ser receptora de americanos venidos de otras partes del país e inmigrantes de diversas partes del mundo. Los ataques del 11 de septiembre de 2001, minaron de nuevo el alma de esta ciudad que, una vez más, lejos de rendirse trabajó para limpiar la zona y trabajar duro para contribuir a mantener el pulso trepidante, lleno de fuerza y de optimismo que siempre caracterizo a Nueva York. En la actualidad, Nueva York es receptora de gentes venidas de cualquier parte. Muchos traídos por lazos comerciales, otros absortos en la idea de conseguir sus sueños artísticamente hablando, muchos otros, los que vienen de países más desfavorecidos, buscando aprovecharse de las múltiples opciones y posibilidades que parece ofrecer esta ciudad. Ciertamente Manhattan se está convirtiendo en la ciudad donde se concentran los ricos del mundo además de una buena dosis de talento artístico o habilidad para los negocios. En los borougsh aún encontramos ese Nueva York más auténtico, más diverso y cosmopolita, menos pretencioso y más profundo en muchas maneras. Hoy y siempre, esta es una ciudad que nunca para y que seguro, merece la pena visitar al menos, una vez en la vida. ¿A qué estás esperando? CONSEJOS Y DATOS GENERALES DEL METRO DE NUEVA YORK Lo hemos visto tantas veces en las películas… y lo cierto es que la estética cuando llegas aquí no te choca por lo familiar. El metro de Nueva York es bastante viejo y da la sensación de no muy limpio. En su favor hay que decir que es rápido, la frecuencia es buena y nos lleva a prácticamente todos los puntos de Manhattan así como dentro de los ‘boroughs’ (Queens, Brookling y Bronx). Abrió sus puertas en 1904 y cuenta en la actualidad con 26 líneas y 468 estaciones. La compañía encargada de operar este sistema de gigantes dimensiones es MTA New York City Transit. En los últimos años van renovando su flota de trenes por lo que, aunque algunas estaciones pueden parecer un poco sórdidas, las máquinas son nuevas. En los años 80, el metro tenía fama de peligroso y no era para menos. Actualmente, no es un problema durante el día. Es bastante seguro aunque por la noche, obviamente tendremos que tener más cuidado. Sobre todo en invierno hay gente que duerme en los trenes y las estaciones están más solitarias así que, mejor ir precavido o si las distancias no son muy grandes, coger un taxi. El horario de apertura cubre las 24 horas del día. Además hay que señalar que con el razonable miedo a ataques terroristas, verás a veces policía en estaciones que, podrían llegar a pedirte que abras tu mochila como medida de seguridad. Con respecto a la seguridad dentro de los vagones, por megafonía es común escuchar avisos para que tengas cuidado de tu bolso de mano ya que, también aquí hay amigos de lo ajeno, así que hay que andar con ojo, puro sentido común. Aunque en su mayoría es subterráneo, aproximadamente un 40% corre a través de vías elevadas. Esto ocurre más en los ‘boroughs’ que en Manhattan. Por él se movieron (según estadísticas del año 2006) un promedio de más de cuatro millones y medio de personas en días laborables. Sobra decir que en hora punta puede resultar una pesadilla así que si se puede evitar, mejor no usarlo entre las 4 y las seis de la tarde o muy temprano por la mañana. Tienes que saber que la mayoría de las líneas son locales, es decir, paran en todas las paradas. Sin embargo, hay también las llamadas líneas express, como la E, la 4 o la 5, con las que podemos cubrir amplios trayectos en muy poco tiempo. Asimismo, y según las horas, hay líneas que en hora punta saltan algunas estaciones convirtiéndose en semi-express). Lo peor que te puede pasar es que si no te das cuenta, quieras bajarte y no puedas. Sólo tienes que coger de nuevo otro tren local en dirección contraria y problema arreglado. Por último las tarifas: El precio de un billete regular (puedes usarlo en metro o en bus) es de 2$ Para autobuses express, precio por viaje: 5$ Metro Card sin límites: 1-days fun pass: 7.50$. Viajes ilimitados en metro y autobuses locales durante 1 día. 7-days Unlimited: 25$. Viajes ilimitados en metro y autobuses locales durante 7 días 14-days Unlimited Ride MetroCard: 47$. Viajes ilimitados en metro y autobuses locales durante 14 días 30-days Unlimited Ride MetroCard: 81$ Viajes ilimitados en metro y autobuses locales durante 30 días Más opciones para circunstancias más particulares en: http://www.mta.info/metrocard/mcgtreng.htm#unlimited Información de interés para turistas: http://www.mta.info/metrocard/tourism/index.html En cualquier caso, como turista debes vivir la experiencia de moverte en metro. Además de poder acceder rápida y fácilmente a casi todas las atracciones y lugares de interés, el metro es un espacio improvisado de todo tipo de artistas. Bailarines, cantantes, músicos, actores… nos deleitan generosamente con su arte convirtiendo a veces el viaje en una experiencia digna de ser contada. Estaciones como Times Square-calle 42 o Union Square, se convierten en un escenario diario de gentes de todo el mundo que llegaron un día aquí con la esperanza de hacer su sueño realidad. LA ESTATUA DE LA LIBERTAD DE NYC La Estatua de la Libertad representa como pocos monumentos el sueño americano de expansión e independencia. De hecho, esta estatua fue un presente del pueblo francés al americano para conmemorar en 1876 el centenario de la independencia de los Estados Unidos, pero algunos problemas financieros tanto en la construcción de la estatua como en el lugar donde sería colocada, hicieron que su inauguración se pospusiera diez años. Construida en París a partir de una estructura metálica diseñada por Eiffel, la estatua de 46 metros de altura, fue posteriormente desmontada y llevada en barco hasta la ciudad de Nueva York, donde fue instalada en la Isla de la Libertad sobre un pedestal enmarcado en un recinto en forma de estrella, dando al conjunto una altitud total de 93 metros. Parte de la Estatua de la Libertad en el año 1.884, Paris.. Todo en este monumento es simbólico, desde su nombre completo: La Libertad Iluminando al Mundo, hasta los siete rayos que salen de su corona y representan los siete mares. En la tabla de su mano izquierda, hay una inscripción en números romanos de la fecha de la independencia norteamericana (4 de Julio de 1776). La Estatua fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1924 y sufrió una importante restauración con motivo de su centenario en 1986. Tras los atentados del 11-S, el acceso a la estatua y a sus alrededores se cerró, volviendo a abrirse en Agosto del 2004, aunque el acceso a la corona no se ha vuelto a permitir, siendo el pedestal el punto más alto al que se puede ascender. Para visitar tanto Liberty Island, donde se encuentra la Estatua, como Ellis Island es necesario ir en ferry, bien desde Battery Park, al sur de Manhattan o desde el Liberty State Park en New Yersey. No obstante, si queremos acceder al interior de la estatua, necesitaremos un pase especial, que se puede obtener sin cargo adicional cuando compremos el ticket para el ferry. No obstante, el número de pases al interior de la estatua está limitado y se acaban enseguida, por lo que se recomienda reservarlos por teléfono en el 1-866-STATUE4 (1-866-782 8834) o en internet en www.statuereservations.com y aunque aquí si que tenemos que pagar casi 2$, no merece la pena arriesgarse a quedarnos sin pase. El ferry opera desde las 9 a.m. hasta las 3.30 cada treinta minutos y tiene un precio de 12$ con descuentos para jubilados y niños. Si no tenemos un especial interés en entrar en la estatua, hay otra opción que es coger el ferry que toman los neoyorquinos para ir de Manhattan a Staten Island y viceversa, y que es gratuito. Este ferry pasa muy cerca de Liberty Island y nos permite contemplar el monumento desde una perspectiva muy interesante, además de ahorrarnos las largas colas de la opción anterior y estar en circulación durante todo el día. WALL STRETT, LA BOLSA DE NUEVA YORK WALL STRETT, LA BOLSA DE NUEVA YORK Hablar de Wall Street es hablar del mayor mercado de valores del mundo. Un corazón financiero que encontramos en la parte baja de la isla, rodeado de edificios donde el ritmo trepidante de las jornadas laborales no para. La bolsa de Nueva York, o conocida también en inglés como New York Stock Exchange, ha representado desde su creación un valuarte dentro del mercado de valores que superó diversas crisis, la más profunda la que trajo consigo el conocido ‘Crack del 29’. Un poco de historia: Los orígenes de lo que hoy conocemos los encontramos en 1792, donde 24 comerciantes y corredores de bolsa firmaron el ‘Buttonwood Agreement’, una serie de reglas para poder comerciar con acciones. Sería en 1817, cuando un grupo de corredores de bolsa organiza la New York Stock and Exchange Borrad (NYS&EB), para controlar el flujo de acciones que se negociaba a pie de calle, en la acera de Wall Street. En 1863 el nombre cambia por ‘New York Stock Exchange’ (NYSE). Una denominación que conserva hasta nuestros días. El edificio que ahora admiramos con sus imponentes columnas corintias, quedó inaugurado el 22 de abril de 1903. En este momento fue el parquet más grande del mundo, con unas dimensiones de 35x50 metros y 25 de altura. Como curiosidad, decir que fue uno de los primeros edificios de la ciudad en disponer de aire acondicionado. Muchos han sido los que tras esta sólida arquitectura de pilares reconocen el espíritu de superación y continuidad pase lo que pase. Así, tras la Primera Guerra Mundial, se podría decir ya que Wall Street se convirtió en la primera bolsa del mundo, superando a la de Londres. Pero peores tiempos estaban aún por llegar. El 24 de octubre de 1929, conocido desde entonces como el ‘Jueves Negro’, se produjo una de las caídas en bolsa más estrepitosas que se recuerdan. Este fue el triste pistoletazo de salida de la recesión económica más importante de Estados Unidos en todo el siglo XX, o mundialmente conocida como ‘La Gran Depresión’. Ha pasado tiempo desde entonces y no cabe duda que Nueva York sigue siendo considerada una de las principales bolsas de valores del mundo. Visita turística: Hoy en día, si vienes de visita a la ciudad, sólo podrás ver el edificio por fuera. Por razones de seguridad, han quedado clausurados de forma indefinida los tours que antes permitían subir hasta la primera planta para ver en directo, el trepidante ritmo de la bolsa. Lo que si se puede visitar el Edificio de la Reserva Federal, o para definirlo de una forma más gráfica, dónde se guarda el oro. Los tours son gratuitos aunque limitados a un número máximo de personas. EL RASCACIELOS EMPIRE STATE DE NYC El Empire State (construido en 1931) fue durante más de cuatro décadas el edificio más alto del mundo hasta que fue desbancado por la torre Sears de Chicago en los 70 y posteriormente por muchos otros edificios en el mundo. Aún así sus estadísticas son impresionantes: 102 pisos, 443 metros de altura, 650.000 metros cuadrados de superficie útil, 6.500 ventanas, 73 ascensores....todo esto hace que cada año 2.500.000 personas vayan a visitarlo. El encanto de este gigante, uno de los más famosos símbolos de la ciudad, no sólo reside en su gran tamaño, si no también en su estilo Art Decó propio de la época y en los observatorios situados en las plantas 86 (el exterior) y 102 (interior). Toda esta fama le han hecho ser elegido por multitud de directores para rodar escenas de sus películas (la más famosa de ellas la de King Kong, sin olvidar tampoco el encuentro entre Tom Hanks y Meg Ryan en Algo para recordar) y por suicidas que buscaban un lugar especial para poner fin a sus vidas. Por este motivo el observatorio exterior se encuentra totalmente vallado, aunque no resta interés a nuestra visita, ya que la vista desde allí es impresionante, y en un día claro podemos llegar a ver hasta más de 100 km de distancia. También destacable es la visita nocturna al observatorio desde la que podremos ver el increíble juego de luces de la ciudad. Situado en el número 350 de la Quinta Avenida, su observatorio está abierto todos los días del año, y abajo en el hall encontraremos informaciones sobre el tiempo y la distancia aproximada hasta la que veremos ese día. Está abierto de 9.30 hasta medianoche y los fines de semana de verano hasta las 2.00. La entrada cuesta 20 $. LA QUINTA AVENIDA, POSIBLEMENTE LA CALLE MÁS FAMOSA DEL MUNDO Es la arteria principal del barrio de Manhattan, que divide la gran manzana en las partes Este y Oeste (East Side y West Side), siendo el punto a partir del cual se numeran los edificios en las calles que cortan transversalmente a ésta, y al resto de las avenidas que transcurren de forma longitudinal. Va desde Washington Square Park en el Greenwich Village hasta el río Harlem y discurre paralela a Central Park por su lado Este. Se convirtió en una de las calles más caras y exclusivas de la ciudad y del mundo, debido a los altos precios que se pagaban por sus propiedades con vistas a Central Park y por las mansiones que se empezaron a construir a lo largo de toda la avenida. Anteriormente era mucho más estrecha, pero tuvo que ser agrandaba para permitir la circulación del incipiente tráfico de principios del siglo XX. En la Quinta Avenida se encuentran los edificios y lugares más representativos de la ciudad, como el Empire State Building, el Rockefeller Center o la Catedral de San Patricio, además de incluir, entre las calles 80 y 90 la llamada milla de los museos. En esta parte de la avenida se encuentran algunos de los museos más importantes de Nueva York, como son el Metropolitan o el Guggenheim. No sólo la cultura se puede fomentar en esta increíble vía, si no que también acoge algunas de las tiendas más lujosas y exclusivas, como la joyería Tiffany, delante de la que Audrey Hepburn suspiraba todos los días en Desayuno con diamantes, o Cartier. Las grandes firmas de moda y complementos como Prada, Louis Vuitton o Gucci también están presentes en la bien llamada “la calle más cara del mundo”, así como algunos de los hoteles más lujosos como el Plaza, situado justo al lado de Central Park. CENTRAL PARK, EL PARQUE MÁS FAMOSO DEL MUNDO Central Park es sin duda alguna el pulmón de Manhattan además de un auténtico espectáculo en cualquier época del año. Las cifras hablan de unos 25 millones de visitantes anuales y es el parque más visitado de todo Estados Unidos. Su fama no es para menos, ya que podemos perdernos en sus senderos, lagos, espacios abiertos o zonas más boscosas y descubrir uno de los parques más fascinantes que hayamos podido visitar. Durante un tiempo, Central Park además de ser escenario de múltiples películas, representó un lugar con fama de peligroso, donde los índices de criminalidad disuadían a los visitantes y locales de adentrarse en él buscando rincones para la relajación. Hoy en día este inmenso rectángulo de cuatro kilómetros de largo por casi uno de ancho, es en sí mismo una de las grandes atracciones de la Gran Manzana. Diseñado por Frederick Law Olmsted y Calvert Vaux en 1958, representa hoy en día un amplio abanico de opciones en un entorno natural abrazado por el trepidante ritmo de la ciudad. Sus creadores lo proyectaron como un lugar donde gente de todas las razas y clases sociales podrían mezclarse y disfrutar del entorno. Las zonas norte y sur del parque fueron las primeras en abrirse al público que sin embargo, tuvo que esperar a que el resto del parque con sus colinas, rocas, senderos estuviera terminado en un periodo de tiempo que se prolongó durante 16 años. En él encontramos espacios abiertos como Sheep Medow, diversos lagos, pistas de patinaje sobre hielo, zonas de recreo para los niños como el carrusel o un zoo, diversos espacios para la práctica de deportes, paseos a donde asoman la cabeza célebres estatuas como el ‘Paseo de los poetas’, ‘The Boathouse’, el restaurante junto a uno de los lagos donde tomar el brunch un domingo es un auténtico ejercicio de glamour en un ambiente auténticamente neoyorkino… Al propio diseño del parque, debemos añadir los esfuerzos de iniciativas como ‘Shakespeare in the Park’, el festival de teatro gratuito que cada año desde 1962 congrega centenares de personas y donde comenzaron sus carreras algunos que más tarde se convirtieron en célebres figuras de la pantalla grande. También la Fundación City Park ofrece cada verano el SummerStage, con actividades gratuitas que incluyen conciertos, proyecciones de películas, clases de baile… En definitiva, un lugar donde perderse, especialmente cuando despierta la primavera y durante todos los meses de verano y de otoño. Un oasis que, aunque sin duda es un respiro para evadirse de las prisas de la ciudad, no está exento de actividad. Durante los meses de buen tiempo, no puedes perderte los domingos junto a Sheep Medow a decenas de patinadores que llegan hasta allí con el único objetivo de relajarse, echar a rodar sus pies al ritmo de la música y pasar un buen rato. Hay verdaderos expertos en baile sobre ruedas. No podrás dejar de seguirlos con la mirada. También te recomendamos caminar en busca de los muchos cantantes, músicos, comediantes o actores que regalan su arte al visitante. Son verdaderamente buenos e iremos tropezando con ellos según avanzamos. Hay muchos a los largo del mencionado ‘Paseo de los poetas’ y cerca del lago al final del paseo. Buen calzado, ganas de descubrir y deleitarse con el espectáculo. Si el tiempo no acompaña o por algún motivo no puedes caminar mucho, la opción de coger un coche de caballos que te enseñe el parque con explicación incluida del cochero, es siempre una buena oportunidad para no perderse un lugar emblemático y sin duda de los más especiales que encierra esta gran ciudad. Para llegar hasta aquí, consulta un mapa ya que debido a sus dimensiones, son muchas las paradas de metro que te dejarán cerca y te puedan resultar más convenientes según desde donde estés. LO QUE MÁS COMPRAN LOS TURISTAS DE NYC Lejos quedaron los tiempos en los que un dólar mucho más fuerte que el euro no ayudaba tanto a decidirse a visitar la Gran Manzana. Nueva York, siempre un destino soñado por muchos es hoy por hoy, un lugar tentador para los fanáticos de las compras. Es por ello que desde hace tiempo, la Gran Manzana ha sido tomada por los turistas. Los asiáticos vienen en un buen número pero la palma se la llevan sin duda los europeos. Que el dólar esté más bajo no es una noticia que agrade a los estadounidenses pero, Nueva York en concreto, no pierde la oportunidad de vender en masa a ‘la masa’. Y es que algunos puntos de la ciudad como Soho o la Quinta Avenida, se encuentran tomados por visitantes hablando casi todas las lenguas. En particular, el castellano de España ha triplicado su presencia en los últimos tiempos en las calles de Manhattan. La oferta cultural, gastronómica, y los miles de rincones de interés de esta ciudad, no restan valor a uno de los objetivos de casi el 100% de los turistas que hoy llegan hasta aquí: el ‘shopping’ . La marca de la manzana, triunfa en la Gran Manzana… Los diferentes modelos de i-Pod mueven a miles de turistas a diario hasta el gran cubo de cristal que preside la esquina sur-este de Central Park. Abierta las 24 horas del día, esta tienda es una auténtica mina de oro. Las colas en Navidades son indescriptibles, aunque no lo son menos cualquier otro día del año. Los precios… comparados con España u otros países europeos, pueden llegar a ahorrarnos por poner un ejemplo, unos 85$ en el i-Pod nano. Firmas de diseñadores… Las firmas más reconocidas del panorama nacional e internacional despliegan su poderío a lo largo de Madison Avenue y la Quinta Avenida. En algunas de estas tiendas, podemos encontrar a veces artículos con descuentos verdaderamente interesantes. Hay que tener en cuenta, que a parte de los periodos de rebajas, aquí podemos encontrar precios reducidos incluso a mitad de temporada. H&M ... Cierto es que en España tiene tirón y que la ropa es en un elevado porcentaje la misma que encontramos en cualquier establecimiento del país pero, entra en alguno de los múltiples H&M de Manhattan y en la cola del probador encontrarás españolas seguro. Los precios son muy similares a España pero en dólares, lo que se traduce en un ahorro interesante, cosa que no pasa en otras marcas conocidas como Zara o Mango, cuyos precios aquí son casi de firma. Zapatos, zapatos y más zapatos… La mayoría estamos lejos de poder comprarnos unos ‘Manolos’ y asistir con ellos a las glamorosas fiestas de Manhattan pero, sin duda un amplio abanico de calzado está esperándonos tras los escaparates. Cualquier firma conocida estará aquí y, por lo general, el calzado es bueno y a precios razonables. Locos por la electrónica… Ni que decir tiene, que la fama de poder comprar artículos relacionados con las últimas tecnologías ha sido siempre un punto fuerte aquí. Lugares como J&R o Best Buy ofrecen artículos de calidad a precios bastante inferiores a los que podamos encontrar en España. Macy’s, o donde el turista es el rey Macy’s ha sido tradicionalmente un punto de referencia en grandes almacenes Nueva York. Podríamos compararlo a ‘El Corte Inglés’ en España. A la vista de la avalancha de turistas que aterrizan en la ciudad a diario, Macy’s da una vuelta de tuerca y además de ofrecer más de medio millón de artículos y multitud de ofertas, regala a todo turista con pasaporte un 11% de descuento añadido a sus compras. Sólo tienes que pasarte por atención al cliente en la entreplanta del hall de entrada. Te darán una tarjeta válida para un mes en todas tus compras en los almacenes de la estrella. No es de extrañar que sea un lugar donde la afluencia de visitantes extranjeros es impresionante. Century 21 o marcas a precios de saldo Hay opiniones para todos los gustos. Gente que adora este lugar y otros que no pueden soportarlo. Lo cierto es que si gustas de vestir ropa de conocidas marcas pero esperas encontrar precios buenos, puedes darte una vuelta por aquí. Eso sí, ármate de paciencia porque hay mucho, pero hay que buscar. Encontraremos ropa y zapatos de marca de temporadas pasadas, a veces con alguna tara y no siempre de todas las tallas. Si tienes paciencia, buscas y rebuscas, seguro puedes encontrar buenas gangas. Canal Street o el reino de las falsificaciones… Los bolsos, monederos y gafas de sol con acabados casi perfectos arrasan aquí entre los turistas (mejor precisemos ‘las turistas’). A los largo de Canal Street, a ambos lados del cruce con Broadway, hay cientos de tiendas con artículos a modo de bazar. Aquí puedes encontrar falsificaciones de grandes marcas a buenos precios pero, supuestamente las que mejor ‘dan el pego’ son las que tienen en las trastiendas. Cuando caminas por la calle, te ofrecerán bolsos y carteras y si quieres verlos, sólo tienes que seguir a quién te lo ofreció y te llevará quién sabe por qué pasadizo y hasta qué puerta trasera o cubículo adjunto a un local, donde podrás comprar y negociar el precio de los Gucci, Prada, Louis Vuitton… El distrito de la moda… The Garment District, entre la 34 y la 42, de la sexta a la octava avenidas, se conoce también como distrito de la moda. Aquí se diseña casi toda la ropa fabricada en Estados Unidos. Si te fascina el mundo de la moda, date una vuelta y entra en las numerosas tiendas que irás encontrando a tu paso. En algunas de ellas puedes encontrar elegantes prendas a precio de ganga. Rebajas, rebajas… siempre rebajas Por último puntualizar que un valor añadido en esta ciudad si estamos de compras es que, no importa la época del año en la que vengamos, podemos encontrar rebajas. Siempre hay promociones especiales, artículos en oferta, cupones en las webs con las que obtener descuentos al ir a tienda. ¿Preparada para tu versión particular de Pretty.