Rev Cubana Hematol Inmunol Hemoter 2000;16(3):149-60 Artículos de Revisión Instituto de Hematología e Inmunología METABOLISMO DEL HIERRO MC. Mariela Forrellat Barrios, Dra. Hortensia Gautier du Défaix Gómez y Dra. Norma Fernández Delgado RESUMEN Se hace una revisión sobre el metabolismo del hierro en la que se abordan su absorción y los factores que la afectan, su transporte, captación celular, almacenamiento y excreción. Se tratan los mecanismos que intervienen en la homeostasis intracelular de este mineral y se exponen los requerimientos nutricionales de los principales grupos de riesgo que desarrollan una deficiencia de este micronutriente. Descriptores DeCS: TRASTORNOS DEL METABOLISMO DEL HIERRO; HOMEOSTASIS; HIERRO/metabolismo. 2 compartimientos: uno funcional, formado por los numerosos compuestos, entre los que se incluyen la hemoglobina, la mioglobina, la transferrina y las enzimas que requieren hierro como cofactor o como grupo prostético, ya sea en forma iónica o como grupo hemo, y el compartimiento de depósito, constituido por la ferritina y la hemosiderina, que constituyen las reservas corporales de este metal.3 El contenido total de hierro de un individuo normal es aproximadamente de 3,5 a 4 g en la mujer y de 4 a 5 g en el hombre.4 En individuos con un estado nutricional óptimo alrededor del 65 % se encuentra formando parte de la hemoglobina, el 15 % está contenido en las enzimas y la mioglobina, el 20 % como hierro de depósito El hierro es un elemento esencial para la vida, puesto que participa prácticamente en todos los procesos de oxidaciónreducción. Lo podemos hallar formando parte esencial de las enzimas del ciclo de Krebs, en la respiración celular y como transportador de electrones en los citocromos. Está presente en numerosas enzimas involucradas en el mantenimiento de la integridad celular, tales como las catalasas, peroxidasas y oxigenasas1. Su elevado potencial redox, junto a su facilidad para promover la formación de compuestos tóxicos altamente reactivos, determina que el metabolismo de hierro sea controlado por un potente sistema regulador.2 Puede considerarse que el hierro en el organismo se encuentra formando parte de 149 y solo entre el 0,1 y 0,2 % se encuentra unido con la transferrina como hierro circulante (fig. 1).5 M iog lo bin a E n z im as 2 mg). De los 25 mg contenidos en el SRE, 2 mg se encuentran en equilibrio con el compartimiento de depósito y 23 mg son transportados totalmente por la transferrina hasta la médula ósea para la síntesis de hemoglobina. Para cerrar este ciclo, la médula requiere diariamente 25 mg, de los cuales 23 mg provienen del SRE y de 1 a 2 mg de la absorción intestinal. Aproximadamente 7 mg se mantienen en equilibrio entre la circulación y los depósitos (fig. 2).6 La principal diferencia entre el metabolismo del niño y del adulto está dada por la dependencia que tienen los primeros del hierro proveniente de los alimentos. En los adultos, aproximadamente el 95 % del hierro necesario para la síntesis de la hemoglobina proviene de la recirculación del hierro de los hematíes destruidos. En contraste, un niño entre los 4 y 12 meses de edad, utiliza el 30 % del hierro contenido en los alimentos con este fin, y la tasa de reutilización a esta edad es menos significativa.7 H ierr o d e dep ós ito (2 0 % ) F erritin a H em os iderin a H ierr o d e tran s po rte (0 , 1-0 , 2 % ) T ran s ferr in a H em og lob in a H ierr o activo (8 0 % ) H em og lob in a 6 5 % M iog lo bin a 1 0 % E n z im as 5 % C atalas a s P er ox id as as C itocro m o s FIG. 1. Distribución del hierro en el organismo. La circulación del hierro entre estos 2 compartimientos se produce a través de un ciclo prácticamente cerrado y muy eficiente (fig. 2). Del total del hierro que se moviliza diariamente, sólo se pierde una pequeña proporción a través de las heces, la orina y el sudor. La reposición de esta pequeña cantidad se realiza a través de la ingesta, a pesar de que la proporción de hierro que se absorbe de los alimentos es muy baja, entre 1 y 2 mg (aproximadamente el 10 % de la ingesta total). En un adulto normal, la hemoglobina contiene aproximadamente 2 g de hierro (3,4 mg/g de hemoglobina), que luego de los 120 días de vida media de los eritrocitos, son cedidos a los fagocitos del sistema retículo endotelial (SRE) a razón de 24 mg/día, de los cuales, 1 mg en los hombres y 2 mg en las mujeres son excretados diariamente. El SRE recibe también un remanente de hierro que proviene de la eritropoyesis ineficaz (aproximadamente ABSORCIÓN En un individuo normal, las necesidades diarias de hierro son muy bajas en comparación con el hierro circulante, por lo que sólo se absorbe una pequeña proporción del total ingerido. Esta proporción varía de acuerdo con la cantidad y el tipo de hierro presente en los alimentos, el estado de los depósitos corporales del mineral, las necesidades, la actividad eritropoyética y una serie de factores luminales e intraluminales que interfieren o facilitan la absorción.8 La absorción depende en primer lugar del tipo de compuesto de hierro presente en la dieta, en dependencia de lo cual van a existir 2 formas diferentes de absorción: la del hierro hemo y la del hierro inorgánico. 150 S ín tes is d e h em oglob in a Ab s orción 1 -2 m g M éd u la ós ea 24 mg E ritrop oyes is in e ficaz 23 mg T ran s ferrin a 2 mg Glób u lo rojo P las m a 1 -2 m g 25 mg 7 mg 23 mg F erritin a 2 mg S is tem a retículo en dotelial P érd id as diar ias - s an g re - h eces fecales - tegu m en to s D ep ós itos D es tru cció n de l g ló bu lo rojo FIG. 2. Esquema del ciclo del hierro en el hombre. específico en la membrana del borde en cepillo. La apotransferrina del citosol contribuye a aumentar la velocidad y eficiencia de la absorción de hierro.10 En el interior del citosol, la ceruloplasmina (endoxidasa I) oxida el hierro ferroso a férrico para que sea captado por la apotransferrina que se transforma en transferrina. 8 El hierro que excede la capacidad de transporte intracelular es depositado como ferritina, de la cual una parte puede ser posteriormente liberada a la circulación.3 ABSORCIÓN DE HIERRO INORGÁNICO El hierro inorgánico por acción del ácido clorhídrico del estómago pasa a su forma reducida, hierro ferroso (Fe2+), que es la forma química soluble capaz de atravesar la membrana de la mucosa intestinal. Algunas sustancias como el ácido ascórbico, ciertos aminoácidos y azúcares pueden formar quelatos de hierro de bajo peso molecular que facilitan la absorción intestinal de este.1 Aunque el hierro puede absorberse a lo largo de todo el intestino, su absorción es más eficiente en el duodeno y la parte alta del yeyuno.9 La membrana de la mucosa intestinal tiene la facilidad de atrapar el hierro y permitir su paso al interior de la célula, debido a la exitencia de un receptor ABSORCIÓN DE HIERRO HEMO Este tipo de hierro atraviesa la membrana celular como una metaloporfirina intacta, una vez que las proteasas endo- 151 luminales o de la membrana del enterocito hidrolizan la globina. Los productos de esta degradación son importantes para el mantenimiento del hemo en estado soluble, con lo cual garantizan su disponibilidad para la absorción. 11 En el citosol la hemoxigenasa libera el hierro de la estructura tetrapirrólica y pasa a la sangre como hierro inorgánico, aunque una pequeña parte del hemo puede ser transferido directamente a la sangre portal.12,13 Aunque el hierro hemínico representa una pequeña proporción del hierro total de la dieta, su absorción es mucho mayor (20-30 %) y está menos afectada por los componentes de ésta.14 No obstante, al igual que la absorción del hierro inorgánico, la absorción del hemo es favorecida por la presencia de carne en la dieta, posiblemente por la contribución de ciertos aminoácidos y péptidos liberados de la digestión a mantener solubles, y por lo tanto, disponibles para la absorción, ambas formas de hierro dietético.11 Sin embargo, el ácido ascórbico tiene poco efecto sobre la absorción del hemo, producto de la menor disponibilidad de enlaces de coordinación de este tipo de hierro.15 Por su parte el calcio disminuye la absorción de ambos tipos de hierro por interferir en la transferencia del metal a partir de la célula mucosa, no así en su entrada a esta.16,17 interior hasta su decamación. De este modo, las células mucosas protegen al organismo contra la sobrecarga de hierro proveniente de los alimentos, al almacenar el exceso del mineral como ferritina, que es posteriormente excretada durante el recambio celular normal.5 La absorción de hierro puede ser ajustada dentro de ciertos límites para cubrir los requerimientos de este metal. De este modo, condiciones como la deficiencia de hierro,19 la anemia, la hipoxia, conllevan un aumento en la absorción y capacidad de transporte, aunque es bueno destacar que el incremento en la absorción de hierro hemo es de menor proporción,5 debido posiblemente a que la superficie absortiva de la célula intestinal no reconoce al hemo como hierro, por lo que el incremento de su absorción se deberá solamente a la pérdida de la saturación de los receptores dentro de la célula y en las membranas basolaterales.11 La absorción del hierro puede ser también afectada por una serie de factores intraluminales como la quilia gástrica, el tiempo de tránsito acelerado y los síndromes de malabsorción.1 Además de estos factores, existen sustancias que pueden favorecer o inhibir la absorción. Así por ejemplo, el hierro hemo proveniente de las carnes y los pescados es más fácil de absorber que el hierro inorgánico de los vegetales, los que en muchos casos, contienen concentraciones más elevadas del metal. Sin embargo, la adición de pequeñas porciones de carnes o pescados puede aumentar la absorción del hierro presente en los vegetales, fundamentalmente por su contenido de aminoácidos. Existen además otras sustancias que favorecen la absorción de hierro, como son los agentes reductores, especialmente el ácido ascórbico.20,21 Entre los inhibidores de la absorción de hierro tenemos la ingesta crónica de FACTORES QUE AFECTAN LA ABSORCIÓN DE HIERRO El enterocito desempeña un papel central en la regulación de la absorción de hierro, debido a que los niveles intracelulares adquiridos durante su formación determinan la cantidad del mineral que entra a la célula.18 El hierro del enterocito ingresa a la circulación de acuerdo con las necesidades, y el resto permanece en su 152 alcalinos, fosfatos, fitatos y taninos. La absorción disminuye proporcionalmente con el volumen de té o café consumidos, así se ha determinado que en presencia de té la absorción de este mineral disminuye hasta el 60 % mientras que en la de café la absorción se reduce hasta el 40 %.22 Por su parte los fitatos (hexafosfatos de inositol) que se localizan en la fibra del arroz, el trigo y el maíz, y la lignina de las paredes de las células vegetales, constituyen potentes inhibidores de la absorción de hierro, debido a la formación de quelatos insolubles. 23 En este sentido, se ha calculado que de 5 a 10 mg de fitatos pueden reducir la absorción del hierro no hemo a la mitad, lo que puede ser evitado por el consumo de pequeñas cantidades de carne y vitamina C que impiden la formación de estos quelatos, lo que provoca un aumento de la absorción aún en presencia de los inhibidores de ésta.24 El contenido de sustancias favorecedoras e inhibidoras de la absorción va a determinar la biodisponibilidad del hierro presente en la dieta. El conocimiento de los mecanismos que regulan la absorción de hierro permite determinar el valor nutricional de los alimentos y la forma de mejorar su biodisponibilidad, pero también permite seleccionar apropiadamente los compuestos de hierro mejores y más seguros que respeten el papel regulador de la mucosa intestinal.8 liberado por los macrófagos producto de la destrucción de los glóbulos rojos o el procedente de la mucosa intestinal, se ocupa de transportarlo y hacerlo disponible a todos los tejidos que lo requieren.5 Se le denomina apotransferrina a la proteína que no contiene hierro, transferrina monoférrica cuando contiene un átomo de hierro y diférrica cuando contiene 2 átomos. Cuando todos los sitios de transporte están ocupados se habla de tranferrina saturada y se corresponde con alrededor de 1,41 µg/mg de transferrina. 26 En condiciones fisiológicas, la concentración de transferrina excede la capacidad de unión necesaria, por lo que alrededor de dos tercios de los sitios de unión están desocupados.5 En el caso de que toda la transferrina esté saturada, el hierro que se absorbe no es fijado y se deposita en el hígado. La vida media normal de la molécula de transferrina es de 8 a 10 días, aunque el hierro que transporta tiene un ciclo más rápido, con un recambio de 60 a 90 minutos como promedio.27 Del total de hierro transportado por la transferrina, entre el 70 y el 90 % es captado por las células eritropoyéticas28 y el resto es captado por los tejidos para la síntesis de citocromos, mioglobina, peroxidasas y otras enzimas y proteínas que lo requieren como cofactor. CAPTACIÓN CELULAR Todos los tejidos y células poseen un receptor específico para la transferrina, a través de cuya expresión en la superficie celular, regulan la captación del hierro de acuerdo con sus necesidades. La concentración de estos receptores es máxima en los eritroblastos (80 % del total de los receptores del cuerpo), donde el hierro es captado por las mitocondrias para TRANSPORTE El hierro es transportado por la transferrina, que es una glicoproteína de aproximadamente 80 kDa de peso molecular, sintetizada en el hígado, que posee 2 dominios homólogos de unión para el hierro férrico (Fe3+).25 Esta proteína toma el hierro 153 ser incluido en las moléculas de protoporfirina durante la síntesis del grupo hemo. A medida que se produce la maduración del glóbulo rojo, la cantidad de receptores va disminuyendo, debido a que las necesidades de hierro para la síntesis de la hemoglobina son cada vez menores.29 El receptor de la transferrina es una glicoproteína constituida por 2 subunidades, cada una de 90 kDa de peso molecular, unidas por un puente disulfuro. Cada subunidad posee un sitio de unión para la transferrina. Estos receptores se encuentran anclados en la membrana a través de un dominio transmembrana, que actúa como péptido señal interno, 30 y poseen además un dominio citosólico de aproximadamente 5 kDa.18 Se ha observado la presencia de moléculas de receptor circulando en el plasma sanguíneo, que son incapaces de unir transferrina, puesto que carecen de sus porciones transmembranosa y citosólica; a estos receptores se les conoce como receptor soluble. No obstante su incapacidad de unir transferrina, se ha encontrado una relación directa entre la concentración de receptor circulante y el grado de eritropoyesis, así en la deficiencia de hierro hay un aumento de la concentración de receptores solubles.31,32 El receptor de transferrina desempeña un papel fundamental en el suministro de hierro a la célula, puesto que la afinidad del receptor por el complejo hierro-transferrina al pH ligeramente alcalino de la sangre, depende de la carga de hierro de la proteína. La afinidad máxima se alcanza cuando la transferrina está en su forma diférrica.5 El complejo hierro-transferrina-receptor es internalizado en la célula a través de un proceso de endocitosis. El cambio del pH ligeramente alcalino al pH ácido del endosoma provoca un cambio en la estabilidad del complejo que ocasiona la disociación espontánea de los átomos de hierro; por su parte, la transferrina se mantiene unida al receptor hasta que un nuevo cambio de pH, en sentido contrario, al nivel de la membrana, provoca la ruptura del complejo y la consiguiente liberación de la transferrina que queda nuevamente disponible para la captación y transporte del hierro circulante.5 La liberación dentro de la célula del hierro unida a la transferrina es secuencial. La primera molécula es liberada por el pH ácido del citosol, mientras la segunda requiere ATP para su liberación. DEPÓSITOS El exceso de hierro se deposita intracelularmente como ferritina y hemosiderina, fundamentalmente en el SRE del bazo, el hígado y la médula ósea. Cada molécula de ferritina puede contener hasta 4 500 átomos de hierro, aunque normalmente tiene alrededor de 2 500, almacenados como cristales de hidróxido fosfato férrico [(FeOOH8). FeO. PO3H2].5,33 La molécula de apoferritina es un heteropolímero de 24 subunidades de 2 tipos diferentes: L y H, con un peso molecular de 20 kDa cada una, formadas por 4 cadenas helicoidales. Las variaciones en el contenido de subunidades que componen la molécula determinan la existencia de diferentes isoferritinas, las que se dividen en 2 grandes grupos: isoferritinas ácidas (ricas en cadenas H) localizadas en el corazón, los glóbulos rojos, los linfocitos y los monocitos, y las isoferritinas básicas (ricas en cadenas L) predominantes en el hígado, el bazo, la placenta y los granulocitos.18 Las subunidades se organizan entre sí de manera tal que forman una estructura esférica que rodea a los cristales de hierro. Esta cubierta proteica posee en su 154 entramado 6 poros de carácter hidrofílico y tamaño suficiente para permitir el paso de monosacáridos, flavinmononucleótidos, ácido ascórbico o desferroxamina. Se plantea que estos poros tienen una función catalizadora para la síntesis de los cristales de hierro y su incorporación al interior de la molécula de ferritina.33 La función fundamental de la ferritina es garantizar el depósito intracelular de hierro para su posterior utilización en la síntesis de las proteínas y enzimas. Este proceso implica la unión del hierro dentro de los canales de la cubierta proteica, seguido por la entrada y formación de un núcleo de hierro en el centro de la molécula. Una vez formado un pequeño núcleo de hierro sobre su superficie, puede ocurrir la oxidación de los restantes átomos del metal a medida que se incorporan.34 Se han observado diferencias entre la velocidad de captación de hierro por las diferentes isoferritinas; así las isoferritinas ricas en cadenas H tienen una mayor velocidad de captación y se ha demostrado que ésta es precisamente la función de este tipo de subunidad. 35 No obstante, las cadenas H y L cooperan en la captación del hierro, las subunidades H promueven la oxidación del hierro y las L, la formación del núcleo.36 Tanto el depósito de hierro como su liberación a la circulación son muy rápidos, e interviene en este último proceso el flavinmononucleótido. El hierro es liberado en forma ferrosa y convertido en férrico por la ceruloplasmina plasmática, para que sea captado por la transferrina que lo transporta y distribuye al resto del organismo. La hemosiderina está químicamente emparentada con la ferritina, de la que se diferencia por su insolubilidad en agua. Aunque ambas proteínas son inmunológicamente idénticas, la hemosiderina contiene un por ciento mayor de hierro (30 %) y en la microscopia se observa como agregados de moléculas de ferritina con una conformación diferente de los cristales de hierro.37 El volumen de las reservas de hierro es muy variable, pero generalmente se considera que un hombre adulto normal tiene entre 500 y 1 500 mg y una mujer entre 300 y 1 000 mg, aunque estos valores dependen grandemente del estado nutricional del individuo.27 REGULACIÓN DE LA CAPTACIÓN Y ALMACENAMIENTO DE HIERRO La vía fundamental de captación celular de hierro es la unión y subsecuente internalización de la transferrina cargada con hierro por su receptor. La cantidad de hierro que penetra a la célula por esta vía está relacionada con el número de receptores de transferrina presentes en la superficie celular. Una vez dentro, el hierro es utilizado para sus múltiples funciones o almacenado en forma de ferritina o hemosiderina. Por lo tanto, cuando las necesidades de hierro de la célula aumentan, se produce un incremento en la síntesis de receptores de transferrina y, en el caso contrario, cuando hay un exceso de hierro, ocurre un aumento de la síntesis de ferritina. Esto se logra mediante un estricto sistema de control al nivel postranscripcional. 38 Tanto la expresión del receptor de transferrina como de la ferritina son reguladas en función de la disponibilidad y demanda de hierro para asegurar la homeostasia celular. En esta regulación está implicada una proteína citosólica de aproximadamente 98 kDa de peso molecular, altamente conservada a lo largo de la evolución, 39 conocida como factor regulador de hierro (IRF) o proteína de unión al elemento de respuesta al hierro 155 (IRE-BP).40,41 Esta proteína posee un centro 4Fe-4S que le permite cambiar entre 2 actividades diferentes en dependencia del nivel de hierro celular;1 así cuando los niveles de hierro son bajos, el centro se disocia y la apoproteína se une a una estructura tallo-lazo específica en el RNA mensajero (mRNA) del receptor de transferrina y de la ferritina, conocida como elemento de respuesta al hierro (IRE). Esta misma proteína se convierte en una aconitasa citosólica con un centro 4Fe-4S en células cargadas de hierro.42-44 Existe un IRE localizado cerca del extremo 5´terminal, de la región 5´no traducida de los mRNA de las cadenas L y H de la ferritina. La unión del IRF a este IRE inhibe la traducción del mRNA de la ferritina por interferencia en el orden de unión de los factores de iniciación de la traducción.45 Por su parte, la región 3´no traducida del mRNA del receptor de transferrina contiene 5 IREs;46 en este caso, la unión del IRF protege los mRNA de la degradación, con lo cual estimula la expresión del receptor.47 Cuando los niveles intracelulares de hierro están elevados, el IRF se disocia de los IREs, con lo que aumenta la traducción del mRNA de la ferritina y se acelera la degradación del mRNA de los receptores de transferrina. Así la interacción del IRF/ IRE regula la expresión de estas proteínas en direcciones opuestas por 2 mecanismos diferentes, con lo cual se logra mantener el equilibrio entre la captación y almacenamiento intracelular del hierro. 2 Mecanismos similares están implicados en la regulación de otras proteínas que participan en el metabolismo del hierro. diarias de hierro son de 0,9-1,5 mg/día (0,013 mg/kg/día) en los hombres adultos. De éstos, 0,35 mg se pierden en la materia fecal, 0,10 mg a través de la mucosa intestinal (ferritina), 0,20 mg en la bilis, 0,08 mg por vía urinaria y 0,20 mg por decamación cutánea. 48 Las mujeres en edad fértil están expuestas a una depleción adicional de hierro a través de las pérdidas menstruales que incrementan los niveles de excreción diarios a 1,6 mg/día como mínimo.18 Los cambios en los depósitos de hierro del organismo provocan variaciones limitadas en la excreción de hierro, que van desde 0,5 mg/día en la deficiencia de hierro a 1,5 mg/día en individuos con sobrecarga de hierro. Aunque hay pocos estudios en lactantes y niños, se plantea que en éstos las pérdidas gastrointestinales pueden ser mayores que en los adultos. 48 Algunos investigadores plantean que las pérdidas promedio son de aproximadamente 2 mg/día en los lactantes y de 5 mg/día en los niños de 6 a 11 años de edad. 14 Otras causas importantes de pérdidas son las donaciones de sangre y la infestación por parásitos.18 NECESIDADES DE HIERRO EN LOS PRINCIPALES GRUPOS DE RIESGO Los requerimientos de hierro en cada etapa de la vida están determinados por los cambios fisiológicos a que se enfrenta el organismo durante su desarrollo. Al nacer, el niño sustituye el suministro seguro de hierro aportado por la placenta por otro mucho más variable y con frecuencia insuficiente, proveniente de los alimentos. Durante el primer año de la vida el niño crece rápidamente, como resultado de lo cual al cumplir el año, debe haber triplicado su peso y duplicado su hierro EXCRECIÓN La capacidad de excreción de hierro del organismo es muy limitada. Las pérdidas 156 corporal.33 En este período se estima que las necesidades de hierro son de 0,7 a 1,0 mg/kg/día (15 mg/d).49 Durante esta etapa de la vida pueden distinguirse 3 períodos característicos, en dependencia del estado nutricional en hierro. El primer período comprende las primeras 6 a 8 semanas, durante las cuales se produce una declinación progresiva de los niveles de hemoglobina, de 170 g/L al nacer a 110 g/L, como consecuencia de la disminución de la eritropoyesis producto del aumento del tenor de oxígeno en la vida extrauterina. El hierro liberado producto de la destrucción de los eritrocitos es suficiente para cubrir las necesidades durante este tiempo y el que no se utiliza se almacena para satisfacer las demandas de las siguientes etapas de desarrollo. Durante estas semanas, la cantidad de hierro absorbido a partir de los alimentos no es significativa.50 El segundo período se caracteriza por el inicio de la eritropoyesis, a expensas fundamentalmente del hierro almacenado como producto de la destrucción de los hematíes en la etapa anterior, que se traduce en un incremento de los niveles de hemoglobina. El tercer período comienza alrededor del cuarto mes y se caracteriza por un incremento progresivo de la dependencia del hierro alimentario para garantizar una eritropoyesis eficiente. Esto hace que sea necesario asegurarle al lactante una dieta rica en hierro, que garantice un suministro adecuado de este metal para cubrir sus requerimientos.33 En el caso de los niños prematuros y bajo peso al nacer, la susceptibilidad de desarrollar una deficiencia de hierro es mucho mayor, ya que sus reservas corporales son menores unido a un crecimiento posnatal más acelerado.51 Esto hace que las reservas se agoten más tempranamente, por lo que se hace necesario el suministro de hierro exógeno antes de los cuatro meses de vida. Durante la infancia, las necesidades de hierro para el crecimiento son menores, alrededor de 10 mg/día, pero continúan siendo elevadas en términos de ingesta relativa, cuando se comparan con las del adulto, por lo que no desaparece el riesgo de desarrollar una deficiencia de hierro. En este período es importante evitar los malos hábitos dietéticos que limitan la ingesta de hierro o alteran su biodisponibilidad.49 En la adolescencia se produce nuevamente un incremento de las demandas de hierro, como consecuencia del crecimiento acelerado. Durante el desarrollo puberal un adolescente aumenta unos 10 kg de peso, que debe acompañarse de un incremento de unos 300 mg de su hierro corporal para lograr mantener constante su hemoglobina, que en este período aumenta a razón de 50-100 g/L/año. En consecuencia, un adolescente varón requiere alrededor de 350 mg de hierro por año durante el pico de crecimiento de la pubertad.3 Las necesidades de hierro en las hembras son más altas, pues aunque su velocidad de crecimiento es menor, se adicionan las pérdidas menstruales.49 El aumento de unos 9 kg de peso de una adolescente durante la pubertad, representa la necesidad de un aporte de unos 280 mg de hierro para el mantenimiento de la concentración de hemoglobina. Un sangramiento menstrual promedio de unos 30 mL de sangre implica la pérdida de unos 75 mg de hierro. En consecuencia, una adolescente en pleno pico de crecimiento requiere alrededor de 455 mg de hierro por año. En las mujeres en edad fértil los requerimientos son similares a los de la adolescente, fundamentalmente debido a las pérdidas menstruales. Estos reque- 157 rimientos pueden verse aumentados por el uso de dispositivos intrauterinos, que provocan aumentos imperceptibles de las pérdidas, unido en ocasiones a una dieta inadecuada; los embarazos y la lactancia pueden agravar la situación.52 . SUMMARY A review is made on iron metabolism in which iron absorption, factors affecting this process, iron transportation, cell uptake, storage and excretion are dealt with. The mechanisms acting in the intracellular homeostasis of this mineral and the nutritional requirements of the main risk groups that develop an iron deficiency are set forth. Subject headings: IRON METABOLISM DISORDERS; HOMEOSTASIS; IRON/ metabolism. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1 . Andrews NC, Bridge KR. Disorders of iron metabolism and sideroblastic anemia. En: Nathan and Oski’s Hematology of infancy and childhood. 5th ed. Philadelphia: WB Saunders, 1998:423-61. 2 . Hentze MW. Iron regulatory factor - the conductor of cellular iron regulation. 27th Annual Course. Advan Haematol 1993:36-48. 3 . Lanzkowski P. Metabolismo del hierro y anemia ferripriva. En: Hematología pediátrica. 3a ed. La Habana: 1985:121-93. (Edición Revolucionaria). 4 . Refsun AB, Schreiner BBI. Regulation of iron balance by absorption and excretion. Scand J Gastroenterol 1984;19:867-74. 5 . Wick M, Pinggera W, Lehmann P. Iron metabolism, diagnosis and therapy of anemias. 3th ed. New York: Springer, 1996. 6 . Fairbanks V, Klee G. Biochemical aspects of hematology. En: Textbook of clinical chemistry. Tietz. Philadelphia: WB Saunders, 1986. 7 . Dallman P, Siimes M. 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Apartado, 8070, CP 10800, Ciudad de La Habana, Cuba. Teléf: (537) 578268. Fax: (537) 338979. e-mail:[email protected]. 160 Rev Cubana Hematol Inmunol Hemoter 2000;16(3):161-83 Instituto de Hematología e Inmunología ENFERMEDAD HEMOLÍTICA PERINATAL Dra. María del Rosario López de Roux y Dr. Lázaro Cortina Rosales RESUMEN La enfermedad hemolítica perinatal (EHPN) es una afección inmunológica aloinmune contra antígenos de origen paterno presentes en los hematíes fetales y del recién nacido. Se han reportado numerosos aloanticuerpos dirigidos contra antígenos eritrocitarios como causa de la EHPN, más frecuentemente los del sistema ABO y Rh. La EHPN por el sistema Rh (EHPN-Rh) suele ser severa, en particular por el antígeno D. Es muy común encontrar el anti-D asociado con otros anticuerpos Rh (C, E, de título menor). El anticuerpo anti-c por sí solo puede producir EHPN severa. Los avances en la prevención de la inmunización por el antígeno D han disminuido la incidencia de esta enfermedad. La EHPN por ABO (EHPN-ABO) ha sido siempre más frecuente, pero su relación con muerte fetal o neonatal es menor que la de la EHPN-Rh. En este tipo de EHPN los anticuerpos están preformados. Las subclases de IgG, predominantes en esta enfermedad son las IgG1 y las IgG3. A la luz de los conocimientos actuales, el diagnóstico de esta enfermedad puede efectuarse precozmente, es posible incluso hacerlo antes del nacimiento e indicar la transfusión fetal intrauterina como método de salvamento de los fetos con hematócritos (Hto) menores o iguales al 30 %. En los recién nacidos se emplean la fototerapia y la exanguinotransfusión para disminuir los niveles séricos de bilirrubina producida por la hemólisis y evitar el kerníctero. Siempre que se sospeche la enfermedad deberá actuarse con rapidez y precisar los anticuerpos involucrados, para de esta forma disminuir su incidencia y morbimortalidad. Descriptores DeCS: ERITROBLASTOSIS FETAL/diagnóstico; TRANSFUSIÓN DE SANGRE INTRAUTERINA; ISO-INMUNIZACIÓN RH. La enfermedad hemolítica del feto y del recién nacido es una afección inmunológica aloinmune, en la cual la sobrevida del hematíe fetal y del recién nacido está acortada debido a la acción de anticuerpos maternos que pasan a través de la placenta y que son específicos contra antígenos de origen paterno presentes en las células rojas fetales y del recién nacido. En 1609, la partera Louyse Bourgeois, describió en la prensa laica francesa el nacimiento de gemelos. El primero, fue una niña hidrópica que murió a las pocas horas del nacimiento. El segundo gemelo fue un niño, que nació bien, pero en las primeras horas de vida presentó un íctero intenso y en posición de opistótonos falleció. 1,2 161 Otros casos similares fueron descritos, hasta que en 1882, Ballantyne los reunió en una entidad nosológica denominada Hidrops foetalis universalis. En 1932, Diamond, Blackfan y Batty unificaron todos estos síndromes en una entidad que llamaron Erytroblastosis foetalis.2 En 1939, Levine y Stetson reportaron una reacción postransfusional en una mujer después del parto de un niño hidrópico. La madre presentó una hemorragia posparto y fue transfundida con sangre de su esposo. Levine demostró que la paciente tenía un anticuerpo que aglutinaba las células del esposo y postuló que se había inmunizado contra un antígeno fetal heredado del padre.3,4 En 1940, Landsteiner y Wiener determinaron el antígeno responsable y realizaron experimentos donde reportaron que el suero procedente de conejos previamente inmunizados con células rojas de monos rhesus contenía un anticuerpo que aglutinaba el 85 % de los hematíes de sujetos caucasianos. Tales sujetos fueron llamados rhesus positivos (Rh positivos). El 15 % restante presentaba células que no aglutinaban con este suero y a estas se les llamó rhesus negativos (Rh negativo).3 Este experimento sirvió de marco a la inmunohematología moderna.4 Levine y otros usando el suero anti-Rh de Landsteiner y Wiener, determinaron que las pacientes reportadas en 1939 eran Rh negativas y que tenían un anticuerpo anti-Rh que aglutinaba los hematíes de sus esposos e hijos, demostrando así la etiología de la enfermedad.1,3-5 Posteriormente, C. Smith denominó a esta entidad enfermedad hemolítica del feto y del recién nacido, a la que hoy en día, dada la extensión de los conocimientos sobre ella, se le denomina enfermedad hemolítica perinatal (EHPN).2 Desde entonces hasta la fecha han ocurrido grandes progresos en el conoci- miento de los grupos sanguíneos que han permitido precisar que la EHPN no sólo se debe a anticuerpos contra el antígeno D, sino que también están involucrados otros antígenos del sistema Rh, el sistema ABO y de otros sistemas antigénicos; con los avances científicos en el diagnóstico, profilaxis y tratamiento de esta entidad se ha logrado disminuir su incidencia y morbimortalidad. ETIOPATOGENIA DE LA EHPN La etiopatogenia de esta enfermedad está basada en la incompatibilidad de grupo sanguíneo materno-fetal, cuando los eritrocitos fetales poseen antígenos de origen paterno carentes en los glóbulos rojos de la madre. Esto origina el desarrollo de una respuesta inmunitaria en la madre, y paso de anticuerpos (del tipo IgG) a través de la placenta. Estos anticuerpos se unen a la membrana del hematíe fetal y facilitan su hemólisis (excepto en la EHPN por ABO (EHPN-ABO), donde los anticuerpos están preformados. Resumiendo, para que la enfermedad se produzca es necesario: − Incompatibilidad de grupo sanguíneo materno-fetal. − Aloinmunización materna específica contra un determinado antígeno fetal. − Paso de anticuerpos maternos al organismo fetal. − Acciones derivadas de la unión de los anticuerpos maternos sobre los hematíes fetales. INCOMPATIBILIDAD DE GRUPO SANGUÍNEO MATERNO-FETAL La incompatibilidad de grupo sanguíneo materno-fetal se establece 162 cuando un hijo hereda del padre un gen ausente en la dotación genética de la madre. Para que se produzca la EHPN es necesario que el antígeno codificado por el gen paterno sea capaz de: La EHPN por el sistema Rh (EHPN-Rh), suele ser severa, en particular por el antígeno D, la cual llegó a tener una incidencia del 18 %. 10 Con la introducción de la inmunoprofilaxis con gammaglobulina anti-D, su incidencia disminuyó espectacularmente hasta aproximadamente el 1 %.10-12 Su ocurrencia actual obedece a:11 − Poseer fuerza en su expresión y ocupar un gran número de sitios antigénicos sobre la membrana del hematíe. − Estimular la formación de un anticuerpo de clase IgG, excepto en la EHPN-ABO. 1. Inmunizaciones producidas durante el embarazo. 2. No administración de gammaglobulina anti-D profiláctica después del parto de un hijo Rh positivo, después de un aborto u otro evento inmunizante (transfusiones mal compatibilizadas). 3. Administración de una dosis insuficiente de gammaglobulina anti-D para cubrir un gran estímulo antigénico. 13 Se han reportado numerosos aloanticuerpos dirigidos contra antígenos eritrocitarios como causa de la EHPN (tabla 1).1,4 Los anticuerpos que con mayor frecuencia producen EHPN son los del sistema ABO y Rh.1,2,4,6 En la literatura se señala que aproximadamente las dos terceras partes de los casos de EHPN se deben a incompatibilidad ABO.7 Su incidencia y severidad no muestran un comportamiento universal, pues en países anglosajones es una entidad clínica muy benigna y es muy raro que el recién nacido requiera de exanguinotransfusión (ET); sin embargo, en países de Sudamérica, el Caribe, Medio Oriente, Asia y África, la incompatibilidad ABO es causa de EHPN severa.8,9 Otros anticuerpos que producen EHPN severa son los anti-Kell, anti-S, anti-s y antiTja (PP1Pk).1-4 La evaluación de la EHPN por anti-Kell causa supresión de la eritropoyesis en el feto más que destrucción de los glóbulos rojos. Por lo tanto, la concentración de bilirrubina en líquido amniótico puede ser baja en relación con la severidad de la anemia fetal.8 Todos los demás anticuerpos producen casos de EHPN moderados o leves.2 TABLA 1. Anticuerpos relacionados con la enfermedad hemolítica perinatal Sistemas Anticuerpos ABO Rh Anti-A, -B, -AB Anti-D, -c, -C, -Cw, -Cx, -e, -E, Ew, ce, -Ces, -Rh32, -Goa, -Bea, -Evans, LW Anti-K, -k, -Ku, -Kpa , -Kpb , -Jsa, -Jsb , -Fya , -Fy3, -Jka, -Jkb , -M, -N, -S, -s, U, -Vw, -Far, -Mv, -Mit, -Mta, -Mur, Hil, -Hut, -Ena , -PP1Pk, -Lua , -Lub, Lu9, -Dia , -Dib, -Yta , -Ytb, -Doa, -Coa , Wra Anti-Bi, -By, -Fra , -Good, Rd, -Rea, Zd Anti-Ata, -Jra, -Lan, -Ge Otros Antígenos de baja incidencia Antígenos de alta incidencia 163 • Gestaciones anormales: embarazo ectópico, aborto, placenta previa, placenta acreta, coriosarcoma, corioangioma, óvito fetal. • Manipulación uterina: versión externa, amniocentesis, transfusión intraútero, biopsia coriónica. • Parto: anestesia general, parto distócico, fórceps, cesárea, maniobra extractiva, remoción manual de la placenta15 y uso de la oxitocina para favorecer la dinámica del trabajo de parto. • Otras:15 trauma abdominal cerrado, sobre todo en el tercer trimestre y embarazos gemelares. Aunque la EHPN-ABO ha sido siempre más frecuente, su relación con muerte fetal o neonatal es menor que la de la EHPN-Rh; por eso profundizaremos en esta última. EHPN-RH El estímulo antígeno puede producirse por: Gestación: la placenta es una membrana activa y selectiva, cuyo carácter dinámico condiciona el tránsito en los 2 sentidos. El punto de contacto directo entre las circulaciones útero-feto-placentarias es el trofoblasto, unidad funcional compuesta del lado materno por la sangre del espacio intervelloso y del lado fetal por la de los capilares vellosos. La presión en los capilares de las vellosidades no ha sido medida, pero se estima que es menor en el lado materno, lo que explicaría el paso de los hematíes fetales a la circulación materna, incluso en condiciones normales.2 Utilizando la prueba de resistencia a la elución ácida de la hemoglobina fetal, se ha demostrado que ocurre hemorragia fetomaterna (HFM) en el 3 % de las embarazadas en el primer trimestre, en el 12 % durante el segundo, en el 45 % en el tercer trimestre y en el 64 % inmediatamente después del parto, 4 y es mayor si el nacimiento es por cesárea. Con el desarrollo de la tecnología, específicamente con el uso de la citometría de flujo, se han encontrado progenitores de células rojas nucleadas fetales en la circulación materna desde épocas tempranas de la gestación.14 Ciertas situaciones obstétricas incrementan el riesgo de HFM,2 como son: Los antígenos Rh están bien desarrollados entre los 30 y 45 días de la gestación. 3,5 Después de un aborto provocado o terapéutico, alrededor del 4 % de las mujeres tienen HFM de más de 0,2 mL.4 Mollison plantea que después de un aborto provocado, 0,125 mL o más de sangre fetal pasan a la madre y que después de un aborto espontáneo el paso de sangre fetal nunca excede los 0,05 mL.16 Hemoterapia: todos aceptan que durante mucho tiempo constituyó un punto muy discutido, el hecho de si grandes volúmenes de sangre incompatible provocaban un efecto sensibilizante, o si por el contrario, lo provocaban pequeños volúmenes. Basado en estudios con voluntarios sanos Rh negativos, las cantidades de sangre D-positivas requeridas para producir inmunización Rh pueden ser muy pequeñas. 2 En un experimento, 2/3 de los voluntarios quedaron inmunizados con 5 inyecciones de 3,5 mL de sangre D-positiva; en otro experimento el 80 % se inmunizó con una inyección de 0,5 mL de sangre D-positiva y el 30 % con inyecciones repetidas de 0,1 mL de sangre D-positiva. La prevalencia de la • Enfermedades de la gestante: toxemia gravídica, diabetes, cardiopatía, hipertensión arterial crónica. 164 inmunización, dependió de la dosis de células D-positivas administradas, y fue del 15 % después de la administración de 1 mL y entre el 65 y 70 % después de 250 mL. Se concluyó, por lo tanto, que las transfusiones de sangre incompatibles constituyen eventos muy aloinmunizantes.1,4 inmunización por Rh, 6 meses después de un parto ABO incompatible, con un feto además D-positivo, es entre el 1,5 % y el 2 %.19 La protección parcial es probable que se produzca como resultado de la hemólisis intravascular rápida de los eritrocitos ABO incompatibles. Las células D-positivas se destruirían en el bazo por los macrófagos presentes en este órgano. Esta protección es solo frente a la inmunización primaria contra el antígeno D. No ocurre así una vez que la madre está sensibilizada.6 La respuesta primaria se produce a continuación de la primera exposición a un antígeno extraño. Es una respuesta débil y lenta. El estímulo para producirla debe ser lo suficientemente intenso y mayor como para producir una respuesta secundaria a dicho antígeno. En esta etapa de la respuesta inmune los anticuerpos que se producen son de tipo IgM y pueden aparecer tan tempranamente como a las 4 semanas después del estímulo; usualmente la respuesta oscila entre 8 y 9 semanas.1,4 El anticuerpo IgM no atraviesa la placenta, por eso en el caso de un primer embarazo con feto D-positivo y sin evento aloinmunizante anterior, el niño no se afecta. Una vez que la respuesta primaria se ha desarrollado, basta con un pequeño estímulo para que se desencadene la respuesta secundaria. Esta puede ocurrir después de la exposición de cantidades pequeñas como 0,03 mL de sangre D-positiva.1,4 El título de anticuerpos se eleva a las 48 horas y alcanza su punto máximo a los 6 días. Generalmente los anticuerpos producidos en esta etapa son de tipo IgG, los cuales si atraviesan la placenta, se unen a las células rojas fetales y las destruyen por 2 mecanismos: LA ALOINMUNIZACIÓN No todas las mujeres Rh negativas que tienen hijos de hombres Rh positivos se inmunizan. Se plantea que entre el 25 y 30 % de las mujeres D-negativas son no respondedoras,1,4 el resto es catalogado como respondedoras. La razón por la cual mujeres con riesgo no desarrollan esta sensibilización, todavía no está clara. Existen teorías que apuntan hacia una supresión de células T, inducción de un estado de tolerancia por pequeñas cantidades de antígenos y la posibilidad de que existan bajos títulos de anti-D que no pueden ser detectados por los métodos de diagnóstico disponibles.3 Hay fuertes evidencias del control genético de la respuesta inmune.17 Hasta el momento no se han encontrado asociaciones importantes con el sistema HLA entre las respondedoras y las no respondedoras, aunque 2 grupos de investigadores reportaron un aumento significativo del DRw6 entre las respondedoras. 2 Se ha demostrado que el genotipo paterno influye en la inmunización materna por el antígeno, Mollison, Engelfriet y Contreras en 1987 probaron que los individuos con haplotipos R 2 (DcE) predominan en la aloinmunización sobre los individuos con haplotipo R1 (DCe).16 La incompatibilidad ABO confiere cierta protección parcial contra la inmunización por Rh1.5-18 La incidencia de − Activando el sistema del complemento hasta la fase de lisis celular (hemólisis intravascular). 165 − A través de la unión del anticuerpo antiD a los receptores Fc de los macrófagos, produciéndose a nivel del bazo la lisis de los eritrocitos (hemólisis extravascular). La IgG1 pasa a la circulación fetal a las 26 semanas de gestación. Por sus características produce una anemia más intensa y de forma precoz, aunque in vitro sea menos hemolítica que la IgG3. La IgG3 pasa a la circulación fetal entre las 28 y las 32 semanas de gestación y produce anemia de forma tardía e hiperbilirrubinemia en el recién nacido. La capacidad de la IgG3 de unirse a los receptores Fc de los macrófagos es mayor que la de los anticuerpos IgG1. En experimentos in vitro se ha comprobado que la IgG3 es más potente y letal que la IgG1;2,20 probablemente se deba a que el aclaramiento de células Rh positivas es causado por menos moléculas de IgG3 anti-D que de IgG1 anti-D.9,20,21 La EHPN causada por IgG3 sola se observa con menor frecuencia, y los títulos de anticuerpos anti-D son más bajos y el cuadro clínico moderado, caracterizado por anemia tardía e hiperbilirrubinemia en el recién nacido. La combinación de estas 2 subclases produce una enfermedad hemolítica perinatal mas severa.1,4 En el caso de los anticuerpos del sistema Rh, Duffy, Kell y otros, los hematíes son destruidos por el segundo mecanismo. El grado de avidez del anticuerpo antiRh por el antígeno Rh es el responsable de la severidad de la EHPN. PASO DE ANTICUERPOS MATERNOS AL FETO Los anticuerpos IgG pasan activamente a través del trofoblasto a la circulación fetal, puesto que este tejido posee receptores para la fracción Fc de esta inmunoglobulina. Una vez reconocida la molécula de IgG, esta es transportada al interior del trofoblasto en una vesícula endocítica y llevada hasta el lado fetal, donde se produce la exocitosis de la IgG a la circulación fetal. En el primer trimestre del embarazo el paso es lento y pequeño. Solo es significativo cuando la concentración de anticuerpos anti-Rh es alta. Esto fue demostrado por Chown´s (1955) y Mollison (1951) en fetos de 6 a 10 semanas, que presentaban una prueba de antiglobulina directa (PAD) positiva.2 Hay pruebas de que la intensidad del estímulo antigénico y la modalidad de la aloinmunización condicionan la producción de subclases de IgG. La mayoría de los casos presenta más de una subclase de IgG, pero son predominantes las IgG1 y las IgG3.1-3,4 Las IgG2 y las IgG4 sensibilizan a los hematíes fetales, pero no disminuyen su vida media debido a la poca o ninguna unión a los receptores Fc de los macrófagos y a la no activación del sistema del complemento.2 ACCIONES DERIVADAS DE LA UNIÓN DE LOS ANTICUERPOS MATERNOS SOBRE LOS HEMATÍES FETALES Las células rojas fetales recubiertas de IgG actúan como opsoninas para las células efectoras (monocitos y/o macrófagos) a la fagocitosis o provocando la activación del sistema de complemento. La fagocitosis puede ser parcial o completa. En el caso de la fagocitosis parcial, los eritrocitos fetales recubiertos por anticuerpos pierden fragmentos de membrana y se produce una disminución de la relación entre la superficie de la célula y el volumen, se convierten en esferocitos con pérdida de la deformabilidad y no 166 pueden atravesar los espacios interendoteliales del bazo; retenidos en esta zona son atrapados por los macrófagos y fagocitados. La fagocitosis completa se realiza en la pulpa roja del bazo, donde la sangre está más concentrada y circula lentamente. Esto ocasiona la destrucción de los hematíes extracorpuscularmente, lo que explica la ausencia de hemoglobinuria.2 La evidencia de que la destrucción eritrocitaria ocurre en los macrófagos se demostró al encontrar hemosiderina en el interior de estas células.5 glucurónico, proceso que ocurre a nivel hepático dependiente de la enzima glucoronitransferasa. 3,6,13 En los recién nacidos y prematuros la actividad de esta enzima es baja. Además el hígado fetal es deficiente en 2 proteínas de transporte, X y Y, que son necesarias para el transporte activo de la bilirrubina en los conductos biliares. Concluyendo, la ictericia es el resultado del aumento en la producción de bilirrubina secundaria a la hemólisis y suele agravarse por la inmadurez hepática. La bilirrubina indirecta es liposoluble e insoluble en agua y circula en plasma unida a la albúmina. Cuando la capacidad de unión a la albúmina es excedida, comienza a aparecer bilirrubina libre en plasma, que difunde hacia los tejidos. Las membranas celulares están compuestas por una bicapa lipídica, lo cual favorece su difusión. El contenido lipídico de las membranas del tejido nervioso es superior al de otros tejidos, lo que explica la alta afinidad de la bilirrubina indirecta por este, y ocasiona alteraciones en la función de las mitocondrias neuronales y por consiguiente muerte neuronal.6 La acumulación de bilirrubina en el tejido nervioso da lugar al kernicterus. Los infantes manifiestan signos de disfunción cerebral como: letargo e hipertonicidad, adoptan una posición de opistótonos, desaparece el reflejo del Moro, pueden presentarse convulsiones y finalmente arritmia respiratoria y muerte. Alrededor del 10 % de los recién nacidos con signos y sintomas de kernicterus no sobreviven, los que sobreviven, luego son niños con retardo intelectual severo, parálisis cerebral, sordera, estrabismo, etc.18 CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS Las manifestaciones clínicas de la EHPN son el resultado del grado de hemólisis y de producción compensatoria de eritrocitos del feto. En general mientras más intensa es la reacción, más graves son las manifestaciones clínicas y mayor el riesgo de daño del SNC causado por la hiperbilirrubinemia.6 ICTERICIA La mayoría de los recién nacidos no tienen ictericia al nacer, porque toda la bilirrubina fetal es aclarada por el hígado materno. La ictericia aparece dentro de las primeras 24 horas después del nacimiento y alcanza el máximo nivel entre el 3ro. y 4to. días en los neonatos no tratados.2,3,13 La aparición de la ictericia se debe a la incapacidad del recién nacido para excretar la bilirrubina derivada de la lisis del hematíe. Cada gramo de Hb degradada se transforma aproximadamente en 35 mg de bilirrubina.6 Una vez separado de la placenta, el recién nacido no es capaz de excretar una carga excesiva de bilirrubina, ya que esta se excreta en forma conjugada con ácido ANEMIA El grado de anemia depende de la capacidad de la médula ósea para producir hematíes en respuesta al proceso hemolítico. 167 Al nacer, la mayoría de los recién nacidos se ven relativamente normales, con anemia mínima y discreta hepatoesplenomegalia. Entre el 45 y 50 % de los recién nacidos afectados no requieren tratamiento, sus cifras de Hb de cordón umbilical oscilan entre 110 y 130 g/L y las cifras séricas de bilirrubina indirecta de cordón no exceden los 340 µmol/L (200 mg/L). Existe un 25-30 % de los recién nacidos donde la anemia es moderada y la eritropoyesis es insuficiente para mantener un adecuado nivel de Hb fetal, el íctero es severo con riesgo de kerníctero, menos en los tratados antes del nacimiento. Cuando la anemia es severa, aparecen fallos orgánicos severos y se desarrolla el hidrops fetal. Entre el 20 y 25 % de los fetos en estas condiciones desarrolla un hidrops fetal in útero, del 10 al 12 % antes de las 34 semanas de gestación y la otra mitad después de esta fecha.1 Originalmente se pensaba que el hidrops fetal estaba causado solo por el fallo cardíaco; hoy se conoce que no es del todo así. Debido a la hemólisis severa, se produce una eritropoyesis extramedular extensa, asumiendo este papel el hígado, bazo, riñón y glándulas suprarrenales. Los cordones hepáticos y la circulación hepática están afectados por los islotes de eritropoyesis, y como consecuencia de esto ocurre una obstrucción portal y umbilical que origina hipertensión portal. Todo lo anterior provoca interferencias en la función del hepatocito. La producción de albúmina disminuye, lo cual repercute sobre la presión coloidosmótica plasmática, que desciende y da lugar al desarrollo de edema generalizado, ascitis, derrame pericárdico y pleural (anasarca).1,3,4,10 La teoría del daño hepáitico en la patogénesis del hidrops fetal explica la inconsistente relación entre el hidrops y el grado de anemia de algunos fetos. Aunque la mayor parte de los fetos hidrópicos presenta una anemia severa, algunos tienen niveles de Hb por encima de 70 g/L, en contraste otros fetos que no son hidrópicos tienen niveles de Hb mucho menores, por ejemplo, 25 g/L.1 DIAGNÓSTICO A la luz de los conocimientos actuales, el diagnóstico de esta enfermedad puede efectuarse con precisión, seguridad y precozmente; es posible incluso hacerlo antes del nacimiento, por lo tanto, existen 2 tipos de diagnósticos: el prenatal y el postnatal.2 DIAGNÓSTICO PRENATAL Es importante que se realice lo más pronto posible, para seguir la evolución del caso. Se debe proceder a: 1. Recogida del historial precedente.1,2,4 a) Obstétrico: historias de partos previos con recién nacidos hidrópicos,1 ictericia en las primeras 24 horas después del parto, así como abortos en el primer trimestre del embarazo. b) Hemoterápico: se debe recoger si la gestante ha sido transfundida con anterioridad y si se conocía su condición de Rh negativo, así como si presentó reacción a la transfusión. 2. Evidencias de incompatibilidad sanguínea entre los padres.2 Investigar los sistemas ABO y Rh de los progenitores. a) Sistema ABO: cuando la gestante es del grupo O y la pareja A ó B, existen posibilidades de EHPN. b) Sistema Rh: las posibilidades son: − La mujer Rh negativa y esposo Rh positivo. Es la condición clásica de Levine y la causa más frecuente de EHPN. 168 − La mujer es Rh positiva y esposo Rh negativo. Es la situación inversa a la anterior. Los antígenos que la provocan son el c (hr´) y el e (hr´´) y para que la incompatibilidad se manifieste es necesario que la mujer sea homocigótica para los antígenos C ó E y su pareja posea c ó e. La relación entre los casos debidos al antígeno D y los debidos al c era 74:1, pero después de la profilaxis anti-Rh, pasó a 10:1. − Los padres son Rh positivos. Hay que proceder al estudio del genotipo de la pareja. Puede ocurrir que la mujer sea homocigota para un antígeno y la pareja posea el alelo correspondiente. Fuera del sistema Rh, la incompatibilidad se producirá en un sistema distinto, también mostrado a través del estudio del fenotipo. Generalmente están implicados los sistemas Kell, Kidd, Duffy y Diego. − Los padres son Rh negativos. Las mismas consideraciones hechas para el caso anterior son válidas aquí. semanas 12, 20, 28, 32 y a los 15 días antes de la fecha probable del nacimiento. No se han definido bien los títulos críticos para anticuerpos diferentes del anti-D.10 4. Evaluación de la gravedad de la EHPN. Una vez confirmado el diagnóstico de EHPN es necesario analizar la dinámica del proceso hemolítico, para asegurar el buen desarrollo del feto y su viabilidad. La evolución de la gravedad de la EHPN debe basarse en la suma de los datos siguientes: a) Historia obstétrica y hemoterapéutica: La EHPN tiende a manifestarse siempre como una de las formas clínicas, ícteroanémica o hidrópica, que se agrava o no en las gestaciones siguientes. La presencia de un feto o recién nacido hidrópico en la historia de la gestante es un dato importante. En cuanto a la historia hemoterapéutica se debe recordar que la transfusión de sangre incompatible produce una aloinmunización intensa. b)Características del anticuerpo: La mayoría de las formas graves están causadas por anticuerpos anti-D, aunque otros sistemas son capaces de producir la EHPN (acs anti-c, -K, -S, -s, -PP1Pk). La titulación del anticuerpo es válida sólo en la primera gestación donde aparece el anticuerpo.2 En embarazadas inmunizadas posteriores, si el título de anticuerpos es elevado desde el comienzo, este puede aumentar más aún, disminuir o permanecer inalterado. Por esta razón, en las pacientes previamente inmunizadas, los títulos seriados de anticuerpos no son un método confiable para evaluar el estado del feto. En estos casos debe evaluarse el líquido amniótico. 11 3. Evidencias de aloinmunización.1,2,4 Es fundamental para el diagnóstico. A toda gestante Rh negativa o positiva se le deben investigar los anticuerpos irregulares; inicialmente a través de pruebas de pesquisaje (prueba de antiglobulina indirecta, PAI) y cuando el resultado sea positivo, se deberá investigar la especificidad y el título. Cuando el título de anti-D sea inferior a 1/16 hasta el final de la gestación, hay pocas posibilidades de muerte fetal o neonatal. La EHPN será, por lo regular, leve o moderada. Pueden existir diferencias en cuanto al valor crítico del título, por lo que cada laboratorio deberá determinar el valor crítico de esta prueba, ajustándolo a sus condiciones de trabajo. Cuando la investigación de anticuerpos irregulares significativos sea negativa, es necesario repetirla a las 169 La cuantificación del anticuerpo presenta más correlación con la severidad que el título; si es < 4-5 Ul/mL, el recién nacido tendrá Hb superior a 100 g/L, la bilirrubina menor de 85 µmol/L y solamente el 4 % de ellos requieren exanguinotransfusión (ET). Si es > de 45 Ul/mL, el 75 % de ellos necesitarán una ET y tendrán una Hb inferior a 100 g/L.2 c) Estudio del líquido amniótico: Un buen índice de la hemólisis intrauterina y de bienestar fetal es el nivel de pigmento biliar en el líquido amniótico obtenido por amniocentesis.13 El método de espectrofotometría, propuesto por Liley,1,2,4,10,11 permite determinar la concentración de bilirrubina en el líquido amniótico, y por consiguiente, predice la severidad de la enfermedad sobre la base de la variación de la densidad óptica a 450 nm (DO450). El trabajo original de Liley era sobre fetos de más de 27 ó 28 semanas de gestación y no debe ser extrapolado hacia atrás. También pueden estudiarse otras variables fetales como la relación entre lecitina/esfingomielina para medir la madurez pulmonar,10 de gran importancia para decidir el momento del nacimiento. d)Ultrasonografía: Es un método no invasivo de inestimable valor, porque permite evaluar la función cardíaca y el tamaño del área cardíaca, hepática, esplénica, de la placenta y el volumen de líquido amniótico, que se incrementa con la hematopoyesis extramedular y la anemia progresiva. La técnica puede indicar la presencia de hidrops fetal.1,4,10,11 El ultrasonido ha reducido al 20 % el riesgo de traumatismo placentario cuando se efectúa la amniocentesis, pues permite un perfil del sitio de implantación, 22 de suma importancia si la ubicación de la placenta es anterior. e) Extracción percutánea de sangre de cordón: Permite establecer un diagnóstico de seguridad y gravedad, pues evalúa directamente variables hematológicas y bioquímicas del feto. Muchas veces se contamina con sangre materna o fluido amniótico; para diferenciar la sangre materna de la fetal se utilizan marcadores tales como el tamaño de los eritrocitos, la presencia de Hb fetal y la expresión de antígenos.3,10,23 f) Toma de muestras de vellosidades coriónicas:13 Se realiza bajo ultrasonografía. Puede obtenerse una muestra de vellosidades coriónicas a las 8-9 semanas de gestación; al romper las vellosidades se obtienen glóbulos rojos fetales y se puede efectuar la tipificación antigénica. La toma de muestra puede efectuarse por vía transabdominal o transcervical, bajo ultrasonografía. Esta prueba presenta riesgo de HFM, con pérdidas fetales en el 0,8 %, y aumento del título de anticuerpos, por lo que debe indicarse profilaxis con gammaglobulina anti-D, si la mujer no está aloinmunizada. La indicación de esta prueba está reservada para mujeres con pareja heterocigota para el antígeno problema, severamente inmunizadas, con antecedentes de EHPN severa y muerte intrauterina. g)Utilización de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para determinar el Rh fetal:1,4,13 La técnica del PCR permite amplificar selectivamente secuencias de ADN o ARN, produce grandes cantidades de ADN de longitud y secuencias definidas a partir de pequeñas cantidades de un complejo templado. Bennet, Arce, Rossiter y otros estudiaron células fetales de líquido amniótico y determinaron el Rh del feto. 24 La 170 determinación del antígeno D con métodos moleculares puede realizarse en vellosidades coriónicas o en líquido amniótico. Hay reportes (Le Van Kim y otros, 1993)25 de intentos de desarrollar la tipificación D por análisis del DNA de células fetales de la sangre periférica de madres Rh negativas, pero este sistema no está aún disponible como método de rutina. Esta técnica no invasiva podría convertirse en el método de elección para la tipificación del Rh fetal cuando se desarrollen mejores métodos de enriquecimiento de células fetales. h)La prueba de respuesta a la oxitocina (PRO) y determinación de los valores de estriol materno: Pueden ser útiles. Aunque los niveles de estriol materno elevados indican la suficiencia de las vías metabólicas dependientes de una unidad fetoplacentaria funcionante, los valores en sí no son buenos indicadores de la severidad de la EHPN.11 i) Estudios de inmunidad celular:13 Los ensayos funcionales que miden la interacción entre eritrocitos sensibilizados y las células mononucleares humanas parecen ser útiles en predecir la evolución de la enfermedad hemolítica. Los más ampliamente conocidos son: La prueba de ADCC puede arrojar falsos positivos, cuando existen en la madre anticuerpos bloqueadores para el receptor Fc presentes en segundos embarazos y siguientes. Los glóbulos rojos sensibilizados in vivo con IgG se adhieren a los fagocitos mononucleares por medio de receptores Fc. La interacción entre el receptor y la célula blanco viene determinada por la subclase de IgG. Sólo las IgG1 e IgG3 son capaces de permitir la adhesión del glóbulo rojo a la célula efectora y de estos las IgG3 tienen la mayor actividad de adherencia. Las subclases IgG2 e IgG4 no lo hacen o es muy escasa. 7 Se ha observado que la prueba de MM tiene similar utilidad que la prueba de ADCC;13 actualmente un gran número de investigadores le confieren mayor credibilidad a la prueba de MM. DIAGNÓSTICO POSNATAL Se puede efectuar: − Clínicamente: a partir del aspecto físico del recién nacido. Se puede encontrar palidez, taquicardia y taquipnea debido a la anemia. La taquipnea puede deberse también a derrames pleurales o hipoplasia pulmonar; la hepatoesplenomegalia secundaria al fallo cardíaco o debido a la hemólisis extravascular y a la hematopoyesis extramedular; petequias y púrpuras pueden estar presentes por la trombocitopenia, íctero y además pueden constatarse signos neurológicos de la encefalopatía bilirrubínica (letargo, hipotonía). Otros signos incluyen vómitos, llanto de tono alto, fiebre, hipertonía y opistótonos.18 − Inmunohematológicamente: es muy completo porque confirma el diagnóstico, evalúa la gravedad y establece la conducta a seguir.2 − Prueba de monocapa de monocitos (MM). − Prueba de citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos (ADCC). La prueba de MM se demostró que predice la significación clínica de los anticuerpos en casos potenciales de enfermedad hemolítica. Serviría como prueba in vitro de la afinidad del anticuerpo materno por los eritrocitos fetales. Cuando la reactividad de esta prueba es mayor o igual al 20 %, se asocia con EHPN que requiere transfusión.13 171 Existen pruebas de confirmación y pruebas de valoración de la gravedad de la EHPN para la madre y el recién nacido. Pruebas de confirmación: se emplean en la madre y en el niño. En la madre se realiza el tipaje ABO y Rh,2 que incluye prueba de determinación de variantes débiles del antígeno D(DU) pues pacientes DU pueden ser considerados Rh positivos y tratados como tal; PAI2 para determinar aloanticuerpos maternos y su especificidad; prueba de rosetas, 3,10 para determinar si hubo o no paso de hematíes fetales a la circulación materna; prueba de Kleihauer-Betke,3,10,25 para cuantificar la cantidad de sangre fetal en la circulación materna y la citometría de flujo12,26-28 para precisar si ocurrió o no HFM y cuantificarla. En el niño se realiza el tipaje ABO y Rh;2 la PAD para demostrar anticuerpos sobre el eritrocito; Hb y hematócrito de cordón,3,18 bilirrubina indirecta de cordón,3 conteo de reticulocitos,18 en la EHPN puede ser superior al 6 % y tan alto como del 30 al 40 %; gasometría de sangre arterial,18 que puede mostrar acidosis metabólica y elución de anticuerpos de los hematíes del recién nacido.16 Pruebas para la valoración de la gravedad:18 los niveles de anticuerpos maternos y que disminuyen la severidad de la EHPN son: − Determinación de albúmina sérica y la relación albúmina/bilirrubina. − Determinación de carboxihemoglobina (COHb). Los niveles de COHb están aumentados en neonatos con hemólisis. a) La inmunoglobulina podría causar la inmunomodulación de las células T y B maternas en número o en función y efectuar una supresión de la síntesis de anticuerpos. b)Podría saturar los receptores Fc de la placenta. c) La inmunoglobulina podría atravesar la placenta y bloquear el sistema monocitomacrófago fetal. d)Podría haber un mecanismo de feedback negativo a través de un mecanismo antiidiotipo sobre la línea celular B que produce el anticuerpo.30 − Plasmaféresis intensiva.1,4 − La administración de gammaglobulina intravenosa (IGIV).1,4,29 Con la plasmaféresis los niveles de aloanticuerpos pueden ser removidos hasta un 75 % , pero de 6 s 8 semanas los niveles de anticuerpos tienden a rebotar, aún con plasmaféresis continuada. El plasma extraído puede reponerse con albúmina o IGIV para reducir el efecto rebote y mantener adecuados niveles de albúmina e IgG. La plasmaféresis es un proceder incómodo y costoso, no exento de riesgo para la madre, por lo que debe reservarse para madres con un compañero homocigótico para el antígeno al cual ellas están inmunizadas y madres con una historia previa de hidrops. Este proceder debe comenzar a las 10 ó 12 semanas de gestación, cuando comienza la transferencia de anticuerpos maternos.1,4,13 Cada semana deberán extraerse de 10 a 20 L de plasma.1,4 El uso de altas dosis de inmunoglobulina intravenosa y sus beneficiosos han sido reportados.13,29 Los mecanismos de acción postulados son: 13 MANEJO DE LA ALOINMUNIZACIÓN A. SUPRESIÓN DE LA ALOINMUNIZACIÓN Muchos han sido los intentos para suprimir la aloinmunización. Dos medidas que son beneficiosas en la reducción de 172 Los niveles de aloanticuerpos maternos circulantes pueden ser reducidos a la mitad, por el efecto de feedback negativo de la gammaglobulina intravenosa y producir niveles de IgG de 25 a 30 g/L, con una dosis de 2g/kg de peso. Además la IGIV causa interferencia con el paso de anticuerpos maternos a través de la placenta, ya que satura los receptores Fc del trofoblasto y del sistema monocitomacrófago del feto, por lo que disminuye la hemólisis de las células fetales recubiertas de anticuerpos. El tratamiento con IGIV debe comenzar al mismo tiempo que la plasmaféresis. La dosis recomendada es de 400 mg/kg de peso materno durante 5 días, repetir a intervalos de 3 semanas o 1 g/kg de peso materno/día y repetir semanalmente. El inconveniente más importante para el uso rutinario de la IGIV es su evelado costo. 13 ejecución, con la introducción de la ultrasonografía dinámica; y finalmente Rodeck y otros en 1981 propusieron la vía intravascular para la TIU.2,13 Transfusión fetal intrauterina Es el método a elegir si se hace necesario tratar al feto antes de la semana 32 de la gestación. Tiene como objetivo combatir la anemia. Están indicadas si el hematócrito fetal es menor o igual al 30 % y el feto es demasiado inmaduro para el nacimiento.13 La sangre a usar debe ser de menos de 96 horas de extraída (menos de 4 días), exenta del plasma y de capa leucoplaquetaria, libre de citomegalovirus (CMV) e irradiada (2 500-3 000 rads) para evitar el riesgo potencial de enfermedad de injerto contra huésped. Los hematíes a administrar deben ser preferentemente ABO compatibles, antígeno negativos para el anticuerpo problema, carentes de HbS 10 y compatibles con el suero de la madre. Antes de la transfusión, de 10 a 12 mL de solución salina estéril deben añadirse al paquete de células rojas para disminuir su viscosidad y facilitar la transfusión. El hematócrito resultante de la unidad a transfundir debe estar entre 0,85 y 0,90.2,5 Las TIU pueden ser intraperitoneales o intravasculares. B. TRATAMIENTO FETAL El tratamiento de la EHPN ha pasado por varias etapas. Primeramente la inducción temprana del parto comenzó a plantearse como alternativa del tratamiento de los fetos con alto riesgo de desarrollar hidrops fetalis después de las 32-34 semanas de gestación. Con la introducción de nuevos métodos para el tratamiento de esta enfermedad esto ha cambiado.1,4 Ya desde 1941, Levine y otros mostraron que los recién nacidos se beneficiaban con la administración de sangre Rh negativa; a partir de esta fecha la transfusión de sangre se convirtió en el principal tratamiento de esta enfermedad. Las técnicas para la transfusión se fueron perfeccionando. Diamond propuso la transfusión por vía umbilical, en 1947; Liley la transfusión intrauterina (TIU) por vía peritoneal; que fue mejorada a partir de 1976 por Hobbins y otros en su − Transfusión fetal intraperitoneal (TIP): se introduce en 1963 por Liley y cambia el pronóstico de los fetos afectados severamente.2,4,13 En un tiempo constituyó un método de tratamiento de los niños con talasemia, y fue desplazada por la transfusión intravascular debido a sus desventajas. Se conoce que las células rojas de la sangre son absorbidas en cavidad peritoneal a través de las lagunas linfáticas subdiafragmáticas y funcionan normalmente. En ausencia de hidrops, del 10 al 12 % de las células rojas infundidas 173 son absorbidas diariamente. 13 La presencia de ascitis no impide la absorción, aunque es más variable.4 El aumento de las cifras de Hb tarda de 8 a 10 días. El volumen a transfundir se determina a través de la siguiente fórmula:2 75 fetos que recibieron TIP, 57 sobrevivieron (76 %) y que de 154 fetos que recibieron TIV, 136 sobrevivieron (88 %). En este mismo estudio, de 30 fetos hidrópicos que recibieron TIP, 18 sobrevivieron (60 %) y de 48 fetos hidrópicos que recibieron TIV, 35 sobrevivieron (73 %).4 La dosis a transfundir es de 40 a 50 mL/kg de peso fetal estimado. Si existe evidencia de bradicardia significativa o marcada dilatación ventricular, la transfusión debe ser descontinuada.4 También el volumen a transfundir puede ser calculado como sigue:2 Volumen a transfundir = (No. de semanas de gestación - 20) x 10 mL − Transfusión fetal intravascular (TIV): los primeros en usarla fueron Rodeck y otros (1981-1984) utilizando un fetoscopio. Más tarde con el desarrollo de la ultrasonografía, esta modalidad de tratamiento fue introducida en varias unidades perinatales. 2,13 Se utiliza preferiblemente la vena umbilical, aunque puede ser en arteria umbilical y placenta. Este tipo de transfusión tiene las ventajas siguientes: Volumen a transfundir = V (Hto3 - Hto1) Hto2 Donde: V: volemia fetal. Hto 1: hematócrito pretransfusional del feto. Hto 2: hematócrito de la sangre a transfundir. Hto 3: hematócrito deseado al final de la transfusión. a) Puede confirmarse el grupo fetal. b)Puede medirse el hematócrito pre y postransfusional. c) Los niveles de Hb aumentan inmediatamente. d) Puede efectuarse con éxito antes de las 20 semanas. En Alemania, Dieter y otros en un estudio durante 6 años, efectuaron la primera transfusión intrauterina a las 18 semanas.31 e) Puede lograrse la reversión del hidrops fetal in utero, y lograr el nacimiento de un niño sin hidrops, lo que reduce las complicaciones neonatales; además de que los fetos hidrópicos han alcanzado una sobrevida del 89 %.13 f) Los fetos pueden mantenerse in utero hasta las 37-38 semanas de gestación. Rodeck y otros aconsejan inyectar 2/3 de la dosis calculada y a continuación tomar una muestra para evaluar el resultado; si el hematócrito no es satisfactorio, hay que completar la administración hasta que quede el hematócrito fetal entre 0,35 y 0,45.2 − Intervalo entre las transfusiones: • Para los fetos no hidrópicos es fija, relativamente de 9 a 12 días entre la primera y la segunda transfusión, de 15 o más entre la segunda y las restantes. • Para los fetos hidrópicos, la TIU se puede anticipar si hay señales de agravamiento. − Complicaciones de la TIU • Las maternas son rarísimas. Se han descrito partos prematuros y aloinmunizaciones a otros antígenos (antiFkb, anti-Jyb, anti-S).4 La sobrevida a este tipo de transfusión es superior a la de la TIP. En un estudio realizado en Canadá, se demostró que de 174 • En el feto se han descrito hematoma y hemorragia en el sitio de la punción, bradicardia fetal, corioamnionitis, quistes paraencefálicos, reacciones de injerto contra huésped, quimerismo, susceptibilidad a las infecciones y posteriormente desarrollo psicomotor comprometido.4,13 corporal, por eliminación de bilirrubina del espacio intravascular.4 Otros autores como Lee y otros plantean que con el recambio de 2 volúmenes sanguíneos, la bilirrubina sérica disminuye hasta un 45-50 % de su valor previo. 10 Muchos autores han cuestionado el beneficio de la terapia con albúmina, por lo que no debe establecerse como norma de tratamiento de los recién nacidos con anemia, pues el incremento de la presión oncótica y del volumen sanguíneo en el recién nacido anémico puede precipitar el fallo cardíaco.4,18 El mayor problema de la ET en la EHPN es la selección de la sangre adecuada. Como la madre y el niño pueden pertenecer a grupos ABO distintos, normalmente se utilizan hematíes del grupo O. Si el anticuerpo problema es anti-D, los hematíes tienen que ser Rh negativos. No obstante, no todas las ET requieren sangre O negativa. Si la madre y el niño tienen el mismo grupo ABO, pueden utilizarse hematíes isogrupo y si el anticuerpo problema no es anti-D, los hematíes administrados deben ser carentes del antígeno problema. Para realizar las pruebas de compatibilidad antes de la ET, se pueden utilizar suero o plasma tanto de la madre como del hijo. El suero materno tiene la ventaja de su mayor disponibilidad en cuanto a volumen, mayor concentración de anticuerpos y la posibilidad de analizarse totalmente antes del nacimiento, aunque debe tenerse presente que puede contener anticuerpos frente a antígenos distintos presentes en los hematíes del niño, o anticuerpos IgM que no atraviesan la placenta. Ni el suero del niño, ni el eluido, son ideales para pruebas de compatibilidad, ya que el suero puede tener un número insuficiente de moléculas de aloanticuerpos y el eluido puede no contener otros aloanticuerpos presentes en la sangre de la madre para antígenos no presentes en los hematíes del recién nacido y sí presentes en la sangre a transfundir.10 C. TRATAMIENTO DEL NEONATO CON EHPN Deben realizarse determinaciones de sangre de cordón umbilical: ABO, Rh, PAD, Hb, hematócrito, bilirrubina directa y total. Exanguinotransfusión Es introducida por Wallerstein en 1945.4 Se emplea en el tratamiento de la EHPN, severa pues corrige la anemia, elimina los hematíes unidos a las inmunoglobulinas, así como las inmunoglobulinas libres y reduce la carga de bilirrubina al remover los productos liberados por la hemólisis eritrocitaria.4,10,18 Generalmente se recambian entre 1 y 2 volúmenes sanguíneos del recién nacido (130-170 mL/kg de peso). Cuando se recambian 2 volúmenes de sangre se remueve cerca del 90 % de los hematíes afectados, cuando se recambia un volumen se remueve cerca del 70 %. La remoción de la bilirrubina es insuficiente, porque la bilirrubina unida a la albúmina se encuentra tanto en el espacio intravascular como extravascular. Dos volúmenes de sangre remueven cerca de 2530 % de la bilirrubina corporal total. La administración de albúmina (1 g/kg) antes de la ET o la adición de albúmina (4-6 g) a la sangre usada para la ET, podría incrementar la cantidad de bilirrubina removida en el 35 % del total de la bilirrubina 175 fotoisomerización de la bilirrubina.18 La bilirrubina en solución es oxidada por la luz visual en la línea azul del espectro (luz solar o lámpara fluorescente).1,4 La luz azul produce 2 isómeros de bilirrubina indirecta: la fotobilirrubina, la cual se produce en grandes cantidades, es soluble en agua, no tóxica y se excreta por la bilis, y la lumirrubina, la cual se produce en pequeñas cantidades y es excretada rápidamente por la orina y la bilis.4,18 La lumirrubina es el factor más importante en la reducción de los niveles de bilirrubina sérica por fototerapia. Cuando se aplica fototerapia al recién nacido, cerca del 15 % de la bilirrubina de la circulación consiste en fotoisómeros no tóxicos. La fototerapia ha reducido apreciablemente la necesidad de ET. Sus indicaciones dependen de la edad y madurez del recién nacido. Generalmente debe aplicarse cuando los niveles de bilirrubina sérica están entre 250 y 300 µmol/L. Debe tenerse presente que en el tratamiento con fototerapia puede haber un factor de deshidratación, por lo que es fundamental cuidar el estado de deshidratación de estos niños.7,18 Según Fanaroff y otros, la hiperbilirrubinemia debe manejarse teniendo en cuenta los niveles de bilirrubina sérica, las horas de vida, la madurez del recién nacido (a término, AT y PT) y su condición de sano o enfermo (tablas 2, 3 y 4).33 La fototerapia no es efectiva cuando la hemólisis es severa y los niveles de bilirrubina se incrementan rápidamente.4 Se recomienda generalmente para los recién nacidos una ET igual a 2 veces el volumen sanguíneo del paciente. Las características de la sangre a usar para la ET son las mismas que para la TIU, excepto que no es necesario irradiar los hematíes a no ser que el recién nacido haya recibido transfusión intrauterina o sea un pretérmino (PT) de menos de 1 200 g de peso.32 Para realizar este proceder, los concentrados de glóbulos rojos pueden combinarse con plasma fresco congelado, compatible con los hematíes del neonato y de los glóbulos rojos a transfundir, albúmina al 5 % o administrarse sangre total (de menos de 4 días). Si se combinan hematíes con plasma fresco congelado, la fórmula siguiente dará al niño un hematócrito de 0,50 al final de una ET de doble volumen: Volumen sanguíneo total del RN (VST) = 85 mL x kg Volumen de exanguinotransfusión (VET) = 2 VST Volumen de glóbulos a utilizar en la ET (VG) = VET 0,7 Donde 0,7 es el hematócrito aproximado de los hematíes a infundir. Volumen de plasma fresco congelado = VET-VG La ET produce una disminución de los niveles de neutrófilos, la cual es corregida lentamente, pero no parece tener significación clínica; similarmente ocurre con las plaquetas, por lo que se debe investigar antes de la ET si el recién nacido está trombocitopénico4 y después de esta se realizarán conteos periódicos de las plaquetas; constituye una indicación la transfusión de una unidad de concentrado de plaquetas, si la cifra de plaquetas está por debajo de 30-40 x 109/L.32 PREVENCIÓN DE LA ALOINMUNIZACIÓN POR RH Fototerapia Aunque existen algunos hechos en la historia de la prevención de la isoinmunización por anti-D, incluso anteriores a Los mecanismos por los cuales la fototerapia disminuye los niveles séricos de bilirrubina incluyen fotoxidación y 176 TABLA 2. Guía para el tratamiento de la hiperbilirrubinemia según edad del neonato y niveles séricos de bilirrubina sanguínea total (BST) (mg/dL -µmol/L) Edad (horas) Fototerapia a considerar Fototerapia 25-48 49-72 72 ≥ 12 (170) ≥ 15 (260) ≥ 17 (290) ≥ 15 (260) ≥ 18 (310) ≥ 20 (340) ET si falla fototerapia ET más fototerapia ≥ 20 ≥ 25 (430) ≥ 25 ≥ 25 ≥ 30 (510) ≥ 30 Fallo de fototerapia: incapacidad de disminuir BST 1-2 mg/dL a las 4-6 horas de iniciado el tratamiento, o fallo subsecuente de producir disminución progresiva de la BST a niveles inferiores de los considerados para ET. TABLA 3. Tratamiento de la hiperbilirrubinemia en recién nacidos pretérminos (RN-PT) según la condición de sano o enfermo Sano RN-PT < 1 000 g 1 001-1 500 g 1 501-2 000 g 2 001-2 500 g Fototerapia Enfermo ET 5-7 7-10 10-12 12-15 Fototerapia Varía Varía Varía Varía ET 4-6 6-8 8-10 10-12 Varía Varía Varía Varía ET: exanguinotransfusión. TABLA 4. Tratamiento de la hiperbilirrubinemia en recién nacidos a término (RN-AT) según la condición de sano o enfermo Sano RN-AT > 2 500 g Fototerapia 15-18 ET 20-25 Enfermo Fototerapia ET 12-15 18-20 ET: exanguinotransfusión. No se sustrae la bilirrubina directa, a no ser que sea mayor que el 50 % de la bilirrubina sanguínea total. los experimentos de Stern en 1961, la prevención efectiva de la isoinmunización por anti-D no se empezó a realizar en casi todos los países del mundo hasta los años 1968-1969.34 Según Bowman, el riesgo de inmunización por Rh está entre un 1,5 y 2 % si el feto es Rh positivo y ABO incompatible con la madre; del 2 % si una mujer Rh negativa tiene un aborto espontáneo y entre el 4 y 5 % si tiene una interrupción provocada.1 En 1900, Von Dungern probó el axioma que formó las bases para la profilaxis por Rh, 65 años más tarde. Él inyectó a conejos células rojas procedentes de buey. Los conejos produjeron anticuerpos contra células rojas de buey. Cuando inyectó un segundo grupo de conejos con células rojas procedentes del mismo buey, y este grupo poseía suero del primer grupo, este no desarrolló anticuerpos contra células de buey. Con esto demostró que la inmunización activa de un antígeno es prevenida por la presencia de anticuerpos pasivos contra ese antígeno.4 Los avances en la prevención de la inmunización por Rh han permitido que en muchos países la incidencia de esta enfermedad haya disminuido dramáticamente. En Manitoba (Canadá), 4 la prevalencia de inmunización por Rh se ha reducido en un 92 % y el número de ET de 226 en 1962 a 0 en 1994. Esto se debe no sólo a la inmunoprofilaxis, sino también al 177 mejor manejo de los fetos severamente afectados, pues al recibir TIU, no requieren ET al nacimiento y solo necesitan de una o más transfusiones simples en las primeras semanas de vida. No obstante, aproximadamente el 1 % de las mujeres Rh negativas desarrollan anticuerpos anti-D durante el embarazo, debido a HFM pequeñas y silentes, especialmente en el último trimestre. Estudios en Canadá (Bowman, 1988), en Inglaterra (Tovey y otros, 1983) y en Francia (Huchet y otros, 1987), mostraron que la profilaxis prenatal puede reducir la aloinmunización materna al 0,2 % o menos.15 Se aconseja que en los casos de aborto y de utilización de técnicas invasivas, las mujeres Rh negativas sean protegidas,34 aunque las opiniones con respecto a este punto están divididas. 15 Cuando se produzcan en el primer trimestre, la dosis de IgG anti-Rh puede reducirse a 50 µg; en el caso de eventos inmunizantes después de las 20 semanas de gestación la dosis a administrar debe ser de 100 µg. Si se demuestra HFM de gran volumen (mayor de 15 mL) una dosis adicional de gammaglobulina anti-D debe administrarse.15 Está establecido que después del parto de un hijo Rh positivo, la mujer Rh negativa no aloinmunizada debe recibir una dosis de 300 µg de IgG anti-D dentro de las 72 horas posteriores al parto, pero ello no excluye que en casos de no administración dentro de este período no se deba hacer hasta 1 semana después del parto.35 Esta dosis protege de HFM inferiores a 15 mL. Cuando se sospecha una HFM de mayor volumen, es necesario cuantificarla para administrar la dosis correcta que asegure su protección y en los lugares donde no sea posible su cuantificación, se administrará profilácticamente. Hasta el momento actual, toda la gammaglobulina anti-D se prepara a partir de donantes mujeres que se inmunizan previamente por el embarazo y de donantes varones inmunizados intencionalmente. Con el tiempo, la cantidad de mujeres inmunizadas por el embarazo ha disminuido grandemente y en la actualidad se dispone casi exclusivamente del plasma de donantes varones inmunizados intencionalmente. Esto unido a los riesgos potenciales de transmisión de enfermedades virales y el riesgo teórico de contraer la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, 15 ha hecho que los investigadores se hayan dado a la tarea de obtener una gammaglobulina anti-D de origen monoclonal. En la actualidad existen en el mundo al menos 5 anticuerpos monoclonales (AcM) en período de protocolo. 36 Obtener un AcM seguro y efectivo podría ser el camino para el futuro de la profilaxis anti-D, pero por el momento, se sitúa en el siglo XXI, por lo que se debe seguir intentando la obtención de anti-D policlonal y vigilar las indicaciones y usos del mismo. EHPN-ABO Se produce EHPN-ABO cuando la madre es de grupo O y el hijo es de grupo A, B o AB.1,2,4,5,10 La EHPN-ABO reviste características muy particulares que la diferencian de otras formas de EHPN, y ello es debido a que los anticuerpos anti-A, antiB y anti-AB, están presentes en el suero de casi todas las personas que no poseen en sus glóbulos rojos el antígeno correspondiente. La presencia de estos anticuerpos, tanto IgM como IgG, no es dependiente de previas exposiciones al antígeno.7 Las personas de grupo O, en comparación con las de grupo A ó B, son más aptas para formar IgG anti-A, anti-B y anti-AB. Esto explica por qué el primer hijo (A ó B) puede ser a menudo afectado (hasta en el 50 %).1,2,4,5,7,10 178 Los primeros casos de EHPN-ABO fueron descritos por Halbretch en 1944. En la literatura se señala que esta entidad tiene una alta incidencia.7 En nuestros países y especialmente en Venezuela, una posible explicación es la de infecciones frecuentes en la población con bacterias que presentan antígenos con reactividad cruzada con los grupos químicos de especificidad A ó B. A esta conclusión llegaron Layrisse y Layrisse al encontrar altos títulos de anti-A y anti-B en sueros de indios venezolanos de grupo sanguíneo O. Estos individuos nunca estuvieron expuestos a inyecciones de material biológico o de inmunizaciones durante embarazos. Además ha sido ampliamente demostrado la presencia de sustancias A ó B en el medio ambiente, abarcando un amplio espectro antigénico que comprende bacterias, alimentos, vacunas y parásitos.7,34 Brouwers y otros demostraron la presencia de las 4 subclases de IgG en el suero de 39 madres. 38 El mecanismo hemolítico en este tipo de enfermedad está encuadrado en el de lisis citotóxica inducida por células fagocíticas, realizada particularmente en el bazo. Brouwers demostró que el complemento no es activado por los anticuerpos IgG anti-A o anti-B en la EHPN-ABO.39 HALLAZGOS SEROLÓGICOS EN EL NIÑO Son bien conocidos los resultados discrepantes de la PAD como diagnóstico de EHPN-ABO, ya que esta puede ser positiva, débil o moderada y aún negativa en niños que presentan enfermedad hemolítica severa. En 1973, Romano y otros demostraron que este fenómeno es debido a que existen pocas moléculas de IgG antiA o anti-B sensibilizando los eritrocitos del recién nacido (menos de 220 moléculas de IgG por hematíe).7 Se ha señalado que usando un método más sensible que el tubo para la PAD, como por ejemplo el autoanalizador, esta sería positiva en todos los casos de incompatibilidad ABO, pues esta metodología emplea potenciadores de baja fuerza iónica que pueden detectar niveles entre 8 y 85 moléculas de IgG en la membrana eritrocitaria.7 La elución de anticuerpos de las células rojas del recién nacido para enfrentarlas a células A ó B es otra técnica que se aplica en el estudio de esta entidad, cuando la PAD es negativa.16 También se realiza la prueba de autoaglutinación de glóbulos rojos, la cual es positiva.7 HALLAZGOS SEROLÓGICOS EN LA MADRE El método más sensible y satisfactorio para su estudio es tratar el suero de la madre con sustancias reductoras como el ditiotreitol (DTT) y el 2-mercaptoetanol (2-ME), que inactivan los anticuerpos IgM y luego se determina el título de IgG anti-A, anti-B mediante la PAI con el reactivo de Coombs monoespecífico anti-IgG. Empleando este método, un título de 512 o más alto fue definido como muy sugestivo de EHPNABO.10,16 Contreras plantea que empleando esta técnica un título de 64 o más es indicativo de EHPN-ABO.37 Como pueden existir diferencias en cuanto al valor crítico del título por encima del cual este es sugestivo de EHPN-ABO, cada laboratorio debe determinar el valor crítico de esta prueba, y ajustarlo a sus condiciones de trabajo. HALLAZGOS HEMATOLÓGICOS Existe un incremento de los reticulocitos7,16 y los valores pueden variar entre 179 10 y hasta el 30 %, como evidencia de un proceso hemolítico compensado. En relación con el recuento de eritroblastos, se citan cifras variables, entre 8 y 15 %. 7 La presencia de microesferocitosis (80 %) es igualmente un hallazgo prominente en los extendidos de sangre periférica, se observan cambios en la curva de fragilidad osmótica, los cuales pueden persistir hasta 2 ó 3 semanas después del nacimiento.7 ron que de 5 niños, 1 nació muerto y 2 desarrollaron un hidrops fetalis. Si se compara con casos de EHPN por anti-D, el porcentaje de reticulocitos es mucho más bajo que las cifras de Hb. Además se han encontrado casos que desarrollan hidrops fetalis a pesar de que los niveles de bilirrubina en líquido amniótico indican enfermedad hemolítica leve o moderada. La posible explicación de este fenómeno se trató anteriormente; todo parece indicar que al actuar sobre precursores de células rojas, causa más anemia que íctero. Otros anticuerpos del sistema Kell han sido implicados en enfermedad hemolítica leve o moderada (-Jsa, -Jsb y -Ku). MANEJO DE LA EHPN-ABO La incompatibilidad ABO no reviste la severidad y progresión de la observada en la incompatibilidad por Rh, por lo que no hay indicación para la realización de pruebas predictivas en la madre, a menos que exista una historia previa de EHPN-ABO. Después del parto, como el recién nacido no presenta una anemia severa por lo general, el aumento de los niveles de bilirrubina puede tratarse con fototerapia, si el recién nacido presenta anemia severa y amerita una ET, esta debe realizarse utilizando glóbulos de grupo O, suspendidos en plasma de grupo AB, preferiblemente de un donante ABH.7,16 ENFERMEDAD HEMOLÍTICA DEBIDA A ANTI-DUFFYY ANTY-KIDD Los anti-Fya causan una EHPN ligera. Greenwalt y otros en 1959 demostraron que de 11 casos, 2 murieron. Albrey y otros en 1971 demostraron una EHPN ligera debido a anti-Fy3. Los anti-Jka pueden causar una EHPN severa. ENFERMEDAD HEMOLÍTICA DEBIDA A ANTICUERPOS CONTRA EL SISTEMA MNS EHPN PRODUCIDA POR OTROS ANTICUERPOS El listado de anticuerpos contra antígenos eritrocitarios capaces de provocar una EHPN fue expuesto anteriormente. En este acápite nos referiremos a algunos de estos anticuerpos. − Anti-M: en raros casos la enfermedad hemolítica se desarrolla y es responsable de hidrops fetalis. En los casos que el feto es afectado la PAD es débilmente positiva, aunque en células rojas no lavadas aglutinan espontáneamente en un medio coloide y la fragilidad osmótica puede estar aumentada. − Anti-N: han sido descritos casos ligeros. − Anti-S y -s: puede ser severa o fatal. − Anti-U: puede ser severa o fatal. ENFERMEDAD HEMOLÍTICA DEBIDA A ANTI-KELL Es causa de una enfermedad hemolítica severa. Pepperell y otros en 1977 reporta- 180 Otros anticuerpos de este sistema como los anti-Far, -Mt a, -Mit y -Mv también se han detectado como causantes de EHPN. Desde que se tuvo conocimiento de la EHPN, esta ha sido objeto de preocupación de obstetras, neonatólogos y hemoterapeutas. Actualmente se dispone de un arsenal de métodos diagnósticos y terapéuticos que permiten la prevención, el diagnóstico precoz y su tratamiento efectivo, por eso siempre que se sospeche la posibilidad de esta enfermedad es preciso determinar los anticuerpos involucrados y su importancia clínica, para de esta forma contribuir a disminuir su incidencia y morbimortalidad. SUMMARY The perinatal hemolytic disease (PHD) is an alloimmune immunological affection against those antigens of paternal origin that are present in the erythrocytes of the fetus and the newborn infant. Several alloantibodies directed against erythrocytic antigens have been reported as the cause of PHD. The most frequently reported are those of the ABO and Rh systems. The PHD caused by the Rh system is usually severe, particularly that produced by the antigen D. It is very common to find the anti-D associated with other Rh antibodies (C,E, of lower titer).The anti-c antibody may produce severe PHD by itself. The advances in the prevention of immunization by D antigen have reduced the incidende of this disease. The PHD caused by ABO has always been more frequent, but its relationship with fetal or neonatal death is lower than that of PHD-Rh. In this type of PHD the antibodies are preformed. The IgG subclasses predominating in this disease are IgG1 and IgG3. In the light of the present knowledge, the diagnosis of this disease may be made early. It is possible to make it even before birth and to indicate the intrauterine fetal transfusion as a method for saving the fetuses with hematocrites lower or equal to 30%. The phototherapy and the exchange transfusion are used among the newborn infants to reduce the serum levels of bilirubin produced by hemolysis and to prevent kernicterus. As long as the disease is suspected it is necessary to act quickly and to determine the involved antibodies in order to reduce its incidence and morbimortality. Subject headings: ERYTHROBLASTOSIS, FETAL/diagnosis; BLOOD TRANSFUSION, INTRAUTERINE; RH ISO-IMMUNIZATION. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Bowman JM. Immune hemolytic disease. En: Nathan DG, Orkin SH, ed. Hematology of infancy and childhood. 5th ed. Philadelphia: Saunders, 1998:53-78. 2. Clóvis P. Enfermedad hemolítica perinatal. En: López Borrasca A. Enciclopedia iberoamericana de hematología. Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 1992:424-38. 3. De Palma L, Luban NLC. Alloimmune hemolytic disease of the newborn. En: Beutler E, Lichtman MA, Coller BS, Kipps TJ, ed. Williams Hematology. 5th ed. New York: Mc Grew Hill, 1995:697-704. 4. Foerster J. Alloimmune hemolytic anemias. En: Lee GR, Bithell TC, Foerster J, eds. Wintrobe´s clinical hematology. 10a ed. Baltimore: Williams and Wilkins, 1998:1210-32. 5. 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Desde su descubrimiento y caracterización ha sido implicada en la fisiopatología de las enfermedades gastroduodenales, que incluyen gastritis, úlcera péptica, carcinoma gástrico, y linfoma MALT, dando origen a numerosas hipótesis que tratan de explicar los diferentes eventos que ocurren en el proceso inflamatorio del estómago a su llegada, caracterizado por una marcada infiltración de células inflamatorias (neutrófilo, monocitos, linfocitos y otras), que al ser activadas liberan localmente varios mediadores químicos, responsables del daño tisular; se destacan las citocinas como mediadores importantes de tal proceso. Se realiza una revisión actualizada de las diversas funciones biológicas de las citocinas en el daño tisular de la mucosa gástrica. Descriptores DeCS: HELICOBACTER PYLORI; MUCOSA GÁSTRICA, CITOCINAS. motivo se presenta una revisión minuciosa de las diferentes acciones biológicas en el daño tisular.1-4 En la etapa inicial de la infección, la bacteria libera varias sustancias tóxicas que se disuelven en el mucus gástrico y difunden fácilmente a la lámina propia, donde estimulan la migración de neutrófilos, monocitos, linfocitos y otras células inflamatorias hacia el sitio de la lesión, que una vez activadas, comienzan a liberar diversos mediadores químicos como citocinas, eicosanoides, metabolitos reactivos de oxígeno, componentes del sistema de complemento y neuropéptidos, que son los encargados de amplificar la respuesta inflamatoria. Entre estos mediadores, las citocinas tienen una función importante en el proceso inflamatorio de la mucosa gástrica. Por tal CITOCINAS Son antígenos no específicos o proteínas generadas por monocitos, linfocitos y otros tipos de células que actúan como mediadores intercelulares de la respuesta inflamatoria al ser liberadas de forma transitoria durante la activación celular.5 Algunas citocinas funcionan como hormonas del sistema inmune local o sistémico a muy bajas concentraciones 184 CITOCINAS INMUNORREGULADORAS Y HELICOBACTER PYLORI sobre receptores específicos y son consideradas sustancias pleiotrópicas, es decir, que actúan sobre varias células en las que inducen múltiples efectos contradictorios. También son redundantes, lo que significa que muchos de los efectos de una citocina se solapan con los de otras.6 Los estudios de la población de linfocitos T en animales de experimentación, han permitido clasificarlos en varios subtipos, con funciones muy bien determinadas: linfocitos TCD4 y TCD8, entre otros. Los linfocitos TCD4 son de gran interés en las enfermedades gastroduodenales. Se subdividen en 2 tipos de poblaciones funcionales denominadas T auxiliadoras 1 y 2 (del inglés T helper, Th1 y Th2) caracterizados por la producción de citocinas, entre ellas las interleucinas (IL). Los Th1 producen IL-2, interferones (IFN) alfa y gamma, IL-3 y factor de necrosis tumoral (FNT); mientras que los Th2 producen IL-4, IL-5, IL-6. Ambos subtipos responden a la activación de la IL-2, pero solo el Th2 responde a la IL-4. La IL-1 y la IL-8 son producidas directamente por los monocitos y los macrófagos que participan en la activación celular.7 Según sus funciones biológicas en el organismo, las citocinas se dividen en 2 grupos: inmunorreguladoras y proinflamatorias (tabla 1). Estudios realizados en poblaciones de linfocitos T de la mucosa gástrica infectada por Helicobacter pylori han demostrado la existencia de un aumento en la secreción de citocinas que derivan de los linfocitos TCD4, subtipo Th1, por lo tanto, se considera que las citocinas sirven como marcadores sistémicos y de tejidos en sujetos afectados (tabla 2).4,8-10 TABLA 2. Comportamiento de los niveles de citocinas en la gastritis crónica por Helicobacter pylori Citocinas IL-2 IL-4 IL-10 INF-gamma IL-1 IL-6 IL-8 FNT-alfa Citocinas Inmunorreguladoras IL-2 IL-4 IL-10 IFN-gamma y alfa IL-1 IL-6 IL-8 FNT-alfa Proinflamatorias Disminuido Disminuido Disminuido Aumentado Disminuido Aumentado Aumentado Aumentado IL-2. Descubierta en 1976 como factor de crecimiento de los linfocitos T; es producida por los propios linfocitos T al ser estimulados por mitógenos o antígenos. Desempeña una función importante en el desarrollo de la respuesta inmune mediada por células T y B y promueve en estas últimas su proliferación y diferenciación. Diversos trabajos señalan que la IL-2 tiene un papel significativo como inmunorreguladora de la respuesta inflamatoria en las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas, pero estudios en tejidos gástricos infectados por Helicobacter pylori demuestran que los niveles de IL-2 son prácticamente nulos, lo cual sugiere que en la gastritis crónica por Helicobacter pylori la IL-2 no es determinante y la proliferación de linfocitos T está determinada por otras citocinas.4,11,12 TABLA 1. Clasificación de las citocinas Clasificación Presencia en el tejido dañado 185 IL-4 e IL-10. Es poco conocida la implicación funcional de estas citocinas en la gastritis crónica por Helicobacter pylori, no obstante, se señala la presencia de ARNm de IL-4 en la mucosa gástrica de sujetos infectados. Desempeñan un papel importante en la proliferación de monocitos y en la activación de monocitos y macrófagos, en los que aumenta la actividad tumoricida y promueven su fusión, lo cual da lugar a las células gigantes de Langherans, características de los granulomas inmunes. También promueven la proliferación de las células B, las activa y produce IgG e IgE, hecho que se correlaciona con el aumento de IgG sistémica en pacientes adultos colonizados por Helicobacter pylori. En la actualidad se plantea que la IL-4 tiene actividad antineoplásica.4,13-15 Las IL-4 e IL-10 se destacan por sus funciones inmunorreguladoras en la producción de citocinas proinflamatorias como la IL-1 beta y el factor de necrosis tumoral (FNT) alfa. El fallo de la función inmunorreguladora provoca el aumento de la producción de citocinas, lo que facilita aún más la amplificación de la respuesta inflamatoria.16,17 Interferón gamma. Es una proteína multifactorial, producida por los linfocitos T de los subtipos CD4 y CD8, y las células NK (natural killer). En la actualidad, el IFN gamma es reconocido como un potente inhibidor de la regulación viral, antiparasitario y regulador de numerosas funciones inmunológicas. Recientemente se han comunicado niveles elevados de INF gamma en sujetos con gastritis crónica por Helicobacter pylori, y se plantea que este no solo actúa como mediador de la inmunidad por anticuerpos que son producidos por las células B, sino que incrementa la expresión del antígeno HLADR-clase II en los sitios inflamados por el Helicobacter pylori, con lo cual contribuye a la exposición del antígeno frente al anticuerpo.18,19 CITOCINAS PROINFLAMATORIAS Y HELICOBACTER PYLORI El grupo de las citocinas proinflamatorias, representadas por las IL-1, IL-6, IL-8 y el FNT alfa, tiene una gran importancia, pues en él recae el mayor peso de la respuesta inflamatoria y del daño tisular producido en la gastritis crónica. IL-1. Se subdivida en 2 tipos: IL-1 alfa y IL-1 beta. Estas citocinas se relacionan con el proceso inflamatorio, desencadenado por agentes inflamatorios, infecciones o endotoxinas bacterianas. Son producidas por gran variedad de células, tales como osteoblastos, monocitos, macrófagos, células de kupffer, hepatocitos y glándulas salivales. Poseen una gran variedad de efectos biológicos, como son: inducción de la síntesis de prostaglandinas en las células endoteliales de los vasos y la musculatura lisa, incremento de los niveles de síntesis de las proteínas hepáticas en presencia de daño, disminución de los niveles de albúmina hepática e inducción de la producción de colágeno y fibroblasto en el hueso. La IL-1 también está relacionada con la quimiotaxis de los leucocitos por inducción de la IL-8, con la inducción de expresión de las moléculas de adhesión celular y la generación de metabolitos reactivos de oxígeno, entre otras funciones. En la enfermedad inflamatoria del estómago infectado por Helicobacter pylori, la presencia de hipoclorhidria observada en los sujetos afectados se desencadena por la acción de la IL-1, beta, por lo que se le considera como antise- 186 cretora, estimulante de prostaglandina E2 (PGE2) citoprotectora y que retarda el vaciamiento gástrico.20-23 IL-6. Proteína multifactorial que desempeña un papel importante en los mecanismos de defensa durante la fase aguda de las reacciones, en la respuesta inmune y en la hematopoyesis. Es producida por las mismas células que la IL-1, por lo que presentan características comunes. Su relación con el proceso inflamatorio crónico del estómago infectado por Helicobacter pylori está dado por la diversidad de informes que exponen el incremento de los niveles de IL-6 de la región antral en la gastritis crónica tipo B, lo que sugiere su posible papel patogénico en este tipo de gastritis.4,8,24-26 Las IL-6 e IL-8 se encuentran elevadas, tanto en aquellos pacientes que tienen daños muy severos por Helicobacter pylori, como en los que presentan daños ligeros. La IL-6 estimula la diferenciación de células B y produce IgM e IgG. IL-8. Ejerce una potente acción quimiotáctica del neutrófilo, es liberada por macrófagos, monocitos, neutrófilos células endoteliales, epiteliales, fibroblastos y hepatocitos. En pacientes con gastritis crónica tipo B se han encontrado niveles elevados en la sangre periférica y en el cultivo de tejidos.8,27 Actualmente se reconoce que el epitelio gástrico es la fuente más importante de IL-8. La secreción rápida de IL-8 por las células epiteliales gástricas, demuestra que el epitelio contribuye activamente a la regulación de la respuesta celular mucosal al agente patógeno. La unión de IL-8 a glicosaminoglicanos en el tejido parece facilitar la persistencia de gradientes bioactivos importantes para el reclutamiento celular, por lo tanto, tiene una función destacada en la amplificación de la respuesta celular a la infección, no sólo por su acción quimiotáctica, sino también por provocar falla respiratoria celular, activar la lipooxigenasa (pero no la liberación de ácido araquidónico), por inducir la liberación de Ca++ intracelular e incrementar la formación de metabolitos reactivos de oxígeno. 28-30 Con las evidencias anteriores se puede sustentar que la secreción de IL-8 se asocia con la infección por Helicobacter pylori, ya sea por estímulo directo o mediado por el FNT alfa u otras citocinas, y el lipopolisacárido bacteriano. Factor de necrosis tumoral alfa (FNT). Con fuerte actividad proinflamatoria es similar a las IL-1 e IL-8, con un alto potencial citotóxico al causar daño vascular y tisular severo, inducir la lisis de las células epiteliales y estimular enzimas destructivas en condiciones determinadas, como en la inflamación por Helicobacter pylori. Estudios recientes señalan su identificación e incremento en la mucosa antral infectada por Helicobacter pylori, al igual que como ocurre con la IL-8, donde se considera como el primer mediador en la patogénesis de la infección, el daño y la inflamación de la mucosa gástrica.21,28,31 El FNT alfa, en particular, ayuda a que los leucocitos se adhieran a las células endoteliales de los capilares, así como también al reclutamiento de leucocitos en el lugar de la infección.31,32 Todos estos hallazgos nos permiten plantear que en la fisiopatología de la gastritis crónica por Helicobacter pylori, las citocinas como mediadores sistémicos de la inflamación ejercen funciones específicas, que según su intensidad y duración, provocarán más o menos daños anatomofuncionales del estómago que se expresa en la clínica como síndrome dispéptico de tipo no ulceroso. 187 SUMMARY The Helicobacter pylori is a curve, Gram-negative bacteria that lives exclusively in the gastric mucosa. Since its discovery and characterization it has been involved in the physiopathology of gastroduodenal diseases, including gastritis, peptic ulcer, gastric carcinoma and MALT lymphoma. This has given rise to numerous hypotheses that try to explain the different events that occur in the inflammatory process of the stomach on its arrival, characterized by a marked infiltration of inflammatory cells (neutrophils, monocytes, lymphocytes and others) that once activated release locally various chemical mediators, which are responsible for the tissue damage. Cytokines outstand as important mediators of such a process. An updated review of the different biological functions of cytokines in the tissue damage of the gastric mucosa is made. Subject headings: HELICOBACTER PYLORI; GASTRIC MUCOSA; CYTOKINES. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1 . Crabtree JE. Immune and inflammatory responses to Helicobacter pylori infection. Scand J Gastroenterol 1996;31(Suppl 1 215):3-10. 2. . 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Calle 23 No. 503e/ H e I, el Vedado, Ciudad de La Habana, Cuba. 189 Rev Cubana Hematol Inmunol Hemoter 2000;16(3):190-7 Artículos originales Instituto de Hematología e Inmunología EVALUACIÓN DEL TROFÍN EN EL TRATAMIENTO DE LA ANEMIA FERRIPRIVA EN NIÑOS Dra. Hortensia Gautier du Défaix Gómez,1 MC. Mariela Forrellat Barrios,1 Dra. Norma Fernández Delgado,1 Lic. Irma Gómis Hernández,1 Dra. Elisa Aznar García,2 Dr. Raúl González Hernández2 y Dr. Juan Almaguer Almaguer 1 RESUMEN Se realizó la evaluación comparativa de la eficacia y tolerancia del Trofín en dosis de 8 mg/Kg/día, con el fumarato ferroso en igual dosis y vía de administración. Se estudiaron 40 niños entre 6 y 36 meses de edad con anemia por deficiencia de hierro que fueron distribuidos al azar en 2 grupos de tratamiento, 20 pacientes en cada grupo. Se observó un incremento más rápido de los niveles de hemoglobina en el grupo tratado con fumarato ferroso. El tiempo de recuperación de la hemoglobina fue significativamente más prolongado en el grupo tratado con Trofín. Diecinueve niños (95 %) tratados con fumarato ferroso alcanzaron el valor de referencia de hemoglobina en los 3 primeors meses de tratamiento, mientras que en el grupo tratado con Trofín, el 75 % lo alcanzó al cuarto mes. El Trofín fue bien tolerado en el 90 % de los casos. La aparición de vómitos en 2 niños se atribuyó a un marcado rechazo al sabor del medicamento. La eficacia del Trofín como antianémico fue buena, aunque menor que la del fumarato ferroso. Su principal inconveniente lo constituyó el rechazo al sabor. Descriptores DeCS: ANEMIA FERROPRIVA/quimioterapia; NIÑOS; ESTADO NUTRICIONAL. El hierro es el metal más abundante en la naturaleza, sin embargo, su deficiencia es la carencia nutricional más frecuente y la principal causa de anemia en el mundo, lo que constituye uno de los problemas más graves que enfrenta actualmente la humanidad,1 del cual no estamos exentos en Cuba.2,3 1 2 Esta deficiencia se desarrolla fundamentalmente en aquellos grupos donde existe una ingesta deficiente, una disminución en la absorción del hierro de los alimentos como consecuencia de una dieta inadecuada, un aumento de las necesidades debido a un crecimiento Instituto de Hematología e Inmunología. Centro Nacional de Biopreparados. 190 acelerado o un incremento en las pérdidas4 como sucede en los niños, las mujeres en edad fértil, especialmente las embarazadas y los adolescentes.5 En el tratamiento de esta deficiencia se emplean tradicionalmente las sales ferrosas, que aunque tienen un efecto corrector rápido sobre el estado carencial, con frecuencia ocasionan reacciones adversas a nivel del tracto gastrointestinal, lo que constituye su principal inconveniente6 y la causa fundamental de abandono del tratamiento. 7 Actualmente existe la tendencia de reducir al mínimo su utilización,8 para lo cual se han desarrollado productos que contienen complejos hierroproteína o hierro-carbohidratos que son mejor tolerados. En Cuba se han desarrollado una serie de preparados con características similares, entre los que se encuentran el Trofín (BIOCEN, La Habana). Este producto es de origen natural, contiene 4 mg de hierro/mL, proteínas, aminoácidos, miel de abejas y propóleos que contribuyen a mejorar la absorción y biodisponibilidad del mineral, así como su tolerancia. La introducción de un nuevo medicamento implica la necesidad de realizar su evaluación comparativa con la terapéutica convencional. Nuestro trabajo se realizó con el objetivo de comparar la eficacia y tolerancia del Trofín en dosis de 8 mg/kg de peso corporal/día, con el fumarato ferroso en igual dosis y vía de administración. Una vez obtenido el consentimiento de los padres para participar en la investigación, previa explicación detallada de sus características y objetivos, se procedió a llenar un formulario, donde se recogieron datos generales, biológicos y del estado e historia de salud del niño, con los que se conformó una historia clínica para cada paciente. A todos los niños se les realizó una extracción de sangre venosa en ayunas entre las 7 y las 9 a.m. con material libre de hierro. Una parte de la sangre se dejó coagular para la obtención del suero, que se almacenó a -20 °C hasta el momento de su utilización para las determinaciones de laboratorio relacionadas con el estado nutricional del paciente. La otra parte de la sangre venosa fue heparinizada y se utilizó para la realización del folato eritrocitario. Además se realizó la determinación de hemoglobina capilar por punción digital por el método de la cianometahemoglobina.9 Se cuantificó el hierro sérico y la capacidad total de fijación del hierro por la transferrina mediante el método de Beale y otros modificado por Loria,10 con lo que se calculó el índice de saturación de la transferrina. Se realizó la determinación de vitamina B12 sérica por un radioanálisis con carbón hemoglobina11 y de ácido fólico sérico 12 y eritrocitario13 por el método microbiológico con el Lactobacillus casei. Se consideraron anémicos aquellos casos que tenían hemoglobina menor que 110 g/L. Los puntos de corte utilizados para el diagnóstico de la deficiencia de hierro fueron: hierro sérico < 10,7 µmol/L, capacidad total de fijación de hierro por la transferrina > 75 µmol/L, índice de saturación de la transferrina < 0,16, folato sérico > 9,1 nmol/L, folato eritrocitario > 340 nmol/L y vitamina B12 > 120 pmol/L. Se consideraron anémicos por deficiencia de hierro aquellos pacientes que MÉTODOS En el estudio se incluyeron niños entre 6 y 36 meses de edad atendidos en el Instituto de Hematología e Inmunología, a los que se les diagnosticó anemia por deficiencia de hierro, luego de un minucioso estudio del estado nutricional en hierro y otros nutrientes hematopoyéticos. 191 tenían valores de hemoglobina e índice de saturación de la transferrina por debajo del punto de corte, acompañados de niveles de folatos y vitamina B12 superiores a este. Se incluyeron en el estudio aquellos pacientes con anemia por deficiencia de hierro que no habían recibido tratamiento antianémico ni transfusiones de sangre en los últimos 2 meses. Se excluyeron los que no cumplían estos criterios, los que tenían trastornos gastrointestinales agudos o crónicos que pudieran enmascarar las reacciones adversas al tratamiento y aquellos con enfermedades malignas o crónicas. Una vez establecido el diagnóstico, los pacientes incluidos en el estudio fueron distribuidos aleatoriamente en 2 grupos de 20 pacientes cada uno. El primer grupo recibió tratamiento con Trofín en dosis de 8 mg/kg/día dividido en 2 subdosis alejadas de las comidas (grupo 1) y el segundo, fumarato ferroso oral (tabletas de 200 mg) en igual dosis y frecuencia (grupo II). El seguimiento se realizó en consulta a los 15 días y después mensualmente, en las que se determinó hemoglobina, hematócrito y conteo de reticulocitos, para evaluar la respuesta al tratamiento. Además se recogió información del estado general del paciente y la tolerancia al tratamiento. El monitoreo se mantuvo hasta lograr una cifra de hemoglobina ≥ 110 g/L. Con los datos obtenidos de la encuesta se confeccionó una base de datos en la que se incluyeron también los resultados del estudio inicial y del monitoreo del tratamiento, así como el tiempo necesario para la recuperación de las cifras de hemoglobina, lo que se procesó por el sistema STATISTICA. Se calcularon los valores promedio y las desviaciones estándar de las variables cuantitativas del estudio inicial, de las cifras de hemoglobina y sus incrementos con respecto al valor de hemoglobina en los 3 primeros meses de tratamiento y del tiempo de recuperación de la hemoglobina en los 2 grupos del estudio. Se determinó la composición de los grupos de tratamiento en cuanto a sexo y color de la piel. Se obtuvieron además las distribuciones de frecuencia del tiempo de recuperación de la hemoglobina y de la presencia de reacciones adversas para ambos grupos. En la comparación de las variables cuantitativas se empleó la prueba t para muestras independientes y el X2 para las cualitativas. Se calcularon además los coeficientes de correlación de Pearson entre la cifra de hemoglobina inicial y los niveles de hemoglobina, así como sus incrementos con respecto al valor inicial en los 3 primeros meses de tratamiento. RESULTADOS En la tabla 1 se observa la composición de los grupos de tratamiento en cuanto a edad, sexo y color de la piel. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas al comparar ambos grupos en cuanto a estas variables. En la tabla 2 se muestran las medias y las desviaciones estándar de las pruebas de laboratorio del estudio nutricional inicial para cada uno de los grupos. No se encontraron diferencias significativas en los indicadores de la deficiencia de hierro (hemoglobina, hierro sérico, capacidad total, índice de saturación); en los niveles de las reservas de ácido fólico medidos a través del folato eritrocitario, ni en los niveles séricos de vitamina B 12. Se encontraron diferencias significativas en los niveles de folato circulante. 192 TABLA 1. Composición de los grupos de estudio Grupo Trofín Fumarato ferroso Edad (meses) X DS 12,2 13,4 Sexo 5,37 5,92 Color de la piel F M B NB 7 9 13 11 8 8 12 12 ns ns ns F: femenino; M: masculino; B: blanco; NB: no blanco (negros y mestizos). TABLA 2. Estudio nutricional inicial de los grupos de estudio Pruebas de laboratorio Hemoglobina (g/L) Hierro sérico (µmol/L) Capacidad total (µmol/L) Índice de saturación Folato sérico (nmol/L) Folato eritrocitario (nmol/L) Vitamina B12 sérica (pmol/L) Trofín X DS 93,30 8,39 93,22 0,08 14,96 831,31 328,07 9,22 1,93 11,85 0,03 5,65 406,39 135,04 En la figura se representa el comportamiento de la hemoglobina en los 3 primeros meses de tratamiento. La respuesta fue más rápida en el grupo tratado con fumarato ferroso. X 89,50 8,18 92,16 0,09 30,58 957,72 407,73 Fumarato ferroso DS 13,89 2,74 14,94 0,04 20,69 464,94 166,80 p< 0,314 0,780 0,805 0,752 0,006 0,407 0,170 Se observó una correlación inversa y significativa del aumento de la hemoglobina en este período en el grupo tratado con fumarato ferroso, mientras que en el grupo tratado con Trofín solo fueron significativos los incrementos en los 2 primeros meses de tratamiento (tabla 4). En cuanto a la recuperación de la hemoglobina se encontró que el 20 % de los niños (n = 4) tratados con Trofín no alcanzaron cifras normales de hemoglobina, a diferencia de lo ocurrido en el grupo tratado con fumarato ferroso, en el que el 100 % de los casos (n = 20) logró alcanzar valores de 110 g/L o más de hemoglobina. Para la comparación entre ambos grupos en cuanto a esta variable, los casos se agruparon como se muestra en la tabla 5, y se encontraron diferencias significativas entre ambos tratamientos (X2 = 10,36, p < 0,01). El tiempo requerido para la normalización de la hemoglobina osciló entre 1 y 6 meses en el grupo I y entre 1 y 8 en el II. El porcentaje de casos que normalizaron sus cifras de hemoglobina en los 3 primeros meses de tratamiento fue del 95 % en el FIG. Evolución en los 3 primeros meses de los pacientes tratados conTrofín y fumarato ferroso. Al comparar el aumento de la hemoglobina con respecto a la hemoglobina inicial de ambos grupos en este período, se encontraron diferencias significativas al mes y a los 3 meses de tratamiento (tabla 3). 193 TABLA 3. Aumento de la hemoglobina en los 3 primeros meses de tratamiento con respecto a la hemoglobina inicial Aumento de la hemoglobina Trofín X n Dif Hb 1 Dif Hb 2 Dif Hb 3 18 15 14 5,50 13,80 12,92 DS 8,22 10,38 8,16 n Fumarato ferroso X DS 20 18 15 15,70 21,05 27,60 11,39 12,16 15,58 p< 0,003 0,078 0,004 Dif Hb 1, 2, 3: aumento de la hemoglobina en el primer, segundo y tercer mes con respecto a la hemoglobina inicial. TABLA 4. Coeficientes de correlación entre la hemoglobina inicial y los incrementos de hemoglobina en los 3 primeros meses de tratamiento Trofín r Fumarato ferroso r - 0,33* - 0,81* - 0,37 - 0,69* - 0,92* - 0,95* Hb inicial vs Dif Hb 1 Dif Hb 2 Dif Hb 3 * p < 0,05. Dif Hb 1, 2, 3: aumento de la hemoglobina en el primer, segundo y tercer mes con respecto a la hemoglobina inicial. TABLA 5. Comparación de los tiempos de recuperación de la hemoglobina en el ensayo Trofín vs. fumarato ferroso Grupo De 1-3 meses n % Trofín Fumarato ferroso 10 19 50 95 Tiempo de recuperación de la hemoglobina Más de 3 meses Sin recuperación n % n % 6 1 30 5 4 - 20 - X: 10,36; p < 0,01. grupo tratado con fumarato ferroso (n = 19) y 50 % en el tratado con Trofín (n = 10). El tiempo de normalización se prolongó más de 5 meses en solo un paciente (5 %) de cada grupo. El Trofín fue bien tolerado en el 90 % de los niños (n = 18). En 2 pacientes se produjo un rechazo marcado al sabor del medicamento que obligó a cambiar a fumarato ferroso. No se observó diarrea en ninguno de los niños estudiados. En el 90 % de los pacientes del grupo I (n = 18) y en el 95 % del grupo II (n = 19) no se utilizaron otros medicamentos. Fue necesario asociar al tratamiento antianémico multivitaminas en 2 pacientes (10 %) del grupo tratado con Trofín y vitamina B12 en 1 (5 %) del grupo II; estos niños tenían cifras de ácido fólico, vitamina B12 o ambos cercanas al límite inferior del intervalo de referencia en el momento del estudio. DISCUSIÓN Para la aplicación de un nuevo medicamento resulta imprescindible su comparación con la terapéutica convencional, en cuanto a eficacia y tolerancia, en 2 grupos de pacientes con iguales características. Los valores significativamente más bajos de folato sérico observados en el grupo I pueden ser causados por una ingesta deficiente de esta vitamina en algunos niños, en los días previos a la 194 de una relación inversa entre la hemoglobina inicial y la respuesta al tratamiento.18 La ausencia de correlación en el tercer mes de tratamiento en el grupo I, puede deberse al retraso de la respuesta de un grupo de los casos tratados con Trofín. El hecho de que el 95 % de los pacientes tratados con fumarato ferroso alcanzara los valores de referencia de hemoglobina en los 3 primeros meses de tratamiento, mientras que en el grupo tratado con Trofín sólo los obtuviera el 75 % al cuarto mes, evidencia una respuesta más tardía en este grupo, que puede deberse al menor incremento de la absorción del hierro hemiglobínico en los estados de deficiencia de hierro.17 Esto coincide con lo encontrado al utilizar hierro hemiglobínico para el tratamiento de los diferentes estadios de la deficiencia de hierro. En ese estudio se comparó la respuesta de adultos con anemia por deficiencia de hierro tratados con dosis similares de hierro hemiglobínico y sulfato ferroso suministrados en 3 niveles de dosis. Se encontró una respuesta más tardía en el grupo tratado con hierro hemiglobínico en todas las dosis empleadas. 19 Aunque en el estudio inicial de los niños a los que fue necesario asociar tratamiento vitamínico no se encontraron otras deficiencias nutricionales que impidieran obtener una respuesta inicial adecuada, sus niveles de ácido fólico, vitamina B12 o de ambas, estaban cercanos al límite inferior del intervalo de referencia. Ambos niños mostraron inicialmente una buena respuesta al tratamiento, pero al avanzar este se produjo un estancamiento de las cifras de hemoglobina, probablemente debido al agotamiento de las reservas vitamínicas al producirse un aumento de la eritropoyesis como consecuencia de la ferroterapia, que se resolvió al asociar el tratamiento vitamínico. extracción de sangre, sin repercusión sobre sus niveles tisulares como se evidencia en los niveles de folato eritrocitario,14 con lo que se descarta la posible interferencia de esta vitamina en la respuesta inicial al tratamiento. La forma más sencilla y efectiva utilizada para evaluar la respuesta al tratamiento con hierro es la determinación de hemoglobina, debido a su rápido aumento una vez iniciada la terapia. El primer mes es el más importante para el éxito del tratamiento,15,16 ya que la respuesta en términos de hemoglobina es virtualmente completa a partir del segundo mes.15 Las diferencias significativas en el aumento de las cifras de hemoglobina observadas en el primer mes de tratamiento, no obstante partir de grupos igualmente anémicos y deficientes de hierro, pueden deberse a la diferencia en la naturaleza del compuesto de hierro presente en cada medicamento, ya que el hierro presente es hemínico en el Trofín, mientras que el del fumarato ferroso es inorgánico y sus mecanismos de absorción son diferentes.17 Se conoce que en la deficiencia de hierro se produce un aumento de la absorción de ambos tipos de hierro. Sin embargo, este incremento es mucho menor en el caso del hierro hemoglobínico que en el del hierro inorgánico.17 Esta diferencia puede explicarse porque la superficie de absorción de la mucosa intestinal no reconoce al grupo hemo como un tipo de hierro, por lo que la regulación de su absorción es diferente. Esto permite explicar la elevación más temprana de las cifras de hemoglobina observada en el grupo II tratado con fumarato ferroso. La correlación inversa y significativa observada entre los incrementos de la hemoglobina en el período evaluado en el grupo II y solo en los 2 primeros meses en el grupo I, puede explicarse por la existencia 195 Dos de los fallos terapéuticos encontrados en el grupo I se debieron al abandono del tratamiento luego de cuatro meses sin haber alcanzado las cifras de hemoglobina deseadas. Los restantes fallos se debieron a vómitos severos como expresión de rechazo al sabor del medicamento. Estos últimos pacientes fueron tratados con fumarato ferroso y la hemoglobina se normalizó en un breve tiempo. Estos resultados fueron similares a los encontrados cuando se evaluaron 2 suplementos dietético-terapéuticos cubanos (Ferrical y Nutrivin) en niños de 6 a 36 meses de edad, donde se observó resistencia terapéutica en el 4 y el 13 % de los casos, respectivamente.20 Es bien conocido que el hierro hemoglobínico no produce los efectos indeseados propios de las sales de hierro,19 lo que explica que en nuestro estudio, el Trofín haya sido bien tolerado por la generalidad de los pacientes. La aparición de vómitos observada en 2 niños puede atribuirse a un marcado rechazo al sabor del medicamento referido por los padres, que pudiera ser debido a alguno de los aditivos incluidos en la formulación. A partir de nuestros resultados, se plantea que la eficacia del Trofín como antianémico es buena, aunque menor que la del fumarato ferroso y su principal inconveniente es el rechazo al sabor. SUMMARY A comparative evaluation was made between the effectiveness and tolerance of Trofín at doses of 8mg/kg/day and those of ferrous fumarate at the same dosage and by the same route of administration. 40 children aged 6-36 months with iron-deficiency anemia that were randomly divided into 2 groups of treatment, 20 in each group, were studied. A higher increase of the levels of haemoglobin was observed in the group treated with ferrous fumarate. The time of recovery of haemoglobin was significantly longer in the group treated with Trofin. 19 children (95%) treated with ferrous fumarate attained the haemoglobin reference value during the first 3 months of treatment, whereas in the group treated with Trofin,75% reached this value on the fourth month. Trofin was welll tolerated in 90% of the cases. The occurrence of vomiting in 2 children was attributed to a marked rejection to the drug’s flavour.The effectiveness of Trofin as an antianaemic drug was good, althought lower than that of ferrous fumarate. Its main inconvenient was the rejection to flavour. Subject headings: ANEMIA, IRON-DEFICIENCY/drug therapy; CHILD; NUTRITIONAL STATUS. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. United Nations Micronutrient. Deficiency- The Global Situation. SCN 1993;9:11-6. 2. Forrellat M, Gautier du Défaix H, Fernández N, Sánchez Y, Gómis I, Deficiencia de hierro en lactantes de un área de salud. Rev Cubana Hematol Inmunol Hemoter 1998 (en prensa). 3. Gautier du Défaix H. En el XXX Aniversario del Instituto de Hematología e Inmunología. Recuento de 20 años de experiencia en el estudio de las anemias nutricionales. Rev Cubana Hematol Inmunol Hemoter 1996;12:91-6. 4. Rowland TW, Black SA, Kelleher JF. Iron deficiency in adolescent endurance athlets. 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Fax: (537) 338979. e-mail:[email protected] 197 Rev Cubana Hematol Inmunol Hemoter 2000;16(3):198-205 Instituto de Hematología e Inmunología INMUNOFENOTIPAJE EN EL DIAGNÓSTICO DE SÍNDROMES LINFO Y MIELOPROLIFERATIVOS Dra. Miriam Sánchez Segura, Lic. René Rivero Jiménez, Dra. Vianed Marsán Suárez, Lic. Mercedes Martínez Machado, Dr. Edgardo Espinosa Martínez, Dr. Alejandro González Otero, Dra. Consuelo Macías Abraham y Dr. Porfirio Hernández Ramírez RESUMEN Se realizó el inmunofenotipaje de células procedentes de médula ósea y de sangre periférica en 217 pacientes con síndromes linfo y mieloproliferativos, a través del ultramicrométodo inmunocitoquímico (UMICIQ). Del total de casos estudiados, 143 (62,44 %) fueron leucemias agudas (LA): 70 linfoides (LLA) y 38 mieloides (LMA). En 15 pacientes no se encontraron antígenos específicos de linaje y fueron clasificados como LA indiferenciadas. Entre las LLA, el 75,71 % fueron de fenotipo B, y la común la más frecuente. En 17 pacientes (11,88 %) los blastos expresaron antígenos de células T; 66 enfermos (30,41 %) presentaron síndromes linfoproliferativos crónicos (SLPc), de estos, el 71,21 % fueron de fenotipo B. La frecuencia encontrada de síndromes linfo y mieloproliferativos agudos y crónicos en nuestros pacientes se comportó de acuerdo con lo descrito por otros autores. Descriptores DeCS: MÉDULA ÓSEA; TRASTORNOS LINFOPROLIFERATIVOS; TRASTORNOS MIELOPROLIFERATIVOS; ANTICUERPOS MONOCLONALES. En los últimos años se han obtenido avances tan importantes en los conocimientos de las enfermedades hematológicas malignas, que el número de estos procesos se ha multiplicado y su clasificación se ha hecho compleja.1 Las leucemias y linfomas del humano constituyen enfermedades heterogéneas, tanto clínica como morfológicamente, y se han utilizado varios sistemas de clasificación para dichas entidades, desde el propuesto por el grupo franco-americano-británico (FAB) para las leucemias en 1976 hasta la clasificación más reciente morfológica, inmunológica y citogenética.2,3 Los procesos leucémicos son las enfermedades malignas más frecuentes de los tejidos hematopoyéticos, seguidos por los linfomas y constituyen las neoplasias la incidencia más alta en los primeros 15 años de la vida y del 6 al 7 % de las neoplasias después de esa edad. Las leucemias son procesos neoplásicos en los que la médula ósea normal es invadida y desplazada por células malignas pertenecientes a diferentes líneas de células sanguíneas parcialmente 198 MÉTODOS diferenciadas o indiferenciadas y el tipo de célula afectada constituye la base para la clasificación inicial de estas enfermedades.4 La linfocitosis sanguínea anormal es la característica fundamental de las enfermedades malignas crónicas de las células T y B, ya sean leucemias crónicas o linfomas no Hodgkin (LNHDG) de bajo grado. 5,6 La leucemia mieloide crónica (LMC) es una enfermedad hematológica maligna que se considera tiene su origen en una célula madre hematopoyética con potencial de diferenciación linfoide y mieloide.7 La aplicación de los anticuerpos monoclonales al estudio y la clasificación de leucemias y linfomas ha logrado una transformación radical en la concepción y el manejo de estas patologías, desde el reconocimiento de nuevas entidades hasta el nacimiento de nuevas clasificaciones.8 La separación de las leucemias agudas (LA) en linfoides y mieloides, así como la definición de las leucemias agudas híbridas (LAH), tiene importancia pronóstica y terapéutica y complementa los estudios morfológicos y citoquímicos, de manera que ha sido posible discriminar más objetivamente el linaje de la célula implicada en estos procesos.3,9 La clasificación inmunológica depende, además del uso de reactivos altamente específicos como los anticuerpos monoclonales, de métodos de inmunofenotipaje celular de elevada sensibilidad para detectar moléculas que actúan como marcadores de células linfoides y mieloides.3,10 Con el objetivo de mejorar el diagnóstico, establecer el pronóstico y el tratamiento de pacientes con síndromes linfo y mieloproliferativos, así como conocer la frecuencia relativa de estas enfermedades en un período de 5 años, se realizó la caracterización inmunológica de los enfermos atendidos en nuestra institución. En el período comprendido de 1992 a 1997 se estudiaron 217 pacientes, de ellos 117 del sexo masculino y 100 del femenino. Del total de pacientes estudiados 98 fueron niños, con edad promedio de 7,3 años (rango de 11 meses a 17 años) y 119 adultos, con edad promedio de 51,63 años (rango de 19 a 87 años), que acudieron al Departamento de Inmunología del Instituto de Hematología e Inmunología para el estudio de marcadores inmunológicos. Se realizó la clasificación inmunológica mediante el inmunofenotipaje celular a todos los casos estudiados, con la aplicación de una batería mínima de anticuerpos monoclonales (AcMo) dirigidos tanto para antígenos mieloides como linfoides (anexo). Las células mononucleares se aislaron por el método de Boyüm modificado.11 Para el inmunofenotipaje celular se aplicó el ultramicrométodo inmunocitoquímico (UMICIQ), en el cual las células se unen a láminas portaobjeto de cristal recubiertas con poli-L lisina mediante una atracción electrostática de cargas 12 y permite la detección de antígenos nucleares y citoplasmáticos en estadios de diferenciación celular muy tempranos, cuando los antígenos aún no están expresados en la membrana celular, utilizando un agente permeabilizador de membranas (detergente Brij 56). La reacción inmunológica se pone de manifiesto por la utilización de un sistema de doble anticuerpo marcado con peroxidasa, que tiene como objetivo amplificar la reacción. La utilización del colorante cloronaftol permite distinguir las células mieloides de las linfoides. El aminoetilcarbazol tiñe a las células positivas de amarillo-naranja y el hemalón, colorante utilizado para distinguir a las células 199 negativas, contiene hematoxilina, la cual permite diferenciar el núcleo de las células. específicos de linaje y se clasificaron como LA indiferenciadas (LAI) (fig. 2). Se observó prevalencia de LA entre los pacientes pediátricos, con 97 niños afectados (67,83 %). La mayoría de los pacientes leucémicos fueron del sexo masculino (62,93 %), tomando en consideración tanto niños como adultos. Se realizó la distribución por grupos de edades de los niños con LA, la cual se comportó de la siguiente forma: 1 niño menor de 1 año, 35 se hallaban entre 1-4 años, 31 entre 5-9 años y 27 entre 10-17 años. Se encontraron 8 casos de LMC en crisis blástica, 7 de estirpe linfoide (87,5 %) y 1 solo paciente con crisis blástica mieloide (12,5 %). Los síndromes linfoproliferativos crónicos solo se clasificaron en pacientes adultos, con un total de 66 enfermos (30,41 %); de estos, el 71,21 % fue de fenotipo B; 44 pacientes tuvieron leucemias crónicas (66,66 %), 34 leucemia linfoide crónica B (LLC-B) (77,27 %) y 10 casos de RESULTADOS En este estudio clasificamos las leucemias agudas (LA) en 143 pacientes (65,89 %), leucemias crónicas en 44 pacientes (20,27 %), linfomas no Hodgkin (LNHDG) en 22 (10,13 %) y en 8 pacientes leucemia mieloide crónica (LMC) (3,68 %) (fig. 1). De las LA estudiadas, 70 fueron leucemias linfoides agudas (LLA) y 38 leucemias mieloides agudas (LMA) (26,57 %). Entre las LLA, el 75,71 % fue de fenotipo B (37,06 % del total de LA), y la común fue la más frecuente, con un total de 46 casos (65,71 %). En 17 pacientes (11,88 %) los blastos expresaron antígenos de células T. En 20 casos (13,98 %) se encontró leucemia aguda híbrida (LAH) y en 15 pacientes (10,48 %) no se hallaron antígenos FIG. 1. Distribución de la frecuencia relativa de pacientes con síndromes linfo y mieloproliferativos. 200 FIG. 2. Distribución de la frecuencia relativa de pacientes con leucemias agudas. de la heterogeneidad y el comportamiento clínico y biológico de estos tumores.3 El análisis de los resultados de este estudio con respecto a la prevalencia de pacientes con LA, concuerda con lo comunicado por otros autores.13,14 Los estudios realizados en los años 1970 y 1980 demostraron que aproximadamente el 85 % de los blastos leucémicos eran de linaje B, mientras que el 15 % de estos correspondía a la LLA con características de células T; 15,16 se consideró la LLA como la enfermedad maligna más frecuente de la infancia y dentro de esta la LLA común. 17,18 La LMA es menos frecuente que la LLA y representa una pequeña proporción leucemia linfoide crónica T (LLC-T), para el 22,72 %. Se diagnosticó LNHDG en 22 enfermos (33,33 %), 13 con fenotipo B (59,09 %) y 9 con fenotipo de células T (40,90 %), con predominio de esta patología en el sexo masculino, ya que la relación entre hombres y mujeres afectados fue de 2,6:1. DISCUSIÓN Con la aplicación de los anticuerpos monoclonales al estudio inmunofenotípico de las leucemias y linfomas, se ha logrado un importante avance en la comprensión 201 de casos durante la infancia y adolescencia y es descrita entre el 15 y 20 % de los pacientes con leucemia.19 En este trabajo, las observaciones al respecto se corresponden con lo descrito por otros autores, aunque con una cifra ligeramente superior, lo que podría atribuirse al hecho de que el estudio se realizó en el Instituto de Hematología e Inmunología, centro especializado que recibe pacientes complejos remitidos de otros centros del país. La incidencia de LAH, la cual es considerada como una enfermedad rara identificada entre el 5 y 10 % de los casos de LA, se comportó en los pacientes de acuerdo con lo reportado por otros investigadores.20,21 La variante indiferenciada es poco frecuente en el niño (4-12 %) y aumenta su frecuencia en la edad adulta.10,22 La cifra observada en este estudio (10,48 % de todos los casos con LA) se corresponde con lo comunicado para esta entidad. El hallazgo de un mayor número de leucemias entre los pacientes pediátricos, así como el predominio en el sexo masculino sobre todo para la LLA y la frecuencia incrementada de esta patología en el grupo de edad de 1-4 años, ha sido ya comunicado con anterioridad. Varios autores han señalado que la leucemia en el niño predomina en los primeros 5 años de la vida y que presenta su mayor incidencia entre los 2 y 4 años. En una serie de 319 pacientes leucémicos se informó que el 54 % se encontraba entre 1 y 4 años.18,23,24 En el curso de la LMC, las características celulares linfoblásticas se observan entre el 20 y 30 % de los pacientes y la mayoría, el 60 % de las líneas celulares implicadas, son mieloides.25 Mori en una serie de 30 pacientes con LMC en crisis blástica encontró 21 con crisis blástica mieloide y solo 9 con linfoide.26 En este trabajo se reporta una mayor frecuencia de las crisis blásticas linfoides (7 de 8 pacientes estudiados), lo que podría parecer contradictorio, sin embargo, dada la pequeña proporción de casos incluidos con esta patología, no se pueden realizar análisis estadísticos para arribar a conclusiones. Los SLPc comprenden un amplio espectro de enfermedades, dentro de los cuales debemos distinguir las leucemias de los linfomas. Con el desarrollo de técnicas inmunológicas para la detección de marcadores de superficie, se ha observado que la mayoría de estos trastornos son de linaje B.6,27 Más del 95 % de los pacientes con LLC tienen el fenotipo B, y se reporta el fenotipo T solo entre el 2 y 5 % de todos los casos.28,29 Hover y otros, en un estudio morfológico e inmunofenotípico de 25 casos de LLC-T, encontraron que esta entidad estaba presente en menos del 1 % de todos los pacientes con SLPc.30 Los resultados en relación con las leucemias crónicas se corresponden con lo descrito en la literatura, con un porcentaje incrementado de pacientes con LLC-B y una minoría con características de linaje T, aunque el ligero incremento de esta última podría deberse a variaciones individuales en nuestro medio. La frecuencia observada de pacientes adultos con LNHDG se corresponde con la de otros investigadores, con un predominio del fenotipo B sobre el T. Algunos autores han planteado que los LNHDG de la célula T son raros y constituyen del 15 al 20 % de los linfomas agresivos. En un trabajo realizado por el grupo de estudio de linfomas del adulto en Francia, de 1 883 pacientes con LNHDG agresivo, 288 (15 %) fueron de fenotipo T y 1 595 (85 %) fueron de fenotipo B, lo cual tiene importancia en cuanto al pronóstico, ya que ha sido generalmente observado que el LNHDG-T tiene peor pronóstico. Otros autores han reportado resultados similares.31,32 De igual manera, el comportamiento de los enfermos con LNHDG en este estudio con respecto al sexo, mostró un 202 predominio del sexo masculino, lo que concuerda con estudios realizados en diferentes países que muestran una relación masculino/femenino de 1,3:1 y que la enfermedad es 31 % más frecuente entre los hombres.33,34 El inmunofenotipaje celular reviste gran importancia tanto para las LA como para los SLPc, ya que el estudio de los antígenos de diferenciación celular ha permitido establecer el origen de los diferentes subtipos de LLA y comprender su diversidad clínica, lo que permite un diagnóstico definitivo de casos dudosos e identificar subtipos que tienen diferente conducta terapéutica. Además, ha permitido el reconocimiento de nuevas variedades de LNHDG y un manejo clínicoterapéutico más eficaz de los pacientes. AGRADECIMIENTOS A la técnica Soralis Gutiérrez Rivas por su valiosa colaboración. Anexo Batería mínima de anticuerpos monoclonales para el inmunofenotipaje de células Anticuerpos monoclonales Linaje de las células que identifica Procedencia del reactivo Anti-CD10 (OKB-CALLA) Célula B Anti-CD19 (B4) Célula B Anti-CD20 (B1) Célula B Anti-CD22 (Leu 14) Anti-cadenas µ Anti-cadenas k Anti-cadenas λ Anti-CD1 (NA 134) Célula B Célula B Hospital Clinic de Barcelona, España Célula B Célula B Células T Anti-CD7 (Leu 9) Células T Anti-CD2 (OKT11) Anti-CD4 (OKT4) Anti-CD8 (OKT8) Anti-CD3 (OKT3) Anti-CD5 (CRIS 1) Anti-CD13 (MY 7) Anti-muramidasa Anti-CD41 (943D) Anti-CD33 (MY 9) Células T Células T Células T Células T Células T Células mieloides Células mieloides Células mieloides Células mieloides Anti-CD14 (MY 4) Anti-CD15 (Leu MI) Anti-HLA-DR Anti-TdT Células mieloides Células mieloides Otros Otros Hospital Clinic de Barcelona, España Hospital Clinic de Barcelona, España Institute of Cancer Research, Londres, Inglaterra Institute of Cancer Research, Londres, Inglaterra Filatov Institute Immunology, Rusia Filatov Institute Immunology, Rusia Filatov Institute Immunology, Rusia Hospital Clinic de Barcelona, España Hospital Clinic de Barcelona, España Hospital Clinic de Barcelona, España Hospital Clinic de Barcelona, España Hospital Clinic de Barcelona, España Institute of Cancer Research, Londres, Inglaterra Filatov Institute Immunology, Rusia Filatov Institute Immunology, Rusia Hospital Clinic de Barcelona, España Hospital Clinic de Barcelona, España Institute of Cancer Research, Londres, Inglaterra Institute of Cancer Research, Londres, Inglaterra Institute of Cancer Research, Londres, Inglaterra Hospital Clinic de Barcelona, España 203 SUMMARY The immunophenotyping of cells from bone marrow and from peripheral blood was carried out in 217 patients with lympho- and myeloproliferative syndromes by the immunocytochemical ultramicromethod (ICCUM). Of the total of studied cases, 143 (62.44%) were acute leukemias (AL): 70 acute lymphoid leukemias (ALL) and 38 acute myeloid leukemias (AML). There were not specific antigens of lineage in l5 patients, who were classified as undifferentiated acute leukemias. Among the ALL, 75.71% were of phenotype B, whereas the common one was the most frequent. In 17 patients (11.88%) the blasts expressed T-cell antigens. 66 patients (30.41%) presented chronic lymphoproliferative syndromes (CLPS) and, of them, 71.21% were of phenotype B. The frequency of acute and chronic lympho- and myeloproliferative syndromes found in our patients behaved according to what has been described by other authors. Subject headings: BONE MARROW; DISORDERS, LYMPHOPROLIFERATIVE, DISORDERS; MYELOPROLIFERATIVE, DISORDERS; ANTIBODIES, MONOCLONAL. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Sullivan AK. Classification, pathogenesis and etiology of neoplastic diseases of the hematopoietic system. 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RESULTADOS PRELIMINARES Lic. Niubys Cayado Gutiérrez, Lic. Adriana Muñiz Fernández, Dr. Alejandro González Otero, Dra. Eva Svarch, Dra. Gisela Martínez Antuña RESUMEN La leucemia linfocítica aguda (LLA) representa aproximadamente el 80 % dentro de las leucemias pediátricas. Recientemente se ha demostrado por biología molecular la existencia de una translocación críptica, la t (12;21) (p12;q22) en la LLA de tipo B, que no se detecta por las técnicas citogenéticas convencionales e involucra los oncogenes TEL y AML1. Esta alteración es actualmente la más común en esta leucemia y se observa aproximadamente en el 25 % de los casos. Diversos investigadores han planteado que dicha translocación identifica a un subgrupo de pacientes con una evolución muy favorable, por lo que se considera un indicador de buen pronóstico. La determinación de la t (12;21) en el estudio de LLA tiene importancia pronóstica, además de servir como marcador para la detección de la enfermedad mínima residual. En nuestro trabajo estandarizamos la técnica de RT-PCR para la detección de la t (12;21) y además analizamos muestras de 20 pacientes pediátricos con LLA tipo B, que en el momento del estudio se encontraban en la fase de diagnóstico inicial o en recaída. En el estudio, 5 de los 20 pacientes mostraron reordenados los genes TEL/AML 1, lo que representa el 25 % de los casos. Esta frecuencia concuerda con lo comunicado en la literatura hasta el momento. Descriptores DeCS: LEUCEMIA LINFOCÍTICA AGUDA/diagnóstico; ONCÓGENES; NIÑOS; TRANSLOCACIÓN (GENÉTICA). Con el descubrimiento del cromosoma Filadelfia (Ph) realizado en 1960 por Nowell y Hungerford en la leucemia mieloide crónica, se demostró la existencia de una alteración cromosómica específica en un proceso maligno humano.1 Posteriormente se identificaron otras alteraciones cromosómicas en las leucemias, en particular algunas translocaciones, que se vincularon con 206 determinados tipos de estas enfermedades.2 Algunos investigadores consideraron que estas alteraciones eran consecuencia del proceso oncogénico. Sin embargo, este criterio cambió completamente, pues las técnicas de biología molecular pusieron en evidencia la existencia de genes específicos comprometidos en las translocaciones cromosómicas y que son activados por ellas. Esto dio lugar al establecimiento de los conceptos de protooncogenes y de oncogenes. Se ha comprobado que algunas de estas anormalidades genéticas tienen importancia pronóstica y terapéutica en distintos tipos de leucemias. En la leucemia linfocitica aguda (LLA), que es el tipo de hemopatía maligna más frecuente en la infancia, se conocen varias alteraciones cromosómicas con importancia pronóstica. Entre ellas tenemos la t(4;11) y la t(9;22) que son indicadores de mal pronóstico, mientras que la hiperdiploídia se asocia con buen pronóstico.3 Estudios moleculares recientes demostraron que la t(12;21), que no se detecta por las técnicas citogenéticas convencionales, es la alteración más frecuente en la LLA de tipo B (LLA-B) y se observa aproximadamente en el 25 % de los casos.4,5 En esta translocación el gen TEL, localizado en la región telomérica del cromosoma 12, se fusiona con el gen AML 1, localizado en el cromosoma 21. El gen TEL codifica para un factor de transcripción de la familia ETS y el gen AML 1 codifica una proteína que forma parte del complejo transcripcional AML1/CBFβ (core binding factor). Como consecuencia de la translocación se origina un gen híbrido que da lugar a la síntesis de una proteína también híbrida, cuyo extremo N-terminal es un segmento del gen TEL y el C-terminal es un segmento del gen AML 1. Esta proteína híbrida TEL-AML 1 tiene propiedades anormales y por lo tanto, afecta la función normal del complejo transcripcional AML 1/CBFβ y por ende, la síntesis de las proteínas que este complejo controla.6 Recientemente un gran número de investigaciones clínicas han demostrado que la t(12;21) identifica a un subgrupo de pacientes clínicamente diferentes con una evolución muy favorable, por lo que se considera esta translocación un indicador de buen pronóstico.7-9 En estos casos la técnica utilizada fue RT-PCR (reverso transcripción y reacción en cadena de la polimerasa), que ha contribuido extraordinariamente a obtener un diagnóstico más preciso y ha permitido también la detección de la enfermedad mínima residual (EMR) con una mayor sensibilidad en otras leucemias. El objetivo de nuestro trabajo fue la introducción del estudio molecular de la t(12;21) en nuestra institución, teniendo en cuenta la importancia que el hallazgo de esta alteración tiene en el diagnóstico, pronóstico y seguimiento de los pacientes con LLA-B. Se muestran los resultados preliminares obtenidos. MÉTODOS PACIENTES Se estudió un total de 20 pacientes pediátricos con diagnóstico de LLA-B, en edades que oscilaron entre 1 y 14 años, con un promedio de 7,3 años. En el momento del estudio, 18 pacientes se encontraban en la etapa de diagnóstico inicial y 2 en recaída hematológica. TÉCNICA DE REVERSO TRANSCRIPCIÓN-REACCIÓN EN CADENA DE LA POLIMERASA (RT-PCR) El aislamiento de leucocitos de muestras de médula ósea o sangre periférica se realizó mediante un gradiente de FicollTelebrix 38 según el método convencional. Posteriormente se procedió a la purificación del ARN por el método de fenolcloroformo.10 La integridad del ARN se compro- 207 bó con una electroforesis en gel de agarosa al 1,5 %. La síntesis del ADNc con la enzima reverso transcriptasa y la técnica de PCR para la amplificación del ADNc de la fusión TEL/AML 1 se hizo según el protocolo de BIOMED.9 Las reacciones de PCR fueron llevadas a cabo en una máquina MJResearch, INC. Versión 1.2. Las condiciones de los ciclos utilizados para la PCR fueron las siguientes: una desnaturalización inicial a 94 °C de 1 min; posteriormente se repitieron un total de 35 ciclos de desnaturalización a 94 °C, 1 min; alineación a 65 °C, 1 min; elongación a 72 °C, 1 min, y finalmente las muestras se enfriaron a 5 °C. Se realizó una segunda reacción de PCR (anidado o nested) con las mismas condiciones descritas, cambiando solamente los oligonucleótidos. En todas las reacciones se utilizó como control positivo una línea celular establecida que tiene reordenados los genes TEL/AML 1 y un control negativo que contiene todos los reactivos de PCR menos ADNc. Como control interno se utilizó el gen de la cadena α del ácido retinoico (RARα). Los oligonucleótidos empleados fueron sintetizados por Amersham Pharmacia Biotech. Las secuencias se muestran a continuación: RESULTADOS Los resultados obtenidos en el presente trabajo fueron los siguientes: de los 20 pacientes estudiados, 5 (25 %) mostraron la banda de reordenamiento de los genes TEL/AML 1 (fig.). Los 15 casos restantes resultaron negativos para la t(12; 21). FIG. A: patrón representativo de la t (12;21). 1: Marcador de peso molecular Phi X-174-Haell. 2 y 3: Pacientes positivos para la t (12;21). 4: Paciente negativo para la t (12;21). 5 y 6: Controles positivos. 7: Control negativo. B: patrón representativo del gen RAR. 1: Igual que A-1. 2-4: Banda de amplificación del control interno (RAR) de los pacientes. Para la fusión TEL-AML 1. Primer PCR: TEL-A TGC ACC CTC TGA TCC TGA AC AML-B AAC GCC TCG CTC ATC TTG C PCR anidado: TEL-C AAG CCC ATC AAC CTC TCT CAT C AML-1-D TGG AAG GCG GCG TGA AGC DISCUSIÓN Los estudios moleculares realizados por diversos investigadores han demostrado que la t(12; 21), que fusiona los oncogenes TEL y AML 1, es la más frecuente en la LLA-B infantil, y ocurre aproximadamente en el 25 % de los casos.4 Adicionalmente, los estudios de seguimiento han demostrado que esta translocación se encuentra asociada con buen pronóstico, aunque el mecanismo mediante el cual actúa el gen híbrido TEL-AML 1 se desconoce aún.7 Para el control normal (RAR). R2 GCT CTG ACC ACT CTC CAG CA R5 CCA CTA GTG GTA GCC TGA GGA CT El patrón de la electroforesis se observó en gel de agarosa al 2 %. El marcador de peso molecular utilizado fue Phi X 174/Hae III. 208 En nuestro estudio el 25 % de los pacientes mostraron esta anormalidad, por lo que nuestros resultados coinciden con lo descrito en la literatura. Consideramos que haber introducido esta técnica en nuestro laboratorio, para el estudio molecular de las leucemias es de gran importancia, pues la t(12;21), por su frecuencia e importancia pronóstica, es el marcador molecular más importante que tiene en la actualidad la LLA-B infantil. Su detección en un paciente al diagnóstico de la enfermedad, también permite utilizarla posteriormente para determinar la EMR por técnicas moleculares de gran sensibilidad. El estudio de la t(12;21) constituye un primer paso en la clasificación genética de la LLA-B y representa el primer ejemplo en el cual una anormalidad genética está asociada con un pronóstico favorable en la leucemia infantil. La caracterización molecular de otras alteraciones cromosómicas permitirá con toda seguridad identificar nuevos marcadores genéticos con importancia pronóstica y contribuirá a mejorar el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los pacientes con leucemia. SUMMARY Acute lymphocytic leukemia (ALL) represents approximately 80% of the pediatric leukemias.The existance of a cryptic translocation, the t (12;21) (p12;q22) in the type B ALL, which is not detected by the conventional cytogenetic techniques and involve the TEL and AML1 oncogenes, has been recently shown by molecular biology. This alteration is at present the most common in this leukemia and it is observed approximately in 25% of the cases. Some authors have stated that such translocation identifies a group of patients with a very favorable evolution and that’s why it is considered as an indicator of good prognosis. The determination of the t (12;21) in the study of ALL has a prognostic importance and it also serves as a marker for the detection of the minimal residual disease. In our paper, we standardized the RT-PCR technique for the detection of the t (12;21) and we also analized samples from 20 pediatric patients with type B ALL, which at the time of the study was in the phase of initial diagnosis or on relapse. In the study, 5 of the 20 patients showed rearranged TEL/AML l genes, which accounted for 25% of the cases. This frequency agrees with what is reported in literature up to now. Subject headings: LEUKEMIA, LYMPHOCYTIC, ACUTE/diagnosis; ONCOGENES; CHILD; TRANSLOCATIONS (GENETIC). REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Nowell PC, Hungerford DA. A minute chromosome in human chronic granulocytic leukemia. Science 1960;132:1497-9. 2. Rowley JD. Recurring chromosome abnormalities in leukemia and lymphoma. Semin Hematol 1990;27:122-36. 3. Rubnitz JE, Behm FG, Pui CH, et al. 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Ananidia Rivero, 1 Lic. Liliana Pérez,1 Dr. Alejandro Álvarez,1 Téc. Yondel Torranzo, 1 Dra. Teresita Serrano,1 Lic. Rafael Magadán2 y Lic. Lilia Suárez3 RESUMEN Se describe un estudio realizado con los hemoclasificadores monoclonales cubanos Hemo CIM anti-A y anti-B producidos por el Centro de Inmunología Molecular (CIM) y comercializados por CIMAB S.A, para ser evaluados en pacientes VIH/ SIDA. Se analizaron un total de 130 pacientes en el Servicio de Transfusiones del Instituto "Pedro Kourí". Se utilizaron en paralelo los antisueros policlonales de producción nacional (Laboratorios Betera) y los reactivos monoclonales comerciales producidos y donados por International Blood Group Reference Laboratory; Bristol, UK. Se demostró que los reactivos Hemo CIM anti-A y Hemo CIM anti-B se comportaron de forma similar a sus homólogos comerciales y policlonales. Al comparar la efectividad de la aglutinación para los 3 reactivos pudimos comprobar que con el reactivo monoclonal, Hemo CIM anti-A y antiB se obtuvieron los mejores resultados expresados en cruces. Descriptores DeCS: ANTICUERPOS MONOCLONALES; TEST DE HEMAGLUTINACIÓN, VIH. El empleo de los anticuerpos monoclonales (AcM) monoespecíficos, con título elevado en lotes idénticos y producidos en grandes cantidades, constituye un gran aporte para la serología de los grupos sanguíneos al abrir la posibilidad de obtener reactivos que 1 2 3 reconocen las variantes débiles, además de evitar las inmunizaciones de donantes voluntarios, las cuales plantean muchos problemas éticos por el riesgo de transmisión de determinadas infecciones por vía sanguínea (VHB y VHC HTL-I/II, citomegalovirus, VIH) y por la frecuencia con que Instituto "Pedro Kourí" Centro de Inmunología Molecular. Instituto de Hematología e Inumnología. 211 aparecen en estos donantes enfermedades del tipo autoinmune. Con esta tecnología se reducen los costos técnicos, pues se elimina la evaluación de un gran número de pequeñas donaciones requeridas para la producción de los antisueros policlonales (AcP).1-3 La producción de AcM es altamente laboriosa en la etapa inicial de generación, caracterización, selección y evaluación de los clones que secretan anticuerpos adecuados como reactivos hemoclasificadores; sin embargo, una vez logrado lo anterior, la producción continua de estos reactivos es muy simple y requiere poco tiempo, pues a una concentración establecida cada anticuerpo tiene una potencia, avidez y especificidad conocida.4-6 Los riesgos y beneficios de las transfusiones sanguíneas en pacientes VIH/ SIDA son muy similares a los pacientes seronegativos al VIH, por lo que esta práctica terapéutica es la más frecuentemente utilizada para la anemia que presentan estos pacientes. Ellos están expuestos a múltiples eventos aloinmunes relacionados con la ocurrencia de anticuerpos contra grupos sanguíneos.7,8 En este trabajo se comparan, como una opción alternativa, los nuevos hemoclasificadores Hemo-CIM anti-A y Hemo-CIM anti-B comercializados por CIMAB S.A con respecto a los reactivos monoclonales comerciales producidos y donados por International Blood Group Reference Laboratory, Bristol, UK., y los AcP de producción nacional de los Laboratorios BETERA, que son los más frecuentemente utilizados en la práctica transfusional, en nuestro caso, en pacientes VIH/SIDA. hospitalizados en el Instituto "Pedro Kourí" (IPK) en el período julio-agosto 1998, que se clasificaron en 2 grupos: pacientes con transfusiones previas a 6 meses y pacientes no transfundidos. El tubo del hemograma se centrifugó a 2 000 rev/min durante 5 min a temperatura ambiente, el plasma se guardó a -20 °C para realizar comprobación con grupo reverso. Se eliminó el anillo blanco de células mononucleares, se lavaron los glóbulos con solución salina al 0,9 % y se centrifugaron a 1 500 rev/min 2 veces. Se prepararon las suspensiones de células al 2 % de los pacientes para las técnicas de hemaglutinación en tubo y en placa, y al 35 % para la técnica en lámina.9 REACTIVOS Se utilizaron en paralelo y por personas diferentes cada una con una técnica, los reactivos a probar Hemo-CIM anti-A y Hemo-CIM anti-B, los AcP de producción nacional de los Laboratorios BETERA y reactivos monoclonales comerciales producidos y donados por International Blood Group Reference Laboratory, Bristol, UK. Las muestras se probaron por la técnica de hemaglutinación en tubo, lámina y placa. INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS Para interpretar los resultados se utilizó la nomenclatura siguiente: 3+ si se observa un grumo grande y sobrenadante claro; 2+ muchos grumos pequeños y grandes y sobrenadante claro; 1+ muchos grumos pequeños y sobrenadante coloreado; y 0 no aglutinación. MÉTODOS SUJETOS Y ESPECÍMENES El ensayo se realizó con 130 muestras de sangre obtenidas de pacientes VIH/SIDA 212 RESULTADOS DISCUSIÓN De los pacientes analizados en el Servicio de Transfusiones del Laboratorio Clínico del IPK, 101 no estaban transfundidos y 29 habían recibido al menos una transfusión en el período de 6 meses anteriores. Para la información nos auxiliamos con entrevistas personales y revisión de historias clínicas en el Departamento de Archivo del hospital. Se obtuvieron los mismos resultados con los reactivos antiA y anti-B y sus homólogos comerciales y policlonales (tabla 1). La frecuencia de los grupos sanguíneos encontradas fue: 37 con fenotipo celular A, 25 con fenotipo celular B, 1 con fenotipo celular AB y 67 con fenotipo celular O, lo que coincide con la frecuencia que aparece en la población normal.10 Aunque no se encontraron discrepancias, la aglutinación de eritrocitos provocada por los hemoclasificadores Hemo CIM anti-A y Hemo CIM anti-B es más nítida y precisa y se obtiene en menor tiempo, y al analizar la calidad de aglutinación se observó visualmente su efectividad (tabla 2). La producción de reactivos AcP humanos para el tipaje de los grupos sanguíneos es una tarea muy laboriosa y prolongada, durante la cual es necesario evaluar si los sueros de las diferentes extracciones realizadas a las personas sensibilizadas tienen anticuerpos agluti-nadores de interés. Los lotes obtenidos presentan gran variabilidad. Los AcP son una mezcla de IgM, IgG y IgA con diferente actividad como aglutininas y avidez, y las técnicas realizadas con estos reactivos requieren de un tiempo de incubación más largo con respecto a los reactivos monoclonales.5 Se han informado varios AcM dirigidos contra antígenos de los grupos sanguíneos del sistema ABO humano obtenidos en ratón,11-13 y después de varios ensayos de terreno se han usado como hemoclasificadores.14 Por otra parte, a los hemoclasificadores Hemo CIM anti-A y Hemo CIM anti-B se les realizó un ensayo de terreno con el cual se demostró que las características funcionales de los reactivos TABLA 1. Reactivos evaluados por la técnica de hemaglutinación en lámina, tubo y placa con muestras de pacientes VIH/SIDA Fenotipo Celular N A B AB 0 Total AcM CIM Anti-A Anti-B AcM Bristol Anti-A Anti-B Policlonal BETERA Anti-A Anti-B 37 25 1 67 37 0 1 0 0 25 1 0 37 0 1 0 0 25 1 0 37 0 1 0 0 25 1 0 130 37 25 37 25 37 25 TABLA 2. Porcentaje de muestras que aglutinaron según la técnica de lámina para cada reactivo % de muestras (n = 130) Antisueros CIM anti-A CIM anti-B Bristol anti-A Bristol anti-B BETERA anti-A BETERA anti-A + 2,7 8,0 29,7 20,0 75,7 60,0 213 ++ 5,4 4,0 54,0 44,0 18,9 32,0 +++ 91,8 88,0 16,2 36,0 5,4 8,0 por lo que concluimos que los reactivos hemoclasificadores Hemo CIM anti-A y Hemo CIM anti-B se pueden utilizar en el tipaje del sistema ABO en pacientes VIH/ SIDA. Al comparar la efectividad de la aglutinación para los 3 reactivos, pudimos comprobar que con el reactivo monoclonal, Hemo CIM anti-A y anti-B producidos por el CIM, obtuvimos los mejores resultados en cuanto a aglutinación se refiere, expresada en cruces. Se escogió para el análisis la técnica de lámina por ser la más rápida y más frecuentemente utilizada en los servicios de transfusiones. se ajustan a los requerimientos de calidad descritos en sus especificaciones; al aplicar estos reactivos en una muestra más amplia y de diferentes procedencias se obtuvieron resultados similares a sus homólogos comerciales y policlonales, con una especificidad del 100 %.15 Los pacientes VIH/SIDA presentan frecuentes anormalidades hematológicas, la más común es la anemia severa, por lo que requieren de múltiples transfusiones como terapia. Al realizar la comparación de los 3 reactivos no se obtuvieron discrepancias, SUMMARY A study conducted with the Cuban anti-A and anti-B Hemo CIM monoclonal hemoclassifiers produced by the Center of Molecular Immunology (CMI) and commercialized by CIMAB S.A. to be evaluated in HIV/AIDS patients is described. 130 patients were analyzed at the Service of Transfusions of “Pedro Kouri” Institute. The polyclonal antisera of national production (Betera Laboratories) and the commercial monoclonal reagents produced and donated by the International Blood Group Reference Laboratory; Bristol, UK, were used at the same time. It was proved that the anti-A Hemo CIM and anti-B Hemo CIM reagents behaved similarly to their commercial and polyclonal homologues. On comparing the effectiveness of the agglutination for the 3 reagents, we were able to verify that the best results expressed in crosses were obtained with the anti-A and anti-B Hemo CIM monoclonal reagents. Subject headings: ANTIBODIES, MONOCLONAL; HEMAGGLUTINATION TESTS; HIV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Voak D. Monoclonal antibodies as blood grouping reagents. Baillers Clin Haematol 1990;3:219-42. 2. Harlow E, Lane D. Growing hybridomas. Antibodies. A laboratory manual. Cold Spring Harbor: Laboratory, 1988:271-6. 3. Scott ML, Voak D. Monoclonal antibodies to human red blood cell group antigens. 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