EUROPA MANTIENE SU REGIMEN PARTICULAR PARA SUS AGRICULTORES Y LES DESTINA 373.000 MILLONES DE EUROS EN LOS PROXIMOS SIETE AÑOS Ramón Lavín. Periodista. Corresponsal en Bruselas Considerando que la agricultura y por consiguiente todo lo relativo a la alimentación, constituye uno de los pilares básicos de una civilización, a la vez que es la garantía de la seguridad alimentaria, los Veintisiete Estados de la UE han cerrado un compromiso político para mantener el régimen particular de sus agricultores, a la vez que liberalizan algunos sectores. Casi dos años después de que el comisario de Agricultura, el rumano Dacian Ciolos, presentase su primer proyecto para una nueva reforma de la Política Agrícola Común (PAC), los ministros de Agricultura de la UE y representantes del Parlamento Europeo, han cerrado, al inicio del verano, un acuerdo político que debe aún completarse en sus detalles y que debería entrar en vigor en enero de 2014. El acuerdo se estructura en cuatro elementos básicos: las ayudas directas a los agricultores, la organización común de mercados de productos, el apoyo al desarrollo rural y un acuerdo sobre la financiación, la gestión y el seguimiento de la PAC. Aunque los agricultores representan solo el 5% de la población europea, la PAC absorbe el 40% del presupuesto comunitario, unos 373.000 millones de euros para el periodo 2014-2020. El 70% de esta cifra se destinará a ayudas directas a los agricultores, el resto se reparte entre el apoyo al desarrollo rural y las ayudas para la estabilización de mercados. El nuevo régimen de pagos directos cambia respecto al pasado, cuando el sistema se basaba en asignaciones por Estado miembro —y por agricultor en el Estado miembro— en función de referencias históricas. Ahora, las asignaciones evolucionarán hacia niveles de pago por hectárea más similares. Además se instala una convergencia en los pagos entre Estados miembros y dentro de cada Estado. Por otra parte se introduce un pago por ecologización —en el que el 30 % de la dotación nacional disponible está vinculado a la observancia de determinadas prácticas agrícolas sostenibles— lo que significa que una parte importante de la subvención estará ligada en el futuro a recompensar a los agricultores que se preocupen por mejorar los aspectos medioambientales. Todos los pagos seguirán estando sujetos al respeto de determinadas normas medioambientales y de otro tipo. 1 Agricultores activos Este nuevo sistema prevé que los recepcionistas de las ayudas tendrán que ser “agricultores activos”, puesto que hasta ahora ciertas lagunas jurídicas permitían que algunas otras empresas solicitasen ayudas directas, a pesar de que su actividad principal no era la agricultura. Se introduce una lista negativa de actividades profesionales que estarán excluidas de esas ayudas, lo que no ocurría hasta ahora, como aeropuertos, servicios ferroviarios, obras hidráulicas, servicios inmobiliarios y áreas deportivas y de recreo permanentes, como campos de golf, salvo que esas empresas puedan demostrar que tienen una verdadera actividad agraria. Los Estados miembros podrán ampliar la lista negativa para incluir otras actividades comerciales. Para asegurar el recambio de generaciones, se introducen mecanismos de apoyo a los jóvenes agricultores. Así los agricultores menores de 40 años, que se instalen por primera vez tendrán una ayuda adicional del 25% durante los cinco primeros años de instalación y esto será obligatorio en todos los Estados miembros. Habrá otras medidas de apoyo destinadas a los jóvenes agricultores en el marco del programa de desarrollo rural. Ecologización Además del régimen de ayudas por superficie, cada explotación recibirá un pago por hectárea supeditado a la observancia de determinadas prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y el medio ambiente. Los Estados miembros utilizarán el 30 % de su dotación nacional para financiar esta ayuda. Esta medida será obligatoria y el incumplimiento de los requisitos de ecologización dará lugar a sanciones superiores al pago por ecologización, es decir, después de un período de transición los infractores perderán asimismo hasta el 125 % de su pago por ecologización directo. Las tres medidas básicas para la ecologización son: el mantenimiento de los pastos permanentes, la diversificación de cultivos, un agricultor debe explotar al menos dos cultivos cuando disponga de más de 10 hectáreas de tierras arables y al menos tres cultivos cuando disponga de más de 30 hectáreas, y el mantenimiento de una zona de interés ecológico de al menos el 5% de la superficie cultivada de la explotación en las explotaciones con una superficie superior a 15 hectáreas (excluidos los pastos permanentes). Mecanismos de gestión En 2015, expirarán las cuotas lácteas y el 30 de septiembre de 2017, finalizará el régimen de cuotas de azúcar, lo que garantizará una mayor competitividad de los productores de la UE en el mercado nacional y en el mercado mundial (ya que las exportaciones de la UE están limitadas por las normas de la OMC en virtud de las cuotas). En lo que atañe a la producción de vino, el acuerdo respeta la decisión de la reforma vitivinícola de 2006 de dar por concluido el régimen de los derechos de plantación de viñedos a finales de 2015, con la introducción de un sistema de autorizaciones para las nuevas plantaciones de viñedos a partir de 2016 con un crecimiento limitado al 1 % anual. Otras modificaciones de la organización común de mercados únicos pretenden mejorar la orientación al mercado de la agricultura de la UE a la luz del aumento de la competencia en los mercados mundiales. Los actuales sistemas de intervención pública y de ayuda al almacenamiento privado se revisaron para hacerlos más reactivos y más eficientes, por ejemplo con ajustes técnicos en los sectores de la carne de vacuno y de los productos lácteos. 2 Además, se han introducido nuevas cláusulas de salvaguardia aplicables a todos los sectores que permiten a la Comisión adoptar medidas de urgencia a fin de responder a perturbaciones generales del mercado. Estas medidas se sufragarán a partir de una reserva de crisis financiada mediante la reducción anual de los pagos directos. Los fondos no utilizados para medidas de crisis serán devueltos a los agricultores el año siguiente. Van a ampliarse el plan de consumo de fruta en las escuelas y el régimen de distribución de leche en los centros escolares. El presupuesto anual del plan de consumo de fruta en las escuelas aumenta de 90 millones a 150 millones EUR anuales. Desarrollo rural La UE estima que la política de desarrollo rural ha sido hasta ahora un éxito por lo que el acuerdo prevé su mantenimiento. Los Estados miembros o las regiones seguirán diseñando sus propios programas plurianuales sobre la base del conjunto de medidas disponibles a nivel de la UE, en respuesta a las necesidades de sus propias zonas rurales. Estos programas serán cofinanciados con dotaciones nacionales, una vez que los importes y porcentajes de cofinanciación se traten en el contexto del presupuesto europeo, aunque de manera más flexible que en la actualidad. Ahora corresponderá a los Estados miembros y a las regiones decidir qué medidas utilizan para alcanzar los objetivos marcados frente a seis grandes «prioridades» y sus «ámbitos prioritarios» más detallados sobre la base de un análisis sólido. Las seis prioridades incluirán: promover la transferencia de conocimientos y la innovación; fomentar la competitividad de todos los tipos de agricultura y la gestión sostenible de los bosques; mejorar la organización de la cadena alimentaria, incluida la transformación y la comercialización, y la gestión de riesgos; restaurar, preservar y mejorar los ecosistemas; promover la eficiencia de los recursos y alentar el paso a una economía hipocarbónica y fomentar la inclusión social, la reducción de la pobreza y el desarrollo económico en las zonas rurales. En principio, los Estados miembros deberán destinar al menos el 30 % de su dotación para el desarrollo rural procedente del presupuesto de la UE a determinadas medidas relacionadas con la gestión del territorio y la lucha contra el cambio climático. 3