FESTIVIDAD DK SAN JOSÉ DE 1946 NúM. 28 SUPLEMENTO AI, NUM. 1745 DE «HO.IA PARROQUIAL DE SANTA MARÍA DE RIPOLU POHTAVOZ DE ACCIÓN (LATÓI.ICA DK LA PARROQUIA SAN JOSÉ, MODELO DE ESPOSOS CRISTIANOS Es incuestionable que Dios (en su poder onfinipotente) disponía de nnedios infinitos para revestirse con la naturaleza humana y habitar entre nosotros para emprender la obra misteriosa y bellísima de la Redención. Sin embargo, escogió entre todos el más humilde para ofrecernos ejemplos de perfección constante. Nació de una Virgen y se sometió a la potestad de un varón justo, para constituir con ellos una familia que, sirviendo de consuelo a los cristianos, constituyese un estímulo que nos incitase a imitarla en los actos más nimios y corrientes de la vida familiar. Dice el Dr. Torras y Bages, de santa memoria, que «el matrimonio de José y María es un matrimonio ejemplar». En cuanto a María, pues Dios al escogerla la creó Inmaculada y la dotó con las prendas más hermosas con que Puede ser adornada criatura humana. Y por lo que respecta o José «su pureza es superior a la pureza de los ángeles en cuanto al mérito; los ángeles por naturaleza son puros, no tienen lo floquezo de lo carne; han c o n o c i d o experimentalmente las delicias inefables del amor de Dios; y, por lo tanto, el amor de las criaturas, las corruptoras delicias de los sentidos no pueden engañarlos. Por esto la pureza de San José es superior a lo de los ángeles, porque en el Santo Patriarca esa virtud, ya de suyo siempre bella e interesante, posee, además, el resplendor de la victoria». Con sólo recordar lo que nos enseña la Doctrina cristiano, veremos cómo al lado de los goces y alegrías domésticos, ninguno de los sinsabores y amarguras que, frecuentemente, son el patrimonio de la familia humana, dejó de llevar la intranquilidad a la Sagrada Familia de Nazaret. La pobreza, lo per- secución y el destierro se cebaron en ella, y es indudable que la tristeza debía rebosar muchas veces del corazón d« San José. No obstante, todo lo soportó con alegría y entereza, sometiéndose enteramente a la voluntad divina. Y que San José cumplió exactamente la voluntad de Dios y la misión que se le confió al constituirle jefe de la familia más santa que el mundo conocerá, lo demuestra la exaltación a qué la Iglesia le ha elevado, nombrándole Protector y colocando la familia cristiana bojo su Patrocinio. En el Prefacio de la misa de lo Solemnidad de Son José, se canto esa exaltación, reconociendo que fué el varón justo que el Altísimo dió por esposo a la Virgen; y el siervo fiel y prudente que constituyó sobre su familia, para que haciendo las veces de padre custodiase a su Unigénito concebido por obra del Espíritu Santo. En estas palabras, como todqs los de la Iglesia, lacónicas, precisas y lapidarias, no sólo se adjetiva el paso por la tierra del Esposo de María, sino que se definen las cualidades esenciales de un padre de familia cristiana, representante directo de Dios y jefe del núcleo fundamental de la sociedad de los hombres. Representante de Dios, varón justo, siervo fiel y prudente, esposo purísimo, custodio de la familia, he aquí los adjetivos que todo jefe de una familia cristiana ha de tener siempre en la mente paro apropiárselos en la medida de las fuerzas humanas. Rectitud y justicio en la conducta, fidelidad perenne o fin de que los hilos sutilísimos de los vínculos familiares no se relajen, pureza dentro del estado matrimonial, y finalmente ser custodio y amparo de lo esposa y de los hijos, deben ser las normas de vida que todo padre de la gran familia católica ha de Imponerse y a las cuales ha de procurar en todo momento someterse en su modo de obrar. ¡Ojalá todos los católicos constituidos en potestad paterna supiéramos conducirnos constantemente bajo las reglas de tal ideall ¡De cuan diferente modo funcionaría la sociedad y cuántos dramas familiares dejarían de representarse en el mundol En este día, pues, de San José, propongámonos firmemente seguir su ejemplo, y sus enseñanzas, para que en la hora tremenda de la muerte, él que es además Retronó de la buena muerte, pueda recibirnos y reconocernos como a discípulos suyos. Lamentable es que lo mujer tenga que salir del hogar pora buscar en el trabajo de la fábrica o de lo oficina la manera de socorrer, con el marido, las múltiples y crecientes necesidades de la familia. La doctrina social de lo Iglesia defiende que la mujer tiene su misión en el hogar, y sólo ante uno verdadera necesidad admite el trabajo de la madre fuera del mismo. De aquí la conveniencia del salario familiar que preconiza la Iglesia en favor de los padres de familia. JORNAL Y MEDIO Pero si tal cosa ya de sí es lamentable, ¿qué decir cuando el jornal ordinario del marido y de la mujer no bastan yo para cubrir los angustiosos apremios de muchas familias obreras, y hay que recurrir —forzando energías— al jornal y medio? ¿Que la vida es excesivamente caro?... ¿Que el salario es insuficiente?... Quizás todo o lo v e i . Pero en ningún ca$o lo solución debe estar en convertirse en má- quinas de trabajo en detrimento de los Intereses domésticos que la mujer, y nadie en sustitución de ella, debe prodigar o su propio hogar. Tal cosa repugna abiertamente con la doctrina que con tesón defiende la Iglesia. Las deplorables consecuencias que esta falta acarrea —lo mismo en sentido material que en orden moral— las describe el Papa en estas palabras pronunciadas el 21 de octubre último: «Hé aquí que la mujer, pora aumentar el salario de su marido, se va también a la fábrica a trabajar, dejando durante su ansencia abandonada la casa. Y ésta —acaso ya escuálida y estrecha— resulta todavía más miserable por falta de cuidado. Los miembros de la familia trabajan separadamente, no se encuentran juntos casi nunca; ni para comer, ni para descansar después de la fatiga de la jornada, ni mucho menos paro la oración comijn. ¿Qué queda de la vida de familia? ¿Qué atractivos puede ofrecerle a los hijos?» Pidamos a San José, Patrón de la Iglesia Universal y modelo de laboriosidad cristiana, que pronto veamos practicada la hermosa doctrina social católica en fcivor de todos y muy particularmente de la mujer. Una socio de A. C. Espectaculares reuniones internacionales, discursos elocuentísimos, reuniones de grandes jefes de Estado y diplomáticos, tratados internacionales, leyes, acuerdos, viajes... pero N O HAY PAZ; todos temen, desconfían, amenazan; de nada servirán tantas leyes, discursos y tratados si prescinden de la doctrina de Jesús y de su Representante en la tierra. Nada bueno puede esperarse de nuestra desgraciada generación que vive apartada de Dios, que no cumple las leyes divinas, que no perdona, que odia, calumnia y blasfema, injuriando continuamente a su Creador. No hay paz ni puede haberla, porque fuera de Jesús es imposible la paz y la justicia. |[Triste espectáculo el del mundo actual!! ¡Pobre humanidad, donde la mayoría sufren injusticia y desamparo, donde desaparecen la fe, la caridad y la misericordia! Cuando los hombres olvidan la doctrina de Jesús, la paz es ilusoria. ¿Es lícito, considerando la gravedad actual, permanecer indiferentes, inactivos y cómodamente pesimistas? Si nuestro deber en los mejores tiempos es rogar a Dios, practicar la caridad, el sacrificio y la penitencia, dar buen ejemplo con una vida verdaderamente cristiana, ¿cuál será nuestro deber en los calamitosos tiempos actuales, cuando el comunismo ateo amenaza invadir Europa y el mundo entero, cuando la sensualidad, el dinero y la ambición son el móvil de la mayoría de los hombres? ¿Qué podemos hacer?—preguntan con desconfianza los tímidos y los pusilánimes—, es del todo inútil, somos una minoría insignificante, es imposible luchar contra el materialismo actual que todo lo invade. ¿Qué podían hacer los primeros cristianos contra el inmenso poder del Imperio Romano? ¿qué es lo que hicieron?: practicar la caridad, el heroísmo, la paciencia, la oración, el sacrificio y la penitencia. ¿Cómo vivían y qué es lo que hicieron San Francisco de Asís, San Vicente de Paúl, San Juan de Dios, San Ignacio de Loyola, miles y miles de santos y héroes anónimos en defensa del Cristianismo? ¿Qué es lo que hizo Jesús? Reflexiono, examina sinceramente tu conciencia, y, permítame que te recuerde que estamos en pleno Cuaresma, tiempo de penitencia, de sacrificio y de oración. NO LLEGA LA PAZ Mis queridos amiguitos: ¿Quién de vosotros no tiene un José en la familia? ¿No se os ha ocurrido nunca el por qué será eso? Intentaré expli(Carta abierta a los niños de Ripoll) carlo en pocas líneas. Ya sabéis que los Santos son mediadores nuestros ante Dios y la Virgen. Las súplicas que les dirigimos las trasladan al Eterno con más eficiencia cuanto más sea nuestra devoción y son nuestros abogados defensores ante el Divino Tribunal. Ahora bien: el santo que atesora más virtudes es Son José, siendo la h u m i l d a d la mayor de todas ellas. San José era de estirpe real, descendiente de David, rey de Israel. Y a pesor de ello vive ignorado, recluido en una pequeña ciudad sin importancia (Nazareth). Entregado al oficio de carpintero, su trabajo le depara llevar una existencia sino de miseria, sí de estrechez. Sólo apetece una cosa: la paz de su alma. Dios que escruta el corazón de los hombres, conoce sus sentimientos y lo escoge para ser el esposo de la Virgen María, Madre verdadero de Dios, ya que por obra y gracia del Espíritu Santo, nace de sus purísimas entrañas el Divino Niño, Jesús. San José cuida de Él durante su infancia y con su oscuro trabajo procura ganar lo suficiente paro que la Virgen y el Niño no sufran. EPISTOLARIO No es hombre de mucha relación, no posee grandes conocimientos, pero su honradez acrisolada y su hombría de bien hacen que acudan a oir su consejo las personas que necesitan aliento y alivio o sus penas. La misión de este Santo es la más feliz, ya que fué el encargado de velar por aquellos tesoros del Cielo y de la tierra, que había de llamarse Esposo de Moría y Padre de Jesús, y quien tuvo la inmensa dicha de morir en brazos de la Madre de Dios, y que Dios mismo le cerrase los ojos. Si al bautizarnos nos imponen el nombre de un Santo para que nos sirva de intercesor y al propio tiempo le imitemos en sus virtudes, no os ha de extrañar que muchos padres o padrinos escojan al Santo que posee unas virtudes ton admirables, que son la fuente de todas, las demás, y éste no puede ser otro que S. JOSÉ. Procurad, pues, queridos amiguitos, imitar al Sonto que nos ocupa, especialmente en la humildad, para que seáis dignos de alcanzar el premio que todos anhelamos, o sea la Gloria del Cielo. Con mi más cordial felicitación para todos los Josés y Pepitas, se despide, hasta otra, vuestro buen amigo. J. M. B. C. NUESTRO APOSTOLADO DEBE MOSTRARSE PARTICULARMENTE EFICAZ: o) b) c) En llevar almas a escuchar lo palabra de Dios que se predica estos días de Cuaresma en nuestro Monasterio de Santa María. En procurar que no quede ningún feligrés sin cumplir con el Precepto Pascual. En ser hoy caritativamente generosos, entregando nuestro óbolo al Prelado por el nuevo Seminario Diocesano. SERVICIO I N F O R M A T I V O DE ESPECTÁCULOS. — POLICÍA M O N T A D A DEL C A N A D Á y TARZAN EL TEMERARIO, optas para jóvenes y mayores; NOCHE DECISIVA, apta sólo para mayores; MI MUJER LA SEÑORITA X, sin clasificar. Imprentn BONET. = Moiíastriio, 10. - RipoÜ