associació Actividad de vacaciones y deporte compartido Gran Recorrido: 271 km en bici adaptada por los Canals du Midi (Francia) associació 1 Hola Amigos, Actividad de vacaciones y deporte compartido Os ofrecemos una actividad divertida, intensa, bonita, saludable. Gran Recorrido: 271 km en bici adaptada por los Canals du Midi (Francia) Creemos que es de interés para todas las personas con discapacidad que les gustan los retos (sin grandes pretensiones...), la naturaleza, el deporte individual, en grupo, en familia, con amigos, etc. Esta es una idea de vacaciones o actividad deportiva compartida. Te la ofrecemos como posibilidad. Y si quieres compartir alguna de nuestras experiencias, ¡serás bienvenido! ® associació associació 3 Algunas opiniones de los participantes Albert Armando Jorge José Luís Vacaciones compartidas associació Manel Manu Quim Introducción Sonia Albert Hacer una ruta en bici adaptada (como en tantas actividades de deporte adaptado) requiere un poco de preparación por los detalles de estancia, desplazamiento, etcétera y sobre todo por las características técnicas de las bicis adaptadas y por las capacidades físicas distintas de cada participante con discapacidad. Manu Jorge Ha sido una muy buena experiencia, pedalear en un recorrido idílico y compartirlo con un excelente grupo de personas. La experiencia fue increíble, la verdad es que nunca en mi vida podía imaginar que podríamos circular por tan bellos parajes y el soporte de los compañeros fue algo muy importante pues hubo momentos de cansancio pero lo importante es que valió la pena, ¡¡¡¡¡¡ya no fumo!!!!!! Manel José Luis Confronto las imágenes de esos días, que se presentan en rápida sucesión, y junto a la hoguera de impaciencia que quemaba los cuerpos al empezar, me quedo con las personas que conocí. Unas personas cuyas palabras tenían peso atómico, a las que las dificultades que colorean la realidad no han hecho que se olvidaran de la vida. Unas personas necesitadas de alimento extracorporal, a veces enredadas en una telaría de sentimientos contradictorios pero que no conocen los límites de su ánimo y su fuerza. Hola, soy el “chofer” de la furgo. Cuando Albert me propuso hacer esta salida, casi no dudé nada. Os puedo decir que ha sido una experiencia muy buena para mi y más en el momento que anímicamente me encontraba. A veces nos aferramos a cosas que damos demasiada importancia y verdaderamente no la tiene. Os doy las gracias a todos por estos días tan saludables. ¡Hasta la próxima! Los objetivos de la actividad eran: • Realizar una ruta larga o muy larga en bici adaptada. • Realizar la ruta como una actividad de deporte integrado con personas con y sin discapacidad. • Vacaciones por un paraje bello. Las personas sin discapacidad no venían a echar una mano como voluntarios: Venían a compartir y a participar de un espacio de vacaciones, deporte y, lógicamente, convivencia. Claro está, en el trasiego diario era mucho más fácil con un grupo integrado que si hubiéramos ido solamente personas con discapacidad. Con esto quiero decir que las personas con discapacidad también participábamos (en la medida de las posibilidades de cada uno) en toda la logística diaria. La selección de los participantes fue casi nula. Realizamos un poster de convocatoria en el que se explicaba que, en esta actividad en concreto, las personas con discapacidad participantes debían ser autónomas en sus quehaceres personales e íntimos. No estaba prevista la participación de voluntariado de ayuda en este sentido. Otros de los objetivos, obvios en vacaciones: que el entorno fuera agradable, bonito; que tuviéramos la posibilidad de disfrutar de espacios de visita cultural, gastronómica, etcétera. Con todo este planteamiento llegamos a 31 de julio un grupo de ocho personas reunido al entorno de las vacaciones: cinco días (del 1 al 6 agosto) para ir hasta Francia y hacer una ruta en bici de 250 km (este era el objetivo) por los Canals du Midi. Los ocho participantes (por orden de inscripción): Jorge (Castelló de la Plana), Albert (Les Fonts de Terrassa), Sonia (Valladolid), Manel (Vilafranca del Penedès), Armando (València), José Luis (Alcalá de Henares), Manu (Santa Maria de Palautordera) y Quim (Girona). Para una mayor comodidad en el trasiego diario alquilamos una furgoneta de gran volumen de 9 plazas y espacio de carga suficiente. Para que se entienda, la furgoneta no estaba adaptada. Al ser un grupo reducido era la opción más Con estas personas tuvimos la suerte y la satisfacción de compartir unos días recorriendo el Canal envueltos en un manto de silencio que separaba del mundo nuestras vidas. El tiempo parecía detenerse a nuestro alrededor. Avanzamos en días clarísimos, en momentos en los que un sol agobiado entre gruesas capas de nubes luchaba por abrirse paso, bajo la lluvia cuando una tormenta había precipitado la noche y el cielo era un impenetrable manto negro. Vivimos el Canal bajo un cielo nocturno sembrado de estrellas, en la insondable oscuridad bajo la bóveda de estrellas salvo cuando una hermosa luna rielaba sobre sus aguas. (...) Las nuevas experiencias, los viajes, tienen un fuerte sentido amnésico. Los viajes tienen ese poder mágico sobre el tiempo y la razón, al obligarte a romper con las costumbres y los miedos que, sin darnos cuenta, se han vuelto gruesas cadenas. En el viaje de la vida acumulamos experiencias, y en este viaje hemos aprendido, sobre todo, como la ilusión, el optimismo, la alegría, el esfuerzo, son capaces de superar adversidades. Así lo recuerdo. Así fue. Armando La sensación que me queda de este recorrido es de facilidad. Rutas sencillas, sin grandes desniveles, con buena vista y con la estupenda sombra de plataneros centenarios. La experiencia me sirvió para tener una visión más normalizada de las personas que viven con una discapacidad. Los compartimentos en los que separamos mentalmente a las personas, ya no son tan estancos. Además me sirvió para afianzar la idea de que así como nos valoramos a nosotros mismos y así como nos sentimos de capaces, así nos ven los demás. Las personas con discapacidad participantes también debían venir con bici adaptada adecuada para largos y algo duros recorridos y con la preparación física suficiente. económica y siendo todos más o menos deportistas no hubo problema para “escalar” (cada día las veces que hiciera falta) hasta los asientos de la furgoneta. Este vehículo cuenta con un espacio posterior generoso que nos permitió cargar (eso sí, con un poco de pericia) bicis adaptadas y bicis estándar, maletas y sillas de ruedas. ¡Todo un lujo! En el aspecto más práctico aprendí a no precipitarme a ofrecer ayuda. A veces hay que esperar a que te la pidan. En resumen, fue una pequeña lección de confianza y valor. Un saludo. associació 5 Día 1 De Les Fonts de Terrassa (Barcelona) hacia Toulousse : 335 km (en coche) Primer trayecto en bici: 25km hasta Toulousse. PREPARADOS, LISTOS, ¡YA! Así preparados, dimos comienzo a nuestras vacaciones. Partimos de Les Fonts de Terrassa (Barcelona) hacia Toulousse (Francia). Llegamos al mediodía al hotel. Nos registramos, dejamos las maletas y después de comer en un área de la autopista nos dirigimos a 25 km más al noroeste de Toulousse buscando un punto de partida del camino junto al río Garonne. El espacio por donde discurre este camino es bonito pero sin llegar a ser espectacular. Rodamos junto al canal que a su vez está flanqueado por carreteras y la vía del tren. Éste, de vez en cuando, hacía notar su presencia con su inconfundible ruido férreo. Junto a las vías y casi a lo largo de todo el camino se sucedían polígonos industriales apenas disimulados por algunos árboles. Día 2 Toulousse-écluse de la Mediterraneé: 58 km Esta iba a ser la primera jornada de gran recorrido. Ya habíamos pactado levantarnos temprano (¡que todos aceptamos perfectamente!). Cada día, a las siete de la mañana estábamos desayunando y a las ocho ya estábamos todos montados en el vehículo para dirigirnos al punto de partida. El objetivo estaba alrededor de los 60 km. El trayecto partía del centro de Toulousse y si no fallaba nada terminaríamos en la écluse de la Mediterraneé (Cerca de Labastide-d’Anjou). Sin sueño, con fuerza y ganas, ocho personas casi desconocidas, iniciamos la aventura. ¿Qué nos esperaba durante los próximos cinco días? ¡No lo sabíamos! La salida desde el centro de Toulousse fue algo farragosa por los semáforos y trayectos de camino mal indicados e incluso algún tramo poco accesible en bici adaptada. Esta jornada, de haberlo sabido, la hubiéramos iniciado mejor en las afueras de la ciudad. Cuando ya estábamos saliendo de los barrios periféricos pudimos observar progresivamente la mejora del paisaje. El canal se dibujaba perfectamente rectilíneo quebrándose en suaves curvas y flanqueado en casi toda su longitud por enormes plataneros. Paramos para comer en Ayguesvives en un área de pic-nic. Nuestro conductor, Manel, nos esperaba con un fantástico bocadillo para cada uno y donde una curiosa oca se paseaba entre todos los ciclistas. Para nuestro disfrute fue una etapa agradable, asfaltada en su mayor parte (hasta Port Laugarais, junto a la población de Montferrand). Lo cual nos permitió regocijarnos en los barcos que circulaban por el canal, las maniobras en las esclusas para que los barcos salvaran los desniveles, fotografiarnos junto a grupos de ciclistas que les gustaba nuestro pequeño reto y contemplar, en definitiva, la singular mezcla de la ingeniería del canal con la naturaleza a su alrededor. Esta tarde de inicio sirvió para calentar músculos y comprobar que toda la “maquinaria” funcionaba bien. Hicimos el trayecto cómodamente (el camino está asfaltado) y llegamos a Toulousse a media tarde. “... fotografiarnos junto a grupos de ciclistas que les gustaba nuestro pequeño reto...” Los últimos kilómetros (apenas 5 km) ya no estaban asfaltados y fue un pequeño aperitivo de lo que nos esperaba en algunas etapas de los próximos días: las raíces de los plataneros que sobresalían del suelo (la cruz de algunos tramos). Las raíces son una buena tortura para las bicis y sus usuarios con el consiguiente peligro y la merma del disfrute al estar más pendientes de esquivarlas que del deporte y de los paisajes. associació 7 Día 3 Écluse de la Mediterraneé - Carcassonne: 45 km Día 4 Carcassonne - Port La Robine (Le Somail): 65 km MÚSCULOS CALENTITOS, HOMBROS Y BRAZOS TENSOS. COMPLEJOS VITAMÍNICOS DE AUXILIO AFLORAN POR DOQUIER... Esta jornada fue una mezcla de trayectos durante los cuales podíamos ir a una velocidad de 18-25km/h y otros trayectos con muchas raíces que nos obligaban a frenar la marcha por debajo de los 10 km/h. Para las personas que queráis hacer estas rutas tener presente que en muchos puntos donde el camino junto al canal se cruza con carreteras que pasan por encima del canal o en las zonas donde hay que salvar el desnivel de las esclusas, hay que subir o bajar pequeñas distancias de rampas con fuertes pendientes. Las personas con bici “estándar” en algunos casos se apean de la bici y la empujan... Este no es el caso de las personas con bici adaptada… o subimos… ¡o subimos! No hay otra opción. Paramos a comer en la Écluse de Beteille (Alzonne) y terminamos la ruta a la entrada de Carcassonne, algo más magullados que en las dos jornadas anteriores. Jornada dura por la cantidad de raíces en la parte final del trayecto. El paisaje continuaba dándonos espectaculares entornos de gran belleza. A parte de unas primeras etapas iniciales con un terreno regular bastante cómodo, gran parte del trayecto fue muy duro por la abundancia de raíces. Aun así el paisaje continuaba dándonos espectaculares marcos de gran belleza. En diversos puntos, otros grupos de participantes continuaban dándonos muestras de apoyo al objetivo a alcanzar (250 km). Paramos a comer en Homps un puerto importante dentro de la ruta de los Canals du Midi. En algún momento también apetecía hacer algo parecido al hand-biketrial adaptado... ¡X-Trem hand-bikers! Este día, ¡nada de bocadillos! Manel pudo encontrar una tienda de asados y disfrutamos de un pollo a l’Ast ¡y un rico melón de postre! associació 9 Día 5 Port La Robine (Le Somail) - Écluse Villeneuve (Villeneuve-lès Béziers): 45,9 km JORNADA DURA, FUERTES SUBIDAS CASI AL LÍMITE DE LO QUE SOPORTAN LAS BICIS ADAPTADAS... Y LAS FUERZAS DE USUARIOS MENOS ENTRENADOS... Otro tramo algo duro en cuanto a raíces y algunos fuertes desniveles. Justo antes de llegar a Colombiers ¡el canal tiene un túnel! El camino por el que rodamos se desvía para casi literalmente “escalar” la montaña por encima del túnel. En este punto hay una rampa bastante larga y con un desnivel importante. Cuando estás llegando a la cima de la rampa el suelo está cada vez más deteriorado, compuesto de canto rodados al principio bien sujetos con cemento y algunos metros más allá las piedras sueltas dificultan el agarre de la rueda motriz. Fue el punto más complicado de todas las etapas. Aquí muchas personas necesitan ayuda para alcanzar la cima y si llegas por tus propios medios... llegas al borde de la extenuación. En nuestro caso creo que la ventaja estaba en llevar ya unos días de marcha y la musculatura, aunque cansada, responde con fuerza y energía a las exigencias de unos tramos tan duros. Los complementos energéticos que usan algunos compañeros pueden ser muy indicados para salvar sin dificultades estas etapas de deporte intenso. Paramos a comer unos kilómetros más allá del túnel del canal. Después de comer llegamos a la Écluse de Fontserannes. Cena y visita nocturna (3r día) en el recinto amurallado del castillo de Carcassone. Aunque muy sometido al artificioso gusto “para turistas”... es casi imprescindible la parada cultural en Carcasonne. Durante todas las jornada teníamos una espada de democles: la amenaza de lluvia. Tuvimos una tremenda suerte. Aunque la previsión era de lluvia (para todos los días de vacaciones) en toda Francia, parecíamos estar en una pequeña isla de luz y sol. Tan sólo este día empezó a llover un poquito. Apenas una llovizna que no fue ni intensa ni pesada. Fue el único día que nos visitó la lluvia. Aún así estábamos preparados con chubasqueros en nuestras mochilas. Este día llegamos a la Écluse de Fontserannes. Es una obra de ingeniería espectacular. Se trata de una sucesión de nueve esclusas para salvar una altura de 100 metros en un espacio muy corto. La Écluse de Fontserannes está junto a Béziers. Rodamos algo más allá de Béziers para terminar la jornada en Villeneuve-lèsBéziers. Una recomendación clásica (y básica): imprescindible una buena alimentación… cada día y sobre todo en el desayuno. Para celebrar el objetivo (250 Km) el restaurante del hotel se brindó a “fabricar” un “pastel” a base de bizcochos... y sobreescribir con caramelo un “250” un tanto peculiar... A estas alturas ¡ya habíamos superado nuestro objetivo de 250 km por los Canals du Midi! associació 11 Día 6 Écluse Villeneuve (Villeneuve - lès - Béziers) - Agde: 17,6 km ¡Reto conseguido! Este último día lo destinamos a realizar un último paseo en bici para llegar al mar Mediterráneo. Fue un trayecto tranquilo. Al final, cuanto más nos acercábamos al mar compartíamos la vía con centenares… ¡miles! de franceses que disfrutaban del fin de semana soleado haciendo deporte, bañándose en las piscinas o en las playas. Comida final en Girona. Nuestro conductor y punto de apoyo: Manel, ¡sin él todo habría sido más dificil! El total de ruta que realizamos estuvo alrededor de los 271 Km. ¡Reto conseguido! Anonimus... Toda esta actividad fue posible, en parte, a la tarea de prospección realizada durante la semana santa anterior (marzo de 2011). Un grupo de amigos fuimos con nuestros hijos a hacer ruta por los Canals du Midi. Así pudimos ver cómo sería, aproximadamente, la ruta en bici. Gracias a Anna y Toni, Rosa y Woody y a nuestras queridas hijas por aquellos días. Que nosotros sepamos, ningún grupo de personas con discapacidad había hecho antes este pequeño desafío. Según hemos investigado, hemos sido el primer grupo en hacer esta ruta en bici adaptada y con esta longitud de kilómetros. Y contamos con una pequeña anécdota al perder a nuestro amigo Jorge, que después de una corta expedición apareció junto a nuestra furgoneta sin novedades. Habiendo alcanzado sobradamente nuestro objetivo: 271 km realizados en total y estando cerca de la frontera, decidimos empezar la ruta de regreso y parar a comer en Girona. Nuestro amigo Quim nos aconsejó un bar donde pudimos hacer una buena comida casera de despedida y brindando con cava del Penedeès que Manel había traído expresamente. associació 13 Cierre... ¡hasta otra! Después de comentar anécdotas y vivencias empezó el cierre de estas vacaciones deportivas y con añoranza por los kilómetros disfrutados sobre la bici… tuvimos que decirnos adiós. El regreso alcanzó el punto final, donde todo había empezado: en Les Fonts de Terrassa. Allí nos despedimos… casi todos, porque Sonia y Armando aún pensaron que era una buena idea desplazarnos el día siguiente a hacer un bautizo de buceo en la Costa Brava… pero esto ya forma parte de otra historia... Foto Finish. El estrambótico cartel se debe a que perdimos la pancarta con el eslogan del desafío en algún punto de Francia y convinimos posar con el cartel a fin de substituirlo por una pancarta digital con el photoshop. Finalmente, así queda más auténtico, ¿verdad? Areadaptada Asociación. Información de interés: www.areadaptada.org www.canal-et-voie-verte.com ® associació www.areadaptada.org Síguenos en Facebook