PONTE C, ET AL ARTÍCULO ESPECIAL Avances Cardiol 2015;35(1):19-24 Manejo del paciente hipertenso de bajo riesgo Management of the low risk hypertensive patient Drs. Carlos Ignacio Ponte Negretti MSVC, FLASH, FCPE1, Livia T. Machado H.2 MSVPP, FCPE Médico Internista y Cardiólogo Universidad Central de Venezuela, con título de Especialista en Hipertensión Arterial otorgado por la universidad de Guadalajara. Director de la Unidad de Prevención cardiovascular y Profesor del Posgrado de Cardiología Hospital Dr. Domingo Luciani IVSS. 2Médico pediatra y nutrólogo, profesora del posgrado de pediatría Universidad Central de Venezuela, Profesora del Posgrado de Nutrición ClínicaUniversidad Simón Bolívar. 1 Según las guías latinoamericanas para el tratamiento de la hipertensión arterial (HTA) y las guías Europeas para el diagnóstico y tratamiento de la HTA, un paciente hipertenso con bajo riesgo añadido para futuros eventos cardiovasculares es aquel que tiene una probabilidad de sufrir un evento cardiovascular en los próximos 10 años menor a 3 %(1,2). En sentido práctico, es aquel individuo con cifras de presión arterial (PA) entre 140-159/9099 mmHg, que no tenga ningún factor de riesgo añadido, antecedente de evento clínico previo y que CORRESPONDENCIA: Dr. Carlos Ignacio Ponte Negretti Fundación Venezolana de Cardiología Preventiva. Los Palos Grandes, Centro Plaza Torre A Of 7ª. Caracas, RB de Venezuela 1061. Tel: +58-414-329.78.43 Email: [email protected] DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERÉS DE LOS AUTORES: No hay conflicto de intereses que declarar. Recibido en: junio 02, 2014 Aceptado en: febrero 09, 2015 Avances Cardiol no tenga evidencia alguna de daño a órgano blanco (Tabla 1). En consecuencia para poder catalogar a un paciente como “hipertenso de riesgo bajo” debe seguirse los siguientes pasos para: primero, asegurar el diagnóstico de HTA y segundo, estratificar el riesgo individual. En ese sentido la primera consulta de un paciente con cifras tensionales elevadas debe durar al menos 30 minutos y sus objetivos deben ser: Confirmar el diagnóstico de HTA para lo cual puede ser necesario, según sea el caso de cada paciente, las medidas de la PA en el consultorio, la medida de PA domiciliaria o el monitoreo ambulatorio de la PA (MAPA), de lo que se desprende que para lograr este objetivo pudiesen ameritarse mas de una consulta. Establecer el estadío de la enfermedad según las cifras de presión arterial y diseñar el plan de estudio individualizado para detectar la presencia o no de otros factores de riesgo y de daño a órganos blancos (Tabla 1) Establecer el riesgo global del paciente. Identificar tratamientos previos interrogando efectividad y posibles recciones y o efectos secundarios. 19 MANEJO DEL PACIENTE HIPERTENSO DE BAJO RIESGO Tabla 1 Factor de riesgo Daño subclínico a organo blanco Eventos clínicos - Edad: > 65 años -Genero: Masculino -Colesterol total o LDL colesterol elevado - HDL Colesterol bajo -Triglicéridos elevados bien sea o no en ayunas (Mayor de 200 mg/dL) -Tabaquismo - Diabetes mellitus -Intolerancia a la glucosa (Glic en ayunas > a 110 mg/dL o 2 horas pos carga de 75 g de glucosa >140 mg/dL y <200 mg/dL) -Historia familiar de eventos CV -Sobrepeso u obesidad (IMC>25 kg/m2) -Cintura abdominal aumentada (H: Mayor de 94 cm, Muj: mayor de 8 cm 8) -Menopausia -Bajo nivel socioeconómico -Bajo nivel educativo -Estrés psicosocial -PCRus >3mg/L. -Hipertrofia ventricular izquierda -Microalbuminuria -Creatinina >1,3 mg/dL -GIM carotídeo aumentado -retinopatía hipertensiva (grados III/IV). -Enfermedad arterial coronaria -Infarto al miocardio -Historia de Ictus -Enfermedad arterial periférica -Insuficiencia cardíaca -Enfermedad renal crónica NOTA: la presencia de cualquiera de estas condiciones en un paciente, lo elimina de la categoría de riesgo bajo. Buscar posibles evidencias clínicas de hipertensión secundaria (Tabla 1). Diseñar un plan de tratamiento individualizado que debe incluir modificaciones en el estilo de vida y cuando sea necesario indicar medicación. Es muy importante tomar en cuenta que esta clasificación de riesgo está basada en encuestas epidemiológicas longitudinales que calculan el riesgo absoluto de cada persona de acuerdo a estudios probabilísticos hechos en poblaciones específicas que pueden no representar a la población local, por lo tanto, el cálculo no siempre es exacto y en consecuencia se debe ser ser muy acucioso en estratificar a cada paciente en forma individualizada. Como base se debe partir del principio que todo hipertenso posee algun grado de riesgo. Merece destacar en este punto la importancia del estrés psicosocial como factor de riesgo individual, de 20 particular importancia en nuestra región, como lo resalta el II Consenso Latino Americano para el tratamiento del paciente con hipertensión y diabetes mellitus basado en datos del estudio INTERHEART para países de nuestra región (3,4). Bajo riesgo no significa “ausencia de riesgo”. Todo paciente hipertenso, por las crifras de presión arterial per se, tiene un riesgo mayor para sufrir futuros eventos cardiovasculares que un individuo de la misma edad, sexo y con similar historia clínica pero con presión arterial menor. De hecho, la presión arterial es una variable continua y se ha establecido muy claramente que el riesgo aumenta en forma progresiva y proporcional a su incremento a partir de 115 / 75 mmHg independientemente de la edad por lo que no existe un umbral de riesgo que se comporte como un modelo de todo o nada (5) . Simplemente el riesgo aumenta a medida que la PA aumenta. Un ejemplo que ilustra muy bien Vol. 35, Nº 1, marzo 2015 PONTE C, ET AL Hipertensión arterial 1. Factores de riesgo CV 2. Daño órganos blanco 3. Enfermedad CV Examen físico Exámenes de laboratorio Exámenes paraclínicos 4. Comorbilidades asociadas 5. Sospecha de HTA sea notoria Estatificación del riesgo Riesgo alto Estudios especiales Riesgo bajo Tratamiento específico Figura 1. Algoritmo de la evaluación inicial de un paciente con HTA. este hecho se observó en el estudio CARMELA, realizado en ciudades latinoaméricanas y que demostró que individuos con PAS entre 140 y 150 mmHg tenían una prevalencia de placa en arterias carótidas de 24 % comparado con personas con cifras de PAS menores a 139 mmHg en quienes la prevalencia encontrada fue de 12 % (6). Cifras de PA no controladas por diversos mecanismos, tanto directos sobre la pared arterial, como indirectos sobre riñón y otros órganos predicen la progresión a grados mayores de HTA. Iniciar intervenciones en etapas tempranas de la enfermead arterial hipertensiva significa atacar precozmente la enfermedad y el beneficio en términos de reducción de riesgo será mucho mayor. Se estará siendo más efectivos en prevenir enfermedad cardiovascular y el desarrollo de complicaciones de la HTA como insuficiencia cardíaca, enfermedad renal, ictus, etc. En general mientras mas precoz se inicie la intervencióm mayor será el éxito. Avances Cardiol Objetivo del tratamiento Como ocurre con todo hipertenso, el objetivo último y primordial del tratamiento del paciente con riesgo bajo debe ser disminuir el riesgo de sufrir un evento cardiovascular en el futuro. En ese sentido siendo un paciente sin ningún factor de riesgo concomitante el peso total de la reducción de riesgo lo tendrá la disminución de las cifras de PA, por tanto la meta de tratamiento debe ser lograr una PA menor a 140/ 90 mmHg, posiblemente se debiera lograr llevar idealmente a valores de 130/80 mmHg o aun menores si el paciente lo tolera. Estudios de meta-análisis han señalado que por cada disminución de 10 mmHg de la presión arterial sistólica disminuye el riesgo de eventos cardiovasculares en aproximadamente 20 %-25.% de manera que, al menos teóricamente, si a un paciente con valores de PA de 150 mmHg se es capaz de disminuir su PAS a 140 mmHg se le está reduciendo el riesgo de presentar un ECV en un cuarto y si se disminuye a 130 mmHg a la mitad (7). 21 MANEJO DEL PACIENTE HIPERTENSO DE BAJO RIESGO Tratamiento Tal vez el único grupo de sujetos hipertensos en los cuales se estaria autorizado para iniciar con modificaciones del estilo de vida y esperar un tiempo lógico y racional para ver sus resultados es el paciente de bajo riesgo, sin embargo, esta decisión debe ser individualizada y estar reservada a aquellos con cifras menores de PA. En sujetos con cifras de presión arterial cercanas a 150 mmHg, quizas sea más prudente iniciar precozmente el tratamiento farmacológico. Tratamiento no farmacológico No es el objetivo desarrollar como lograr los cambios terapeúticos del estilo de vida, pero los recomendados por sus beneficios probados son los siguientes (1): -Cese del tabaquismo -Reducción y estabilización de peso ( IMC < 25 kg/m2) -Reducción del consumo de alcohol -Ejercico físico (al menos 150 minutos a la semana) -Reducción del consumo de sal (< 6 g NaCl al día) -Aumento del consumo de potasio (> 6 g al día) -Aumentar el consumo de frutas y vegetales a por lo menos 6 raciones diarias -Disminuir el consumo de ácidos grasos saturados y grasa total -Aumentar el consumo de productos naturales que contengan ácidos grasos omega 3 y omega 6. Tratamiento farmacológico (Tabla 2) Las diversas guías para el control y tratamiento del paciente hipertenso, coinciden al unísono en que para este tipo de paciente se debe comenzar tratamiento farmacológico con monoterapia y sin ninguna recomendación especial en algún tipo de clase farmaceútica en particular(1-3,8). La verdad es que no existe ningún ensayo clínico aleatorizado a 22 gran escala realizado en pacientes con riesgo bajo por lo que es imposible, basado en evidencias, realizar algún tipo de recomendación. Aún en ausencia de evidencias clínicas de peso, existen motivos fisiopatológicos y farmacológicos que pueden orientar sobre la escogencia del tratamiento a indicar. Una forma ingenua de observar el dilema y tomar las desciciones es sencillamente plantear que en este grupo de pacientes bajar la PA con cualquier tipo de intervención o grupo farmacológico es suficiente, pero la enfermedad arterial hipertensiva es mucho más complicada que una simple situación de disminución numérica. La hipertensión es un síndrome cardiovascular progresivo, con múltiples etiologías, complejas e interrelacionadas. Los marcadores iniciales del síndrome están presentes antes de que se eleven las cifras; por lo cual la hipertensión no debe ser clasificada solamente por niveles arbitrarios de PA. Un paciente hipertenso tiene alteraciones significativas en la biología de la pared arterial que aceleran la ateroesclerosis, hiperactivación del sistema adrenérgico y del sistema renina angiotensina aldosterona (SRAA). Adicionalmente existe en la pared arterial un estado de inflamación y oxidación incrementado y por todo ello se debe buscar alternativas terapeúticas que no solamente disminuyan las cifras de PA, sino que adicionalmente logren mediante su mecanismo de acción revertir estas alteraciones. En línea con este racionamiento existen evidencias claras que demuestran que distintas clases terapeúticas tienen efectos diferentes sobre estos parámetros. En ese sentido, las drogas a las cuales se les debe dar preferencia por sus efectos beneficiosos sobre estos puntos son: agentes que bloqueen el SRAA, bien sea inhibidoras de la enzima convertidora de angiotensina o bloqueantes de los receptores II de angiotensina (7,8) y antagonistas de los canales de calcio (9-11). Otro factor a considerar es la mayor o menor incidencia de efectos adversos que se producen con las distintas clases terapeúticas y en consecuancia preferir drogas con menor frecuencia de efectos adversos para de esta manera optimizar la adherencia y cumplimiento de manera segura. Adicionalmente Vol. 35, Nº 1, marzo 2015 PONTE C, ET AL preferir drogas con una vida media prolongada que permitan una sola toma al día aumenta la tasa de cumplimiento. Tabla 2 (12) Factor a considerar Clase terapéutica Efecto sobre la fisiopatología de la enfermedad • Bloqueantes de los receptores de angiotensina. arterial hipertensiva adicionales al control • Inhibidores de la enzima convertidora de las cifras de PA de angiotensina • Inhibidores directos de la Renina • Calcio antagonistas dihidropiridínicos Una sola toma en 24 horas • Bloqueantes de los receptores de angiotensina: candesartan irbesartan, losartan, oplmesartan, telmisartan. • Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina: benazepril, fosinopril, perindopril, ramipril, zofinopril, quinapril • Inhibidores directos de la renina: aliskiren • Calcio antagonistas dihidropiridínicos: amlodipina, felodipina, isradipina, lecardipina, nifedipina (en formulaciones de liberación sostenida de tipo osmótica o similar) Efectos adversos • Bloqueantes de receptor de angiotensina = inhibidores de renina < Inhibidores de enzima conversora <<< calcio antagonistas dihidropiridínicos. Educación El paciente hipertenso, en la gran mayoría de los casos, debe someterse al tratamiento farmacológico por tiempo indefinido. Un serio problema observado comúnmente es el abandono del tratamiento. En este sentido, el facilitador de salud tiene una gran responsabilidad, debiendo agotar todos los esfuerzos, tiempo y recursos a su alcanze que permitan, por parte del paciente, el conocimiento de su condición, los riesgos implicados, la importancia del cumplimieto del tratamiento y las consecuencias de su abandono. Un paciente educado, empoderado e involucrado en su tratamiento tendrá resultados superiores que aquel al cual simplemente se trata sin el conocimiento claro, amplio y completo de los motivos. Avances Cardiol REFERENCIAS 1. Sanchez RA, Ayala M, Baglivo H, Velazquez C, Burlando G, Kohlmann O, et al. Latin American guidelines on hypertension. Latin American Expert Group. J Hypertens. 2009;27:905-922. 2. 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