30-A General Editorial De aquí para allá GERMÁN DEHESA T enía mucha gracia Paco Ignacio Taibo. Por eso me sorprende, me molesta y me entristece su muerte. Mi vida se va quedando sin los quicios que solía habitar. Comer en casa de los Taibo era un día feriado. No era sólo comer, que ya hubiera sido suficiente con esas fabadas majestuosas y con todas las otras delicias que preparaba Maricarmen; pero junto con la comida y antes y después llegaba la conversación a muchas voces, tantas como invitados había en la pobladísima mesa de los Taibo. Los hijos, las nueras, los amigos, todos colaborábamos a que se cumpliera una función más del famoso Circo Ataibo. Lo maravilloso era que en medio de la alharaca se pudiese sostener una razonable conversación. A mí me encantaba platicar con Paco porque era un hombre lleno de mundo que, además, poseía en grado sumo el don de la hospitalidad. Su aspecto era el de un duende que siempre estaba urdiendo algo y, en efecto, así era Paco. Taibo fue como muchos otros españoles: Una de las víctimas de la Guerra Civil de las que México se benefició grandemente y de las que supo ser segunda y entrañable patria. A las comidas en la calle Culiacán había que llegar por ahí de las 14:30 para descubrir que Paco estaba inventando un nuevo coctel bastante más desagradable que el anterior. Sobre la mesa de la sala había quesos y jamones y en la cantina los licores más diversos. La conversación arrancaba de inmediato y nos llevaba por los rumbos más inesperados. De pronto, rompíamos a cantar un fragmento de zarzuela, de pronto el tema era la competencia de alzado de ceja entre Armendáriz y María Félix. Al rato ya estábamos hablando de novela española y al rato Maricarmen nos estaba arrastrando al comedor porque, digo yo, ya va siendo hora de comer. Y como ya lo dije, con los Taibo comer era comer abundante y bueno. Después se murió Luis Rius, se me murió Mauricio Achar y varios más de aquellos que habitualmente eran comensales de los Taibo, los inolvidables Taibos. Mientras tanto, Paco escribía y escribía para los más diversos géneros. Como libro favorito yo conservo “Fuga, hierro Viernes 14 de noviembre del 2008 Reacciones ¿QUÉ TAL DURMIÓ? MCDXXIV (1424) ¿Y dónde está la justicia que en Chihuahua ponga orden y sosiego? Cualquier correspondencia con esta columna para Paco Ignacio, favor de dirigirla a [email protected] (D.R) El autor es escritor y profesor universitario con Licenciatura en Letras Hispánicas por la UNAM. ANA MARÍA SALAZAR Nuestra crisis y la inteligencia emocional E ÓSCAR GENEL y fuego” que es una emocionante novela ubicada en la Colonia y publicada en 1979. Dos décadas después el ánimo de Taibo comenzó a languidecer. No hace mucho lo encontré en el consultorio de mi hermana, pero él no me reconoció, o si lo hizo no pudo manifestármelo. Lo acompañaba como siempre Maricarmen. Hoy me entero de que Paco ha muerto. Con gran amor lo despido y le recuerdo “Que tenemos que hablar de muchas cosas/ compañero del alma, compañero”. Dicho esto, paso a las menudencias. La hermandad de la lupa me manda decir que cometí el nefando crimen de decir en días pasados “mallugar” CUANDO LO CORRECTO ES DECIR “magullar”. Se quedan felices de haberme agarrado en curva y proceden a pedir una explicación. Ahí va: embrutecime, aunque las censoras de la hermandad de la lupa reconocerán que las marchantas dicen: Si no compra, no mallugue. ¿También les van a escribir a ellas? Diré con una épica sordina: ¡Ya estoy hasta la madre de los 80 años de Carlos Fuentes! Me complace que los haya cumplido y que siga escribiendo libros que a mí no me gustan y que siga dando lustre internacional a nuestro país, pero me permito opinar que las festividades han resultado excesivas. Sin ir más lejos, este 12 de noviembre cumplió 360 años de nacida Sor Juana y no vi ninguna festividad, ni le estrenaron una ópera y, para decirlo pronto, ni un lazo le echaron. De veras que somos un pueblo muy patarato y muy sobrado de crema para los tacos, aunque sean de intelectual. El gran consuelo es que HOY TOCA. Análisis sin fronteras n las últimas semanas he escrito sobre el circo de tres pistas que representan las crisis que vivimos y al que le está haciendo frente el Presidente de México. En la primera pista tenemos la bien conocida y cada vez más preocupante problemática de seguridad en donde tenemos a todo el crimen organizado y al narcotráfico buscando desestabilizar a nuestras instituciones y amedrentar a la población para que los dejen trabajar y además seguir creciendo en influencia dentro de nuestra sociedad. La segunda pista se acaba de abrir con toda la problemática financiera que a nivel mundial está destrozando el patrimonio de millones y donde se avizora un panorama nada alentador en cuanto a los efectos que a mediano y largo plazo traerá para la economía de las naciones y las familias de todo el mundo. Pero como si esto no fuera suficiente, los mexicanos tenemos además que preocuparnos Primera plana por la tercera pista que este circo llamado “La Realidad de la Política Mexicana” nos habrá de presentar en los próximos meses, este nuevo set de problemas y sobresaltos serán los procesos electorales del 2009, que pronto empezarán a demandar encabezados periodísticos y espacio en la mente de todos nosotros. Entonces ¿cómo debemos todos nosotros enfrentar la crisis? Los expertos en administración de crisis sugieren a los ejecutivos de empresas varios pasos a seguir que podemos aplicar a nuestra vida personal: 1) Buscar entender la situación lo mejor posible, pero también lo más rápido que se pueda, entre más se tarde en responder, mayor la incertidumbre y el daño que se tendrá que enfrentar. 2) Tomar decisiones para enfrentar el problema e implementarlas rápidamente. 3) Precisar a familiares y amigos los motivos ¡A las armas ciudadanos! L os integrantes de los sectores productivos de Ciudad Juárez, Chihuahua, decidieron armarse en sus negocios, oficinas, residencias, ante la ola de violencia que los azota desde hace algún tiempo. Los índices delincuenciales suben como los precios en los víveres y en los servicios que presta el Gobierno y la respuesta de los que supuestamente mandan, como siempre, están asentados en discursos prometedores: “No bajaremos la guardia”, “en materia de seguridad, ni un paso atrás”, “estamos ganando la batalla al crimen organizado”, etcétera; pero el regadero de cadáveres continúa y la paciencia de los juarenses se agotó. La Constitución General de la República permite que el ciudadano tenga armas para defender su vida y su patrimonio, pero el Gobierno ordenó a los diputados hacer leyes secundarias que anulan el permiso de origen, que porque las armas son para uso exclusivo de las fuerzas armadas, que si lo de aquí y que si lo de allá, para impedir que el pueblo tenga con qué defenderse. El alcalde de Ciudad Juárez, priista de origen, dice que él no alienta a la ciudadanía a que se arme, pero que ve la necesidad de que pueda defenderse ante el constante ataque de la delincuencia creciente. Y es que a los empresarios de Ciudad Juárez, a los integrantes de de la crisis y cómo se les hará frente y mantenerlos informados. Nosotros, al igual que el Gobierno y las empresas, tenemos que buscar entender la situación que se presenta lo mejor y lo más rápido posible, para lo cual nos conviene echar mano de nuevas herramientas que se encuentran a nuestro alcance y una de éstas es de extrema utilidad en situaciones de crisis: La inteligencia emocional. Hasta hace poco tiempo se tenía la creencia de que la persona con el mayor coeficiente intelectual, es decir, un mejor desarrollo de las habilidades propias del pensamiento y la razón, tenía mayores posibilidades de desarrollo y superación. Hoy la percepción ha cambiado. Si bien es cierto que la inteligencia juega un papel preponderante en el éxito de una persona, hay nuevos factores que pueden hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso en una situación de crisis. Y entre esos factores están los sentimientos. El control de nuestras emociones nos permite tener la capacidad de reconocer un sentimiento y adecuarlo a determinada situación y sacar ventaja con él. De esto nos habla la “inteligencia emocional”, la capacidad de reconocer sentimientos propios y ajenos, controlarlos y servirse de ellos para guiar el pensamiento de uno mismo y el de los demás a través de varias habilidades: los colegios de profesionales, a los que forman lo que queda de la clase media trabajadora, no les queda otra alternativa que ¡ir a las armas!, en defensa de sus vidas, la de sus familiares, y la del esfuerzo necesario para proteger sus intereses. Allá están igual que los de aquí, en Tijuana, donde los asesinatos están a la orden del día y los secuestros mantienen encrespada a una sociedad indefensa, que sólo ve pasar a sus autoridades en vehículos blindados y, aún así, rodeados de guaruras que paga el contribuyente. A lo mejor está llegando el momento en el que los diputados se verán obligados a hacer a un lado las leyes secundarias, para que la población pueda tener armas, las venden baratas al otro lado, solo para defensa de la familia, de los negocios, de aquellos que deben cuidarse debido al éxito de una vida entregada al trabajo. Un matón a sueldo, confió a las autoridades, que cobra ¡300 dólares! por asesinato y hemos tenido jornadas de ¡hasta 15 muertes violentas en unas cuantas horas! La pregunta es: ¿La seguridad estriba en la defensa armada de la ciudadanía? No imaginamos a las autoridades como espectadoras de un enfrentamiento a balazos entre el pueblo agraviado y sus ofensores, enfermos de soberbia, por la impunidad con la que actúan. El autor es periodista de radio y televisión. 1. El auto-conocimiento de las emociones. Nos permite conocer la manera en que nuestro estado de ánimo influye en nuestro comportamiento para saber cuáles son nuestras virtudes y cuáles nuestros puntos débiles. 2. El auto-control emocional. Nos permite adecuar un sentimiento a un contexto específico para evitar actos impulsivos y sacarle así un mejor provecho a nuestras emociones. 3. Auto-motivación. Nos permite dirigir las emociones hacia un objetivo específico, centrarnos en las metas y olvidarnos de los obstáculos. 4. Reconocimiento de las emociones ajenas para conectarnos empáticamente con los que están a nuestro alrededor. 5. Mejoramiento de las relaciones interpersonales a través de habilidades como liderazgo, la persuasión, la dirección, la negociación, la cooperación, el trabajo en equipo y la resolución pacífica de conflictos. Estas habilidades en conjunto están encaminadas a que tomemos conciencia de nuestras emociones, toleremos de mejor forma presiones y frustraciones de la vida cotidiana, a que incrementemos nuestra capacidad de empatía y nuestras habilidades sociales y, sobre todo, a que aumentemos nuestras posibilidades de desarrollo humano, profesional y social. La autora es analista política y experta en temas de seguridad nacional.