Visual | Travel | Culture | Document REPUBLICA CHECA PRAGA STARE MESTO-NOVE MESTO -MALA STRANA-HRADC ANY 25 p A G es PHOTO REPORT ... Y SUS METAMORFOSIS Vista nocturna del Castillo de Praga desde Stare Mesto, a la altura del puente de Carlos praga IMPRESIONES ANTES DE LLEGAR Desde la desembocadura del Moldava en el Elba, el expreso curso de la corriente. Pocos turistas usan el tren como me- Berlín-Praga discurre paralelo al río, remontando su curso dio para llegar a Praga. La mayoría de los pasajeros parecen hasta la capital checa. El viajero que por primera vez hace viajeros habituales. Las miradas molestas que convergen este trayecto no quiere perderse detalle del apacible paisaje en el viajero cuando se empeña en descorrer las cortinas bohemio: valles boscosos, castillos que despuntan en la de la ventana atestiguan este punto. Casi todos han subido cima de las montañas como centinelas del tiempo; peque- al tren en la parte alemana de los Sudetes. Quizá algunos ños pueblos, fugitivos de la modernidad, con sus coloridas sean descendientes de aquellos alemanes expulsados de fachadas desdobladas en las aguas de un río que parecería Praga al final de la Segunda Guerra Mundial, nostálgicos de pintado de no ser porque alguna que otra barcaza baja de la posición privilegiada que gozaban sus antepasados en el cuando en cuando dibujando con su estela burbujeante el período de entre siglos. El tren emite un prologando suspiro de alivio tras dete- La Praga de hoy está llena de proyectos. Desde la caída entrada de la República Checa en la Unión Europea en nerse en el andén de la estación de Holesovice de Praga. del régimen comunista tras la Revolución de terciopelo 2004. Anteriormente, en 1998, el país había ingresado Es la segunda estación en importancia tras la estación de noviembre de 1989, la euforia por sacudirse el yugo en la OTAN. Para el 2010 está previsto que entre en la central de Hlavni, junto a la Plaza de San Wenceslao, totalitario ha alentado la acelerada carrera por no perder zona euro. No obstante, el clima político en los últimos en pleno centro. Aquí llegan los trenes procedentes del el tren de la prosperidad hasta situarse en la actualidad años es tenso debido a que algunas de las medidas este de Europa. Holesovice fue antaño un efervescente entre las quince ciudades más ricas de Europa. Sin em- económicas y sociales chocan contra una sociedad que distrito industrial, que presenta hoy un desolado aspec- bargo, todavía hoy son visibles vestigios de un pasado se resiste a pasar de la noche a la mañana de un modelo to, acentuado por la destrucción que sufrió esta zona no tan lejano. Junto al cristal y el acero de los vanguar- intervencionista hasta los más recónditos aspectos de la por estar ceñida dentro de un meandro del río durante distas edificios financieros de las afueras, convive el vida privada, al modelo liberal occidental. las inundaciones del 2002, si bien hay proyectada una hormigón de los bloques uniformes de los barrios ahora Mientras la megafonía de la estación continúa anuncian- ambiciosa reforma que reconvertirá las antiguas fábricas, denominados residenciales, antes proletarios para dis- do llegadas y salidas de trenes, el viajero se confunde entre ellas la mayor y más antigua planta de producción tinguirlos de los de la nomenklatura donde habitaban entre la muchedumbre del vestíbulo. Afuera le espera la de cerveza del país, en centros culturales. los cargos del partido. Las reformas económicas propug- ciudad. nadas por los gobiernos de Vaclav Havel, propiciaron la 4 TB | Praga Edificio danzante, inspirado en fred astaire y ginger rogers Praga, en estos últimos años, se ha convertido en uno de los destinos preferidos de Europa. Millones de turistas la visitan anualmente. Los operadores turísticos internacionales la sitúan en un vértice preferente, junto a Viena y Budapest, dentro del triángulo mágico de ciudades imperiales. El cacareado marketing hace que el viajero llegue a Praga con un equipaje demasiado abultado de tópicos e imágenes preconcebidas que si bien no le defraudarán, correrá el peligro de pervertir el objetivo fundamental que todo viaje debe tener: descubrir en lo que nos es extraño el denominador común que nos hace parecidos; en la grandeza de los monumentos, la conciencia de la pequeñez del ser humano; y en los pequeños detalles que configuran el carácter de una ciudad, motivos para enriquecer la experiencia propia,que es al fin y al cabo lo que nos hace grandes. Algo que, en definitiva, no está escrito en ninguna guía ni resaltado en ningún folleto turístico. El mayor reto del viajero que llega a Praga, es zafarse de los marchamos publicitarios Praga Mágica, Ciudad Dorada, La ciudad de las cien cúpulas, la cuna de Kafka, etc. que pueden condicionar irremisiblemente su estancia en una ciudad fascinante, y convertirla en un calco impersonal de lo que otros han vivido. Praga no es una ciudad de lectura lineal, sino de observación simultánea y recorridos tortuosos, de interpretaciones solapadas e impresiones cambiantes. PZA SAN WENCESLAO La Plaza de San Wenceslao puede considerarse como el punto de referencia desde el que orientarse. Más que una plaza es un gran boulevard empinado, presidida por la mole del Museo Nacional en lo alto. En ella confluyen varias líneas de metro, y de ella parten las principales arterias de comunicación que unen el centro con las afueras. Por sus grandes dimensiones, ha sido escenario de los acontecimientos históricos más relevantes del último siglo: en 1848, año en que los movimientos revolucionarios se produjeron por toda Europa reclamando los derechos cívicos y libertades públicas que habían quedado entre paréntesis tras la Revolución Francesa, los praguenses se levantaron en contra del inmovilista imperio AustroHúngaro; setenta años después, en 1918, aquí se celebró la proclamación de la independencia nacional.Poco antes había sido erigida la estatua del santo patrón de la flamante nación Checoslovaca que da nombre a la plaza. En 1968, otro año de revueltas en cadena, esta vez a nivel mundial, San Wenceslao fue testigo del principio y final de la Primavera de Praga, en que los tanques del Pacto de Varsovia aplastaron los deseos de la sociedad, apenas balbuceados, de apertura del rígido régimen comunista, auspiciados por las reformas que el entonces presidente Alexander Dubcek había emprendido y que fueron conocidas internacionalmente bajo el lema “Socialismo con rostro humano”. Años más tarde, Mijail Gorbachov reconocería que su Perestroika no era sino un remedo de aquellas medidas truncadas años atrás durante la aciaga la plaza de san wenceslao, mas que una plaza es un amplio boulevard empinado, presidido por la mole del museo nacional en lo alto. primavera praguense. Finalmente, en noviembre de 1989, acontecería la última gran manifestación pública de resonancia mundial: la Revolución de Terciopelo, con el propio Dubcek, futuro presidente del primer parlamento democrático, y Vaclav Havel, primer presidente del gobierno, dramaturgo e intelectual disidente, cabecilla del movimiento de resistencia al régimen, como protagonistas de la concentración. Entre los edificios que rodean la plaza destaca por su singularidad el Hotel Europa, construido en estilo secesión, que es como se denominó en Checoslovaquia al modernismo. En las cercanías de la plaza podemos encontrar multitud de muestras en este estilo, como el edificio Lucerna, el Hotel Central o la Casa Municipal, con decoración del célebre ilustrador Alfons Mucha. Muchos edificios de la plaza cuentan con laberínticas galerías comerciales, que comunican la plaza con las calles aledañas, donde podemos encontrar museos, salas de cine, tiendas de moda de reputados diseñadores locales, las mejores librerías de la ciudad, los restaurantes más chic, discotecas en boga y los siempre concurridos bingos, principalmente las noches del sábado. La parte baja de la Plaza de San Wenceslao es una encrucijada de calles que según la dirección que se tome podemos dirigirnos a cualquiera de los cuatro grandes barrios en que se divide la parte monumental de Praga: Stare Mesto (Ciudad Vieja), Nove Mesto (ciudad nueva), Josefov (barrio judío) y Mala Strana-Hradcany (castillo). la plaza de san wenceslao suele ser escenario de manifestaciones artísticas de vanguardia al aire libre. Stare mesto Plaza de la Ciudad Vieja, con la torre del ayuntamiento en primer término y las torres de la iglesia de Santa María del Tyn al fondo. LA CIUDAD VIEJA Stare Mesto o Ciudad Vieja es sin duda el barrio más concurrido por los turistas. Conformado por una maraña de estrechas y sinuosas callejuelas cuya travesía es imposible de recordar, por muchas veces que se las recorra. A tal confusión contribuye la profusión de detalles en la ornamentación de sus fachadas. Aunque la mayoría datan del período medieval, fue durante el barroco cuando mudaron el sobrio aspecto original por el teatral revestimiento con el que han perdurado. Algunas de ellas tienen nombre propio, a partir de un motivo ornamental peculiar, normalmente situado encima de la puerta principal: La Casa de la Virgen Negra, El León Blanco, Los Reyes Magos, La Casa de la Campana de Piedra, El Unicornio, El Minuto, La Serpiente de Oro. Stare Mesto está orientada al turismo de masas. Abundan las tiendas de souvenirs, con sus postales, llaveros, imanes para la nevera, y todo tipo de adminículos que certifiquen el consabido “yo he estado en Praga”, así como tiendas dedicadas exclusivamente a productos de pedigrí local como el cristal de Bohemia, o talleres artesanales de marionetas. Incluso en algunos rincones discretos hay locales cuyas puertas están guardadas por elegantes individuos ataviados de chaqué y tocados con sombrero de copa que nos incitan a traspasar unos cortinajes de terciopelo rojo encendido, suponemos que para ejercitar la lujuria. Como contrapunto a tanto despilfarro material y moral, Stare Mesto es la zona donde mayor número de personas ejercen la mendicidad, curiosamente todos adoptan la misma postura y el mismo gesto: postrados Hay dos lugares en Stare Mesto donde Hus destacó como sobre la acera con los brazos tendidos en el suelo en ac- orador: el Carolinum, la universidad más antigua de Euro- titud orante. pa Central, fundada por el rey Carlos IV, donde era profe- Por las calles de Stare Mesto circulan hordas de turistas sor; y la capilla de Belén. La predicación de Hus dio lugar pastoreados por guías fácilmente identificables por un pa- al movimiento revolucionario Husita que con el tiempo raguas de color indiscreto. Todos vienen o van al mismo sería absorbido por el protestantismo luterano. Dos si- lugar: el reloj astronómico de la torre del antiguo ayun- glos después, los protestantes serían derrotados defini- tamiento en la Plaza de la Ciudad Vieja, que atrae, como tivamente en la batalla de la Montaña Blanca (Bilá Hora) un desagüe al agua de lluvia, a las riadas de visitantes a en 1620, hecho decisivo en la Guerra de los Treinta Años las horas en punto, que es cuando se pone en marcha el entre católicos y protestantes. Sus cabecillas serían ejecu- mecanismo por el cuál Cristo y los apóstoles desfilan y el tados en la plaza de Stare Mesto. A partir de entonces, esqueleto de la Muerte vuelca su reloj de arena, mientras Praga y Bohemia serían castigadas severamente por los un gallo en lo alto bate sus alas y canta, lo cuál provoca Habsburgo. La mayor parte de la nobleza fue desterrada en el concurrido público gran regocijo. En la misma plaza y sus bienes confiscados. El emperador Fernando I hizo se encuentran dos de las mejores iglesias de Praga, fácil- traer a los jesuitas a Praga, auténticos guardianes de la mente identificables en cualquier panorámica de la ciudad doctrina católica. Fundaron el Clementinum como bas- por sus cúpulas y chapiteles: verde esmeralda, la barroca tión de la Contrarreforma para rivalizar con el Carolinum, San Nicolás; y la gótica Santa María del Tyn con sus aguilo- foco de las ambiciones protestantes. El imaginario de la nes de pizarra punzando al cielo casi siempre borrascoso Contrarreforma trajo a Praga uno de los barrocos más de Praga. esplendorosos de toda Europa, como se puede apreciar En el centro de la plaza se encuentra el monumento a Jan en multitud de iglesias y palacios de Stare Mesto y Mala Hus, uno de los personajes históricos más relevantes de Strana, barrio situado al otro lado del Moldava, a los pies la ciudad. Precursor de la reforma protestante de Lutero, del castillo. fustigó con sus sermones la relajación del clero católico. Antes de morir en la hoguera (1415), se dirigió a su verdugo con la siguiente sentencia profética: “ Vas a asar un ganso (hus significa ganso en lengua bohemia), pero dentro de un siglo te encontrarás con un cisne que no podrás asar.” Se entiende que el cisne sería Lutero. conjunto escultórico dedicado al reformista jan hus. al fondo la iglesia barroca de san nicolas. TB | Praga 10 Al caer la tarde, muchas iglesias de Stare Mesto se convierten en auditorios de música clásica. No es extraño ser abordado a la puerta de la iglesia, por un joven checo que te entrega una hojita con una selección de archiconocidos temas clásicos y te invita encarecidamente acudir a un recital que tendrá lugar ese mismo día. Merece la pena, los checos son grandes músicos, y la acústica de las iglesias es excepcional; de entre todas, la de Santiago tiene a gala tener la mejor de todas. Por un precio un poco más alto, podemos acudir también a conciertos en alguno de los numerosos teatros: Teatro Rudolfino, Teatro de la Balaustrada, o el Teatro Nacional donde Mozart estrenó su Don Giovanni. Otro espectáculo ineludible para terminar el día en Praga es el denominado teatro de la linterna negra. Es un tipo de representación muda que transcurre en un escenario negro donde la iluminación juega un papel esencial para ocultar el complejo mecanismo que genera en el espectador la ilusión de ver a los personajes en escena, actores y marionetas, así como los elementos del decorado, ejecutar movimientos y piruetas imposibles. Una de las funciones más representadas en este tipo de teatro es Fausto, personaje que vendió su alma al diablo a cambio de obtener un conocimiento ilimitado, y que según la leyenda está basado en un personaje real que vivió en Praga durante el siglo XVI. No en vano en la Plaza de Carlos está ubicada una casa señorial llamada Casa de Fausto, célebre por haber sido habitada por algunos de los alquimistas más famosos durante el reinado de Rodolfo II, rey esotérico donde los haya, conocido por su afición a la alquimia y a todo tipo de saberes ocultos. TB | Praga 11 josefov la lápida del rabí yehuda loew, pensador humanista del s. xvi y creador del mito del golem, es sin duda la más concurrida de las 12.000 que se amontonan en el reducido recinto del antiguo cementerio judío. EL BARRIO JUDÍO El teatro negro, según algunos autores, hunde sus raíces en el mito judío del Golem. Su creación se atribuye al Rabino Judah Loew precisamente durante el reinado de Rodolfo II, período en el que se fraguaron la mayor parte de mitos y leyendas que han hecho a Praga acreedora del epíteto “mágica”. A imagen del Adán bíblico, el golem es un ser modelado en barro, al que se le dota de vida mediante un conjuro hebreo que se recita dando vueltas alrededor del cuerpo inanimado. Fue creado con la intención de defender el gueto judío de los pogromos antisemitas. La leyenda dice que el golem con el tiempo se volvió violento y atacaba indiscriminadamente a los habitantes del gueto. El Rabí lo destruyó borrando de su frente la primera letra de la palabra ebrea “Emet” que representa a la muerte. Asimismo la leyenda asegura que los restos del golem descansan en el desván de la Sinagoga Viejo Nueva del barrio judío. La Sinagoga Viejo Nueva, es la más antigua de las seis que se conservan en el Josefov. Data del siglo XIII y su estructura es gótica. Frente a esta sinagoga se encuentra la torre rococó del antiguo ayuntamiento judío, cuyo reloj tiene la peculiaridad de que sus manecillas giran en sentido contrario al normal. Muy cerca del ayuntamiento y la sinagoga Viejo Nueva se encuentran otras tres sinagogas que albergan museos que ilustran la tradición judía en Praga a lo largo del tiempo: la Sinagoga Maisel, la Sinagoga de Klaus, y la sinagoga Pinkas, en cuyas paredes están escritos los nombres de las 80.000 víctimadel holocausto nazi en la región de Bohemia. Más apartada se encuentra la sinagoga Española, llamada así por su exuberante decoración en estilo morisco. El monumento que despierta más la atención del visitante es, sin lugar a dudas, el antiguo cementerio judío. La austera linealidad de su tapia contrasta con el caos que impera en la disposición de las lápidas en el interior. Dentro de un espacio reducido, a lo largo de trescientos cincuenta años, se han ido amontonando más de 12.000 lápidas, de manera que presenta un aspecto como si un seísmo hubiera sacudido la tierra. Entre las tumbas, la más concurrida es la del Rabí Loew, a quien se atribuye la creación del golem. Junto al cementerio se encuentra el Museo Judío, sede de la antigua hermandad funeraria judía, con un interesante despliegue sobre los hábitos de enterramiento judíos. El cementerio dejó de usarse a finales del siglo XVIII, tras inaugurarse el Nuevo Cementerio Judío, en el distrito de Zizkov donde se encuentra la tumba de Kafka. El barrio judío tomó el nombre de Josefov en memoria del emperador José II de Habsburgo, quien en 1784 otorgó los derechos de autonomía al gueto. A finales del siglo XIX el hacinamiento y las condiciones de insalubridad eran tan extremas que las autoridades municipales decidieron derribarlo en su totalidad, respetando las sinagogas, el cementerio y el ayuntamiento. En su lugar se levantó uno de los barrios más exclusivos de la época, con amplias avenidas y edificios donde el gusto modernista de entonces encontró su principal campo de experimentación. Los judíos de aquel entonces, en su mayoría de clase social modesta, tuvieron que buscar barrios más asequibles. En ese período el auge del nacionalismo checo había agudizado las fricciones entre los checos y la minoría alemana. Los judíos, si bien se dividían entre ambas etnias, no eran aceptados por ninguna de las dos. El holocausto del período nazi diezmó la población judía de Praga. Tras la declaración del estado de Israel, la presencia de los judíos se hizo testimonial. Derribado por insalubre a comienzos del siglo xx, el barrio judío es hoy uno de los barrios más elegantes de Praga. TB | Praga 14 Nove Mesto el neoclasicismo del teatro nacional contrasta con el adyacente vanguardista teatro de la linterna. LA CIUDAD NUEVA Nove Mesto (Ciudad Nueva) fue fundada por el rey Carlos XIV con el propósito de servir de expansión a la abigarrada Stare Mesto. A finales del XIX corrió la misma suerte que el Josefov, y en parte fue derruida. De ahí que la mayoría de las edificaciones daten de los siglos XIX y XX. Sus calles están dispuestas entorno a dos grandes plazas: la ya mencionada de San Wenceslao y la plaza de Carlos donde se encuentra el antiguo ayuntamiento (cada zona tenía su propia autonomía). Las principales avenidas de esta área tienen estructura circular, abrazando el perímetro de la Ciudad Vieja. Hoy es un barrio eminentemente comercial. A última hora de la tarde presenta un aspecto apacible. Excepto en el interior de los cafés y cervecerías centenarias situadas en los sótanos abovedados. Resulta agradable pasear por sus calles poco frecuentadas descubriendo joyas modernistas como el edificio Ftopic o el contiguo Seguros Praha, ambos frente al Teatro Nacional. Asimismo podemos encontrar alguna rareza en estilo cubista como la Casa del Diamante. Junto a éste, de estructura neoclásica se encuentra el vanguardista Teatro La Linterna Mágica, creado en 1958 por el mundialmente conocido director de escena Alfred Radok, este tipo de teatro puede considerarse como una evolución sofisticada del Teatro Negro: en él se combina la proyección cinematográfica, la pantomima, la danza, el sonido y los juegos de luz. Doblando la esquina del Teatro Nacional hacia la izquierda y mirando al Moldava, se encuentra el Muelle Masaryk, todo un catálogo cromático de fachadas donde los ele- el puente de carlos, animado a todas horas. turistas que hormiguean entre sus adoquines, flanqueados de vendedores ambulantes y cantantes callejeros, ante la mirada impertérrita de los santos que coronan su pretil. mentos neobarrocos, neorrenacentistas y modernistas hace agobiante, zigzagueando entre la muchedumbre o se combinan armoniosamente. Especialmente atractivo tratando de abrirse un hueco a codazos para asomarse al resulta el paseo por el muelle al atardecer, cuando el sol río. Imposible resulta asimismo obtener una visión limpia agoniza bajo la colina de Petrín, al otro lado del río, y el de cualquiera de las estatuas, fotografiadas hasta el más sol baña con luz incandescente las fachadas de esta parte nimio y escondido detalle, bajo todos los ángulos, cuál del río. top models de pasarela. Sólo durante la madrugada el El crepúsculo es la hora más adecuada para atravesar el puente descansa. En los primeros momentos del amane- puente más famoso de Praga, el puente de Carlos que cer, todavía presenta un aspecto despejado. A esta hora, comunica Stare Mesto (Ciudad Vieja) con Mala Strana (Ciu- cuando el paño del rocío bruñe la superficie adoquinada dad Pequeña) al otro lado del Moldava. El 9 de Julio de de la calzada, las estatuas abandonan su pétrea envoltura 1357 a las 5:31am el rey Carlos IV puso la primera pie- para zambullirse en las reposadas aguas del Moldava. dra del puente que sustituiría al antiguo puente de Judith, destruido tras las inundaciones de 1342. La fecha y hora fue determinada por los astrólogos y cabalistas de la corte. Este preciso momento puede ser enunciado como 135797531, y conforma una secuencia capicúa de dígitos impares ascendentes y descendentes, que se encuentra grabada en la torre gótica de la Ciudad Vieja. Otras dos torres del mismo estilo se encuentran en el extremo de Mala Strana. El propósito de estas construcciones en la cabecera del puente era defensivo. La situada en la parte de Stare Mesto, es considerada como uno de los ejemplos más bellos de arquitectura gótica del mundo. Sirvió de modelo para la construcción de la Torre del Polvorín, en Nove Mesto, punto de partida del Camino Real, ruta que seguían los reyes Bohemios hasta la Catedral de San Vito para su coronación. Las treinta estatuas que decoran los pretiles fueron añadidos posteriores de la época del barroco. Abarrotado a todas horas, su tránsito a veces se TB | Praga 17 hradcanyMALA STRANA los historiadores desmienten el uso mágico que la tradición popular atribuye a los antiguos moradores del callejón de los alquimistas. ISLA DE KAMPA Cruzando el puente de Carlos, se encuentra la Isla de Kampa, separada de Mala Strana por el canal del Diablo, un estrecho brazo del Moldava que servía antiguamente de saetín a numerosos molinos. Solo uno de ellos ha sobrevivido, confiriendo a la zona un aspecto pintoresco. En la isla se encuentra el museo de arte moderno Kampa, en las instalaciones de lo que hasta el 2003 fuera un molino abandonado, restaurado por Meda Mladek, mecenas checo-americana, para albergar su colección privada. Cuenta con exposiciones permanentes dedicadas a famosos artistas Checos del siglo XX, como el pintor Frantisek kupka y el escultor Otto Gutfreund, así como obras de destacados artistas centroeuropeos. El museo acoge temporalmente exposiciones retrospectivas de los más importantes artistas contemporáneos, como Andy Wharhol y Piet Mondrain, entre las más recientes. MALA STRANA El puente de Carlos es la principal vía de acceso a Mala Strana, el barrio más aristocrático de Praga. Nada más cruzar el puente, a la derecha se encuentra el museo dedicado a la vida y obra de Franz Kafka; y la izquierda la Isla de Kampa, circundada por el canal del Infierno, en ella se encuentra el museo de arte contemporáneo del mismo nombre. La Plaza de Mala Strana está presidida por la imponente iglesia barroca de San Nicolás, que junto con el Clementinum, constituye la obra jesuítica más importante de la Contrarreforma. Los jesuitas no se pararon en barras a la hora de demostrar la implacable supremacía del catolicismo. Paradójicamente, la restauración más encarecida de este templo tuvo lugar en los primeros años del régimen comunista, los de mayor represión contra los católicos. De aquí, subiendo por la calle Nerudova, a través de empinadas cuestas y escalinatas llegamos a Hradcany, o barrio del castillo. Esta calle está flanqueada por ostentosas casas que pertenecieron a la nobleza. Muchas de ellas son hoy embajadas. Las casas de Mala Strana suelen identificarse por un símbolo situado sobre el dintel: el cisne blanco, la langosta verde, el león rojo, el racimo de uvas, los tres violines, la herradura dorada, la llave de oro. Estos iconos solían identi- las tiendas de marionetas abundan por toda praga. en mala strana se encuentran las más tradicionales y artesanales. ficar a la familia que habitaba las casas, cuando no existía la numeración y pocos sabían leer. TB | Praga 20 hradcany Según vamos ascendiendo, resulta inevitable volver la vista atrás para observar los matices de la perspectiva cambiante sobre la ciudad que se yergue adormecida bajo nuestros pies. La tupida retícula de calles de Stare Mesto y Novemesto parece desde aquí como una red tendida sobre las decenas de torres y cúpulas que hienden la atmósfera cenicienta de Praga para impedirles que los sueños terrenales se inyecten en el cielo. El camino plateado que el Moldava dibuja sobre la panorámica, segmentado por los numerosos puentes que unen ambas orillas de la ciudad, sirve de pentagrama sinuoso donde las aves desgranan el eco de sus graznidos. Ya en la cima, el Castillo de Praga, encierra entre sus murallas los vestigios más suntuosos y emblemáticos de la historia de la capital checa. Fundado en el siglo IX, fue la residencia de los reyes de Bohemia, emperadores del Sacro Imperio Romano, presidentes de Checoslovaquia y presidentes de la República Checa. En él se encuentran las Joyas de la corona de Bohemia. Es considerada la fortaleza medieval de mayores dimensiones del mundo. Si bien, su interior encierra construcciones de todas las épocas. Dentro está el Palacio Real, la Catedral gótica de San Vito y la basílica de estilo bizantino de San Jorge. La catedral, si bien comenzó a construirse a mediados del siglo XIV no se terminó hasta finales del XIX, interrumpida numerosas veces por falta de presupuesto, otras destruida durante los múltiples avatares bélicos que se han ido sucediendo al lo largo de la historia. Algunas de las vidrieras fueron diseñadas por Alfons Mucha, uno de los artistas más destacados del estilo secesión. La fachada sur, decorada con mosaico dorado, representa el juicio final, constituye la obra más sobresaliente. La catedral está tan encajonada dentro del recinto del castillo, que la observación de la fachada de los pies, con sus casi cien metros de altura, exige un ejercicio de contorsionismo cervical de elevado riesgo. Al final del recorrido, se encuentra el callejón de los alquimistas, una hilera de diminutas casas pegadas a la muralla, pintadas en diferentes colores, donde se dice que fueron habitadas por los alquimistas de la corte del extravagante Rodolfo II. E ellas sería con el tiempo uno de los muchos domicilios en los que habitó Kafka. En los aledaños del castillo encontramos multitud de palacios, iglesias, conventos, jardines barrocos… cuya visita minuciosa nos llevaría días. El viajero lego en arte, suele acabar exhausto ante tan inabarcable cantidad de arte concentrado en tan poco espacio. Hay que elegir, si bien, de la mayoría sólo se puede contemplar la fachada, ya que son hoy dependencias gubernamentales como el florentino palacio de los Cernin, o museos demasiado especializados como el Palacio de los Sharzenberg (fácilmente inidentificable por su peculiar esgrafiado en blanco y negro y la exagerada voladura de su cornisa). Más apartados, pero de gran interés son los Monasterios de Loreto, lugar de peregrinaje, cuenta con una importante colección de arte sacro; y el Monasterio de Strahov, que cuenta con una de las mejores bibliotecas barrocas. Desde el Monasterio de Strahov, podemos seguir la VIDRIERA DE MUCHA A MAR DE BONITA Y COLORIDA, REPRESENTA ALGO QUE NI IDEA QUE ES... vidriera realizada por alfons mucha para la catedral de san vito. representa la predicación de los santos metodio y cirilo por tierras eslavas. senda que conduce hacia la colina de Petrín, donde podemos dar un paseo por una de las zonas verdes más apreciadas por los praguenses. Esta colina fue usada hasta mediados del XIX para extraer piedra utilizada para la construcción. Fue entonces cuando la colina se rehabilitó para recuperar su aspecto boscoso original. Es el lugar preferido de los enamorados, especialmente la estatua del poeta romántico Karel Hynek Mách en cuyo pedestal el primero de mayo se depositan flores con la esperanza de que el amor dure eternamente. Cerca de allí, los lienzos de la Muralla del Hambre, construcción medieval impulsada por Carlos IV para dar trabajo a los pobres, sirven de pizarra a cupido que con su flecha cincela nombres que empareja a su antojo. De difícil acceso, escondida y apartada, donde el parque se transforma en bosque asilvestrado, encontramos la iglesia de San Miguel, un curioso ejemplar de arquitectura rural rusa, construida íntegramente en madera, fue traída hasta aquí a finales del XIX. Como testigos de la exposición nacional de 1891, en la cima, quedan el mirador de Petrín, cuya estructura fue imitada de la Torre Eiffel, y el laberinto de los espejos. El viajero incauto se adentra entre los pasillos flanqueados por espejos cóncavos y convexos. Su cabeza se alarga mientras su cuerpo se estira, la nariz se ensancha y las orejas desaparecen, los labios se cierran cuando abre la boca. Cautivado por el juego de distorsión, sale del laberinto y enfila la senda que desciende hacia Malana Strana. La tarde va cayendo. Poco a poco, las luces de las farolas, como los espejos curvos, tiñen de color irreal puerta dorada de la catedral de san vito en la entrada sur, decorada con mosaico en estilo bizantino. camino hacia el monasterio de strahov, podemos disfrutar de una de las mejores vistas de praga las fachadas, dibujan sombras a los pies de las estatuas, El viajero camina escuchando el sonido de sus pasos estiran torres, ocultan ventanas, conforme a unas reglas cuadrados por el puente Carlos. Sigue caminando, y sin imposibles de comprender. Una barcaza se desliza por la embargo parece que no avanza: el arco apuntado de la sedosa alfombra del Moldava, mientras un tranvía vacío torre, al otro lado del puente, siempre está a la distancia cruza el río como una exhalación. A lo lejos el silbido de del horizonte, iluminado por una luz mortecina tras la un tren desgarra el silencio. que se escondiera alguien que espera un ajuste de cuen- El viajero recuerda que pronto tendrá que partir. Como tas. Al asomarse al río, observa horrorizado la silueta si no hubiera hecho otra cosa desde que llegara. In- de un monstruo espeluznante tiritando sobre las aguas. genuamente ha pensado que un puñado de días de ¿Qué me ha ocurrido? Se pregunta, como Gregor Samsa agotadoras caminatas, unos gigas de fotografías para en La Metamorfosis, aquella mañana en que despertó captar lo inefable, un cuaderno de notas emborronado tras un sueño inquieto. Afortunadamente la visión te- con improvisadas ocurrencias y una mochila a prueba nebrosa queda diluida entre los destellos de una cons- de deslome, repleta de selecta bibliografía, le permiti- telación. Son las estrellas que coronan el aura de San rían, junto a su perspicaz observación, domesticar a la Juan Nepomuceno que dicen que simboliza aquella vieja embravecida ciudad del Moldava; y marcharse como si profecía de la princesa Libussa, fundadora de Praga: “Un tal cosa, con la satisfacción de ver otro trofeo colgado día tu fama alcanzará las estrellas”. El viajero se recuesta en la pared de su memoria. En vano ha detestado a esos sobre el pedestal ennegrecido del santo que recibiera grupos de turistas roedores que mansamente se hacían martirio por guardar el secreto de confesión de la reina guiar por paraguas multicolores para llevarles a abrevar de Bohemia, respira hondo y observa a los últimos agua cantarina de lluvia aflautada. ¿De qué le ha servido transeúntes que cruzan el puente de Mala Strana a Stare sentir compasión de esos mochileros, ácratas, neo hip- Mesto y viceversa, mientras un artista callejero interpreta pies y medio románticos, con la mirada siempre perdida con su clarinete una canción de Luis Amstrong. en los titulares de su solitaria guía: donde comer, donde Original escultura frente al museo kafka. CREDITOS Fotografía : Jesús López Texto : Miguel Angel Calle Diseño : Betty Blaires | Gabi Echenique HOTELES Hotel Yasmin www.hotel-yasmin.cz Gran Hotel Europa www.evropahotel.cz Hotel Central kk-central-prague.hotel-rez.com dormir, qué ver? ¿Acaso no quedan ahora las calles de la ciudad, sus habitantes y su historia difuminada como el paisaje fugaz que huía tras la ventanilla del tren que le trajo hasta aquí? PATROCINADO POR LA OFICINA DE TURISMO DE LA REPUBLICA CHECA www.czechtourism.com TB | Praga 25